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UNIVERSIDAD NACIONAL 
AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
FACULTAD DE ESTUDIOS 
SUPERIORES ARAGÓN 
 
 
EL COSTO DE LA LIBERTAD: 
ATAQUES A LA PRENSA MEXICANA 
EN EL PERIODO FOXISTA 
 
 
REPORTAJE 
 
 
QUE PARA OBTENER EL GRADO DE 
LICENCIADO EN COMUNICACIÓN Y 
PERIODISMO PRESENTA: 
 
GUSTAVO MARCOS CAZARÍN 
 
 
 
ASESORA: LIC. LETICIA ELISABET 
SANTAMARÍA GALLEGOS 
 
 
 
SAN JUAN DE ARAGÓN, ESTADO DE MÉXICO, SEPTIEMBRE 2008 
 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 2 
AGRADECIMIENTOS 
 
 
A todo aquel que en el ejercicio de su profesión brinde un ejemplo para 
el resto de sus colegas. 
 
A mi familia que me apoya en todo momento para lograr las metas que 
me propongo. 
 
A tantos maestros que dejaron en mí algo más que la formación 
académica que tenían como encargo. 
 
A mis amigos, quienes me facilitaron los momentos complicados y me 
extendieron su mano cuando más lo necesité. 
 
A los compañeros de clase que me permitieron esforzarme para superar 
los obstáculos que tiene la vida escolar. 
 
A la profesión que elegí porque nunca dejará de sorprender a quienes la 
acogimos y con ello a otras personas. 
 
A mi asesora por todo su tiempo, dedicación, paciencia y conocimiento 
compartido durante este trabajo. 
 
A la Universidad Nacional Autónoma de México que me brindó la 
oportunidad de alcanzar la educación profesional. 
 
A todos ustedes muchas gracias. 
 
 3 
EL COSTO DE LA LIBERTAD: ATAQUES A LA PRENSA 
MEXICANA EN EL PERIODO FOXISTA. REPORTAJE 
 
 
 Presentación 4 
 
Capítulo I. El blanco de la noticia 
 La nota roja 7 
 A la orden del día 26 
 Víctima y victimario 39 
 
Capítulo II. Archivo clasificado 
 A los ojos del mundo 50 
 La firma editorial 61 
 Radiografía nacional 71 
 
Capítulo III. Del acceso a la información 
 A ocho columnas 80 
 Con el peso de la ley 91 
 El poder: informar 102 
 
 A manera de conclusión 111 
 
 Fuentes de consulta 115 
 
 Anexo 126 
 
 4 
PRESENTACIÓN 
 
 
El periodismo se ha convertido en una herramienta que puede ser 
utilizada por los ciudadanos para realizar un acercamiento a los 
acontecimientos que los rodean. Gracias a los medios de comunicación 
electrónicos, la sociedad puede tener más información al alcance de la mano 
en menos tiempo. En contraste, el paso del tiempo no ha permitido que esta 
profesión sea segura para aquellos que la acogen con profesionalismo. 
 
En México y durante los últimos años, las agresiones en contra de los 
trabajadores de la información, desde reporteros, pasando por fotógrafos y 
hasta las propias instalaciones de los medios de comunicación, se han 
incrementado. Las estadísticas sobre los actos intimidatorios indican que las 
instituciones gubernamentales aún no logran una plena defensa de las 
libertades de prensa y expresión. 
 
Realizar un balance al respecto tras un periodo presidencial puede 
resultar importante para encontrar las similitudes y diferencias con respectos a 
sus sexenios y para conocer el desarrollo del periodismo en México. Además 
permite registrar el desempeño que del Gobierno en ese rubro, pues se supone 
que una de sus responsabilidades es velar por todos los ciudadanos, incluidos 
aquellos que ejercen la labor informativa como profesión. 
 
El final de un periodo presidencial invita a la evaluación, la reflexión y el 
análisis y, en los casos más optimistas, a la solución de algunos problemas, 
pues esta revisión no sólo permite comparar los propios registros nacionales, 
sino también conocer cómo se encuentra México con respecto a otras 
naciones, algunas de ellas con circunstancias sociales, económicas y políticas 
más complejas. 
 
Considero importante la función del periodismo en la sociedad porque 
funciona como el puente que conecta a los gobernantes con sus gobernados, 
 5 
pero también los cuestiona y los vigila, incluso en algunos medios de 
comunicación se abren espacios para la voz de los ciudadanos. 
 
El periodismo y la política están conectados de manera indescriptible y 
atemporal; no es fortuito el que la prensa sea conocida como “el cuarto poder” 
porque es un poder para limitar el poder. Aunque algunos periodistas tienen 
más credibilidad que muchos personajes de la vida nacional, en ocasiones la 
prensa se convierte en cómplice de la política, y otras tantas en enemigo. 
 
Creo que el derecho a informar y a estar informado, va mucho más allá 
de la relación que se establece entre un periódico y sus lectores. Así, que un 
periodista sea acallado no sólo debe preocupar a su propio medio informativo 
ni siquiera a quienes comparten su profesión, sino a todos los ciudadanos que 
ven mermadas sus posibilidades a acceder a la información periodística. 
 
El presente reportaje registra algunos de los hechos acontecidos hacia 
los informadores y medios de comunicación durante el sexenio de Vicente Fox 
Quesada, como un periodo de estudio para ubicar temporalmente las 
circunstancias que enfrentó la prensa nacional. Además, con esta investigación 
puse en práctica los conocimientos aprendidos durante mi preparación 
profesional, como la investigación documental y la entrevista, entre otras 
habilidades más. 
 
La primera parte del reportaje muestra el punto de vista de los 
involucrados y los actos que enfrentaron para ejercer su profesión; el segundo 
capítulo se busca comparar la situación acontecida en México de 2000 a 2006 
con otras naciones de acuerdo a estudios de organismos internacionales que 
velan por la libertad de prensa y de información; y la parte final se reportan las 
expectativas que tienen los periodistas para alcanzar la protección y defensa 
legal de su profesión, además de mostrar algunos avances al respecto. 
 
Asimismo, me pareció importante dar a conocer las circunstancias 
particulares para mi área de trabajo y por ello considero que es el medio 
propicio para obtener como resultado el título profesional. 
 6 
 
 
 
 
 
 
 
EL BLANCO DE LA NOTICIA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
El blanco de la noticia / La nota roja 7 
LA NOTA ROJA 
 
Matan a los periodistas como si 
fueran blancos en ferias pueblerinas y 
lo curiosos es que jamás capturan a 
los asesinos 
 
Jesús Blancornelas 
 
 
La libertad de prensa y expresión pagó una vez más el precio de su 
ejercicio: 27 periodistas muertos y cinco desaparecidos fue el saldo que dejó el 
sexenio de Vicente Fox, el llamado “presidente del cambio”. Las constantes 
fueron los asesinatos, las desapariciones, los secuestros, las amenazas, las 
agresiones y, en el menor de los casos -que no el menor de los números-, las 
demandas al gremio periodístico. Las zonas de mayor riesgo para el ejercicio 
informativo coincidentemente fueron los territorios donde se disputa el control 
del narcotráfico, las entidades localizadas de la frontera norte y las rutas el 
Golfo y el Pacífico. 
 
Del mismo modo, las acciones impulsadas en pro de dichas libertades 
ofrecieron magros resultados para favorecer su desarrollo y, aunque se puede 
hablar de algunos avances legales en la materia, no han sido radicales las 
diferencias entre el marco legal heredado por los70 años de gobierno priista y 
el del primer periodo panista. Según los especialistas, pese a los llamamientos 
previos y oportunos de organismos internacionales y las recomendaciones de 
los propios, como la Comisión Nacional de Derechos Humanos, algunos de 
estos puntos no fueron atendidos con oportunidad. 
 
Debido a las cifras arrojadas, México se ubicó como el segundo país más 
riesgoso a nivel mundial para el ejercicio periodístico, sólo detrás de Iraq, y el 
primero en toda América, por encima de Colombia y Estados Unidos, quienes 
enfrentan flagrantes situaciones de narcotráfico y guerra, respectivamente. Al 
mismo tiempo, el país se ganó diferentes llamamientos en materia de libertad 
de expresión por parte de Reporteros Sin Fronteras (RSF). 
 
El blanco de la noticia / La nota roja 8 
La creación de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Contra 
Periodistas y la aprobación de la Ley de Acceso a la Información, entre otras 
acciones, fueron anunciadas como herramientas realizadas por el gobierno 
federal para consolidar y reforzar la naciente democracia nacional. Sin 
embargo, los resultados entregados por la Procuraduría General de la 
República (PGR) y la administración de la justicia en cada uno de los casos 
presentados ante dicha fiscalía no recibieron la misma difusión que tuvieron los 
planes y proyectos presidenciales, ya fuesen exitosos o fallidos. 
 
Las limitantes y restricciones del marco legal en México ofrecieron pocas 
garantías y oportunidades a los reporteros, pues a diferencia de otros países, 
hasta hace poco la injuria, la calumnia y la difamación eran catalogadas como 
delitos del Código Penal y no en el Civil, como en la mayoría de los países 
desarrollados. Situación que restringió la defensa de los trabajadores de la 
información al ser demandados por alguna de estas razones. 
 
La importancia del seguimiento y estudio del contexto del periodismo en 
el país es particularmente importante para la vida moderna. En opinión de 
especialistas, al coartar la libertad de prensa y expresión se limitan la 
oportunidad y el derecho a la información pública de la sociedad. 
Circunstancias que están directamente relacionadas con los presuntos actores 
de la represión informativa, según la información de las Procuradurías estatales 
y las investigaciones publicadas por los medios de comunicación, en la mayoría 
de los casos estuvieron involucrados funcionarios públicos o de elementos de 
las fuerzas del orden en las amenazas, los ataques y/o los asesinatos de 
periodistas. 
 
Dependiendo de la fuente que se consulte, el número de casos 
reportados varía, pues en algunos conteos mantienen la idea oficial de la 
autoridad investigadora, que descarta la relación del agravio con la actividad 
del reportero. Ante dicha situación surgen muchos cuestionamientos, ya que 
para determinar lo anterior haría falta que cada uno de los homicidios estuviera 
esclarecido en su totalidad y con responsables identificados. 
 
