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Margarita
Texto escrito a máquina
CIUDAD NEZAHUALCÓYOTL, ESTADO DE MÉXICO 2019
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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4 
CONTENIDO 
1. Marco teórico 4 
1. Introducción 4 
1.1 Epidemiologia 6 
1.2 clasificación 7 
1.3 Factores de Riesgo 9 
1.3.1 Factores Genéticos y Constitucionales 13 
1.3.2 Antecedentes Heredo Familiares 13 
1.3.3 Antecedentes Traumátologicos 14 
1.3.4 Antecedentes Personales patológicos 14 
1.3.5 Antecedentes Nutricionales y de estilo 14 
1.3.6 Medicamentos 14 
1.3.7 Menopausia y otras variables ginecológicas 15 
1.3.8 Edad 16 
1.3.9 Factores Geográficos y Genéticos 17 
1.3.10 Medidas Antropométricas 17 
1.3.11 Estilo de vida 18 
1.3.12 Ingesta de calcio/vitamina D 18 
1.3.13 Tabaco 19 
1.3.14 Alcohol 19 
1.3.15 Cafeína 19 
1.3.16 Ejercicio Físico 19 
1.3.17 Otros factores 20 
1.4 Fisiología 20 
1.5 Remodelación ósea 23 
1.6 Regulación hormonal de calcio 24 
 
5 
1.7 Fisiopatología de la osteoporosis 25 
1.8 Aspectos clínicos 26 
1.9 Parámetros de calidad ósea 28 
1.10 Valoración Indirecta cualitativa/semicuantiva de la masa ósea 
 (técnicas radiológicas) 29 
1.11 Valoración Indirecta cuantitativa de la masa ósea (técnicas densitométricas) 29 
1.12 Absorciometría radiológica de doble energía (DXA) 30 
1.13 Tratamiento 32 
2. Planteamiento del problema 34 
3. Justificación 35 
4. Objetivos 36 
4.1 Objetivos General 36 
4.2 Objetivos específicos 36 
5. metodología 37 
5.1 Tipo de estudio 37 
5.2 población, lugar y tiempo 37 
5.3 Muestra 37 
5.4 Criterios de selección 37 
5.4.1 Criterios de inclusión 37 
5.4.2 Criterios de exclusión 37 
5.4.3 Criterios de eliminación 38 
5.5 Definición de variables 38 
5.6 Instrumento de recolección de datos 39 
5.7 Recursos humanos 40 
5.8 Recursos materiales 40 
5.9 Recursos Físicos 40 
 
6 
5.10 recursos financieros 40 
6. Consideraciones éticas 41 
7. Resultados 42 
8. Discusión 44 
9. Conclusiones 45 
10. Referencias 46 
11. Anexos 48 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
7 
1. MARCO TEÓRICO 
 
INTRODUCCIÓN 
La osteoporosis se define como la enfermedad del hueso caracterizada por una 
menor resistencia del mismo, que se debe tanto a un déficit en la densidad mineral 
(cantidad) ósea como a una alteración en la microarquitectura (calidad) del hueso, 
o a ambos factores, lo que ocasiona una mayor fragilidad y una mayor 
predisposición a sufrir fracturas ante mínimos traumatismos. 1 
 
La palabra osteoporosis literalmente significa huesos porosos; la osteopenia se 
refiere a la disminución de la densidad mineral ósea (DMO) que ocurre de manera 
fisiológica después de adquirida la masa ósea pico, y la osteoporosis 
posmenopáusica es un grado severo de osteopenia. 1 
 
Según la OMS, la osteoporosis es una enfermedad caracterizada por el deterioro 
de la microarquitectura del tejido óseo conducente a una mayor fragilidad del hueso 
y aumento consiguiente de las fracturas, aún ante traumatismos pequeños. Desde 
el punto de vista de la epidemiología, se considera a la osteoporosis el más común 
de los padecimientos crónicos del esqueleto; se observa con mayor frecuencia y 
severidad en la mujer que en el varón en la proporción del 85% y 15% 
respectivamente. 1,2 
 
Aunque existen osteoporosis primaria y secundaria, que pueden además 
superponerse, finalmente todas producen una misma alteración sistémica. Dentro 
de la osteoporosis primaria, se encuentran la osteoporosis Tipo I o posmenopáusica 
y la tipo II o senil. Éstas son diferentes desde el punto de vista epidemiológico, 
fisiopatológico y terapéutico. La primera se presenta entre los 45 a 75 años y es 
consecuencia del hipoestrogenismo y la senil aparece más tardíamente y su 
patogenia principalmente es causada por una disminución del número de receptores 
 
8 
intestinales para la vitamina D y el envejecimiento de la piel que reduce la síntesis 
de esta vitamina. 
La consecuencia más devastadora de la osteoporosis es la fractura de cadera, que 
incrementa la mortalidad y la pérdida de independencia para las actividades diarias 
en los pacientes que sobreviven. Actualmente, también se reconoce la importancia 
de las fracturas vertebrales, aunque la mayoría de ellas no recibe atención médica 
en el momento en que ocurre. Sin embargo, estas fracturas, que son las más 
frecuentes, no suelen presentarse antes de la década de los sesenta.3 
Hasta hace un poco más de una década, las opciones terapéuticas para la 
osteoporosis eran principalmente los suplementos de calcio y los analgésicos, y 
para las mujeres postmenopáusicas, la terapia de reemplazo hormonal, que si bien 
ha resultado de gran ayuda también puede tener efectos secundarios indeseables 
sobre el aparato reproductor y cardiovascular. Afortunadamente las expectativas 
para los pacientes con osteoporosis han mejorado mucho. Los fármacos de los que 
disponemos actualmente pueden reducir significativamente el riesgo de fractura. 
Además, los recientes descubrimientos sobre las bases celulares y moleculares de 
la osteoporosis han generado nuevas ideas para nuevos y más eficientes 
tratamientos de esta enfermedad. 3 
También se ha avanzado mucho en los métodos de diagnóstico. Hasta hace poco 
las fracturas eran la primera evidencia para el diagnóstico de la osteoporosis, pero 
actualmente los médicos cuentan con la foto densitometría radiológica de doble 
fotón (DEXA) para medir la densidad ósea en los sitios especialmente susceptibles 
a las fracturas, lo que ha contribuido a que muchas mujeres inicien el tratamiento 
temprano y por lo tanto la prevención de las fracturas. 
Durante mucho tiempo la osteoporosis se consideró una condición patológica 
debida a la acumulación en el tiempo de pequeños traumas que terminaban en la 
fatiga del material óseo, que culminaba en fracturas. Actualmente sabemos que la 
herencia es responsable del 70% de la variabilidad que observamos en la densidad 
ósea. Se conocen variaciones genéticas que predisponen a la osteoporosis que en 
un futuro podrán ser detectadas en la población y que darán las bases para diseñar 
fármacos específicos para el tratamiento de la enfermedad. 
 
9 
 
EPIDEMIOLOGÍA 
 
La osteoporosis es una enfermedad caracterizada por la disminución en la fortaleza 
ósea y aumento en el riesgo de fracturas. Su prevalencia en México en mujeres y 
hombres mayores de 50 años de edad es de 17 y 9% en columna lumbar, 
respectivamente, y de 16 y 6% en cadera, respectivamente. Se ha estimado que el 
riesgo de fractura de cadera a lo largo de la vida es de 8.5% en mujeres y 3.8% en 
hombres en el país.4 
 
El manejo de la osteoporosisincluye medidas no farmacológicas y farmacológicas. 
En esta revisión nos enfocaremos en una de las medidas no farmacológicas, que 
también es una medida de prevención de la enfermedad y que se puede 
implementar desde edades muy tempranas: la ingestión de lácteos. 
 
Osteoporosis en México se carece de información epidemiológica precisa de la 
prevalencia de osteoporosis; sin embargo, se estima que 24.5 millones de individuos 
están en riesgo o ya padecen la enfermedad. Al igual que en otros países, la 
dinámica demográfica en México está cambiando drásticamente y con una 
velocidad desproporcional en comparación a los países desarrollados, en los que la 
transición fue más lenta. La esperanza de vida al nacer aumentó un 39% en las 
últimas décadas, la población de 60 años y más, asciende en 10.7 millones 
actualmente, lo cual se estima aumentará a 36.4 millones en el 2050, en ese 
momento la esperanza de vida será de 82 años. Actualmente el 18% de la población 
tiene 50 años, y el 4.3% 70 años, en el 2050 se estima que será el 37% y 14% 
respectivamente. (International Osteoporosis Foundation 2012) La DMO en mujeres 
del norte del país es mayor con respecto a las del centro y sur, lo que se traduce en 
una mayor prevalencia de la enfermedad en el sur del país. Considerando también 
los factores socioeconómicos, la prevalencia de osteoporosis es más alta en la clase 
baja en comparación a la clase media, sin embargo los casos de incidencia en la 
clase alta se deben a la presencia de trastornos alimentarios; si se realiza una 
 
10 
comparación en los salarios mínimos, las zonas con un salario mínimo más bajo 
son precisamente en el centro y sur del país; lo que es irónico si se considera que 
una densitometría ósea oscila entre los 300 y 2500 pesos, dependiendo del sector 
privado o público. Actualmente México no cuenta con programas oficiales 
enfocados exclusivamente para la prevención de osteoporosis o fracturas por la 
misma; lo cual es un problema de salud pública por la elevada prevalencia y 
susceptibilidad a fracturas de alto riesgo, que pueden comprometer la calidad de 
vida del paciente de forma permanente. La industria láctea ha incrementado la 
publicidad de productos en México, sin embargo, el consumo de leche ha sido 
desplazable por el consumo de bebidas carbonatadas, convirtiéndose en el 
segundo país con mayor consumo de gaseosas, siendo de 160 lts/ persona per 
cápita; lo cual como se menciona anteriormente inhibe la absorción de calcio. La 
ONU intervino en la creación de programas profilácticos, y estudios estadísticos 
para el diagnóstico de la población mexicana, sin embargo ninguno prosperó; es por 
eso que es importante recolectar datos epidemiológicos, para analizar y de esta 
forma promover la creación e implementación de programas educativos de fácil 
acceso a la población, además de crear políticas a nivel estado, que promuevan el 
diagnóstico, control pero sobre todo prevención, y por supuesto un modelo 
económico dentro de la secretaria de salud para el seguro popular, disminuyendo 
costos e incrementando el acceso a los mismos. 4,5 
 
