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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE QUÍMICA OPTIMIZACIÓN DE UN SISTEMA DE MANTENIMIENTO IN VITRO PARA TREMÁTODOS QUE PARASITAN AL CARACOL MARINO CERITHIDEA CALIFORNICA TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE QUÍMICA FARMACÉUTICA BIÓLOGA PRESENTAN Ana Elisa García Vedrenne Gabriela Huelgas Morales MÉXICO, D.F. AÑO 2010 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 1 Dedicatoria A Cathy y Juan Carlos, mis primeros maestros y más grande ejemplo de amor y calidad humana. Gracias por alentarme a alcanzar mis sueños, por ayudar a abrir todas esas puertas que me han permitido llegar hasta donde estoy. A ustedes debo lo que soy. A Maite y Laura, mis mejores amigas y compañeras de vida incondicionales; con ustedes tengo la certeza de que estarán ahí sin importar lo que pase. A Gaby, por estar a mi lado durante todo el proceso, y agregarle tanto valor a la palabra “nosotras”. Esto fue posible gracias a tu amistad, sinceridad y perseverancia. Ana Elisa 2 Dedicatoria A Estefanía Huelgas Morales por ser rama del mismo árbol, la rama más fuerte, la que no se calla, la que me empuja en la dirección correcta cuando pierdo la orientación, siendo siempre objeto de mi admiración y amor. A Claudia Morales Martínez, mi ejemplo de perseverancia, mi aliento cotidiano, gracias por cimentar mi existencia y demostrarme que, con esfuerzo y cariño, es posible hacer algo por la gente. A Jorge Huelgas Santaella, siempre dispuesto a compartir su mecanismo impecable de pensamiento conmigo. Instruyéndome, generoso, sus conocimientos y enseñándome todo aquello que se requiere para cuestionarlos. A Pablo Tejada Bassols, Efraín y Enrique Chávez Solís; mis hermanos, y a Efraín Chávez Lomelí; mi tío, que no hacen más que llenarme de alegrías y de orgullo. A Ana Elisa García Vedrenne, por haberse presentado en mi vida, por su paciencia, su sonrisa y por convertir los sueños en realidad. Gabriela 3 Agradecimientos A nuestros amigos, comenzando por la mejor de las casualidades del primer momento en la Facultad: María José, continuando con Iván, Luis, Oscar, Emma, Mauricio, Carlos, Pilar, Fernando, Memo, Esteban, Laura, Tania, Carmen, Kory y Roberto con los que tuvimos la fortuna de compartir momentos inolvidables además de los salones de clases. Gracias por ser nuestros maestros. A nuestros maestros titulares, por ayudarnos durante nuestra formación profesional, ilustrarnos con su ejemplo y contagiarnos con su pasión por el conocimiento. Gracias en particular al profesor Raúl Garza por su apoyo incondicional en la realización de este proyecto. Gracias también a Hortensia Santiago por su empatía y por su aliento, así como al Dr. Eduardo Bárzana por habernos respaldado en todo momento. A la Universidad de California, Santa Barbara, que nos abrió sus puertas. Al Dr. Armand Kuris por su disposición y bondad, al Dr. Ryan Hechinger porque siempre sabe la respuesta correcta, y a todos los miembros de su multicultural grupo, incluyendo a Kevin, Alan, Ale, John, Julio, Gabi, Alice, Tara, Leo y Victor, por haber formado parte de una de las mejores experiencias de nuestras vidas. Así mismo queremos agradecer a Kathy Arnolds por su apoyo y por compartirnos su inmensa calidad humana. A la Facultad de Química y a la UNAM por brindarnos las oportunidades que nos han conducido por un sendero lleno de satisfacciones, por el que estaremos eternamente agradecidas. Ana Elisa y Gabriela 4 A aquellos que han sido parte fundamental del proceso, que me han orientado en momentos de indecisión: Eliane, Vitza, Poli, Cristian, Prax, Laura, Claudia, Isabel, Rosalina; sin ustedes esto no habría sido posible. Gracias por su amistad, por las risas, consejos, y palabras de aliento. Al Equipo de Buceo de Ciencias, por hacerme ver que se puede trabajar con el corazón. Gracias a Mau, Rex, Quetza, Norma, Magui, Emman, Man, Isis, Luis, Rich, Andrés, Benja, Mike, y Ceci por las lecciones, amistad y confianza. Ana Elisa Gracias a aquellas que cuento con los dedos de una mano, que están ahí de manera atemporal y a través del espacio: mis amigas Maricarmen, Cristina, Diana, María José y Marina. A mi familia, mis tíos, mis primos y primas a quienes quiero tanto, porque es al lado de todos ellos en donde he crecido rodeada de amor. Gabriela 5 Índice Tabla de abreviaturas ……7 Introducción ……9 Objetivos …..12 Objetivo general …..12 Objetivos particulares …..12 I. Marco Teórico …..13 Trematodos digéneos …..13 Generalidades …..13 Principales etapas del ciclo de vida de los digéneos …..17 Organización eusocial en digéneos …..26 Cerithidea californica …..28 Taxonomía …..28 Digéneos en C. californica: …..31 Interacciones parásito-hospedero …..39 Mecanismos de defensa de los gasterópodos …..39 Estrategias de los trematodos para sobrevivir dentro del … hospedero …..42 Importancia ecológica de los digéneos …..46 Saladares, marismas y estuarios …..46 Sistemas in vitro para trematodos …..55 II. Parte experimental …..60 Material y Equipo …..60 Recolección de los caracoles …..61 Identificación de infecciones de interés …..62 Disección del caracol …..63 Obtención de los parásitos …..65 Composición de los medios …..66 6 Evaluación del rendimiento de trematodos in vitro …..67 Establecimiento de la técnica …..68 Experimento 4: Efecto de la temperatura …..70 Experimento 5: Efecto de diferentes sustratos …..70 Análisis estadísticos …..72 Resultados …..73 Elección del medio …..73 Supervivencia en SSW y en medio C …..74 Especie de trematodo …..80 Diferencia intraespecífica en la supervivencia …..82 Comparación de rendimiento interespecífico …..88 Experimento 4: Efecto de la temperatura …..95 Experimento 5: Efecto de diferentes sustratos …..99 Control Adición de tejido de caracol Adición de agarosa Observaciones adicionales …111 Análisis de resultados …116 Medio de mantenimiento …116 Variabilidad intra e interespecífica …120 Influencia de la temperatura …122 Efecto del sustrato …124 Emergencia de cercarias …126 Futuras aplicaciones del sistema de mantenimiento in vitro …128 Conclusiones …131 Anexo …132 Carpinteria Salt Marsh Referencias …134 7 Tabla de abreviaturas ACAN- Acanthoparyphium spinulosum AUST- Austrobilharzia sp. Bge- Células embrionarias de Biomphilaria glabrata CATA- Catatropis johnstoni CLOA- Cloacitrema michiganensis EUHA-Euhaplorchis californiensis HIMA-Himasthla rhigedana HIMB-Himasthla sp. B IDS- Sistema interno de defensa LGXI- Large xiphidiocercaria Medio A- Medio basado en el propuesto por Tucker Medio B- Medio basado en el propuesto por Birmelin Medio C-Medio basado en el propuesto por Gorbushin MESO- Mesostephanusappendiculatus MLLW- Media de la marea baja más baja PARO- Parorchis acanthus PHOC- Phocitremoides ovale PROB- Probolocoryphe uca PYGI- Pygidiopsoides spindalis RENB- Renicola buchanani ROS- Especies reactivas de oxígeno 8 SDS-PAGE-Electroforesis en gel de poliacrilamida con dodecilsulfato de sodio SEP- Productos de secreción-excreción SHIP- Segundo hospedero intermediario principal SMCY- Small cyathocotylid SMMI- Small microphallid SSW- agua de mar filtrada y estéril al 80% STIC-Stictodora hancocki SW- Agua de mar filtrada 9 Introducción Desde que los trematodos digéneos fueron descritos por vez primera, capturaron la atención de la comunidad científica. En un principio los estudios dedicados a estos organismos se enfocaron primordialmente a los digéneos de importancia médica, tales como Fasciola hepatica, Schistosoma mansoni y S. japonicum, entre algunos otros. Sin embargo, en los últimos años, la atención se ha tornado hacia el papel ecológico que desempeñan los trematodos, demostrándose fehacientemente la especial importancia de estos parásitos. De esta manera están surgiendo nuevas investigaciones dedicadas a develar su biología y el papel que desempeñan en el equilibrio de los nichos ecológicos en que habitan junto con sus respectivos hospederos. Al margen de la importancia ecológica de los digéneos, se cuentan otros aspectos que llaman la atención y que, por lo tanto, han atraído el interés de los expertos; por ejemplo: a) los mecanismos por medio de los cuales los hospederos controlan o evitan la infección, así como las estrategias que los propios parásitos han desarrollado como adaptaciones evolutivas para sobrevivir, e inclusive, para reproducirse dentro del hospedero; b) la 10 comunicación por medio de estímulos mecánicos y químicos que los digéneos ejercen para determinar el momento en el que deben proseguir a la siguiente fase de su ciclo de vida, o simplemente permanecer en estado latente hasta que las condiciones resulten adecuadas para continuar con su desarrollo; c) el reconocimiento de los organismos que pertenecen a la misma clona (producidos de manera asexual por una sola madre esporocisto) y los “invasores”; y d) la existencia de una organización social dentro del primer hospedero intermediario, en la que organismos de la misma clona se diferencian para llevar a cabo una función determinada, tal como lo hacen animales superiores como las abejas o las hormigas. A pesar de la información que se ha generado en los aspectos antes mencionados, así como en los morfológicos y taxonómicos, existen temáticas sin resolverse en cuanto a la biología integral de los digéneos, sobre todo en lo correspondiente a su ciclo de vida en el primer hospedero intermediario, en el que efectúan una reproducción asexual. En el presente trabajo se trató de obtener un medio de mantenimiento óptimo, para estudiar los estadios larvarios de digéneos que infectan al caracol Cerithidea californica como primer 11 hospedero intermediario, en saladares y marismas de la costa de California, EUA. Durante el proceso de optimización, se probó la influencia de diferentes variables, tales como la temperatura y la composición del medio, en la longevidad y desempeño de las redias de diversas especies de trematodos digéneos, buscando determinar las condiciones asociadas a la mayor supervivencia in vitro de dichas redias. 