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1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO FACULTAD DE FILOSOFIA Y LETRAS MAESTRIA EN HISTORIA VOLEM VIURE: NACIONALISMO OCCITANO EN EL SUR DE FRANCIA T E S I S QUE PARA OBTENER EL TITULO DE: MAESTRO EN HISTORIA P R E S E N T A: VALENTE ALBERTO CONTRERAS ROMERO ASESOR: DR. ENRIQUE PLASENCIA DE LA PARRA MARZO 2006 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 PARA MAREN Y ASCEN QUIENES HAN DADO UN NUEVO SENTIDO A MI VIDA A OCCITANIA Y FRANCIA AGRADECIMIENTO ESPECIAL AL CIRDOC POR TODAS LAS FACILIDADES OTORGADAS DURANTE MI ESTANCIA EN BEZIER. 3 INDICE INTRODUCCION CAPITULO I EL ORIGEN DE OC I.I.- Antecedentes I.II.- El idioma I.III.- Las cruzadas contra los Albigenses I.IV.- Revueltas populares durante los siglos XII al XVII CAPITULO II OCCITANIA ENTRE LA REVOLUCIÓN FRANCESA Y EL NACIONALISMO II.I.- La historiografía de la Revolución y los Occitanos II.II.- La Revolución Francesa, tres etapas II.III.- Midi Rouge II.IV.- Surgimiento Nacionalista CAPITULO III EL NACIMIENTO DE LA IDENTIDAD OCCITANA III.I.- La revuelta Vitícola de Midi en 1907 III.II.- La Francia entre-guerras III.III.- La Segunda Guerra Mundial III.IV.- El I.E.O. CAPITULO IV EL MOVIMIENTO POLÍTICO OCCITANO IV.I.- La huelga de Decazeville IV.II.- El C.O.E.A IV.III.- Gardem lo Larzac IV.IV.- Le Vin Encore CAPITULO V VOLEM VIURE V.I.- Del colonialismo interno al derecho de las minorías V.II.- El occitanismo actual CONCLUSIONES BIBLIOGRAFIA 4 Índice de siglas C.G.T. Confederación General de Trabajadores C.G.T.U. Confederación General de Trabajadores Unitarios CELIB Comité de Estudios y de Liason de Intereses Bretones CIRDOC Centre Inter-Régional de Développement de l´Occitan CGVM Confederación General de Viticultores del Midi COEA Comité Occitano de Estudios y de Acción F.T.A.M. Federación de Trabajadores Agrícolas de Midi FLN Frente de Liberación Nacional FN Frente Nacional IEO Instituto de Estudios Occitanos MPO Movimiento Popular Occitano PCF Partido Comunista Francés PNO Partido Nacionalista Occitano PO Partido Occitano SEO Sociedad de Estudios Occitanos SFIO Sección Francesa de la Internacional Obrera VVAP Volém Viure Al Pais 5 INTRODUCCION El presente trabajo intenta mostrar la particularidad del movimiento nacionalista occitano que surgió en el sur de Francia en el siglo XX durante los años setenta. El interés principal por el que se realiza esta investigación es observar a través de la historia de este pueblo cómo se fue construyendo su identidad nacional y cuáles fueron las causas que no permitieron que cuajara como un movimiento nacionalista fuerte. La importancia de presentar este tipo de trabajos para nuestro país, es identificar a estos nacionalismos considerados como subdesarrollados y analizar que elementos pueden aportar al naciente debate sobre la autonomía de los pueblos indígenas; además, el caso occitano nos presenta un aspecto común con México: el fuerte centralismo que adoptaron después de sus revoluciones ambos países. Aunque, a pesar del hecho comparativo expresado anteriormente entre nacionalismo occitano y minorías indígenas, es importante resaltar que esta comparación debe de ser observada con mucho cuidado teniendo en cuenta las características propias de cada país, ya que los procesos de incorporación de estos pueblos a un estado-nación fueron muy diferentes. El resurgimiento de las minorías nacionales en Europa nos puede servir como un laboratorio experimental para poder enriquecer el debate surgido no sólo en México sino en toda Latinoamérica, sobre la incorporación de los movimientos indígenas a una nueva cultura de inclusión y multiculturalismo. El movimiento nacionalista occitano surgió, como otros muchos, producto de los conflictos entre un norte más industrializado frente a un sur agrícola con atraso económico, de un centralismo asfixiante frente a una periferia sin oportunidades y explotada. Conceptos que manejamos en este trabajo como: minoría nacional, nacionalismo y movimiento social, se enmarcan dentro de las teorías desarrolladas por autores como: Benedict Anderson, Eric Hobsawm, Anthony Smith, Michael Keating y Sydney Tarrow. En lo que respecta a la producción bibliográfica sobre el movimiento político occitano de los años sesenta es muy reducida en comparación con otros movimientos nacionalistas en Francia como el bretón, vasco y alsaciano. Actualmente, existe un centro importante de investigación y búsqueda occitana con sede en Bezier, conocido como el Centre Inter-Régional de Développement de l´Occitan (CIRDOC). La mayor parte de los trabajos realizados sobre el movimiento político occitano están vinculados con esta u otras organizaciones culturales occitanas como el Instituto de Estudios Occitanos (IEO) y los felibrige (grupo cultural occitano), quienes, en su afán de resaltar la importancia del occitanismo en Francia presentan cierta subjetividad y carencias en sus investigaciones; trabajos como los de Jean Larzac: Descolonisar l´historia occitana, Ives Rouquette: Made in France, Louis Bayle: Procés a l´occitanisme, Rene Nelly: Mais enfin qu´est-ce que l´occitanie?, Espieux: Histoire de L´occitanie, entre otros, 1 nos brindan aportaciones interesantes al estudio del movimiento occitano, pero no dejan de estar impregnados por un sentimiento nacionalista muy fuerte. Ante esta literatura considero 1 Estos autores gozan de mucha respetabilidad dentro del medio cultural occitano; muchos de ellos se desenvuelven más dentro de las artes haciendo poesía, novelas o estudios lingüísticos; no obstante algunos trabajos dejan mucho que desear como la visión religiosa de Jean Larzac “Per una lectura politica de la Biblia”. 6 importante analizar este movimiento minoritario nacionalista desde una óptica exterior. En este sentido. encontramos el valioso trabajo de carácter más sociológico realizado por Alain Touraine: El país contra el Estado: luchas occitanas. Aunque su investigación es muy interesante en lo que respecta al estudio de las mentalidades y la sociedad occitana, sus conclusiones son un poco limitadas tanto por el tiempo en que se escribió dicho trabajo (1981) como en la ausencia de variables importantes tales como: la ambigüedad tanto del territorio como del dialecto occitano. Algunos otros autores presentan al movimiento occitano como un fenómeno natural que respondía a una época propicia para reivindicaciones nacionalistas. Estos trabajos encuadran al movimiento dentro de la corriente ideológica del “colonialismo interno” Robert Lafont (1974) La révindication occitane, y Michel Le Bris (1974) Occitanie: Volem Viure. Estas dos obras, aunque importantes,pueden ser enriquecidas con los recientes debates que se han abierto sobre multiculturalismo y los nuevos movimientos sociales (Tarrow, Kymlicka o Smith). El movimiento político occitano de los años sesenta fue seguido por la prensa francesa bajo dos perspectivas diferentes. Por una parte, se informaba sobre las huelgas y protestas sociales como fenómenos aislados (sin mención de reivindicaciones occitanas). A este grupo pertenecen periódicos de tiraje nacional como Le monde y Le figaro, mientras que por otra parte, se presentaban estos conflictos como parte de una reivindicación Occitana con una mayor cobertura en la prensa regionalista y periódicos nacionales de tendencia socialista como Liberation. Las revistas occitanas son variadas y entre las más consultadas estarían: Etudis Occitans del Instituto de Estudios Occitanos (IEO), Oc revista de literatura occitana y Occitania organo de difusión del Partido Occitano (PO). En los años sesenta, el abandono de las provincias a favor de las grandes ciudades sesenta se debió en parte a las políticas voraces de los mercados internacionales; el movimiento político occitano pertenece a una serie de reivindicaciones nacionalistas que se dieron durante esta época. Iniciaremos el trabajo con una primera parte donde explicaremos el origen de este pueblo, así como su primer conflicto con el norte francés y su anexión al reino franco bajo el pretexto de las cruzadas religiosas contra los herejes albigenses del siglo XIII. Explicaremos también la singularidad de su idioma y los diferentes dialectos que de él se desprenden. Haremos un breve análisis de las diferentes revueltas populares que se dieron en esta región en el periodo comprendido entre los siglos XII al XVII poniendo especial atención en la revuelta Tuchin durante las guerras contra Inglaterra y el movimiento protestante de los Camisards. Movimientos de protesta principalmente contra los altos impuestos de la época y contra la miseria. A continuación, analizáremos la Revolución Francesa para intentar encontrar dentro de su historiografía la participación de grupos occitanos, y también realizaremos un análisis sobre la utilización que se dio de la lengua occitana durante el conflicto. Dentro del fenómeno revolucionario expondremos la importante participación de las regiones occitanas en los movimientos sociales de la Vendée, el “terror blanco” y el movimiento federalista. A partir de este análisis podremos presentar una de las primeras y principales características de estas zonas: sus diferencias ideológicas. 