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PREFERENCIAS REVELADAS 
 
 
 Ernesto R. Fontaine 
 Mayo, 2001 
 
 
 Esta “Teoría del Consumidor” lleva a concluir que la curva de 
demanda tiene siempre una inclinación negativa, siendo éste uno de los 
postulados básicos de la Ciencia Económica. Y lo hace de una manera 
sumamente directa, sin mayores supuestos y herramientas que pudieran 
complicar las cosas. Sólo se le exige “racionalidad” y consecuencia al 
consumidor: que siempre prefiere tener más que menos de algo que para él 
constituye un bien. 
 Juan recibe semanalmente maná del cielo en las cantidades de 100 
unidades del bien X y 100 unidades del bien Y, representadas en el Gráfico 
1 por el punto A. Siendo un ermitaño, sólo le queda consumir esas 
cantidades, pues no puede comerciar con nadie. 
 
 
I. LA CURVA DE TRANSFORMACIÓN O DE POSIBILIDADES, 
Y EL EQUILIBRIO INICIAL 
 
 
 De pronto descubre que puede intercambiar X por Y en un mercado 
al que puede con toda libertad acceder, entregando una unidad de Y para 
conseguir una unidad adicional de X. De modo que el mercado le ha dado 
la posibilidad de consumir un máximo de 200X (si es que no consume Y), 
como así también consumir un máximo de 200 unidades de Y (si es que deja 
de consumir X), y también todas aquellas combinaciones de X e Y indicadas 
por la recta que une los puntos 200X y 200Y en el Gráfico 1. Esta línea 
recibe el nombre de Curva de Transformación o Curva de Posibilidades, 
pues muestra ya sea la manera en que Juan puede transformar unidades de 
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X en unidades de Y, o bien indica las posibilidades que tiene de consumir 
X e Y, siendo que ambas toman como dado que Juan semanalmente percibe 
100 unidades de X y 100 unidades de Y. 
 Frente a esta situación, Juan decide que está perfectamente contento 
con lo que Dios le manda semana a semana, es decir, nos revela que para la 
relación de intercambio entre X e Y -de uno es a uno- está en equilibrio en el 
punto A, consumiendo 100 unidades de X y 100 unidades de Y: para un 
precio relativo ( yP / xP ) = 1, desea consumir 100 de X y 100 de Y 
semanalmente. Dicho con otras palabras, si para conseguir una unidad más 
de Y debe entregar una unidad de X -(d Y /d X ) = -1-, Juan nos está revelando 
que cada semana estará feliz consumiendo 100 de X y 100 de Y: nos dice, ¡a 
gritos!, que prefiere quedarse en A en lugar de irse a cualquier otra 
combinación de X e Y que el mercado le da ahora la oportunidad 
(posibilidad) de elegir. 
 
 
Gráfico 1 
 
 
 
 
 
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3 
 
 
 Gráfico 2 Gráfico 3 
 
 
 
 
 
 Con estos datos, es entonces posible obtener un punto sobre de la 
curva de demanda de Juan por X, dado un precio relativo del bien X 
igual a uno, [( xP / yP = 1)] = 1, y también un punto de su curva de demanda 
por Y, dado un precio relativo de Y igual a uno, [( yP / xP )] = 1, ambas para 
un ingreso real de 100X y 100Y, como se muestra en los Gráficos 2 y 3, 
derivados de la información que entrega el Gráfico 1. Nótese que sus 
ordenadas miden números absolutos, indicativos de los precios relativos de 
X e Y. 
 
 
II. REDUCCIÓN EN EL PRECIO RELATIVO DE X (O BIEN, 
AUMENTO EN EL PRECIO RELATIVO DE Y) 
 
 
 De repente, Juan descubre que en el mercado ahora puede conseguir 
dos unidades adicionales de X si entrega una unidad de Y[(d X /d Y )) = -2]; es 
decir, descubre que el precio relativo de X ahora es ( xP / yP ) = 0,5 en lugar 
de uno. Dicho de otra manera, descubre que el precio relativo de Y ha 
aumentado a ( yP / xP ) = 2. 
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4 
 
 Sin duda que esta nueva situación le ha disminuido sus posibilidades 
de conseguir Y: antes, podía conseguir 200 unidades de Y, sacrificando todo 
su consumo de X; ahora, sólo puede obtener 150. Por otra parte, está mejor 
en lo que se refiere a X: antes podía consumir hasta 200 unidades de X si es 
que sacrificaba todo su consumo de Y; ahora puede conseguir 300 unidades 
de X si es que decide no consumir Y. En términos del Gráfico 4, esta nueva 
situación del mercado ha hecho que su curva de posibilidades o de 
transformación “gire” sobre el punto A, iniciándose ahora en 150Y en el eje 
de las ordenadas y llegando hasta 300X en el de las abscisas. Los puntos de 
la antigua curva de posibilidades entre A y 200Y ya no le son alcanzables a 
Juan, ya que están ahora fuera de sus posibilidades; sin embargo, ahora puede 
ubicarse sobre su nueva curva de posibilidades entre el punto A y 300X y 
alcanzar puntos que antes le eran inalcanzables en cuanto a combinaciones de 
X y Y que podía aspirar a consumir. 
 Salvo que sea un “Vasco bruto de porfiado”, Juan con toda 
seguridad elegirá una combinación que estará entre A y 300X, consumiendo 
más de X y menos de Y, pues ya nos había revelado que la posición de A era 
la mejor... mejor que todas las otras combinaciones que le era posible 
alcanzar sobre su antigua curva de posibilidades: frente a una reducción en el 
precio relativo de X y habiendo permanecido constante su ingreso real 
(IR) en 100X y 100Y, Juan nos revelará que prefiere consumir más de X (y, 
por supuesto, menos de Y). Alternativamente, frente a un aumento en el 
precio relativo de Y, habiendo permanecido constante su ingreso real, Juan 
deseará consumir menos de éste (y más de X) que antes. 
 En el Gráfico 4 se muestra la situación en que, siendo ( xP / yP ) = 0,5, 
Juan prefiere ubicarse en el punto B, consumiendo 150 unidades de X y 75 
unidades de Y, comparado con los 100 que consumía de ambos cuando sus 
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precios relativos eran uno a uno. En suma, para ( xy P/P ) = 1, consumía 100 
unidades de Y; para ( xy P/P ) = 2, consume tan sólo 75 unidades de Y. Por 
Gráfico 4 
 
 
 
otra parte, para ( xP / yP ) = 1, consumía 100 unidades de X, mientras que para 
( xP / yP ) = 0,5 consume 150X. Con esto está revelando sus preferencias 
frente a alternativas de precios, siendo que su “ingreso real” permanece 
constante1. ¡He aquí los datos para obtener las curvas de demanda de Juan 
por X y por Y! Ellas se muestran en los Gráficos 5 y 6. 
 Es importante destacar que con esto se ha demostrado que si el 
ingreso real del consumidor permanece constante, lo único que interesa para 
establecer su demanda por los bienes que consume son los precios relativos 
de éstos, ¡nada más! Así, las curvas de demanda por X e Y mostradas en los 
Gráficos 5 y 6 -que se desprenden del Gráfico 4- están dibujadas para un 
ingreso real de 100X y 100Y, donde las cantidades demandas dependen sólo 
 
 
6 
 
de los precios relativos de los bienes: ( xP / yP ) para la demanda por X, y 
( yP / xP ) para la demanda por Y. Ambas tienen inclinación negativa, tal como 
lo postula la Ciencia Económica. 
 
