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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
FACULTAD DE QUÍMICA 
 
 
OPTIMIZACIÓN DE UN SISTEMA DE MANTENIMIENTO IN VITRO 
PARA TREMÁTODOS QUE PARASITAN AL CARACOL MARINO 
CERITHIDEA CALIFORNICA 
 
 
TESIS 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
QUÍMICA FARMACÉUTICA BIÓLOGA 
 
PRESENTAN 
Ana Elisa García Vedrenne 
Gabriela Huelgas Morales 
 
 
MÉXICO, D.F. AÑO 2010 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
1 
 
 
Dedicatoria 
 
A Cathy y Juan Carlos, mis primeros maestros y más grande 
ejemplo de amor y calidad humana. Gracias por alentarme a 
alcanzar mis sueños, por ayudar a abrir todas esas puertas que me 
han permitido llegar hasta donde estoy. A ustedes debo lo que soy. 
 
A Maite y Laura, mis mejores amigas y compañeras de vida 
incondicionales; con ustedes tengo la certeza de que estarán ahí sin 
importar lo que pase. 
 
A Gaby, por estar a mi lado durante todo el proceso, y agregarle 
tanto valor a la palabra “nosotras”. Esto fue posible gracias a tu 
amistad, sinceridad y perseverancia. 
 
Ana Elisa 
 
 
 
2 
 
Dedicatoria 
 
A Estefanía Huelgas Morales por ser rama del mismo árbol, la rama 
más fuerte, la que no se calla, la que me empuja en la dirección 
correcta cuando pierdo la orientación, siendo siempre objeto de mi 
admiración y amor. 
A Claudia Morales Martínez, mi ejemplo de perseverancia, mi aliento 
cotidiano, gracias por cimentar mi existencia y demostrarme que, 
con esfuerzo y cariño, es posible hacer algo por la gente. 
A Jorge Huelgas Santaella, siempre dispuesto a compartir su 
mecanismo impecable de pensamiento conmigo. Instruyéndome, 
generoso, sus conocimientos y enseñándome todo aquello que se 
requiere para cuestionarlos. 
A Pablo Tejada Bassols, Efraín y Enrique Chávez Solís; mis 
hermanos, y a Efraín Chávez Lomelí; mi tío, que no hacen más que 
llenarme de alegrías y de orgullo. 
A Ana Elisa García Vedrenne, por haberse presentado en mi vida, 
por su paciencia, su sonrisa y por convertir los sueños en realidad. 
 
Gabriela 
3 
 
Agradecimientos 
 
A nuestros amigos, comenzando por la mejor de las casualidades del 
primer momento en la Facultad: María José, continuando con Iván, 
Luis, Oscar, Emma, Mauricio, Carlos, Pilar, Fernando, Memo, 
Esteban, Laura, Tania, Carmen, Kory y Roberto con los que tuvimos 
la fortuna de compartir momentos inolvidables además de los 
salones de clases. Gracias por ser nuestros maestros. 
A nuestros maestros titulares, por ayudarnos durante nuestra 
formación profesional, ilustrarnos con su ejemplo y contagiarnos con 
su pasión por el conocimiento. Gracias en particular al profesor Raúl 
Garza por su apoyo incondicional en la realización de este proyecto. 
Gracias también a Hortensia Santiago por su empatía y por su 
aliento, así como al Dr. Eduardo Bárzana por habernos respaldado 
en todo momento. 
A la Universidad de California, Santa Barbara, que nos abrió sus 
puertas. Al Dr. Armand Kuris por su disposición y bondad, al Dr. 
Ryan Hechinger porque siempre sabe la respuesta correcta, y a 
todos los miembros de su multicultural grupo, incluyendo a Kevin, 
Alan, Ale, John, Julio, Gabi, Alice, Tara, Leo y Victor, por haber 
formado parte de una de las mejores experiencias de nuestras 
vidas. Así mismo queremos agradecer a Kathy Arnolds por su apoyo 
y por compartirnos su inmensa calidad humana. 
A la Facultad de Química y a la UNAM por brindarnos las 
oportunidades que nos han conducido por un sendero lleno de 
satisfacciones, por el que estaremos eternamente agradecidas. 
Ana Elisa y Gabriela 
4 
 
A aquellos que han sido parte fundamental del proceso, que me han 
orientado en momentos de indecisión: Eliane, Vitza, Poli, Cristian, 
Prax, Laura, Claudia, Isabel, Rosalina; sin ustedes esto no habría 
sido posible. Gracias por su amistad, por las risas, consejos, y 
palabras de aliento. 
Al Equipo de Buceo de Ciencias, por hacerme ver que se puede 
trabajar con el corazón. Gracias a Mau, Rex, Quetza, Norma, Magui, 
Emman, Man, Isis, Luis, Rich, Andrés, Benja, Mike, y Ceci por las 
lecciones, amistad y confianza. 
Ana Elisa 
 
 
Gracias a aquellas que cuento con los dedos de una mano, que 
están ahí de manera atemporal y a través del espacio: mis amigas 
Maricarmen, Cristina, Diana, María José y Marina. 
A mi familia, mis tíos, mis primos y primas a quienes quiero tanto, 
porque es al lado de todos ellos en donde he crecido rodeada de 
amor. 
Gabriela 
 
5 
 
Índice 
Tabla de abreviaturas ……7 
Introducción ……9 
Objetivos …..12 
 Objetivo general …..12 
 Objetivos particulares …..12 
I. Marco Teórico …..13 
 Trematodos digéneos …..13 
 Generalidades …..13 
 Principales etapas del ciclo de vida de los digéneos …..17 
 Organización eusocial en digéneos …..26 
 Cerithidea californica …..28 
 Taxonomía …..28 
 Digéneos en C. californica: …..31 
 Interacciones parásito-hospedero …..39 
 Mecanismos de defensa de los gasterópodos …..39 
 Estrategias de los trematodos para sobrevivir dentro del … 
hospedero …..42 
 Importancia ecológica de los digéneos …..46 
 Saladares, marismas y estuarios …..46 
 Sistemas in vitro para trematodos …..55 
II. Parte experimental …..60 
 Material y Equipo …..60 
 Recolección de los caracoles …..61 
 Identificación de infecciones de interés …..62 
 Disección del caracol …..63 
 Obtención de los parásitos …..65 
 Composición de los medios …..66 
6 
 
 Evaluación del rendimiento de trematodos in vitro …..67 
 Establecimiento de la técnica …..68 
 Experimento 4: Efecto de la temperatura …..70 
 Experimento 5: Efecto de diferentes sustratos …..70 
 Análisis estadísticos …..72 
Resultados …..73 
 Elección del medio …..73 
 Supervivencia en SSW y en medio C …..74 
 Especie de trematodo …..80 
 Diferencia intraespecífica en la supervivencia …..82 
 Comparación de rendimiento interespecífico …..88 
 Experimento 4: Efecto de la temperatura …..95 
 Experimento 5: Efecto de diferentes sustratos …..99 
 Control 
 Adición de tejido de caracol 
 Adición de agarosa 
 Observaciones adicionales …111 
Análisis de resultados …116 
 Medio de mantenimiento …116 
 Variabilidad intra e interespecífica …120 
 Influencia de la temperatura …122 
 Efecto del sustrato …124 
 Emergencia de cercarias …126 
 Futuras aplicaciones del sistema de mantenimiento in vitro …128 
Conclusiones …131 
Anexo …132 
 Carpinteria Salt Marsh 
Referencias …134 
 
7 
 
Tabla de abreviaturas 
 
ACAN- Acanthoparyphium spinulosum 
AUST- Austrobilharzia sp. 
Bge- Células embrionarias de Biomphilaria glabrata 
CATA- Catatropis johnstoni 
CLOA- Cloacitrema michiganensis 
EUHA-Euhaplorchis californiensis 
HIMA-Himasthla rhigedana 
HIMB-Himasthla sp. B 
IDS- Sistema interno de defensa 
LGXI- Large xiphidiocercaria 
Medio A- Medio basado en el propuesto por Tucker 
Medio B- Medio basado en el propuesto por Birmelin 
Medio C-Medio basado en el propuesto por Gorbushin 
MESO- Mesostephanusappendiculatus 
MLLW- Media de la marea baja más baja 
PARO- Parorchis acanthus 
PHOC- Phocitremoides ovale 
PROB- Probolocoryphe uca 
PYGI- Pygidiopsoides spindalis 
RENB- Renicola buchanani 
ROS- Especies reactivas de oxígeno 
8 
 
SDS-PAGE-Electroforesis en gel de poliacrilamida con dodecilsulfato 
de sodio 
SEP- Productos de secreción-excreción 
SHIP- Segundo hospedero intermediario principal 
SMCY- Small cyathocotylid 
SMMI- Small microphallid 
SSW- agua de mar filtrada y estéril al 80% 
STIC-Stictodora hancocki 
SW- Agua de mar filtrada 
 
9 
 
Introducción 
 
Desde que los trematodos digéneos fueron descritos por vez 
primera, capturaron la atención de la comunidad científica. En un 
principio los estudios dedicados a estos organismos se enfocaron 
primordialmente a los digéneos de importancia médica, tales como 
Fasciola hepatica, Schistosoma mansoni y S. japonicum, entre 
algunos otros. 
Sin embargo, en los últimos años, la atención se ha tornado hacia el 
papel ecológico que desempeñan los trematodos, demostrándose 
fehacientemente la especial importancia de estos parásitos. De esta 
manera están surgiendo nuevas investigaciones dedicadas a develar 
su biología y el papel que desempeñan en el equilibrio de los nichos 
ecológicos en que habitan junto con sus respectivos hospederos. 
Al margen de la importancia ecológica de los digéneos, se cuentan 
otros aspectos que llaman la atención y que, por lo tanto, han 
atraído el interés de los expertos; por ejemplo: a) los mecanismos 
por medio de los cuales los hospederos controlan o evitan la 
infección, así como las estrategias que los propios parásitos han 
desarrollado como adaptaciones evolutivas para sobrevivir, e 
inclusive, para reproducirse dentro del hospedero; b) la 
10 
 
comunicación por medio de estímulos mecánicos y químicos que los 
digéneos ejercen para determinar el momento en el que deben 
proseguir a la siguiente fase de su ciclo de vida, o simplemente 
permanecer en estado latente hasta que las condiciones resulten 
adecuadas para continuar con su desarrollo; c) el reconocimiento de 
los organismos que pertenecen a la misma clona (producidos de 
manera asexual por una sola madre esporocisto) y los “invasores”; y 
d) la existencia de una organización social dentro del primer 
hospedero intermediario, en la que organismos de la misma clona se 
diferencian para llevar a cabo una función determinada, tal como lo 
hacen animales superiores como las abejas o las hormigas. 
A pesar de la información que se ha generado en los aspectos antes 
mencionados, así como en los morfológicos y taxonómicos, existen 
temáticas sin resolverse en cuanto a la biología integral de los 
digéneos, sobre todo en lo correspondiente a su ciclo de vida en el 
primer hospedero intermediario, en el que efectúan una 
reproducción asexual. 
En el presente trabajo se trató de obtener un medio de 
mantenimiento óptimo, para estudiar los estadios larvarios de 
digéneos que infectan al caracol Cerithidea californica como primer 
11 
 
hospedero intermediario, en saladares y marismas de la costa de 
California, EUA. 
Durante el proceso de optimización, se probó la influencia de 
diferentes variables, tales como la temperatura y la composición del 
medio, en la longevidad y desempeño de las redias de diversas 
especies de trematodos digéneos, buscando determinar las 
condiciones asociadas a la mayor supervivencia in vitro de dichas 
redias. 
 
