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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO 
____________________________________________ 
 
 FACULTAD DE MEDICINA 
 DIVISION DE ESTUDIOS DE POSTGRADO 
 
 SECRETARIA DE SALUD 
 HOSPITAL JUAREZ DE MEXICO 
 
 DIVISIÓN DE GINECOLOGIA Y OBSTETRICIA 
 
 
 “MANEJO DE LA ENFERMEDAD 
 PÉLVICA INFLAMATORIA EN 
 SERVICIO DE GINECOLOGÍA Y 
 OBSTETRICIA DEL HJM” 
 
 TESIS DE POSTGRADO 
 
 PARA OBTENER EL TITULO DE: 
 E S P E C I A L I S T A E N 
 
 GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA 
 
 
 P R E S E N T A : 
 
 DRA. CLAUDIA SUSANA LUCIANO BAROCIO 
 
 
 
 
MEXICO, D. F. 2006 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
AUTORIZACIÓN 
 
 
 
 
DR. ALEJANDRO TREVIÑO BECERRA 
DIRECTOR DE INVESTIGACIÓN Y ENSEÑANZA 
HOSPITAL JUÁREZ DE MÉXICO 
 
 
 
DR. LUIS DELGADO REYES 
JEFE DE LA DIVISION DE ENSEÑANZA 
HOSPITAL JUAREZ DE MÉXICO 
 
 
 
 
DR. ROBERTO JOSE RISCO CORTES 
PROFESOR TITULAR DEL CURSO UNIVERSITARIO DE ESPECIALIZACION 
EN GINECOLOGIA Y OBSTETRICIA 
HOSPITAL JUAREZ DE MÉXICO 
 
 
 
 
DR. MARCOS HERNANDEZ FIERRO 
MEDICO ADSCRITO AL SERVICIO DE GINECOLOGIA Y OBSTETRICIA 
HOSPITAL JUAREZ DE MEXICO 
DIRECTOR DE TESIS 
 
 
 
 
DR. VICTOR HUGO PULIDO OLIVARES 
MEDICO ADSCRITO AL SERVICIO DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA 
HOSPITAL JUAREZ DE MÉXICO 
REVISOR DE TESIS 
 
 
 
NUMERO DE REGISTRO 
DE PROTOCOLO: HJM-1068/05.03.03 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
A mi hijo, 
Porque a través de él 
Confirme que existe 
Dios. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
INDICE 
 
 
 
 
 
 
MARCO TEORICO. …………………………..…………………………….01 
• DEFINICION (ENFERMEDAD PELVICA INFLAMATORIA)…………………01 
• EPIDEMIOLOGIA………………………………………………………………...01 
• FACTORES DE RIESGO...………………………………………………………..01 
• FISIOPATOLOGÍA..............………………………………………………………04 
• ETIOLOGÍA....................…………………………….……………………………05 
• DIAGNOSTICO…………………………………………………………………...07 
A. Diagnostico clínico…………………………………………………………07 
B. Estudios de laboratorio……………………………………………………..08 
C. Radiologia e imagen……...………………………………………………...09 
D. .Estudio histopatológico………….………………………………………...09 
E. Laparoscopia……………………………………………………………….10 
F. Diagnostico diferencial……….……………………………………………11 
• TRATAMIENTO…………………………………………………………………..11 
• COMPLICACIONES A LARGO PLAZO………………………………………...13 
• COMPLICACIONES AGUDAS…………………………………………………..13 
A. SX FITZ HUG CURTIS………………………………………………13 
B. ABSCESO TUBO OVARICO………………………………………..14 
RESUMEN......................................................................................................................23 
INTRODUCCION..........................................................................................................24 
• OBJETIVO GENERAL......................................................................................24 
• OBJETIVOS ESPECIFICOS..............................................................................25 
MATERIAL Y METODOS…………..…………………………………………….….25 
RESULTADOS………………………..……………………………………………….27 
DISCUSION…………………………..………………………………………….……33 
CONCLUSION………………………..……………………………………………….36 
BIBLIOGRAFIA……………………..…………………………………………..……37 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
MARCO TEORICO 
 
 
ENFERMEDAD PELVICA INFLAMATORIA 
 
DEFINICION 
 
La enfermedad pélvica inflamatoria (EPI) es un padecimiento del tracto genital superior 
femenino que incluye una combinación de entidades entre las que se encuentran 
endometritis, parametritis, salpíngitis, ooforitis, peritonitis, peri hepatitis, y absceso tubo-
ovárico no relacionados con el embarazo o cirugías pélvicas.1, 2, 4, 5,6,7 
 
EPIDEMIOLOGIA 
 
La incidencia de la enfermedad no se ha determinado con exactitud, ya que no se reportan 
todos los casos, además de que en algunas pacientes la enfermedad se presenta de forma 
subclínica. El Centers for Disease Control and Prevention (CDC) hacia la década de los 
ochentas estimo 2.5 millones de mujeres con enfermedad inflamatoria pélvica al año, cifra 
que disminuyó en la década pasada a 1 millón de casos anuales, esto probablemente debido 
a un tamizaje intenso nacional en busca de enfermedades de transmisión sexual 
otorgándose tratamiento oportuno a las pacientes. 1, 2, 3, 4, 7 
 
Aproximadamente 10 al 17% de las mujeres con Neisseria gonorrhoeae y del 10 al 30% 
con Chlamydia trachomatis endocervical desarrollan enfermedad pélvica inflamatoria. La 
importancia de estos microorganismos es que son los responsables de EPI subclínicas o 
asintomáticas. En las pacientes que se realizó cultivos en las primeras 24 horas después de 
iniciados los síntomas se encontró a Neisseria gonorrhoeae como el principal agente 
etiológico de EPI, posteriormente solo se encontraron cocos anaerobios.2.3 
 
FACTORES DE RIESGO 
 
 Los factores de riesgo son las variables que afectan directamente el riesgo de progresión o 
transmisión de una enfermedad 12. 
 
Diversos factores demográficos, conductuales y el uso de anticonceptivos se han 
identificado como factores de riesgo para presentar enfermedad pélvica inflamatoria. 3. 
Dentro de los factores de riesgo encontramos los que han sido estudiados y aceptados que 
predisponen a presentar EPI y son: edad joven, múltiples parejas sexuales, historia previa 
de EPI, infecciones de transmisión sexual por ejemplo N gonorrhoeae, así como C 
trachomatis, y la falta de utilización de anticonceptivos de barrera. También se han 
propuesto otros factores de riesgo que no han sido claramente asociados como es el bajo 
nivel socioeconómico, la raza, mujeres solteras, residencia en medios urbano, coito durante 
la menstruación, el uso de dispositivo intrauterino, las duchas vaginales, el tabaquismo y el 
abuso de sustancias tóxicas. 3, 4,5,6. 
 
Los autores refieren que la edad joven se ha encontrado asociada firmemente a la 
presentación de EPI ya que el 75% de las mujeres con EPI son menores de 25 años, 
 
 
además de que en esta edad se mantiene conductas riesgosas como son las múltiples parejas 
sexuales y la falta de utilización de métodos anticonceptivos de barrera. 9 Sin embargo, las 
mujeres entre 15 y 19 años presentan menos secuelas que las mujeres mayores con EPI. 10. 
Por otro lado ya se había mencionado que la presencia de infecciones cervicales de 
transmisión sexual puede favorecer en un 20 al 30% el desarrollo de EPI. En el caso de la 
vaginosis bacteriana se encontró en un estudio reciente que no existe una asociación entre 
esta y el riesgo de desarrollar EPI, con un nivel de la evidencia de II-2. 14. Con relaciónal 
uso de los anticonceptivos estos juegan un papel importante ya que la falta de utilización de 
los mismos aumenta el riesgo de presentar EPI; los preservativos diafragmas y las 
preparaciones espermicidas son efectivos como obstrucción mecánica y barrera química. El 
Nonoxinol 9 es un material que se utiliza en los espermicidas y tiene un papel bactericida y 
viricida. Se ha demostrado en los laboratorios que esta sustancia ataca de forma eficiente a 
microorganismos como la C trachomatis y a N gonorrhoeae, así como especies de 
Mycoplasma, Trichomona vaginalis, Treponema pallidum, virus del herpes simple y al 
virus de la inmunodeficiencia humana. 5. 
 