 Gráfico 5 Gráfico 6 
 
 
 
 
 
III. AUMENTO EN EL PRECIO RELATIVO DE X (REDUCCIÓN 
EN EL PRECIO RELATIVO DE Y) 
 
 
 Imagínese que en vez de haberse encontrado con que el precio 
relativo de X había bajado a la mitad en esa semana, Juan se encontró con 
una situación en que éste había subido en un 25%, de tal forma que ahora 
debe entregar 1,25 unidades de Y para obtener una unidad adicional de X, es 
decir, una situación en que ahora ( XY d/d ) = -1,25 en vez de menos uno, o 
bien -que equivale a decir lo mismo-, una situación en que ( xP / yP ) = 1,25 
 
1 Es interesante destacar que si bien su ingreso real -definido como “poder de compra”- ha 
permanecido constante, nuestro consumidor “está mejor “ en B que en A: ¡ha mejorado su 
nivel de vida! ¿Por qué? ¡Piénselo! 
 
 
7 
 
en lugar de uno. Es obvio que lo que acontecióen el mercado podría también 
haberse descrito como una reducción del 20% en el precio relativo de Y, 
desde un valor igual a uno hasta ( yP / xP ) = 0,8, ya que ello es equivalente a 
decir que el precio relativo de X subió en un 25%. 
 Para este caso, el efecto es que la curva de transformación “gira” 
alrededor del punto A y corta al eje de las ordenadas en 225Y, ya que al 
sacrificar 100 unidades de X ahora puede intercambiarlas por 125 unidades 
de Y, como se muestra en el Gráfico 7. Por esta misma razón, la nueva curva 
corta al eje de las abscisas en el punto 180X, ya que al sacrificar las 100 
unidades de Y sólo puede obtener 80 unidades de X. Así, la inclinación de la 
nueva curva de transformación -definida aquí como ( XY d/d )- es 
(225/180) = -1,25 = -( xP / yP ). Respecto de antes del aumento del xP , Juan 
ha visto desmejorada su situación en cuanto a sus posibilidades de consumo 
de X, ya que no puede ahora consumir las combinaciones indicadas entre los 
puntos A y 200X; pero ha mejorado respecto de Y, ya que ahora tiene acceso 
a las combinaciones antes inalcanzables entre los puntos A y 225Y, por lo 
que se aprovechará de ello y se moverá hacia algún punto de este trazo, 
ubicado al noroeste de A, consumiendo menos de X y más de Y. Jamás 
querrá ubicarse en el trazo entre A y 180X, pues esas posiciones son para él 
peores que A: preferiría, por último, quedarse con la combinación A antes 
que correrse hacia la derecha de este punto, pues ya nos reveló que la 
combinación A es preferida a aquéllas. 
 Si él se coloca en el punto C, consumiendo 64 unidades de X y 145 
unidades de Y, está revelando que ésta es ahora su posición preferida, con lo 
cual estará diciendo ¡a gritos! que ahora desea consumir menos de X: ¡la 
curva de demanda por X tiene inclinación negativa! Al mismo tiempo, estará 
diciendo que desea consumir más del bien Y, por lo que la curva de demanda 
por Y también tiene inclinación negativa: frente a una reducción en su 
 
 
8 
 
precio relativo, habiendo permanecido constante su ingreso real, éste querrá 
consumir una cantidad de Y mayor que antes. 
 
 
 
Gráfico 7 
 
 
 
 Los Gráficos 8 y 9 muestran estos dos puntos de las curvas de 
demanda de Juan por X y por Y, para las cuales el ingreso real (IR) de Juan 
es constante e igual a 100 unidades de X y 100 unidades de Y. Si a éstos se 
le agregan los puntos ya encontrados en los Gráficos 5 y 6, su unión nos 
permite visualizar la forma aproximada que tienen las curvas de demanda por 
X e Y entre las posiciones A y C, siendo ambas de inclinación negativa. 
Dependiendo de sus particulares “gustos” por X e Y, éstas podrán ser más 
elásticas o inelásticas que las indicadas en dichos gráficos. 
 
 
9 
 
 
 Gráfico 8 Gráfico 9 
 
 
 
 
 
 
 
IV. LA SITUACIÓN CUANDO HAY PRECIOS E INGRESOS 
MONETARIOS EN PESOS 
 
 
 En lugar de mandarle maná en la forma de bienes, Dios ahora le da a 
Juan semanalmente $2.000 para sus gastos; pero, al mismo tiempo, éste debe 
ahora pagar $10 por cada unidad que desee consumir de X y de Y. Sin duda 
que esta situación es para Juan “igualita” a la que tenía con un maná de 100X 
y 100Y y su precio relativo en el mercado era uno es a uno, ya que con los 
$2.000 puede, a los precios de $10 que ahora le cuestan, alcanzar el mismo 
punto A, que era (es) el preferido en esas (estas nuevas) circunstancias: su 
ingreso real sigue siendo 100X y 100Y, pues desea libremente ubicarse en 
ese punto cuando su ingreso monetario (en pesos) es de $2.000 y los precios 
(en pesos) de cada uno de los bienes son $10. Esta situación de equilibrio se 
muestra en el Gráfico 10. 
 La Curva de Transformación pasa ahora a llamarse Curva (línea) de 
Presupuesto, indicando que con el presupuesto de $2.000 semanales puede 
 
 
10 
 
comprar un máximo de 200Y (si no consume nada de X), o bien un máximo 
de 200X (si no consume nada de Y) o bien cualquiera de las distintas 
combinaciones de X e Y que se indican a lo largo de (sobre) esa línea de 
presupuesto, siendo que Juan decide ubicarse en el punto A, consumiendo 
100X y 100Y. ¿Por qué se ubica en A? No interesa saberlo, si bien es 
razonable pensar que lo hace porque eso es lo que más le conviene… lo que 
está haciendo es revelarnos lo que ya nos había revelado: que A es el punto 
preferido por él, respecto de todas las otras posibilidades incluidas en su línea 
de presupuesto. 
 
A. Una reducción en el precio de X 
 Si, llegando al mercado esa semana se encuentra con que el precio 
de X ha bajado hasta $5 y el precio de Y sigue siendo $10, verá que el bien X 
se ha hecho más barato respecto de Y, o bien -lo que es lo mismo-, se dará 
cuenta que el precio de Y es ahora más caro respecto del precio de X. Pero, 
al mismo tiempo, Juan estará super contento: con los mismos $2.000 puede 
ahora comprar, si lo desea, más de X y más de Y que antes. 
 En efecto, observará un cambio en los precios relativos de X e Y, 
siendo que ahora el precio relativo de X ha disminuido desde ( xP / yP ) = 1 
hasta 0,5, por lo que ahora debe sacrificar más unidades de X para conseguir 
más unidades de Y: ( YX d/d ) es ahora igual a -2 en lugar de -1. 
 Por otra parte, como consecuencia de que el precio de X ha bajado 
hasta $5 y de que el precio de Y sigue siendo de $10, su ingreso semanal de 
$2.000 le permite ahora comprar las combinaciones indicadas por su nueva 
línea de presupuesto, la que esta vez se ha girado alrededor del mismo punto 
200Y, para llegar hasta 400X en lugar de los 200X que podía comprar 
cuando el precio de X era $10: ahora puede comprar hasta un máximo de 
400X (si no consume Y) o el mismo máximo de 200Y (si no consume X) o 
 