12 
 
Objetivos 
 
Objetivo general 
 
1. Optimizar un sistema de mantenimiento in vitro que permita la 
viabilidad y el estudio a largo plazo de digeneos que infectan 
al caracol marino C. californica. 
 
Objetivos particulares 
 
1. Identificar la composición del medio, el pH y la osmolalidad 
que permiten una supervivencia aumentada de los trematodos 
en cuestión. 
2. Evaluar la influencia que ciertos factores como temperatura y 
la presencia de sustrato tienen en el rendimiento de los 
parásitos estudiados. 
3. Determinar si la variabilidad tanto intra como interespecífica 
existente entre las diferentes especies que parasitan a C. 
californica permite su mantenimiento in vitro por periodos 
temporales prolongados. 
13 
 
I. Marco Teórico 
 
Trematodos digéneos 
 
Generalidades 
 
Los trematodos digéneos figuran entre los parásitos más comunes y 
abundantes en el mundo1
En general, poseen un cuerpo no segmentado con simetría bilateral, 
aplanado dorsoventralmente, que varía entre algunos milímetros 
hasta varios centímetros de longitud. Cuentan con dos órganos de 
fijación: la ventosa oral, que se encuentra alrededor de la boca y en 
la parte anterior del cuerpo, y la ventosa ventral o acetábulo, que 
puede hallarse en el tercio medio si es que está presente. La pared 
externa o tegumento corresponde a una cutícula que puede o no 
presentar escamas o espinas, dependiendo de la especie. 
, pudiéndoseles encontrar en una gran 
cantidad de tejidos y órganos de diversos tipos de vertebrados, e 
inclusive, en algunos invertebrados. 
El sistema digestivo está formado por una boca, una faringe y un 
esófago que se divide en dos sacos ciegos cuya función es la de 
absorción y digestión; en general, carecen de ano. El aparato 
 
1Su cantidad sólo es superada por la de los nemátodos. 
14 
 
excretor está compuesto por protonefridios que corren a lo largo del 
cuerpo del organismo, hasta desembocar en un solo poro excretor 
en la parte posterior. Las unidades excretoras son conocidas como 
células flama. 
Presentan un sistema nervioso simple y, en adultos, los órganos 
sensoriales se encuentran poco desarrollados. 
Su reproducción está relacionada con un complejo ciclo de vida en el 
que participan al menos dos hospederos, si bien se han llegado a 
detectar casos de hasta dos o tres hospederos intermediarios. Estos 
organismos llevan a cabo dos tipos de reproducción: a) sexual, 
dentro del hospedero definitivo; y b) asexual, realizada por larvas 
dentro de los hospederos intermediarios. Esta alternancia de 
generaciones es conocida como digénesis, del griego dis (dos) y 
genesis (origen, fuente), razón por la cual se les ubica en la 
subclase Digenea, perteneciente al filo Platyhelminthes y a la clase 
Trematoda. 
Por lo que se refiere a los digéneos que infectan al caracol 
Cerithidea californica, el adulto se reproduce sexualmente en su 
hospedero definitivo, generalmente un ave, en cuyas heces son 
liberados los huevos del parásito que dan lugar a larvas ciliadas 
15 
 
llamadas miracidios; estos corresponden precisamente a las formas 
que penetran en el primer hospedero intermediario: C. californica. 
Durante la penetración al caracol o inmediatamente después de ella, 
las larvas se desprenden de su epitelio ciliado y se transforman en 
esporocistos. 
 
Figura 1. Ciclo de vida complejo de los trematodos digéneos. Los 
organismos no están representados a escala. 
 
 
Huevo 
 
 
 
 
 
Metacercaria 
Adulto 
Miracidio 
Esporocisto/
Redia Cercaria 
16 
 
Posteriormente, las células germinales localizadas dentro del 
esporocisto se subdividen y forman embriones multicelulares, que 
llevan a cabo reproducción asexual dando lugar a las redias o a más 
esporocistos, dependiendo de la especie del trematodo implicado. 
Las redias se diferencian de los esporocistos en que poseen un 
sistema digestivo rudimentario, que consta de boca, faringe e 
intestinos, mientras que los esporocistos absorben los nutrientes a 
través del tegumento. 
Esta parte del ciclo vital puede repetirse varias veces pero, 
eventualmente, dentro de las redias o esporocistos se desarrollan 
embriones adicionales: las cercarias, que emergen del caracol y 
nadan en busca de su segundo hospedero intermediario, usualmente 
un pez, un crustáceo u otro molusco. Una vez dentro de éste, las 
cercarias se desprenden de su cola y se enquistan, formandometacercarias que permanecen de esa manera hasta ser 
transmitidas de manera trófica al hospedero definitivo (63). 
 
Principales etapas del ciclo de vida de los digéneos 
 
En todos los trematodos, los huevos se forman de manera muy 
similar y dentro del hospedero definitivo (Figura 2): los ovocitos 
primarios son transportados, desde el oviducto hacia el ootipo, en 
17 
 
donde ocurre la fertilización por parte del espermatozoo. 
Posteriormente, el embrión avanza hacia el ducto vitelino, sitio en el 
que las células vitelinas que lo rodean le proveen de glucógeno, así 
como de las proteínas que formarán parte de la cubierta del huevo2
 
, 
principalmente esclerotonina y queratina (23). 
Figura 2. Formación de los huevos del trematodo. Sistema 
reproductivo del adulto (23, p.7). 
 
 
Los miracidios provenientes de los huevos del parásito corresponden 
a larvas de vida libre que se desarrollan en la madre esporocisto y 
su función principal consiste en infectar al primer hospedero 
intermediario; para ello, dependiendo de la especie del trematodo, 
 
2 En los miembros del género Schistosomatidae, el cascarón presenta poros que 
permiten al cigoto la absorción de nutrientes a partir de la sangre del hospedero 
definitivo (23). 
Ootipo 
Huevo 
fecundad
 
Células 
vitelinas 
Óvulo 
Espermatozoides 
18 
 
se valen de alguno de los dos siguientes mecanismos: a) activo, en 
el cual las larvas nadan en el agua para penetrar al molusco; o b) 
pasivo, cuando los huevos son ingeridos por el gasterópodo y, por lo 
tanto, las larvas nacen dentro de sus intestinos. 
El cuerpo de los miracidios que infectan activamente cuenta con 
estructuras especializadas para la penetración y está cubierto por 
células epiteliales ciliadas; por su parte, los que lo hacen de manera 
pasiva presentan una menor cantidad de cilios o no los poseen 
habiendo sido reemplazados por espinas (23). 
 
Figura 3. Miracidio de la Familia Allocreadidae (23, p. 4). 
 
En cualquier caso, la parte posterior del cuerpo del miracidio 
contiene células germinales que, llegado el momento de su 
maduración hacia madre esporocisto, darán lugar a la primera 
generación de hijos esporocistos o redias, dependiendo del digéneo 
del que se trate, vía el proceso conocido como partenogénesis. 
19 
 
Durante la transformación de miracidio a madre esporocisto suceden 
cambios en la morfología del organismo: sus sistemas excretorio y 
sensorial se ven disminuidos, mientras que su tegumento aumenta 
en superficie y grosor, al tiempo que se forman microvellosidades y 
se incrementa el número de mitocondrias. Finalmente, se origina un 
organismo en forma de saco o gusano con embriones internos que 
se convertirán en redias o esporocistos hijas, dando lugar a la 
segunda generación partenogénica. 
Cabe señalar que las redias pertenecen a familias de trematodos 
más primitivos, tales como Fasciolidae y Echinostomatidae y, 
mientras que los esporocistos forman parte de familias 
especializadas como Strigeidida y Plagiorchiida. El número de 
generaciones de hijas esporocisto o de hijas redias también varía 
dependiendo de la especie de digéneo. 
Las redias poseen cuerpos elongados, en forma de cilindro con 
extensiones locomotoras (una en la parte posterior y dos colocadas 
aún más distales a la boca, una a cada lado del cuerpo) y cuentan 
con un aparato digestivo primitivo, con apertura bucal, faringe, 
esófago e intestinos en forma de saco. Su poro de nacimiento se 
encuentra a un lado de la apertura bucal. 
20 
 
Por otro lado, las hijas esporocistos tienen forma esférica o de saco, 
su motilidad es limitada (pues carecen de extensiones locomotoras), 
no tienen sistema digestivo y pueden o no presentar poro de 
nacimiento. Las microvellosidades dispuestas en la superficie de 
estos organismos están más desarrolladas que en las redias ya que, 
al no contar con sistema digestivo, requieren de mayor superficie de 
absorción para obtener sus nutrientes (23). Al margen de la función 
de transporte de nutrientes que se le reconoce al tegumento, se ha 
demostrado que éste también desempeña un papel claramente 
protector: su glicocálix imita al de los tejidos pertenecientes al 
hospedero, en toda una suerte de mimetismo que permite al 
parásito pasar inadvertido para el sistema inmune de su benefactor 
(23). 
Figura 4 Redias y Esporocistos (23, p. 54) 
 
Redias 
Esporocistos 
21 
 
 
Por lo que respecta al cuerpo de las cercarias, éste es oval o 
elongado y aplanado dorsoventralmente. Posee dos ventosas, una 
oral y otra ventral, sistemas digestivo y excretorio, el primordio 
genital y algunos órganos sensoriales, tales como ojos simples o 
papilas sensoriales (quimio y mecanorreceptores). Todas presentan 
una cola, cuya morfología depende de su función: nado, adherencia 
al sustrato, flotación, etc. 
 