 Otros autores han estudiado el papel de la píldora anticonceptiva la cual ha demostrado un 
papel protector para el desarrollo de la enfermedad. Se han propuesto solo teorías respecto 
a lo anterior suponiendo que el efecto de la progesterona del anticonceptivo produce que el 
moco cervical sea mas espeso, además, de disminuir la cantidad y el número de días del 
sangrado menstrual y disminuyendo la receptividad del endometrio bajo acción del 
progestágeno. Otros autores refieren que el papel protector de la píldora anticonceptiva es 
la asociación entre el uso de esta y la disminución de conductas riesgosas para las mujeres. 
3. 
 
 Se ha propuesto como factor de riesgo con asociación débil para EPI a las mujeres con 
vida sexual activa y que se encuentran solteras, pero en algunos estudios se ha encontrado 
que la mayoría de las pacientes que se presentan la enfermedad son casadas, por otro lado 
ellos sugieren que esto esta mas bien relacionado al no convivir con una pareja estable, así 
como el tener mas de 2 parejas sexuales, y al cambio constante de las mismas. 9 
 
El vivir en zonas urbanas se ha considerado también ya que consideran que es donde se 
concentra la mayor cantidad de población y en consecuencia un mayor numero de personas 
con infecciones de transmisión sexual. 2. 
 
El coito durante la menstruación ha sido otro de los factores comúnmente mencionados ya 
que diversos estudios han demostrado que la mujer adulta es más susceptible de infecciones 
de transmisión sexual durante la menstruación. Esto como ya lo comentamos anteriormente 
debido a la perdida de moco cervical durante este periodo así como a la menstruación 
retrógrada, contractilidad del miometrio y la presencia del sangrado menstrual por si mismo 
sirve como un excelente medio de cultivo. 2 
 
El uso del dispositivo intrauterino ha sido controversial ya que algunos estudios refieren 
que ser portadora aumenta de 2 a 5 veces el riesgo de desarrollar EPI.4, 12, Sin embargo, se 
llevo a cabo un estudio por la OMS en 1992 en el cual se concluye que el riesgo de EPI 
asociado al dispositivo intrauterino ocurre principalmente durante las primeras tres semanas 
de inserción disminuyendo de manera dramática después de las 4 semanas 9,12,13. Lo 
anterior soporta la hipótesis de que durante la introducción del dispositivo intrauterino 
 
 
también se arrastran microorganismos cervicales y vaginales a la cavidad endometrial. 
Algunos autores refieren que el uso de doxiciclina profiláctica posterior a la introducción 
del dispositivo intrauterino puede disminuir el riesgo de desarrollar EPI. 13 Sin embargo 
revisiones respecto a esta propuesta han referido que no existe diferencia estadísticamente 
significativa en las pacientes a las que se les administro antibiótico profiláctico en relación 
con las que no se administró. 
 
Las duchas vaginales también han sido asociadas con la enfermedad pélvica inflamatoria, 
ya que se ha observado un mayor numero de usuarias de duchas vaginales en mujeres con 
enfermedad inflamatoria pélvica que en las que no lo presentan. Un estudio de casos y 
controles demostró que el uso de duchas vaginales en los 2 meses previos a la aparición de 
la a enfermedad fue asociado con riesgo relativo de 1.7 (con un 95% de intervalo de 
confianza, 1.04 a 2.08.) La hipótesis que se plantean para explicar esta asociación es que las 
duchas vaginales alteran la flora bacteriana normal y por otro lado condicionan un 
mecanismo con el cual se introducen microorganismos cervicales y vaginales en la cavidad 
uterina. Sin embargo, no todos los estudios han sido contundentes con esta asociación, y 
refieren los autores que se deben de evaluar por cantidad, frecuencia y calidad de la ducha 
vaginal para obtener datos más precisos acerca de este factor. 4,10. 
 
Tanto como el tabaquismo como el abuso de sustancias se han observado como factores 
asociados para desarrollar EPI, pero esta es una asociación débil. 10 
 
FISIOPATOLOGIA 
 
La enfermedad pélvica inflamatoria resulta de una infección ascendente de la flora 
bacteriana de la vagina y cervix en más del 99% de los casos. Esta infección ocurre 
siguiendo la superficie de la mucosa, donde la bacteria coloniza e infecta el endometrio. 
Diversos cambios de la anatomía y fisiología de la mujer pueden combinarse para favorecer 
el ascenso de la infección y la susceptibilidad para presentar EPI. La edad es un importante 
factor de riesgo para el desarrollo de esta, ya que en las pacientes jóvenes la frecuencia de 
presentar ectoprion es más alta y por lo tanto es más alto el riesgo de EPI en este grupo. Los 
cambios hormonales también intervienen, ya que en e la mitad del ciclo menstrual son 
bajos los niveles de progesterona lo que disminuye la capacidad del moco cervical para 
impedir el paso de bacterias, cuando esta se eleva el moco cervical es más espeso 
impidiendo el paso de bacterias e inclusive de los espermatozoides, posteriormente al inicio 
del sangrado menstrual este moco desaparece por lo que no existe una barrera a las 
bacterias por lo que su transporte hacia la cavidad se facilita. Por lo tanto, es raro que se 
presente este padecimiento en mujeres sin menstruación como son las pacientes 
premenárquicas, embarazadas y posmenopáusicas .13. 
En menos del 1% de los casos puede ser el resultado de apendicitis perforadas ó de 
abscesos de otro origen. La vía hematógena y linfática se contempla como otra posibilidad 
remota de diseminación de la infección, como en el caso de la tuberculosis genital. 
Aproximadamente el 85% de las pacientes que presentan enfermedad inflamatoria pélvica 
es de forma espontánea en mujeres sexualmente activas. El 15% restante se ha relacionado 
con algunos procedimientos como biopsias endometriales, legrados, inserción de 
dispositivo intrauterino, histerosalpingografía e histeroscopia. 7.5 
 
 
 
Se han identificado otros mecanismos como la menstruación retrógrada y la presión 
intraperitoneal negativa (mecanismo de aspiración) lo que puede explicar la contaminación 
de la porción superior del tracto genital, con microorganismos de la flora cervico vaginal. 
Otras posibilidades son bacterias que se unen a espermatozoides móviles y a tricomonas.7 
 
Los mecanismos específicos inmunológicos de la mucosa son protectores ya que facilitan el 
rápido desecho de los microorganismos patógenos. Por el contrario un proceso inflamatorio 
puede contribuir al daño tisular. La IgA que se encuentra en las secreciones vaginales, es 
secretada en respuesta a una estimulación de un antígeno externo, como puede ser un 
proceso infeccioso o la vacunación. Los anticuerpos anti IgA neutralizan una variedad de 
moléculas biológicamente activas e inhiben la adhesión de los microorganismos a la 
superficie lo cual es importante para interrumpir su patogenicidad. La habilidad de la IgA 
para inhibir la fagocitosis por los leucocitos polimorfo nucleares puede también operar en 
la prevención de la respuesta endocitica y el transporte de N gonorrhoeae por las células 
epiteliales no ciliadas de las trompas de Falopio. En el caso de N gonorrhoeae produce 
IgA-1 proteasas, las cuales pueden neutralizar las IgA de los mecanismos de defensas. La 
producción de las primeras es llevada a cabo también por otros patógenos loscuales pueden 
contribuir a una enfermedad invasiva. Asimismo, otros mecanismos que se activan por IgM 
e IgG son el sistema del complemento, el cual se encuentra presente en las secreciones 
cervicales de pacientes con infección por N gonorrhoeae. Una vez que se lleva a cabo la 
fagocitosis de los microorganismos estos condicionan ruptura de los neutrófilos y 
monocitos liberando radicales libres condicionando daño tisular en el sitio de la infección 
por peroxidación de las membranas celulares y por cambios oxidativos en las proteínas 
celulares. En los neutrofilos la fosfolipasa Aa2, libera acido araquidónico con los que se 
estimula la formación de prostaglandina E1 y E2 y tromboxanos favoreciente el edema del 
sitio de infección. 13 
 