CLASIFICACIÓN 
 
La osteoporosis primaria constituye el tipo más frecuente e incluye los casos en que 
no se identifica ninguna enfermedad que la justifique directamente. Se distinguen 
la osteoporosis idiopática juvenil y la osteoporosis del adulto joven que afectan a 
niños y adultos jóvenes de ambos sexos con función gonadal normal. 
La osteoporosis idiopática juvenil es un trastorno raro, que se inicia generalmente 
entre los 8 y los 14 años. Se manifiesta por la aparición brusca de dolor óseo y de 
fracturas con traumatismos mínimos. Suele remitir espontáneamente en 4 o 5 años. 
La forma idiopática del adulto joven es observa en hombres jóvenes y mujeres pre 
 
11 
menopáusicas en las que no se identifica ningún factor etiológico. En ocasiones 
comienza con el embarazo. Los estrógenos no son eficaces en estos casos y la 
evolución es variable. La osteoporosis posmenopáusica tipo I se presenta en 
mujeres de 45 a 75 años y se caracteriza por una pérdida acelerada y 
desproporcionada de hueso trabecular. Las fracturas de los cuerpos 4vertebrales y 
de la porción distal del radio son complicaciones frecuentes. Incluye disminución de 
la actividad de la hormona paratiroidea (PTH) para compensar el aumento de la 
reabsorción ósea. El tratamiento antirreabsortivo es eficaz para frenar la pérdida 
ósea. En lo referido a la osteoporosis senil tipo II, ésta se detecta en algunas 
mujeres y varones de más de 70 años como consecuencia de un déficit de la función 
de los osteoblastos. Está muy influida por el sedentarismo, disminución de la 
absorción intestinal de calcio, menor insolación y disminución de la eficiencia de la 
piel en la biotransformación de la vitamina D, trastornos nutricionales de la vitamina 
D e hiperparatiroidismo secundario. Afecta tanto al hueso cortical como al trabecular 
y se asocia con fracturas del cuello femoral, porción proximal del húmero y pelvis. 
El tratamiento antirreabsortivo es menos eficaz en este tipo de osteoporosis.6 
Las osteoporosis secundarias son consecuencia o bien una manifestación 
acompañante de otras enfermedades o de su tratamiento. Es importante 
identificarlas para llevar a cabo un tratamiento etiológico. Estas patologías pueden 
ser a su vez factores de riesgo para la osteoporosis posmenopáusica. 
Entre las causas de las osteoporosis secundarias se encuentran: 
1. Causas Endócrinas 
2. Enfermedades gastrointestinales. 
3. Trastornos genéticos 
4. Trastornos Hematológicos 
5. Enfermedades Reumáticas 
6. Drogas 
7. Otras 
 
 
 
 
12 
FACTORES DE RIESGO 
 
Los estudios epidemiológicos han identificado múltiples marcadores y factores de 
riesgo para la osteoporosis que tienen baja sensibilidad y baja especificidad, pero 
deben ser tomados en cuenta ya que permiten identificar a pacientes susceptibles 
a esta enfermedad y para acciones preventivas de diagnóstico y tratamiento de la 
enfermedad. Estos factores se pueden detectar a través de una buena historia 
clínica. Los factores con mayor peso específico son: más de 10 años de 
menopausia, antecedentes de fractura previa, historia familiar de osteoporosis y la 
edad. 
Los factores de riesgo más estudiados son: sexo, edad, talla, peso. Con respecto al 
sexo y edad, la mujer se ve más afectada en una relación de 5:1 por varias razones, 
presenta una densidad mineral ósea menor que el hombre, cambios hormonales 
durante la mayor parte de su vida, vive más que el varón, tiene mayor pérdida de 
hueso durante el envejecimiento. Un aspecto importante en la mayor frecuencia de 
fracturas de cadera en las mujeres es la reducción de la resistencia ósea en el cuello 
del fémur que es menor en el sexo femenino, así como el alto riesgo de caídas 
durante el envejecimiento. La talla baja, condiciona huesos cortos con menor 
densidad al igual que en mujeres ser delgadas. Se sabe que el aumento de las 
fuerzas que inciden sobre el esqueleto tiende a provocar un balance positivo, como 
sucede con el ejercicio físico y por el contrario, la disminución de los estímulos 
mecánicos provoca un balance negativo, como sucede con la inmovilización y la 
ingravidez. 7 
 
Si bien es cierto que el fin último a lograr ha de ser evitar la fractura, y que esta se 
produce por diferentes causas, entre las cuales la pérdida de masa ósea desarrolla 
un papel importante, pero no suficiente para su génesis, la identificación de mujeres 
en riesgo de sufrir osteoporosis antes incluso de padecerla es la medida preventiva 
de fracturas osteoporóticas más efectiva que se puede establecer, dado que la 
osteoporosis continúa siendo el factor de riesgo de mayor significación y con mayor 
poder predictivo de facturas por fragilidad. 
 
13 
Son múltiples los factores de que se consideran implicados en la patogénesis de las 
fracturas. Estos pueden actuarde forma aguda o crónica, modificando la adquisición 
de masa ósea, o el inicio, duración o cantidad de pérdida ósea, o bien actuando 
sobre ambos procesos. También es necesario tener en cuenta que la resistencia 
ósea a la fractura viene determinada no sólo por la densidad ósea, sino también por 
la calidad del tejido óseo (que contempla aspectos como el grado de mineralización, 
microarquitectura, entre otros). Por ello deberían considerarse no sólo los factores 
de riesgo que pueden afectar al tejido óseo no sólo cuantitativa, sino también 
cualitativamente. 
 
Como se ha expuesto con anterioridad, la osteoporosis puede ser clasificada en 
primaria y secundaria. Mientras que esta última responde a una etiología más o 
menos determinada y en donde predomina una única causa fundamental, 
generalmente una patología o la ingesta de una droga concreta, la osteoporosis 
primaria es, por definición, una enfermedad multifactorial en la que se reconocen 
factores de riesgo que se asocian con mayor o menor potencia y grado de evidencia, 
a la génesis de la enfermedad. De esta forma, incluso las causas de osteoporosis 
secundaria cuando se den en cierto grado en la senectud o en la postmenopausia 
pueden ser factores de riesgo para el desarrollo de osteoporosis primaria. 7 
 
TABLA 1. FACTORES 
PREDISPONENTES PARA LA 
OSTEOPOROSIS 
 
Factores Genéticos y 
Constitucionales 
▪ Edad 
▪ Sexo femenino 
▪ Raza caucásica o asiática. 
▪ Índice de masa corporal bajo: 
<19Kg/m2 
▪ Menarquia tardía 
Antecedentes Heredofamiliares 
▪ Osteoporosis y/o fractura de 
cadera 
▪ Artritis reumatoide 
▪ Enfermedad Articular 
degenerativa. 
 
14 
▪ Menopausia precoz (o 
quirúrgica) 
▪ Insuficiencia de la piel para la 
biotransformación de la vitamina D 
▪ Osteogénesis imperfecta 
▪ Hipofosfatemia 
▪ Homocistinuria 
Antecedentes traumáticos 
▪ Inmovilización prolongada 
Fracturas 
 
 
 
 
Antecedentes Personales 
Patológicos 
▪ Alcoholismo 
▪ Tabaquismo 
▪ Amenorrea prolongada 
▪ Síndrome de Mala absorción 
▪ Enfermedad hepática crónica 
▪ Hipercalciuria 
▪ Litiasis renal 
▪ Hipogonadismo en varones 
▪ Diabetes mellitus. 
Antecedentes nutricionales y de 
estilo 
de vida 
▪ No lactar o lactar más de 6 
meses. 
▪ Secuestradores de calcio (café, 
té, embutidos) 
▪ Ingesta inadecuada de calcio y 
de Vit. D Intolerancia a la lactosa. 
▪ Malnutrición calórica-proteica 
▪ Ingesta excesiva de proteínas o 
dieta vegetariana 
Medicamentos 
▪ Antiácidos con fosfato de 
aluminio 
▪ Antidepresores y ansiolíticos 
▪ Glucocorticoides 
▪ Antiandrógenos y tiroxina en 
exceso 
▪ Anticoagulantes 
▪ Furosemida 
▪ Litio 
▪ Quimioterápicos 
▪ Tamoxifeno 
 
 
15 
 
 Menopausia y otras variables ginecológicas 
 
La menopausia, sea natural o iatrogénica, supone el cese de la actividad ovárica 
exo- y endocrina, y con ello, la caída en los niveles séricos de hormonas sexuales. 
Es el factor determinante más importante en la denominada osteoporosis 
postmenopáusica o tipo I. 
La deprivación estrogénica se concreta en una falta de freno a la acción de los 
osteoclastos conllevando una pérdida acelerada y desproporcionada de hueso, 
fundamentalmente trabecular, tanto por efecto directo como por efecto indirecto (el 
hipoestronismo acarrea una tendencia a la hipoabsorción intestinal de calcio e 
hipersecreción renal del ion). 8 
 