7 Más adelante, estudiaremos el desarrollo meridional occitano durante el siglo XIX así como el surgimiento del primer grupo cultural occitano, los felibrige. Desarrollaremos y analizaremos el nacimiento del movimiento político occitano tomando como punto de partida la revuelta vitícola de 1907 momento en el que ya empezamos a ver manifestaciones regionalistas aunque todavía muy débiles. No será hasta después de la Primera Guerra Mundial que empezaremos a vislumbrar el surgimiento de grupos pro nacionalistas que se distanciarán de los históricos felibrige. Pero este proceso de renacimiento occitano se verá truncado por la Segunda Guerra Mundial ya que ante su indefinida participación política, estos grupos fueron tachados de colaboracionistas y marginados durante muchos años. Con la creación de Instituto de Estudios Occitanos IEO se inició una nueva etapa de surgimiento de grupos occitanistas y con ello de movimientos políticos importantes, como la creación del Partido Nacionalista Occitano PNO de tendencia radical y el COEA de tendencia socialista. Dos acontecimientos de orden económico que incidieron en el fortalecimiento del movimiento nacionalista occitano fueron, primero, la huelga de mineros en Decazeville y, después, la implantación de campos militares en Larzac que afectaban toda la bio- diversidad de la zona así como la actividad ganadera. Junto a estos acontecimientos llegaron las manifestaciones juveniles de 1968, que serían bien aprovechadas por el occitanismo para crecer aun más e incluir en sus demandas problemas de orden ecológico acorde a la floreciente industria del turismo que tanto afectaba a la región. Finalizaremos con el análisis del movimiento político occitano desde las diferentes teorías nacionalistas que existen y trataremos de explicar las diferentes razones por las que el occitanismo actual no consiguió fortalecerse y sí perder su fuerza a partir de los años noventa. 8 CAPITULO I EL ORIGEN DE OC ¿Qué es Occitania? Antes de comenzar el presente trabajo es conveniente ubicar el espacio geográfico que ocupa Occitania dentro de Francia, así como sus características generales. Occitania es una región del sur de Francia que ocupa un espacio territorial de 190 000 Km2 con cerca de 14 millones de habitantes. Occitania está compuesta por 32 departamentos que pertenecen al estado francés, 12 al estado Italiano en las regiones alpinas (Valadas) y, uno al estado español en el Val d´Aran. La extensión Occitana comprende las regiones de: Aquitania, Languedoc-Rousillon, Limousin, Midi-Pyrénées, Provence-Côte D´Azur, Auvergne y Rône-Alpes. Es la minoría nacional más amplia de toda Europa; su lengua está compuesta por varios dialectos y su símbolo es la “Cruz Occitana”. I.I Antecedentes. Lucien Febvre decía “Francia se llama diversidad” y Braudel completaba “Francia es diversidad”. Estas afirmaciones no se enmarcan solamente en aspectos culturales, sino económicos y geográficos, inclusive el sur francés (Occitania) tiene una variedad de paisajes donde quizá lo más común es su clima cálido con respecto al norte. Esta diversidad de elementos (económicos, geográficos, culturales, climáticos) se originó ya en los asentamientos de las primeras civilizaciones; en el neolítico se pudieron observar dos oleadas distintas: la primera, fue por el Mediterráneo alrededor del 5000ac y la segunda, un milenio después vía danubiana. Los primeros desarrollaron una fuerte actividad de cría de ganado y pastoreo, mientras que los segundos traían la tradición agricultora del valle del Danubio. 2 Lo que ahora conocemos como Occitania se originó con la llegada de los romanos hacia el 120 A.C. Los romanos habían sido llamados por los marselleses solicitando su ayuda 2 Fernand Braudel, La identidad de Francia, Barcelona, Gedisa, 1993; vol.II, p.36 9 puesto que estaban siendo amenazados por tribus galas de las proximidades. A partir de su llegada el Mediterráneo pasó a estar bajo el dominio romano, en consecuencia, estas regiones se adaptaron más rápidamente a las tradiciones de la civilización latina que el resto de Francia. Los romanos introdujeron técnicas de cultivo y ganadería. Entre ellas, la vid que sería una actividad fundamental en la Aquitania 3 Con las llegadas masivas de pueblos bárbaros del norte de Europa cambió el panorama de esta zona del sur francés ya que, bajo una política de “Hospitalidad”, permitió a los bárbaros convivir pacíficamente con él. Los francos instalados desde hacia tiempo en el norte de la Galia (nombre con el que se conocía todo el territorio francés), avanzaron hacia el sur e instauraron un reino franco unificado. Clodoveo, convertido al cristianismo romano y utilizando pretextos religiosos, a manera de cruzada atacó a los Visigodos y Burgundis (cristianos heréticos, arrianos) establecidos en el sur. Su reinado abarcó hasta el 507 D.C. Bajo los reinados Godos, la región de Aquitania y Septemania (como se conoció el corredor que partía la Provenza), experimentó un gran avance en todos los sentidos. Los reyes visigodos fueron respetuosos con las instituciones y tradiciones anteriores lo cual permitió que siguieran desarrollándose. En el 536D.C. son derrotados los ostrogodos de Italia que dominaban la Provenza obteniendo así la ansiada salida al mar Mediterráneo. Aunque parte de Languedoc y Rosellon permanecieron en manos de los visigodos españoles. En el año 732, ante las invasiones musulmanas en el sur de Francia, sobre todo Aquitania y parte de la Provenza, se pide ayuda a la corona franca para liberarlos; situación que aprovecha Carlos Martel para poner bajo el dominio merovingio a estas regiones y quitarles parte de la autonomía de la cual siempre habían gozado. Carlomagno implantó en Occitania la administración franca. Ricardo Corazón de León reconoce a la cultura occitana como amiga de los trovadores. Con las abstractas fronteras carolingias se crean tres grandes casas: Aquitania, Barcelona y Toulouse. Esta última, bajo la protección del rey inglés y el de Aragón, experimentó un periodo de desarrollo cultural y político muy importante, consiguiendo que la cultura y lengua occitana fuesen reconocidas en toda Europa. Así tenemos un reino con dos zonas muy diferentes entre sí: por un lado, está el norte con marcados elementos germánicos más un dialecto Oïl y por el otro, un sur de herencia galorromana y un idioma diferente, el Oc. 3 Nombre con el que se conoció durante mucho tiempo el sur francés, aunque después fue solo para denominar el sudoeste. 10 La Cruz Occitana La Bandera. El origen de la bandera occitana, una cruz con doce “pommettes” (arreglos circulares) sobre un fondo rojo, es incierto. Este símbolo nace bajo el reinado del conde de Toulouse Raymond V (1165) quien la adopta como símbolo distintivo de su familia. Aunque este tipo de cruz no es exclusiva de esta región, podemos apreciar cruces parecidas en oriente; inclusive, el significado de la misma no es totalmente claro; para algunos se trata de un símbolo solar donde esas doce ruedas representan o bien los meses del año o los símbolos zodiacales; otra interpretación la presenta de origen Bizantino donde el factor religioso juega un papel importante. Actualmente, domina la idea de la representación de los símbolos del zodiaco ( en la plaza de Toulouse, esta cruz está fijada en el suelo con los símbolos del zodiaco en cada bola). I.II El Idioma. En el siglo XIII los oficiales de la corona francesa dieron el nombre de Occitania a los territorios anexados del sur en especial, Languedoc (tierra de habla Oc). Esta denominación abarcaba al idioma que se hablaba en el territorio del Midi (medio día, o el sur). “Desde hace siglos por lo menos dos grandes civilizaciones subyacentes, cada una de ellas con su reino lingüístico: la civilización de oïl que resultó victoriosa y la civilización de Oc a la que el destino reservó la situación en general de casi una colonia.” 4 Dialectos en Europa central Fuentes: http:www.occitane.fr 4 Ibid. ,Vol. I, p. 81 -- '---"'-____ ", __ . ·1 __ .,. CAT"""" 11 Esta lengua es de origen latino: el significado de la palabra Oc quiere decir “sí” (Oc, del latín hoc). La lengua de Oc presenta caracteres sintácticos, léxicos y fonéticos cercanos al italiano, español y portugués; más de 1,500 palabras francesas son de origen occitano. Los lingüistas distinguen cuatro grandes ramas (algunos incluyen el catalán como una quinta rama) del occitano contemporáneo: 1) El occitano central (languedocin) que es el más próximo del occitano clásico. El más utilizado por los movimientos renacentistas culturales contemporáneos. 2) El provenzal con un número importante de hablantes. 3) El occitano del norte (limousin, auvergnat y alpino) que forma la base de la lengua de los trovadores 4) El gascón que es quizá, el más hablado y gramaticalmente original. Lengua Occitana Fuente: http:www.occitane.fr El occitano fue la primera lengua latina en acceder en el siglo XI a condición de lengua literaria; el francés (lengua) se fue imponiendo lentamente en el siglo XV sobre todo como la lengua de las elites, símbolo de progreso y bienestar. 5 Las familias burguesas occitanas dejaron de hablar sus dialectos limitándose sólo a conversaciones familiares, discusiones de mercado y entre campesinos; en este sentido, el cambio de lengua fue más o menos pacífico puesto que éste, era visto como una forma de ascenso social. “Las lenguas locales de la época no ofrecieron ningún soporte o causa política para reivindicaciones. Los reclamos de hoy de las lenguas locales son parte importante de reivindicaciones que no sucedieron en aquella época. ” 6 5 El edicto de Villers Cotterets (1539) exigió la redacción de actos públicos exclusivamente en lengua francesa. 