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De-las-comunidades-europeas-a-la-Union-Europea--un-balance-teorico

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
DE MÉXICO 
 
 
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
“DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS A LA UNIÓN 
EUROPEA: UN BALANCE TEÓRICO”. 
 
 
 
 
 
 T E S I S 
 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE:
 
L I C E N C I A D O EN R E L A C I O N E S 
 
I N T E R N A C I O N A L E S 
 
 
P R E S E N T A :
 
 
F E R D I N A N D S Á N C H E Z F A J A R D O
 
 
 
 
 
 
ASESOR: DR. ALEJANDRO CHANONA BURGUETE 
CIUDAD UNIVERSITARIA, JULIO DE 2005
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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DEDICATORIAS 
 
 
 
 
 
 
 
A MIS PADRES, POR APOYARME Y ESTAR CONMIGO SIEMPRE 
 
 
A SANDY POR SER MI COMPAÑERA EN TODO MOMENTO, SIN TI NO HUBIERA SIDO POSIBLE 
 
 
A MIS HERMANOS, QUE SEA UNA MOTIVACIÓN PARA ALCANZAR SUS METAS 
 
 
A MI ASESOR, DR. ALEJANDRO CHANONA BURGUETE POR TODAS SUS ENSEÑAZAS 
 
A MIS AMIGOS EN EL CENTRO DE ESTUDIOS EUROPEOS DE LA UNIVERSDIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE 
MÉXICO, QUE EN TODO MOMENTO ME APOYARON DURANTE EL DESARROLLO DE ESTE TRABAJO 
 
A DÁMASO MORALES, NEREIDA MENDOZA, FAUSTO QUINTANA, ELISA GÓMEZ, ARMANDO GARCÍA, MARCO 
LOPATEGUI, POR SU PACIENCIA Y COMPRENSIÓN 
 
 
 
 
 
A TODOS USTEDES…. GRACIAS 
 
 
 
 
 
 
ÍNDICE 
 
INTRODUCCIÓN................................................................................................................................. 1 
 
 
1. DEL FIN DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL AL SUEÑO 
DE SCHUMAN Y MONNET................................................................................................................. 6 
1.1. LA CREACIÓN DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS.................................................................... 14 
1.1.1. LAS IDEAS DE SCHUMAN Y LA FORMACIÓN DE LA CECA............................................ 15 
1.1.2. LA CONFIGURACIÓN DE LA CEE Y LA EURATOM...................................................... 22 
1.2. ENFOQUES TEÓRICOS SOBRE LA INTEGRACIÓN EUROPEA....................................................... 28 
 1.2.1. FEDERALISMO.................................................................................................................... 29 
 1.2.2. FUNCIONALISMO............................................................................................................... 33 
 1.2.3. NEOFUNCIONALISMO......................................................................................................... 36 
1.3. EL PERÍODO DE ESTANCAMIENTO DE LA INTEGRACIÓN EUROPEA........................................... 39 
 
2. DEL ACTA ÚNICA EUROPEA HACIA EL TRATADO DE LA UNIÓN EUROPEA..................................... 45 
 2.1. EL RELANZAMIENTO DE LA INTEGRACIÓN EUROPEA EN LOS OCHENTAS ............................... 49 
 2.1.1. EL LIBRO BLANCO............................................................................................................. 49 
 2.1.2. EL ACTA ÚNICA EUROPEA................................................................................................ 51 
 2.1.3. EL MERCADO INTERIOR.................................................................................................... 54 
 2.1.4. EL INICIO DEL INTERGUBERNAMENTALISMO.................................................................... 58 
2.2. LA CONFIGURACIÓN POLÍTICA EUROPEA A FINALES DE LOS OCHENTAS 
 Y PRINCIPIOS DE LOS NOVENTAS............................................................................................... 61 
 2.2.1. LOS NOVENTAS: EL CAMINO HACIA UN NUEVO TRATADO.............................................. 64 
 2.2.2. EL TRATADO DE MAASTRICHT......................................................................................... 66 
 2.2.3. LA POLÍTICA EXTERIOR Y DE SEGURIDAD COMÚN........................................................... 80 
 2.2.4. LA COOPERACIÓN EN LOS ÁMBITOS DE JUSTICIA 
 Y DE ASUNTOS DE INTERIOR............................................................................................. 83 
2.3. ENTRE LA EUROPA COMUNITARIA Y LA EUROPA INTERGUBERNAMENTAL............................. 84 
 
3. EL TRATADO DE ÁMSTERDAM Y LA UNIÓN EUROPEA...................................................................... 88 
3.1. LOS NUEVOS OBJETIVOS DE LA UNIÓN..................................................................................... 88 
 3.1.1. LIBERTAD, SEGURIDAD Y JUSTICIA................................................................................... 89 
 3.1.2. CIUDADANÍA DE LA UNIÓN............................................................................................... 91 
 3.1.3. POLÍTICA EXTERIOR.......................................................................................................... 93 
 3.1.4. LAS INSTITUCIONES DE LA UNIÓN..................................................................................... 94 
 3.1.5. COOPERACIÓN REFORZADA.............................................................................................. 97 
 3.1.6. SIMPLIFICACIÓN Y CODIFICACIÓN DE LOS TRATADOS...................................................... 98 
 3.2. UN BALANCE TEÓRICO HASTA ÁMSTERDAM............................................................................ 102 
 3.2.1. EL PRINCIPIO DE SUBSIDIARIEDAD................................................................................... 107 
 3.2.2. LA SUPRANACIONALIDAD................................................................................................. 118 
 3.2.3. LAS REDES INTERGUBERNAMENTALES............................................................................. 123 
 
CONCLUSIONES................................................................................................................................. 128 
GLOSARIO DE SIGLAS……………………………………………………………………………...133 
FUENTES DE CONSULTA................................................................................................................... 135 
ANEXOS............................................................................................................................................ 144 
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
 
INTRODUCCIÓN 
 
Este trabajo tiene como objetivo general analizar el proceso de integración de la Unión 
Europea hasta el Tratado de Ámsterdam, así como resaltar la importancia que las teorías 
de la integración han tenido en su formación. En este sentido, el presente análisis 
sostiene la idea de que el proceso de formación europea puede explicarse con base en 
ciertas teorías de la integración regional. 
Las características actuales del mundo como son la creciente globalización desde las 
décadas de los ochentas y noventas, acompañada del predominio de un modelo 
económico de libre mercado, el cual se nutre del intercambio entre los Estados-nación, 
han hecho necesario adoptar medidas que se orienten a mejorar la posición negociadora 
frente a otros Estados. 
Esto último se ha logrado por medio de los procesos de regionalización, que 
permiten a los países negociar como bloques económicos y no como un simple sujeto 
aislado de la esfera internacional. El caso máselaborado en la actualidad es 
precisamente el de la Unión Europea. 
Cabe destacar el caso europeo por sobre todos los procesos de integración conocidos, 
ya que éste ha llegado más allá del aspecto estrictamente económico, en el cual se ha 
creado toda una institucionalidad con características supranacionales, con atribuciones 
en materia política, jurídica, económica, etc. 
La formación de este tipo de aparatos económicos nace básicamente de una 
necesidad funcional, donde cada uno de los Estados que decide integrarse a un bloque 
económico aprecia la oportunidad de aumentar su importancia en la escena internacional 
y a su vez incrementar su bienestar nacional. 
 1
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
Por esta razón este trabajo pretende analizar el proceso de integración desde una 
perspectiva teórica que incluye diversos enfoques, tales como: el federalismo, el 
funcionalismo, el neofuncionalismo y el intergubernamentalismo. Asimismo, se resalta 
la importancia que tienen los conceptos de subsidiariedad y supranacionalidad y el papel 
que todos ellos desempeñan en la existencia de la Unión Europea. 
Estas ideas, conforme al campo de estudio de las Relaciones Internacionales, 
vislumbraron una cierta incapacidad del Estado moderno para satisfacer las cada vez 
más complejas necesidades del interés nacional y que, por lo mismo, éstos se han visto 
en la necesidad de buscar mecanismos integracionistas que les permitan salir adelante 
frente al proceso de globalización. 
Para satisfacer esa carencia, se propone la creación paulatina de redes de 
organizaciones internacionales que irán asumiendo la gestión de sectores concretos 
como la agricultura, energía, defensa, por ejemplo, así como también la gestión de un 
sistema territorial de transacciones, encargado de satisfacer -con la colaboración de los 
gobiernos estatales- las necesidades de los ciudadanos. Es así como gradualmente, 
surgiría entre los Estados la necesidad de estar vinculados a los demás por una red cada 
vez más densa de intereses comunes. 
De este modo se produce una transferencia gradual de las lealtades desde los Estados 
hacia las distintas organizaciones supranacionales creadas por ellos mismos. Mediante 
este método y, a partir del desarrollo de la conciencia de las ventajas de la cooperación 
internacional, se eliminan las actitudes ultra nacionalistas irracionales que en ocasiones 
son las causantes de los conflictos internacionales violentos. 
Definido como “objeto político no identificado” o ente híbrido-supranacional e 
intergubernamental-, paradigma de integración regional, o bien Unión Europea, el caso 
es que independiente del nombre con el que se le denomine, es incuestionable que hoy 
en día es el intento más avanzado de armonización e integración de políticas económica, 
fiscal, laboral, agrícola, jurídica, de seguridad y defensa común, etc. 
 2
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
A lo largo de los siglos Europa ha sido el escenario geográfico donde muchos 
conflictos armados se han dado cita. Los conflictos bélicos más renombrados en la época 
actual son conocidos como la Primera y la Segunda Guerra Mundial, las cuales, más que 
dejar a algún vencedor potencial, se caracterizaron por hacer notoria la gran lucha entre 
las naciones para obtener la hegemonía económica y política mundial. 
 
