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DIVISION DE ESTUDIOS DE POSGRADO FACULTAD DE MEDICINA PREVALENCIA DE DELIRIUM Y FACTORES ASOCIADOS A SU APARICION EN PACIENTES DEL HOSPITAL DE ESPECIALIDADES DEL CMN SXXI. PROTOCOLO DE INVESTIGACION P R E S E N T A DRA. ONELIA HEREDIA HERNANDEZ ASESORES M en C. DR. FELIPE VÁZQUEZ ESTUPIÑÁN DR. DAVIS COOPER BIBRIESCA CD. DE MÉXICO, D. F 2013 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MÉXICO UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 DRA. DIANA G.MENEZ DIAZ JEFE DE LA DIVISION DE EDUCACION EN SALUD UMAE HOSPITAL DE ESPECIALIDADES CMN SXXI DR. FELIPE VAZQUEZ ESTUPIÑAN PROFESOR TITULAR DEL CURSO DE ESPECIALIZACION EN PSIQUIATRIA. ASESOR CLÍNICO M. EN C. MARTÍN FELIPE VÁZQUEZ ESTUPIÑÁN UMAE HOSPITAL DE ESPECIALIDADES CMN SIGLO XXI. 3 Carta Dictamen INSTITtJTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL DIRECCIÓN DE PRESTACIO NES MÉDICAS Unidad de Educación, In .... estlgación y PoIltlcas de Salud Coordinación de IlIveligacion en Sa lud Dictamen de Autorizado Comité Local de Ime5tlgación y tt lca en Investigación en Salud 360 I Pagina 1 de I HOSPITAl DE ESPECIAU OADES DR. BERNARDO Sr.PUlVEDA GUTIERREZ, CENTRO ,.1EOTCO NACIONAL SI GLO XXI , D.f. SUR FECHA 28/02/2013 MTRO. MARTÍN FELIPE VÁZQUEZ ESTUPIÑÁN PRESENTE Tengo el agrado de notif icarle, Que el protocolo de investigación con titu lo : PREVALENCIA DE DELIRIUM y FACTORES ASOCIADOS A SU APARICION EN PACIENTES DEL HOSPITAL DE ESPECIALIDADES CMNS XXI que usted sometió a consideración de este Comité local de Investigación y Ética en Investigación en Salud, de acuerdo con las recomendaciones de sus integrantes y de los revisores, cumple con la calidad metodológica y los requerim ientos de ética y de investigación, por lo que el dictamen es A U T O R J Z A o 0 , con el numero de reg istro institucional: Núm. de Registro R-2013-3601-40 -- - REDY CUEVAS GARCÍA nte del Comité local de Investigación y Etica en Invest igación en Salud No. 3601 IMSS .. u ;lJ tml .... n '( SO l iDAR 1)1\0 SOClAl Carta Dictamen INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL DIRECCIÓN DE PREST¡\CJONES MEDICAS Unidad de EducacIÓn, In .... estlgación y PoUticas de Salud Coordinación de hlve>ligacion en Sa lud Dictamen de Autorizado Comité Local de lme:;tigación V [rica en Investigación en Salud 360 I Página 1 de I HOSPITAl DE ESPECLAUDADES DR. BERNARDO 5 f:PUlVEDA GUTIERREZ, CENTRO ,.1EDTCO NACIOOAL SI GLO XXI, D. F. SUR FECHA 28/02/2013 MTRO. MARTÍN FELIPE VÁZQUEZ ESTUPII\IÁN PRESENTE Tengo el agrado de not ificarle, que el protocolo de investigación con titulo : PREVALENCIA DE DELlRIUM y FACTORES ASOCIADOS A SU APARICION EN PACIENTES DEL HOSPITAL DE ESPECIAUDADES CMNS XXI que usted sometió a cons ideración de este Comité Local de Investigadón y Ética en Investiga ción en Sa lud, de acuerdo con las recomendac iones de sus integrantes y ele los revisores, ru rnple con la calidad metodológica y los requerimientos de ética y de investigación, por lo que el dictamen es A U T O R J Z A O 0 , con el numero de registro inst itucional : Núm. de Re9istro R-2013-3601-4D ATENTAM ~ ~ os~~s GARCÍA - - - ente del (omite Local de Investigación y Etica en Investigación en Salud No. 3601 IMSS 4 AGRADECIMIENTOS. Al creador de todas las cosas, el que me ha dado fortaleza para continuar cuando he sentido desfallecer, por ello, con toda la humildad que de mi corazón puede emanar, dedico primeramente mi trabajo a Dios. Al Instituto Mexicano del Seguro Social por brindarme la oportunidad de realizar mi especialidad en sus emblemáticas instalaciones. A mis profesores del Hospital Héctor Tovar Acosta y del Hospital de Especialidades “Bernardo Sepúlveda”, así como a los del INP “Ramón de la Fuente”, y todos aquellos profesores y pacientes que contribuyeron en mi formación. Al Dr. Cooper por asesorarme en la elaboración de esta tesis. A mis padres Juan José e Hipólita y hermanos, Amílcar, Willebaldo, Juan José, Cecilia, Arelí, Carmen, Amós, Aziel, David. Por su amor y bondad infinita, por su paciencia, cariño y apoyo incondicional. A mis amigos por compartir siempre sus conocimientos y enseñarme que la Medicina y la amistad no tienen límites. A Tomás, Bere, Diana, Marse, Aura, gracias por hacer estos 4 años, de convivencia y armonía, por hacer de la residencia no solo un lazo de conocimiento sino también un lazo de amistad. A mis compañeros R3, R2, R1. 5 INDICE. RESUMEN.---------------------------------------------------------------------------------------- 6 HOJA DE DATOS.------------------------------------------------------------------------------- 9 INTRODUCCIÓN. ------------------------------------------------------------------------------- 10 JUSTIFICACIÓN. ------------------------------------------------------------------------------- 28 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA. --------------------------------------------------- 28 OBJETIVOS-------------------------------------------------------------------------------------- 29 RESULTADOS ---------------------------------------------------------------------------------- 39 DISCUSIÓN--------------------------------------------------------------------------------------- 54 CONCLUSIONES------------------------------------------------------------------------------- 57 BIBLIOGRAFÍA--------------------------------------------------------------------------------- 58 ANEXOS------------------------------------------------------------------------------------------- 65 6 RESUMEN. INTRODUCCION. El delírium se define como una alteración de la conciencia con afectación de las funciones cognitivas y la atención de inicio agudo y curso fluctuante. Es una afección muy frecuente, con una prevalencia en torno al 11-30% de los pacientes hospitalizados. A pesar de la importancia y la frecuencia del delírium, por su variabilidad en la forma de presentación y su curso fluctuante, frecuentemente no es valorado y diagnosticado de forma precoz y correcta, lo cual retrasa el tratamiento y ensombrece el pronóstico. Puede ocurrir en cualquier momento de la vida, aunque su incidencia aumenta progresivamente con la edad, apareciendo hasta en un 6-56% de los pacientes ingresados mayores de 65 años. Presenta importantes implicaciones pronósticas, con una elevada mortalidad (6-60%) y un aumento de la estancia media. JUSTIFICACION. Existen pocos estudios prospectivos de incidencia en nuestro medio y la mayoría se ha realizado en pacientes quirúrgicos o en unidades de cuidados intensivos en las que las características de los pacientes, los fármacos empleados y las medidas terapéuticas difieren de las de uso habitual en un área médica PROBLEMA A INVESTIGAR. Prevalencia de delirium en los pacientes ingresados en un hospital de especialidades y describir las características epidemiológicas de estos pacientes, así como la prevalencia de los factores y marcadores de riesgo (predisponentes y precipitantes) relacionados con esta afección, contribuyendo así a crear modelos explicativos que permitan comprender mejor la fisiopatología de esta entidad,favoreciendo un diagnóstico precoz y un correcto tratamiento de estos pacientes. OBJETIVO PRIMARIO. Encontrar la prevalencia de periodo de delirium en el Hospital de Especialidades del Centro Médico Siglo XXI. Comparar la frecuencia del tipo de delirium según el puntaje obtenido al aplicar el índice de comorbilidad de Charlson. OBJETIVO SECUNDARIO. Describir las características epidemiológicas y comorbilidades asociadas utilizando el índice de comorbilidad de Charlson. En los pacientes con diagnóstico de delirium en los servicios de Admisión continua, Medicina interna, Endocrinología, Urología, Angiología y Cirugía Vascular, Gastrocirugía, Neurocirugía, Gastroenterología, Cirugía de Cabeza y Cuello, Nefrología, Oftalmología, Neurología, Otorrinolaringología, Hematología, UCI, Cirugía de Colon y Recto, UTR. Del hospital de Especialidades del 1 de enero al 31 de diciembre del 2012. 7 MATERIAL Y METODOS. Diseño de estudio: a) Según el proceso de causalidad o tiempo de ocurrencia de los hechos y registros de la información: RETROSPECTIVO. b) Según el número de una misma variable ó el periodo y secuencia del estudio: TRANSVERSAL. d) Según la interferencia del investigador en el fenómeno que analiza: OBSERVACIONAL Diseño de investigación. La población de estudio consta de todos los pacientes ingresados a hospitalización en algunos de los servicios del hospital de especialidades de enero a diciembre del 2012, que cursaron con delirium y en el que el servicio tratante solicitara la interconsulta a nuestro servicio. CRITERIOS DE INCLUSION. 