12 Objetivos Objetivo general 1. Optimizar un sistema de mantenimiento in vitro que permita la viabilidad y el estudio a largo plazo de digeneos que infectan al caracol marino C. californica. Objetivos particulares 1. Identificar la composición del medio, el pH y la osmolalidad que permiten una supervivencia aumentada de los trematodos en cuestión. 2. Evaluar la influencia que ciertos factores como temperatura y la presencia de sustrato tienen en el rendimiento de los parásitos estudiados. 3. Determinar si la variabilidad tanto intra como interespecífica existente entre las diferentes especies que parasitan a C. californica permite su mantenimiento in vitro por periodos temporales prolongados. 13 I. Marco Teórico Trematodos digéneos Generalidades Los trematodos digéneos figuran entre los parásitos más comunes y abundantes en el mundo1 En general, poseen un cuerpo no segmentado con simetría bilateral, aplanado dorsoventralmente, que varía entre algunos milímetros hasta varios centímetros de longitud. Cuentan con dos órganos de fijación: la ventosa oral, que se encuentra alrededor de la boca y en la parte anterior del cuerpo, y la ventosa ventral o acetábulo, que puede hallarse en el tercio medio si es que está presente. La pared externa o tegumento corresponde a una cutícula que puede o no presentar escamas o espinas, dependiendo de la especie. , pudiéndoseles encontrar en una gran cantidad de tejidos y órganos de diversos tipos de vertebrados, e inclusive, en algunos invertebrados. El sistema digestivo está formado por una boca, una faringe y un esófago que se divide en dos sacos ciegos cuya función es la de absorción y digestión; en general, carecen de ano. El aparato 1Su cantidad sólo es superada por la de los nemátodos. 14 excretor está compuesto por protonefridios que corren a lo largo del cuerpo del organismo, hasta desembocar en un solo poro excretor en la parte posterior. Las unidades excretoras son conocidas como células flama. Presentan un sistema nervioso simple y, en adultos, los órganos sensoriales se encuentran poco desarrollados. Su reproducción está relacionada con un complejo ciclo de vida en el que participan al menos dos hospederos, si bien se han llegado a detectar casos de hasta dos o tres hospederos intermediarios. Estos organismos llevan a cabo dos tipos de reproducción: a) sexual, dentro del hospedero definitivo; y b) asexual, realizada por larvas dentro de los hospederos intermediarios. Esta alternancia de generaciones es conocida como digénesis, del griego dis (dos) y genesis (origen, fuente), razón por la cual se les ubica en la subclase Digenea, perteneciente al filo Platyhelminthes y a la clase Trematoda. Por lo que se refiere a los digéneos que infectan al caracol Cerithidea californica, el adulto se reproduce sexualmente en su hospedero definitivo, generalmente un ave, en cuyas heces son liberados los huevos del parásito que dan lugar a larvas ciliadas 15 llamadas miracidios; estos corresponden precisamente a las formas que penetran en el primer hospedero intermediario: C. californica. Durante la penetración al caracol o inmediatamente después de ella, las larvas se desprenden de su epitelio ciliado y se transforman en esporocistos. Figura 1. Ciclo de vida complejo de los trematodos digéneos. Los organismos no están representados a escala. Huevo Metacercaria Adulto Miracidio Esporocisto/ Redia Cercaria 16 Posteriormente, las células germinales localizadas dentro del esporocisto se subdividen y forman embriones multicelulares, que llevan a cabo reproducción asexual dando lugar a las redias o a más esporocistos, dependiendo de la especie del trematodo implicado. Las redias se diferencian de los esporocistos en que poseen un sistema digestivo rudimentario, que consta de boca, faringe e intestinos, mientras que los esporocistos absorben los nutrientes a través del tegumento. Esta parte del ciclo vital puede repetirse varias veces pero, eventualmente, dentro de las redias o esporocistos se desarrollan embriones adicionales: las cercarias, que emergen del caracol y nadan en busca de su segundo hospedero intermediario, usualmente un pez, un crustáceo u otro molusco. Una vez dentro de éste, las cercarias se desprenden de su cola y se enquistan, formandometacercarias que permanecen de esa manera hasta ser transmitidas de manera trófica al hospedero definitivo (63). Principales etapas del ciclo de vida de los digéneos En todos los trematodos, los huevos se forman de manera muy similar y dentro del hospedero definitivo (Figura 2): los ovocitos primarios son transportados, desde el oviducto hacia el ootipo, en 17 donde ocurre la fertilización por parte del espermatozoo. Posteriormente, el embrión avanza hacia el ducto vitelino, sitio en el que las células vitelinas que lo rodean le proveen de glucógeno, así como de las proteínas que formarán parte de la cubierta del huevo2 , principalmente esclerotonina y queratina (23). Figura 2. Formación de los huevos del trematodo. Sistema reproductivo del adulto (23, p.7). Los miracidios provenientes de los huevos del parásito corresponden a larvas de vida libre que se desarrollan en la madre esporocisto y su función principal consiste en infectar al primer hospedero intermediario; para ello, dependiendo de la especie del trematodo, 2 En los miembros del género Schistosomatidae, el cascarón presenta poros que permiten al cigoto la absorción de nutrientes a partir de la sangre del hospedero definitivo (23). Ootipo Huevo fecundad Células vitelinas Óvulo Espermatozoides 18 se valen de alguno de los dos siguientes mecanismos: a) activo, en el cual las larvas nadan en el agua para penetrar al molusco; o b) pasivo, cuando los huevos son ingeridos por el gasterópodo y, por lo tanto, las larvas nacen dentro de sus intestinos. El cuerpo de los miracidios que infectan activamente cuenta con estructuras especializadas para la penetración y está cubierto por células epiteliales ciliadas; por su parte, los que lo hacen de manera pasiva presentan una menor cantidad de cilios o no los poseen habiendo sido reemplazados por espinas (23). Figura 3. Miracidio de la Familia Allocreadidae (23, p. 4). En cualquier caso, la parte posterior del cuerpo del miracidio contiene células germinales que, llegado el momento de su maduración hacia madre esporocisto, darán lugar a la primera generación de hijos esporocistos o redias, dependiendo del digéneo del que se trate, vía el proceso conocido como partenogénesis. 19 Durante la transformación de miracidio a madre esporocisto suceden cambios en la morfología del organismo: sus sistemas excretorio y sensorial se ven disminuidos, mientras que su tegumento aumenta en superficie y grosor, al tiempo que se forman microvellosidades y se incrementa el número de mitocondrias. Finalmente, se origina un organismo en forma de saco o gusano con embriones internos que se convertirán en redias o esporocistos hijas, dando lugar a la segunda generación partenogénica. Cabe señalar que las redias pertenecen a familias de trematodos más primitivos, tales como Fasciolidae y Echinostomatidae y, mientras que los esporocistos forman parte de familias especializadas como Strigeidida y Plagiorchiida. El número de generaciones de hijas esporocisto o de hijas redias también varía dependiendo de la especie de digéneo. Las redias poseen cuerpos elongados, en forma de cilindro con extensiones locomotoras (una en la parte posterior y dos colocadas aún más distales a la boca, una a cada lado del cuerpo) y cuentan con un aparato digestivo primitivo, con apertura bucal, faringe, esófago e intestinos en forma de saco. Su poro de nacimiento se encuentra a un lado de la apertura bucal. 