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Terapia-de-intervencion-narrativa-con-enfoque-de-la-teora-constructivista-para-resignificar-el-autoconcepto-de-personas-con-sndrome-de-Klinefelter

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
 
 
FACULTAD DE PSICOLOGÍA 
 
 
 TERAPIA DE INTERVENCIÓN NARRATIVA CON ENFOQUE DE 
LA TEORIA CONSTRUCTIVISTA PARA RESIGNIFICAR EL 
AUTOCONCEPTO DE PERSONAS CON SÍNDROME DE 
KLINEFELTER 
 
 
T E S I N A 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
LICENCIADO EN PSICOLOGÍA 
 
 
P R E S E N T A: 
ALEJANDRO RIVERA RICO 
 
 
DIRECTOR DE LA TESINA: 
MTRO. JORGE ORLANDO MOLINA AVILÉS 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Ciudad Universitaria, D. F. SEPTIEMBRE, 2011 
 
 
 
 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
Agradecimiento y Dedicatoria 
 
 
Dedicado a Amelia quien en vida estando enferma se levantaba a trabajar. 
 
 
Agradezco a José Luis quien da lo mejor de sí. Sergio y José Luis por ser los 
hermanos mas creativos. 
 
 
Agradezco a las/los Profesores del Jardín de Niños, Escuelas Primarias, 
Secundaria, C.C.H. Azcapotzalco. 
 
 
Agradezco a mi esposa Patricia, la compañera de mi vida por su apoyo y 
paciencia. 
 
 
Agradezco a mi compañera del trabajo Lic. Laura Pérez Ortiz por su entusiasmo y 
sabiduría. 
 
 
Amigos y compañeros Emilio Nava Ponce, Enrique Bulmaro Iturbe García, Juan 
Manuel Díaz Granados. 
 
 
 
Agradezco a mi director de Tesina Maestro Jorge Orlando Molina Avilés por su 
apoyo y guía. 
 
 
 
Agradezco a la Maestra Yolanda Bernal Álvarez, Lic. Lidia Díaz San Juan, 
Lic. Aída Araceli Mendoza Ibarrola, Lic. Damariz García Carranza, por sus 
observaciones y valioso tiempo. 
 
 
 
Agradezco al personal en la D.E.C., por los seguimientos y apoyos. 
 
 
 
Agradecimiento a la Universidad Nacional Autónoma de México por permitirme 
obtener el grado de Licenciatura en Psicología. 
 
 
 
ÍNDICE 
 
Resumen.................................................................................................................1 
 
Introducción.........................................................................................................................2 
 
Capítulo 1. Estudios en cognición, emocionales, físico, conductuales y 
psicológicos en recién nacidos, la niñez, la adolescencia, y adultos con 
Síndrome de Klinefelter.........................................................................................5 
1.1 Antecedentes históricos.............................................................................5 
1.2 Síntomas físico del síndrome de Klinefelter...............................................6 
1.3 Conceptos básicos de genética.................................................................8 
1.4 Definición del Síndrome de Klinefelter.......................................................9 
1.5 Etiología.....................................................................................................9 
1.6 Sospecha diagnostica, y el diagnóstico de certeza..................................10 
1.7 Estudios en recién nacidos.......................................................................10 
1.8 Estudios en la niñez..................................................................................11 
1.9 Estudios en la adolescencia.....................................................................12 
1.10 Presentación de un caso sobre el Síndrome de Klinefelter, 
publicado en Internet.........................................................................................14 
1.11 Estudios en la etapa del adulto................................................................18 
1.12 Estudio psicológico en personas con síndrome de Klinefelter.................19 
1.13 Diagnóstico...............................................................................................20 
1.14 Tratamiento...............................................................................................20 
1.15 Función del psicólogo frente a la infertilidad............................................21 
1.16 Trastornos psicológicos producidos por el diagnóstico de infertilidad......23 
1.17 El proceso psicológico de la mujer, del hombre y su relación: 
 la pareja infértil…………………………………………………………….....24 
1.18Trastornos en el estado de ánimo por tratamientos farmacológicos 
 ante la infertilidad.......................................................................................27 
 
Capítulo 2. El Constructivismo una teoría para abordar a personas con 
síndrome de Klinefelter........................................................................................28 
2.1 Antecedentes. Teorías que sustentan al constructivismo…...................…30 
2.2 Epistemología Genética. Jean Piaget........................................................30 
2.3 Psicología sociocultural de Lev Semionovich Vigotsky..............................32 
2.4 Interaccional. David V. Ausubel........................................………....……...33 
2.5 La teoría de esquemas. Anderson, Rumelhart.........................................35 
2.6 Tipos de constructivismo...........................................................................37 
2.7 Jerone Bruner. Andamiaje.........................................................................38 
2.8 Componentes del aprendizaje desde la perspectiva constructivista.........40 
 2.9 Perkins: Imágenes mentales......................................................................40 
 2.10 La representación de uno mismo: autoconcepto........................................41 
 2.11 El autoconcepto, y la percepción de la imagen corporal............................43 
 2.12 Narrativa.....................................................................................................45 
 
 
 
 
 
Capítulo 3. La Narrativa bajo la teoría constructivista para significar el 
autoconcepto de la persona con Síndrome de Klinefelter...............................50 
 3.1 La construcción social de la salud-enfermedad mental. Dudet ...................51 
 3.2 Terapia de intervención narrativa................................................................53 
 3.2.1 La narrativa................................................................................................54 
 3.3 Análisis de la narrativa..................................................................................60 
 
Propuesta..............................................................................................................67 
Materiales propuestos para otras investigaciones...........................................68 
Escenarios.............................................................................................................70 
 
Alcances y limitaciones.......................................................................................71 
 
Discusiones y Conclusiones...............................................................................71 
 
Referencias............................................................................................................72 
 
Anexos...................................................................................................................79 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
RESUMEN 
 
El objetivo principal de este trabajo se basó en cómo se forma el autoconcepto en 
personas con Síndrome de Klinefelter (S. de K.).El objetivo específico fue analizar 
cómo se construye el autoconcepto desde la narrativa porque resulta crucial en el 
desarrollo temprano de procesos de secuenciación analógica de experiencias, 
como de los primeros momentos de vida, este proceso de ordenamiento de la 
experiencia para mantener la propia coherencia no cesa en la vida del cliente. 
Lograr que el cliente aumente el conocimiento sobre sus propias reglas de 
funcionamiento, es una estrategia que amplia significativamente la flexibilidad en 
la referencia de las experiencias cotidianas. (Reda, 1986; Guidano, 1991; 1994; 
1995; Siegel, 1996). Evitando el ya obsoleto dilema de que si es necesario o no el 
insight para el cambio clínico, la investigación documenta la adecuación de este 
modelo. 
 
Esta tesina aporta un conocimiento al campo de la psicología, aunque no se 
puedan generalizar estos datos sobre cómo se construye el autoconcepto en la 
persona con el síndrome de Klinefelter en población mexicana, esta se presenta 
del modelo de Guidano, de la terapia de intervención narrativa en la explicación 
constructivista, cuya efectividad radica en cómo se mantiene la coherencia 
narrativa, la continuidad en el curso de vida de un sujeto. 
 
Esta tesina es una investigación cualitativa bajo el enfoque de la teoría 
constructivista. Las técnicas utilizadas para la recolección de datos fueron las 
narrativas, e intervenciones de las experiencias de un grupo de España y uno de 
México, que participaron en comunicación vía correo electrónico respondiendo a 
una invitación abierta sin fines de lucro, la investigación fue de la Facultad de 
Psicología U.N.A.M., quienes manifestaron una disposición abierta a esta 
experiencia binacional. 
 
Con esta investigación no se pretende dar por concluida la misma, de la 
construcción del autoconcepto en el síndrome de Klinefelter así a otros estudios, 
dado que es importante analizar las esferas cognitivas, emocionales, sociales y las 
situaciones de pacientes en Hospitales de alta especialidad, a fin de que las 
personas logren adquirir cada vez mayor seguridad y confianza en sí mismos, de 
esta forma facilitar la manifestación de un autoconcepto positivo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1 
INTRODUCCION 
 
Este trabajo tiene el objetivo de analizar el discurso sobre cómo se construye el 
autoconcepto, cómo se percibe así mismo, cómo es el trato diario, cómo se 
representa la persona con síndrome de Klinefelter, dentro del límite de acceso 
definido por el contexto experimental. 
 
En el primer capítulo se centra el interés de los antecedentes históricos del 
síndrome de Klinefelter, cuyo descubridor lleva el apellido del Dr. Harry Klinefelter 
(1942), estableciéndose las bases genéticas en 1956 con dos cromosomas X, 
definiéndose el cariotipo XXY. Se revisa la etiología, la amniocentesis un estudio 
médico que podría diagnosticar en forma prenatal este síndrome, en recién 
nacidos realizarse otro llamado corionico. 
 
En la niñez ser detectado por la observación directa diferenciando entre 
hipospadia y el pene pequeño de un niño. En la adolescencia la falta de fuerza y 
agilidad combinada con una historia de problemas de aprendizaje pueden dañar la 
autoestima considerando que solo un 10% de los jóvenes XXY tienen pechos lo 
suficientemente grandes como para avergonzarse de si mismo y/o recurrir a la 
cirugía. 
 