El déficit progestagénico parece desempeñar un papel muy secundario. También se 
ha señalado la influencia del cese en la producción de andrógenos ováricos en la 
génesis de la osteoporosis postmenopáusica, (que además en ocasiones es 
concomitante con la disminución de la función suprarrenal).El efecto directo de este 
hipoandrogenismo es una disminución añadida de la osteogénesis y, de modo 
indirecto, conlleva una disminución de los niveles de estrona, que se genera por la 
conversión periférica de la testosterona, y que es el estrógeno preponderante en la 
postmenopausia. Todo ello contribuye a un desplazamiento de la relación entre la 
formación y la resorción ósea aún más desviada hacia esta última, aunque los 
andrógenos parecen tener un papel más importante en la adquisición de un 
adecuado pico de masa ósea y para garantizar la resistencia del hueso. 8 
 
Todas las evidencias señalan que, el riesgo es mayor cuanto más precoz es la edad 
de la menopausia, y mucho más intenso en aquellos casos en que la de privación 
hormonal es brusca. De hecho, en tales casos la deficiencia estrogénica podría 
conllevar, además, una disminución del pico de masa ósea. Sin embargo, cuando 
la menopausia se produce de modo fisiológico, el efecto sobre el hueso es aditivo 
al ocasionado por la edad, aunque la mayoría de los estudios encuentran que la 
 
16 
masa ósea depende más del número de años transcurridos desde la menopausia y 
no tanto de la edad cronológica En la misma línea del argumento anterior cuando la 
menarquia es temprana, debido a la elevación más prematura de los niveles séricos 
de estradiol existe una masa ósea también superior. En cambio, las mujeres que 
sufren oligoamenorreas o periodos de amenorrea hipoestrogénica presentan, en 
general, menores valores de densidad ósea mineral. No obstante, existen 
controversias respecto a la influencia sobre la masa ósea de los períodos de 
amenorrea fisiológica derivados del embarazo y lactancia. Así mismo, la mayor 
parte de estudios disponibles sobre toma de anticoncepción hormonal subrayan el 
efecto beneficioso del empleo prolongado sobre la masa ósea, especialmente en 
los preparados de mayor dosis estrogénica, lográndose incrementos del 1% anual 
cuando se emplean en la perimenopausia. 9 
 
Edad 
La edad es desde el punto de vista epidemiológico el factor de riesgo más 
determinante de osteoporosis, y además es un factor independiente para el riesgo 
de fractura. En el varón la edad es un factor de riesgo más específico para la 
osteoporosis, de tal manera que en edades por encima de los 75 años tiende a 
igualarse la proporción mujer/hombre con osteoporosis que pasa a ser de 2:1, 
mientras que en edades más jóvenes es de 8:1. 
En la mujer, como ya se ha señalado, este factor va ligado al hipoestronismo, pero 
a determinadas edades (75 años o superiores) e independientemente de la edad a 
la que se presentase la menopausia, se encuentran masas óseas similares en las 
mujeres estudiadas por lo que solo el etario permanece como factor de riesgo. Claro 
que en tales edades hasta el 83% de la población presenta déficit de masa ósea. 
El porqué de esta relación entre la masa ósea y la edad debe atribuirse 
prioritariamente al descenso de la actividad osteoblástica ósea, a lo que habría que 
sumar las alteraciones de la homeostasis fosfocálcica, los defectos nutricionales, 
como la carencia de vitamina D y calcio, así como la baja exposición solar y el 
sedentarismo o inmovilidad. 10 
 
 
17 
 Factores raciales, geográficos y genéticos 
Como ya se comentó en el apartado de Epidemiología, existen variaciones 
importantes a nivel mundial en la prevalencia de osteoporosis, siendo esta más 
frecuente en las razas asiática y blanca y en los países desarrollados. Del mismo 
modo, existe agregación familiar en la patología, de forma que es de importancia en 
la anamnesis de una mujer postmenopáusica conocer datos de la masa ósea y 
fracturas maternas. 
Aparte de factores socio-económicos y culturales implicados en estas diferencias, 
la influencia de la carga genética en la aparición de la osteoporosis parece evidente. 
Se considera que hasta el 70-80% de la masa ósea viene determinada 
genéticamente, de modo poligénico, afirmación que viene sostenida por diferentes 
estudios. 
Así, las tasas de concordancia en masa ósea son mayores cuando se consideran 
gemelos univitelinos que vivitelinos, y se han demostrado correlaciones entre 
diferentes genes (de la cadena alfa1 del colágeno, de la proteína 5 relacionadacon 
el receptor de LDL, del receptor de la vitamina D, entre otros) y la cantidad de masa 
ósea en función del genotipo concreto. Sin embargo, parece que este 
condicionamiento es especialmente significativo en lo referente al pico de masa 
ósea alcanzado en las primeras décadas de la vida, mientras que los factores 
adquiridos gozarían de mayor importancia a medida que avanza la edad. 
 
 
 Medidas antropométricas 
 
Varios estudios demuestran que la talla y especialmente el peso corporal se asocian 
positivamente con valores mayores de densidad ósea mineral. Las mujeres con un 
índice de masa corporal bajo (< 19 kg/m2) o con pesos inferiores a 57 Kg tienen 
menor densidad de masa ósea, de modo que descensos ponderales en la 
postmenopausia acarrearían pérdidas de hueso del 3,9% por cada 10 Kg. 
Esta asociación parece relacionarse por una parte con un menor efecto 
osteoblástico y por otra parte con un menor freno de la actividad osteoclástica 
 
18 
debidos al aumento de las fuerzas mecánicas sobre el hueso. Por otro lado, varios 
estudios encuentran cómo las mujeres con una menor masa grasa corporal 
presentan una menor densidad ósea mineral a igualdad de peso corporal total. Esta 
interrelación parece debida al efecto endocrino del tejido graso sobre el hueso, dada 
la conversión de andrógenos a estroma en él durante la postmenopausia. 11 
 
Estilos de vida 
Aspectos como la dieta, la actividad física y los hábitos tóxicos son determinantes 
en la consecución del pico de masa ósea, así como en las pérdidas óseas 
posteriores. 
 
 Ingesta de calcio / Vitamina D 
Un adecuado aporte de calcio dietario es necesario para un metabolismo óseo 
normal. La vitamina D es, junto la PTH, uno de los factores más importantes en la 
homeostasis fosfo-cálcica, condicionando la absorción adecuada de calcio. Ambos 
determinan el pico máximo de masa ósea durante la etapa del desarrollo del 
esqueleto y la correcta mineralización del hueso, de modo que aquellas mujeres en 
las que la ingesta cálcica es superior presentan valores de densidad ósea mineral 
más altos que aquellas que no la realizan. Sin embargo, el aporte dietético global 
ha de ser asimismo adecuado, especialmente, la ingesta proteica y de fósforo. Del 
mismo modo, la baja ingesta de calcio se ha correlacionado con una pérdida más 
rápida y cuantiosa de masa ósea en la postmenopausia, si bien hay estudios que 
no demuestran tan claramente esta asociación 11,13. En la postmenopausia la 
ingesta recomendada de calcio oscila entre 1000 y 1500 mg/día en función de si se 
emplea o no terapia hormonal sustitutiva, si bien cada vez se insiste más en la 
ingesta a favor de la suplementación farmacológica mientras que las necesidades 
de vitamina D se situaban entre 400-800 U.I./día33 y van progresivamente en 
aumento. 11,12 
 
 
 
 
19 
Tabaco 
 
El hábito tabáquico se relaciona inversamente con la densidad ósea mineral y las 
principales fracturas por fragilidad. Se ha reseñado que ésta en 4,3% menor en 
fumadores actuales y 1,7% menor en exfumadores que en no fumadores13. El 
mecanismo de acción por el que esta reducción de masa ósea se produce no está 
del todo aclarado. El tabaco parece disminuir la actividad osteoblástica del hueso 
de manera directa, así como disminuir la absorción intestinal de calcio. Además, es 
causa de adelanto en la edad de la menopausia, reducción poderal e 
hipoestronismo (por disminución de la producción e incremento del aclaramiento 
estrogénico), determinando también de manera indirecta la reducción de masa 
ósea. 
 
Alcohol 
El consumo crónico de alcohol deprime la actividad osteoblástica y se asocia con 
alteraciones del metabolismo mineral óseo del calcio, fósforo y magnesio, altera el 
metabolismo de la vitamina D y provoca alteraciones endocrinas y nutricionales que 
pueden condicionar una disminución de la masa ósea. Sin embargo, consumos 
moderados de bebidas alcohólicas, en especial, las de baja graduación, pueden 
actuar como factor protector, probablemente debido al incremento en la conversión 
periférica de androstendiona a estrona. 
 
 
Cafeína 
La ingesta de bebidas cafeínicas se muestra como determinante de una masa ósea 
inferior sólo cuando se trata de dosis muy elevadas, por incrementos significativos 
de la calciuria. 
 
 Ejercicio físico 
La actividad física interviene tanto en el alcance del pico de masa ósea en la 
juventud como en el mantenimiento de la misma. Diversos estudios relacionan el 
 
20 
estilo de vida sedentario con la incidencia de osteoporosis, si bien el papel 
terapéutico del ejercicio sobre la densidad ósea mineral es evaluado por estudios 
de resultado menos consistentes: se producen acumulaciones discretas, sitio-
específicas y esto es así cuando se practican ejercicios de resistencia de alta carga 
y con dependencia etaria11. En cualquier caso, el ejercicio tiene un papel 
fundamental para el crecimiento y remodelación del hueso a lo que también 
contribuye la presión y tensión muscular, y favorece además la probabilidad de 
caída y sus consecuencias. 
 