1. Todos los Pacientes de los cuales se solicitó interconsulta por su servicios tratantes y admitidos para seguimiento por nuestro servicio por diagnóstico de delirium de acuerdo al DSM- IV TR. 2. Contar con expediente completo y que se encuentre en el departamento de archivo del hospital de especialidades CRITERIOS DE EXCLUSION. 1. Pacientes intubados 2. Pacientes sedados 3. Pacientes que no cuenten con expediente completo en el archivo clínico. RESULTADOS. DISTRIBUCION POR EDAD Y SEXO. De los 184 pacientes que se diagnosticaron con delirium 106 eran hombres (58%), 78 mujeres correspondiendo al 42%. Con una media de edad global de 62.7 años, la media de edad para hombres fue de 62 años y de 63.8 años para las mujeres. TIPO DE DELIRIUM. Según el tipo de delirium el 60% correspondió a delirium hiperactivo, 23% al tipo mixto y el 17% al hipoactivo. ESOLARIDAD. 8 Según el grado escolar el 19.5% tenían primaria completa y el mismo porcentaje la primaria incompleta, el 18.2% concluyó la secundaria y el 15.6 el bachillerato. Solo 2.6% no concluyó el bachillerato, 18.2% cursó una licenciatura y el 3.9% no la terminó, el 2.6% tenían estudios de posgrado. VARIABLES CATEGORICAS CUALITATIVAS Y CUANTITATIVAS. Según el análisis estadístico utilizando la prueba U de Mann Whitney no mostró diferencias entre hombres y mujeres como factor de riesgo para desarrollar delirium con una P= .664. De los 77 pacientes que cursaron con delirium 30 pacientes tenían algún tipo de infección asociada (neumonía, sepsis, neuroinfección, IVU, absceso). El 53% (16) de los pacientes con algún tipo de infección cursaron con delirium hiperactivo, 26% (8) cursó con delirium mixto y el 20% (6) cursó con delirium hipoactivo. Para conocer la asociación entre dos variables categóricas politómicas, (grado de delirium e índice de comorbilidad de Charlson), se calculó la prueba de X2 que permita comparar la frecuencia con la que se presenta el tipo de delirium según el grado de morbilidad alcanzado al aplicar el índice de comorbilidad de Charlson el cual fue de 4.8±2.1. Observándose que en el grupo con comorbilidad alta: el 100% cursó con delirium hipoactivo, 85% cursó con hiperactivo y el 94% con mixto. Reflejando la importancia de realizar una correcta cuantificación de la comorbilidad del paciente y analizar las posibilidades potenciales de su aplicación en la práctica clínica habitual. DISCUSION. Una de las ventajas de este estudio fue conocer las características de la población con tendencia a desarrollar delirium, además, permitió establecer que los principales factores responsables de la aparición del delirium, constituyen causas cuyo diagnóstico y tratamiento oportuno ayudarán a la restitución del paciente a la normalidad. Una de las desventajas del estudio fue no haber evaluado la recurrencia, readmisión hospitalaria y mortalidad a un año, por delirium o deterioro cognitivo en nuestros pacientes, lo cual será el objetivo de análisis posteriores. La principal limitante fue haber incluido únicamente a la población que se solicitó interconsulta y no buscar la incidencia de delirium. Cuando conocemos que el ingreso hospitalario de los pacientes de edad avanzada ocurre en los servicios de medicina interna, cirugía general (con procedimientos quirúrgicos), urgencias, unidades de cuidados intensivos, etcétera, por lo que consideramos que el porcentaje de delirium que obtuvimos subestima la prevalencia real. Es posible que la frecuencia de delirium sea todavía mayor por los trastornos del estado mental que pasan desapercibidos a causa de que no se sospechan o no son diagnosticados. En conclusión, por la prevalencia en la población de estudio, el grupo multidisciplinario que interviene en la atención de los pacientes (médicos, enfermeras, trabajadores sociales, 9 etcétera), debe involucrarse para la intervención terapéutica en equipo y promover nuevas estrategias con el fin de identificar factores precipitantes, realizar diagnóstico y tratamiento oportuno y mejorar la calidad de vida de la población atendida. Es necesario adaptar el CAM y el miniexamen del estado mental en forma protocolizada en toda la población que sea hospitalizada. Este estudio es un primer paso y existen numerosas preguntas que siguen sin contestar relativas a este tipo de población, y que deberán ser perfectamente analizadas en estudios prospectivos aleatorizados a largo plazo con muestras representativas. 10 1.DATOS DEL ALUMNO 1. DATOS DE ALUMNO AUTOR APELLIDO PATERNO: APELLIDO MATERNO: NOMBRE: TELEFONO: UNIVERSIDAD: FACULTAD O ESCUELA: ESPECIALIDAD: No. DE CUENTA: Heredia Hernández Onelia 57 00 27 13 Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Medicina Psiquiatría 097218784 2. DATOS DEL ASESOR 2.DATOS DEL ASESOR APELLIDO PATERNO: APELLIDO MATERNO: NOMBRE: Vázquez Estupiñan Felipe DATOS DE LA TESIS: TITULO: SUBTITULO: No DE PAGINAS: AÑO: NUMERO DE REGISTRO: Prevalencia de Delirium y factores asociados a su aparición en pacientes del Hospital de Especialidades de CMN SXXI. 65 2013 R-2013-3601-40 11 INTRODUCCIÓN. El delirium es un síndrome caracterizado por alteración de la conciencia, de la atención y del pensamiento, que se inicia en forma aguda y presenta un curso fluctuante, en el que pueden aparecer, además, ideas delirantes y alucinaciones1. Su prevalencia en pacientes hospitalizados aumenta con la edad y varía según el diagnóstico de ingreso. Es considerado el segundo síndrome psiquiátrico más prevalente en el ámbito hospitalario después de los trastornos del ánimo2 afectando de 11 a 42% de los pacientes ingresados3 y hasta 80% de los pacientes de unidades de cuidados intensivos4. Aún no existe una comprensión cabal de su fisiopatología, sin embargo, se reconoce una alteración funcional de niveles de neurotransmisores, hiperactividad del eje hipotálamo-hipófisis-glándula adrenal y aumento en la producción de citoquinas5. La presencia de delirium ha demostrado estar asociada a mal pronóstico, aumentar las complicaciones intrahospitalarias, tales como infecciones, caídas, incontinencia y úlceras de decúbito6,7, provocando estancias hospitalarias significativamentemás prolongadas y generando elevados costos en salud 8-10. Sin embargo, las consecuencias no terminan con el alta del paciente, y se ha demostrado asociación entre delirium y mayor riesgo de institucionalización, demencia y mortalidad, en forma independiente a importantes variables como edad, sexo, comorbilidades, severidad de enfermedad y deterioro cognitivo basal11. El delirium es considerado un marcador de estado del paciente geriátrico hospitalizado12, ya que los pacientes que lo padecen presentarían un incremento en la complejidad desde el punto de vista de su manejo individual y de lo que implica para los servicios asistenciales. Por otro lado, al ser potencialmente prevenible, puede ser considerado un indicador de calidad asistencial. 12 ASPECTOS HISTÓRICOS. En el siglo I a.c Celsus utilizó el término delirium por primera vez para describir una condición mental resultante de diversos contextos biológicos y que se asociaba frecuentemente con la presencia de fiebre. Hipócrates describió que el delirium se podía asociar a casos de fiebre, meningitis, traumatismos y neumonía. Sus primeras descripciones señalan que estaba asociado con un nivel de conciencia alterado, cambios del patrón de sueño, incapacidad para reconocer familiares y agitación motora. En la segunda mitad del siglo XX, Lipowski introduce el concepto de que los trastornos psíquicos tienen una correlación con disfunciones cerebrales que a su vez se relacionan con síndromes mentales de base orgánica. Describe al delirium como un trastorno pasajero que afecta al funcionamiento cognoscitivo global, estado de conciencia, atención y actividad psicomotora, perturbando el ciclo sueño-vigilia y pudiendo oscilar los síntomas en el transcurso de un mismo día. 13. EPIDEMIOLOGIA. La prevalencia del delirium en los pacientes hospitalizados aumenta con la edad y varía según el diagnóstico de ingreso y es el segundo síndrome psiquiátrico más prevalente en el ámbito hospitalario (10-30% de los pacientes ingresados)2, después de los trastornos depresivos. Se ha señalado un aumento progresivo de su aparición en la población mayor de 65 años, con cifras que oscilan entre 10%-56%, asociándose a una mortalidad con rangos entre 10% y 65% 14. Se ha estimado que la prevalencia de delirium al ingreso hospitalario es