20 Por otro lado, las hijas esporocistos tienen forma esférica o de saco, su motilidad es limitada (pues carecen de extensiones locomotoras), no tienen sistema digestivo y pueden o no presentar poro de nacimiento. Las microvellosidades dispuestas en la superficie de estos organismos están más desarrolladas que en las redias ya que, al no contar con sistema digestivo, requieren de mayor superficie de absorción para obtener sus nutrientes (23). Al margen de la función de transporte de nutrientes que se le reconoce al tegumento, se ha demostrado que éste también desempeña un papel claramente protector: su glicocálix imita al de los tejidos pertenecientes al hospedero, en toda una suerte de mimetismo que permite al parásito pasar inadvertido para el sistema inmune de su benefactor (23). Figura 4 Redias y Esporocistos (23, p. 54) Redias Esporocistos 21 Por lo que respecta al cuerpo de las cercarias, éste es oval o elongado y aplanado dorsoventralmente. Posee dos ventosas, una oral y otra ventral, sistemas digestivo y excretorio, el primordio genital y algunos órganos sensoriales, tales como ojos simples o papilas sensoriales (quimio y mecanorreceptores). Todas presentan una cola, cuya morfología depende de su función: nado, adherencia al sustrato, flotación, etc. Figura 5. Cercaria de la familia Echinostomatidae (23, p. 96) Siendo que, por lo general, los trematodos requieren de una fase cercarial que transmita la infección al segundo hospedero intermediario, necesitan sincronizar su emergencia con la disponibilidad de organismos a los cuales parasitan: en 22 esquistosomas (que infectan bovinos), la liberación de cercarias aumenta por las mañanas, cuando sus hospederos van a beber, mientras que los esquistosomas, que parasitan a humanos, emergen cerca del mediodía. En casos como el de Fasciola hepatica, en los que el hospedero se encuentra presente en todo momento, no se ha observado algún ritmo en particular. Fingerut et al. (21) realizaron estudios al respecto en C. californica y concluyeron que este fenómeno está sincronizado con la temperatura y con los cambios en la marea. Existen dos grupos de cercarias: a) el encargado de buscar activamente al siguiente hospedero, cuyas integrantes requieren de adaptaciones tales como un aparato de penetración para convertirse en metacercarias; y b) el que se adhiere al sustrato para convertirse en adolecercarias y, de este modo, esperar a ser ingeridas por el siguiente hospedero. Durante su enquistamiento, las cercarias sueltan su cola y sus glándulas tegumentarias secretan sustancias que se polimerizan formando el quiste. En las metacercarias existe un lapso de tiempo entre el desprendimiento de la cola y el enquistamiento, mientras penetran y migran dentro del segundo hospedero intermediario, de tal manera que el quiste es formado sólo cuando se ha alcanzado el 23 sitio de asentamiento final. Muchos de estos quistes están cubiertos por una cápsula formada por el hospedero en reacción a la presencia del organismo extraño, conformada principalmente por fibroblastos y linfocitos. Figura 6. Metacercaria de la familia Microphallidae (23, p. 173). Es durante esta etapa, dentro del segundo hospedero intermediario, que muchos grupos de digéneos llevan a cabo un proceso de morfogénesis, en que se diferencian el primordio genital, los ovarios, los testículos y diversos órganos de los sistemas digestivo y excretorio. Una vez que han sido ingeridas por el hospedero definitivo, las metacercarias atraviesan por un proceso de activación, en el que su cápsula y el quiste son parcialmente digeridos por las enzimas proteolíticas del parásito, entre las que destacan las cisteín- 24 proteasas (23), promoviendo su movimiento hasta salir de la envoltura. Posteriormente, los parásitos requieren alcanzar la madurez sexual y aumentar sus dimensiones. Dentro de su hospedero definitivo, estos digéneos migran hacia sus órganos “blanco”, siendo el intestino uno de los más frecuentes; empero, algunos otros como F. hepatica migran hacia el hígado y los esquistosomas, hacia las venas mesentéricas. Numerosas adaptaciones al parasitismo están presentes en diferentes grupos de digéneos, entre las que destacan las estructuras especializadas parala adherencia y fijación, tales como los collares de espinas de los equinostomátidos; así mismo, el sistema linfático resulta determinante para el transporte de aminoácidos y lípidos, y diversas glándulas están destinadas a la digestión extracelular. Figura 7. Digéneo adulto de la familia Plagiorchiidae (23, p. 192). 25 Organización eusocial en digéneos Recientemente, Hetchinger et al. (29) describieron la existencia de una organización social en los estados larvarios de algunas especies de trematodos digéneos, tales como Himasthla rhigedana, Cloacitrema michiganensis, Parorchis acanthus y Himasthla sp. B. En una infección única (causada por una población de digéneos proveniente del mismo miracidio), existen organismos que difieren, tanto en morfología como en comportamiento. En tal sentido, son dos las variantes morfológicas que se presentan: a) los llamados reproductivos, debido a que presentan una producción asexual continua de la progenie y que, generalmente, son los reportados en la literatura; y b) los soldados, encargados de impedir el establecimiento de nuevas infecciones en el caracol (Figura 8). Analizando más a fondo las variantes morfológicas, se ha llegado a la conclusión de que existen claras diferencias entre ambas: los soldados son más pequeños, no se reproducen y presentan mayor motilidad que los reproductivos. Así mismo, las dos poblaciones se encuentran distribuidas en diferentes proporciones a lo largo del caracol, siendo los soldados relativamente más abundantes en el frente de invasión. 26 Figura 8. Redias de la especie HIMB; a la izquierda variantes reproductivas y, a la derecha abajo, soldados (40x). 27 Cerithidea californica Taxonomía La taxonomía relacionada con Cerithidea californica, es la siguiente: Dominio: Eukaryota Reino: Animalia Subreino: Bilateria Filo: Mollusca Clase: Gastropoda Subclase: Orthogastropoda Superorden: Caenogastropoda Orden: Caenogastropoda Suborden: Discopoda Superfamilia: Cerithioidea Familia: Potamididae Subfamilia: Potamidinae Género: Cerithidea Especie: californica El género Cerithidea pertenece a un grupo de gasterópodos estuarinos caracterizado por poseer una concha alargada con forma de torrecilla, de escultura axial, aperturas amplias, labios externos http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Eukaryota_Domain.asp� http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Animalia_Kingdom.asp� http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Bilateria_Subkingdom.asp� http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Mollusca_Phylum.asp� http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Gastropoda_Class.asp� http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Orthogastropoda_Subclass.asp� http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Caenogastropoda_Superorder.asp� http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Caenogastropoda_Order.asp� http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Discopoda_Suborder.asp� http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Cerithioidea_Superfamily.asp� http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Potamididae_Family.asp� http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Potamidinae_Subfamily.asp� http://zipcodezoo.com/Key/Animalia/Cerithidea_Genus.asp� 28 gruesos y canales anteriores cortos. Su rádula es corta y todos sus dientes presentan cúspide; el opérculo es delgado, con un núcleo central y múltiples espirales y, su tracto alimentario, incluye un par de glándulas salivales anteriores, un buche a la mitad del esófago y un saco de estilo largo (32). Figura 9. Anatomía de una hembra de C. californica. Modificada de (32). Por lo que se refiere a su distribución, Cerithidea californica es un gasterópodo extremadamente abundante en los marismas de California, alcanzando densidades de hasta 1,000 caracoles por 29 metro cuadrado (32); se le ubica desde la región central de Baja California, México, hasta Tomales Bay, en California, EUA (18). Por lo general, se le puede localizar en sustratos lodosos, aunque en ocasiones se le encuentra trepando árboles o en la vegetación; comúnmente, se halla en marismas que contienen como flora predominante a Salicornia (hierba salada o hierba de cristal), y en zonas intermareales altas (+1.2-2.1 MLLW). A pesar de vivir predominantemente en climas templados, C. californica presenta una importante tolerancia a las condiciones extremas, pudiendo sobrevivir más de 4 h en agua de mar a 40°C y resistiendo la desecación de 11 a 15 días. C. californica es un detritívoro que consume principalmente diatomeas bentónicas (que abarcan el 80% de su contenido estomacal), acompañadas de agregados orgánicos y fragmentos de macroalgas y angiospermas. Los caracoles hembra se pueden identificar por la presencia de un ovipositor, ubicado al lado derecho del pie; además, cuentan con una bursa espermatófora en la lámina exterior y un receptáculo seminal en la lámina interior del oviducto palial próximo. Por su parte, los machos son afálicos. 30 Estos caracoles se reproducen por primera vez al llegar a los 18-22 mm de longitud, o a los 2 años de edad. Una vez alcanzada la madurez, los adultos no incrementan su longitud por adición de nuevas vueltas a la concha, sino que expanden y fortalecen sus labios exteriores. Estudios sobre el crecimiento de estos gasterópodos han demostrado que su vida media es aproximadamente de 8 a 10 años (69). Digéneos en C. californica: El gasterópodo marino Cerithidea californica ha sido descrito como el primer hospedero intermediario de al menos 18 especies diferentes de trematodos (28), pertenecientes a ocho familias y a cuatro órdenes distintas (de acuerdo a http://www.catalogueoflife. org/annual-checklist/2009). Dentro del caracol y en el caso particular de las especies productoras de redias, el sitio principal en el que se desarrollan los trematodos corresponde a la región gonadal; por su parte, en digéneos productores de esporocistos, los parásitos también pueden encontrarse en la glándula digestiva del caracol (69). 31 Los digéneos que infectan a C. californica comparten los siguientes rasgos taxonómicos: Reino: Animalia Filo: Platyhelminthes Clase: Trematoda Subclase: Digenea Las especies más relevantes pertenecen a diversos órdenes y familias, destacando las siguientes: Orden: Strigeatida Familia: Cyathocotylidae Especie: Small cyathocotylid (SMCY). Sus esporocistos son blancos y alargados, en forma de spaghetti, se localizan en las gónadas y en la glándula digestiva del caracol y pueden encontrarse en infecciones dobles con heterófidos. Las cercarias de SMCY poseen una cola bifurcada y no presentan ocelli. Sus segundos hospederos intermediarios principales (SHIP) suelen ser peces (78). 