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A mi tía Margarita, por su cariño incondicional. 
 
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A mi asesor, por su acertada guía. 
 
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A mis colegas de TV UNAM: 
Javier García choco, por su apoyo en todas mis locuras. 
 
Víctor González, Claudia Rivera, Carlos Martínez, Paola Hernández. 
 
A Claudio y Augusto Núñez, por su dedicación para este proyecto. 
 
A Alberto Reséndiz, por su amistad y sus consejos. 
 
A el Cha Cesar Rattoni por ser el superhéroe que cree en mí. 
 
 
 
 
 
 
ÍNDICE 
 
 
 
 
Introducción 1 
 
1. ¿Qué es un cortometraje? 4 
1.1 Definición. 4 
1.2 Características del cortometraje. 8 
1.3 Historia del cortometraje en México. 12 
 
2. El cortometraje mexicano en la actualidad. 28 
2.1 ¿Quiénes hacen cortometraje? 28 
2.2 Mecanismos de difusión y exhibición. 34 
 
3. El video digital una alternativa para el cortometraje. 44 
 
 4. Cortometraje independiente Entre los muslos. 54 
4.1 De la idea al guión. 55 
4.2 Lo que se dice con imágenes: la realización. 68 
4.3 ¡A levantar el proyecto! La producción. 96 
4.4 El armado: la postproducción. 121 
 
Conclusiones 124 
Blibliografía 128 
Hemerografía 130 
Otras fuentes 132 
 
 
 
 
 
 1
 
INTRODUCCIÓN 
 
 
El Cortometraje mexicano, ha sido un medio de expresión que ha mostrado su 
calidad a nivel internacional, tal es el caso de El héroe, de Carlos Carrera ganador 
de la palma de oro en el Festival de Cannes en 1994, por citar uno de los trabajos 
fílmicos más sobresalientes; sin embargo, es un formato que poco se ha valorado 
en nuestro país. El formato corto surge desde los inicios del cine y a lo largo de su 
historia ha evolucionado, ha vivido etapas de crisis y otras de renovación. 
 
Las principales productoras de cortometraje en México son el IMCINE (Instituto 
Mexicano de Cinematografía), el CUEC (Centro Universitario de Estudios 
Cinematográficos) y el CCC (Centro de Capacitación Cinematográfica). En el 
primero se otorgan estímulos para la realización de los mismos, en algunos casos 
se hacen coproducciones, o bien la producción corre a cargo del Instituto. En las 
dos segundas, las escuelas con más prestigio en México, el material y equipo es 
proporcionado a los alumnos y los demás gastos corren por cuenta de éstos. El 
formato en 35mm, super 16 y 16 mm es costoso, pues hay que considerar la 
compra del material, su revelado y demás procesos de postproducción; así como 
el equipo de filmación, háblese de cámara, iluminación, tramoya, entre otros; es 
por ello que no cualquiera se arriesga a producir cortometrajes en México, pues al 
no ser productos de explotación comercial, la inversión no se recupera. 
 
En la actualidad, gracias a los avances tecnológicos es posible grabar en video 
digital con una estupenda calidad, con ello se abaratan costos, principalmente, 
además de ser accesible a un mayor número de personas, esto posiciona al 
formato digital como una muy buena alternativa para realizar cortometrajes. 
Asimismo, la apertura de espacios de exhibición y difusión de éstos materiales, 
representa un estímulo para aquellos interesados en esta forma de expresión. 
 
 
 2
 
Hoy día es notorio el incremento de la producción de cortometrajes en nuestro 
país, gracias a las ventajas antes mencionadas. Productoras independientes 
apuestan por una idea y la llevan al cabo. La visión de que el cortometraje es un 
formato para ejercicios escolares, o como proyectos que mantienen activos a 
cineastas está cambiando. Ahora es visto como un medio de experimentación con 
grandes ventajas como lo es la libertad creativa, tanto en forma como en 
contenido (en comparación con el largometraje, pues no se tienen las mismas 
presiones económicas). 
 
Conociendo la situación antes descrita, algunas veces desde dentro y otras desde 
la butaca, decido producir el cortometraje Entre los muslos, aprovechando 
principalmente las ventajas del video digital. 
 
La creciente iniciativa de jóvenes creadores y la penetración del cortometraje en el 
gusto del público son los principales motivos por los cuales expongo mi 
experiencia profesional en la creación audiovisual. 
 
La realización de éste cortometraje se hizo con la responsabilidad, el interés y la 
pasión que el profesionalismo exige. Es una pequeña muestra de que este tipo de 
proyectos pueden forjarse valiéndose de la tecnología y de la experiencia 
profesional. A la vez, se muestra una visión general del panorama actual del 
cortometraje mexicano, haciendo hincapié en la alternativa que representa el video 
digital. 
 
El proyecto surge de la necesidad personal de contar por medio de las imágenes 
una historia y así, involucrarme en el proceso creativo. El cortometraje Entre los 
muslos fue concebido, por la que esto escribe, como un proyecto profesional, en el 
cual, además de poner en práctica las actividades que había venido realizando en 
el campo laboral, pudiera expresar una propuesta completamente personal, tener 
la libertad creativa de contar una historia. 
 3
 
Hasta hace algunos años no había tenido acceso a trabajos de cortometraje ya 
fueran en cine o en video. Los mecanismos de difusión de éstos eran muy 
deficientes, han mejorado actualmente. Al estar en TV UNAM conocí este tipo de 
materiales, así como, a algunas personas que se dedicaban a la realización de 
los mismos. Posteriormente al tener contacto con el CUEC, pude acceder a más 
materiales y por vez primera colaborar en la filmación de los mismos. De eso hace 
ya dos años. 
 
Considero importante destacar la utilización del video, ya que es una alternativa 
para este tipo de creación, principalmente porque los costos son muy inferiores al 
formato de cine y es una muy buena oportunidad para experimentar. Hoy día el 
formato digital y específicamente el de HD (High Definition, por sus siglas en 
inglés o Alta Definición) están siendo utilizados en el campo profesional por sus 
grandes ventajas, entre ellas el abaratamiento de los costos y la calidad de 
imagen. 
En la actualidad, los cortometrajes tanto en formato de 16mm ó 35mm, o bien en 
video, tienen mayor difusión y encuentran más canales para su exhibición. La 
cantidad de festivales ha incrementado en toda la República y principalmente en el 
Distrito Federal; a su vez, en Universidades públicas y privadas se programan 
ciclos de cortometraje, fomentando con ello el interés y el gusto del público; las 
televisoras también han contribuido, pues han programado cortometrajes 
destacados y no sólo en las televisoras culturales como lo son Canal Once o 
Canal 22, también la televisión comercial ha abierto sus tiempos, pues el público 
ha mostrado interés por este tipo de trabajos audiovisuales. Esta generación al 
darse cuenta de que las instituciones no tienen la posibilidad de satisfacer las 
necesidades de todos, se está dando una independencia, se está terminando con 
el paternalismo, con esa espera de que el IMCINE (Instituto Mexicano de 
Cinematografía) o una casa productora aporten el dineropara un corto. 
 
 4
 
 
 
 
 
11.. ¿¿QQUUÉÉ EESS UUNN CCOORRTTOOMMEETTRRAAJJEE?? 
 
 
1.1 Definición 
 
Antes de abordar el tema del cortometraje en nuestro país, es pertinente definir el 
término de una manera formal, para posteriormente adentrarnos en las 
características propias de éste, así como la evolución que ha tenido a lo largo de 
los años en nuestro país. 
 
Hace un año, me encontraba en el Festival Internacional de Cine de Morelia, en 
una de las salas de exhibición se incluía un programa de cortometrajes. Al 
terminar la función, escuché como una joven le comentaba a su compañero que le 
habían gustado las “películas chiquitas”; esta definición un tanto vaga y simple, no 
es para nada errónea. 
 
El cortometraje es un filme cuya duración es relativamente corta. La duración varía 
de menos de un minuto hasta treinta minutos1. Cabe señalar que no existe un 
reglamento que defina ésta; sin embargo de acuerdo a los estándares y a la 
experiencia de los directores, estos parámetros de definición han sido aceptados 
en la mayoría de los países. 
 
En cine, la película (el negativo) se mide en metros o pies; por tanto, dependiendo 
la cantidad de metros de material expuesto, es la duración de la misma. Así pues, 
tenemos que un cortometraje es una película de corta duración o lo que es lo 
mismo el metraje de la misma es corto. 
 
1 Epharim Katz, The Internacional Film Encyclopedia, 4th Ed. New York,, N.Y. Harper Perrenial, 
2001, pág. 40. 
 5
Actualmente no sólo se utiliza la película como material de filmación, sino que 
existen otros soportes magnéticos como el caso del video analógico y digital, con 
ello ya no se habla del metraje de la película, sino únicamente de los minutos de la 
cinta. Aún así el término es aplicable. 
 
Una definición más amplia, tomando en cuenta la variedad de soportes, tenemos 
que un cortometraje es una producción audiovisual o cinematográfica con una 
duración menor a los 30 minutos. En esto coinciden el diccionario de Cine de 
Jean Mitry y la Enciclopedia ilustrada del cine. 
 
Las producciones cuya duración va de los 31 minutos hasta los 60 se consideran 
mediometrajes y las que duran más de 61 minutos son largometrajes. 
 
En México, el Reglamento de la Ley Federal de Cinematografía, publicado el 29 
de marzo de 2001 en el Diario Oficial de la Federación se señala que el 
cortometraje es “aquella película cuya duración no sobrepasa los 30 minutos”2. 
También se consideran las modalidades de medio y largometraje. 
 