En el adulto con síndrome de Klinefelter es probable que tengan historiales de 
diferentes aprovechamientos escolares, depresión, autoestima inadecuada, falta 
de energía y disminución del entusiasmo; en el caso de un proceso vivencial de 
relación de pareja el hecho de ver postergada por mayor tiempo la paternidad no 
solo la relación se ve amenazada, también la percepción de su valor personal y su 
rol social recurriendo a intervenciones que parten de un conjunto de ideas, mitos, 
expectativas, reglas mágicas que se transmiten socialmente sobre lo que un 
hombre debe o no hacer, el hombre intenta tener relaciones sexuales por mayor 
tiempo y frecuencia, mientras que en el caso de la pareja femenina, la mujer al 
verse postergada en el embarazo comienza a sentir ansiedad, tristeza por 
mantener relaciones sexuales, desnaturalizando la reproducción y rabia al ver 
llegar la menstruación, anhelar el embarazo-parto estas son entonces una fuente 
adicional de dolor. En esta etapa del proceso en el caso de contar con una pareja 
habrán fortalecido la relación o bien estarán derrotados por la experiencia, lo que 
se puede expresar en melancolía, depresión, angustia o en conflictos importantes 
de la relación. Cuando no se ha obtenido éxito con el tratamiento de fertilización, 
el desafío será cuándo detenerse y concluir los intentos de tener un hijo biológico. 
En algunos casos la posibilidad estará en la incorporación de gametos de un(a) 
donante, lo cual implica enfrentarse a esa opción con sus renuncias y 
posibilidades, coincidencias o diferencias, la fertilización in-vitro o la adopción se 
viven en un duelo que permite a la pareja femenina con o sin problemas de 
fertilidad, y a la pareja masculina con síndrome de Klineferter tomar una nueva 
decisión. 
 
 
 
 
2 
En el capítulo I, encontraremos la relevancia de la función de psicólogo frente a la 
disminución hasta la ausencia de esperma en el hombre, también llamada 
azoospermia como en el caso del Síndrome de Klinefelter; los trastornos 
psicológicos por el diagnóstico de infertilidad en el varón; los cambios en el estado 
de ánimo por tratamientos farmacológicos; estudios psicológicos realizados en la 
fundación Genes y Gentes en España. 
 
De los anteriores estudios nos basaremos en la teoría constructivista para analizar 
cómo se construye la autoconcepto en las personas con síndrome de Klinefelter. 
 
En el capítulo dos, las teoría de Piaget, Vigotsky, Ausubel, Anderson, Jerone 
Bruner, Perkins; y las observaciones de Gilberto Limón Arce mas que teorías del 
desarrollo psicológico, las teorías constructivistas definen que las realidades 
psicológicas son inherentemente privadas, que el foro donde se produce el cambio 
significativo pertenecen al dominio del self, del autoconcepto, y que del self es una 
complejidad dinámica que se origina y modifica en función de las relaciones 
interpersonales. Al centrarnos en la representación de uno mismo, del 
autoconcepto y la dimensión emocional la autoestima, analizada en la terapia 
narrativa esta ofrece facilitar la integración. El principal interés, de esta perspectiva 
es llegar a co-construir con el paciente la pauta problema que “satura” (en 
palabras de White, 1990), co-construir también la pauta de di-solución. Es por ello 
que, en ése empeño, el terapeuta y el paciente podrán plantear un contexto 
individual de tratamiento, o podrán hacerlo en un contexto familiar o grupal. En 
cualquier caso, lo que tiene más relevancia es el significado que de la narrativa, 
permita la construcción de la di-solución de ese problema, también contenida 
dentro de la narrativa de consulta. La cual es, la forma que toma la descripción de 
nuestra experiencia en el contexto de lenguaje y la cultura (White, y Epson, 1990, 
Linares, 1996). Las realidades que cada uno de nosotros tomamos por 
sólidamente fundamentadas, son las realidades con las que nos ha rodeado 
nuestra sociedad desde nuestro nacimiento (Berger y Luckmann 1966, Freedman 
y Combs, 1996). 
 
Definir el constructivismo o su relevancia para la psicoterapia, es una amplia 
respuesta para este concepto, abarca una visión cognitiva del significado (Kelly, 
1955; Neimeyer, 1987); se funda la experiencia afectiva humana de significado y 
puede verse como una forma refinada de conocimiento (Bannister, 1977; Guidano, 
1991; Mahoney, 1991). Interviene una visión solipsista del conocimiento aislado 
como si estuviera encapsulado en un mundo de significados únicamente de su 
propia construcción. Aunque algunos constructivistas enfatizan el papel del 
individuo al proclamar significados, y por lo tanto, al enmarcar la experiencia 
(Rychlak, 1990),otros destacan que al hacerlo, el individuo necesariamente 
recurre a, y en un sentido radical está constituido por, las convenciones 
lingüísticas y las narrativas culturales en las que está inmerso (Mair, 1988; 
Maturana y Varela, 1987). Desde esta perspectiva, los procesos personales como 
recordar tienen dimensiones colectivas (Middleton y Edwards, 1990) 
 
 
 
3 
La investigación de Neimeyer & Levitt (2001) ha indicado que adultos que pueden 
crear narrativas coherentes y emocionalmente expresivas de eventos estresantes 
muestran como consecuencia buena salud física y psicológica. 
 
En el capítulo tercero, se encontrará una propuesta sobre la narrativa, una 
dimensión de la práctica constructivista que ha reverberado a través las 
tradiciones contemporáneas en psicoterapia. La función de las narrativas que 
genera en el cliente, en el cambio terapéutico, representa un esfuerzo para lograr 
un sentido de continuidad en la experiencia vivida. Dada la diversidad en el nivel 
de abstracción y la especificidad metodológica, estos estudios ofrecen una 
muestra de las formas en que se pueden establecer la práctica construyendo el sí 
mismo como un texto y la terapia como una forma de hermenéutica constructivista. 
 
Se concluyó que la autoestima es un elemento que interviene de manera 
significativa en la expresión emocional, ya que una autoestima fortalecida por la 
seguridad en sí mismo y un autoconcepto saludable, influye de manera asertiva en 
la expresión emocional, dando así relaciones interpersonales funcionales. Por lo 
tanto los problemas psicológicos en el varón con síndrome de Klinefelter son 
complejos, por ello se tiene que continuar dar un sentido de la expresión 
emocional a la corporeidad, al deseo de la paternidad, a ser en pareja, a ser 
humano con mayor seguridad personal. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
4 
REVISIÓN TEÓRICA 
 
CAPITULO I. Estudios en cognición, emoción, desarrollo físico y conductual 
en recién nacidos, la niñez, la adolescencia, y en adultos nacidos con el 
Síndrome de Klinefelter. 
 
1.1. Antecedentes Históricos. 
 
El síndrome de Klinefelter fue descrito inicialmente en 1942 por el Dr. Harry F. 
Klinefelter, jr., médico estadounidense nacido en 1912, y otros colaboradores 
Edward Reifensten y Fuller Allbrigth en el Massachussets General Hospital de 
Boston, publicaron un reportaje de 9 hombres de 17 a 38 años de edad con 
grandes pechos (ginecomastia bilateral), escaso vello facial y corporal, testículos 
pequeños e incapacidad para la producción de esperma o azoospermia. 
 
En 1956, siete hombres con cromatina sexual femenina (aquí cabe aclarar que las 
hembras normales tienen cromatina sexual y son por ello, cromatín-positivas; los 
varones normales carecen de ella y son por tanto, cromatín negativos, también 
llamados “cuerpos de Barr”) se observaron en la mucosa oral y tejido epidérmico, 
características que coincidían con las observadas por Klinefelter. 
 
De los dos estudios se postuló que las células tenían 2 cromosomas X, sugiriendo 
que estos hombres tenían cariotipo XXY. 
 
En 1959 Jacobs y Strong reportaron un paciente masculino con disgenesia 
gonadal, ginecomastia, testículos pequeños, poco crecimiento de vello facial y voz 
aguda con 47 cromosomas, estableciéndose desde entonces el cariotipo XXY de 
los pacientes con S. de K. (Manning, M. A., y Hoyme, H. E. 2002). 
 
A lo largo de 50 años, los investigadores descubren que los hombres con S. de K., 
poseían un cromosoma sexual extra XXY, en vez de la configuración normal XY. 
 
A principios de 1970 los investigadores alrededor del mundo buscaron identificar 
hombres que tuvieran este cromosoma extra escaneando largas listas de niños 
recién nacidos. Uno de los mayores estudios lo realizó el Instituto Nacional de la 
Salud Infantil (NICHD). Revisó los cromosomas de 40,000 niños. Basado en estos 
estudios, la trisonomía XXY aparece como la más común de las anormalidades 
genéticas con una frecuencia entre 1 de 500, a 1 de 1000 varones nacidos. 
Aunque la causa del síndrome, un cromosoma sexual extra es común, los 
síntomas y características que pueden resultar de tener este cromosoma extra, no 
es común. Los hombres pueden vivir toda su vida sin sospechar que tienen un 
cromosoma adicional. (Bock, R. 2000). 
 
Posteriormente se han descrito otras variedades del cariotipo en individuos que 
presentan sintomatología clínica del S. de K., por ejemplo 48XXYY; 
46,XY/47,XXY; 48,XXXY; aproximadamente 80% son 47XXY y el 10% restante 
representan los mosaicos (líneas celulares con distinto fenotipo o cariotipo) y otros 
cariotipos. (Hernández, G. J. 2004). 
5 
1.2 Síntomas físicos. Los varones que padecen el Síndrome de Klinefelter 
pueden presentar una serie de síntomas fisiológicos que son detectados por 
médicos especialistas a través de pruebas y técnicas específicas para tales fines. 
 
Los síntomas no tienen porqué manifestarse en las personas ni tienen porqué 
presentarse en su totalidad, así mismo la intensidad con que pueden manifestarse 
es variable por lo que existe una considerable heterogeneidad clínica. Estos 
síntomas son: 
 Talla elevada. 
 Mayor acumulación de grasa subcutánea (fundamentalmente en la edad 
adulta). 
 Alteraciones dentarias. 
 Esterilidad por azoospermia. 
 Tejido mamario agrandado (ginecomastia). 
 Vello pubiano disminuido. 
 Testículos de tamaño reducido. 
 Osteoporosis. 
 Hiperlipemia (colesterol, triglicéridos en concentraciones mayores). 
 Taurodontismo (posibles malformaciones dentarias con mayor probabilidad 
de caries). 
 Venas varicosas en las extremidades inferiores. 
 