del 14%-24%, mientras que, durante la estancia 13 hospitalaria la incidencia se acerca al rango de 6%-56% 15. Otras referencias mencionan una incidencia del 15%-60%. Estudios realizados en Latinoamérica revelan una incidencia de 10%-21.3%16, en España según un estudio efectuado en un hospital general, la prevalencia fue de 11.9%, con una mortalidad del 23% durante el ingreso 17. Mientras que en México un estudio realizado dentro de un hospital general en el año 2003 revela una prevalencia de 12% durante la hospitalización y el 50% se habían sometido a intervenciones quirúrgicas18 Un estudio realizado en el Hospital General de zona # 89 del IMSS en el 2006 reporta una prevalencia de 38.3 % e incidencia de 11.7 % 19 . FACTORES DE RIESGO. En términos generales, los factores de riesgo puede ser divididos en 3 categorías: 1) las características de la patología aguda 2) paciente o factores del huésped, y 3) del medio ambiente o factores iatrogénicos. Un par de factores de riesgo muy comunes son de particular importancia. En primer lugar, además de las enfermedades intrínsecas de los pacientes, tales como sepsis grave o insuficiencia cardíaca congestiva, medicamentos o la combinación de varios medicamentos debe ser considerado como un factor contribuyente y modificable en la aparición de delirium. Medicamentos notoriamente asociados con delirium incluyen los opiáceos (especialmente meperidina), sedantes como las benzodiazepinas, anticolinérgicos, antihistamínicos, antibióticos, corticosteroides, y metoclopramida. El lorazepam y midazolam (benzodiazepinas de uso común en la UCI para la sedación) mostraron ser factores de riesgo independiente para la transición en el delirium (odds ratio, 1.2, 95% intervalo de confianza (1.1- 1.4); p00.003) 20. recientemente, la predisposición genética 14 al delirium se demostró, con el genotipo de la apolipoproteína E4 (APOE4) se encontró que era un fuerte predictor de duración delirio después de ajustar por edad, la gravedad de la enfermedad, la duración del coma, y el diagnóstico de admisión de sepsis, síndrome de distrés respiratorio agudo, o neumonía (odds ratio, 7,32; p00.005) 21. Los informes contradictorios relacionados para el genotipo apolipoproteína E4 (APOE4) 22 refuerzan la necesidad de estudiar esta asociación aún más. ETIOLOGÍA El delirium raramente es causado por un único factor etiológico sino que suele ser el resultado de la concurrencia de una reserva cerebral disminuida que actúa como factor de predisposición y factores que desencadenan y mantienen el estado de disfunción cerebral10. Causas más frecuentes de delirium • Polimedicación: tranquilizantes, quimioterápicos, anticolinérgicos, narcóticos y corticoides. • Alteraciones metabólicas: acidosis, alcalosis, alteración hidroelectrolítica, hipoxia de cualquier origen (anemias, fallo cardiopulmonar). • Infecciones: encefalitis, meningitis, sífilis, VIH. • Paciente de urgencias: politraumatismo, infarto agudo al miocardio, quemadura severa, postoperatorio. • Síndrome de privación o intoxicación: alcohol (delirium tremens), benzodiazepinas, barbitúricos, opiáceos, medicamentos, pesticidas, metales pesados. • Patología del SNC: tumores, hemorragias, hematoma subdural, hidrocefalia, TEC, abscesos. 15 • Déficit vitamínicos: tiamina, ácido fólico, vitamina B12, niacina. • Cardiopulmonar: encefalopatía hipertensiva, infarto agudo miocardio, insuficiencia respiratoria aguda. • Endocrinopatías: hiper- o hipoglicemia, hiper- o hipoadrenocorticoidismo, hiper- o hipotiroidismo. • Fallo sistema renal: insuficiencia renal aguda o crónica, paciente en espera de diálisis o transplante. • Fallo hepático: encefalopatía hepática, cirrosis, hepatitis. • Cirugía: transplante, cirugía de cadera, cardiotomía. Los factores desencadenantes más frecuentes se relacionan con un desequilibrio metabólico, abstinencia a sustancias de abuso, fallo funcional de órganos vitales (insuficiencia hepática, renal, respiratoria o cardiocirculatoria), reacciones adversas a fármacos, especialmente los fármacos con efecto anticolinérgico, o bien una combinación de varios de estos factores. Cualquiera de estos factores desencadenantes producen a su vez alteraciones metabólicas generales con lo que se produce daño cerebral difuso mediado por alteraciones del metabolismo cerebral. El metabolismo cerebral es particularmente sensible a alteraciones de las demandas de oxígeno y glucosa. Estas moléculas están implicadas en las encefalopatías metabólicas al disminuir el consumo de oxígeno y de glucosa por el cerebro y determinan la presencia inicial de daño celular y finalmente la muerte neuronal2. Fármacos con actividad anticolinérgica • Anticolinérgicos típicos: atropina, escopalamina • Antidepresivos tricíclicos 16 • Trihexifenidilo • Clorpromazina • Hipnóticos: barbitúricos, benzodiazepinas, hidrato cloral, paraldehido, bromuros • Difenhidramina • Antibióticos • Antimaláricos • Antituberculosos • Antivirales • Antifúngicos • Anticonvulsivantes • Antiparkinsonianos • Prometiazina • Biperideno En la clasificación DSM IV -TR de la Asociación Americana de Psiquiatría6 se diferencian cuatro subtipos de delirium según su etiología: a) debido a una enfermedad médica; b) inducido por sustancias; c) debido a múltiples etiologías, y d) no especificado, si no se encuentra etiología de base. En cualquier caso, el estudio de los posibles factores causales del delirium determinará la naturaleza de la intervención terapéutica,que ha de tener en cuenta los diversos hallazgos clínico-biológicos. FISIOPATOLOGÍA 17 El conocimiento de la fisiopatología específica del delirium aún permanece sin ser dilucidado completamente. Es conocido que la base neurobiológica del delirium está ampliamente distribuida a través del sistema nervioso central. En este sentido la comprensión de la complejidad de la fisiología normal de los procesos cognoscitivos que incluyen a la atención y a la conciencia, permitirá seguir dando las pautas de las futuras investigaciones que sigan esclareciendo este problema. Diversos trabajos desarrollados a través de décadas permiten efectuar algunas consideraciones sobre la fisiopatología del delirium que se resumen a continuación. Neuroanatomía y neuroimagen. La diversidad de las manifestaciones clínicas del delirium sugiere que muchas áreas del cerebro están implicadas en su génesis10. Las áreas que estén más involucradas con la función de la alerta neurologica han sido las áreas de mayor interés. Moruzzi y Magoun34 en el año 1949 hicieron las primeras descripciones del sistema reticular ascendente, demostrando que la formación reticular dorsal mesencefálica, con su proyección rostral, es necesaria para mantener la alerta y que al lesionarse se inducía el coma. La formación reticular jugaría un importante rol en las funciones descritas ya que es la zona responsable del aumento o disminución del ritmo de descarga hacia los husos musculares por medio de fibras eferentes de sus haces descendentes y, por otra parte, al estimular el sistema reticular ascendente se produce una activación de la alerta. La vía ascendente principal parece ser el fascículo central de la calota, con axones largos de conducción rápida y colaterales multisinápticos de conducción comparativamente más lenta y con un predominio de función colinérgica. Estos se proyectan primero en núcleos talámicos y en hipotálamo lateral, los ganglios basales35. 