Logo Studenta

Identidad-y-diferencia-en-el-indio-americano-de-Bartolome-de-las-Casas

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

I
 
 
 
UNIVE
 FACU
DENTID
AMERI
T
 
P A R A O B
L I C E N
P R
TAPIA R
 
 
ERSIDA
ULTAD D
DAD Y 
ICANO 
E
B T E N E R 
C I A D A 
E S
RUIZ VIC
ASES
 
AD NAC
DE M
 
DE FILOS
 
 
 
 
DIFER
DE BA
CAS
 
 
S
E L T Í T U L
 E N F I
E N
CTORIA 
SOR DE TES
 
CIONAL 
ÉXICO
 
SOFÍA Y L
RENCIA
ARTOLO
SAS 
I
O D E : 
L O S O F
T A
SIS: DR. BEU
 
AUTÓN
LETRAS 
A EN EL
OMÉ D
S
Í A 
A : 
UCHOT PUEN
 MÉXICO
NOMA 
L INDIO
E LAS 
 
NTE MAURIC
O JUNIO 2008
 
 
O 
CIO 
8 
Neevia docConverter 5.1
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea 
objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Dedicada a: 
 Fernanda Tapia Castro 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Neevia docConverter 5.1
 
 
 
 AGRADECIMIENTOS 
 
 A mis padres Efigenia Maribel Ruiz Osorio y Ernesto Tapia Carcaño por darme la 
vida, por su apoyo incondicional, por siempre creer en mí y esforzarse para que pudiera 
cumplir mis sueños. Su ímpetu siempre ha sido el motor que me ha permito levantarme al 
caer, su amor y cobijo aquello que me inspiró para hacer las cosas bien. Porque cada día me 
enseñaron que lo importante es ser felices, vivir en paz, ser buenas personas y cuidarnos 
unos a otros. 
 A mi hermano Ernesto Tapia Ruiz por ser mi compañero y mejor amigo durante 
toda la vida, por siempre ser mi defensor y un ejemplo de lucha y valor. Por ser un pilar en 
mi vida. Y a pesar de que nos separamos para empezar una nueva vida sigue presente cada 
día en mis pensamientos y oraciones. Por darme tanta alegría e ilusión ahora que me hace 
tía. 
 A Jorge Luis Soto Solano, el amor de mi vida, por estar a mi lado ahora y para 
siempre, por creer en mí, por sanarme y enseñarme a nunca desistir. Por mostrarme que no 
importa lo difícil de la jornada de la vida, se debe enfrentar con valor y coraje. Por su buen 
humor, su confianza y cariño. Por siempre estar ahí y compartir mis sueños. También 
agradezco a su mamá Georgina Solano por recibirme en su familia. 
 A toda mi familia, en especial a mi tío y hermano Efraín Ruiz Osorio quien estuvo 
ahí para motivarme y cuestionarme cuando fue necesario; a mis abuelos, los que están y el 
que no por formar a esta gran familia. 
 A la Doctora Ana Luisa Guerrero por todo su cariño y confianza, además de la 
formación académica que me dio. Por ofrecerme su amistad en tiempos difíciles y ser un 
ejemplo de vida. 
Neevia docConverter 5.1
 
 
 
 
A mis amigos Bruno Herrera por todo lo que vivimos y seguimos viviendo, a 
Alejandro Pedraza por su gran apoyo y amistad, a Donovan Hernández por su ayuda, a 
Dayanira García por su buen humor, a Norma Angélica por su ternura, a Sebastián Magaña 
y Paulina Cabrera por el pasado. 
 Al Centro de Estudios Clásico por prestarme un espacio para desarrollarme como 
filósofa y como ser humano. A Adriana, Lupita, Lorena, Karina y la Dra. Vargas. 
Al Dr. Mauricio Beuchot por acepar dirigir este trabajo y todos los miembros del 
jurado por su tiempo y atenciones. 
 Un especial agradecimiento a la Universidad Nacional Autónoma de México que 
por medio de la DGAPA me otorgo una beca para elaboración de tesis de licenciatura como 
parte del proyecto PAPIIT IN/403507-2: “Hacia una perspectiva analógica de la realidad 
humana en la historia”, parte de las actividades académicas del Seminario de 
Hermenéutica; la cual me permitió la elaboración del presente trabajo. 
 
 
 
Neevia docConverter 5.1
 
 
ÍNDICE: 
 
INTRODUCCIÓN 
Metodología (Hermenéutica de la Historia y Analogía) 
CAPÍTULO I: Concepción universal del hombre 
1.1 Esencia humana: racionalidad 
1.2 Entendimiento y voluntad 
1.3 Causas esenciales para el entendimiento humano 
1.4 Predicados esenciales de la naturaleza humana 
1.5 Finalidad del hombre 
1.6 Tres tipos de Prudencia 
Capítulo II: Los indios como miembros de la naturaleza humana 
2.1 La imagen del indio en Europa 
2.2 Cómo acontece la esencia humana en los indios: entendimiento 
2.3 La Prudencia en el indio 
2.4 Sociedad temporalmente perfecta en los indios 
2.5 La evangelización del indio 
2.6 Negación del indio como imagen del bárbaro 
Capítulo III: La universalidad del derecho natural 
3.1 Justicia e injusticia aristotélica 
3.2 Justicia y derecho natural en Las Casas 
3.3 El derecho natural como fundamento del derecho positivo y derecho de gentes 
3.4 La defensa por la libertad del indio 
Capítulo IV: Reconocimiento del indio 
Neevia docConverter 5.1
 
 
4.1 El indio como miembro de la Historia 
4.2 Afirmación y reconocimiento de la cultura en el indio 
4.3 Empatía con el vencido 
4.4 La analogía en el pensamiento lascasiano 
CONCLUSIÓN 
BIBLIOGRAFÍA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Neevia docConverter 5.1
 
 
INTRODUCCIÓN: 
 
 
 
 
En 1492 Cristóbal Colón arriba a América produciendo en la conciencia europea un 
sin número de interrogantes1. No sólo es un nuevo territorio también tiene nuevos 
habitantes. Ya para el siglo XVI, los españoles planeaban extender el catolicismo entre los 
pueblos recién descubiertos en el Nuevo Mundo y someterlos al régimen de los Reyes de 
Castilla y León con el objetivo de hacerlos vivir de acuerdo a lo que determinarían como 
razón. Hubo una seria atención a la naturaleza de los pueblos que iban encontrando, se 
abrió la pregunta por la identidad de los habitantes nativos, y cuál sería el trato justo, 
produciendo así un profundo análisis entorno a la naturaleza del hombre2. La importancia 
de la cuestión radicaba en que conforme se hacían descubrimientos y se colonizaba, crecía 
la pregunta en torno al trato adecuado de estos habitantes, a quienes se les designó el 
nombre de indios americanos3. Para poderles designar una legislación, y por lo tanto saber 
dar un manejo apropiado, era fundamental establecer cuál era su naturaleza. 
La opinión acerca de la naturaleza de los indios estaba dividida, específicamente 
en cuanto a su capacidad de raciocinio, adaptación a la forma de vida de los españoles, y 
competencia para recibir la fe cristiana. La primera respuesta de España será designar al 
otro, al indio, la etiqueta de bárbaro. Sin embargo, pensadores como Francisco de 
 
1 No podemos exponer la postura de las demás naciones conquistadoras (Inglaterra, Francia, Portugal), baste 
con decir que España marcó la pauta en lo concerniente al terreno de la conversión y la civilización, siendo el 
ejemplo a seguir, debido a que, para 1572, superaban al resto de las naciones europeas al llevar más de medio 
siglo en América practicando la evangelización. 
2 Es un hecho bien conocido que la conquista fue un evento violento, no intento decir que todos los españoles 
hayan reflexionado en torno a la justicia del acto. No hubo una postura española unitaria, sin embargo, 
filósofos y teólogos como los de la Universidad de Salamanca, realmente debatieron la naturaleza del indio en 
aras de la defensa moral. 
3 Si bien existieron muchos nombres para los habitantes nativos de América, durante este trabajo se les 
designa el como indios americanos, ya que es Bartolomé de las Casas quien se refiere a ellos de esta manera. 
Neevia docConverter5.1
 
 
Vitoria4, Domingo de Soto5 y Bartolomé de las Casas6 ponían en tela de juicio la 
legitimidad de la expansión colonial en las Indias y la esclavización del indio. 
Concretamente, Las Casas se basará en dos premisas fundamentales del cristianismo: 
todos los hombres son iguales ante Dios, y lo cristianos son responsables del bienestar de 
sus hermanos, no importando lo lejanos que estén. La postura lascasiana hacía prevalecer 
los preceptos de cristianismo como motores de las relaciones entre los pueblos. 
Esta investigación se centra en la pregunta acerca del otro recién descubierto desde 
la perspectiva particular de Bartolomé de las Casas, quien debatirá acerca de la naturaleza 
del indio americano como ser idéntico al español por formar parte del linaje humano, y 
diferente por poseer una cultura propia. Además mostraremos que al teorizar sobre la 
naturaleza de los indios tuvo repercusiones en la práctica, permitiéndole denunciar y 
condenar los mecanismos opresores con que se habían llevado a cabo la conquista. Por 
otra parte, aboga por el derecho a la libertad y la igualdad de los pueblos oprimidos, 
condenando la conquista bajo el principio esencial de igualdad del género humano. 
 Exploraremos la postura filosófica de Bartolomé de las Casas frente a la Historia, 
primordialmente a través de la Apologética Historia Sumaria, como el vivir humano y 
los modos de ese vivir. No obstante, también complementaremos la investigación 
remitiéndonos a Historia de las Indias, Del único modo de atraer a todos los pueblos a la 
 
