Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 I Título de Tesis 5 II Resumen 6 III Abreviaturas 8 IV Introducción 10 V Antecedentes 12 VI Planteamiento del problema 18 VII Justificación 20 VIII Objetivos 22 IX Material y métodos 24 X Resultados 26 XI Discusión 30 XII Perspectivas 34 XIII Referencias bibliográficas 36 XIV Anexos 40 Índice 4 6 II Resumen Introducción.- Las variantes anatómicas vasculares son alteraciones de la disposición común de los vasos, que habitualmente se visualizan de manera incidental en estudios de tomografía. Es por ello preciso no sólo tener en cuenta las diferentes variaciones que pueden presentarse, sino también conocer sus diferentes clasificaciones, su relación con los diversos síntomas (disfagia, disnea, simulación de asma, infección de vías respiratoria recurrentes, entre otras) y su asociación con otras anomalías. Así mismo tiene un gran impacto sobre los procedimientos hemodinámicos, en la etiología de las lesiones cerebrales derivadas de la manipulación de estos vasos y en el manejo del trauma torácico superior y del cuello. El desconocimiento de las expresiones variantes de las ramas derivadas del arco aórtico puede precipitar la ocurrencia de iatrogenias durante los procedimientos quirúrgicos. Asimismo, algunos autores han sugerido que el origen anómalo de las arterias vertebrales, junto con una mayor extensión del trayecto vascular, puede causar alteraciones hemodinámicas que predisponen a las enfermedades cerebrales vasculares. Justificación.- La identificación de las variantes anatómicas vasculares en estudios de tomografía puede generar confusiones, diagnósticos incorrectos e incluso la solicitud de estudios más invasivos. Es por ello que su conocimiento puede evitar confusiones y estudios complementarios innecesarios, y también nos obliga a analizar otras anomalías agregadas que pueden estar asociadas. Objetivo.- Identificar y caracterizar la frecuencia de las variantes anatómicas vasculares torácicas más comunes en los estudios de TCMD con exploración tórax con medio de contraste IV, en una población derechohabiente del ISSSTE, Hospital Regional 1° de Octubre. Material y métodos.- Se revisaron estudios TCMD de 64 multidetectores que incluyeron exploración torácica contrastada, Posteriormente se realizó reconstrucciones multiplanares y tridimensionales. El análisis se realizó con medidas de frecuencia. Resultados.- Se encontró que 435 pacientes (64.4%) tuvieron la configuración clásica (tipo I de Natsis et al), seguido por el tipo II con 184 pacientes (27.3%), y el tipo III con 38 pacientes (5.6%). Se identificaron otros 4 tipos de configuración de los troncos supra-aórticos en arcos izquierdos. Así mismo, se identificó 2 casos (0.3 %) de arcos aórticos izquierdos de distribución tipo especular. Discusión.- En esta serie de casos, los tipos de arco aórtico I, II y III fueron los más frecuentes. Adicionalmente, se encontraron otros cuatro tipos nuevos que no habían sido descritos en la literatura previamente. Es necesario profundizar la investigación sobre estas variantes para evaluar el factor racial y una posible relación con eventos clínicos o quirúrgicos. Así mismo se identificó mayor frecuencia de variantes/anomalías vasculares comparativamente con estudios similares. Palabras Clave: 1 Variantes anatómicas vasculares 2 Anillo Vascular 3 Sling Vascular 4 Clasificación Natsis et al 5 Clasificación De Edwards 8 III Abreviaturas TCMD – Tomografía computada multidetector. VCS – Vena cava superior. VCSD – Vena cava superior doble. VCSI – Vena cava superior izquierda VCI – Vena cava inferior. TB – Tronco Braquiocefálico. TBB – Tronco Braquiocefálico Bovino. CCD – Carótida Común Derecha. CCI – Carótida Común Izquierda. SD – Subclavia derecha SI – Subclavia Izquierda. AVIA – Arteria Vertebral Izquierda Aberrante. SDA – Subclavia Derecha Aberrante. ATI – Arteria tirocervical izquierda. 10 IV Introducción Inherente al incremento en el acceso y con un consecuente sobreuso de la tomografía computada para la evaluación de las variadas sintomatologías y/o patologías, y la utilización de contraste endovenoso en estos estudios, para el médico radiólogo ha pasado a ser rutinaria la evaluación de las diferentes redes vasculares del organismo. Sin embargo, a la vez la rutina con lleva al conformismo, perdida de pasión y con ello al olvido y/o análisis mediocre, debido en parte a que el medico paso a ser un funcionario que debe aplicar estándares y satisfacer las demandas de un cliente. Para el análisis de un examen tomográfico, es necesario el conocimiento de la anatomía vascular de la zona explorada. La correcta interpretación de la circulación arterial y venosa torácica constituye un reto diario para el radiólogo al requerir un gran conocimiento de su desarrollo embriológico, la anatomía normal y las condiciones fisiopatológicas que la influencian y modelan. Es importante entonces controlar/manejar la correcta disposición de los vasos, ya que en parte este conocimiento puede servir para planear