Particularmente en el caso de Chlamydia trachomatis es una infección que puede progresar 
de manera crónica y severa, pasando en muchos casos asintomática. Esta mediada por 
anticuerpos y complemento. Presentando en la infección aguda formación de tejido 
inflamatorio que condiciona adhesión de los tejidos y obstrucción tubaria en contraste con 
la inflamación crónica en la que observa la formación de folículos linfoides. En el caso de 
N gonorrhoeae este es un microorganismo intracelular que tiene preferencia por las células 
no ciliadas muco secretoras, lo que le permite invadir la superficie epitelial, por lo que una 
vez dentro no es susceptible de ser atacado por anticuerpos complemento o neutrófilos. 
Dentro de la célula libera hacia el exterior enzimas dañinas para los tejidos como son la 
fosfolipasa y las peptidasas. Los componentes más dañinos a los tejidos son dos estructuras 
de superficie como son los lipopolisacáridos y los peptidoglicanos.13 
En general después de que las bacterias se unen al epitelio ciliado tubario, ocurre 
proliferación e invasión local. Se produce intensa respuesta inflamatoria con edema e 
infiltrado leucocitario. Las bacterias invaden a través de la membrana basal y de ahí a la 
capa muscular tubaria. Las superficies tubarias inflamadas pueden adherirse entre sí y 
producir oclusión de la luz o formación de bolsa ciega. Si las fimbrias se aglutinan y cierran 
puede formarse un piosalpinx cuando la luz se llena de células inflamatorias. Después del 
tratamiento eficaz el detritus, entonces estériles se licua y producen un hidrosalpinx. O bien 
si la fimbria se une al ovario puede formarse un absceso tubo ovárico. En cualquier caso, la 
rotura de la estructura llena de pus disemina la infección en el peritoneo y forma abscesos 
 
 
de fondo de saco, abscesos intestinales interasa y subdiafragmáticos. En ocasiones las 
trompas y los ovarios descienden por gravedad hacia el fondo de saco de Douglas y 
constituyen un absceso del mismo, si no se trata pudiera disecar el tabique rectovaginal y 
drenar espontáneamente a través de recto o vagina. 7 
 
ETIOLOGIA 
 
La enfermedad inflamatoria pélvica es de origen polimicrobiano, como se mencionó 
anteriormente causado por microorganismos que ascienden de vagina y cervix siguiendo la 
mucosa del endometrio para colonizar los oviductos. Los patógenos de transmisión sexual 
comúnmente encontrados son N. gonorrhoeae así como C. trachomatis y en menor grado 
Mycoplasma genitalum y Ureaplasma urealitycum, así como otros virus de transmisión 
sexual como el herpes simple y el Citomegalovirus. En 1857 Bernoutz Y Coupil de 
Francia, fueron los primeros en establecer la relación entre el gonococo y EPI sobre la base 
de estudios de autopsia. La C. trachomatis se aisló por primera vez de las trompas de 
Falopio en pacientes con salpíngitis aguda por los investigadores suecos Eilard y cols. en 
1976.14 Tanto N gonorrhoeae como C trachomatis se encuentran de manera conjunta del 
20 al 50% de los casos de pacientes con enfermedad pélvica inflamatoria N gonorrhoeae 
solo se puede obtener de cultivos de tubas uterinas en las primeras 24 horas de iniciados los 
síntomas, posteriormente a esto los especimenes obtenidos son principalmente anaerobios. 
 
Debido a que la virulencia de N gonorrhoeae tanto in Vitro como en estudios in vivo se ha 
establecido bien, se sabe que aproximadamente el 20% de las mujeres con infección 
cervical por este microorganismo desarrollaran enfermedad pélvica inflamatoria. 
Aproximadamente el 50% de las mujeres que tienen EPI tendrán cultivos positivos de las 
tubas uterinas a este microorganismo también. Además cuando se encuentra sólo positivo el 
cultivo para este microorganismo se ha observado que la evolución de la enfermedad hacia 
la mejoría es más rápida.4, 5, 15,16, 
 
Respecto a C trachomatis esta representa hasta el 40% de la causa de los ingresos a 
hospitalización por EPI. Aproximadamente el 30% de las pacientes con endocervicitis por 
C trachomatis desarrollaran posteriormente enfermedad pélvica inflamatoria. Por otro lado 
la infección por este microorganismo aumenta de 3 a 6 veces el riesgo de presentar 
embarazos ectópicos con relación a las pacientes que no la han presentado.2, 3,5. 
 
De los microorganismos que se han tomado de cultivos directamente de la luz de la tuba 
uterina o por culdoscentesis han sido, los más comunes organismos aeróbicos no 
hemolíticos como estreptococos, Escherichia coli, estreptococo del grupo B y 
estafilococos coagulasa negativo. Dentro de los anaerobios encontramos especies de 
bacteroides, peptoestreptococos y peptococos. 
 
Los micoplasmas genitales son microorganismos ubicuos que se encuentran el tracto 
genital inferior de mujeres en actividad sexual. Pero también se aislaron del tracto genital 
superior de pacientes con salpíngitis, por lo que aunque rara, es una causa también de 
salpíngitis aguda en América del Norte. 
 
 
 
La enfermedad pélvica por Actinomyces es rara. Y este microorganismo es parte de la flora 
normal de la vagina. Actinomyces israelii es una causa poco frecuente de salpíngitis severa 
y formación de absceso tubo ovárico. Las pacientes con esta infección presentan más 
frecuentemente dolor abdominal crónico y masa pélvica palpable. Y Se ha relacionado más 
en relación con la colonización del cervix y vagina y el uso del DIU. Aunque se encuentren 
cultivos positivos para este micro organismo si no se presentan datos de infección la 
administración de antibióticos no es necesaria. 17,18. 
 
Y habíamos comentado que también existen virus implicados en la etiología de de la 
salpíngitis, pero estos no se han estudiado lo suficiente para conocer el papel que tienen en 
la aparición de salpíngitis sobre todo porque no es fácil cultivar a todos los patógenos de 
una muestra en especial los virus. 
 
Mycobacterium tuberculosis es la única bacteria que infecta las trompas de Falopio por 
diseminación hematógena y aunque es rara se está presentando con mayor frecuencia por el 
auge del síndrome de inmunodeficiencia humana.14 
 
 
Diagnóstico clínico 
El diagnóstico de le enfermedad pélvica inflamatoria es algunas veces un desafío aún en 
manos muy experimentadas. Lo anterior porque la presentación clínica de la enfermedad 
inflamatoria pélvica es muy variada desde la asintomática hasta la enfermedad severa. La 
literatura menciona casos de enfermedad pélvica silente la cual incluye a mujeres con 
infertilidad con evidencia de daño tubario pero no de con historia de enfermedad pélvica 
inflamatoria. 1,2 El dolor abdominal es el síntoma más común que se presenta y asocia 
entre otros a leucorrea amarillenta y con mal olor, dispareunia, sangrado vaginal anormal, 
disuria, naúsea, vómito y fiebre. La severidad de la enfermedad depende de la duración de 
los síntomas y del agente etiológico. Siendo menos sintomática la enfermedad por C 
trachomatis que por N gonorrhoeae. Las pacientes con HIV no se han visto afectadas en la 
severidad clínica de la enfermedad pélvica inflamatoria, y aunque raro se llega a presentar 
absceso tubo ovárico como complicación en estas pacientes. 2 El diagnóstico clínico y 
sintomático tiene un valor predictivo del 65% al 90% en relación con la laparoscopiadiagnóstica que es el estándar de oro. 
 