Pero ¿cómo se podía alcanzar una meta de paz y prosperidad que parecía tan lejana a 
través de un camino marcado sólo de dificultades? 
 
La respuesta a este cuestionamiento no es sencilla, siendo que los países del 
continente europeo eran enemigos de sí mismos. Favorablemente y aunque parezca 
extraño y hasta paradigmático, lo que sacó adelante a Europa fue la voluntad de los 
mismos pueblos para unirse libremente y juntos construir un futuro distinto, 
transformado en una integración europea. 
 
Ante los resultados de los enfrentamientos de la Segunda Guerra Mundial en Europa, 
algunos intelectuales retomaron la idea de una Europa unida, siendo que ya habían visto 
demasiado sufrimiento en sus naciones, tuvieron una visión de libertad continental, 
imaginando así, sus países libres de conflictos. Un continente de países solidarios entre 
sí, capaces de construir un espacio de convivencia mejor donde la guerra entre naciones 
vecinas ya no fuera posible. 
 
 La unidad e integración de Europa era soñada por varias personas: primeramente, 
Coudenhouve-Kalergi quien después de la Primera Guerra Mundial publicó la obra 
Paneuropa, en la cual se convocó a los parlamentos nacionales a ceder parte de su 
soberanía en función de construir un gran Estado europeo; posteriormente, Arístides 
Briand, Adenauer, Gasperi, Robert Schuman, Jean Monnet y otros pensadores europeos, 
rompiendo con la barrera lingüística, hicieron ese importante trabajo para iniciar el 
camino a la unidad europea. 
 
 3
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
El primer intento de organización con un importante número de Estados 
participantes fue conocida como la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA), 
fundada por seis países: Alemania, Francia, Italia, Holanda, Bélgica y Luxemburgo. El 
documento por el cual se consolidó esta comunidad fue firmado en París el 18 de abril 
de 1951, conociéndose como el Tratado de París. 
 
La teoría nunca estuvo aislada de este proceso. Para ese entonces personajes como 
David Mitrany ya trataba de dar una interpretación teórica a la temprana integración 
europea, explicándola bajo la influencia de las ideas funcionalistas que de alguna manera 
Jean Monnet integró a sus ideas federalistas en la Declaración Schuman, la cual 
vislumbraba “una opción que permitiera al mismo tiempo la unidad y la diversidad”1. 
El primer capítulo de esta investigación hará referencia a las cuestiones históricas 
post-bélicas y a la enredada situación que los países europeos dejaron de lado para 
iniciar lo que para algunos entonces veían como una utopía, y para otros una realidad a 
futuro, además de situar en el plano histórico las primeras interpretaciones teóricas que 
tratan de explicar la formación de las primeras instituciones supranacionales. 
El segundo capítulo se concentra en explicar lo que sucedió después de la “crisis de 
la silla vacía” de parte del gobierno francés. A su vez, trata de explicar el desencanto de 
los Estados y de los teóricos a raíz de esta crisis. En este período surge un nuevo 
concepto teórico que se acerca a explicar la realidad que vivía Europa en la década de 
los setentas: el intergubernamentalismo. Posteriormente se aprecia el gran avance en la 
integración europea con el Acta Única Europea que reformó los esquemas clásicos, con 
los cuales se inició el camino hacia la firma del Tratado de la Unión Europea, adecuando 
los nuevos objetivos a las necesidades que vivía Europa en los años ochenta. 
En el tercer capítulo, en su primera sección, se mencionan los cambios que se 
obtuvieron después de la Conferencia Intergubernamental de 1996, posteriormente 
 
1 En Alejandro Chanona Burguete, “El debate contemporáneo de las teorías de la integración regional”, en 
Alejandro Chanona Burguete y Roberto Domínguez Rivera, Europa en transformación, procesos 
políticos, económicos y sociales, Plaza y Valdés, México, 2000, p. 164. 
 4
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
intenta hacer una evaluación teórica desde el inicio de las Comunidades Europeas hasta 
el Tratado de Ámsterdam, además de indagar en los conceptos de subsidiariedad, 
supranacionalidad, aspectos que siempre han estado presentes en la vida europea; así 
como de aterrizar el concepto de redes intergubernamentales, con el cual se apreciala 
nueva dinámica teórica y de cooperación de la Unión Europea. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 5
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
1. DEL FIN DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL AL SUEÑO DE 
SCHUMAN Y MONNET 
 
 
“Después de todo, la paz no es una abstracción 
sino una convención muy concreta entre individuos, 
entre pueblos, entre nacionales, entre ideologías.”2
 Mario Benedetti. 
 
 
A lo largo de los siglos la historia europea ha sido muy caracterizada por la gran 
cantidad de acontecimientos que ha vivido. 
 
El continente europeo ha sido también, el escenario geográfico donde diversos y 
sucesivos reyes, emperadores, terratenientes, se atacaban unos a los otros, invadían los 
territorios y saqueaban sus bienes. 
 
Es sabido también que Europa en el pasado sufrió de hordas orientales así como de 
olas expansionistas de musulmanes y otomanos, e incluso en el siglo pasado la activa 
participación de ejércitos llegados del otro lado del Atlántico. 
 
La primera mitad del siglo XX no estuvo fuera del alcance de nuevas catástrofes 
bélicas. En el esquema internacional, la Primera Guerra Mundial fue la que inició la 
época de enfrentamientos modernos, que devastó el orden económico, social y político 
de Europa. 
 
Guerras anteriores tales como la Revolución Francesa, la Revolución Napoleónica 
habían sido de mayor duración e implicado a igual número de pueblos pero la Primera y 
 
2 Mario Benedetti, Perplejidades de fin de siglo, Nueva Imagen, México, 1994, p. 24. 
 6
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
la Segunda Guerras fueron conflictos generales entre los Estados Nacionales altamente 
organizados del siglo XX. Posterior a estos conflictos el orden mundial prevaleciente en 
el mundo y principalmente entre los pueblos europeos era de una aparente calma, 
aunque nunca dejaron los sentimientos nacionalistas de lado, en cambio más que esperar 
una paz mundial, el ambiente de nuevas confrontaciones debido a los factores 
económicos, políticos y territoriales, eran de esperarse.3 
 
Unos cuantos años después, el fin de la Segunda Guerra Mundial trajo a relucir la 
debilidad de este orden internacional, expresado por la inestable situación por la 
hegemonía del mundo de parte de las naciones líderes que en décadas anteriores se 
habían caracterizado como grandes potencias. Aprovechándose de economías débiles, 
engrandeciendo sus fronteras no sólo físicas, sino económicas, políticas y culturales. 
Además de crear un sentimiento en contra de las naciones vecinas, tales son los ejemplos 
de Gran Bretaña, Alemania, Francia e Italia y por supuesto la Unión Soviética. 
 
El desarrollo de la tecnología en general permitió devastar ciudades en muy poco 
tiempo con el uso de las nuevas armas de destrucción masiva, dejando en estas sólo 
destrucción. Por último, el uso en la guerra de la bomba atómica sobre Japón (Hiroshima 
y Nagasaki), representó la entrada en los enfrentamientos de armas de una nueva 
dimensión catastrófica. 
 
Después de 1945 Europa ya no era la misma. De la pugna 
entre nacionalismos, la superviviente fue una Europa 
ideológicamente amputada de su dominio oriental, bajo el 
dominio soviético, y moralmente rota por los horrores de la 
guerra. Además las divisiones políticas y la penuria 
económica hacían la persistencia de los particularismos, 
 
3 Para tener una breve idea de lo sucedido en el mundo desde principios del siglo XIX hasta 1968 
aproximadamente, se recomienda consultar el libro de David Thomson, Historia Mundial de 1914 a 1968, 
FCE, México, 1995. 
 7
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
agravándose los desequilibrios por fundados temores de 
nuevos enfrentamientos armados.4
 
 
La Segunda Guerra Mundial, más que la Primera, trajo un desplazamiento de poder 
en el mundo. Seis años de amarga lucha dejó a muchos países cansados, empobrecidos, 
deshechos, mientras que otros se vieron favorecidos y les otorgó un poder incrementado 
y por supuesto más ambicioso todavía. 
 
Las dos guerras tuvieron mucho en común, en la formación de sus participantes y en 
las consecuencias que trajo, ambas aumentaron el poder de Estados Unidos así como de 
de Rusia y disminuyeron, en conjunto, la importancia de Europa en el mundo. Esa 
hegemonía con la que los países europeos contaban, se vio rebasada y lidereada por 
Estados Unidos, quien fue el que retomó las riendas del régimen económico 
internacional, después de la segunda gran lucha mundial. 
 