Paulsen describe el síndrome clínicamente por: 
1) Testículos pequeños, y firmes. 
2) Diferentes grados de eunucoidismo. 
3) Azoospermia. 
4) Ginecomastia. 
5) Anormalidades mentales. 
6) Células de Barr, positivas en muestras bucales. 
7) Aumento de gonadotrofina urinaria. (Manning, M. A. y Hoyme, H. E. 2002). 
 
Los individuos aquejados de esta anomalía genética presentan una serie de 
rasgos físicos (nunca psíquicos) que se agrupan bajo el síndrome que lleva el 
nombre de su descubridor Klinefelter. (Montoya, T. B. 2000). 
 
También se han descrito casos de varones que presentan un aspecto eunuco 
(hombre castrado encargado de importantes funciones administrativas y militares, 
así como de la custodia de los harenes imperiales del antiguo Irán, Bizancio, 
China, mundo musulmán medieval, e Imperio otomano) de estatura elevada, 
miembros largos, barba escasa y vello pubiano de distribución femenina, cara 
ancha con cierto hipertelorismo (aumento de la distancia entre los ojos), 
mandíbula ancha y corta. 
 
Los individuos de este grupo tienen tal parecido facial unos a otros que parecen 
hermanos. Suelen tener un pene normal coincidente con testículos atróficos (en 
consecuencia estériles), cadera feminoide y como rasgo característico presentan 
una acusada ginecomastia (aumento del desarrollo de las mamas). 
 
6 
Pueden realizar una vida sexual normal aunque con una involución prematura que 
aparece entre los 35 y 40 años de edad. 
 
Son individuos de una inteligencia superior a la media, aunque adquirirán notorias 
tendencias paranoides. Debido al peso de los convencionalismos sociales y de 
limitaciones frente a la sexualidad, no buscan en el matrimonio una forma de vida, 
sino por motivos que necesiten servirse de él como mecanismo de autoafirmación 
de normalidad sexual y social ante el específico entorno en que se desenvuelven. 
 
En el texto “Psicopatología de la relación conyugal” mencionan dos casos con 
maridos aquejados de un síndrome de Klinefelter, y en ellos las circunstancias que 
concurrieron parecían fotocopias una de la otra. En ambos, aparte del manifiesto 
desajuste conyugal planteado prácticamente desde el inicio de la convivencia (en 
modo alguno imputable a dicho síndrome) tuvo lugar un fenómeno 
complementario promovido por los mismos con el fin de salvar la convivencia 
conyugal, dado que en ambos casos no parecíavenir los hijos. En uno de ellos 
adoptó en secreto un hijo y en el otro se produjo la fecundación de la esposa con 
semen de banco. 
 
La presencia de ambos hijos no salvó a ninguno de los dos matrimonios; se 
observó a los esposos promoviendo sus respectivas autoafirmaciones, aparte de 
ser portadores del síndrome de Klinefelter, lo fueron también en un complejo de 
Edipo así como de un desarrollo paranoide respectivamente. También concurrió 
en ellos la peculiar circunstancia de que los dos contrajeron matrimonio con dos 
portadoras de síndromes, con lo que sus aviesas pretensiones se cumplieron a 
placer, como no menor fue la inexorable disolución crítica de ambas convivencias. 
(Montoya, T. B. 2000). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
7 
1.3 Conceptos básicos de genética. 
 
La genética es una ciencia básica y práctica que examina las leyes de la herencia, 
de la transmisión y de la comprensión de información para el crecimiento y 
desarrollo de los seres vivos. 
 
El material genético se encuentra en el núcleo de las células del organismo. 
Utilizando el microscopio podemos verlo en forma de bastones alargados, que 
reciben el nombre de cromosomas. 
 
Las células del organismo humano, denominadas células corporales o somáticas, 
contienen 23 cromosomas organizados en pares. Cada cromosoma se 
corresponde con otro igual en cuanto a tamaño, forma y función. De ahí que se 
denominen cromosomas homólogos. 
 
Uno de los cromosomas de cada par proviene de la madre y el otro, del padre. 
Cuando de unen, cada una de estas células somáticas tiene 46 cromosomas. 
 
El conjunto del repertorio de cromosomas de la célula de una persona constituye 
el cariotipo. De estos 46 cromosomas, 22 pares son denominados autosomas. El 
par que resta está formado por los cromosomas sexuales, que determinan si un 
organismo es varón o hembra, las mujeres poseen dos cromosomas X, mientras 
que los hombres tienen un cromosoma X y otro menor denominado Y. 
 
A lo largo de los cromosomas encontramos distribuidos los genes. Un solo 
cromosoma puede contener mas de 10 mil genes. 
 
Los genes intervienen en la construcción de las estructuras y las funciones del 
organismo mediante la síntesis de proteínas. Estas dirigen las células en su 
proceso de formación y diferenciación e influyen en la función que cada una o 
cada grupo de ellas debe desempeñar. La síntesis de proteínas puede quedar 
gravemente alterada como consecuencia de anomalías en el proceso de división 
celular. 
 
Meiosis refiere a la división nuclear que ocurre durante la formación de los 
gametos. Se producen dos divisiones celulares consecutivas, pero sólo hay una 
división de los cromosomas. Así, el número de cromosomas se reduce del número 
diploide (46) al número haploide (23). Durante la meiosis, se produce el 
emparejamiento entre los cromosomas homólogos, seguida de la ruptura 
cromosómica y el entrecruzamiento. El resultado final de la meiosis son cuatro 
células, cada una de las cuales contiene la mitad de los cromosomas de la célula 
originaria. 
 
Mitosis es una forma de división nuclear en la que cada cromosoma se divide a lo 
largo (se replica así mismo); cada una de las cromatides de cada cromosoma 
pasa a una célula hija. Así, cada célula hija recibe la dotación completa de 46 
cromosomas. Este tipo de división celular es característica de las células 
somáticas y de las células germinales antes de que comience la meiosis. 
8 
1.4 Definición del síndrome de Klinefelter (S. de K.). 
 
El S. de K. es una anomalía de los cromosomas sexuales poco conocida, que se 
presenta por la no disyunción meiótica de un cromosoma X, y afecta al sexo 
masculino teniendo una incidencia importante. 
 
1.5 Etiología. 
 
El S. de K. se presenta en hombres con cromosoma X supernumerario, un 
cariotipo 47 XXY. 
 
Se pueden observar otras combinaciones 48 XXXY, 49 XXXXY y mosaicos 47 
XXY. 
 
El número de cromosomas X extras reduce el coeficiente intelectual en un 
promedio de 15 a 16 puntos, siendo el lenguaje el área mas afectada. 
 
El cromosoma adicional puede provenir del defecto mieótico del padre en un 53% 
o de la madre 43% o en un 3% de errores mitóticos postcigoticos. 
 
Se ha observado que la edad paterna aparentemente no está relacionada con la 
falla meiótica, pero si la edad materna. No existe evidencia que sugiera que el 
proceso de no disyunción se pueda repetir en una familia. 
 
Se estima que el 47 XXY es el desorden de cromosomas sexuales con una 
frecuencia de 1 a 600 hombres. 
 
La incidencia de las variantes es baja 1/50,000 para el 48 XXXY. 
 
En 1/85,000 a 1/100,000 para el 49 XXXXY (Manning, M. A. y Hoyme, H. E. 2002). 
 
El cromosoma X extra es de origen materno en el 67% , y de origen paterno en un 
33%. La edad materna promedio se ha reportado de 31.3 años y la paterna de 
35.5 años. 
 
Otro aspecto que se considera importante en cuanto a la etiología es la irradiación 
de uno o de ambos progenitores. 
 
Se cree que la variante en mosaico obedece a una falta de disyunción mitósica de 
los cromosomas tras la formación del cigoto manifestándose como 46 XY, 47 XXY. 
Este último o la falta de disyunción doble (en mito o meiosis) explican porqué la 
forma de mosaico es menos frecuente que la clásica (Hernández. G. J., 2004). 
 
 
 
 
 
 
9 
1.6 Sospecha diagnóstica, y el diagnóstico de certeza. 
 
El S. de K. podría diagnosticarse en forma prenatal, mediante la amniocentesis 
(estudio prenatal para detectar anormalidades congénitas). La edad de la madre 
es un factor de riesgo para el S. de K., que para otro como es el Síndrome de 
Down. Cuando no se sospecha que se presente este síndrome, los hombres con 
47 XXY presentarán una variedad de síntomas clínicos que dependen de la edad. 
(Manning, M. A. y Hoyme, H. E. 2002). 
 
El diagnóstico de certeza se realiza a través de estudios de cariotipo. Debido a 
que su incidencia en la población es baja y que el costo de los estudios genéticos 
es alto no se justifica su búsqueda rutinaria en el momento del nacimiento 
(Instituto Austral) 
 
1.7 Estudios en recién nacidos. 
 
En años recientes, los hombres XXY han sido diagnosticados antes de nacer, a 
través de la amniocentesis o del estudio coriónico (CUS). En la amniocentesis, se 
extrae una muestra del fluido que rodea al feto. Las células fetales de este fluido 
son examinadas para detectar anormalidades cromosómicas. El estudio coriónico 
es similar a la amniocentesis salvo que el procedimiento se hace en el tercer 
trimestre de embarazo y las células del feto necesarias para el examen son 
tomadas de la placenta. Ninguno de estos procedimientos se realizan 
normalmente salvo que en la familia exista un historial de defectos genéticos, la 
edad de la madre supere los 35 años de edad o cuando otras indicaciones 
médicas estén presentes. 
 
Ni un médico, ni la madre de familia, ni la propia persona que nace con S. de K., 
puede sospechar que es XXY aunque tenga retrasos en el habla o dificultades en 
la lectura, escritura, sean altos, delgados, pasivos y tímidos. Porque esta 
descripción no es para todos. 
 