32 Especie: Mesostephanus appendiculatus (MESO). Las cercarias emergen de esporocistos muy activos, blancos, translúcidos y anulados circularmente, presentes en la región anterior del caracol. Las cercarias presentan las mismas características que las de SMCY, aunque son ligeramente más grandes. Sus SHIP son peces. Familia: Schistosomatidae Especie: Austrobilharzia sp (AUST). Las cercarias se desarrollan dentro de esporocistos blancos brillantes que ocupan la gónada y también el tejido vesicular verde que se encuentra posterior al riñón. Se observa frecuentemente en infecciones dobles. Las cercarias tienen una bifurcación en la cola, poseen dos ocelli, y nadan rápidamente formando una “S” antes de detenerse y contraer la cabeza y la cola. No utilizan un segundo hospedero intermediario. Orden: Echinostomida Familia: Notocotylidae Especie: Catatropis johnstoni (CATA). Las redias de este trematodo suelen ser amarillo-naranjas y encontrarse en la región del manto. 33Las cercarias se caracterizan por tener ocelli, una cola sencilla sin aletas y una pequeña bolsa en la parte posterior de cada lado del cuerpo. Sus principales SHIP son caracoles. Familia: Echinostomatidae Especie: Acanthoparyphium spinulosum (ACAN). Estos trematodos se caracterizan por formar redias naranjas dentro de la región gonadal del caracol. Las cercarias presentan un collar de espinas y su nado es similar al de HIMB, aunque se detienen intermitentemente. Sus cercarias y redias son de menor tamaño a HIMB y, a diferencia de éste, las cercarias de ACAN se pueden identificar por la ausencia de aletas dorso-ventrales. Caracoles y bivalvos fungen como su SHIP. Especie: Himasthla rhigedana (HIMA). Sus redias son grandes, de color blanco-grisáceo y se localizan en la región gonadal. Las cercarias producidas son grandes y presentan una pigmentación negra entre sus dos ocelli, el cual es fácilmente discernible incluso dentro de las redias. Al nadar, las cercarias mueven su cola sencilla, 34 constantemente en forma de ∞. Se enquistan fácilmente en cualquier objeto y sus SHIP son cangrejos y caracoles. Especie: Himasthla sp B (HIMB). Sus redias son de color naranja o crema y dan lugar a pocas cercarias. Al emerger, las cercarias nadan de manera constante con el cuerpo doblado hacia delante y la cola dando círculos pequeños. La ventosa ventral es muy prominente y se puede diferenciar de ACAN por la presencia de una aleta dorso-ventral grande. Utiliza como SHIP a caracoles. Familia: Philophthalmidae Especie: Parorchis acanthus (PARO). Las redias se desarrollan en las gónadas del gasterópodo, son blancas y grandes. Son pocas las cercarias producidas por cada redia y se caracterizan por nadar en forma de “S”, dando latigazos. Las cercarias presentan una pequeña bolsa al final de la cola y se enquistan fácilmente; en ocasiones se sujetan al sustrato por la parte distal de las colas. Sus SHIP más comunes son bivalvos y camarones. 35 Especie: Cloacitrema michiganensis (CLOA). Sus características son muy similares a las de PARO, aunque tanto las redias como las cercarias de CLOA suelen ser más pequeñas. Sus SHIP también son bivalvos y camarones. Orden: Opisthorchiida Familia: Heterophyidae Especie: Euhaplorchis californiensis (EUHA). Las redias de EUHA se desarrollan en la región gonadal del caracol. Las cercarias se pueden identificar por la presencia de dos ocelli y por tener aletas laterales en la parte anterior de la cola. Suelen nadar con movimiento errante y detenerse intermitentemente. Utiliza peces como SHIP. Especie: Phocitremoides ovale (PHOC). Las redias se desarrollan en la región gonadal. Es fácilmente confundible con EUHA. Sus SHIP son peces. Especie: Stictodora hancocki (STIC). Sus características son semejantes a las de EUHA, aunque sus aletas laterales suelen ser más anchas. También utiliza a los peces como SHIP. 36 Especie: Pygidiopsoides spindalis (PYGI). Estas redias se desarrollan en las gónadas del caracol, son de color blanco brillante y dan lugar a cercarias pequeñas, con dos ocelli, de cola sencilla sin aleta, que nadan en círculo y después se detienen. Sus SHIP suelen ser peces. Orden: Plagiorchiida Familia: Renicolidae Especie: Large xiphidiocercaria (LGXI). Da lugar a esporocistos de pared gruesa que se desarrollan en la gónada y en la glándula digestiva. Las cercarias se caracterizan por tener un estilete anterior a la ventosa oral. Generalmente utilizan poliquetos como SHIP. Especie: Renicola buchanani (RENB). Las cercarias se desarrollan dentro de esporocistos de color naranja brillante que se encuentran en la región del manto; comúnmente, forman acúmulos al adherirse por la parte proximal de la cola. Sus SHIP suelen ser peces. 37 Especie: Renicola cerithidicola (RENC). Presenta diversas características similares a RENB, pero no forman acúmulos de cercarias y los esporocistos suelen ser más pegajosos. Los peces fungen como SHIP. Familia: Microphallidae Especie: Probolocoryphe uca (PROB). Los esporocistos suelen ser redondos, con una pared delgada. Las cercarias se caracterizan por tener un estilete delgado y alargado, no presentan aletas en su cola sencilla y tampoco tienen ocelli. Suele utilizar cangrejos como SHIP. Especie: Small microphallid (SMMI). Sus características son muy similares a las de PROB, aunque los esporocistos suelen ser más alargados y las cercarias son ligeramente más pequeñas. 38 Interacciones parásito-hospedero En cuanto un trematodo entra en contacto con su primer hospedero intermediario, enfrenta varios problemas: a) debe penetrar al caracol, adaptarse a su interior y evadir a su sistema inmune; b) requiere encontrar un espacio y una fuente de energía que le permitan mantenerse, crecer y reproducirse; y c) necesita hallar la manera de evitar que el hospedero muera y, por lo tanto, de dañarlo lo menos posible (13). Para cubrir las tres medidas anteriores, los parásitos no sólo se adaptan a la situación, sino modulan el sistema inmune del hospedero y afectan su fisiología. De hecho, se ha comprobado que, a menos de que los perfiles genéticos del parásito y del hospedero sean compatibles en ciertos atributos esenciales, el digéneo terminará siendo eliminado. Mecanismos de defensa de los gasterópodos A fin de estar en posibilidad de defenderse de los organismos extraños, los caracoles cuentan con un sistema de defensa constituido por componentes humorales y celulares. 39 Si bien las moléculas del plasma constituyen un tipo de barrera para patógenos, es posible que ésta únicamente sea efectiva en los casos en que los caracoles resulten resistentes a todos los individuos de una determinada especie; es decir, que no funjan como el hospedero habitual del digéneo. En estos casos, se ha observado que algunos factores del plasma eliminan al parásito en cuestión de minutos a un par de horas (65), lo que implica que la susceptibilidad es específica para un rango de genotipos parasitarios bastante limitado. Aun cuando el miracidio logre penetrar al caracol y transformarse en esporocisto, debe enfrentarse a un mayor número de elementos del sistema interno de defensa (IDS); los gasterópodos tienen un sistema circulatorio abierto que contiene un solo tipo de célula: el hemocito. Éste es capaz de distinguir al material extraño del propio y de moverse libremente a través del sistema circulatorio y hacia los diversos tejidos; es la principal célula efectora del IDS y manifiesta capacidad para encapsular, matar y eliminar a los organismos invasores (38). En general, los caracoles pulmonados parecen tener al menos dos tipos de hemocitos: a) los hialinocitos, que al parecer no tienen actividad citotóxica; y b) los granulocitos, que sugieren ser las principales células efectoras. 