Figura 5. Cercaria de la familia Echinostomatidae (23, p. 96) 
 
 
Siendo que, por lo general, los trematodos requieren de una fase 
cercarial que transmita la infección al segundo hospedero 
intermediario, necesitan sincronizar su emergencia con la 
disponibilidad de organismos a los cuales parasitan: en 
22 
 
esquistosomas (que infectan bovinos), la liberación de cercarias 
aumenta por las mañanas, cuando sus hospederos van a beber, 
mientras que los esquistosomas, que parasitan a humanos, emergen 
cerca del mediodía. En casos como el de Fasciola hepatica, en los 
que el hospedero se encuentra presente en todo momento, no se ha 
observado algún ritmo en particular. Fingerut et al. (21) realizaron 
estudios al respecto en C. californica y concluyeron que este 
fenómeno está sincronizado con la temperatura y con los cambios 
en la marea. 
Existen dos grupos de cercarias: a) el encargado de buscar 
activamente al siguiente hospedero, cuyas integrantes requieren de 
adaptaciones tales como un aparato de penetración para convertirse 
en metacercarias; y b) el que se adhiere al sustrato para convertirse 
en adolecercarias y, de este modo, esperar a ser ingeridas por el 
siguiente hospedero. 
Durante su enquistamiento, las cercarias sueltan su cola y sus 
glándulas tegumentarias secretan sustancias que se polimerizan 
formando el quiste. En las metacercarias existe un lapso de tiempo 
entre el desprendimiento de la cola y el enquistamiento, mientras 
penetran y migran dentro del segundo hospedero intermediario, de 
tal manera que el quiste es formado sólo cuando se ha alcanzado el 
23 
 
sitio de asentamiento final. Muchos de estos quistes están cubiertos 
por una cápsula formada por el hospedero en reacción a la presencia 
del organismo extraño, conformada principalmente por fibroblastos 
y linfocitos. 
 
Figura 6. Metacercaria de la familia Microphallidae (23, p. 173). 
 
 
Es durante esta etapa, dentro del segundo hospedero intermediario, 
que muchos grupos de digéneos llevan a cabo un proceso de 
morfogénesis, en que se diferencian el primordio genital, los 
ovarios, los testículos y diversos órganos de los sistemas digestivo y 
excretorio. 
Una vez que han sido ingeridas por el hospedero definitivo, las 
metacercarias atraviesan por un proceso de activación, en el que su 
cápsula y el quiste son parcialmente digeridos por las enzimas 
proteolíticas del parásito, entre las que destacan las cisteín-
24 
 
proteasas (23), promoviendo su movimiento hasta salir de la 
envoltura. Posteriormente, los parásitos requieren alcanzar la 
madurez sexual y aumentar sus dimensiones. 
Dentro de su hospedero definitivo, estos digéneos migran hacia sus 
órganos “blanco”, siendo el intestino uno de los más frecuentes; 
empero, algunos otros como F. hepatica migran hacia el hígado y los 
esquistosomas, hacia las venas mesentéricas. 
Numerosas adaptaciones al parasitismo están presentes en 
diferentes grupos de digéneos, entre las que destacan las 
estructuras especializadas parala adherencia y fijación, tales como 
los collares de espinas de los equinostomátidos; así mismo, el 
sistema linfático resulta determinante para el transporte de 
aminoácidos y lípidos, y diversas glándulas están destinadas a la 
digestión extracelular. 
 
Figura 7. Digéneo adulto de la familia Plagiorchiidae (23, p. 192). 
 
25 
 
Organización eusocial en digéneos 
 
Recientemente, Hetchinger et al. (29) describieron la existencia de 
una organización social en los estados larvarios de algunas especies 
de trematodos digéneos, tales como Himasthla rhigedana, 
Cloacitrema michiganensis, Parorchis acanthus y Himasthla sp. B. 
En una infección única (causada por una población de digéneos 
proveniente del mismo miracidio), existen organismos que difieren, 
tanto en morfología como en comportamiento. En tal sentido, son 
dos las variantes morfológicas que se presentan: a) los llamados 
reproductivos, debido a que presentan una producción asexual 
continua de la progenie y que, generalmente, son los reportados en 
la literatura; y b) los soldados, encargados de impedir el 
establecimiento de nuevas infecciones en el caracol (Figura 8). 
Analizando más a fondo las variantes morfológicas, se ha llegado a 
la conclusión de que existen claras diferencias entre ambas: los 
soldados son más pequeños, no se reproducen y presentan mayor 
motilidad que los reproductivos. Así mismo, las dos poblaciones se 
encuentran distribuidas en diferentes proporciones a lo largo del 
caracol, siendo los soldados relativamente más abundantes en el 
frente de invasión. 
26 
 
 
Figura 8. Redias de la especie HIMB; a la izquierda variantes 
reproductivas y, a la derecha abajo, soldados (40x). 
 
27 
 
Cerithidea californica 
 
Taxonomía 
La taxonomía relacionada con Cerithidea californica, es la siguiente: 
Dominio: Eukaryota 
 Reino: Animalia 
 Subreino: Bilateria 
 Filo: Mollusca 
 Clase: Gastropoda 
 Subclase: Orthogastropoda 
Superorden: Caenogastropoda 
 Orden: Caenogastropoda 
 Suborden: Discopoda 
Superfamilia: Cerithioidea 
 Familia: Potamididae 
 Subfamilia: Potamidinae 
 Género: Cerithidea 
 Especie: californica 
 
El género Cerithidea pertenece a un grupo de gasterópodos 
estuarinos caracterizado por poseer una concha alargada con forma 
de torrecilla, de escultura axial, aperturas amplias, labios externos 
http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Eukaryota_Domain.asp�
http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Animalia_Kingdom.asp�
http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Bilateria_Subkingdom.asp�
http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Mollusca_Phylum.asp�
http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Gastropoda_Class.asp�
http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Orthogastropoda_Subclass.asp�
http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Caenogastropoda_Superorder.asp�
http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Caenogastropoda_Order.asp�
http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Discopoda_Suborder.asp�
http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Cerithioidea_Superfamily.asp�
http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Potamididae_Family.asp�
http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Potamidinae_Subfamily.asp�
http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Cerithidea_Genus.asp�
28 
 
gruesos y canales anteriores cortos. Su rádula es corta y todos sus 
dientes presentan cúspide; el opérculo es delgado, con un núcleo 
central y múltiples espirales y, su tracto alimentario, incluye un par 
de glándulas salivales anteriores, un buche a la mitad del esófago y 
un saco de estilo largo (32). 
 
Figura 9. Anatomía de una hembra de C. californica. Modificada de 
(32). 
 
 
Por lo que se refiere a su distribución, Cerithidea californica es un 
gasterópodo extremadamente abundante en los marismas de 
California, alcanzando densidades de hasta 1,000 caracoles por 
29 
 
metro cuadrado (32); se le ubica desde la región central de Baja 
California, México, hasta Tomales Bay, en California, EUA (18). 
Por lo general, se le puede localizar en sustratos lodosos, aunque en 
ocasiones se le encuentra trepando árboles o en la vegetación; 
comúnmente, se halla en marismas que contienen como flora 
predominante a Salicornia (hierba salada o hierba de cristal), y en 
zonas intermareales altas (+1.2-2.1 MLLW). A pesar de vivir 
predominantemente en climas templados, C. californica presenta 
una importante tolerancia a las condiciones extremas, pudiendo 
sobrevivir más de 4 h en agua de mar a 40°C y resistiendo la 
desecación de 11 a 15 días. 
C. californica es un detritívoro que consume principalmente 
diatomeas bentónicas (que abarcan el 80% de su contenido 
estomacal), acompañadas de agregados orgánicos y fragmentos de 
macroalgas y angiospermas. 
Los caracoles hembra se pueden identificar por la presencia de un 
ovipositor, ubicado al lado derecho del pie; además, cuentan con 
una bursa espermatófora en la lámina exterior y un receptáculo 
seminal en la lámina interior del oviducto palial próximo. Por su 
parte, los machos son afálicos. 
30 
 
Estos caracoles se reproducen por primera vez al llegar a los 18-22 
mm de longitud, o a los 2 años de edad. Una vez alcanzada la 
madurez, los adultos no incrementan su longitud por adición de 
nuevas vueltas a la concha, sino que expanden y fortalecen sus 
labios exteriores. Estudios sobre el crecimiento de estos 
gasterópodos han demostrado que su vida media es 
aproximadamente de 8 a 10 años (69). 
 
Digéneos en C. californica: 
 
El gasterópodo marino Cerithidea californica ha sido descrito como 
el primer hospedero intermediario de al menos 18 especies 
diferentes de trematodos (28), pertenecientes a ocho familias y a 
cuatro órdenes distintas (de acuerdo a http://www.catalogueoflife. 
org/annual-checklist/2009). Dentro del caracol y en el caso 
particular de las especies productoras de redias, el sitio principal en 
el que se desarrollan los trematodos corresponde a la región 
gonadal; por su parte, en digéneos productores de esporocistos, los 
parásitos también pueden encontrarse en la glándula digestiva del 
caracol (69). 
31 
 
Los digéneos que infectan a C. californica comparten los siguientes 
rasgos taxonómicos: 
Reino: Animalia 
Filo: Platyhelminthes 
Clase: Trematoda 
Subclase: Digenea 
 
Las especies más relevantes pertenecen a diversos órdenes y 
familias, destacando las siguientes: 
 
Orden: Strigeatida 
Familia: Cyathocotylidae 
Especie: Small cyathocotylid (SMCY). Sus esporocistos son blancos 
y alargados, en forma de spaghetti, se localizan en las gónadas y en 
la glándula digestiva del caracol y pueden encontrarse en 
infecciones dobles con heterófidos. Las cercarias de SMCY poseen 
una cola bifurcada y no presentan ocelli. Sus segundos hospederos 
intermediarios principales (SHIP) suelen ser peces (78). 
 