18 Fukutani et al36 en 1993, demostraron la importancia que el tronco cerebral tiene en la regulación normal de la conciencia y la atención al describir por medio de autopsia, de casos de delirium, los que presentaban degeneración de la formación reticular, el núcleo del raphe y el locus coeruleus. Por otro lado, una importante proporción de las neuronas del núcleo del raphe, que es parte de la formación reticular, son de predominio serotoninérgico. Sus axones tienen conexión con el tálamo, hipotálamo, ganglios basales e hipocampo y con la corteza cerebral. Por último, el locus coeruleus, que se localiza en la protuberancia dorsal, envía proyecciones que liberan noradrenalina en la corteza, tálamo, protuberancia, bulbo, hipocampo y en la corteza cerebelosa. Los estudios con neuroimagen muestran alteraciones como atrofia o accidentes cerebrovasculares a nivel tanto cortical como subcortical37, implicando especialmente áreas de la corteza frontal, tálamo anteromedial, ganglios basales derechos, corteza temporo-occipital basal-medial y corteza parietal posterior derecha11. Los estudios con PET y SPECT han comunicado resultados contradictorios en cuanto a las zonas cerebrales con aumento o disminución de flujo sanguíneo cerebral37, pero parecen apoyar la hipótesis de una disfunción del hemisferio derecho (no dominante). En este campo de estudio cabe esperar un mayor progreso con el diseño de las investigaciones más recientes, que combinan las exploraciones neuropsicológicas, con las de neuroimagen, como resonancia funcional. Neurotransmisión y neuroendocrinología Aún es poco lo que se sabe de las alteraciones de la neurotransmisión en los estados de delirium y, dada la diversidad de alteraciones estructurales y funcionales que lo acompañan, es muy poco probable que se trate de la alteración específica de un 19 neurotransmisor determinado. Sí se ha demostrado la participación de algunos neurotransmisores en la regulación de la alerta y del ciclo sueño-vigilia (acetilcolina, catecolaminas, serotonina y la histamina8, 37,38). Hasta ahora la neurotransmisión colinérgica ha recibido especial atención por estar particularmente implicada en los procesos de memoria y atención. La hipótesis de la disregulación en la vía colinérgica se basa en el hecho de que el delirium se presenta en respuesta a hipofunciones colinérgicas de cualquier causa y en que las alteraciones cognoscitivas que se relacionan con el nivel de anticolinérgicos en plasma37, 39. Además, los fármacos anticolinérgicos producen síntomas mediados por el bloqueo de receptores postsinápticos, inhibición de liberación presináptica y/o acciones de metabolitos muscarínicos40. También se ha demostrado que los pacientes hospitalizados con delirium presentan mayores niveles de bloqueo colinérgico que los pacientes sin delirium41 y que la pérdida de plasticidad muscarínica y colinérgica aumenta con la edad42. Por otra parte, hay estudios que sugieren que en los estados de delirium habría también una hipofunción dopaminérgica asociada a la colinérgica, en vista de la buena respuesta del delirium a los fármacos neurolépticos que bloquean los receptores dopaminérgicos de manera relativamente específica. Además, en modelos animales ha podido demostrarse que la hipoxia neuronal se asocia a disminución de la liberación de acetilcolina y a incremento en la liberación de dopamina37. Por otra parte, se ha demostrado que las vías colinérgicas y dopaminérgicas están estrechamente asociados con la regulación del ciclo sueño-vigilia43. En cuanto a la serotonina, cabe suponer su participación en biología del delirium, dado su papel relevante en la biología del sueño, en la regulación de la conducta motora, en 20 la memoria y en la generación de estados alucinatorios (como los inducidos por el LSD). La serotonina forma parte de las proyecciones que van desde el núcleo del raphe hasta la corteza. Las neuronas serotoninérgicas del núcleo del raphe y del hipotálamo son consideradas importantes para la regulación del sueño, especialmente para la fase REM (que se caracteriza por la presencia de ensueños)2. Otros estudios han demostrado la relación entre los metabolitos de 5-HT y el delirium en pacientes con sepsis o con encefalopatía hepática y tanto en aumento de los metabolitos 5-HT como en su disminución se han encontrado asociaciones con delirium37. Lo mismo cabe decir del GABA, que es un neurotransmisor implicado en procesos de inhibición de la actividad neuronal por medio de las proyecciones talamocorticales, además de ser el neurotransmisor inhibidor más importante de todo el sistema nervioso central2. El efecto ansiolítico e hipnótico de las benzodiazepinas y de los barbitúricos está mediado por efectos GABA. Por otro lado, el glutamato, que tiene una función excitatoria, regula los estados de alerta a través de sus conexiones talámo-corticales37. El delirium también puede relacionarse con complejas respuestas mediadas a través de la alteración de la homeostasis neuroendocrina44. A pesar de esto no hay estudios que valoren la interfase entre la neuroendocrinología y la inmunología en el delirium. Por el contrario, la respuesta de liberación de citoquina en el sistema nervioso central ante el daño neuronal es una prueba de la mediación de estas moléculas, las que pueden ayudar a la respuesta inmune pero también a la muerte neuronal45. Más aún, niveles aumentados de citoquina pueden estar presentes en causas comunes de delirium, como las infecciones. Rosenberg et al46 encontraron una alta incidencia de delirium en pacientes con cáncer tratados con la citoquina interleucina-2, lo que permite plantear 21 una mediación de la respuesta inmunitaria específica. La asociación entre las citoquinas y la neurodegeneración está mediada por la inhibición de factores endógenos neuro-protectores47. La hipótesis más sostenible para explicar la fisiopatologíadel delirium plantea alteraciones de la neurotrasmisión a nivel de la sinapsis que implicarían una hipofunción colinérgica, con aumento simultáneo de la liberación de dopamina y de serotonina. Así, ante la presencia de agresores, la reserva cerebral de cada paciente determinaría la posibilidad de que la neurotransmisión, que regula diversas funciones de integración ubicadas fundamentalmente en el hemisferio derecho, se organizase de manera adaptativa o fracasara y diera lugar al cuadro clínico de delirium. Los criterios operativos que permiten el diagnóstico de delirium más utilizados son los que propone la APA (Asociación Americana de Psiquiatría) en su manual DSM-IV TR que aparecen en el anexo 1. Sin embargo, conviene aclarar que desde el punto de vista clínico y en función de la alteración psicomotora predominante, existen varios tipos de delirium: el hipoactivo (con bajo nivel de alerta y disminución de la actividad psicomotora), el hiperactivo, (con aumento de la alerta e inquietud o agitación psicomotora) y el mixto, combinación de fluctuaciones entre los dos subtipos anteriores9. Liptzin y Levkoff48 estudiaron la frecuencia de los distintos subtipos de delirium en 325 pacientes admitidos en un hospital general y encontraron un 15% de hiperactivos, un 19% de hipoactivos, 52% de tipo mixto, y un 14% que no se clasificó: no hubo diferencias significativas en cuanto a edad, sexo, lugar de residencia o diagnóstico concomitante de demencia. 22 La afectación generalizada de las funciones superiores se traduce, en última instancia, en un deterioro de la capacidad para pensar y evaluar correctamente el entorno10,49 al que el paciente responderá con alteraciones de la conducta. Estas alteraciones pueden implicar riesgos para él y para otros, ya que incluyen actitudes hostiles y conductas de auto- y heteroagresividad. Al mismo tiempo, estas manifestaciones clínicas aparatosas pueden confundir a los profesionales y propiciar errores diagnósticos y terapéuticos. Por la naturaleza fluctuante del cuadro, la sintomatología se presentará en forma oscilante durante el día, con tendencia a empeorar por la noche y con una profunda alteración del ciclo sueño-vigilia. Por esta razón, se hace imprescindible la valoración de un cuidador cercano (ya sea familiar del paciente o parte del equipo sanitario) para poder realizar una adecuada historia de la sintomatología del paciente. Esta misma característica debe obligar al equipo médico a ser cuidadoso con las solicitudes o exigencias del paciente, ya que se debe considerar que no está en condiciones de tomar decisiones y deberá tenerse en consideración de cara a la evaluación médico- legal de algunas de sus conductas. Asimismo, en relación con la inclusión del paciente en protocolos de investigación, deberá contarse con el consentimiento informado de un familiar o tutor responsable. DIAGNÓSTICO Para el Diagnóstico clínico e instrumentos de detección. El diagnóstico y la valoración de la gravedad del delirium sigue siendo básicamente clínico1, es decir, a través de la observación detallada de las características más relevantes del trastorno, como son su inicio abrupto y tendencia a la fluctuación de la sintomatología, alteración del funcionamiento cognoscitivo global y especialmente afectación de la atención, 23 orientación y organización del pensamiento50. Sin embargo, el uso de instrumentos que faciliten el diagnóstico (sobretodo para médicos no especialistas) y el uso de instrumentos que permitan la valoración de la gravedad del cuadro permite mejorar la práctica clínica y son una herramienta de trabajo para la investigación. Desde hace unos años se han prodigado los instrumentos de evaluación clínica basados en criterios diagnósticos que intentan aumentar la sensibilidad y la especificidad