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UNIVERSIDAD MICHAEL FARADAY, A.C. HOTELES Y ASEGURADORAS ANTE UN HURACAN T E S I S QUE PARA OBTENER EL TITULO DE: LICENCIADO EN ADMINISTRACION P R E S E N T A: MONICA BEATRIZ JIMENEZ HERNANDEZ DIRECTOR DE TESIS: LIC. EDSON MENDIOLA LUNA MEXICO, D.F. 2007 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 1 INDICE INTRODUCCION MARCO TEORICO CAPITULO 1. ANTECEDENTES DE LOS HURACANES EN LA ZONA DE CANCUN 1.1. Formas de definir un desastre 18 1.2. Fenómenos naturales que pueden provocar situaciones de desastre 20 1.3. Peligro, vulnerabilidad y riesgo 21 1.4. Análisis del riego 22 1.5. Evaluación del peligro 27 1.6. Evaluación de la vulnerabilidad 28 1.7. Evaluación del riesgo 30 1.8. Clasificación de los fenómenos hidrometeorológicos 31 1.9. Origen y causa de los huracanes 31 1.10 Huracán 34 1.10.1 Definición de huracán 34 1.10.2. Lugar donde aparecen los huracanes 35 1.10.3. Escala Saffir-Simpson la medida de los ciclones 37 1.10.4. Nombre de los huracanes 41 1.10.5. Desarrollo sobre la idea de nombrar a los huracanes 41 1.10.6. Estructura de un huracán 46 1.10.7. Efectos asociados con el huracán 48 2 A) Marejada 48 B) Vientos fuertes 49 C) Fuertes lluvias 49 1.10.8. Consecuencias de un huracán 50 A) Pérdidas humanas 50 B) Pérdidas de recursos naturales y económicos 52 CAPITULO 2. EFECTOS ECONOMICOS Y SOCIALES 2.1. En la industria turística 58 2.2. En el sector hotelero 66 2.3. Vivienda 75 2.4. Escuela 77 2.5. Carreteras y viabilidad 80 2.6. Empleo 83 CAPITULO 3. ANÁLISIS COMPARATIVO ENTRE ASEGURADORAS 3.1. Aseguradoras 86 3.1.1. Definición 86 3.2. Riesgo 86 3.3. Siniestro 86 3.3.1. Tipos de siniestros 87 3.4. Póliza 88 3.4.1. Definición 88 3.4.2. Clasificación de póliza 89 3 3.5. El seguro 90 3.5.1. Definición 90 3.5.2. Objetivo del seguro 91 3.5.3. Clasificación de seguros 92 3.5.4. Contrato de seguro 94 3.5.4.1. Definición 94 3.5.4.2. Características del contrato de seguro 96 3.5.4.3. Obligaciones del asegurador 97 3.5.4.4. Obligaciones del asegurado 99 3.5.4.5. Partes que intervienen en el contrato de seguro 100 3.6. La Prima 100 3.6.1. Definición 100 3.7. Aseguradora Seguros Interamericana (AIG México) 101 3.7.1 Historia 101 3.7.2. Tipos de pólizas 105 3.7.2.1. Póliza múltiple empresarial 105 A. Seguro de equipo electrónico 105 B. Seguro de riesgos de propiedad 105 C. Principales coberturas (daño material) 106 D. Principales coberturas (perdida consecuencial) 107 E. Principales coberturas (cobertura de dinero y valores) 108 F. Principales coberturas (cobertura de cristales) 108 G Seguros de riesgo de energía 108 4 3.8. Aseguradora Grupo Nacional Provincial (GNP, México) 109 3.8.1. Historia de Grupo Nacional Provincial (GNP, México) 111 3.8.2. Objetivos 114 3.8.3. Procedimiento para asegurarse 115 3.8.4. Cancelación del aseguramiento 115 3.8.5. Medidas futuras que tome la aseguradora 116 3.8.6. Coberturas de seguro 116 3.9. Justificación de contar con un seguro 118 3.9.1. Costo neto de siniestralidad 122 CAPITULO 4. IMPACTO DEL HURACAN WILMA (CASO HOTEL GRAN MELIA, CANCUN) 4.1. Hotel 128 4.1.1. Definición de hotel 129 4.1.2. Tipos de hoteles 129 a) Hoteles de playa 129 b) Hoteles de naturaleza 129 c) Albergues turísticos 129 d) Hoteles posada 130 e) Hoteles-balneario 130 f) Hoteles-clubes 130 g) Hoteles de montaña 130 h) Hoteles de temporada 130 4.1.3. Categorías de hoteles 131 A) Hoteles Económicos 131 B) Hoteles de mediana categoría 131 5 C) Hoteles de suites 131 D) Hoteles de primera clase o para ejecutivos 132 E) Hoteles de lujo 132 4.2. Hotel Sol Meliá 132 4.2.1. Historia 132 4.2.2. Hoteles donde se encuentran en México 133 4.2.3. Sobre el hotel 134 4.2.4. Servicios que ofrece 136 4.2.5. Porqué Sol Meliá es un hotel de 5 estrellas? 140 4.2.6. Servicios adicionales que ofrece 145 4.3. Efectos del Huracán Wilma en el Hotel Gran Meliá Cancún 147 CONCLUSIONES 155 FUENTES CONSULTADAS 157 6 I N T R O D U C C I O N Existen numerosos efectos del calentamiento global que afectan el medio ambiente y a la vida humana. El principal es el incremento progresivo de la temperatura promedio. A partir de éste, surgen una serie de diferentes efectos como el aumento del nivel del mar, cambios en los ecosistemas agrícolas, la expansión de las enfermedades tropicales, aumento de la intensidad de los fenómenos naturales. Algunos de estos fenómenos se estarían produciendo en la actualidad, pero es difícil precisar una relación directa con el calentamiento global. Fenómenos meteorológicos como el Niño, la Niña, huracanes, ciclones tropicales, sequías, nevadas e inundaciones son eventos que golpean sin distinción las diversas regiones del planeta, y al presentarse cíclicamente, sus efectos devastadores ponen de manifiestoque la humanidad sigue siendo vulnerable frente a ellos. Las consecuencias que el deterioro del ambiente está ocasionando a la población mundial, se han manifestado en las últimas décadas del presente siglo, principalmente con muertes de personas, destrucción de los atractivos naturales, degradación de los recursos del suelo, vegetación y fauna, deterioro de la infraestructura física como viviendas, edificaciones, hoteles, complejo turísticos, vialidad, además del colapso de los servicios públicos, tan necesarios para el normal desarrollo de pueblos y ciudades, y por ende en la actividad turística. 7 Ante este panorama, impulsar una cultura de la prevención es fundamental, porque las personas requieren conocer qué fenómenos meteorológicos u oceanográficos pueden afectar cada año la región donde viven y qué medidas de seguridad habrán de tomar ante el embate de éstos En 2005, los huracanes Katrina, Stan y Wilma provocaron verdaderas catástrofes en Estados Unidos y México. Y aunque se trata de países con economías diferentes, los métodos para enfrentarlas y restablecer las zonas han rebasado sus expectativas y en muchos casos, se han salido de control. En México es poco frecuente el aseguramiento de casas, de vidas y mucho menos de los negocios. Aun cuando ha habido avances en la cultura de la protección civil, falta mucho por hacer. A raíz de esto es necesario establecer planes de seguro que tienen muchas compañías aseguradoras, pero en especial Aseguradora Grupo Internacional Americano (AIG México) y Grupo Nacional Provincial (GNP México). El objetivo principal de esta investigación es describir los sistemas de seguro que manejan estas dos aseguradoras ante la presencia de huracanes. Una vez descritos se hará un análisis de la viabilidad de asegurarse en relación a primas y tiempo. Es por ello que se hace la siguiente hipótesis: ¿LA FRECUENCIA DE LOS HURACANES EN LA ZONA DE CANCÚN HA AFECTADO EL VALOR DE LAS PRIMAS DE LOS HOTELES?. Para realizar esta investigación se consideran como variables el tiempo y las primas de seguro. También es 8 importante destacar que de esta manera se puede considerar el riesgo de no asegurarse en relación a las pérdidas y reconstrucción que este tipo de siniestro genere y de esta forma el hotelero tenga más herramientas para tomar una decisión. Los beneficios que puede traer al Turismo esta investigación es que millones de personas viajan a México cada año; por eso, la actividad turística se ha convertido con el tiempo, en un factor dinámico importante de crecimiento de nuestra economía, aunque no como debería ser. Hoy en día, el país ocupa el séptimo lugar en recepción de turistas internacionales y el décimo en ingreso de divisas por visitantes. Por encima de México se encuentran países como Francia, España e Italia en el continente europeo, Estados Unidos y Canadá en América. Todos ellos son países que han destinado desde hace varias décadas recursos importantes al desarrollo de una infraestructura que responda a la demanda del turismo internacional. Como consecuencia, los países industrializados captan el 63% del total de las divisas a nivel mundial, mientras que los países en vías de desarrollo comparten sólo un 30%. En México, se cuenta con la riqueza y la infraestructura necesarias para hacer del país un destino competitivo a nivel mundial. Se tiene una gran cantidad de atractivos que no se encuentran en ningún otro sitio, porque están ligados a tradiciones, cultura e historias propias. Existe una gran diversidad natural y construida; prueba de lo anterior es que La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ha declarado 21 Sitios “Patrimonio 9 Cultural de la Humanidad", que por sus condiciones o cualidades únicas significan un valor de trascendencia global. En todos los sentidos, el potencial turístico de México es enorme, sin embargo México es altamente vulnerable a fenómenos, como pudieran ser los huracanes, de ahí la importancia de adquirir cultura de la prevención ante cualquier desastre. El interés creciente de la demanda turística por disfrutar de la cultura y sus espacios está planteando una reconversión sectorial a gran escala de la oferta turística, de acuerdo con los nuevos requerimientos y demandas, en virtud de que se observa una presión cada vez mayor para visitar lugares y culturas que no están adecuadamente preparadas para recibir visitantes y gestionar recursos, para un desarrollo óptimo en el ramo turístico. 