La definición del concepto cortometraje en su aspecto formal, se refiere 
únicamente a un formato, cuya principal característica es la duración breve. El 
cortometraje no se limita a un género en específico, bien pueden tratarse de 
ficciones, ya sean comedias, dramas, fantásticos, o de documentales. Su corta 
duración, no impide que una historia pueda contarse de principio a fin. Más 
adelante hablaremos de otras características que a lo largo de los años ha 
adquirido este formato. 
 
El cortometraje nace con el cine, o mejor dicho, las primeras películas exhibidas 
fueron cortometrajes, en los cuales se mostraban escenas de la vida cotidiana. 
Éstas fueron proyectadas por vez primera a finales del año de 1895 en Francia por 
los inventores del cinematógrafo, August y Louis Lumière. Ya existían otros 
aparatos capaces de capturar y proyectar imágenes en movimiento, pero el que 
 
2 Obtenido el 5 de diciembre de 2006 a las 15:13 hrs. en http://sic.conaculta.gob.mx/ 
documentos/588.pdf 
 
 6
mayor aceptación tuvo fue el inventado por estos hermanos. “El éxito del 
cinematógrafo es inmediato y condena a su antecesor y tibio competidor, el 
kinetoscopio de Thomas Alva Edison”.3 
 
Es así como en los primeros años de vida del cine, las películas eran captadas de 
la vida cotidiana, no se tenía planteada una historia propiamente. Con el paso del 
tiempo, el público ávido del espectáculo exigía a los productores que extendieran 
la longitud de las cintas. 
 
Desde la primera exhibición hasta el año 1912 aproximadamente, el formato corto 
dominó las pantallas. Ya en el año 1907, se comenzaron a rodar películas de 700 
metros alcanzando casi los 40 minutos de proyección, pero es a partir de 1913 
cuando se establece la norma comercial de producción de filmes, es entonces que 
nace el concepto de cortometraje, en contraposición del largometraje. Los 
espectadores de esos años, no hubieran entendido el concepto de cortometraje, 
pues las películas no se definían por su duración, y no es hasta que aparecen los 
filmes con argumento y de mayor duración, que comienzan a diferenciarse las 
películas cortas de las largas. “El espectáculo distingue los temas cortos y los 
filmes mayores, en esto se asienta el nacimiento del cortometraje”.4 
 
El rodar filmes de mayor duración, necesariamente implicaba un gasto y un 
esfuerzo mayor por parte de los productores, no todos estaban dispuestos a 
invertir de esa forma, incluso algunos ponían en duda el éxito de las cintas largas. 
Es por ello, que las cintas cortas siguieron filmándose, grandes directores de la 
época muda optaban por hacer cortometrajes, ejemplos de esto son Charles 
Chaplin, Max Linder, S. Porter, Griffith, por citar algunos. Es así, que la producción 
de cortometrajes se extendió durante la década de los veinte, algunos que 
utilizaron este formato fue la corriente surrealista, como Luis Buñuel con Un chien 
andalou o Jean Cocteau. 
 
 
3 Gustavo García, El cine mudo mexicano, México. Cultura/sep. M. casillas, 1982, pág. 11. 
 
4 Alain Masson, cit. pos. Antoine López, Un siècle en courts 1895-1915, Francia, Festival de 
cortometraje de Clermont Ferrand 1996, pág. 11. 
 7
A partir de la década de los treinta, cuando el cine sonoro hizo su aparición, la 
producción de cortometrajes disminuyó e incluso poco a poco su uso se fue 
considerado para trabajos experimentales. 
 
En los años cuarenta, se popularizó el formato en el género de noticiero y 
documental debido a la Segunda Guerra Mundial; también se extendió su uso en 
los dibujos animados y las comedias seguían valiéndose del formato. Ya a finales 
de ésta década, la gran industria Hollywoodense impuso las normas comerciales y 
el cortometraje fue confinándose a ser “laboratorio de prueba para los nuevos 
avances del color y sonido, así como también para entrenar a técnicos, directores, 
principiantes y profesionales del nuevo arte, es decir se convirtió en la escuela de 
quienes serían los próximos realizadores”5 -esta concepción perdurará hasta 
nuestra época-. Todavía hasta finales de los cuarenta, los cortometrajes en sus 
diversos géneros, seguían proyectándose en salas comerciales, es decir, que 
todavía se encontraban dentro de la industria cinematográfica comercial. En los 
años cincuenta fue notable la disminución de éstos en las pantallas comerciales, 
salvo en algunos programas dobles o atracción extra. Es en este punto, que el 
cortometraje es relegado comercialmente y el largometraje se convierte en el 
único producto comercial explotable dentro de la industria fílmica. Los grandes 
estudios no invertían en cortometrajes, así que, la producción de éstos se hacía de 
manera independiente. 
 
En los años sesenta y setenta se da un fenómeno interesante, debido a las 
corrientes estéticas que se dan como la nueva ola francesa o el free cinema 
inglés. Las escuelas de cine cobran un papel importante, pues los jóvenes 
estudiantes o egresados, encontraron en el formato corto, la forma ideal para 
expresarse. “No sólo lo utilizaron como medio de aprendizaje, pues tenían que 
realizar películas de corta duración como labor académica, sino que fue un medio 
útil para ingresar a la industria. Los géneros eran variados, el cortometrajese 
 
5 Epharim Katz, op. cit. Pág. 41. 
 
 8
convirtió en una herramienta principal del documental, la animación, las prácticas 
escolares, la ciencia, y la experimentación audiovisual”.6 
 
En la década de los ochenta, nace el que es considerado como el primer festival 
de cortometrajes, y actualmente festival a nivel internacional que goza de la 
mayor reputación para éste formato, me refiero al Festival Internacional de 
Cortometraje Clemont- Ferrand en Francia. Además, gracias a la popularidad que 
adquirió el video –cinta magnética- los realizadores no sólo confían en el formato 
cinematográfico, sino que experimentan con el video para generar sus propuestas 
visuales. 
 
Los noventa muestran una gran evolución en el cortometraje, se combinan 
técnicas, como la animación con el video, se combinan géneros, documentales 
ficcionados, ya no hay parámetros rígidos, el formato está abierto a cualquier tipo 
de experimentación. 
 
Ya para el 2000, gracias a los avances tecnológicos, así como a la apertura en 
cuanto a exhibición y distribución, podemos observar una gran proliferación de 
cortometrajes, las temáticas son muy variadas, las posibilidades narrativas y 
tecnológicas se siguen explotando al máximo. 
 
A lo largo de su evolución, desde la invención del cine hasta el nuevo siglo, 
podemos apreciar cómo el cortometraje fue adquiriendo las características 
propias que lo han definido hasta nuestros días, apoyado por corrientes estéticas y 
por jóvenes realizadores ávidos de experimentación. 
 
1.2 Características 
 
Hasta ahora, podemos decir que la característica principal del cortometraje es la 
brevedad en tiempo de la película, pues ahí radica la fuerza y esencia del mismo. 
Aunado a ello, como hemos visto en la definición y a lo largo de la 
 
6 Idem. 
 9
historia del mismo, ha adquirido particularidades que le dan identidad y autonomía 
dentro del ámbito cinematográfico. “La característica inherente al corto es su 
libertad frente a las barreras con las que se enfrenta el largo: las exigencias de 
producción: mayor duración, tramas y subtramas”7. 
 
Un cortometraje, necesariamente es conciso, consistente en la capacidad de 
contar ya sea una historia o mostrar algún suceso con la limitación del tiempo; no 
por ello carece de valor, mucho menos podemos decir que es un trabajo a medias. 
El joven director Salvador Aguirre define sus características de la siguiente forma: 
“El cortometraje debe ser perfecto, redondo, puedo decir que es más difícil que el 
largometraje, por la síntesis que debe hacerse. El corto y el largo son como el 
cuento y la novela”.8 En esta concepción del formato se muestra la capacidad de 
síntesis, presente desde sus inicios, incluso algunos consideran la vista del 
regador y el muchacho, filmada y exhibida por los hermanos Lumiére, el primer 
cortometraje, pues es una historia perfectamente contada de principio a fin. 
 
Quizá pueda creerse que cuatro, diez o treinta páginas traducidas en minutos, son 
pocas para armar una historia sólida, para crear una atmósfera convincente o para 
desarrollar personajes verosímiles, pero hay ejemplos que demuestran lo 
contrario. “Tanto en el cine como en la literatura, lo que se necesita es oficio y 
dominio del lenguaje. Y decir algo bien con pocas palabras o imágenes, no es más 
fácil que decirlo con muchas”.9 
 
El largo y el cortometraje, han sido comparadas con la novela y el cuento. Como 
ya lo dijo Hitchcock “la forma, la estructura y los mecanismos de comunicación del 
cuento son de gran importancia para el estudioso del 
 
7 Lola Fernández y Vázquez Montaña, Objetivo: corto. Guía práctica del cortometraje en 
España, Madrid, Nuer, 1999, pág. 17. 
8 Cit. pos. Jesús de León, El cortometraje en México funciona como ejercicio para hacer oficio y 
desarrollar un estilo propio, La cultura sala de prensa, 7 de noviembre 2001, pág.5. 
9 Nelson Carro, Antología de cortometrajes, México, IMCINE-El milagro, 1997, pág.4. 
 
 10
cortometraje… son los únicos (filmes) que pueden exigir al espectador que los 
termine de ver en una sentada…”10. 
 
Considerando que el cuento es un relato, una narración breve, nos damos cuenta 
de las similitudes con el formato fílmico. Debido a la extensión, ambos eligen una 
estructura dramática que les permita la concentración, la nitidez. En la novela, al 
igual que en el largometraje, la historia se va desarrollando poco a poco, se toma 
su tiempo, en el cuento y el corto se apuesta por la nitidez, en pocas palabras, es 
decir que se opta por no decir más que lo estrictamente necesario. 
 