 
11 
 
cualquiera de las combinaciones sobre esa línea, como se indica en el Gráfico 
10. 
 Si frente a esta nueva situación Juan decide ubicarse en el punto E, 
consumiendo 240 unidades de X (un gasto de $1.200) y 80 unidades de Y (un 
gasto de $800), está revelando su preferencia de estar en este punto sobre la 
de estar en cualquier otro punto sobre su nueva curva de posibilidades. ¿Por 
qué se va desde el punto A hasta el punto E? Además de volver a decir que 
lo hace ¡porque le conviene hacer eso antes que cualquier otra cosa!, se 
persigue aquí dar una respuesta analítica sobre el asunto: separar su reacción 
(i) frente al hecho de que X es ahora relativamente más barato que Y, y (ii) 
frente al hecho de que, por haber bajado el precio de X y por no haber 
cambiado el precio de Y, su nivel de ingreso real ha aumentado como 
consecuencia de dicha reducción en el precio de X. 
 A la primera reacción se le denomina “efecto sustitución”, el cual 
pretende medir el cambio en el consumo de X inducido única y 
exclusivamente por el hecho de que X se ha hecho relativamente más barato; 
es decir, el cambio en el consumo de X que habría ocurrido si, frente al 
cambio en el precio relativo de X, no hubiera cambiado su ingreso real. A 
la segunda se le denomina “efecto ingreso”, el cual pretende medir su 
cambio en el consumo de X por el mero hecho de que su ingreso real se ha 
visto aumentado por la reducción su precio. 
 ¿Cuál hubiera sido la cantidad consumida de X si, frente a una 
reducción de su precio a la mitad, el ingreso real de Juan hubiera 
permanecido en 100X y 100Y? Es obvio que esto es justamente lo que se 
indica en el Gráfico 4: Juan se habría ubicado en el punto B, consumiendo 
150 unidades de X en lugar de 100X, por lo que el efecto sustitución, sdX , 
es igual a +50 unidades de X, lo cual se muestra en el Gráfico 10. De esto se 
 
 
12 
 
desprende que el aumento de su consumo desde 150X hasta 240X 
corresponde al efecto ingreso, IdX , el cual asciende a 90 unidades de X. 
 
Gráfico 10 
 
 
 
 
 
 De modo que la ida de Juan desde A hasta E puede así 
descomponerse en (i) una ida desde A hasta B (por efecto sustitución) , y (ii) 
la ida desdeB hasta E (por efecto ingreso), siendo que el cambio total 
observado en el consumo de X, tdX , es el resultado de sumar el efecto 
sustitución y el efecto ingreso, como se indica en la ecuación (l): 
 
 (1) tdX = sdX + IdX 
 
 También puede dibujarse el Gráfico 11, donde en el eje de las 
ordenadas se muestra el precio (en pesos) del bien X. Al precio de $10, Juan 
se ubica en el punto A, consumiendo 100X. Cuando el precio baja hasta $5, 
Juan se ubicaría en el punto B si es que su ingreso real (IR) se hubiera 
mantenido constante, y en el punto E si es que su ingreso monetario (IM) 
sigue siendo $2.000. La unión del punto A con el punto B es una 
 
 
13 
 
representación de una curva de demanda con ingreso real constante; la 
unión de los puntos A y E, lo es de una curva de demanda con ingreso 
monetario constante y con un precio de Y constante. Para la primera de 
estas curvas no es necesario agregar el apellido “con un precio de Y 
constante”, ya que la ida desde A hasta B es una reacción frente a sólo un 
cambio en precios relativos. (NOTA: Si el precio de Y fuese constante, la 
manera de llegar al punto B sería quitarle ingreso monetario a Juan, de tal 
modo que con el ingreso monetario que le queda después de haberle quitado 
lo que ganó como consecuencia de la reducción en el precio de X, le 
alcanzara justo para comprar la canasta 100X y 100Y que antes compraba. 
Es decir, la curva que supone constante el IR y el yP , debe necesariamente 
conllevar un IM variable: un IM mayor para aumentos en xP , y uno menor 
para reducciones de éste. A su vez, es obvio que la curva que supone 
constantes el IM y el yP , conlleva un IR variable: un IR mayor para 
reducciones de xP , y uno menor para alzas en éste). 
 
Gráfico 11 
 
 
14 
 
E
 
 
 1. Elasticidad precio de la demanda por X 
 ¿Cuál ha sido el efecto que el cambio en el precio de X ha tenido en 
el ingreso real de Juan? Muy sencillo: para poder comprar la canasta 100X 
y 100Y, ahora necesitaría tan sólo $1,500 ($1000 en Y, más $500 en X), en 
circunstancias que antes ésta le habría costado $2.000. Es obvio, entonces, 
que la reducción de $5 en el precio de X le ha significado aumentar su 
ingreso real en $500, el cual puede ahora destinar a comprar X e Y, según sus 
particulares preferencias. (Así, conforme se indica en la NOTA, a Juan 
habría que quitarle $500 para establecer lo que éste haría con el ingreso 
monetario de $1.500 que le quedaría después de sustraérsele dicha cantidad; 
es claro que en esas circunstancias se ubicaría en el punto B de los Gráficos 
10 y 11, ya que su ingreso real -para un ingreso monetario de $1,500 y 
precios de $5 para X y de $10 para Y- sería 100X y 100Y). 
 
 
15 
 
 Sucede, entonces, que el aumento de su ingreso real frente a la 
reducción en el precio de X es de +$500 = -(-$5 x 100). Es decir, el cambio 
en el ingreso real es: 
 
 (2) dIR = - 0x XdP 
 
donde dIR es el cambio en el ingreso real provocado por el cambio en el 
precio de X ( xdP ), y 0X es la cantidad de X que consumía antes de que el 
precio cambiara. 
 
 Dividiendo la ecuación (1) por xdP , se obtiene: 
 
 (3) ( xt dP/dX ) = ( xs dP/dX ) + ( dI/dX I ) (dI/ xdP ) 
 
 Usando lo indicado en la ecuación (2), se obtiene: 
 
 (4) ( xt dP/dX ) = ( xs dP/dX ) - ( 0X ) ( dI/dX I ) 
 Por último, para llevar lo indicado en la ecuación (4) a las 
elasticidades precio de las curvas de demanda del Gráfico 11, debe 
multiplicarse todo por ( 0x X/P ), con lo cual se obtiene: 
 
 (5) )I/dX()Px(NN Isxx
t
xx −= 
 
 (6) −= s
xx
t
xx
NN xm 
 
donde txxN es la elasticidad precio de la curva de demanda que incluye 
ambos efectos del cambio en el precio de X (la curva que une los puntos A y 
E); sxxN es la elasticidad precio de la curva de demanda que sólo considera 
los cambios en el precio relativo de X (la que une los puntos A y B, es decir, 
 
 
16 
 
la que se obtiene cuando se le deja constante a Juan su ingreso real), y xm es 
la llamada “Propensión Marginal a Consumir X”, definida como aquella 
proporción del aumento en el ingreso de Juan que éste destina a consumir el 
bien X. 
 Recordando que la elasticidad ingreso ( xIN ) es igual a la Propensión 
Marginal a Consumir X ( xm ), dividida por la Propensión Media ( xa ), la 
ecuación (6) puede también escribirse como: 
 
 (7) xIx
s
xx
t
xx NaNN −= 
 
 La ecuación (7) es una herramienta que nunca debe faltar en el 
“maletín” de economista; es como el estetoscopio para un médico. Ella nos 
indica que si Juan gasta una fracción “pequeña” de su ingreso en consumir X, 
su curva de demanda “total” corresponderá, para todos los efectos prácticos, 
a su curva de demanda que sólo reacciona frente a un cambio en el precio 
relativo de X (a sxxN ). Así, siendo que la curva de demanda de un país por X 
es igual a la suma horizontal de las demandas de los Juanes, para analizar los 
efectos que un cambio en los precios relativos imperantes en el país tiene 
sobre las cantidades demandadas de X -por ejemplo, con motivo de un 
impuesto discriminatorio sobre X- y de ello derivar conclusiones respecto de 
los “costos de bienestar” de hacerlo, más adelante en este capítulo se 
demostrará que las mediciones de dicho costo (“triangulitos”, ¿recuerda?) 
serán las correctas sólo si se usan curvas de demanda que sólo incluyen el 
efecto sustitución. De aquí que sólo serán correctas las mediciones para el 
caso en que los xa de los bienes gravados con impuestos discriminatorios 
sean “pequeños”. 
 La ecuación (7) también sirve para mostrar que en el caso de que X 
sea un bien superior, las reducciones en su precio conducirán a que los 
 
 
17 
 
aumentos en las cantidades demandadas serán mayores mientras más 
superiores sean, si es que se mantiene constante el ingreso monetario del 
consumidor: el efecto ingreso viene a reforzar el efecto sustitución, ya que 
ambos operan en el mismo sentido. También muestra que si X fuese un bien 
inferior, el efecto ingreso contrarresta el efecto sustitución, ya que para una 
reducción en el precio, el efecto sustitución lleva al consumidor a demandar 
más de X, pero el efecto ingreso lo lleva a consumir menos de él. ¿Puede, 
entonces, la curva de demanda con ingreso monetario constante tener una 
inclinación positiva? 
 