en la detección de este síndrome. Sin embargo, buena parte de los instrumentos utilizados para detectar el delirium se han diseñado para detectar demencia. El más utilizado en nuestro medio es el Mini Examen Cognoscitivo 51 (anexo 2), que ofrece información de interés para detectar deterioro cognoscitivo pero que no permite diferenciar entre delirium y demencia. Esta versión fue revalidada y normalizada en 1998 confirmando su validez en la población geriátrica, además de establecer los puntos de corte señalados en su versión original. Este sencillo instrumento permite detectar trastornos cognoscitivos en enfermos médico-quirúrgicos que previamente no eran detectados y, por otra parte, ha permitido resolver los problemas de discrepancia en investigación en el campo de la demencia en el mundo hispanoparlante. De los instrumentos diseñados específicamente tanto para evaluar la gravedad de la sintomatología del delirium como para realizar su diagnóstico, los que han logrado una mayor difusión y se ha extendido su uso en su lugar de origen y otros países son: • Delirium Rating Scale (DRS). Es un instrumento que fue diseñado para valorar la intensidad del delirium (Trzepacz et al53 1994-98). (Anexo 3). Es una escala compuesta por diez ítem que se gradúan de 0-3. Los clínicos pueden utilizar información obtenida por la entrevista clínica, historial médico y la observación de las últimas 24 hrs. Los 24 autores señalan que es una escala que tiene la capacidad de distinguir el delirium de otros trastornos psiquiátricos. Es útil para valorar la gravedad del delirium pero no para detectarlo. Es un instrumento de aplicación compleja para clínicos no especialistas y requiere bastante tiempo para su administración. • Confusion Assessment Method (CAM). Es un instrumento diseñado en 1990 por Inouye50 et al. Para sus autores el objeto central de este instrumento fue facilitar el diagnóstico de delirium en el hospital general para profesionales no especialistas en psiquiatría. Es un instrumento diseñado a partir de los criterios operativos del DSM III-R y precisa de pocos minutos para su administración. Proporciona un algoritmo para establecer el diagnóstico en torno a la presencia de sus dos criterios fundamentales (inicio abrupto con fluctuación de síntomas y pérdida de la atención) y de uno de los dos criterios secundarios (pensamiento desorganizado y alteración del nivel de conciencia). Exploraciones complementarias Desde otra perspectiva el delirium ha sido estudiado mediante electroencefalografía, uno de los instrumentos clásicos en la evaluación de la neurofisiología cerebral. Durante varias décadas los investigadores han observado cambios en los pacientes con delirium. Estos cambios en la conducción eléctrica se caracterizan por un patrón de enlentecimiento generalizado, expresivo del daño funcional neuronal 37, que es notablemente sensible pero poco específico. En las formas moderadas de delirium puede haber disminución en la frecuencia de ritmos dominantes posteriores, sin ondas alfa, y en las formas más graves puede observarse una disminución de frecuencia de 25 ondas tetha y delta. El EEG tiende a normalizarse a medida que disminuye la sintomatología del delirium, y en el caso de que su aparición esté relacionada con el consumo de alcohol se observa actividad rápida de bajo voltaje y enlentecimiento durante la intoxicación etílica26. Igualmente el reciente desarrollo de técnicas en neuroimagen, especialmente la Tomografía Axial Computada, permite la mejor evaluación de etiologías relacionadas con alteraciones estructurales del encéfalo. Nuevas técnicas permitirán la valoración más detallada de las alteraciones funcionales relativas al delirium. En síntesis, dentro del proceso diagnóstico cobra gran relevancia realizar una minuciosa evaluación del paciente que incluya una evaluación general con análisis del historial médico, un examen físico completo, pruebas de laboratorio básicas que se complementarán en caso de necesidad con otras pruebas. La exploracióndel estado mental del paciente poniendo especial énfasis en la valoración cognoscitiva global. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL. El diagnóstico diferencial de los pacientes con delirium, se debe realizar en relación con la presencia de deterioro cognoscitivo, incluyendo demencia. Estos trastornos se pueden presentar de forma conjunta, lo que hace más difícil su valoración. Los trastornos cognoscitivos como la pérdida de memoria son frecuentes tanto en el delirium como en la demencia; el paciente con demencia suele estar alerta y no tiene trastorno alguno del nivel de alerta o del estado de vigilancia típicos del delirium. La valoración de la forma de inicio de los síntomas y el tiempo de evolución del déficit cognoscitivo y el curso temporal, así como la reversibilidad de las alteraciones 26 cognoscitivas, son útiles para distinguir entre el delirium y la demencia. También la fluctuación de la sintomatología de delirium constituye otra diferencia con respecto a la demencia26. PREVENCIÓN. La prevención con protocolos estandarizados, da aplicación en los pacientes más susceptibles, constituye la medida más eficaz para disminuir la aparición del delirium. Inouye et al38, en un estudio randomizado y controlado, demostraron que el abordaje en las áreas que se preven de más riesgo, podría reducir el número y la duración de los episodios de delirium en pacientes hospitalizados de edad avanzada. La intervención consiste en actuar sobre los seis factores de riesgo de delirium: déficit cognoscitivo, abstinencia de fármacos o sustancias, inmovilidad, déficit visual, déficit auditivo, y deshidratación. El delirium se presentó en 9,9% de los pacientes intervenidos y en 15% del grupo no sometido a intervención, siendo los factores más importantes el adecuado control hidroelectrolítico, el uso correcto de fármacos y el tratamiento de los síntomas de privación sensorial, a partir de medidas ambientales. Estas medidas incluyen la repetición de fecha y lugar donde se encuentra el paciente, orientación horaria, calendario visible, explicaciones accesibles, estimulación por parte de los familiares, iluminación y temperatura adecuadas, evitación de ruidos para facilitar el descanso nocturno, uso de correctores sensoriales (como gafas o audífonos) y de objetos personales, y movilización adecuada (por lo menos, tres veces al día, en períodos no inferiores a 15 min). En los pacientes agitados es importante llevar a cabo una contención física adecuada, revisable periódicamente, al tiempo que se destaca al personal y a la familia que se 27 trata de una medida de protección para evitar posibles lesiones, caídas, dificultades en el manejo de enfermería (sondas, flebotomías, cuidado de heridas perioperatorias) e incluso la posibilidad de que el paciente se autolesione o lesione a terceros. El paciente agitado tendrá también otros requerimientos hidroelectrolíticos cuyo control habrá que establecer en cada caso. Como ya se mencionó anteriormente, estos pacientes pueden pasar de estados de agitación a estados de inhibición, y de estados de confusión total a estados de considerable claridad de conciencia, y es en estos momentos cuando habrá que explicar al paciente su situación y los motivos de las medidas de contención. TRATAMIENTO El tratamiento ha de ser en primer término etiológico y estar basado en el estudio de los posibles factores causales y en la identificación y neutralización de los factores desencadenantes11. En segundo término, se deberá instaurar un tratamiento sintomático con medicamentos y/o medidas ambientales, con el fin de controlar los síntomas conductuales o psicóticos y mejorar las funciones cognoscitivas7-9. El tratamiento con neurolépticos es el tratamiento de elección para los síntomas psicóticos del delirium. Por tanto, son útiles especialmente en los delirium de tipo hiperactivo (con ideación delirante, alucinaciones y/o agitación psicomotora) aunque también estarían indicados en los delirium de tipo hipoactivo, en los que actuarían mejorando la integración de las funciones cognoscitivas10. Además, los neurolépticos tienen una efectividad terapéutica rápida y se muestran superiores a las benzodiazepinas en los casos de delirium que no son debidos a privación de alcohol o de tranquilizantes11. 