32 
 
Especie: Mesostephanus appendiculatus (MESO). Las cercarias 
emergen de esporocistos muy activos, blancos, translúcidos y 
anulados circularmente, presentes en la región anterior del caracol. 
Las cercarias presentan las mismas características que las de SMCY, 
aunque son ligeramente más grandes. Sus SHIP son peces. 
 
Familia: Schistosomatidae 
Especie: Austrobilharzia sp (AUST). Las cercarias se desarrollan 
dentro de esporocistos blancos brillantes que ocupan la gónada y 
también el tejido vesicular verde que se encuentra posterior al 
riñón. Se observa frecuentemente en infecciones dobles. Las 
cercarias tienen una bifurcación en la cola, poseen dos ocelli, y 
nadan rápidamente formando una “S” antes de detenerse y contraer 
la cabeza y la cola. No utilizan un segundo hospedero intermediario. 
 
Orden: Echinostomida 
Familia: Notocotylidae 
Especie: Catatropis johnstoni (CATA). Las redias de este trematodo 
suelen ser amarillo-naranjas y encontrarse en la región del manto. 
33Las cercarias se caracterizan por tener ocelli, una cola sencilla sin 
aletas y una pequeña bolsa en la parte posterior de cada lado del 
cuerpo. Sus principales SHIP son caracoles. 
 
Familia: Echinostomatidae 
Especie: Acanthoparyphium spinulosum (ACAN). Estos trematodos 
se caracterizan por formar redias naranjas dentro de la región 
gonadal del caracol. Las cercarias presentan un collar de espinas y 
su nado es similar al de HIMB, aunque se detienen 
intermitentemente. Sus cercarias y redias son de menor tamaño a 
HIMB y, a diferencia de éste, las cercarias de ACAN se pueden 
identificar por la ausencia de aletas dorso-ventrales. Caracoles y 
bivalvos fungen como su SHIP. 
 
Especie: Himasthla rhigedana (HIMA). Sus redias son grandes, de 
color blanco-grisáceo y se localizan en la región gonadal. Las 
cercarias producidas son grandes y presentan una pigmentación 
negra entre sus dos ocelli, el cual es fácilmente discernible incluso 
dentro de las redias. Al nadar, las cercarias mueven su cola sencilla, 
34 
 
constantemente en forma de ∞. Se enquistan fácilmente en 
cualquier objeto y sus SHIP son cangrejos y caracoles. 
 
Especie: Himasthla sp B (HIMB). Sus redias son de color naranja o 
crema y dan lugar a pocas cercarias. Al emerger, las cercarias 
nadan de manera constante con el cuerpo doblado hacia delante y la 
cola dando círculos pequeños. La ventosa ventral es muy 
prominente y se puede diferenciar de ACAN por la presencia de una 
aleta dorso-ventral grande. Utiliza como SHIP a caracoles. 
 
Familia: Philophthalmidae 
Especie: Parorchis acanthus (PARO). Las redias se desarrollan en 
las gónadas del gasterópodo, son blancas y grandes. Son pocas las 
cercarias producidas por cada redia y se caracterizan por nadar en 
forma de “S”, dando latigazos. Las cercarias presentan una pequeña 
bolsa al final de la cola y se enquistan fácilmente; en ocasiones se 
sujetan al sustrato por la parte distal de las colas. Sus SHIP más 
comunes son bivalvos y camarones. 
 
35 
 
Especie: Cloacitrema michiganensis (CLOA). Sus características son 
muy similares a las de PARO, aunque tanto las redias como las 
cercarias de CLOA suelen ser más pequeñas. Sus SHIP también son 
bivalvos y camarones. 
 
Orden: Opisthorchiida 
Familia: Heterophyidae 
Especie: Euhaplorchis californiensis (EUHA). Las redias de EUHA se 
desarrollan en la región gonadal del caracol. Las cercarias se pueden 
identificar por la presencia de dos ocelli y por tener aletas laterales 
en la parte anterior de la cola. Suelen nadar con movimiento errante 
y detenerse intermitentemente. Utiliza peces como SHIP. 
Especie: Phocitremoides ovale (PHOC). Las redias se desarrollan en 
la región gonadal. Es fácilmente confundible con EUHA. Sus SHIP 
son peces. 
Especie: Stictodora hancocki (STIC). Sus características son 
semejantes a las de EUHA, aunque sus aletas laterales suelen ser 
más anchas. También utiliza a los peces como SHIP. 
36 
 
Especie: Pygidiopsoides spindalis (PYGI). Estas redias se 
desarrollan en las gónadas del caracol, son de color blanco brillante 
y dan lugar a cercarias pequeñas, con dos ocelli, de cola sencilla sin 
aleta, que nadan en círculo y después se detienen. Sus SHIP suelen 
ser peces. 
 
Orden: Plagiorchiida 
Familia: Renicolidae 
Especie: Large xiphidiocercaria (LGXI). Da lugar a esporocistos de 
pared gruesa que se desarrollan en la gónada y en la glándula 
digestiva. Las cercarias se caracterizan por tener un estilete anterior 
a la ventosa oral. Generalmente utilizan poliquetos como SHIP. 
 
Especie: Renicola buchanani (RENB). Las cercarias se desarrollan 
dentro de esporocistos de color naranja brillante que se encuentran 
en la región del manto; comúnmente, forman acúmulos al adherirse 
por la parte proximal de la cola. Sus SHIP suelen ser peces. 
 
37 
 
Especie: Renicola cerithidicola (RENC). Presenta diversas 
características similares a RENB, pero no forman acúmulos de 
cercarias y los esporocistos suelen ser más pegajosos. Los peces 
fungen como SHIP. 
 
Familia: Microphallidae 
Especie: Probolocoryphe uca (PROB). Los esporocistos suelen ser 
redondos, con una pared delgada. Las cercarias se caracterizan por 
tener un estilete delgado y alargado, no presentan aletas en su cola 
sencilla y tampoco tienen ocelli. Suele utilizar cangrejos como SHIP. 
 
Especie: Small microphallid (SMMI). Sus características son muy 
similares a las de PROB, aunque los esporocistos suelen ser más 
alargados y las cercarias son ligeramente más pequeñas. 
 
 
38 
 
Interacciones parásito-hospedero 
 
En cuanto un trematodo entra en contacto con su primer hospedero 
intermediario, enfrenta varios problemas: a) debe penetrar al 
caracol, adaptarse a su interior y evadir a su sistema inmune; b) 
requiere encontrar un espacio y una fuente de energía que le 
permitan mantenerse, crecer y reproducirse; y c) necesita hallar la 
manera de evitar que el hospedero muera y, por lo tanto, de 
dañarlo lo menos posible (13). Para cubrir las tres medidas 
anteriores, los parásitos no sólo se adaptan a la situación, sino 
modulan el sistema inmune del hospedero y afectan su fisiología. 
De hecho, se ha comprobado que, a menos de que los perfiles 
genéticos del parásito y del hospedero sean compatibles en ciertos 
atributos esenciales, el digéneo terminará siendo eliminado. 
 
Mecanismos de defensa de los gasterópodos 
 
A fin de estar en posibilidad de defenderse de los organismos 
extraños, los caracoles cuentan con un sistema de defensa 
constituido por componentes humorales y celulares. 
39 
 
Si bien las moléculas del plasma constituyen un tipo de barrera para 
patógenos, es posible que ésta únicamente sea efectiva en los casos 
en que los caracoles resulten resistentes a todos los individuos de 
una determinada especie; es decir, que no funjan como el 
hospedero habitual del digéneo. En estos casos, se ha observado 
que algunos factores del plasma eliminan al parásito en cuestión de 
minutos a un par de horas (65), lo que implica que la susceptibilidad 
es específica para un rango de genotipos parasitarios bastante 
limitado. 
Aun cuando el miracidio logre penetrar al caracol y transformarse en 
esporocisto, debe enfrentarse a un mayor número de elementos del 
sistema interno de defensa (IDS); los gasterópodos tienen un 
sistema circulatorio abierto que contiene un solo tipo de célula: el 
hemocito. Éste es capaz de distinguir al material extraño del propio 
y de moverse libremente a través del sistema circulatorio y hacia los 
diversos tejidos; es la principal célula efectora del IDS y manifiesta 
capacidad para encapsular, matar y eliminar a los organismos 
invasores (38). En general, los caracoles pulmonados parecen tener 
al menos dos tipos de hemocitos: a) los hialinocitos, que al parecer 
no tienen actividad citotóxica; y b) los granulocitos, que sugieren 
ser las principales células efectoras. 
40 
 
Los hemocitos que se encuentran en la circulación son como los 
leucocitos: forman agregados en respuesta a traumatismos, 
fagocitan partículas extrañas de tamaño pequeño (como bacterias y 
levaduras) y encapsulan a las de tamaño mayor, como es el caso de 
las larvas de trematodos. Un posible mecanismo para explicar su 
actividad involucra la producción de especies reactivas de oxígeno 
(ROS); en este sentido, se ha encontrado evidencia de que el H2O2 y 
NO• se encuentran directamente involucrados en la eliminación de 
esporocistos mediada por hemocitos, pero no se ha detectado efecto 
directo alguno de otros oxidantes tales como HClO, O2−, O2 y 
ONOO−(7). Estos últimos son de naturaleza altamente reactiva, por 
lo que no alcanzan a dañar de manera sostenida el tegumento de 
los esporocistos, mientras que el H2O2 y NO•, al ser menos reactivos 
y poder atravesar el tegumento, pueden atacar otros “blancos” 
funcionales dentro del esporocisto. 
La actividad del hemocitoes facilitada por factores humorales tales 
como aglutininas, opsoninas y lisinas, que interactúan con los 
hemocitos y las células “blanco” para incrementar la fagocitosis y 
encapsulación de estas últimas. La mayor parte de los factores 
solubles involucrados en la defensa son glicoproteínas del plasma, 
que se unen a los elementos extraños cuando estos penetran al 
organismo. Las aglutininas y opsoninas del plasma son, en su mayor 
41 
 
parte, lectinas, generalmente en complejos multiméricos de 
proteínas que cuentan con varios sitios de anclaje. 
Los moluscos también se valen de la actividad opsonizante del 
plasma para eliminar a los invasores. Se ha observado que el 
porcentaje de hemocitos capaces de fagocitar células ajenas puede 
ir del 90 al 100% en bivalvos y, del 70 al 80%, en gasterópodos 
(81). 
 