10 MARCO TEORICO El año 2005 significó una brusca acentuación de la tendencia creciente que venían representando los desastres de tipo hidrometeorológico en México en el conjunto de los desastres de todo tipo ocurridos en el país. Las cifras acumuladas por los desastres ocurridos en los últimos 25 años (1980-2004) sufren, en efecto, una modificación significativa al incluir en ellas lo ocurrido en el año 2005. Los daños causados por “Emily” se calcularon en 8.871 millones de pesos, es decir 837 millones de dólares aproximadamente. Si se excluyen los daños sobre la actividad petrolera, las pérdidas totales acumuladas para los cuatro estados ascendieron a 4.387,8 millones de pesos, es decir, algo más que 400 millones de dólares. De éstos una parte importante fueron los daños en Petróleos Mexicanos (PEMEX) que se calcularon en 4.484 millones de pesos, es decir 423 millones de dólares y se derivaron de la suspensión de las actividades de la empresa durante dos días. Ello debe haber tenido un impacto en los ingresos de la compañía así como en los flujos tributarios que genera. El huracán “Wilma” azotó los estados de Quintana Roo y Yucatán entre el 21 y el 24 de octubre de 2005 causando daños causados por 18.773 millones de pesos, unos 1.788 millones de dólares, concentrándose en infraestructura turística con las consecuentes pérdidas de ingresos en esa actividad en uno de los polos de atracción turística mayores del país. Al sumarse a ellos los efectos ocasionados por los otros dos huracanes ocurridos durante el mismo año de 2005 en conjunto los tres huracanes han causado daños al país por más de 45.000 millones de pesos, es decir sobre 4.300 millones de 11 dólares. Esta cifra es seis veces mayor que el promedio histórico que tiene el país por daños de desastres de diversa índole que es de 700 millones de dólares. De las evaluaciones hechas y de los impactos observados destacan algunos aspectos generales y lecciones aprendidas que vale la pena tener en cuenta para el futuro, en particular si como parecen indicar las tendencias recientes los impactos negativos de eventos extremos estarían incrementándose y en alguna medida se asocian a procesos de cambio climático. Es importante señalar que dados los daños y pérdidas observadas en años recientes los recursos incluidos en el presupuesto de la nación para el Fondo Nacional de Emergencias para Desastres Naturales (FONDEN) no se relacionan directamente con el monto económico del impacto de los desastres esperados. Más lejos aún se está de tener una asignación regionalizada de estos recursos de acuerdo con el tipo y diferencial de riesgos que presentan históricamente los diferentes estados. En este sentido, al realizarse las visitas de la misión para la realización de este informe, los recursos para la atención en algunas de las zonas afectadas se estaban entregando en forma limitada y sin responder plenamente a la demanda tanto de las instancias encargadas para realizar las acciones de reconstrucción como de la población. De ahí la recomendación de que es urgente agilizar la entrega de recursos tanto materiales como financieros para facilitar y agilizar la reconstrucción de las zonas afectadas. En este sentido se considera importante que el FONDENhaga más explícita la metodología para la evaluación de daños que llevan a cabo las diferentes dependencias para que los datos se sustenten en criterios uniformes de costo. 12 Las cifras acumuladas por los desastres ocurridos en los últimos 25 años (1980- 2004) sufren, en efecto, una modificación significativa al incluir en ellas lo ocurrido en el año 2005. En efecto en dicho año ocurrieron desastres de tipo hidrometeorológico de magnitud casi inédita, principalmente los huracanes "Emily", "Stan" y "Wilma". Es por ello que se hace la siguiente hipótesis: LA FRECUENCIA DE LOS HURACANES EN LA ZONA DE CANCÚN HA AFECTADO EL VALOR DE LAS PRIMAS DE LOS HOTELES. El huracán “"Wilma"” que, tras golpear el Caribe y tocar tierra en Cuba, azotó los estados de Quintana Roo y Yucatán entre el 21 y el 24 de octubre de 2005 causó ingentes daños en la infraestructura productiva y de transporte, particularmente en el sector del turismo. Las cifras correspondientes muestran que estos superaron con creces los efectos que, en promedio anual, han causado los desastres naturales en México. En efecto, el monto acumulado de los daños causados por el huracán “"Wilma"” en los dos estados ascendió a 18.773 millones de pesos, unos 1.788 millones de dólares. A las 8:00 horas del día 21 de octubre, “"Wilma"” con categoría IV, se desplazaba hacia el norte – noroeste a 9 km./h, y sus vientos de la parte Norte iniciaban sus efectos sobre las costas de Quintana Roo. A las 9 horas del mismo día, el núcleo o muralla que rodea al ojo del huracán se encontraba golpeando la isla de Cozumel y comenzó a ingresar a tierra firme en las inmediaciones de Puerto Morelos, Quintana Roo. En las primeras horas del día 22 de octubre, “Wilma” se debilitó a categoría III, con un desplazamiento errático con tendencia hacia el 13 noroeste a 6 km/h, posteriormente permaneció estacionario alrededor de 6 horas a una distancia 12 de 40 km al Oeste – suroeste de Cancún, Quintana Roo; más tarde comenzó a moverse al norte a una velocidad de 3 km/h, muy lentamente. Por la tarde del mismo día, el huracán “"Wilma"” se debilitó a categoría II y se aproximaba a la línea costera del norte de Quintana Roo, en las inmediaciones de Isla Holbox y Cabo Catoche, por donde emergió nuevamente al golfo de México alrededor de las 19:00 horas del mismo día, con rumbo a la península de la Florida, continuó desplazándose lentamente hacia el Noreste, sobre el Golfo de México, dejando de afectar paulatinamente la región. Es de destacar que en ambos estados las medidas de prevención y preparación para eventos de tipo hidrometeorológicos hicieron que no se registraran pérdidas de vidas humanas atribuibles al huracán “"Wilma"” ni tampoco efectos dignos de destacar en las condiciones de salud de la población. En ambos casos la atención de la emergencia fue eficientemente llevada a cabo, con designación previa de los albergues y medidas de alertamiento a la población por los diversos medios. Dada la elevada intensidad del evento, como se verá luego, y el dilatado lapso en que este permaneció en el estado de Quintana Roo, la obtención de un saldo blanco en ambos estados ha sido digno de mención e incluso ha trascendido la esfera nacional. Varios hoteles aprovecharon la coyuntura para iniciar procesos de modernización e incluso de ampliaciones. 14 El huracán Wilma podría pasar a la historia como el tercero más costoso, detrás sólo de Katrina y Andrew, con un total de daños asegurados de hasta 10.000 millones de dólares, también que desde Gilberto, en 1988, un huracán no afectaba directamente la zona de Cancún, y que desde ese año se han realizado importantes inversiones en infraestructura hotelera, lo que también debería implicar importantes cargos contra compañías de seguros. Según el analista de Lehman Brothers, Jay Gelb, las catástrofes naturales podrían costarle a la industria aseguradora 60 mil millones de dólares el 2005, lo que lo volvería un año negro en los anales de la industria aseguradora estadounidense. De hecho, si Wilma se transforma en el tercero más costoso de la historia, el ranking con las diez catástrofes naturales más dañinas en términos económicos estaría integrado por siete huracanes ocurridos en los últimos dos años. Esto, porque a los tres huracanes del 2005 se suman Charley, de agosto de 2004, con costos estimados en siete mil 475 millones de dólares, Iván, de septiembre, con costos de siete mil 110 millones de dólares, Frances, de septiembre de 2004 con costos de cuatro mil 595 millones de dólares y Jeanne, de la misma fecha con costos de tres mil 655 millones de dólares. Pero los enormes costos materiales de los huracanes de 2005 no es el único triste récord de la temporada. Las aseguradoras tienen un amplio objetivo que cumplir: el desarrollo sustentable. A partir de esto, identifican los desafíos que enfrentan las aseguradoras y la mejor forma de hacer frente a los retos de la responsabilidad civil por daño ambiental, mediante una visión empresarial que considere las ventajas de incluir en sus prioridades al medio ambiente. La función de las aseguradoras no se limita a ofrecer instrumentos financieros de administración de riesgo, por ello los 15 instrumentos que ofrezcan deben contextualizarse dentro del objetivo más amplio que implica el desarrollo sustentable. La mejor forma de enfrentar los retos que implica el desarrollo sustentable es reconocer los beneficios económicos que trae el cumplimiento de estándares ambientales. La estimación de las pérdidas de las aseguradoras por el paso de tres huracanes que azotaron México subió a 2,153 millones de dólares, un 27% más que el cálculo previo, dio a conocer la asociación de la industria. El nuevo cálculo de pérdidas de las aseguradoras por los huracanes Wilma, Stan y Emily asciende a 22,870 millones de pesos (2,153 millones de dólares) desde los 17,969 millones de pesos (1,691 millones de dólares). El huracán Wilma, que golpeó el Caribe mexicano en octubre de 2005, fue el más devastador y provocó la mayor parte de los daños, por 18 mil 815 millones de pesos (1,771 millones de dólares), por arriba de los 15 mil 202 millones de pesos estimados previamente. Stan, que pegó en octubre en los estados de Veracruz y Chiapas, en el Golfo de México y en la frontera con Guatemala respectivamente, dejó daños estimados por mil 883 millones de pesos (177 millones de dólares). Emily dejó daños por dos mil 172 millones de pesos (205 millones de dólares) en su fugaz paso por el Caribe en julio. El Caribe es la principal zona turística de México y aporta un 30% de los ingresos anuales de turismo del país. En conjunto con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), las aseguradoras están trabajando en un estudio para determinar las zonas con mayor riesgo hidrometeorológico y ajustar las tarifas que cobran por siniestro. 