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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE MEDICINA 
DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO 
HOSPITAL GENERAL DE MEXICO “DR. EDUARDO LICEAGA” 
 
 
T E S I S 
PRESENTACIÓN CLÍNICA DE LOS QUISTES Y TUMORES DE OVARIO EN 
EDAD PEDIÁTRICA, ATENDIDOS EN EL HOSPITAL GENERAL DE MÉXICO, 
DEL 1 DE ENERO 2007 AL 1 DE ENERO 2015. 
 
 
PARA OBTENER EL DIPLOMA DE ESPECIALIDAD EN: PEDIÁTRIA 
PRESENTA: 
DR. PABLO GODÍNEZ ÁLVAREZ 
 
 
TUTOR: 
DR. ROGELIO TORRES MARTÍNEZ 
CIRUJANO PEDIATRA ADSCRITO AL SERVICIO DE CIRUGÍA PEDIÁTRICA 
DEL HOSPITAL GENERAL DE MEXICO “DR EDUARDO LICEAGA” O.D 
 
 
 
MÉXICO, CIUDAD DE MÉXICO, FEBRERO 2017 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
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fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
_________________________________________ 
DR. LUIS PAULINO ISLAS DOMINGUEZ 
JEFE DEL SERVICIO DE PEDIATRÍA Y TITULAR DEL CURSO DE PEDIATRIA 
HOSPITAL GENERAL DE MEXICO O.D. 
 
 
 
_________________________________________ 
DR. ROGELIO TORRES MARTÍNEZ. 
TUTOR DE TESIS, CIRUJANO PEDIATRA ADSCRITO AL SERVICIO DE CIRUGÍA 
PEDIÁTRICA DEL HOSPITAL GENERAL DE MEXICO O.D. 
 
 
 
_________________________________________ 
DRA. MARIA TERESA CHAVARRIA JIMENEZ 
 COORDINADORA DE ENSEÑANZA DE LA UNIDAD DE PEDIATRÍA HOSPITAL 
GENERAL DE MEXICO O.D. 
 
 
 
 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
Agradezco a Dios por estar conmigo, acompañarme y guiarme a lo largo de mi vida, por darme 
una hermosa familia, y llenar mi vida de satisfacción y felicidad. 
A mi madre, que me ha demostrado su amor y con sus oraciones y noches de desvelo, me ha 
enseñado a no desfallecer ni rendirme ante nada. 
A mi padre, que desde que nací, con trabajo y esfuerzo busco lo mejor para mí familia y para 
mí, porque en todo momento confío en mí y festejo mis logros. Por ser para siempre un padre 
ejemplar. 
A mis hermanas, por su amor que me hace seguir siempre adelante. 
A mis sobrinos, que me dan felicidad y me motivan a ser mejor cada día. 
A mis maestros y amigos que conocí en el Hospital General de México, que harán inolvidable 
mí paso por nuestro hospital. 
Gracias al Dr. Rogelio Torres Martínez, la Dra. María Teresa Chavarría Jiménez y la Dra. María 
del Carmen Espinosa Sotero por su atención en la revisión de este trabajo. 
 
 
 
DEDICATORIA 
A mi padre y madre, a mis hermanas Cristina, Saraí y Kerem, y a mis sobrinos Sharis, Madai, 
Jonás, Natalia y Gema, porque debo todo a ustedes. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
INDICE 
 
 
PÁGINAS 
 
ÍNDICE 4 
I. Resumen 
II. Marco teórico 
1. Introducción 
2. Epidemiología 
3. Antecedentes Históricos 
4. Clasificación de los Tumores de Ovario 
5. Cuadro Clínico 
6. Diagnóstico 
7. Diagnóstico Diferencial 
8. Tratamiento 
9. Complicaciones 
5 
7 
7 
7 
8 
10 
26 
27 
33 
33 
35 
III. Planteamiento del problema 36 
IV. Justificación 36 
V. Objetivos 37 
VI. Hipótesis 38 
VII. Material y Métodos 39 
VIII. Análisis y presentación de resultados 41 
IX. Discusión 46 
X. Conclusiones 47 
XI. Bibliografía 48 
 5 
I. RESUMEN 
 
Los tumores de ovario pueden existir a cualquier edad, sin embargo su ocurrencia en la edad 
pediátrica constituye una situación clínica poco frecuente comparada con la mujer en edad adulta. 
Aproximadamente la mitad de las lesiones de ovario se debe a neoplasias; los tumores con 
elementos malignos de ovario son raros en pediatría. La Organización Mundial de la Salud 
clasifica los tumores ováricos de acuerdo con el tejido de origen. El tipo histológico más 
encontrado es el de células germinales y en menor proporción los de tejido epitelial y los del 
cordón sexual-estromal.
1 
Los tumores ováricos, respecto a otros tumores presentes en la edad 
pediátrica, son raros y representan del 1 al 5% de los tumores infantiles. Son más frecuentes entre 
los 9 y 12 años y alcanzan un mayor porcentaje de malignidad en las niñas de mayor de edad. 
6
 
 
Las manifestaciones clínicas más frecuentes son el dolor abdominal de intensidad variable, 
aumento del perímetro abdominal, sintomatología compresiva que aparece por compromiso de 
estructuras vecinas, manifestaciones asociadas a alteraciones hormonales, y en algunos casos la 
presentación inicial es abdomen agudo secundario a complicaciones como torsión o rotura de la 
lesión.
 6
 
El diagnóstico inicia con la sospecha clínica en adolescentes con dolor abdominal y tumor 
abdominal palpable, requiriendo como abordaje la determinación de biometría hemática, química 
sanguínea, marcadores tumorales; alfafetoproteína, fracción beta de hormona gonadotropina 
coriónica humana, ca 125, ca 19.9, y la realización de estudios de gabinete como ultrasonido 
abdominal y pélvico y tomografía axial de abdomen con administración de medio de contraste 
intravenoso. 
En cuanto al tratamiento, los objetivos de la cirugía son la resección completa del tumor cuando 
sea posible, preservación de la trompa de Falopio y ovario normal, así como la realización de 
toma de biopsias de lesiones sospechosas, evitando cuando sea posible la biopsia contralateral. 
 22
 
En nuestro estudio, se revisaron un total de 50 expedientes clínicos de pacientes menores de 18 
años ingresados al servicio de hospitalización de pediatría del Hospital General de México con 
diagnóstico de lesiones quísticas y tumorales anexiales, en el período comprendido entre el 1 de 
ene ro de 2007 y el 01 de enero de 2015, de los cuales se obtuvieron los siguientes resultados; La 
media de edad fue de 15 años, con un rango de 9 a 17 años. En dos de cada tres casos (66%) el 
ovario más afectado fue el izquierdo y en 8% fue bilateral. Por el estudio histológico se consideró 
que el tumor era benigno en 31 casos (62%), con predominio de teratomas maduros en el 50% y 
cistoadenomas serosos 36%. El dolor abdominal estuvo presente en todas las pacientes (excepto 
en una paciente con lesión benigna) y la masa palpable estuvo presente en todas las pacientes. 
 6 
Otras manifestaciones, poco frecuentes, estuvieron relacionadas con síntomas obstructivos del 
tracto digestivo: como náuseas, vómitos y constipación; y del tracto genitourinario: como disuria, 
polaquiuria. El tiempo medio de evolución fue de seis meses. 
La alfafetoproteína estuvo elevada en los casos de tumores de células germinales, y la 
gonadotropina coriónica humana, fracción beta, se encontró en un caso de carcinoma 
embrionario. En cuanto al ultrasonido abdominal y pélvico se les hizo a 30 (65%) jóvenes; en 
ellas se observaron imágenes quísticas que correlacionaron con lesiones benignas y aquéllas con 
un patrón de densidad mixta que corresponden a lesiones malignas. La tomografía axial 
computarizada sólo se hizo en 15 (32%) casos; todas ellas presentaron neoplasias malignas y este 
estudio permitió ubicar la extensión de la enfermedad. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 7 
II. MARCO TEÓRICO-CONCEPTUAL-REFERENCIAL 
 
1. Introducción 
 
Los tumores de ovario pueden existir a cualquier edad, sin embargo su ocurrencia en la edad 
pediátrica constituye una situación clínica poco frecuente comparada con la mujer en edad adulta. 
Las lesiones anexiales pueden originarse tanto en el ovario como en otras estructuras pélvicas.Es 
importante recordar que los ovarios están formados por células derivadas de tres primordios: 
células germinales primitivas, mesénquima del reborde urogenital y el epitelio celómico, de tal 
manera que las neoplasias del ovario tienen su origen en cualquiera de estas tres estructuras. Es 
por esto que, dentro del diagnóstico diferencial de estas lesiones, hay que considerar tumores 
tanto del ovario como de las trompas de Falopio, remanentes embrionarios, útero y tracto 
gastrointestinal. Al enfrentarse a una niña o adolescente con una lesión anexial lo más frecuente 
es que corresponda a un tumor de ovario. 
2
 
 
2. Epidemiología 
 
En niñas y adolescentes los tumores de ovario son relativamente raros, pero pueden ser malignos 
y letales. Aproximadamente la mitad de las lesiones de ovario se debe a neoplasias; los tumores 
con elementos malignos de ovario son raros en pediatría. El tipo histológico más encontrado es el 
de células germinales y en menor proporción los de tejido epitelial y los del cordón sexual-
estromal.
1
 
A nivel mundial los tumores malignos de células germinales ocurren en 2.9 % del total de las 
neoplasias en niñas y adolescentes, y 26 a 34 % de ellos se localiza en ovario.
1,2
 Se reporta una 
incidencia de 2.4 casos por millón de personas menores de 15 años de edad.
3,4
 
En México, el cáncer en niños es un problema de salud pública: representa para ellos entre la 
segunda y cuarta causa de muerte,
1
 y la incidencia de neoplasias malignas tienden a aumentar, 
sobre todo en los menores de 5 años.
2
 En nuestro país la frecuencia de neoplasias malignas de 
ovario es de 3.4 %.
5
 