40 Los hemocitos que se encuentran en la circulación son como los leucocitos: forman agregados en respuesta a traumatismos, fagocitan partículas extrañas de tamaño pequeño (como bacterias y levaduras) y encapsulan a las de tamaño mayor, como es el caso de las larvas de trematodos. Un posible mecanismo para explicar su actividad involucra la producción de especies reactivas de oxígeno (ROS); en este sentido, se ha encontrado evidencia de que el H2O2 y NO• se encuentran directamente involucrados en la eliminación de esporocistos mediada por hemocitos, pero no se ha detectado efecto directo alguno de otros oxidantes tales como HClO, O2−, O2 y ONOO−(7). Estos últimos son de naturaleza altamente reactiva, por lo que no alcanzan a dañar de manera sostenida el tegumento de los esporocistos, mientras que el H2O2 y NO•, al ser menos reactivos y poder atravesar el tegumento, pueden atacar otros “blancos” funcionales dentro del esporocisto. La actividad del hemocitoes facilitada por factores humorales tales como aglutininas, opsoninas y lisinas, que interactúan con los hemocitos y las células “blanco” para incrementar la fagocitosis y encapsulación de estas últimas. La mayor parte de los factores solubles involucrados en la defensa son glicoproteínas del plasma, que se unen a los elementos extraños cuando estos penetran al organismo. Las aglutininas y opsoninas del plasma son, en su mayor 41 parte, lectinas, generalmente en complejos multiméricos de proteínas que cuentan con varios sitios de anclaje. Los moluscos también se valen de la actividad opsonizante del plasma para eliminar a los invasores. Se ha observado que el porcentaje de hemocitos capaces de fagocitar células ajenas puede ir del 90 al 100% en bivalvos y, del 70 al 80%, en gasterópodos (81). Estrategias de los trematodos para sobrevivir dentro del hospedero Los trematodos se valen de varias estrategias para poder instalarse y vivir dentro de su primer hospedero intermediario, logrando de esta manera evadir al IDS del caracol y utilizar una porción de la energía del hospedero para su propio beneficio. Estudios realizados por Jong et al. (38), utilizando como modelo la infección por el trematodo Trichobilharzia ocellata en el caracol Lymnaea stagnalis, demostraron que los cambios fisiológicos más evidentes ocurren en dos etapas de la infección: a) la etapa temprana, cuando el miracidio se transforma en la madre esporocisto; y b) la etapa tardía, que tiene lugar cuando las 42 cercarias se están diferenciando dentro de los esporocistos o las redias secundarias. Durante la etapa temprana, no sólo se observan efectos inmunomoduladores, sino también se ha demostrado que se inhibe el desarrollo del tracto reproductivo de los caracoles juveniles. Por otro lado, se ha encontrado que en caracoles subadultos que ya presentan tracto reproductivo pero aún no empiezan a producir huevos, la producción de éstos inicia antes que en los caracoles no infectados. La oviposición continúa hasta el momento en que las cercarias empiezan a diferenciarse dentro de las redias o esporocistos secundarios, condición en la cual los parásitos comienzan a interferir con el crecimiento y la reproducción del hospedero. Bayne et al. (7) sugieren que los trematodos aplican varias estrategias que les permiten: a) evitar que se desencadene contra ellos una respuesta del sistema inmune del hospedero, sintetizando moléculas presentes en los tejidos del hospedero y/o recubriéndose con antígenos contenidos en el plasma del caracol; b) inhibir la producción de ROS por parte del hospedero; c) detoxificar productos que los amenacen; y d) alejar a los hemocitos. 43 Para poder ejercer todos estos efectos sobre el gasterópodo, el digéneo se vale de productos excretorios y secretorios (SEP). Los SEP incluyen a todos aquellos compuestos que el parásito libera mediante vías secretorias, así como los que se difunden o escapan de su cuerpo, tanto in vivo como in vitro (30). Algunos ejemplos de dichos productos son proteasas, inhibidores de proteasas, enzimas glicolíticas y lectinas, entre otros. Los SEP regulan potencialmente el sistema neuro-inmuno-endócrino del hospedero. Yoshino et al. (84) estudiaron la actividad de proteasa en los SEP de miracidios y esporocistos de Schistosoma mansoni, durante las primeras etapas de la infección del caracol, encontrando que se trata de una enzima especialmente activa contra globinas de la hemolinfa del hospedero. Ello sugiere un papel importante de la proteasa en el establecimiento y mantenimiento de la infección en el intermediario. Así mismo, se ha demostrado que los SEP influyen de manera importante en varias funciones relacionadas con la regulación de las interacciones inter e intraespecíficas de los parásitos. En primer lugar, hay evidencias de que los helmintos adultos liberan sustancias quimioatrayentes que promueven el reconocimiento y la 44 atracción de adultos de diferente sexo (27), como en Schistosoma spp. Del mismo modo, se han encontrado pruebas que muestran que la competencia interespecífica es alta dentro del primer hospedero intermediario. De acuerdo a Kuris y Lafferty (43), la cantidad de infecciones múltiples encontradas en los gasterópodos es mucho menor a la que podría esperarse por probabilidad de encuentro. Ellos estiman que alrededor del 13% de las infecciones por trematodos se pierden por interacciones interespecíficas. De hecho, dicha competencia es tan relevante que se ha sugerido como medida de control biológico para trematodos de importancia médica, tales como los esquistosomas, proponiendo que especies más dominantes (como algunos equinostomas y cathaemasiidos) podrían desplazar a dicho digéneo. 45 Importancia ecológica de los digéneos Como se ha señalado con anterioridad, conocer la biología y la ecología de los trematodos puede ayudar a disminuir la prevalencia de especies de importancia clínica. Además, se ha encontrado que dichos organismos juegan un papel importante en los ecosistemas en los que se encuentran, como podrían ser algunos tipos de humedales. Saladares, marismas y estuarios Los humedales son extensiones de marismas, pantanos o superficies cubiertas con agua, ya sea ésta de origen natural o artificial, permanente o temporal, estancada o corriente, dulce, salobre o salada, y cuya profundidad en condiciones de marea baja no excede los 6 ft. Al menos periódicamente, los humedales están poblados por hidrofitas (plantas que crecen en el agua) y el sustrato está caracterizado por suelo hídrico, periódicamente anaeróbico y saturado o cubierto por aguas someras en algún momento del año. Los humedales considerados de importancia a nivel internacional (hasta junio de 2010), abarcan más de 185 millones de hectáreas (Figura 10) (4). 46 Figura 10. Humedales de importancia internacional. Los estuarios, saladares y marismas son humedales costeros que se caracterizan por contener agua salobre o salada y presentar sedimento suave. Se consideran los ecosistemas con mayor producción de comunidades de plantas, aunque se estima que sólo alrededor del 10% de su productividad vegetal es consumida de manera directa por animales herbívoros; desde luego, esto se debe a que las plantas suelen ser muy saladas y pobres en nutrientes. En cambio, los saladares y marismas se identifican por ser ecosistemas basados en detritívoros, tales como los caracoles, cangrejos, anfípodos, camarones y anélidos; bacterias, hongos, y otros organismos microscópicos contribuyen a la descomposición de las plantas muertas, dando lugar al detritus que funge como alimento para dichos invertebrados. 47 El tercer grupo de consumidores está conformado por organismos que obtienen su alimento por filtración, como las almejas, mejillones y algunos anélidos. Por último, el grupo de los depredadores incluye una gran diversidad de invertebrados y vertebrados, entre los que se encuentran insectos y arañas, peces, camarones, cangrejos y una amplia variedad de aves. Hasta hace algunos años, los parásitos no eran considerados como parte importante de los ecosistemas, asumiéndose erróneamente que su aporte era insignificante, debido a que su actividad no resultaba evidente a simple vista. Sin embargo, ello es contrario a lo que afirman los ecologistas que han encontrado, en los sistemas de parásitos, un modelo en el cual resulta fácil analizar las estructuras de las comunidades y las interacciones entre especies que ocupan un mismo nicho. Kuris y su grupo (41), realizando un análisis extensivo de la cantidad y diversidad de los parásitos en 3 diferentes estuarios, demostraron que la biomasa de los trematodos en dichos ecosistemas es tan alta que excede, inclusive, a la biomasa de las aves en invierno.33 En los estuarios, la biomasa promedio de las aves en invierno es de 4.1 kg ha-1, mientras que la de verano es de 0.89 kg ha-1. 48 Gráfica 1. Densidad relativa de parásitos en tres diferentes estuarios. El ícono del pájaro indica la biomasa promedio de las aves en invierno. (41) La elevada cantidad de biomasa no es el único indicador de importancia energética en un ecosistema: la productividad también resulta fundamental. Debido a que los parásitos no tienen la necesidad de utilizar grandes recursos energéticos en homeostasis, desplazamiento búsqueda de alimento, pueden invertir casi toda su energía en crecimiento y reproducción, lo que les permite tener gran cantidad de biomasa y productividad, tal como lo demostraron Kuris y su grupo. Así pues, el papel que desempeñan los digéneos dentro de las cadenas alimenticias ha sido objeto de un interés creciente. Por 49 ejemplo, se ha visto que los helmintos que son ingeridos junto con el alimento permanecen en el intestino por periodos mayores que el alimento digerido, por lo que representan una herramienta invaluable para determinar la dieta del hospedero. Además, en virtud de que los parásitos tienen la capacidad de modificar el comportamiento de su hospedero como estrategia adaptativa para aumentar la transmisión trófica, suelen reforzar los vínculos presa-depredador en los que sus hospederos se encuentran involucrados. Por ejemplo, las metacercarias de EUHA liberan neurotransmisores en el cerebro de su segundo hospedero intermediario (el pez Fundulus parvipinnis) provocando en éste un nado errático muy cercano a la superficie del agua. De esta manera, las aves tienen fácil acceso a su alimento, lo que también permite que los digéneos lleguen a su hospedero definitivo y completen así su ciclo de vida (45). Así mismo, debido a que la especificidad de estos parásitos por sus hospederos es mayor que la de los depredadores por sus presas, y a que requieren de una gran cantidad de hospederos para completar su ciclo, la diversidad parasitaria depende en gran medida de la presencia de sus hospederos correspondientes. Es decir, debido a que las 18 especies de digéneos que infectan a