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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO ____________________________________________ FACULTAD DE MEDICINA DIVISION DE ESTUDIOS DE POSTGRADO SECRETARIA DE SALUD HOSPITAL JUAREZ DE MEXICO DIVISIÓN DE GINECOLOGIA Y OBSTETRICIA “MANEJO DE LA ENFERMEDAD PÉLVICA INFLAMATORIA EN SERVICIO DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA DEL HJM” TESIS DE POSTGRADO PARA OBTENER EL TITULO DE: E S P E C I A L I S T A E N GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA P R E S E N T A : DRA. CLAUDIA SUSANA LUCIANO BAROCIO MEXICO, D. F. 2006 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. AUTORIZACIÓN DR. ALEJANDRO TREVIÑO BECERRA DIRECTOR DE INVESTIGACIÓN Y ENSEÑANZA HOSPITAL JUÁREZ DE MÉXICO DR. LUIS DELGADO REYES JEFE DE LA DIVISION DE ENSEÑANZA HOSPITAL JUAREZ DE MÉXICO DR. ROBERTO JOSE RISCO CORTES PROFESOR TITULAR DEL CURSO UNIVERSITARIO DE ESPECIALIZACION EN GINECOLOGIA Y OBSTETRICIA HOSPITAL JUAREZ DE MÉXICO DR. MARCOS HERNANDEZ FIERRO MEDICO ADSCRITO AL SERVICIO DE GINECOLOGIA Y OBSTETRICIA HOSPITAL JUAREZ DE MEXICO DIRECTOR DE TESIS DR. VICTOR HUGO PULIDO OLIVARES MEDICO ADSCRITO AL SERVICIO DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA HOSPITAL JUAREZ DE MÉXICO REVISOR DE TESIS NUMERO DE REGISTRO DE PROTOCOLO: HJM-1068/05.03.03 A mi hijo, Porque a través de él Confirme que existe Dios. INDICE MARCO TEORICO. …………………………..…………………………….01 • DEFINICION (ENFERMEDAD PELVICA INFLAMATORIA)…………………01 • EPIDEMIOLOGIA………………………………………………………………...01 • FACTORES DE RIESGO...………………………………………………………..01 • FISIOPATOLOGÍA..............………………………………………………………04 • ETIOLOGÍA....................…………………………….……………………………05 • DIAGNOSTICO…………………………………………………………………...07 A. Diagnostico clínico…………………………………………………………07 B. Estudios de laboratorio……………………………………………………..08 C. Radiologia e imagen……...………………………………………………...09 D. .Estudio histopatológico………….………………………………………...09 E. Laparoscopia……………………………………………………………….10 F. Diagnostico diferencial……….……………………………………………11 • TRATAMIENTO…………………………………………………………………..11 • COMPLICACIONES A LARGO PLAZO………………………………………...13 • COMPLICACIONES AGUDAS…………………………………………………..13 A. SX FITZ HUG CURTIS………………………………………………13 B. ABSCESO TUBO OVARICO………………………………………..14 RESUMEN......................................................................................................................23 INTRODUCCION..........................................................................................................24 • OBJETIVO GENERAL......................................................................................24 • OBJETIVOS ESPECIFICOS..............................................................................25 MATERIAL Y METODOS…………..…………………………………………….….25 RESULTADOS………………………..……………………………………………….27 DISCUSION…………………………..………………………………………….……33 CONCLUSION………………………..……………………………………………….36 BIBLIOGRAFIA……………………..…………………………………………..……37 MARCO TEORICO ENFERMEDAD PELVICA INFLAMATORIA DEFINICION La enfermedad pélvica inflamatoria (EPI) es un padecimiento del tracto genital superior femenino que incluye una combinación de entidades entre las que se encuentran endometritis, parametritis, salpíngitis, ooforitis, peritonitis, peri hepatitis, y absceso tubo- ovárico no relacionados con el embarazo o cirugías pélvicas.1, 2, 4, 5,6,7 EPIDEMIOLOGIA La incidencia de la enfermedad no se ha determinado con exactitud, ya que no se reportan todos los casos, además de que en algunas pacientes la enfermedad se presenta de forma subclínica. El Centers for Disease Control and Prevention (CDC) hacia la década de los ochentas estimo 2.5 millones de mujeres con enfermedad inflamatoria pélvica al año, cifra que disminuyó en la década pasada a 1 millón de casos anuales, esto probablemente debido a un tamizaje intenso nacional en busca de enfermedades de transmisión sexual otorgándose tratamiento oportuno a las pacientes. 1, 2, 3, 4, 7 Aproximadamente 10 al 17% de las mujeres con Neisseria gonorrhoeae y del 10 al 30% con Chlamydia trachomatis endocervical desarrollan enfermedad pélvica inflamatoria. La importancia de estos microorganismos es que son los responsables de EPI subclínicas o asintomáticas. En las pacientes que se realizó cultivos en las primeras 24 horas después de iniciados los síntomas se encontró a Neisseria gonorrhoeae como el principal agente etiológico de EPI, posteriormente solo se encontraron cocos anaerobios.2.3 FACTORES DE RIESGO Los factores de riesgo son las variables que afectan directamente el riesgo de progresión o transmisión de una enfermedad 12. Diversos factores demográficos, conductuales y el uso de anticonceptivos se han identificado como factores de riesgo para presentar enfermedad pélvica inflamatoria. 3. Dentro de los factores de riesgo encontramos los que han sido estudiados y aceptados que predisponen a presentar EPI y son: edad joven, múltiples parejas sexuales, historia previa de EPI, infecciones de transmisión sexual por ejemplo N gonorrhoeae, así como C trachomatis, y la falta de utilización de anticonceptivos de barrera. También se han propuesto otros factores de riesgo que no han sido claramente asociados como es el bajo nivel socioeconómico, la raza, mujeres solteras, residencia en medios urbano, coito durante la menstruación, el uso de dispositivo intrauterino, las duchas vaginales, el tabaquismo y el abuso de sustancias tóxicas. 3, 4,5,6. Los autores refieren que la edad joven se ha encontrado asociada firmemente a la presentación de EPI ya que el 75% de las mujeres con EPI son menores de 25 años, además de que en esta edad se mantiene conductas riesgosas como son las múltiples parejas sexuales y la falta de utilización de métodos anticonceptivos de barrera. 9 Sin embargo, las mujeres entre 15 y 19 años presentan menos secuelas que las mujeres mayores con EPI. 10. Por otro lado ya se había mencionado que la presencia de infecciones cervicales de transmisión sexual puede favorecer en un 20 al 30% el desarrollo de EPI. En el caso de la vaginosis bacteriana se encontró en un estudio reciente que no existe una asociación entre esta y el riesgo de desarrollar EPI, con un nivel de la evidencia de II-2. 14. Con relaciónal uso de los anticonceptivos estos juegan un papel importante ya que la falta de utilización de los mismos aumenta el riesgo de presentar EPI; los preservativos diafragmas y las preparaciones espermicidas son efectivos como obstrucción mecánica y barrera química. El Nonoxinol 9 es un material que se utiliza en los espermicidas y tiene un papel bactericida y viricida. Se ha demostrado en los laboratorios que esta sustancia ataca de forma eficiente a microorganismos como la C trachomatis y a N gonorrhoeae, así como especies de Mycoplasma, Trichomona vaginalis, Treponema pallidum, virus del herpes simple y al virus de la inmunodeficiencia humana. 5. Otros autores han estudiado el papel de la píldora anticonceptiva la cual ha demostrado un papel protector para el desarrollo de la enfermedad. Se han propuesto solo teorías respecto a lo anterior suponiendo que el efecto de la progesterona del anticonceptivo produce que el moco cervical sea mas espeso, además, de disminuir la cantidad y el número de días del sangrado menstrual y disminuyendo la receptividad del endometrio bajo acción del progestágeno. Otros autores refieren que el papel protector de la píldora anticonceptiva es la asociación entre el uso de esta y la disminución de conductas riesgosas para las mujeres. 3. Se ha propuesto como factor de riesgo con asociación débil para EPI a las mujeres con vida sexual activa y que se encuentran solteras, pero en algunos estudios se ha encontrado que la mayoría de las pacientes que se presentan la enfermedad son casadas, por otro lado ellos sugieren que esto esta mas bien relacionado al no convivir con una pareja estable, así como el tener mas de 2 parejas sexuales, y al cambio constante de las mismas. 9 El vivir en zonas urbanas se ha considerado también ya que consideran que es donde se concentra la mayor cantidad de población y en consecuencia un mayor numero de personas con infecciones de transmisión sexual. 2. El coito durante la menstruación ha sido otro de los factores comúnmente mencionados ya que diversos estudios han demostrado que la mujer adulta es más susceptible de infecciones de transmisión sexual durante la menstruación. Esto como ya lo comentamos anteriormente debido a la perdida de moco cervical durante este periodo así como a la menstruación retrógrada, contractilidad del miometrio y la presencia del sangrado menstrual por si mismo sirve como un excelente medio de cultivo. 