El blanco de la noticia / La nota roja 9 
Asimismo, hubo otros casos donde los familiares o personas allegadas al 
periodista subrayaron el menosprecio que las autoridades mostraron al 
descartar a la profesión como un posible móvil del crimen cometido. Por 
ejemplo, la tortura y muerte de Humberto Méndez Rendón, reportero y 
conductor del Canal 9 de Gómez Palacio, Durango, quien falleció el 9 de 
febrero de 2001; el caso de José Valdés Macias, director de La Opinión y La 
Voz de Monclova, ambos diarios de Coahuila, que murió el 16 de noviembre de 
2006; o la muerte de José Reyes Brambila, reportero del periódico Vallarta 
Milenio, ocurrida el 17 de septiembre de 2005 en Guadalajara, Jalisco, donde 
se encontró acuchillado y encajuelado. 
 
Literalmente, hasta el último día del mandato de Vicente Fox, 30 de 
noviembre de 2006, se registró un asesinato más en el sexenio. El nombre de 
Adolfo Sánchez Guzmán cerró esta variable lista de periodistas asesinados 
durante el periodo foxista. 
 
Sánchez Guzmán trabajaba como reportero para la agencia de Internet 
Orizaba en Vivo, en la página EnlaceVeracruz212.com.mx y en la radiodifusora 
XHORA Oriestéreo, entre otros para los cuales colaboraba. Alrededor de las 19 
horas del martes 28 de noviembre de 2006, arribaron a Guerrero 32, domicilio 
particular del reportero, tres individuos en compañía de una mujer. Uno de 
ellos, posteriormente identificado como César Martínez López, alias El Pollo, 
quien se había visto involucrado en asaltos a traileres en la zona Córdoba-
Orizaba en el estado de Veracruz. 
 
Dos días después, se encontró bocabajo el cadáver de Adolfo Sánchez a 
unos pasos de Río Blanco, que atraviesa el terreno conocido como Viveros 
Forestales, en la colonia El Águila, en Nogales, Veracruz. El cuerpo ubicado 
entre las hierbas sobre una vereda presentó dos impactos de bala, ambos en la 
cabeza, uno de los cuales fue descrito como tiro de gracia; y esa tarde sus 
hermanos, Alfredo y Felipe Sánchez Guzmán, acudieron al lugar para 
identificar sus restos. 
 
El blanco de la noticia / La nota roja 10 
El Subprocurador de Justicia en la Zona Centro, Miguel Mina; el 
Coordinador de la Policía Ministerial, Normando Bustos Barthea; y el 
Comandante Ministerial, Norberto Portilla, encabezaron las primeras 
investigaciones. Las autoridades presumieron que de un arma calibre 38 fueron 
detonados los disparos y estimaron que el deceso había ocurrido 15 horas 
antes. Durante la madrugada del mismo día, y encontraron a 100 metros el 
cuerpo de El Pollo, César Martínez. 
 
Vecinos de la colonia Rincón de Santa Rosa reportaron como 
abandonado un VW Sedán verde con placas estatales XYJ6514. Personal de 
Servicios Periciales acudieron al lugar para tratar de obtener evidencias para el 
esclarecimiento de los hechos, pero no se encontraron signos de violencia 
efectuada al interior del vehículo, el cual se encontró con ambas portezuelas 
abiertas y las llaves puestas en el interruptor. 
 
“Viajaban cuatro sujetos, iban rumbo a la colonia, pero como no hay paso 
fue necesario que se dieran la vuelta. Pensé que iban a regresar por él, ya que 
lo dejaron abierto”, informó a las autoridades un joven, testigo de los hechos. 
 
Adolfo Sánchez Hernández, padre del periodista, fue informado del 
hallazgo por lo que se presentó en el lugar para confirmar la propiedad del 
vehículo. Familiares y amigos del entonces desaparecido empezaron a 
telefonear en busca de un rastro para localizarlo. Cerca de las 15:30 horas del 
miércoles 29 de noviembre de 2006, el progenitor acudió a la Agencia del 
Ministerio Público a levantar la averiguación previa 839/06, detallando que 
aproximadamente desde las 20:30 de la noche del martes fue la última ocasión 
que vio a su hijo Adolfo. 
 
Tras la denuncia, la Policía Ministerial inició la búsqueda de Sánchez 
Guzmán en la región de Orizaba. Aunque no regresó a dormir, situación que 
ocasionalmente ocurría, sus familiares inicialmente no tuvieron preocupación 
alguna, pero el escenario cambió tras haber encontrado el automóvil con el 
cual salió del domicilio en circunstancias poco claras y recordar que ocho días 
antes Roberto Marcos García, director de la revista Testimonio, fuera ultimado 
El blanco de la noticia / La nota roja 11 
a balazos tras ser envestido por un vehículo sobre la Carretera Veracruz-
Alvarado. 
 
“El Gobierno de Veracruz ha declarado que ambos homicidios no tienen 
que ver con el ejercicio de su profesión, como si los periodistas se quitaran la 
casaca, el chaleco, la cámara y la pluma cuando salen de los edificios de los 
medios de comunicación”, criticó César Augusto Vázquez Chagoya, colega 
periodista y director de enlaceVeracruz212.com.mx, en un “telegrama urgente” 
dirigido al Gobernador Fidel Herrera Beltrán y al Congreso del Estado de 
Veracruz. 
 
Debido a los cabellos encontrados en el interior del auto, el jefe del 
fallecidoperiodista aclaró: “Más que pasional, se podría tratar de un homicidio 
del crimen organizado… Es claro que los crímenes de los comunicadores están 
en el contexto del aumento de los homicidios en la república. Por algo, después 
de Iraq, somos el segundo lugar en crímenes contra periodistas a nivel 
mundial. Para orgullo de los veracruzanos, Veracruz ocupa el primer lugar 
nacional en muerte de sus periodistas… Con cuatro homicidios en el fidelismo, 
en sólo dos años, ocupamos el primer lugar. No se vale”. 
 
El mismo día del crimen contra Sánchez Guzmán, compareció ante la 
Legislatura local el Director de Comunicación Social del Gobierno de Veracruz, 
Alfredo Gándara, quien aseguró que ha sido respetuoso de la libertad de 
expresión y que los periodistas eran un contrapeso al poder público. Tal 
argumento estaba basado en la creación de la Fiscalía para Atención a Delitos 
Contra Periodistas (FEADCP) para la entidad y la asignación de un defensor 
estatal de los periodistas. 
 
“Se ha mencionado, en infinidad de ocasiones, el respeto a la prensa y a 
los medios de comunicación, por parte del Gobierno de Veracruz, camina y no 
hay represión a los que critican, sino que la situación de los comunicadores se 
complica con los grupos de poder regional”, afirmó Vázquez Chagoya en su 
página enlaceVeracruz212.com.mx y advirtió que ”no se ha entendido en las 
altas esferas del Gobierno estatal, que los Ministerios Públicos y jueces 
El blanco de la noticia / La nota roja 12 
diseminados en el estado están presionados, amenazados o comprados, y no 
actúan contra Alcaldes, grupos de poder regional o crimen organizado, así se 
los ordene el Procurador o el Gobernador del Estado”. 
 
Esta observación se puede aplicar al caso de José Miranda Virgen, 
columnista y vicepresidente del periódico El Sur de Veracruz y del Diario 
Imagen, pues los indicios encontrados por la Procuraduría General de Justicia 
del Estado generaron la teoría de un atentado contra el comunicador, cuyo 
nombre no se registra en todos los reportes que realizan algunos organismos 
sobre ataques a la prensa en el país, aunque en su trabajo presentaba críticas 
y denuncias expuestas contra el gobierno local. 
 
La muerte del periodista se registró, tras la explosión de un tanque de gas 
en su domicilio, el 16 de octubre de 2002 en el puerto de Veracruz. Colegas de 
Miranda Virgen señalaron el intento de desviar la investigación hacia motivos 
no relacionados con su ejercicio profesional. El caso fue investigado por la 
Procuraduría General Justicia del Estado de Veracruz, bajo el mando de 
Pericles Namorado Urrutia. 
 
De igual manera, la PGJ veracruzana emitió un comunicado en el que 
descartó que el homicidio de Hugo Barragán Ortiz, radiorreportero de La 
Mañana de Radio MAX y columnista de La Crónica de la Cuenca, tuviera 
vínculos con su trabajo periodístico, pues días antes se habían establecido dos 
líneas de investigación: el robo y motivos pasionales. 
 
Barragán Ortiz fue golpeado y apuñalado en su domicilio en Xalapa el 30 
de octubre de 2005. Uno de los tres implicados en el homicidio fue consignado 
y se giró orden de aprehensión contra los otros dos sin que hubiera algún 
resultado satisfactorio en la capital estatal. 
 
El segundo atentado mortal durante 2005 para Veracruz ocurrió cuando 
Raúl Gibb Guerrero, propietario y director del periódico La Opinión de Poza 
Rica, fue interceptado el 1 de noviembre por un vehículo camino a casa sobre 
El blanco de la noticia / La nota roja 13 
la carretera de Papantla a Poza Rica, desde donde los agresores escaparon 
luego de dar fin a balazos la vida del periodista. 
 
Según el Reporte de Casos de Agresiones a Periodistas del Centro Pro 
Derechos Humanos, Gibb Guerrero rechazó en 2004 propuestas de soborno y 
recibió amenazas por su trabajo profesional, ya que entonces La Opinión había 
denunciado el crecimiento del Cártel del Golfo, comandado por Osiel Cárdenas, 
al norte del estado. Por tal motivo, la PGJ veracruzana abrió líneas de 
investigación en relación a las bandas del tráfico de droga en Costa Esmeralda, 
playa cercana a Poza Rica. 
 
La publicación de investigaciones sobre redes de narcotráfico fue una 
característica frecuente en los casos de periodistas asesinados, pues al verse 
descubiertos, dichos grupos optan por violentar la libertad de prensa como velo 
protector. 
 