16 La industria de las aseguradoras en México cuenta con una reserva para siniestros climáticos, pero después de Emily sólo se quedó 250 millones de pesos en ese fondo. En el 2005, las aseguradoras mexicanas tuvieron una utilidad neta de siete mil 818 millones de pesos, un cuatro por ciento más que en igual período de 2004. No obstante, las aseguradoras no dieron el detalle de sus resultados del tercer trimestre, que fueron golpeados por Emily. El mercado mexicano de seguros está encabezado por ING Comercial América, filial mexicana de la holandesa ING; Metlife México, unidad de la estadounidense Metlife, y la mexicana GNP. 17 CAPITULO 1. ANTECEDENTES DE LOS HURACANES En el 2005 se rompió un record en la afectación de huracanes y sistemas tropicales en México, al duplicarse la cifra promedio de fenómenos que "golpearon" al país. Se ha roto incluso un record, porque del total de 23 huracanescon nombre en el Atlántico han afectado siete, mientras que en el Pacífico sólo afectó uno de los 15 generados. En total han golpeado a México ocho sistemas tropicales. Cuatro de esos huracanes Dennis, Katrina, Rita y Wilma, azotaron Florida, y devastaron especialmente ciudades de Louisiana y Mississippi en Estados Unidos, así como otras como Cancún, en México, y varios países de la Cuenca del Caribe. Los promedios de largo plazo dan cuenta de 11 tormentas tropicales, seis de ellas convirtiéndose en huracanes, dos de los cuales fueron intensos. La región del Caribe y la costa del Golfo de México han experimentado poderosos huracanes a partir del 1995, pero en el 2005 fue una zona en la que la actividad fue “extrema” con 11 tormentas. Una de las tormentas, Katrina, produjo que 85 por ciento de la histórica ciudad de Nueva Orleans quedara bajo el agua y sufriera daños multimillonarios, mientras que Wilma devastó Cancún y luego causó estragos en Florida. 18 La región del Golfo “es una zona altamente propensa a huracanes y en donde deben estar preparados la costa de México, Estados Unidos, y las islas del Caribe. Cancún tiene uno de los mejores climas en México y el Caribe. El clima es tropical con algunas precipitaciones especialmente en los meses de Septiembre y Octubre. Durante estos meses no es raro ver lluvia fuerte por las tardes y que dure sólo unas pocas horas. La temporada de huracanes en el Mar Caribe empieza realmente en Septiembre y termina a finales de Octubre. El último huracán que golpeó a Cancún fuertemente fue el huracán Wilma, en 2005. 1.1. FORMAS DE DEFINIR UN DESASTRE Toscana (2006) menciona al respecto que: La Secretaría de Gobernación de México, que es la encargada de la protección de las personas en caso de desastres, define los desastres así: Los desastres naturales son manifestaciones físicas y espaciales que se producen a partir de la interacción de los factores de orden físico-natural y factores de orden antrópico. La combinación de estos elementos genera daños sobre las actividades regulares de la sociedad e implica pérdidas económicas y humanas que pueden resultar alarmantes e incluso catastróficas. Los desastres naturales, son pues una manifestación dialéctica de la relación Hombre-medio y toman diferentes connotaciones de acuerdo al 19 factor natural que presente el elemento amenaza, la condición de riesgo está delimitada por las actividades humanas que se ven afectadas. (p.49). Toscana (2006) con respecto a: La Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el tema de desastres, plantean como objetivo proporcionar conocimiento geofísico, técnico y organizativo a los países que no lo tienen, para prevenir los desastres. Se centran en el análisis de los fenómenos naturales potencialmente peligrosos y la tecnología necesaria para preverlos, limitarlos o controlarlos, considerando a las personas afectadas como victimas pasivas de los agentes naturales. (p. 50). Toscana (2006) menciona que: La Organización Mundial de la Salud (OMS) define un desastre como una situación grave que implica amenazas imprevistas, graves e inmediatas para la salud pública. La salud pública es la preocupación de la OMS, independientemente de las causas del desastre, o del contexto en el que sucede, su misión es la atención a la salud pública, y es eso lo que ve, que le interesa y lo que puede hacer en un desastre: atender los problemas de salud, atender a las victimas heridas y prevenir consecuencias negativas en el ámbito de la salud. (p.50). Por su parte, las compañías aseguradoras se basan en modelos probabilísticos para considerar la posibilidad de que suceda un desastre, en términos de costos económicos, de que se dañen o destruyan ciertos bienes, pero siempre con base en probabilidades e indicando con la mayor precisión 20 posible, causas y consecuencias. Recientemente, por ejemplo, se ha estado discutiendo en el ámbito científico si se está calentando la Tierra o no y si ese calentamiento es consecuencias de las actividades humanas o no, en todo caso, lo importante es que a ese supuesto calentamiento se le atribuye la causa del aumento de la cantidad de ciclones de categorías altas (4 y 5 en la escala Saffir-Simpson), movimientos de terremoto, ondas de calor y sequias. Debido a lo anterior, las aseguradoras se han visto en la necesidad de afirmar sus cálculos probabilísticos para actualizar los costos de la póliza. (p. 51). En México, después del impacto del huracán Wilma (2005) la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (Amis), en Instituciones de Ingeniería de la UNAM y la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, están desarrollando un sistema informático para prevenir los daños que puedan causar los huracanes en el futuro, pero sobre todo, para actualizar el precio de las pólizas que se incrementaran debido a los fuertes ciclones que se presentaron en las diversas regiones ciclónicas del mundo durante el 2005. (p. 52). 1.2. FENOMENOS NATURALES QUE PUEDEN PROVOCAR SITUACIONES DE DESASTRE Kuroiwa Julio (2002), los clasifica así: Por su origen, los fenómenos naturales que pueden generar situaciones de desastre, se clasifican en: Geológicos: Sismos, erupciones volcánicas y tsunamis 21 Hidrometereológicos o climáticos: tormentas tropicales, sequias, desertización, inundaciones por desborde y flujos rápidos incluyendo huaicos. Geológicos-climáticos: Fallas del suelo como deslizamientos (que pueden ser causados por vibraciones sísmicas o por humedecimientos), licuación del suelo provocada por sismos intensos, asentamiento o hinchamiento del suelo por presencia de agua. Por la velocidad con que evolucionan, pueden ser de rápido desarrollo, como los terremotos; y de lenta evolución, como las sequías y la desertización, (p. 4). 1.3. PELIGRO, VULNERABILIDAD Y RIESGO Kuroiwa Julio (2002) los define de la siguiente forma: El RIESGO depende de dos factores: EL PELIGRO o AMENAZA natural y la VULNERABILIDAD de las construcciones. EL PELIGRO O AMENAZA es el grado de exposición de un lugar o emplazamiento a los fenómenos naturales dentro de un periodo determinado, independientemente de lo que sobre dicha ubicación se construya. En general, es poco y muy costoso lo que el hombre puede hacer para reducir el peligro. 22 La VULNERABILIDAD, se refiere al grado de daños que pueden sufrir las edificaciones que realiza el hombre y depende de las características de su diseño, la calidad de los materiales y de la técnica de construcción. El RIESGO es, por lo tanto, el resultado de la exposición de la construcción hecha por el hombre, con el grado de vulnerabilidad que le es inherente, frente al peligro al que se verá sometida. Esto es considerado por las compañías de seguros para fijar las primas respectivas, y las compañías reaseguradas para decidir si aceptan o no el reaseguro y a qué costo. Estas definiciones aceptadas por la ONU, se refieren a facilidades o edificaciones individuales de las cuales se pueden estimar las respectivas pérdidas económicas. Por otra parte, el Instituto de Investigaciones de Ingeniería Sísmica de California, EUA considera que es necesario evaluar las consecuencias económicas y sociales del efecto que el fenómeno intenso o extremo puede tener en el medio ambienteconstruido, que incluye el conjunto de facilidades: edificaciones, sistemas de transporte y comunicaciones, de agua y energía del área afectada. De esta manera, la comunidad, después de efectuar un análisis costo-beneficio, podrá decidir qué facilidades reforzar o mejorar a fin de que el nivel de pérdida sea aceptable. (p. 5). 