2 El uso del dispositivo intrauterino ha sido controversial ya que algunos estudios refieren que ser portadora aumenta de 2 a 5 veces el riesgo de desarrollar EPI.4, 12, Sin embargo, se llevo a cabo un estudio por la OMS en 1992 en el cual se concluye que el riesgo de EPI asociado al dispositivo intrauterino ocurre principalmente durante las primeras tres semanas de inserción disminuyendo de manera dramática después de las 4 semanas 9,12,13. Lo anterior soporta la hipótesis de que durante la introducción del dispositivo intrauterino también se arrastran microorganismos cervicales y vaginales a la cavidad endometrial. Algunos autores refieren que el uso de doxiciclina profiláctica posterior a la introducción del dispositivo intrauterino puede disminuir el riesgo de desarrollar EPI. 13 Sin embargo revisiones respecto a esta propuesta han referido que no existe diferencia estadísticamente significativa en las pacientes a las que se les administro antibiótico profiláctico en relación con las que no se administró. Las duchas vaginales también han sido asociadas con la enfermedad pélvica inflamatoria, ya que se ha observado un mayor numero de usuarias de duchas vaginales en mujeres con enfermedad inflamatoria pélvica que en las que no lo presentan. Un estudio de casos y controles demostró que el uso de duchas vaginales en los 2 meses previos a la aparición de la a enfermedad fue asociado con riesgo relativo de 1.7 (con un 95% de intervalo de confianza, 1.04 a 2.08.) La hipótesis que se plantean para explicar esta asociación es que las duchas vaginales alteran la flora bacteriana normal y por otro lado condicionan un mecanismo con el cual se introducen microorganismos cervicales y vaginales en la cavidad uterina. Sin embargo, no todos los estudios han sido contundentes con esta asociación, y refieren los autores que se deben de evaluar por cantidad, frecuencia y calidad de la ducha vaginal para obtener datos más precisos acerca de este factor. 4,10. Tanto como el tabaquismo como el abuso de sustancias se han observado como factores asociados para desarrollar EPI, pero esta es una asociación débil. 10 FISIOPATOLOGIA La enfermedad pélvica inflamatoria resulta de una infección ascendente de la flora bacteriana de la vagina y cervix en más del 99% de los casos. Esta infección ocurre siguiendo la superficie de la mucosa, donde la bacteria coloniza e infecta el endometrio. Diversos cambios de la anatomía y fisiología de la mujer pueden combinarse para favorecer el ascenso de la infección y la susceptibilidad para presentar EPI. La edad es un importante factor de riesgo para el desarrollo de esta, ya que en las pacientes jóvenes la frecuencia de presentar ectoprion es más alta y por lo tanto es más alto el riesgo de EPI en este grupo. Los cambios hormonales también intervienen, ya que en e la mitad del ciclo menstrual son bajos los niveles de progesterona lo que disminuye la capacidad del moco cervical para impedir el paso de bacterias, cuando esta se eleva el moco cervical es más espeso impidiendo el paso de bacterias e inclusive de los espermatozoides, posteriormente al inicio del sangrado menstrual este moco desaparece por lo que no existe una barrera a las bacterias por lo que su transporte hacia la cavidad se facilita. Por lo tanto, es raro que se presente este padecimiento en mujeres sin menstruación como son las pacientes premenárquicas, embarazadas y posmenopáusicas .13. En menos del 1% de los casos puede ser el resultado de apendicitis perforadas ó de abscesos de otro origen. La vía hematógena y linfática se contempla como otra posibilidad remota de diseminación de la infección, como en el caso de la tuberculosis genital. Aproximadamente el 85% de las pacientes que presentan enfermedad inflamatoria pélvica es de forma espontánea en mujeres sexualmente activas. El 15% restante se ha relacionado con algunos procedimientos como biopsias endometriales, legrados, inserción de dispositivo intrauterino, histerosalpingografía e histeroscopia. 7.5 Se han identificado otros mecanismos como la menstruación retrógrada y la presión intraperitoneal negativa (mecanismo de aspiración) lo que puede explicar la contaminación de la porción superior del tracto genital, con microorganismos de la flora cervico vaginal. Otras posibilidades son bacterias que se unen a espermatozoides móviles y a tricomonas.7 Los mecanismos específicos inmunológicos de la mucosa son protectores ya que facilitan el rápido desecho de los microorganismos patógenos. Por el contrario un proceso inflamatorio puede contribuir al daño tisular. La IgA que se encuentra en las secreciones vaginales, es secretada en respuesta a una estimulación de un antígeno externo, como puede ser un proceso infeccioso o la vacunación. Los anticuerpos anti IgA neutralizan una variedad de moléculas biológicamente activas e inhiben la adhesión de los microorganismos a la superficie lo cual es importante para interrumpir su patogenicidad. La habilidad de la IgA para inhibir la fagocitosis por los leucocitos polimorfo nucleares puede también operar en la prevención de la respuesta endocitica y el transporte de N gonorrhoeae por las células epiteliales no ciliadas de las trompas de Falopio. En el caso de N gonorrhoeae produce IgA-1 proteasas, las cuales pueden neutralizar las IgA de los mecanismos de defensas. La producción de las primeras es llevada a cabo también por otros patógenos loscuales pueden contribuir a una enfermedad invasiva. Asimismo, otros mecanismos que se activan por IgM e IgG son el sistema del complemento, el cual se encuentra presente en las secreciones cervicales de pacientes con infección por N gonorrhoeae. Una vez que se lleva a cabo la fagocitosis de los microorganismos estos condicionan ruptura de los neutrófilos y monocitos liberando radicales libres condicionando daño tisular en el sitio de la infección por peroxidación de las membranas celulares y por cambios oxidativos en las proteínas celulares. En los neutrofilos la fosfolipasa Aa2, libera acido araquidónico con los que se estimula la formación de prostaglandina E1 y E2 y tromboxanos favoreciente el edema del sitio de infección. 13 Particularmente en el caso de Chlamydia trachomatis es una infección que puede progresar de manera crónica y severa, pasando en muchos casos asintomática. Esta mediada por anticuerpos y complemento. Presentando en la infección aguda formación de tejido inflamatorio que condiciona adhesión de los tejidos y obstrucción tubaria en contraste con la inflamación crónica en la que observa la formación de folículos linfoides. En el caso de N gonorrhoeae este es un microorganismo intracelular que tiene preferencia por las células no ciliadas muco secretoras, lo que le permite invadir la superficie epitelial, por lo que una vez dentro no es susceptible de ser atacado por anticuerpos complemento o neutrófilos. Dentro de la célula libera hacia el exterior enzimas dañinas para los tejidos como son la fosfolipasa y las peptidasas. Los componentes más dañinos a los tejidos son dos estructuras de superficie como son los lipopolisacáridos y los peptidoglicanos.13 En general después de que las bacterias se unen al epitelio ciliado tubario, ocurre proliferación e invasión local. Se produce intensa respuesta inflamatoria con edema e infiltrado leucocitario. Las bacterias invaden a través de la membrana basal y de ahí a la capa muscular tubaria. Las superficies tubarias inflamadas pueden adherirse entre sí y producir oclusión de la luz o formación de bolsa ciega. Si las fimbrias se aglutinan y cierran puede formarse un piosalpinx cuando la luz se llena de células inflamatorias. Después del tratamiento eficaz el detritus, entonces estériles se licua y producen un hidrosalpinx. O bien si la fimbria se une al ovario puede formarse un absceso tubo ovárico. En cualquier caso, la rotura de la estructura llena de pus disemina la infección en el peritoneo y forma abscesos de fondo de saco, abscesos intestinales interasa y subdiafragmáticos. En ocasiones las trompas y los ovarios descienden por gravedad hacia el fondo de saco de Douglas y constituyen un absceso del mismo, si no se trata pudiera disecar el tabique rectovaginal y drenar espontáneamente a través de recto o vagina. 7 ETIOLOGIA La enfermedad inflamatoria pélvica es de origen polimicrobiano, como se mencionó anteriormente causado por microorganismos que ascienden de vagina y cervix siguiendo la mucosa del endometrio para colonizar los oviductos. Los patógenos de transmisión sexual comúnmente encontrados son N. gonorrhoeae así como C. trachomatis y en menor grado Mycoplasma genitalum y Ureaplasma urealitycum, así como otros virus de transmisión sexual como el herpes simple y el Citomegalovirus. En 1857 Bernoutz Y Coupil de Francia, fueron los primeros en establecer la relación entre el gonococo y EPI sobre la base de estudios de autopsia. La C. trachomatis se aisló por primera vez de las trompas de Falopio en pacientes con salpíngitis aguda por los investigadores suecos Eilard y cols. en 1976.14 Tanto N gonorrhoeae como C trachomatis se encuentran de manera conjunta del 20 al 50% de los casos de pacientes con enfermedad pélvica inflamatoria N gonorrhoeae solo se puede obtener de cultivos de tubas uterinas en las primeras 24 horas de iniciados los síntomas, posteriormente a esto los especimenes obtenidos son principalmente anaerobios. Debido a que la virulencia de N gonorrhoeae tanto in Vitro como en estudios in vivo se ha establecido bien, se sabe que aproximadamente el 20% de las mujeres con infección cervical por este microorganismo desarrollaran enfermedad pélvica inflamatoria. Aproximadamente el 50% de las mujeres que tienen EPI tendrán cultivos positivos de las tubas uterinas a este microorganismo también. Además cuando se encuentra sólo positivo el cultivo para este microorganismo se ha observado que la evolución de la enfermedad hacia la mejoría es más rápida.4, 5, 15,16, Respecto a C trachomatis esta representa hasta el 40% de la causa de los ingresos a hospitalización por EPI. Aproximadamente el 30% de las pacientes con endocervicitis por C trachomatis desarrollaran posteriormente enfermedad pélvica inflamatoria. Por otro lado la infección por este microorganismo aumenta de 3 a 6 veces el riesgo de presentar embarazos ectópicos con relación a las pacientes que no la han presentado.2, 3,5. De los microorganismos que se han tomado de cultivos directamente de la luz de la tuba uterina o por culdoscentesis han sido, los más comunes organismos aeróbicos no hemolíticos como estreptococos, Escherichia coli, estreptococo del grupo B y estafilococos coagulasa negativo. Dentro de los anaerobios encontramos especies de bacteroides, peptoestreptococos y peptococos. Los micoplasmas genitales son microorganismos ubicuos que se encuentran el tracto genital inferior de mujeres en actividad sexual. Pero también se aislaron del tracto genital superior de pacientes con salpíngitis, por lo que aunque rara, es una causa también de salpíngitis aguda en América del Norte. La enfermedad pélvica por Actinomyces es rara. Y este microorganismo es parte de la flora normal de la vagina. Actinomyces israelii es una causa poco frecuente de salpíngitis severa y formación de absceso tubo ovárico. Las pacientes con esta infección presentan más frecuentemente dolor abdominal crónico y masa pélvica palpable. Y Se ha relacionado más en relación con la colonización del cervix y vagina y el uso del DIU. Aunque se encuentren cultivos positivos para este micro organismo si no se presentan datos de infección la administración de antibióticos no es necesaria. 