Ciertamente, la entrada tardía de Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial 
provocó que durante este período hubiera quedado como el único abastecedor de 
alimentos y armas, lo que le permitió a su economía elevarse y crecer hasta ser la única 
que suministrara recursos a los países beligerantes, ya que con algunos años de ofensiva 
era más que inminente el desgaste de los beligerantes en todos los aspectos. Como lo 
explica David Thomson a continuación: 
 
…a causa del enorme aumento en los ingresos nacionales 
americanos y de su potencia adquisitiva, los Estados Unidos eran 
ahora el principal agente proveedor de capital y de fondos de 
inversión y constituían un codiciado mercado para las 
exportaciones mundiales.5
 
 
4 Araceli Mangas Martín y Diego Linan Nogueras, Instituciones y Derecho de la Unión Europea, Mc 
Graw Hill, Madrid, 1999, p. 4. 
5 David Thomson, op. cit., p. 212. 
 8
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
El continente europeo desafortunadamente tuvo que soportar esta nueva guerra de 
1939 a 1945, para que pudiera apreciar hasta dónde los sentimientos nacionalistas 
habían llevado al territorio a una rivalidad innecesaria. La necesidad de algún tipo de 
integración europea que marcara una nueva manera de reordenar el mapa político 
europeo se hizo evidente, no era posible que después de las conflagraciones, Europa y 
sólo Europa, hubiera sido la única afectada. 
 Tres realidades podrían identificar la necesidad de una nueva orientación hacia la 
construcción de una nueva Europa: 
 
1. En primer lugar, la conciencia de los europeos de su propia 
debilidad. La Segunda Guerra Mundial había puesto fin definitivo a 
la tradicional hegemonía europea en el mundo. Las dos nuevas 
superpotencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, tenían un 
poder económico, político y militar muy superior al del heterogéneo 
conjunto de Estados europeos. 
2. En segundo lugar, la convicción de evitar por todos los medios la 
vuelta a un enfrentamiento entre los Estados europeos. Las dos 
guerras mundiales se habían iniciado como "guerras civiles" 
europeas y habían terminando devastando el mismo territorio 
europeo. 
3. En tercer lugar, el deseo extendido entre muchos europeos de crear 
un continente más libre, justo y próspero en el que las relaciones 
entre los Estados se desarrollaran en un marco de concordia.6 
Después de los resultados de la Segunda Guerra Mundial, muchos movimientos 
europeos en pro de una reconstrucción y de una unión europea aparecieron en la 
geografía del viejo continente, estos movimientos de carácter privado utilizaban a la 
opinión pública y adherían a ellos sindicatos, universitarios, intelectuales, artistas, etc., 
para dar a conocer el sentir de la población de la necesidad de resucitar a Europa. 
 
6 Véase:www.iespana.es/jocana59/europa/biografias.htm 
 9
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
 
Estas ideas no fueron nuevas,para ese entonces ya habían existido propuestas de una 
alianza desde muchos años antes aunque sin ninguna respuesta satisfactoria, y peor aún 
en esta época, ya que las negociaciones se veían truncadas ya que las condiciones para 
hacerlo no eran las más propicias, después de las guerras por las cuales el continente 
europeo había pasado. 
 
La situación europea era muy precaria entonces, lo que podía provocar que fuera 
blanco fácil para una peor desestabilización económica, una crisis política, y un 
acercamiento de las ideas comunistas rusas. Estas eran suficientes razones para motivar 
a Estados Unidos, a que otorgara ayuda material y principalmente financiera a los países 
europeos más devastados. Los cuáles estaban necesitados de alimento y de ayuda para 
recomponer su capacidad industrial, en un momento en que carecían por completo de 
posibilidad alguna para adquirir dólares, que resultaban imprescindibles para sus 
propósitos de reconstrucción. 
La suspensión de los acuerdos de "préstamo y arriendo", aprobados tan sólo para el 
período bélico, exigía utilizar otro procedimiento para que Estados Unidos pudiera jugar 
un papel en la reconstrucción de la economía y la estabilidad europeas. 
El sistema monetario internacional que se puso en marcha al final de la guerra se 
asentó en los acuerdos de la conferencia reunida en Bretton Woods (julio de 1944) que 
otorgaron al dólar un papel decisivo en el sistema monetario internacional. Estados 
Unidos, poseedores del 80% de las reservas mundiales de oro, eran los únicos capaces 
de convertir su moneda de tal manera que el dólar se convirtió en el pivote monetario y 
comercial internacional. 
Estas razones fueron las que motivaron a Estados Unidos a presentar un plan para 
ayudar a la reconstrucción de Europa, el cual proponía fortalecer a las industrias de 
primera necesidad que habían sido destruidas en la guerra, además de promover el 
 10
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
desarrollo de la lenta economía del continente que se presentó al final de la gran 
conflagración. Este plan fue conocido como el Plan Marshall. 
 
En junio de 1947, el nuevo Secretario de Estado norteamericano George Marshall 
propuso a los europeos, en un discurso en la Universidad de Harvard, un programa de 
ayuda colectiva durante cuatro años que ellos mismos habrían de administrar. 
 
Este plan que se extendió originalmente a todos los países, incluidos los del Este, 
propuso la superación económica de Europa y, por otro, la continuación de la positiva 
situación económica norteamericana. La negativa de las democracias populares, 
inducida desde Moscú, a aceptar la propuesta hizo que en julio de 1947 sólo unos 
cuantos países europeos se sumaran a ella. 
Dada la situación crítica en la economía de algunos países y en los que el comunismo 
constituía un problema grave e inmediato, hubo que recurrir a una ayuda temporal. 
Finalmente, en abril de 1948 el Congreso de Estados Unidos votó el European 
Recovery Program (ERP) que permitió la ayuda, en un 10% a través de préstamos y el 
90% restantes mediante donaciones. Estas donaciones eran entregadas a los Gobiernos, 
que obtenían un "contravalor" en divisa propia destinado a ofrecer préstamos a la 
agricultura y a las industrias nacionales. 
 
Una buena parte de las razones por las que se aceptó la concesión de estos créditos se 
derivó de la respetada personalidad de George Marshall, calificado por Churchill como, 
"el organizador de la victoria". Sin embargo, para otros era más que evidente que 
Estados Unidos no podía ofrecer otra cosa que no fuera anticomunismo. 
 
Los méritos del Plan Marshall fueron muchos: prever un plan 
racional para poner en pie a las economías europeas y el 
desarrollo de éstas, crear un régimen multilateral de intercambios, 
 11
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
liberalizar éstos, reducir los contingentes, coordinar los planes 
económicos nacionales, organizar la convertibilidad de las 
monedas y organizar mediante la Unión Europea de Pagos, un 
sistema de compensaciones multilaterales y la concesión de los 
países deudores.7 
 
A Europa le interesaba en gran medida esta propuesta de Estados Unidos por dos 
motivos: el primero, la recesión económica en la cual estaba sumergida, y que sólo la 
ayuda estadounidense podía reactivar; y la segunda, que era evitar que los movimientos 
social-comunistas que en Francia e Italia se habían generado, no siguieran avanzando 
hacia el Este evitando así, que se encontraran con los pensamientos que provenían de la 
Unión Soviética, y que provocara una peor crisis en el sistema político y económico 
capitalista que regía en aquel entonces. 
 
La respuesta a esta oferta norteamericana fue inmediata y dieciséis países se 
congregaron para acordar los términos generales del Plan Marshall. Al mismo tiempo 
estos países, destacando una visión en exceso depresiva, contribuyeron de forma 
importante a la superación de su situación económica a través de la constitución en abril 
de 1948, de la Organización Europea de Cooperación Económica (OECE), destinada 
originariamente al reparto de la ayuda económica norteamericana. 
La nueva organización no limitó su papel a este terreno, sino que de forma inmediata -a 
partir de 1950- lo extendió a la liberalización comercial, de tal manera que sentó las 
bases para todo un conjunto de iniciativas posteriores. 
 
Siendo muy importantes los méritos del Plan Marshall, lo más sobresaliente y 
decisivo fue que la gestión en común de las ayudas enseñó a Europa occidental las 
posibilidades de su unión. Además de entender la mejor organización de sus economías 
a través de la OECE, que ayudó a facilitar la eliminación de restricciones al comercio y a 
los pagos internacionales entre los países europeos. 
 
 
7 Araceli Mangas, op. cit., p. 6. 
 12
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
Con esta acción Estados Unidos había justificado su permanencia en Europa, aunque 
esta ayuda no sólo fue de carácter económico, sino militar también, a través del pacto de 
defensa llamado Organización del Tratado del Atlántico Norte8 (OTAN). Así, la OTAN 
y la OECE se constituyeron en abril de 1948. 
 