una intervención futura, con un consecuente probable análisis prequirúrgico, disminuyendo con ello el riego afección vascular. En parte también nos permite conocer/explicar los síntomas referidos por el paciente, o incluso en contrapunto puede generar confusiones, diagnósticos incorrectos e incluso la solicitud de nuevos estudios complementarios invasivos innecesarios Al momento de la interpretación de los hallazgos de una TCMD, es preciso no sólo tener en cuenta las diferentes variaciones anatómicas que pueden presentarse, sino también conocer mínimamente sus diferentes clasificaciones, su relación con los diversos síntomas (disfagia, disnea, simulación de asma, infección de vías respiratoria recurrentes, entre otras) y su asociación con otras anomalías. El ignorar variantes de tipo vascular en los contextos de la normalidad o de entidad nosológica, puede generar problemas para el paciente e incluso es posible que tenga implicaciones médico- legales. 12 V Antecedentes V . i. Embriogenia Al comienzo de la embriogenia, los vasos de todo el cuerpo son plexiformes. Cuando crecen, confluyen, pero en las primeras fases las arterias y las venas son tubos revestidos por células endoteliales, que no se pueden distinguir. Al aumentar el tamaño fetal, los vasos adoptan su aspecto reconocible como conductos. La aorta adulta y el sistema del cayado aórtico se producen por la regresión y fusión de los seis pares de arcos aórticos que pasan de tener un diseño en seis arcos simétricos a su patrón final asimétrico (Figura 1). Los arcos se desarrollan de forma seriada, es decir, primero lo hacen el primero y segundo arcos, después el tercero y el cuartoy por último el quinto y sexto. Inicialmente existen seis arcos aórticos y dos aortas dorsales. 6 El resultado final de la evolución del arco aórtico es el siguiente: 1. La aorta ascendente proximal deriva del tronco arterioso, igual que la arteria pulmonar proximal. 2. La aorta ascendente distal, el cayado aórtico hasta la arteria carótida común izquierda y el tronco braquiocefálico derivan del saco aórtico. 3. La arteria subclavia derecha deriva del cuarto arco aórtico, de la aorta dorsal derecha y de la arteria intersegmentaria derecha. 4. Las arterias carótidas comunes derivan del tercer arco aórtico. 5. El cayado aórtico situado entre la arteria carótida común izquierda y la arteria subclavia izquierda, porción del istmo de la aorta, deriva del cuarto arco aórtico. 6. La arteria subclavia izquierda deriva de la arteria intersegmentaria izquierda. 7. El conducto arterioso deriva del sexto arco aórtico. 8. La aorta descendente deriva de la aorta dorsal izquierda. 6 V . ii. Variante del cayado aórtico y troncos supra-aórticos El cayado aórtico izquierdo, la aorta descendente izquierda y el patrón de tres vasos en el cayado sólo se encuentra en un 70% de los individuos. 6 La arteria braquiocefálica (que suele medir 3 o 4 cm de longitud) se ramifica en la arteria subclavia derecha (tronco tirocervical, arteria vertebral y arteria mamaria interna derecha) y la arteria carótida común derecha (arteria carótida interna derecha y arteria carótida externa derecha). La arteria carótida izquierda se ramifica en arteria carótida interna izquierda y arteria carótida externa izquierda. La arteria subclavia izquierda se ramifica en el tronco tirocervical izquierdo, la arteria vertebral izquierda y la arteria mamaria interna izquierda. 6 14 Las variantes de ramificación de los vasos del cayado se encuentran en un tercio (30-35%) de los individuos. La variante de ramificación de vasos del cayado más frecuente (20% de los pacientes) es el origen común de las arterias braquiocefálica y carótida común izquierda, también conocido como tronco bovino. 6 La arteria subclavia derecha aberrante se encuentra en el 1% de los individuos. Se trata principalmente de una malformación aislada, aunque se puede asociar a otras lesiones. Se cree que el motivo es la involución del cuarto arco derecho y la persistencia de la aorta dorsal derecha. Su trayecto típico se encuentra detrás del esófago (80%) y las malformaciones incluyen un trayecto entre el esófago y la tráquea (15%) y anterior a la tráquea (5%). 6 El cayado aórtico derecho se suele asociar a una arteria subclavia izquierda aberrante y es más raro que se asocie a malformaciones cardíacas congénitas. Sus ramas incluyen la arteria carótida común izquierda, la arteria carótida común derecha, la arteria subclavia derecha y una arteria subclavia izquierda aberrante. La imagen especular del cayado aórtico se suele asociar a malformaciones cardíacas congénitas (en general cianóticas). Sus ramas incluyen la arteria braquiocefálica izquierda, la arteria carótida común derecha y la arteria subclavia derecha. 