4 Vitoria sostiene en Relecciones del estado, de los indios y del derecho de la guerra que el emperador Carlos 
V no tenía ningún título originario a la conquista de América, por la razón básica de que el emperador no es el 
dueño o soberano de todo el mundo. 
5 En su releeción De dominio, Soto aborda el tema del dominio por el que alguien es dueño de algo. Señala, 
específicamente, que ni el papa ni el emperador tienen poder universal. 
6Aunque Francisco de Vitoria, Domingo de Soto y fray Bartolomé de las Casas son los principales 
cuestionadotes de España, la lucha por el indio se vio representada en la teoría y la praxis por otros 
pensadores. e.g. Tomás de Mercado (Cfr. Suma de tratados y contratos) trata el tema de la esclavitud 
sosteniendo que es un comercio perverso que debía prohibirse. Igualmente, el obispo Don Vasco de Quiroga 
aboga por el derecho a la educación, trabajo digno y oficio de los indios. Fray Alonso de la Vera Cruz (Cfr. 
De dominio infidelium) defendió el derecho de los indios a tener posesiones. En la segunda mitad del siglo 
XVI, Fray Juan Ramírez peleó contra la esclavitud describiendo las atrocidades que sufrían los indios. 
Neevia docConverter 5.1
 
 
verdadera religión y Brevísima relación de la destrucción de las Indias. Además 
expondremos su idea de esencia humana, de naturaleza humana, con la finalidad de 
encontrar una Antropología que sea capaz de definir qué entendía Las Casas por 
comunidad, y así poder abordar el problema filosófico de la identidad y la diferencia en la 
Nueva España del siglo XVI, donde trataremos, específicamente, de responder a la 
pregunta de quién era el indio americano y qué postura se debía tomar frente a él. 
Mostraré cómo Las Casas abogó por los derechos fundamentales (civiles, políticos y 
humanos) de las comunidades indígenas sosteniendo que hay una degradación del ser 
humano al producir la ausencia de estos derechos esenciales. 
 En el planteamiento de Las Casas, como teoría que forma parte de un pensamiento 
teológico y filosófico, se encuentra una visión de la Historia y la Antropología que dan 
sustento a una perspectiva original y específica de la comunidad en torno al problema 
filosófico más importante en el marco de Iberoamérica en el siglo XVI: el elemento 
nativo, el indio americano. El rescate o salvación de almas7 fue un impulso legítimo para 
los evangelizadores católicos quienes por medio de la conversión dotaron al indio de la 
espiritualidad católica-romana y, por lo tanto, lo integraron a la comunidad, al menos en 
un nivel trascendental. 
La importancia de este trabajo radica en que existe una necesidad en el área de la 
Filosofía de la Historia y la Filosofía de la Religión de exponer el pensamiento 
novohispano, específicamente el pensamiento lascasiano, para dar razón de aquellas 
posturas filosóficas que han contribuido a una idea de comunidad que tiene en cuenta al 
“otro”. Encontrar dicha base ayudaría a entender el entorno en el cual se ha desarrollado 
 
7 La salvación es el proceso por el que el hombre se libera de la perdición y el pecado. Pues esto es causa de la 
separación del hombre de Dios, y la raíz de todo mal. Por lo tanto, la salvación es la liberación del estado de 
pecado y sus consecuencias. 
Neevia docConverter 5.1
 
 
la Historia de México como cultura heredera de un pasado indígena y español. Además, la 
lucha por comprender y aprender a convivir con pueblos de diferente color y costumbres 
está presente no sólo en las necesidades de Latinoamérica, sino en las de todo el mundo. 
La validez y vigencia de los valores que defendía fray Bartolomé de las Casas siempre 
están presentes. Aún existen disputas en torno a la igualdad y dignidad del género 
humano, el disfrute pleno de los derechos humanos, civiles y políticos; el diálogo con las 
comunidades diferentes, la universalidad de la justicia, entre otros. La importancia del 
pensamiento lascasiano descansa en el hecho de que forma parte de una tradición de 
preocupación y defensa por el hombre. Volver la vista a éstas reflexiones permitirá 
ayudarnos a comprender el presente. 
Sería imposible sostener que la conquista no fue violenta, de hecho significó la 
degradación y destrucción de toda una cultura. Estamos hablando de un proceso militar, 
donde el vencido es oprimido y obligado a doblegarse ante el vencedor. Frente a esta 
situación, es necesario retomar la Historia desde una postura crítica, como fue la de Las 
Casas, para darle voz a la cultura vencida. Además, acusar el atropello es recordarlo, para 
poder evitar que vuelva a ocurrir en el presente y en el futuro. La vigencia de las 
indagaciones lascasianas, en torno a su defensa por el hombre y su derecho a libertad, 
radican en que la intervención de un pueblo en asuntos de otro, por los motivos que sean, 
debían ser estipulados con absoluto respeto. Derecho que si bien en teoría ha sido 
aceptado por todas las naciones, en la práctica se ha visto disminuido e ignorado. 
 
 METODOLOGÍA 
 
 Hermenéutica de la Historia y Analogía 
Neevia docConverter 5.1
 
 
 
 Según Gaos, hay dos formas de considerar la Historia de la Filosofía en México: 
como Historia y como Historiografía. La primera se refiere a los acontecimientos que 
impulsaron el pensar filosófico en México; mientras que la segunda son los relatos de esa 
serie de eventos e ideas. Podemos vislumbrar que no se está hablando únicamente de 
crónica, hay un proceso crítico de interpretación y valoración del relato; de tal manera que 
la Historia acompaña nuestro escribir filosófico por medio de la <<Filosofía de la 
Historiografía>> y una <<Filosofía de la Historia>>. 
 La <<Filosofía de la Historiografía>> compone todas las herramientas 
conceptuales filosóficas que nos permiten escribir la Historia. El historiador o 
historiógrafo toma de la Filosofía (como cosmovisión que interpreta y evalúa) los 
términos de metodología y teoría del conocimiento. La Filosofía aplica la Lógica para 
crear una metodología, a su vez, otorga los criterios epistemológicos para evaluar y 
validar los testimonios históricos, logrando determinar cuándo estamos frente a un 
conocimiento verdadero. Además, la Filosofía se vale de otra de sus ramas que provee 
esclarecimiento y guía para procesary entender los textos o documentos históricos: la 
Hermenéutica, específicamente, la Hermenéutica histórica. 
 La Hermenéutica es una disciplina que nos permite evaluar y comprender la 
Historia en su dimensión práctica y especulativa. Es un comprender y evaluar que nos 
permitirá construir una <<Filosofía de la Historia>>. Hablamos de un proceso complejo: 
por medio de la investigación se reúnen los documentos históricos, los cuales requieren un 
estudio crítico que juzgue su autenticidad y pertinencia; también se necesita determinar 
una significación del pasado desde el presente y viceversa; además de establecer una 
asociación de relaciones causales entre los hechos de la Historia. 
Neevia docConverter 5.1
 
 
 La Historiografía posee dos elementos fundamentales: la comprensión y la 
explicación. Sin embargo, no son operaciones que se den por separado, sino que es a 
través de la Hermenéutica que ambos se fusionan para poder complementarse 
mutuamente. Entonces, en la medida en que entendamos a la <<Filosofía de la 
Historiografía>> como una labor interpretativa- explicativa, estamos hablando de 
Hermenéutica. 
 La Hermenéutica es la disciplina filosófica que interpreta textos, entendiendo por 
texto al escrito, dialogado o a cualquier acto significativo. Esta investigación se vale de 
textos históricos y filosóficos que se prestan a múltiples interpretaciones, entonces, cómo 
puede la Hermenéutica evitar caer en el relativismo absoluto. Para responder a esta 
pregunta, tendríamos que especificar que no estamos hablando de una Hermenéutica 
equívoca, la cual permite cualquier clase de interpretación; tampoco podemos ir al 
extremo y establecer una Hermenéutica unívoca donde sólo es aceptada una significación. 
Existe un término medio: la Hermenéutica analógica, la cual permite varias 
interpretaciones pero con límites que permiten un estatuto de rigor en la interpretación. 
Dicha Hermenéutica brinda a las distintas disciplinas lineamientos que regulen la 
actividad interpretativa, aspirando a trasladar los textos al contexto del intérprete. En el 
caso del texto histórico, rodeado de polémicas al ser interpretado, podemos encontrar un 
criterio que nos permita poner límites a la gran gama de sentidos que se le pueden dar a un 
texto. 
Para poder explicar cómo es que Las Casas fue capaz de responder a los dos 
conceptos que titulan este trabajo, a saber: identidad y diferencia, he decidido usar como 
Neevia docConverter 5.1
 
 
recurso de interpretación la hermenéutica analógica8, que, como ya hemos mencionado 
arriba, es una postura intermedia entre lo unívoco y lo equívoco, entre literal y lo alegórico. 
La significación análoga oscila entre el ideal inalcanzable de imposición de un único 
sentido (univocismo) y la apertura al relativismo y multiplicidad caótica de sentidos 
(equivocismo). Por definición aunque lo análogo busca la similitud entre las cosas, en 
realidad respeta y prepondera la diferencia. Para ello requiere de una dinámica de apertura 
que requiere la analogía metafórica, de atribución y de proporcionalidad. La primera es 
impropia, dos cosas distintas se relacionan con algo similar, como cuando decimos “llueve 
en tus ojos” donde la lluvia del ambiente y las lágrimas del hombre se relacionan; la 
segunda implica jerarquías, donde hay un analogado principal que tiene atribuciones más 
propias y otros secundarios, como “limpio” se imputa a los objetos, lugares, personas, 
animales, alimentos, amistades, valores, actitudes, etc. Podemos usar el término con 
diferentes significaciones: un lugar limpio por ser libre de polvo, una manzana limpia por 
no tener bacterias, una mujer limpia debido su castidad, o un niño limpio a causa de su 
inocencia; la tercera se relaciona con términos que tiene un significado en parte común y en 
parte distintos “el tenis es al corredor lo que la zapatilla de ballet a la bailarina”. Las 
características anteriores de la analogía aplicadas a la interpretación nos permiten ser 
concientes y aceptar varios sentidos en un texto, pero deben estar establecidos de manera 
jerarquizada, en otras palabras, que se abra un abanico de interpretaciones, pero que 
siempre haya algunas que sea más importantes debido a su objetividad. No se cierra a que 
sólo haya una interpretación válida, o que todas son igualmente válidas. Permite que haya 
 
8La postura que retomo está basada en la propuesta filosófica del Dr. Mauricio Beuchot: hermenéutica 
analógica. Cfr. Tratado de Hermenéutica analógica, 1997; Perfiles esenciales de la hermenéutica, 2005b; 
Lineamientos de hermenéutica analógica, 2006a; Puentes hermenéuticos hacia las humanidades y la 
cultura, 2006b; Compendio de hermenéutica analógica, 2007. 
 