1.4. ANALISIS DEL RIESGO Meli Roberto (2005) lo define así: El desastre es un evento generalmente repentino e imprevisto, que ocasiona daños, pérdidas y paralización temporal de actividades en cierta 23 área y afecta a una parte importante de la población. De acuerdo con el fenómeno que los originan, los desastres pueden clasificarse en dos grandes grupos: los que son provocados por fenómenos naturales y los que se derivan de actividades humanas. Los principales efectos primarios de los desastres son: la pérdida de vidas y lesiones en la población, la perdida de bienes, el daño de bienes, el daño e interrupción de los servicios básicos, los daños en la infraestructura, la desorganización social y física de la comunidad y las alteraciones orgánicas y conductuales de las personas. Los desastres pueden causar pérdidas de tal magnitud que retrasan considerablemente los esfuerzos para mejorar las condiciones de vida de los países en desarrollo, entre otras cosas, a causa de la derivación de recursos originalmente destinados al desarrollo hacia la rehabilitación y la reconstrucción, o bien el pago de endeudamiento externo contraído por el desastre. Además, deben recordarse las consecuencias fiscales asociadas tanto a la necesidad de aumento de impuestos para enfrentar las necesidades emergentes, como a la disminución de recaudación tributaria por la interrupción de actividades económicas o productivas. Los desastres también repercuten en el sector externo asociado tanto a exportaciones reducidas por pérdidas en producción exportable, como por la importancia de equipo y materiales destinados a la reconstrucción y mitigación. (p. 6). Por su parte, el peligro es el grado de amenaza potencial para un lugar o asentamiento humano a los fenómenos desfavorables, medida en cierto periodo. Los peligros pueden clasificarse según su origen en: naturales, tecnológicos y sociales. La complejidad de los fenómenos que dan origen a 24 los peligros y la interrelación entre estos determinan que su identificación y clasificación tenga sus matices y variaciones. La naturaleza de algunos fenómenos influye para que su ocurrencia genere varios peligros; por ejemplo, los huracanes pueden provocar peligro de inundaciones, vientos, oleaje y marea de tormenta. La identificación de un peligro involucra la determinación de una medida de su intensidad o tamaño, de la frecuencia en la que ocurren los eventos y de su área de influencia. La intensidad de un peligro es una medida de su tamaño o de su capacidad para generar daños. La intensidad dependerá de la magnitud del evento y de la distancia del sitio al lugar del origen del evento. Debe diferenciarse intensidad del peligro y la magnitud del evento, esta ultima definida como el tamaño del evento natural que da origen al peligro. En los países de América Latina y el Caribe, los fenómenos más comunes son los huracanes, tormentas tropicales, inundaciones, sequias, sismos, erupciones volcánicas, tsunamis y derrumbes o deslaves de laderas. (p.7). La definición más aceptada de vulnerabilidad física indica que es la propensión de un sistema a sufrir daños debido a su interacción con procesos externos e internos, potencialmente peligrosos. Es una propiedad relativa de los sistemas, esto significa que el grado de vulnerabilidad depende de la amenaza a la que este expuesto el sistema; en este sentido, un sistema puede ser más vulnerable a un fenómeno que a otro. Para efectos prácticos y de evaluación, se supone que la vulnerabilidad es un atributo independiente del peligro, y en el caso de sistemas físicos 25 hechos por el hombre, como las edificaciones de una ciudad, depende de las características de su diseño, de la calidad de los materiales y de la construcción, así como de la degradación o deterioro de los materiales por agentes externos, por antigüedad o por falta de mantenimiento. La vulnerabilidad social es el grado de daños que pueden sufrir, debido a una cierta amenaza, los grupos humanos asentados en un lugar en función de un conjunto de factores socioeconómicos, psicológicos y culturales. Se considera que la vulnerabilidad social frente a peligros naturales es mayor en los estratos más pobres de los países en desarrollo, a causa de que son los que carecen de información y recursos para tomar medidas que protejan su vida y su salud. Dentro de este grupo se considera que más vulnerables aun son los niños, las mujeres y los ancianos. La cuantificación de la vulnerabilidad social representa un reto mucho mayor que la de su contraparte física, principalmente porque los procesos sociales afectan de manera directa o indirecta a la sociedad durante un desastre. La exposición es un concepto que se refiere al tamaño y al costo de los bienes que en una región podrían estar sujetos a las perdidas impuestas por una amenaza. Al igual que en el caso del peligro y la vulnerabilidad, la determinación del valor de la exposición será una tarea más compleja en la medida en que la región a analizar sea más grande y más diversificada. El riesgo es el resultado de la interacción de tres factores: peligro, vulnerabilidad y exposición. Esta interacción determina la generación de daños o pérdidas (económicas, físicas, sociales o ambientales) en ciertos 26 sectores de la sociedad. El riesgo de un sistema se elevará si cualquiera de sus factores aumenta. (p. 8). Un escenario se define como una situación posible en la que un evento de gran intensidad o área de influencia afecta de manera desfavorable a cierta región o asentamiento humano. Un escenario crítico será el que genere las mayores pérdidas en dicha región. Los escenarios críticos se identifican con base en la distribución de los bienes expuestos, la vulnerabilidad y los peligros en la región analizada. Dado que algunos de los factores que determinan el escenario tiene una variación en el tiempo, estacional u horaria, es necesario además establecer el momento más crítico en el que se presentarían las condiciones más desfavorables. En consecuencia, el escenario crítico dependerá no sólo de las características de los eventos naturales y de la infraestructura, sino también del tamaño de la región que se requiera estudiar y del momento en que planteen los escenarios. En este sentido, la hora en la que ocurre un evento puede ser determinante para la generación de daños y pérdidas extraordinarias para el país o región en cuestión. Por otra parte, el evento crítico para el país en su conjunto no es necesariamente el mismo para un municipio perteneciente a dicho país. Se define percepción de riesgo como la actitud de las personas hacia el riesgo que corren. La diferencia entre cómo se percibe el riesgo y su efectiva ocurrencia no es intrascendente especialmente si existe la tendencia 27 de los tomadores de decisiones de basarse en su percepción de riesgo para la generación de políticas y estrategias de gestión de riesgo. Existen diversos factores que determinan la vulnerabilidad y el peligro al que se expone una población: estos factores a veces dependen de la misma gente, y otras no. Las decisiones sobre el riesgo de la población se basan en cómo perciben las personas el riesgo al que están expuestas. Es muy probable que quienes creen que su riesgoes alto tengan un buen nivel de preparación para enfrentarlo. Por el contrario, cuando las personas consideran que su riesgo es bajo, es poco factible que tomen alguna medida de prevención a raíz de que el beneficio aparente de tomar dichas medidas sería muy bajo para ellos y por el contrario, el costo para realizar dichas medidas es percibido como muy alto. (p.9). 1.5. EVALUACION DEL PELIGRO Meli Roberto (2005) encontró lo siguiente: El objetivo principal de un estudio del peligro en un lugar de interés es lograr el conocimiento del fenómeno que lo ocasiona mediante la identificación y medición de su intensidad y zona de alcance o influencia. En América Latina y el Caribe, los eventos que ocasionan las mayores pérdidas son los huracanes, tormentas tropicales, sequias, fenómenos El Niño/La Niña, erupciones volcánicas, sismos, tsunamis, avalanchas de lodo y deslizamientos de tierra. 