De acuerdo con el doctor Robinson, los bebés XXY difieren poco de otros niños de 
su edad. Tienden a empezar su vida como “niños buenos”, tranquilos, sin requerir 
demasiada atención, incluso alguno pueda ser pasivo. Como bebes pueden ser de 
alguna manera tímidos y reservados. Normalmente aprenden a caminar más tarde 
que otros niños y pueden tener un retraso similar al comenzar a hablar. 
 
En algunos niños, los retrasos en el lenguaje pueden ser severos, cuando el niño 
no aprende a hablar completamente hasta la edad de 5 años. Otros pueden 
aprender a hablar a una edad normal y no encontrar ningún problema hasta que 
comienza la escuela, donde al igual que los no tienen el síntoma experimentan 
dificultades en la lectura. Otros no tienen problema en aprender a hablar o leer. 
 
Normalmente los niños XXY tienen dificultad con el lenguaje expresivo, es decir, 
expresar con palabras sus pensamientos, ideas y emociones.En contraste, su 
facultad para el lenguaje receptivo, entender lo que escucha, es cercana a lo 
normal. 
10 
1.8 Estudios en la niñez. 
 
En la infancia el S. de K., puede detectarse durante la evaluación cromosómica en 
el estudio de hipospadia (malformación del pene, en el que la uretra se abre en la 
cara inferior y no en el extremo de este), pene pequeño o criptorquidia (cuando los 
testículos no descienden o el descenso es incompleto, la producción de 
espermatozoides se suprimirá durante la pubertad), pero esto es singular. En la 
edad escolar pueden detectarse problemas de aprendizaje, retraso en el lenguaje 
o problemas de conducta y esto estimula realizar exámenes de alteraciones 
cromosómicas junto con el X frágil. (Manning, M. A. y Hoyme, H. E. 2002). 
 
Los niños XXY como otros chicos con problemas de lenguaje, pueden necesitar 
ayuda con las habilidades sociales. El lenguaje es esencial no sólo para aprender 
el plan de estudios escolar, sino también para construir relaciones sociales. 
Hablando y escuchando, los niños hacen amigos, comparten información, 
actitudes y creencias. A través del lenguaje aprenden a comportarse no sólo en 
clase sino también en el recreo. 
 
En la infancia, tienden a mantenerse con el mismo temperamento y disposición 
que el que desplegaron cuando eran bebes o niños. La actitud en grupo de pares 
tienden a ser tímidos, pasivos, y raramente toman el rol de liderazgo. Hacen 
amistad con otros niños. Suelen tener pocos amigos en cada momento. Son 
cooperativos y deseosos de agradar. 
 
Para los niños con S. de K., la transición a la pubertad puede estar asociada con 
preocupaciones diferentes a sus pares. 
 
Los cambios físicos como ginecomastia y eunucoidismo pueden llevar a 
sentimientos de vergüenza e inseguridad. 
 
Las dificultades escolares y las dificultades motoras también pueden afectar 
negativamente la autoestima. 
 
Estos problemas pueden provocar enojo, frustración, depresión con las 
consiguientes dificultades para establecer amistades cercanas, en la 
individualización y separación de familiares al inicio de la adultez. 
 
Uno de los puntos importantes de este periodo de transición a la pubertad con el 
síndrome de Klinefelter, es comenzar un tratamiento de reemplazo hormonal. La 
derivación a un endocrinólogo infantil facilitaría la terapéutica, por ser 
personalizada. Se ha recomendado iniciar el reemplazo hormonal a los 11 ó 12 
años de edad, con dosis crecientes que simulen la pubertad normal, hasta 
mantener niveles normales de testosterona, estradiol, hormona folículo 
estimulante y hormona leutenizante. El reemplazo hormonal no solo promueve las 
proporciones corporales y el desarrollo en la pubertad, mejora el comportamiento y 
las capacidades de aprendizaje. El tratamiento de reemplazo hormonal permite 
cambios favorables para el adolescente con S. de K. (Manning, M. A. y Hoyme, H. 
E. 2002). 
11 
1.9 Estudios en la adolescencia. 
 
Se puede diagnosticar durante la evaluación endocrina en el estudio de la 
pubertad retrasada o incompleta o hábito eunucoide, ginecomastia y testículos 
pequeños. (Manning, M. A. y Hoyme, H. E. 2002). 
 
En general los chicos XXY entran con normalidad en la pubertad, sin ningún 
retraso de madurez física. Pero mientras la pubertad progresa, tienen dificultades 
en mantener el ritmo con otros varones. 
 
Mientras que en los jóvenes cromosómicamente normales, los testículos 
incrementan de tamaño desde un volumen inicial de 2 a 15 ml., en los chicos XXY 
el pene va adquiriendo un tamaño normal, pero los testículos siguen teniendo un 
volumen de 2 ml., y no pueden producir suficiente cantidad de testosterona. 
 
Como resultado de esto, los chicos XXY, aunque más altos de la media, pueden 
no ser tan fuertes como otros adolescentes, pueden sufrir por falta de pelo facial y 
corporal, por lo que estos factores ejercen una influencia en la construcción del 
autoconcepto. 
 
Para la mayoría de los varones adolescentes, la condición en el aumento del 
volumen de los pechos, recibe el nombre de ginecomastia, la cual tiende a 
desaparecer en un corto tiempo. 
 
Un tercio de los chicos XXY desarrollan pechos grandes en la adolescencia 
temprana, que otros cromosómicamente normales. En los chicos XXY esta 
condición puede ser permanente. Sin embargo, solo un 10% de los chicos XXY 
tienen el pecho lo suficientemente grande como para avergonzarse de ello y/o 
recurrir a la cirugía. 
 
La mayoría de los adolescentes XXY se han beneficiado de recibir una inyección 
de testosterona cada 15 días, empezando en la pubertad. La hormona ha 
incrementado la fuerza y la apariencia musculosa masculina. 
 
En el adolescente XXY en edad escolar, puede ser difícil la adaptación, incluso 
para los familiares, particularmente en colonias y escuelas donde se pone el 
énfasis en las habilidades atléticas y el desarrollo físico. La falta de fuerza y 
agilidad, combinada con una historia de problemas de aprendizaje, pueden dañar 
la autoestima. Compañeros poco compasivos, dificultan las experiencias siendo 
vividas a través del acoso y el ridículo. 
 
Los profesores, así como los padres de familia suelen considerar que las 
dificultades de la escuela son por pereza. En el desarrollo del lenguaje puede 
afectarse al aislarse de sus compañeros. Algunos pueden reaccionar en silencio 
con una depresión, aislándose del contacto de otras personas. Mientras que otros 
pueden encontrar la aceptación en un grupo social con conductas de riesgo. 
 
 
12 
La sexualidad de los chicos XXY, a los padres de familia les preocupa porque sus 
hijos decidan ser homosexuales. Sin embargo, esta preocupación es infundada, 
dado que a la fecha no hay evidencia de que los chicos XXY estén inclinados 
hacia la homosexualidad como otro joven. 
 
La diferencia sexual entre los hombres XXY y otros hombres de su edad, radica en 
que los chicos XXY pueden tener menos interés por el sexo. Sin embargo, 
inyecciones regulares de testosterona llevan el impulso sexual a niveles normales. 
 
En algunos casos la testosterona lleva a un falso sentimiento se seguridad, en los 
varones XXY , dado que pueden pensar que han recibido los suficientes beneficios 
de ella, que les es posible dejar de ponérselas, pero cuando lo hacen, el interés 
por el sexo disminuye hasta que vuelven a poner las inyecciones con la hormona. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
13 
1.10 Presentación de caso sobre el Síndrome de Klinefelter, publicado en 
Internet. 
 
Introducción. 
El propósito de presentar esta comunicación, es dar a conocer la evolución de un 
caso a lo largo de 7 años en lo referente a la capacidad yoica y en concreto a la 
capacidad intelectual. La práctica clínica muestra en ocasiones, cómo algo que en 
principio es invariable, como lo puede ser la capacidad intelectual, en la práctica 
se dan variaciones llamativas en no pocos casos. 
 
El paciente, al que llamaré Luis, solicitó consulta por primera vez cuando tenía 12 
años, hoy tiene 19 y continúa en tratamiento. 
 
Anamnesis. En lo referente a la anamnesis cabe señalar que nació tras un 
embarazo y un parto normal. 
 
Sus padres empezaron a preocuparse cuando observaron un retraso en el 
desarrollo motor (no anduvo hasta los 15 meses) y un retraso en el lenguaje 
(hasta los cuatro años no hablaba). También adquirió con retraso el control de 
esfínter, presentando una enuresis primaria nocturna hasta los 7 años. Los padres 
observaron una cantidad de cambios físicos que presentaba Luis desde el 
momento del nacimiento. Durante el período neonatal se detectó en el bebé una 
comunicación interventricular sin afectación hemodinámica y un estrabismo 
convergente. Padece crisis asmáticas, bronquitis crónica y pies planos. 
 
A la edad de 12 años debido a una escoliosis (desviación lateral de la columna 
vertebral) precisó escayola (yeso que sirve para sostener hueso fracturado) 
durante un año, después de haber estado ingresado varios meses antes de acudir 
a consulta. Ha sido intervenidoquirúrgicamente en tres ocasiones de estrabismo, 
está amigdalectomizado y ha precisado dos intervenciones por varicocele 
(dilatación varicosa de la venas del cordón espermático y del escroto). Otra 
alteración, es el diagnóstico de una cromosomopatía (XXY) diagnosticada un año 
después de consultar. 
 
Exploraciones anteriores. A la edad de 8 años se realizó una exploración 
neurológica: no se detectan signos evidentes de lesiones. Percentil 10 en peso, 
talla y perímetro craneal. 
 
A los 9 años se aplica el Test de la Figura Humana de Goodenough-Harris 
obteniendo una estimación de la madurez de 6/03 años/meses. Desarrollo de 
lectura escritura de 5-6 años 
 
A los 11 años se diagnostica el trastornos de la personalidad con capacidad 
intelectual: Border-line. Se da la indicación de continuar en el centro de educación 
especial. 
 