28 El haloperidol sigue considerándose por muchos autores como el neuroléptico de elección por su equilibrio entre la efectividad antipsicótica y la escasez de efectos colaterales (pocos efectos adversos circulatorios, anticolinérgicos, cardiotóxicos, ausencia de depresión del centro respiratorio y posible administración por cualquier vía, incluyendo la endovenosa)11. Las dosis variarán según la vía de administración, la edad del paciente y la presencia de efectos adversos extrapiramidales. Se sugiere el uso inicial de una dosis creciente de 1-2mg día, que se puede incrementar en intervalos de una hora hasta 10 mg/día según la respuesta obtenida. Si no se puede controlar la agitación, o es muy aparatosa, se sugiere el uso de 2,5mg I.M. o I.V. cada hora, hasta controlar los síntomas o hasta que aparezcan efectos secundarios extrapiramidales. Con la aparición de los nuevos neurolépticos, se ha logrado reducir de forma sustancial los efectos adversos de los neurolépticos clásicos, con una eficacia similar en cuanto a la remisión de los síntomas psicóticos11,56-59 gracias a que estos fármacos bloquean más selectivamente la neurotransmisión dopaminérgica y serotonérgica: la olanzapina a dosis de 2,5 a 10 mg y la risperidona a dosis entre 1 y 6 mg han demostrado su seguridad y efectividad56,58 y un perfil analítico en el tratamiento de los síntomas psicóticos en pacientes geriátricos60,61. JUSTIFICACION. El delírium se define como una alteración de la conciencia con afectación de las funciones cognitivas y la atención de inicio agudo y curso fluctuante. Es una afección muy frecuente, con una prevalencia en torno al 11-30% de los pacientes hospitalizados. Puede ocurrir en cualquier momento de la vida, aunque su incidencia aumenta 29 progresivamente con la edad, apareciendo hasta en un 6-56% de los pacientes ingresados mayores de 65 años. Presenta importantes implicaciones pronósticas, con una elevada mortalidad (6-60%) y un aumento de la estancia media. A pesar de la importancia y la frecuencia del delírium, por su variabilidad en la forma de presentación y su curso fluctuante, frecuentemente no es valorado y diagnosticado de forma precoz y correcta, lo cual retrasa el tratamiento y ensombrece el pronóstico. Existen pocos estudios prospectivos de incidencia en nuestro medio y la mayoría se ha realizado en pacientes quirúrgicos o en unidades de cuidados intensivos en las que las características de los pacientes, los fármacos empleados y las medidas terapéuticas difieren de las de uso habitual en un área médica. PROBLEMA A INVESTIGAR. Prevalencia de delirium en los pacientes ingresados en un hospital de especialidades y describir las características epidemiológicas de estos pacientes, así como la prevalencia de los factores y marcadores de riesgo (predisponentes y precipitantes) relacionados con esta afección. OBJETIVO PRIMARIO. Encontrar la prevalencia de periodo de delirium en el Hospital de Especialidades del Centro Médico Siglo XXI. Comparar la frecuencia del tipo de delirium según el puntaje obtenido al aplicar el índice de comorbilidad de Charlson. OBJETIVO SECUNDARIO. Describir las características epidemiológicas y comorbilidades asociadas utilizando el índice de comorbilidad de Charlson. En los pacientes con diagnóstico de delirium en 30 los servicios de Admisión continua, Medicina interna, Endocrinología, Urología, Angiología y Cirugía Vascular, Gastrocirugía, Neurocirugía, Gastroenterología, Cirugía de Cabeza y Cuello, Nefrología, Oftalmología, Neurología, Otorrinolaringología,Hematología, UCI, Cirugía de Colon y Recto, UTR. Del hospital de Especialidades del 1 de enero al 31 de diciembre del 2012. MATERIAL Y METODOS. Diseño de estudio: a) Según el proceso de causalidad o tiempo de ocurrencia de los hechos y registros de la información: RETROSPECTIVO. b) Según el número de una misma variable ó el periodo y secuencia del estudio: TRANSVERSAL. c) Según la interferencia del investigador en el fenómeno que analiza: OBSERVACIONAL. DISEÑO DE INVESTIGACIÓN. La población de estudio consta de todos los pacientes ingresados a hospitalización en algunos de los servicios del hospital de especialidades de enero a diciembre del 2012, que cursaron con delirium y en el que el servicio tratante solicitara la interconsulta a nuestro servicio. CRITERIOS DE INCLUSION. 1. Todos los Pacientes de los cuales se solicitó interconsulta por su servicios tratantes y admitidos para seguimiento por nuestro servicio por diagnóstico de 31 delirium de acuerdo al DSM- IV TR. 2. Contar con expediente completo y que se encuentre en el departamento de archivo del hospital de especialidades CRITERIOS DE EXCLUSION. 1. Pacientes intubados 2. Pacientes sedados 3. Pacientes que no cuenten con expediente completo en el archivo clínico. DEFINICION DE VARIABLES. VARIABLE DEPENDIENTE. Presencia de delirium definido por los criterios del DSM IV TR y clínicamente identificado por la aplicación del instrumento CAM versión en español. VARIABLES INDEPENDIENTES Edad: en años al momento del diagnóstico de delirium Sexo: masculino/femenino Nivel de estudios: Dividido por nivel máximo alcanzado, como ningún estudio, primaria, secundaria, preparatoria, licenciatura o superior. Comorbilidad: obtenida mediante el índice de comorbilidad de Charlson. Es un sistema de evaluación de la esperanza de vida a los diez años, en dependencia de la edad en que se evalúa, y de las comorbilidades del sujeto. Además de la edad, consta de 19 items, que si están presentes, se ha comprobado que influyen de una forma concreta en la esperanza de vida del sujeto. Inicialmente adaptado para evaluar la 32 supervivencia al año, se adaptó finalmente en su forma definitiva para supervivencia a los 10 años. Se ha utilizado para otros muchos propósitos, entre ellos al cálculo de costos a causa del padecimiento de alguna enfermedad crónica en enfermos de Atención Primaria. Diagnósticos clínicos principales: catalogados en enfermedades cardiovasculares, infecciosas, autoinmunes, traumáticas, metabólicas, neoplásicas o intoxicaciones. Motivo de ingreso a hospitalización: catalogados en enfermedades cardiovasculares, infecciosas, autoinmunes, traumáticas, metabólicas, neoplásicas o intoxicaciones. Días de estancia intrahospitalaria: número de días desde el ingreso hasta su egreso hospitalario. Defunción intrahospitalaria. Aquel paciente que haya fallecido durante su estancia en el hospital de especialidades. Definición conceptual y operativa de las variables Características Generales. NOMBRE DE VARIABLES TIPO DE VARIABLE ESCALA DE MEDICION VALORES DE LAS VARIABLES. EDAD Cuantitativa Continua Números enteros 33 SEXO Cualitativa Nominal 1. hombre 2. mujer ESTADO LABORAL ACTUAL Cualitativa Nominal 1. empleado 2. desempleado ESCOLARIDAD Cualitativa Ordinal 1. primaria completa 2. primaria incompleta 3. secundaria completa 4. secundaria incompleta 5. bachillerato completo 6. bachillerato incompleto 7. universidad completa 8. universidad incompleta 9. posgrado completo 10. posgrado incompleto DEPRIVACION VISUAL Cualitativa Nominal 1. ausente 2. presente DEPRIVACION AUDITIVA Cualitativa Nominal 1. ausente 2. presente USO DE BENZODIACEPIN AS Cualitativa Nominal 1. ausente 2. presente CONSUMO DE Cualitativa Nominal 1. ausente 34 ALCOHOL 2. presente DEMENCIA Cualitativa Nominal 1. ausente 2. presente ANTECEDENTE DE DELIRIUM Cualitativa Nominal 1. ausente 2. presente DIAGNOSTICO DE IVU Cualitativa Nominal 1. ausente 2. presente DIAGNOSTICO DE NEUMONIA Cualitativa Nominal 1. ausente 2. presente NEUROINFECCION Cualitativa Nominal 1. ausente 2. presente INSUFICIENCIA RENAL AGUDA Cualitativa Nominal 1. ausente 2. presente INSUFICIENCIA CARDIACA Cualitativa Nominal 1. ausente 2. presente EVENTOS VASCULARES CEREBRALES Cualitativa Nominal 1. ausente 2. presente FALLA HEPATICA Cualitativa Nominal 1. ausente 2. presente HIPOTIROIDISMO DESCONTROLADO Cualitativa Nominal 1. ausente 2. presente HIPERTIROIDISMO Cualitativa Nominal 1. ausente 35 DESCONTROLADO 2. presente INTERVENCION QUIRURGICA Cualitativa Nominal 1. ausente 2. presente PRESENCIA DE SONDA FOLEY O SONDA NASOGASTRICA Cualitativa Nominal 1. ausente 2. presente ACIDOSIS METABÓLICA (BICARBONATO MENOR A 18 MEQ-L Y PH MENOR A 7.35) cualitativa Nominal 1. ausente 2. presente HEMATOCRITO MENOR A 30% Cuantitativa continua Números enteros LEUCOCITOS MENORES A 5,000 O MAYORES A 10, 000 cuantitativa continua Números enteros LINFOCITOS MENORES A 18% cuantitativa continua Números enteros SODIO MENOR A cuantitativa Continua Números enteros 36 130 O MAYOR A 150 mEq-l ALBUMINA MENOR A 3.5 G cuantitativa Continua Números enteros POTASIO SERICO MENOR A 3.5 O MAYOR A 5.5 mEq-l cuantitativa continua Números enteros MAGNESIO SERICO MENOR A 1.8 O MAYOR A 2.3 