Neevia docConverter 5.1
 
 
varias interpretaciones posibles (mas no todas). 
 Esta investigación recurre a un texto en específico de Las Casas: la Apologética 
Historia Sumaria, el cual, por su contenido histórico y filosófico, abre una amplia gama a 
la labor hermeneuta, a la interpretación. Dicha obra expone el interés de Las Casas por 
incorporar al indio a la comunidad cristiana debido a que forma parte de la humanidad y, 
por lo tanto, es poseedor de racionalidad. Para lograrlo primero es necesario exponer la 
idea lascasiana de esencia humana. La importancia de la indagación entorno a la esencia 
radica en que Las Casas retoma la escolástica donde la primera propiedad de las cosas es 
la definición o esencia. Dicha exposición se encuentra incorporada en el capítulo uno 
titulado: “Concepción universal del hombre”9. Posteriormente, abordamos cómo se 
aplican dichas características al indio americano, con el fin de demostrar que, 
efectivamente, participan de la esencia humana en plenitud. Esto es desplegado en el 
segundo capítulo: “Los indios como miembros de la naturaleza humana”. Una vez que 
sean delimitados los márgenes de naturaleza humana, será momento de abordar los 
derechos y deberes que se desprenden de esta concepción. Es por ello que el tercer 
capítulo, “La universalidad del derecho natural”, nos plantea la pregunta por el deber y 
derecho de los pertenecientes al género humano, tanto del indio americano, dando énfasis 
a sus derechos, como del español, resaltando sus obligaciones frente a su prójimo. 
Después, el capítulo IV, “Reconocimiento del indio”, expondrá la postura lascasiana 
frente al indio, como un ser diferente por ser poseedor de una cultura, y por lo tanto, 
respetable; pero ante todo, esencialmente igual por formar parte del linaje humano. 
 En esta lectura del pensamiento lascasiano no se puede dejar de lado el contexto 
 
9 Es importante aclarar que Bartolomé de las Casas no define propiamente lo que es el ser humano. Es a lo 
largo de la exposición de la naturaleza del indio en la Apologética… y de las distintas fuentes filosóficas e 
históricas que abordan el pensamiento lascasiano, que es posible construir dicha concepción. 
Neevia docConverter 5.1
 
 
particular en el que se despliegan sus investigaciones. Las intenciones de Las Casas están 
encaminadas a denunciar y erradicar la matanza de indios, un fin ante todo Ético, para ello 
se vale de una Antropología filosófica que expone las características esenciales del ser 
humano. Además, a partir de su Filosofía del hombre formula, dentro de los márgenes de 
su concepción, un derecho natural, ley natural o iusnaturalismo. Una vez planteada su 
postura Ético- Metafísica, ya que no le da tanta importancia a la Filosofía Política 
(derecho positivo y derecho de gentes), Las Casas hace una lectura cultural, social y 
esencial acerca del indio, acepta sus diferencias, dándoles el juicio de valiosas y logrando 
una integración, en lugar de destrucción. Expondremos que lo radical del pensamiento 
lascasiano, frente a la respuesta de su época, descansa en su capacidadpara combinar la 
escolástica tomista y el humanismo renacentista español. De la primera retomó la 
concepción universal del hombre por ser criatura divina; mientras que de la segunda, la 
dignidad humana en sí misma y más allá del cristianismo. Así, logra encabezar una 
defensa por el hombre sin distinción de nacionalidad, como lo expondremos a lo largo de 
este trabajo.10 
 
 
 
 
 
 
 
10 Debo aclarar que sólo expongo a Bartolomé de las Casas después de su conversión en 1514 posterior al 
famoso sermón del padre Antonio de Montesinos. Ya que antes de esta fecha, Las Casas estaba lejos de 
encabezar la defensa de los indios, de hecho, era un colono más poseedor de un repartimiento de indios. 
Neevia docConverter 5.1
 
 
Capítulo I: Concepción universal del hombre 
 
 En el siglo XVI España encabezaba el movimiento de la Contrarreforma en 
Europa, mientras lograba concretizar su necesidad de expansión y dominación sobre el 
Nuevo Mundo, donde el primer impulso colonizador fue la conversión al catolicismo del 
elemento nativo: el indio. “El católico ponía sobre la mesa su propuesta de salvación para 
todo el género humano, sin distinción.” (Mayer, 2000, 34). Cuáles serían los medios para 
dicha empresa evangelizadora, sería la pregunta que los intelectuales, a través de la 
teología y la filosofía, intentarían contestar. La problemática era amplia, ya que giraba en 
torno a un nuevo elemento: el indio, el otro; el cual a su vez había sido conquistado, ahora 
era el desposeído, el vencido. 
 Esta tarea intelectual y filosófica fue asumida con firmeza por fray Bartolomé de la 
Casas, quien a lo largo de su vida estuvo en búsqueda de la justicia para el indio, inmersa 
a su vez en su lucha por el hombre mismo. La importancia de esta indagación radica en el 
reconocimiento de la dignidad humana en aquellos a quienes se les ha alienado dicha 
dignidad. Para poder determinar la dignidad humana es necesario el desarrollo de una 
Filosofía cimentada en una Antropología filosófica o Filosofía del hombre, que 
profundice entorno a la naturaleza humana. Así pues, una vez que Las Casas logra definir 
lo humano, trascendiendo al individuo para formar parte de lo universal o comunitario), es 
capaz de hacer una defensa de la dignidad humana y el derecho natural que surge de ella. 
Con esto presente, este primer capítulo consiste en presentar cómo determinó el padre Las 
Casas la naturaleza humana teniendo presente que sólo en la medida en que ésta sea 
expuesta entenderemos su filosofía en torno al hombre y la justicia y, por lo tanto, la 
defensa que hizo por la dignidad del indio. 
Neevia docConverter 5.1
 
 
 
 1.1 Esencia humana: racionalidad 
 
Como ya hemos mencionado, Bartolomé de las Casas desarrolla una filosofía del 
hombre dentro de la cual busca los fundamentos para establecer una naturaleza humana. 
Para lograr dicho fin, recurre a dos fuentes imprescindibles: Aristóteles y Santo Tomás. 
Sin embargo, es remarcable a su vez la influencia del humanismo (por ejemplo, Vitoria) 
que predominaba en la época. Es así que Las Casas consigue fusionar su formación 
escolástica y humanista estableciendo una Filosofía del hombre, cuyo principal objetivo 
era responder al cuestionamiento acerca de qué clase de hombres eran los indios. Por lo 
que es importante exponer la idea de hombre de nuestro autor pues sólo a partir del 
estudio de la naturaleza humana misma, es capaz de determinar los derechos y deberes 
que competen al hombre, intentando dar una respuesta a la pregunta de qué hacer con el 
elemento nativo americano. 
De acuerdo a los escolásticos, la primera propiedad de una cosa es su definición, 
su esencia, es por ello que Las Casas define al ser humano, siguiendo a Aristóteles (Cfr. 
Metafísica, libro alpha), como un <<animal racional>>, entonces, la animalidad y la 
racionalidad le son inherentes, en otras palabras, ningún hombre puede carecer de 
racionalidad. Esta definición funda la idea de unidad de toda la humanidad, ya que todos 
los hombres, sin excepción, ni jerarquías, participan de ella. Además, Las Casas, 
valiéndose de su influencia escolática, agregará el hecho de que los hombres tienen un 
principio común y han sido creados a semejanza de Dios, quien ha determinado que en su 
esencia esté la racionalidad. De esta definición podemos deducir que todos los hombres 
son iguales, independientemente de su raza o credo; para Las Casas, las diferencias entre 
Neevia docConverter 5.1
 
 
los humanos son accidentales, no substanciales. “La unidad específica del hombre se 
sigue del concepto <<racional>>, que define al ser humano.” (Beuchot, 1994a, 34). Es 
evidente que los pueblos 
son diferentes pues se manifiestan en distintos contextos, sin embargo, para Las Casas, 
estas diferencias no disuelven la unidad básica que comprende la especie humana, 
teniendo como consecuencia que no pueda concebir pueblo, linaje o criatura que no posea 
racionalidad. 
 