 
14 
Con 11 años de edad se realizó una exploración psicológica, aplicando la escala 
de inteligencia W. I. S. C., con un cociente de inteligencia total: 73, verbal: 76, 
manipulativo: 76, correspondiente a inteligencia límite (70-79). 
 
A los 13 años se detecta la cromosomopatia: Síndrome de Klinefelter (XXY).Como 
conclusión de estos estudios previos, señalamos cómo el paciente acude a 
nuestra consulta diagnosticado a nivel de capacidad intelectual como de límite, a 
nivel neurológico de Disfunción Cerebral Mínima, y a nivel de personalidad con 
trastornos. 
 
Siguiendo las indicaciones de los profesionales que le atendieron, el paciente con 
9 años, abandona el centro escolar al que acude y es escolarizado en un Centro 
de Educación Especial. 
 
Motivo de consulta. Cuando el paciente tenia 12 años, los padres solicitan 
consulta debido a las protestas del chico que dice no querer ir más al colegio, la 
inadaptación al centro se ha hecho evidente a lo largo del último curso, que los 
padres han solicitado sea admitido en el colegio público que le corresponde. El 
director de este colegio les aconseja que acudan a realizar una valoración. 
 
Diagnóstico. A la vista de la exploración realizada así de los informes y 
diagnósticos previos, se pensó que el menor se encontraba con escasa 
capacitación intelectual y con trastornos de psicosis que dificultaban su capacidad 
de relación, así como un déficit del control de impulso siendo agresivo en el medio 
familiar y sobre todo con la madre e inhibido en otras relaciones. 
 
Desarrollo terapéutico. La primer entrevista fue realizada, cuando el paciente tenia 
la edad de 12 años. Tras realizar un estudio diagnóstico se ve adecuado que 
abandone el centro especial al que acude y que continúe su escolarización en el 
centro público que le corresponde. Se consideró que Luis se viera rodeado de 
chicos con los que lograra establecer relaciones, dado que a sus anteriores 
compañeros les percibía inferiores. Se indica además la necesidad de realizar un 
tratamiento psicológico que le ayude a reorganizar su estructuración psíquica y 
poder resolver su conflictiva emocional. 
 
Psicodrama. A la edad de 13 años ya se encontraba escolarizado en el colegio 
público de su zona e iba contento a clases, acudía al aula especial en la que la 
enseñanza no está estructurada por niveles académicos sino que se ajusta a las 
necesidades de cada alumno. 
 
La familia se encuentra satisfecha y resaltan las dificultades de convivencia dentro 
de la casa por las conductas y enfrentamientos que provoca Luis. Tras entrevistas 
de seguimiento se le ofrece la posibilidad de acudir con una frecuencia semanal a 
un grupo de psicodrama. 
 
 
 
 
15 
Su paso por el grupo podría decirse que estuvo marcado por la inhibición, 
observaba las actitudes del resto de los miembros del grupo mientras él, en 
silencio, mantenía una actitud pasiva. No se dirigió a los terapeutas de manera 
agresiva y las historias que él relataba tenían un denominador común: alguien, 
que nunca era él, agredía a un tercero o a sus posesiones. 
 
Esta actitud pasiva, llamativa por sí misma destacaba aún por el carácter primario 
del grupo y por sus actuaciones agresivas hacia el terapeuta y co-terapeutas. A 
los dos años el grupo se interrumpe debido a estas expresiones emocionales. 
 
Señalaré también cómo dentro de este período de tiempo mientras acudía al 
psicodrama, la familia recibió los resultados del neurólogo que confirmaban la 
existencia de un síndrome cromosómico con una fórmula XXY en el cariotipo 47. 
La familia tomó este diagnóstico como la explicación tanto de sus limitaciones 
intelectuales como de su comportamiento agresivo y violento, permitiendo que 
continuara acudiendo a consulta por los problemas derivados de sus trastornos 
físicos. 
 
Seguimiento. A los 15 años de edad, tras la interrupción del psicodrama, le 
planteamos la necesidad de seguir manteniendo un contacto y acordamos vernos 
en entrevistas regulares con una frecuencia aproximada de dos veces al mes. El 
incremento de sus actitudes agresivas dentro y fuera de la familia hace que se le 
plantee una psicoterapia individual, aceptando. 
 
Psicoterapia. A la edad de 16 años, su experiencia en el colegio fue en general 
positiva aunque su nivel de aprendizaje ha sido bajo que ni siquiera ha obtenido el 
grado escolar. No consigue olvidar lo mal que estuvo en el otro colegio rodeado de 
chicos “deficientes”, porque se percibió en éste como el mejor. Su enfado aumenta 
al ver que no le dan el graduado escolar. Ahora le espera un nuevo proyecto, unos 
talleres organizados por el Ayuntamiento, allí espera aprender una profesión y 
demostrar que no es tonto como creen, incluido él mismo. Su participación en el 
taller parece agradarle, sin embargo los primeros problemas no tardan en 
aparecer, le angustia ser visto y con los útiles de trabajo en la calle, (me dirá) 
“...que eso es una humillación y una vergüenza”. 
 
A nivel de sintomatología se observan cambios importantes. Las manifestaciones 
agresivas antes limitadas al hogar son ahora trasladadas al “hogar terapéutico”, 
cada día que acude a la sesión hay un ritual desde el momento que cruza la 
puerta de entrada hasta que sale con gestos, gritos e insultos dirigidos a todos los 
compañeros de trabajo. Por supuesto los más sofisticados van dirigidos hacia el 
terapeuta. 
 
La psicoterapia enfrenta a un chico con S. de K. en un mal manejo de las 
pulsiones agresivas, una incapacidad para poder cuidarse, con constantes ideas 
suicidas, y enfrentamientos con las personas próximas a él. 
 
 
16 
Desde el punto de vista de su narcisismo predomina un bajo concepto sobre sí 
mismo y una imagen corporal deteriorada por las múltiples enfermedades y 
dolencias. Desde el punto de vista dinámico existe una notable indiferenciación 
entre la fantasía y la realidad. A nivel transferencia manifestó una negativa masiva 
hacia el terapeuta, los profesionales del servicio e incluso sobre el espacio físico 
donde se realiza el tratamiento. Acude durante dos años al taller ocupacional. 
Recibe una valoración global negativa al no encontrarle capacitado ni siquiera 
como ayudante. Después de este período se encuentra sin quehacer y agresivo. 
 
Con 18 años de edad, se muestra angustiado y plantea la posibilidad de realizar 
algún estudio. Quiere sacar el grado escolar. En su casa, este deseo es visto 
como algo sin fundamento y que sólo le va a acarrear problemas, sin embargo 
insiste y decide comenzar. 
 
Con esta decisión parece que tiene lugar un enfrentamiento entre Luis y sus 
padres, en el que pretende empezar a tomar decisiones sobre su vida. Este 
intento de establecer su territorio y de empezar a realizar sus propios deseos, es 
originado por una variación importante en sus mecanismos defensivos. Los 
mecanismos proyectivos y disociativos predominantes hasta entonces ceden, y 
dan paso a una posición depresiva que le permite elaborar más convenientemente 
su verdadera situación. 
 
A lo largo de este año, cuando tiene 19 años, solicitó que se le realizara una 
valoración en psicometría con el objeto de conocer realmente si su capacidad 
intelectual,o si consistía en lo mencionado anteriormente. Se consideró su 
demanda como una petición desde el principio de realidad y una necesidad de 
establecer una percepción fiable de su propia imagen. Un colega le aplicó la 
escala de W.A.I.S., y obtuvo un C.I., total de 97 o rango normal (de 90 a 110). 
Estos resultados fueron sorprendentes tanto para él como para su familia. 
 
Conclusiones. La realización del W. A. I. S. y las puntuaciones que ha obtenido 
Luis, nos permiten reflexionar sobre la llamada inteligencia border-line. En este 
caso se observó cómo la inteligencia límite no es tal, la pseudodebilidad como 
bien conceptualiza R. Misés se encuentra estrechamente relacionada con lo 
emocional y con la estructuración psíquica. 
 
Se entiende que a través del proceso terapéutico relatado por el paciente 
reorganizó su psiquismo. La resolución de aspectos esquizoide, paranoia y la 
nueva organización alrededor de la posición depresiva le ha permitido integrar 
aspectos de su yo que anteriormente estaban disociados, no le permitían ejercer 
su potencialidad yóica, incluida la capacidad intelectual. 
 
Desde este punto de vista el mantenimiento de una relación objetal con un objeto 
libidinal constante a lo largo de 7 años, a pesar de los acting destructivos 
originados por la transferencia negativa masiva fue uno de los elementos 
fundamentales que permitió este desarrollo intelectual. 
 
 
17 
1.11 Estudios en la etapa del adulto. 
 
Los adultos con S. de K., en general se reconocen en estudios de infertilidad o en 
la evaluación de cáncer de mama en el hombre. Las variantes del S. de K. son 
diagnosticadas porque se presentan asociadas con alteraciones de dimorfismo 
que motivan la consulta con el genetista. (Manning, M. A. y Hoyme, H. E. 2002). 
 
Comparado con otros varones, los XXY tienen ligeramente incrementado el riesgo 
de padecer desórdenes autoinmunes. En este grupo de enfermedades el sistema 
inmunológico, por razones desconocidas, ataca los órganos y tejidos del cuerpo, 
por ejemplo diabetes tipo I (insulina–dependientes), tiroiditis auto inmune y el 
lupus eritomatoso. La mayoría de estas enfermedades pueden ser tratadas con 
medicación. 
 
Los varones XXY con pechos grandes tienen el mismo riesgo de padecer cáncer 
de pecho que las mujeres, 50 veces más riesgo que los varones XY. Por esta 
razón los varones XXY necesitan la práctica regular de exámenes de pecho. 
 
Además los varones XXY que no reciben testosterona tienen mayor riesgo de 
desarrollar osteoporosis. Esta enfermedad, afecta normalmente a las mujeres 
después de la menopausia, los huesos pierden calcio, se vuelven quebradizos y 
se pueden romper. 
 