Terminada la fase principal de ayuda económica del Plan Marshall, la OECE perdió 
fuerza y no alcanzó a tener repercusión para que fuera la organización principal que 
intentara unificar a Europa posteriormente, en el Convenio de París de diciembre de 
1960 la OECE fue transformada en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo 
Económico9 (OCDE), con la incorporación de los Estados Unidos, Canadá y Japón (en 
1964) como miembros de la nueva organización. 
 
Regresando nuevamente al panorama político de los países europeos, a pesar de los 
avances que los países aliados habían tenido en la reconstrucción, aún quedaba por 
resolver la situación con un vecino incómodo en el centro del continente, ese era 
Alemania que aunque derrotada, ocupada por ejércitos y dividida en pequeños 
territorios, entre los alemanes se hacía implícita la culpabilidad sobre sus acciones 
destructivas y no obstante se sentían arrepentidos y deseosos de borrar el terrible pasado 
que ocasionaron. Francia y Gran Bretaña, principalmente no se fiaban mucho de los 
germanos, ya que en ocasiones anteriores habían presenciado derrotas alemanas 
similares y después de un tiempo, volvía a la escena europea amenazante y fuertemente 
armada. 
 
8 La OTAN o NATO (por sus siglas en inglés) “es un Tratado internacional de carácter defensivo, por el 
que los Estados signatarios se comprometen a ayudarse mutuamente en caso de ataques armados en contra 
del territorio, naves,aeronaves o fuerzas militares de uno de ellos situadas en las zonas que el tratado 
comprende. Esta zona se extiende hacia Europa occidental (incluida Turquía), Norteamérica y las islas y 
espacios marítimos situados al norte del Trópico de Cáncer. El Tratado del Atlántico Norte, fue firmado el 
4 de abril de 1949 entre los Estados Unidos, Canadá y diez países de Europa occidental: Noruega, 
Dinamarca, Reino Unido, Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Francia, Italia, Islandia y Portugal”, en 
Manuel Medina, Las Organizaciones Internacionales, Alianza, Madrid, 1976, pp. 119-120. 
9 Las actividades actuales de la OCDE, se concentran, como lo dice su nombre en promover la 
cooperación y desarrollo económico, a su vez de no solo promover esta cooperación entre sus miembros, 
sino de extender esta idea a países principalmente del tercer mundo. En: Manuel Medina, op. cit., p. 125. 
 13
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
 
En el marco de los acuerdos de Postdam10, los países aliados –Francia y el 
BENELUX11-, decidieron controlar la cuenca del Ruhr desde el momento en que 
finalizó la Segunda Guerra Mundial, esto primordialmente para controlar la producción 
del acero y carbón, que en años anteriores, estos mismos recursos habían sido altamente 
explotados por Alemania, la cual los aprovechó principalmente para la producción de 
armamento. 
 
Para el año de 1949, se acordó la internacionalización del Ruhr con la participación 
alemana y de los aliados en la explotación de los recursos de la cuenca,12 este renovado 
intento de administración de los recursos –con el antecedente de la OECE y las ideas 
surgidas del Consejo de Europa-, fue lo que motivó a los franceses a pensar en ideas 
innovadoras para la reconstrucción europea. 
 
 1.1. LA CREACIÓN DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS 
 
El inicio de la integración europea, comienza primordialmente con la Declaración 
Schuman, tomando en cuenta las ideas teóricas de Jean Monnet y sobre todo, los 
estragos que había dejado la Segunda Guerra Mundial. En este sentido es importante 
reconocer la labor que se hizo para integrar en primera instancia la Comunidad Europea 
del Carbón y el Acero. Posteriormente la creación de la Comunidad Económica Europea 
y la Comunidad Europea de la Energía Atómica que en el sentido teórico vienen a 
representar el avance europeo en su integración continental, dejando de lado las guerras 
 
10 Los Acuerdos de Postdam se referían a la manera de administrar la cuenca del Ruhr; tanto Francia y los 
países del BENELUX querían ser mas cuidadosos y no permitir tanta participación de parte de Alemania 
en esta nueva administración, esto, para evitar que fueran utilizados los recursos para un nuevo rearme 
alemán. 
11 Los países que conforman esta unión son Bélgica, Holanda (Netherlands) y Luxemburgo. En capítulos 
posteriores se hará mayor referencia al BENELUX y al papel que jugó en la construcción de la Unión 
Europea. 
12 Araceli Mangas, op. cit., p. 7. 
 14
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
como medio para poder tener privilegios en la esfera internacional en caso de obtener 
una disfrazada victoria. 
1.1.1. LAS IDEAS DE SCHUMAN Y LA FORMACIÓN DE LA CECA 
El primer paso en la creación de la Comunidad Europea lo dio el Ministro de Asuntos 
Exteriores francés, Robert Schuman,13 el 9 de Mayo de 1950, al proponer un plan, -el 
Plan Schuman- recurriendo al genio de un hombre inventivo que había adquirido una 
experiencia excepcional a lo largo de su carrera internacional: Jean Monnet14. 
Entre los principales motores de la Declaración Schuman, estaba integrar y gestionar 
en común la producción franco-alemana de los recursos naturales, proponer la primera 
organización entre países europeos después de la guerra, la paz, contribuir al aumento 
del nivel de vida, y llevar acabo una fusión de intereses indispensables para la creación 
de una comunidad económica. 
Entre sus objetivos a largo plazo se pretendía introducir la visión de una comunidad 
más amplia y más profunda. 
Esta medida de integración económica buscaba desarrollar el acercamiento entre 
Francia y Alemania, alejando definitivamente el espectro de la guerra en Europa. El 
gobierno francés sugirió poner la producción franco-alemana del carbón y el acero una 
 
13 Político y abogado francés impulsor de la integración europea. Comprendió la importancia del proceso 
de unidad, que puso en marcha mediante el Plan Schuman de 1950 (elaborado en colaboración con Jean 
Monnet). Dicho plan consistía en poner los estratégicos sectores del carbón y del acero de Francia y 
Alemania bajo una administración conjunta, idea que, aceptada también por Italia, Bélgica, Holanda y 
Luxemburgo, dio origen a la CECA (Comunidad Europea del Carbón y el Acero), en 
www.artehistoria.com/historia/personajes/7713.htm. 
14 Economista francés que terminada la guerra elaboró un plan de equipamiento y Reconstrucción 
Económica (el Plan Monnet) que, apoyándose en la ayuda americana del Plan Marshall, permitió a Francia 
Modernizar sus estructuras productivas y relanzar el crecimiento en poco tiempo. Pero conciente de las 
limitaciones de los Estados nacionales tradicionales, se aplicó desde entonces a luchar por la idea 
europeísta; fue él, quien concibió la estrategia de comenzar por la integración económica de Europa, para 
fomentar así una solidaridad material que contrarrestara los particularismos nacionales y fuera la base de 
una nueva unión política. Con tal propósito participó en la elaboración del Plan Schuman. En: 
www.artehistoria.com/frames.htm. 
 15
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
autoridad común, en el marco de una organización abierta a la participación de los 
demás países de Europa15, llamada la Alta Autoridad. 
Jean Monnet, quien se dio cuenta de que el impulso integracionista europeo no podía 
resultar de una colaboración militar, la cual era impopular y conflictiva, pensaba que la 
integración debía fundarse en realidades económicas y políticas. Para esto primero se 
debía controlar la cooperación y la explotación adecuada de los recursos naturales del 
Ruhr establecido en la Declaración Schuman, además de tener una visión aún más a 
futuro de no sólo crear una instancia de cooperación económica, sino utilizar este rubro 
para alcanzar una unión política que reforzara los lazos heridos por los conflictos 
bélicos. 
Entre los principios de la Declaración Schuman, se asentaron una serie de 
principios: 
• Europa no se hará de un golpe, se hará mediante realizaciones 
concretas. Es necesario establecer en primer lugar solidaridades de 
hecho; 
• La oposición secular entre Francia y Alemania debe eliminarse: la 
propuesta debe afectar sobre todo a estos dos países, pero está 
abierta a todas las demás naciones europeas que compartan los 
objetivos; 
• La acción inmediata debe tener por objeto un aspecto limitado, pero 
decisivo: la producción francoalemana de carbón y acero, que 
deberá someterse a una Alta Autoridad común; 
• La fusión de estos intereses económicos contribuirá al aumento del 
nivel de vida y al establecimiento de una comunidad económica; 
• Las decisiones de la Alta Autoridad serán vinculantes para los 
países que se adhieran. Estará integrada por personalidades sobre 
una base paritaria. Sus decisiones tendrán carácter ejecutorio”.16 
 
 
15 Achille Albonetti, Préhistoire des Etats-Unis d´Europe, s.f., p. 101. 
16 Oficina de publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas, Una nueva idea para Europa, 
Bélgica, 2000. p.15. 
 16
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
Posteriormente,esta idea se impulsó entre los gobernantes del BENELUX y además 
apoyó la existencia de una presión popular para que los políticos de Europa acabaran 
realizando este gran proyecto histórico. 
 