La tarea conferida a los realizadores de cortos no es sencilla; “narrar una historia 
bajo la brevedad de un suspiro, estructurar personajes complejos y verosímiles, 
hilvanar vidas, tejer encuentros y desencuentros, construir fatalidades, 
irreverencias, rituales, placeres”11, todo aquello que deseen expresar. 
 
En la industria fílmica, entendiéndose por ésta: “una base técnica y financiera que 
asegura la producción continua, no esporádica de películas”12, los cortometrajes 
no se consideran dentro de la explotación comercial. Como ya he apuntado, en la 
evolución del cine, el cortometraje fue perdiendo popularidad, el público fue 
acostumbrándose a historias más largas y poco a poco se estandarizó la duración 
de las películas en las diversas industrias cinematográficas. Es así que las 
compañías se dedicaron a la producción de largometrajes y las salas de exhibición 
se vieron invadidas por éstas, desplazando las de duraciones cortas. El público se 
acostumbró a los filmes largos y la industria también. Esta situación ha propiciado 
que el corto sea considerado como un territorio libre, pues no se encuentra ligado 
a los intereses comerciales ni a los del Estado. 
 
 
10 Myles Breen, Retórica del cortometraje, México. UNAM-CUEC. s/f Costa, Antonio: Saber ver el 
cine. Barcelona, Paidós, 2ª. 1997 pág. 6. 
 
11 Retrospectiva. El cortometraje Mexicano en los años noventa pag. 3 
 
12 Emilio García Riera, Historia Documental del Cine Mexicano, Tomo I, Guadalajara, Jal. 
Universidad de Guadalajara, 1992-1999, pág.48. 
 11
Por lo tanto, es un trabajo que no tiene que cubrir determinada duración para 
poder explotarse. Es además, un producto que no se exhibe en salas comerciales, 
es decir que no es rentable, por tanto tienen independencia temática y expresiva, 
los intereses son artísticos antes que comerciales. El principal objetivo no consiste 
en vender, sino en experimentar, innovar. 
 
Al no contar con un financiamiento fuerte, los productores y directores 
generalmente no se concentran en efectos especiales o en actores de moda para 
atraer público, más bien se esfuerzan por mostrar historias originales, innovadoras 
la mayoría de las veces con un mínimo de personal técnico y tecnológico. Cabe 
remarcar que no esto no es exclusivo de los cortometrajes. 
 
El formato ofrece libertad, es terreno fértil para la creatividad, la innovación, es 
libre de presiones o limitaciones derivadas de compromisos financieros. Por 
dichas características, bien podríamos decir que el medio cinematográfico de la 
búsqueda por excelencia es el corto. “Debido al reto que supone, en él se 
encuentran reunidas el riesgo que conlleva toda exploración y el tesoro que 
entrega la aventura cumplida”13. Todo cortometrajista tiene algo de pionero, de 
colonizador que se adentra en el terreno de lo desconocido con la convicción de 
capturar imágenes nunca vistas. 
 
El cortometraje ha sido una de las principales herramientas para el documental, la 
animación, la divulgación científica, así como campo de experiencia para los que 
se inician en el quehacer audiovisual. Asimismo se abarcantodos los géneros 
cinematográficos, comedia, thriller, horror, melodrama, épico, fantástico, lo cual se 
puede comprobar desde el nacimiento del cine: género fantástico en Viaje a la 
Luna de George Meliès, las comedias de Chaplin o Buster Keaton o incluso el 
western con El gran asalto al tren de S. Porter. El director que decide realizar un 
cortometraje tiene la libertad de elegir cualquier género, no hay limitante. 
 
 
13 Magdalena Acosta, Sexta Jornada de Corto Mexicano, noviembre-diciembre 2002, Cineteca 
Nacional. 
 12
A lo largo de la evolución del cortometraje, éste se ha caracterizado por ser campo 
de experimentación, no sólo para los principiantes, también para los realizadores 
que cuentan con una trayectoria. “El corto tiene que ser osado y experimental, 
pero, sobre todo, lo esencial es encontrarse a uno mismo en él”.14 
El costo asequible de producción y la libertad expresiva son valores 
suficientemente atractivos para los que empiezan en el quehacer audiovisual. 
Esto ha suscitado varios puntos de vista, por un lado, se considera al corto como 
mero trabajo escolar, atribuyéndosele con ello sólo un valor académico. Esto es 
cierto, el corto representa una forma en la cual los jóvenes creadores se acercan 
al lenguaje cinematográfico, pero, ¿qué hay más allá de esta concepción 
relacionada con una producción escolar? 
 
Un cortometraje aparece como un buen terreno para mostrar la capacidad de un 
joven cineasta, también para permitir la práctica del oficio en épocas difíciles y un 
campo para la experimentación. 
 
Los jóvenes se han apropiado de éste formato, cuestión atribuible, tal vez al hecho 
de la experiencia, es por ello que el cortometraje contribuye a descubrir nuevos 
talentos en el campo del guionismo, la dirección, el sonido o la fotografía. 
 
Estas características le otorgan una identidad propia, no por ello es peor o mejor 
que un largometraje, simple y sencillamente es una forma de expresarse, la cual 
debido al contexto en el que se ha dado y por características propias, ha adquirido 
ciertas particularidades. 
 
1.3 Historia del cortometraje en México 
 
La llegada del cine además de representar un gran desarrollo tecnológico para la 
humanidad, también abrió puertas hacia la sensibilidad artística y hacia la 
concepción de nuevas realidades. A partir de la primera exhibición del 
cinematógrafo la relación del hombre con su entorno se vería modificada. 
 
14 Juan Carlos Fresnadillo, cit. pos. Lola Fernández, op. cit., pág. 13. 
 13
Después de la exitosa presentación del cinematógrafo de los hermanos Lumière 
en Francia hacia finales de diciembre de 1895, motivó a éstos a mandar enviados 
suyos alrededor del mundo. El invento representó para ellos una novedad 
científica la cual podría explotarse comercialmente. Es en ese contexto que llega a 
México el enviado de la casa Lumiére: Gabriel Veyre. Aquí conoció y se asoció 
con otro francés de origen noble, Ferdinand Bon Bernard. 
 
La primera exhibición que se dio en México fue el 14 agosto de 1896 en la 
Droguería Plateros de la Ciudad de México y se presentó a la prensa las primeras 
vistas. Anterior a este acontecimiento, el 6 de agosto habían ofrecido una función 
privada en el Castillo de Chapultepec, ante el presidente de la República, el 
general Porfirio Díaz. Los artículos periodísticos de entonces muestran el agrado 
del presidente y de la sociedad en general ante el invento: “El éxito del 
cinematógrafo es inmediato y condena a su antecesor y tibio competidor, el 
kinetoscopio de Thomas Alva Edison, a diversión marginal en carpas y salones, 
mientras se hacen filas de espectadores dispuestos a pagar hasta un peso para 
ver los cortos o vistas: La llegada de un tren, El regador regado, los bañadores, la 
comida del niño, el sombrero mágico y Jugadores de cartas.”15 
 
Estas primeras películas fueron conocidas con el nombre de vistas, eran de corta 
duración, dos minutos cada una aproximadamente. Su origen viene desde uno de 
los antecesores del cinematógrafo: la linterna mágica. “El espectáculo consistía en 
la proyección de un grupo de transparencias (o vistas fijas) alrededor de un eje 
temático que podía ser realista, histórico-religioso o fantástico.”16 Las imágenes se 
proyectaban utilizando una lámpara y un lente de aumento. Este tipo de 
entretenimiento fue muy popular en México a mediados del siglo XIX. 
 
Con la llegada del cinematógrafo este espectáculo tuvo que ceder ante la 
novedad, no desapareciendo con ello, más bien alternando espacios y en los 
 
15 Gustavo García, op. cit., pág. 12. 
16 Ángel Rendón, Los últimos años de la linterna mágica, Luna Córnea, núm.24, julio-septiembre 
2002, pág.15. 
 
 14
programas de la época se incluían vistas fijas y vistas con movimiento. 
Posteriormente el espectáculo de las primeras fue desplazándose hasta 
desaparecer. El cronista Luis G. Urbina describía que todo lo que el aparato 
mostraba era “verdadero, exacto y hermoso, tenía el defecto de que sus imágenes 
estaban muertas, “eran un instante retenido y petrificado”17. Es ahí en donde 
radica la gran innovación del cine: las imágenes en movimiento. Es entonces que 
el cine atrapa, a los públicos del país. 
 
Estas primeras filmaciones, vistas, tenían por característica la exposición de la 
realidad, fragmentos de vida, captados tal cual acontecían. De ahí se desprende 
otra característica, que es la falta de argumento. La intención de los primeros 
camarógrafos (instruidos por la casa Lumière) no consistía en mostrar historias, no 
existía una planeación previa (lo que hoy podría ser un guión), ellos dejaban que 
la cámara captara lo que acontecía delante de ella. Tal vez aquí sea preciso 
retomar el ejemplo anteriormente citado de la vista El regador y el muchacho, una 
de las primeras en filmarse y exhibirse, en donde un jardinero riega el jardín y es 
víctima de una broma. Si bien se ha dicho que ésta puede ser considerada como 
el primer cortometraje, por contar una historia de principio a fin, la intención de los 
Lumière no era esa, podríamos decir que fue un suceso fortuito captado por la 
cámara. Así pues, las primeras vistas eran de corto metraje, sólo en cuanto a la 
duración, más no en cuanto al contenido y a las características que con la 
evolución del cine adquiriría dicho formato. 
 
Días después de la primera exhibición pública en el país, los enviados de Lumière 
filmaron las primeras vistas de nuestro país, Grupo en movimiento del general 
Díaz, Escena e los baños Pane, Escena del Colegio Militar, El general Díaz 
paseando a caballo por el bosque de Chapultepec. Como vemos, el primer actor 
del cine mexicano fue precisamente el presidente de la República, el general Díaz. 
 