6 En los casos de cayado aórtico doble los dos cayados no tienen en general el mismo tamaño y suele ser más grande el derecho. La aorta descendente se suele localizar en el lado izquierdo, aunque puede ser derecho. La arteria carótida común y la subclavia se originan en el cayado del lado correspondiente. El conducto arterioso se suele localizar en el lado izquierdo. Se cree que el cayado aórtico doble se debe a la desaparición del sexto arco aórtico derecho distal. Dado que el esófago y la tráquea quedan incluidos dentro de un anillo entre los arcos, los síntomas suelen ser respiratorios, cuando existen. 6 El cayado aórtico cervical es una malformación poco frecuente, que sucede por atresia del cuarto arco aórtico primitivo. Puede asociarse a malformaciones de las ramas del cayado y de los vasos cervicales. 6 V . iii. Importancia clínica de la anatomía variante del cayado y troncos supra-aórticos. Una de cada tres personas tiene una variante de ramificación de los vasos del cayado. Sin embargo, Rioseco et al, considera que las malformaciones del arco aórtico y sus ramas constituyen menos del 1% de las anomalías congénitas cardiovasculares y correspondiendo con ello a un grupo importante de patologías vistas durante la infancia. 6, 15, 20 Las variantes pueden condicionar variantes variables desde manifestaciones tales como tos, disnea, estridor, sofocación, disfagia e infecciones respiratorias repetidas que en ocasiones pueden ser tan severas que ponen en peligro la vida. 3, 15 De igual manera, Rioseco et al concluye que se debe incluir a las malformaciones del arco aórtico y troncos en el diagnóstico diferencial de pacientes con asma atípica o que no responde a la terapia bien llevada. 15 El cayado aórtico derecho puede asociarse a una arteria subclavia izquierda aberrante o una configuración especular, que se suele asociar a malformaciones cardíacas graves. Por ejemplo, el cayado aórtico con subclavia izquierda aberrante es una anomalía rara, cuya existencia se asocia a un arco aórtico derecho, la cual tiene en su origen un divertículo aórtico, denominado divertículo de Kommerell, la cual puede estar asociado a la tetralogía de Fallot, aproximadamente en un 3% de los casos. 6, 9 El diagnóstico puede ser casual cuando son silentes o resultado del estudio de síntomas respiratorios y/o digestivos persistentes o recurrentes. En algunos casos, el diagnóstico se demora por la concurrencia de patología a la que erróneamente se atribuye la causa de los síntomas (v. gr., laringomalacia, estridor y disfagia). 17 V . iv. Anomalías de las arterias pulmonares Las arterias pulmonares se pueden originar de la aorta en algunos tipos de cardiopatías congénitas, como el truncus arterioso y el hemitruncus. En el truncus arterioso, sólo sale un vaso de la base del corazón y de él se originan las coronarias y las circulaciones pulmonar y sistémica. Entre el 5-10% de los pacientes con truncus arterioso presentan ausencia de una de las arterias pulmonares, generalmente la arteria pulmonar izquierda. 18 Otro tipo de variante es el lazo (sling) de la arteria pulmonar izquierda, en estos pacientes la arteria pulmonar izquierda nace de la arteria pulmonar derecha, y cruza el mediastino de derecha a izquierda describiendo un lazo o cabestrillo (sling) entre la tráquea y el esófago. Los niños con lazo de la arteria pulmonar presentan típicamente síntomas respiratorios por la compresión de la arteria pulmonar izquierda sobre la vía aérea o por estenosis asociada de la tráquea o bronquios principales. La anatomía anormal se ve fácilmente en estudios axiales, ya sea con RM o TC. Sin embargo, la cineangiografía puede tener problemas para definir la relación del vaso anómalo con la tráquea y el esófago. La evolución clínica y el pronóstico de estos pacientes dependen de las anomalías traqueales y las cardiopatías congénitas asociadas. La evolución natural de los pacientes sintomáticos presenta una alta tasa de mortalidad por causa respiratoria, hasta el 90% en pacientes con manejo médico. 18, 20, 22 16 De manera más rara se puede observar un sling parcial de la arteria pulmonar izquierda, la cual consiste en la coexistencia de una arteria pulmonar izquierda normal y un componente anómalo originario de la arteria pulmonar derecha, la cual puede condicionar deterioro de la vía aérea. 21 V . v. Variantes anatómicas venosas de los grandes vasos del Tórax La persistencia de la vena cava superior izquierda (VCSI) es la anomalía venosa torácica más frecuente, con una prevalencia en la población general de un 0.3%. En pacientes con malformaciones congénitas es 10 veces más frecuente. Puede ir asociada a comunicación interauricular, tetralogía de Fallot, coartación aórtica, estenosis pulmonary comunicación interventricular. 22, 23, 24 Las variantes anatómicas de la VCSI pueden ser: VCS doble: por ausencia de obliteración de la vena cardinal izquierda. Puede haber persistencia o no de la vena inmominada o braquiocefálica izquierda. La VSCD puede ser de calibre normal o estar algo disminuido. El calibre de la VCSI es inversamente proporcional al calibre de la VCSD. En TC se ve una VCSI en el mediastino superior izquierdo, en el espacio prevascular, lateral a la aorta y anterior a los bronquios principales y a la arteria pulmonar. VCS izquierda única: por persistencia de la vena cardinal anterior izquierda con cierre de la vena cardinal común derecha y la porción proximal de la supracardinal derecha. La VCSI drena en la aurícula derecha a través del seno coronario, que se encuentra dilatado. En un pequeño porcentaje de pacientes el drenaje de la VSCI es a la aurícula izquierda, produciéndose un shunt derecha- izquierda. 