El Cártel del Golfo, que opera en Veracruz y Tamaulipas, es uno de los 
grupos con mayor control de la zona. En esta entidad fronteriza, durante la 
última década han golpeado, asesinado y desaparecido o secuestrado a 46 
trabajadores de la información y, en el último periodo presidencial, se registró la 
muerte de la única mujer acaecida presumiblemente por su labor en el 
periodismo. 
 
Durante sus 15 años de carrera profesional en Nuevo Laredo, 
Tamaulipas, Dolores Guadalupe García Escamilla, conductora del programa 
radiofónico Punto Rojo de Estéreo 91, se había especializado en la fuente 
policiaca abordando temas del narcotráfico desde que se inició como reportera 
como reportera en el periódico El Mañana. El 16 de abril de 2005, la periodista 
murió después de convalecer once días en la Clínica Hospital de 
Especialidades, en esta ciudad tamaulipeca, luego de sufrir un atentado en las 
puertas de la radiodifusora. 
 
Al arribar el martes 5 de abril de 2005 al edificio donde se ubica la 
XHNOE de Estéreo 91, un sujeto esperaba a García Escamilla y justo cuando 
El blanco de la noticia / La nota roja 14 
ella se disponía a entrar a las instalaciones de la estación de radio, el sicario le 
disparó 14 veces. La ejecución se vinculó a la información transmitida en el 
informativo Punto Rojo respecto a narcotraficantes, pero la Fiscalía Especial 
para la Atención de Delitos contra Periodistas (FEADP) analizó el caso para 
determinar si se relaciona con su labor periodística. 
 
El mismo día en que se perpetró el ataque, la Procuraduría General de 
Justicia de Tamaulipas (PGJ) atrajo las investigaciones y los informantes de la 
FEADP comunicaron que ya habían recabado declaraciones del personal de la 
radiodifusora y testigos, además de realizar dictámenes periciales. Incluso para 
la averiguación de este caso la Subprocuraduría de Investigación Especializada 
en Delincuencia Organizada (SIEDO) prometió un fiscal especial, pero nunca 
se supo si lo nombró y datos del Instituto Nacional de Estadística Geografía e 
Informática (INEGI) revelan que desde 2004 el Poder Judicial no ha 
sentenciado a ninguna persona por homicidio en Tamaulipas. 
 
En enero de 2005, Guadalupe García recibió lo que se calificó 
extraoficialmente como una “advertencia”, pues dos vehículos de su propiedad 
fueron incendiados, uno de ellos en el domicilio particular de la propia 
reportera, ubicado en la exclusiva Colonia Madero. El informe del 
Departamento de Bomberos reportó haber atendido la ignición de un auto 
Nissan Platina 2005 con placas estatales XBM8783 y un Ford Focus matrícula 
XAY2801. La Policía Ministerial de la entidad informó que sus elementos 
investigan los hechos y manifestó que se buscaba establecer o descartar la 
relación entre ambos incendios, pues era posible que el responsable fuera el 
mismo. 
 
A principios de agosto de 2005, derivada del acuerdo A/136/05 firmado 
por el entonces Procurador General de la República Daniel Cabeza de Vaca, 
se tomó la decisión de nombrar a Sergio Naranjo Alegría como encargado de la 
Fiscalía Federal Investigadora de Delitos contra Periodistas. El nombramiento 
corrió a cargo de la Delegación de la Procuraduría General de la República 
(PGR) en Reynosa, y se determinó que la sede de la fiscalía se ubicara en 
El blanco de la noticia / La nota roja 15 
Nuevo Laredo, donde Naranjo Alegría era titular de la Agencia Especializada 
en Delitos Fiscales y Financieros. 
 
Al respecto, Homero Aridjis advirtió el 23 de octubre de 2005 en su 
columnaImpunidad e injusticia, para el periódico Reforma: “A un año de que se 
termine el sexenio de Vicente Fox, aún es tiempo de que se tomen algunas 
medidas para remediar la impunidad y la injusticia en México. De otra manera, 
este gobierno del llamado cambio se irá en blanco en materia de su prometida 
lucha contra el crimen y la corrupción”. 
 
A un año del fin del sexenio presidencial, Tamaulipas ya había 
atestiguado la riña del narco contra la prensa, basta recordar que el 23 de 
marzo de 2001 fue reportado como desaparecido Saúl Antonio Martínez 
Gutiérrez, subdirector del diario El Imparcial, editado en Matamoros, 
Tamaulipas. Ya que en enero de 2001, dicho periódico publicó información 
sobre narcotráfico, origen de las frecuentes amenazas que recibía, según 
reporta su equipo de redacción. En las líneas de investigación del crimen no se 
descartó la información que el periodista manejó en sus escritos sobre la venta 
y distribución de drogas. 
 
Martínez Gutiérrez fue encontrado un día después, el 24 de marzo de 
2001, con cuatro disparos en la cabeza en la convergencia del Río Bravo y 
Matamoros dentro de su vehículo. Dionisio Flores Peña, Comandante de la 
Policía Ministerial del Municipio de San Fernando, junto con dos agentes fueron 
detenidos como presuntos responsables, aunque a la fecha se desconoce el 
estado de la indagatoria. 
 
El periódico El Mañana, que había forjado la carrera de la reportera 
también acaecida Guadalupe García, fue dirigido por Roberto Javier Mora 
García, reconocido editor del diario y de la revista North Mexico por su 
integridad y su trayectoria profesional, cualidades no siempre valoradas por los 
personajes de la noticia. Así lo demuestra el hecho de que el periodista fuera 
hallado muerto en su departamento, tras recibir 26 puñaladas letales, una de 
El blanco de la noticia / La nota roja 16 
las cuales le atravesó el corazón, tras llegar el viernes 12 de marzo de 2004 a 
su domicilio, localizado al sur de Nuevo Laredo. 
 
Ninfa María Deandar Martínez, presidenta y propietaria del rotativo El 
Mañana, reportó que el occiso había recibido amenazas de muerte originadas a 
raíz de las investigaciones realizaba sobre el secuestro de un colega periodista. 
 
La Procuraduría General de Justicia estatal detuvo como presuntos 
responsables a Hiriam Olivares Ortiz, Raúl Eduardo Coss García y Mario 
Medina Vázquez; quienes fueron consignados al Juzgado 2º de lo Penal en 
Nuevo Laredo. El estadounidense Medina Vázquez, detenido bajo juicio como 
probable autor material de homicidio, fue ultimado dentro del penal el 13 de 
mayo de 2004, acto que complicó más las investigaciones. 
 
La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Tamaulipas expidió en 
enero de 2005 la recomendación No. 013/2005 dirigida a la Procuraduría del 
estado, en la cual señala: “Gire instrucciones para agotar las investigaciones 
del homicidio de Roberto Mora”. Dicha encomienda fue impugnada por el diario 
al considerarla “insuficiente”, después de que la Comisión In Memoriam 
presentara en diciembre de 2004, un mes antes, una queja por las 
irregularidades registradas en la indagatoria del caso. 
 
El primer crimen del 2002 fue el de Félix Alfonso Fernández García, 
director de la revista semanal Nueva Opción y quien al salir de un restaurante 
recibió una serie de disparos provenientes de una AK-47, conocida como 
“cuerno de chivo”; acto que se cometió el 18 de enero, cuando grupos de poder 
participan en la muerte de este informador. 
 
Una línea de investigación de este caso se basó en las denuncias 
presentadas por el periodista, en las cuales expone a Raúl Rodríguez Barrera, 
ex Alcalde de Miguel Alemán, ex Comandante de la Policía Judicial Federal y 
compadre de Gilberto García Mena, alias El June. Pues Rodríguez Barrera fue 
señalado por la prensa local como el presunto autor intelectual del crimen, 
aunque en aquel momento Zeferino Peña Cuellar, Don Zefe, ex Subdirector de 
El blanco de la noticia / La nota roja 17 
Seguridad Pública; y uno de sus hermanos fueron relacionados por la misma 
sospecha. 
 
Aunque durante el sexenio foxista existieron ejecuciones no vinculadas al 
narcotráfico, las similitudes en sus características permiten identificar la 
participación de elementos de estos grupos criminales. Como sucedió en el 
caso de Ramiro Téllez Contreras, periodistas del noticiero Impacto de la 
Noticia, Coordinador del Centro de Control, Comando, Cómputo y 
Comunicaciones (C-4); y de Protección Civil de Nuevo Laredo, Tamaulipas; ya 
que un reporte de la Fiscalía Especializada en Atención de la Delincuencia 
Organizada señala que a pesar de las investigaciones realizadas no se sostuvo 
que el atentado fuera motivado por su función periodística. 
 
El 10 de marzo de 2006, el funcionario y locutor fue acribillado al bajar de 
su auto frente a su domicilio, al sur de la ciudad tamaulipeca, por sicarios que 
en numerosas ocasiones dispararon impactos de diferentes calibres. Tras la 
ráfaga, sólo alcanzó a abrir la puerta de su casa, justo donde se desplomó. 
 
Una semana antes, Téllez Contreras, también secretario de Actas y 
Acuerdos de la Unión de Periodistas Democráticos, reportó a sus superiores 
que un auto compacto lo estaba siguiendo por lo cual solicitó un escolta. 
 
En contraste, tenemos la muerte de Julio César Pérez Martínez que 
ocurrió el 24 de octubre de 2005 en una aparente balacera en Reynosa, 
Tamaulipas, mientras se pretendía realizar un rescate. Pérez Martínez, jefe de 
redacción de la revista Siglo de México, una vez herido fue trasladado a un 
hospital donde finalmente murió. Las investigaciones comandadas por PGJ del 
estado desconocen el móvil y los presuntos responsables. 
 
Del mismo modo, aún con vida, Francisco Arratia Sandierna, articulista 
de cuatro diarios, fue abandonado en las cercanías de la Cruz Roja de 
Matamoros, Tamaulipas, donde recibió atención médica a sus fracturas en 
cráneo y dedos, y en las quemaduras presentadas en las palmas de las manos, 
el torso y los hombros. Una vez trasladado al Hospital General Alfredo 
El blanco de la noticia / La nota roja 18 
Plumajero, Arratia Sandierna perdió la vida el 31 de agosto de 2004, sólo tres 
horas después. 
 