 2. Elasticidad cruzada de Y respecto de X: 
 Bienes Sustitutos y Complementarios 
 
 ¿Qué pasó con el consumo de Y frente a la reducción en el precio de 
X, siendo que el precio de Y no ha cambiado? Nuevamente, debe separarse los 
efectos que sobre el consumo de Y tienen (i) la reducción en el precio relativo 
de X, y (ii) el mayor ingreso real que percibe Juan como consecuencia de que 
bajó el precio de X y se le mantuvo constante su ingreso monetario. 
 Del Gráfico 10 se desprende que el consumo de Y ha bajado desde 
100Y hasta 80Y (Juan se traslada desde el punto A hasta C); pero, también 
indica que si se le hubiera dejado constante su ingreso real en 100X y 100Y, 
Juan habría reducido su consumo de Y hasta sólo 75Y como consecuencia de 
que el precio relativo de Y ha aumentado al doble (Juan se trasladaría desde el 
punto A hasta sólo el punto B de los Gráficos 4 y 10). De modo que el aumento 
del consumo en 5 unidades de Y se produce como consecuencia de que Juan es 
ahora más rico, ¡y no como consecuencia de que el precio relativo del bien Y 
ha aumentado el doble! 
 Con estos datos, se puede definir: (i) una elasticidad cruzada que sólo 
incluye efecto sustitución ( syxN ): el cambio porcentual en el consumo de Y, 
 
 
18 
 
cuyo precio permanece constante, frente a un cambio porcentual en el precio de 
X, dejando al consumidor con su mismo ingreso real y (ii) una elasticidad 
cruzada “total” ( tyxN ), que también incluye el efecto ingreso provocado por 
la reducción en el precio de X. 
 La magnitud del cambio en el ingreso real provocadopor la reducción 
en el precio de X sigue siendo lo indicado por la ecuación (2). El efecto que 
ello tiene en el consumo de Y dependerá de la propensión marginal a consumir 
Y, ym , por lo que la formula para la elasticidad cruzada total se reduce a: 
 
 (8) tyxN = 
s
yxN - ( yyx m)YP/XP 
 
 (9) tyxN = 
s
yxN - ytx Na 
 
 
 La diferencia entre los valores de estas elasticidades dependerá, 
primero, de :a x mientras mayor sea la proporción de su ingreso que Juan gaste 
en X, mayor será la diferencia entre las elasticidades que miden sólo efecto 
sustitución y aquella que también incluye el efecto ingreso provocado por el 
cambio en el precio de X, y (ii) del signo de la elasticidad ingreso de Y ( )yIN ): 
si Y es bien inferior, el efecto ingreso refuerza al efecto sustitución; pero, si es 
un bien superior, éste lo contrarresta, por lo que Juan puede terminar 
consumiendo más de X y más de Y frente a una reducción en el precio de X, a 
pesar de que éstos son claramente sustitutos. 
 De hecho, la sustitubilidad o complementariedad de los bienes X e Y 
debe definirse sólo en función del signo que tiene syxN ; es decir, suponiendo 
que el ingreso real del consumidor es constante. Por lo tanto, dicho signo es el 
reflejo de lo que acontece con sus consumos frente a sólo un cambio en los 
precios relativos de los bienes involucrados. Se definen como sustitutos 
 
 
19 
 
aquellos bienes cuyas syxN tienen signo positivo, y como bienes 
complementarios a aquellos en que éstas son negativas. 
 
B. Un alza en el precio de X, con el precio de Y constante 
 
 Teniendo un ingreso monetario de $2.000 y enfrentando precios de 
,10$PP yx == , Juan se ubicaba en el punto A, consumiendo 100X y 100Y. ¿Qué 
sucede con estos consumos cuando Juan descubre que el precio de X ha subido 
a $12,50 y el precio de Y ha permanecido en $10? 
 Primero, Juan deberá reaccionar frente al hecho de que el precio 
relativo de X ha aumentado a ( yx P/P ) = 1,25. Segundo, reaccionará debido 
que su ingreso real -capacidad de compra- se ha visto desmejorada: con su 
mismo ingreso monetario, ya no le es posible adquirir la canasta 100X y 100Y, 
pues ella le costaría ahora $2.250. Así, Juan es en verdad $250 más pobre 
después del alza que ha experimentado el precio de X. ¿No le pediría usted a 
Dios un reajuste en el tamaño del maná (ingreso monetario) que le entrega 
semanalmente, desde $2.000 a $2.250, con el argumento de que esa ($250) es la 
cantidad de dinero adicional que debe recibir para así mantener constante su 
nivel de ingreso real? 
 En el Gráfico 12 se muestra que el aumento en el precio de X ha hecho 
girar “hacia abajo” la línea de presupuesto de Juan, pues su ingreso monetario 
de $2.000 le alcanza para comprar los mismos 200Y que antes (si es que 
sacrifica todo su consumo de X), pero le alcanza para comprar sólo 160 
unidades de X (si sacrifica todo su consumo de Y). Muestra, también, que 
frente a esta situación querrá ubicarse en el punto F, consumiendo 76 unidades 
de X (un gasto de $950) y 105 unidades de Y (un gasto de $1.050). También 
muestra el punto C, que corresponde a los consumos que haría de X e Y si Dios 
le hubiera concedido el reajuste de $250 a su ingreso monetario, de manera que 
hubiera podido mantener su ingreso real constante al nivel suficiente para poder 
 
 
20 
 
consumir 100X y 100Y. Es claro que el punto C coincide con el mostrado en el 
Gráfico 7, pues esta reacción de Juan es una que responde sólo a un cambio en 
los precios relativos de X e Y (ya que su ingreso real se ha mantenido al 
mismo nivel que antes: un ingreso monetario sólo suficiente para consumir 
100X y 100Y): consumirá sólo 64 X. 
 De las cifras que se desprenden del Gráfico 12, es curioso observar que 
el bien X se ha convertido en un bien inferior para Juan: éste decide aumentar 
su consumo de X frente a una reducción de su ingreso real provocada por el 
aumento en el precio de X. De modo que en este caso de un bien inferior, 
t
xxN es más inelástica que 
s
xxN . 
 Podría perfectamente darse el caso en que el punto F estuviera a la 
derecha del punto A, si bien por fuerza debe ser cierto que el punto C debe estar 
a la izquierda de A: el efecto sustitución llevará siempre a disminuir el 
consumo de X frente a un alza en su precio; pero puede darse el caso en que el 
efecto ingreso provocado por el cambio en el precio de X lleve a que Juan 
quiera consumir más de X, por ser éste un bien inferior para él, y que este 
aumento más que contrarreste la disminución inducida por el cambio en precios 
Gráfico 12 
 
 
21 
 
 
 
relativos. Este tipo de bienes -que tienen una curva de demanda con inclinación 
positiva- reciben el nombre Bienes de Giffen, los cuales no dejan de ser sólo 
una curiosidad. 
 Para que se den bienes de Giffen, la formula (7) sugiere que ellos 
deben ser no sólo inferiores, sino que debe darse que el consumidor gasta una 
proporción no despreciable de su ingreso en ellos (el xa debe ser “grande”) y 
que la demanda que sólo incluye efecto sustitución debe ser bastante inelástica, 
pues sólo así el efecto ingreso podrá sobrepasar al efecto sustitución. 
 Sin duda que las fórmulas derivadas en las secciones anteriores son 
todas aplicables también a una situación en que el precio de X aumenta. 
 Invito al lector a dibujar en gráficos, del tipo del 8, las curvas de 
demanda con ingreso real constante y con ingreso monetario constante para este 
caso de un bien inferior, como asimismo las que corresponden a un bien de 
Giffen. 
 