22, 23, 24 Otra variante es la continuación de la VCI con la vena ácigos, la cual presenta una prevalencia del 0.6%. Embriológicamente es debido a un fallo en la anastomosis subcardinal derecha y hepática causando una atrofia subcardinal ipsilateral. 23, 24 La VCI pasa posterior a la crura diafragmática para pasar al tórax como vena ácigos, que se une a la VCS. Las venas suprahepáticas drenan directamente en la aurícula derecha. La vena ácigos aparece dilatada y con realce de contraste similar a la VCS. Las venas gonadales drenan directamente en las venas renales ipsilaterales. 23,24 Esta variante se ha asociado a individuos con situs ambiguos, aunque también se ha detectado en situs solitus. 23, 24 El lóbulo de la ácigos se trata una anomalía congénita que merece un estudio pormenorizado, ya que se encuentra hasta en un 1% de las radiografías de tórax y puede dar lugar a imágenes dudosas capaces de confundir al radiólogo. 24 Esta variante de la normalidad resulta de un fallo de la migración de la vena cardinal posterior derecha, precursora de la ácigos, desde la pared torácica hasta su localización normal en el ángulo traqueo-bronquial, por lo que se desarrolla un cayado localizado más lateral de lo habitual. La ácigos arrastra consigo dos hojas de pleura parietal y visceral que forman la “cisura de la ácigos”, estructura similar a un meso por cuya parte caudal discurre el cayado de la ácigos. La parte de pulmón medial a ella se denomina “lóbulo de la ácigos”, a pesar de que no es realmente un lóbulo pues carece de bronquio y arteria pulmonar propios. 24 V . vi. Caracterización morfológica de los troncos supra-aórticos: Clasificación de Natsis et al para los arcos aórticos izquierdos y de Edwards para los arcos aórticos izquierdos. Natsis et al. en su artículo de revisión de 2009 realizo la revisión de 633 angiografías, realizando posteriormente una clasificación de la distribución de los troncos supra-aórticos del I al VIII, asignándose la numeración acorde a la incidencia reportada (ver tabla I). 28 Tabla I. Clasificación de los arcos aórticos según Natsis et al. Tipo Numero de troncos Troncos supra-aórticos de acuerdo a origen de derecha a izquierda I 3 1 – TB, 2 – CCI y 3 – SI. II 2 1 – TBB y 2 – SI. III 4 1 – TB, 2 – CCI, 3 – AVIA y 4 – SI. IV 3 1 – SD, 2 – rama común para CCD y CCI y 3 – SI. V 3 1 – rama común para CCD y CCI, 2 – SI y 3 – SDA. VI 2 1 – rama común para CCD y CCI, y 2 – rama común para SD y SI VII 4 1 – SD, 2 – CCD, 3 – CCI y 4 – SI. VIII 4 1 – TB, 2 – ATI, 3 – CCI y 4 – SI. Para la distribución de los arcos aórticos derechos Edwards los clasificó en: Tipo I Arco aórtico derecho con patrón de ramificación en espejo Tipo II Arco aórtico derecho con arteria subclavia izquierda aberrante. Tipo III Arco aórtico derecho con arteria subclavia izquierda aislada 18 VI Planteamiento del problema Los avances en la tecnología han hecho de la Tomografía una técnica fundamental para la evaluación de diversas patologías. Ha sido con ello necesario un incremento en el conocimiento teórico anatómico fino y detallado, dentro de ello a la anatomía vascular. Es preciso tener en cuenta que las variantes vasculares son hallazgos que se encuentran con relativa frecuencia en forma incidental en estudios solicitados por otras razones. La mayoría de variantes reportadas son descritas como asintomáticas. No obstante, algunas se han asociado con síntomas significativos y problemas quirúrgicos serios, causados por efectos de la comprensión o presión que ejercen esas variantes sobre la tráquea o el esófago. Su conocimiento puede evitar confusiones y la realización de estudios complementarios innecesarios, así como también nos obliga a analizar la presencia de otras anomalías que podrían estar asociadas. 26 Adicionalmente, la falta de conocimiento de las variantes que predominan genera un grado de incertidumbre en la práctica clínica, radiológica y de intervencionismo. Por ejemplo, una arteria vertebral aberrante como una rama de la aorta es una variante muy importante cuando se realiza la cirugía vascular cervical, ya que causaría muchas complicaciones. 26, 30 Asimismo, algunos autores han sugerido que el origen anómalo de las arterias vertebrales, junto con una mayor extensión del trayecto vascular, puede causar alteraciones hemodinámicas que predisponen a las enfermedades cerebrales vasculares. Además, la gran extensión de la arteria podría afectar la resistencia hemodinámica de los vasos, lo que provocaría fatiga en la porción distal de la arteria. 