En cambio, sin agonía y a consecuencia de un solo balazo dirigido a la 
cabeza, fue el deceso de Pablo Pineda Gaucín, quien murió el 9 de abril de 
2002 también de Matamoros, Tamaulipas. El cuerpo de Pineda Gaucín, 
reportero del diario La Opinión, fue encontrado sin vida en la frontera con en 
Hallintong, Texas, Estados Unidos. 
 
Desde Tamaulipas, en el Golfo, hasta Baja California, del lado del 
Pacífico, la franja compuesta por los estados de la frontera norte del país es 
una zona proclive para violentar a los medios de comunicación y a sus 
trabajadores; debido a los nexos entre las redes de traficantes de 
indocumentados con los cárteles de la droga y la corrupción de funcionarios 
públicos. El semanario Zeta, publicación que impulsó las investigaciones 
periodísticas sobre la corrupción oficial y sus cómplices, incluyendo, el 
narcotráfico; ha sido uno de los medios agraviados constantemente desde su 
fundación por dicha razón. 
 
Durante el sexenio foxista, su actividad periodística de Zeta no pasó 
desapercibida, pues Francisco Ortiz Franco, editor de información general del 
semanario, había publicado datos importantes en un artículo de denuncia con 
la lista y fotografías de 76 sicarios del Cártel de los Arellano Félix, quienes 
portaban credenciales apócrifas de la Procuraduría General de Justicia de Baja 
California. 
 
A sólo 300 metros de la oficina de Homicidios de la PGJ estatal, en la 
colonia Revolución de Tijuana, Ortiz Franco salió de una terapia de 
rehabilitación de parálisis facial para abordar su auto en compañía de sus dos 
hijos cuando un sujeto encapuchado se acercó portando un arma para 
encañonar al periodista a travésde la ventanilla cuando éste aún no encendía 
el automóvil. 
 
El blanco de la noticia / La nota roja 19 
El informador recibió un impacto en el pecho, después otro en entre el 
hombro y el cuello, uno más en el oído, y un último disparo en cabeza; lo cual 
le provocó la muerte de manera inmediata el 22 de junio de 2004. Los niños, 
quienes ocupaban los asientos traseros, salieron en cuanto escucharon el 
primer fogonazo que derribó el cuerpo de su padre hacia el volante; abriendo la 
portezuela trasera del lado derecho y huyeron en búsqueda de ayuda de los 
vecinos por las calles de aquella ciudad fronteriza. 
 
Casi un año después, la Procuraduría General de la República inició la 
averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/200/2004 y Arturo Villarreal Albarrán, 
El Nalgón, fue detenido el 14 de agosto de 2006 en Estados Unidos, como uno 
de los principales sospechosos del asesinato de Francisco Ortiz, cuando 
acompañaba a Javier Arellano Félix y otras personas, también aprehendidas; 
según publicó el semanario en su número 1690 el viernes 25 de agosto de 
2006. 
Con la captura de Villarreal Albarrán, ahora recluido en el Centro 
Correccional de San Diego, podría esclarecerse el atentado de Ortiz Franco, 
quien era integrante de una comisión creada por el gobierno y la Sociedad 
Interamericana de Prensa (SIP) para investigar un crimen de 1988, registrado 
en contra de Héctor Félix Miranda, ex colaborador de Zeta. La PGR admite que 
han sido detenidas tres personas indirectamente implicadas en el homicidio de 
Villareal. 
 
“Aún quedan por ejecutarse las órdenes de aprehensión en contra de 
Heriberto Lazcano, El Lazca; Jorge Briceño, El Cholo; y Jorge Hank Rhon, 
actual Alcalde de Tijuana”, publicó el Semanario Zeta para externar su punto de 
vista con respecto a los logros de la investigación. El fallecido periodista, 
fundador y director de Zeta, Jesús Blancornelas, fue amenazado de muerte 
desde el crimen contra Francisco Ortiz vía correo electrónico, en el cual los 
hermanos Arellano Félix ofrecen cinco millones de dólares a quien lo matara. 
 
Estas acciones son características en el narco, quienes al verse 
expuestos por la información publicada en los medios de comunicación toman 
parte en el proceso informativo matando al mensajero. 
El blanco de la noticia / La nota roja 20 
Así ocurrió en el caso de Gregorio Rodríguez Hernández fotógrafo de El 
Debate, quien previamente recibió intimidaciones debido a unas placas que 
había tomado recientemente a unos narcotraficantes de dicha localidad; y 
muere baleado el 28 de noviembre de 2004, mientras cenaba en compañía de 
sus hijos en el municipio de Escuinapa, Sinaloa. 
 
Con el testimonio de Juan Ramón Ochoa se inició la averiguación previa 
371/2004 y las autoridades estatales señalaron en sus primeras 
investigaciones como autor intelectual del crimen a Fausto Ocampo, operador 
del capo Ismael Zambada García, El Mayo Zambada. Extraoficialmente, la 
ejecución se relacionó con la divulgación de una nota sobre la detención de 
Tamar Aguilar Iñiguez, hermano del ex Director de la Policía Ministerial, Jesús 
Antonio Aguilar, quien se encuentra prófugo y es buscado por la PGR por 
presuntos vínculos con el tráfico de estupefacientes. 
 
Jesús Alberto Aguilar Padilla, Gobernador del Estado de Sinaloa, recibió 
la recomendación número 8/2006, extendida por la Comisión Nacional de 
Derechos Humanos, en la cual se refiere el estado de libertad que gozan 
funcionarios de la Dirección de Seguridad Pública y de Tránsito Municipal de 
Escuinapa. 
 
Al igual que Gregorio Rodríguez, Jaime Arturo Olvera Bravo, periodista 
independiente y ex corresponsal de La Voz de Michoacán, fue ultimado frente a 
su hijo el 9 de marzo de 2006, mientras se encontraban de camino a la escuela 
en el Municipio de La Piedad. Unos 20 días después, Rosendo Pardo Ozuna, 
reportero de La Voz del Sureste, fue encontrado sin vida en un tramo de la 
carretera Tuxtla Gutiérrez-Berriozabal, sitio donde frecuentemente se 
ejercitaba. Estos asesinatos sugieren que las actividades comunes o 
personales suelen ser riesgosas para los periodistas situados en la mira de los 
sicarios. 
 
Esperar un semáforo cerca de del Palacio Municipal de Coyuca de 
Catalán, Guerrero, fue el fin de la carrera y la vida de Rafael Villafuerte 
Aguilar, director editorial del periódico La Razón, donde uno de los dos sicarios 
El blanco de la noticia / La nota roja 21 
que se aproximaron al auto disparó en contra del conductor. Villafuerte Aguilar 
murió el sábado 13 de diciembre de 2003, día en el que se registra el único 
homicidio en ese año. 
 
La muerte de Rafael Villafuerte ofreció dos lecturas: la primera, que 
registra el año menos hostil contra el gremio durante del sexenio, y la segunda, 
que recuerda el paso frecuente del estado de Guerrero en el listado de 
periodistas asesinados durante el foxismo. La lista la complementan: 
Leodegario Aguilera Lucas, editor de la revista Mundo Político, muerto el 22 
de mayo de 2004; y Misael Tamayo Hernández, director de El Despertar de la 
Costa, quien pereció el 10 de noviembre de 2006. 
 
Durante el periodo presidencial de Vicente Fox, en el Distrito Federal sólo 
reportó el asesinato de José Manuel Nava, entonces director de la cooperativa 
Excélsior, quien fue encontrado apuñalado en su domicilio. Según informe de la 
Federación Latinoamericana de Periodistas-México, el crimen ocurrió en 
circunstancias sospechosas, ya que no se descartó que el atentado se 
relacione con la publicación de su último libro: Excélsior, el asalto final, en el 
cual Nava denunció la conjura entre el Gobierno de Fox, cooperativistas e 
intereses privados. 
 
Asimismo, las autoridades de la Federación deben al gremio mundial una 
explicación de lo ocurrido dentro de su territorio al reportero americano Bradley 
Roland Will, quien murió el 26 de octubre de 2006, cuando realizaba una 
cobertura para la página estadounidenses Indymedia del conflicto magisterial 
en la capital oaxaqueña desde dos meses antes. 
 
“Brad Will fue a Oaxaca, porque era un firme creyente en la democracia 
directa. Fue a documentar lo que estaba pasando en medio de esa gente, 
quienes trataban de crear un sistema de democracia directa. Él murió haciendo 
lo que le gustaba”, declaró Brandon Jourdon, de Indymedia, en la ciudad de 
Nueva York. 
 
El blanco de la noticia / La nota roja 22 
El Gobierno federal, a través de la FEADCP de la PGR, argumentó que 
Will, integrante de Asociación de Asesores de Derechos Humanos, ONG 
humanitaria, no se encontraba trabajando, pues ingresó al país con visa de 
turista y no como profesional. “Él no entró en su calidad de periodista, él entro 
con Visa de turista. Número dos, Indymedia no es una agencia de noticias, es 
una empresa que realiza documentales y luego esos documentales se dedican 
a venderlos como free lance. Número tres, este señor no andaba reporteando, 
se había estado dedicando a estar siguiendo y promoviendo unos 
movimientos”, aclaró Gamaliel Hernández, Director de Información Estratégica 
de la FEADCP, en una entrevista realizada el 29 de enero de 2007. 
 
Por su parte la embajada de Estados Unidos en México, a través de su 
Embajador Antonio Garza, calificó como "lamentable” la muerte de su 
compatriota y sentenció: “Un ataque en un periodista, es un ataque para quien 
cree que la libertad de prensa permanece en el corazón de cualquier sociedad 
civilizada”. 
 
Hasta el momento, el peritaje no ha establecido porqué en una grabación 
se observa cuando el americano es traslado para recibir atención médica con 
un balazo en el vientre y cuando se presenta la autopsia tiene dos disparos en 
el torso del cuerpo. Por lo que se han recibido recomendaciones y 
llamamientos internacionales al respecto. Por ejemplo, Amnistía Internacional 
expresó su preocupación por los asesinatos ocurridos y solicitó al gobierno 
federal ejercerjusticia contra los responsables. 
 