28 En el siguiente cuadro 1 se recopilan las intensidades que a juicio de varios investigadores son la mejor medida de los peligros que amenazan a la región. (p.11). Cuadro1. Intensidades de peligros PELIGRO INTENSIDAD Inundaciones por lluvias o desbordamiento de ríos Altura de agua Sismo Aceleración máxima del terreno Viento Velocidad del viento Erupciones volcánicas Índice de explosión volcánica Ceniza volcánica Altura de ceniza Sequia Tiempo de sequia Flujos de tierra y lodo Altura o velocidad de lodo Tsunami Atura de agua Marea de tormenta Altura de agua Oleaje Altura de ola Deslizamiento de laderas Volumen deslizado Fuente: CEPAL 1.6. EVALUACION DE LA VULNERABILIDAD Meli Roberto (2005) menciona: La estimación de la vulnerabilidad de un sistema ante un peligro dado depende de las características del fenómeno y es a mi parecer, la que presenta mayor dificultad entre las actividades del análisis de riesgo. El objetivo de una evaluación de vulnerabilidad es encontrar una relación entre las intensidades de los fenómenos y los daños o pérdidas probables de los bienes en un asentamiento o lugar de interés, debido a dicha intensidad. Dado que la vulnerabilidad depende del peligro que se está 29 analizando, deben estimarse tantas vulnerabilidades como peligros haya en una determinada zona. Para el análisis de la vulnerabilidad física de un asentamiento humano o una ciudad, es necesario entender los procesos de daño debidos a fenómenos naturales, en la infraestructura y bienes propios del lugar, para luego identificar y evaluar las características que determinan el grado de vulnerabilidad. La complejidad del fenómeno de daño determinará la complejidad en la estimación de la vulnerabilidad. La complejidad del fenómeno de daño determinará la complejidad en la estimación de la vulnerabilidad. La información necesaria para obtener una idea general de la vulnerabilidad física consta de los siguientes indicadores: 1. Grado de desarrollo y de obediencia de la normativa de construcción 2. Características de las edificaciones y de la infraestructura física: calidad y tipos de construcción, antigüedad y estado de conservación. Esta información puede generarse a partir de datos de catastros, levantamientos o imágenes de satélites. 3. Información sobre tipo y gravedad de daños ocurridos en eventos naturales pasados 4. Modelos matemáticos de vulnerabilidad o fragilidad estructural existentes para el lugar de análisis y para el peligro analizado. Existencia de programas de rehabilitación y mantenimiento de estructuras. (p.17). 30 1.7. EVALUACION DEL RIESGO Meli Roberto (2005) menciona: La evaluación de riesgo es un proceso que consiste en determinar su naturaleza y extensión para obtener una medida de sus consecuencias en la sociedad. Esto puede lograrse desde dos enfoques: el primero consiste en el análisis de la interacción de los factores de riesgo (estudio de las amenazas potenciales o peligros, de la exposición, y de la evaluación de las condiciones de la vulnerabilidad existentes) y el segundo se sustenta en el análisis de registros de eventos pasados. En ambos enfoques es necesario contar con información o estudios previos, ya sea de peligro y vulnerabilidad o con información procesada de eventos pasados. Los resultados obtenidos en el análisis de riesgo permitirán a los tomadores de decisiones establecer políticas y estrategias de mitigación, prevención y respuesta ante un desastre. (p.20). La forma más accesible de medir un riesgo es la de cuantificar sus consecuencias, las cuales pueden ser pérdidas económicas, sociales o ambientales. En la suposición de que los procesos de la naturaleza y generación de daños pueden modelarse como procesos estocásticos, las consecuencias o pérdidas pueden evaluarse en términos de sus probabilidades de ocurrencia, o en su defecto, de los valores esperados y varianzas. Las grandes pérdidas que ocasionan los “mayores” desastres tienen una probabilidad de ocurrencia baja, en consecuencia un periodo de retorno alto. (p.21). 31 1.8. CLASIFICACIÓN DE LOS FENOMENOS HIDROMETEOROLÓGICOS Kuroiwa Julio (2002) explica: Los desastres causados por cambios climáticos adversos pueden clasificarse en: De rápido desarrollo como las inundaciones, vientos de alta velocidad (tormentas tropicales, huracanes) y fenómeno “El Niño”. De lento desarrollo como la sequia, la desertización y la degradación de suelos. Los fenómenos más peligrosos de origen hidrometeorológico son las inundaciones de cursos de agua y las inundaciones causadas por tormentas tropicales y huracanes en las costas, y el fenómeno el Niño, que está ocurriendo con más frecuencia. La intensidad y extensión de dichos fenómenos dependen del sistema climático prevaleciente y de las características geomorfológicas y topográficas del área. (p.247). 1.9. ORIGEN Y CAUSA DE LOS HURACANES Kuroiwa Julio (2002) menciona: Los ciclones tropicales se nutren de las calientes aguas oceánicas, cuya energía proviene del sol, por lo que en el Hemisferio Norte los huracanes son más frecuentes hacia fines del verano septentrional, es decir, a fines de agosto y septiembre. Lo mismo ocurre en el Hemisferio Sur con un desfase de 6 meses en que afectan principalmente Australia, Madagascar y el este de África. 32 En general, las condiciones necesarias para que se desarrollen tormentas tropicales y huracanes, son: temperatura del agua oceánica superior a los 26ºC en lugares alejados más 4º y 5º de la línea Ecuatorial, poca diferencia de velocidad del viento con la altura y pre-existencia de una zona de baja presión donde ocurra convergencia horizontal del viento, que se toman turbulentos cuando el aire se satura de vapor de agua.. El aire caliente y saturado comienza a ascender, lo que provoca aún más la disminución de la presión atmosférica debajo de la columna que induce una convergencia cada vez mayor de vientos en niveles bajos de la atmosfera. Estas nubes llamadas cumulonimbus, se transforman así en transportadores de calor y humedad hacia la parte alta de la atmosfera, hasta que llegan a la estratosfera que, por su estabilidad, restringe su ascenso dispersándolas horizontalmente, convirtiendo al sistema en una inmensa maquina térmica. Si la dispersión es potente en la parte alta, produce sucesión y una mayor reducción de la presión en los niveles bajos de la atmosfera, lo que incrementa la convergencia de vientos. El calor latente que transporta el flujo ascendente vertical, al llegar a la parte alta donde libera su energía al convertir el vapor en agua y hielo, desciende desde la periferia de la nube yse recicla. Toma vapor en la superficie del mar y asciende otra vez, formándose un colosal circuito. Cerca al Ecuador, los cumulonimbus se forman sin que se produzcan importantes reducciones de la presión atmosférica y son desviados por el efecto Coriolis. 33 La mayoría de los huracanes y tormentas tropicales que afectan el Caribe, Centro América, costas del Golfo y del este de los Estados Unidos, se generan en medio del océano Atlántico, entre las latitudes 10º y 25º N hacia el oeste del continente africano. Al inicio, viajan hacia el Oeste, luego giran hacia el Norte, e ingresan al continente, finalmente regresan al océano Atlántico, se inflectan hacia el este donde se disipan, formando amplios arcos. (p.255). En el océano Pacifico los huracanes se generan frente a Centro América y México, como primero la ruta es al N-W y luego al N-E, las tormentas tropicales tienden a afectar severamente la costa oeste mexicana. Hay que distinguir dos tipos de velocidades de un huracán; la del desplazamiento de la masa en su conjunto, cuya posición se fija por el centro del sistema (ojo de la tormenta), que es del orden de unas pocas decenas de kilómetros por hora, y la velocidad de las ráfagas de vientos que giran alrededor del ojo, que pueden sobrepasar los 250 km/h (p.256). FIGURA 1. Circulación en un tornado. 34 1.10. HURACÁN 1.10.1 DEFINICION DE HURACÁN La Comisión Nacional del Agua lo define que: Es un remolino gigantesco que cubre cientos de miles de kilómetros cuadrados y tiene lugar, primordialmente, sobre los espacios oceánicos tropicales. Cuando las condiciones oceánicas y atmosféricas propician que se genere un ciclón tropical, la evolución y desarrollo de éste puede llegar a convertirlo en huracán. El término huracán tiene su origen en el nombre que los indios mayas y caribeños daban al dios de las tormentas. El Centro Nacional de Huracanes lo denomina: Como una violenta tormenta que se presenta en las aguas cálidas de los océanos tropicales y se define como un centro de baja presión (no frontal), donde los vientos giran en contra de las manecillas del reloj en el hemisferio norte, acompañado de bandas nubosas en forma de espiral y de precipitaciones intensas alrededor de un ojo.). El Centro Nacional de Prevención de Desastres los define que: Son las tormentas más violentas que puede experimentar un marino, en aguas de la Antillas se denominan huracanes; al este de la India y en aguas de Japón se conocen con el nombre de tifones, en el Océano Indico (bahía de Bengala), ciclones; cerca de las costas australianas willy-willies y por las Filipinas, baguios. Técnicamente son todos ciclones tropicales, en América es 35 normal referirse a ellos, con los nombres de huracanes (que es la etapa más intensa de un ciclón) o ciclones tropicales. La palabra huracán se deriva de “Huraken”, dios de las tormentas, adorado por los indios ribereños del mar Caribe y aplicado a los vientos tropicales de violencia catastrófica. Esta palabra fue adoptada por los españoles y portugueses, los anglosajones la interpretaron como “hurricane” y los franceses como “orugan”. 