29, 31 Bajo estos constructos se delimita la importancia del conocimiento de las variaciones vasculares, de manera particular del arco aórtico y sus ramas radica, además del concepto académico puro, en su impacto sobre los procedimientos hemodinámicos, en la etiología de las lesiones cerebrales derivadas de la manipulación de estos vasos y en el manejo del trauma torácico superior y del cuello. El desconocimiento de las expresiones variantes de las ramas derivadas del arco aórtico puede precipitar la ocurrencia de iatrogenias durante los procedimientos quirúrgicos. 26, 27, 29, 30, 31 Además, existe una gran variabilidad en cuanto a la frecuencia en cuanto a la configuración anatómica del arco aórtico en contexto de variables de la normalidad, reportándose en diversas series entre 6 hasta un 49% en varios países y estudios. 26 20 VII Justificación La identificación de las variantes anatómicas vasculares en estudios de tomografía puede generar confusiones, diagnósticos incorrectos e incluso la solicitud de estudios más invasivos. Es por ello que su conocimiento puede evitar confusiones y estudios complementarios innecesarios. La justificación teórica se basaría en la importancia de contrastar los resultados de nuestro con los diversos estudios comunes al nuestro, los cuales muestran frecuencias de las variantes observadas entre un 6 al 49%, siendo con ello, y bajo esta gran disparidad, necesario una adecuada caracterización en nuestra población. 26 La justificación practica se aplica en cuanto a que el conocimiento de las variantes anatómicas, en parte, nos permite conocer/explicar los síntomas referidos por el paciente (disfagia, disnea, simulación de asma, infección de vías respiratoria recurrentes, entre otras), la búsqueda intencionada de las posibles comorbilidades, determinar riesgos de eventos isquémicos vasculares cerebrales y disminuir la ocurrencia de iatrogenias durante los procedimientos quirúrgicos, así como la realización de un mapeo prequirúrgico. 3, 6, 9, 15, 17, 26, 27, 29, 30, 31 Por tercera y última dimensión, para la dimensión metodológica se propone la caracterizaciónde nuestra población de estudio mediante la clasificación hecha por Natsis et al. en su artículo de revisión de 2009 en cuanto al arco aórtico izquierdo y la clasificación del patrón de ramificación de Edwards en el arco aórtico derecho. Con ello se lograría una estructuración ordenada y categórica en cuanto a las variantes del arco aórtico. 26, 27, 28 22 VIII Objetivos VIII . i. Objetivo general Identificar y caracterizar la frecuencia de las variantes anatómicas vasculares torácicas más comunes en los estudios de TCMD con exploración de tórax con medio de contraste IV, en una población derechohabiente del ISSSTE, Hospital Regional 1° de Octubre. VIII . ii. Objetivos específicos Determinar la frecuencia de los tipos de arcos aórticos izquierdos de acuerdo a la clasificación de Nastis et al, en los estudios tomográficos de tórax con medio de contraste IV, en la población derechohabiente del ISSSTE, Hospital Regional 1° de Octubre. Determinar la frecuencia de los tipos de arcos aórticos derechos de acuerdo a la clasificación de Edwards, en los estudios tomográficos de tórax con medio de contraste IV, en la población derechohabiente del ISSSTE, Hospital Regional 1° de Octubre. Determinar la frecuencia de las variantes de las arterias pulmonares, en los estudios tomográficos de tórax con medio de contraste IV, en la población derechohabiente del ISSSTE, Hospital Regional 1° de Octubre. Determinar la frecuencia de las variantes anatómicas venosas torácicas, en los estudios tomográficos de tórax con medio de contraste IV, en la población derechohabiente del ISSSTE, Hospital Regional 1° de Octubre. 24 IX Material y métodos Se trata de un estudio transversal descriptivo. Se revisaron 675 estudios de TCMD de 64 multidetectores (Phillips Ingenuity) que incluyo exploración torácica con contraste iodado no iónico endovenoso en el periodo de septiembre 2016 a septiembre 2017, de pacientes derechohabientes del ISSSTE, en el Hospital Regional 1° de Octubre. Posteriormente se realizó reconstrucciones multiplanares y tridimensionales, subsecuentemente se categorizó mediante la clasificación hecha por Natsis et al. en su artículo de revisión de 2009 en cuanto a los arcos aórticos izquierdos y la clasificación del patrón de ramificación de Edwards en los arcos aórticos izquierdos. Los otros tipos de ramificación en arcos aórticos izquierdos encontrados se continuaron con la numeración sucesiva a la clasificación utilizada de acuerdo a su orden de aparición. Se realizó el análisis mediante medidas de frecuencia de las variables cuantitativas del estudio. Dentro de los aspectos éticos el proyecto fue aprobado por el comité de ética en investigación del Hospital Regional 1° de Octubre, ISSSTE, fundamentando la inclusión de los principios de la declaración de Helsinki y de Belmont, bajos de los preceptos de autonomía, beneficiencia y no maleficiencia. 