C. californica 50 requieren de diferentes hospederos secundarios (peces, anélidos, cangrejos, moluscos, etc.) y a que, a su vez, éstos son ingeridos por distintas especies de aves, la existencia de los trematodos refleja de manera indirecta la presencia de los demás componentes de la cadena alimenticia (48). Tomando en cuenta la gran variedad de animales a los que estos parásitos infectan para completar su ciclo de vida, resulta interesante el hecho de que sus efectos son diferentes en cada uno. En los hospederos definitivos, su objetivo es permanecer por mucho tiempo, para poder así aumentar la producción de progenie de manera sexual; mientras tanto, como se mencionó anteriormente, en segundos hospederos intermediarios, buscan la inducción de cambios de comportamiento del hospedero, para aumentar la tasa de transmisión trófica. Dentro de los primeros hospederos intermediarios, algunos digéneos llevan a cabo la castración parasitaria, fenómeno que les permite utilizar los recursos energéticos destinados a la reproducción del gasterópodo, para su propio crecimiento y reproducción asexual. Al hacer uso de los recursos energéticos destinados originalmente a la reproducción del caracol, estos parásitos no sólo consumen la masa de las gónadas (5-10% de la masa del hospedero) sino que, 51 también, hacen uso de los nutrientes que el caracol destinaría a la producción de estructuras relacionadas con la reproducción, tales como ductos para espermas, receptáculos seminales, glándulas vitelinas, características sexuales secundarias (órganos copulatorios, ornamentación y colores brillantes) y de materiales requeridos para las crías (como los necesarios para producir cascarones de huevo). Además, toda la energía que los caracoles sexualmente activos canalizan hacia la selección de pareja, la búsqueda de sitios para la ovopisición, la construcción de nidos y el cuidado de las crías, en los que ya han sido castrados es redirigida hacia las necesidades del propio digéneo (47). Por ello, la castración parasitaria representa una estrategia efectiva para el trematodo, la cual deriva en la pérdida de fertilidad del hospedero, en favor de los parásitos que aumentan su aptitud evolutiva (6,42). Es interesante resaltar que, a diferencia de lo que ocurre en la depredación, en donde además de perderse a un individuo se libera un espacio en su nicho ecológico (lo que permite la colonización por parte de organismos de su propia especie), en la castración parasitaria se pierde el valor reproductivo del individuo afectado, pero éste aún continúa haciendo uso de los recursos y del espacio, de tal manera que sigue compitiendo por ellos con los individuos no 52 infectados. De esta manera los digéneos limitan y controlan las comunidades de caracoles (44). Según lo establecido por Hudson et al. (33), un ecosistema sano es aquel en el cual existe una gran diversidad de organismos de vida libre que presentan, a su vez, una amplia variedad de parásitos. Este ecosistema sano difiere de sistemas que han sido recientemente alterados y de aquellos en los que se han introducido especies invasivas. Un ejemplo de esto es que cuando los moluscos invaden y reemplazan a los caracoles nativos en los estuarios, interrumpen también el ciclo de vida de los digéneos que los infectan. La ausencia de dichos trematodos puede llevar a la competencia entre diferentes organismos que se ven repentinamente libres de parasitismo. Incluso, puede tener consecuencias graves en la alimentación de las aves piscívoras, ya que los peces sanos suelen ser más difíciles de capturar. Tomando esto como base, Huspeni et al. (34) utilizaron a los trematodos como indicadores del avance de un proyecto de restauración de un humedal en California: Carpinteria Salt Marsh, encontrando que la prevalencia de dichos organismos aumentó considerablemente con el restablecimiento del ecosistema. 53 Lo anterior resulta de gran importancia, ya que en 1996 se estimó que la mitad de los humedales del mundo se habían perdido, debido a la actividad humana (1). Sin embargo, dado que la restauración de estas áreas puede revertir algunos de los efectos de la degradación de los ecosistemas, se están realizando grandes esfuerzos en este sentido (17) y es realmente indispensable contar con un indicador confiable del éxito de dichos proyectos. Los estuarios, saladares y marismas son de alto valor ecológico, ya que se trata de espacios dinámicos y productivos que brindan grandes beneficios, tanto a los seres humanos como a la naturaleza en general. Entre sus funciones destaca la de proporcionar un espacio para que desarrollen numerosas especies, muchas de ellas con valor comercial y/o recreativo. Una gran cantidad de aves utiliza estos espacios para anidar y cuidar a sus crías, incluyendo a especies protegidas o en peligro de extinción. Además, con cada cambio de marea, el detritus y los nutrientes producidos por estos humedales son transportados hacia el mar, en donde son utilizados como alimento por los animales marinos. Debido a que dichos espacios se localizan principalmente en las depresiones del paisaje, los contaminantes fluyen hacia ellos y se acumulan en estos ecosistemas. Las plantas encontradas en este 54 tipo de hábitat se encargan de descomponer varios contaminantes, transformándolos en formas que resultan menos dañinas, lo que ayuda a limpiar el agua que llegará eventualmente al océano. Adicionalmente, las plantas tienen la capacidad de mantener compacto al sedimento que los rodea, evitando que el movimiento del océano erosione la costa; así mismo, representan una partefundamental de los ciclos del carbono, nitrógeno y azufre. Por último y debido a que los saladares, marismas y estuarios promueven el fácil acceso a una gran diversidad de plantas animales, ofrecen amplias oportunidades educativas y recreativas, tanto para actividades tales como la fotografía y pintura, como para practicar la caza y la pesca. Sistemas in vitro para trematodos Evidentemente, el desarrollo de medios que permitan cultivar y mantener helmintos, aún durante periodos cortos, representa una herramienta muy valiosa para llevar a cabo el estudio de la biología de diferentes trematodos. 55 El mantenimiento in vitro de helmintos es un prerrequisito para la identificación de “blancos” farmacológicos, así como para la investigación de los efectos de los fármacos sobre los parásitos y de los mecanismos de resistencia que estos pudieran desarrollar. Así mismo, permite la extracción de material proveniente del parásito, libre de tejidos del hospedero, para purificación de antígenos útiles en el diagnóstico y desarrollo de vacunas (15). Los sistemas in vitro también permiten responder preguntas acerca del desarrollo y diferenciación de los parásitos, tanto a nivel bioquímico como fisiológico, así como sobre los mecanismos de supresión del sistema inmune del hospedero, las moléculas involucradas en la patología y los aspectos relacionados con la neuro-inmuno-modulación, entre otros. Además, proporcionan un medio para estudiar la comunicación inter e intraspecífica de los parásitos y las interacciones parásito-hospedero. De acuerdo con Smyth et al.(68), entre los factores que deben considerarse para desarrollar un sistema in vitro para trematodos destacan: a) las condiciones y composición del medio: pH, pO2, pCO2, viscosidad, niveles de azúcares y aminoácidos, vitaminas, minerales, presión osmótica, salinidad y concentración de iones, etc.; b) los nutrientes específicos requeridos; c) los 56 antibióticos/antimicóticos necesarios para mantener los cultivos sin contaminación; d) la eliminación de los deshechos metabólicos; e) la presencia de estímulos detonadores; y f) los efectos de la densidad de población. Así mismo, Smyth (68) propone que los criterios de evaluación para valorar la utilidad de una técnica in vitro, deben ser: • Supervivencia: Se refiere a la capacidad para mantener a un organismo bajo condiciones que permitan al metabolismo operar a un nivel en el que las células y los tejidos se mantengan viables, independientemente del nivel de diferenciación en el que se encuentren. • Crecimiento: Involucra división celular y síntesis de tejido nuevo, lo que conduce al aumento en el número de células, aunque no necesariamente ocurra diferenciación. • Desarrollo: Requiere diferenciación de las distintas células, tejidos y órganos, así como la eventual trasformación a las diferentes etapas que forman parte del ciclo de vida. • Maduración: Se refiere al desarrollo del sistema reproductivo, culminando en la producción de huevos y espermas viables. 57 En las últimas décadas, se han desarrollado medios de cultivo para el estadio adulto de algunos helmintos, varios de ellos basados en la implantación de metacercarias en embriones de pollo (22). En los 70s, Hansen (26) logró obtener una línea celular a partir de embriones de un mutante albina del caracol que funge como primer hospedero intermediario para S. mansoni, uno de las especies causantes de la esquistosomiasis; dicha línea celular fue llamada Bge, por su origen a partir de embriones de Biomphalaria glabrata. Al realizarse cocultivos de estas células con esporocistos de S. mansoni se obtuvieron resultados exitosos, ya que se dio lugar a múltiples generaciones del parásito. En dichos estudios se comprobó que, en los cultivos, los esporocistos se duplicaban, e inclusive, se triplicaban en el transcurso de un mes. Además, se observó que los subcultivos provenientes de cultivos primarios también tenían la capacidad de establecerse y reproducirse en el hospedero. En otras palabras, tratándose de sistemas de cultivo y mantenimiento in vitro para el estadio larval de los parásitos causantes de esquistosomiasis, la estrategia que ha aportado los mejores resultados consiste en utilizar líneas de células embrionarias de B. glabrata (14, 20, 68). 