En el México de 1896, “a veinte años de que el general Porfirio Díaz asumiera por 
primera vez la Presidencia de la República, casi no hay faceta política, social o 
cultural que no gire en torno, emane de o se refiera al dictador, hombre 
 
17 Luis G. Urbina, El cinematógrafo, El Universal, 23 de agosto de 1896. 
 15
fuerte, autoridad única e indiscutible.”18 El general supo sacar partido del carácter 
propagandístico del cinematógrafo. Más tarde, otros personajes ilustres pasarían a 
la inmortalidad no sólo por sus obras y sus luchas, sino también por el 
cinematógrafo tal fue el caso de Madero, Villa , Orozco, entre otros caudillos de la 
Revolución Mexicana. 
 
Con la venia del presidente de la República y el gusto del público, en la Ciudad de 
México, principalmente, comenzaron a surgir salones de exhibición. Para 
entonces, 1897-1900, la idea que se tenía del cinematógrafo era la del instrumento 
que proyectaba la realidad, como ya se dijo, el gran atributoa parte de la imagen 
en movimiento, era la veracidad de los acontecimientos proyectados. Es por ello 
que el cine de argumento no era muy abundante, pues no era bien visto lo irreal o 
fantástico. Como ejemplo, citaremos lo acontecido a propósito de la exhibición de 
la vista Un duelo a pistola en el bosque de Chapultepec. Este filme consistía en la 
recreación de un duelo. La prensa de entonces lo condenó por engañar al 
espectador, confundirlo y no poder distinguir entre si era un hecho real o una 
simple representación. Hecho inconcebible para el cinematógrafo, pues 
precisamente éste se caracterizaba y distinguía por captar la realidad. 
 
A este debate de lo real y lo irreal, existían dos vertientes en cuanto al cine. Por un 
lado la empresa Lumière que se dedicaba a fotografiar con movimiento y por otro, 
los inicios de la narrativa y la exploración de nuevas técnicas por parte de Méliès, 
con argumentos, efectos especiales, en una palabra: la ficción. 
 
Gabriel Veyre y Bond Bernard partieron de la Ciudad para 1897 y habían filmado 
37 vistas en territorio mexicano. Su estrategia consistió en llegar a la capital y de 
ahí esparcir la novedad al interior del país. Uno de sus proyectores fue adquirido 
por el señor Salvador Aguirre quien continuó con el local de exhibición, siguieron 
nombres de mexicanos como Salvador Toscano, Jesús H. Abitia, Carlos 
Mongrand, Enrique Rosas, Guillermo Becerril, los hermanos Alva, los hermanos 
Stahl, entre otros. 
 
 
18 Gustavo García, op. cit., pág. 11. 
 16
Estos primeros empresarios vieron en éste invento una inversión redituable. Estos 
empresarios hacían las veces de camarógrafos, productores, exhibidores y 
demás. 
 
Las vistas les llegaban desde Francia, para los que tenían cinematógrafo, y para 
los que explotaron el invento de Edison, éstas les llegaban desde los Estados 
Unidos, es por ello que a veces era difícil surtir la demanda de filmes, pues 
continuamente se requería renovar los programas de exhibición. 
 
Para inicios de 1900, se presenta una crisis debido a la escasez de materiales. “El 
auge propició su propia decadencia; todas las salas del país dependían del 
material que enviaran las casas Pathé o Edison. Las películas se repetían, 
entonces, en todas las salas, ya fuera el elegante Teatro Nacional o las ruinosas 
carpas de la Candelaria de los Patos. En 1900, veinte de los veintidós cines 
cerraron”.19 
 
El espectáculo constituía una novedad, pero si no se cambiaba, el programa 
perdía el atractivo; el público exigía nuevos filmes, rechazaba las vistas que ya 
había visto. “Para solucionar en parte el problema del envejecimiento y para 
ganarse la simpatía del público los empresarios se dedicaron a filmar aspectos de 
la vida de las poblaciones que visitaban. La competencia y la caducidad iban a 
cobijar a la creación de un cine mexicano.” 20 
 
Estos pioneros, comenzaron a captar la realidad mexicana, y otras, a contar 
historias. Cabe destacar a Salvador Toscano, cuya producción es muy basta y 
abarca paisajes, desfiles, vistas, así como intentos de filmes con argumento. 
Podemos decir que sentó los antecedentes del cortometraje mexicano. Realizó 
una representación de Don Juan Tenorio en 1898 y ese mismo año filmó Gaviles 
aplastado por una aplanadora, hecha por encargo de la cigarrera El Buen Tono. 
Se considera como los primeros intentos de cine de argumento, 
 
19 Ibidem, pág. 29. 
 
20 Aurelio de los Reyes, Los orígenes del cine en México. 1896-1900, México. Fondo de Cultura 
Económica- SEP, 1984, pág.128. 
 17
pues las historias fueron ideadas para el cinematógrafo, a diferencia de lo ocurrido 
con Un duelo a pistola en el bosque de Chapultepec. 
 
El empresario que obtenía un aparato, además de contar con lotes de películas 
tenía la posibilidad de rodar sus propios filmes. La influencia de películas 
extranjeras y la escasez de filmes, traducidos en pérdidas económicas, orillaron a 
los nacientes realizadores a crear los primeros cortometrajes, para retener y 
entretener a los espectadores. “Las vistas fueron creciendo y complicándose; 
empezaron a contar una anécdota sencilla, comedia o drama, a recrear la historia 
sagrada o a relatar un encuentro deportivo, o la reconstrucción de un 
acontecimiento conocido”.21 Se puede decir que las vistas evolucionaron y en 
lugar de filmar desde un solo punto estático, ahora tenían dinamismo, puesto que 
los planos y movimientos le dieron otra dimensión, además de la narración. La 
industria cinematográfica comenzó a desarrollarse tanto en el ámbito técnico como 
el artístico. Y es así como la duración de los filmes también aumenta. El cine 
dejaba de ser instrumento de la ciencia y la curiosidad y se volvía un negocio que 
prometía ganancias jugosas, pero que sólo para algunos fue una realidad rentable. 
 
En la producción nacional se ven dos tendencias: informar y divertir a la gente. En 
la primera caben las películas del general Díaz, de los acontecimientos y las que 
se tomaban de las ciudades del interior; en la segunda, las de las corridas de toros 
y las de los espectáculos del género chico. 
 
La realización de vistas fue muy fructífera desde la llegada del cine, 1896, hasta 
entrados 1900. Ya en el año de 1908 las películas oscilaban entre los quince 
minutos y a partir de 1913 el largometraje pasó a ser norma comercial de 
producción en Estados Unidos. Podemos concluir que a partir de entonces se 
establece el concepto de cortometraje en cuanto a formato. Este desarrollo, o 
bien, la transición de corto a largometraje fue precisamente lo que propició una 
disminución en la producción de filmes cortos: primero, dejaron de ser rentables 
 
21 Manuel González Casanova, Vistas: Una época del cine en México, México, D.F. Instituto 
Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, 1992, pág. 22. 
 18
para los empresarios y segundo el público prefería pagar por una película que lo 
entretuviera hora y media y no sólo quince o treinta minutos. 
 
A principios de los años veinte, el corto se veía exclusivamente en género 
documental, propaganda o como semanario noticioso. La función principal de éste 
formato se centró en el ámbito social y político. En estos años, algunos 
cortometrajistas fueron Gustavo Sáenz de Sicilia, Charles Amador, Jesús 
Cárdenas, José Manuel Ramos, entre otros. 
 
En los años treinta, ya con el cine sonoro, siguió presente el género documental, 
los cortos eran financiados o mandados a hacer por el gobierno o empresas 
vinculadas a éste, es así como se filman desfiles deportivos y militares, tomas de 
posesión de gobiernos, inauguraciones, como muestra el corto de Miguel 
Contreras Torres: Toma de posesión del presidente Pascual Ortiz Rubio. 
Sobresalen cortos como: Soñar, de Carlos Eguiluz, y Charros Yuyuyuy, de José 
Díaz Morales. 
 
Para esos años el cine de animación ya había hecho su aparición en Hollywood, y 
en México se inició gracias al doctor Alfonso Vergara Andrade, para 1935 ya tenía 
un equipo conformado por dibujantes formados en el periodismo, la publicidad o la 
historieta, con ellos dio vida al personaje Paco perico, protagonista de los primeros 
cortometrajes de animación mexicanos. 
 
La ficción también tuvo presencia, principalmente en la comedia y el musical, 
aunque el documental y el noticioso, generalmente eran los que acompañaban a 
las funciones de cine antes de los largometrajes a manera de complemento. Para 
finales de los treinta, el cómico Mario Moreno Cantinflas ya contaba con amplia 
popularidad, por lo tanto, la productora POSA FILMS realizó una serie de cortos 
aprovechando a este cómico. Es así como surgen Siempre listo en las tinieblas y 
Jengibre contra dinamita, ambas de Fernando A. Rivero. Posteriormente siguieroncintas como Cantinflas boxeador y Cantinflas ruletero, del mismo director. 
 
 19
A finales de los años treinta, durante el sexenio del presidente Lázaro Cárdenas, 
el gobierno auspició y financió la realización de cortometrajes como Humanidad, 
Rebelión y Janitzio, las cuales consolidaban la exaltación del nacionalismo con el 
llamado contenido social, característico de dicho período. 
 