6 Yves Marie Berce, “La province obstacle ou relais du centralisme” en, Centralización y descentralización, Madrid, Comité español de ciencias históricas, 1985. Mar Mediterranea • OOCITJ.ljCEH!JW. 1'""","," -_ .. -""""'" -- 12 No podemos hablar de una lengua única; existen por lo menos cuatro dialectos con sus respectivas variaciones. Actualmente, algunos autores ven la reivindicación de lenguas como un instrumento meramente propagandístico de los historiadores para justificar movimientos políticos pues aseguran que no existió una represión del uso de las lenguas minoritarias como se dice, en consecuencia es falso ese resentimiento heredado. 7 I.III Las Cruzadas contra los Albigenses. Durante los siglos X y XI encontramos una región occitana dividida y en vías de reconstrucción por las constantes guerras y luchas dinásticas entre Toulouse y Barcelona. No obstante, logró conservar ciertos grados de autonomía con respecto a occidente, que le permitieron seguir desarrollando su propia cultura. Durante este periodo Francia estaba constituida por una gran cantidad de duques, condes y señores feudales que no dudaban en sublevarse en contra de su rey en caso de ver perjudicado sus intereses; fue un periodo realmente complicado durante el cual, el poder de los nobles minaba el dominio del soberano en muchos territorios. La condición de los campesinos en el norte era de miseria absoluta; su vida dependía de las condiciones climáticas y la producción de la tierra; la esclavitud era muy practicada entre algunos feudos en donde las limitaciones eran terribles. En cambio, en el Midi sobrevivieron durante mucho tiempo grupos de campesinos más o menos libres, que trabajaban tierras de las que eran verdaderamente propietarios, y donde no se encontraban bajo la autoridad de ningún señor. 8 Occitania mantuvo una cultura tolerante que albergaba en su seno a varios grupos étnicos y religiosos. Mientras que el norte de Francia fue dominado por una herencia de valores feudales donde la iglesia católica dominaba completamente. La riqueza económica e intelectual del Midi marcó una vida urbana muy intensa debido a las actividades mercantiles con el mediterráneo, además de una herencia jurídica romana. La autonomía que guardaban las regiones del sur con respecto al reinado occidental franco fue siempre incómoda. En 1209, durante el reinado de Felipe Augusto, el Papa Inocencio III decidió emprender una cruzada contra los cátaros que habitaban en las regiones de la Aquitania. La complejidad del conflicto y su actual vinculación por parte de los nacionalistas occitanos como el hecho histórico más representativo de las luchas culturales entre el centro parisino y el sur occitano, nos hace tomar esta fecha como el inicio de este recorrido por las reivindicacionesoccitanas. El hecho Histórico. La aparición del catarismo se fecha aproximadamente a inicios del siglo XI. En 1163 en el concilio de Tours, se condenó la herejía y dos años después, el obispo de Albi reunió a los “bons homes” (como se hacían llamar los cátaros) con los católicos para llegar a un acuerdo de paz, pero falló. 7 La cuestión puede llevarnos a un debate que nos desviaría del tema por lo que creo necesario precisar que si bien es cierto que la asimilación de la nueva lengua no fue tan brutal, como podría ser incluso en nuestro siglo, la incorporación al reinado francés fue muy lenta y este dominio del centro parisino creó una situación de depreciación cultural que bien puede interpretarse como una imposición tácita por parte del centro a las regiones. 8 Pierre Goubert, Historia de Francia, Barcelona, Critica, 1987, p.15 13 En 1179 en el concilio de Letrán, se hizo una condena directa a los cátaros y en 1208 el Papa Inocencio III convocó a los cruzados a luchar contra estos herejes. El asesinato de un misionero de la iglesia (1208) fue el detonante para que el Papa iniciara las cruzadas en esta región pidiéndole a Felipe II Rey de Francia su participación en ellas. El rey mostró una cierta precaución dejando en manos de los cruzados dependientes de la iglesia la conquista de Toulouse. Arnaud Amalric fue nombrado “generalísimo” del ejército cruzado y en Lyon se congregó un gran ejército atraído por las promesas de salvación eterna y la codicia del saqueo; de las batallas más crueles, destacó la de Béziers: la masacre de ese pueblo pasó a ser parte de la leyenda catara y occitana de resistencia. 9 Después, Amalric cedió el mando a Simón de Montfort quien conquistó finalmente Toulouse expulsando a Raymond VI y se hizo coronar conde de Toulouse con la pasividad del rey francés.10 El dominio de Montfort despertó mucha inconformidad entre los seguidores del joven Raymond VII (Hijo de Raymond VI) quien se levantó en armas contra el gobierno de Monfort derrotándolo en 1218. El rey Luis VIII conocedor de la riqueza del sur emprendió la conquista formal de toda Occitania, la ofensiva del monarca logró debilitar la región mediante lo que llamaban “la guerra singular” que consistía en sabotajes masivos, cosechas y aldeas quemadas, puentes destruidos y ganado envenenado. Esto provocó un resentimiento aún mayor por parte de los pobladores occitanos hacia la corona francesa. Con el Tratado de París en 1229 se repartió el Languedoc en tres partes: una para la Santa Sede, la gran mayoría para el rey de Francia y el resto para Raymond VII quien posteriormente, a falta de descendencia, perdería el territorio ganado que fue incorporado al reino francés en 1271. El movimiento Albigense. El movimiento cátaro o albigense se inició en un mundo rural en condiciones de pobreza e ignorancia donde la iglesia católica se mostraba ostentosa y muy alejada de la realidad campesina. 11 El movimiento cátaro se dio no sólo en Occitania sino también en Italia y Alemania, la imagen autoritaria de la iglesia católica fue un factor que propició el surgimiento y auge de este tipo de herejías. Los profetas se internaban en los bosques y montañas para practicar y atraer simpatizantes, utilizando un lenguaje más acorde con las realidades de la época. Encontramos muchos predicadores ermitaños que desarrollaron una ideología anti-urbana en las masas de campesinos. “El catarismo parece dar respuesta a las cuestiones dejadas pendientes por la iglesia católica.” 12 Los monasterios se multiplicaron en el territorio francés como consecuencia de las reformas gregorianas (Papa Gregorio VII, monje benedictino formado en Cluny). Las órdenes monásticas fueron un refugio para aquellos que estaban en contra de la sociedad feudal, al 9 Cuando los cruzados tomaron la ciudad, los soldados le preguntaron a Amalric cómo distinguir a los católicos de los herejes, este contesto: “Matadlos a todos, y Dios ya reconocerá a los suyos”. Esto es un ejemplo de la violencia con la que se llevó acabo esta conquista. 10 Incluso durante la toma de Toulouse el monarca de Aragón, Pedro II, alarmado al ver al ejército francés tan cerca de sus dominios, decidió ayudar a Raymond VI pero en el comienzo de la resistencia el rey de Aragón es asesinado salvándose solamente el conde de Toulouse. 11 Una de las zonas de mayor influencia fue el poblado de Albi que da nombre al movimiento cátaro de Albegois en la zona occitana y era aplicable sólo a estos y no a los italianos o aragoneses. 12 Paul Labal, Los cátaros, Barcelona, Critica, 1984, p.74 14 mismo tiempo que fueron una solución real para los pobres quienes recibían alimentos gratuitos. La célula social base de los cátaros era la casa-taller: centro de la actividad comunitaria. La máxima figura de la iglesia cátara era el obispo, elegido por la comunidad mientras que los ministros cátaros solían ser hombres del pueblo, artesanos y campesinos y las “prefectas” solían ser aristócratas. 13 Así, encontramos una sociedad en donde la labor comunitaria era esencial y la tolerancia religiosa era evidente; en una familia podía haber diferencias religiosas (muchos cátaros eran parte de familias de católicos) que no alteraban la convivencia. Los cátaros eran vistos como gente normal.14 Fue en este terreno donde se desenvolvieron los heréticos que darían forma a los cátaros: “La búsqueda de la perfección evangélica en la pobreza integral inspiró, a principios del siglo XII una nueva fórmula de vida religiosa; casi al mismo tiempo (1210-1215), el italiano Francisco de Asís y el español Domingo de Guzmán, llegaron al Languedoc para combatir a los herejes albigenses promoviendo las ordenes mendicantes (franciscanos y dominicos) que, al igual que los cátaros, promovían la austeridad, pero deseaban mezclarse con el pueblo y las ciudades para obtener un mayor control de la iglesia y la monarquía.” 15 En aquella época, Toulouse era una de las ciudades más importantes de Europa. Los Condes que la gobernaban llevaban también el titulo de Duques de Narbona y tenían como vasallos a los vizcondes de Carcassone, Béziers y Albi, ciudades prósperas a las que no llegaba el poder del rey de Francia. Sus nobles intentarían mantener así la situación y por ello, en determinados momentos, secundaron la causa cátara. El inicio de estas cruzadas contra los albigenses por iniciativa del Papa Inocencio III en todo el Midi fue aprovechado por los francos para ejercer un mayor dominio sobre una región en donde las instituciones feudales habían sido modificadas y poco aceptadas. El sistema feudal de “homenaje” era mal visto pues en estas regiones se buscaban más pactos de igualdad entre las dos clases sociales: nobles y campesinos. Este sentimiento de autonomía e identidad propiciaron una guerra mas allá del simple conflicto religioso. En muchas ciudades, la defensa de los cátaros se transformó en una defensa de la región ante invasiones extranjeras acrecentando el nivel de conflicto y la represión por parte de los cruzados. 