1.2 Entendimiento y voluntad 
 
Ahora, es necesario definir a qué se refería Bartolomé de las Casas cuando 
afirmaba que el ser humano era un <<animal racional>>. La animalidad consistía en la 
corporalidad, mientras que “La racionalidad implica que el hombre tiene razón, y que su 
apetito podrá ser racional; es decir podrá constituirse como voluntad.” (Beuchot, 1994a, 
34). El hombre posee conocimiento racional o entendimiento y voluntad (apetito 
racional). Entonces, fundamentalmente, la razón comprende al entendimiento y la 
voluntad formando así el libre albedrío, siendo éste el principio de las acciones humanas 
que siempre están dirigidas a un fin, del cual hablaremos más tarde, “el entendimiento y el 
apetito racional, que es la voluntad, son principios de los actos y operaciones humanas“ 
(Las Casas, 1967a, 225). El entendimiento humano es inmaterial y la voluntad es libre, 
ambos constituyen la naturaleza humana, donde Las Casas encuentra la dignidad del 
hombre. Sin embargo, existen acciones en el hombre que no están sujetas a la voluntad y a 
la razón, éstas son las operaciones de las potencias vegetativas, como el comer y el 
respirar, dichas operaciones no son propiamente humanas, sino naturales. 
Neevia docConverter 5.1
 
 
Es así, que podemos afirmar que Las Casas entiende al hombre como una 
conjunción de cuerpo y alma; y al estar hecho a semejanza de Dios (rasgo proveniente del 
pensamiento escolástico) es que es poseedor de una gran dignidad (característica del 
humanismo renacentista) expresada en su entendimiento y voluntad. En otras palabras, tal 
dignidad, en un nivel Ontológico, descansaba en lo racional del hombre; mientras que por 
parte de la Teología, la dignidad provenía de ser creatura de Dios, quien a su vez lo había 
proveído de racionalidad. Para Las Casas, el hombre es dueño de sus acciones pues cuenta 
con el libre albedrío, el cual está integrado por entendimiento y voluntad. El hombre 
piensa por medio del entendimiento; averiguando e indagando, gracias a la razón, y al uso 
de la deliberación de la voluntad. Y es por ello que tiene la capacidad de decidir y ser 
responsable de sus acciones. 
 
1.3 Causas esenciales para el entendimiento humano 
 
 Una vez que hemos planteado que el ser humano tiene una naturaleza corporal- 
espiritual, es necesario ahora analizar los atributos o componentes de la razón, unos son 
esenciales y otros propios. Comencemos por la disposición natural para los actos de 
entendimiento, esta habilidad está compuesta de seis causas fundamentales o esenciales, la 
primera es la influencia de los cielos, con la cual Las Casas expone que los cuerpos 
celestiales intervienen indirectamente en el ánima humana; dicha influencia no es otra que 
la disposición de los cuerpos “según la capacidad del cuerpo es el término de la naturaleza 
del ánima en los hombres” (Las Casas, 1967a, 116). El ánima se caracterizapor ser 
siempre la misma según la especie y pertenecer a un solo cuerpo. Tan diversos son los 
cuerpos como las ánimas y con ello se explica que haya hombres con ánima más perfecta 
Neevia docConverter 5.1
 
 
que otros. Se establece la importancia de esta causa aduciendo que Dios precisa a un 
ánima de gran perfección, poseedora de todas las virtudes, comenzando por el cuerpo, 
siendo éste proporcional al ánima. Las Casas enfatiza el hecho de que ningún ánima nace 
siendo buena moralmente, sólo es innata la habilidad, el buen entendimiento y la buena 
inclinación de la voluntad; es por ello que hay hombres más entendidos que otros, sin 
embargo, eso no implica que las ánimas tengan diferencias específica, la diversidad 
material de los cuerpos es totalmente accidental, no produce diferencias en la especie. 
 La segunda causa esencial para el entendimiento humano es la disposición y 
calidad de la región en que se ejerce la influencia celeste. Basándose en Aristóteles, Las 
Casas expone la importancia de las tierras templadas para el buen desarrollo del ingenio 
humano, mientras que los lugares extremos, fríos o cálidos, son poco favorables. Sin 
embargo, esta distribución territorial es material y corpórea, mientras que el 
entendimiento humano es inmaterial y la voluntad es libre; ninguna de las dos depende de 
los cuerpos celestes, mas que de manera accidental, con lo que se quiere decir que 
independientemente del clima, las elecciones humanas son libres, hay un libre albedrío, 
por lo tanto, es responsabilidad de la voluntad elegir si se es vicioso o virtuosos. Cabe 
resaltar que en esta época el medio ambiente natural era considerado fundamental para la 
influencia sobre las mentalidades, ya que, dependiendo de la pureza del aire, por ejemplo, 
se determinaba lo que era el hombre. 
 La tercera causa compete a la proporción de los miembros del cuerpo y de los 
órganos de los sentidos interiores y exteriores, ya que el cuerpo es instrumento del ánima 
y por lo tanto, es proporcional a ésta. El entendimiento tiene como órgano fundamental la 
cabeza pues contiene al cerebro que está dividido en 4 potencias o sentidos interiores: 
sentido común, imaginación o fantasía, memoria cogitativa o estimativa y memoria 
Neevia docConverter 5.1
 
 
sensitiva o memorativa. Es por medio de los sentidos exteriores (ver, oír, oler, gustar y 
tocar), los cuales también tienen su sección en el cerebro, que el entendimiento recibe las 
imágenes y las procesa por los sentidos interiores. Esto ocurre gracias a los cinco sentidos 
exteriores que reciben la experiencia sensible más rudimentaria; éstas son recibidas y 
encausadas por lo sentidos interiores: lo sensible se vuelve imaginativo, y es procesado 
por la memoria cogitativa; posteriormente interviene el intelecto que, siguiendo la teoría 
aristotélica, se divide en dos: intelecto agente e intelecto paciente o posible. El primero 
convierte a lo imaginativo para poder ser procesado por el intelecto posible el cual, a su 
vez, formula conceptos elaborados. Así, los miembros y los sentidos son decisivos para el 
pensamiento, ya que influyen de una manera inmediata en las facultades e inclinaciones 
del alma. Por ello, Las Casas da gran importancia a la buena hechura de la cabeza pues es 
en ella donde confluyen las operaciones de la razón. 
 Como ya se ha dicho, es por naturaleza que los hombres estén dispuestos para ser 
intelectivos o de buen entendimiento, esto requiere el buen uso de las potencias o 
principios arriba mencionados. Las potencias en sí mismas son limpias, puras, libres y 
fuertes para servir al entendimiento de lo sensible, concurren en ellas causas naturales y 
accidentales; las naturales corresponden a la buena disposición de los órganos y miembros 
corporales (cabeza), mientras que las accidentales son: 
 
 a) sobriedad y templanza de comer y beber 
 b) abstinencia de las afecciones a las cosas sensibles y viciosas 
 c) moderación de las solicitudes y cuidados de las cosas temporales 
 d) carencia y huida o de industria: ira, tristeza o de otras pasiones semejantes 
 
Neevia docConverter 5.1
 
 
El entendimiento es incorpóreo por naturaleza e igual en todo tiempo, el defecto de éste 
proviene de las potencias, aquel que alcance mejores órganos y tenga más limpias las 
potencias tiene mejor entendimiento. En el caso de las potencias accidentales es la 
moderación la clave para impulsar la buena inteligencia. 
 La cuarta causa esencial para el entendimiento es la clemencia, templanza y 
suavidad de los tiempos, lo cual depende del territorio o lugar donde resida el hombre. 
Siguiendo a Ptolomeo y Aristóteles, Las Casas expone que según la diversidad de la tierra 
y su clima, serán los ingenios e inclinaciones de los hombres. Se creía que los climas 
influían en los humores de los individuos, y estos a su vez, intervenían en sus facultades. 
Así, los tiempos templados son ideales para el desarrollo del intelecto, pues no hay 
turbaciones en los cuerpos. 
 La quinta causa esencial es la edad de los padres. En este punto, la Apologética se 
remite a las causas anteriores donde se resalta la importancia de cuerpos bien formados 
para alcanzar un alto grado de nobleza y entendimiento, y para que éstos tengan dichas 
propiedades, es necesario que quienes los hayan engendrado, a través del matrimonio, 
tengan edad adecuada. En el caso de las mujeres es entre los dieciocho y veinte años y en 
los hombre de treinta y seis a treinta y siete años; de lo contrario, habrá inconvenientes: 
cuando los padres son muy niños no pueden desarrollarse plenamente en sus actividades 
por falta de fuerzas, además de que los niños nacidos no tienen temor reverencial, son mal 
disciplinados. Por otra parte, al contraer matrimonio las parejas muy jóvenes son poco 
hábiles y de poca prudencia en el regimiento de un hogar y el buen desempeño de la 
economía. En cuanto a las mujeres en específico, las muy jóvenes no son capaces de 
tolerar el dolor y muchas veces mueren. Los hijos nacen con cuerpos chicos, delicados y 
con poca fuerza, en consecuencia, tienen poca vida. Por ello sentencia Las Casas: 
Neevia docConverter 5.1
 
 
 
porque [si] nacen de grandes cuerpos las criaturas es por la virtud de la materia 
seminal del engendrador, pues como en los muchachos falta la virtud en la dicha 
materia, porque aún no ha llegado a su perfección, de necesidad se ha de seguir la 
imperfección de la criatura de si de otra parte accidentalmente no se cumpla 
aquel defecto. (Las Casas, 1967a, 159) 
 
 
Tampoco es recomendable engendrar en la vejez ya que cuando crecen los hijos, lo padres 
no tienen fuerza para instruirlos y los hijos son inhábiles para ayudarlos. 
 La sexta causa esencial consiste en la sanidad de los mantenimientos, con lo se 
explica que el desarrollo y buen funcionamiento del entendimiento requiere comer y 
beber con templanza y sobriedad, elegir los alimentos óptimos y no excederse, ya que 
éstos afectan a las complexiones de los hombres, las cuales recaen sobre la inteligencia. 
Las Casas, retomando a Hipócrates, expone y explica la clasificación que determina 
qué hombres están más dispuestos al entendimiento por medio de las complexiones 
causadas por cuatro humores que hacen a cada persona tener una disposición individual. 
La primera es el humor melancólico, asociado con el frío, la sequedad, la tierra y el otoño; 
la segunda el humor flemático: frío, húmedo, relacionado con el invierno y el agua; la 
tercera es el humor sanguíneo: cálido, húmedo, empalmado con el verano y el aire; la 
cuarta es el humor colérico: cálido, seco, empalmado con el fuego y el verano más cálido. 
De las cuatro complexiones, la colérica es la que está mayormente inclinada a los actos 
del entendimiento, seguida por la sanguínea, la melancólica y por último, la flemática ya 
que es la más agraviada por la pesadumbre y corrupción resultado de sus grandes cuerposy grosidad de espíritu. 
La conjunción de estas características harán de Las Casas un pensador 
Neevia docConverter 5.1
 
 
comprometido con una concepción del hombre determinada y definida, que fundamenta 
una antropología filosófica definida. 
 