26 X Resultados Se revisaron un total de 675 estudios de tomografía que incluyeran exploración torácica con medio de contraste yodado intravenoso, encontrándose 10 distintos tipos de distribución de los troncos supra-aórticos en arco aórticos izquierdos, así como 1 tipo de distribución supra-aórtica en arcos aórticos derechos. A motivo de los hallazgos se identifican otros 4 tipos de distribución en arcos izquierdos que no estaban incluidas en la clasificación realizada por Natsis et al en su artículo de revisión29. El tipo I o clásico (tronco braquiocefálico [TB], carótida común izquierda [CCI] y subclavia izquierda [SCI], de distribución de derecha a izquierda) fue el de mayor frecuencia con 435 casos (64.4%). De ello se determina que en un 35.6% no presenta una distribución clásica de las ramas supra- aórticas. El subsecuente en frecuencia fue el tipo II (también denominado por algunas literaturas como tronco bovino [TBB], caracterizando por 2 ramas supra-aórticas, ya sea por un ostium común entre el TB con la CCI o cuando se presenta la CCI como rama del TB), con 184 casos (27.3%). (Ver Anexos, Figura 1) El tipo III (caracterizado por 4 ramas supra-aorticas, consistiendo en TB, CCI, arteria vertebral izquierda aberrante [AVIA] y SI) se observó con una frecuencia de 38 casos (5.6%). Se identificaron 10 casos (1.5%) de arterias subclavias derechas aberrantes, las cuales se identificaron con una distribución de los troncos tipo V (origen común de ambas carótidas, SI y subclavia derecha aberrante [Subclavia derecha aberrante]) en 6 casos y como nueva distribución observada el tipo XI (carótida común derecha [CCD], CCI, SI y SDA) en 4 casos (0.59%). (Ver Anexos, Figura 2 y 3) De las otras nuevas distribuciones observadas son el tipo IX (el cual consistió en un TBB, arteria tirocervical izquierda [ATI] y SI), el tipo X (TBB, AVIA y SI) y el tipo XII (TB, CCI, ATI y SI). Observando 1 caso (0.15%) del tipo IX, 1 caso (0.15%) del tipo X y 2 casos (0.3%) del tipo XII. (Ver Anexos, Figura 4 y 5) 28 Así mismo se observaron 2 casos (0.3%) de arcos aórticos derechos con un tipo de distribución de tipo especular correspondiente al tipo I de Edwards. Uno de ellos se identificó con otros tipos de alteración vascular y cardiaca por origen anómalo de las arterias pulmonares a través de la aorta torácica descendente y comunicación interauricular. (Ver Anexos, Figura 6) Las variantes anatómicas de tipo venoso fueron poco frecuentes, identificando 1 caso (0.15%) de un lóbulo de la ácigos y 1 caso (0.15%) de vena cava superior izquierda. (Ver Anexos, Figura 7 y 8) Observando desde otra perspectiva, considerando solamente las distribuciones no habituales o no clásicas (240 casos de los tipos II al XII de Natsis y tipo I de Edwards), se observó una frecuencia entre ellas de: 76.7% del tipo II en arco aórtico izquierdos. 15.9% del tipo III en arco aórtico izquierdos. 4.2% de arterias subclavias derechas aberrantes, correspondientes al 2.5% en tipo V y al 1.7% en tipo XI. 0.8% del tipo XII en arco aórtico izquierdos. 0.8% de arcos aórticos derechos tipo I de Edwards. 0.4% del tipo IV en arco aórtico izquierdos. 0.4% del tipo VIII en arco aórtico izquierdos. 0.4% del tipo IX en arco aórtico izquierdos. 0.4% del tipo X en arco aórtico izquierdos. 30 XI Discusión La expresión morfológica de los troncos supra-aórticos ha sido descrita en diferentes estudios, sin embargo, se ha observado un rango variable en sus frecuencias. La distribución habitual, correspondiente al tipo I de Natsis, ha sido reportada con altas incidencias, como es el caso de Nelson y Sparks 33 en la cual observaron una frecuencia de 94.3 % y Nayak y cols. 34 con una incidencia del 91.4 %. En contraste nuestro estudio se identificó una frecuencia del 64.4%, la cual es concordante a estudios como el de Berko et al (65.9%) 35 y Yeri et al (57%) 30. El tipo II de Natsis, también denominado por otras literaturas como tronco Bovino, ya sea por un ostium común o un tronco braquiocefálico por la cual emerjan ambas carótidas, en nuestra investigación se identificó con una alta frecuencia (27.3 %) comparativamente con estudios similares, como el de Natsis et al 29 el cual identifico un 15%, Herrera et al 28 en un 17.2%, o aún más contrastante resulta con la frecuencia observada en una población japonesa con un 1.1%32. Sin embargo, se encuentran una frecuencia simil en algunos estudios, como es el caso de Ogen´o et al 36 con un 25.7% y Berko et al 35 con 27.4%. La arteria vertebral izquierda aberrante (tipo III y Xde Natsis) mostro una frecuencia de 5.75%, identificándose dentro del rango 4-6% en la mayoría de la literatura. 