En el pasado se recomendaba que para hacer el diagnóstico e iniciar tratamiento deberían 
de cumplirse con tres criterios mayores como son dolor anexial, dolor a la movilización 
cervical y dolor abdominal y alguno de los criterios menores dentro de los que encontramos 
temperatura oral mayor de 38.3 grados centígrados, cervicitis muco purulenta, elevación de 
la velocidad de sedimentación globular, proteína C reactiva elevada, documentación de 
infección cervical por N gonorrhoeae, y C trachomatis, ó presencia de masa o tumoración 
pélvica por ultrasonido. Actualmente se han modificado los criterios de tratamiento y 
diagnóstico ya que no todas las pacientes se podían incluir dentro de este grupo de signos y 
síntomas a pesar de presentar enfermedad pélvica inflamatoria, sobre todo en el caso de 
pacienten con enfermedad leve y moderada. Por lo tanto, la CDC en 2002 modificó estas 
guías de diagnóstico e indicó iniciar tratamiento empírico a las pacientes jóvenes con vida 
sexual activa, con riesgo de presentar enfermedades de transmisión sexual si presentaban 
criterios mínimos y no existía otra causa de enfermedad que pudiera ser identificada. 1, 3,19. 
 
 
 
Criterios mínimos para el tratamiento empírico 
• Dolor anexial 
• Dolor abdominal 
• Dolor a la movilización cervical 
 
Además para incrementar la especificidad del diagnóstico se consideraron criterios 
adicionales como son: 
• Temperatura oral mayor de 38.3 grados centígrados 
• Descarga cervical o vaginal anormal 
• Velocidad de sedimentación globular elevada mayor de 15mm/HR 
• Proteína C reactiva elevada 
• Infección cervical documentada por laboratorio con C trachomatis o N gonorrhoeae 
 
Así mismo se establecieron criterios definitivos para el diagnóstico de la enfermedad 
pélvica inflamatoria como son: 
 
• Evidencia histopatológica o por biopsia de endometritis 
• Estudio laparoscópico que muestre anormalidades compatibles con EPI 
• Ultrasonido transvaginal u otras técnicas de imagen que identifique líquido en las 
tubas con o sin líquido libre pélvico, o un complejo tubo ovárico. 4,5. 
 
Sims y cols. en un análisis del estudio de la Universidad de Lund en el cual se basaron para 
realizar la guía de diagnóstico refirieron que la evidencia para soportar los criterios de 
diagnóstico de este estudio es insuficiente ya que solamente se ha basado en una 
combinación de datos empíricos y de opiniones de expertos. Por lo que ellos sugieren que 
se debe realizar un nuevo estudio basado en la asociación de la presentación clínica y los 
hallazgos laparoscópicos que es el estándar de oro. 20. 
 
Dentro del diagnostico también debemos de incluir a la salpíngitis “silenciosa” ó atípica, 
ya que se sabe que más de la mitad de las mujeres con esterilidad de causa tubárica no tiene 
antecedente de enfermedad pélvica inflamatoria, pero que presentan anticuerpos positivos 
contra C trachomatis. Y que además durante la exploración por laparoscopia no tienen 
cambios visibles con relación a las pacientes que no presentan la enfermedad. Por lo tanto 
los criterios diagnósticos para la salpíngitis silenciosa deben de ser menos estrictos, por lo 
tanto a las pacientes con signos de infección del tracto genital inferior, así como de 
vaginosis bacteriana, deben ser tratadas como si presentaran salpíngitis aguda hasta obtener 
mayor información. Es evidente que la especificidad del diagnóstico de salpíngitis 
silenciosa es menor que la EPI manifiesta, pero que es aceptable si se observan los 
beneficios de instituir una terapia rápida a las pacientes en que se sospecha de infección de 
tracto genital superior. 14. 
 
ESTUDIOS DE LABORATORIO 
 
Numerosos estudios de laboratorio han sido investigados para conocer su papel en la 
predicción de la enfermedad inflamatoria pélvica. La cuenta de leucocitos periféricos es 
 
 
un marcador inespecífico ya que solo se encuentra elevada en más de 10,000 en menos de 
la mitad de las mujeres con enfermedad pélvica inflamatoria (44%) Los niveles elevados 
de la velocidad e sedimentación globular y de la proteína C reactiva han tenido buenos 
rangos en su especificidad del 74% al 93% y del 25 al 90% de sensibilidad, siendo la 
proteína C reactiva mejor para la predicción de la EPI 3,4. Ambos estudios solamente se 
consideran como indicadores de severidad pero no modifican el tratamiento de las 
pacientes. 5. Recientemente algunos investigadores han resaltado la alta sensibilidad y el 
alto valor predictivo negativo de la cuenta de leucocitos polimorfonucleares en la citología 
vaginal. El hallazgo de más de 3 células blancas por campo en la citología vaginal tiene una 
sensibilidad del 87% al 91%. La ausencia de células blancas en esta tiene un alto valor 
predictivo negativo del 94.5%. 3,5. Otros autores refieren que aunque la sensibilidad de este 
estudio es alta también es un marcador para otras patologías 20. 
Existen otros marcadores de inflamación como el interferón gama y el factor de necrosis 
tumoral alfa los cuales todavía se encuentran en estudio tanto para el cervix como para el 
endometrio.19, 20 
 
ESTUDIOS DE IMAGEN 
 
Dentro de los estudios de imagen que con frecuencia se utilizan para el diagnóstico de la 
EPI encontramos al ultrasonido, el abdominal ha representado diversas limitaciones pero 
se sigue utilizando cuando es necesario a consideración del medico tratante. El ultrasonido 
transvaginal es el de elección aunque aún este presenta limitaciones ya que en diversos 
estudios se han mostrado una especificidad del 97% pero una muy baja sensibilidad del 
32%. Sin embargo, el ultrasonido transvaginal sigue siendo muy utilizado ya que nos aporta 
datos que no son posibles valorar en algunas ocasiones durante la exploración como son la 
presencia de tumoraciones, ó colecciones tanto en tubas uterinas como pélvicas, ó cuando 
se encuentran interasa.3, 4,5. 
 
La resonancia magnética tiene una sensibilidad para diagnosticar EPI de 95% y una 
especificidad del 89%. Se utiliza no solo para establecer el diagnóstico de EPI, sino para 
conocer las causas de sintomatología agregada a la misma. Su desventaja es su alto costo y 
que no se encuentra en todos los lugares de atención medica.4. 
 
ESTUDIOS HISTOPATOLOGICOS 
 
La biopsia endometrial es auxiliar para el diagnóstico de EPI, y ha demostradas una alta 
sensibilidad 70% al 90% y especificidad del 67% al 90%. Kiviat y cols. Demostraron que 
la presencia de 4 o más neutrofilos por 400x en la superficie del epitelio junto con una o 
más células plasmáticas por 120x en el estroma endometrial proporcionando una 
sensibilidad del 92% y una especificidad del 87% para la predicción de una infección del 
tracto genital y salpíngitis confirmada por laparoscopia. Dentro de sus limitaciones es que 
se requiere por lo menos 2 días para obtener el resultado del estudio e iniciar tratamiento a 
la paciente. Por otro lado cuando se hace diagnóstico de endometritis no necesariamente la 
paciente presenta salpíngitis y viceversa. Además de que el diagnóstico de esta no puede 
predecir que se van a presentar secuelas a nivel tubario. 3 
 
 
 
 
DIAGNOSTICO POR LAPAROSCOPIA 
 
La laparoscopia es considerada el estándar de oro para el diagnóstico de la enfermedad 
pélvica inflamatoria 3. 
 