 
V. CAMBIOS EN PRECIOS E INGRESO MONETARIO: 
 
 
22 
 
¿HA AUMENTADO EL NIVEL DE VIDA? 
 
En la nota al pié Nº 1 de la página 5, se afirmó que Juan estaba mejor 
en el punto B que en el punto A, habiendo permanecido constante su “poder 
de compra” (ingreso real) en 100 unidades de X y 100 unidades de Y. ¿Por 
qué? Porque, pudiendo quedarse en A, prefiere irse al punto B cuando el 
precio relativo de X baja a la mitad. A su vez, se estableció que para un 
ingreso monetario y Py constantes, las reducciones en el Px conllevan 
aumentos en el ingreso real de Juan, mientras que alzas en el Px conllevan 
una disminución en su ingreso real. ¿Por qué? Porque en la nueva situación, 
el punto original A es más que alcanzable (elegible) frente a una reducción en 
el Px, mientras que éste no es ahora elegible frente a un aumento en Px. ¿Qué 
sucede con el nivel de vida (bienestar) de Juan frente a cambios simultáneos 
en su ingreso monetario y en los precios relativos que enfrenta? 
El Gráfico 13 presenta situaciones en que el ingreso real (bienestar) 
de Juan se ha visto claramente mejorado (puntos F, F’ y F”) y empeorado 
(puntos H, H’ y H”) respecto del que obtenía cuando estaba en el punto A. 
Habiendo elegido cualquiera de los puntos F sobre su nueva línea de 
presupuesto, claramente está mejor que en A, puesto que con la nueva línea 
de presupuesto puede comprar más que los 100X y 100Y que compraba antes 
del cambio en precios e ingreso monetario. En efecto, si se ubica en F, estará 
de hecho comprando más de X e Y que en A; si elige F’ o F”, es porque éstos 
son mejores que F y, por lo tanto, mejor aún que A. Al elegir cualquiera de 
los puntos H, está claramente peor que antes, pues el punto A es ahora 
inalcanzable para él (es decir, con la nueva línea de presupuesto no puede 
comprar los 100X y 100Y que antes compraba). Nótese que en ambos casos 
las nuevas líneas de presupuesto no cruzan a la original. 
 
 
Gráfico 13 
 
 
23 
 
 
 
 
 El Gráfico 14 muestra una situación en que las líneas de presupuestos 
se cruzan en el punto R. Si frente a sus nuevas posibilidades Juan decide 
ubicarse en un punto tal como F, él está claramente mejor que antes. ¿Por 
qué? Porque en F está consumiendo más de 100X y 100Y, que era lo que 
consumía en el punto A. En efecto, estará claramente mejor que antes-que 
en el punto A- si opta por ubicarse en cualquier punto entre los puntos F’ y 
F” a lo largo de la nueva línea de presupuesto, ya que estará ahora 
consumiendo más de X e Y que en el punto A. Pero, si se ubica en un punto 
tal como H, él está claramente peor que antes del cambio en las condiciones. 
¿Por qué? Porque el punto H es peor que N, y el punto N era peor que A, de 
modo que H es lógicamente peor que A. Por otra parte, si Juan opta por 
quedarse en un punto que está entre F” y R -por ejemplo, en el punto K-, no 
hay ahora suficiente información para establecer si éste está ahora mejor o 
peor que lo estaba en A, si bien sabemos que en R estaría peor que en A. 
¿Qué sucede con su bienestar si elige el punto M? ¡Piénselo! 
Gráfico 14 
 
 
 
24 
 
 
 
 
 
VI. LA DEMANDA POR TIEMPO LIBRE: LA OFERTA DE 
TRABAJO 
 
 
 El Gráfico 15 muestra las posibilidades de Juan respecto de recibir un 
ingreso, I, y la cantidad de tiempo libre, (H), del que puede disponer (un 
máximo de 24 horas al día). Si el salario por hora es $125 y debe a lo menos 
destinar ocho horas para dormir y para satisfacer otras necesidades básicas, 
su curva de posibilidades pertinente se inicia en el punto F, a la altura de 
$2.000 y H=8 (ocho horas de tiempo libre, lo cual implica que en ese punto 
estaría destinando 16 horas al trabajo); desde allí es una línea recta que tiene 
un (∆I/∆H) = $125/H, la cual corta el eje de las abscisas en H= 24, en cuyo 
caso su ingreso será igual a cero. 
 
 
25 
 
Gráfico 15 
 
 
 
Digamos que, dadas estas condiciones, opta por la combinación 14 
horas de tiempo libre y $1.250 de ingresos, es decir, opta por trabajar 10 
horas y, por lo tanto, percibir un ingreso de $1.250, identificado por el punto 
A del gráfico. ¿Cuántas horas querrá trabajar Juan si el salario le sube hasta 
$250 por hora?; o bien, lo que es lo mismo, ¿Cuántas horas de tiempo libre 
querrá demandar si es que el precio del tiempo libre sube hasta $250 la hora? 
Digamos que opta por ubicarse en el punto E, (16 H y $2.000), sobre la 
nueva curva de posibilidades, la cual se inicia ahora en el punto F’ [para un 
ingreso máximo de $4.000, si es que consume el mínimo de horas libres (8) 
requerido para satisfacer sus “necesidades básicas”], con una nueva 
inclinación de $250/H, llegando al mismo punto de 24H en el eje de las 
abscisas. Es decir, frente al aumento en el precio del tiempo libre, Juan 
terminará consumiendo más tiempo libre que antes: la inclinación de la curva 
 
 
26 
 
de demanda por tiempo libre es ¡positiva! o, lo que es lo mismo, la 
inclinación de la curva de oferta de trabajo es negativa. ¿Cómo puede darse 
aquello? 
El culpable es el efecto ingreso real positivo provocado por el 
aumento del precio del tiempo libre: en este caso, el aumento en el precio del 
bien ha provocado un aumento del ingreso real de Juan, en circunstancias de 
que lo normal es que un aumento en el precio provoque una disminución en 
el ingreso real del consumidor. Si el ingreso real de Juan fuese mantenido 
constante en $1.250 y 14H, y si el precio del tiempo libre hubiese subido a 
$250, la nueva curva de posibilidades de Juan pasaría por el punto A, con 
inclinación $250/H, tal como se indica con la línea punteada en el Gráfico 15. 
En este caso, Juan hubiera optado por una posición hacia el noroeste de A, tal 
como el punto B, consumiendo menos tiempo libre (12 horas) y, por lo tanto, 
trabajando más horas que antes (12 horas en lugar de 10) frente al aumento 
de su salario: habrá trabajado dos horas más y su ingreso habría aumentado 
en $500 (=2x250). De modo que el efecto sustitución lo llevaría desde el 
punto A hasta el punto B, y el movimiento desde B hasta E es el efecto 
ingreso inducido por el aumento en el ingreso real que ha provocado el 
aumento del precio del tiempo libre, siendo que el tiempo libre ha de ser un 
bien “muy” superior para que ello ocurra: debe aumentar “mucho” el 
consumo de tiempo libre a medida que aumenta el nivel de ingresos del 
consumidor. 
 