17,18. Y habíamos comentado que también existen virus implicados en la etiología de de la salpíngitis, pero estos no se han estudiado lo suficiente para conocer el papel que tienen en la aparición de salpíngitis sobre todo porque no es fácil cultivar a todos los patógenos de una muestra en especial los virus. Mycobacterium tuberculosis es la única bacteria que infecta las trompas de Falopio por diseminación hematógena y aunque es rara se está presentando con mayor frecuencia por el auge del síndrome de inmunodeficiencia humana.14 Diagnóstico clínico El diagnóstico de le enfermedad pélvica inflamatoria es algunas veces un desafío aún en manos muy experimentadas. Lo anterior porque la presentación clínica de la enfermedad inflamatoria pélvica es muy variada desde la asintomática hasta la enfermedad severa. La literatura menciona casos de enfermedad pélvica silente la cual incluye a mujeres con infertilidad con evidencia de daño tubario pero no de con historia de enfermedad pélvica inflamatoria. 1,2 El dolor abdominal es el síntoma más común que se presenta y asocia entre otros a leucorrea amarillenta y con mal olor, dispareunia, sangrado vaginal anormal, disuria, naúsea, vómito y fiebre. La severidad de la enfermedad depende de la duración de los síntomas y del agente etiológico. Siendo menos sintomática la enfermedad por C trachomatis que por N gonorrhoeae. Las pacientes con HIV no se han visto afectadas en la severidad clínica de la enfermedad pélvica inflamatoria, y aunque raro se llega a presentar absceso tubo ovárico como complicación en estas pacientes. 2 El diagnóstico clínico y sintomático tiene un valor predictivo del 65% al 90% en relación con la laparoscopiadiagnóstica que es el estándar de oro. En el pasado se recomendaba que para hacer el diagnóstico e iniciar tratamiento deberían de cumplirse con tres criterios mayores como son dolor anexial, dolor a la movilización cervical y dolor abdominal y alguno de los criterios menores dentro de los que encontramos temperatura oral mayor de 38.3 grados centígrados, cervicitis muco purulenta, elevación de la velocidad de sedimentación globular, proteína C reactiva elevada, documentación de infección cervical por N gonorrhoeae, y C trachomatis, ó presencia de masa o tumoración pélvica por ultrasonido. Actualmente se han modificado los criterios de tratamiento y diagnóstico ya que no todas las pacientes se podían incluir dentro de este grupo de signos y síntomas a pesar de presentar enfermedad pélvica inflamatoria, sobre todo en el caso de pacienten con enfermedad leve y moderada. Por lo tanto, la CDC en 2002 modificó estas guías de diagnóstico e indicó iniciar tratamiento empírico a las pacientes jóvenes con vida sexual activa, con riesgo de presentar enfermedades de transmisión sexual si presentaban criterios mínimos y no existía otra causa de enfermedad que pudiera ser identificada. 1, 3,19. Criterios mínimos para el tratamiento empírico • Dolor anexial • Dolor abdominal • Dolor a la movilización cervical Además para incrementar la especificidad del diagnóstico se consideraron criterios adicionales como son: • Temperatura oral mayor de 38.3 grados centígrados • Descarga cervical o vaginal anormal • Velocidad de sedimentación globular elevada mayor de 15mm/HR • Proteína C reactiva elevada • Infección cervical documentada por laboratorio con C trachomatis o N gonorrhoeae Así mismo se establecieron criterios definitivos para el diagnóstico de la enfermedad pélvica inflamatoria como son: • Evidencia histopatológica o por biopsia de endometritis • Estudio laparoscópico que muestre anormalidades compatibles con EPI • Ultrasonido transvaginal u otras técnicas de imagen que identifique líquido en las tubas con o sin líquido libre pélvico, o un complejo tubo ovárico. 4,5. Sims y cols. en un análisis del estudio de la Universidad de Lund en el cual se basaron para realizar la guía de diagnóstico refirieron que la evidencia para soportar los criterios de diagnóstico de este estudio es insuficiente ya que solamente se ha basado en una combinación de datos empíricos y de opiniones de expertos. Por lo que ellos sugieren que se debe realizar un nuevo estudio basado en la asociación de la presentación clínica y los hallazgos laparoscópicos que es el estándar de oro. 20. Dentro del diagnostico también debemos de incluir a la salpíngitis “silenciosa” ó atípica, ya que se sabe que más de la mitad de las mujeres con esterilidad de causa tubárica no tiene antecedente de enfermedad pélvica inflamatoria, pero que presentan anticuerpos positivos contra C trachomatis. Y que además durante la exploración por laparoscopia no tienen cambios visibles con relación a las pacientes que no presentan la enfermedad. Por lo tanto los criterios diagnósticos para la salpíngitis silenciosa deben de ser menos estrictos, por lo tanto a las pacientes con signos de infección del tracto genital inferior, así como de vaginosis bacteriana, deben ser tratadas como si presentaran salpíngitis aguda hasta obtener mayor información. Es evidente que la especificidad del diagnóstico de salpíngitis silenciosa es menor que la EPI manifiesta, pero que es aceptable si se observan los beneficios de instituir una terapia rápida a las pacientes en que se sospecha de infección de tracto genital superior. 14. ESTUDIOS DE LABORATORIO Numerosos estudios de laboratorio han sido investigados para conocer su papel en la predicción de la enfermedad inflamatoria pélvica. La cuenta de leucocitos periféricos es un marcador inespecífico ya que solo se encuentra elevada en más de 10,000 en menos de la mitad de las mujeres con enfermedad pélvica inflamatoria (44%) Los niveles elevados de la velocidad e sedimentación globular y de la proteína C reactiva han tenido buenos rangos en su especificidad del 74% al 93% y del 25 al 90% de sensibilidad, siendo la proteína C reactiva mejor para la predicción de la EPI 3,4. Ambos estudios solamente se consideran como indicadores de severidad pero no modifican el tratamiento de las pacientes. 5. Recientemente algunos investigadores han resaltado la alta sensibilidad y el alto valor predictivo negativo de la cuenta de leucocitos polimorfonucleares en la citología vaginal. El hallazgo de más de 3 células blancas por campo en la citología vaginal tiene una sensibilidad del 87% al 91%. La ausencia de células blancas en esta tiene un alto valor predictivo negativo del 94.5%. 3,5. Otros autores refieren que aunque la sensibilidad de este estudio es alta también es un marcador para otras patologías 20. Existen otros marcadores de inflamación como el interferón gama y el factor de necrosis tumoral alfa los cuales todavía se encuentran en estudio tanto para el cervix como para el endometrio.19, 20 ESTUDIOS DE IMAGEN Dentro de los estudios de imagen que con frecuencia se utilizan para el diagnóstico de la EPI encontramos al ultrasonido, el abdominal ha representado diversas limitaciones pero se sigue utilizando cuando es necesario a consideración del medico tratante. El ultrasonido transvaginal es el de elección aunque aún este presenta limitaciones ya que en diversos estudios se han mostrado una especificidad del 97% pero una muy baja sensibilidad del 32%. Sin embargo, el ultrasonido transvaginal sigue siendo muy utilizado ya que nos aporta datos que no son posibles valorar en algunas ocasiones durante la exploración como son la presencia de tumoraciones, ó colecciones tanto en tubas uterinas como pélvicas, ó cuando se encuentran interasa.3, 4,5. La resonancia magnética tiene una sensibilidad para diagnosticar EPI de 95% y una especificidad del 89%. Se utiliza no solo para establecer el diagnóstico de EPI, sino para conocer las causas de sintomatología agregada a la misma. Su desventaja es su alto costo y que no se encuentra en todos los lugares de atención medica.4. ESTUDIOS HISTOPATOLOGICOS La biopsia endometrial es auxiliar para el diagnóstico de EPI, y ha demostradas una alta sensibilidad 70% al 90% y especificidad del 67% al 90%. Kiviat y cols. Demostraron que la presencia de 4 o más neutrofilos por 400x en la superficie del epitelio junto con una o más células plasmáticas por 120x en el estroma endometrial proporcionando una sensibilidad del 92% y una especificidad del 87% para la predicción de una infección del tracto genital y salpíngitis confirmada por laparoscopia. Dentro de sus limitaciones es que se requiere por lo menos 2 días para obtener el resultado del estudio e iniciar tratamiento a la paciente. Por otro lado cuando se hace diagnóstico de endometritis no necesariamente la paciente presenta salpíngitis y viceversa. Además de que el diagnóstico de esta no puede predecir que se van a presentar secuelas a nivel tubario. 