En cuanto a las lesiones malignas, en México, el Registro Histopatológico de Neoplasias publicó, 
para los años 1993-1995, una frecuencia de neoplasias germinales malignas del ovario de 13.4%,
6
 
cifra que recuerda a la de los países asiáticos. En el Hospital de Oncología del Centro Médico 
Nacional Siglo XXI, del Instituto Mexicano del Seguro Social, Pedro Escudero de los Ríos y su 
grupo reportaron una frecuencia de estas neoplasias de 18%4 y en el Hospital General de México, 
el autor comunicó una frecuencia de 19%.
7
 
 8 
Se estima que las masas anexiales que requieren intervención quirúrgica son poco frecuentes en la 
población pediátrica, algunos autores citan a 2,6 casos por cada 100.000 niñas. 
5
 
Los tumores ováricos, respecto a otros tumores presentes en la edad pediátrica, son raros y 
representan del 1 al 5% de los tumores infantiles. Son más frecuentes entre los 9 y los 12 años y 
alcanzan un mayor porcentaje de malignidad en las niñas de mayor de edad. 
6
 
La frecuencia de los subtipos histológicos de tumores de células germinales son: disgerminoma 
35%, teratoma inmaduro 17%, tumor de senos endodérmicos 14%, carcinoma embrionario 4% y 
tumores mixtos 40%. Los de origen epitelial derivan del epitelio superficial del ovario o de la 
serosa. En cambio en las niñas, la frecuencia global es de 15% y la distribución es la siguiente: 
cistoadenoma 47%, cistoadenoma mucinoso 16%, cistoadenocarcinoma mucinoso 16% y el 
seroso 21%, y al igual que los tumores epiteliales, los derivados del cordón sexual-estroma son en 
menor número; en este subtipo histológico se distribuyen con la siguiente frecuencia: tumor de 
células de la granulosa juvenil 66%, tumores de células de sertoli-leyding 20%, tumores del 
estroma esclerosante 7%, del cordón sexual 3% y tumor de células esteroideas 1.3%. 
4
 
 
3. Antecedentes Históricos 
 
Parece indiscutible que lo que conocemos hoy bajo el término genérico de tumor ha existido 
siempre en el ser humano moderno, al menos con seguridad dentro del periodo de las 
civilizaciones en los últimos 5000 años, como lo atestiguan los hallazgos egipcios en el papiro de 
Smith y de Ebers. Anterior a estas fechas aproximadas, no existe evidencia absoluta que los 
Homo sapiens de los últimos 200 000 años lo hayan padecido, aunque es de suponer que 
seguramente hace 40 000 años, en la época Cromagnon europea, existía tal condición, si se tiene 
en cuenta al menos la etiología genética. Es probable que a partir de la aparición de la agricultura 
y la domesticación de animales, entre 12 000 y 8 500 años atrás, cuando el H. sapiens tomó 
contacto cercano con las plantas y los animales, y mayor número de microorganismos, hayan 
aparecido ciertos tumores, considerando que la alimentación humana cambió radicalmente con 
nuevos granos, bayas y frutos; y con la ingesta de productos lácteos de la cabra, la vaca, y tal vez 
de otros animales. Hay un reciente hallazgo en el norte de Sudán, en un fósil de 3200 años de 
antigüedad, que muestra signos de metástasis, en especial en la escápula, considerado la 
documentación más antigua con respecto al cáncer.
3
 En total existen alrededor de 200 fósiles 
hallados que tienen alguna evidencia de haber padecido enfermedad maligna, algunos 
correspondientes al periodo pre-hispánico de México. 
Varios escritos realizados 3.000 años a. C., como el papiro de E. Smith (1600 a. C.) hacen 
referencia al tratamiento quirúrgico para algunos tumores, pero también se mencionaba el 
concepto de «conducta expectante» para otros. 
 9 
Previo a la invención de la radioterapia y uso de sustancias antineoplasicas a principios del siglo 
XX, se concebía la cirugía como único tratamiento curativo y paliativo para las neoplasias, a 
través de la resección de tumores voluminosos, dolorosos y ulcerados. Este tipo de resecciones 
tenían aplicación en tumores localizados en tejidos externos, como la piel, cabeza y cuello, partes 
blandas del tronco y extremidades, mientras que los tumores localizados dentro del peritoneo eran 
considerados irresecables. Sin embargo, esporádicamente, algún cirujano audaz rompía este 
precepto, como E. McDowell, quien, en 1809, realizó la extirpación de un tumor ovárico de siete 
kilos con resultado satisfactorio. Con este tipo de cirujanos se derrumbó el concepto muy 
extendido de esa época: «Jamás se conseguirá eliminar con el cuchillo tumores internos, lo 
mismo si se encuentran en el útero, hígado, bazo o intestinos; Dios ha trazado aquí la frontera de 
la cirugía, y el cirujano que la atraviese procede como un asesino». Con los avances en anestesia 
general se alcanzó el sueño de los cirujanos de operar sin dolor.
2
 
Durante la segunda mitad del siglo XIX se realizaron varios procedimientos quirúrgicos para 
extirpar tumores malignos. A finales del siglo XIX y principios del XX, se estableció el concepto 
de resección en bloque, siendo W. Halstead el primero en realizar una mastectomía radical, que 
incluía la extirpación en bloque del tumor primario y ganglios regionales, esto es, la resección de 
la mama, músculos pectorales y tejido adiposo linfático de la axila.
3
 
En la segunda mitad del siglo XX se realizaron nuevos procedimientos para tumores tempranos y 
se inició la aplicación de la radioterapia y quimioterapia. Se logró estadificar las neoplasias y esto 
permitió comparar los resultados de curación con diversos esquemas de tratamiento. 
En una revisión realizada por Fisher, este concluye: «Aunque los desarrollos tecnológicos 
actuales y futuros continuaran jugando un papel en el tratamiento quirúrgico del cáncer, son los 
conocimientos en la biología molecular y genética los que dictarán el estatus futuro del 
tratamiento del cáncer y el destino de la cirugía.
2
 
En ausencia de enfermedad sistémica, la escisión quirúrgica es el tratamiento más eficaz de las 
neoplasias sólidas. Incluso en casos muy seleccionados con enfermedad metastásica, la cirugía 
podría controlar el tumor primario y obtener curaciones al lograr la resección de enfermedad 
metastásica limitada. Pero la correcta decisión quirúrgica exige conocimientos de la evolución 
natural del tumor y sus indicadores, incluyendo el potencial metastásico y patrón de 
diseminación, por lo que la decisión debe equilibrar el beneficio con la morbilidadpotencial. 
Hoy, el tratamiento del cáncer requiere un enfoque multidisciplinario, que conjunta al menos al 
cirujano oncólogo, oncólogo médico y radioterapeuta, ya que la correcta y sincronizada 
combinación de los tratamientos representa una terapéutica aditiva o sinérgica más efectiva. En 
consecuencia, el cirujano oncólogo no solo debe conocer el potencial del tratamiento quirúrgico, 
sino también la manera en que la quimioterapia y radioterapia, y ahora las terapias dirigidas a 
blancos moleculares específicos, se usan para favorecer el éxito en el tratamiento.
3 
 10 
4. Clasificación de los Tumores de Ovario. 
 
El conocimiento de la embriología y el funcionamiento del ovario permiten entender el 
comportamiento de los tumores derivados e sus células constituyentes. Hay tres constituyentes 
básicos: Células germinales, folículos y cordones sexuales y estroma.
5
 
 
La Organización Mundial de la Salud clasifica los tumores ováricos de acuerdo con el tejido de 
origen, (tabla 1). Es necesario puntualizar que los tumores “borderline” o tumores en el límite de 
malignidad histológica, son formas tumorales con entidad propia, no un estadio evolutivo. 
Histológicamente se diferencian de los benignos por: estratificación epitelial, aumento de la 
actividad mitótica, atípia nuclear con ausencia de invasión estromal, y porque pueden 
metastatizar. 
5
 
 
Tabla 1: Clasificación de los Tumores Ováricos OMS 
Tumores del Epitelio de Superficie – Estroma (65-70%) 
TUMORES SEROSOS 
Benignos: Cistoadenoma 
Cistoadenoma de malignidad borderline 
Malignos: Cistoadenocarcinoma seroso 
TUMORES MUCINOSOS, TIPO ENDOCERVICAL Y TIPO INTERSTICIAL 
Benignos 
Borderline 
Malignos 
TUMORES ENDOMETROIDES 
Benignos 
Borderline 
Malignos 
Epitelial-estromal 
 Adenocarcinoma 
 Tumor mesodérmico mixto 
Tumor de células claras 
 Benigno 
 Bordeline 
 Malignos 
Tumores de células transicionales 
 Tumor de Brenner 
 11 
 Tumor de Brenner borderline 
 Tumor de Brener maligno 
 Carcinoma de células transicionales (no Brenner) 
TUMORES DE LOS CORDONES SEXUALES – ESTROMA (5-10%) 
Tumores de células de la granulosa – estroma 
 Tumores de células de la granulosa 
 Tumores del grupo Tecoma – fibroma 
Tumores de las células de Sertoli-estroma, androblastomas 
Tumores de los cordones sexuales con túbulos anulares 
Ginandroblastomas 
Tumor de células esteroides (lipídicas) 
TUMORES DE CÉLULAS GERMINALES (15-20%) 
Teratoma 
 Inmaduro 
 Maduro (adulto) 
 Sólido 
 Quístico (quiste dermoide) 
 Monodérmico 
Disgerminoma 
Tumor del saco vitelino (Tumor del seno endodérmico) 
Tumor mixto de células germinales 
CANCER METASTÁSICO NO OVARICO (5%) 
 
 
Tumores del Epitelio de Superficie 
 
TUMORES SEROSOS 
 
Histogénesis 
En conjunto los tipo benigno, borderline y maligno representan el 30% de todos los tumores 
ováricos, De todos ellos son benignos el 60 %, bordeline el 15 % y malignos el 25 %. Derivan del 
epitelio celómico superficial, la mayoría de los casos por transformación neoplásica de quistes de 
inclusión.
7
 
 
 
 
 12 
FORMAS BENIGNAS 
 
Terminología 
Quiste seroso, endosalpingioma, adenoma quístico, cistoadenoma cilioepitelial, cistoadenoma 
papilar, tumor benigno seropapilar de tipo mulleriano. 
 