 
27 
 
VII. LA SITUACIÓN CUANDO HAY MAS 
DE DOS BIENES 
 
 
 Juan recibe un ingreso monetario de 0I , el cual puede gastar en los 
“n” bienes ( iX ) disponibles para él, cuyos precios son iP ; revela sus 
preferencias gastándolo de una determinada manera. Nos interesará ahora 
establecer cómo gasta su ingreso frente a tres situaciones: (i) un cambio en su 
nivel de ingreso real, es decir, un cambio en su ingreso monetario, si a la vez se 
mantiene constante el precio de todos los bienes que puede consumir con ese 
ingreso, (ii) un cambio en el precio relativo del bien 1X , es decir, un cambio 
en el precio absoluto de sólo el bien 1X , manteniendo constante su ingreso 
real (definido éste como poder de compra), a través de entregarle un reajuste 
monetario cuando el precio del bien sube, o de quitarle ingreso monetario 
cuando el precio baja, y (iii) un cambio en el precio absoluto de sólo el bien 
1X , manteniendo constante el nivel de su ingreso monetario, es decir, 
permitiendo que este cambio en el precio de 1X conduzca a un cambio en su 
ingreso real. 
 
A. Cambio en el nivel de ingreso real: Elasticidades Ingreso 
 Para un nivel de ingreso 0I , Juan consume las cantidades 0X de cada 
uno de los bienes iX , como se muestra en la ecuación (10): 
 
(10) 0I = 101 PX + 2
0
2PX + 3
0
3 PX + ... n
0
n PX 
 
 Dividiendo lo expresado en (1) por 0I , se obtiene: 
 
 (11) 1 = ∑=+++ i321 a...aaa 
 
 
 
28 
 
lo cual indica lo obvio: la sumatoria de las propensiones medias a consumir 
todos los bienes debe ser igual a uno. 
 Para un cambio en el ingreso monetario igual a dI, Juan nos revelará los 
cambios que querrá hacer en las cantidades consumidas de cada uno de los 
bienes iX , ( 1iX ), de modo que, siendo 
0
i
1
i XX( − ) = idX , se obtiene: 
 
 (12) dI = nn332211 PdX...PdXPdXPdX ++++ 
 
 Dividiendo (12) por dI, se obtiene el resultado obvio que: 
 
 (13) 1 = ∑=+++ i321 m...mmm 
 
puesto que es obvio que la suma de las propensiones marginales a consumir 
todos los bienes debe ser igual a la unidad. 
 Si Juan pudiera consumir sólo dos tipos de bienes -por ejemplo, 
“alimentos” (X) y “no alimentos” (Y)-, el hecho de que uno de ellos fuera para 
él un bien inferior (con xm menor que cero) lleva a concluir que el otro bien 
debe necesariamente ser para él un bien “muy” superior ( ym mayor que 
cero), ya que la suma de xm más ym debe ser igual a +1. 
 Recordando que xIN es igual ( xx a/m ), lo expresado en (13) puede 
escribirse como: 
 
 (14) 1 = iIinInI33I22I11 NaNa...NaNaNa ∑=+++ 
 
B. Cambios en el consumo frente a un cambio sólo en precios 
relativos: elasticidades cruzadas para sólo el efecto sustitución 
inducido por un cambio en el precio de un bien 
 
 
 
29 
 
 Frente a un cambio en el precio del bien 1X , permaneciendo 
constantes los precios de los demás (n-1) bienes, el cambio en el ingreso real 
de Juan, provocado por este cambio en el precio, sería: 
 (15) ( )dP/dI 1 =
0
1X + )dP/dX(P...)dP/dX(P)dP/dX(P 1nn122111 +++ 
 
siendo que los idX nos son revelados por Juan, estableciendo él las nuevas 
cantidades de todos los bienes que consumiría frente a este cambio en el precio 
de sólo el bien 1X . Recordando que ( 1dP/dI ) = -X, si queremos dejarle 
constante su ingreso real, lo expresado en (15) debe hacerse igual a cero y, por 
lo tanto, debemos restarle la cantidad 01X . De este modo, los idX en (16) 
serán los revelados para una situación en que su ingreso real es constante, es 
decir, se refieren a cambios en consumo que sólo incluyen efecto sustitución: 
 
 (16) 0 = S1nn
S
122
S
111 )dP/dX(P...)dP/dX(P)dP/dX(P +++ 
 
 (17) =1
S
111 X/)dP/dX(P 1
s
1nn1
s
122 X/)dP/dX(P...X/)dP/dXP ++][ 
 
 El término al lado izquierdo del signo (=) es la elasticidad precio del 
bien 1X que supone constante elingreso real de Juan. Para llevar los 
términos del lado derecho a elasticidades cruzadas que también incluyen sólo 
efectos sustitución, debe multiplicarse cada uno de ellos por ( 11 P/P ) y por 
( ii X/X ), obteniéndose: 
 
 (18) s11N = -( )a/a 12
s
21N - ( )a/a 13
s
31N - ... -( )a/a 1n
s
1nN 
 
 (19) 1a
s
11N = - 2a
s
21N - 3a
s
31N - ... -a n
s
1nN = - ∑ ia
s
1iN 
 
 
 
30 
 
 De la ecuación (19) se desprende que si Juan tiene la alternativa de 
comprar sólo dos tipos de bienes, X e Y, éstos deben necesariamente ser 
sustitutos, ya que hemos demostrado que la elasticidad precio sxxN debe ser 
siempre negativa y, por ende, syxN debe ser siempre positiva. De modo que 
para que existan bienes complementarios para Juan, es necesario que Juan 
pueda escoger entre -y en efecto consumir- a lo menos tres bienes: si szxN ha 
de ser negativa (por ser X y Z bienes complementarios), syxN debe ser lo 
suficientemente positiva como para finalmente darle un signo negativo a sxxN 
(es decir, X e Y deben ser “súper” sustitutos). 
 
C. Cambio en el precio de sólo un bien, dejando constantes el ingreso 
 monetario y los precios de los demás bienes consumidos 
 
 En este caso es válido lo expresado en la ecuación (15), la cual se 
reduce a: 
 
 (20) -1 = t11N + (
t
1212 )dP/dX)(X/P + … + (
t
1n1n )dP/dX)(X/P 
 
 (21) - 1a = 1a
t
11N + 2a
t
21N + ... + na
t
1nN = ∑ ia
t
1iN para i = 1 hasta n 
 
 (22) - 1a (
t
11N + 1) = ∑ ia i
t
1iN para i= 2 hasta n. 
 
 De modo que si la elasticidad precio de la demanda por 1X que supone 
constante el ingreso monetario de Juan es igual a (-1), la sumatoria debe ser 
igual a cero: no cambia la cantidad gastada en X y, por lo tanto, tampoco 
cambia la cantidad gastada en el conjunto de todos los demás bienes. Si la 
demanda es elástica, ( t11N mayor que 1), la sumatoria debe dar como 
 
 
31 
 
resultado un número positivo, debiendo ser un número negativo para el caso en 
que ésta sea inelástica. 
 