3 DIAGNOSTICO POR LAPAROSCOPIA La laparoscopia es considerada el estándar de oro para el diagnóstico de la enfermedad pélvica inflamatoria 3. Los criterios diagnósticos de la EPI por laparoscopia fueron establecidos por investigadores suizos en la universidad de Lund los cuales incluyeron estos criterios dentro de una clasificación que se sigue utilizando hasta la actualidad. 21 SEVERIDAD DE LA ENFERMEDAD POR EXAMINACION LAPAROSCOPICA LEVE ERITEMA, EDEMA, EXUDADO PURULENTO NO ESPONTÁNEO*, TUBAS CON MOVIMIENTO LIBRE MODERADA ABUNDANTE MATERIAL PÚRULENTO, ERITEMA Y EDEMA MÁS MARCADO. TUBAS QUE NO SE PUEDEN MOVER FACILMENTE, Y LA ESTOMA DE LA FIMBRIA NO ES EVIDENTE SEVERA 1.PIOSALPINX O COMPLEJO INFLAMATORIO 2.ABSCESO+ * Las tubas requieren de manipulación para producir exudado purulento. +El tamañodel absceso debe ser medido.21, 22 Algunos investigadores han cuestionado la presición de la laparoscopia para el diagnóstico de EPI, Sellors y colaboradores utilizando la biopsia de la fimbria para demostrar que la visualización sola tiene solo un 50% de sensibilidad y un 85% de especificidad para el diagnóstico de EPI. Lo anterior ya que refieren que se puede producir hiperemia de las fimbrias por formación de acido carbónico por el neumoperitoneo o durante el ciclo menstrual con visualización de falsos positivos.23, 24 Otros autores también refieren que el que no se visualicen alteraciones en las fimbrias tampoco es excluyente del diagnóstico ya que se han encontrado pacientes con endometritis con laparoscopia normal. Por otro lado también se ha sugerido que en casos donde no se encuentran datos sugestivos ó que estos son mínimos para EPI, se debe realizar un exudado de líquido peritoneal para valorar la presencia de polimorfonucelares. 25. Sin embargo la laparoscopia se sigue considerando como el estándar de oro para el diagnóstico de enfermedad inflamatoria pélvica, pero esta debe ser utilizada en pacientes seleccionados. La laparoscopia también puede ser terapéutica ya que mediante esta se puede realizar lisis de adhesiones, aspiración de salpinges, disección y drenaje de colecciones purulentas e irrigaciones de la cavidad pélvica, además de permitir un tratamiento correctivo de las lesiones formadas en las salpinges por la EPI. 16,25. Estudios han demostrado que la realización de drenaje es inversamente proporcional al tamaño del absceso siendo del 15% en colecciones de 4 a 6 cm. y del 70% en colecciones mayores del 10cm. 3. El costo, el acceso limitado y el riesgo quirúrgico interfieren con el uso universal de la laparoscopia en el diagnóstico de EPI. Su utilización se debe llevar a cabo en pacientes en las cuales no es claro el diagnóstico. DIAGNOSTICO DIFERENCIAL Se debe realizar diagnóstico difencial ya que el tracto genital femenino tiene muchos órganos adyacentes como el sistema urinario, músculo esquelético y gastrointestinal. Que pueden producir e imitar síntomas de EPÍ. Asimismo otros desordenes ginecológicos también pueden producir síntomas y hallazgos que simulen a la EPI. 1, 2,4. Dentro de las patologías más importantes con las que se debe realizar diagnóstico diferencial tenemos: • Apendicitis • Embarazo ectópico • Ruptura de quiste de ovario • Endometriosis • Cistitis ó pielonefritis • Cálculos renales • Quiste torcido de ovario • Proctocolitis • Cuerpo lúteo hemorrágico • Adherencias pélvicas • Salpíngitis crónica TRATAMIENTO El objetivo del tratamiento para la enfermedad pélvica inflamatoria es eliminar la infección y prevenir las secuelas a largo plazo. El objetivo del cuidado de la salud debe acompañarse de un bajo umbral para el diagnóstico de EPI e iniciar el tratamiento tan pronto como sea posible. La literatura sugiere que no existe diferencia significativa en cuanto al pronóstico reproductivo en las pacientes con tratamiento intra y extra hospitalario con enfermedad pélvica inflamatoria moderada y severa en mujeres jóvenes 1, 2, 15, 26,27. Ya habíamos mencionado que el tratamiento empírico se debe iniciar cuando se cumplen todos los criterios mínimos de diagnóstico, sin embargo estudios basados en evidencias no encontraron datos que soportara o refutara el tratamiento empírico en pacientes que se sospecha EPI. 6. Sin embargo un estudio de casos y controles encontró que el retraso en el inicio del tratamiento por más de 3 días de iniciada la sintomatología esta asociado a problemas de infertilidad.12 Una vez realizado el diagnóstico de enfermedad pélvica inflamatoria los clínicos deben de tomar la decisión para hospitalizar a la paciente e iniciar antibióticos vía parenteral o iniciar terapia ambulatoria. Importantes factores se deben de considerar en esta decisión de manejo dentro de las que se incluyen la severidad de la enfermedad, comparar la eficacia del tratamiento intrahospitalario y ambulatorio, y la prevención de secuelas a largo plazo. 1,2 La CDC recomienda el tratamiento intrahospitalario basado en terapia parenteral para las mujeres que tienen alguna de las siguientes características: • Embarazo • Paciente en la que no se excluye tratamiento quirúrgico (PB apendicitis) • Falla de respuesta a tratamiento ambulatorio • Intolerancia a la vía oral (nausea/ vómito) • Severidad de la enfermedad (fiebre, peritonitis) • Presencia de absceso tubo ovárico Concerniente al incumplimiento del tratamiento en la población adolescente y a la preservación de la fertilidad algunos médicos en el pasado proponían a las adolescentes con EPI hospitalización. Sin embargo existen datos insuficientes que demuestren que los adolescentes se beneficien de la hospitalización y la edad no debe de influir en la selección del tratamiento.1, 2, 3,27. Mucho se ha cuestionado respecto al pronóstico a largo plazo en las pacientes a las que se les otorgó tratamiento ambulatorio y a las que se les otorgó tratamiento hospitalario, sin embargo los resultados de estudios comparativos no han reportado diferencia clínicamente significativa entre estos grupos, ya que la fertilidad, la tasa de embarazo, la recurrencia de EPI, y el dolor pélvico crónico son prácticamente similares. Por lo tanto, se ha difundido mucho que las pacientes con enfermedad pélvica leve o moderada pueden ser tratadas de forma ambulatoria. 3,12. Los regímenes de tratamiento actuales incluyen al tratamiento parenteral a los pacientes hospitalizados y al tratamiento oral a los pacientes ambulatorios. En total los rangos de curación microbiológica para los regimenes recomendados es del 75% a 94% para el tratamiento vía oral y del 71% al 100% para la vía parenteral.1, 2, 3, 4, 5, 15,26. Regímenes de tratamiento recomendado para EPI por el CDC 2002 Parenteral A. Cefotetan 2g IV cada 12 horas ó Cefoxitina 2g IV cada 6 horas+ Doxiciclina 100mg IV cada 12horas, continuar el régimen después de 24 horas de presentar mejoría clínica. Después continuar con doxiciclina 100mg cada 12 horas por un total de 14 días B. Clindamicina 900mg IV cada 8 horas + Gentamicina IV/IM (2 mg /Kg inicial seguida de una dosis de mantenimiento 1.5Mg./Kg dosis cada 8 horas. Continuar el régimen hasta 24 horas después de presentar mejoría clínica siguiendo con doxicilina 100mg cada 12 horas VO o clindamicina 450mg VO día hasta completar 14 días de tratamiento. Alternativa C. Ofloxacina 400mg IV cada 12 horas ó Levofloxacina 500mg/día IV con o sin metronidazol 500mg IV cada 8 horas, Después de iniciar mejoría clínica continuar con formula vía oral hasta completar 14 días de tratamiento D. Ampicilina/sulbactam 3g IV cada 6 horas + doxiciclina 100mg IV cada 12horas.Continuar con doxiciclina 100mg vía oral cada 12 horas hasta completar 14 días Oral A. Ofloxacina 400mg VO cada 12 horas por 14 días ó levofloxacina 500mg VO una vez al día por 14 días con o sin metronidazol 500mg VO cada 12 horas por 14 días B. Ceftriaxona 250mg IM dosis única ó cefoxitina 2g IM +Probenecid 1gr VO ó una cefalosporina equivalente (ceftizoxima o cefotaxima) + doxiciclina 100mg VO cada 12 horas por 14 días con o sin metronidazol Una revisión sistemática de los estudios encontró que el régimen parenteral seguido de tratamiento oral es efectivo para resolver los sintomas y signos agudos asociados con EPI. No encontraron una buena evidencia de la duración óptima del tratamiento comparando oral versus parenteral.6 Generalmente la terapia intravenosa debe ser sustituida por la vía oral después de 24 horas de presentar mejoría clínica hasta completar 14 días de tratamiento. En el caso de la doxiciclina esta causa flebitis por lo que se debe cambiar a vía oral en cuanto sea posible. La mejoría clínica significativa se caracteriza por desaparición de lafiebre, disminución del dolor abdominal, disminución de dolor a la movilización uterina, anexial y cervical dentro de los 3 a 5 días, y otros autores refieren también la disminución en la cuenta de leucocitos. 4,25 Todas las pacientes deben de tener una revaloración las 72 horas de iniciado el tratamiento para evaluar su mejoría clínica. Si no existe mejoría clínica se debe realizar un consenso de diagnóstico y tratamiento por el personal medico a cargo y se debe valorar el tratamiento quirúrgico. 4. Las parejas de las pacientes con EPI deben recibir tratamiento empírico si estas tuvieron relaciones sexuales dentro de los 60 días previos a la aparición de los síntomas, además de que mediante esto se previene una reinfección en la paciente lo que condicionaría un reinternamiento. 