Anatomía Patológica 
Macroscópicamente son tumores de contenido quístico, superficie lisa con vascularización 
prominente ocupados por un líquido similar al suero, (figura1). El tamaño es variable, desde 
pocos centímetros hasta grandes masas, en ocasiones se aprecian varias cámaras separadas por 
tabiques finos, un 25 % son bilaterales (figura 2).
7
 
 
 
Figura 1: Cistoadenoma seroso Figura 2: Cistoadenoma seroso (pared) 
 
 
Microscópicamente, están formados por epitelio cilíndrico o cúbico, las células pueden ser 
ciliadas. Los quistes están recubiertos por una sola hilera de células y pueden presentar papilas 
microscópicas (figura 3). En una tercera parte de los casos se observan pequeñas 
microcalcificaciones (cuerpos de psamona).
5
 
 
 Figura 3: Cistoadenoma seroso micro 
 
 13 
FORMAS MALIGNAS 
 
Terminología 
Cistoadenocarcinoma, Mesotelioma ovárico, epitelioma papilar vegetante, carcinoma quístico. 
 
Anatomía Patológica 
El 65 % de los casos son bilaterales, (figura 4) el 30 % expresan concentraciones elevadas del 
oncogén HER2/neu, pueden darse en la superficie de los ovarios y en alguna ocasión como 
tumores primarios de la superficie peritoneal. 
Macroscópicamente están formados por zonas líquidas y sólidas, no suelen alcanzar grandes 
tamaños, la superficie puede ser lisa o mostrar excrecencias papilares (figuras 5 y 5a) con zonas 
de hemorragia y necrosis (figura 6). Al corte muestra tabiques y crecimientos en los mismos hacia 
el interior del tumor (figura 7).
7
 
 
 
Figura 4: Carcinoma seroso bilateral Figura 5: Carcinoma seroso 
 
 
Figura 5a: Carcinma seroso Figura 6: Carcinima seroso. Áreas de necrosis 
 
 
 
 
 14 
Microscópicamente se encuentra invasión del estroma ovárico por brotes epiteliales que se 
reconocen por la irregularidad entre la interfase epitelio-estroma. El estroma muestra reacción 
inflamatoria, aspecto mixoide y focos de hialinización. Las papilas están revestidas de epitelio 
seroso atípico frecuentemente con calcificaciones de estratificación concéntrica (cuerpos de 
psamoma). El grado de diferenciación histológica se define por criterios referentes a la 
arquitectura tumoral: en el grado 1 las papilas están bien constituidas, con ejes conjuntivos no 
ramificados, en el grado 2 en partes no hay patrón papilar, existen zonas densas de papilas 
adosadas entre si muy ramificadas e irregulares, el grado 3 es predominantemente sólido.
7
 
 
TUMORES MUCINOSOS 
 
Histogénesis 
Derivan del epitelio celómico ovárico que reproduce al epitelio mulleriano endocervical, se 
asemejan a los homólogos serosos y son menos frecuentes. El pseudomixoma peritoneal es una 
afección asociada con neoplasia mucinosa ovárica, formado por un tumor ovárico con gran ascitis 
mucinosa, implantes epiteliles quísticos en la superficie peritoneal y adherencias que puede 
originar obstrucción intestinal y muerte. Se ha constatado recientemente la presencia en estos 
casos de un tumor mucinoso primario extraovarico (generalmente apendicular) con diseminación 
secundaria a ovario y peritoneo. 
 
FORMAS BENIGNAS 
 
Terminología: Quiste coloide, pseudomixoma ovarico, adenoma pseudomucinoso 
 
Anatomía Patológica 
Macroscópicamente son masas quísticas multiloculares rellenas de un líquido gelatinoso rico en 
glicoproteínas, unilaterales en el 95 % de los casos, que pueden llegar a alcanzar gran tamaño, 
(hasta 30 kg.) (Figura 8). Microscópicamente las paredes de los quistes esta revestidas de células 
epiteliales cilíndricas con mucina en el vértice y núcleos de disposición basal uniforme similares 
a las del endocervix o intestinal (figura 9).
5
 
 
Figura 8:Cistoadenoma mucinoso Figura 9: Cistoadenoma mucinoso 
 15 
FORMAS MALIGNAS 
 
Terminología: Cistoadenocarcinoma mucinoso, cistoadenocarcinoma pseudomucinoso. 
 
Anatomía Patológica 
Macroscópicamente, generalmente unilaterales, pueden ser quísticos, tener papilas o solidos 
(figura 10). Microscópicamente se aprecia multiestratificación celular, pérdida de la arquitectura 
glandular y necrosis, núcleos atípicos con invasión del estroma, de aspecto similar al cáncer de 
colon. 
 Figura 10: Cistoadenocarcinoma Mucinoso 
 
NEOPLASIA ENDOMETROIDE 
 
Histogénesis 
Tienen idéntico origen que la mucosa endometrial, y representan el 20 % de todos los canceres 
ováricos, excepto el endometrioma que se estudiaen otro tema, la mayoría de los tumores son 
carcinomas. Se diferencian de los serosos y mucinosos por la presencia de glándulas tubulares 
que tienen un gran parecido con el endometrio. El 15 % coexisten con la endometriosis.
7
 
 
Anatomía Patológica 
Macroscópicamente el 40 % de los casos son bilaterales, son neoplasias quísticas cuyo tamaño 
oscila entre 10-12 cm y que contienen un líquido de aspecto achocolatado o mucoso, con zonas 
solidas de color blanco grisáceo, la superficie del tumor es inicialmente lisa, pero en estadios más 
avanzados se aprecian masas neoplásicas que perforan la capsula (figura 11). 
 
 
 
 
Figura 11: Carcinoma endometroide de ovario 
Microscópicamente se aprecian patrones 
glandulares similares a las de origen endometrial. 
 16 
TUMORES MESODERMALES MIXTOS (MULLERIANO) 
 
Terminología: Carcinosarcoma, Muleroblastoma 
 
Histogénesis 
Son tumores endometrioides que contienen elementos epiteliales y mesenquimales, son bifásicos. 
El epitelio puede adoptar todas las apariencias de los epitelios mullerianos y el estroma puede 
diferenciarse hacia elementos que no son propios del estroma ovárico. 
- Adenosarcoma: Macroscópicamente son tumores sólidos que presentan un crecimiento 
papilomatoso. 
Microscópicamente se aprecia un componente epitelial benigno y un componente estromal 
maligno con abundantes mitosis y copiosa vascularización. 
- Tumores mesodermales mixtos: Tanto el componente epitelial como el mesenquimal son 
malignos. 
El componente epitelial puede ser cualquier tipo de carcinoma endometrioide, el componente 
estromal varía según el tumor. En las formas heterólogas pueden encontrarse elementos 
mesenquimales como cartílago y hueso. Es importante hacer el diagnóstico diferencial con los 
teratomas inmaduros.
8
 
 
TUMORES DE CÉLULAS CLARAS 
 
Terminología: Mesonefroma, carcinoma mesonefrico, tumor de Grawitz del ovario. 
 
Histogénesis 
Schiller pensó que se originaban en restos del mesonefro, posteriormente distintos autores han 
puesto en duda esta teoría. La OMS los incluye dentro de los tumores derivados del epitelio 
celomico y aconseja agruparlos dentro del nombre de células claras, representan el 6 % de los 
tumores ováricos y es tumor más frecuentemente asociado a endometriosis. 
 
Anatomía Patológica 
Macroscópicamente el 40 % de los casos son bilaterales, son tumoraciones quísticas 
frecuentemente unilobuladas, ocasionalmente pueden tener un componente sólido. 
Microscópicamente está formado por túbulos revestido por un epitelio cubico aplanado que se 
dispone en forma de clavo, son células con un núcleo prominente que protruye hacia la luz de los 
conductos. Estas formas tubulares pueden adoptar una forma glomerular. En otras áreas hay 
células grandes con abundante citoplasma claro que pueden contener glucógeno.
7
 
 17 
TUMOR DE BRENNER 
 
Histogénesis 
Los tumores de Brenner son adenofibromas infrecuentes en los que el componente epitelial 
consiste en nidos de células transicionales similares a las que revisten la vejiga. 
También pueden contener microquistes o espacios glandulares revestidos por células cilíndricas 
revestidas de moco. Ocasionalmente pueden asociarse a cistoadenomas mucinosos. 
 
Terminología: Ooforoma folicular, fibroepitelioma mucinoso benigno ovárico, fibroma papilar 
superficial carcinomatoso. 
 
Anatomía Patológica 
Macroscópicamente, pueden ser solidas o quísticas, unilaterales en el 90 % de los casos y tamaño 
variable desde 1 a 30 cm. 
Microscópicamente se caracteriza por la presencia de nidos epiteliales que se agrupan formando 
nódulos rodeados de tejido conjuntivo denso. Las células son poligonales y recuerdan el epitelio 
transicional, los núcleos tienen una hendidura por lo que asemejan a gránulos de café, pero rara 
vez muestran signos de hiperactividad. 
Las formas bordeline presentan un componente epitelial proliferante. Para el diagnostico de 
formas malignas hay que constatar la coexistencia de zonas benignas y proliferantes en el mismo 
tumor. 
5,7
 
 
CARCINOMA INDIFERENCIADO 
 
Histogénesis 
Se ha discutido mucho el origen de estos tumores pero son de origen mulleriano. Su epitelio 
recuerda los cambios gestacionales del endometrio (fenómeno de Arias-Stella), se pueden asociar 
a endometriosis. 
 
Terminología: Carcinoma anaplásico, carcinoma sólido, adenocarcinoma sólido. 
 