El plan Schuman17 era de carácter esencialmente político y económico, buscaba 
terminar con la rivalidad histórica entre Francia y Alemania. Esto iba a realizarse 
mediante un plan cuyo último objetivo sería crear esa “Federación Europea” que era 
indispensable para la paz. 
La respuesta no era nacionalizar, ni tan siquiera internacionalizar la propiedad de los 
medios de producción en el carbón y el acero, sino crear un mercado común para estos 
productos, mediante la abolición de los derechos de aduana, eventuales, etc. Todos los 
participantes en este mercado común, tendrían igual acceso a los mercados de estas 
industrias, donde quiera que estuvieran localizadas y, con el fin de reforzar esto, se 
prohibía la discriminación por razones de nacionalidad. 
La respuesta a estas propuestas fue la creación de la Comunidad Europea del Carbón 
y el Acero (CECA). El texto pronunciado por Schuman sería entonces la piedra 
fundamental de la comunidad, los países convocados a integrarse tenían la visión de una 
federación, donde la comunidad europea conviviera sanamente, y no obstante sus 
intereses particulares se verían beneficiados con este llamado. 
Francia no sólo aseguraba su control supranacional de la siderurgia alemana, sino 
también aseguraba condiciones especiales de proteccionismo para sus factorías y un 
protagonismo en el primer paso de la unidad europea. Alemania, aparte de prestigiar su 
reciente democracia federal y demostrar su nueva voluntad pacifista, también necesitaba 
reactivar y proteger sus siderurgias ante la pérdida de los tradicionales mercados del Este 
además de la debilidad que sufría su mercado interno. Italia –otro país europeo vencido 
en la guerra-, tenía la idea de expandir su nueva industria metalúrgica. El BENELUX, 
 
17 Robert Schuman, Statements issued by the French Foreign Minister Robert Schuman at the Foreign 
Ministers meeting in London on May 9th 1950, Deparment of State Bulletin, June 12th 1954, pp. 936-937. 
 17
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
respondió a una misma voz de los países pequeños, siempre invadidos en la guerra y 
despreciados en tiempos de paz. 
La propuesta de Schuman se concretizó en el Tratado de París del 18 de abril de 
1951, el cual entró en vigor en julio de 1952 dando origen a la Comunidad Europea del 
Carbón y el Acero. El Reino Unido omitió su participación en esta organización, por 
estar en desacuerdo con la estructura de carácter supranacional con la que contaba la 
Alta Autoridad, órgano ejecutivo de la CECA, evitando así que su soberanía se viera 
alterada. 
El artículo 6º del Tratado atribuía a la CECA la personalidad jurídica de derecho 
internacional público, a partir del momento en que la misma podía ser sujeto de derecho 
y deberes en sus relaciones internacionales. 
El Tratado previó también la encomienda de determinadas competencias estatales 
para sus instituciones, que tuvieron poderes “limitados” para tomar decisiones sobre los 
Estados miembros y empresas nacionales del carbón y acero; una producción legislativa 
autónoma y la posibilidad para los países miembros de reformar el Tratado; el apego de 
los Estados miembros a la legislación de origen comunitaria y al contracto 
jurisdiccional. 
Con el Tratado de la CECA se estableció que la comunidad sería dirigida por 
instituciones comunes encargadas de velar por los intereses de los países signatarios. 
Estas instituciones fueron: la Alta Autoridad, el Consejo de Ministros, un Tribunal de 
Justicia Europeo y una Asamblea Parlamentaria. 
La primera y más importante se encargaba del nombramiento de los miembros (hoy 
llamados comisarios) que ejercen sus competencias colegiadamente y no pueden recibir 
instrucciones de los Estados miembros. La independencia financiera de la que gozaban 
estas instituciones, se materializaba a través de las aportaciones de los Estados; y la 
responsabilidad de la Alta Autoridad exclusivamente ante la Asamblea, que podía 
aprobar por mayoría cualificada una moción de censura contra aquélla. 
 18
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
El Consejo de Ministros el cual representaba a los gobiernos de los Estados 
miembros quedó limitada en la forma de su toma de decisiones, no decidía por 
unanimidad, sino por mayoría.18
La CECA era limitada frente a la constitución de un mercado común contando sólo 
con dos productos y sus derivados, lo que dejó mucho que desear junto a los 
movimientos europeos que esperaban una concretización mejor y más grande de sus 
deseos políticos, pero más importante fue la atribución de la CECA que despejó el 
callejón sin salida política y económica que se presentó en casi toda la historia europea y 
posibilitó más tarde la integración en otros sectores económicos, con sus consecuencias 
políticas, económicas y sociales. 
 El experimento del carbón y el acero demostró las múltiples conveniencias de una 
eventual unidad europea, alentada también por Estados Unidos para reforzar a sus 
aliados occidentales, ya que con la URSS desde 1946 mantuvo la guerra ideológica 
mejor conocida como la Guerra Fría19. 
La penuria de los años de la posguerra, la destrucción y el temor a las consiguientes 
convulsiones sociales animaron la idea de que una alianza defensiva no se podía limitar 
a los aspectos militares como ocurriera en los siglos anteriores. Un componente esencial 
de la defensa nacional, en una época denominada por las ideologías y las concepciones 
globales de la sociedad, era el bienestar social y económico. 
Las referencias de una cooperación militar se remontan a los antecedentes del 
problema de expansión comunista que la Unión Soviética representaba; así como 
 
18 Pascal Fontaine, Una idea nueva para Europa. La Declaración Schuman, Oficina de Publicaciones 
Oficiales de las Comunidades Europeas, Bruselas–Luxemburgo, 1990, pp. 19- 20. 
19 La Guerra Fría se define como el enfrentamiento entre estos dos bloques (occidental-oriental) tiene su 
origen en el conflicto ideológico entre la doctrina liberal-capitalista y el ideario comunista, expresión a su 
vez de los dos sistemas sociales antagónicos: capitalismo, en su última fase monopolista (y, por tanto, 
imperialista) y socialismo soviético. Sin embargo, el desarrollo del enfrentamiento ha tendido a ocultar 
este antagonismo socioeconómico e ideológico, que ha sido sustituido cada vez más por la lucha de dos 
estrategias orientadas a un mismo fin: la dominación hegemónica de una u otra potencia mundial sobre la 
mayor parte del mundo. José Gómez Navarro, Historia del Mundo Contemporáneo, Alambra, México, 
1992, p. 347. 
 19
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
también los hechos del golpe de Praga y el bloqueo de Berlín en 1948. De esta manera 
se instituyó un acuerdo militar20 firmado en el Tratado de Bruselas21, los países 
miembros se comprometieron a cooperar lealmente y a coordinar sus esfuerzos a la 
reconstrucción económica cuidando mucho el ámbito militar. 
Pero aún y con la firma de este tratado, los europeos se sentían aún amenazados por 
la Unión Soviética, por tal situación el ministro francés René Pleven intentó conformar 
la Comunidad Europea de Defensa, la cual propuso como principal objetivo, crear un 
ejército europeo, que tuviese soldados de diferentes nacionalidades y que a su vez 
permitiese contar con soldados alemanes pero bajo el marco de un ejército integrado.22 
Finalmente el intento de la Comunidad Europea de Defensa (CED), no logró 
concretarse, yaque en comparación con la CECA, se concentraba más en la defensa que 
en la integración económica. Ligada al intento de la CED, el ministro Italiano Gasperi, 
propuso dar un paso adelante y crear una Comunidad Política Europea (CPE) retomando 
nuevamente las ideas de los federalistas europeos; pero el veto francés no aceptó este 
proyecto sorprendiendo a sus países vecinos23, siendo que había sido propuesta francesa 
la creación de estas dos organizaciones. 
En aquel tiempo, se podía apreciar un gran avance político y económico entre los 
países europeos, pese al fracaso de la Comunidad Europea de Defensa y a la Comunidad 
Política Europea. Se encontraban entusiasmados por salir adelante, haciendo un poco de 
lado su soberanía, para dar paso a la unidad europea, que aunque sólo en un sector había 
tenido éxito, no descartaban dar pasos aún más serios para alcanzar una Federación 
Europea. 
 
20 Francesc Morata, La Unión Europea. Procesos, Actores y Políticas, Ariel, España, 1999, p. 81. 
21 El Tratado de Bruselas era insuficiente ante la magnitud que siguió tomando la política soviética con el 
denominado golpe de Praga y el bloqueo de Berlín, por ello la perseverante presión de los Gobiernos 
europeos occidentales logró persuadir al Gobierno estadounidense para que, además de no seguir 
repatriando las fuerzas armadas, participara en la Defensa Europea Occidental. 
22 Francesc Morata, op. cit., p. 93. 
23 Francia no aceptó la nueva propuesta puesto que pasaba por una difícil situación en su marina además 
de la presión de Inglaterra a no unirse y así obedecer a un gobierno supranacional. 
 20
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
 
Las fronteras físicas de la CECA hacían tener en cuenta que aún la URSS era un 
dominante muy importante política y económicamente en Europa Oriental. La esperanza 
de separación motivada por la muerte de Stalin en 1953 se terminaron poco después, al 
firmarse en mayo de 1955 el pacto de Varsovia, que unía militarmente a todas las 
naciones del Este con la URSS, en clara respuesta de la OTAN24. 
 