29, 30, 35 Cabe señalar que la arteria subclavia derecha aberrante se observó con una mayor frecuencia (1.5%) comparativamente con lo observado por Rodriguez et al 10 y Motta et Zagaceta 19 (menor al 0.1%). De igual manera, el arco aórtico derecho en el presente estudio se identificó con una frecuencia alta (0.3%), la cual en la mayoría de los estudios se aprecia con una incidencia menor al 0.1% 10, 19, 35 Las variantes/anomalías anatómicas venosas torácicas son raras, identificándolas en un 0.45%, las cuales fueron: lóbulo de la ácigos (0.15%), vena cava superior izquierda (0.15%) interrupción del drenaje venoso de la vena cava inferior (agenesia) con continuación hacia el sistema 32 ácigos/hemiácigos (0.15%). Comparativamente en estudios similares se identificó una mayor incidencia de variantes vasculares venosas (Rodriguez et al 10 y Motta et Zagaceta 19 en menor al 0.05%). “Todo lo que se ignora, se desprecia” (Antonio Machado), es por ello que al identificarse como hallazgos incidentales suele menospreciarse, restando la importancia debida, sin reconocer que comprende un reto diario para el radiólogo al requerir un gran conocimiento de su desarrollo embriológico, la anatomía normal y las condiciones fisiopatológicas que la influencian y modelan. Al despreciar por desconocer conlleva a un análisis mediocre. “Lo que no sé, tampoco creo saberlo” (Platón). 34 XII Perspectivas Las variantes y/o anomalías vasculares son hallazgos que se observan con relativa frecuencia. El desconocerlas aumentaría el riesgo de afección vascular en procedimientos quirúrgicos. Es por ello que el conocer y denotar que su frecuencia es mayor a lo pensado favorece al paciente en intervenciones futuras, sirviendo como mapeo pre-quirúrgico, “No se puede desatar un nudo sin saber cómo está hecho” (Aristóteles). Así mismo, el conocimiento de la expresión morfológica de los troncos supra-aórticos nos sirve para determinar factores de riesgo para eventos vasculares cerebrales, como lo es la presencia de una arteria subclavia derecha aberrante. Con ello también nos serviría como preámbulo para futuras investigaciones sobre el tema. Al demostrar la frecuencia y trascendencia de las variaciones anatómicas en la población, se socavará el conocimiento/ignorancia del médico, favoreciendo con ello a un análisis más fino y detallado sobre las redes vasculares del organismo, con ello favoreciendo directamente al paciente. “Es mejor saber después de haber pensado y discutido que aceptar los saberes que nadie discute para no tener que pensar” (Fernando Savater). 36 XIII Referencias bibliográficas 1. Kellenberger CJ. Aortic arch malformations. Pediatr Radiol. 2010;40(6):876–84. 2. Kallmes DF, Cox VS. Bovine Aortic Arch Variant in Humans, Am J Neuroradiol. 2006;1541– 2. 3. Etesami M, Ashwath R, Kanne J, Gilkeson RC, Rajiah P. Computed tomography in the evaluation of vascular rings and slings. Insights Imaging [Internet]. 2014;5(4):507–21. 4. Türkvatan A, Büyükbayraktar FG, Ölçer T, Cumhur T, Olçer T, Cumhur T. Congenital Anomalies of the Aortic Arch: Evaluation with the Use of Multidetector Computed Tomography. Korean J Radiol [Internet]. 2009;10(2):176–84. 5. Licari A, Manca E, Rispoli GA, Mannarino S, Pelizzo G, Marseglia GL. Congenital vascular rings: A clinical challenge for the pediatrician. Pediatr Pulmonol. 2015;50(5):511–24. 6. Hutchison S. Enfermedades aórticas. 2010. 7. Axial C, Lee EY, Siegel MJ, Hildebolt CF, Gutierrez FR, Fallah JH. MDCT Evaluation of Thoracic Aortic Anomalies in Pediatric Patients and Young Adults : 3D Images. AJR Am J Roentgenol. 2004;(March):777–84. 8. Berdon WE. Rings, slings, and other things: vascular compression of the infant trachea updated from the midcentury to the millennium--the legacy of Robert E. Gross, MD, and Edward B. D. Neuhauser, MD. Radiology [Internet]. 2000;216(3):624–32. 9. Leonardi B, Secinaro A, Cutrera R, Albanese S, Trozzi M, Franceschini A, et al. Imaging modalities in children with vascular ring and pulmonary artery sling. Pediatr Pulmonol. 2015;50(8):781–8. 10. Rodriguez A, Cobeñas R, Gallo JC, Salamida A, Larrañaga N. Variantes anatómicas vasculares halladas de manera incidental en estudios de tomografía computada. Rev Argentina Radiol. 2013;(january 2012):19–25. 11. Napoleone CP, Gargiulo GD. Vascular rings and pulmonary slings. Pediatr Thorac Surg. 2013;(June 1945):217–24. 12. Gould SW, Rigsby CK, Donnelly LF, McCulloch M, Pizarro C, Epelman M. Useful signs for the assessment of vascular rings on cross-sectional imaging. Pediatr Radiol. 2015;45(13):2004–16. 13. Domènech AB, López J, Rodríguez P, Serrano F, Fernández B, Gutiérrez C, et al. Anillos vasculares, nuestra experiencia en 18 casos. Cir Pediátrica. 2014;110–6. 14. Kir M, Saylam GS, Karadas U, Yilmaz N, Çakmakçi H, Uzuner N, et al. Vascular rings: Presentation, imaging strategies, treatment, and outcome. Pediatr Cardiol. 2012;33(4):607– 17. 15. S PR, Ahumada A, Daniela O. Anillos vasculares como diagnóstico diferencial del asma. Rev Chil Enfermedades Respir. 2012;51–7. 16. Villaescusa M, Sarralde A, Nistal F. Divertículo de Kommerell y arteria subclavia derecha aberrante. Rev Española Cardiol. 2016;69(7):8932. 38 17. Torres-Martel JM. Divertículo de Kommerell. Gac Med Mex. 2016;152:424–8. 18. Hern J, Tc L, Estas K, Las D. Resonancia magnética de los vasos mediastínicos en Pediatría Magnetic resonance imaging of the mediastinal vessels in pediatric patients. Radiologia. 2007;49(5):311–21. 