Un estudio de varones XXY diagnosticados entre los 27 y 37 años de edad que 
habían sufrido numerosos inconvenientes en comparación a un grupo similar de 
varones XY. Era probable que los hombres XXY hubieran tenido historiales de 
diferentes aprovechamientos escolares, desarrollar depresión, así como de otros 
problemas psicológicos, como la falta de energía, y entusiasmo. 
 
En un caso singular se consideró el matrimonio como una forma de crecimiento en 
el amplio sentido de la palabra, ocurriendo una serie de eventualidades 
inesperadas, que permitieron sostener la relación conyugal por una década, a 
pesar de los cambios de la autoestima, como de otros estudios psicológicos en 
personas con el síndrome de Klinefelter señalados por la Fundación Genes y 
Gentes de España 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
18 
1.12 Estudios psicológico en personas con Síndrome de Klinefelter. 
 
La Fundación Genes y Gentes, así como los grupos GAM (Grupos de Ayuda 
Mutua) pertenecientes a la misma, entrevistaron y aplicaron test psicométricos a 
24 sujetos con Síndrome de Klinefelter, para determinar evidencias de patología 
psiquiátrica o adicionar estos datos a los signos y síntomas de este síndrome que 
pueden aparecer en la infancia, adolescencia o en la vida adulta. 
 
De los 24 casos, 4 eran menores de edad, 2 adolescentes de 16 y 17 años de 
edad; y 18 adultos de 19 a 48 años de edad. Se realizaron tres intervenciones 
sobre cada caso incluyendo: 
 La entrevistas clínicas estructurada SCID-I, 
 La entrevista clínica psicopatológica, 
 El test psicológico: 16-PF, MMPI. 
 
En los resultados preliminares, se observó que las personas con diagnóstico de S. 
de K., no presentan una patología psiquiátrica específica del trastorno. La 
incidencia de psicopatología en esta población parece similar a la de la población 
general. Por otra parte se evidencia una serie de rasgos característicos, entre 
ellos: timidez, introversión, dificultad para controlar la ansiedad, baja tolerancia a la 
frustración, bajo grado de integración de normas y reglas sociales, dificultades 
para las relaciones interpersonales, así como dificultad para controlar los impulsos 
con diferentes problemáticas. 
 
Los rasgos de personalidad observados en los sujetos con síndrome de Klinefelter 
comprenden: 
° Bajo grado de integración de las normas y convencionalismos sociales. 
° Introversión. 
° Timidez. 
° Individualismo, y tendencia al aislamiento. 
° Tendencia a la apatía. 
° Problemas para controlar la ansiedad. 
° Poca fuerza del YO. 
° Inestabilidad emocional. 
° Tendencia a evitar las presiones de la realidad. 
° Baja tolerancia a la frustración. 
° Dificultad para el control de impulsos. 
° Existe o ha existido el uso o abuso de sustancias. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
19 
1.13 Diagnóstico 
 
Los hombres XXY que han alcanzado la edad de 40 años, reportan que han 
superado sus problemas. Dijeron que sus niveles de energía y actividad habían 
aumentado y que eran más productivos en el trabajo, las relaciones con otras 
personas habían mejorado. 
 
La diferencia entre varones XY y varones XXY era que en éstos últimos fuese 
menos probable que estuvieran casados. Resolver conflictos psicológicos, está 
animando a otros varones XXY, particularmente a aquellos diagnosticados en la 
infancia. Aunque un entorno de apoyo a través de la infancia y adolescencia, 
parece ofrecer una mayor oportunidad para una madurez, no es tarde para 
aquellos hombres XXY diagnosticados de adultos busquen ayuda. 
 
 
1.14 Tratamiento. 
 
Las inyecciones de testosterona aplicadas en la madurez pueden ser beneficiosas. 
El asesoramiento psicológico también ofrece esperanza para superar la depresión 
y otros problemas. 
 
La mayoría de los varones XXY no producen el suficiente esperma para que sean 
padres. Estos hombres y las respectivas parejas femeninas, las mujeres, al buscar 
ser padres, lo hacen en el consejo médico de familia en cuanto a la infertilidad y la 
adopción. Sin embargo, ningún varón XXY debería automáticamente asumir que 
es infértil sin pruebas más profundas. 
 
Un número pequeño de varones XXY han sido capaces de concebir niños. 
Además, pocos individuos que se creen así mismos varones XXY, pueden ser 
realmente mosaicos XY/XXY. Junto a tener células con conteo cromosómico XXY 
tienen también células con conteo normal XY. Si el número de células XY en los 
testículos es suficientemente grande, este individuo debería ser capaz de concebir 
hijos. 
 
La última oportunidad para el diagnóstico del Síndrome de Klinefelter es en el 
período adulto, como resultado de un test de infertilidad. El médico puede notar 
que los testículos son más pequeños de lo normal. A la vez, en el test de 
infertilidad, el médico puede ordenar un test para detectar incrementos en los 
niveles de la hormona gonadotropina, común en los varones XXY. 
 
Hacer cariotipos, es el método tradicional usado para identificar la configuración 
cromosómica, puede fracasar para identificar los mosaicos. Por esta razón, el 
cariotipo no se puede usar para decir si un individuo es infértil o no. El cariotipo es 
usado para confirmar el diagnóstico. En este procedimiento, una pequeña muestra 
de sangre se analiza. Las células blancas de la sangre son separadas de la 
mezcla con un medio de tejido incubado y revisadas para observar anormalidades 
cromosómicascomo un cromosoma X extra. 
20 
Un diagnóstico oportuno, el apoyo parental, social, escolar, terapia temprana en el 
lenguaje, acceso a la asistencia médica, otras intervenciones en el área cognitiva, 
educativa, el tratamiento de reemplazo hormonal prepuberal, para los pacientes 
con Síndrome de Klinefelter implica aspirar a una vida normal; la mayoría son 
infértiles, sin embargo ha habido reportes de pacientes con éxito en la paternidad 
sin técnicas de fertilización asistida. La introducción de la inyección intra 
citoplasmática de esperma (ICSI) en algunos hombres con S. de K. han logrado la 
paternidad. 
 
El diagnóstico y el tratamiento efectivo, puede lograr que estos pacientes accedan 
a una vida normal por lo tanto es importante el conocimiento de las 
manifestaciones de este síndrome, así como poseer un índice de sospecha, para 
el diagnóstico oportuno de esta patología por parte del médico encargado de la 
atención primaria de la salud. (Manning, M. A. y Hoyme, H. E. 2002). 
 
Esta enfermedad no tiene terapéutica específica y los tratamientos actuales son 
los tendientes a disminuir las características eunucoides, la ginecomastia y el 
sostén psicológico que normalmente requieren estos pacientes. 
 
 
1.15 Función del psicólogo frente a la infertilidad. 
 
Los términos esterilidad e infertilidad son objeto de discusión como concepto. La 
esterilidad primaria refiere cuando la pareja, tras un año y medio de relaciones sin 
control anticonceptivo, no ha conseguido un embarazo. La esterilidad secundaria 
cuando la pareja tras el nacimiento del primer hijo, no logra una nueva gestación 
en los dos o tres años siguientes de coitos sin protección. 
 
La infertilidad primaria cuando la pareja logra una gestación, pero no llega a 
término con un recién nacido, e infertilidad secundaria cuando tras un embarazo y 
parto normales, no se consigue una nueva gestación a término con un recién 
nacido. De modo que ambos términos vienen a expresar lo mismo: una pareja que 
es estéril o infértil desea un hijo, y habiendo trascurrido más de dos años de 
relaciones sexuales sin protección, le es imposible tenerlo. 
 
Por consiguiente, la infertilidad es la imposibilidad de lograr un embarazo después 
de uño de vida sexual activa sin uso de anticonceptivos, o la imposibilidad de 
lograr el mismo a término dando a luz a un niño(a) vivo(a). Dentro de este 
concepto se incluyen tanto la imposibilidad de concebir, la de albergar el feto y la 
de dar a luz (Harkness. 1987; Rowe. 1998; World Health Organization [WHO] 
1992). 
 
En la medicina reproductiva se define la infertilidad como la incapacidad de lograr 
un embarazo y parto después de un año de relaciones sexuales sin ninguna 
protección anticonceptiva. En esta definición se incluye también a las parejas que 
logran embarazarse pero tienen pérdidas reproductivas repetidas. 
 
21 
Se recomienda estudio y tratamiento cuando la pareja ha intentado embarazarse 
durante un año o más sin conseguirlo y cuando ha tenido dos o mas pérdidas 
reproductivas espontáneas. El plazo de un año puede acortarse cuando uno de los 
dos tiene antecedentes de salud que hagan sospechar una disfunción reproductiva 
o cuando la mujer tiene una edad que se acerca a los 35 años, ya que la fertilidad 
natural empieza a decrecer después de esa edad y la probabilidad de embarazo 
es baja después de los 40, ello implica que el pronóstico de cualquier tratamiento 
estará disminuido por esta variable (Domínguez. R., Mackenna. A. y Pacheco. IM. 
2001). 
 
La absoluta esterilidad, es decir la incapacidad total de concebir un hijo, afecta al 
5% del total de parejas que intentan embarazarse (Cansen. 1994). En estos casos 
femeninos o masculinos, el diagnóstico puede ser realizado en forma rápida y 
precisa, por ejemplo la ausencia total de espermatozoides, la falla ovárica 
definitiva o menopausia precoz. 
 
La infertilidad es causada por trastornos anatómicos fisiológicos como obstrucción 
de las trompas de Falopio, defectos congénitos, infecciones crónicas del tracto 
genital o problemas inmunológicos, otras factores de infertilidad son los 
socioeconómicos. 
 