Para ese entonces, Europa Occidental necesitaba consolidar su capacidad económica 
y su desarrollo social a manera de omitir cualquier intento soviético por introducir otro 
tipo de ideas ajenas a las que los miembros de la CECA habían mantenido para su unión. 
Por eso, en junio de 1955 a petición de los países del BENELUX y debido a la inquietud 
expresada por consolidar el espíritu de la integración, se materializa en una reunión en 
Messina, Italia, el objetivo era de proseguir en la evolución de una Europa unida. Estos 
objetivos debían centrarse a través del desarrollo de instituciones comunes, de la 
progresiva fusión de las economías nacionales, de la creación de un mercado común y de 
la armonización progresiva de sus políticas sociales.25 
 
En esta reunión se conformó un Comité que entre sus integrantes más distinguidos se 
encontraba el ministro belga de Asuntos Exteriores, Paul Henri Spaak, con la tarea de 
analizar la situación europea y de presentar una propuesta de integración económica, 
propuesta, que después de un año sería aprobada en mayo de 1956 en Venecia. 
 
El resultado de esa labor fue la elaboración de un informe, en el cual, Spaak definió el 
objeto de un Mercado Común, y propuso la creación de una vasta zona de política 
económica común, constituyendo una poderosa unidad de producción permitiendo una 
 
24 Carl Friedrich, Europa, el surgimiento de una nación, Alianza, Madrid, 1973, p. 25. 
25 Ibidem, p. 30. 
 21
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
expansión continua, una creciente estabilidad, un aumento acelerado del nivel de vida y 
un armonioso desarrollo de las relaciones entre los Estados. 
 
1.1.2. LA CONFIGURACIÓN DE LA CEE Y LA EURATOM 
 
En el informe Spaak se subrayaron razones políticas que aconsejaban la creación de 
un amplio mercado común europeo y se ponían de relieve sus ventajas económicas, 
fundamentalmente a través del óptimo aprovechamiento de los recursos y de las 
economías de escala; haciendo hincapié por último, en las grandes facilidades que al 
proceso integracional habían de proporcionar la participación de sólo un reducido 
número de Estados.26 
 
Este documento se convirtió en la base fundamental del Tratado de Roma firmado el 
25 de marzo de 1957, con el cual los seis integrantes de la CECA crearon la Comunidad 
Económica Europea (CEE) y la Comunidad de la Energía Atómica (EURATOM) que se 
dedicó a la investigación, desarrollo y utilización pacífica de la energía nuclear por parte 
de los países miembros. Ambas comunidades entraron en vigor a partir del 1 de enero de 
1958. 
 
El Tratado de Roma tenía como objetivo básico la creación de un ente supranacional 
con personalidad propia, la CEE, con la misión fundamental de la formación de un 
mercado común, manifestación visible e inicial del proyecto de una verdadera unión 
económica.27 
 
Esta nueva entidad fue concebida como una unión aduanera y los países ya 
miembros estaban dispuestos a crear las bases de una unión cada vez más estrecha entre 
los pueblos europeos que iría realizándose en fases progresivas. 
 
26 Ramón Tamames. op cit., p. 90. 
27 Ibidem, p. 96. 
 22
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
En cada una de estas fases, los países miembros irían reduciendo sus tarifas 
aduaneras entre sí; además se establecería una tarifa aduanera común respecto a terceros 
países. Con el transcurso del tiempo quedó previsto que fueran desapareciendo las 
fronteras a los movimientos internos de capitales y de trabajadores. 
De la Comunidad Económica Europea habría de resultar la institución destinada a 
generar la unidad europea y para cumplir su misión, las acciones de la comunidad 
estarían encaminadas a: la supresión de barreras intracomunitarias y establecimiento de 
un arancel exterior para la formación de un mercado único; la defensa de la competencia 
intracomunitaria; adopción de una política comercial común frente a terceros; políticas 
comunes en los sectores de la agricultura y los transportes; coordinación de las políticas 
económicas y prevención de los desequilibrios de las balanzas de pagos. 
La creación de un Fondo Social para mejorar las posibilidades de empleo de los 
trabajadores y elevar su nivel de vida; por último, la constitución de un Banco Europeo 
de Inversiones para facilitar la expansión de la Comunidad. 
Para la realización de todas estas tareas de la Comunidad se confió a cuatro 
instituciones –Asamblea, Consejo, Comisión y Tribunal de Justicia- que constituyeron 
verdaderos guardianes del Tratado y garantes de su efectivo desarrollo y 
cumplimiento.28 
En vez de una Alta Autoridad, la Comunidad Económica Europea contó con un 
Consejo de Ministros y una Comisión. El primero sería el órgano de decisión, reuniendo 
a representantes de los Gobiernos; sus decisiones se tomarían siguiendo la regla de 
unanimidad a partir de las propuestas de la Comisión. En cambio, los comisarios serían 
expertos designados por los Gobiernos pero no los representarían y tendrían como 
misión elaborar la política a seguir. Tras un período de seis años se aplicaría el principio 
de mayoría simple; también se preveía la existencia de una Asamblea y de un Tribunal 
de Justicia. 
 
28 Ibidem, pp. 96-97. 
 23
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
En cuanto a la EURATOM, este tuvo como objetivo inicial proporcionar la 
administración de la energía nuclear a Europa, consiguiendo para los seis países que 
suscribieronel acuerdo un mayor grado de independencia en materia energética. En la 
práctica, a diferencia de la CECA, no suponía una especie de reagrupación de la 
producción de energía nuclear, sino de la creación de una agencia de aprovisionamiento 
que tenía una opción de compra sobre los materiales producidos por los países miembros 
y que, además tenía la ventaja exclusiva de proporcionarlos en el exterior. 
En realidad la EURATOM resultó un fracaso, Francia siempre pensó en que era 
necesaria una absoluta independencia en esta materia para poder llegar a construir su 
propio armamento atómico, en especial después de sus desafortunadas experiencias 
descolonizadoras y de la llegada al poder del general De Gaulle que tenía la idea de que 
Francia debía recuperar el rol principal en el tablero internacional. Además de divulgar 
la idea de que aspiraba a la negociación entre los países beligerantes de la Guerra Fría y 
proponía el resurgimiento de Europa como tercera alternativa en el poderío mundial. 
Los Tratados de Roma presentaron un agudo contraste con el de la CECA. Estos 
nuevos Tratados concedieron a las instituciones de la CEE facultades legislativas mucho 
más amplias que en el caso de la CECA. No es extraño, pues, que se afirmara que los 
Tratados de Roma se configuraran como un “Tratado-base”, con los fundamentos de la 
unificación económica y una notable vaguedad de contenido, pero con un sistema 
constitucional para permitir definir el futuro orden de los acontecimientos. 
Durante los primeros meses de vida, las nuevas instituciones europeas debieron 
enfrentarse con graves problemas. A pesar de que se había situado al frente de ellas a un 
alemán y a un francés, los prejuicios del nacionalismo eran todavía muy grandes. De 
Gaulle, por ejemplo, intentó una reforma que, por potenciar demasiado el papel de las 
naciones, podría haber supuesto una crisis de unas instituciones todavía germinales. 
En los primeros años del Mercado Común la estrategia de De Gaulle obtuvo éxitos 
muy fructíferos. Por su parte, Alemania Occidental registró un asombroso crecimiento 
 24
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
económico, aunque desafortunadamente su pasado lo siguió atormentando impidiéndole 
así disputar una verdadera posición de eficacia en la Comunidad Económica Europea; 
esto aunado a que De Gaulle significaba un verdadero peso específico en la diplomacia 
de la CEE además de contar con la ayuda de Maurice Couve29 para lograr los mejores 
acuerdos en la política exterior de su época. 
Para esos años, se apreció una leve rivalidad entre franceses y alemanes, aparte de 
intereses y orgullo nacional, aparecen nuevamente las dos corrientes del europeísmo 
surgidas en el Congreso de La Haya. 
Los alemanes, concretamente Adenauer y Hallestein30 eran federalistas y luchaban 
por avanzar hacia una mayor unidad política. Pero el grupo de De Gaulle con Couve, no 
veían con buenas intenciones la cesión de soberanía para alcanzar el objetivo de 
hegemonizar la política comunitaria. 
Otro tema de discusión entre alemanes y franceses –en el marco de la CEE- era el 
ingreso de Gran Bretaña. Los alemanes veían con buenos ojos la adición de los 
británicos aunque no así los franceses, principalmente su presidente ya que consideraba 
que Gran Bretaña sería un miembro incómodo, siendo que su economía no había sufrido 
tanto como la de los países continentales durante las guerras, además de que ya 
integrado, rápidamente intervendría en la cúpula de decisiones de la Comunidad, 
impidiendo así, llevar a cabo los planes que Francia tenía ya en mente en la marco de la 
CEE. Gran Bretaña, había renunciado a formar parte de la CECA debido a que mantenía 
estrecha relación económica con los países de la Commonwealth31, e intentó que se 
 