1.4 Predicados esenciales de la naturaleza humana 
 
Las Casas agregará dos predicados esenciales que provienen de la naturaleza 
humana: la sociabilidad y la religiosidad “lo primero que surge de la naturaleza humana es 
la sociabilidad” (Beuchot, 1994a, 55), entonces, un atributo del hombre inherente e 
innegable, por naturaleza, es ser sociable. La sociabilidad expone al hombre como un ser 
que sólo puede satisfacer sus necesidades en la medida en que esté en contacto con los 
demás. Remitiéndose a Aristóteles “resulta manifiesto que la ciudad es una de las cosas 
que existen por naturaleza, y que el hombre es por naturaleza un animal político” 
(Política, 1253a). Si el hombre es por naturaleza sociable, dicho predicado refuerza la 
definición de hombre como <<animal racional>> ya que es gracias al instinto o apetito 
natural y la razón que busca la asociación con otros seres humanos. 
 De esta concepción del hombre, Las Casas retoma la necesidad de conjunción 
entre hombre y mujer para preservar la especie, si bien dicha pulsión es compartida con 
las demás especies, el hombre traspasa lo animal para asociarse en pequeños grupos 
denominados familias, las cuales se asocian a su vez con otras para conformar una 
comunidad, llamada pueblo, ciudad, reino, etc. cuyo fin es satisfacer las necesidades 
propias de la subsistencia, pues el individuo no puede bastarse por sí mismo ya que una 
sola persona no puede tener todos los oficios. 
 El segundo predicado consiste en la búsqueda de Dios y el derecho a rendirle 
culto. Para la escolática retomada por Las Casas, debido a que el hombre está hecho a 
Neevia docConverter 5.1
 
 
imagen y semejanza de la divinidad, en un acto de amor, el Señor determinó beatificar que 
mientras los hombres vivieran corporalmente conocieran y amaran a Dios. Para lograr 
dicho fin, que es el último y más perfecto, Dios puso una lumbre natural intelectual para 
servirlo y adorarlo. Y ya que todo tiene una inclinación natural a su fin, las criaturas 
siempre lo buscarán. La luz natural es el entendimiento que llaman los teólogos 
entendimiento agente que es una impresión que se deriva de Dios. El entendimiento nos 
permite conocer que hay un Dios al que hay que servir, que sea uno o muchos no se puede 
definir fácilmente ya que excede la capacidad del entendimiento “la variedad de religiones 
del mundo, no impedía para las Casas reconocer en todas un fondo de unanimidad en la 
adoración del Dios único y verdadero”. (Losada, 1986, 173). Y es que debido a la 
naturaleza infinita de Dios, es difícil conocerlo. Así pues, el conocimiento que se alcance 
por la lumbre natural (conocimiento natural) es muy vago, Santo Tomás lo llama conocer 
simpliciter y lo define como un conocimiento común pero confuso. Es gracias a este saber 
propio de los hombres, que todas las naciones han realizados cultos y sacrificios a lo que 
consideran Dios, así expresa Las Casas: 
 
Es verdad luego que todos los hombres del mundo, por bárbaros, incultos y 
silvestres y aparatados en tierra o en isla y rincones del mundo que sean, 
naturalmente por la lumbre de la razón y del entendimiento agente, con un 
cognoscimiento confuso y universal, no claro ni distinto, sin tener lumbre de fe 
cognoscen que hay Dios (Las Casa, 1967a, 375) 
 
 Para Las Casas, la misma racionalidad obliga al hombre a buscar la verdad y el bien, “ya 
que la vida entera cognoscitiva que tiene el hombre se ordena al conocimiento de Dios” 
(Beuchot, 1994a, 42). La verdad y el bien tienen su mayor expresión en la religiosidad, 
Neevia docConverter 5.1
 
 
pues el Bien supremo y la Verdad máxima están en Dios. Sin embargo, para llegar a este 
conocimiento no sólo está la vía natural, sino se requiere de la vía de la enseñanza o 
predicación. Si bien el conocimiento natural es imperfecto y rudimentario, es el 
fundamento para la fe verdadera. Y es en la medida de que está presente en el hombre que 
puede adquirirse el conocimiento de Dios por medio de la predicación. Por ello sentencia 
dice Las Casas: 
 
La creatura racional ha nacido con aptitud para ser movida, conducida, dirigida y 
atraída blandamente, con dulzura, con delicadeza y suavemente, por su libre 
albedrío, de modo que voluntariamente escuche, voluntariamente obedezca, 
voluntariamente se adhiera y se someta. (Las Casas, 1990, 25) 
 
Una vez más se apela a la naturaleza del hombre pues no importa si son bárbaros y 
brutales, mientras tengan uso de razón, tendrán capacidad de instrucción y doctrina. 
 
1.5 Finalidad del hombre 
 
Para Las Casas la razón humana discierne entre el bien y el mal en el obrar. Esto es 
gracias a que Dios fijo algunos preceptos naturales claros en ella, imposibles de ignorar 
por el entendimiento; estos principios natos son los fines de las virtudes morales, cuyo 
máximo objetivo radica en lograr el bien humano, este bien consiste en que el hombre 
viva según la razón. Dichos principios son los que comprenden la ley natural contenida en 
un hábito que los teólogos llaman sindéresis: <<haz el bien y evita el mal>>. “Esta ley 
natural se encuentra entre todos los hombres, tanto cristianos como pagano” (Lewis, 1988, 
406), además contiene los medios para poder alcanzar el fin, guiados por los fines 
Neevia docConverter 5.1
 
 
secundarios, ya que de la misma manera en que guía en las cosas especulativas, sirve para 
llegar al fin último, y tiene razón de principio en las cosas operables que deben obedecer 
los hombres. 
 
Y porque todo agente se pretende obrar por algún fin como parece en el 2° de los 
Phisicos, y por consiguiente, por algún bien, porque el fin tiene razón de bien, de 
aquí es que todas las cosas apetecen y desean. (Las Casas, 1967a, 212) 
 
Para Las Casas bien y fin están implicados necesariamente, en la medida en que todo 
busca su propio fin, está buscando un bien, y esto es el primer precepto de la ley natural. 
Si seguimos al pie de la letra las consecuencias de esta tesis, hay una inclinación natural 
por el bien, de la misma manera que huimos del mal. Basados en este juicio se fundan los 
mandatos que integran la ley natural que la razón práctica entiende cómo bienes humanos. 
Aquello a lo que la razón humana se incline es lo bueno, y por consiguiente es digno de 
ser perseguido hasta alcanzarlo, y lo malo será evitado, de tal manera que a todo lo que 
naturalmente se incline el hombre es lo que debe ser tomado como ley natural dentro de 
la cual hay un orden de preceptos: 
El primer precepto es la conservación de la vida, prueba de ello es que el hombre 
se busca todo aquello que le permita resguardarla, por ejemplo: comer o buscar la cura de 
alguna enfermedad que le acontece; y como también tiene el impulso de huir de la muerte, 
se defiende de cualquier agente que quiera despojarlo de la vida o quitarle el sustento 
necesario para sobrevivir. El segundo precepto es la preservación de la especie, es por ello 
que macho y hembra se conjugan para la procreación, educación y crianza de los hijos. El 
tercer precepto es vivir en sociedad, donde el hombre busca todo aquello que le permita 
estar en armonía con los demás, dándoles el mismo trato que quisiera recibir de ellos. 
Neevia docConverter 5.1
 
 
 
1.6 Tres tipos de Prudencia 
 
Ya que en la razón se encuentran impresos los medios para alcanzar el fin, se 
requiere una virtud en el hombre: la prudencia, la cual aplica los principios universales a 
las cuestiones operables y dispone de los medios para llegar a dicho fin. Para ello 
requieren de tres actos que se le atribuyen: el primero es el consejo, que consiste en 
inquirir, buscar y racionar. El segundo es juzgar los medios para aquelloque se inquirió. 
El tercero, el principal acto de la prudencia, mandar, que consiste en la recta aplicación de 
las cosas inquiridas. 
De acuerdo a la variedad de los fines se diversifican los hábitos, y la conjunción de 
los diversos fines hacen el bien propio de un solo hombre, de la familia y de la ciudad, es 
por ello que, retomando a Aristóteles, existen tres tipos diferentes de prudencia: 
monástica, económica y política; la primera consiste en el grado de prudencia con que se 
rige cada hombre para consigo mismo, es individual; la segunda que presupone a la 
monástica, pues es el grado de prudencia con que el hombre desempeña su regimiento en 
la casa, por lo que también es llamada casera o de la comunidad más próxima; y la tercera 
que manifiesta el regimiento de los hombres entre sí, abarcando a la comunidad de la 
sociedad (que puede ser nacional o internacional), exponiendo los actos del buen juicio. 
Esta última se divide a su vez en dos: la primera es la concerniente a la construcción de 
leyes convenientes al bien público, llamada arquitectónica y propia de los gobernantes. La 
segunda aborda la ejecución de las leyes y atañe a los ciudadanos. 
 “Aquestas tres partes de la prudencia son partes subjetivas” (Las Casa, 1967a, 
214) con ello Las Casas afirma que la prudencia presupone el uso de la razón y el 
Neevia docConverter 5.1
 