Estrategias de los trematodos para sobrevivir dentro del 
hospedero 
 
Los trematodos se valen de varias estrategias para poder instalarse 
y vivir dentro de su primer hospedero intermediario, logrando de 
esta manera evadir al IDS del caracol y utilizar una porción de la 
energía del hospedero para su propio beneficio. 
Estudios realizados por Jong et al. (38), utilizando como modelo la 
infección por el trematodo Trichobilharzia ocellata en el caracol 
Lymnaea stagnalis, demostraron que los cambios fisiológicos más 
evidentes ocurren en dos etapas de la infección: a) la etapa 
temprana, cuando el miracidio se transforma en la madre 
esporocisto; y b) la etapa tardía, que tiene lugar cuando las 
42 
 
cercarias se están diferenciando dentro de los esporocistos o las 
redias secundarias. 
Durante la etapa temprana, no sólo se observan efectos 
inmunomoduladores, sino también se ha demostrado que se inhibe 
el desarrollo del tracto reproductivo de los caracoles juveniles. Por 
otro lado, se ha encontrado que en caracoles subadultos que ya 
presentan tracto reproductivo pero aún no empiezan a producir 
huevos, la producción de éstos inicia antes que en los caracoles no 
infectados. La oviposición continúa hasta el momento en que las 
cercarias empiezan a diferenciarse dentro de las redias o 
esporocistos secundarios, condición en la cual los parásitos 
comienzan a interferir con el crecimiento y la reproducción del 
hospedero. 
Bayne et al. (7) sugieren que los trematodos aplican varias 
estrategias que les permiten: a) evitar que se desencadene contra 
ellos una respuesta del sistema inmune del hospedero, sintetizando 
moléculas presentes en los tejidos del hospedero y/o recubriéndose 
con antígenos contenidos en el plasma del caracol; b) inhibir la 
producción de ROS por parte del hospedero; c) detoxificar productos 
que los amenacen; y d) alejar a los hemocitos. 
43 
 
Para poder ejercer todos estos efectos sobre el gasterópodo, el 
digéneo se vale de productos excretorios y secretorios (SEP). Los 
SEP incluyen a todos aquellos compuestos que el parásito libera 
mediante vías secretorias, así como los que se difunden o escapan 
de su cuerpo, tanto in vivo como in vitro (30). Algunos ejemplos de 
dichos productos son proteasas, inhibidores de proteasas, enzimas 
glicolíticas y lectinas, entre otros. 
Los SEP regulan potencialmente el sistema neuro-inmuno-endócrino 
del hospedero. Yoshino et al. (84) estudiaron la actividad de 
proteasa en los SEP de miracidios y esporocistos de Schistosoma 
mansoni, durante las primeras etapas de la infección del caracol, 
encontrando que se trata de una enzima especialmente activa 
contra globinas de la hemolinfa del hospedero. Ello sugiere un papel 
importante de la proteasa en el establecimiento y mantenimiento de 
la infección en el intermediario. 
Así mismo, se ha demostrado que los SEP influyen de manera 
importante en varias funciones relacionadas con la regulación de las 
interacciones inter e intraespecíficas de los parásitos. En primer 
lugar, hay evidencias de que los helmintos adultos liberan 
sustancias quimioatrayentes que promueven el reconocimiento y la 
44 
 
atracción de adultos de diferente sexo (27), como en Schistosoma 
spp. 
Del mismo modo, se han encontrado pruebas que muestran que la 
competencia interespecífica es alta dentro del primer hospedero 
intermediario. De acuerdo a Kuris y Lafferty (43), la cantidad de 
infecciones múltiples encontradas en los gasterópodos es mucho 
menor a la que podría esperarse por probabilidad de encuentro. 
Ellos estiman que alrededor del 13% de las infecciones por 
trematodos se pierden por interacciones interespecíficas. 
De hecho, dicha competencia es tan relevante que se ha sugerido 
como medida de control biológico para trematodos de importancia 
médica, tales como los esquistosomas, proponiendo que especies 
más dominantes (como algunos equinostomas y cathaemasiidos) 
podrían desplazar a dicho digéneo. 
 
45 
 
Importancia ecológica de los digéneos 
 
Como se ha señalado con anterioridad, conocer la biología y la 
ecología de los trematodos puede ayudar a disminuir la prevalencia 
de especies de importancia clínica. Además, se ha encontrado que 
dichos organismos juegan un papel importante en los ecosistemas 
en los que se encuentran, como podrían ser algunos tipos de 
humedales. 
 
Saladares, marismas y estuarios 
 
Los humedales son extensiones de marismas, pantanos o superficies 
cubiertas con agua, ya sea ésta de origen natural o artificial, 
permanente o temporal, estancada o corriente, dulce, salobre o 
salada, y cuya profundidad en condiciones de marea baja no excede 
los 6 ft. Al menos periódicamente, los humedales están poblados por 
hidrofitas (plantas que crecen en el agua) y el sustrato está 
caracterizado por suelo hídrico, periódicamente anaeróbico y 
saturado o cubierto por aguas someras en algún momento del año. 
Los humedales considerados de importancia a nivel internacional 
(hasta junio de 2010), abarcan más de 185 millones de hectáreas 
(Figura 10) (4). 
46 
 
Figura 10. Humedales de importancia internacional. 
 
Los estuarios, saladares y marismas son humedales costeros que se 
caracterizan por contener agua salobre o salada y presentar 
sedimento suave. Se consideran los ecosistemas con mayor 
producción de comunidades de plantas, aunque se estima que sólo 
alrededor del 10% de su productividad vegetal es consumida de 
manera directa por animales herbívoros; desde luego, esto se debe 
a que las plantas suelen ser muy saladas y pobres en nutrientes. 
En cambio, los saladares y marismas se identifican por ser 
ecosistemas basados en detritívoros, tales como los caracoles, 
cangrejos, anfípodos, camarones y anélidos; bacterias, hongos, y 
otros organismos microscópicos contribuyen a la descomposición de 
las plantas muertas, dando lugar al detritus que funge como 
alimento para dichos invertebrados. 
47 
 
El tercer grupo de consumidores está conformado por organismos 
que obtienen su alimento por filtración, como las almejas, mejillones 
y algunos anélidos. Por último, el grupo de los depredadores incluye 
una gran diversidad de invertebrados y vertebrados, entre los que 
se encuentran insectos y arañas, peces, camarones, cangrejos y una 
amplia variedad de aves. 
Hasta hace algunos años, los parásitos no eran considerados como 
parte importante de los ecosistemas, asumiéndose erróneamente 
que su aporte era insignificante, debido a que su actividad no 
resultaba evidente a simple vista. Sin embargo, ello es contrario a lo 
que afirman los ecologistas que han encontrado, en los sistemas de 
parásitos, un modelo en el cual resulta fácil analizar las estructuras 
de las comunidades y las interacciones entre especies que ocupan 
un mismo nicho. 
Kuris y su grupo (41), realizando un análisis extensivo de la 
cantidad y diversidad de los parásitos en 3 diferentes estuarios, 
demostraron que la biomasa de los trematodos en dichos 
ecosistemas es tan alta que excede, inclusive, a la biomasa de las 
aves en invierno.33 En los estuarios, la biomasa promedio de las aves en invierno es 
de 4.1 kg ha-1, mientras que la de verano es de 0.89 kg ha-1. 
 
48 
 
Gráfica 1. Densidad relativa de parásitos en tres diferentes 
estuarios. El ícono del pájaro indica la biomasa promedio de las aves 
en invierno. (41) 
 
 
La elevada cantidad de biomasa no es el único indicador de 
importancia energética en un ecosistema: la productividad también 
resulta fundamental. Debido a que los parásitos no tienen la 
necesidad de utilizar grandes recursos energéticos en homeostasis, 
desplazamiento búsqueda de alimento, pueden invertir casi toda su 
energía en crecimiento y reproducción, lo que les permite tener gran 
cantidad de biomasa y productividad, tal como lo demostraron Kuris 
y su grupo. 
Así pues, el papel que desempeñan los digéneos dentro de las 
cadenas alimenticias ha sido objeto de un interés creciente. Por 
49 
 
ejemplo, se ha visto que los helmintos que son ingeridos junto con 
el alimento permanecen en el intestino por periodos mayores que el 
alimento digerido, por lo que representan una herramienta 
invaluable para determinar la dieta del hospedero. 
Además, en virtud de que los parásitos tienen la capacidad de 
modificar el comportamiento de su hospedero como estrategia 
adaptativa para aumentar la transmisión trófica, suelen reforzar los 
vínculos presa-depredador en los que sus hospederos se encuentran 
involucrados. Por ejemplo, las metacercarias de EUHA liberan 
neurotransmisores en el cerebro de su segundo hospedero 
intermediario (el pez Fundulus parvipinnis) provocando en éste un 
nado errático muy cercano a la superficie del agua. De esta manera, 
las aves tienen fácil acceso a su alimento, lo que también permite 
que los digéneos lleguen a su hospedero definitivo y completen así 
su ciclo de vida (45). 
Así mismo, debido a que la especificidad de estos parásitos por sus 
hospederos es mayor que la de los depredadores por sus presas, y a 
que requieren de una gran cantidad de hospederos para completar 
su ciclo, la diversidad parasitaria depende en gran medida de la 
presencia de sus hospederos correspondientes. Es decir, debido a 
que las 18 especies de digéneos que infectan a C. californica 
50 
 