Anatomía Patológica 
Macroscópicamente está formado por masas solidas (figuras 12.a y 12.b) quísticas (figuras 13.a y 
13.b) con abundantes áreas de necrosis y hemorragias. 
 18 
Microscópicamente las células presentan un elevado grado de anaplasia que impiden incluirlos en 
la variedad serosa. La células neoplásicas crecen en sabana de forma anárquica, aunque pueden 
presentar zonas de diferenciación hacia alguno de los canceres epiteliales ováricos. 
Pueden confundirse con tumores de la granulosa y frecuentemente hay que recurrir a la 
microscopia electrónica para el diagnóstico diferencial.
5
 
 
 
Figura 12a:Carcinoma de ovario indiferenciado sólido Figura 12b: Carcinoma de ovario indiferenciado sólido 
 
 
Figura 13a: Carcinoma de ovario indiferenciado quístico Figura 13b: Carcinoma de ovario indiferenciado bilateral solido-quístico 
 
 
Tumores de los Cordones Sexuales-estroma (Mesénquima sexualmente diferenciado) 
 
TUMORES DE CÉLULAS DE LA GRANULOSA 
 
Terminología: Mesenquimoma feminizante, ginoblastoma, foliculoma, tumor de células basales 
del ovario, carcinoma de células de la granulosa. 
 
Histogénesis 
Se ha especulado sobre el origen de estos tumores, parece que juega un papel importante la FSH, 
para algunos autores derivarían de la “granulosa ballen” que serían las células embrionarias de 
la granulosa. Otros autores apuntan al origen en folículos atrésicos o al estroma cortical o 
mesénquima indiferenciado del ovario.
7
 
 19 
Anatomía Patológica 
Constituyen el 1-2 % de los tumores de ovario, el 95 % de los casos unilaterales y siempre 
maligno pero de bajo grado. Es un tumor en parte solido en parte quístico, de tamaño variable 
desde microscópico a grandes masas pero en la mayoría de los casos bien encapsulados (figura 
14). 
Microscópicamente, formado por células que semejan a la granulosa de los folículos maduros, se 
disponen en forma de roseta con cavidad central rellena de material PAS positivo constituyendo 
los llamados cuerpos de Call-Exner. 
 
 Figura 14: Tumor de la granulosa liso ovario encapsulado 
 
 
TUMORES DEL GRUPOTECOMA-FIBROMA 
 
Histogénesis 
Representan el 4 % de los tumores ováricos se originan del estroma ovárico compuestos de 
fibroblastos (fibroma) o de células fusiformes más hinchadas con gotitas de lípidos (tecomas). 
Para Stemberg y Gaskill derivan de una hiperplasia de los márgenes de los folículos.
5
 
 
Terminología: Tumor de células tecales, fibroma tecocelular xantomatoide. 
 
Anatomía Patológica 
Macroscópicamente son unilaterales en el 90 % de los casos y suelen ser masas solidas esféricas o 
ligeramente lobuladas, encapsuladas, duras, de color gris blanco, cubiertas por una serosa ovárica 
brillante e intacta (figura 15 y 16). 
 
 20 
 
Figura 15: Fibrotecoma Figura 16: Fibrotecoma 
 
Microscópicamente presentan fibroblastos bien diferenciados y un tejido conectivo colagenico 
entremezclado con las células, pueden identificarse zonas de diferenciación tecal. 
 
TUMORES DERIVADOS DE LAS CÉLULAS DE SERTOLI-LEYDIG 
 
Terminología: Arrenoblastoma, adenoma tubular carcinomatoso, adenoma tubular testicular 
ovárico, androblastoma. 
 
Histogénesis 
Su origen es desconocido, la teoría más aceptada apunta a que proceden directamente del estroma 
ovárico, es decir son tumores mesodermales mixtos que contienen derivados del epitelio celomico 
mulleriano y elementos testiculares. El 80 % producenvirilizarían, hay casos no funcionantes y 
otros con manifestaciones estrogénicas. 
La incidencia de recurrencia o metástasis es menos de 5 %. 
 
Anatomía Patológica 
Macroscópicamente son masas solidas similares a los tumores de la granulosa, la superficie del 
corte suele ser sólida y su color varía del gris al pardo amarillento (figuras 16 y 17). 
 
 
Figura 16: Fibrotecoma Figura 17: Tumor de células de Sertoli 
 21 
Microscópicamente, puede haber una variedad tubular en el que predominan las células de 
Sertoli, que son células cubicas o cilíndricas dispuestas en túbulos que recuerdan al testículo fetal 
y otra variedad en la que predominan las células de Leydig en las que pueden verse los cristales 
de Reinke. 
 
GINANDROBLASTOMA 
 
También denominado gonadoblastoma. 
Indica que un tumor de los cordones sexuales y del estroma puede tener una doble diferenciación, 
masculina (tumores de Sertoli-Leydig) y femenina (tumor de la granulosa). Se da en mujeres con 
desarrollo sexual anormal y en gónadas de naturaleza indeterminada. El 80 % de las pacientes son 
fenotípicamente mujeres, y el 20 % son fenotípicamente hombres con testículos no descendidos y 
órganos secundarios internos femeninos. En el 50 % de los casos coexiste un disgerminoma. El 
pronóstico es excelente si se extirpa por completo el tumor. 
9
 
 
TUMOR DE LOS CORDONES SEXUALES CON TÚBULOS ANULARES 
 
La mitad de los casos se asocia aun S. de Peutz-Jerghers, también hay mayor asociación a 
adenoma maligno de cérvix. Frecuentemente son bilaterales y multifocales. 
Microscópicamente presentan un patrón tubular en cuyo centro convergen los citoplasmas claros 
de las células. Los túbulos enrollados sobre si mismos en forma anular dejan en su interior un 
material hialino, son frecuentes las calcificaciones. 
 
TUMORES DEL MESENQUIMA NO SEXUALMENTE DIFERENCIADO 
 
Puede haberlos pero son muy raros Los malignos constituirían los sarcomas, como en cualquier 
otra parte del organismo en la que existe mesénquima Por su rareza no ocupan un lugar 
importante en la clasificación. 
 
Tumores de células germinales 
 
Constituyen el 15-20 % de los tumores ováricos, la mayoría son teratomas quísticos benignos, 
pero el resto que se encuentran principalmente en niñas y en jóvenes, tiene una mayor incidencia 
de conducta maligna y plantean problemas en el diagnostico histológico y en el tratamiento. 
En la figura 19 se expone como dependiendo de su procedencia se clasifican estos tumores.
7
 
 
 22 
TERATOMA 
 
Histogénesis 
El origen ha sido materia de fascinación durante siglos, algunas creencias antiguas los hacían 
responsables de brujas o adulterio con el diablo. La teoría partenogenética actual sugiere un 
origen en una célula germinal meiotica. El cariotipo de todos los teratomas ováricos benignos es 
46 XX. De los resultados de las técnicas de bandeo cromosómico y de la distribución de las 
variantes electroforéticas de encimas en las células normales y el teratoma. Con frecuencia 
presentan tejido de las 3 hojas embrionarias.
7
 
Teratoma Quístico Benigno. 
Teratoma Quístico o Quiste dermoide 
 
Estas neoplasias derivan de la diferenciación ectodérmica de las células totipotenciales, suelen 
encontrarse en mujeres jóvenes durante los años reproductivos (figura 20 y 21). 
 
 
Figura 20: Teratoma ovárico maduro Figura 21: Teratoma, tumoración sólida 
 
Son bilaterales en el 10-15 % de los casos. Suelen ser quistes uniloculares (figuras 22 y 23) que 
contienen pelos y material sebáceo, al corte ponen de manifiesto una pared fina revestida de una 
epidermis opaca de color gris o blanco. Desde esta epidermis sobresalen tallos de pelos y en el 
interior de la pared pueden encontrase estructuras dentarias y áreas de calcificación.
5,7
 
 
 
Figura 22: Teratoma maduro Figura 23: Teratoma maduro 
 23 
Microscópicamente, (figura 24) la pared está compuesta de epitelio escamoso estratificado con 
glándulas sebáceas subyacentes, tallos de pelos y otras estructuras de los anejos cutáneos. 
Algunos quistes dermoides han incorporado en su pared un cistoadenoma mucinoso. 
 
 Figura 24:Teratoma maduro de ovario. 
 
En un 1% de los casos pueden sufrir una transformación maligna de cualquiera de los elementos 
componentes (lo más frecuente es el carcinoma espinocelular). 
 
Teratoma Solido Maligno, 
Teratoma embrionario, Teratoblastoma 
 
Es un tumor generalmente pequeño, perfora la capsula que lo envuelve y penetra en la cavidad 
abdominal, al corte es sólido, con pequeñas cavidades quísticas. 
Microscópicamente es muy complejo, suelen predominar áreas de origen mesodérmico con 
hueso, cartílago, dientes etc. 
 
Teratoma inmaduro 
 
Son tumores raros, que difieren de los teratomas benignos por que el tejido componente se 
asemeja al observado en el feto o embrión más que al adulto. Ocurre en adolescentes prepúberes o 
mujeres jóvenes (la edad media es 18 años) Crecen rápidamente y perforan la capsula con 
diseminación local o metastásica. 
Macroscópicamente (figura 25) son tumores voluminosos y presentan una superficie externa lisa, 
a la sección tienen una estructura sólida con áreas de necrosis y hemorragia, puede haber pelos, 
material grumoso, cartílagos huesos y calcificaciones. 
Microscópicamente hay tejido inmaduro (figura 26). Un riesgo importante para la posterior 
diseminación extraovarica es el grado histológico del tumor que se basa en la proporción de tejido 
que contiene neuroepitelio inmaduro.
9
 
 
 24 
 
Figura 25: Teratoma inmaduro Figura 26:Teratoma inmaduro 
 
Monodérmicos especializados 
 
Estroma Ovárico 
Es un teratoma monodérmico especializado que desarrolla únicamente tejido tiroideo, son 
siempre unilaterales puede hiperfuncionar y causar hipertiroidismo. 
 