En recientes décadas las mujeres en el mundo laboral son profesionistas, las 
empresas priorizan en sus contrataciones a individuos sin carga familiar. Así el 
sujeto del mercado de trabajo es el individuo soltero, con algunas relaciones 
amorosas, matrimoniales o familiares, tener hijos implica que estos crezcan con 
madres o padres solteros (Beck U., y Beck-Gernsheim. E. 2001), por lo que las 
mujeres en aras de conseguir o mantener sus empleos y lograr un desarrollo 
profesional, posponen la maternidad hasta una edad en la que las posibilidades de 
concebir un niño sano se ven disminuidas, teniendo que recurrir por ello a 
tratamientos de infertilidad y a las modernas técnicas de reproducción asistida. 
 
Las parejas infértiles se relacionan con sentimientos de inadecuación, 
desesperación, pena, envidia y celos hacia la mujer embarazada, miedo, pérdida 
de la libido, disfunción eréctil, inestabilidad emocional, pérdida de la autoestima, 
culpa, depresión e ideación suicida. Otros estudios indican que las parejas 
mayores de 30 años de edad son las que exhiben niveles de ansiedad y depresión 
incrementados (Moreno-Rosset, Vásquez y Fernández, 2004). 
 
Las parejas con problemas de infertilidad precisan del apoyo psicológico, dado 
que las emociones negativas han demostrado ser importantes en el inicio, 
mantenimiento o pronóstico de enfermedades (Alexander 1950, Bustos y 
Bracamonte 1981, Friedman y Rosenman 1959, Perini, Fornasa, Cipriano y cols., 
1984, Strauss, Rakfeldt, Harding y Lieberman 1989, Villaseca, Casellas y Guarner, 
1995 entre otros). 
 
 
 
22 
La función del psicólogo frente a la infertilidad. El campo de intervención del 
psicólogo en la infertilidad es amplio, al ejercer la función asistencial no solo para 
el sostenimiento emocional de una persona, de la pareja y la familia, sino también 
como ayuda para los médicos, que debido a su presencia solo deben tratar los 
aspectos anatómicos fisiológicos de la persona. 
 
Sin embargo, otro aspecto importante del psicólogo dentro de los equipos 
multidisciplinarios de salud, es la investigación. Descubrir los factores psicológicos 
que participan en la génesis de la infertilidad, contribuirá al apoyo emocional y 
soporte que permita transitar a la pareja con menores dificultades por esta 
situación debido a que no solo cada miembro de la pareja tiene problemas por la 
presión social a la que esta expuesto, sino que también surgen dificultades dentro 
de la pareja originadas por el tiempo y el estrés producido por los tratamientos, por 
las ideas y sentimientos con respecto a los niños a engendrar (Cook, Parsons, 
Mason y Golombok1989). 
 
Por ejemplo, las parejas que no lograron dar solución a su infertilidad les es difícil 
aceptar niños que son producto de material genético donado (Burns, 1990, 
Brodzinsky, 1987, Humphrey y Humphrey, 1988), lo que es preocupante cuando 
se pone en peligro el bienestar psicológico y físico del niño (Cox, Owen, Lewis y 
Henderson, 1989, Howes y Markman, 1989). 
 
 
1.16 Trastornos psicológicos producidos por el diagnóstico de infertilidad. 
 
En el caso de la mujer esta siente que ha violado una expectativa social al ser 
incapaz de demostrar los cambios físicos y simbólicos del embarazo, que no se 
sienta realizada como mujer, que ha perdido el respeto y el reconocimiento que 
otras personas le otorgan a las mujeres embarazadas (Gonzáles, 2000). También 
pueden sentir una amenaza a su identidad personal y experimentar una valoración 
negativa sobre sí misma (Gibson y Myers, 2000), por lo que su autoconcepto e 
imagen corporal también se ven amenazados (López de León, 2003), exhibiendo 
otros síntomas y manifestaciones que constituyen procesos complicados, tales 
como el estrés, angustia, depresión, resignación o pérdida de la autoestima 
(Applegarth, 1999, Burt y Hendrik, 1997, Fernández y Urdapilleta, 1999, Henricky 
Kold, 1999, Kemeter y Fiegl, 1998, Kerr y cols., 1999, Newton y Sherrard, 1999, 
Oddens y den Tonkelaar, 1999, Palacios y Jadresic, 2000, Syme, 1997, entre 
otros). 
 
En el caso del hombre, este también sufre la presión de la familia y de su entorno 
social para tener descendencia, al tiempo que soporta igualmente la presión de 
tener que “cumplir” sexualmente en los periodos fértiles, lo cual puede crear 
conflictos con la pareja (Melheus, 1992). Aunque generalmente es la mujer la que 
se ve expuesta, las investigaciones han demostrado que, a medida que se 
someten a un mayor número de tratamientos, los varones sufren al ver lo que 
pasa a la pareja, lo que aumenta la culpa, desesperanza y la falta de control. 
 
 
23 
1.17 El proceso psicológico de la mujer, del hombre y su relación: la pareja 
infértil. 
 
En todas las culturas la necesidad de reproducirse aparece como un aspecto 
central en la vida de las personas. 
 
Antes de la revolución industrial, en la sociedad agraria en que la familia ampliada 
era la unidad económica, los niños eran valorados por su contribución a la 
economía familiar. Posteriormente los cambios sociales dan lugar a la familia 
nuclear formada por el padre, la madre e hijos y la organización económico social 
desencadena un progresivo desplazamiento de los niños de la fuerza de trabajo. 
En una sociedad en que la vida familiar y el trabajo se van disociando, el valor de 
los hijos se centra en los lazos afectivos. Al mismo tiempo la paternidad y la 
maternidad se relacionan con el rol social de la pareja siendo una forma de 
proyección en la comunidad de pertenencia. El hijo constituye el portador de los 
valores y costumbres vigentes. 
 
Las últimas décadas del siglo veinte, estuvieron marcadas por el desencanto 
respecto a los proyectos sociales y el énfasis en el bienestar individual y en el del 
pequeño grupo familiar. Al mismo tiempo, las condiciones sociales y económicas 
llevan a la mujer al trabajo, postergando el inicio de la maternidad y disminuyendo 
el tamaño de la familia, así parece ser que el inicio de la maternidad y la 
paternidad responsable cada vez sea una decisión que se toma voluntariamente 
en el contexto de un conjunto de opciones integradas en el proyecto de vida. 
 
Cuando la pareja observa que el embarazo no se da al transcurrir meses, años, la 
estabilidad personal y la relación de pareja se ve amenazada. Amenaza que se 
extiende a otros espacios sociales del grupo familiar de origen, los amigos, los 
compañeros de trabajo. 
 
En nuestro entorno social, rara vez las personas cercanas pueden sustraerse al 
hecho de que una pareja no se haya embarazado después de algunos años de 
convivencia privada. 
 
Los obstáculos para gestar un embarazo, las pérdidas reproductivas, las 
soluciones alternativas son un terreno relativamente desconocido y al mismo 
tiempo suponen visiones culturales, valorativas, psicológicas, religiosas, mágicas 
que se transmiten socialmente, sobre lo que una pareja debe o no hacer, una 
percepción negativa o desconfiada sobre los tratamientos, como procedimientos 
que desnaturalizan la reproducción y se contraponen con el amor de la pareja y 
una actitud generalizada que se traduce en emitir opiniones, cuestionar, aconsejar 
a las parejas que han tardado voluntaria o involuntariamente en tener hijos, lo cual 
estigmatiza la situación y dependiendo de los recursos psicológicos de la pareja 
pueden afectar significativamente la percepción de su valor personal y su rol 
social. 
 
 
24 
En una investigación acerca de la percepción pública sobre infertilidad y los 
tratamientos realizados en seis países europeos en EE UU y Australia (The 
Bertarelli Foundation, 2002), en una muestra representativa de la población, se 
detectó que la misma es percibida como una enfermedad o un problema de salud, 
por menos de la mitad de la población encuestada, en contraste con la definición 
médica de esta condición. Se detectó desconocimiento de la definición y su 
incidencia en la población. Aunque conocían las técnicas de reproducción asistida, 
el conocimiento sobre la efectividad fue bajo. Estas opiniones tuvieron reducida 
variación por país, edad, género y estatus socioeconómico. 
 
En países latinoamericanos, el tema de la infertilidad, no es claramente percibido 
como un tema de salud, por el contrario está aún rodeado de tabúes, los cuales se 
reproducen y acentúan en la información proporcionada por los medios de 
comunicación masivos, que centran la información en situaciones extremas, raras. 
 
La pareja al formalizar la relación, se plantea el tema de los hijos. Con frecuencia, 
con el propósito de consolidar la relación de pareja o un proyecto profesional o 
laboral, se posterga la búsqueda de embarazo hasta que una u otro sienten que 
es el momento y se suspende entonces la protección anticonceptiva. Cuando este 
no se produce pronto, se busca por distintos medios identificar, cada mes, el 
momento de la ovulación. La sexualidad se concentra en los días fértiles y en esos 
días se intenta tener relaciones sexuales a veces mas de una vez al día. 
 
Con frecuencia el hombre se ahoga por darle mas tiempo a esa búsqueda y la 
mujer empieza a sentir ansiedad, tristeza y rabia al llegar la menstruación. Con 
mayor frecuencia es la mujer quien tiende a buscar ayuda médica y el hombre 
accede a ello. Mientras ellos se enfrentan a su problema, en el entorno social de la 
pareja, los embarazos y partos son una fuente adicional de dolor. La mujer tiene 
sentimientos encontrados frente a esos eventos y le resulta difícil compartir el 
goce que ellos ocasionan. Siente rabia, envidia, tristeza por no poder ser ella 
misma quien logra embarazarse, esa condición aparentemente tan fácil para los 
demás. Tiende a replegarse. El hombre no comparte este deseo de aislarse, y por 
otra parte se asusta del significado de esta reacción en la mujer. 
 