 
32 
 
D. Otras relaciones entre elasticidad precio y elasticidades 
 cruzadas 
 
 La función de demanda por X1 puede expresarse como: 
 
 (23) )I,P,...,P,P,P(fX n3211 = 
 
la cual es homogénea de grado cero en los precios e ingreso: al aumentar al 
doble los precios y el ingreso monetario, no cambia la cantidad demandada de 
1X . Así, por el Teorema de Euler, puede escribirse: 
 
 (24) 0 = )d/dX(I...)dP/dX(P)dP/dX(P I1212111 +++ 
 
 Dividiendo todo por X1, se obtiene: 
 
(25) - t11N = 
t
12N + 
t
13N +... + 
t
I1N = ∑
t
i1N + I1N para i = 2 hasta n 
 
 Si el ingreso real del consumidor se mantiene constante, la expresión 
en (25) se reduce a: 
 (26) - s11N = ∑
s
i1N desde i=2 hasta n 
 
 Le sugiero al lector que compare lo encontrado en (25) y (26) con lo 
establecido en (22) y (19), respectivamente. 
 
 
33 
 
 
LAS PREFERENCIAS REVELADAS COMO INDICADOR 
DE BIENESTAR 
 
Osvaldo H. Schenone 
Abril 2000 
 
 
Tal y como quedó expresado en casi todas las secciones de 
“Preferencias Reveladas” (Fontaine, septiembre 1999), es posible utilizar el 
razonamiento de preferencias reveladas para obtener conclusiones acerca del 
bienestar de los consumidores conociendo solamente datos de cantidades 
consumidas y precios. También es posible que surjan ciertas complicaciones, 
consideradas más adelante, que impidan obtener conclusiones acerca del 
bienestar de los consumidores conociendo solamente datos de precios y 
cantidades consumidas. 
Así pues, si Juan consumía 100 X y 100Y cuando los precios eran 
pX=1 y pY=1, pero ahora sabemos que consume 103,1 X y 94 Y cuando los 
precios son pX=0,91 y pY=1,13 podemos concluir que el bienestar de Juan ha 
disminuido. ¿Cómo lo sabemos? Para demostrarlo se requiere una prueba de 
dos partes. 
 
Primera parte de la prueba 
 
Denominando “Canasta A” a la compuesta por 100 X y 100Y y 
canasta “Canasta B” a la compuesta por 103,1 X y 94 Y, resulta claro que la 
canasta B era accesible para Juan cuando él compró la canasta A y, sin 
embargo, no la eligió (ya que eligió la A) pudiendo hacerlo ya que gastando 
los mismos $ 200 pudo haber comprado cualquiera de las dos canastas. Por lo 
tanto la canasta A se revela preferida a la B. 
 
 
 
34 
 
Sin embargo, alguien podría objetar “¡Un momento, por favor! ¿cómo 
se puede sacar esa conclusión en circunstancias que la canasta B es la elegida 
a los nuevos precios?” 
 
Segunda parte de la prueba 
 
Para responder a esta inquietud es necesario preguntarse lo siguiente: 
¿Pero cuando eligió la canasta B, era acaso accesible comprar la canasta A 
gastando lo mismo? 
La respuesta es que no; porque a los precios pX=0,91 y pY=1,13 (los 
que prevalecen cuando Juan elige la canasta B), la canasta A hubiera costado 
$ 204; es decir, $4 más de lo que cuesta la canasta B. Esta respuesta permite 
descartar la posibilidad de que B sea preferida a A, aunque Juan elija B. 
Por lo tanto, se confirma que Juan prefiere A antes que B, ya que 
cuando eligió A pudo haber elegido -gastando lo mismo- B y no lo hizo, 
mientras que cuando eligió B no podría haber elegido A, gastando lo mismo. 
Se dice, entonces, que el bienestar de Juan disminuyó cuando se tiene 
que conformar consumiendo una canasta de bienes menos preferida que la 
elegida anteriormente. 
 
Dos complicaciones sin solución 
No hay que ser demasiado optimista y creer que siempre será posible 
obtener conclusiones acerca del bienestar de un consumidor, conociendo 
solamente datos de precios y cantidades consumidas. 
 
1. Cambio de preferencias 
Consideremos que el médico que atiende a Juan hubiera descubierto 
recientemente las propiedades saludables y vigorizantes del consumo de X, al 
mismo tiempo que las consecuencias engordantes y depresoras de la líbido 
del consumo de Y. Al regreso de su visita periódica al médico Juan hubiera 
 
 
35 
 
cambiado su consumo de la canasta A a la B aunque los precios 
continuaran siendo pX=1 y pY=1. Pero nunca tuvimos oportunidad de 
verificar este acontecimiento porque los precios no continuaron siendo ésos, 
sino que variaron a 0,91 y 1,13 respectivamente. 
Si ahora volvemos a hacer el razonamiento anterior, volveremos a 
concluir (erróneamente, esta vez) que el bienestar bajó, a pesar que Juan está 
consumiendo la canasta que más prefiere. Lo que nos impide, en este caso, 
obtener una conclusión correcta utilizando el razonamiento de preferencias 
reveladas es que las preferencias de Juan, influido por los consejos de su 
médico y la mirada atenta de su esposa, han variado. En tal circunstancia los 
datos de precios y cantidades consumidas no arrojan resultados indicadores 
del verdadero cambio en el bienestar de Juan. 
 
2. Desafortunada coincidencia numérica 
 
Consideremos que observamos que cuando los precios cambian a 
pX=0,74 y pY= 1,3 Juan cambia su consumo de la canasta A a la C, la cual 
consiste de 106 X y 96 Y. Aunque estuviéramos seguros -y nunca podemos 
estarlo- que Juan no cambió sus preferencias, en este caso el razonamiento de 
preferencias reveladas no puede indicarnos qué le sucedió al bienestar de 
Juan. 
El enfoque de preferencias reveladas consiste, como ya se dijo, en 
preguntar si la canasta C era accesible para Juan gastando lo mismo que 
cuando eligió la canasta A. En este caso la respuesta es no, porque cuando 
eligió la canasta A gastó $ 200 ya que los precios eran pX=1 y pY=1; y a esos 
precios la canasta C hubiera costado $ 202, $ 2 más de lo que costaba la 
canasta A. 
Esto significa que la canasta A no se revela preferida a la C. Es 
verdad que Juan eligió la A cuando ambos precios eran $1, pero nunca 
 
 
36 
 
sabremos si es porque la prefiere o porque aún sin preferirla los $ 2 que “le 
sobran” son suficientes para compensar quedarse con ella en vez de la C. 
Por otro lado, la “segunda parte de la prueba” requiere preguntarsesi 
la canasta A era accesible para Juan gastando lo mismo que cuando eligió la 
canasta C. Otra vez, la respuesta es no, porque cuando eligió C gastó $203,2 
ya que los precios eran pX=0,74 y pY=1,3; y a esos precios la canasta A 
hubiera costado $204, es decir, 80 centavos más de los que costaba la canasta 
C. 
Esto significa que la canasta C no se revela preferida a la A. Es 
verdad que Juan eligió la C cuando los precios eran $0,74 y $1,3 ... pero 
nunca sabremos si es porque la prefiere o porque aún sin preferirla los $ 0,80 
que “le sobran” son suficientes para compensar quedarse con ella en vez de la 
A. 
Dado que ninguna canasta se revela preferida a la otra, no será posible 
acertar si el bienestar de Juan ha caído, o aumentado, cuando reemplaza la 
canasta A por la C. 
 
Un detective y las preferencias reveladas. 
Sherlock Olmos, un distinguido detective de Pelotillehue con agencias 
en Pehuajó y otras metrópolis latinoamericanas, está tratando de ubicar a 
Juan Buenhijo (alias Nene) para notificarle que su tía abuela, única pariente 
de Juan, murió la semana pasada dejándole una cuantiosa herencia. Existen 
indicios que el afortunado heredero podría encontrarse en Canadá usando el 
nombre de John Goodson, o en Nueva Zelandia bajo el nombre de Lovely 
John, o en las Malvinas haciéndose llamar Jack Softheart. Para no 
desencadenar una avalancha de reclamos sobre la herencia, nuestro agudo 
detective quiere convocar solamente a unos pocos candidatos entre los cuales 
su astucia le indica que podría estar el legítimo heredero. 
 