1, 2, 3, 4,27 Respecto a las pacientes VIH positivos. Ellas deben recibir un tratamiento igual a las seronegativas. Algunos autores refieren que esta condición debe ser considerada como criterio para hospitalización ya que se ha visto mejoría significativa con regimenes parenterales. Por otro lado estas pacientes tienen una probabilidad más alta de presentar absceso tubo ovárico 1, 2,27. COMPLICACIONES A LARGO PLAZO La infertilidad por factor tubario, el embarazo ectópico y el dolor pélvico crónico son los responsables de una gran proporción del impacto económico en la salud publica secundarios de la enfermedad pélvica inflamatoria. La infertilidad por factor tubario, que es asociada con alto costo psicosocial y económico, es por sí sola la más importante secuela de la enfermedad pélvica inflamatoria. Y se ha visto que el antecedente de EPI incrementa hasta diez veces el riesgo de infertilidad comparada con grupos controles. Asimismo el riesgo se duplica de 8% en el primer episodio, 20% en el segundo y hasta 40% en el tercero. Esta relacionado también con el grado de severidad siendo más alto en las pacientes con EPI severa. En algunos estudios observaron que el principal tipo de infertilidad que se presenta como secuela es la primaria la cual afecta del 53% al 75% de las parejas que acuden a consulta de infertilidad. 2, 28, 29,30. El embarazo ectópico es una importante causa de morbilidad materna y también ha sido una secuela común de la EPI, ya que incrementa el riesgo del mismo de 3 a 7 veces en las pacientes que la han presentado 3, 8,28,29,30. El dolor pélvico crónico es otra secuela de la EPI y se sabe que el 50% de las mujeres en los Estados Unidos lo padecen, esta condición esta asociada con depresión, problemas sexuales y una disfunción social de la paciente. Aproximadamente el 20% de las mujeres que sufren dolor pélvico crónico tuvieron durante su vida un episodio de EPI. Igual que en la infertilidad y el embarazo ectópico la probabilidad de presentarlo se incrementa dependiendo del número de episodios que se presentan en cada paciente así como en su severidad. 1, 2, 3, 8,13, 28, 29,30. COMPLICACIONES AGUDAS El síndrome de Fitz-Hug- Curtis (peri hepatitis), el cual afecta del 1 al 30% de las mujeres con EPI, es caracterizado por inflamación y adherencias que se forman de la cápsula hepática a la pared anterior abdominal. Esta condición esta asociada a C trachomatis y a N gonorrhoeae. Clínicamente los pacientes presentan dolor en cuadrante superior derecho y puede ser confundido con una enfermedad hepática ó de la vesícula biliar, neumonía basal, gastritis absceso subfrénico, úlcera péptica perforada y pancreatitis, y los pacientes pueden tener o no signos asociados con EPI. Niveles alterados pero bajos de las pruebas de funcionamiento hepático pueden estar presentes. El diagnóstico se confirma por laparoscopia con las adherencias características en cuerda de violín entre la capsula hepática y la pared abdominal anterior. Las consecuencias a largo plazo de este padecimiento no están aun bien dilucidadas. , pero se sabe que es una importante causa de dolor pélvico crónico. Las pacientes con este padecimiento responden a los mismos antibióticos utilizados para la enfermedad pélvica inflamatoria. En caso de no responder y presentar dolor crónico se requerirá de una laparoscopia para la lisis de las adherencias. 1, 2, 3, 25,31. El absceso tubo ovárico es una seria complicación aguda de la enfermedad inflamatoria pélvica caracterizada por una tumoración inflamatoria que involucra la tuba uterina, el ovario y estructuras adyacentes (por ejemplo la vejiga y el peritoneo pélvico) Y se ha estimado que se presenta en una tercera parte de las mujeres hospitalizadas con enfermedad inflamatoria pélvica. 2,3. El absceso tubo ovárico es una de las causas más frecuentes de tumor pélvico en mujeres de edad reproductiva, y el absceso intra abdominal más frecuente en premenopáusica. Causa aproximadamente mas de 100 000 internamientos hospitalarios al año en Estados Unidos de Norteamérica y aunque la mortalidad asociada a principio de siglo con esta entidad hoy raramente se ve se considera uno causa importante de morbilidad en mujeres jóvenes. 32 Epidemiología El absceso tubo ovárico ocurre hasta en 33% de las pacientes hospitalizadas con salpíngitis. Estos abscesos suelen ocurrir en mujeres con actividad sexual de 20 a 40 años de edad. Factores de riesgo Los factores de riesgo son similares a los de la enfermedad pélvica inflamatoria, como múltiples compañeros sexuales, antecedente de enfermedad inflamatoria pélvica, bajo nivel socioeconómico, uso de dispositivo intrauterino. 32 Etiología La microbiología del absceso tubo ovárico es similar a la de EPI en general, de tipo poli microbiano. Rara vez se encuentra en los cultivos a C trachomatis o a N gonorrhoeae, ya que estos microorganismos, solo se aíslan en los primeros días de iniciados los síntomas de EPI. Los microorganismos más frecuentemente asilados son Escherichia coli (37%), Bacteroides fragilis(22%), otras especies de bacteroides(26%), peptoestreptococos (18.5%) y peptococos(11%) Los abscesos tubo ováricos que se presentan en usuarias prolongadas de DIU, pueden ser producidos por Actinomyces israelii, un anaerobio Gram. positivo.3, 32. No se ha dilucidado por completo la patogenia del absceso tubo ovárico, aunque a menudo es secuela de EPI y muchas mujeres no tienen antecedentes de infecciones pélvicas o enfermedades de transmisión sexual. Fisiopatología Se creé el que el suceso inicial en la formación del absceso tubo ovárico es la invasión del epitelio de la trompa de Falopio por un microorganismo patógeno, que produce lesión tisular y necrosis, y proporciona así un ambiente ideal para la invasión y la proliferación aerobia, que es el óptimo en condiciones de bajo potencial de oxidorreducción, baja tensión de oxigeno y amplio aporte de nutrientes, todos ellos presentes en tejido isquémico. Bacteroides fragilis es uno de los microorganismos que en estas condiciones puede favorecer la formación de abscesos. Las bacterias especialmente las anaerobias producen varios factores, como enzimas lisosómicas, exotoxinas, factores superficiales de virulencia y antígenos, que causan una repuesta inflamatoria intensa, con edema que afecta el riesgo sanguíneo y causa isquemia y necrosis de la pared de la trompa de Falopio. Estos mecanismos producen la formación de exudado inflamatorio o pus, que se derrama de los extremos fimbirados de las trompas infectadas. Se forma un absceso tubo ovárico cuando este derrame infectado origina un proceso inflamatorio, que afecta no solo a las trompas de Falopio sino también estructuras anexiales como ovario y ligamento ancho. Los esfuerzos del organismo por contener el proceso inflamatorio en lo posible, consisten en cubrir el absceso y delimitar su diseminación. Muchos casos de absceso tubo ovárico no vinculados con enfermedades de transmisión sexual, se creen iniciados por bacterias que constituyen parte de la flora vaginal de la paciente.32. DiagnósticoEn general las pacientes con absceso tubo ovárico acuden con antecedente de dolor abdominal ó pélvico que pudiera o no incluir fiebre (38.5grados centígrados o más) y escalofrío. Hasta un 46% de las pacientes tienen el antecedente de enfermedad pélvica inflamatoria. La exploración física puede revelar hipersensibilidad abdominal en cuadrantes inferiores del abdomen, a menudo con “signos peritoneales” como defensa y rebote positivo. Puede encontrarse exceso de secreciones cervico vaginales y datos de cervicitis a la exploración pélvica. A menudo es difícil la palpación adecuada de órganos pélvicos con la técnica bimanual por la extrema hipersensibilidad de toda la cavidad pélvica. Así, la presencia de absceso tubo ovarico pudiera no detectarse. 32. Laboratorio La cifra promedio de leucocitos al ingreso hospitalario en pacientes con absceso tubo ovárico es de 15,000 ml, y la velocidad de sedimentación globular promedio es de 64.3mm/hora. A pesar de la presencia de absceso tubo ovárico confirmado quirúrgicamente, el 35% de las pacientes están afebriles y 23% tiene una cifra normal al ingreso. La proteína C reactiva, sustancia de fase aguda generada en respuesta a la inflamación, esta elevada al ingreso con una cifra promedio de 20.Mg. /dl Radiología e imagen El ultrasonido pélvico es un auxiliar diagnóstico muy importante ya que puede valorar el tamaño del absceso y monitorizar la respuesta a tratamiento y tiene una sensibilidad mayor al 90%. 4. Un caso típico de absceso tubo ovárico se muestra como un tumor completamente quístico complejo o del fondo de saco, con paredes irregulares gruesas y tabicaciones; a menudo presenta detritus y ecos internos. La ultrasonografía endovaginal es importante en el estudio del absceso tubo ovárico y puede detectar estructuras como hidrosalpinx ó piosalpinx dependiendo de sus características, asimismo, refiere una diferencia ultrasonográfica en el complejo tubo ovárico y el absceso tubo ovarico tomando el primero como el primer paso en el proceso en el cual puede o no evolucionar a la formación de un absceso y puede ser diagnosticado si el ovario y la tuba tienen datos de enfermedad inflamatoria. En contraste, el termino de complejo tubo ovarico esta reservado para una fase tardía de del proceso agudo pélvico, cuando la estructura de una o ambos anexos están totalmente perdidos, así como la presencia de liquido libre o liquido delimitado en el fondo de saco posterior. 