Carcinoide 
El carcinoide ovárico, que se origina del epitelio intestinal en un teratoma puede ser funcionante 
en tumores de gran tamaño (más de 7 cm) produciendo 5-hidroxitriptamina y el síndrome 
carcinoide, menos de un 2 % son malignos. 
 
DISGERMINOMA 
 
Terminología: Germinoma, seminoma, gonocitoma, carcinoma de células pequeñas. 
 
Histogénesis 
Se originan a expensas de células germinales primitivas, antes de la diferenciación sexual. 
Representan el 2 % de todos los canceres de ovario, y sin embargo forman la mitad de los 
tumores malignos de células germinales. Pueden darse en la infancia pero el 75 % de los casos 
ocurren entre los 20 y 40 años. Algunos se presentan en pacientes con disgenesia gonadal 
incluido el pseudohermafroditismo. 
 
Anatomía patológica 
Generalmente unilaterales en el 80-90 % de los casos, solidos, tamaño variable, al corte son 
blandos y carnosos. Microscópicamente se aprecian islotes de células tumorales rodeadas por 
tejido conectivo infiltrado por linfocitos. 
 25 
Todos son malignos, pero el grado atipia histológica es variable y solo un tercio son agresivos. 
Así un tumor unilateral, que no se ha roto a través de la capsula y que no se ha diseminado tiene 
una tasa de curación hasta el 96 % después de una salpingo-ooforectomia simple. Son neoplasias 
radiosensibles, incluso las que se han extendido más allá del ovario pueden controlarse con 
radioterapia. 
 
TUMOR DEL SENO ENDODÉRMICO (SACOVITELINO) 
 
Terminología: Carcinoma embrionario, tumor del saco vitelino, mesoblastoma, telium. 
 
Histogénesis 
Se origina por proliferación selectiva maligna de estructuras extraembrionarias que reproducen 
los senos endodérmicos de la placenta, asociado a mesoblasto extraembrionario. 
Ocurre en niñas o mujeres jóvenes, al igual que el saco vitelino el tumor es rico en alfa-
fetoproteína. 
 
Anatomía Patológica 
Suelen afectar a un único ovario, pero crecende modo rápido y agresivo, adquieren gran tamaño, 
encapsulados, al corte presenta zonas solidas de consistencia similar al caucho y pequeñas 
cavidades quísticas, junto a áreas de necrosis y hemorragias. 
 
CORIOCARCINOMA 
La mayoría acompañan a otros tumores germinales ováricos, la forma pura es extremadamente 
infrecuente, puede confirmarse solo en una chica prepuber porque después de esta edad no puede 
diferenciarse de un embarazo ectópico de situación ovárica. Los primarios ováricos son muy 
agresivos y generalmente metastatizan en el momento del diagnóstico, responden mal a la 
quimioterapia y generalmente son fatales (al contrario que los de origen placentario). 
Histológicamente son idénticos a las lesiones placentarias.
7
 
 
QUISTES SIMPLES DE OVARIO 
 
Son quistes líquidos recubiertos por una capa de células epiteliales que no han experimentado 
procesos de malignización. Podrían corresponder al primitivo quiste de inclusión supuestamente 
que por posterior estimulo de factores de crecimiento, FSH, LH, EGH o estrógenos se 
malignizaría. 
 
 
 26 
5. Cuadro Clínico 
La presencia de una tumoración anexial constituye uno de los hallazgos más frecuentes en la 
práctica clínica diaria. Engloba entidades diversas, tanto benignas, como malignas. 
El problema fundamental ante una tumoración anexial será discernir si se trata de un proceso 
maligno o benigno siendo primordial un adecuado estudio y orientación de la lesión, a fin de 
obtener un correcto diagnostico que nos permita ofrecer a la paciente la mejor opción terapéutica 
con la menor morbilidad y menor grado de angustia posible. Por otro lado, el hecho de que los 
anexos tengan una localización anatómica coincidente con otras vísceras, hace que haya que 
establecer un diagnóstico diferencial con procesos inflamatorios, infecciosos o neoplásicos de 
localización no genital que en ocasiones puede resultar muy complicado.
5
 
La característica clínica fundamental de las tumoraciones de ovario es la ausencia de 
sintomatología y su crecimiento lento, por lo que su diagnóstico suele ser en etapas avanzadas o 
como hallazgo casual en el curso de una exploración ginecológica o abdominal motivada por otro 
hecho.
6
 
La intensidad de la clínica va a depender de las diferentes características de la tumoración como 
son su tamaño, su tipo histológico, la aparición de complicaciones o la presencia o no de función 
endocrina, entre otras. 
En caso de que existan manifestaciones clínicas, estas suelen ser inespecíficas como son las 
náuseas, vómitos, febrícula, cuadro vaso-vagal o alguno de los siguientes síntomas: 
5
 
-Dolor abdominal de intensidad variable y generalmente de presentación insidiosa. Los tumores 
de ovario de crecimiento lento también suelen cursar con sensación de plenitud, o incluso 
dispepsia. 
-Aumento del perímetro abdominal. Se produce por el propio crecimiento de la lesión o bien por 
ascitis, que aunque es más típica de procesos malignos, puede darse en tumores benignos de tipo 
solido o en el tumor de Brenner. 
-Abdomen agudo. Fundamentalmente se deriva de una complicación como torsión, rotura, 
hemorragia, o infección. 
-Sintomatología compresiva que aparece por compromiso de estructuras vecinas. Se encuentran 
cuadros obstructivos renales y/o intestinales e incluso, afectación vascular manifestada por 
varices y hemorroides. En casos excepcionales y si la tumoración es muy voluminosa, puede 
producir disnea. 
-Manifestaciones hormonales. Si el tumor es funcionante, puede aparecer masculinización, 
hirsutismo, hemorragia uterina anómala, y en casos más raros, hipertiroidismo u otros síndromes 
endocrinos. 
 
 27 
6. Diagnóstico 
 
La sospecha clínica inicial será en adolescentes con dolor abdominal y masa abdominal palpable, 
ya que son las principales manifestaciones clínicas iniciales. 
Los principales pilares diagnósticos usados en las tumoraciones anexiales son el examen pélvico, 
la ecografía, la tomografía axial computada y la determinación de marcadores tumorales. 
Sin embargo, el diagnóstico de certeza será exclusivamente anatomopatológico, por lo que en 
ciertas ocasiones en las que tras el uso de las diferentes herramientas diagnosticas existan dudas 
sobre este o haya sospecha de malignidad, sería aconsejable optar en principio por cirugía que 
permitirá tanto un mejor diagnostico como la posibilidad de extirpación, biopsia intra operatoria y 
tratamiento posterior de acuerdo al reporte histopatologico.
8
 
 
Historia clínica y anamnesis: Se hará una historia clínica completa, con interrogatorio dirigido a 
identificar las manifestaciones clínicas iniciales, su presentación, el tiempo de evolución y la 
sintomatología actual. Estos datos se obtienen de una anamnesis cuidadosa. Es importante indagar 
sobre los antecedentes familiares de cáncer de ovario, así como otros canceres relacionados, como 
mama o colon. 
 
Exploración física general y ginecológica: la palpación revela la presencia de una masa 
abdominal y la presencia o no de ascitis, obteniendo información sobre el tamaño, la consistencia, 
la uniformidad, el grado de movilidad, la regularidad y el carácter uni o bilateral de la lesión (solo 
un 5% son bilaterales). Atendiendo a lo anterior se aceptan como signos de benignidad: 
5
 
- móvil desplazable, regular o uniforme. 
- unilateral 
- no hay fijación a estructuras vecinas; 
- no hay hepatomegalia nodular, ni ascitis, ni masa epiploica indurada. 
 
Estudios de laboratorio: serán útiles un hemograma, bioquímica general y coagulación, 
especialmente si la tumoración de ovario se complicara con un abdomen agudo, así como la 
determinación hormonal cuando se sospecha una tumoración funcionante. 
 
 
 
 
 
 28 
Los estudios de laboratorio de los que obtendremos mayor información serán los niveles 
plasmáticos de marcadores tumorales que si bien, no confirman el diagnostico de benignidad del 
proceso, son de gran ayuda para la orientación terapéutica, seguimiento posterior y respuesta a 
tratamiento realizado: 
 
-Ca 125: glicoproteína de alto peso molecular producida por células derivadas del epitelio 
celomico. Su rendimiento es distinto en las diferentes etapas de la vida. En mujeres post 
menopaúsicas que presentan una tumoración anexial, un valor de Ca 125 superior a 35 U /ml 
tiene una sensibilidad próxima al 100 % y una especificidad del 50 % para diagnóstico de 
malignidad. En cambio, en pre menopaúsicas, las elevaciones de Ca 125 no tienen capacidad 
predictiva a la hora de discernir si se trata de un proceso benigno o maligno ginecológico puesto 
que se puede elevar tanto en circunstancias fisiológicas como la gestación, menstruación, así 
como en procesos benignos como endometriosis, cuadros adherenciales, patología irritativa 
intraperitoneal, enfermedad pélvica inflamatoria o incluso en otras neoplasias no ginecológicas de 
colon, mama, o endometrio. 
Aunque el Ca 125 es útil para valorar punción y respuesta terapéutica, aparición de recidivas así 
como seguimiento de las tumoraciones de ovario, no cabe duda que su papel más destacado lo 
posee en el pronóstico y seguimiento de las neoplasias malignas de ovario.
5
 
 
-Alfafetoproteina: antígeno embrionario presente de forma fisiológica en la gestación, de 
especificidad intermedia. Es útil en tumores del seno endodérmico y en carcinomas embrionarios 
de ovario. Su determinación está especialmente indicada en el estudio de masas anexiales en 
pacientes jóvenes. 
 
-Gonadotropina corionica humana (HCG): se eleva en las neoplasias trofoblasticas gestacionales, 
coriocarcinomas de ovario y en los tumores de células germinales de cualquier localización. 
 