El caso del estadounidense Will no es la primera ocasión en que México 
se ve involucrado en el esclarecimiento del homicidio de algún periodista 
extranjero, pues en diciembre de 1998, Philip True fue asesinado mientras 
realizaba un una nota sobres los indios huicholes en el área montañosa 
extendida entre los estados de Jalisco, Durango y Nayarit; y de manera similar, 
el crimen contra True fue controvertido durante su investigación y atrajo las 
miradas de organismos internacionales. 
 
El blanco de la noticia / La nota roja 23 
También, la Organización de Estados Americanos (OEA) pidió a las 
autoridades mexicanas investigar y sancionar a los responsables del secuestro 
previo y muerte de Enrique Perea Quintana, director de la revista Dos Caras, 
Una Verdad, registrada el 9 de agosto de 2006. Luego de que la indagatoria 
apuntara al trabajo del periodista por un reportaje en el que narró el intento de 
homicidio de un narcotraficante en la capital de Chihuahua. A 350 kilómetros al 
norte, en Ciudad Juárez, el 9 de marzo de 2001 fue muerto José Barbosa 
Bejarano, corresponsal de la Revista Alarma, de quien se desconoce el móvil 
del asesinato. Al respecto no se tiene mayor información al respecto de las 
investigaciones y periodistas chihuahuenses reportan el desconocimiento del 
estado de la investigación. 
 
En la fronteriza ciudad de Ojinaga, en Chihuahua, José Luis Ortega 
Mata, director del Semanario de Ojinaga, fue asesinado el 19 de febrero de 
2001, convirtiéndose en el primer periodista ultimado durante el sexenio foxista. 
Ortega Mata realizaba una investigación sobre el financiamiento otorgado por 
narcotraficantes de la zona en beneficio de campañas electorales locales y en 
aquel entonces, recientemente había publicado algunas notas en las que 
detallaba el crecimiento de un cártel regional. 
 
José Luis Ortega recibió dos impactos en la cabeza con un arma calibre 
22. A unos cuantos metros del vehículo, el cual se encontró con luces 
prendidas y el motor encendido, el cuerpo del periodista yació con una cartera 
y una memoria fotográfica encima, razón por la cual se descartó el móvil de un 
asalto. Los Agentes de la Policía asignada a la investigación carecían de pistas 
sobre el crimen y poco después, el Procurador General estatal, González 
Rascón, fue urgido a realizar una meticulosa indagatoria en torno al caso del 
primer periodista asesinado en el sexenio, por medio de una carta expedida por 
el Comité de Protección a Periodistas. 
 
El 19 de abril de 2001, se aprehendió a Jesús Manuel Hernández Olivos, 
adicto estadounidense y dueño de una pequeña cadena de mini-
supermercados, como presunto responsable de la muerte del periodista. 
Aunque el caso fue extraído por la Subprocuraduría de Investigación 
El blanco de la noticia / La nota roja 24 
Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) de la PGR, y hubo dos 
espectadores: Guadalupe Valenzuela, La Tecata, y Antonio Molinar Aguirre. 
Ambos fueron descartados como testigos presenciales del crimen cometido 
contra el periodista; la primera por su fama de alcohólica y drogadicta, y el 
segundo bajo el argumento de haber estado detenido el día del homicidio. 
 
Toribio Ortega, hermano de José Luis, respondió sobre cómo se 
encuentran después de seis años: “Igual, no cambia nada, aquí se mata gente 
y no pasa nada. Nadie los mata… Aparentemente se usó un chivo expiatorio y -
después no pasa nada-, absolutamente nada”. En entrevista telefónica 
realizada el 19 de enero de 2007, señaló: “hay mucho narcotráfico y se sabe 
quienes son los matones y nadie hace nada… y no ganamos nada con 
investigar… nos ponemos en riesgo”. 
 
El fotógrafo de profesión recordó que su hermano, José Luis Ortega, con 
sólo estudios de educación primaria, llevaba más de diez años trabajando 
como periodista y semanas antes de su muerte había sido nombrado 
presidente de la Asociación de Fotógrafos y Camarógrafos de Ojinaga, como 
un reconocimiento a su dedicación y profesionalismo. Al igual el resto de los 
familiares de los otros periodistas caídos, Toribio espera justicia para cada uno 
de los casos. 
 
Entre 2001 y 2003, se consignaron siete asesinatos de periodistas y un 
desaparecido; y, tan sólo entre 2004 y diciembre de 2006 se registraron 20 
asesinatos y 4 desaparecidos. Únicamente en el año 2006 hubo 10 homicidios 
de informadores, éste fue uno de los años con mayores golpes, atracos y 
atentados contra la prensa mexicana que se recuerde en la última década. 
 
La periodista y ex titular del noticiario radiofónico Hoy por Hoy, primera 
emisión de W Radio, Carmen Aristegui, comentó el 14 de febrero de 2007 
respecto a la participación de cárteles de la droga en la muerte de reporteros: 
“Hay un contexto muy inapropiado y, el gran fantasma, el gran peligro y reto 
para los periodistas; son los poderes fácticos, como el narcotráfico, en 
particular”. 
El blanco de la noticia / La nota roja 25 
“Es muy preocupante y tendríamos que estar trabajando todas las 
instituciones en este tema porque el asunto no son sólo los periodistas, sino 
que la gente deja de ser informada. Por ejemplo, allá en el norte del país no 
quieren informar sobre el narcotráfico porque ven expuesta su vida”, reconoció 
Beatriz Mojica, Diputada y Presidenta del Grupo de Trabajo de Seguimiento a 
Agresiones a Periodistas de la LIX Legislatura. 
 
El periodismo se convirtió en el blanco de los ataques de grupos de 
poder, a quienes les incomoda la búsqueda de la verdad y su difusión. Es 
pertinente aclarar que el homicidio del conductor de la empresa Multimedios 
Estrella de Oro, Humberto Méndez Rendón, acontecido en Gómez Palacio, 
Durango, el 9 de febrero de 2001; no es reconocido como el primero de los 
ataques a la prensa, ya que las indagatorias realizadas concluyeron que su 
muerte no tiene relación con el ejercicio periodístico. 
 
La muerte de José Luis Ortega Mata inicia la cadena de crímenes contra 
periodistas y comienza a escribirse la nota roja del periodismo sexenal sin 
considerar los casos de aquellos periodistas de quienes se desconoce el 
paradero. 
 
“Acabaremos solos en esta lucha que, según el último comunicado de 
guerra, vamos perdiendo. Las bajas representan la muerte chiquita, cada 
disparo son un colega y un texto perdido”, advirtió Alejandro Almazán en su 
discurso al recibir el 4 de mayo de 2007 el Premio Nacional de Periodismo 
2006, en la categoría de entrevista. 
 
No obstante, hacia el final de su mandato, Fox Quesada advirtió: “En 
democracia es inadmisible que la libre expresión se trate de silenciar con 
violencia. En democracia es inaceptable que el diálogo se sustituya por la 
intolerancia… ésta es una lucha que vamos a ganar porque la sociedad y el 
gobierno estamos juntos”. 
 
 
 
El blanco de la noticia / A la orden del día 26 
A LA ORDEN DEL DÍA 
 
Como los traficantes y los 
responsables no nos pueden comprar, 
siempre buscan eliminarnos... 
 
Jesús Blancornelas 
 
 
Las amenazas, las demandas legales, las intimidaciones expresas, las 
comparecencias judiciales, las agresiones físicas, las órdenes de aprehensión 
y las violaciones a los derechos aunadas a los despidos, los bloqueos 
informativos, los insultos, los robos, los acosos y los atentados violentos fueron 
herramientas frecuentes de presión sobre el periodismo nacional en el último 
sexenio. Además se incrementó el número de acciones represivas ejercidas 
contra la prensa en México aumentó durante el último sexenio, las cuales se 
han convertido en el diario pesar de la profesión. 
 
A pesar de las “buenas intenciones”, declaraciones y discursos de Fox 
respecto de su compromiso con la libertad de expresión, de acuerdo al 
seguimiento de la Fundación Manuel Buendía, durante su mandato presidencial 
se registraron 643 casos de ataques, agresiones y acciones que pueden 
significar inhibición opresión contra periodistas y/o medios de comunicación. 
 
“Los periodistas mexicanos ya no únicamente se ven agredidos, 
amenazados, censurados por algunos representantes del poder público o los 
poderes económicos; el narcotráfico se ha erigido, en los últimos cuatro años, 
como uno de los responsables más frecuentes de asesinatos y atentados 
contra informadores”, señaló el Comité Ciudadano que otorga el Premio 
Nacional de Periodismo. 
 
Con la participación de la Federación de Asociaciones de Periodistas 
Mexicanos y el Club Primera Plana, la Federación Latinoamericana de 
Periodistas (Felap) documentaron que se han matado a 68 periodistas desde 
1983 a 2007, el secuestro de otros siete reporteros y cientos de otros más que 
El blanco de la noticia / A la orden del día 27 
sufrieron algún tipo de agresión, incluyendo algo nunca visto, como un tirotero 
dentro de una sala de redacción. 
 
“A partir del supuesto „Gobierno del Cambio‟ se han agudizado las 
agresiones a periodistas como nunca antes hubo en toda la historia del país, 
nunca antes en todo el país”, destaca Teodoro Rentaría Arróyave, 
Vicepresidente de la Felap México durante una entrevista realizada el 7 de 
mayo de 2007. 
 
 “En todo el sexenio de Vicente Fox Quesada y los cinco meses que 
lleva al frente de Felipe Calderón del Ejecutivo Federal, nos han matado a 34 
(periodistas), o sea, no se duplicó, sino ahora ya son cinco por año, y otro 
fenómeno que no se había presentado es el secuestro, nos secuestraron, 
exactamente, a cinco periodistas en tiempo de Fox y 2 en lo que va del sexenio 
de Felipe Calderón. Son siete, pero dos de ellos ya fueron encontrados sus 
cadáveres, entonces, forman ya parte de los 34. Este fenómeno nunca se 
había presentado en México”, agrega Rentería Arróyave. 
 