32,33,34. La tomografía computarizada puede ser útil cuando el diagnóstico no esta bien definido con base en los antecedentes, la exploración física y la ultrasonografía. Típicamente el absceso tubo ovárico tiene un aspecto esférico o tubular, con un centro de atenuación baja, Además tiene paredes gruesas y tabiques internos. A medida hay pérdida de los planos grasos entre el complejo inflamatorio y el útero. Y otros órganos pélvicos incluyendo el intestino. Otros trastornos pélvicos pueden ser confundidos por tomografía con abscesos pélvicos como la endometriosis, los abscesos diverticulares, las neoplasias ováricas embarazos ectópicos y hematomas. Cabe mencionar que esta técnica al igual que el ultrasonido también puede ser de utilidad terapéutica ya que se pueden guiar punciones con aspiración de los abscesos. 4,32 Las técnicas iconografías de uso menos frecuente incluyen rastreos con radionúclidos, más a menudo leucocitos marcados, con galio-67 e indio-111. Se utilizan estos estudios para detectar focos de inflamación y, por tanto son eficaces en la identificación de abscesos. Es una técnica costosa, requiere 2 días para su interpretación y no puede hacer diagnóstico diferencial de otras entidades. 32. Tratamiento Anteriormente, el absceso tubo ovárico se trataba mediante histerectomía total abdominal con salpingo-oforectomía bilateral. Al igual que otros abscesos intra abdominales la única acción terapéutica posible era la exéresis quirúrgica o su drenaje. Aunque este sistema dejaba tasas excelentes de curación, dejaba a mujeres jóvenes sin potencial de futuro para la procreación. El tratamiento cambió de forma sorprendente con al aparición de antibióticos de amplio espectro. Al disminuir la tasa de intervenciones quirúrgicas en casos de absceso tubo ovárico, el tratamiento medico también reduce la morbilidad de la cirugía. Además de preservar la fecundidad, favorece la producción endógena de esteroide ováricos. 32. Tratamiento medico El hallazgo de una tumoración en la pelvis con EPI, requiere de forma inicial hospitalización, para iniciar tratamiento parenteral así como monitorización de signos de ruptura del absceso (dolor abdominal, taquicardia, hipotensión) así como de una desfavorable respuesta a los antibióticos (persistencia de la fiebre, persistencia de leucocitosis, incremento del tamaño de la tumoración) 4. El absceso tubo ovárico también tiene una presentación atípica que no esta asociada a la EPI, incluyendo una presentación subaguda con dolor abdominal, signos gastrointestinales, febrícula y pérdida de peso. 1,2,3. El tratamiento medico incluye terapia intravenosa con los siguientes esquemas de antibiótico: • Clindamicina 900mg IV cada 8 horas ó metronidazol 500mg IV cada 8horas + Gentamicina de 5 a 7 mg/kg. día ó 1.5 mg/Kg dosis cada 8 horas • Alternativa: ampicilina/sulbactam 3 gr IV cada 6 horas ó cefoxitina 2gr IV cada 6 horas o cefotetan 2gr IV cada 12 horas + doxicilina 100mg IV cada 12 horas. Tratamiento quirúrgico La determinación de la extensión de la enfermedad y la decisión de la paciente para su futuro reproductivo deberá de definir los límites de la cirugía. 25. En las pacientes en las que se encuentra la enfermedad avanzada con respuesta desfavorable a los antibióticos, datos de ruptura del absceso y la tumoración anexial es mayor de 8cm se sugiere la realización de tratamiento quirúrgico En el caso de tumoración mayor de 8 cm se considera que este tamaño es factor pronostico de falla de tratamiento medico 4,7,32,35 El tratamiento del absceso tubo ovarico puede variar dependiendo de sí se encuentra roto o no. En el caso del absceso tubo ovarico no roto se encuentra menos establecido empleándose diversas técnicas entre las que encontramos la colpotomia posterior, el drenaje percutáneo, la laparoscopia con aspiración e inclusive la laparotomía. Aunque algunos autores refieren que la colpotomia es un procedimiento el cual no permite un adecuado drenaje del absceso tubo ovárico, y que las pacientes requerirán en un futuro una siguiente cirugía esta técnica sigue siendo utilizada.36. Se han descrito diversas técnicas de colpotomia, pero la colpotomia posterior es la que se efectúa en la actualidad cuando se encuentra un absceso del fondo de saco posterior que puede complicar la enfermedad pélvica inflamatoria y condicionar que las pacientes sean refractarias a tratamiento medico. 25,36,37,38. Existen 3 requisitos para realizar el drenaje por colpotomía de un absceso pélvico. 1. El absceso debe estar ubicado en la línea media o muy cerca de ella. 2. El absceso debe estar adherido al peritoneo de fondo de saco y disecar el tabique rectovaginal, para asegurarse de que el drenaje será extraperitoneal y evitar la diseminación transperitoneal del material purulento. 3. El absceso debe ser quístico o fluctuante para garantizar un drenaje adecuado. En ocasiones un absceso de fondo de saco puede drenarse satisfactoriamente sin disecar el tabique, pero es necesario que la superficie serosa del absceso este adherida al peritoneo del fondo de saco. La ecografía puede contribuir a la localización de los bolsillos de pus. 28. El procedimiento se realiza colocando a la paciente en posición ginecológica con realización de asepsia y antisepsia, se pinza labio posterior del cervix y se tracciona hacia abajo y hacia delante. Se realiza una insición en la mucosa del fórnix vaginal posterior, por debajo del repliegue vaginal.Con una insición que permita el paso del dedo índice para realizar una exploración adecuada del absceso así como la liberación de adherencias finas y la subsiguiente ruptura de otros lóculos del absceso, posteriormente se colocara un drenaje con aspiración cerrada, penrose o malecot, este ultimo se removerá 24 a 48 horas después para evitar fibrosis y dificultad en la extracción posterior. 32,39. El drenaje percutáneo constituye una opción de tratamiento importante, y tiene un valor especial en las pacientes en las que sería riesgoso un procedimiento quirúrgico (postoperatorio reciente, enfermedad critica ó añosas), también se ha utilizado en pacientes jóvenes y sanas en las que se puede eliminar la necesidad de operación, disminuir la duración de la estancia intra hospitalaria. , la tasa de curación es elevada, las complicaciones son bajas y el procedimiento es bien tolerado por casi todas las pacientes. 39,40. La aspiración de drenaje percutáneo guiado por tomografía computarizada y ultrasonido constituye un tratamiento seguro y eficaz. La tasa de éxito va del 77 al 93% y se define a este como la mejoría clínica y evitar la intervención quirúrgica. Utilizando un drenaje trans abdominal del absceso tubo ovárico bajo guía ultrasonográfica, se comunicó una tasa de éxito de 94% en 19 pacientes objeto de aspiración en un solo paso de sus abscesos pélvicos; hubo una tasa de éxito del 77% en pacientes con acumulaciones de más de 7cm.13 Los abscesos uniloculares son los que con más frecuencia se drenan de esta manera. Ya que los abscesos generalmente son multiloculados y están cercanos a la vejiga por lo que la utilidad de esta técnica es limitada. 25,39,40. Otro método de drenaje de abscesos pélvicos es a través del uso de ultrasonido transrectal y se utiliza en pacientes en las cuales el drenaje no puede realizarse por colpotomia ó por ultrasonido trans abdominal, su utilización es limitada ya que es un método muy invasivo y poco cómodo para la paciente.42 La laparoscopia es una técnica que cada vez es más común en el tratamiento de diversos trastornos ginecológicos, en el caso del absceso tubo ovarico puede ser diagnóstica y terapéutica ya que durante el mismo procedimiento se podrá llevar a cabo lisis de adherencias, irrigación de la cavidad así como aspiración de las salpinges, encontrándose una tasa de de recuperación del 90% de las pacientes con los que se utilizo esta técnica. 26,41. En estos casos se deberá tener cuidado con el procedimiento ya que los tejidos se encuentra muy friables por la inflamación por lo que se corre el riesgo de presentarse perforaciones. 7,25. La realización de laparotomía exploradora, no es aconsejable en todos los casos en el manejo de la enfermedad pélvica inflamatoria, y son tres situaciones clínicas las que recomiendan su utilización: • Peritonitis generalizada asociada con signos de sepsis secundaria a ruptura de absceso tubo ovárico • Como alternativa de diagnóstico preoperatorio con EPI descubierta durante una cirugía exploratoria • En enfermedad pélvica inflamatoria severa con absceso tubo ovárico refractario a tratamiento. La laparotomía exploradora es uno de los procedimientos quirúrgicos más difíciles que enfrenta el ginecólogo. La elección de la insición es importante, porque se requiere exposición adecuada de toda la pelvis. La insición transversa de Maylard es ideal, pues brinda una excelente visibilidad. Después de valorar la pelvis debe hacerse una exploración cuidadosa de la porción superior del abdomen, en busca de pus acumulado. Es probable que los planos tisulares de la pelvis se encuentren deformados, y a menudo hay adherencias que afectan útero, intestino, vejiga y anexos. Debe obtenerse pus con una jeringa hermética para cultivo de microorganismos aerobios y anaerobios. La cirugía suele ser cruenta y el objetivo principal del cirujano es ligar el ligamento infundíbulo pélvico para evitar perdidas hemáticas y en caso de que el procedimiento elegido sea la histerectomía total abdominal se iniciara con la localización del ligamento redondo ya que este proporcionara una orientación de la localización y posición de las paredes uterinas, partiendo de este punto se realizara la histerectomía de forma habitual, siendo en algunos casos subtotal si es que las condiciones de la paciente no permiten un disección más amplia. 