58 Sin embargo, existe escasa información acerca de medios de cultivo para trematodos que infectan a caracoles marinos. La única referencia que reporta resultados exitosos alude a un sistema axénico para redias de la especie Himasthla elongata, que infectan al caracol Littorina littorea; el medio, diseñado por Gorbushin y Shaposhnikova, se basa en el empleo de agua de mar enriquecida con medio Leibovitz L-15 y permitió el mantenimiento de dichas redias por un periodo de hasta 163 días. Anteriormente, se habían realizado estudios sobre medios de cultivo para tejidos y células de diferentes invertebrados marinos, los cuales podrían ser de utilidad para confeccionar un medio en el cual se puedan mantener y cultivar helmintos que parasitan a moluscos marinos. De hecho, Gorbushin basó su diseño en el medio utilizado previamente por Odintsova (56) en el que se habían logrado cultivar células embrionarias del bivalvo Mizuchopecten yessoensis. El pH de la solución era de 7.3 y la osmolalidad se aumentó a 1100 mOsm, lo que permitió prolongar el cultivo por 163 días. En otro caso, Birmelin, et al. (8) cultivaron células de la glándula digestiva de molusco, con el objeto de efectuar estudios de toxicidad. 59 II. Parte experimental Material y Equipo - Medio L-15 en polvo (Sigma) - Agua de mar filtrada y esterilizada - Agua desionizada esterilizada - Etanol al 70% - Penicilina G (Sigma) - Estreptomicina (Sigma) - Filtro Millipore de 0.22 µm - Vidrio de reloj - Cajas Petri - Vernier - Martillo - Frascos de vidrio de 500 mL con tapón de plástico - Pipetas Pasteur de vidrio - Micropipetas de 200 y 1000 µL - Placas de 96 pozos - Pipetas graduadas de 5 y 10 mL - Vasos de precipitado de vidrio de 100 y 1000 mL - Espátula - Naves de plástico para pesar - Mechero Bunsen - Mechero Fisher - Tubos de plástico para centrífuga de 15 mL (Falcon) - Agarosa - Papel (Kimwipe) - Esponja - Pinzas de disección - Redes de tela para colectar 60 - Cajas de plástico de 15x10 cm con 6 compartimentos - Microscopio óptico (10, 20 y 40x) - Microscopio de disección (Olympus SZ40) - Bomba de vacío - Campana de flujo laminar - Balanza analítica (Mettler AJ100) - Medidor de pH - Autoclave Recolección de los caracoles Se recolectaron aproximadamente 700 caracoles de la especie Cerithidea californica entre los meses de marzo y junio del 2010, en la localidad de Carpinteria Salt Marsh, Carpinteria, CA, EUA (Latitud 34°24'8.70"N longitud 119°32'2.45"W) (Ver Anexo, Figura 19), seleccionándose aquellos de mayor tamaño (con longitudes superiores a 25 mm), por ser los que suelen asociarse a mayores probabilidades de infecciones parasitarias. Posteriormente, los caracoles se colocaron en una red y se almacenaron en una habitación oscura, con flujo constante de agua de mar (SW) durante periodos no mayores a un mes. 61 Identificación de infecciones de interés Con objeto de identificar a los caracoles infectados con la especie de interés, se aplicó la técnica de emergencia de cercarias: los caracoles se colocaron en un lugar seco durante 2 a 3 días y, a continuación, se enjuagaron con SW para eliminarles el exceso de lodo, antes de ser colocados de manera individual en cajas con compartimientos (Figura 11); en cada celda se agregaron aproximadamente 5 mL de SW y las cajas fueron expuestas al calor y luz de una lámpara durante tres horas, para promover la emergencia. Figura 11. Cajade 15x10 cm con 6 compartimentos utilizada para la emergencia de cercarias. Los caracoles que presentaron emergencia de cercarias se identificaron con ayuda de un microscopio de disección (Olympus 62 SZ40); dichas cercarias se extrajeron con una pipeta Pasteur, procediéndose a identificar al microscopio óptico la especie del trematodo infectante, según la guía de Martin (55) revisada por Kevin Lafferty y Ryan Hechinger. Las especies de digéneos utilizadas en este estudio fueron Euhaplorchis californiensis (EUHA), Himasthla sp. B (HIMB), Himasthla rhigedana (HIMA) y Stictodora hancocki (STIC), poniéndose mayor énfasis en EUHA y HIMB, debido a que son las de mayor prevalencia en la región involucrada. Disección del caracol Anterior a la disección, los caracoles fueron limpiados con agua de mar (SW) y tallados con un cepillo de dientes, a fin de librar a la concha de los residuos de lodo, algas, pequeños artrópodos, nemátodos y crustáceos. Así mismo, se usó papel remojado en etanol al 70% para eliminar los residuos persistentes y a los microorganismos presentes. Se determinaron las siguientes características morfológicas de los caracoles infectados: peso (con balanza analítica Mettler AJ100), longitud máxima y diámetro máximo (con vernier). 63 Figura 12. Caracoles de la especie C. californica de diferentes tamaños. Todos los instrumentos y materiales de vidrio fueron lavados con agua desionizada y desinfectados con etanol al 70%. El procedimiento de disección se llevó a cabo en una zona aséptica de 20 cm de radio generada por la flama de mecheros Fisher. Para efectuar la disección del caracol, se quebró su concha con un martillo, teniendo cuidado de no dañar la integridad del tejido. Empleando el microscopio de disección, se eliminaron los residuos de la concha y se procedió a identificar el sexo del caracol. La determinación del sexo generalmente se realiza tomando como base las características de la región gonadal, observándose ovarios y huevos contenidos en las hembras o las vesículas seminales en los machos. Lógicamente, en los caracoles infectados por castradores 64 parasíticos, la cantidad original de tejido gonadal suele desaparecer casi por completo, por lo que es necesario recurrir a la búsqueda del ovipositor, característico de las hembras, el cual se encuentra situado en la parte anterior, al lado derecho del organismo (Figura 9). Una vez determinado el sexo del caracol, se seccionó la zona posterior de su cuerpo, sitio en donde se encuentran los parásitos, y la fracción se trasladó a una caja Petri con agua de mar estéril al 80% (SSW). A partir del experimento 4, la porción gonadal entera se remojó por dos segundos en etanol al 70% (para mejorar las condiciones asépticas), antes de ser transferida a la caja Petri con SSW. Obtención de los parásitos Una vez que las gónadas se depositaron en la caja Petri, bajo el microscopio de disección se rasgó el tejido para liberar a los parásitos, con ayuda de algunas agujas y pinzas de disección. Las redias reproductivas en buen estado se tomaron con una pipeta Pasteur y se colocaron en una segunda caja Petri que contenía SSW, evitando la inclusión de tejido del caracol, de cercarias, de redias muertas y/o de soldados. 65 Terminada la selección, se realizaron 3 lavados con SSW. A partir del experimento 4, como paso adicional, se agregaron 5 mL de SSW con 250 U/mL de Penicilina G (Sigma) y 250 µg/mL de Sulfato de Estreptomicina (Sigma) y se dejó reposar por 45 – 60 minutos. Composición de los medios Se probaron tres medios de mantenimiento (A, B y C), comparándolos contra un control de SSW. Los medios se enriquecieron con Leibovitz L-15 (Sigma); el medio A (pH 7.9) se preparó con base en la composición, pH y osmolalidad utilizados en los cultivos de tejidos de organismos marinos, de acuerdo a lo descrito por Birmelin, et al. (8). El medio B (pH 7.7) se diseñó de modo que presentara la misma osmolalidad y composición de sales que la utilizada por Tucker (75), imitando la hemolinfa del gasterópodo Scutus breviculus; a ambos medios (A y B) se les agregó glucosa (1.5 g/L). Finalmente, el medio C (pH 7.8) consistió en SSW adicionada de L-15 (8 g/L), tal como el utilizado por Gorbushin y Shaposhnikova, para mantener redias de Himasthla elongata (24). Los medios probados se esterilizaron por filtración, usando membranas Millipore con poros de 0.22 µm; se almacenaron en 66 refrigeración por un máximo de 30 días y, antes de su uso, les fueron adicionados 200 U/mL de Penicilina G (Sigma) y 200 µg/mL de Sulfato de Estreptomicina (Sigma). Todas las partes del procedimiento que involucraron manipulación del medio fueron realizadas en una campana de bioseguridad de clase II. Evaluación del rendimiento de trematodos in vitro Para llevar a cabo los experimentos, se utilizaron placas (Falcon) de 96 pozos con fondo cóncavo, en las cuales se colocaron 10 a 20 redias por pozo y se agregaron 200 µL del medio correspondiente. La incubación se llevó a cabo en oscuridad y atmósfera libre al intercambio gaseoso. El medio de mantenimiento fue cambiado cada 4 a 5 días, reemplazando 120 µL en cada pozo. Las placas se observaron diariamente durante la primera semana y, en las semanas subsecuentes, se revisaron cada dos o tres días, para realizar el conteo y determinar las condiciones de las redias. Los organismos se consideraron muertos cuando no presentaban movilidad e integridad tegumentaria, habiendo perdido su color y forma característicos. Sin embargo, estos no fueron extraídos de la 67 placa, a menos que se encontraran flotando en la superficie. En los casos en los que se presentó emergencia de cercarias, éstas