Otros factores 
Se han propuesto otra serie de factores de riesgo de osteoporosis, como la carencia 
de homocisteína, folatos, o vitaminas B6 y 12, que desempeñan un papel aún poco 
esclarecido en el metabolismo óseo35, o los trastornos depresivos mayores 
mantenidos largo tiempo, dado el hipercortisolismo que acarrean36, así como 
parece existir menor densidad ósea mineral en las pacientes con fibromialgia, si 
bien la asociación es aún poco consistente. 
Otros factores de riesgo de osteoporosis primaria son aquellos que además pueden 
ser, de por sí, causa de osteoporosis secundaria, y que ya han sido citados. 
En cualquier caso, cabe señalar que los diferentes factores de riesgo presentan un 
peso específico muy diferente en la génesis de la osteoporosis y sus fracturas. Se 
han realizado modelos de predicción del riesgo bien utilizando factores de riesgo 
clínicos solos o asociando valores de densidad mineral ósea que intentan establecer 
qué pacientes serían bien subsidiarias de evaluar densitométricamente, bien 
tributarias de tratamiento. 13 
 
FISIOLOGIA 
 
TEJIDO ÓSEO 
El tejido óseo es una forma dura de tejido conectivo, dinámico, muy vascularizado, 
altamente organizado que requiere de un excelente acoplamiento de sus 
 
21 
componentes para mantener su homeostasis, y tiene la particularidad única de 
poderse reparar y remodelar sin dejar una cicatriz. 
Está constituido por células inmersas en una compleja matriz muy mineralizada. Los 
cristales de hidroxiapatita, el mineral óseo más abundante, se depositan en sitios 
concretos de las fibras de colágena, lo que le da al tejido la elevada resistencia y 
dureza que posibilita sus funciones: proporcionar forma al cuerpo, servir de sostén 
y protección a otros órganos y almacenar minerales, sobre todo calcio. 
El hueso se compone de dos tipos macroscópicos básicos: el hueso compacto 
(cortical) y el hueso esponjoso (trabecular). El 80% de la masa ósea es hueso 
compacto, que es muy abundante en la diáfisis de los huesos largos. El hueso 
cortical tiene una baja relación superficie / volumen y su principal función es la 
protección y el soporte. El hueso esponjoso está conformado por trabéculas 
dispuestas en panal y es abundante en las cavidades medulares en las porciones 
distales de los huesos largos y en los cuerpos vertebrales. La elevada relación 
superficie volumen del hueso esponjoso es muy importante para el metabolismo 
óseo normal.14 
Las células óseas derivan de la médula ósea. Los osteoclastos (encargados de la 
resorción o eliminación de la matriz ósea), derivan de los precursores 
hematopoyéticos mononucleares que llegan al hueso por vía sanguínea y las 
células del linaje osteoblástico (los osteoblastos, los osteocitos y las células de 
revestimiento óseo), derivan de las células estromales6. Los osteoblastosestán 
encargados de la síntesis de la matriz ósea no mineralizada denominada osteoide, 
constituido en un 90% por fibras de colágena tipo I. En el tejido maduro, las fibras 
están orientadas en haces paralelos, lo que le da al tejido una estructura laminar. 
En el hueso compacto las laminillas se disponen en forma concéntrica alrededor de 
los canales de Havers ocupados por vasos y nervios, constituyendo las osteonas. 
En el hueso trabecular y en la zona subperióstica de los huesos compactos las fibras 
se disponen en capas paralelas más o menos planas. Otras proteínas y 
proteoglicanos de la matriz también son sintetizados por los osteoblastos y otras 
son proteínas séricas que se absorben a la matriz. En el hueso inmaduro (como en 
el hueso alveolar) no hay osteonas. Durante el proceso de síntesis ósea, algunos 
 
22 
osteoblastos quedan atrapados en la matriz ósea recién sintetizada y se 
transforman en osteocitos. Al igual que los osteoblastos, los osteocitos poseen 
procesos citoplasmáticos que hacen contacto con los de otros osteocitos y con los 
de los osteoblastos. Este complejo laguna-canalículo, forma un tipo de circulación 
del líquido intersticial entre la laguna que aloja al osteocito y el sistema canalicular. 
Los osteocitos participan en la homeostasis del calcio, movilizando el calcio desde 
la matriz y transportándolo por los canalículos hacia los osteoblastos de la 
superficie. 
Durante el desarrollo, el esqueleto crece por modelación. En este proceso la 
aposición no está sincronizada temporalmente con la resorción y ambos 
mecanismos se llevan a cabo en diferentes sitios de los huesos6. Durante la edad 
adulta, se presenta la remodelación, etapa en la que los huesos están sometidos 
constantemente a un mecanismo altamente coordinado en el que se establece una 
secuencia constante entre la resorción que horada las superficies óseas y la 
posterior aposición que rellena las cavidades producidas por la resorción. La 
resorción dura aproximadamente 15 días, y es seguida del proceso de aposición de 
aproximadamente 2 a 4 meses6. Este recambio se da en un 7 a 10% del volumen 
total del esqueleto cada año. La intensidad del proceso varía en las diferentes 
regiones del esqueleto, y es mayor en el hueso trabecular que en el compacto, que 
son renovados anualmente en un 25% y un 3% respectivamente. 14 
 
El remodelado es llevado a cabo por las unidades de remodelado óseo (bone 
remodeling units -BRU) o unidades multicelulares básicas (basic multicellular units 
- BMU) formadas por grupos de osteoclastos y osteoblastos7. Se calcula que cada 
unidad de remodelado ejerce su actividad en una zona de 1 a 2.5 mm de largo. 
Después de la resorción, la mineralización de las láminas de osteoide se presenta 
con un retraso aproximado de 2 semanas. El remodelado indudablemente cumple 
con varias funciones: libera calcio que puede ser usado por varios tejidos para 
importantes funciones y para reparar microfracturas. La osteoporosis es un 
desbalance de la remodelación en el que la resorción supera a la aposición. 
 
 
23 
 REMODELACIÓN ÓSEA. 
 
Los primeros factores que se identificaron como reguladores de la remodelación 
ósea fueron las llamadas hormonas calciotrópicas, (la hormona paratiroidea, la 
calcitonina y el calcitriol) aunque otras hormonas como los esteroides, la hormona 
del crecimiento y la hormona tiroidea, entre otras, también influyen en el 
metabolismo óseo. Todo el esqueleto se encuentra expuesto a concentraciones 
similares de las hormonas, pero en un momento dado el remodelado sólo se realiza 
en determinados focos de remodelación, lo que nos indica que los factores de 
acción local seguramente desempeñan un importantísimo papel en la regulación del 
proceso, participando en la traducción de las influencias hormonales. La secuencia 
de eventos locales incluye un sofisticado proceso bioquímico que posee una serie 
compleja de redes de señalizaciones celulares que incluyen moléculas producidas 
localmente como las citocinas, las prostaglandinas y los factores de crecimiento. El 
proceso no es completamente comprendido. 
Los osteoblastos, regulan la formación de los osteoclastos. A la inversa, la actividad 
de resorción de los osteoclastos, originan la liberación de varios factores de 
crecimiento y mitógenos, como el factor transformante del crecimiento beta, FTC- ß 
(Transforming growth factor TGF- ß) y el factor de crecimiento semejante a la 
insulína-1, FCSI-1 (Insulin growth factor IGF-I) que fueron sintetizados por los 
osteoblastos y que quedaron atrapados en la matriz ósea. Estas moléculas inducen 
la proliferación y diferenciación de los osteoblastos. 15 
El ligando del receptor activador del factor nuclear kappa beta (RANKL), es una 
proteína transmembrana expresada en los osteoblastos, las células del estroma y 
del sistema inmune, que funciona como factor de la diferenciación osteoclástica6 al 
unirse al receptor activador del factor nuclear kappa beta (RANK), que es un factor 
presente en los osteoclastos y sus precursores. También poseen un receptor 
señuelo de RANKL, denominado osteoprotegerina (OPG) que se interpone entre 
RANKL y RANK, uniéndose a este último, inhibiéndose así la diferenciación y 
activación de los osteoclastos (esquema 2). La OPG reduce la capacidad de los 
osteoclastos para adherirse a la superficie ósea, paso clave en el inicio de la 
 
24 
resorción y es un protector que inhibe la calcificación vascular8. La administración 
parenteral de OPG causa un aumento en la densidad y el volumen óseos, con 
disminución en el número de osteoclastos activos, y reduce rápidamente el calcio 
sérico en ratas tratadas con hormona paratiroidea (PTH). La OPG previene la 
pérdida ósea cuando se administra a ratas ooforectomizadas, induce osteoporosis 
cuando su producción es bloqueada o contrariamente, osteopetrosis cuando 
aumenta su expresión. La expresión diferencial de estas proteínas, RANKL y OPG, 
parece desempeñar un papel preponderante en la regulación del remodelado óseo. 
La mayoría de los factores que modulan el RANKL afectan inversamente a la 
síntesis de OPG y la magnitud de la osteoclastogénesis depende del balance 
relativo entre OPG y RANKL.15,16 
Los linfocitos T activados expresan RANKL y pueden sustituir a los osteoblastos en 
la inducción de la osteoclastogénesis desviando el balance a favor de la destrucción 
ósea. 
 