La creencia de que el embarazo no se produce por ansiedad de ellos es un 
pensamiento repetido por personas del ambiente familiar y social. De alguna 
manera, ellos se identifican con esta creencia a la vez que la rechazan y se 
sienten incomprendidos. La situación les confunde. Puede ser que el hombre 
participe de esta visión y le pide a la mujer controlar su ansiedad o angustia, lo 
cual no es posible para ella. Empieza a sentirse incomprendida además por su 
pareja, lo cual aumenta la angustia y el sentimiento de soledad frente al problema. 
El hombre tiende a situarse en un rol de calma, de racionalidad frente al problema, 
a veces al costo de bloquear sus propios sentimientos. Mientras mas lo hace, mas 
siente la mujer que a él no le importa tanto como a ella tener un hijo y sus 
sentimientos de soledad aumentan. 
 
 
25 
Cuando la mujer ha decidido consultar, el estudio de la pareja infértil comienza por 
seguimientos del ciclo menstrual de la mujer, evaluando el proceso de ovulación, 
los niveles hormonales y la evolución del endometrio durante el ciclo. Al mismo 
tiempo se estudia la concentración de espermatozoides en el líquido seminal y las 
características de estos. Durante el estudio de ciclo, al identificar la ovulación se 
indican las relaciones sexuales. Esto refuerza la tensión alrededor de la 
sexualidad que puede afectar el deseo sexual de ambos y producir incluso fallas 
de erección en el hombre. Según los hallazgos, la pareja continúa teniendo ciclos 
que el médico observa, usando estimulación de la ovulación y mas tarde ciclos 
con inseminación intrauterina. Todo ello con el objetivo de aumentar 
progresivamente las probabilidades de embarazo con técnicas relativamente poco 
invasoras. 
 
El devenir emocional va alterando momentos de ilusión, tensos tiempos de espera 
y días de tristeza, rabia o desesperanza cuando ocurre la siguiente menstruación. 
 
En esta etapa pueden haber hallazgos de problemas reproductivos identificados 
en uno, en la otra o en ambos. Es posible entonces realizar nuevos 
procedimientos exploratorios incluyendo la cirugía laparoscópicacon fines 
diagnósticos. 
 
De acuerdo al diagnóstico, para algunas parejas la indicación será realizar un 
tratamiento de reproducción asistida, conocido como fertilización in vitro, en el 
laboratorio con un procedimiento se ayuda al esperma a entrar al óvulo y facilitar 
la fecundación. 
 
La probabilidad de embarazo por ciclo va de acuerdo con la edad de la mujer, en 
promedio entre el 35% y el 55%, lo cual significa que en algunos de los casos sea 
necesario repetir el tratamiento. En esta etapa y frente a un tratamiento exigente 
desde el punto de vista biológico, psicológico, económico, los ciclos de ilusión y 
desilusión pueden ser marcados. 
 
En esta etapa del proceso la pareja habrá fortalecido su relación y habrá 
desarrollado sus recursos psicológicos o bien estará derrotada por la experiencia, 
lo que se puede expresar en cuadros depresivos o angustiosos estructurados o 
bien en conflictos importantes de la relación. 
 
Cuando no se ha obtenido éxito con el tratamiento, el desafío será cuándo 
detenerse y concluir los intentos de tener un hijo biológico. En algunos casos la 
posibilidad estará en la incorporación de gametos de un(a) donante, lo cual implica 
enfrentarse a esa opción con sus renuncias y posibilidades, coincidencias o 
diferencias, se vive entonces en un duelo que permite en la pareja femenina con o 
sin dificultades para embarazarse y del hombre con o sin el síndrome de 
Klinefelter tomar una nueva decisión. En cualquier caso, cuando se produce el 
embarazo, a pesar de la alegría, con frecuencia habrá inseguridad, temores de 
pérdida y una dificultad de integrar a la propia autoestima esta nueva realidad 
positiva, después de un doloroso proceso vivido como duelo en torno a la 
incapacidad de procrear un hijo(a). 
26 
1.18 Trastornos en el estado de ánimo por tratamientos farmacológicos ante 
infertilidad. 
 
El citrato de clomifeno utilizado en la inducción de ovulación produce irritabilidad, 
labilidad emocional, incremento de los síntomas del síndrome premenstrual 
(Robinson, 1999). 
 
El acetato de luprolida, que se emplea en la fertilización in vitro para la regulación 
hipotalámico-hipofisiaria, puede producir efectos secundarios como depresión, 
problemas cognitivos (de atención, concentración y memoria) y alteraciones de la 
motricidad fina. (Burns y Covington, 1999). 
 
Las punciones en el epidídimo o las biopsias de testículo para obtener 
espermatozoides son procedimientos cuya influencia sobre la sexualidad puede 
prolongarse mas allá del fin de la intervención. (Fernández y Urdapilleta, 1999, 
Covington, 1999). 
 
También se deben tener en cuenta las alteraciones físicas y psicológicas 
provocadas por los tratamientos hormonales y procedimientos como las 
laparoscopias, ecografías transvaginales y aspiraciones ovocitarias en la mujer 
(Fernández y Urdapilleta, 1999). 
 
De estos estudios nosotros nos basaremos en la Teoría Constructivista para 
entender como las personas con el S. de K. construyen su autoestima y se 
adaptan socialmente por lo que en el siguiente capitulo lo abordara. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
27 
REVISIÓN TEÓRICA 
Capitulo 2. El constructivismo una teoría para abordar a personas con 
síndrome de Klinefelter. 
 
Si el sujeto mira al objeto como independiente de él, si la observación del objeto 
varía o no de acuerdo con la situación conceptual y metodológica desde la cual el 
sujeto se interrelaciona con el mundo que lo rodea. Dos perspectivas filosóficas se 
han dado: el realismo y el idealismo. El realismo no admite la existencia de un 
mundo exterior e independiente de la idea que el sujeto tenga de la realidad, es 
decir, sostiene que no existen cosas reales independientes de la razón, por lo que 
los objetos externos son exactamente lo que parecen a la mente que los concibe, 
ya que se perciban conceptualmente de manera ingenua o apoyados en 
reflexiones críticas. El idealismo, por su parte afirma que las cosas que se 
perciben son independientes de la razón, debido a que la realidad del mundo 
exterior se halla contenida dentro de la conciencia del sujeto. En cuanto al 
constructivismo, es el ser humano o, mejor, el sujeto epistemológico quien estudia 
e investiga y como resultado de dicha investigación produce saberes, prácticas 
sistemáticas, datos, instrumentos, etc. 
 
Recuérdese que, según Kant, el conocimiento se diferencia del saber. El 
conocimiento es verdadero por cuanto es propiedad objetiva del juicio. El segundo, 
el saber es un modo de la relación del sujeto con el juicio, una forma de aceptarlo 
como fundamento objetivo, en la medida en que también es verdadero no sólo 
para él (Kant, I. 1982). Por otra parte, se dice que el saber es una creencia en lo 
justificadamente cierto, por lo que, cuando alguien desea convencer de que sabe, 
ha de probar que sus ideas resisten un examen crítico y superan cualquier 
demostración de falsedad o inverosimilitud (Carr, W. y Kemmis, S., 1988). Saber 
no es simplemente repetir. 
 
En palabras de Eguiluz (1995) el constructivismo no siempre es bien aceptado, ya 
que pretende hacer al ser humano pensante, el único responsable de su 
pensamiento, de su conocimiento y hasta de su conducta. La teoría sostiene que 
el mundo en el que parecemos vivir lo debemos solo a nosotros mismos, lo que 
implica que tenemos responsabilidad sobre la construcción del mundo en que nos 
movemos, hacemos, lo que somos y lo que nos pasa. 
 
El constructivismo sostiene que el hombre se puede apropiar de las operaciones 
con las cuales se organiza el mundo de la propia experiencia, y que la conciencia 
de ese operar puede ayudar a hacer las cosas de manera diferente. Gracias a la 
capacidad de crear símbolos, los seres humanos tienen a su disposición un 
método de ensayo y error, para aprender de la interacción con el medio ambiente. 
Sin embargo, las personas parecen enfrentar serios problemas al interactuar con 
los símbolos creados por otros seres humanos, esto tal vez se deba a que no se 
suelen hacer las preguntas adecuadas ante una actividad cognitiva. 
 
 
 
28 
Comprender es dinámico e interminable. A cada momento cambiamos el punto de 
vista, crecemos, evolucionamos, transformamos las opiniones, los significados, las 
valoraciones. Todo lo que aprendemos al leer, pensar, hablar, decidir es un punto 
de vista en movimiento, un mundo cambiante, una realidad en construcción, una 
humanidad en progreso (López, 2000). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
29 
2.1 Antecedentes. Teorías que sustentan al constructivismo. 
 
Los teóricos del conocimiento J. Piaget, L. Vigotsky, D. Ausubel, cada uno desde 
su propia realidad y con intereses particulares diversos coinciden en la capacidad 
del ser humano para hacerse preguntas acerca de su entorno y de hallar 
respuestas a dichas preguntas, el ser humano desde su mas tierna infancia 
construye el conocimiento. 
 
Algunos autores constructivistas como J. Piaget, se centran en el estudio del 
funcionamiento y el contenido de la mente de los individuos, en los procesos de 
autoestructuración. 
 
Para otros como L. Vigotsky y su escuela sociocultural o sociohistórica, el foco de 
interés se ubica en la reconstrucción del saber cultural y en el desarrollo de 
dominios de origen social. D. Ausubel, se enfoca en el aprendizaje significativo 
desde el punto de vista cognoscitivo (Díaz-Barriga y Hernández, 2002 y 
Castellanos Bernal, 1998). Para comprender estos enfoques se profundizará en 
las teorías que sustentan al constructivismo. 
 
2.2 Epistemología Genética. Jean Piaget. 
 
La psicología genética, fundada por Jean Piaget durante la primera mitad del siglo 
XX, ha tenido un enorme impacto en la educación, tanto en lo que respecta a las 
elaboraciones teóricas como en la propia práctica pedagógica. Los supuestos 
básicos aportados por esta teoría abarcan el desarrollo moral, intelectual y 
perceptivo (Craig, Menriens y Clarizio, 1998). Piaget considera que los seres 
humanos