La administración Cardenista apoyó la cinematografía nacional, por ejemplo, 
exceptuando a los productores de cine del pago de 6% sobre la renta. Asimismo, 
la firma de un decreto en el cual el gobierno federal se comprometía a prestar todo 
el apoyo posible a la industria cinematográfica. En esos años, algunos directores 
como Gustavo Sáez de Sicilia, Arcady Boytler, Miguel Zacarías, Fernando de 
Fuentes, Alejando Galindo y Salvador Pruneda se dedicaron a hacer cortos. 
Durante esta época seguía predominando el género documental en los 
cortometrajes. 
Para inicios de los cuarenta, comenzó en el país el fenómeno que se conocería 
como La Época de Oro del cine mexicano. Debido a la incursión de Estados 
Unidos en la Segunda Guerra Mundial, así como los países europeos, la 
producción cinematográfica de éstos descendió, situación que favoreció la 
industria mexicana, al carecer de la competencia extranjera y con ello fortalecer su 
mercado interno y el internacional. Para 1945 se habían producido 82 películas, 
récord hasta aquella época. 
 
La fundación del Banco Nacional Cinematográfico, S.A. fue también una expresión 
de apoyo a la cinematografía por parte del gobierno. Ésta atención del gobierno se 
tradujo en medidas favorables para la producción, distribución y exhibición del cine 
nacional. 
 
Esta situación es en cuanto al largometraje, el cortometraje; sin embargo, no tuvo 
incremento sustancial, aunque al igual que las cintas largas, los trabajos 
realizados eran de excelente calidad eran reconocidos a nivel internacional, la 
producción de corto fue esporádica. 
 
En el año de 1946 se funda la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas 
durante uno de los mejores momentos de la industria. Desde su conformación, 
 20
este organismo, ha premiado a lo mejor del cine nacional, tanto en el formato largo 
como el corto. 
 
Para finales de los cuarenta, el presidente Miguel Alemán Valdez, promovió un 
recurso de estandarización, en apoyo de la industria. Lo que se propició con ello, 
fue limitar la libertad creativa y expresiva de los directores, pues surgieron nuevas 
reglas de producción y exhibición, dirigidas a cierto público, con ello se pretendía 
disminuir el margen de fracaso de las cintas. 
 
En los años cincuenta, llegó al país la televisión, convirtiéndose en el principal 
medio de comunicación e información. El cine nunca sería desplazado, sin 
embargo fue notable la disminución en la asistencia a las salas cinematográficas. 
En esa década destacan cortos como: Carnaval chamula, documental de José 
Báez Esponda; Perfecto Luna de Archibaldo Burns, el cual fue enviado al Festival 
de Cannes, Francia. 
 
Para 1953 existían dos Sindicatos de la industria cinematográfica, el STIC 
(Sindicato de Trabajadores de la Industria Cinematográfica) y el STPC (Sindicato 
de Trabajadores de la Producción Cinematográfica), ambos llevaban algunos años 
compitiendo el la industria, hasta que deciden firmar un pacto; en el cual el STIC 
se comprometió a filmar sólo películas de corto metraje, entendiendo por tales 
todas aquellas cuyo tiempo no exceda de 30 minutos. 
 
Este hecho da muestra del estado en el cual se encontraba la industria. Había una 
producción anual de más de 90 películas, de hecho llegando a una cifra récord en 
1950 de 123. 
 
Para 1955, Adolfo Garnica y Luis Magos Guzmán, fueron premiados en el Festival 
de Cine Experimental de Cannes por su corto: Ellos también tienen ilusiones, en el 
cual retratan las condiciones precarias de vida en las que vivían los habitantes de 
las zonas marginadas del Distrito Federal. 
 
 21
La televisión fue penetrando en la sociedad, en el ámbito informativo, en el caso 
de los noticiarios que se exhibían en las salas de cine perdieron su sentido como 
género frente a la televisión. 
 
En 1958 se entregaron los últimos Arieles de la época, en la categoría de mejor 
cortometraje, el ganador fue Palacio Nacional de Francisco del Villar. La 
academia suspendería éstas entregas hasta el año de 1972. 
 
El presidente Adolfo López Materos inicia su sexenio en 1959, y con él la década 
de los sesenta. En esos años, la producción de filmes cortos fue abundante y de 
gran calidad. La creación en 1963 del Centro Universitario de Estudios 
Cinematográficos (CUEC) de la UNAM ha sido determinante para la 
cinematografía nacional, pues representa la necesidad de profesionalizar el cine 
nacional y fue la primera escuela de cine en el país. Años más tarde, el CUEC se 
convertiría en semillero de producciones en cortometraje. La primera película corta 
que se filmó para el CUEC fue A la salida, 1963 de Giancarlo Zagni y Garnica. 
 
Ricardo Carretero, Mariano Sánchez y Julián Pastor fundaron un grupo de cien 
independiente y filmaron: Todos hemos soñado, Morir un poco y Los primos 
hermanos, respectivamente. Éstas son obras de gran calidad y fueron tomadas en 
cuenta en las críticas serias. 
 
El arte fue objeto de cortometraje, los realizadores Felipe Cazals y Juan José 
Gurrola destacaron por sus excelentes cortometrajes sobre este tema. El primero 
filma Alfonso Reyes, Mariana Alcanforado, Leonora Carrington o el sortilegio 
irónico. Gurrola, por su parte, realiza un tríptico sobre la creación artística en el 
que da a conocer vida y obra de artistas plásticos como José Luis Cuevas, Alberto 
Gironella y Vicente Rojo. 
 
En ésta misma década nace el grupo Nuevo Cine, que tenía una publicación con 
el mismo nombre, al que pertenecían: Salvador Elizondo, José de la Colina, Carlos 
Monsiváis, Rafael Corkidi, Ayala Blanco. La intención era fomentar la crítica y 
reflexiones serias acerca del cine nacional. Se buscaba ampliar las 
 22
expectativas del espectador promedio y habituarlo al desarrollo de un ejercicio 
mental sobre lo que estaba viendo. 
 
Para 1965 se lleva al cabo el Primer Concurso de Cine Experimental de 
Largometraje, organizado por el STPC, así como el Primer Festival Internacional 
de Guadalajara de Cine de Corto Metraje. El primer premio lo ganó Lujuria de 
Guillermo Saldaña Azcárraga. 
 
Los acontecimientos del 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas en 
Tlatelolco, propició que los cineastas optaran por el formato corto para expresar 
las experiencias vividas, la conmoción general. 
 
En 1969 se crea el grupo Cine Independiente, por Felipe Cazals, Arturo Risptein, 
Tomás Pérez Turrent, Rafael Castaneda y Paul Leduc. Éstos trataron de promover 
un tipo de cine que se hacía con pocos recursos, al margen de la industria. La 
producción constaba de cortos y medio metrajes. La denuncia política y social 
eran los temas más recurrentes. 
 
Por otro lado, las olimpiadas contribuyeron a la producción de cortos. 
Aproximadamente se filmaron 50 películas producidas por el Comité Olímpico, 
entre ellas: Olimpia de Giovanni Corporal, Los escuincles de Antonio Reynoso, 
entre otros. 
 
Como se aprecia, en los sesenta se da un proceso de renovación, que se 
caracterizó por una generación de artistas, críticos, escritores y cineastas 
interesados en nuevas propuestas, aires de innovación, desprecio de fórmulas 
tradicionales, en oposición a la penetración de películas norteamericanas fueron 
las principales características. 
 
El sexenio de Luis Echeverría Álvarez se caracterizó por un interés en 
reestructurar el cine nacional, continuaron las ganas de hacer un nuevo cine, esta 
vez por parte del Estado. Se invierte mucho dinero en la industria cinematográfica, 
la inversión se destina al mejoramientode las salas, estudios y distribución. 
 23
El Estado se convierte en un fuerte productor. El Banco Nacional Cinematográfico 
financió gran parte de los proyectos fílmicos. Se ofrecen apoyos a jóvenes 
cineastas. La verdadera intención era la de limpiar la imagen del gobierno. 
 
La creación en 1971 del Centro de Producción de Cortometraje se dio 
principalmente para aprovechar los recursos del sector público destinados a la 
comunicación social. Se realizaron cortos como: Son dedicado al mundo y amigos 
que lo acompañan, Rafael Corkidi, El rumbo que hemos elegido, Cartas del Japón 
de Carlos Velo, entre otros. También se convocó a varios documentalistas para 
filmar los encargos oficiales, como giras presidenciales, informes, inauguraciones 
y otros. 
 
En 1971 se reinstaló la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas para 
reanudar la entrega de los Arieles en 1972. Existió una clara dependencia 
gubernamental. 
 
De la época, sobresale el corto de Frida Kahlo, de Marcela Fernández Violante, 
Los vendedores ambulantes, de Arturo Gamendiak, Judea,de Nicolàs Echevarría, 
No nos moveran, de Benny Cuenca, por mencionar algunos. 
 
En 1974 se crea una filial del Banco Nacional Cinematográfico, la Corporación 
Nacional Cinematográfica (Conacine), para repartir la producción y el manejo de 
los estudios. 
 
La Cineteca Nacional fue fundada en 1974 para “rescatar, clasificar, restaurar, 
preservar y exhibir las películas más selectas nacionales y extranjeras”22. Cabes 
señalar que también ha promovido e impulsado la difusión de cortometrajes, a 
través de festivales, muestras y foros. 
 
Para 1975 surge la segunda escuela de cine, el Centro de Capacitación 
Cinematográfica (CCC). Junto con el CUEC, estos centros se convertirían 
 
22 La imagen conservadora, Federación Internacional de Archivos del Filme, Cineteca Nacional 
de México. pág. 53. 
 24
concretamente en los espacios para el surgimiento de nuevos valores en la 
producción cinematográfica nacional. Ambas escuelas y el Estado fueron las 
impulsoras del nuevo cortometraje mexicano, pues antes de los sesenta el formato 
estaba relegado a un aspecto noticioso o propagandístico y a partir del 
establecimiento de éstos, se empezó a producir documentales y a experimentar 
con la ficción. 
 