MG/DL cuantitativa continua Números enteros CALCIO SERICO MENOR A 8.8 O MAYOR A 11 MG/DL. cuantitativa continua Números enteros PRUEBAS ESTADISTICAS. Se analizaron medidas de tendencia central para describir al universo de estudio, así como análisis multivariado con prueba Chi cuadrada (X2) para establecer asociación considerando una significancia estadística con un p<0.05, en el caso de variables ordinales se aplicó la prueba U de Mann Whitney y T de Student para variables cuantitativas continuas. Se utilizó el programa SPSS para Windows versión 21 para el 37 análisis estadístico. ASPECTOS ÉTICOS. Por las características de este estudio, se consideró como de “riesgo mínimo”, ya que no se realizaron intervenciones ni modificaciones en las variables de los pacientes. No conlleva ningún riesgo físico, ni psicológico inmediato y/o tardío adicional al diagnóstico de base. Se protegerá la salud, la dignidad, la integridad, el derecho a la autodeterminación, la intimidad y la confidencialidad de la información personal de las personas que participaron en la investigación. La información personal que se obtenga de las pacientes, de su expediente clínico y se sujetara a sus normas. Se respetó la Declaración de Ginebra de la Asociación Médica Mundial, “velar solícitamente y ante todo por la salud de mi paciente”, y el Código Internacional de ética: “El médico debe actuar solamente en el interés del paciente al proporcionar atención médica que pueda tener el efecto de debilitar la condición mental y física del paciente”. La responsabilidad por el ser humano siempre debe recaer sobre una persona con calificaciones médicas, nunca sobre el individuo sujeto a investigación, aunque éste haya otorgado su (carta de consentimiento). Recursos, financiamiento y factibilidad. Recursos humanos 1 Residente de la especialidad de psiquiatría. 38 1 Investigador psiquiatría Personal médico y de enfermería de los servicios que integran el Hospital de especialidades Recursos materiales. Expedientes clínicos. 39 RESULTADOS. Entre primero de Enero y el 31 de Diciembre del 2012 se atendieron 184 pacientes que cumplieron con criterios de Delirium en catorce servicios del Hospital de especialidades distribuyéndose como se observa en la siguiente gráfica.INTERCONSULTAS POR SERVICIO. 4 6 6 6 1 0 3 0 2 8 5 1 0 1 8 1 6 2 7 4 2 1 INTERCONSULTA POR SERVICIOS 0.00% 5.00% 10.00% 15.00% 20.00% 25.00% 30.00% PORCENTAJE POR SERVICIO 40 DISTRIBUCION POR EDAD Y SEXO. De los 184 pacientes que se diagnosticaron con delirium 106 eran hombres (58%), 78 mujeres correspondiendo al 42%. Con una media de edad global de 62.7 años, la media de edad para hombres fue de 62 años y de 63.8 años para las mujeres. TABLA 1. Distribución por edad y sexo. CANTIDAD MEDIA DE EDAD DESVIACION ESTANDAR TOTAL 184 62.7 17.2 MUJERES 78 63.8 18.1 HOMBRES 106 62 16.5 GRAFICO 1. 41 TIPO DE DELIRIUM. Según el tipo de delirium el 60% correspondió a delirium hiperactivo, 23% al tipo mixto y el 17% al hipoactivo. Como se puede observar en la siguiente tabla. TABLA 2. Distribución por tipo de delirium TIPO DE DELIRIUM PACIENTES PORCENTAJE 1 HIPOACTIVO 31 17.03% 2 HIPERACTIVO 109 59.89% 3 MIXTO 42 23.08% GRAFICO 2. 31, 17% 109, 60% 42, 23% TIPO DE DELIRIUM HIPOACTIVO HIPERACTIVO MIXTO 42 De los 184 pacientes diagnosticados con delirium solo se obtuvieron 77 expedientes para captura de las variables en estudio, por lo que en lo subsecuente el análisis estadístico se realizará con este número de pacientes. La distribución según el tipo de delirium con esta muestra de pacientes (77), se detalla en la siguiente tabla TABLA 3. Tipo de delirium. FRECUENCIA PORCENTAJE HIPOACTIVO 13 16.9 HIPERACTIVO 47 61.0 MIXTO 17 22.1 Total 77 100.0 CARACTERISTICAS DEMOGRAFICAS. Según el grado escolar el 19.5% tenían primaria completa y el mismo porcentaje la primaria incompleta, el 18.2% concluyó la secundaria y el 15.6 el bachillerato. Solo 2.6% no concluyó el bachillerato, 18.2% cursó una licenciatura y el 3.9% no la terminó, el 2.6% tenían estudios de posgrado. TABLA 4. Grado de escolaridad GRADO ESCOLAR. Frecuencia Porcentaje 43 PRIMARIA COMPLETA 15 19.5 PRIMARIA INCOMPLETA 15 19.5 SECUNDARIA COMPLETA 14 18.2 BACHILLERATO COMPLETO 12 15.6 BACHILLERATO INCOMPLETO 2 2.6 LIC. COMPLETA 14 18.2 LIC INCOMPLETA 3 3.9 POSGRADO 2 2.6 Total 77 100 PRUEBA U DE MANN WHITNEY PARA VARIABLES ORDINALES. Según el análisis estadístico utilizando la prueba U de Mann Whitney valor de 587 no mostró diferencias entre hombres y mujeres como factor de riesgo para desarrollar delirium con una P= .664. Dado que el valor de P supera el nivel de significancia no se 44 acepta la hipótesis de que el grado de delirium es distinto en hombres y mujeres. No es posible asociar el sexo como factor de riesgo para desarrollar algún grado de delirium. TABLA 5. Tipo de delirium y sexo. TIPO DE DELIRIUM FEMENINO MASCULINO TOTAL HIPOACTIVO 6 26% 7 13% 13 17% HIPERACTIVO 11 48% 36 67% 47 61% MIXTO 6 26% 11 20% 17 22% TOTAL 23 100% 54 100% 77 100% DELIRIUM E INFECCION. De los 77 pacientes que cursaron con delirium 30 pacientes tenían algún tipo de infección asociada (neumonía, sepsis, neuroinfección, IVU, absceso). El 53% (16) de los pacientes con algún tipo de infección cursaron con delirium hiperactivo, 26% (8) cursó con delirium mixto y el 20% (6) cursó con delirium hipoactivo. TABLA 6. Tipo de delirium e infección. 45 TIPO DE DELIRIUM INFECCION SI INFECCION NO TOTAL HIPOACTIVO 6 20% 7 15% 13 17% HIPERACTIVO 16 53% 31 66% 47 61% MIXTO 8 27% 9 19% 17 22% TOTAL 30 100% 47 100% 77 100% PRUEBA DE X2 PARA VARIABLES CATEGORICAS. Para conocer la asociación entre dos variables categóricas politómicas, (grado de delirium e índice de comorbilidad de Charlson), se calculó la prueba de X2 que permita comparar la frecuencia con la que se presenta el tipo de delirium según el grado de morbilidad alcanzado al aplicar el índice de comorbilidad de Charlson el cual fue de 4.8±2.1. Obteniendo los resultados que se detallan en la siguiente tabla. TABLA 7. Índice de Comorbilidad de Charlson y tipo de delirium. INDICE DE COMORBILIDAD DE CHARLSON TIPO DE DELIRIUM TOTAL HIPOACTIVO HIPERACTIVO MIXTO 46 AUSENCIA DE COMORBILIDAD 0 0% 5 10% 0 0% 5 6.5% COMORBILIDAD BAJA 0 0% 2 4% 1 6% 3 4% COMORBILIDAD ALTA 13 100% 40 85% 16 94% 69 90% TOTAL 13 100% 47 100% 17 100% 77 100% Observándose que en el grupo con comorbilidad alta: el 100% cursó con delirium hipoactivo, 85% cursó con hiperactivo y el 94% con mixto. X2 de Pearson de 4.1 y una p de .3. Ya que los pacientes que cursaron con delirium no se seleccionaron de forma aleatoria se aplica el teorema de Bayes y en función a ese algoritmo se calcula la razón de verosimilitud la cual reporta un valor de 6.4 con una p de .17, interpretándose que de los pacientes que obtengan una puntuación mayor de 3 en el índice de comorbilidad de Charlson tienen 83% de probabilidad de cursar con algún tipo de delirium. Reflejando la importancia de realizar una correcta cuantificación de la comorbilidad del paciente y analizar las posibilidades potenciales de su aplicación en la práctica clínica habitual. De los 22 pacientes cuyo reporte de laboratorio tenían un hematócrito menor a 30% el 54% cursó con delirium hiperactivo, el 36% con mixto y el 9% con hipoactivo. Con un valor de X2 de 4.1 y p = .12 como se puede observar en la tabla 8. De los 43 pacientes con volumen corpuscular medio menor a 90 fL el 56% cursó con delirium hiperactivo, el 47 28% tipo mixto y el 16% con hipoactivo.