-Ca. 19.9: carbohidrato muy presente en tumores de extirpe digestiva y en tumores ováricos de 
tipo mucinoso. 
 
Estudios de imagen: la ecografía vía abdominal es tradicionalmente eficiente,segura y 
económica, ya que gracias a las características del método de exploración (mayor proximidad al 
órgano a estudiar, mejor resolución de imagen) aporta notable información sobre los aspectos 
morfológicas de la tumoración (elemento básico en el estudio de las masas anexiales) permitiendo 
así establecer un diagnóstico de sospecha prequirúrgico optimo en la mayor parte de los casos en 
los que se tenga que recurrir a esta. 
 29 
La ecografía proporciona mejor información si la tumoración ovárica es mayor de 10 cm o se 
sitúa por encima del techo vesical. Es importante destacar que el valor predictivo de la ecografía 
es mayor para las tumoraciones benignas que para las malignas.
6
 
 
Características ecográficas de probable benignidad: 
- Tamaño menor de 5 cm. (figuras 27 y 28). 
- Unilateralidad. 
- Pared tumoral lisa, delgada y regular. 
- Ausencia de tabiques o menores de 3 mm de grosor. 
- Buena delimitación de la masa. 
- Homogeneidad de la lesión sin presencia de áreas sólidas. 
- Contenido anecoico de la tumoración. 
- Ausencia de ascitis. 
 
 
Figura 27:Tumoración benigna de ovario Figura 28: Tumoración benigna de ovario 
sonoluscente sonoluscente 
 
Para ajustar más el diagnóstico y mejorar la sensibilidad y especificidad del mismo se han 
propuesto diferentes sistemas de puntuación (scores) en los que se adjudica un valor numérico a 
cada una de las distintas características de la masa anexial. En general, todos valoran la estructura 
de la pared, los septos internos, y el aspecto ecogénico de la masa. Cuanto más alta sea la suma de 
estos valores, es más probable que la tumoración sea maligna. 
Todos los índices tienen su sesgo ya que la puntuación que se otorga es subjetiva y depende del 
observador y del equipo de ultrasonidos que se utilice.
5 
 
 
 
 30 
En la siguiente tabla se muestra el score de Sassone a modo de ejemplo, que relaciona alta 
sospecha de malignidad a partir de 9 puntos: 
Score Sassone 
Puntuación 
Estructura de 
pared 
Grosor de 
pared 
Septos Ecogenicidad 
1 punto Lisa < 3mm No Sonoluscente 
2 puntos 
< 3mm 
Papilas > 3mm 
 
< 3mm Baja 
3 puntos 
> 3mm 
Papilas 
Predominio 
sólido 
> 3mm 
Baja con núcleo 
ecogénico 
 
4 puntos 
 
Predominio 
sólido 
 Mixta 
5 puntos Sólido 
 
Es característico de las tumoraciones benignas de ovario en el estudio eco-Doppler pulsado la 
presencia de onda de velocidad de flujo (OVF) de alta resistencia (figura 29) en los vasos de la 
tumoración puesto que dichos vasos carecen en general de características angiogénicas malignas 
(OVF de baja resistencia), aun así es preciso advertir que algunos procesos fisiológicos (folículos 
funcionantes, cuerpos lúteos, etc.) pueden presentar una OVF de baja resistencia (figura 30). En 
cuanto a los índices Doppler (pico de velocidad sistólica, índice de resistencia (IR), índice de 
pulsatilidad (IP) su utilidad actual es discutida ya que además de poco reproducibles, presentan un 
solapamiento en sus valores a la hora de discernir entre procesos benignos y malignos no 
existiendo hoy día consenso sobre el punto de corte optimo que diferencie ambos procesos.
5
 
 
 
Figura 29: Tumoración benigna índice de resistencia alto, poca vascularización 
 
 31 
 Figura 30: Cuerpo Lúteo 
 
Son características de tumoración benigna de ovario, cuando estas se analizan con eco-Doppler 
color o power-Doppler (de elección):
13
 
 
- Patrón color periférico o peri quístico presente, incluso si se trata de una tumoración sólida. En 
este caso, aparecen flujos en arteria ovárica o intra ováricos pero no centrales intra tumorales. 
- Ausencia de varias áreas de vascularización, aunque este dato por si no excluye malignidad. 
- Presencia de señales color en septos periféricos (si es que los presenta) pero con flujo del tipo de 
alto resistencia. 
 
En la práctica clínica diaria los parámetros que cobran más valor para el diagnóstico de las 
tumoraciones benignas de ovario son el tamaño, la ecoestructura de la lesión y el análisis de la 
vascularización mediante estudio Doppler color o power Doppler, ausencia de varias áreas de 
vascularización o la presencia de vascularización periférica tumoral.
14
 
La Tomografía Axial Computarizada (TC) con administración de medio de contraste intravenoso 
es de gran utilidad para conocer la extensión de la lesión y como parte del estudio de extensión 
pre quirúrgico ante la sospecha de que pueda tratarse de una masa maligna. 
Respecto a la Resonancia Magnética Nuclear (RNM) no es de primera elección para el 
diagnóstico de tumoración anexial, pero existen estudios que avalan su utilidad por el incremento 
en la sensibilidad y especificidad con respecto a la ecografía y su eficacia en cuanto al 
diagnóstico de la posible afectación ganglionar. 
En otras pruebas de imagen como el eco 3D o la Tomografía por Emisión de Positrones (PET) 
aún queda pendiente determinar su verdadero valor en la caracterización de las masas anexiales.
15
 
 
 
 32 
Laparoscopia: si bien no existe ningún método diagnostico no invasivo que permita identificar 
las lesiones malignas con un 100 % de especificidad ni de sensibilidad y aunque el diagnóstico de 
certeza de las tumoraciones de ovario es anatomopatológico, solo se recurrirá a realizar una 
laparoscopia diagnostica cuando se dude de la benignidad de la lesión.
16
 
 
La laparoscopía permite la visualización directa de la lesión (tanto en su superficie como del 
interior de la misma), del anexo contralateral y del resto del aparato genital interno, fondo de saco 
de Douglas, epiplón, parte del aparato digestivo y de las paredes abdominales, y además permite 
obtener muestras para estudio citológico tanto de líquido intraperitoneal como intra quístico, 
realizar exeresis de la lesión y abordaje quirúrgico que corresponda en función del resultado 
histológico intra operatorio en caso de que este se lleve a cabo. 
Puesto que el resultado anatomopatológico de la tumoración ovárica (ya sea intra operatorio o 
diferido) pudiera no ser el esperado, la extracción y la manipulación de la pieza siempre debería 
realizarse de la forma más cuidadosa posible, con el fin de evitar la rotura y/o diseminación. La 
manipulación de la lesión por tanto se aconseja que se practique bajo protección en saco o bolsa 
de tal forma que si la rotura se produjese, esta lo haga en el interior del saco o bolsa extractora, 
evitando así el vertido del contenido tumoral a la cavidad abdominal y la posibilidad de producir 
peritonitis química o en el caso de lesión maligna, diseminación de la enfermedad, hecho que 
supondría un cambio en el manejo y pronóstico de la enfermedad.
17
 
La recomendación general hoy día es que el abordaje quirúrgico de las lesiones que sean 
sospechosas de malignidad, aunque la sospecha sea mínima, se lleve a cabo en un centro que 
disponga de posibilidad de biopsia intra operatoria y personal capacitado para la práctica de una 
cirugía adecuada en caso de confirmarse dicha malignidad o que se trate de tumor borderline. 
 
Laparotomía: hoy en día se reserva para aquellas situaciones en las que existen 
contraindicaciones para la laparoscopia como por ejemplo, enfermedad cardiorrespiratoria severa, 
cuadros adherenciales graves. 
Así mismo es la técnica de elección en todas las tumoraciones con características de malignidad. 
Anteriormente, también se elegía esta técnica cuando se trataba de una tumoración benigna muy 
voluminosa, sin embargo hoy en día y en el caso de una lesión de naturaleza predominantemente 
quística, se puede recurrir a la práctica de una punción aspiración en saco controlada para reducir 
el tamaño tumoral y extracción de la pieza bien por los orificios del trocar de laparoscopia o por 
medio de una minilaparotomia.
18
 
 
 
 
 33 
7. DiagnósticoDiferencial 
 
El diagnóstico diferencial de la tumoración ovárica debe establecerse con todas aquellas 
situaciones que se manifiesten como masa pélvica tanto de origen ginecológico como tumores 
malignos de ovario, hidrosalpinx, quistes de paraovario, anexitis, tumores de trompa, miomas del 
ligamento ancho, úteros bicornes, gestación, así como no ginecológico, ciego y/o sigmoides 
distendidos, ciego en situación inferior, vejiga distendida, fecaloma, hematoma de recto, riñón 
pélvico, quiste de uraco o procesos inflamatorios abdominales (peritonitis, apendicitis, absceso 
retroperitoneal, diverticúlitis, etcétera). 
19
 
 
 
8. Tratamiento 
 
Los objetivos de la cirugía son la resección completa del tumor cuando sea posible, preservación 
de la trompa de Falopio y ovario normal, así como la realización de toma de biopsias de lesiones 
sospechosas. 
 22
 
El manejo del tumor anexial depende de la edad de la paciente, su forma de presentación y de las 
características de la lesión.
19
 
La vía de abordaje laparoscópica es un procedimiento bien establecido para el manejo de tumores 
ováricos. Constituye una cirugía mínimamente invasiva y con beneficios claramente establecidos, 
tales como menor dolor postoperatorio, menores requerimientos de analgesia y reintegro precoz a 
las actividades diarias.
20
 En niñas y adolescentes esta vía es un procedimiento seguro siempre que 
se tenga en consideración algunos aspectos anatómicos de la pelvis infantil: vejiga más alta con 
un útero pequeño, una pared abdominal más fina y la cercanía de la aorta. 
Existen controversias acerca de cuál tumor puede ser removido por vía laparoscópica. Esto 
principalmente se refiere al abordaje de tumores potencialmente malignos y al manejo de cuadros 
agudos y subagudos en los cuales una minilaparotomía o laparotomía media infraumbilical 
podrían ser más seguros y eficaces.
21
 Ante la presencia de una neoplasia maligna es fundamental 
la evaluación del ovario contralateral por visualización y palpación cuidadosa. La realización de 
biopsia en cuña debe evitarse salvo que exista alta sospecha de bilateralidad (ello a fin de evitar 
mayor daño del potencial reproductivo por disminución de la reserva ovárica o por la formación 
de adherencias).
20
 Surge entonces, la importancia de una adecuada evaluación preoperatoria 
(incluida la solicitud de marcadores tumorales) y de la elección juicioso de la vía laparoscópica 
como forma de abordaje. Una vez elegida la vía laparoscópica, indispensable resulta el manejo 
del tumor dentro de una bolsa para evitar el derrame de contenido si es que ocurre una rotura. 
 