requieren de diferentes hospederos secundarios (peces, anélidos, 
cangrejos, moluscos, etc.) y a que, a su vez, éstos son ingeridos por 
distintas especies de aves, la existencia de los trematodos refleja de 
manera indirecta la presencia de los demás componentes de la 
cadena alimenticia (48). 
Tomando en cuenta la gran variedad de animales a los que estos 
parásitos infectan para completar su ciclo de vida, resulta 
interesante el hecho de que sus efectos son diferentes en cada uno. 
En los hospederos definitivos, su objetivo es permanecer por mucho 
tiempo, para poder así aumentar la producción de progenie de 
manera sexual; mientras tanto, como se mencionó anteriormente, 
en segundos hospederos intermediarios, buscan la inducción de 
cambios de comportamiento del hospedero, para aumentar la tasa 
de transmisión trófica. 
Dentro de los primeros hospederos intermediarios, algunos digéneos 
llevan a cabo la castración parasitaria, fenómeno que les permite 
utilizar los recursos energéticos destinados a la reproducción del 
gasterópodo, para su propio crecimiento y reproducción asexual. 
Al hacer uso de los recursos energéticos destinados originalmente a 
la reproducción del caracol, estos parásitos no sólo consumen la 
masa de las gónadas (5-10% de la masa del hospedero) sino que, 
51 
 
también, hacen uso de los nutrientes que el caracol destinaría a la 
producción de estructuras relacionadas con la reproducción, tales 
como ductos para espermas, receptáculos seminales, glándulas 
vitelinas, características sexuales secundarias (órganos copulatorios, 
ornamentación y colores brillantes) y de materiales requeridos para 
las crías (como los necesarios para producir cascarones de huevo). 
Además, toda la energía que los caracoles sexualmente activos 
canalizan hacia la selección de pareja, la búsqueda de sitios para la 
ovopisición, la construcción de nidos y el cuidado de las crías, en los 
que ya han sido castrados es redirigida hacia las necesidades del 
propio digéneo (47). Por ello, la castración parasitaria representa 
una estrategia efectiva para el trematodo, la cual deriva en la 
pérdida de fertilidad del hospedero, en favor de los parásitos que 
aumentan su aptitud evolutiva (6,42). 
Es interesante resaltar que, a diferencia de lo que ocurre en la 
depredación, en donde además de perderse a un individuo se libera 
un espacio en su nicho ecológico (lo que permite la colonización por 
parte de organismos de su propia especie), en la castración 
parasitaria se pierde el valor reproductivo del individuo afectado, 
pero éste aún continúa haciendo uso de los recursos y del espacio, 
de tal manera que sigue compitiendo por ellos con los individuos no 
52 
 
infectados. De esta manera los digéneos limitan y controlan las 
comunidades de caracoles (44). 
Según lo establecido por Hudson et al. (33), un ecosistema sano es 
aquel en el cual existe una gran diversidad de organismos de vida 
libre que presentan, a su vez, una amplia variedad de parásitos. 
Este ecosistema sano difiere de sistemas que han sido 
recientemente alterados y de aquellos en los que se han introducido 
especies invasivas. Un ejemplo de esto es que cuando los moluscos 
invaden y reemplazan a los caracoles nativos en los estuarios, 
interrumpen también el ciclo de vida de los digéneos que los 
infectan. La ausencia de dichos trematodos puede llevar a la 
competencia entre diferentes organismos que se ven 
repentinamente libres de parasitismo. Incluso, puede tener 
consecuencias graves en la alimentación de las aves piscívoras, ya 
que los peces sanos suelen ser más difíciles de capturar. 
Tomando esto como base, Huspeni et al. (34) utilizaron a los 
trematodos como indicadores del avance de un proyecto de 
restauración de un humedal en California: Carpinteria Salt Marsh, 
encontrando que la prevalencia de dichos organismos aumentó 
considerablemente con el restablecimiento del ecosistema. 
53 
 
Lo anterior resulta de gran importancia, ya que en 1996 se estimó 
que la mitad de los humedales del mundo se habían perdido, debido 
a la actividad humana (1). Sin embargo, dado que la restauración 
de estas áreas puede revertir algunos de los efectos de la 
degradación de los ecosistemas, se están realizando grandes 
esfuerzos en este sentido (17) y es realmente indispensable contar 
con un indicador confiable del éxito de dichos proyectos. 
Los estuarios, saladares y marismas son de alto valor ecológico, ya 
que se trata de espacios dinámicos y productivos que brindan 
grandes beneficios, tanto a los seres humanos como a la naturaleza 
en general. Entre sus funciones destaca la de proporcionar un 
espacio para que desarrollen numerosas especies, muchas de ellas 
con valor comercial y/o recreativo. Una gran cantidad de aves utiliza 
estos espacios para anidar y cuidar a sus crías, incluyendo a 
especies protegidas o en peligro de extinción. Además, con cada 
cambio de marea, el detritus y los nutrientes producidos por estos 
humedales son transportados hacia el mar, en donde son utilizados 
como alimento por los animales marinos. 
Debido a que dichos espacios se localizan principalmente en las 
depresiones del paisaje, los contaminantes fluyen hacia ellos y se 
acumulan en estos ecosistemas. Las plantas encontradas en este 
54 
 
tipo de hábitat se encargan de descomponer varios contaminantes, 
transformándolos en formas que resultan menos dañinas, lo que 
ayuda a limpiar el agua que llegará eventualmente al océano. 
Adicionalmente, las plantas tienen la capacidad de mantener 
compacto al sedimento que los rodea, evitando que el movimiento 
del océano erosione la costa; así mismo, representan una partefundamental de los ciclos del carbono, nitrógeno y azufre. 
Por último y debido a que los saladares, marismas y estuarios 
promueven el fácil acceso a una gran diversidad de plantas 
animales, ofrecen amplias oportunidades educativas y recreativas, 
tanto para actividades tales como la fotografía y pintura, como para 
practicar la caza y la pesca. 
 
Sistemas in vitro para trematodos 
 
Evidentemente, el desarrollo de medios que permitan cultivar y 
mantener helmintos, aún durante periodos cortos, representa una 
herramienta muy valiosa para llevar a cabo el estudio de la biología 
de diferentes trematodos. 
55 
 
El mantenimiento in vitro de helmintos es un prerrequisito para la 
identificación de “blancos” farmacológicos, así como para la 
investigación de los efectos de los fármacos sobre los parásitos y de 
los mecanismos de resistencia que estos pudieran desarrollar. Así 
mismo, permite la extracción de material proveniente del parásito, 
libre de tejidos del hospedero, para purificación de antígenos útiles 
en el diagnóstico y desarrollo de vacunas (15). 
Los sistemas in vitro también permiten responder preguntas acerca 
del desarrollo y diferenciación de los parásitos, tanto a nivel 
bioquímico como fisiológico, así como sobre los mecanismos de 
supresión del sistema inmune del hospedero, las moléculas 
involucradas en la patología y los aspectos relacionados con la 
neuro-inmuno-modulación, entre otros. Además, proporcionan un 
medio para estudiar la comunicación inter e intraspecífica de los 
parásitos y las interacciones parásito-hospedero. 
De acuerdo con Smyth et al.(68), entre los factores que deben 
considerarse para desarrollar un sistema in vitro para trematodos 
destacan: a) las condiciones y composición del medio: pH, pO2, 
pCO2, viscosidad, niveles de azúcares y aminoácidos, vitaminas, 
minerales, presión osmótica, salinidad y concentración de iones, 
etc.; b) los nutrientes específicos requeridos; c) los 
56 
 
antibióticos/antimicóticos necesarios para mantener los cultivos sin 
contaminación; d) la eliminación de los deshechos metabólicos; e) la 
presencia de estímulos detonadores; y f) los efectos de la densidad 
de población. 
Así mismo, Smyth (68) propone que los criterios de evaluación para 
valorar la utilidad de una técnica in vitro, deben ser: 
• Supervivencia: Se refiere a la capacidad para mantener a un 
organismo bajo condiciones que permitan al metabolismo 
operar a un nivel en el que las células y los tejidos se 
mantengan viables, independientemente del nivel de 
diferenciación en el que se encuentren. 
• Crecimiento: Involucra división celular y síntesis de tejido 
nuevo, lo que conduce al aumento en el número de células, 
aunque no necesariamente ocurra diferenciación. 
• Desarrollo: Requiere diferenciación de las distintas células, 
tejidos y órganos, así como la eventual trasformación a las 
diferentes etapas que forman parte del ciclo de vida. 
• Maduración: Se refiere al desarrollo del sistema reproductivo, 
culminando en la producción de huevos y espermas viables. 
 
57 
 
En las últimas décadas, se han desarrollado medios de cultivo para 
el estadio adulto de algunos helmintos, varios de ellos basados en la 
implantación de metacercarias en embriones de pollo (22). 
En los 70s, Hansen (26) logró obtener una línea celular a partir de 
embriones de un mutante albina del caracol que funge como primer 
hospedero intermediario para S. mansoni, uno de las especies 
causantes de la esquistosomiasis; dicha línea celular fue llamada 
Bge, por su origen a partir de embriones de Biomphalaria glabrata. 
Al realizarse cocultivos de estas células con esporocistos de S. 
mansoni se obtuvieron resultados exitosos, ya que se dio lugar a 
múltiples generaciones del parásito. En dichos estudios se comprobó 
que, en los cultivos, los esporocistos se duplicaban, e inclusive, se 
triplicaban en el transcurso de un mes. Además, se observó que los 
subcultivos provenientes de cultivos primarios también tenían la 
capacidad de establecerse y reproducirse en el hospedero. 
En otras palabras, tratándose de sistemas de cultivo y 
mantenimiento in vitro para el estadio larval de los parásitos 
causantes de esquistosomiasis, la estrategia que ha aportado los 
mejores resultados consiste en utilizar líneas de células 
embrionarias de B. glabrata (14, 20, 68). 
58 
 
Sin embargo, existe escasa información acerca de medios de cultivo 
para trematodos que infectan a caracoles marinos. La única 
referencia que reporta resultados exitosos alude a un sistema 
axénico para redias de la especie Himasthla elongata, que infectan 
al caracol Littorina littorea; el medio, diseñado por Gorbushin y 
Shaposhnikova, se basa en el empleo de agua de mar enriquecida 
con medio Leibovitz L-15 y permitió el mantenimiento de dichas 
redias por un periodo de hasta 163 días. 
Anteriormente, se habían realizado estudios sobre medios de cultivo 
para tejidos y células de diferentes invertebrados marinos, los 
cuales podrían ser de utilidad para confeccionar un medio en el cual 
se puedan mantener y cultivar helmintos que parasitan a moluscos 
marinos. De hecho, Gorbushin basó su diseño en el medio utilizado 
previamente por Odintsova (56) en el que se habían logrado cultivar 
células embrionarias del bivalvo Mizuchopecten yessoensis. El pH de 
la solución era de 7.3 y la osmolalidad se aumentó a 1100 mOsm, lo 
que permitió prolongar el cultivo por 163 días. 
En otro caso, Birmelin, et al. (8) cultivaron células de la glándula 
digestiva de molusco, con el objeto de efectuar estudios de 
toxicidad. 
59 
 