 
entendimiento, implicando que cualquier hombre que goce del uso de la prudencia y su 
aplicación a la ley natural está, necesariamente, dotado de racionalidad. Además, en la 
adquisición de estas prudencias, unos pueblos han sido educados por otros. 
La prudencia se compone de tres elementos: memoria de las cosas pasadas, 
inteligencia de las presentes, y providencia de las que están por venir. En cuanto a lo que 
acontece a las cosas pasadas y las del presente se determina cómo se ha de actuar en las 
que provengan, es por ello que la providencia es la más importante pues es la que ordena 
los actos que se han de llevar a cabo para alcanzar un fin; a su vez, requiere de rectitud del 
juicio para conseguir el recto orden y aplicación de los medios. Para Las Casas si los 
hombres no tuvieran consideración del fin, ni hicieran uso de la prudencia, no tendrían 
orden ni razón en los medios, y por lo tanto, jamás alcanzarían el fin (monástico, 
económico y político); es gracias a la razón y al uso de la deliberación de la voluntad que 
el hombre tiene la capacidad y la responsabilidad de decidir acerca de sus acciones. 
Podemos afirmar que Las Casas concibe a la humanidad como una unidad 
específica, ya que todos los hombres cumplen con la definición de animal racional. De 
esta concepción corporal- espiritual del hombre surge la idea de si el hombre opera 
voluntariamente regido o iluminado por la razón, entonces hay un libre albedrío, y por lo 
tanto el hombre es libre pues sus elecciones son tomadas de forma conciente y 
responsable. Además, para satisfacer sus necesidades, requiere estar en sociedad. Por 
último, hay una natural inclinación a la religiosidad, pues “De la racionalidad se deriva la 
búsqueda de la verdad, de la libertad se deriva la búsqueda del bien, y de ambas la 
religiosidad, pues el la búsqueda de la Máxima Verdad y el Bien Supremo, que es Dios” 
(Beuchot, 1994a, 36). 
Las Casas Afirmaba que el linaje humano es uno sólo “todos los hombres no sólo 
Neevia docConverter 5.1
 
 
eran iguales por naturaleza, sino semejantes por su origen sobrenatural” (O’ Gorman 
(introducción), 1967a, LXVI). Es fundamental haber expuesto la disertación de Las Casas 
en torno a la naturaleza humana pues en ella encuentra un conjunto de atributos necesarios 
del hombre que producen ciertas necesidades en él, las mismas que generan a su vez 
ciertos derechos. Estos derechos son básicos pues surgen de las características mismas del 
hombre, por lo tanto serán inalienables y estarán fundados en los que Las Casas llamará, 
siguiendo la tradición escolástica, derecho natural, y este es el tema a tratar en nuestro 
siguiente capítulo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Neevia docConverter 5.1
Capítulo II: Los indios como miembros de la naturaleza humana 
 
2.1 La imagen del indio en Europa 
 
En 1547, Ginés de Sepúlveda redacta Tratado sobre las justas causas de la guerra 
contra los indios en el cual expone cuatro causas que justifican la guerra contra los indios, 
siendo éstas: 1) Inferioridad natural de los indios; 2) impedir los cultos satánicos y 
sacrificios humanos; 3) salvar a las futuras víctimas de sacrificios; 4) Propagar el 
evangelio. La causa primera y tercera se basan en el derecho natural; mientras que la 
segunda y cuarta son de origen religioso, ambas tesis presuponen que el indio no 
abandonaría su religión de forma voluntaria. La primera tesis, sustentos de las demás, 
establece como verdad necesaria que los indios son inferiores por naturaleza por las 
siguientes razones: no poseen ciencia ni escritura, no establecen monumentos que den 
testimonio de su historia, no tiene leyes escritas, practican canibalismo, sacrificios 
humanos e idolatría, son libidinosos e incontinentes, desconocen la propiedad privada, son 
cobardes y tímidos. Agrega, además, que si practican algún comercio o construyen casas, 
no es prueba alguna de civilización, sino de que no carecen completamente de razón. En 
pocas palabras, para Sepúlveda, el indio es una representación viviente del bárbaro, que 
no importando cuanto se le pueda cambiar, jamás podrá ser considerado como un igual 
“Todo el <<mundo>> imaginario del indígena era <<demoníaco>> y como tal debía ser 
destruido. Ese mundo del Otro era interpretado como lo negativo, pagano, satánico e 
intrínsecamente perverso.” (Dussel, 1994, 70) 
La postura de Sepúlveda fue la que predominó en la época, es por ello que Las 
Casa dedica toda la obra Apologética Historia Sumaria a la defensa del indio como ser 
Neevia docConverter 5.1
provisto de razón, implicando así que como miembros de la especie humana debían de 
contar con las mismas cualidades intelectivas del resto de la especie, específicamente 
europeos; por lo que no se podría hablar de inferioridad y superioridad en uno y otro, sino 
de iguales: Criaturas de Dios provistas de entendimiento y voluntad; y como tales son 
capaces de llegar al fin último de la especie. 
 
Lo que se ventila, entonces, no estriba en aclarar si el indio es o no es hombre, lo 
que nadie duda, sino en determinar si lo es plenamente, o para decirlo de otro 
modo, en determinar el grado en que se realiza en él la esencia humana (O’ 
Gorman, 1989, 74.) 
 
2.2 Cómo acontece la esencia humana en los indios: entendimiento 
 
Ya hemos establecido la pauta para poder afirmar cuándo un hombre goza de 
entendimiento y por lo tanto, es capaz de producir actos de buena razón. Es menester 
ahora exponer cómo fueron aplicadas dichas causas a los indios. 
La primera causa, influencia de los cielos, afirma Las Casas se cumple en las islas 
Indianas (habitualmente se refiere a las Antillas y la Nueva España) pues los cielos y 
estrellas influyen favorablemente en la templanza y amenidad, provocando así que sus 
habitantes sean proporcionados en los miembros, inteligentes, ingeniosos, racionales, de 
buena capacidad y entendimiento; por lo que se concluye que debieron recibir de Dios y 
de la naturaleza buenas y nobles ánimas. 
La segunda causa esencial para el entendimiento humano es la disposición y calidad 
de la región en que se ejerce la influencia celeste. Para esto, Las Casas realiza una amplia 
Neevia docConverter 5.1
descripción territorial de las Indias1, exponiendo que son tierras templadas y moderadas, 
fácilmente comparables con las islas Europeas (Inglaterra, Sicilia y Creta); por lo que se 
entiende que la nobleza de la tierra permite a los habitantes pleno gozo de razón e ingenio. 
 Para la tercera causa, proporción de los miembros del cuerpo y de los órganos de 
los sentidosinteriores y exteriores, encontramos una extensa descripción acerca de la 
proporción adecuada de los cuerpos de los indios, belleza del rostro y los gestos, simetría 
adecuada de la cabeza, peso apropiado y óptimo desarrollo de los sentidos exteriores: 
oído, gusto, tacto, olfato y vista, lo cual los hace propensos a sentir dolor si se les infringe. 
Dichas características son innatas y naturales, concluyendo así que poseen las cualidades 
necesarias para la nobleza de ánima. 
De la misma manera, los indios poseen pleno desarrollo de los órganos interiores: 
sentido común, imaginación, cognición y memoria sensitiva; además, las causas 
accidentales son considerablemente satisfechas, la sobriedad en la templanza de comer y 
beber se encuentra en la cotidianidad de la vida del indio, si bien había banquetes y 
rituales donde la bebida abundaba, Las Casas expone que en las culturas es común esta 
práctica y favorece los lazos de amistad y sociedad. Acerca de la abstinencia de las 
afecciones a las cosas sensibles y viciosas, el indio usa sus propias mujeres con el fin de la 
preservación de la especie, y no para salir de los límites de la razón; es aseado y cubre su 
cuero. En torno a la moderación de las solicitudes y cuidados de las cosas temporales, las 
actividades laborales son cumplidas con el objetivo de satisfacer el sustento diario. Para la 
cuarta causa accidental, carencia y huida o de industria: ira, tristeza o de otras pasiones 
semejantes; los indios son descritos como mansos, honestos y con un amplio sentido de la 
 
1Cfr. Apologética Historia sumaria, capítulos 24 y 30 
Neevia docConverter 5.1
hermandad, ya sea entre ellos o con los mismos españoles, el humor que le corresponde es 
el sanguíneo lo cual los hace durar poco en la tristeza, son suaves al hablar y están 
dispuesto a las artes. 
 En cuanto a la cuarta causa esencial, clemencia, templanza y suavidad de los 
tiempos, la ubicación de las Indias es ideal pues es templada, muy limpia y remota de 
malas vecindades, logrando así que sus habitantes sean de admirable complexión y 
buenos para el entendimiento pues aunque haya algunas personas de poca habilidad, son 
casos particulares que no representan a toda la provincia. 
 Por lo que respecta a la quinta causa esencial, edad de los padres, Las Casas 
justifica el matrimonio joven en las tierras indianas, ya que los inconvenientes citados por 
el mismo autor, no aplican a la condición de vida de los indios, pues son moderados en los 
actos conyugales por lo que no pierden la fuerza ni la vida, los hijos procreados, por su 
misma naturaleza dócil y humilde, muestran respeto a sus padres aunque sean jóvenes; en 
lo concerniente al cuidado del hogar y la economía, son moderados gracias a su escasa 
riqueza; las mujeres son fuertes y resisten los dolores, además lo apacible del clima ayuda 
al sano y pleno desarrollo de los miembros, prueba de ello es que los habitantes de las 
Indias son longevos. 
 Lo que atañe a la cuarta característica esencial, sanidad de los mantenimientos, los 
indios son moderados en los manjares que comen, además de que éstos son en gran 
medida provenientes de la tierra: legumbres y raíces, por lo que su entendimientos no se 
ve menoscabado. 
 