Los criterios diagnósticos de la EPI por laparoscopia fueron establecidos por investigadores 
suizos en la universidad de Lund los cuales incluyeron estos criterios dentro de una 
clasificación que se sigue utilizando hasta la actualidad. 21 
 
 
 
 
SEVERIDAD DE LA ENFERMEDAD POR EXAMINACION LAPAROSCOPICA 
LEVE ERITEMA, EDEMA, EXUDADO PURULENTO NO 
ESPONTÁNEO*, TUBAS CON MOVIMIENTO LIBRE 
MODERADA ABUNDANTE MATERIAL PÚRULENTO, ERITEMA Y 
EDEMA MÁS MARCADO. TUBAS QUE NO SE 
PUEDEN MOVER FACILMENTE, Y LA ESTOMA DE 
LA FIMBRIA NO ES EVIDENTE 
SEVERA 1.PIOSALPINX O COMPLEJO INFLAMATORIO 
2.ABSCESO+ 
 
* Las tubas requieren de manipulación para producir exudado purulento. 
+El tamañodel absceso debe ser medido.21, 22 
 
Algunos investigadores han cuestionado la presición de la laparoscopia para el diagnóstico 
de EPI, Sellors y colaboradores utilizando la biopsia de la fimbria para demostrar que la 
visualización sola tiene solo un 50% de sensibilidad y un 85% de especificidad para el 
diagnóstico de EPI. Lo anterior ya que refieren que se puede producir hiperemia de las 
fimbrias por formación de acido carbónico por el neumoperitoneo o durante el ciclo 
menstrual con visualización de falsos positivos.23, 24 Otros autores también refieren que el 
que no se visualicen alteraciones en las fimbrias tampoco es excluyente del diagnóstico ya 
que se han encontrado pacientes con endometritis con laparoscopia normal. Por otro lado 
también se ha sugerido que en casos donde no se encuentran datos sugestivos ó que estos 
son mínimos para EPI, se debe realizar un exudado de líquido peritoneal para valorar la 
presencia de polimorfonucelares. 25. Sin embargo la laparoscopia se sigue considerando 
como el estándar de oro para el diagnóstico de enfermedad inflamatoria pélvica, pero esta 
debe ser utilizada en pacientes seleccionados. 
 
La laparoscopia también puede ser terapéutica ya que mediante esta se puede realizar lisis 
de adhesiones, aspiración de salpinges, disección y drenaje de colecciones purulentas e 
irrigaciones de la cavidad pélvica, además de permitir un tratamiento correctivo de las 
lesiones formadas en las salpinges por la EPI. 16,25. Estudios han demostrado que la 
realización de drenaje es inversamente proporcional al tamaño del absceso siendo del 15% 
en colecciones de 4 a 6 cm. y del 70% en colecciones mayores del 10cm. 3. 
 
El costo, el acceso limitado y el riesgo quirúrgico interfieren con el uso universal de la 
 
 
laparoscopia en el diagnóstico de EPI. Su utilización se debe llevar a cabo en pacientes en 
las cuales no es claro el diagnóstico. 
 
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL 
 
Se debe realizar diagnóstico difencial ya que el tracto genital femenino tiene muchos 
órganos adyacentes como el sistema urinario, músculo esquelético y gastrointestinal. Que 
pueden producir e imitar síntomas de EPÍ. Asimismo otros desordenes ginecológicos 
también pueden producir síntomas y hallazgos que simulen a la EPI. 1, 2,4. 
 
Dentro de las patologías más importantes con las que se debe realizar diagnóstico 
diferencial tenemos: 
 
• Apendicitis 
• Embarazo ectópico 
• Ruptura de quiste de ovario 
• Endometriosis 
• Cistitis ó pielonefritis 
• Cálculos renales 
• Quiste torcido de ovario 
• Proctocolitis 
• Cuerpo lúteo hemorrágico 
• Adherencias pélvicas 
• Salpíngitis crónica 
 
TRATAMIENTO 
 
El objetivo del tratamiento para la enfermedad pélvica inflamatoria es eliminar la infección 
y prevenir las secuelas a largo plazo. El objetivo del cuidado de la salud debe acompañarse 
de un bajo umbral para el diagnóstico de EPI e iniciar el tratamiento tan pronto como sea 
posible. La literatura sugiere que no existe diferencia significativa en cuanto al pronóstico 
reproductivo en las pacientes con tratamiento intra y extra hospitalario con enfermedad 
pélvica inflamatoria moderada y severa en mujeres jóvenes 1, 2, 15, 26,27. 
 
Ya habíamos mencionado que el tratamiento empírico se debe iniciar cuando se cumplen 
todos los criterios mínimos de diagnóstico, sin embargo estudios basados en evidencias no 
encontraron datos que soportara o refutara el tratamiento empírico en pacientes que se 
sospecha EPI. 6. Sin embargo un estudio de casos y controles encontró que el retraso en el 
inicio del tratamiento por más de 3 días de iniciada la sintomatología esta asociado a 
problemas de infertilidad.12 
 
Una vez realizado el diagnóstico de enfermedad pélvica inflamatoria los clínicos deben de 
tomar la decisión para hospitalizar a la paciente e iniciar antibióticos vía parenteral o iniciar 
terapia ambulatoria. Importantes factores se deben de considerar en esta decisión de manejo 
dentro de las que se incluyen la severidad de la enfermedad, comparar la eficacia del 
tratamiento intrahospitalario y ambulatorio, y la prevención de secuelas a largo plazo. 1,2 
 
 
 
La CDC recomienda el tratamiento intrahospitalario basado en terapia parenteral para las 
mujeres que tienen alguna de las siguientes características: 
• Embarazo 
• Paciente en la que no se excluye tratamiento quirúrgico (PB apendicitis) 
• Falla de respuesta a tratamiento ambulatorio 
• Intolerancia a la vía oral (nausea/ vómito) 
• Severidad de la enfermedad (fiebre, peritonitis) 
• Presencia de absceso tubo ovárico 
 
Concerniente al incumplimiento del tratamiento en la población adolescente y a la 
preservación de la fertilidad algunos médicos en el pasado proponían a las adolescentes con 
EPI hospitalización. Sin embargo existen datos insuficientes que demuestren que los 
adolescentes se beneficien de la hospitalización y la edad no debe de influir en la selección 
del tratamiento.1, 2, 3,27. 
 
Mucho se ha cuestionado respecto al pronóstico a largo plazo en las pacientes a las que se 
les otorgó tratamiento ambulatorio y a las que se les otorgó tratamiento hospitalario, sin 
embargo los resultados de estudios comparativos no han reportado diferencia clínicamente 
significativa entre estos grupos, ya que la fertilidad, la tasa de embarazo, la recurrencia de 
EPI, y el dolor pélvico crónico son prácticamente similares. Por lo tanto, se ha difundido 
mucho que las pacientes con enfermedad pélvica leve o moderada pueden ser tratadas de 
forma ambulatoria. 3,12. 
 
Los regímenes de tratamiento actuales incluyen al tratamiento parenteral a los pacientes 
hospitalizados y al tratamiento oral a los pacientes ambulatorios. En total los rangos de 
curación microbiológica para los regimenes recomendados es del 75% a 94% para el 
tratamiento vía oral y del 71% al 100% para la vía parenteral.1, 2, 3, 4, 5, 15,26. 
 
Regímenes de tratamiento recomendado para EPI por el CDC 2002 
 
Parenteral 
 
A. Cefotetan 2g IV cada 12 horas ó Cefoxitina 2g IV cada 6 horas+ Doxiciclina 100mg 
IV cada 12horas, continuar el régimen después de 24 horas de presentar mejoría 
clínica. Después continuar con doxiciclina 100mg cada 12 horas por un total de 14 
días 
B. Clindamicina 900mg IV cada 8 horas + Gentamicina IV/IM (2 mg /Kg inicial 
seguida de una dosis de mantenimiento 1.5Mg./Kg dosis cada 8 horas. Continuar el 
régimen hasta 24 horas después de presentar mejoría clínica siguiendo con 
doxicilina 100mg cada 12 horas VO o clindamicina 450mg VO día hasta completar 
14 días de tratamiento. 
 
 
 
 
 
 
 
Alternativa 
 
C. Ofloxacina 400mg IV cada 12 horas ó Levofloxacina 500mg/día IV con o sin 
metronidazol 500mg IV cada 8 horas, Después de iniciar mejoría clínica continuar 
con formula vía oral hasta completar 14 días de tratamiento 
D. Ampicilina/sulbactam 3g IV cada 6 horas + doxiciclina 100mg IV cada 
12horas.Continuar con doxiciclina 100mg vía oral cada 12 horas hasta completar 
14 días 
 
Oral 
 
A. Ofloxacina 400mg VO cada 12 horas por 14 días ó levofloxacina 500mg VO una 
vez al día por 14 días con o sin metronidazol 500mg VO cada 12 horas por 14 días 
 
B. Ceftriaxona 250mg IM dosis única ó cefoxitina 2g IM +Probenecid 1gr VO ó una 
cefalosporina equivalente (ceftizoxima o cefotaxima) + doxiciclina 100mg VO cada 
12 horas por 14 días con o sin metronidazol 
 
 
 
Una revisión sistemática de los estudios encontró que el régimen parenteral seguido de 
tratamiento oral es efectivo para resolver los sintomas y signos agudos asociados con EPI. 
No encontraron una buena evidencia de la duración óptima del tratamiento comparando 
oral versus parenteral.6 
 
Generalmente la terapia intravenosa debe ser sustituida por la vía oral después de 24 horas 
de presentar mejoría clínica hasta completar 14 días de tratamiento. En el caso de la 
doxiciclina esta causa flebitis por lo que se debe cambiar a vía oral en cuanto sea posible. 
 