( Ver tabla 9). En la tabla 10 podemos observar que de los 35 pacientes que presentaron cifras de leucocitos mayors a 10 000 el 63% cursó con delirium hiperactivo,23% con hipoactivo y el 14% de tipo mixto. De los 52 pacientes con cifras de linfocitos menores a 18%. El 56% cursó con delirium hiperactivo, el 27% de tipo mixto y el 17 de tipo hipoactivo como se describe en la tabla 11. De los 56 pacientes con reporte de albúmina menor a 3.5, el 62% cursó con delirium hiperactivo, el 21% de tipo mixto y e 16% hipoactivo, es importante señalar que si bien las p no son significativas no hay dudas que todos estos factores contribuyen al desajuste homeostático en el proceso de la enfermedad y estan clasificados dentro de los factores precipitantes de un cuadro de delirium. Tabla 8. Tipo de Delirium * Hematócrito menor a 30 Tipo de delirium Hematócrito menor a 30 total si no Hipoactivo 2 9% 11 20% 13 17% Hiperactivo 12 55% 35 63% 47 61% Mixto 8 36% 9 17% 17 22% total 22 55 77 Pruebas de X2. Valor gl p X2 4.16 2 .124 Asociación lineal por lineal 3.83 1 0.50 48 Tabla 9. Tipo de Delirium * Volumen Corpuscular Medio Menor a 90 Tipo de Delirium Volumen Corpuscular Medio menor 90 Total sí no hipoactivo 7 16% 6 18% 13 17% hiperactivo 24 56% 23 67% 47 61% Mixto 12 28% 5 15% 17 22% total 43 34 77 Pruebas de chi-cuadrado Valor gl Sig. asintótica (bilateral) Chi-cuadrado de Pearson 1.955 2 .376 Razón de verosimilitudes 2.014 2 .365 Asociación lineal por lineal 1.028 1 .311 N de casos válidos 77 Tabla 10. Tipo de delirium * leucocitos mayores a 10000 Tipo de Delirium Leucocitos mayores a 10000 Si No total Hipoactivo 8 23% 5 11% 13 16% Hiperactivo 22 63% 25 60% 47 62% 49 Mixto 5 14% 12 29% 17 22% Total 35 42 77 Pruebas de chi-cuadrado Valor gl Sig. asintótica (bilateral) Chi-cuadrado de Pearson 3.156 2 .206 Razón de verosimilitudes 3.223 2 .200 Asociación lineal por lineal 3.102 1 .078 N de casos válidos 77 Tabla 11. Tipo de delirium * linfocitos menor a 18 % Tipo de Delirium Linfocitos menora 18% Si No total Hipoactivo 9 17% 4 16% 13 17% Hiperactivo 29 56% 18 72% 47 61% Mixto 14 27% 3 12% 17 22% total 52 25 77 Pruebas de chi-cuadrado 50 Valor gl Sig. asintótica (bilateral) Chi-cuadrado de Pearson 2.449 2 .294 Razón de verosimilitudes 2.623 2 .269 Asociación lineal por lineal .798 1 .372 N de casos válidos 77 Tabla12. Tipo de delirium * albúmina menor a 3.5 Tipo de Delirium Albúmina menor a 3.5 Si No total Hipoactivo 9 16% 4 19% 13 17% Hiperactivo 35 62% 12 57% 47 61% mixto 12 21% 5 24% 17 22% total 56 21 77 Pruebas de chi-cuadrado Valor gl Sig. asintótica (bilateral) Chi-cuadrado de Pearson .191 2 .909 Razón de verosimilitudes .190 2 .910 51 Asociación lineal por lineal .001 1 .970 N de casos válidos 77 Desde la decisión de realizar un análisis de laboratorio a la valoración de los beneficios de una determinada cirugía, pasando por el ajuste de las enfermedades en estudios de investigación, la mayor parte de nuestras decisiones se toman en función de la complejidad de nuestros pacientes. Estas decisiones deberían por esto basarse en criterios objetivos que categoricen a los pacientes subsidiarios de beneficiarse de determinadas actuaciones. Una manera de realizar esta categorización es mediante los denominados índices de comorbilidad que fue uno de los objetivos del presente trabajo DISCUSION. El delirium es una causa frecuente de morbimortalidad hospitalaria incrementando los días de estancia hospitalaria, complicando el manejo de la patología precipitante por falta de reconocimientos de los síntomas ocasionados por la fluctuación del estado de alerta, así como los factores perpetuantes que mantienen el estado de delirium que son en sí mismos causas de morbimortalidad. El método diagnóstico utilizado es una escala validada previamente en su versión en castellano que permite discernir entre la presencia o no del delirium en un tiempo determinado, y se ha demostrado concordancia diagnóstica con los criterios establecidos por la clasificación DSM-IV TR. 52 Si bien se ha descrito dentro de los factores predisponentes más importantes a la edad avanzada (en especial arriba de 80 años). De acuerdo a los datos sociodemográficos de este estudio la edad en promedio de 62 años, recalca la importancia de considerar además de la población geriátrica a la no geriátrica, en el desarrollo de delirium intrahospitalario. Es importante resaltar que el 100% de la población estudiada se ingresó al hospital con una patología aguda, permitiendo este punto resaltar las implicaciones funcionales y sociales de la enfermedad aguda en el individuo adulto. Resulta evidente que existe una gran prevalencia de la polifarmacia definida por la administración de 3 o más medicamentos puesto que el 89% de los pacientes la presentaban. Generalmente el delirium resulta de la interacción entre la vulnerabilidad del paciente y la presencia de factores predisponentes, aunque en la mayoría de los pacientes que desarrollan delirium intervienen varios factores de riesgo basal y factores desencadenantes que actúan en forma acumulativa. Pi Figueras y colaboradores,27 en una unidad de hospitalización geriátrica, en 15 (22 %) pacientes identificaron delirium mediante el método de evaluación del estado confusional; los factores precipitantes fueron el cambio ambiental, uso de fármacos, sepsis, trastornos metabólicos, procedimientos quirúrgicos, dolor, descompensación cardiaca y pulmonar. Otros factores incluyeron alteraciones hidroelectrolíticas y ácido base, estrés, hospitalización, fragilidad del paciente y separación de los familiares o cuidadores. La edad, sexo masculino, trastornos visuales, demencia, depresión, dependencia funcional, 53 inmovilidad, etcétera, se ha considerado factores predisponentes. 17-18. Seaman y colaboradores28 informaron que los pacientes con delirium hospitalizados en las unidades de cuidados intensivos presentan disfunción oxidativa por alteraciones en las determinaciones de oxigenación (hemoglobina, hematócrito y oximetría) y de estrés oxidativo (sepsis, neumonía), considerándola indicadora de delirium. Con probabilidad, las agudizaciones de los estados comórbidos y las complicaciones agregadas de los pacientes que presentaron delirium, hayan contribuido por sepsis, hipoxia y trastornos hidroelectrolíticos, eventos diagnosticados durante la estancia hospitalaria y ya conocidos como precipitantes e indicadores de delirium. Una de las ventajas de este estudio fue conocer las características de la población con tendencia a desarrollar delirium, además, permitió establecer que los principales factores responsables de la aparición del delirium, constituyen causas cuyo diagnóstico y tratamiento oportuno ayudarán a la restitución del paciente a la normalidad. Una de las desventajas del estudio fue no haber evaluado la recurrencia, readmisión hospitalaria y mortalidad a un año, por delirium o deterioro cognitivo en nuestros pacientes, lo cual será el objetivo de análisis posteriores. La principal limitante fue haber incluido únicamente a la población que se solicitó interconsulta y no buscar la incidencia de delirium. Cuando conocemos que el ingreso hospitalario de los pacientes de edad avanzada ocurre en los servicios de medicina interna, cirugía general (con procedimientos quirúrgicos), urgencias, unidades de cuidados intensivos, etcétera, por lo que consideramos que el porcentaje de delirium que obtuvimos subestima la prevalencia real. Es posible que la frecuencia de delirium 54 sea todavía mayor por los trastornos del estado mental que pasan desapercibidos a causa de que no se sospechan o no son diagnosticados. En conclusión, por la prevalencia en la población de estudio, el grupo multidisciplinario que interviene en la atención de los pacientes (médicos, enfermeras, trabajadores sociales, etcétera), debe involucrarse para la intervención terapéutica en equipo y promover nuevas estrategias con el fin de identificar factores precipitantes, realizar diagnóstico y tratamiento oportuno y mejorar la calidad de vida de la población atendida. Consideramos que el fracaso en el diagnóstico y la falta de sospecha de este trastorno, pueden conducir a prolongadas estancias hospitalarias, incremento en la morbilidad y mortalidad, deterioro de las capacidades físicas y cognitiva y menor probabilidad de alta domiciliaria. Es necesario adaptar el CAM y el miniexamen del estado mental en forma protocolizada en toda la población que sea hospitalizada. Estos métodos ofrecen resultados fiables, son rápidos, de aplicación sencilla y muy apropiados para pacientes hospitalizados. Recomendamos a los grupos multidisciplinarios que laboran con poblaciones geriátricas, que se familiaricen con la entidad e intervengan en forma temprana y eficaz en el reconocimiento de factores que precipiten el desarrollo de delirium y deterioro cognitivo. En el Hospital de Especialidades, este estudio es un primer paso y existen numerosas preguntas que siguen sin contestar relativas a este tipo de población, y que deberán ser perfectamente analizadas en estudios prospectivos aleatorizados a largo plazo con muestras representativas. 55 BIBLIOGRAFIA 1. Lipowski ZJ. Delirium (acute confusional states). JAM A 1987; 258: 1789-92. 2. Lipowski ZJ. Delirium in the elderly patient. N Engl J Med 1989; 320: 578-82. 3. Siddiqi N, House AO, Holmes JD. Occurrence and outcome of delirium in medical in patients: a systematic literature review. Age Ageing 2006; 35: 350-64. 4. Ely EW, Shintani A, Truman B, Speroff T, Gordon SM, H arrell FE, Jr. et al. 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