32,39. La cavidad pélvica y cualquier otra acumulación de pus deben irrigarse copiosamente con solución salina tibia al final del procedimiento. Si se realiza histerectomía se debe dejar la cúpula abierta, de tal forma que pueda seguir drenando material a través del mismo. No se deberán colocar drenajes a través de la misma, en caso de requerirlos se deberán dejar a través del abdomen y deben ser de aspiración cerrada. La aponeurosis deberá ser cerrada con suturas absorbibles monofilamento, y la grasa y la piel se deberán dejar abiertas en caso de que se haya observado una contaminación de las mismas y cerrarse 4 días después sino hay datos de infección. 32,39 Cuando la laparotomía se ha elegido como tratamiento, se deberá de determinar la extensión de la misma. 35,38. Hacia los años sesentas Pedowitz refirió que el tratamiento ideal de las pacientes con absceso tubo ovárico bilateral era la histerectomía total abdominal con salpingo-oforectomía bilateral ya que con este procedimiento se obviaba una segunda intervención quirúrgica, además de que si no se realizaba este procedimiento no se removían totalmente al o los microorganismos causantes de la enfermedad.43 Y en el caso de las pacientes a las que se les realizaba solo salpingo- oforectomía uni o bilateral solo se aconsejaba en pacientes en las que sus condiciones no permitían una cirugía más extensa. 43,44. Este concepto ha cambiado sobre todo porque las pacientes con EPI son cada vez más jóvenes y todavía tiene un futuro reproductivo. Además de que el impacto emocional y físico en estas pacientes es muy grande por la pérdida de sus órganos reproductivos. 44,45 En los pacientes en los cuales todavía se espera un futuro reproductivo se deberá llevar a cabo una cirugía conservadora. Ya que se ha observado que sorprendentemente el cuerpo uterino se mantiene libre de enfermedad cuando se ha extirpado los anexos. 7. La salpingo oforectomía unilateral se recomienda en pacientes en las cuales durante la exploración se encuentra un absceso tubo ovárico unilateral, con el anexo contra lateral libre de enfermedad ó con enfermedad mínima, lo que ofrece un buen pronostico reproductivo para la paciente. 25,44,45. Estudios recientes sugirieron que hasta un 25 a50% de las pacientes mostraran un ovario y tuba uterina normal del lado contra lateral. Siendo mayor en las pacientes cuyas infecciones se asocian al dispositivo intrauterino sin embargo en las pacientes a las que se les realiza solo salpingo oforectomía unilateral el riesgo de presentar nuevamente un absceso tubo ovárico es mas alto que en las pacientes a las que se les realiza un tratamiento más agresivo. Por lo que es importante la evaluación y el tratamiento del contacto sexual de las pacientes. 39. En los casos de enfermedad severa bilateral se deberá de realizar salpingo-oforectomía bilateral parcial sin histerectomía. Lo anterior para seguir conservando la posibilidad de procreación con ayuda de los programas de fertilización in Vitro. 23,40. Un factor importante que se observó en las pacientes a las cuales de les ofrecía tratamiento conservador es el hecho de que quedan con secuelas como dolor pélvico crónico. Sin embargo se ha observado que aun en presencia de peritonitis la duración de la hospitalización se ha acortado. 45. Otro procedimiento común que se lleva a cabo en las pacientes con absceso tubo ovárico es únicamente la realización de drenaje del material purulento, procedimiento el cual ha presentado múltiples complicaciones, y quesolo se ha observado en situaciones en que la paciente no se encuentra en condiciones para tolerar una cirugía más extensa ó cuando él medico tratante no tiene la suficiente experiencia parta realizar un procedimiento más largo. 45. En las pacientes en las que ha finalizado la paridad las histerectomía con salpingo- oforectomía unilateral deberá de ser realizadas. En las pacientes en las que la enfermedad pélvica se encuentra difusa con o sin síntomas asociados de sepsis se deberá de realizar histerectomía total abdominal con salpingo-oforectomía bilateral aun cuando la paridad no haya sido satisfecha. 25 Dos aspectos específicos merecen atención especial. La formación de absceso tubo ovarico en posmenopáusicas es rara, y solo el 1.7% de todos los casos ocurre en este grupo. Datos combinados de tres estudios retrospectivos de absceso tubo ovárico en posmenopáusicas demuestran que 12 de 27 pacientes (44%) tenían un cáncer ginecológico concomitante. Es indispensable una laparotomía exploradora en todas las posmenopáusicas con absceso tubo ovarico, debido al elevado riesgo de cáncer vinculado. 32. Ruptura de un absceso tubo ovárico Un absceso tubo ovarico puede abrirse espontáneamente en el recto ó en el colon sigmoides, la vejiga o la cavidad peritoneal libre. La ruptura intraperitoneal de un absceso tubo ovarico es una de las menos comunes pero más catastróficas de la enfermedad pélvica inflamatoria. Antes de 1947 la mortalidad de las pacientes con ruptura de absceso tubo ovarico variaba desde el 48% hasta el 100%. Ya que el tratamiento era básicamente medico. Puesto que el tratamiento quirúrgico era estimado como contrario a los principios quirúrgicos de remover los órganos genitales en presencia de peritonitis. 43. Un absceso puede romperse en forma espontánea o como consecuencia del examen bimanual o por un trauma. El estudio bacteriológico del mismo es infructuoso ya que solo en 50% de los casos se ha encontrado un microorganismo específico. El diagnóstico de la ruptura del absceso tubo ovárico es principalmente clínico, y el principal síntoma es el dolor intenso que aparece de forma súbita, refiriendo la paciente exactamente la hora en que se produjo. La edad promedio de pacientes con absceso tubo ovárico roto fue de 33 años en un estudio realizado por Te Linde. El examen físico revela pacientes muy enfermas, con respiraciones superficiales, y deshidratada, así como con distensión abdominal y disminución o ausencia de los ruidos intestinales. , peritonitis generalizada, rigidez muscular y matidez migratoria.. La taquicardia es un hallazgo frecuente y el estado de choque se instala durante el tiempo que la paciente se encuentra en observación.. La temperatura por lo general supera los 38.3 grados pero en una fase más temprana puede ser normal. El recuento leucocitario es probable que supere los 15,000 cel/mm3, pero también puede ser normal. La presencia de leucopenia puede ser ominosa. Una placa simple de abdomen puede revelar íleo paralítico, indicios de líquido libre en la cavidad y atelectasias en las bases pulmonares. La mortalidad primaria asociada con una ruptura de absceso tubo ovárico esta directamente ligada a la demora del tratamiento quirúrgico. Desde 1909 Boney reporto que un tratamiento quirúrgico rápido les daba una gran oportunidad de supervivencia a las pacientes. Él encontró que si se realizaba la remoción del absceso en las primeras 12 horas el 70% de las pacientes se recuperaba y el 30 % fallecía. Pedowitz en 1952 realizo un estudio con 12 pacientes a los que se les realizo una intervención quirúrgica y en el cual no se presento ninguna defunción. 38. Te linde observo que el 80% de las pacientes a las cuales fallecieron secundario a la ruptura de un absceso, la muerte se produjo en menos de 90 horas después de la ruptura del absceso. A medida que transcurre el tiempo después de la ruptura de un absceso la peritonitis séptica se agrava y generaliza; aumentan las condiciones para la instalación de un choque séptico como consecuencia de la mayor absorción de bacterias y endotoxinas bacterianas, y la secreción de una mayor cantidad de liquido en la cavidad peritoneal a través de las serosas inflamadas. Lo que condiciona el establecimiento del estado de choque séptico que puede evolucionar a falla orgánica múltiple y muerte. 39. El tratamiento de una paciente con ruptura de absceso tubo ovarico puede dividirse en tres fases: preoperatorio, operatoria y postoperatoria. En el preoperatorio, se debe considerar una preparación completa pero rápida del paciente, entre las que se incluye el preparar concentrados eritrocitarios, la colocación de un catéter de Swan-Ganz ya que permite una monitorización de la presión pulmonar y la presión capilar enclavada pulmonar. Solicitar exámenes como electrolitos, creatinina, glucosa, fosfatasa alcalina. Instaurar un régimen antibiótico con medicamentos de amplio espectro. Vigilancia de líquidos a través de colocación de sonda foley. Se debe intentar estabilizar a la paciente pero si no es posible no se deberá perder tiempo en el intento. 38,39 En la fase operatoria, la elección del anestésico, dependerá de la habilidad del medico anestesiólogo. Se sugiere una insición media infraumbilical para poder extenderse en caso necesario y se deberán tomar cultivos del material extraído. El procedimiento de elección es la histerectomía total abdominal con salpingo-oforectomía bilateral. En algunos casos se podrá preservar un ovario sobre todo si la paciente es joven. Cabe mencionar que aunque lo ideal es hacer una histerectomía total, no en todos los casos es posible ya que en estas condiciones la cirugía resulta riesgosa por lo que puede realizarse una histerectomía subtotal y programar cuando el proceso ya se encuentre con menos proceso inflamatorio la resección del resto del tejido.39, 43 Algunos autores encontraron que puede ofrecerse a las pacientes un tratamiento conservador como en el caso de Rivlin que no encontró diferencias significativas entre la realización ó no de la histerectomía, por lo que considera que el tratamiento conservador es seguro para las pacientes.46 Una vez terminado el procedimiento de exploración se deberá realizar un lavado con solución fisiológica tibia para tratar de eliminar la mayor cantidad de tejido necrótico, en caso de encontrarse contaminada la herida quirúrgica, se deberá dejar abierta y se cerraran 4 a 5 días después si esta se encuentra sin datos de infección. 