1.10.2. LUGAR DONDE APARECEN LOS HURACANES Los Ciclones Tropicales pueden aparecer en cualquier lugar de los océanos tropicales en forma similar y en las mismas estaciones del año. Hay siete regiones principales de formación de ciclones tropicales. Son el Océano Atlántico, las zonas oriental, sur y occidental del Océano Pacífico, así como el sudoeste, norte y sureste del Océano Índico. A nivel mundial, cada año se forma una media de 80 ciclones tropicales. 36 ZONAS Y PRONOSTICADORES Región Centros Meteorológicos Regionales Especializados Atlántico Norte Centro Nacional de Huracanes (NHC) Pacífico Noreste Centro Nacional de Huracanes y Centro de Huracanes del Pacífico Central Pacífico Nordeste Agencia Meteorológica de Japón Índico Norte Departamento Meteorológico Indio Pacífico Suroeste Servicio Meteorológico de Fiji , Servicio Meteorológico de Nueva Zelanda , Servicio Nacional del Tiempo de Papua Nueva Guinea & Oficina de Meteorología Índico Sureste Oficina de Meteorología Índico Suroeste Méteo France Donde no existen registros que se hayan desarrollado verdaderos Ciclones Tropicales con la categoría de huracán en las aguas tropicales, es en el Océano Atlántico Sur y en el Sur del Océano Pacífico, al Este de 140° de 37 longitud Oeste. Esto puede deberse a que la Zona de Convergencia Intertropical se mueve a sólo 2 o 3 grados al Sur del Ecuador durante el verano del hemisferio Sur y además a que estos océanos tienen temperaturas de la superficie del mar relativamente más frías. Los Ciclones Tropicales se desarrollan en la porción Sur del Océano Atlántico Norte, incluyendo el Golfo de México y el Mar Caribe, de junio a octubre y menos frecuentemente en mayo y noviembre y aún más raramente en diciembre, cuando los ciclones se forman fuera de temporada se les conoce como Ciclones Tropicales extemporáneos. Un promedio de 9 Ciclones Tropicales se desarrollan anualmente en aguas del Atlántico tropical, incluyendo el Golfo de México y el Mar Caribe, y un promedio de 6 en el extremo oriental del Pacífico Norte, (cercanos a la costa centroamericana y de México, que son las zonas de interés para Nicaragua), aunque menos de la mitad adquieren la categoría de Huracán. Es en la porción Sudoeste del Pacífico Norte, donde más Ciclones Tropicales (tifones) ocurren en el mundo. 1.10.3. ESCALA SAFFIR-SIMPSON LA MEDIDA DE LOS CICLONES El ingeniero Herber Saffir y el director del Centro Nacional del Huracanes de EEUU, Robert Simpson, desarrollaron a principios de 1970 una escala que registra los daños potenciales que puede causar un huracán (o ciclón). En 1969, la ONU pidió a Saffir y a Simpson un análisis de los daños causados por los huracanes en las viviendas de construcción barata. Con ese encargo, los dos expertos desarrollaron la escala que lleva sus apellidos que tiene en cuenta la presión mínima, los vientos y la marea de tormenta generada. 38 La escala indica los daños potenciales que puede causar un huracán según sus vientos máximos sostenidos y su presión atmosférica. La escala está dividida en cinco categorías: Categoría 1 Vientos sostenidos de 119 a 153 kilómetros por hora (de 74 a 95 millas por hora). Presión barométrica mínima, igual o superior a 980 milibares. Daños mínimos: principalmente a árboles, vegetación y casas móviles o remolques que no estén bien sujetos. Destrucción parcial o total de tendido eléctrico o letreros pobremente instalados. Marejadas de 1,32 a 1,65 metros sobre lo normal. Daños menores a los muelles y atraques. Categoría 2 Vientos de 154 a 177 kilómetros por hora (de 96 a 110 millas por hora). Presión barométrica de 965 a 979 milibares. Daños considerables a árboles y vegetación. Grandes daños a casas móviles, anuncios y tendido eléctrico expuesto. Destrucción parcial de tejados, puertas y ventanas. Pocos daños a estructuras y edificios. Marejadas de 1,98 a 2,64 metros sobre lo normal. 39 Carreteras y caminos inundados cerca de las costas. Daños considerables a muelles y embarcaderos: Las marinas sufren inundaciones y las embarcaciones menores rompen amarras en áreas abiertas. Evacuación de residentes de terrenos bajos en áreas costeras. Categoría 3 Vientos de 178 a 209 kilómetros por hora (de 111 a 130 millas por hora). Presión barométrica mínima de 945 a 964 milibares. Daños amplios: Grandes árboles derribados y anuncios y letreros que no están sólidamente instalados son arrastrados por el viento. Daños a los tejados de edificios y también a puertas y ventanas,así como a las estructuras de los edificios pequeños. Casas móviles y caravanas destruidas.Marejadas de 2,97 a 3,96 metros sobre lo normal e inundaciones en extensas áreas de zonas costeras, con amplia destrucción de edificaciones que se encuentren cerca del litoral. Las grandes estructuras cerca de las costas son seriamente dañadas por el embate de las olas y los escombros flotantes. Los terrenos llanos de 1,65 metros o menos sobre el nivel del mar se inundan hasta más de 13 kilómetros tierra adentro. Evacuación de todos los residentes a lo largo de las zonas costeras. 40 Categoría 4 Vientos de 210 a 249 kilómetros por hora (de 131 a 155 millas por hora). Presión barométrica mínima, de 920 a 944 milibares. Daños extremos: Árboles y arbustos son arrasados por el viento y los anuncios y letreros son arrancados o destruidos. Amplios daños en techos, puertas y ventanas. Hundimiento total de techos en viviendas pequeñas. La mayoría de las casas móviles son destruidas o seriamente dañadas. Marejadas de 4,29 a 5,94 metros sobre lo normal. Los terrenos llanos de 3,30 metros o menos sobre el nivel del mar se ven inundados hasta 10 kilómetros tierra adentro. Evacuación masiva de todos los residentes en un área de unos 500 metros de la costa y también en terrenos bajos, hasta tres kilómetros tierra adentro. Categoría 5 Vientos de más de 250 kilómetros por hora (155 millas por hora). Presión barométrica mínima por debajo de 920 milibares. Daños catastróficos: Árboles y arbustos son totalmente arrasados y arrancados de raíz por el viento. Daños de gran consideración en los techos de los edificios. Los anuncios y letreros son arrancados y arrastrados por el viento. 41 Hundimiento total de techos y paredes de residencias pequeñas. La mayoría de las casas móviles son destruidas o seriamente dañadas. Marejadas de 4,29 a 5,94 metros por encima de lo normal. 1.10.4. NOMBRE DE LOS HURACANES Los meteorólogos empezaron a nombrar los huracanes y tormentas tropicales para permitir facilidad de comunicación entre ellos y el público en general en áreas relacionadas con las previsiones, avisos y peligros. Al darle nombre a los huracanes, hay una reducción en la confusión sobre qué tormenta es la que se está describiendo. Los nombres permiten una mejor identificación entre los servicios meteorológicos y los usuarios que reciben la información (informes de alerta, información en general), ya que particularizan el fenómeno y de esa manera se conoce a cuál fenómeno se refieren los boletines de alerta. 1.10.5. DESARROLLO SOBRE LA IDEA DE NOMBRAR A LOS HURACANES Por siglos, muchos huracanes en las Antillas eran nombrados por el santo del día en que afectaba el huracán. Por ejemplo, el "Huracán de Santa Ana", que azotó Puerto Rico con excepcional violencia el 26 de Julio de 1825, y "San Felipe" (el primero) y "San Felipe" (el segundo) que afectaron Puerto Rico ambos en Septiembre 13, el primero en 1876 y el segundo en 1928. Igualmente, el "Huracán de San Zenón", que destruyó la ciudad de Santo Domingo (República Dominicana), el día 3 de Septiembre de 1930. 42 El primer meteorólogo que utilizó un nombre propio (de mujer) para referirse a un huracán fue el australiano Clement Wragge a finales del siglo 19 y principios del 20. Un ejemplo temprano del uso de nombre de mujer para una tormenta fue el de la novela "Tormenta" de George R. Stewart, que luego Walt Disney llevó al cine. Durante la segunda guerra mundial (1939-1945), esta práctica se hizo común, especialmente por los meteorólogos de la Fuerza Aérea y de la Armada de los Estados Unidos de América, quienes tenían que seguir los movimientos por el gran espacio del Océano Pacífico. En 1953, los Estados Unidos abandonaron, por confuso, el plan de nombrar las tormentas usando un alfabeto fonético (Able, Baker, Charlie) cuando se introdujo un nuevo alfabeto fonético internacional. En ese año (1953), la Oficina el Tiempo de Estados Unidos de América los llamó únicamente con nombres de mujeres. La práctica de usar únicamente nombres de mujeres terminó en 1978 cuando se incluyó nombres de mujeres y de hombres en las listas de tormentas para el Pacífico Norte Oriental. En 1979 la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Servicio Meteorológico de Estados Unidos (National Weather Service) incorporaron nombres alternos de hombres y mujeres. A continuación se muestra en cuadro 2 los nombres de los huracanes de los años 2006, 2007 y 2008. 