REGULACIÓN HORMONAL DEL CALCIO 
 
La vitamina D proviene de precursores alimenticios como el 7-dehidrocolesterol de 
origen animal y el ergosterol de origen vegetal, en la piel estas sustancias son 
irradiadas por la luz ultravioleta del sol y se transforman en colecalciferol (vitamina 
D3) y erfosterol (vitamina D2) respectivamente. Estas sustancias se biotransforman 
en el hígado y riñones para producir las formas activas de la vitamina, la 2 
dihidroxivitamina D3 y la 1ª-25dihidroxivitamina D2. Estas últimas inducen la 
absorción del calcio en el intestino. Actualmente a esta vitamina se le considera una 
hormona, el calcitriol. La hormona paratiroidea (PTH) que aumenta la calcemia 
estimulando la resorción y la resorción intestinal del calcio, estimula la 
biotransformación de la vitamina D a su forma activa. 17 
La calcitonina, sintetizada por las células parafoliculares del tiroides inhibe la 
resorción y aumenta la calciuria. En el estudio de Reginster (2005) auspiciado por 
la OMS se analizó la prevalencia de la insuficiencia de esta vitamina en diferentes 
poblaciones y se encontró que más de la mitad de las mujeres posmenopáusicas 
 
25 
con osteoporosis presentaban insuficiencia de vitamina D, con independencia de su 
edad, situación geográfica y latitud. Lo que sugiere que aún en las mujeres que 
habitan zonas geográficas con abundante exposición solar pueden tener bajos 
niveles de vitamina D y la suplementación de esta vitamina debe ser un componente 
esencial del tratamiento de la osteoporosis.FISIOPATOLOGÍA DE LA OSTEOPOROSIS. 
Como una parte inevitable del ciclo vital, la pérdida de hueso ocurre en todas las 
mujeres posmenopáusicas independientemente de sus antecedentes raciales o 
étnicos. Las mujeres pueden empezar a perder hueso trabecular aproximadamente 
a los 35 años de edad y hueso cortical aproximadamente a los 40 años. Durante su 
vida, las mujeres pueden perder hasta el 30 % de su hueso cortical original, que 
forma los ejes de los huesos de las extremidades, y que representa 
aproximadamente 4/5 partes del esqueleto. También pueden perder hasta el 50% 
de su hueso trabecular que comprende los extremos de las extremidades y la mayor 
parte de los huesos planos del esqueleto. El estudio de Berger y col (2008) forma 
parte de un estudio multicéntrico, aún en proceso, sobre osteoporosis, en una gran 
cohorte de hombres y mujeres canadienses. 
La probabilidad de un individuo de desarrollar osteoporosis como resultado de la 
pérdida de hueso depende, en alto grado, de la masa ósea máxima que había 
logrado en su juventud12. Una mujer promedio alcanza 5% menos masa ósea que 
los hombres, por lo que tienen menos reservas que los hombres cuando se inicia la 
pérdida de densidad ósea; además con la menopausia las mujeres pierden la acción 
protectora ósea de los estrógenos, pero las mujeres tienen una pérdida acelerada 
de masa ósea de cuatro a siete años antes de que declinen los estrógenos en la 
Menopausia. La pérdida premenopáusica de masa ósea no puede explicarse 
exclusivamente por la disminución de los niveles de estrógenos, se piensa que ésta 
puede relacionarse con la disminución de los niveles de otras hormonas que 
declinan en esa época de la vida y que antes se pensaba que sólo tenían función 
reproductora, como la hormona folículo estimulante (FSH), La pérdida acelerada a 
partir de los setentas se ha relacionado con una disminución del número de 
 
26 
receptores intestinales para la vitamina D con el envejecimiento de la piel que 
reduce la síntesis de esta vitamina y con el aumento de la sensibilidad a los 
glucocorticoides endógenos. 18 
Los esteroides sexuales tienen una gran influencia en el metabolismo óseo y en el 
desarrollo de la osteoporosis. Los osteoblastos y los osteoclastos expresan 
receptores para los estrógenos, pero el mayor efecto de los estrógenos es la 
inhibición de la resorción ósea. Estas hormonas inhiben a gran parte de los factores 
estimuladores osteoclastogénicos y estimulan a los factores inhibidores de la 
osteoclastogénesis. 
Los estrógenos inhiben la proliferación y diferenciación de los precursores 
osteoclásticos y reducen la supervivencia de los osteoclastos maduros, 
promoviendo su apoptosis. Poseen efectos positivos sobre la proliferación y 
diferenciación de los osteoblastos e incrementan su supervivencia. En experimentos 
con osteoblastos, se ha reportado que disminuyen la expresión de mRNA para IL-
6, IL-1 y TNF-alfa aunque no su expresión basal o constitutiva17. Existe evidencia 
de que la deficiencia de estrógenos incrementa la expresión de citosinas 
proinflamatorias como: Interleucina-1 (IL-1), Interleucina-6 (IL-6), Interleucina 11 (IL-
11), el factor de necrosis tumoral-alfa (TNF-alfa), las unidades formadoras de 
colonias de granulocitos y macrófagos GM-UFC (granulocyte- macrophage-colony 
stimulating factor (GM-CSF) y la prostaglandina E2 (PGE2), mismas que, 
incrementan la síntesis y maduración de osteoclastos. 19 
 
ASPECTOS CLÍNICOS 
 
La osteoporosis sin fracturas es asintomática. Pero una vez que el nivel de 
reducción de la masa ósea sea capaz de causar la fractura después de un 
traumatismo mínimo, la osteoporosis se convierte en un problema clínico y sus 
manifestaciones dependerán de la localización de éstas. 
Las fracturas relacionadas característicamente con la osteoporosis son las de la 
extremidad proximal del fémur, las vertebrales y las de antebrazo distal (fractura de 
 
27 
Colles, siendo la fractura por compresión vertebral la manifestación clínica más 
común de la osteoporosis. 20 
Independientemente de ello, el enfermo presenta igualmente dolor, impotencia 
funcional y deformidad ósea. 
En la osteoporosis postmenopáusica, la deformidad de los cuerpos vertebrales que 
han generado las fracturas por compresión, puede ocasionar una pérdida de 
aproximadamente 2 cm de talla. 
Conjuntamente, el dolor vertebral suele estar siempre presente, aumenta de forma 
progresiva en severidad, con el aumento en el número de fracturas vertebrales. El 
dolor se suele deber al colapso vertebral, sobre todo en la región dorsal y lumbar; 
típicamente se inicia de forma aguda y suele irradiarse a la cara anterior del 
abdomen, a través del flanco. Estos episodios pueden ocurrir después de flexiones 
súbitas, levantamiento de objetos o saltos aparentemente triviales; a veces, el dolor 
no se relaciona con traumatismos previos. El dolor aumenta con movimientos 
suaves como los cambios posturales en la cama. Así mismo, se presenta relajación 
de la musculatura abdominal, con profusión abdominal. 
Una excesiva pérdida dental también es característica en la osteoporosis. 
Estas fracturas se asocian con una mayor mortalidad, invalidez y pérdidas 
económicas por atención médica multidisciplinaria, y el dolor de espalda, es el 
síntoma más frecuente referido por los pacientes, y este a la vez es la causa más 
común de incapacidad durante sus vidas.20 
En México los costos estimados en el tratamiento de la osteoporosis y fractura de 
cadera se consideran, según un estudio reciente de Clark y col (2008) en un 
promedio de 4,365 dólares, dependiendo si se atienden en un sitio público o privado. 
Dada la prevalencia conocida de la osteoporosis, una estimación de los costos del 
tratamiento anual con medicamentos, dos consultas médicas y un estudio de 
densitometría, requerirá entre el 0.3 al 0.4% del producto interno bruto (cerca del 
6% del gasto nacional en salud). Estas estimaciones no incluyen los costos de la 
rehabilitación, hospitalización ni los ingresos perdidos por los familiares que cuidan 
a los pacientes con secuelas. Estas cifras deben servir de reflexión sobre la 
importancia económica de la osteoporosis en nuestro país y justifica la importancia 
 
28 
de la medicina preventiva para evitar no solamente estas importantes erogaciones 
si no también evitar las complicaciones y la invalidez potencial. 
Por último, debe tenerse en cuenta el impacto psicológico y social que pueden 
acarrear las fracturas osteoporóticas. La depresión es el trastorno psicológico citado 
con más frecuencia. La aparición de ansiedad, miedo a nuevas fracturas, y otras 
reacciones emocionales son también importantes, e influyen en la recuperación de 
los pacientes. 
 
 
PARÁMETROS DE CALIDAD ÓSEA 
 
Por calidad del hueso se entiende las características que configuran su resistencia. 
La calidad del hueso depende de la combinación equilibrada entre sus propiedades 
estructurales (el tamaño, la forma y la microarquitectura cortical y trabecular del 
hueso, así como el entramado de conexiones que lo conforman, la morfología, el 
grosor de las trabéculas y su conectividad, la porosidad y el grado de acumulación 
de microgrietas) y sus propiedades materiales (su composición mineral y el 
colágeno). El ciclo de la remodelación ósea que suele disminuir con la menopausia 
altera la calidad ósea. 
 
VALORACIÓN DE LA OSTEOPOROSIS 
El diagnóstico temprano es de gran importancia ya que la detección de osteopenia 
u osteoporosis permite iniciar medidas para detener la pérdida de masa ósea. 
Los métodos para detección de la osteoporosis se aplican a mujeres mayores de 65 
años o a las menores de esa edad con factores de riesgo asociados; no obstante, 
considerando que alrededor del 30 % de las mujeres con baja masa ósea no 
presentan un riesgo clínico significante, resulta conveniente tratar de hacer el 
diagnóstico a una mayor cantidadde mujeres, lo cual permitiría reducir el número 
de fracturas clínicas en la población. 21 
 
 
 
29 
Valoración indirecta cualitativa/semicuantitativa de la masa ósea: 
Técnicas radiológicas 
 
El estudio radiológico de la columna vertebral dorsolumbar en bipedestación 
(anteroposterior y lateral), trata de valorar el estado del raquis. En ocasiones existe 
hipertransparencia ósea, que puede corresponderse con la presencia de 
osteoporosis en dichas localizaciones. 
Se trata, sin embargo, de un método muy poco sensible y muy poco específico para 
diagnosticar osteoporosis, ya que necesario que exista al menos un 30 a 35% de 
pérdida de la masa ósea para que pueda ser apreciable con la exploración 
radiológica 40. Y a la inversa, no siempre que la imagen radiográfica aparenta baja 
densidad ósea mineral esta sospecha se confirma en la densitometría puesto que, 
es muy frecuente, que existan diferentes artefactos que condicionen la apariencia 
de la imagen26. Sin embargo, la radiología simple permite detectar la presencia de 
fracturas (aplastamientos, acuñamientos Revisión Crítica o biconcavidades 
vertebrales) y establecer su gravedad (según los diferentes índices disponibles) que 
con frecuencia son asintomáticas, y suponen un importante marcador de riesgo de 
nuevas fracturas. Se trata, así mismo, de una técnica asequible y bien tolerada, por 
lo que puede resultar de interés en el establecimiento de la sospecha de 
osteoporosis en pacientes a las que se les realiza radiografía por otra causa, y en 
el diagnóstico y seguimiento de las fracturas vertebrales ocasionadas por la misma, 
así como para evidenciar otras causas de dolor de espalda (artrosis, escoliosis, 
espondilitis, etc.). Sin embargo, su baja sensibilidad y especificidad no la hace apta 
para el cribado. 
 