16 Después de la conquista por parte de los cruzados en Occitania se instauró la Inquisición como un órgano represivo permanente, el cual funcionaba como una especie de policía y observador-espía de la corona. El movimiento cátaro fue adoptado por el nacionalismo occitano moderno como suyo; para los occitanistas modernos, las cruzadas albigenses fueron el inicio de la expansión colonial 13 Las “prefectas” eran las responsables de casas, centro de reclutamiento y adiestramiento cátaro; muchas eran viudas o mujeres que perdían a sus esposos en las inmigraciones a las ciudades del norte. 14 El “amor cortés” cantado por los poetas provenzales estuvo muy ligado al catarismo. Los trovadores, con frecuencia creyentes cátaros,encontraron acogida en los castillos y casa de nobles y burgueses. 15 Bertier de Sauvigny , Historia de Francia, Madrid, Rialp, 1986, p.97 16 Inclusive la participación de los caballeros en Occitania permitió contar con un ejercito para enfrentar la guerra; estos caballeros vivían un periodo económico difícil sumado a la ostentosidad de los clérigos, lo que provocó un recelo de los primeros, quienes aceptaron préstamos de los cátaros a cambio de ayudarles en su defensa; a pesar de que los cátaros llevaban una vida pobre no renunciaban a la posesión. Además, las divisiones sociales entre el pueblo y nobleza no eran tan marcadas como en el sur. El fenómeno de la participación de la mujer es debido a este abandono de los pueblos a favor de las ciudades generalmente producida por la población masculina, y que dejaba una sobrepoblación femenina en los pueblos. 15 franca y la imposición de una cultura ajena a la occitana. Aunque es cierto que estas cruzadas marcaron el inicio de un dominio franco en el sur, también hay que reconocer que esta resistencia regionalista no incluía los elementos que van a caracterizar los nacionalismos del siglo XX (no hay demandas de respeto de la lengua o de valores culturales mas allá del hecho religioso, ni se consideraban una nación en términos modernos). 17 I.IV Revueltas Populares durante los siglos XII al XVII. Las insurrecciones rurales, dirigidas en su mayoría contra injusticias locales como altos impuestos, problemas religiosos o imposiciones reales que perjudicaban a la comunidad, buscaban casi siempre restablecer normas y valores que en el pasado habían sido violentados. Los movimientos campesinos que se dieron en Europa, sobre todo, durante los siglos XVI y XVII, fueron el resultado del abandono del antiguo régimen feudal con todo lo que esto implicaba; como por ejemplo, un cambio en las relaciones sociales entre señores feudales y campesinos (el ausentismo fue un signo distintivo de la época donde el señor se distancia rompiendo muchos vínculos verticales que habían sido la esencia del régimen señorial) y sobre todo, ante las demandas económicas centralizantes (impuestos, tributos de guerra, etc.) de las cada vez más fuertes monarquías europeas. 18 En estas revueltas campesinas no encontramos un sentimiento de conquista o de imposición de valores o tradiciones por parte de los occitanos como el caso albigense. Por lo tanto, en este sentido, es difícil vincular estos movimientos con un sentimiento occitanista (aunque quizá sí regional). Pero sí es importante señalarlos como un antecedente de esta diferencia de intereses y de desarrollo social entre el centro y el sur francés ya que en un futuro servirían para la creación de una identidad occitana. 17 Las tradiciones y lenguas occitanas no fueron prohibidas ni perseguidas con excepción de las prácticas cátaras, entrando en un periodo de asimilación de la cultura franca muy lento. 18 En Inglaterra encontramos la rebelión Occidental entre 1626 y 1632 cuando Carlos I Estuardo, bloqueado por el parlamento en su intento de establecer un impuesto real, emprendió una política sistemática de concesiones y venta de patrimonio forestal, amenazando la supervivencia de campesinos que vivían en estas zonas (bosques reales de Gloucestershire y Wiltshire) y generando revueltas llamadas de los Skimmington (hombres disfrazados de mujeres que se unían para golpear a sus enemigos). 16 Revueltas Populares en Francia Fuentes: Oscar di Simplicio, Las Revueltas Campesinas en Europa, Critica, Barcelona, 1989, p.70 Los Tuchins. En 1381, un habitante de Rabastens, en la región de Albegeois, fue condenado a muerte por gritarle al hermano de Carlos V en la plaza pública y en lengua occitana “Rei de Fransa, rei de figas, rei de merda” (Rey de Francia, rey de risa, rey de mierda). Esta anécdota nos permite ver el conflicto que existía todavía en una región que se negaba a reconocer plenamente al rey franco; y es precisamente en esta zona en donde se inició un levantamiento popular conocido como los Tuchins. 19 Según las crónicas de Saint-Denis, monje de la época: “son una multitud de hombres abyectos llamados Tuchins en razón de sus practicas secretas; surgen improvisadamente, no se someten a nadie y están al servicio de una antigua libertad de su patria.” 20 Este movimiento no fue aislado en el reino franco, pues dos años antes habían surgido revueltas populares en París llamadas “jacqueries”; estas sublevaciones se llevaron a cabo contra una burguesía parisina encerrada en sus exagerados lujos y que aprovechaba a la ausencia de poder monárquico tras el encarcelamiento del rey Juan. Las malas cosechas y excesivos impuestos de los militares fomentaron el surgimiento del movimiento Tuchin; fue un movimiento que despertó un odio acérrimo entre la nobleza y los Tuchin; incluso fue una de las razones por las que el regente, Etienne Marcel, que había negociado con los jacqueries, fuera mal visto y asesinado después.21 El movimiento Tuchin se inició, según algunos cronistas, en 1360, en plena guerra de los 100 años cuando el rey francés Carlos V y el rey de Inglaterra Eduardo III firmaron el 19 El origen del nombre responde a dos teorías:, la primera alude a un origen francés y viene de una antigua palabra (Touche) que quiere decir (taillis) monte o bosquecillo. Pero la revuelta no se sitúa en territorio francófono, así que es una teoría poco creíble; la otra alude a una palabra de origen occitano que es (tua- chin) en francés tue chien o mata perro. quizá porque esta gente tenía que comer perros para sobrevivir por la crisis económica de la guerra con los ingleses. 20 Gerard de Sede, 700 ans de revoltes occitanes, París, Plan, 1982, p.53 21 Algunos cronistas cuentan que en una ocasión estos jacques asaron a un caballero y obligaron a su esposa (violada repetidamente) a comer un trozo del cuerpo de su marido. o~ 17 tratado de Brétigny que restituía a los ingleses una basta zona de la Aquitania, provocando un gran descontento entre los campesinos, agobiados por los constantes impuestos de guerra y los saqueos de los diferentes ejércitos. La guerra generó grandes hambrunas que diezmaron la población campesina y pobre. El movimiento Tuchin nació como un grupo de autodefensa contra los saqueos ingleses. A este grupo se fueron incorporando no sólo campesinos sino obreros, artesanos y otros rangos; eran pequeñas sociedades de veinte personas aproximadamente que se fueron extendiendo por todo el Midi. Conforme fue avanzando la crisis económica, para poder sobrevivir, este grupo fue cambiando de la auto-defensa al pillaje, llegando a ser una molestia para los nobles; incluso se acusaba de ser un movimiento anti-clerical por su carácter sectario y también de venganza por las cruzadas albigenses.22 La región más influenciada por estos grupos fueron las históricas ciudades símbolo de la resistencia occitana: Carcassone, Toulouse y Albi. Para 1380, el movimiento Tuchin fue considerado como una insurrección de importantes dimensiones en el Languedoc; dejaron de ser pequeños grupos de hombres, convirtiéndose en una guerrilla contra la autoridad francesa. A la muerte de Carlos V, el reinado se dividió entre Luis de Anjou que se dedicó, junto con Juan de Berry, a pacificar el sur y Felipe de Borgoña, que se ocupó de regir la zona norte. Las condiciones en las que se desarrolla este movimiento fueron muy duras, pues fue una etapa de guerra, de constantes saqueos y miseria extrema, que alentaron la creación de grupos de autodefensa que conforme fue pasando el tiempo y, ante el abandono de la corona francesa, permitió que se fuera impregnando de un regionalismo queno manifestaron abiertamente en su inicios; incluso la iglesia intentó renacer las cruzadas al acusar el movimiento de anticlerical. Así vemos cómo al igual que los albigenses, los Tuchin fueron un movimiento que en su origen no tenía mucho que ver con reivindicaciones regionalistas o en defensa de la cultura e idioma occitano, pero que conforme fue avanzando, despertó un sentimiento de pertenencia que fue creciendo. Los croquants. Los movimientos de insurrección que se sucedieron los siglos posteriores se caracterizaron en su mayoría por protestas contra cargas fiscales excesivas o pestes y hambrunas que asolaban los campos; no hay indicios de movimientos independentistas o de defensa de la cultura occitana e incluso el idioma empieza a dejar de ser hablado en las instituciones de gobierno, limitándose al plano familiar. “Entre el siglo XVI y XVIII se observaron la alternancia o encabalgamiento de tumultos de aspectos antinobiliarios, antifiscal y antiurbanos. En efecto, las rebeliones son un cocktail en el que lo único que cambia es la proporción de la bebida básica, pero que tiene exactamente los mismos ingredientes.” 