La mejoría clínica significativa se caracteriza por desaparición de lafiebre, disminución del 
dolor abdominal, disminución de dolor a la movilización uterina, anexial y cervical dentro 
de los 3 a 5 días, y otros autores refieren también la disminución en la cuenta de leucocitos. 
4,25 Todas las pacientes deben de tener una revaloración las 72 horas de iniciado el 
tratamiento para evaluar su mejoría clínica. Si no existe mejoría clínica se debe realizar un 
consenso de diagnóstico y tratamiento por el personal medico a cargo y se debe valorar el 
tratamiento quirúrgico. 4. 
 
 Las parejas de las pacientes con EPI deben recibir tratamiento empírico si estas tuvieron 
relaciones sexuales dentro de los 60 días previos a la aparición de los síntomas, además de 
que mediante esto se previene una reinfección en la paciente lo que condicionaría un 
reinternamiento. 1, 2, 3, 4,27 
 
 
Respecto a las pacientes VIH positivos. Ellas deben recibir un tratamiento igual a las 
seronegativas. Algunos autores refieren que esta condición debe ser considerada como 
criterio para hospitalización ya que se ha visto mejoría significativa con regimenes 
parenterales. Por otro lado estas pacientes tienen una probabilidad más alta de presentar 
absceso tubo ovárico 1, 2,27. 
 
 
 
COMPLICACIONES A LARGO PLAZO 
 
La infertilidad por factor tubario, el embarazo ectópico y el dolor pélvico crónico son los 
responsables de una gran proporción del impacto económico en la salud publica 
secundarios de la enfermedad pélvica inflamatoria. La infertilidad por factor tubario, que es 
asociada con alto costo psicosocial y económico, es por sí sola la más importante secuela de 
la enfermedad pélvica inflamatoria. Y se ha visto que el antecedente de EPI incrementa 
hasta diez veces el riesgo de infertilidad comparada con grupos controles. Asimismo el 
riesgo se duplica de 8% en el primer episodio, 20% en el segundo y hasta 40% en el 
tercero. Esta relacionado también con el grado de severidad siendo más alto en las 
pacientes con EPI severa. En algunos estudios observaron que el principal tipo de 
infertilidad que se presenta como secuela es la primaria la cual afecta del 53% al 75% de 
las parejas que acuden a consulta de infertilidad. 2, 28, 29,30. 
 
El embarazo ectópico es una importante causa de morbilidad materna y también ha sido 
una secuela común de la EPI, ya que incrementa el riesgo del mismo de 3 a 7 veces en las 
pacientes que la han presentado 3, 8,28,29,30. 
 
El dolor pélvico crónico es otra secuela de la EPI y se sabe que el 50% de las mujeres en 
los Estados Unidos lo padecen, esta condición esta asociada con depresión, problemas 
sexuales y una disfunción social de la paciente. Aproximadamente el 20% de las mujeres 
que sufren dolor pélvico crónico tuvieron durante su vida un episodio de EPI. Igual que en 
la infertilidad y el embarazo ectópico la probabilidad de presentarlo se incrementa 
dependiendo del número de episodios que se presentan en cada paciente así como en su 
severidad. 1, 2, 3, 8,13, 28, 29,30. 
 
 
 
COMPLICACIONES AGUDAS 
 
El síndrome de Fitz-Hug- Curtis (peri hepatitis), el cual afecta del 1 al 30% de las mujeres 
con EPI, es caracterizado por inflamación y adherencias que se forman de la cápsula 
hepática a la pared anterior abdominal. Esta condición esta asociada a C trachomatis y a N 
gonorrhoeae. Clínicamente los pacientes presentan dolor en cuadrante superior derecho y 
puede ser confundido con una enfermedad hepática ó de la vesícula biliar, neumonía basal, 
gastritis absceso subfrénico, úlcera péptica perforada y pancreatitis, y los pacientes pueden 
tener o no signos asociados con EPI. Niveles alterados pero bajos de las pruebas de 
funcionamiento hepático pueden estar presentes. El diagnóstico se confirma por 
laparoscopia con las adherencias características en cuerda de violín entre la capsula 
hepática y la pared abdominal anterior. Las consecuencias a largo plazo de este 
padecimiento no están aun bien dilucidadas. , pero se sabe que es una importante causa de 
dolor pélvico crónico. Las pacientes con este padecimiento responden a los mismos 
antibióticos utilizados para la enfermedad pélvica inflamatoria. En caso de no responder y 
presentar dolor crónico se requerirá de una laparoscopia para la lisis de las adherencias. 1, 2, 
3, 25,31. 
 
 
 
El absceso tubo ovárico es una seria complicación aguda de la enfermedad inflamatoria 
pélvica caracterizada por una tumoración inflamatoria que involucra la tuba uterina, el 
ovario y estructuras adyacentes (por ejemplo la vejiga y el peritoneo pélvico) Y se ha 
estimado que se presenta en una tercera parte de las mujeres hospitalizadas con enfermedad 
inflamatoria pélvica. 2,3. 
 
El absceso tubo ovárico es una de las causas más frecuentes de tumor pélvico en mujeres de 
edad reproductiva, y el absceso intra abdominal más frecuente en premenopáusica. Causa 
aproximadamente mas de 100 000 internamientos hospitalarios al año en Estados Unidos de 
Norteamérica y aunque la mortalidad asociada a principio de siglo con esta entidad hoy 
raramente se ve se considera uno causa importante de morbilidad en mujeres jóvenes. 32 
 
Epidemiología 
 
El absceso tubo ovárico ocurre hasta en 33% de las pacientes hospitalizadas con salpíngitis. 
Estos abscesos suelen ocurrir en mujeres con actividad sexual de 20 a 40 años de edad. 
 
Factores de riesgo 
 
 Los factores de riesgo son similares a los de la enfermedad pélvica inflamatoria, como 
múltiples compañeros sexuales, antecedente de enfermedad inflamatoria pélvica, bajo nivel 
socioeconómico, uso de dispositivo intrauterino. 32 
 
Etiología 
 
La microbiología del absceso tubo ovárico es similar a la de EPI en general, de tipo poli 
microbiano. Rara vez se encuentra en los cultivos a C trachomatis o a N gonorrhoeae, ya 
que estos microorganismos, solo se aíslan en los primeros días de iniciados los síntomas de 
EPI. Los microorganismos más frecuentemente asilados son Escherichia coli (37%), 
Bacteroides fragilis(22%), otras especies de bacteroides(26%), peptoestreptococos (18.5%) 
y peptococos(11%) Los abscesos tubo ováricos que se presentan en usuarias prolongadas de 
DIU, pueden ser producidos por Actinomyces israelii, un anaerobio Gram. positivo.3, 32. 
 
No se ha dilucidado por completo la patogenia del absceso tubo ovárico, aunque a menudo 
es secuela de EPI y muchas mujeres no tienen antecedentes de infecciones pélvicas o 
enfermedades de transmisión sexual. 
 