19. Motta Ramírez GA, Zagaceta Mata CB. Variantes Anatómicas Vasculares (VAV) incidentales demostradas por TC multidetectores (TCMD) toraco abdomino pélvica. (Spanish). An Radiol Mex [Internet]. 2007;6:297–312. 20. Lee KH, Yoon CS, Choe KO, Kim MJ, Lee HM, Yoon HK, et al. Use of imaging for assessing anatomical relationships of tracheobronchial anomalies associated with left pulmonary artery sling. Pediatr Radiol. 2001;31(4):269–78. 21. Collell R, Marimón C, Montero M. Sling parcial de la arteria pulmonar izquierda. Rev Esp Cardiol. 2010;63(7):850. 22. Ortigado Matamala A, García García A, Galicia Poblet G, Jiménez Bustos JM, De Juan Sánchez C. Sling de la arteria pulmonar asintomático: diagnóstico no invasivo. An Pediatría [Internet]. 2010;72(3):205–9. 23. Burney K, Young H, Barnard SA, McCoubrie P, Darby M. CT appearances of congential and acquired abnormalities of the superior vena cava. Clin Radiol. 2007;62(9):837–42. 24. Honma S, Tokiyoshi A, Kawai K, Koizumi M, Kodama K. Left inferior vena cava with regressed right inferior vena cava. Anat Sci Int. 2008;83(3):173–8. 25. Huynh PT, Harris JH. Spectrum of Congeni- tal Anomalies of the Inferior Vena Cava : Imaging Findings 1 ( CME available in print version and on RSNA Link ) OBJECTIVES. Radiographics. 2000;77030:639–52. 26. De E, Guevara CG, Lopez MM, Faife JA, Arguello JP, Pastore C, et al. Ecoembriología de las anomalías del arco aórtico en el feto. Rev la Fed Argentina Radiol. 2015;44(2):73–7. 27. Huapaya JA, Chávez-Trujillo K, Trelles M, Dueñas Carbajal R, Ferrandiz Espadin R. Anatomic variations of the branches of the aortic arch in a Peruvian population. Medwave [Internet]. 2015;15(6):e6194. 28. Herrera Ortiz NE, Ballesteros Acuña LE, Forero Porras PL. Caracterizacion de las Ramas del Arco Aórtico en una Muestra de Poblacion Colombiana: Un Estudio con Material de Autopsia. Int J Morphol. 2012;30(1):49–55. 29. Natsis KI, Tsitouridis IA, Didagelos M V., Fillipidis AA, Vlasis KG, TsikarasPD. Anatomical variations in the branches of the human aortic arch in 633 angiographies: Clinical significance and literature review. Surg Radiol Anat. 2009;31(5):319–23. 30. Yeri LA, Jorge EG, Fontaneto S, Esp M, Mez GÓ, Sito ESPÓ, et al. Variation of the Origin of Aortic Arch Branches : In Relationship with Plates of Atheroma. Int J Morphol. 2011;29(1):182–6. 31. Komiyama M, Morikawa T, Nakajima H, Nishikawa M, Yasui T. High incidence of arterial dissection associated with left vertebral artery of aortic origin. Neurol Med Chir (Tokyo). 2001;41:8-11-12. 32. Yuan S-M. Aberrant Origin of Vertebral Artery and its Clinical Implications. Brazilian J Cardiovasc Surg [Internet]. 2016;31(1):52–9. 33. Nelson, M. L. & Sparks, C. D. Unusual aortic arch variation: distal origin of common carotid arteries. Clin. Anat., 14(1):62-5, 2001. 34. Nayak, S.; Pai, M.; Prabhu, L.; D’Costa, S. & Shetty, P. Anatomical organization of aortic arch variations in the India: embryological basis and review. J. Vasc. Bras., 5(2):95-100, 2006. 35. Berko, N. S.; Jain, V. R.; Godelman, A.; Stein, E. G.; Ghosh, S. & Haramati, L. B. Variants and anomalies of thoracic vasculature on computed tomographic angiography in adults. J. Comput. Assist. Tomogr., 33(4):523-8, 2009. 36. Ogeng’o, J. A.; Olabu, B. O.; Gatonga, P. M. & Munguti, J. K. Branching pattern of aortic arch in a Kenyan population. J. Morphol. Sci., 27(2):51-5, 2010. 40 XIV Anexos a) Figura 1 - Reconstrucción tridimensional, en donde se identifica Patrón de distribución tipo II de Natsis et al Figura 2 - Reconstrucción tridimensional , en donde se identifica Patrón de distribución tipo V de Natsis et al , correspondiente a una arteria subclavia derecha aberrante retro.esofágica . b) Figura 3 - Imagen a) corte axial y b) reconstrucción MIP coronal en donde identificamos una arteria subclavia derecha aberrante (Natsis et al tipo V) . Nótese en b) la asociación con diverUculo de Kommerell . 42 , ) e) 'x: ' ... ~):' ~1'~ f. ,) :~. ,'ti,. ,~~ .f" . • . . ~) ~ ." b) :i '. ' . • ' ~ .. . - . ....... * .. ... . . o r.'~ .• ' J/ \ ""f" . ~ ." Figura 6 - a) y b) reconstrucción tridimensional vista posterior y lateral respectivamente c) y d) cortes axiales, en los cuales se identifica un arco aórtico derecho con un tipo de distribución de tipo especular correspondiente al tipo I de Edwards, observandose origen anómalo de las arterias pulmonares a través de la aorta torácica descendente y comunicación interauricular. , ) , ) b) Figura 7 - a) corte aXial en ventana para mediastino y b) en ventana pulmonar. en donde se identifica lóbulo de la ácigos. b) Figura 8 - a) corte axial y b) reconstrucción coronal, en donde se vena cava superior izquierda. Portada Índice I. Variantes Anátomicas, Anillos y Slings Vasculares Torácicos Halladas en una Población derechohabiente del ISSSTE, Hospital Regional 1° de Octubre II. Resumen III. Abreviaturas IV. Introducción V. Antecedentes VI. Planteamiento del Problema VII. Justificación VIII. Objetivos IX. Material y Métodos X. Resultados XI. Discusión XII. Perspectivas XIII. Referencias Bibliográficas XIV. Anexos
Compartir