II. Parte experimental 
 
 
Material y Equipo 
 
- Medio L-15 en polvo (Sigma) 
- Agua de mar filtrada y 
esterilizada 
- Agua desionizada esterilizada 
- Etanol al 70% 
- Penicilina G (Sigma) 
- Estreptomicina (Sigma) 
- Filtro Millipore de 0.22 µm 
- Vidrio de reloj 
- Cajas Petri 
- Vernier 
- Martillo 
- Frascos de vidrio de 500 mL 
con tapón de plástico 
- Pipetas Pasteur de vidrio 
- Micropipetas de 200 y 1000 µL 
- Placas de 96 pozos 
- Pipetas graduadas de 5 y 10 
mL 
- Vasos de precipitado de vidrio 
de 100 y 1000 mL 
- Espátula 
- Naves de plástico para pesar 
- Mechero Bunsen 
- Mechero Fisher 
- Tubos de plástico para 
centrífuga de 15 mL (Falcon) 
- Agarosa 
- Papel (Kimwipe) 
- Esponja 
- Pinzas de disección 
- Redes de tela para colectar 
60 
 
- Cajas de plástico de 15x10 cm 
con 6 compartimentos 
- Microscopio óptico (10, 20 y 
40x) 
- Microscopio de disección 
(Olympus SZ40) 
- Bomba de vacío 
- Campana de flujo laminar 
- Balanza analítica (Mettler 
AJ100) 
- Medidor de pH 
- Autoclave 
 
 
Recolección de los caracoles 
 
Se recolectaron aproximadamente 700 caracoles de la especie 
Cerithidea californica entre los meses de marzo y junio del 2010, en 
la localidad de Carpinteria Salt Marsh, Carpinteria, CA, EUA (Latitud 
34°24'8.70"N longitud 119°32'2.45"W) (Ver Anexo, Figura 19), 
seleccionándose aquellos de mayor tamaño (con longitudes 
superiores a 25 mm), por ser los que suelen asociarse a mayores 
probabilidades de infecciones parasitarias. 
Posteriormente, los caracoles se colocaron en una red y se 
almacenaron en una habitación oscura, con flujo constante de agua 
de mar (SW) durante periodos no mayores a un mes. 
 
61 
 
Identificación de infecciones de interés 
 
Con objeto de identificar a los caracoles infectados con la especie de 
interés, se aplicó la técnica de emergencia de cercarias: los 
caracoles se colocaron en un lugar seco durante 2 a 3 días y, a 
continuación, se enjuagaron con SW para eliminarles el exceso de 
lodo, antes de ser colocados de manera individual en cajas con 
compartimientos (Figura 11); en cada celda se agregaron 
aproximadamente 5 mL de SW y las cajas fueron expuestas al calor 
y luz de una lámpara durante tres horas, para promover la 
emergencia. 
 
Figura 11. Cajade 15x10 cm con 6 compartimentos utilizada para 
la emergencia de cercarias. 
 
 
Los caracoles que presentaron emergencia de cercarias se 
identificaron con ayuda de un microscopio de disección (Olympus 
62 
 
SZ40); dichas cercarias se extrajeron con una pipeta Pasteur, 
procediéndose a identificar al microscopio óptico la especie del 
trematodo infectante, según la guía de Martin (55) revisada por 
Kevin Lafferty y Ryan Hechinger. 
Las especies de digéneos utilizadas en este estudio fueron 
Euhaplorchis californiensis (EUHA), Himasthla sp. B (HIMB), 
Himasthla rhigedana (HIMA) y Stictodora hancocki (STIC), 
poniéndose mayor énfasis en EUHA y HIMB, debido a que son las de 
mayor prevalencia en la región involucrada. 
 
Disección del caracol 
 
Anterior a la disección, los caracoles fueron limpiados con agua de 
mar (SW) y tallados con un cepillo de dientes, a fin de librar a la 
concha de los residuos de lodo, algas, pequeños artrópodos, 
nemátodos y crustáceos. Así mismo, se usó papel remojado en 
etanol al 70% para eliminar los residuos persistentes y a los 
microorganismos presentes. Se determinaron las siguientes 
características morfológicas de los caracoles infectados: peso (con 
balanza analítica Mettler AJ100), longitud máxima y diámetro 
máximo (con vernier). 
 
63 
 
Figura 12. Caracoles de la especie C. californica de diferentes 
tamaños. 
 
 
Todos los instrumentos y materiales de vidrio fueron lavados con 
agua desionizada y desinfectados con etanol al 70%. El 
procedimiento de disección se llevó a cabo en una zona aséptica de 
20 cm de radio generada por la flama de mecheros Fisher. 
Para efectuar la disección del caracol, se quebró su concha con un 
martillo, teniendo cuidado de no dañar la integridad del tejido. 
Empleando el microscopio de disección, se eliminaron los residuos 
de la concha y se procedió a identificar el sexo del caracol. 
La determinación del sexo generalmente se realiza tomando como 
base las características de la región gonadal, observándose ovarios 
y huevos contenidos en las hembras o las vesículas seminales en los 
machos. Lógicamente, en los caracoles infectados por castradores 
64 
 
parasíticos, la cantidad original de tejido gonadal suele desaparecer 
casi por completo, por lo que es necesario recurrir a la búsqueda del 
ovipositor, característico de las hembras, el cual se encuentra 
situado en la parte anterior, al lado derecho del organismo (Figura 
9). 
Una vez determinado el sexo del caracol, se seccionó la zona 
posterior de su cuerpo, sitio en donde se encuentran los parásitos, y 
la fracción se trasladó a una caja Petri con agua de mar estéril al 
80% (SSW). 
A partir del experimento 4, la porción gonadal entera se remojó por 
dos segundos en etanol al 70% (para mejorar las condiciones 
asépticas), antes de ser transferida a la caja Petri con SSW. 
 
Obtención de los parásitos 
 
Una vez que las gónadas se depositaron en la caja Petri, bajo el 
microscopio de disección se rasgó el tejido para liberar a los 
parásitos, con ayuda de algunas agujas y pinzas de disección. Las 
redias reproductivas en buen estado se tomaron con una pipeta 
Pasteur y se colocaron en una segunda caja Petri que contenía SSW, 
evitando la inclusión de tejido del caracol, de cercarias, de redias 
muertas y/o de soldados. 
65 
 
Terminada la selección, se realizaron 3 lavados con SSW. A partir 
del experimento 4, como paso adicional, se agregaron 5 mL de SSW 
con 250 U/mL de Penicilina G (Sigma) y 250 µg/mL de Sulfato de 
Estreptomicina (Sigma) y se dejó reposar por 45 – 60 minutos. 
 
Composición de los medios 
 
Se probaron tres medios de mantenimiento (A, B y C), 
comparándolos contra un control de SSW. 
Los medios se enriquecieron con Leibovitz L-15 (Sigma); el medio A 
(pH 7.9) se preparó con base en la composición, pH y osmolalidad 
utilizados en los cultivos de tejidos de organismos marinos, de 
acuerdo a lo descrito por Birmelin, et al. (8). El medio B (pH 7.7) se 
diseñó de modo que presentara la misma osmolalidad y composición 
de sales que la utilizada por Tucker (75), imitando la hemolinfa del 
gasterópodo Scutus breviculus; a ambos medios (A y B) se les 
agregó glucosa (1.5 g/L). Finalmente, el medio C (pH 7.8) consistió 
en SSW adicionada de L-15 (8 g/L), tal como el utilizado por 
Gorbushin y Shaposhnikova, para mantener redias de Himasthla 
elongata (24). 
Los medios probados se esterilizaron por filtración, usando 
membranas Millipore con poros de 0.22 µm; se almacenaron en 
66 
 
refrigeración por un máximo de 30 días y, antes de su uso, les 
fueron adicionados 200 U/mL de Penicilina G (Sigma) y 200 µg/mL 
de Sulfato de Estreptomicina (Sigma). 
Todas las partes del procedimiento que involucraron manipulación 
del medio fueron realizadas en una campana de bioseguridad de 
clase II. 
 
Evaluación del rendimiento de trematodos in vitro 
 
Para llevar a cabo los experimentos, se utilizaron placas (Falcon) de 
96 pozos con fondo cóncavo, en las cuales se colocaron 10 a 20 
redias por pozo y se agregaron 200 µL del medio correspondiente. 
La incubación se llevó a cabo en oscuridad y atmósfera libre al 
intercambio gaseoso. El medio de mantenimiento fue cambiado cada 
4 a 5 días, reemplazando 120 µL en cada pozo. 
Las placas se observaron diariamente durante la primera semana y, 
en las semanas subsecuentes, se revisaron cada dos o tres días, 
para realizar el conteo y determinar las condiciones de las redias. 
Los organismos se consideraron muertos cuando no presentaban 
movilidad e integridad tegumentaria, habiendo perdido su color y 
forma característicos. Sin embargo, estos no fueron extraídos de la 
67 
 
placa, a menos que se encontraran flotando en la superficie. En los 
casos en los que se presentó emergencia de cercarias, éstas fueron 
conservadas dentro del pozo, excepto cuando se extraían 
accidentalmente durante el cambio del medio. 
 
Establecimiento de la técnica 
 
Experimento 1 
 
El primer experimento se realizó para determinar preliminarmente el 
medio en el que las redias tenían una mayor sobrevida. Así, se 
probaron los medios A, B y C, empleándose SSW como control: se 
agregaron redias de la especie EUHA, provenientes de 4 caracoles 
distintos, y las placas se colocaron en una incubadora a 15°C. 
 