Valoración indirecta cuantitativa de la masa ósea: Técnicas densitométricas 
 
El término masa ósea, o, cuando se evalúa densitométricamente, densidad ósea 
mineral (DMO), hace referencia a la cantidad de tejido óseo mineralizado incluyendo 
todos sus componentes orgánicos e inorgánicos, que se encuentra presente en una 
determinada región corporal sometida al estudio. Para evaluar dicha cantidad, la 
 
30 
OMS determina puntuaciones de referencia, realizándose mediciones de tipo 
relativo en función del número de desviaciones estándar en relación con la masa 
ósea esperable para población del mismo sexo, raza y edad (z-score), o respecto 
del pico de masa ósea en población de la misma raza y sexo (t-score). De este 
modo, se define la osteopenia como aquel descenso de la densidad ósea mineral 
por debajo de una desviación estándar respecto del pico de masa ósea (t-score < -
1) y la osteoporosis, como el descenso inferior a dos desviaciones estándar y media 
(t- score < -2,5). Además, dentro de la osteoporosis, se distinguen las situaciones 
en que la paciente no presenta fracturas de aquellas en que sí lo hace, asignando 
a esta última la categoría diagnóstica de osteoporosis establecida. De este modo, 
el diagnóstico de osteoporosis puede asegurarse cuando la medición se realice 
mediante densitometría de rayos X de doble energía y se detecte un valor de DMO 
inferior a –2,5 t en cualquiera de las siguientes localizaciones: cuello femoral, cadera 
total, región trocantérea y columna lumbar con la población del estudio NHANES III 
como referencia. 
La densitometría axial aventaja a la densitometría periférica en cuanto al 
rendimiento diagnóstico, debido a su capacidad para explorar las regiones de mayor 
interés clínico. Puede también realizar las mediciones en las regiones que cuentan 
con una mayor riqueza de hueso trabecular, que sólo constituye el 20% de la masa 
ósea del esqueleto, pero que justifica el 80% del metabolismo óseo, debido a su 
mayor vascularización, superficie y proximidad con la médula ósea. 
Absorciometría radiológica de doble energía (DXA) 
Es la técnica de densitometría ósea más difundida. Los diferentes densitómetros 
DXA se basan en el mismo principio: generación de una imagen digitalizada en 
función de la atenuación de dos haces colimados de rayos X, de alta y baja energía, 
de un determinado sector anatómico. Esta técnica se basa en el empleo inicial de 
una fuente emisora de radiación gamma de una única energía. La limitación 
principal de las fuentes monoenergéticas es la presencia de cantidades importantes 
de tejidos blandos, como se da en la columna, tronco, cadera o esqueleto completo, 
 
31 
limitación que se resolvió con el uso de la doble energía, que permite la corrección 
de la variación del grosor de los tejidos blandos. 21 
El paso siguiente fue la sustitución de las fuentes emisoras isotópicas por 
generadores de rayos X. La explicación básica de cómo funcionan este tipo de 
sistemas consiste en que el haz de radiación experimenta una atenuación, que 
depende de la energía de los rayos, de la naturaleza (número atómico) de los 
componentes que atraviesan y del grosor del material. 
Aunque la osteoporosis es una condición que se asocia con la disminución 
generalizada de la masa ósea en todo el esqueleto, la tasa de recambio metabólico 
y la pérdida ósea no es uniforme en todos los componentes del esqueleto. La mayor 
calidad en la capacidad de predicción de fracturas por la densitometría se obtiene 
cuando las mediciones se efectúan en la misma región que se desea evaluar. La 
importancia clínica de las fracturas de columna y fémur proximal, y el hecho de 
disponer de una mayor proporción de hueso trabecular, convierten a estas regiones 
en las preferidas para el diagnóstico de osteoporosis. El diagnóstico se establecerá 
a expensas de la presencia de un valor patológico en cualquiera de las dos regiones. 
 
 
La DXA se ha impuesto como técnica densitométrica por diferentes razones: 
-Permite explorar los sectores anatómicos de mayor interés clínico, es decir, donde 
asientan las fracturas osteoporóticas epidemiológicamente más relevantes. 
- Permite el seguimiento de los cambios en el contenido mineral por progresión de 
la enfermedad o tratamiento con una muy aceptable precisión. La precisión de la 
DXA, evaluada como coeficiente de variación, se sitúa entre el 1-2%, según los 
sectores anatómicos para la exploración in vivo. 
-La evolución de la masa ósea en esos sectores con la edad es concordante con la 
epidemiología de la enfermedad. 
 
 
 
 
 
32 
Indicaciones para realizar estudio de Densidad Mineral Ósea: 
• Mujeres mayores de 65 años de edad. 
• Mujeres posmenopáusicas menores de 65 años con factores de riesgo. 
• Antecedente de padres con fractura de cadera. 
• Adultos mayores de 50 años con fractura por fragilidad. 
• Adultos con enfermedad o condición asociada a baja densidad ósea o 
pérdida ósea. 
• Índice de Masa Corporal (IMC) < 21 kg/m2. 
• Comienzo de tratamiento o monitoreo del efecto del tratamiento. 
• Cualquiera que no reciba terapia con evidencia de pérdida ósea.22 
 
TRATAMIENTO 
 
La consideración del estilo de vida es fundamental para la prevención de 
osteoporosis; la adecuada ingesta de calcio y vitamina D, son los factores 
modificables más importantes para garantizar la salud ósea, seguido de ejercicio de 
impacto. Evitar fumar y el excesivo consumo de alcohol también juega un papel 
importante, así como la prevención de caídas. La meta principal del tratamiento de 
la osteoporosis es la prevención de fracturas.18 
 
La NAMS recomiendo utilizar terapia con fármacos contra la osteoporosis a las 
siguientes poblaciones: 
• Toda mujer posmenopáusica con fractura osteoporótica vertebral. 
• Toda mujer posmenopáusica con valores de DMO consistentes con 
osteoporosis (T score igual o menor de -2.5). 
• Toda mujer posmenopáusica con T-score entre -2.0 y -2.5 y al menos uno de 
los siguientes factores de riesgo para fractura: peso corporal menor de 57 kg, 
IMC menor de 21 kg/m2, antecedente de fracturapor fragilidad, o 
antecedente familiar de fractura de cadera. 
 
 
33 
Dentro de los fármacos utilizados para tratamiento de la osteoporosis, se 
encuentran los moduladores selectivos de los receptores iatrogénicos, calcitonina, 
bifosfonatos, terapia hormonal de reemplazo, entre otros.22 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
34 
2.- PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 
 La osteoporosis es una enfermedad caracterizada por la disminución en la fortaleza 
ósea y aumento en el riesgo de fracturas. Su prevalencia en México en mujeres y 
hombres mayores de 50 años de edad es de 17 y 9% en columna lumbar, 
respectivamente, y de 16 y 6% en cadera, respectivamente. Se ha estimado que el 
riesgo de fractura de cadera a lo largo de la vida es de 8.5% en mujeres y 3.8% en 
hombres en el país.4 
Dentro de los estudios epidemiológicos han identificado múltiples marcadores y 
factores de riesgo para la osteoporosis que tienen baja sensibilidad y baja 
especificidad, pero deben ser tomados en cuenta ya que permiten identificar a 
pacientes susceptibles a esta enfermedad y para acciones preventivas de 
diagnóstico. Si bien es cierto que el fin último a lograr ha de ser evitar la fractura, y 
que esta se produce por diferentes causas, entre las cuales la pérdida de masa 
ósea desarrolla un papel importante, pero no suficiente para su génesis, la 
identificación de mujeres en riesgo de sufrir osteoporosis antes incluso de padecerla 
es la medida preventiva de fracturas osteoporóticas más efectiva que se puede 
establecer, dado que la osteoporosis continúa siendo el factor de riesgo de mayor 
significación y con mayor poder predictivo de facturas por fragilidad. 
Son múltiples los factores de que se consideran implicados en la patogénesis de las 
fracturas. Estos pueden actuar de forma aguda o crónica, modificando la adquisición 
de masa ósea, o el inicio, duración o cantidad de pérdida ósea, o bien actuando 
sobre ambos procesos. También es necesario tener en cuenta que la resistencia 
ósea a la fractura viene determinada no sólo por la densidad ósea, sino también por 
la calidad del tejido óseo. Por ello deberían considerarse no sólo los factores de 
riesgo que pueden afectar al tejido óseo no sólo cuantitativa, sino también 
cualitativamente. De ahí que se plantee la siguiente interrogante: 
¿Cuáles son los factores de riesgo y que frecuencia de fracturas presentan las 
mujeres con osteoporosis que acuden al hospital regional Nezahualcóyotl 
ISSEMyM? 
 