En ese año, el corto de Luis Mandoki Silent Music fue reconocido en el Festival del 
Film Amateur de parís, asimismo Arturo Ripstein destacó por Tres preguntas a 
Chávez o La Causa y ganó el Ariel por Tiempo de correr. Juan Antonio de la Riva, 
ganó el gran Premio de Ficción en el Festival del Filme de Lille, Francia, con el 
corto Polvo vencedor del sol. 
 
Después de ese brío de nuevo cine mexicano, de eclosión temática y artística 
generado por el apoyo incondicional paternalista del gobierno de Luis Echeverría, 
llega la administración de López Portillo, posteriormente Miguel de la Madrid y la 
industria fílmica sufre una crisis. Ya para 1983 la producción disminuyó y con ello 
las oportunidades a los cineastas, sin embargo, el cine independiente continuó 
ofreciendo posibilidades de un quehacer digno. Afortunadamente en ese mismo 
año se funda el Instituto de Cinematrografía (IMCINE), cuyos objetivos se 
centraban en la producción, distribución y exhibición de obras mexicanas. Estos 
objetivos no se referían tanto al ámbito industrial como al cultural. 
 
Contrario a la política de supuesta “renovación moral” promovida por de la Madrid, 
en el ámbito cinematográfico proliferó el género de ficheras, albures, 
sexycomedias y narcotráfico, cancelando así la posibilidad de un cine comercial, 
digno y competitivo. Además, el presupuesto del Estado para la industria 
cinematográfica disminuyó notablemente, con ello la producción. 
 
“La industria fílmica quedó en manos de la iniciativa privada anquilosada, 
mediocre y sin escrúpulos que produjo películas populacheras de la más ínfima 
 25
calidad”23. Comenzó a apostarse por fórmulas seguras, argumentos dirigidos a 
determinado público, los productores preferían no arriesgar. Hubo un rezago y un 
estancamiento. La opción viable era el cine independiente. 
 
Para el inicio de los noventa, en el sexenio de Carlos Salinas, cabe destacar la 
creación de la Nueva Ley Federal de Cinematografía, sin embargo, se liquidó la 
productora estatal Conacine, sus distribuidoras fueron desmembradas y la 
Compañía Operadora de Teatros, S. A. que era la gran exhibidora fue puesta en 
venta. El IMCINE se constituyó como el único organismo encargado de la 
producción, difusión, distribución, pero contaba con un apoyo mínimo, lo que 
propicio que los cineastas buscaran sus propios recursos. 
Es así como una vez más, los motivos económicos, políticos y sociales marcaron 
la trayectoria del cortometraje mexicano. La producción esporádica del formato 
influyó en su calidad. Es así como sobresalen de la época los cortos de Sergio 
Muños Güemes, La última Luna, Azul celeste, Maria Novaro, La neta no hay 
futuro, Andrea Gentile, Cita en el paraíso, Moisés Ortiz Urquidi y otros. El talento 
de los nuevos creadores los motivó para buscar los medios y poder producir cortos 
y así mostrar sus capacidades. 
 
En 1993 el cortometraje el Héroe se hace acreedor a la Palma de Oro por mejor 
cortometraje en el Festival de Cine de Cannes, Francia, este acontecimiento, puso 
de nuevo los reflectores no sólo en las producciones de corto, sino de 
largometraje, mostrando la calidad del cine nacional y la capacidad de superar 
obstáculos. El corto De tripas corazó de Antonio Urrutia, 1995, es también un 
digno ejemplo del reconocimiento que adquiere la creación cinematográfica. 
 
A su vez, en el campo de la exhibición comenzaron a abrirse espacios, surgieron 
eventos como el Festival Internacional de Escuelas de Cine organizado por el 
CCC, así como las Jornadas de Cortometraje en la Cineteca Nacional. 
 
 
23 Juan Carlos Vargas, Agonía Postindustrial (1990-2005), Proceso, Especial The Mexican 
Hollywood, No. 17, Septiembre 2005, pág.16. 
 26
En los noventa sobresalen cortometrajes como El abuelo Cheno y otras historias 
de Juan Carlos Rulfo, producido por el CCC, Las Alas de Alicia de Alejandro Cantú 
Medero, producido por el CUEC, Adiós mamá, Ariel Gordon, producción del 
IMCINE. 
 
En 1998 se celebra por vez primera el Festival Internacional de Cortometraje. 
Aunque los motivos económicos, falta de recursos para producir y difundir, 
políticos, la censura, y sociales, no hay un público acostumbrado al formato, no 
existe una cultura del corto en el espectador mexicano, han sido factores que han 
marcado la trayectoria del formato corto, éste ha buscado alternativas para 
realizarse, ya sea por medio de las escuelas de cine, incentivos gubernamentales 
o bien iniciativa privada. 
 
Durante los últimos años del siglo XX, los cineastas recién egresados filmaban dos 
o tres cortometrajes que les servían de ejercicio mientras esperaban la 
oportunidad de realizar su ópera prima. Muy pocos veían al corto como un 
vehículo con características propias para contar una historia concreta. 
 
En el año 2000 la llegada del Partido Acción Nacional (PAN) al poder, después de 
setenta años del Partido Revolucionario Institucional (PRI), no trajo cambios 
sustanciales en cuanto a políticas culturales; si bien el nuevo gobierno ha 
respaldado el funcionamiento del IMCINE, no ha establecido mecanismos y leyes 
concretas para apoyar el florecimiento de la industria. En 2001 se publica el 
Nuevo Reglamento de la Ley Cinematográfica. 
 
Es en este panorama de principios del siglo XXI, que el cine mexicano logra 
ubicarse en una posición importante en el mercado, recuperando buena parte del 
público que décadas atrás no confiaba en la producción nacional. Esto se ve 
reflejado en el incremento de la producción, al pasarde 100 largometrajes 
mexicanos producidos en el periodo 1995-2000 a 208 en el sexenio 2001-2006 24, 
y en la asistencia del público a las salas cinematográficas, recordemos el récord 
en taquilla del Crimen del Padre Amaro de Carlos Carrera. El éxito de la 
 
24 Obtenido el 10 de febrero de 2007 a las 23:35 hrs. en http://www.Imcine.gob.mx/pdfs/ 
banners/LIBRO_BLANCO_FIDECINE.pdf 
 
 27
cinematografía en cuanto a la crítica y a lo comercial, motivó a cineastas, 
escritores, actores y espectadores a hacer y ver cine, tanto en formato largo como 
en corto. 
 
Y al igual que el largo, el cortometraje sigue cosechando reconocimiento a nivel 
internacional, tal es el caso del corto Ver llover de Elisa Millar, que gana en 2007 
en la Sección Oficial de Cannes dedicada al corto. 
 
El corto nacional se reinventa como una forma definida a partir de su duración, 
desprendiéndose del carácter meramente experimental. Los cortos constituyen un 
punto de gestación de nuevas propuestas visuales y narrativas, donde la 
diversidad temática y de géneros ha permitido explorar distintos aspectos del 
lenguaje audiovisual. 
El formato corto dentro del cine mexicano ha estado presente a lo largo de la 
historia de éste, primero adquiriendo un valor primordial de documento histórico, 
conforme fue popularizándose el largometraje como medida estándar de 
comercialización, éste fue marginándose y a mediados del siglo XIX disminuyó su 
producción y su exhibición, situación que le otorgó libertades de forma y 
contenido. A principios de la década de los sesenta, jóvenes provenientes de 
distintas disciplinas artísticas vieron en el corto el vehículo ideal para explorar 
técnicas y lenguajes, basados en el cine europeo, principalmente en la nueva ola 
francesa, y en los movimientos artísticos de vanguardia de la época, desde el 
teatro y la literatura hasta la música y las artes plásticas. Durante las décadas 
posteriores surgen nuevas formas técnicas, temáticas y estéticas de hacer cine, 
esta evolución continúa hasta hoy día. 
 
 28
 
 
 
 
 
 
22.. EELL CCOORRTTOOMMEETTRRAAJJEE MMEEXXIICCAANNOO EENN LLAA 
AACCTTUUAALLIIDDAADD 
 
2.1 ¿Quiénes hacen cortometraje? 
 
En el panorama del siglo XXI nuestro país ha sido testigo y partícipe de una 
transformación paulatina en el ámbito audiovisual, que en la última década ha 
cosechado grandes avances, como lo refleja el aumento de la producción, la 
incursión de las tecnologías digitales, la eclosión de festivales especializados, 
entre otros elementos, todos éstos constituyen sólo algunos de los aspectos 
esenciales para entender dicha evolución. 
 
El cortometraje fue “concebido como un ejercicio estilístico o escolar, pero la 
realidad ha cambiado, no es un mero ejercicio, es una película que tiene que 
desarrollar una historia con su propio estilo y lograr que sea impactante”.25 
 
En la actualidad se habla de un boom del corto, esto se refiere al aumento en la 
producción principalmente y a la apertura de canales de difusión y exhibición. 
 
La producción de cortometrajes en México es muy diversa, va desde un 
particular, hasta una instancia gubernamental como lo es el IMCINE, pasando 
por las escuelas o bien, empresas privadas. Es así como se denominan cortos 
institucionales o bien independientes. 
 
Desde hace siete años, el IMCINE ofrece apoyo para la producción de 
cortometrajes, convocando a un concurso que también ofrece estímulos para la 
 
25 Adrián Guizar, cit. pos. Sandra Licona, Cineastas mexicanos denuncian escasa difusión 
de cortometrajes. 25 de octubre2005. Obtenido el 25 de abril 2006 en 
http://elobservante.blogspot.com/, acceso a las 20:00 hrs. 
 