 34 
En la laparoscopia se deberá actuar en función de los hallazgos: 
-Lesión benigna: quistectomía u ooforectomía si la anterior no es posible. 
-Lesión dudosa: anexectomía unilateral y biopsia intra operatoria. 
-Lesión maligna: previa biopsia (realizada por laparoscopia o por laparotomía) procederemos a 
una cirugía reglada oncológica de cáncer de ovario. 
 
Respecto a la posibilidad de punción eco-guiada de la tumoración anexial, este es un tema muy 
controvertido porque si bien permite estudio citológico, hormonal y de marcadores intra quísticos, 
presenta una mayor tasa de recidivas y complicaciones derivadas como hemorragia o fibrosis que 
podría dificultar la fertilidad posterior. Por otro lado en caso de obtener un resultado de 
malignidad tras la punción existe posibilidad de aumento del riesgo de diseminación peritoneal y 
modificación del estadio clínico.
22 
 
Conducta recomendable de acuerdo a tamaño de lesión; 
- Tumoración simple < o igual a 5cm: lo más habitual es que se trate de una lesión funcional 
que tiende a desaparecer en el tiempo, siendo por tanto factible una actitud expectante con 
evaluación en el tiempo de dicha lesión mediante control ecográfico y estudio de marcadores 
analíticos. Entre tres y seis meses después del diagnóstico inicial de la tumoración se reevaluara a 
la paciente y en caso de persistir las mismas características de benignidad se puede demorar el 
siguiente control un año. El uso de anticonceptivos es controvertido y ha demostrado solo posible 
regresión cuando se trata de tumoraciones funcionales. En caso de cambio en sus características 
(aumento tamaño o signos de sospecha), se aconseja realizar tratamiento quirúrgico inicial 
mediante laparoscopia con intención conservadora.
19
 
 
- Tumoración compleja o simple > 6cm: En este caso de entrada lo más aconsejable seria 
realizar tratamiento quirúrgico ya que las posibilidades de regresión de forma espontánea son 
muy limitadas. 
19
 
 
 
 
 
 
 
 
 35 
9. Complicaciones 
 
1. Torsión: complicación más frecuente. Se produce principalmente en los tumores de mediano 
tamaño y con pedículo largo, siendo más habitual en las niñas y en gestantes en las primeras 
semanas de gestación, así como en el puerperio. Dentro de los tumores de ovario se da 
preferentemente en el tumor dermoide. Según el grado de torsión el cuadro clínico puede variar 
desde dolor escaso y de lenta instauración hasta abdomen agudo, constituyendo a veces este 
ultimo la primera manifestación del tumor. Si la torsión es completa y con compromiso vascular, 
se traducirá en el estudio eco-Doppler en una ausencia de flujo, con flujos normales en el anejo 
contralateral precisando cirugía urgente, tipo quistectomía en ciertos casos tras comprobar 
viabilidad del anejo revirtiendo la torsión y si compromiso severo del tipo de ooforectomia.
19
 
 
2. Rotura: es una complicación infrecuente que suele ser secundaria a una torsión o a un 
traumatismo. La clínica depende fundamentalmente de la naturaleza de la tumoración que sufre la 
rotura. Puede producirse dolor más o menos intenso, náuseas y vómitos y en ocasiones requiere 
un tratamiento quirúrgico urgente.
19
 
 
3. Hemorragia: puede ser intra quística o intraperitoneal. La clínica suele ser dolor y shock de 
intensidad variable. Dependiendo del estado hemodinámico puede requerir tratamiento quirúrgico 
urgente. 
 
4. Infección: complicación rara que suele ser secundaria a una torsión. La clínica es similar a la 
de una enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). Los tumores con mayor predisposición a sufrirla 
son los endometriomas y los tumores dermoides. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 36 
III. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 
En nuestro país, como en los países en desarrollo, se ha observado que el tiempo de evolución al 
diagnóstico de los tumores intra-abdominales, en este caso los dependientes de ovario, es 
generalmente prolongado. Comúnmente los signos y síntomas iniciales de la enfermedad 
se tratan con la automedicación o se atribuyen a otras patologías por parte del personal 
médico en la atención inicial, con lo cual se retrasa el diagnóstico y tratamiento 
adecuado, empeorando en algunos casos el pronóstico. 
Por lo cual es de suma importancia que el personal médico a cargo de la atención del 
paciente pediátrico conozca la presentación clínica inicial más frecuente de tumores y 
quistes de ovario para dicha población. 
 
 
IV. JUSTIFICACION: 
No existe en nuestra institución, el Hospital General de México, registro de la 
presentación clínica más frecuente de tumores y quistes de ovario en pacientes 
pediátricos. Por lo cual en necesario realizar un estudio retrospectivo y documentar las 
manifestaciones clínicas iniciales que con frecuencia presentan los pacientes pediátricos 
con quistes y tumores de ovario, y así disminuir el tiempo de evolución del padecimiento 
al momento del diagnóstico, realizar un adecuado abordaje diagnóstico y mejorar el 
pronóstico terapéutico. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 37 
V. OBJETIVOS 
OBJETIVO PRINCIPAL: 
 
Conocer la presentación clínica, tiempo de evolución al diagnóstico, y pruebas 
complementarias utilizadas en el abordaje los tumores y quistes de ovario en pacientes 
pediátricos atendidos en el Hospital General de Méxicoen el periodo 2007-2015. 
 
OBJETIVO SECUNDARIO: 
 
Conocer los tipos histológicos más frecuentes de los tumores dependientes de ovario en 
pacientes pediátricos intervenidos quirúrgicamente en el Hospital General de México, en 
el periodo 2007-2014. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 38 
VI. HIPOTESIS 
Los signos y síntomas iniciales presentes en pacientes pediátricos con diagnóstico de tumor o 
quiste de ovario, atendidos en el servicio de Pediatría del Hospital General de México, son 
similares a los reportados en la literatura mundial. 
Hipótesis verdadera 
La evolución clínica presente en pacientes pediátricos con diagnóstico de tumor o quiste de 
ovario, atendidos en el servicio de Pediatría del Hospital General de México, es similar a la 
reportada en la literatura mundial. 
Hipótesis falsa 
La evolución clínica presente en pacientes pediátricos con diagnóstico de tumor o quiste de 
ovario, atendidos en el servicio de Pediatría del Hospital General de México, es diferente a la 
reportada en la literatura mundial. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 39 
VII. MATERIAL Y MÉTODOS 
TIPO DE ESTUDIO 
Descriptivo 
Retrospectivo 
Transversal 
 
POBLACION Y TAMAÑO DE MUESTRA 
El diseño del estudio corresponde al análisis retrospectivo de pacientes menores de 18 
años ingresados al servicio de hospitalización de pediatría del Hospital General de 
México con diagnóstico de lesiones quísticas y tumorales anexiales, en el período 
comprendido entre el 1 de ene ro de 2007 y el 01 de enero de 2015. 
Durante dicho periodo se identificaron un total de 88 pacientes con diagnóstico de 
ingreso de tumores y quistes de ovario, de los cuales se excluyeron 38 pacientes por no 
contar con expediente clínico completo y con expediente clínico extraviad. 
Se revisaron 50 expedientes clínicos de pacientes atendidas en el Hospital General de 
México, en el servicio de cirugía pediátrica y oncología pediátrica. 
Se obtuvo información acerca de su edad, características clínicas y tipo histopatológico 
de los intervenidos quirúrgicamente. 
 
CRITERIOS DE INCLUSION 
 Todo paciente ingresado a hospitalización con diagnóstico de quiste o tumor de ovario en la 
unidad de pediatría del servicio de cirugía pediátrica y oncología pediátrica del Hospital General 
de México O.D. 
CRITERIOS DE EXCLUSION 
Pacientes operados de resección de tumor de ovario atendidos en otra institución de salud, con 
seguimiento posquirúrgico en nuestra institución. 
Pacientes con diagnóstico de ingreso de tumor de ovario y diagnóstico de egreso que descarta 
dicha lesión. 
 