23 22 En 1379 bajo el pretexto de demanda de dinero para la guerra contra los ingleses, los Tuchin pidieron oro a los nobles de Montpellier quienes se negaron y, como consecuencia, los oficiales reales fueron masacrados; la represalia fue igual de cruel al decapitar a 600 habitantes de una villa acusada de proteger a un grupo Tuchin. 23 Oscar di Simplicio, Las revueltas campesinas en Europa, Barcelona, Crítica, 1989, p.69 18 Entre 1643-1715, Francia estaba dividida administrativamente en Pays d´États y Pays d´Élections. En los primeros estaban en vigencia asambleas representativas autónomas que presidían la administración fiscal de dicha región (donde buena parte de la Occitania estaba incluida). En el segundo, en cambio, funcionaba una administración que dependía directamente del rey. Pays d´États y Pays d´Élections Fuentes: Atlas Historique, París, Hachette, 2000, p.31 Los impuestos eran de dos clases: uno directo y otro indirecto. El primero se llamó talla (taille) y recaía únicamente en personas de baja extracción social. El segundo recaía en los consumos, en la que destacaba el impuesto de la sal, llamado gabela (gabelle). La recaudación de impuestos se entregaba habitualmente a un notable de extracción urbana, generando así un desprecio por parte de las zonas rurales hacia estos funcionarios y la vida urbana. En los tiempos de Richelieu, entre las décadas de 1620 y 1640 conocido como el gran siglo, 24se sucedieron las rebeliones de los croquants (o campesinos pobres) en el Midi y los pies desnudos (nu-pieds) en la Normandía; incluso en el mismo parlamento parisino hubo rebeliones del orden jurídico (La Fronde 1648)25 . 24 Mucha de la historiografía del siglo XIX y XX intentó desacreditar o ignorar las revueltas campesinas durante este siglo considerado como el siglo del esplendor francés. 25 Ésta fue una revuelta de nobles parlamentarios que buscaban tener un mayor control del absolutismo monárquico, así como una oportunidad de disminuir las cargas fiscales; muchos de estos sublevados fueron parte de un complot contra las políticas centralistas y absolutistas de Mazarino. Voltaire llegó a comparar este movimiento con la revolución inglesa, aunque Montesquieu por otra parte afirmaba que fue un movimiento Bres! Ocia" Allantiqu~ "" "' .. pays d'élection ... pays d'état L A FRANCE DE LOUIS XIV, 1643-1715 SA I N T EM PIRE M ldilerrallit limiles d' intendance ~ sieges d' intendance limites du territoire des cinq grosses fermes .. sieges de parlemen! 19 Las revueltas conocidas como los croquants fueron sublevaciones campesinas contra los excesivos impuestos del rey francés (taille); una de las principales características de este movimiento fueron las ejecuciones de todos los cobradores de impuestos parisinos, sinónimo de represión e intervención extranjera. La torpeza con la que manejó Richelieu el problema de los impuestos generó más desconfianza por parte del pueblo occitano aumentando la violencia, y al grito de “Vive le roi sans gabell” (viva el rey sin impuestos) comenzó la caza de agentes fiscales y de nobles parisinos en varias ciudades occitanas. Richelieu, preocupado por la situación, ordenó una represión absoluta amenazando a los nobles occitanos y demás gobernantes de acabar con la rebelión o se les expropiarían sus títulos y riquezas. Esta amenaza reflejaba nuevamente una cierta complicidad entre la nobleza y el pueblo; incluso el duque de Epernon mostraba cierta tolerancia y comprensión hacia estos croquants. Las comunidades reunidas aseguraban que seguían siendo humildes súbditos y obedientes servidores del rey, y que estaban dispuestos a dar sus bienes y sus vidas por el mantenimiento del Estado y su corona; explicaban que si habían tomado las armas era para salvaguardar su libertad y con el fin de liberarse de la opresión que les era impuesta cada día. 26 Entre 1643 a 1645, el Languedoc fue escenario de importantes levantamientos campesinos; ello bajo una cierta complicidad del parlamento de Toulouse y el tribunal de cuentas de Montpellier. En 1643, el parlamento de Toulouse decretó la prorroga de varios impuestos extraordinarios, para así calmar los ánimos y evitar nuevos tumultos, pero la población entendió esta iniciativa como un estímulo para perseguir a los recaudadores de impuestos y otros agentes de finanzas; este distanciamiento entre la acción parlamentaria en pro de salvar situaciones extremas con el pueblo y el autoritarismo monárquico sería el inicio de la revuelta de la Fronda y posteriormente de la Revolución Francesa. La reacción del Rey no se hizo esperar, pero el verdadero motivo de esta represión fue un acto político de dominio, más que una batalla legal sobre las cargas fiscales que pasaron a un segundo término. Las consecuencias económicas del levantamiento fueron considerables al quedar prácticamente todo el sur sin recolectores de impuestos. Lógicamente, de esta manera, las entradas de dinero al reino se retrasaron provocando apuros económicos al rey; en el plano político las consecuencias a largo plazo fueron más duras para los occitanos. En muchas provincias occitanas cambiaron autoridades poniendo a personas ajenas a la comunidad y con lazos más directos con París, A pesar de ello, las revueltas continuaron. 27 Estas revueltas de los croquants nos muestran una evolución en los conflictos entre el norte y sur franceses: podemos observar un rechazo al centro parisino y no a la monarquía; la expresión de “viva el rey” dista mucho de “rey de mierda” de los Tuchins. sin ninguna razón profunda, sólo provocada por la ambición de algunos señores. Pero la fronda no fue más que la última manifestación de la aristocracia feudal contra la autoridad real. Quizá podemos ver en la Fronda el inicio de una descomposición entre la nobleza y la monarquía que terminaría en 1789. 26 Boris Porshnev, Los levantamientos populares en Francia en el siglo XVII, Madrid, Siglo XXI, 1978, p.70 27 René Pillorget ha contado en Provenza hasta ciento cincuenta movimientos de protesta entre 1636-1660, y ciento diez de 1661-1705. Pillorget Pierre, Les mouvements insurrectionnels de Province entre 1596 et 1715, París, Pendone, 1975 20 Esto demuestra por un lado, cómo la asimilación a la corona franca estaba teniendo éxito y, por otro lado, que ahora el enemigo del pueblo occitano era el centralismo parisino. La característica de este movimiento de asesinar a los aduaneros (parisinosen su mayoría) nos permite notar esta nueva relación con la monarquía donde, el problema estaba muy claro: los impuestos. Los Camisards. En 1700 Luis XIV enfrentó la guerra de sucesión de España contra los Países Bajos e Inglaterra. El inicio de este conflicto trajo muchos reveses para el ejército francés que también enfrentaba rebeliones internas en la región occitana con los Camisard en donde combatía uno de los hombres más prestigiosos de la armada francesa, Villars. El origen del movimiento Camisard tuvo como punto de partida la revocación del edicto de Nantes en 1685. 28 Esto marcó el inicio de una serie de persecuciones contra los protestantes en toda Francia: los burgueses protestantes fueron presionados con excesivas cargas fiscales y la expropiación de sus tierras. Esta situación obligó a muchos protestantes a emigrar a tierras occitanas en donde la represión era menor. Además, en Occitania se empezaba a dar una industria floreciente. 29 En el norte de Francia, los protestantes estaban muy diseminados y fuertemente urbanizados, mientras que en el Midi formaban grupos compactos y de base rural; la mayoría se encontraban en la región de Cévennes; cabe destacar que en las zonas montañosas de esta región, formaban el 90% de la población. La ausencia de pastores cristianos y las constantes desobediencias a las órdenes reales por parte de estos grupos protestantes del sur, provocaron desconfianza e inquietud en el seno de las autoridades monárquicas. Fuentes: http://www.occitania.fr/hist/reform/camisar/index.ht 28 En 1598 Enrique IV promulgó el edicto de Nantes, que proporcionaba a los protestantes una libertad religiosa casi completa. 29 En el siglo XVII los protestantes franceses no rebasaban el millón. Esta cifra fue presentada por S. Mours en “Essai sommaire de géographie du protestantisme réformé francais au XVII siecle, París, 1966 LA GUERRE DES CAMISARDS C=::J zones insurgées C=::J tentatives de soulévernent limites des départernents actuels (pour faciliter le repérage) 21 La multiplicación de algunos profetas protestantes aprovechando la geografía complicada de la región de Cévennes, fue agravando más la relación entre protestantes y católicos. Las agitaciones se empezaron a multiplicar a partir de 1701 cuando, un dirigente protestante, el barón de Saint Cosme, fue asesinado cerca de Cévennes. Poco a poco, los grupos se organizaron en coordinación; a veces, con algunos protestantes de los Países Bajos que vieron con interés el crecimiento de esta revuelta para distraer al reino francés de su guerra por España. 