Fisiopatología 
 
Se creé el que el suceso inicial en la formación del absceso tubo ovárico es la invasión del 
epitelio de la trompa de Falopio por un microorganismo patógeno, que produce lesión 
tisular y necrosis, y proporciona así un ambiente ideal para la invasión y la proliferación 
aerobia, que es el óptimo en condiciones de bajo potencial de oxidorreducción, baja tensión 
de oxigeno y amplio aporte de nutrientes, todos ellos presentes en tejido isquémico. 
Bacteroides fragilis es uno de los microorganismos que en estas condiciones puede 
favorecer la formación de abscesos. Las bacterias especialmente las anaerobias producen 
varios factores, como enzimas lisosómicas, exotoxinas, factores superficiales de virulencia 
 
 
y antígenos, que causan una repuesta inflamatoria intensa, con edema que afecta el riesgo 
sanguíneo y causa isquemia y necrosis de la pared de la trompa de Falopio. Estos 
mecanismos producen la formación de exudado inflamatorio o pus, que se derrama de los 
extremos fimbirados de las trompas infectadas. Se forma un absceso tubo ovárico cuando 
este derrame infectado origina un proceso inflamatorio, que afecta no solo a las trompas de 
Falopio sino también estructuras anexiales como ovario y ligamento ancho. Los esfuerzos 
del organismo por contener el proceso inflamatorio en lo posible, consisten en cubrir el 
absceso y delimitar su diseminación. Muchos casos de absceso tubo ovárico no vinculados 
con enfermedades de transmisión sexual, se creen iniciados por bacterias que constituyen 
parte de la flora vaginal de la paciente.32. 
 
DiagnósticoEn general las pacientes con absceso tubo ovárico acuden con antecedente de dolor 
abdominal ó pélvico que pudiera o no incluir fiebre (38.5grados centígrados o más) y 
escalofrío. Hasta un 46% de las pacientes tienen el antecedente de enfermedad pélvica 
inflamatoria. La exploración física puede revelar hipersensibilidad abdominal en cuadrantes 
inferiores del abdomen, a menudo con “signos peritoneales” como defensa y rebote 
positivo. Puede encontrarse exceso de secreciones cervico vaginales y datos de cervicitis a 
la exploración pélvica. A menudo es difícil la palpación adecuada de órganos pélvicos con 
la técnica bimanual por la extrema hipersensibilidad de toda la cavidad pélvica. Así, la 
presencia de absceso tubo ovarico pudiera no detectarse. 32. 
 
Laboratorio 
 
La cifra promedio de leucocitos al ingreso hospitalario en pacientes con absceso tubo 
ovárico es de 15,000 ml, y la velocidad de sedimentación globular promedio es de 
64.3mm/hora. A pesar de la presencia de absceso tubo ovárico confirmado 
quirúrgicamente, el 35% de las pacientes están afebriles y 23% tiene una cifra normal al 
ingreso. La proteína C reactiva, sustancia de fase aguda generada en respuesta a la 
inflamación, esta elevada al ingreso con una cifra promedio de 20.Mg. /dl 
 
Radiología e imagen 
 
El ultrasonido pélvico es un auxiliar diagnóstico muy importante ya que puede valorar el 
tamaño del absceso y monitorizar la respuesta a tratamiento y tiene una sensibilidad mayor 
al 90%. 4. Un caso típico de absceso tubo ovárico se muestra como un tumor 
completamente quístico complejo o del fondo de saco, con paredes irregulares gruesas y 
tabicaciones; a menudo presenta detritus y ecos internos. La ultrasonografía endovaginal es 
importante en el estudio del absceso tubo ovárico y puede detectar estructuras como 
hidrosalpinx ó piosalpinx dependiendo de sus características, asimismo, refiere una 
diferencia ultrasonográfica en el complejo tubo ovárico y el absceso tubo ovarico tomando 
el primero como el primer paso en el proceso en el cual puede o no evolucionar a la 
formación de un absceso y puede ser diagnosticado si el ovario y la tuba tienen datos de 
enfermedad inflamatoria. En contraste, el termino de complejo tubo ovarico esta reservado 
para una fase tardía de del proceso agudo pélvico, cuando la estructura de una o ambos 
 
 
anexos están totalmente perdidos, así como la presencia de liquido libre o liquido 
delimitado en el fondo de saco posterior. 32,33,34. 
 
La tomografía computarizada puede ser útil cuando el diagnóstico no esta bien definido con 
base en los antecedentes, la exploración física y la ultrasonografía. Típicamente el absceso 
tubo ovárico tiene un aspecto esférico o tubular, con un centro de atenuación baja, Además 
tiene paredes gruesas y tabiques internos. A medida hay pérdida de los planos grasos entre 
el complejo inflamatorio y el útero. Y otros órganos pélvicos incluyendo el intestino. Otros 
trastornos pélvicos pueden ser confundidos por tomografía con abscesos pélvicos como la 
endometriosis, los abscesos diverticulares, las neoplasias ováricas embarazos ectópicos y 
hematomas. Cabe mencionar que esta técnica al igual que el ultrasonido también puede ser 
de utilidad terapéutica ya que se pueden guiar punciones con aspiración de los abscesos. 4,32 
 
Las técnicas iconografías de uso menos frecuente incluyen rastreos con radionúclidos, más 
a menudo leucocitos marcados, con galio-67 e indio-111. Se utilizan estos estudios para 
detectar focos de inflamación y, por tanto son eficaces en la identificación de abscesos. Es 
una técnica costosa, requiere 2 días para su interpretación y no puede hacer diagnóstico 
diferencial de otras entidades. 32. 
 
Tratamiento 
 
Anteriormente, el absceso tubo ovárico se trataba mediante histerectomía total abdominal 
con salpingo-oforectomía bilateral. Al igual que otros abscesos intra abdominales la única 
acción terapéutica posible era la exéresis quirúrgica o su drenaje. Aunque este sistema 
dejaba tasas excelentes de curación, dejaba a mujeres jóvenes sin potencial de futuro para la 
procreación. El tratamiento cambió de forma sorprendente con al aparición de antibióticos 
de amplio espectro. 
 
Al disminuir la tasa de intervenciones quirúrgicas en casos de absceso tubo ovárico, el 
tratamiento medico también reduce la morbilidad de la cirugía. Además de preservar la 
fecundidad, favorece la producción endógena de esteroide ováricos. 32. 
 
Tratamiento medico 
 
El hallazgo de una tumoración en la pelvis con EPI, requiere de forma inicial 
hospitalización, para iniciar tratamiento parenteral así como monitorización de signos de 
ruptura del absceso (dolor abdominal, taquicardia, hipotensión) así como de una 
desfavorable respuesta a los antibióticos (persistencia de la fiebre, persistencia de 
leucocitosis, incremento del tamaño de la tumoración) 4. El absceso tubo ovárico también 
tiene una presentación atípica que no esta asociada a la EPI, incluyendo una presentación 
subaguda con dolor abdominal, signos gastrointestinales, febrícula y pérdida de peso. 1,2,3. 
 
 El tratamiento medico incluye terapia intravenosa con los siguientes esquemas de 
antibiótico: 
 
• Clindamicina 900mg IV cada 8 horas ó metronidazol 500mg IV cada 8horas + 
Gentamicina de 5 a 7 mg/kg. día ó 1.5 mg/Kg dosis cada 8 horas 
 
 
• Alternativa: ampicilina/sulbactam 3 gr IV cada 6 horas ó cefoxitina 2gr IV cada 6 
horas o cefotetan 2gr IV cada 12 horas + doxicilina 100mg IV cada 12 horas. 
 
Tratamiento quirúrgico 
 
La determinación de la extensión de la enfermedad y la decisión de la paciente para su 
futuro reproductivo deberá de definir los límites de la cirugía. 25. En las pacientes en las 
que se encuentra la enfermedad avanzada con respuesta desfavorable a los antibióticos, 
datos de ruptura del absceso y la tumoración anexial es mayor de 8cm se sugiere la 
realización de tratamiento quirúrgico En el caso de tumoración mayor de 8 cm se considera 
que este tamaño es factor pronostico de falla de tratamiento medico 4,7,32,35 
 
El tratamiento del absceso tubo ovarico puede variar dependiendo de sí se encuentra roto o 
no. En el caso del absceso tubo ovarico no roto se encuentra menos establecido 
empleándose diversas técnicas entre las que encontramos la colpotomia posterior, el drenaje 
percutáneo, la laparoscopia con aspiración e inclusive la laparotomía. 
 