29 Maurice Couve tenía experiencia como Embajador en Washington y en Bonn, además de ser una de las 
mentes más brillantes en política francesa. En Ernesto Frers, ¿Qué es Europa?, Questio, España, 1989, pp. 
54-55. 
30 Jurista y catedrático había representado a Alemania en las negociaciones de la CECA, presidió la 
comisión desde el inicio hasta 1967, propugnaba junto con Adenauer por una mayor unidad política. Idem. 
31 Commonwealth o Comunidad Británica de Naciones es la asociación de 40 países –primordialmente 
promovida por Gran Bretaña- el objetivo principal es mantener una cooperación económica sin con los 
países que fueron colonias inglesas. Véase en: 
www.thecommonwealth.org/Templates/Internal.asp? NodeID=20596. 
 25
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
creara una zona de libre comercio que incluyera al conjunto de los países de la OECE 
como alternativa al Mercado Común. 
Cuando esta iniciativa se demostró inviable, los británicos crearon, con la 
colaboración de otros países europeos (Suecia, Noruega, Dinamarca, Austria, Suiza y 
Portugal), la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC o EFTA por European Free 
Trade Association), mediante un tratado suscrito en Estocolmo en noviembre de 1959. 
Pero muy pronto se hizo patente que la competencia entre las dos nuevas asociaciones 
económicas, el Mercado Común llevaba la lógica ventaja que le proporcionaba la mayor 
coherencia de su propuesta. 
El acuerdo de la EFTA se ajustaba perfectamente a los intereses británicos. La 
maquinaria de tipo institucional era mínima. No se veía ningún signo de que la EFTA 
fuera un primer paso hacia la unidad política; básicamente se trataba de un acuerdo 
comercial32. Cabe recordar que antes de los sesentas, a Gran Bretaña no le interesaba 
formar parte de la CEE. Puesto que el simple hecho de entrar significaba para los 
británicos, ceder parte de su soberanía y someterse a decisiones que se tomaran en el 
pleno de la Comunidad, obedeciendo a su vez a intereses de los países que ya formaban 
la Comunidad Económica. 
En agosto de 1961, Gran Bretaña, Irlanda, Dinamarca y Noruega presentan 
formalmente solicitudes de adhesión a las Comunidades Europeas, pero Francia se 
opuso y ni siquiera se llegó a discutir en la CEE. Posteriormente estos países volverían a 
insistir en su adhesión en 1963 y en 1967. De hecho, tendrían que esperar a que De 
Gaulle abandonara el poder en Francia para que sus solicitudes pudieran ser tomadas en 
cuenta. 
Francia inicia una controversia con la Comisión por motivos de la Política 
Agraria Común (PAC) ya que Francia pedía en que el único tema a tratar era la 
consolidación de esta política, la Comisión por su parte planteaba que se le acrecentaran 
 
32 Dennis Swann, La Economía del Mercado Común, Alianza, Madrid, 1974, p. 331. 
 26
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
los poderes en materia financiera y se le otorgara un presupuesto propio así como 
ensanchar el papel del Parlamento y un fondo común para la PAC. 
El motivo principal del conflicto se deriva de que la propuesta de la Comisión lo 
que realmente hacia era reforzar la influencia de los organismos supranacionales; 
mientras que Francia estaba en contra de la supranacionalidad y tenía una negativa a 
aceptar el principio del voto mayoritario en los casos previstos por el Tratado de Roma 
en el artículo 148, y una voluntad deliberada de limitar al máximo los poderes de la 
Comisión. 
Francia no conseguía que los demás miembros discutieran el tema de la toma de 
decisiones para la efectividad de la Comunidad, De Gaulle decidió presionar retirando 
del Consejo al ministro de Couve, dejando de asistir a las reuniones del Consejo. Este 
hecho fue bautizado como la “crisis de la silla vacía” que terminó varios meses después 
enero de 1966 consiguiendo Francia imponer la idea de que las negociaciones debían 
tener un caráctermás intergubernamental que supranacional. En ese Consejo celebrado 
en Luxemburgo se llegó a un acuerdo, en el que sin dar solución al problema, se fijaron 
los términos de la divergencia de opiniones existentes.33 
En este primer apartado se ha podido apreciar que el inicio de las negociaciones para 
la constitución de un sistema que impidiera a los países europeos utilizar los conflictos 
armados como medio para obtener beneficios frente a otros países, ha sido muy difícil. 
Los problemas que tuvieron anteriormente se hicieron notar de tal manera, que fueron 
pequeñas pausas durante el largo período de negociaciones. 
No obstante, el sueño que compartían Schuman y Monnet de poder contemplar una 
federación europea fue alcanzado en cierta medida aunque, el éxito del que gozó, no fue 
limitante para seguir avanzando en la búsqueda de tan anhelado sueño. Este avance 
significativo se apreció en varios aspectos: primeramente el cese a las guerras, que 
desafortunadamente para los europeos sólo a ellos les perjudico. 
 
33 Ibidem, p. 11. 
 27
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
Con la visión de Robert Schuman y las ideas de Jean Monnet, se pudo iniciar el 
camino hacia una integración continental, al establecer una primera institución de orden 
supranacional, en el marco de una Comunidad que en sus inicios sólo se ocupó de los 
recursos naturales, y en la que los países miembros hicieron de lado sus odios, para 
poder participar activamente cediendo un porcentaje significativo de su soberanía. 
Posteriormente a la inauguración de la CECA, el interés por seguir creciendo política y 
económicamente entre los miembros de la comunidad, fomentó la creación de nuevas 
estructuras de organización. Estas nuevas organizaciones con objetivos claramente 
establecidos, permitieron seguir teniendo un mejoramiento en el nivel de vida europeo. 
La CEE se concentró principalmente en el aspecto económico que como se pudo 
apreciar en este apartado, fue pieza clave para hacer de lado la gran cantidad de 
problemas que se venían arrastrando. 
La EURATOM, aunque no tan exitoso como la CEE, logró proveer a Europa de 
energía a precio estable y tener el control en la producción de la misma. 
Se ha podido percibir, aunque muy breve la teoría que acompaña la integración 
europea en este inició de su largo camino por la unidad europea. Distinguiéndose 
primordialmente las ideas federal-funcionalistas y neofuncionalistas contenidas en el 
Tratado de París de 1951. En la siguiente parte se tratara de precisar más los enfoques 
teóricos que explican la fase de integración europea en las décadas de los cincuentas y 
los sesentas. 
 
1.2. ENFOQUES TEÓRICOS SOBRE LA INTEGRACIÓN EUROPEA 
 
El propósito principal del apartado anterior de esta investigación, fue dar una 
perspectiva histórica al contexto político-económico hacia la unidad europea. Es 
importante resaltar que no sólo los hechos históricos –productivos y no productivos- se 
 28
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
hicieron presentes en el recuento cronológico, sino también a los sucesos que dieron 
lugar a la formación teórica a cada uno de los acontecimientos. 
En este sentido, el concepto histórico y el concepto teórico van estrechamente 
ligados para dar una mejor interpretación del fenómeno que ocurrió en Europa en la 
época de la posguerra. Esto se refiere principalmente al concepto de la integración 
económica34, que responde en el caso europeo al impulso y la necesidad de abandonar 
los conflictos bélicos y ver más por un futuro próspero conforme a la cooperación 
económica entre los signatarios, avanzando de tal manera que la integración económica 
llegara a tener tanta importancia que propiciara hasta una integración monetaria y 
política. 
Tomando como referencia esta parte histórica, se puede apreciar que entre la CECA, 
CEE y la EURATOM, la dimensión teórica a la que se enfrentaron los europeos en esta 
parte del inicio de su integración, es enorme. Estos enfoques teóricos pueden ser 
identificados entre federalismo, funcionalismo y neofuncionalismo. Cada uno de ellos, 
contribuye con una explicación teórica en diferentes momentos. 
 
1.2.1. FEDERALISMO 
La idea del federalismo en Europa no surgió exactamente durante el periodo de 
entreguerras, tiene algunos antecedentes que datan del siglo XIX. 
Europa después de la Segunda Guerra Mundial presentó el primer intento por alcanzar 
una integración -que más allá de los acuerdos económicos-, la misma dinámica de la 
integración llevó a los europeos a pensar y replantear los objetivos que en 1950 se 
tenían, llevando al continente a más que una unión económica al camino de una unión 
total política. 
 