30 El nombre de Camisard tiene su origen en la forma y vestimenta de batalla que presentaban estos rebeldes ya que comúnmente era por la noche cuando todos estaban en camisola (ropa para dormir) o incluso porque muchos de ellos vestían esta prenda en sus ataques. Esta guerra religiosa tuvo características muy particulares tanto en sus métodos de lucha (ataques nocturnos), como en el origen social de sus combatientes (en su mayoría artesanos que trabajaban la lana: 58% y el resto, campesinos) lo que nos sugiere un movimiento con una mezcla de intolerancia religiosa y problemas fiscales en el marco de un territorio con cierta autonomía y tolerancia religiosa. ¿Guerra religiosa o fiscal? El número de nobles que participaron fue poco numeroso pero esto no indica que el seguimiento de los Camisard fuera llevado a cabo por población de campesinos o artesanos del mundo rural más pobre, sino que eran propietarios medios con algunos recursos. La participación de esta clase social muestra el carácter anti-fiscal que envolvía al movimiento Camisard; si bien es cierto que en su mayoría eran protestantes y que el inicio de la revuelta fue religioso, también podemos observar la situación fiscal de la época en la que nuevamente el tributo de guerra se incrementó ante el conflicto de la guerra de sucesión española. Esta situación se aunó a la carga excesiva que se aplicó en especial a los protestantes. Además, como hemos venido observando, las insurrecciones tienen casi todas el mismo motivo y consecuencia: impuestos altos y miseria.31 Es importante recordar que el aumento del número de protestantes desde 1559 (Hugonotes), 32 provocó alarma y recelo entre los católicos franceses y que su presencia, además fue motivo de luchas políticas entre la casa de Valois y la casa de Guisa. Las enormes ganancias comerciales que generó el puerto de la Rochelle, controlado en su mayoría por grupos protestantes, fue motivo de diversos enfrentamientos con la monarquía; el mismo Richelieu promovió este despojo, más desde un punto de vista económico ya que intentó frenar esta expansión económica y política que estaba empezando a crear una especie de pequeño monopolio dentro del Estado francés; en este sentido, la persecución religiosa sirvió como pretexto para frenar esta influencia económica y política de los protestantes en detrimento de la monarquía. 30 La represión fue inmediata con la quema de algunas iglesias en las montañas. La violencia de estos primeros enfrentamientos se convirtió en 1702, en una revuelta general. 31 Incluso se relaciona el origen de la palabra camisard con una lucha anti fiscal: en Cévennes fueron colgados algunos cobradores de impuestos y sus verdugos, para ocultar su rostro, se cubrieron con camisolas. 32 Nombre que se les dio a los protestantes calvinistas de Francia desde mediados del siglo XVI. 22 También es importante señalar la influencia que tuvieron estos grupos protestantes en el impulso de las ideas de la Enciclopedia puesto que gracias a su origen contestatario con respecto al catolicismo y al orden de la época, llevaron a cabo una transformación importante no sólo en Francia sino en el resto de Europa. 33 La revuelta de Cévennes no fue simplemente una guerra de religión dirigida por la nobleza; incluso, la prensa del tiempo hablaba de una nueva revuelta de croquants. 34 La composición religiosa de este movimiento pasó a un segundo término cuando algunos grupos vieron en este movimiento una oportunidad de rebelarse contra las imposiciones económicas del monarca; tanto católicos como laicos se apropiaron de la gesta camisard. La revuelta de Cévennes no fue tanto una epopeya occitana; aquí cabe mencionar que el culto protestante jamás fue celebrado en occitano ni se tradujeron textos en este idioma; pero este movimiento sí se traduce en una oposición más en la historia provincial contra el reino francés del norte; “más acallada que una búsqueda de identidad regional se mantiene igualmente fuerte, mostrando una visión menos uniforme de la unidad nacional”. 35 En conclusión, las revueltas populares en Occitania durante estos siglos fueron en su mayoría, resultado de excesivas cargas fiscales, guerras constantes que generaban pillaje, excesos de los gobernantes, incluida la iglesia, además de la miseria del campo con constantes pestes y cambios climáticos que perjudicaban las cosechas. La población occitana de la época se caracterizaba por una fuerte organización comunitaria en todos los planos tanto económicos como sociales. Esto permitió organizar defensas efectivas de grupo contra las agresiones fiscales de la corona. El sentimiento regionalista puede estar vinculado a la organización comunal de los pueblos occitanos y a una cierta autonomía política y administrativa que todavía guardaban las regiones del sur aunque es arriesgado hablar de un sentimiento de identidad occitano, más bien, es un sentimiento regional contra un norte asfixiante y diferente. En los diferentes movimientos analizados encontramos una lengua común y unas tradiciones, que se contraponen a la monarquía francesa, pero no encontramos un sentimientode pertenencia occitano (quizá con excepción de los albigenses) como hoy lo entendemos, o incluso un sentimiento secesionista o de autonomía. “Los enfrentamientos durante la edad media y el antiguo régimen existieron gracias a que en la masa popular permanecía un sentimiento de resignación hábilmente utilizado por la iglesia y el poder; muchas revueltas fueron efímeras y a pesar de su constancia nunca representaron una verdadera amenaza para la corona. (Entre 1590 y 1715 hubo alrededor de 450 - 500 revueltas en Aquitania). Todas las luchas populares de la edad media y el antiguo régimen no tuvieron nada que ver con una lucha de reivindicaciones occitana”. 36 Por lo tanto, tenemos una región con características tanto culturales como institucionales diferentes al norte francés, en donde la organización comunal y la tolerancia religiosa así como el nivel de pobreza eran superiores al resto del reino; esta situación facilitó la 33 Los protestantes franceses, a pesar de su escaso número, han tenido una gran influencia en la vida francesa, además de haber desempeñado un papel importante en la educación, las leyes y las finanzas y, en general, haber tomado una postura liberal en materia de reformas sociales. 34 Philipe Joutard, Les camisards, Francia, Gallimard, 1994, p.153 35 Ibid. p.253 36 Daniel Borzeix, Révoltes populaires en occitanie, Toulouse, Les monedieres, 1982, p.321 23 creación de revueltas bien organizadas y constantes, pero por otra parte, nos encontramos también ante una región limitada militar y económicamente, y que tiene como única opción mantenerse unida a la monarquía francesa. Braudel consideró la incorporación de Occitania en el reino franco como una herida permanente en donde su proceso de integración nos recuerda constantemente una Francia diversa y negada durante mucho tiempo: “Al terminar esta guerra de civilización con civilización, la frontera de las tierras de oc, si bien es desbordada, no por eso deja de subsistir como una larga herida que no se curara, problema clave de nuestra historia que no encontró ni admitió una solución perfecta”. 37 37 Fernand Braudel, op. Cit. , Vol. I, p.309 24 CAPITULO II OCCITANIA ENTRE LA REVOLCIÓN FRANCESA Y EL NACIONALISMO II.I La Historiografía de la Revolución Francesa y los occitanos. Dentro de la historiografía de la Revolución Francesa de principios del siglo XX es poco común encontrar trabajos que aborden el conflicto desde una perspectiva regional. Alphonse Aulard, en Historia política de la Revolución Francesa de 1901, inició una visión de este movimiento desde la perspectiva burguesa, por la cual las masas tenían los mismos intereses que la burguesía; más tarde serían las cuestiones económicas el objeto de estudio de los investigadores; Jean Jaurés fue el primero que intentó ver en la Revolución Francesa un fenómeno social y por consiguiente de origen económico Historia socialista de la Revolución Francesa (1903). Georges Lefebvre cambió en sus perspectivas al hacer un estudio de la Revolución partiendo de las clases populares Les paysans du Nord pendant la Revolution Francaise. No obstante, seguimos observando una visión del proceso revolucionario muy centrada en el norte francés. Durante los años cincuenta, en plena guerra fría, hubo tentativas revisionistas de la revolución francesa. Robert Palmer y Alfred Cobban, historiador inglés y norteamericano, niegan el carácter anti-feudal y burgués de la revolución afirmando que fue una “Revolución atlántica” que comenzó con la independencia de las colonias inglesas en Norteamérica. A pesar de que algunos de los movimientos fundamentales de la historia revolucionaria procedían de diferentes regiones como los girondinos de la Gironde (Bordeaux), sur de Francia, los jacobinos de la Bretaña y la Vendée del oeste, muchos trabajos siguen enmarcados dentro de una misma historia nacional centralista donde parece que París fue el inicio y fin de todo. Por lo tanto, la búsqueda de una historiografía regionalista occitana con respecto al movimiento revolucionario no es tarea fácil, aunque las investigaciones que surgieron sobre todo a raíz de los movimientos minoritarios nacionales en Francia durante los años sesenta, nos permiten hacer aproximaciones sobre este tema. La historiografía Occitana. En la historiografía occitana del siglo XIX podemos remarcar el trabajo realizado durante el imperio napoleónico por Aubin-Louis Millin Voyage dans les départemens du midi de la France (1807-1811). Éste fue el reporte de un viaje de orden científico donde Millin nos mostró un sur lleno de folklore y naturaleza, en el que destacan los estudios geográficos, taxonómicos, etc. Millin presentó un Midi en desuso, con un dialecto debilitado por la impregnación del francés, además de un lugar ideal para conocer debido a su clima, paisajes y tradiciones. “Millin fabrica sobre el papel una Occitania a la vez seductora e inofensiva”. 