 
2.3 La Prudencia en el indio 
Neevia docConverter 5.1
 
Hemos esbozado a grandes rasgos qué es a ley natural y cómo se ve expresada a 
través del esquema aristotélico de las tres especies de prudencias (monástica o individual, 
económica o doméstica y política o civil), llegando a la conclusión de que el ser humano 
está dotado de libre albedrío y en esa medida es un ser racional dueño de sus actos. Es 
menester ahora, continuando con la demostración de la racionalidad del indio, exponer la 
aplicación de Las Casa a dichos atributos, consiguiendo exaltar su dignidad humana, a 
través de sus obras y logros culturales y sociales. 
De acuerdo a la prudencia monástica, y siguiendo la ley natural, el hombre se 
inclina al bien de sí mismo siendo la mayor expresión de esta facultad, la conservación de 
la vida. Las Casas establece una historia universal donde, en un principio, los seres 
humanos se veían propensos a la muerte pues no tenían comida, refugio o ropas; es en la 
medida en que se ve necesitado e impulsado por la inclinación a la vida que descubre los 
medios para sobrevivir: empieza alojándose en cuevas y después descubre cómo hacer 
casas; se alimenta de yerbas para luego probar los frutos y la carne; y posteriormente 
vestirse con pieles. Los indios forman parte de este proceso, al igual que el resto de la 
humanidad, y mediante el uso de la prudencia, tuvieron que buscar los medios para la 
sustentación de la vida, desarrollando industrias como la pesquería, agricultura y caza; 
resguardándose en habitaciones construidas por ellos, y vistiéndose apropiadamente según 
el clima. 
La segunda inclinación, conjunción de macho y hembra y crianza de los hijos, los 
hombres, a diferencia de las bestias, deciden tomar a una mujer por medio del 
matrimonio, encontrando en ella ayuda en la crianza de los hijos y compañía, 
estableciendo así un lazo de comunicación; si el hombre no llevara a cabo esto, no podría 
Neevia docConverter 5.1
perpetuar la especie, y el fin último jamás sería realizado. En el caso de los indios, esta 
inclinación es manifiesta ya que, haciendo uso de la razón, establecieron matrimonios, 
alcanzando la conservación individual y de especie prueba de ello son las inmensas 
poblaciones y reinos. 
Por lo que respecta a la segunda prudencia, económica, Las Casas expone que una 
vez que se ha consolidado el matrimonio, es indispensable la rectitud y buena gobernación 
de la familia, logrando así el fin que consiste en la provisión de las cosas necesarias para 
la vida y la propagación del linaje. 
 
todas las casa y familias de estas indianas gentes eran por sí cuanto era posible en 
las cosas necesarias de la vida y propagación y conservación humana suficientes y 
muy bien proveídas. Pues las gentes que de la manera susodicha gobernaban y 
regían y proveían sus casa y familias, manifiesto es que cognocían el fin de sus 
ayuntamientos (Las Casas, 1967, 234). 
 
Esta cita permite vislumbrar una imagen de los indios como plenos en el uso de la 
prudencia económica: poseían viviendas, realizaban prácticas agrícolas, pero sobre todo 
tenían una estructura familiar funcional: las mujeres se encargaban de las tareas 
domésticas y la alimentación de los hijos; mientras los hombre proveían al hogar de todo 
lo necesario e intervenían en la educación de sus hijo. Al tener una casa próspera y 
abundante se sentían felices; conociendo así el fin de la compañía y lograron establecer y 
ordenar los medios para llegar a dicho fin. 
Los seres humanos tienen ciertas necesidades que deben satisfacer para no sólo 
sobrevivir, sino bien vivir; el cumplimiento de éstas no sería posible si el hombre intentara 
ejecutarlas por su primera compañía, integrada por el hombre, la mujer, los hijos y las 
Neevia docConverter 5.1
posesiones económicas; sino que también requiere otras cosas que le garanticen una vida 
segura, en consecuencia tiene la necesidad de la segunda compañía que no es otra cosa 
sino la sociedad, aquí está la importancia de la prudencia política. En esta ciudad, el 
hombre va a encontrar la satisfacción de bienes materiales y los bienes morales, que son 
las virtudes. 
Siguiendo a Aristóteles, Las Casas da prioridad a esta última prudencia, que es 
muy compleja, ya que una perfecta policía establece que los hombres vivan en ella con 
pleno goce y mandato de su voluntad. El motivo radica en que el principal objetivo de la 
voluntad es inclinarse al fin de la vida humana en torno al cual giran sus acciones y 
conversaciones políticas, con lo que, de acuerdo a las diversas maneras de llegar al fin, 
variará la conversación política.Si se da mayor valor al poder y la riqueza, establecerán 
una sociedad en torno a la cual los hombres puedan vivir con deleites y riqueza; pero los 
que encuentran el fin en la virtud, vivirán pacíficos y seguirán la ley de Dios, y es gracias 
al régimen de las leyes divinas y de la razón que se logra la perfecta vida cristiana y, por 
lo tanto, la salvación; fuera de esta sociedad no existe la redención pues el fundamento y 
principio de ella es la fe católica. Los pueblos bárbaros jamás podrán tener perfección 
debido al desconocimiento de Dios, es por ello que jamás podrán alcanzar la salvación y 
abundarán en defectos. 
Los indios infieles, faltos de doctrina y de fe, no podían tener por fin el premio que 
tienen los fieles después de esta vida gracias a la felicidad especulativa, la cual consiste en 
las ocupaciones y ejercicio pleno del entendimiento: la contemplación de la sustancia 
separadas o espirituales y cosas divinas; tampoco poseen otra de las felicidades activas, la 
civil, que comprende la prudencia y otros actos de las virtudes morales. Sin embargo, 
antes de la llegada del Evangelio, los indios tuvieron otros fines como vivir en paz con 
Neevia docConverter 5.1
cada uno y en armonía con los suyos, por lo que finalmente todas sus obras se 
enderezaban. El motivo radica en que todas las cosas criadas desean alcanzar el bien que 
les es conveniente, en consecuencia desechan todo aquello que impida llegar al fin; esto 
sólo se puede alcanzar mediante la paz, que es la convivencia ordenada, y por ello hay 
tranquilidad en los estados. Para Las Casas, si los indios tenían paz, había entre ellos 
justicia legal e injusticia particular, por lo que se concluye que vivían con pleno uso de la 
voluntad, y sus repúblicas y policías eran perfectas para ellos, por lo tanto, tenían la 
capacidad de gobernarse correctamente a sí mismos. 
Siguiendo a San Agustín2, la ciudad perfecta no consiste en muros o edificios, sino 
en la compañía pacífica entre los ciudadanos. Es en este contexto que se puede hablar de 
justicia como los miembros de una ciudad contentos con lo suyo, obrando y viviendo en 
paz y amor, sin ofensa ni injuria a otros. Así, los indios viven bajo estas características, 
teniendo casas humildes y tomando del mundo únicamente lo necesario, estimando lo 
demás como superfluo y excesivo, como lo dice Las Casa: 
 
aunque por muchas partes destas Indias las gentes dellas no tengan los pueblos y 
ayuntamientos cercados, ni edificios muy preciosos y torres muy levantadas, como 
vivan en paz y unidad y conformidad, no dejan de ser sus pueblos, villas, lugares y 
ciudades; bástales vivir con congregación muchos vecinos (Las Casas, 1967a, 241) 
 
2.4 Sociedad temporalmente perfecta en los indios 
 
Ha quedado explicado cómo es que en Las Casas es suficiente para que una 
 
2 Cfr. Ciudad de Dios 
Neevia docConverter 5.1
república sea perfecta, que los habitantes vivan en voluntad y abundancia de las cosas 
temporales, logrando así conseguir el fin último, en las ciudades que carecen de fe y 
conocimiento de Dios, que es la felicidad de la vida social. 
 
Las Casas concluye que la característica esencial de la verdadera república es la 
justicia. Por justicia significa una disposición en cuya virtud cada ciudadano está 
contento con su parte, tiene el poder necesario para llevar a cabo su trabajo en la 
república y vive pacíficamente con los otros ciudadanos. (Lewis, 1988, 362) 
 
Es claro que dichas sociedades aunque sean justas, no pueden aspirar más que alcanzar la 
paz y la conservación de la ciudad, entonces, es en estos términos que podemos hablar de 
prudencia y buena razón en los Indios quienes, aunque carecen de la fe católica, pueden 
ser evaluados por el sistema de las seis partes, según Aristóteles en la Política3, que se 
requieren para que una comunidad sea considerada autosuficiente y pueda preservarse por 
mucho tiempo. Dichas partes son: labradores que cultiven la tierra, proveyendo el 
mantenimiento de la ciudad; artífices que ejerzan los oficios necesarios para la ciudad; 
hombres de guerra que defiendan de los enemigos exteriores; ricos hombres para el 
intercambio y promoción de las guerras; sacerdotes para servir al culto divino; jueces para 
impartir justicia. 
Tratemos el caso de los labradores: son descritos por Las Casas como gente de 
naturaleza pacífica y no deseosos de lo ajeno ni de hacer daño al otro, esto es debido a que 
siempre están ocupados. En las Indias, la gran mayoría de la población se dedicaba a la 
agricultura, favorecida por el buen clima, satisfaciendo así las necesidades primarias, de 
 
3 Capítulo 7 y 8 
Neevia docConverter 5.1
tal suerte que no se vio hambre entre los indios hasta la llegada de los españoles. 
En los que concierne a los artesanos, los indios eran conocedores de los oficios 
para hacer y conservar sus casas, además de ayudar a sus vecinos. Había escribanos, 
albañiles, alfareros, carboneros, leñadores, joyeros, pintores, etcétera. La maestría y 
perfección con que realizaban sus trabajos era muestra de su ingenio y habilidad, 
demostrando, unas vez más, su capacidad de entendimiento y el pleno uso de las potencias 
interiores y exteriores. Así dice Las Casas: 
 
si las obras buenas de las manos son manifiesto testimonio de los buenos ingenios 
y entendimientos, como parece en todas las artes mecánicas, que cuanto más 
primas salen las obras, tanto más vivos y de mejores juicios juzgamos los oficiales 
(Las Casas, 1967a, 335) 
 