Experimento 2 
 
Debido a que los caracoles se encuentran expuestos a variaciones 
de temperatura en su hábitat natural, en un segundo experimento 
se intentó imitar el ciclo natural de temperatura al que las redias 
son sometidas. Esto se llevó a cabo incubando las placas a 15°C 
durante la noche y por 5 h a 30°C en el día. 
68 
 
Además, en este segundo experimento se buscó determinar si en 
todos los medios empleados existía variación en el desempeño de 
las redias de cuatro diferentes especies de digéneos comunes en C. 
californica (HIMB, EUHA, HIMA y STIC). Para cada especie, las 
redias utilizadas provenían de dos caracoles diferentes 
(infrapoblaciones). 
 
Experimento 3 
 
Con el tercer ensayo se evaluó si las redias requerían de un sustrato 
de anclaje: se tomaron redias de HIMB de tres infrapoblaciones 
distintas, y se colocaron en una placa con 12 pozos de fondo plano, 
a todos los cuales se agregó uno de siguientes sustratos: 0.5 cm2 de 
esponja, 0.5 cm2 de papel (Kimwipe) y una porción de tejido 
conectivo de la tunica propria del caracol (correspondiente al tejido 
que rodea la porción posterior del caracol y que contiene a los 
parásitos en hospederos infectados). El medio utilizado en este 
Experimento 3 fue el C, debido a que en experimentos anteriores 
éste fue el que aportó los mejores resultados. La temperatura de 
incubación incluyó una variación cíclica (15ºC durante la noche y 
temperatura ambiente por 4 a 5 h diarias). 
 
69 
 
Experimento 4: Efecto de la temperatura 
 
Una vez que se establecieron las técnicas adecuadas de disección de 
las gónadasdel caracol y de extracción de los parásitos estudiados, 
en este experimento se buscó determinar si existían diferencias 
significativas entre las diferentes temperaturas de incubación y la 
supervivencia de los parásitos; para ello, se utilizaron redias de dos 
infrapoblaciones de HIMB y dos de EUHA, colocadas en tres placas, 
las cuales fueron incubadas bajo diferentes condiciones: 1)a 15ºC; 
2)a temperatura ambiente por 5 h al día y 15ºC durante la noche; y 
3)a temperatura ambiente. El medio utilizado fue el C, aunque 
también se incorporó SSW como control. 
 
Experimento 5: Efecto de diferentes sustratos 
 
El experimento 5 se destinó a determinar si la supervivencia de las 
redias se incrementaba de una manera significativa al agregarse 
tejido del caracol hospedero. Así mismo, tomando en cuenta que 
grandes cantidades de parásitos suelen reunirse en espacios 
compactos, dentro de su hospedero, la densidad del medio se 
aumentó, adicionando medio semi-sólido a la porción inferior de los 
pozos implicados. 
70 
 
Para tales fines, se realizó la disección de dos caracoles infectados 
con EUHA y dos con HIMB. Las redias se colocaron en dos placas: en 
la primera se agregó a la mitad de los pozos un pequeño fragmento 
(0.5 cm2) de la tunica propria de las gónadas del caracol, quedando 
un total de 20 pozos con dicho tejido y otros 20 sin él. 
En cuanto a la segunda placa, antes de agregar las redias, se 
adicionaron a los pozos 50 µL de medio C semisólido (20 pozos con 
0.5% de agarosa y otros 20 con 1.0% de agarosa. Finalmente, se 
colocaron 200 µL del medio C a cada pozo de ambas placas y éstas 
se mantuvieron a 15°C. 
 
Figura 13. Fotografía de un fragmento del tejido de caracol 
adicionado a los pozos, a fin de evaluar su efecto sobre el 
desempeño de las redias. Barra de escala: 2 mm 
 
 
71 
 
Análisis estadísticos 
 
Con el fin de interpretar y evaluar de manera confiable las 
observaciones realizadas, se llevaron a cabo varios tipos de análisis 
estadísticos: el primero, un análisis Kaplan-Meier, en el que se 
determinó una función de supervivencia relativa, con base en la 
probabilidad de muerte para cada uno de los días de duración del 
experimento. A partir de este dato se calculó el tiempo medio de 
supervivencia de las redias. 
El segundo análisis correspondió a la prueba de Wilcoxon, método 
no paramétrico que permite el contraste de dos medias, utilizado en 
la comparación de las funciones de supervivencia obtenidas 
previamente por el método de Kaplan-Meier. 
Finalmente, con objeto de determinar la diferencia entre más de dos 
medias, se llevó a cabo la prueba estadística de Kruskal-Wallis, 
método no paramétrico que permite comparar varias muestras 
independientes. Para ello, se utilizaron los valores de tiempo de vida 
media, calculados previamente mediante el análisis de Kaplan-
Meier, como los datos a comparar. 
 
 
72 
 
Resultados 
 
Los primeros tres experimentos fungieron como pruebas 
preliminares que permitieron conocer el sistema de estudio; con 
ellos, fue posible establecer la técnica para efectuar la disección de 
los caracoles y extraer a los trematodos. Además, dichos ensayos 
fueron útiles para la familiarización con el comportamiento y 
morfología de las redias pertenecientes a las cuatro diferentes 
especies utilizadas, lográndose identificar con mayor eficacia los 
rasgos que revelan información sobre su estado general: integridad 
tegumentaria, motilidad, color y forma. 
De acuerdo con estas propiedades, en los experimentos posteriores, 
las redias fueron clasificadas en alguno de los siguientes dos 
grupos: vivas, muertas. 
 
Elección del medio 
 
En los primeros dos experimentos se sometieron a prueba tres 
medios y se compararon contra un control de solución salina. No fue 
posible obtener resultados a largo plazo, puesto que fue necesario 
dar por finalizados los ensayos debido a la contaminación fúngica y 
73 
 
bacteriana observada a las dos semanas de haberse iniciado. Sin 
embargo, con los resultados obtenidos fue posible determinar que la 
sobrevivencia de las redias mantenidas en los diferentes medios 
resultaba notablemente mayor a la mostrada por las que se 
encontraban en el control de SSW. Además, mediante estos estudios 
preliminares pudo determinarse que el medio C era el que 
funcionaba mejor, dado que aparentemente era el que mantenía en 
buenas condiciones a las redias durante periodos mayores. 
 
Supervivencia en SSW y en medio C 
 
En el experimento 4, en el cual se comparó la supervivencia de las 
redias en el medio C y en SSW, se encontró que, en el primero, el 
tiempo de vida medio de las mismas clonas era de 21.1 días, lo que 
resultaba significativamente mejor que en SSW, en donde la cifra 
obtenida fue de 12.124 días. 
74 
 
 
Tabla 1. Análsis de Kaplan-Meier para las redias en SSW. 
T
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D
E
 
1 178 0 0 
2 178 0 0 
3 178 1 0 0.006 0.994 0.994 0.006 
4 177 0 0 
5 177 0 0 
6 177 0 0 
7 177 0 0 
8 177 17 0 0.096 0.904 0.899 0.023 
9 160 69 0 0.431 0.569 0.511 0.037 
10 91 26 0 0.286 0.714 0.365 0.036 
11 65 22 0 0.338 0.662 0.242 0.032 
12 43 10 0 0.233 0.767 0.185 0.029 
13 33 0 0 
14 33 1 0 0.030 0.970 0.180 0.029 
17 32 5 0 0.156 0.844 0.152 0.027 
18 27 0 0 
19 27 3 0 0.111 0.889 0.135 0.026 
20 24 10 0 0.417 0.583 0.079 0.020 
21 14 2 0 0.143 0.857 0.067 0.019 
24 12 5 0 0.417 0.583 0.039 0.015 
26 7 0 0 
28 7 1 0 0.143 0.857 0.034 0.014 
31 6 4 0 0.667 0.333 0.011 0.008 
34 2 0 0 
 
 
 
Total 
observados 
Total muertos Total censados 
178 177 1 
75 
 
 
 
 
Gráfica 1. Supervivencia de las redias en SSW. Las líneas rojas 
punteadas señalan la desviación estándar. 
 
Tiempo medio de supervivencia (días) DE 
12.124 0.503 
 
76 
 
 
Tabla 2. Análisis de Kaplan-Meier para las redias en el medio C. 
T
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In
d
iv
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a
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u
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d
a
 
D
E
 
2 531 1 0 0.002 0.998 0.998 0.002 
3 530 1 0 0.002 0.998 0.996 0.003 
4 529 0 0 
5 529 2 0 0.004 0.996 0.992 0.004 
6 527 0 0 
7 527 0 0 
8 527 1 0 0.002 0.998 0.991 0.004 
9 526 5 0 0.010 0.990 0.981 0.006 
10 521 19 0 0.036 0.964 0.945 0.010 
11 502 178 0 0.355 0.645 0.610 0.021 
12 324 0 0 
13 324 3 0 0.009 0.991 0.605 0.021 
14 321 1 0 0.003 0.997 0.603 0.021 
17 320 49 0 0.153 0.847 0.510 0.022 
18 271 52 0 0.192 0.808 0.412 0.021 
19 219 10 3 0.046 0.954 0.394 0.021 
20 206 32 0 0.155 0.845 0.332 0.020 
21 174 4 2 0.023 0.977 0.325 0.020 
24 168 16 0 0.095 0.905 0.294 0.020 
26 152 60 8 0.395 0.605 0.178 0.017 
28 84 15 0 0.179 0.821 0.146 0.016 
31 69 1 0 0.014 0.986 0.144 0.016 
34 68 7 0 0.103 0.897 0.129 0.015 
35 61 3 0 0.049 0.951 0.123 0.015 
38 58 2 0 0.034 0.966 0.119 0.014 
40 56 3 8 0.054 0.946 0.112 0.014 
 
 
 
Total 
observados 
Total muertos Total censados 
531 495 36 
77 
 
 
 
 
Gráfica 2. Supervivencia de las redias en el medio C. Las líneas 
rojas punteadas representan la desviación estándar. 
 
Tiempo medio de 
supervivencia (días) 
DE 
21.131 0.582 
 
78 
 
 
 
 
 
 
 
Gráfica 3. Comparación entre la supervivencia de las redias 
mantenidas en medio C y en SSW. (GL=1) 
 
 
Test 
estadístico 
Valor 
observado 
Valor critic Valor de p Α 
Wilcoxon 
218.688 6.635 < 0.0001 0.010 
 
 
79 
 
En la tabla anterior se puede apreciar que el valor de p calculado es 
mucho menor que el nivel de significancia α=0.01,

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