 29
postproducción de proyectos ya filmados. Cabe mencionar que “este tipo de 
proyectos llevan naturalmente un proceso discriminatorio en el cual solamente 
cierto tipo de producto que le interesa al estado va a ser producido por este 
formato y distribuido por el mismo”.26 Dentro de los estatutos del Instituto se 
encuentra el apoyar este tipo de producciones, lamentablemente el 
presupuesto asignado a este organismo no es suficiente para apoyar a todo 
proyecto. Esta convocatoria representa una opción a la cual puede aspirar 
cualquier realizador, pero no todos pueden recibirlo. En el 2006 se apoyó 
alrededor de 26 proyectos, tanto en producción como en postproducción.27 
 
Es importante el estímulo estatal en el ámbito cinematográfico, pero se tiene la 
costumbre de siempre esperar este tipo de apoyo a la producción, la cual 
actualmente ha encontrado otras alternativas para llevarse a cabo, sin 
embargo, el papel fundamental que deberá desempeñar el IMCINE se centra 
en las áreas más desprotegidas y con lenta evolución en nuestro país. En 
palabras del cineasta Fernando Flores: “se tiene que apoyar en el sentido de la 
legislación, de la distribución, difusión y exhibición. Yo me encargo del 
financiamiento y entonces sí, IMCINE ayúdame a poner esto en un circuito para 
que yo pueda pagar mis cuentas, yo tengo que regresarle a los productores la 
inversión y tengo que darles ganancia, entonces no me des dinero, ponte a 
gestar leyes, ponte a construir una distribución nacional, a gestar una 
exhibición nacional”. 28 
 
La producción del IMCINE tanto en largometraje como en el formato corto, 
constituye el mayor porcentaje a nivel nacional, por tanto sigue siendo un 
organismo importantísimo para la creación cinematográfica en nuestro país, sin 
embargo, ahora cada vez más podemos ver la participación de gobiernos 
estatales en cortometrajes, como coproducciones o bien ofreciendo apoyos 
diversos. Los realizadores, ya sea por medio de empresas privadas o bien de 
 
26 Pedro Araneda, cineasta y director de la Universidad del Cine de la AMCI. Entrevista 
realizada el 1 abril 2007. 
 
27 Obtenido el 10 de febrero de 2007 a las 21:00 hrs. en 
http://www.imcine.gob.mx/pdfs/banners/LIBRO_BLANCO_FIDECINE.pdf 
 
28 Fernando Flores, cineasta egresado del CUEC, director de la Escuela de Cine del CECC. 
Entrevista realizada el 28 marzo 2007. 
 
 30
Instituciones académicas, llegan a convenios, con dependencias 
gubernamentales. 
 
Existe otra especie de clasificación de cortometraje, los llamados cortos 
profesionales o los académicos. Dentro de los profesionales se ubican los 
producidos por el IMCINE o productoras independientes, que cada vez 
incursionan más en la creación de cortos; por otro lado están los cortos 
académicos, refiriéndose a aquellos que son producidos por las escuelas o 
universidades y que tienen principalmente un objetivo: reafirmar conocimientos. 
Ello no implica que estos productos carezcan de valor creativo, estético o 
narrativo, ya que el objetivo es precisamente ése, el que el alumno ponga en 
practica los conocimientos que va adquiriendo durante su proceso de 
aprendizaje en la creación audiovisual. 
 
Las escuelas con mayor trayectoria y reconocimiento cinematográfico son: El 
Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), y el Centro de 
Capacitación Cinematográfica (CCC). Éstas imparten estudios 
cinematográficos profesionales y conforman las Instituciones más antiguas en 
nuestro país, especializadas en las diversas áreas de la cinematografía. Por lo 
tanto es necesario reconocer su invaluable aportación en la formación de 
cineastas mexicanos. 
 
El CUEC, perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México 
(UNAM), cuenta con una basta producción, tomando en cuenta que su 
matricula es de apenas 60 alumnos aproximadamente. Al año tienen una 
producción de 45 cortometrajes, tanto en formato 16mm, super16 o video 
digital. El Centro está comprometido con los valores de la UNAM: “visión crítica, 
pluralidad de ideas, búsqueda creativa y sensibilidad social”.29 Por tanto, losestudiantes tienen plena libertad para expresar sus inquietudes y para 
experimentar con el medio. Todo esto le ha valido al CUEC el reconocimiento 
no sólo nacional, sino a nivel internacional en diversos festivales. 
 
 
29 Armando Casas, Producción fílmica CUEC 2005, Centro Universitario de Estudios 
Cinematográficos, México 2005, pág. 5. 
 31
El CCC, institución coordinada por el Instituto Mexicano de Cinematografía, 
cuenta también con un amplio catálogo de producciones en formato de 16mm, 
super16, 35mm y video digital. Cada año se generan alrededor de 40 
cortometrajes de diversos géneros. Es de considerar que también es una 
escuela cuya matricula es similar a la del CUEC. De manera permanente se 
dedica a promover las producciones de sus alumnos y exalumnos en foros 
culturales de diversa índole, tanto en nuestro país como en muestras y 
festivales internacionales, los materiales del CCC participan activamente en 
cerca de 25 eventos internacionales al año, de los que se derivan asimismo 
posteriores exhibiciones a través de la televisión e invitaciones especiales a los 
realizadores. Esto con un doble propósito: “Que un público más amplio tenga 
acceso a las propuestas cinematográficas que el CCC realiza y, a su vez, que 
los alumnos comprendan la importancia cultural de la disciplina cinematográfica 
y la responsabilidad que implica la comunicación por medio del cine.”30 
 
Es de mencionar que El Centro Universitario de Arte Arquitectura y Diseño de 
la Universidad de Guadalajara, imparte la licenciatura en artes audiovisuales, 
la cual cuenta en su plan de estudios con especialización en las distintas áreas 
de la producción videográfica, con una formación en historia, investigación y 
análisis cinematográfico de las artes visuales. También ofrece una Maestría en 
Estudios Cinematográficos, con el objetivo principal de ofrecer, en el ámbito 
nacional, la primer Maestría en México con un diseño altamente especializado, 
para el estudio de las más recientes expresiones cinematográficas en las áreas 
de investigación y guión.31 
 
Las Escuelas antes mencionadas hasta hace diez años constituían la mayor 
fuente de producción de cortometrajes académicos, es de resaltar que las tres 
cuentan con participación estatal. 
En años recientes la oferta de educación formal se ha abierto al ámbito privado, 
ello en respuesta al aumento de la demanda, pues el CCC, CUEC y la Escuela 
 
30 Obtenido el 1 de junio de 2007 a las 22:00 hrs. en http://ccc.cnart.mx 
 
31 Obtenido el 1 de mayo de 2007 a las 23:00 hrs. en http://www.cuaad.udg.mx/posgrados/ 
index.html 
 32
de Cine de la Universidad de Guadalajara admiten un promedio de 15 alumnos 
por año. 
 
Bajo este panorama, es así como se abre la oferta académica y actualmente 
ofrecen licenciaturas de cine en el CECC (Centro de Estudios en Ciencias de la 
Comunicación) o en CENTRO: diseño, cine y televisión o estudios formales en 
escuelas como el Instituto Ruso Mexicano Serguei Einsenstein, Centro de 
Estudios Cinematográficos Indi, la UDC (Universidad del Cine), Arte 7, entre 
otras. Estos Centros y Universidades contribuyen a la creación audiovisual y 
nutren la producción nacional. Los alumnos cuentan con el apoyo y respaldo de 
instituciones que también se encargan de la difusión de estos materiales. 
 
Otro “motor definitivo para el corto mexicano han sido las escuelas de 
comunicación inclusive más que las escuelas de cine, por una mera cuestión 
numeraria. En las universidades ha subido mucho el conocimiento y la calidad 
de las clases de cine, de la materia de cine, que son uno o dos semestres del 
plan curricular y ha subido mucho la producción universitaria de calidad”32. 
 
Es de sumo valor la producción escolar, pues estas instancias tienen ventaja 
en cuanto a la producción, ya que de manera natural gestan cortometrajes, 
porque los realizan dentro del marco de un programa académico. 
 
Gracias al auge que actualmente vive el cortometraje, cada vez va en aumento 
el interés por producir, ya no se limita a la productora estatal o bien a las 
instituciones académicas, también las productoras privadas, como Calabacitaz 
tiernaz, Tribu films y otras, apuestan por el corto. Las producciones 
independientes son más frecuentes. 
 
Aquellos realizadores independientes que no cuentan con apoyo institucional o 
estatal, se deciden y buscan sus propios medios para llevar a cabo sus 
proyectos. El corto se ha convertido en un excelente medio para expresarse y 
gracias a la apertura de canales el trabajo es exhibido y con ello las 
productoras independientes pueden darse a conocer, a la vez que la inversión 
es viable 
 
32 Fernando Flores. Entrevista realizada el 28 de marzo de 2006. 
 33
gracias al abaratamiento en costos de producción. En ninguno de los casos 
representa un negocio, pues es bien sabido que en nuestro país no hay un 
mercado del cortometraje. 
 
Bajo esta lógica, han surgido varios cortos como que abren brecha y nutren y 
contribuyen a la diversidad de productos audiovisuales. Es así como 
actualmente podemos disfrutar de un amplio panorama en temáticas, 
propuestas técnicas, visuales y estilos en los cortometrajes de profesionales o 
bien de incipientes cineastas y creadores audiovisuales. 
 
Sería falso afirmar que las fuentes que nutren este gran panorama son sólo las 
antes mencionadas, pues resulta complicado enumerar y mencionar cada una 
de las instancias que producen en nuestro país, las universidades estatales 
acrecientan su producción y no sólo cuantitativamente, sino cualitativamente, 
ejemplos como Michoacán, impulsada por el festival de Morelia, en Monterrey, 
o bien la Universidad Veracruzana, son muestras de que en todo México se 
esta haciendo corto. Incluso alejándonos del ámbito académico, estatal o 
privado, se habla de una producción amateur. 
 