El periodismo es una profesión riesgosa por ser una actividad inherente 
a la investigación y la difusión de información delicada y de interés público. 
Exponer, evidenciar y cuestionar acciones controvertidas se vuelve un arma de 
dos filos, ya sea el reconocimiento profesional o un motivo de persecución. 
 
“Es lo que ya sabemos: (el narcotráfico y gobierno) ahí se las dan; 
primero, porque son aliados, porque son, en muchos casos, lo mismo y, en 
segunda instancia, porque somos una amenaza para ellos. Somos una 
verdadera amenaza para ellos, luego entonces nos van a querer silenciar en la 
medida que tengan a su alcance”, señala el periodista Carlos Loret de Mola 
sobre la dupla gobierno-narcotráfico en entrevista realizada el 4 de mayo de 
2007. 
El articulista Jorge Ramos Ávalos describe en una de sus 
colaboraciones, titulada El derecho a preguntar para Reforma expuso: “Mi 
posición es la siguiente: si un asunto privado afecta la vida pública de un país, 
los periodistas tenemos el derecho a preguntar”. Pero los políticos se protegen, 
El blanco de la noticia / A la orden del día 28 
como Vicente Fox, quien refutó: “Ustedes (los periodistas) tienen la libertad 
absoluta de preguntar y yo la libertad absoluta de responder”. 
 
La labor reporteril contribuye a que la sociedad tenga conocimientos y 
elementos para incrementar su participación en las acciones políticas. La 
libertad de expresión es indispensable para la formación de la opinión pública; 
por lo que se puede afirmar que una sociedad que no está informada no es 
plenamente libre. 
 
“Es una de las herramientas fundamentales de la sociedad para 
informarse, para conocer lo que está pasando, para tratar de entenderlo”, 
explica Ciro Gómez Leyva sobre la función del periodismo en México, en una 
entrevista realizada el de mayo de 2007. 
 
La Convención Americana sobre Derechos Humanos establece en su 
Artículo 13 que el derecho a la libertad de expresión comprende la libertad de 
buscar, recibir y difundir informaciones e ideas sin consideración de fronteras y 
por cualquier medio de transmisión. 
 
En los primeros tres meses de su mandato, Vicente Fox se propuso 
establecer una relación respetuosa y diferente con respecto a lo que se 
conocía entonces entre la Presidencia y la prensa nacional, incluso se recuerda 
que tanto en lenguaje y mensajes emitidos por el entonces abanderado del 
Mandatario no seguían los patrones establecidos por la política priista. 
 
En su toma de posesión, declaró frente a todo el país: “Mi gobierno 
observará un absoluto respeto a esa libertad fundamental de informar y 
disentir… Me comprometo con una nueva ética que supere el vicio histórico de 
una cultura oficial que privilegió el control y la manipulación de la información 
sobre los asuntos públicos en demérito de su oportunidad y veracidad”. 
 
En febrero de 2001, el Presidente se comprometió a propiciar una amplia 
libertad de prensa sin ninguna regulación y manifestó su intención de marcar 
una diferencia con respecto a sus antecesores y no utilizar la censura como 
El blanco de la noticia / A la orden del día 29 
medio de represión. Pero en octubre ese mismo año, Fox Quesada se mostró 
molesto por el tratamiento y cobertura de los medios de comunicación sobre su 
política tras recibir señalamientos de incumplimiento de promesas electorales. 
 
“Hay muchísima distorsión en la manera como se dan las noticias, hay 
muchísima calumnia, hay mucho engaño, hay mucha mentira recientemente en 
los medios de comunicación. Hoy tengo más interés que nunca de hablar con 
ustedes directamente, que conozcan de viva voz lo que realmente está 
pasando en nuestro país, para que, de esa manera, podamos hacer un juicio 
propio, un juicio personal… Así no hay engaño, así no prevalece la 
calumnia…”, declaró el Presidente en su programa radiofónico semanal Fox en 
vivo, Fox contigo. 
 
Dentro de países con mayor desarrollado al nuestro, se han preocupado 
por desarrollar y garantizar la libertad de prensa y expresión; así como por 
transparentar las instituciones y las acciones oficiales. Por ello, los mexicanos 
tendíamos que reforzar nuestros esfuerzos si queremos vivir en un país con 
verdadera libertad de prensa. 
 
“Con cada periódico que venden, con cada noticia que entregan a los 
mexicanos, nuestra democracia se hace más sólida”, reconoció el Jefe del 
Ejecutivo la participación de la prensa en la dinámica nacional. 
 
Pero en marzo de 2000, el entonces candidato presidencial del partido 
Acción Nacional fue testigo de los insultos dirigidos a los reporteros presentes 
en la conferencia de prensa frente a los estudiantes de la UPAEP, luego de que 
se quejara de la cobertura realizada a su campaña: “prensa vendida” era el 
grito de los presentes. Pero una vez electo, elementos del Estado Mayor 
Presidencial impidieron que decenas de reporteros y fotógrafos ingresaran al 
rancho donde se ultimaba el futuro gabinete presidencial. 
 
“Hasta donde tengo entendido, no se ha acusado a Vicente Fox de 
matar a ningún periodista; creo que los asesinatos que estamos viendo son en 
su mayoría hechos por bandas de criminales, particularmente”, aclara Sergio 
El blanco de la noticia / A la orden del día 30 
Sarmiento, periodista y analista político, en una entrevista realizada el 14 de 
febrero de 2007. 
 
“Si fue un Presidente que sostuvo una posición de libertad de expresión 
a pesar de ser uno de los más golpeados, caricaturizados y objeto de burla que 
yo recuerde, quizá el que más”, reconoce Sarmiento. 
 
En contraparte, Carmen Aristegui, periodista de prensa, radio y 
televisión, comenta al ser entrevistada el 14 de febrero de 2007: “Hemos 
llegado a esos extremos, de que directivos de medios dijeran abiertamente que 
ya no van a publicar el tema del narcotráfico por temor a su integridad física. 
¡Claro que sí! Si te amenazan de muerte, claro que te callan”. 
 
Al respecto, Sergio Sarmiento indica: “Los ataques en contra de la 
libertad de prensa se vuelven más intensos. Ya no es, como en otros tiempos, 
el Gobierno federal el que encabeza estos esfuerzos, perolos resultados son 
los mismos. El periodismo sigue siendo una profesión azarosa y peligrosa”. Tal 
y como reconoce en su acuerdo de creación la Fiscalía Especial para la 
Atención de los Delitos Cometidos contra Periodistas, que señala “expresa su 
enérgica condena a las agresiones cometidas contra periodistas nacionales y 
extranjeros, ya que estas actividad se ha convertido en una profesión altamente 
riesgosa”. 
 
Benoit Hervieu, responsable para América de Reporteros Sin Fronteras 
(RSF) observó: “Desde el 2000, hubo avances en la libertad de expresión sobre 
todo porque los periodistas mismos se han apoderado de esa libertad”. Por 
ello, Leopoldo Gómez, director de Noticieros TELEVISA, lamenta en una 
entrevista realizada el 4 de mayo de 2007: “Creo que los últimos años para los 
periodistas han sido extraordinariamente difíciles”. 
 
Marco Lara Klahr, en su artículo titulado México, el más mortífero para la 
prensa, advirtió que ejercer cualquier forma de violencia contra un periodista 
por la indagación o publicación de un contenido noticioso, su independencia 
profesional o su apego a la ética periodística y la legalidad tiene efectos letales 
El blanco de la noticia / A la orden del día 31 
para la convivencia democrática y el estado de derecho. “Sobrepasa la 
afectación concreta (que suele ir de la intimidación y el desempleo, hasta el 
asesinato o la desaparición forzada), grave de suyo. Además de privarse a la 
víctima de su derecho de libre expresión, se atenta de manera flagrante contra 
el derecho de la sociedad a saber”, escribió. 
 
La información es importante porque permite tomar mejores decisiones y 
para lograrlo se debe contar con libertad de expresión. En los tiempos del 
autoritarismo, el Gobierno federal ejercía una censura implacable en los 
asuntos que podían afectarlo negativamente y tomaba represalias contra los 
que lo ponían en peligro. Un mes antes de cumplir su primer año a cargo, El 
Primer Mandatario reveló: “No faltan las voces que me piden que ya ponga 
orden (en la prensa). Por supuesto que no lo voy a poner ese tipo de orden a 
través de restringir la libertad de expresión”. 
 
La Declaración de Principios sobre la Libertad de Expresión de la 
Comisión Interamericana de Derechos Humanos señala: “La censura previa, 
indiferencia, o presión directa o indirecta sobre cualquier forma de expresión, 
opinión o información difundida a través de cualquier medio de comunicación 
oral, escrito, artístico, visual o electrónico, debe estar prohibida”. 
 
En su Informe Anual de Ataques a la Prensa del 2001, el Comité de 
Protección a Periodistas consideró que “la luna de miel” del Presidente con los 
medios de comunicación llegó a su fin en el primer año de gestión de Fox, pues 
en el capítulo concerniente a México destaca: “La ley mexicana no garantiza el 
acceso público a la información oficial”. 
 
Las libertades no sólo se pueden limitar, también se pueden descuidar, 
violentar, coartar, presionar, desamparar u olvidar. Cuando el Estado, usando 
todo su aparato, es participe de la represión hacia la prensa, existen nulas 
opciones de ejercer el libre periodismo y garantizar la información. 
 
“Existen diferentes registros del número de asesinatos, desapariciones y 
agresiones contra quienes ejercen el periodismo y todos nos hablan de la 
El blanco de la noticia / A la orden del día 32 
gravedad del problema y la desatención del Estado mexicano, que a su vez 
provoca que esos crímenes se queden sin resolver”, reconoció la diputada 
Beatriz Mojica, responsable del Grupo de Trabajo de Seguimiento a las 
Agresiones a Periodistas y Medios de Comunicación de la Cámara de 
Diputados en la LIX Legislatura. 
 