38 El trabajo de Millin intentó incrustar dentro de esa Francia centralista y fría un poco del calor provinciano; analizó la cultura occitana desde un punto de vista superficial y 38 Philippe Gardy, L´ invention du Midi: representation du sud pendant la période révolutionnaire, Montpellier, Edisud, 1987, p.156 25 folklórico. No obstante fue un reporte muy completo del Midi que no se había realizado hasta la fecha y que sirvió de base para trabajos posteriores sobre la cultura occitana. En 1818, la publicación parisina Observations sur la langue et la littérature provencales de August-Whilhelm fortaleció el mito de los trovadores y de los cátaros; esta obra se produjo bajo la influencia romántica que empezaba a surgir en estos años. Dentro de este mismo círculo encontramos el trabajo de Sismonde de Sismondi en su Histoire des Franςais (1823) en donde analizó la agresión del norte durante las cruzadas y mostró una Occitania ilustrada. En un orden más étnico, el suizo Charles de Bonstetten escribió L´homme du midi et l´homme du nord ou l´influence du climat (1824) donde presentó al hombre del sur como instintivo, pasional, violento, vengativo, amante de la música y la danza, imaginativo y muy solidario, remarcando una vez más esta fama del hombre violento y apasionado del sur. 39 Augustin Thierry escribió en 1827, Lettres sur l´histoire de France en donde remarcó que las cruzadas fueron una lucha entre dos razas distintas, además de la barbarie con la que se cometió esta conquista. Mucha de la historiografía occitana siguió esta misma línea con algunas excepciones. Otro provincialista activo fue Charles Nodier Comment les patois furent détruits en France (1835) que mostró un populismo más efervescente contra el norte y fue obra de referencia muchas veces para futuras reivindicaciones occitanas. Jules Michelet, historiador oficial de la república, escribió Histoire de France, en donde realiza una reivindicación más positiva del Midi sin connotaciones peyorativas o étnicas, reconociendo la injusticia con la que se conquistó el sur. Mary-Lafont publicó en 1844 la primera obra histórica occitana importante Histoire politique religieuse et littéraire du Midi de la France, depuis les temps les plus reculés jusqu´à nos jours. Entre sus singularidades está que no emplea el término “Occitania” y podríamos decir que es el primero en hablar de una identidad más política donde hace un llamado a la unidad e integración; otra obra suya a destacar sería la primera historia contemporánea de la literatura occitana. 40 Entre 1846-1848 se escribió el Dicctionaire provencal-francais ou Dicctionaire de la langue d´oc ancienne et moderne por Simon-Jude Honnorat, hijo de campesinos pobres de losAlpes. Su diccionario fue utilizado como base por el mismo Mistral para la elaboración de su propio diccionario el cual sería uno de los más reconocidos durante muchos años. 41 Napoleón Peyrat fue un opositor al provincialismo conservador de los “Felibrige”, (grupo cultural que reivindicaba la cultura occitana), era un pastor protestante y republicano de izquierdas. Su Histoire des Albigeois (1872) continúa la línea de Mary-Lafont y Thierry aunque remarca la heterodoxia religiosa como una expresión de patriotismo y considera a la República como la revancha del Midi sobre las cruzadas; fue un historiador del régimen opuesto a los conservadores que intentó mostrar a la izquierda como una característica nata de los occitanos y más aún, como el medio por el cual se recuperaría la grandeza del Midi. Este autor reveló la persecución de la que fue objeto el pueblo occitano (albigenses, hugonotes, Camisard) y llamó a continuar la lucha. Mostró una Occitania federal apoyada sobre la libertad municipal y la superioridad de la civilización occitana sobre la francesa, 39 Pierre Lavelle, Occitanie, Histoire politique et culturelle, Francia, Institut d´études occitanes, 2004, p.388 40 André Dupuy, Histoire chronologique de la civilisation occitane, Suiza, Slatkine, 1998; Vol.III, p.721 41 Ibid., p. 390-391 26 donde los mártires de la cruzada son considerados patriotas occitanos. Peyrat sería el líder de una generación de occitanistas de izquierda como los Felibrige rouge. 42 Durante la primera mitad del siglo XIX, la “Gazette du Midi” difundió muchos artículos donde enfrentaba a esta Francia del norte con la del sur. En 1889 se fundó “Les annales du Midi” revista de Toulouse basada en la historia y lengua occitanas, auspiciada por las universidades de Aix, Bordeaux y Toulouse. En esta última se fundó también la primera biblioteca Meridional. 43 II.II La Revolución Francesa, Tres Etapas: Por su complejidad y para no caer en una reinterpretación de la Revolución Francesa, que no es el objetivo de este trabajo, presentaré las diversas manifestaciones regionalistas del sur occitano en tres etapas del proceso revolucionario francés. La primera tiene que ver con las condiciones anteriores a 1789 y la crisis vitícola. Como ya hemos visto, las revueltas son casi endémicas desde siglos atrás, así como las condiciones sociales previas al estallido revolucionario. La segunda estará relacionada con las posiciones de los girondinos y jacobinos con respecto a la nueva situación de las provincias del sur, con referencia especial a la política lingüística de la revolución, así como el debate sobre un reconocimiento cultural y territorial del sur. En la tercera analizaremos los movimientos contrarrevolucionarios como la vendeé, el federalismo y el terror blanco. La Primera etapa. En 1770 se iniciaron una serie de pequeñas crisis en el campo que culminaron en 1788-89: los precios del trigo ascendieron el 66% en las etapas de 1785-89 pero en el mes de julio de 1789, subieron hasta el 150%. A esta crisis de precios habría que sumarle un aumento considerable de la población (Francia era el país mas poblado de Europa), la abierta competencia industrial inglesa (en 1766 hubo un tratado por el cual los productos ingleses podían circular libremente por Francia perjudicando a la mercancía francesa), las sequías de 1785 y 1789, y una crisis vitícola. La superproducción vinícola originó el hundimiento de los precios, lo que provocó una tragedia para muchas economías familiares del sur francés que dependían del vino para obtener beneficios suficientes para hacer frente a los demás gastos. Estos gastos paralelos a la producción de vino habían subido de manera tan desproporcional que había llevado a la miseria a toda una región dependiente de la producción vitícola. 44 42 Ibid., Vol II p.664 43 Ibid., Vol. III, p. 723 44 Barrington Moore hace una comparación de la importancia que tuvo en su desarrollo político y económico la dependencia vitícola francesa con respecto a la lana para los ingleses en los siglos XVI y XVII. Para Moore las consecuencias económicas de la viticultura y criar ovejas eran muy distintas aparte sumado al atraso industrial francés en donde la explotación de la viticultura no produjo cambios entre el campesinado (se requería mucha mano de obra campesino y cantidades pequeñas de capital, todo lo contrario al caso inglés).Las relaciones semi feudales seguían funcionando en Francia. La influencia comercial no destruyó esta organización feudal. Barrington Moore, Los orígenes sociales de la dictadura y la democracia, Barcelona, Peninsula, 1991 27 No es casualidad que estallara una revuelta agraria en la Provenza desde marzo de 1789. La carencia y la carestía arrojaban a los caminos o amontonaban en las ciudades a mendigos y vagabundos, multiplicando la inseguridad, y fue en esta atmósfera donde se fue precisando la mentalidad revolucionaria de los campesinos. 45 Así, podemos decir que las movilizaciones de las masas populares comenzaron debido a la crisis de subsistencia, como antaño. La nobleza representaba el 1.5% de la población y poseía alrededor del 20% de las tierras que mayormente se encontraban en el norte 60%, y tan sólo el 15% en el sur. Dentro de esta misma clase había diferencias entre una nobleza cortesana que vivía en Versalles, una provinciana, que percibía los derechos feudales y que era odiada por los campesinos y la nobleza de toga que eran los parlamentarios. 