Sofia
 
 
37 
 
Sherlock Olmos consiguió el diario íntimo de Nene, donde constan 
sus hábitos de consumo desde 1980 hasta hace seis meses, cuando 
desapareció sin dejar rastros, gracias a las diligentes gestiones de su asistente 
el Dr. Aquiles Guarson. Utilizando sus influencias internacionales el Dr. 
Guarson también obtuvo los hábitos de consumo de los otros tres 
“candidatos” (Interpol los calificó así porque todos ellos gastan la totalidad 
de sus ingresos en pizza y champagne, como Nene), aunque nunca entendió 
para qué podría servirle esta información a su admirado maestro y mentor. 
Con estos datos en su poder, Sherlock Olmos se sumergió en 
profundas meditaciones sentado a su escritorio ante la mirada embelesada del 
Dr. Guarson. En una hoja cuyas arrugas indicaban que había sido usada 
varias veces (y cada vez fue necesario borrar lo ya escrito), nuestro héroe 
anotó con un pedacito de lápiz: 
 
Nene: durante años él consumía 8 kg. de pizza y 20 lts. de champagne 
por semana. La pizza costaba $10 por kg. y el champagne $10 por 
litro. 
 
Goodson: consume 5 litros de champagne y 20 kg. de pizza por semana. El 
champagne vale Can$ 1 por litro y la pizza Can$ 2 por kg. 
 
Lovely: consume 5 kg. de pizza y 10 litros de champagne por semana. El 
champagne vale NZ$ 2 por litro y la pizza NZ$ 2 por kilo. 
 
Softheart: Consume 5 kg. de pizza y 30 litros de champagne por semana y 
los precios son # 2,40 por kg. y # 0,80 por litro, respectivamente. 
 
Viendo lo que había escrito, el Dr. Guarson exclamó: 
 
n No se preocupe, mi señor, inmediatamente me conecto a internet y le 
averiguo los tipos de cambio entre todas esas monedas, para que pueda 
expresar todos los precios en las mismas unidades. 
 
 
 
38 
 
Sherlock Olmos negó con la cabeza, sin dignarse a mirar a su fiel asistente, y 
cerró los ojos para ver mejor la idea que tenía en su cabeza. Lo sacó de sus 
cavilaciones una voz sonora que insistía con que “... sin un tipo de cambio 
sería como sumar peras con manzanas”. Poniéndose de pie, y dejando sobre 
el destartalado escritorio la pipa apagada que sostenía en su mano izquierda, 
el gran detective miró, esta vez directamente a los ojos, a su interlocutor y 
soltó sus tres palabras predilectas: 
 
n Elemental Guarson, elemental. Como lo único que me interesa son los 
precios relativos, no necesito ningún tipo de cambio. Los precios relativos 
son números puros, no se expresan en ninguna moneda. 
Al rematar con esta última frase, la sonrisa en el rostro severo y flaquísimo 
de Sherlock reveló el placer estético que representaba para él la 
contemplación de los números puros. 
Se puso repentinamente serio y volviendo a mirar al Dr. Guarson fijamente a 
los ojos, mientras encendía cuidadosamente su pipa curva, sentenció: 
 
n Si Nene no cambió sus gustos, hábitos de consumo o preferencias, como 
quiera llamarlos, puedo eliminar desde ya un candidato. 
 
El sorprendido asistente nunca había visto a Sherlock llegar tan rápido y 
seguro a una conclusión. Le había entregado los datos esa misma mañana, 
todavía no salían a almorzar ¡y su mentor ya tenía una conclusión! 
Humildemente, le preguntó cómo se dio cuenta y quien era el candidato 
excluido. 
 
n Elemental Guarson. El precio relativo de la pizza que enfrenta Goodson es 
el doble del que enfrentaba Nene ... y sin embargo consume más pizza y 
menos champagne que él. Este comportamiento es contradictorio para una 
persona que no haya cambiado sus preferencias. Es más, Dr. Guarson, si 
 
 
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Nene se fue voluntariamente debemos suponer que su bienestar ha 
aumentado ... 
 
n Y eso ¿qué interesa? Al fin y al cabo, mi estimado mentor, no estamos 
aqui tratando de descubrir si fue una buena idea haberse ido. Lo que 
necesitamos es identificar cuál de los tres puede ser Nene. 
 
n Precisamente, Guarson, precisamente. Si el bienestar de Nene ha de haber 
aumentado (ya que de otro modo no se hubiera ido, o hubiera vuelto) y sus 
preferencias no han cambiado, entonces también podemos descartar a 
Lovely. Enfrentando los mismos precios relativos que Nene, este pobre 
diablo consume menos pizza y menos champagne que él; su bienestar 
tiene, forzosamente, que ser menor al de Nene. 
 
n Pero entonces, mi mentor, usted me induce a pensar que nuestro candidato 
es el que vive en las Malvinas. Sin embargo, para demostrar que Nene es 
Softheart, la lógica de su razonamiento requeriría demostrar que el 
bienestar de Softheart debe ser mayor que el bienestar que Nene alcanzaba 
antes de irse. 
 
n Elemental, Guarson. El comportamiento de Softheart no es contradictorio 
para una persona que no haya cambiado sus preferencias: ante un menor 
precio relativo del champagne consume más de éste y menos pizzas. 
Además, la canasta que Nene consumía aquí, llamémosla canasta A (20 
litros de champagne y 8 kg. de pizza), le costaba el equivalente de 28 
litros de champagne dado que los precios del champagne y de la pizza son 
iguales. Por otra parte, la canasta que consume en Malvinas (llamémosla 
canasta B: 5 kg. de pizza y 30 litros de champagne) cuesta el equivalente 
de 45 litros de champagne, dado que cada kilo de pizza cuesta como 3 
litros de champagne. 
 
 
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n Sí. Sí. Sí maestro. Todo muy bien con la pizza y el champagne ¿pero qué 
le indica que Nene es el que está en Malvinas porque allá disfruta de 
mayor bienestar? 
 
n Ay Guarson. Verdaderamente su mente preclara no cesa de crearle 
inquietudes y preguntas. Si usted pensara en las respuestas en vez de 
tantas preguntas, ya se hubiera dado cuenta. Cuando Nene consumía la 
canasta que hemos llamado, para abreviar, canasta A no hubiera podido 
consumir la canasta B gastando lo mismo (esta canasta le hubiera costado 
a los precios de aquí el equivalente de 35, en vez de 28, litros de 
champagne). Por lo tanto la canasta A, aunque fue la elegida cuando Nene 
vivía aquí, no se revela preferida a la B. 
 
A estas alturas Sherlock hizo una pausa simulando que se le había apagado la 
pipa pero, en realidad, estaba tratando de darle tiempo al Dr. Guarson para 
que procesara el razonamiento que le estaba transmitiendo. Después de 
inhalar profundamente dos o tres veces, continuó: 
 
n Por otra parte, cuando Nene se fue a Malvinas y consumió la canasta B 
gastando el equivalente a 45 litros de champagne, hubiera podido elegir laA (ya que esa canasta a los precios de Malvinas cuesta el equivalente a 44 
litros de champagne) y no lo hizo. Por lo tanto, la canasta B fue la elegida 
y se revela preferida a la canasta A. Es decir, el bienestar de Nene en 
Malvinas es mayor que aquí; por eso se fue ... y lo único que no entiendo 
es por qué se hizo llamar Jack Softheart. 
 
 
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GRAFICO 13 
 
 
 
 
 
 
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