Antes el cine era exclusivo de los estudiantes de cine, comunicación o carreras 
afines, en la actualidad, cualquier persona puede ser realizador, para muestra, 
basta con revisar los materiales que llegan a inscribirse en algún festival. Ahí 
podremos encontrar desde los muy profesionales con grandes presupuestos, 
hasta videos hechos por amateurs con escasos recursos. La creación 
audiovisual está al alcance del que se interese en ésta. 
 
El problema de esta masificación es la parte de planeación que te da 
contenido, por lo que al respecto comenta Fernando Flores: 
“El hecho de que ahora a los festivales llega cualquier cantidad de trabajo 
experimental que bueno, tiene ese merito experimental, pero tiene un mérito 
narrativo muy escaso, en el sentido de que no cuenta. Aquí volvemos a lo mismo, 
si tú lees un cuento tratas de que te diga algo. El corto aunque también hay 
opiniones encontradas, tendría también que decir algo, contar algo. Ahora por 
ejemplo ya es aterrador que te inviten de jurado a un festival porque te dan dos 
meses para revisar 5 mil trabajos y sabes que de esos 5 mil habrá cuatro que son 
muy buenos. Varían desde el trabajo absolutamente experimental, sin ningún 
conocimiento detrás hasta las francas vaciladas experimentales tomadas con un 
celular que no tienen ni pies ni cabeza narrativa. Entonces sí, hay un boom en el 
 34
cortometraje, pero como todo boom tenemos que ver hacia dónde va a ir y que va 
a implicar”. 33 
 
 
 
2.2 Mecanismos de difusión y exhibición del cortometraje 
 
 
Hasta hace diez años, el público de cortometraje era muy escaso, pese a los 
logros que habían cosechado trabajos como El héroe de Carlos Carrera o De 
tripas corazón, de Urrutia. Para ver esos cortometrajes había que estar muy 
enterados de ciclos especiales en circuitos culturales, es decir que si no se era 
un espectador especializado era casi imposible conocer estos materiales. 
 
Los tiemposcambian, y para logro del corto, los canales se han abierto e 
incluso han aparecido nuevos. En el caso de la producción y coproducción de 
IMCINE, éste se encarga directamente de la difusión y distribución, asimismo 
las producciones de escuelas, universidades, aunque también cada realizador 
busca sus medios. 
 
El CCC, CUEC y producciones de IMCINE, se muestran en circuitos culturales 
principalmente. En general las escuelas y universidades tienen además de la 
exhibición académica, que es exclusiva para fines evaluativos, los festivales, 
circuitos universitarios y algunas incluso tienen convenios con las salas 
comerciales de exhibición, tal es el caso del CECC, cuyo convenio con 
Cinépolis favorece ampliamente la exhibición de sus materiales. 
 
La Cineteca Nacional también representa una salida para los cortometrajes 
desde los producidos por el IMCINE, CUEC, CCC o escuelas privadas. Los 
productos independientes tienen cabida si logran colarse en ciclos especiales, 
es decir, que las puertas no están cerradas, pero sí es más difícil que se 
programen estos, en comparación de las otras producciones. 
 
Los festivales representan una gran plataforma de exhibición y difusión: el 
compromiso de difundir, reconocer y estimular la actividad fílmica en nuestro 
 
33 Idem. 
 35
país, como principal lema de éstos, nos lleva a la conclusión de porqué éstos 
se han convertido en un ámbito de suma importancia, hecho demostrado por su 
proliferación. Hace algunos años, la oferta de festivales y muestras en México 
estaba centralizada y sólo ciudades como Monterrey, Guanajuato y 
Guadalajara se sumaban a la organización de estos eventos. Para el 2006, la 
lista de festivales ha crecido considerablemente, estados como Oaxaca, 
Michoacán, Morelos, Baja California, Guerrero, Nayarit, Puebla, por mencionar 
algunos, cuentan con sus propios eventos. Algunas veces organizados por las 
universidades estatales o bien por organizaciones civiles, asociaciones o 
patronatos. 
 
Podemos distinguir varios tipos de festivales, dependiendo de la clase de 
material que reciben y de sus objetivos fundamentales. Bajo estos criterios 
existen festivales organizados y dirigidos a estudiantes de cine o carreras 
afines, éstos pertenecen a circuitos universitarios. Las escuelas y 
universidades comprendiendo la escasez de espacios de exhibición y 
valoración de los trabajos realizados bajo un marco académico en la ciudad de 
México y en el país, abren sus espacios, éstos constituyen una muy buena 
opción para difundir los materiales audiovisuales. 
 
Universidades como la Iberoamericana, El Instituto Tecnológico de Estudios 
Superiores de Monterrey, la Universidad de Baja California, la Universidad 
Veracruzana, entre muchas más, tanto públicas como privadas, cuentan con 
muestras y festivales que fomentan no sólo la creación y exhibición de 
cortometrajes, también el intercambio creativo y acercan a los espectadores a 
un formato que difícilmente encuentran en salas de cine comercial. 
 
El papel de los recintos académicos en la exhibición de cortometrajes responde 
a una “falta de estímulo por parte de la iniciativa privada y ha faltado en mucho 
el apoyo gubernamental en el ámbito de difusión. Lo que no está haciendo el 
gobierno lo estamos haciendo las universidades, tanto estatales como 
privadas”.34 
 
34 Fernando Flores, entrevista realizada el 28 de marzo de 2006. 
 36
 
En ocasiones los festivales auspiciados por instancias académicas no sólo 
exhiben cortos de estudiantes, sino abren su convocatoria para profesionales o 
bien amateurs. Como lo hace el festival de cine de la Universidad Autónoma de 
la Ciudad de México (UACM), por citar un ejemplo. 
 
El interés de los realizadores, así como de las personas que gustan del corto, 
ha motivado la creación de eventos que muestran la producción de cortos, ya 
sean institucionales, universitarios o independientes. 
Uno de los festivales de mayor importancia y de mayor trayectoria para el 
cortometraje es Expresión en Corto, con un poder de convocatoria en 
permanente crecimiento, el festival logró reunir en su novena edición, en el 
pasado julio del 2006, a más de 70 mil espectadores, más de mil trabajos en 
competencia provenientes de 65 países.35 Paralelo a la muestra en 
competencia, ofrece oportunidades para el desarrollo de guiones, así como un 
pitching market.36 
Otros festivales de gran prestigio cinematográfico, especializados en 
largometraje como el Festival de Guadalajara, Festival Internacional de Cine de 
Monterrey (antes el Festival de Cine y Video Voladero) o los de reciente 
creación, y no por ello menos importantes, como el Festival de Morelia, el 
Festival Internacional de Cine Contemporáneo (FICCO), el Festival de 
Acapulco, integran al cortometraje dándole así la importancia que este merece 
dentro de la cinematografía y acercándolo al público. 
En nuestros días, existen más de cuarenta festivales de cine, en su mayoría 
abarcan largometrajes y cortometrajes, tanto de producción nacional como 
internacional. También los hay especializados en el formato corto únicamente, 
como lo es el festival de El cine a las calles, El festival Kinoki (de la Universidad 
Iberoamericana), Corto Creativo, Festival de cortometraje la UACM, 
ShortShorts Film Festival, Este corto si se ve, por citar los de mayor difusión. 
 
35 Obtenido el 20 de marzo de 2007 a las 10:00 hrs. en http://www.expresionencorto.com/ 
 
36 Mercado de proyectos cinematográficos. 
 37
Difícil tarea sería el hablar de todas las muestras y festivales que existen en 
nuestro país hasta actualmente, pues algunos no cuentan con mucha difusión y 
tienen una proyección más bien limitada a la región. Lo que es un hecho es el 
incremento en el número de este tipo de eventos, todo ello comprueba el auge 
que en la producción de cortos, así como un creciente gusto en el público por 
este formato. 
Además del incremento cuantitativo, hay una diversificación, temática, 
genérica, entre otros. Es así como podemos encontrar festivales de género de 
terror, animación, ficción, documental, o bien otros que exhiban trabajos que 
traten sobre derechos humanos, niños, pueblos indígenas, entre otros. 
Otra forma de difundir y exhibir el corto es a través de la televisión, un medio 
que se ha alimentado bastante de la industria fílmica. Basta ver la 
programación diaria de canales de televisión abierta en México, películas de 
todas las épocas, géneros y nacionalidades, son proyectadas en las pantallas 
caseras. Incluso desde hace varios años se programan ciclos tanto en 
televisión comercial como en la televisión cultural. Es así como podemos ver 
películas de la época del cine de oro mexicano, netamente hollywoodenses, 
Star wars o películas con fines artísticos y o experimentales, Festen por 
mencionar algunos ejemplos. 
 
Esto en cuanto a largometrajes, pues hasta hace diez años en México, era 
prácticamente imposible ver programado un cortometraje. La televisión cultural, 
principalmente, es la que ha abierto camino en este respecto. Canal Once, 
apostó por un programa dedicado al medio y cortometraje, el cual ha tenido 
gran aceptación en el televidente. Abre latas este programa abre así espacio a 
géneros que por lo general han sido marginados, han tenido un apoyo limitado 
e incluso han sido desdeñados por los distribuidores, las salas de cine 
comercial y la mayor parte de las televisoras del país. Así, la realización de 
Abrelatas, —una producción de Antonio Pardo— “da a la emisora del Instituto 
Politécnico Nacional la posibilidad de difundir obra cinematográfica mexicana 
de la mejor calidad, pero lamentablemente a veces poco conocida.”37 
 
37 Obtenido el 22 de marzo de 2007 a las

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