Aunque había una diferencia en el discurso, las acciones mantenían 
rasgos similares al compararse con las administraciones precedentes, como 
cuando en marzo de 2001, el Gobierno federal influyó para no que se 
transmitiera en televisión abierta la llegada del Ejército Zapatista de Liberación 
Nacional al Zócalo. A pesar de que el Presidente entonces afirmó: “La 
tolerancia es el principio que nos mantiene unidos en torno a nuestras 
aspiraciones comunes. Por encima de cualquier diferencia, la tolerancia es el 
principio que nos permite reconocer y valorar la diversidad que nos identifica 
como pueblo y como nación”. 
 
Milenio sufrió los embates de Los Pinos en más de una ocasión durante 
el foxismo, pues Federico Arreola, vicepresidente de Multimedios, fue 
presionado en octubre de 2001 por la entonces vocera presidencial Marta 
Sahagún para que la reportera Anabel Hernández fuera despedida por haber 
denunciado el llamado “toallagate”. En tanto que Raymundo Riva Palacio, 
director general del periódico en cuestión, presentó su renuncia al mismo 
argumentando presiones gubernamentales por su intención de “derrocar al 
Presidente Fox”; y Carlos Marín, director del mismo rotativo, también recibió 
amenazas vía Internet en agosto de 2003. 
 
“Nadie en este país debe callar a nadie, nadie debe proclamarse dueño 
de la verdad absoluta”, afirmó Fox Quesada durante un discurso frente a 
voceadores, quienes celebraban su día. 
 
El entonces director general de información de Comunicación Social de 
la Presidencia de la República, Juan Ignacio Zavala, presionó para lograr el 
despido de José Luis Guerra, reportero de MVS Noticias, quien reportó las 
protestas de un grupo de campesinos realizadas durante una gira presidencial. 
El blanco de la noticia / A la orden del día 33 
Según fue publicado, en un intento por acercarse al Presidente Fox para 
obtener una entrevista, elementos del Estado Mayor Presidencial agredieron a 
Francisco Javier Cantú, reportero de TELEVISA, en el marco de la cabalgata 
de Gobernadores en Monterrey, Nuevo León, realizada el 3 de marzo de 2003. 
Un año después, Joaquín López-Dóriga y Víctor Trujillo, conductores de dicha 
televisora, recibieron amenazas de muerte después de transmitir videos que 
mostraban a miembros del Gobierno del DF en presuntos actos de corrupción. 
 
El semanario Proceso fue demando el 2 de mayo de 2005 por Marta 
Sahagún, entonces ya primera dama; así como también lo fue la escritora y 
periodista argentina Olga Wornat por la publicación del libro Historia de una 
anulación sospecho. En las querellas se argumentó la revista fue acusada de 
daño moral y la autora de invasión la privacidad. Cuatro días después, el juez 
civil federal Carlos Jiménez Mora ordenó arresto domiciliario a Wornat, quien 
también escribió La jefa, biografía no autorizada de Marta Sahagún. 
 
Dos semanas más tarde, Olga Wornat recibió un ramo de flores, cuya 
tarjeta anónima decía: “Señora: en primer lugar la felicito por su audacia, por 
los textos publicados, pero tengo que advertirle que su vida corre peligro en 
nuestro país. Usted podría sufrir un accidente y eso sería una pena para una 
mujer tan valiente. En mi humilde opinión, abandone el país”. 
 
Proceso reveló que la organización panista denominada El Yunque 
había infiltrado a los organizadores de la “marcha contra la delincuencia” y 
publicó entrevistas realizadas ex integrantes de dicho grupo político. 
 
Pese a que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos 
establece, en el Principio 8 de la Declaración de Principios sobre Libertad de 
Expresión, que “todo comunicador social tiene el derecho a la reserva de sus 
fuentes de información, apuntes personales y profesionales”, a principios de 
2005, los periodistas Miguel Ángel Granados Chapa, Ciro Gómez Leyva, 
Manuel Feregrino, Carlos Marín y Ricardo Rocha fueron citados a comparecer 
como testigos para que ratificaran el contenido de sus notas sobre el juicio de 
El blanco de la noticia / A la orden del día 34 
difamación y daño moral que enfrentó José Luis Santiago Vasconcelos con 
Santiago Pando, el publicista encargado de la campaña electoral de Fox. 
 
Sin embargo, al encabezar la entrega delPremio Nacional de 
Comunicación 2006, El Primer Mandatario sostuvo que “hoy nadie puede negar 
que el México democrático se ha fortalecido con la plena vigencia de las 
libertades ciudadanas… y que hoy exista una relación entre Gobierno y medios 
en pro de la verdad”. 
 
Aun con esa declaración presidencial, las oficinas de El Universal de 
Pachuca, Hidalgo, fueron embargadas tras publicar una nota que reveló la 
falsificación del título profesional de Miguel Ángel Osorio, Gobernador de la 
entidad. 
 
Lydia Cacho, autora de Los demonios de Edén: el poder detrás de la 
pornografía infantil, fue detenida en Cancún, Quintana Roo, por agentes de la 
policía Judicial del estado para enfrentar una demanda interpuesta en su contra 
por el empresario Kamel Nacif. 
 
Tras el litigio enfrentado, Cacho Ribeiro lamenta durante una entrevista 
realizada el 4 de mayo de 2007: “Ve a Mario Marín está feliz festejando como si 
no pasara nada, Beatriz Paredes (presidenta del Revolucionario Institucional) 
renunció a su promesa ética y decidió que el PRI lo proteja, es decir, no hay 
límites en la inmoralidad de los políticos”. 
 
Sergio González Rodríguez, colaborador de Reforma, en dos ocasiones 
vivió secuestro exprés y amenazas de muerte por sus investigaciones sobre el 
asesinato de mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua. 
 
A través de estos ejemplos podemos observar cómo los discursos y las 
acciones se contradicen y aunque no todas las acciones son ejercidas de 
manera directa por la figura del Presidente de la República, su intervención 
recibe muchos señalamientos por parte de los profesionales del periodismo. 
El blanco de la noticia / A la orden del día 35 
Lydia Cacho lo resume así: “Sus palabras podrían formar de una sopa de 
letras, no sirven para nada…”. 
 
Dentro del seguimiento de agresiones que recibió la presa durante el 
sexenio de Vicente Fox, las fuerzas del orden, como la PGR, SSP, PFP, 
encabezaron la lista como autores de las acciones represivas ejercidas en 
contra del gremio periodístico. Después están los burócratas del Gobierno 
Federal, Estatal o Municipal. 
 
“El Estado ignora los crímenes, los Ministerios Públicos funcionan como 
tapaderas y los Tribunales de Justicia han traicionado, y siguen traicionando, 
su deber con la justicia”, resume Sanjuana Martínez, periodista independiente, 
en entrevista realizada el 4 de mayo de 2007. 
 
En un comunicado de prensa oficial se destacó: “El Gobierno federal 
reitera su condena a cualquier acto que pretenda vulnerar la integridad de los 
periodistas en el ejercicio de su profesión y refrenda su convicción de que la 
prensa libre y crítica es la mejor garantía para el fortalecimiento de nuestra 
democracia”. No obstante, durante el último sexenio se registró la desaparición 
de cinco periodistas, cuyo paradero aún era desconocido hasta el último día de 
su mandato, pues las investigaciones oficiales carecían de avances concretos. 
 
Los llamados “levantones” o desapariciones fueron avisos de la próxima 
muerte de algunos comunicadores en el país, como ocurrió con los raptos de 
Leodegario Aguilar y Alfonso Sánchez Guzmán. 
 
A una semana de las elecciones federales de 2003, en Martínez de la 
Torre, Veracruz, se inició averiguación previa 641/2003 por la desaparición del 
periodista radiofónico Jesús Mejía Lechuga, del Grupo MS Noticias, quien 
reveló los posibles vínculos del diputado priista Guillermo Zorrilla Pérez con 
grupos criminales durante una emisión radial. 
 
Otro ejemplo es el caso Alfredo Jiménez Mota, reportero del El 
Imparcial, de quien aún después de 17 meses de su desaparición quedan 10 
El blanco de la noticia / A la orden del día 36 
líneas de investigación, según la SIEDO. Una de ellas se vincula con el 
subdelegado de la PGR en Sonora, Fernando Rojas Galván, cuya renuncia al 
cargo desató una serie de operativos en la zona, pues la FEADCP reportó 
tener indicios para relacionarlo con delincuencia organizada, pero los detalles 
fueron considerados confidenciales por las autoridades. 
 
Los tres casos restantes se realizaron durante el último año del mandato 
de Vicente Fox: El 8 de julio de 2006 fue el último día que vieron a Rafael Ortiz 
Martínez, reportero de Zócalo, pues al terminar su jornada de trabajo en 
Monclova, Coahuila. El segundo caso fue el de Guevara Guevara Domínguez, 
editor del semanario digital Siglo 21, quien se dirigía a cumplir un compromiso 
laboral rumbo a Creel, en Chihuahua, cuando se perdió su rastro. Tres meses 
después de su desaparición, a principios de 2007, el periodista jalisciense 
Guevara Guevara Domínguez fue localizado muerto en el fondo de un barranco 
en las inmediaciones del poblado Las Nieves, en Durango. 
 
El ultimo levantón del foxismo ocurrió el 30 de noviembre de 2006, a 
unas horas de la entrega de la Banda Presidencial, cuando fue secuestrado 
José Antonio García Apac, director del semanario Ecos de la Costa, al 
dirigirse a Tepaltepec, en Michoacán, desde la capital de ese estado. 
 
“Desde el primer día, mi Gobierno puso fin a la censura, renunció al 
control que antes ejercía sobre los medios de comunicación”, recordó el 
Presidente. 
 
Algunos casos fueron ampliamente comentados en los medios de 
comunicación por la participación de personajes de la vida pública, incluso de 
la familia presidencial. “El mismo caso de la revista Proceso, a Olga Wornat y a 
Lydia Cacho son los casos más claros que tenemos”, destaca la columnista de 
Reforma, Carmen Aristegui. 
 