43 Cuadro 2 2006 2007 2008 Alberto Andrea Arthur Beryl Barry Bertha Chris Chantal Cristobal Debby Dean Dolly Ernesto Erin Edouard Florence Felix Fay Gordon Gabrielle Gustav Helene Humberto Hanna Isaac Ingrid Ike Joyce Jerry Josephine Kirk Karen Kyle Leslie Lorenzo Laura Nadine Noel Marco Oscar Olga Nana Patty Pablo Omar Rafael Rebekah Paloma Sandy Sebastien Rene Tony Tanya Sally Valerie Van Teddy William Wendy Vicky 44 La experiencia ha demostrado que el uso de nombres de hombres y mujeres en la comunicación escrita y hablada es más corto, más rápido y causa menos errores que cualquier otra identificación de huracanes usada hasta la fecha. Cada año, se prepara una lista potencial de nombres para la venidera temporada de huracanes. La lista contiene un nombre por cada letra del alfabeto (las letras Q, U, X, Y, Z no se incluyen debido a que pocos nombres empiezan con esas letras). Estas listas son recicladas cada seis años y se reemplazan los nombres cuando el nombre de un huracán ha sido retirado. Los nombres de huracanes muy destructivos se retiran, quedando en los registros históricos, y son sustituidos por otros que inician con la misma letra. A continuación se muestra en el cuadro 3 los nombres para los años 2009 - 2011 en la Cuenca del Atlántico (Golfo de México, Mar Caribe, Océano Atlántico) son: 45 Cuadro 3 2009 2010 2011 Ana Alex Arlene Bill Bonnie Bret Claudette Colin Cindy Danny Danielle Don Erika Earl Emily Fred Fiona Franklin Grace Gaston Gert Henri Hermine Harvey Ida Igor Irene Joaquin Julia Jose Kate Karl Katia Larry Lisa Lee Miny Matthew Maria Nicholas Nicole Nate Odette Otto Philippe Peter Paula Rina Rose Richard Sean Sam Shary Tammy Teresa Tomas Vince Victor Virginie Whitney Wanda Walter Ophelia 46 1.10.6. ESTRUCTURA DE UN HURACÁN Contrario a lo que pueda aparentar en los mapas climáticos, un huracán es más que un punto en un mapa, y su curso es más que una línea. Es un sistema grande que puede afectar una amplia zona, requiriendo que se tomen precauciones aún lejos de donde se predice que afectará. Las partes principales de un huracán son las bandas nubosas en forma de espiral alrededor de su centro. El ojo es un sector de bastante calma, poca nubosidad y, aproximadamente de 30 a 65 Km de diámetro. La pared del ojo está compuesta de nubes densas; en esta región se localizan los vientos más intensos del huracán. Las bandas en forma de espiral con fuerte actividad lluviosa convergen hacia el centro del huracán de manera antihoraria. En los niveles altos de la atmósfera, el viento circula en forma horaria (anticiclónico), contrario a como lo hace en los niveles bajos. El aire desciende en el centro del huracán dando lugar al ojo del mismo. En la densa pared de nubes que rodea el ojo se localizanlos vientos más fuertes del huracán. En los niveles bajos se da la confluencia de viento que rota antihorariamente (ciclónico) y, por el contrario, en los niveles altos, en donde se da la salida del sistema, los vientos circulan horariamente (anticiclónico). En el gráfico superior, se observan las bandas de lluvia y una corriente de aire descendente en el centro del sistema, lugar en donde se forma el ojo del huracán. 47 Cambios en la estructura del ojo y de la pared del ojo pueden causar cambios en la velocidad del viento del huracán. El ojo puede cambiar de tamaño a medida que el huracán recorre las aguas oceánicas. Las bandas de lluvia exteriores al huracán a menudo tienen vientos con fuerza de huracán o tormenta, pueden extenderse algunos cientos de kilómetros del centro y tienen un ancho de algunos kilómetros hasta 145 kilómetros y varían entre 80 y 480 kilómetros de largo. El tamaño típico (diámetro) de un huracán es de 480 kilómetros de ancho, aunque este valor puede variar considerablemente. El tamaño NO es un indicador, necesariamente, de la intensidad del huracán. La fuerza de los vientos huracanados puede extenderse hacia afuera de su centro alrededor de 40 kilómetros, si es un huracán pequeño, y más de 240 kilómetros si es grande, alcanzando, en ciertas ocasiones, hasta 500 kilómetros. El huracán puede cambiar rápidamente de forma, tamaño, intensidad, velocidad de traslación y dirección de desplazamiento. La velocidad y la trayectoria de un huracán dependen de complejas interacciones entre éste la atmósfera y el mar: típicamente un huracán se desplaza a una velocidad de 24 a 32 kilómetros por hora. Como regla general el lado derecho del huracán (relativo a la dirección de su desplazamiento) es la parte más peligrosa del mismo debido a que a su velocidad se le suma la velocidad de la corriente de viento en el cual éste está embebido. El incremento de la velocidad del viento en el lado derecho del sistema aumenta la 48 marejada generada. Además, los tornados son más frecuentes en esta parte del sistema. 1.10.7. EFECTOS ASOCIADOS CON EL HURACÁN Los riesgos asociados con los ciclones tropicales, especialmente con los huracanes son: marejada, vientos fuertes, intensas precipitaciones, deslizamientos e inundaciones. La intensidad de un huracán es un indicador que generalmente refleja el potencial destructor del mismo. A) MAREJADA La marejada es un domo de agua de 80 a 160 kilómetros de ancho, que choca con la costa debido a que es impulsada por la fuerza de los vientos generados por la tormenta. La marejada combinada con la marea crea lo que se llama la marea de tormenta. Ésta puede incrementar el nivel normal del agua en 4.5 metros o más. El aumento del nivel del agua puede causar inundaciones severas en las áreas costeras, particularmente cuando coincide con la marea. El nivel de la marejada en un área en particular está relacionado, en principio, con la intensidad del huracán y la pendiente de la placa continental. Los efectos de la marejada en las costas dependen de la forma de la placa continental. Si la costa es muy plana y extendida los efectos suelen ser 49 devastadores, por el contrario, si la placa continental es alta la marejada encuentra la resistencia suficiente como para no afectar severamente la parte costera, tierra adentro. En las zonas costeras la marejada es la principal amenaza asociada con un huracán, la cual, históricamente, ha causado la muerte de 9 de cada 10 personas; este efecto es particularmente importante en países en donde los huracanes provocan efectos directos, es decir lugares que son sobrepasados por el huracán, tales como Estados Unidos, Filipinas, India, Bangladesh, Nicaragua, Honduras, Cuba. La marejada afecta severamente las embarcaciones y además, deposita grandes cantidades de sal en las áreas tierra adentro, alterando la salinidad normal de las zonas. B) VIENTOS FUERTES Los vientos asociados con un huracán suelen causar efectos devastadores en grandes zonas, especialmente en aquellas en las que el fenómeno afecta directamente. Un huracán categoría 1 tiene vientos de 119 km/h y, el huracán categoría cinco iguala o sobrepasa los 250 km/h. C) FUERTES LLUVIAS Un huracán genera, en promedio, entre 150 y 300 mm de lluvia o más, la cual causa severas inundaciones, deslizamientos y derrumbes. Las lluvias más fuertes se relacionan, generalmente, con las tormentas tropicales o huracanes que se desplazan más lentamente (menos de 16 kilómetros por hora). 50 Grandes cantidades de lluvia pueden ocurrir hasta 160 kilómetros sobre tierra adentro donde las inundaciones repentinas y los deslizamientos son típicamente las mayores amenazas. 1.10.8. CONSECUENCIAS DE UN HURACAN A pesar de la innumerable tecnología que el ser humano ha sido capaz de desarrollar a lo largo de su historia, sigue siendo completamente vulnerable a los desastres naturales, ya que, debido a su magnitud, cada vez que ocurren, se pierden gran cantidad de recursos tanto humanos como económicos y materiales que en ocasiones pueden ser totalmente irrecuperables para los países afectados. A) PÉRDIDAS HUMANAS En cuanto a las pérdidas humanas, los recuentos de los daños arrojan cifras muy grandes de muertos, heridos y desaparecidos, no tan solo durante el desastre natural, sino también después de que éste ocurre debido a que los brotes de enfermedades incrementan y la comida y el agua, principalmente ésta última, escasean. Entre más tiempo se tarde una comunidad o un país en recuperarse, más expuesto se ve a que esto ocurra, debido a que muchas familias se quedan sin empleo y por lo tanto sin comida, además de que otras en ocasiones pierden todas sus posesiones materiales y los lugares en los que antes vivían, después de que ocurrió el desastre, ya no existen o están completamente destruidos y por último la inseguridad va en aumento y las provisiones donadas en decremento. 