 
35 
3.- JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO 
 
Es importante destacar que la osteoporosis permanece silenciosa hasta que se 
presenta una fractura. Las fracturas osteoporóticas más comunes son las 
vertebrales, las de muñeca y las de cadera. Todas ellas implican una grave carga 
de dolores, incapacidades funcionales, trastornos personales y familiares, en 
particular las de cadera que se asocian a mortalidad del 20% a un año, se 
acompañan de pérdida de independencia y de una pesada carga económica para 
el paciente, su familia y para la sociedad. Diversas instituciones han elaborado guías 
para prevenir caídas e identificado factores de riesgo para caídas en adultos 
mayores. 
Sin embargo, las fracturas obedecen a un conjunto de causas, siendo las principales 
las caídas y la osteoporosis. Para prevenir fracturas, entonces, es preciso actuar 
sobre estas dos causas principales. 
Por ello la identificación de factores de riesgo es el primer paso para prevenir la 
osteoporosis y por ende las fracturas, muchas son las condiciones que favorecen la 
aparición de osteoporosis, destacándose entre ellas la edad mayor de 65 años, la 
menopausia antes de los 45 años y una historia familiar de osteoporosis. Esta última 
se relaciona más a factores genéticos que influyen en un hueso de mala calidad y 
poca resistencia; en cambio las anteriores se relacionan a la disminución de la masa 
ósea que se ve en la mujer a partir de la menopausia. 
Sin embargo, no todos los que poseen estos factores de riesgo llegan a tener 
osteoporosis, así como no todos los que tienen osteoporosis llegan a fracturarse. 
Por eso es preciso en cada paciente individual diagnosticar si existe o no 
osteoporosis y luego estimar el riesgo de fracturarse, por ello es tener una idea de 
los factores que, en este caso, presenta nuestra población derechohabiente, de ahí 
la importancia del presente trabajo. 
 
 
 
 
 
36 
4.- OBJETIVOS 
 
4.1 Objetivo general 
 Identificación los de factores de riesgo y fracturas más frecuentes en mujeres con 
osteoporosis que acuden al Hospital Regional Nezahualcóyotl ISSEMyM. 
 
4.2 Objetivos específicos 
 
- Determinar factores de riesgo en la población de mujeres de 50 a 65 años de 
edad con diagnóstico de osteoporosis. 
 
- Frecuencia de fracturas más comunes en la población de mujeres de 50 a 65 
años de edad con diagnóstico de osteoporosis. 
 
- Identificar factores de riesgo de fracturas con el cuestionario de FRAX en las 
mujeres de 50 a 65 años de edad con diagnóstico de osteoporosis. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
37 
5.- METODOLOGÍA 
 
5.1 TIPO DE ESTUDIO 
Es un estudio prospectivo, trasversal y descriptivo. 
 
5.2 POBLACIÓN, LUGAR Y TIEMPO 
Se llevó el presente estudio en una población total de 188 pacientes con diagnóstico 
de Osteoporosis en mujeres de 50 a 65 años de la consulta externa de Medicina 
Familiar del Hospital Regional Nezahualcóyotl ISSEMyM, ubicado en Avenida San 
Juan de Aragón s/n, colonia Vicente Villada, Municipio de Nezahualcóyotl Estado 
de México durante el periodo del 01 de junio 2018 a 30 de diciembre de 2018. 
5.3 MUESTRA 
Se utilizó el total de la muestra de 188 pacientes con edad de 50 a 65 años de 
edad con diagnóstico de osteoporosis adscritos al Hospital Regional ISSEMyM 
Nezahualcóyotl. 
 
5.4 CRITERIOS DE SELECCIÓN. 
5.4.1 Criterios de inclusión 
• Mujeres con edad de 50 a 65 años con diagnóstico de osteoporosis. 
• Pacientes que cuenten con antecedentes de fracturas posteriores al 
diagnóstico de Osteoporosis. 
• Paciente Derechohabiente de ISSEMyM 
• Firmar el consentimiento informado. 
5.4.2 Criterios de exclusión 
• Pacientes menores de 50 años de edad. 
• No saber leer y escribir 
• Perder derechohabiencia al ISSEMyM. 
 
38 
5.4.3 Criterios de eliminación 
• Presentar incapacidad física o mental para comprender la información. 
• No firmar el consentimiento informado 
• No desee participar en el estudio. 
 
 5.5 DEFINICION DE VARIABLES 
VARIABLE TIPO DEFINICION CONCEPTUAL ESCALA DE 
MEDICION 
Edad Cuantitativa 
discreta 
 
Duración de la vida desde el 
nacimiento hasta el momento 
actual. 
1.- 50 a 56 años 
2.- 57 a 65 años 
Fractura Cualitativa 
Nominal 
Es una lesión ósea que se 
produce una ruptura parcial o 
completa en la continuidad 
del hueso 
 
1.- Columna 
vertebral 
2.- Muñeca 
3.- Fémur 
Riesgo de Fractura 
 
Cualitativa 
Nominal 
Factor para desarrollar una 
lesión caracterizada por la 
lesión del tejido que forma el 
hueso, produciendo que éste 
se rompa en uno o varios 
fragmentos. 
 FRAX que 
permite calcular el 
riesgo de fractura 
a partir de una 
serie de factores 
de riesgo clínicos, 
tanto si se conoce 
la densidad 
mineral ósea 
como si no. 
Osteoporosis Cualitativa Nominal 
 
Cantidad de minerales que 
contiene el hueso, 
principalmente calcio y 
fósforo, determinado por 
estudio de densitometría 
ósea. 
Diagnóstico 
 
39 
Índice de masa 
corporal 
 
Cuantitativa continua Medición antropométrica 
relacionada con dos datos 
principales: el peso y la 
altura 
1.- Desnutrición 
2.- Normal 
3.- Sobrepeso 
4.- Obesidad 
Factores de riesgo Cualitativa nominal 1.- Alcoholismo 
 
2.- Tabaquismo 
 
3.-Artritis 
Reumatoide 
 
4.- Fármacos 
 
5.- Café 
 
 
5.6 INSTRUMENTO DE RECOLECCIÓN DE DATOS. 
Se utilizó una revisión de expediente e historia clínica en las pacientescon 
diagnóstico de osteoporosis de edad entre 50 a 65 años de edad y uso de la escala 
FRAX en pacientes con menopausia en el Hospital regional de Nezahualcóyotl 
ISSEMyM 
El FRAX es una herramienta accesible on line que permite calcular el riesgo de 
fractura a partir de una serie de factores de riesgo clínicos, tanto si se conoce la 
densidad mineral ósea como si no. Por la calidad de los datos a partir de los que se 
ha calculado y la metodología utilizada en estos momentos es, probablemente, el 
método más recomendable para la determinación del riesgo de fractura. 
El FRAX, desarrollada por Kanis et al en la Universidad de Sheffield con el patrocinio 
de la OMS, que calcula el riesgo absoluto de fractura en los próximos 10 años a 
partir de factores de riesgo clínicos y, si se dispone de ella, de la densidad mineral 
ósea (DMO). 
 
 
 
 
40 
5.7 RECURSOS HUMANOS 
Para la realización del presente trabajo participaron el medico titular del trabajo de 
investigación residente de medicina familiar, y los pacientes con diagnóstico de 
osteoporosis que acudieron al Hospital Regional de Nezahualcóyotl. 
 
5.8 RECURSOS MATERIALES 
El material necesario para la realización del protocolo de investigación fue: 
• Lápiz / bolígrafos. 
• Hojas blancas tamaño carta 
• Computadora 
• Hojas 
• Expedientes Clínicos 
5.9 RECURSOS FISICOS 
La presente investigación de llevó a cabo en el Hospital Regional Nezahualcóyotl. 
Ubicado en San Juan de Aragón S/N, colonia Vicente Villada, Nezahualcóyotl, 
Estado de México. 
 
5.10 RECURSOS FINANCIEROS 
Los recursos financieros necesarios para la realización del presente estudio corren 
a cargo en su totalidad por el investigador titular. 
 
 
 
 
41 
6.- CONSIDERACIONES ÉTICAS 
El protocolo debe hacer referencia siempre a las consideraciones éticas que fueran 
del caso y debe indicar cómo se han considerado los principios enunciados en esta 
Declaración. El protocolo debe incluir información sobre financiamiento, 
patrocinadores, afiliaciones institucionales, posibles conflictos de interés e 
incentivos para las personas del estudio y la información sobre las estipulaciones 
para tratar o compensar a las personas que han sufrido daños como consecuencia 
de su participación en la investigación. En los ensayos clínicos, el protocolo también 
debe describir los arreglos apropiados para las estipulaciones después del ensayo. 
Con las normas dispuestas en el titulo quinto capítulo único, la cual se apega a la 
declaración de Helsinki, de la Asociación Médica Mundial con principios éticos 
aplicables a las investigaciones médicas que involucran seres humanos, con su 
última modificación en la 59 asamblea general Seúl Corea, en octubre del 2008. 
Cumpliendo con los lineamientos de la Ley General de Salud en materia de 
investigación para la salud., 
Contando con la adecuada utilización de información tomándose toda clase de 
precauciones para resguardar la intimidad de la persona que participa en la 
investigación y la confidencialidad de su información personal. La participación de 
personas capaces de dar su consentimiento informado en la investigación médica 
debe ser voluntaria. Aunque puede ser apropiado consultar a familiares o líderes de 
la comunidad, ninguna persona capaz de dar su consentimiento informado debe ser 
incluida en un estudio, a menos que ella acepte libremente. 
 