fueron conservadas dentro del pozo, excepto cuando se extraían accidentalmente durante el cambio del medio. Establecimiento de la técnica Experimento 1 El primer experimento se realizó para determinar preliminarmente el medio en el que las redias tenían una mayor sobrevida. Así, se probaron los medios A, B y C, empleándose SSW como control: se agregaron redias de la especie EUHA, provenientes de 4 caracoles distintos, y las placas se colocaron en una incubadora a 15°C. Experimento 2 Debido a que los caracoles se encuentran expuestos a variaciones de temperatura en su hábitat natural, en un segundo experimento se intentó imitar el ciclo natural de temperatura al que las redias son sometidas. Esto se llevó a cabo incubando las placas a 15°C durante la noche y por 5 h a 30°C en el día. 68 Además, en este segundo experimento se buscó determinar si en todos los medios empleados existía variación en el desempeño de las redias de cuatro diferentes especies de digéneos comunes en C. californica (HIMB, EUHA, HIMA y STIC). Para cada especie, las redias utilizadas provenían de dos caracoles diferentes (infrapoblaciones). Experimento 3 Con el tercer ensayo se evaluó si las redias requerían de un sustrato de anclaje: se tomaron redias de HIMB de tres infrapoblaciones distintas, y se colocaron en una placa con 12 pozos de fondo plano, a todos los cuales se agregó uno de siguientes sustratos: 0.5 cm2 de esponja, 0.5 cm2 de papel (Kimwipe) y una porción de tejido conectivo de la tunica propria del caracol (correspondiente al tejido que rodea la porción posterior del caracol y que contiene a los parásitos en hospederos infectados). El medio utilizado en este Experimento 3 fue el C, debido a que en experimentos anteriores éste fue el que aportó los mejores resultados. La temperatura de incubación incluyó una variación cíclica (15ºC durante la noche y temperatura ambiente por 4 a 5 h diarias). 69 Experimento 4: Efecto de la temperatura Una vez que se establecieron las técnicas adecuadas de disección de las gónadasdel caracol y de extracción de los parásitos estudiados, en este experimento se buscó determinar si existían diferencias significativas entre las diferentes temperaturas de incubación y la supervivencia de los parásitos; para ello, se utilizaron redias de dos infrapoblaciones de HIMB y dos de EUHA, colocadas en tres placas, las cuales fueron incubadas bajo diferentes condiciones: 1)a 15ºC; 2)a temperatura ambiente por 5 h al día y 15ºC durante la noche; y 3)a temperatura ambiente. El medio utilizado fue el C, aunque también se incorporó SSW como control. Experimento 5: Efecto de diferentes sustratos El experimento 5 se destinó a determinar si la supervivencia de las redias se incrementaba de una manera significativa al agregarse tejido del caracol hospedero. Así mismo, tomando en cuenta que grandes cantidades de parásitos suelen reunirse en espacios compactos, dentro de su hospedero, la densidad del medio se aumentó, adicionando medio semi-sólido a la porción inferior de los pozos implicados. 70 Para tales fines, se realizó la disección de dos caracoles infectados con EUHA y dos con HIMB. Las redias se colocaron en dos placas: en la primera se agregó a la mitad de los pozos un pequeño fragmento (0.5 cm2) de la tunica propria de las gónadas del caracol, quedando un total de 20 pozos con dicho tejido y otros 20 sin él. En cuanto a la segunda placa, antes de agregar las redias, se adicionaron a los pozos 50 µL de medio C semisólido (20 pozos con 0.5% de agarosa y otros 20 con 1.0% de agarosa. Finalmente, se colocaron 200 µL del medio C a cada pozo de ambas placas y éstas se mantuvieron a 15°C. Figura 13. Fotografía de un fragmento del tejido de caracol adicionado a los pozos, a fin de evaluar su efecto sobre el desempeño de las redias. Barra de escala: 2 mm 71 Análisis estadísticos Con el fin de interpretar y evaluar de manera confiable las observaciones realizadas, se llevaron a cabo varios tipos de análisis estadísticos: el primero, un análisis Kaplan-Meier, en el que se determinó una función de supervivencia relativa, con base en la probabilidad de muerte para cada uno de los días de duración del experimento. A partir de este dato se calculó el tiempo medio de supervivencia de las redias. El segundo análisis correspondió a la prueba de Wilcoxon, método no paramétrico que permite el contraste de dos medias, utilizado en la comparación de las funciones de supervivencia obtenidas previamente por el método de Kaplan-Meier. Finalmente, con objeto de determinar la diferencia entre más de dos medias, se llevó a cabo la prueba estadística de Kruskal-Wallis, método no paramétrico que permite comparar varias muestras independientes. Para ello, se utilizaron los valores de tiempo de vida media, calculados previamente mediante el análisis de Kaplan- Meier, como los datos a comparar. 72 Resultados Los primeros tres experimentos fungieron como pruebas preliminares que permitieron conocer el sistema de estudio; con ellos, fue posible establecer la técnica para efectuar la disección de los caracoles y extraer a los trematodos. Además, dichos ensayos fueron útiles para la familiarización con el comportamiento y morfología de las redias pertenecientes a las cuatro diferentes especies utilizadas, lográndose identificar con mayor eficacia los rasgos que revelan información sobre su estado general: integridad tegumentaria, motilidad, color y forma. De acuerdo con estas propiedades, en los experimentos posteriores, las redias fueron clasificadas en alguno de los siguientes dos grupos: vivas, muertas. Elección del medio En los primeros dos experimentos se sometieron a prueba tres medios y se compararon contra un control de solución salina. No fue posible obtener resultados a largo plazo, puesto que fue necesario dar por finalizados los ensayos debido a la contaminación fúngica y 73 bacteriana observada a las dos semanas de haberse iniciado. Sin embargo, con los resultados obtenidos fue posible determinar que la sobrevivencia de las redias mantenidas en los diferentes medios resultaba notablemente mayor a la mostrada por las que se encontraban en el control de SSW. Además, mediante estos estudios preliminares pudo determinarse que el medio C era el que funcionaba mejor, dado que aparentemente era el que mantenía en buenas condiciones a las redias durante periodos mayores. Supervivencia en SSW y en medio C En el experimento 4, en el cual se comparó la supervivencia de las redias en el medio C y en SSW, se encontró que, en el primero, el tiempo de vida medio de las mismas clonas era de 21.1 días, lo que resultaba significativamente mejor que en SSW, en donde la cifra obtenida fue de 12.124 días. 74 Tabla 1. Análsis de Kaplan-Meier para las redias en SSW. T ie m p o ( d ía s) In d iv id u o s e n ri e sg o M u e rt o s C e n sa d o s P ro p o rc ió n d e m u e rt o s Ín d ic e d e su p e rv iv e n ci a F u n ci ó n d e su p e rv iv e n ci a a cu m u la d a D E 1 178 0 0 2 178 0 0 3 178 1 0 0.006 0.994 0.994 0.006 4 177 0 0 5 177 0 0 6 177 0 0 7 177 0 0 8 177 17 0 0.096 0.904 0.899 0.023 9 160 69 0 0.431 0.569 0.511 0.037 10 91 26 0 0.286 0.714 0.365 0.036 11 65 22 0 0.338 0.662 0.242 0.032 12 43 10 0 0.233 0.767 0.185 0.029 13 33 0 0 14 33 1 0 0.030 0.970 0.180 0.029 17 32 5 0 0.156 0.844 0.152 0.027 18 27 0 0 19 27 3 0 0.111 0.889 0.135 0.026 20 24 10 0 0.417 0.583 0.079 0.020 21 14 2 0 0.143 0.857 0.067 0.019 24 12 5 0 0.417 0.583 0.039 0.015 26 7 0 0 28 7 1 0 0.143 0.857 0.034 0.014 31 6 4 0 0.667 0.333 0.011 0.008 34 2 0 0 Total observados Total muertos Total censados 178 177 1 75 Gráfica 1. Supervivencia de las redias en SSW. Las líneas rojas punteadas señalan la desviación estándar. Tiempo medio de supervivencia (días) DE 12.124 0.503 76 Tabla 2. Análisis de Kaplan-Meier para las redias en el medio C. T ie m p o ( d ía s) In d iv id u o s e n ri e sg o M u e rt o s C e n sa d o s P ro p o rc ió n d e m u e rt o s Ín d ic e d e su p e rv iv e n ci a F u n ci ó n d e su p e rv iv e n ci a a cu m u la d a D E 2 531 1 0 0.002 0.998 0.998 0.002 3 530 1 0 0.002 0.998 0.996 0.003 4 529 0 0 5 529 2 0 0.004 0.996 0.992 0.004 6 527 0 0 7 527 0 0 8 527 1 0 0.002 0.998 0.991 0.004 9 526 5 0 0.010 0.990 0.981 0.006 10 521 19 0 0.036 0.964 0.945 0.010 11 502 178 0 0.355 0.645 0.610 0.021 12 324 0 0 13 324 3 0 0.009 0.991 0.605 0.021 14 321 1 0 0.003 0.997 0.603 0.021 17 320 49 0 0.153 0.847 0.510 0.022 18 271 52 0 0.192 0.808 0.412 0.021 19 219 10 3 0.046 0.954 0.394 0.021 20 206 32 0 0.155 0.845 0.332 0.020 21 174 4 2 0.023 0.977 0.325 0.020 24 168 16 0 0.095 0.905 0.294 0.020 26 152 60 8 0.395 0.605 0.178 0.017 28 84 15 0 0.179 0.821 0.146 0.016 31 69 1 0 0.014 0.986 0.144 0.016 34 68 7 0 0.103 0.897 0.129 0.015 35 61 3 0 0.049 0.951 0.123 0.015 38 58 2 0 0.034 0.966 0.119 0.014 40 56 3 8 0.054 0.946 0.112 0.014 Total observados Total muertos Total censados 531 495 36 77 Gráfica 2. Supervivencia de las redias en el medio C. Las líneas rojas punteadas representan la desviación estándar. Tiempo medio de supervivencia (días) DE 21.131 0.582 78 Gráfica 3. Comparación entre la supervivencia de las redias mantenidas en medio C y en SSW. (GL=1) Test estadístico Valor observado Valor critic Valor de p Α Wilcoxon 218.688 6.635 < 0.0001 0.010 79 En la tabla anterior se puede apreciar que el valor de p calculado es mucho menor que el nivel de significancia α=0.01,
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