51 Por ejemplo, sobre lo ocurrido recientemente en el Sureste del país, una de las cifras que se reporto días después de que el huracán Stan azotara a la zona fue de un millón 954 mil personas afectadas, entre los que se encontraban 15 muertos, miles de damnificados, y mil 233 refugios temporales. Por otro lado, un caso muy particular fue el 19 de Septiembre de 1985 en el que un sismo sacude a la ciudad de México y afectó principalmente el centro histórico de la Ciudad de México donde cobró la mayor cantidad de víctimas. Sin embargo, el sismo dejó muerte en zonas lejanas a la capital, tales como Ciudad Guzmán en Jalisco y el puerto de Lázaro Cárdenas en Michoacán. Al principio no se tenían datos oficiales porque los centros de información habían sido afectados también, y tardaron varias horas en retomar las transmisiones. Aún sin saber la cifra exacta de muertos, se estima en listas oficiales que 10,000 personas murieron, y otras 5,000 se reportaron como desaparecidas. Padres de niños y jóvenes murieron en el sismo, personas que fueron rescatadas de entre los escombros, los bebés que nacieron ese día y pasaron hasta más de una semana sepultados entre toneladas de hierro retorcido. Cabe mencionar que no sólo el continente Americano ha sufrido, el tsunami de Indonesia (26 de Diciembre del 2004), Sri Lanka, y Tailandia dejó un saldo de 27,000 muertos en Indonesia, 18,000 en Sri Lanka, 4,300 en la India, 1,400 en Tailandia, 100 en Somalia, 52 en las Islas Maldivas, 44 en Malasia, 30 en Myanmar, 10 en Tanzania, 3 en Las Seychelles, 2 en Bangla Desh y 1 en Kenia. Esto equivale aproximadamente a 40,941 más personas de las que fallecieron en 52 el terremoto de México en 1985 y el país más afectado fue Indonesia con un saldo de 27,000 pérdidas humanas. Otro de los grandes desastres fue la triple catástrofe del 21 y 22 de mayo de 1960 se conformópor 2 terremotos y un maremoto que asolaron trece de las entonces 25 provincias de Chile. En pocos minutos se perdieron centenares de vidas y fue arrasada la infraestructura chilena, parte del territorio se hundió en el mar, islas y otras fueron borradas por el tsunami. Y aunque el terremoto fue percibido en todo el cono de América del Sur, el saldo de muertos no fue tan drástico como el de la ciudad de México en 1985. Si tomamos la frase "Las áreas más vulnerables son los centros urbanos, cuyo crecimiento acelerado obliga a cambios rápidos en las estructuras sociales y económicas", podemos inferir que un desastre natural pone al descubierto la vulnerabilidad de las naciones y de las personas debido a que nosotros como sociedad crecemos de una manera descontrolada, sin prevenir lo que pueda pasar, ya que si nosotros fuéramos lo suficientemente resistentes a las consecuencias, en vez de llamarlos desastres naturales, tan sólo serían fenómenos naturales. B) PÉRDIDAS DE RECURSOS NATURALES Y ECONÓMICOS. Sabemos que los desastres naturales además de causar grandes pérdidas humanas, también provocan pérdidas materiales y económicas. Tan sólo en el año 2003 las pérdidas alcanzaron los 55 mil millones de dólares a nivel mundial. 53 El problema no es la pérdida de dinero en sí, sino la desproporción en la que los países se ven afectados respecto a su producto interno bruto, ya que los países en desarrollo sufren más las bajas que los países ricos. Esto hace vulnerables a las entidades en vías de desarrollo, exponiéndolos a la creciente pobreza. Lo que nos hace ver esto es que las condiciones de vida antes de que ocurra un desastre natural, son en gran medida factores relevantes para determinar cuál es la pérdida en los bienes que la sociedad tiene, por ejemplo, si tomamos el caso de una ciudad que no cuenta con la infraestructura necesaria para soportar la venida de un huracán y la comparamos con otra ciudad que en cambio, desde antes de que el huracán llegué, su infraestructura es resistente, a pesar de que el huracán tenga la misma intensidad, los daños ocasionados en la primera ciudad serán mayores que en la segunda ciudad, por lo que al gobierno le costará más recursos económicos reparar la primera que la segunda y las pérdidas materiales serán más grandes. Pero no tan sólo en las pérdidas de las casas, de los muebles y de los demás bienes que poseen las personas se ven afectadas las economías, sino que también en la pérdida de recursos como lo son la madera, el petróleo, las hortalizas destruidas, los animales muertos, las industrias destruidas, y de los recursos que se ve forzado el Estado a aportar para que vialidades y servicios, entre otros, lleguen a ser como lo eran antes. Además durante el tiempo en que se tarda la sociedad en reconstruirse por completo, no se generan los mismos recursos que se generaban y en el caso de las zonas turísticas que se ven afectadas por los desastres naturales, mientras 54 que se reconstruyen, pierden turistas tanto nacionales y extranjeros y gastan en sacar a los que no pudieron salir antes de que el desastre viniera. Por último concluimos que por las razones mencionadas anteriormente, es importante que se cuente con un fondo de reserva para los desastres naturales, para que se puedan recuperar de manera más rápida todos los países, pero lo más importante es que se controle la contaminación para así evitar el calentamiento global, y con esto, que los desastres naturales sean menos frecuentes. Otra acción importante a tomar es mejorar la infraestructura de las ciudades, en especial, de las que están más expuestas, para poder así soportar en mayor medida y que la pérdida en los recursos económicos y materiales sea menor cuando se avecine un desastre natural. 55 CAPITULO 2. EFECTOS ECONOMICOS Y SOCIALES El poder destructivo de las tormentas tropicales se incrementó en un 50 por ciento durante el período 1955-2005. Lo anterior quedó demostrado durante el 2005, un año que marcó récord en cuanto al número de tormentas y huracanes registrados, con 26 tormentas y 13 huracanes, de los cuales 3 alcanzaron la categoría 5 (Katrina, Rita, y Wilma) en la escala Saffir-Simpson. De acuerdo al Centro Nacional de Huracanes de Florida, el huracán Wilma fue la tormenta más grande y severa que se tenga registrada en la historia del Atlántico. El 21 de octubre de 2005, por más de 50 horas, el huracán Wilma azotó al norte de Quintana Roo, causando así severos daños a Isla Mujeres, Playa del Carmen, Puerto Morelos, Cozumel y desde luego, Cancún. Wilma alcanzó tierra en más de una ocasión, provocando sus efectos más destructivos en la península de Yucatán, Cuba y en la parte sur de la península estadounidense de la Florida. El huracán entró a tierra por la isla de Cozumel, donde impactó convertido en un imponente fenómeno meteorológico con vientos superiores a 200 kilómetros por hora y rachas de más de 280 kilómetros. Durante más de 50 horas, Wilma afectó el norte de Quintana Roo, provocando daños graves a 76 localidades turísticas pertenecientes a Isla Mujeres, Playa del Carmen, Puerto Morelos, Cozumel y 56 Cancún. La región afectada cuenta con el 75% de la población total del Estado y el 98% de la infraestructura hotelera. Ante la gravedad del fenómeno, las autoridades locales tuvieron que evacuar previamente la zona hotelera de Cancún y la Riviera Maya donde se encontraban aproximadamente 75 mil turistas, de los cuales pudieron ser evacuados 35 mil, mientras que el resto encontró refugio en los albergues designados para ellos. Finalmente, debido a la intervención oportuna de las autoridades de todos los niveles y al esfuerzo conjunto de los empresarios y la comunidad durante la situación post-Wilma, el crecimiento económico estatal y nacional no se vio afectado de la manera en que se pensó en un inicio, y el PIB nacional cerró en 2005 con un crecimiento del 3 por ciento. 57 58 Debido a la trayectoria de Emily fue necesario el establecimiento de varias zonas de alerta en 180 municipios, correspondientes a cinco estados. La primera fue el día 17 de julio, debido al impacto inminente sobre el territorio mexicano, desde Felipe Carrillo Puerto hasta Cancún, Quintana Roo; conforme se desplazaba el meteoro, las alertas fueron modificándose, por lo que más tarde se extendió hasta Celestún en Yucatán, incluyendo a los 102 municipios de este estado y a ocho de Quintana Roo. Una vez internado en el Golfo de México, las alertas cambiaron y ahora eran los estados de Veracruz, Tamaulipas y Nuevo León, con 11, 24 y 31 municipios respectivamente, los cuales estuvieron atentos al paso del ciclón La zona de máximos vientos de Emily se situó entre las comunidades de Tulum y Playa del Carmen donde se registraron vientos mayores de 200 km/h. En los dos primeros estados impactados por el huracán, Quintana Roo y Yucatán, el fenómeno se manifestó en intensos vientos y lluvias que se comportaron dentro de los parámetros normales para la época del año. En cambio en los otros dos estados, Tamaulipas y Nuevo León, el paso del meteoro por el golfo de México significó, además de los vientos huracanados la irrupción de lluvias torrenciales. 2.1. EFECTOS EN LA INDUSTRIA TURISTICA Rodolfo Elizondo, secretario de Turismo, indicó que se estima que Cancún aporta el 38 por ciento del turismo internacional que llega al país, y que el 33 por ciento de las divisas que ingresan al país proviene de esta zona turística y de la Riviera Maya. El sector turístico de Cancún y las zonas aledañas han dejado de captar 15 millones de dólares diarios a raíz del huracán Wilma, que obligó a suspender todos los servicios. 59 Para darse una idea de lo que representa en ingresos económicos
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