El tercer requisito de una sociedad perfecta es que posea guerreros, quienes deben 
defender a la ciudad de enemigos ajenos que quieran invadirla, o de los mismo ciudadanos 
que no obedezcan la ley establecida. En el caso de las Indias, la mayoría eran labradores, 
por lo que cuando se presentaba una afrenta eran capaces de operar como guerreros. Sin 
embargo, existía una reducida casta que se dedicaba únicamente a la guerra, eran 
poseedores de grandes honores de acuerdo a su desempeño y valor. Además, no actuaban 
arbitrariamente, sino que había ciertas reglas en batalla, por ejemplo no se mataba al 
enemigo sino se llevaba prisionero ante el gobernante para ser sacrificados. 
 Por lo que respecta al cuarto requisito de una sociedad perfecta, presencia de 
hombres ricos, es considerada necesaria su existencia pues son un elemento de auxilio 
para la ciudad en los casos de guerra. En las Indias, los reyes y señores eran poseedores de 
riqueza entendida como abundancia en monedas, sin embargo, para Las Casas, la 
Neevia docConverter 5.1
verdadera riqueza radica en la fortuna natural y era claro que los indios gozaban de ella, 
por lo que en su administración era fundamental el intercambio de las cosas necesarias 
para la vida. 
La quinta exigencia para una sociedad perfecta es la existencia del sacerdocio que 
se encarga de ejecutar los oficios de culto y servicio divino. Ya se ha mencionado 
previamente la importancia del culto a lo divino pues es propiedad fundamental de lo 
humano, según Las Casa, es inherente a las ánimas racionales el conocimiento de que hay 
algo superior y para poder hallarlo, Dios añadió la potencia racional e intelectual y la 
lumbre natural compuesta de dos potencias nobles: concupiscible e irascible, su nobleza 
radica en que son simples afectos libres de pasión ni alboroto del ánimo, están reguladas 
por la razón por lo que son actos de la voluntad. Es así que el ánima tiene tres virtudes 
naturales o potencias: racional, concupiscible e irascible; su función en conjunto radica en 
llegar al fin del conocimiento divino. Por separado, el objetivo de lo racional es la 
búsqueda de la verdad, principalmente la Divina; el de la concupiscible es la suavidad y el 
deleite; el de la irascible es impedir todo aquello que sea contrario a la concupiscible,ocupándose de las cosas arduas y difíciles. La potencia racional se caracteriza por estar 
siempre insatisfecha y es por ello que invariablemente está llena de opiniones y creencias, 
independientemente de que sean verdaderas o falsas; la concupiscible constantemente 
posee deseos y deleites, y la irascible persistentemente hace servicio y honra a lo que 
debe. 
Si dichas potencias funcionan correctamente, la racional tendrá el conocimiento de 
Dios, la concupiscible llegará a la suprema y primera bondad y suavidad, y la irascible 
hará reverencia a la divinidad. Así, la conjunción de las tres logrará el divino y verdadero 
culto de Dios, llamado latría. Sin embargo, ya que todos los hombre nacemos ignorantes, 
Neevia docConverter 5.1
aunque las potencias están presentes, deben ser cultivadas para llegar al fin, de lo 
contrario no se logrará la verdad divina y se establecerán ídolos en su lugar, a esta clase 
de culto se le llamará idolatría. Y es que debido a que los sentidos interiores que son la 
imaginación o fantasía, y el sentido común, o exteriores, pueden ser perturbados y se 
dejan engañar, es que es posible distorsionar el juicio del entendimiento y la razón. Dicho 
engaño es producto ya sea por industria humana, supuestos magos que se valen de trucos; 
fenómenos inexplicables en la naturaleza; o demonios. Es por ello que no es de extrañarse 
que civilizaciones tan cultas, como la egipcia, romana y griega, hayan errado en el culto. 
 Las Casas expone que en las Indias existe un culto a los dioses complejo y lleno 
de ceremonias, sacrificios, templos, ministros, sacerdotes y grandes reverencias; que no 
pueden ser más que la expresión de la prudencia, delicadeza de juicio y viveza del 
entendimiento; sus potencias, aunque erradas en el contenido, estaban presentes en su 
cotidianeidad, llenas de contenido y desarrolladas plenamente. 
El sexto requisito de toda sociedad temporalmente perfecta es que haya jueces y 
gobernante, la importancia de este tópico radica en que sólo un buen gobierno puede ser 
autosuficiente, esto es, únicamente si poseen buenas y justas leyes y costumbres, se 
constituirá un regimiento útil y la comunidad será estable, llegando así al fin de la 
conservación independientemente del conocimiento y culto al verdadero Dios. Esto es 
posible gracias a que, como ya se ha dicho arriba, la ley natural, la cual nos inclina 
naturalmente al fin, es común a todos los hombres. 
Sólo en las grandes ciudades y poblaciones se pueden dar las seis calidades antes 
mencionadas, las cuales son expresión de la prudencia y razón política con que los 
hombres se gobiernan para alcanzar el fin de la conservación. En el caso de las Indias, 
ésto se cumple perfectamente pues remitiéndose a los testigos de la época, Las Casas 
Neevia docConverter 5.1
asevera que las ciudades son grandes y muy pobladas. Sin embargo, se observa que en 
algunas poblaciones las casas están esparcidas pero es debido a que la tierra no es llana o 
por la pobreza voluntaria de los habitantes; esta última no es por falta de razón, sino por 
su buen juicio. Así, no teniendo sirvientes, se ubican cerca de los recursos naturales 
necesarios, viviendo aparatados. Remitiéndose a la Política de Aristóteles, se expone que 
la pobreza causa que los hombres vivan separados, pero no por ello dejan de vivir en 
sociedad y cumplir con los mandatos de sus gobernantes. Además, Las Casas plantea que, 
en un principio, todos los humanos se encontraban en un estado de naturaleza, donde 
solían vivir esparcidos, no por falta de razón, sino por no tener conciencia de las 
necesidades y comodidades que se podían satisfacer viviendo en sociedad. Es por ello que 
al pasar el tiempo, los hombres comenzaron a reunirse en haciendas para salvaguardarse 
de los peligros, construyendo muros y cercas. Y así sentencia Las Casas: 
 
Por manera que no se sigue de necesidad que porque se hallen gentes solas o 
acompañadas, juntas desparcidas en montes o valles, pocas o muchas, en tierras 
malas o buenas, por eso sean privados de razón y por bestias estimadas, pues por 
este camino, y primero con rudeza, sin experiencia, poco a poco experimentando 
las cosas comenzaron y comenzamos a ser prudentes, sotiles y políticas todas las 
naciones. (Las Casas, 1967a, 248) 
 
Lo que está implícito aquí es la idea acerca de un principio común donde el 
hombre poseía rudeza y simplicidad, no tenía estructura económica ni política y carecía 
del conocimiento de Dios. Es gracias a la persuasión que se les pudo llevar a un buen 
orden doméstico y manso porque para Las Casas todas las naciones del mundo están 
conformadas por hombres, quienes están formados a semejanza de Dios, y como especie 
Neevia docConverter 5.1
tienen la misma esencia, la racionalidad o libre albedrío producto del entendimiento y la 
voluntad. Es así que podemos hablar de que el linaje es uno sólo, todos los hombres 
pertenecen a la misma especie y tuvieron un origen común. Además, ningún hombre nace 
educado, y es en ese tenor que todos deben ser guiados y ayudados. 
 
Todas las naciones del mundo tiene entendimiento y voluntad, y lo que de ambas a 
dos estas potencias en el hombre resulta que es el libre albedrío, y por 
consiguiente, todas tiene virtud y habilidad o capacidad y a la buena inclinación 
natural para ser doctrinadas, persuadidas y atraídas a orden, y razón, y a leyes, y a 
virtud, y a toda bondad (Las Casas, 1967a, 258) 
 
La doctrina es fundamental, pues el desarrollo de la racionalidad es un proceso 
gradual que requiere tiempo, trabajo y deliberación. Cuando el hombre nace, hace uso 
pleno de las obras sensoriales gracias a los sentidos exteriores, por lo que no necesita guía 
para desarrollar estas actividades; sin embargo, la razón se comienza a vislumbrar 
propiamente hasta los nueve y doce años, así que sus actos son más complejos y requieren 
de entrenamiento, educación y persuasión. 
 
2.5 La evangelización del indio 
 
El texto evangélico de San Mateo dice: “Id y enseñad a todas las naciones, 
bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”. Es por ello que el 
9 de junio de 1537, el Papa Paulo III expide la bula “Sublimis Deus”, la cual aprobaba la 
evangelización en las Indias. Como ya hemos dicho en el capítulo anterior, Las Casas 
sostiene que Dios ama a la raza humana de tal manera que fue la única especie que dotó 
Neevia docConverter 5.1
con la capacidad de alcanzar a Dios. El hombre fue creado para gozar de la felicidad de la 
vida eterna, que sólo se puede conseguir siguiendo al evangelio. Si el hombre tiene 
capacidad para recibir la fe, no puede haber creatura que posea entendimiento y a la vez 
carezca de la facultad para recibir esa fe. Entonces, todos los hombres, sin excepción, son 
capaces de recibir la doctrina del cristianismo. Por ello, el indio tiene derecho a la 
evangelización. 
Para Las Casas lo más importante era la integración de los indios al cristianismo; 
la unión a la cultura europea era secundaria y una derivación de lo anterior. De hecho, 
enaltece la civilización y cultura de los indios, agregando que son sociedades 
temporalmente perfectas y bien organizadas, cuya única falta está en carecer de fe 
cristiana, lo cual es solucionable por medio de la evangelización. Sin embargo, ésta no 
requería del arrebato de la cultura a los indios. En la época se manejaba la idea de quitarle 
a los indios, por medio de la fuerza, sus “malas costumbres” como requisito previo al 
evangelio. La respuesta lascasiana es contundente: no puede aceptar la imposición de la fe 
por medio de la violencia pues la conversión sólo puede ser lograda gracias a una retórica 
razonable y bien argumentada, así como de ejemplos de vida acorde al cristianismo4. El 
indio debía ser evangelizado de manera pacífica pues, como ya se ha demostrado, posee 
pleno uso de entendimiento y voluntad. Para Las Casas, la evangelización

Continuar navegando