39. En el postoperatorio se debe tener presente el estado de choque, la infección, el íleo y los desequilibrios hidroelectrolíticos. El estado de choque se deberá tratar con hemoderivados cuando se indique así como con reposición con soluciones electrolíticas y en caso necesario con sustancias vaso activas. En caso de contar con antibiograma de los patógenos cultivados solo se modificara el esquema de antibióticos si la paciente no presenta mejoría. La posición de semifowler evitara nuevas colecciones en espacio subfrénico y subdiafragmático. También se debe monitorear el estado hidroelectrolítico. Especialmente la función renal que también esta afectada en este tipo de pacientes. 39 “MANEJO DE LA ENFERMEDAD PÉLVICA INFLAMATORIA EN EL SERVICIO DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA DEL HJM” CLAUDIA SUSANA LUCIANO BAROCIO. SERVICIO DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA “HOSPITAL JUÁREZ DE MÉXICO” RESUMEN La enfermedad pélvica inflamatoria es una infección del tracto genital superior que resulta de la migración ascendente de infecciones de transmisión sexual y dentro de sus complicaciones encontramos al absceso tubo-ovárico. Objetivo: determinar las características demográficas clínicas de las pacientes con absceso tubo ovárico así como la morbilidad postquirurgica de acuerdo al tipo de tratamiento quirúrgico Material y métodos: Se realizó el estudió en el serviciode Ginecología del Hospital Juárez de México, México, D.F. del 1º. Diciembre de 2002 al 31 de enero de 2005. Se registraron los datos demográficos, antecedentes de importancia, manifestaciones clínicas, tratamiento medico, tratamiento quirúrgico, complicaciones, quirúrgica, postquirúrgicas y tiempo de hospitalización. Resultados: La enfermedad pélvica inflamatoria severa ó absceso tubo ovárico se presento con más frecuencia en entre la tercera y cuarta década de la vida ( promedio 30 años), en casadas (52.2%) multigestas (53.8%), con un inicio de vida sexual activa en el la segunda década de la vida (17 años) El 70% eran usuarias de dispositivo intrauterino. Las manifestaciones clínicas más frecuentes eran dolor pélvico en el 100%, dolor anexial y cervical (87%) ataque al estado general (85%) y fiebre (72%) Tanto el tratamiento ablativo como el conservador no presenta diferencia estadísticamente significativa en complicaciones, fiebre, estancia hospitalaria y reintervención quirúrgica. Se encontró más elevado el tiempo quirúrgico y la hemorragia transquirúrgica con una p= 0.001 y 0.002 respectivamente. Conclusión: las características demográficas, y clínicas de nuestra población de estudio son semejantes a las reportadas en la literatura, No existe diferencia en la morbilidad del tratamiento conservador y ablativo, solo respecto al tiempo quirúrgico y hemorragia que pueden ser inherentes al tipo de procedimiento. SUMMARY The inflammatory pelvic disease is an infection of upper genital tract that is the result from the ascending migration of infections of sexual transmission and one of his complication are the tubo-ovarian abscess. Objective: To determine the clinical demographic characteristics of the patients with tubo ovarian abscess as well as the postsurgical morbidity according to the type of surgical treatment Material and methods: It was made studied in the service of Gynecology of the Juárez Hospital of Mexico, in Mexico, D.F from 1º. December 2002 to 31 of January of 2005. The demographic, antecedent of importance, clinical manifestations , medical treatment, surgical treatment, surgical complications, post surgical ,hospitalitation period were registered . Results: The severe inflammatory pelvic or tubo ovarian abscess appear with the more frequency in between the third and fourth decade of the life (average 30 years), in married (52,2%) you multiparous (53,8%), with a beginning of active sexual life in the second decade of the life (17 years).The 70% were usuary of intrauterine device. The most frequent presenting complaints were pelvic pain ( 100%), anexial and cervical pain (87%). attacks the general state (85%) and fever (72%).The ablative an conservative treatment do not present statistically significant in complications, fever, hospital stay and surgical reinterventión. We found more elevated the surgical time and the intra surgical hemorrhage with p= 0,001 and 0,002 respectively. Conclusion: The demographic characteristics, and clinics of our population of study are similar to the reported in Literature, Do not exist differentiates in the morbidity from the preservative treatment and ablative, single with respect to the surgical time and hemorrhage that can be inherent to the type of procedure. “MANEJO DE LA ENFERMEDAD PELVICA INFLAMATORIA EN EL SERVICIO DE GINECOLOGIA Y OBSTETRICIA DEL HJM” INTRODUCCION La enfermedad pélvica inflamatoria es una infección del tracto genital superior que resulta de la migración ascendente de infecciones de enfermedades de transmisión sexual, los microorganismos mas comúnmente asociados son Neisseria gonorrhoeae y Chlamydia trachomatis. 1,3 Diversos factores demográficos, conductuales y el uso de anticonceptivos se han identificado como factores de riesgo para presentar enfermedad pélvica inflamatoria. 3. Dentro de los que encontramos, edad joven, historia de EPI, múltiples parejas sexuales, uso de DIU, y la falta de utilización de anticonceptivos de barrera.3, 4,6 La enfermedad pélvica inflamatoria presenta diversas complicaciones entre las que encontramos la peri hepatitis, el absceso tubo ovarico dolor pélvico crónico y elevar el riesgo de presentar embarazos ectópicos, así como ser factor de riesgo para presentar infertilidad.2, 3, 28,31 El tratamiento de la enfermedad pélvica inflamatoria en cualquiera de sus modalidades leve moderada o severa, de inicio es basándose en antibióticos de acuerdo a los esquemas que están indicados por la CDC.1 Respecto al tratamiento quirúrgico este se encuentra indicado en pacientes que no respondieron a tratamiento medico después de 72 horas, aquellas que presentan absceso tubo ovarico y que este es mayor de 8cm, así como en n las pacientes en las que existe la sospecha de ruptura del absceso.4, 7,32,35 Anteriormente el tratamiento quirúrgico de elección era la realización de histerectomía total abdominal con salpingo-oforectomía bilateral, posteriormente debido a que la edad de presentación de este padecimiento se fue acortando se planteo un tratamiento conservador en el cual solo se realizaba salpingo-oforectomía uni o bilateral o lavado de cavidad abdominal con la permanencia del útero. Existen otras técnicas quirúrgicas en la actualidad como son el drenaje percutáneo, la colpotomia y el tratamiento laparoscópico pero que no se abundara en ellos en este momento.25, 39, 43,45 En el Hospital Juárez de México se han observado en la actualidad estas dos conductas en el tratamiento del absceso tubo ovarico, un tratamiento ablativo con histerectomía total abdominal y un tratamiento conservador en el que solo se realiza la extirpación de anexos o lavado de la cavidad abdominal. Consideramos importante el presente estudio ya que es muy grande el impacto emocional y físico en la paciente a la que se le realiza histerectomía total abdominal con o sin salpigo- oforectomía por la perdida de la fertilidad aún cuando la paciente se encuentre con paridad satisfecha. El objetivo general es: Determinar el tipo de tratamiento quirúrgico que mejore los resultados en la paciente con absceso tubo ovárico (Enfermedad pélvica inflamatoria severa). Los objetivos específicos son: • Conocer la incidencia de la enfermedad en el Hospital Juárez de México • Caracterizar demográficamente a la población de estudio • Caracterizar clínicamente a la población general y de ambos grupos • Determinar la morbilidad general y de ambos grupos • Determinar y caracterizar el tratamiento médico asociado • Evaluar el resultado del tratamiento quirúrgico conservador en comparación con el tratamiento ablativo MATERIAL Y METODOS Se realizo un estudio retrospectivo de tipo descriptivo . Se realizó el estudio en el Hospital Juárez de México, se revisaron los registros del 1º. De diciembre de 2002 al 31 de enero de 2005, encontrándose 1842 ingresos. Se incluyeron todas las pacientes que tenían al egreso el diagnóstico de enfermedad pélvica inflamatoria y que habían recibido tratamiento quirúrgico. Se excluyeron las pacientes que solo recibieron tratamiento medico ó que se habían egresado de forma voluntaria. La población de estudio consistió en 40 casos. 16 pacientes que recibieron tratamiento ablativo y 24 pacientes que recibieron tratamiento conservador. Definiciones operacionales: Enfermedad pélvica inflamatoria: Inflamación del tracto genital superior femenino, por infección poli microbiana ascendente, que ocurre en mujeres sexualmente activas. Incluye endometritis, parametritos, salpíngitis, ooforitis, absceso tubo-ovarico, peritonitis y peri hepatitis. Se definió enfermedad pélvica inflamatoria severa de acuerdo a la clasificación laparoscópica de Lund que corresponde al complejo tubo ovárico ó con absceso pélvico. Se definió como tratamiento quirúrgico conservador, a aquellas pacientes a las que se les realizó salpingo-oforectomía uni o bilateral, ó que solamente
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