34 La integración económica es una rama de la teoría del comercio internacional que se ocupa de los 
agrupamientos de los mercados. Aquí apreciamos distintas fases de integración económica, tales como el 
área de libre comercio, unión aduanera, mercado común, unión económica y monetaria y unión total. 
 29
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
Para Finn Laursen, “una manera de ver a la integración es verla como un proceso de 
toma de decisiones conjuntas. Algunas tomas de decisiones conjuntas pueden ser 
medidas en varias dimensiones. En la literatura clásica de la integración europea tres 
dimensiones son consideradas especialmente importantes: el alcance funcional, la 
capacidad institucional, y el dominio geográfico”.35
Francia como uno de los principales actores en la propuesta de unificación europea, 
jugó un papel muy importante, dando a conocer nuevas ideas, que ayudarían a la 
concepción de integración. Tales ideas fueron las ideas federalistas expuestas 
principalmente por Jean Monnet en el Plan Schuman; pero antes de hacer más referencia 
al caso europeo es conveniente puntualizar sobre lo que es la teoría federalista, para 
entender mejor su concepto. 
La definición del federalismo ha sido tarea compleja que por largo tiempo ha 
ocupado a la ciencia política y a otras disciplinas que analizan los temas del poder 
político y de su organización en Estados. 
El federalismo es reivindicado como una estructura y un proceso 
político, en la medida en que se trata de un modelo para 
determinar al Estado y para regular la distribución del poder. 
Precisamente, la dimensión política del federalismo es la que 
permite ir tendiendo los puentes de su relación con la democracia 
y con otros valores o principios políticos asociados directamente 
con ésta.36 
El núcleo central de la concepción del federalismo es la idea de que una federación 
es como una unión de grupos, que se encuentran ligados por uno o más objetivos 
enraizados en los valores, creencias e intereses comunes, pero conservando su carácter 
distintivo a otros efectos. Una federación o unión federal une entes distintos sin 
 
35 Fin Laursen, “Theories of European Integration”, background paper for lecture on European 
Integration: What and why?, The Graduate Institute of European Studies, Tamkang University, Taipei, 
Taiwan, march 2002, p. 2. en www.lib.tku.edu.tw/libeu/eulecture/ 
theoriesofeuropeanintegration.pdf. 
36 Tonathiuh Guillén López, Federalismo, Gobiernos Locales y Democracia, Cuadernos de divulgación de 
la cultura democrática, IFE, México, 1999, p. 9. 
 30
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
destruirlos; su propósito es fortalecerlos en otras palabras, es la cooperación estructurada 
de los grupos. 
Los principios básicos del federalismo son: 
a) Crear instituciones supranacionales, políticas y militares, y un sistema legal comúncomo método para unir pueblos que comparten características comunes, pero que 
vivieran en Estados separados; 
b) Establecer una autoridad política. Hacer del poder, un fenómeno entre la autoridad 
central y las regiones; 
c) Emplear un método para obtener una unión entre Estados; 
d) Necesitar un momento adecuado para su presentación que en el caso europeo se dio al 
final de la Segunda Guerra Mundial, por el ambiente de disrupción económica y 
desilusión política, parecía ser el adecuado.37
“En el contexto europeo, se destacan dos vertientes dentro del federalismo: 
1) gradualistas: que buscaban utilizar la cooperación intergubernamental como 
instrumento para llegar al federalismo mediante un tratado; y 
2) radicales: que pretendían sobrepasar a los gobiernos mediante la movilización de la 
opinión pública utilizando el caos inmediato de la posguerra en Europa como situación 
revolucionaria. En este sentido, creían que el Consejo de Europa podría desempeñar esa 
labor.”38
Los primeros ejemplos materializados del federalismo los encontramos con la 
creación del Acuerdo entre Bélgica, Netherlands (Holanda) y el ducado de Luxemburgo 
así como también en la CECA. El BENELUX fue una unión aduanera, a partir de la cual 
 
37 Armando García, La Integración Europea y la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC): La 
posición de la Unión Europea en el conflicto palestino-israelí 1975-2005, Tesis de licenciatura, 
Universidad Nacional Autónoma de México, 2004, p. 9. 
38 Armando García, La Integración…op. cit., p. 9. 
 31
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
los países integrantes decidieron formar a raíz del bloqueo económico que los nazis 
mantenían alrededor de sus países vecinos. 
Las instituciones del BENELUX se caracterizaron por su simplicidad y por su 
competencia estrictamente técnica, a pesar de eso es de gran interés destacar su carácter 
de formas embrionarias en comparación de las instituciones y órganos de la CEE. En el 
caso del BENELUX no fue necesario crear un organismo supranacional; bastó con 
desarrollar una política intergubernamental en el seno de unas instituciones creadas para 
el mejor funcionamiento de la Unión.39 
Fue así como la concepción federalista influyó en el pensamiento de integración de 
Monnet. En la visión que él tenía para Europa, el federalismo ofrecía una opción que 
permitiera al mismo tiempo la unidad y la diversidad. Este movimiento debía orientarse 
hacia la creación de una organización europea supranacional, que sin separar a Europa 
del resto del mundo, creara una autoridad federal que consistiera en: 
1) La constitución de un gobierno responsable ante los individuos y los grupos; 
2) La creación de una Suprema Corte que solucionara controversias entre los Estados 
de la federación; y, 
3) La conformación de un cuerpo policiaco, bajo el mando de la federación, que tendría 
como tarea hacer efectivas las decisiones de ésta sin prejuicio de una organización de 
seguridad mundial.40 
Jean Monnet era partidario de las ideas federalistas para la unión de países, razón 
suficiente para hacerlas notar durante la elaboración de la Declaración Schuman. 
 
 
 
39 En Ramón Tamames, op. cit. p. 73. 
40 Jacques Freymond, Western Europe since the War, Praeger Paper backs, UK, 1964, pp. 38-39. 
 32
 
De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
1.2.2. FUNCIONALISMO 
El federalismo proponía sólo la unidad de Europa y no quería arriesgar tanto la 
soberanía de los países signatarios. No obstante, buscaba un concepto extra que le diera 
una mejor visión a sus propuestas y de esta manera alcanzara una mejor integración; el 
complemento que Monnet incluyó a las ideas federalistas de la Declaración Schuman 
fue la concepción funcionalista. 
Las ideas funcionalistas que Monnet integró a la Declaración Schuman fueron muy 
similares a las de David Mitrany aunque no se ha comprobado aún que estos dos 
personajes hayan coincidido para realizarlo. 
Mitrany en su tesis principal expone que el funcionalismo es un medio, por el cual la 
división internacional se llevaría a cabo a través de agencias internacionales, lo que 
provocaría que los intereses de los países gradualmente se integraran en áreas de común 
interés. Mitrany defendió la cooperación en fragmentos para los problemas sociales y 
económicos entre los Estados, ya que él había concluido que la cooperación funcional 
había sido el aspecto más exitoso en la Liga de las Naciones. Para los que proponían el 
funcionalismo “la integración es el triunfo gradual de lo racional y lo tecnocrático sobre 
lo político”.41
El funcionalismo de Mitrany, exponía un efecto multiplicador. Esto es que si en un 
sector económico se lograba conseguir un avance en su producción, este hecho 
contagiará a no sólo a los demás sectores económicos, sino también a los de ámbito 
político, social, cultural, etc.; para su mejor desarrollo. 
 
La soberanía es transferida eventualmente a organizaciones por vía del 
convencimiento más que por un contrato. Particularmente, se da la transferencia de la 
soberanía en un aspecto particular a una autoridad encargada de ese aspecto funcional. 
 
 
41 Erigid Laffan, Integration and Co-operation in Europe, Routledge, London, 1992, p. 9. 
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De las Comunidades Europeas a la Unión Europea: Un Balance Teórico 
 
Conforme más autoridades fueran surgiendo con sus propias funciones técnicas, más 
transferencia de soberanía tendría lugar, hasta que ésta se integrase por completo y se 
creara un sistema de redes con diferentes funciones. A través de esto, las naciones 
eventualmente conseguirán el sentido de comunidad.42 
 
El funcionalismo toma en cuenta el papel de los actores nacionales y las decisiones 
de estos, con la premisa de que el cálculo de los intereses de bienestar es lo que al último 
determina el comportamiento. Sin embargo, se reconoce que el proceso funcionalista 
debería de ser iniciado en el nivel intergubernamental o trasnacional.43
 
En otras palabras, el funcionalismo con respecto a la Comunidad Europea proponía 
una institución supranacional que sería la que tomaría decisiones y serían la parte más 
alta del aparato gubernamental, ya que con el federalismo se propusieron instituciones 
comunes entre los países europeos, pero estas instituciones no gozaban aún de poder de 
decisión sobre los miembros y la idea de la teoría funcionalista es la que da a la Alta 
Autoridad el poder de arbitraje sobre los signatarios. 
 
La supranacionalidad entonces juega un papel muy importante, ya que otorga una 
característica particular a la CECA, elementos nuevos que propician negociaciones más 
allá de los gobiernos, pero siempre respetando los intereses nacionales. 
 
El funcionalismo se basa en tres premisas esenciales: a) el spill over44 o la lógica 
expansiva de las interdependencias sectoriales; b) un modelo de comunidad y c) el 
apoyo político de la ciudadanía a las nuevas organizaciones supranacionales 
funcionales.45
 
 
42 Aybet Gülnur, The Dynamics of European Security Cooperation 1945-91, Palgrave, UK, 2001, p. 17. 
43 Kerry E. Howell, Discovering the Limits of European Integration: Applying Grounded Theory, Nova 
Science Publishers Inc, Nueva York, 2000, p. 63, en: Ibidem, p. 10. 
44 El efecto multiplicador o “spill-over” lo define el Dr. Alejandro Chanona, como el efecto que tendrá 
repercusión en otros sectores de producción siempre y cuando, haya obtenido buenos dividendos, 
propiciando así, que el éxito sea contagioso. 
45 Francesc Morata, op. cit., p.109. 
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De las Comunidades Europeas a la Unión Europea:

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