 40 
CRITERIOS DE ELIMINACION 
Pacientes con expediente extraviado o incompleto. 
 
RECURSOS DISPONIBLES PARA EL ESTUDIO 
 
Recursos Humanos 
Tutor de tesis e investigador. 
Recursos Materiales 
Equipo de cómputo. 
Hojas de registro para captación de datos. 
Hojas, lápices y bolígrafos 
Recursos Financieros 
Fueron aportados por el investigador. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 41 
VIII. ANÁLISIS Y PRESENTACIÓN DE RESULTADOS 
Se revisaron los expedientes clínicos de todos los pacientes menores de 18 años ingresados al 
servicio de hospitalización de pediatría del Hospital General de México con diagnóstico de 
lesiones quísticas y tumorales anexiales, en el período comprendido entre el 1 de ene ro de 2007 y 
el 01 de enero de 2015, de los cuales se obtuvieron los siguientes resultados; 
La media de edad fue de 15 años, con un rango de 9 a 17 años. La frecuencia de casos aumentó 
con la edad: en el grupo de edad de 0 a 4 años de edad no hubo ningún caso, mientras que entre 
los 15 a 17 años hubo 29 casos (58%). 
En dos de cada tres casos (66%) el ovario más afectado fue el izquierdo y en 8% fue bilateral. 
Por el estudio histológico se consideró que el tumor era benigno en 31 casos (62%), con 
predominio de teratomas maduros en el 50% y cistoadenomas serosos 36%. Mientras la 
frecuencia de neoplasias malignas se encontró en 16 (32%); de estas jóvenes 9 (18%) fueron por 
disgerminoma y 6 (12%) por tumores de células germinales. 
Entre las de 15 a 17 años las neoplasias malignas se identificaron en 11 (22%), en tanto que en el 
grupo de 10 a 14 años fueron 13 (26%) casos, la frecuencia de neoplasias malignas en las 46 fue 
del 48%. En el grupo de 5 a 9 años, se documentaron sólo 4 casos (8%), y de éstos, dos fueron 
lesiones malignas. La edad media del grupo de lesiones malignas fue de 13.9 años, mientras en el 
grupo de lesiones benignas fue de 15.5 años. 
En las pacientes con neoplasias (benignas y malignas) el dolor abdominal estuvo presente en 
todas (excepto en una paciente con lesión benigna) y la masa palpable estuvo presente en todas 
las pacientes con lesiones malignas, la hemorragia transvaginal se observó en 18% de las lesiones 
malignas y 16% de las lesiones benignas. 
Otras manifestaciones, poco frecuentes, estuvieron relacionadas con síntomas obstructivos del 
tracto digestivo: como náuseas, vómitos y constipación; y del tracto genitourinario: como disuria, 
polaquiuria. La ascitis se encontró en tres con neoplasias malignas. El ataque al estado general se 
asoció a pacientes con tumores sólidos. 
La alfafetoproteína estuvo elevada en los casos de tumores de células germinales inmaduras, y la 
gonadotropina coriónica humana, fracción beta, se encontró en un caso de carcinoma 
embrionario. 
 42 
En cuanto al ultrasonido abdominal y pélvico se les hizo a 30 (65%) jóvenes; en ellas se 
observaron imágenes quísticas que correlacionaron con lesiones benignas y aquéllas con un 
patrón de densidad mixta que corresponden a lesiones malignas. 
La tomografía axial computarizada sólo se hizo en 15 (32%) casos; todas ellas presentaron 
neoplasias malignas y este estudio permitió ubicar la extensión de la enfermedad. 
El tiempo medio de evolución desde iniciadas las manifestaciones clínicas hasta el momento del 
diagnóstico fue de seis meses, en los casos de neoplasias ováricas malignas, y 4.5 meses en las 
benignas, con rangos de 1 a 11 meses y 1 a 24 meses respectivamente. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 43 
 
Gráfica 1. Distribución de Tumores de Ovario según la Edad. 
 
 
 
Gráfica 2. Distribución de Tumores de Ovario según tipo Histológico y grupo etario. 
 
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
5 a 9 años 10 a 14 años 15 a 17 años
8% 
34% 
58% 
Distribución por Edad 
0%
5%
10%
15%
20%
25%
30%
35%
Benigno Maligno Benigno Maligno Benigno Maligno
4% 4% 
14% 
20% 
24% 
34% 
5 a 9 años 
10 a 14 años 
15 a 17 años 
 44 
 
Grafica 3. Localización más frecuente. 
 
 
 
 
Gráfica 4. Distribución de Tumores de Ovario Benignos. 
 
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
Ovario Izquierdo Ovario Derecho Bilateral
66% 
26% 
8% 
Frecuencia de localización 
más frecuente 
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
Benigno Teratoma Maduro Sistoadenomas
Serosos
62% 
50% 
36% 
Distribución de Tumores 
Benignos 
 45 
 
Grafica 5. Distribución de Tumores de Ovario Malignos. 
 
 
 
 
Gráfica 6. Frecuencia de Presentación de Sintomatología. 
 
 
 
0%
5%
10%
15%
20%
25%
30%
35%
Malignos Disgerminomas Tumor de Células
Germinales
32% 
18% 
12% 
Distribución de Tumores 
Malignos 
0% 20% 40% 60% 80% 100%
Dolor Abdominal (ByM)
Masa Palpable Benignos
Masa Palpable Malignos
Hemorragia TV Benignos
Hemorragia TV Malignos
Ascitis
100% 
30% 
100% 
16% 
18% 
6% 
Frecuencia de Presentación 
de Sintomatología 
 46 
IX. DISCUSIÓN 
Los tumores de ovario en los niños son raros, representan al rededor del 1.5% del total de las 
neoplasias en ellos y representan 95% de las neoplasias ginecológicas en esas edades 
3,4,18
. Si 
bien pueden encontrarse en ellos los mismos tipos histológicos de tumores de ovario que en los 
adultos, la incidencia varía notablemente: en los niños y adolescentes es más probableque el 
origen de la neoplasia sea por células germinales que de tipo epitelial 
19,20
. Las neoplasias 
benignas del ovario, observadas en dos de cada tres pacientes, fueron por tumores que derivan del 
epitelio; entre ellos predominaron el cistoadenoma seroso, lesión epitelial benigna en el grupo de 
15 a 17 años. 
El cistoadenoma mucinoso, se observó en una sola paciente de 16 años de edad, con una 
evolución de 16 meses. Estas dos entidades histológicas se encontraron con una frecuencia 
semejante a lo reportado en la literatura 
6,19
. El tecoma, neoplasia benigna estromal, se ha 
observado en una sola niña de 9 años de edad, con dolor abdominal y masa pélvica palpable, el 
ultrasonido mostró una lesión mixta, con mayor componente sólido. Fue resecada completamente. 
Los tumores derivados de las células germinales, pueden ser benignos o malignos. De los 
benignos, los teratomas maduros ocupan el segundo lugar de afecciones primarias
21
 y en las 
menores de 15 años, tres de cada cuatro son quistes dermoides de los tumores ováricos 
22,23
. 
La presentación clínica de estos tumores es con dolor abdominal, masa pélvica de aumento 
progresivo, requiere intervención radiológica y monitoreo biológico, determinando niveles séricos 
de alfafetoproteína y gonadotropina coriónica humana fracción beta para establecer el 
diagnóstico. 
En el presente estudio, los teratomas maduros se encontraron en 36%, afectando a siete de cada 
diez niñas. 
De las neoplasias malignas de ovario en niñas y adolescentes las derivadas de las células 
germinales son más frecuentes (85%), que las de tipo epitelial (15%) y de los tumores de células 
germinales, que son un grupo heterogéneo de neoplasias, varían tanto en su presentación clínica 
como en su carácter biológico; el disgerminoma es el más común. De las 16 pacientes con este 
tipo de neoplasias malignas, encontramos 9 (55%) con disgerminomas: frecuencia semejante a la 
reportada por otros 
22
. En cuanto a los disgerminomas, éstos se distribuyeron en los tres grupos de 
edad, siendo más frecuentes en los grupos de 15 a 20 años, y de 10 a 14 años. El teratoma 
inmaduro, el coriocarcinoma y el tumor de senos endodérmicos, se encontraron con una media de 
edad de 15 años, mientras otros estudios reportan esta media en 10 años. 
 
 
 
 47 
X. CONCLUSIONES 
El dolor abdominal es un síntoma común en niñas y adolescentes con neoplasias de ovario, por lo 
que los tumores de ovario deben ser considerados en el diagnóstico diferencial de problemas 
gastrointestinales y urológicos, a los que generalmente se atribuye la causa de dolor abdominal en 
las niñas y adolescentes. 
En nuestro estudio las manifestaciones clínicas presentes con mayor frecuencia en pacientes con 
quistes o tumores de ovario fueron el dolor abdominal y a la exploración física una masa 
abdominal palpable, por lo cual ante el hallazgo de dichas manifestaciones es necesario iniciar un 
abordaje diagnóstico completo dirigido a tumores y quistes de ovario. 
En el caso de una masa abdominal, el estudio ultrasonográfico el considerado el estudio inicial de 
elección, el cual permite diferenciar si la masa en cuestión es quística o sólida, o si presenta 
calcificaciones. Por lo cual es un estudio fundamental en el abordaje diagnóstico inicial de las 
lesiones quísticas o tumorales intra abdominales. Sin embargo, es limitada para la determinación 
del origen y extensión de la lesión, y no permite hacer la distinción entre si es benigna y maligna. 
La tomografía axial computarizada de abdomen y pelvis puede definir su origen, los componentes 
de la neoplasia, su extensión, y la presencia de calcificaciones y de metástasis, siendo necesaria 
en todos los casos como parte del abordaje diagnóstico. 
Los estudios de laboratorio básicos, deberán incluir biometría hemática, química sanguínea, así 
como los marcadores tumorales para neoplasias de células germinales: la alfafetoproteína (AFP), 
la fracción beta de gonadotropina coriónica humana, ca 125 y ca 19.9. 
En este estudio se observó una mayor frecuencia de neoplasias ováricas de origen en las células 
germinales, tanto en los casos benignos como malignos, similar a los reportes a nivel mundial 
para pacientes pediátricos. 
Es de suma importancia e interés conocer la presentación clínica inicial más frecuente en 
pacientes pediátricos con tumores y quistes de ovario, atendidos en nuestra institución, ya que 
esto permite disminuir el tiempo de evolución transcurrido desde el inicio de las manifestaciones 
clínicas hasta el diagnóstico de la enfermedad, y así iniciar un abordaje diagnóstico oportuno y 
completo, para ofrecer un tratamiento optimo y mejorar el pronóstico de cada paciente 
independientemente del tipo histológico de las lesiones. Por lo cual, al abordar a pacientes 
adolescentes con la única manifestación clínica de dolor abdominal, sin una causa etiológica 
clara, es necesario tener presente la posibilidad diagnóstica de quiste o tumor de ovario, y solicitar 
la realización de ultrasonido abdominal como parte del abordaje diagnóstico inicial. 
 
 
 
 48 
XI. BIBLIOGRAFIA 
 
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