 
 
 
 
 
42 
7.- RESULTADOS 
En el presente estudio se incluyó un total de 188 pacientes femeninas con 
diagnóstico de osteoporosis, obteniendo que el 68% de las pacientes se 
encontraban dentro del rango de edad de 50 a 56 años de edad y con el 32% de las 
pacientes en el rango de edad de 57 a 65 años de edad. 
Se observó en estas pacientes que el 3.8 % (7 pacientes) presentaron como 
antecedente algún tipo de fractura. Dentro de estas 7 pacientes el tipo de fractura 
más frecuente fue de muñeca con el 57% (4 pacientes), segundo el fémur con el 
29% (2 pacientes) y finalmente la columna 14% (una paciente). Grafica 1 
 
 
Fuentes: factores de riesgo y frecuencia de fracturas en mujeres con osteoporosis 
 
En cuanto a la descripción de los factores de riesgo presentado en las pacientes el 
de mayor predominancia fue el consumo de café en 122 pacientes, seguido de 
tabaquismo activo con 24 pacientes, posteriormente fármacos con 12 pacientes, el 
más común los esteroides, 10 pacientes presentaron artritis reumatoide y 5 
pacientes con consumo de alcohol. Grafica 2 
 
43 
 
 
Fuentes: factores de riesgo y frecuencia de fracturas en mujeres con osteoporosis 
 
Finalmente se aplicó la escala de FRAX en 181 pacientes que no habían aun 
presentando un antecedente de fracturas; considerando los grupos de edad 
distribuidos se observó que, en el grupo de pacientes de 50 a 56 años, todas las 
pacientes obtuvieron un riesgo elevado (riesgo > 20%) para presentar fractura 
osteoporótica mayor (vertebral, antebrazo y húmero proximal), así como riesgo 
elevado (riesgo > 3%) para presentar fractura de cadera en los siguientes 10 años. 
En el grupo de pacientes de 57 a 65 años se encontró un riesgo elevado para 
fractura osteoporótica mayor (vertebral, antebrazo y húmero proximal), en todas las 
pacientes; así como riesgo elevado (riesgo >3 %) para presentar fractura de cadera 
en los siguientes 10 años. 
 
 
 
 
 
44 
8.- DISCUSIÓN 
En el análisis de los resultados del presente estudio no discierne de lo publicado en 
la literatura, si bien desde antemano ya existía factores de riesgo en la población 
elegida como fue edad, sexo y menopausia, otros aspectos que han aparecido fue 
el alcohol, café, tabaquismo y consumo de fármacos o enfermedades 
concomitantes. Durante los resultados de fracturas más comunes corresponde a lo 
publicado en el estudio de José Adolfo Rodríguez la muestra que utilizo refiere que 
un 29,7% de las mujeres tenía al menos una fractura vertebral, lo que ajustado a la 
distribución por edad de la población mayor de 50 años daría una frecuencia de 
fractura vertebral de 15% en este grupo etario. Este dato es importante, ya que se 
sabe que después de una fractura vertebral el riesgo de tener una fractura no 
vertebral (p. ej., muñeca, húmero, cadera) se duplica o triplica. 
En otro estudio de Ricardo de Felipe denominado “Características clínicas de los 
pacientes con tratamiento para la osteoporosis en un centro de Atención Primaria: 
¿a quién tratamos en nuestras consultas?”. Se presentan los factores de riesgo de 
osteoporosis registrados en la historia clínica, destacando que en la gran mayoría 
de los casos estos datos no constaban en ellas. Un 39,3% tiene registrado un 
antecedente personal de fractura. Los tipos de fractura destacaba la más prevalente 
es la vertebral y que el 72,9% de las pacientes tratadas tienen uno o más 
acuñamientos vertebrales. En un 16,1% existe la fractura como antecedente 
familiar. En las historias que tenían registrada la información referente a la densidad 
mineral ósea destaca que, en el 63,79% de los casos, esta estaba en rango 
osteoporótico. 
 
 
 
 
 
 
45 
9.- CONCLUSIONES 
Hay abundante evidencia de que medidas no farmacológicas y farmacológicas son 
eficaces para aumentar la densidad ósea mineral y para prevenir fracturas, 
especialmente vertebrales, en pacientes con osteoporosis. En cambio, la evidencia 
no es tan abundante para probar que medidas de prevención en pacientes sin 
osteoporosis logren evitarla. 
Primeramente, si siendo el tabaquismo, la ingesta de alcohol y de café factores de 
riesgo, es preciso aconsejar a los pacientes para dejar de fumar y mantener en un 
mínimo el alcohol y el café. Es sabido que los fumadores a la vez suelen ser 
bebedores exagerados de alcohol y de café, por lo que es importante obtener un 
cambio drástico en el estilo de vida. 
La segunda recomendación para prevenir la osteoporosis es mantener una 
adecuada ingesta de calcioy vitamina D. Esta medida de prevención debe iniciarse 
en la infancia y mantenerse a lo largo de la vida. En niños se recomienda una ingesta 
diaria de calcio entre 800 y 1300 mg, y en la postmenopausia al menos 1200 mg/d. 
Las recomendaciones de ingesta de vitamina D van entre 400 y 1000 UI diarias, 
para lograr concentraciones plasmáticas de 25 hidroxivitamina D de 30 ng/mL o 
más. Es difícil conseguir estos niveles de ingesta sólo por la alimentación, por lo 
que casi siempre es necesario indicar suplementos de calcio y vitamina D en la 
postmenopausia. En cambio, en jóvenes es importante recomendar una exposición 
solar mínima, que, sin incidir en el riesgo de cáncer de la piel, permita una adecuada 
síntesis cutánea de vitamina D. 
La tercera recomendación no farmacológica es aumentar el ejercicio físico. El 
ejercicio que más fortalece los huesos es el levantar pesas y el de resistencia; los 
ejercicios de agilidad ayudan a mantener el equilibrio y a atenuar los golpes en caso 
de caídas. 
Sin embargo, es preciso tener presente que para muchas mujeres la observancia 
estricta de estas medidas no farmacológicas es difícil y aunque se cumplan bien, no 
garantizan en todos los casos que más adelante se llegue a la osteoporosis. 
 
46 
10.- REFERENCIAS 
1. Guía de Práctica Clínica: Diagnóstico y Tratamiento de Osteoporosis en el Adulto. 
México: Secretaría de Salud, 2008. 
2. Sweet, M.G., American Family Physician, 2009; 79 (3): 193-200. 
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Sociedad Norteamericana de Menopausia. Revista de Climaterio, 2010; 13 (76): 139 
188. 
4. Clinical Guideline. Screening for Osteoporosis: U.S. Preventive Services Task 
Force Recommendation Statement. Annals of Internal Medicine, 2011; 154: 356-
364. 
5. Gimeno, J.E. Epidemiología de las fracturas osteoporóticas. Mortalidad y 
morbilidad. Revista de Osteoporosis y Metabolismo Mineral, 2010; 2 (supl 4): 55-59. 
6. Gimeno, J.E. Identificación del paciente con alto riesgo de fractura. Revista de 
Osteoporosis y Metabolismo Mineral, 2010; 2 (3): 512-521. 
7. Gallagher, J.C. Prevención de osteoporosis en mujeres posmenopáusicas 
sintomáticas. Revista de Metabolismo Óseo y Mineral, 2011; 9(2): 45-59. 
10. Consenso Iberoamericano de Osteoporosis SIBOMM 2009. Osteoporosis: 
Prevención, Diagnóstico y Tratamiento. Sociedad Iberoamericana de Osteología y 
Metabolismo Mineral, 2009: 1-49. 
11. Rodríguez, P.JA. Prevención de Osteoporosis. Revista Médica Clínica Condes, 
2010; 21 (5): 765-770. 
12. Martínez, L.D. Riesgo de fractura según FRAX, hipovitaminosis D, y calidad de 
vida en una población con fractura osteoporótica atendida en Atención Primaria: 
descriptiva basal de la cohorte VERFOECAP. Revista de Osteoporosis y 
Metabolismo Mineral, 2011; 4: 157-164. 
 
47 
13. Lago, A.A. Prevalencia de osteoporosis en una población abierta de la Ciudad 
de México. Ginecología y Obstetricia de México, 2008; 76 (5): 261-266. 
14. Papanioannu, A. 2010 clinical practice guidelines for the diagnosis and 
management of osteoporosis in Canada: summary. Canadian Medical Association, 
2010; 1-10. 
15. Clinician’s guide to Prevention and Treatment of Osteoporosis. National 
Osteoporosis Foundation, Washington, DC, 2010. 
16. Gimeno, J.E. Escalas de riesgo de osteoporosis. La herramienta FRAX. Revista 
Clínica Española, 2009; 209 (1): 48-54. 
17. Estébanez, S.S. Aplicabilidad de la herramienta FRAX en pacientes con 
Osteoporosis. Revista Clínica de Medicina Familiar, 2010; 3 (2): 83-87. 
18. Roush, K. Prevention and Treatment of Osteoporosis in Postmenopausal 
Women: A Review. Postmenopausal Health, 2011; 111 (8): 26-35. 
19. Del Río, B.L. Evaluación del riesgo absoluto de fractura mediante herramienta 
FRAX en una cohorte española. Revista de Osteoporosis y Metabolismo Mineral, 
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20. Joan, C. Bone and Perimenopause. Obstetrics and Gynecology Clinics of North 
America, 2011: 503-517. 
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Obstetrics and Gynecology Clinics of North America, 2008; 35: 302-315. 
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de Metabolismo Óseo y Mineral, 2010; 8 (5): 152-161. 
 
 
 
 
48 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ANEXOS 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
49 
Valoración del riesgo de fractura y osteoporosis en mujeres posmenopáusicas. 
Adaptación del FRAX (HERF) para México 
 
CUESTIONARIO 
NOMBRE: 
__________________________________________________________________ 
Presencia de Factores de Riesgo de Osteoporosis 
Instrucciones: Lea cuidadosamente cada pregunta, responda en forma breve o 
marque con una "X" la casilla que mejor corresponda con su respuesta. 
 
1.- ¿Cuál es su edad actual? 
 
2.- ¿Alguna fractura previa? SI NO 
3.- ¿Su madre y/o padre han tenido fractura de cadera? SI NO 
4.- Consumo de Glucocorticoides SI NO 
5.- ¿Padece Artritis reumatoide? SI NO 
6.- ¿Actualmente fuma? SI NO 
7.- ¿Actualmente ingiere bebidas alcohólicas? SI NO 
 
	Portada
	Contenido
	1. Marco Teórico Introducción
	2. Planteamiento del Problema
	3. Justificación del Estudio
	4. Objetivos
	5. Metodología
	6. Consideraciones Éticas
	7. Resultados
	8. Discusión
	9. Conclusiones
	10. Referencias
	Anexos

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