Del 1 de diciembre de 2000 al 30 de noviembre de 2006 se registraron 
643 actos contra periodistas y medios de comunicación a nivel nacional, según 
reportó el Comité Ciudadano del Premio Nacional de Periodismo. “Lo más 
El blanco de la noticia / A la orden del día 37 
inquietante para todos es que, si bien, sen los últimos diez años se han 
ampliado los espacios de crítica y debate en los medios informativos, lo cierto 
es que el índice porcentual índice porcentual de crímenes contra los 
informantes ha crecido de forma alarmante, particularmente en los últimos seis 
años”, indicó el comité. 
 
"La absoluta libertad de prensa y la libertad de expresión que hoy 
gozamos en México y la participación responsable, activa y decidida de la 
ciudadanía, obliga hoy a que todos, querámoslo o no, estemos en una caja de 
cristal y esto es un poderoso inhibidor de la corrupción, ilegalidad y 
deshonestidad en México", afirmó el Jefe del Ejecutivo. 
 
Al respecto, algunos expertos recomendaron vigilar la relación no 
informativa entre la prensa y el gobierno, en la cual se juegan roles sociales. 
Pues los medios de comunicación, sus propietarios y sus trabajadores, al tener 
el privilegio de dirigir mensajes a la ciudadanía, contraen compromisos y 
deberes con ella. Esta responsabilidad exige que los medios de comunicación 
se desempeñen con especial cuidado en sus tareas de informar, entretener, 
orientar y contribuir a la educación. Tales tareas han de entenderse como 
servicio, independientemente de que para desempeñarlas los medios de 
comunicación puedan consolidarse, institucional y empresarialmente. 
 
Pero los medios de comunicación, como empresa, también poseen 
intereses particulares que deberían ser independientes a los profesionales e 
informativos; por ello, medios y gobernantes aluden a la autorregulación de los 
medios informativos. "Estamos por la libertad total de prensa. No necesitan ni 
preguntar, ejérzanla, porque a veces la misma prensa se limita. Ejerzan su 
libertad, digan lo que quieran del Presidente Electo, del Presidente de la 
República, de los funcionarios públicos, el único límite que debe haber para la 
prensa es su propia conciencia, su propio sentido de responsabilidad, sus 
propios clientes, sus lectores, que es a quien se debe la prensa", propuso el 
entonces Presidente Electo Vicente Fox. 
 
El blanco de la noticia / A la orden del día 38 
Contal de cumplir los requerimientos empresariales con las figuras 
gubernamentales, los profesionales al interior de la empresa, los editoriales con 
el público y los éticos con las instituciones; las agresiones, las intimidaciones, 
los ataques directos y los bloqueos informativos han limitado las libertades 
nacionales de expresión y prensa, pues se convirtieron en una variable 
constante en el periodismo, ya que están a la orden del día. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
El blanco de la noticia / Víctima y victimario 39 
VÍCTIMA Y VICTIMARIO 
 
Todo provoca la incredulidad 
de periodistas 
 
Jesús Blancornelas 
 
 
Algunos de los medios de comunicación, que en años recientes vieron 
reprimidas sus libertades de expresión, prensa e información, ejercieron 
medidas represivas hacia el interior de sus respectivas redacciones, donde 
siendo los reporteros los receptores de estas acciones, mismas que se 
contraponen con las demandas emitidas en defensa del ejercicio informativo. 
 
Mientras por un lado, se exige el pleno uso de las libertades del 
periodista, quienes han argumentado la necesidad de fortalecer su labor a favor 
de la democracia del país, en ocasiones, realizaron acciones que ellos mismos 
señalan como prohibidas. Este contraste observado entre el discurso y el 
actuar resta fuerza a las críticas que se lanzan sobre quienes violentan las 
libertades de expresión y de prensa. 
 
El despido, las amenazas o los bloqueos informativos fueron algunas de 
las acciones que pueden significar inhibición o presiones a periodistas 
efectuadas incluso dentro de las propias empresas informativas que fueron 
violentadas por los actores de la noticia u otros intimidadores. Así como los 
comunicadores reconocen una endeble línea entre la libertad de información e 
imprenta y el derecho a la intimidad; así también, es complicado identificar el 
límite entre la línea editorial y la censura expresa sobre el trabajo reporteril. 
 
Milenio, Reforma, Monitor, El Universal, Proceso y Televisa son 
algunos ejemplos de medios de comunicación que sufrieron los embates del 
poder político en el ejercicio de la libertad de expresión y prensa; mismos que a 
su vez ejercieron medidas en contra de algunos de sus colaboradores, 
situación que coloca en tela de juicio el uso de las libertades que ellos se 
empeñan en defender. 
El blanco de la noticia / Víctima y victimario 40 
A través de su publicación Recuento de Daños: Un acercamiento al 
estado de las libertades de expresión e información en México, la cual realiza 
desde 1990 reportes anuales de actos cometidos contra el quehacer 
periodístico con investigaciones documentales y hemerográficas, la Fundación 
Manuel Buendía aclaró que “las agresiones contra empleados sólo podrán ser 
consideradas si en ellas se advierten claros indicios de afectar a la persona por 
su pertenencia al medio”, mismas que consideran y contabilizan como 
agresiones al medio de comunicación. 
 
No es común conocer estas cuestiones, pues, en primer lugar, en 
comparación con las intimidaciones ejercidas por actores ajenos a los medios, 
la frecuencia de los casos de censura o presión interna es menor en 
comparación con la externa; y segundo, porque las bajas a los colaboradores 
no son publicables ni siquiera fuera del medio en el cual suceden. Así, la 
omisión y el silencio sirven para limitar a los reporteros en sus investigaciones. 
 
En el caso de Adolfo Sánchez Guzmán, reportero de Televisa Veracruz, 
la empresa mantuvo silencio sobre la desaparición de su corresponsal; algunas 
fuentes de la televisora afirmaron que Sánchez Guzmán tuvo diferencias con 
sus jefes inmediatos y fue suspendido temporalmente un mes antes de su 
muerte. Otros medios regionales observaron que los directivos guardaron 
hermetismo a pesar de que familiares de su colaborador acudieron a 
notificarles de su desaparición poco después de que ésta ocurriera. 
 
En entrevista realizada el 4 de mayo de 2007, Carlos Loret de Mola, 
titular del noticiero Hoy por hoy de W Radio, recomienda: “Acuerparnos como 
gremio, que la competencia es natural entre nosotros, tiene que existir a favor 
de mejores notas, mejores reportajes de más exclusivas; (pero que) la 
olvidemos cuando se trata de la defensa de las condiciones”. 
 
Recomendación que no todos los directivos siguen, como se observa en 
la postura adoptada por el periodista José Gutiérrez Vivó, de quien trascendió 
cesó a Dolia Estévez, reportera del programa radiofónico Monitor, por no estar 
de acuerdo con los comentarios del él, titular del noticiero matutino, sobre los 
El blanco de la noticia / Víctima y victimario 41 
atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York en 2001, justo cuando se 
realizaba la cobertura del evento. Dos años más tarde, con el litigio entre su 
empresa Infored y Grupo Radio Centro, Gutiérrez Vivó reveló que con 
Vicente Fox recibió presiones y bloqueos publicitarios en más de una ocasión. 
 
“El Presidente quiere tener un acercamiento contigo. Que no quiere 
terminar la administración con un distanciamiento y te ofrece estar en un 
programa un par de horas… Como vocero del Presidente y no como Rubén 
Aguilar Valenzuela, te ofrezco hablar con el Presidente de la Suprema Corte de 
Justicia (Mariano Azuela) para ver cómo está tu situación con Radio Centro”, 
planteó el Vocero Presidencial al director de Monitor en un encuentro personal, 
según refiere Gutiérrez Vivó en una entrevista publicada en el número 1571 de 
Proceso, en diciembre de 2006. 
 
El 13 de marzo de 2003, Andrés Manuel López Obrador, entonces Jefe 
de Gobierno del DF, luego de su entrevista trimestral con Monitor, solicitó un 
minuto para anunciar oficialmente su intención de buscar la Presidencia de la 
República. Ese mismo día, en menos de tres horas, “nos sacaron del aire, al 
estilo de las dictaduras soviéticas y el argumento era que habíamos perdido el 
juicio legal contra Radio Centro”, afirmó el periodista a Proceso. 
 
El mismo semanario hizo lo propio con sus reporteros Francisco Ortiz 
Pardo y Francisco Ortiz Pinchetti, a quienes los editores de la revista 
censuraron un texto en el cual describían la relación entre el Partido Acción 
Nacional (PAN) y el entonces candidato a la Presidencia por el mismo partido, 
Vicente Fox Quesada. El reportaje sufrió tergiversaciones y mutilaciones, de las 
cuales se responsabilizó la mesa de edición. El 6 de julio de 2000, ambos 
periodistas fueron despedidos bajo el argumento de que se les había perdido la 
confianza, cuestión complicada de comprobar, según menciona la Red 
Mexicana de Protección a Periodistas y Medios de Comunicación. 
 
El editorialista Javier Livas, a través de una colaboración titulada 
Libertad a la prensa para el periódico Reforma, manifestó: “El despido 
injustificado de (Francisco) Ortiz Pinchetti de la revista Proceso es una mancha 
El blanco de la noticia / Víctima y victimario 42 
para la carrera periodística de don Julio Scherer y supongo que deberá estar 
arrepentido de que la afamada revista pueda ser señalada como un órgano 
represivo de la izquierda intolerante… Este es uno de esos errores que 
solamente requieren cometer una vez en la vida para que años de prestigio se 
vengan abajo en forma por demás contundente”. 
 
En el mismo texto, publicado el 7 de julio de 2000, Livas destacó: “…Hay 
un tema pendiente que deberá abordarse lo más pronto posible y sin duda al 
iniciarse el nuevo sexenio (de Vicente Fox) y que es precisamente el ambiente 
que deseamos que exista para la libertad de expresión”. 
 
En más de una ocasión, Proceso sufrió boicot a su publicación, 
coincidentemente en las ocasiones que reportaba información concerniente al 
Gobierno federal. El 2 de junio de 2002, en Monterrey y la Ciudad de México un 
grupo de desconocidos compró masivamente el número 1335 del semanario; 
ejemplar en cuyas

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