46 El clero tenía un papel importante en el Estado ya que garantizaba el orden social, político e intelectual. Existía un alto clero formado por obispos y altos cargos (en su mayoría nobleza) y un bajo clero: los curas y vicarios muchos de ellos, de origen campesino. Había dos minorías religiosas: los protestantes (700 000 aproximadamente) la mayoría en el Midi, que en 1787, obtuvieron un reconocimiento de hecho y, los judíos del norte, en Alsacia. Los campesinos sumaban cerca de 23 millones lo que equivalía al 84% de la población. Muchos de ellos eran propietarios aunque sus propiedades eran pequeñas. Las ciudades más industrializadas en Occitania eran Bordeaux, Nimes y Marseille, de las cuales surgieron los girondinos y los grupos más revolucionarios de los primeros años de guerra civil. La Segunda etapa. Después del estallido revolucionario de 1789 se reconstruyó la geografía política francesa surgiendo los departamentos, que constituían 83 partes “iguales” y donde cambiaron los nombres de las antiguas regiones por nomenclaturas geográficas: nombres de ríos, (Loire, Hérault, Aude) montañas, (Pyrénées, Alpes) costas, (Côtes-du-Nord) etc. Este cambio intentaba borrar las antiguas divisiones monárquicas, pero en su empeño de destruir todo lo anterior, no consideraron la identidad de las diferentes regiones francesas tales como la Bretaña, País Vasco, Occitania y Alsacia, encerrándolas en un mismo proyecto nacional y centralista provocando reacciones de movimientos federalistas impulsados, sobre todo, por los nuevos departamentos del sur. Los cambios de nombre no fueron tan eficientes al inicio puesto que se continuó hablando y escribiendo de regiones; incluso se hablaba en el “Tables du Moniteur” en un reporte sobre la “armada de Midi”, en 1792. Un año después, en esa misma publicación se escribía sobre un Midi contrarrevolucionario pero sin embargo federalista, culpando de este hecho a los emigrantes monárquicos que fueron desposeídos de sus bienes en la primera fase revolucionaria y fueron bien acogidos en estas zonas, así como a los sacerdotes refractarios. 47 45 Albert Soboul, La Revolución Francesa: Principios ideológicos y protagonismo colectivo, Barcelona, Crítica, 1987, p.195 46 Enrique Bienzobas Castaño, La RevoluciónFrancesa, Madrid, Akal, 1994, p.19 47 Michel Péronnet, Vocabulario básico de la revolución francesa, Barcelona, Critica, 1987, p.75 28 Podemos distinguir tres periodos dentro del Midi revolucionario: una primera, federalista 1791-92, otra discretamente republicana en 1793 y finalmente a partir de 1795, una claramente conflictiva entre realistas blancos (contrarrevolución) y republicanos rojos. Los departamentos occitanos se caracterizaron durante todos estos años por sus extremismos, ya que encontramos por un lado, una importantísima participación de los marselleses en la guerra contra la monarquía y por otro, una contrarrevolución blanca que sembró el terror entre los mismos jacobinos. “El Midi aparece como patriota, contrarrevolucionario, federalista, terrorista, realista. Tricolor: azul, rojo, blanco, este Midi ignora la moderación y el equilibrio a causa del carácter excesivo de sus habitantes”. 48 El dominio de los girondinos en la Asamblea podría haber sido una oportunidad para reivindicar al Midi, pero no fue así. Aunque las referencias a los “Hombres de Midi” no fueron abandonadas por los escritos girondinos, está claro que no existía la intención de ningún separatismo o sentimiento autonómico. Incluso estas escasas menciones del Midi se fueron borrando ya que fueron el pretexto tomado por sus detractores para poder acusarlos de separatistas. Para analizar la participación occitana en la Revolución Francesa es conveniente tener presente que, como afirma Franςois Furet (1988), no hubo una revolución en verano de 1789 sino tres que serian autónomas y simultaneas. Una fue la Asamblea, otra París y demás ciudades y finalmente, la de los campos. De las tres, tan sólo la primera tuvo clara conciencia política mientras que en las otras dos, de un carácter más popular, se cruzaron dos luchas: la destrucción de un pasado opresor anquilosado en una aristocracia rancia y caduca y por otro lado, la conservación de ciertos valores y respeto a las tradiciones (cambio sin ruptura). 49 Este conflicto fue la representación mas clara de la ruptura del antiguo régimen, provocado más por la coyuntura que por la filosofía. Es a partir de esta premisa que podemos entender la participación girondina sin mención alguna a autonomías regionales o a los grupos antagónicos y su fuerza en el Midi. La propaganda Occitana durante la Revolución Francesa. El inventario de textos políticos occitanos durante la revolución fue realizado por un grupo de investigadores integrados por: H. Boyer, G. Fournier, Ph. Gardy, Ph. Martel y F. Pic, en una obra titulada: Le texte occitan de la periode révolutionnaire (1788-1800) en la Asociación Internacional de Estudios Occitanos de Montpellier en 1989. Esta obra, junto con el trabajo de M° Carmen Alén Garabato: Quand le Patois était politiquement utile nos presenta una importante producción impresa occitana durante la revolución francesa, que es poco conocida y que nos permite comprender un poco más la importancia que tuvo la revolución en Occitania así como su desarrollo y resurgimiento lingüístico que sería después perseguido. En 1791, Francia tenía cerca de 27 millones de habitantes de los que menos de la mitad hablaban francés. Esto era posiblemente debido al aislamiento en el que vivían las provincias (inclusive el sistema de peso y medidas eran diferentes entre regiones), 50aislamiento que convenía al antiguo régimen pues la barrera lingüística contribuía a 48 Ibid., p. 81 49 Francois Furet, La Revolución Francesa, Madrid, Rialp, 1988. 50 M. Carmen Garabato Alén, Quand le “Patois” était politiquement utile: L´usage propagandiste de l´imprimé occitan á Toulouse durant la période révolutionnaire, Montpellier, L´Harmattan, 1999. 29 mantener a las masas en sumisión. Incluso la iglesia, que dominaba el ámbito educativo, predicaba en sus parroquias la fe cristiana utilizando el patois51 , creando así, un fuerte vínculo con estas poblaciones monolingües. Lenguas habladas en 1860 Fuentes: Le Bras Hervé, Les trios france, 1995, p.97 “El francés es considerado como una lengua extranjera, mal comprendida y mal hablada. Junto a esta minoría, encontramos una categoría de usuarios socialmente heterogénea que practica el bilingüismo; estos jugaron un papel importante en la comunicación política que comenzó con la revolución. Fueron intermediarios entre el poder revolucionario y el pueblo”. 52 Con el estallido revolucionario y la idea de igualdad, se buscó hacer del francés una lengua común de libertad. A pesar del edicto de Viller-Cotterets (1539), la utilización del francés era todavía limitada en la forma escrita, y además en lengua hablada seguía utilizándose el occitano, sobre todo, en las regiones apartadas que, lejos de las posibilidades de una ascensión social, no tenían motivación alguna para aprender francés. Alain Alcouffe y Ulrike Brummert, en su trabajo Les politiques linguistiques des états généraux á thermidor distinguieron dos orientaciones durante la revolución francesa en lo que ellos llaman una política lingüística: la primera, de una fuerte difusión del francés como objetivo especifico de favorecer la propagación de las ideas revolucionarias (traducción de decretos, constitución, etc.) y otra, concerniente a erradicar las otras lenguas, el llamado terror lingüístico. La primera apunta a un bilingüismo y la segunda a la imposición de una sola lengua de Estado. Para M° Carmen Alen Garabato existen tres grupos: dos primeros impulsados por la necesidad de comunicación, lo que exige una lengua común. El primer grupo comprende la necesidad de difundir las ideas revolucionarias a través de propaganda, discursos, sermones y por razones prácticas, acepta las traducciones y el bilingüismo. El otro grupo 51 Dialecto provincial o habla regional o popular. 52 Boyer H., Clés sociolinguistiques pour le Francitan, Montpellier, 1990, p. 46-52 a) Langue, parlée, vers 1860 _ perSORne De parle fran~ais ~ plus de la moitié Re ~ parle pas fran~ais ~ une Corte proportion ~ De parle pas fran~ais des groupes entiers 1::>:'><> :1 ~augt~e~e lc~r~~~e~aJc O tous parlent fram;ais 30 prefiere la difusión del francés en las escuelas e institutos para que se comprenda mejor la política, y el tercer grupo, que busca reprimir el patois, y considera los idiomas peligrosos para la revolución. La entrada del Occitano en el debate político se produjo en el verano de 1790 en Toulouse. Sermet, político asambleísta, invitó a los guardias nacionales a unirse a la revolución federalista; su discurso versaba temas como igualdad, crítica a la nobleza, despotismo, etc. Temas cotidianos, pero, su originalidad residió en el idioma en el que se expresaron: el occitano. La primera medida concerniente a la traducción fue el 14 de enero de 1790 cuando, en la Asamblea, se decidió traducir todos los decretos en todos los idiomas hablados en Francia. También existieron prácticas orales de traducción o comunicación bilingüe de documentos en clubes y sociedades populares. Pero esta política fue cediendo y dando paso a la política jacobina de la lengua nacional por la que se consideraba al Occitano como falto de modelo lingüístico y, falto de una literatura científica o política que le proporcionara los modelos necesarios para ser una lengua revolucionaria. 53 La primera medida tomada para difundir el francés en la escuela nació del diputado Talleyrand frente a la Asamblea Nacional. Allí expuso su reporte sobre el problema lingüístico: “El francés, la lengua de la constitución y de las leyes será enseñado a todos; y esta gran cantidad de dialectos corrompidos, último residuo feudal, será condenada a desaparecer; la realidad de las cosas así lo exige.”54 En 1793, se crearon las escuelas primarias