Aunque algunos autores refieren que la colpotomia es un procedimiento el cual no permite 
un adecuado drenaje del absceso tubo ovárico, y que las pacientes requerirán en un futuro 
una siguiente cirugía esta técnica sigue siendo utilizada.36. Se han descrito diversas técnicas 
de colpotomia, pero la colpotomia posterior es la que se efectúa en la actualidad cuando se 
encuentra un absceso del fondo de saco posterior que puede complicar la enfermedad 
pélvica inflamatoria y condicionar que las pacientes sean refractarias a tratamiento medico. 
25,36,37,38. 
 
Existen 3 requisitos para realizar el drenaje por colpotomía de un absceso pélvico. 
1. El absceso debe estar ubicado en la línea media o muy cerca de ella. 
2. El absceso debe estar adherido al peritoneo de fondo de saco y disecar el 
tabique rectovaginal, para asegurarse de que el drenaje será extraperitoneal y 
evitar la diseminación transperitoneal del material purulento. 
3. El absceso debe ser quístico o fluctuante para garantizar un drenaje 
adecuado. 
En ocasiones un absceso de fondo de saco puede drenarse satisfactoriamente sin disecar el 
tabique, pero es necesario que la superficie serosa del absceso este adherida al peritoneo del 
fondo de saco. La ecografía puede contribuir a la localización de los bolsillos de pus. 28. El 
procedimiento se realiza colocando a la paciente en posición ginecológica con realización 
de asepsia y antisepsia, se pinza labio posterior del cervix y se tracciona hacia abajo y hacia 
delante. Se realiza una insición en la mucosa del fórnix vaginal posterior, por debajo del 
repliegue vaginal.Con una insición que permita el paso del dedo índice para realizar una 
exploración adecuada del absceso así como la liberación de adherencias finas y la 
subsiguiente ruptura de otros lóculos del absceso, posteriormente se colocara un drenaje 
con aspiración cerrada, penrose o malecot, este ultimo se removerá 24 a 48 horas después 
para evitar fibrosis y dificultad en la extracción posterior. 32,39. 
 
El drenaje percutáneo constituye una opción de tratamiento importante, y tiene un valor 
especial en las pacientes en las que sería riesgoso un procedimiento quirúrgico 
(postoperatorio reciente, enfermedad critica ó añosas), también se ha utilizado en 
 
 
pacientes jóvenes y sanas en las que se puede eliminar la necesidad de operación, disminuir 
la duración de la estancia intra hospitalaria. , la tasa de curación es elevada, las 
complicaciones son bajas y el procedimiento es bien tolerado por casi todas las pacientes. 
39,40. 
 
La aspiración de drenaje percutáneo guiado por tomografía computarizada y ultrasonido 
constituye un tratamiento seguro y eficaz. La tasa de éxito va del 77 al 93% y se define a 
este como la mejoría clínica y evitar la intervención quirúrgica. Utilizando un drenaje trans 
abdominal del absceso tubo ovárico bajo guía ultrasonográfica, se comunicó una tasa de 
éxito de 94% en 19 pacientes objeto de aspiración en un solo paso de sus abscesos pélvicos; 
hubo una tasa de éxito del 77% en pacientes con acumulaciones de más de 7cm.13 
 
Los abscesos uniloculares son los que con más frecuencia se drenan de esta manera. Ya 
que los abscesos generalmente son multiloculados y están cercanos a la vejiga por lo que la 
utilidad de esta técnica es limitada. 25,39,40. 
 
Otro método de drenaje de abscesos pélvicos es a través del uso de ultrasonido transrectal 
y se utiliza en pacientes en las cuales el drenaje no puede realizarse por colpotomia ó por 
ultrasonido trans abdominal, su utilización es limitada ya que es un método muy invasivo y 
poco cómodo para la paciente.42 
 
 
La laparoscopia es una técnica que cada vez es más común en el tratamiento de diversos 
trastornos ginecológicos, en el caso del absceso tubo ovarico puede ser diagnóstica y 
terapéutica ya que durante el mismo procedimiento se podrá llevar a cabo lisis de 
adherencias, irrigación de la cavidad así como aspiración de las salpinges, encontrándose 
una tasa de de recuperación del 90% de las pacientes con los que se utilizo esta técnica. 
26,41. En estos casos se deberá tener cuidado con el procedimiento ya que los tejidos se 
encuentra muy friables por la inflamación por lo que se corre el riesgo de presentarse 
perforaciones. 7,25. 
 
 
La realización de laparotomía exploradora, no es aconsejable en todos los casos en el 
manejo de la enfermedad pélvica inflamatoria, y son tres situaciones clínicas las que 
recomiendan su utilización: 
 
• Peritonitis generalizada asociada con signos de sepsis secundaria a ruptura de 
absceso tubo ovárico 
• Como alternativa de diagnóstico preoperatorio con EPI descubierta durante una 
cirugía exploratoria 
• En enfermedad pélvica inflamatoria severa con absceso tubo ovárico refractario a 
tratamiento. 
 
La laparotomía exploradora es uno de los procedimientos quirúrgicos más difíciles que 
enfrenta el ginecólogo. La elección de la insición es importante, porque se requiere 
exposición adecuada de toda la pelvis. La insición transversa de Maylard es ideal, pues 
brinda una excelente visibilidad. Después de valorar la pelvis debe hacerse una 
 
 
exploración cuidadosa de la porción superior del abdomen, en busca de pus acumulado. Es 
probable que los planos tisulares de la pelvis se encuentren deformados, y a menudo hay 
adherencias que afectan útero, intestino, vejiga y anexos. Debe obtenerse pus con una 
jeringa hermética para cultivo de microorganismos aerobios y anaerobios. La cirugía suele 
ser cruenta y el objetivo principal del cirujano es ligar el ligamento infundíbulo pélvico 
para evitar perdidas hemáticas y en caso de que el procedimiento elegido sea la 
histerectomía total abdominal se iniciara con la localización del ligamento redondo ya que 
este proporcionara una orientación de la localización y posición de las paredes uterinas, 
partiendo de este punto se realizara la histerectomía de forma habitual, siendo en algunos 
casos subtotal si es que las condiciones de la paciente no permiten un disección más amplia. 
32,39. 
 
La cavidad pélvica y cualquier otra acumulación de pus deben irrigarse copiosamente con 
solución salina tibia al final del procedimiento. Si se realiza histerectomía se debe dejar la 
cúpula abierta, de tal forma que pueda seguir drenando material a través del mismo. No se 
deberán colocar drenajes a través de la misma, en caso de requerirlos se deberán dejar a 
través del abdomen y deben ser de aspiración cerrada. La aponeurosis deberá ser cerrada 
con suturas absorbibles monofilamento, y la grasa y la piel se deberán dejar abiertas en caso 
de que se haya observado una contaminación de las mismas y cerrarse 4 días después sino 
hay datos de infección. 32,39 
 
Cuando la laparotomía se ha elegido como tratamiento, se deberá de determinar la 
extensión de la misma. 35,38. Hacia los años sesentas Pedowitz refirió que el tratamiento 
ideal de las pacientes con absceso tubo ovárico bilateral era la histerectomía total 
abdominal con salpingo-oforectomía bilateral ya que con este procedimiento se obviaba 
una segunda intervención quirúrgica, además de que si no se realizaba este procedimiento 
no se removían totalmente al o los microorganismos causantes de la enfermedad.43 
 
 Y en el caso de las pacientes a las que se les realizaba solo salpingo- oforectomía uni o 
bilateral solo se aconsejaba en pacientes en las que sus condiciones no permitían una 
cirugía más extensa. 43,44. Este concepto ha cambiado sobre todo porque las pacientes con 
EPI son cada vez más jóvenes y todavía tiene un futuro reproductivo. Además de que el 
impacto emocional y físico en estas pacientes es muy grande por la pérdida de sus órganos 
reproductivos. 44,45 
 
 En los pacientes en los cuales todavía se espera un futuro reproductivo se deberá llevar a 
cabo una cirugía conservadora. Ya que se ha observado que sorprendentemente el cuerpo 
uterino se mantiene libre de enfermedad cuando se ha extirpado los anexos. 7. 
 
La salpingo oforectomía unilateral se recomienda en pacientes en las cuales durante la 
exploración se encuentra un absceso tubo ovárico unilateral, con el anexo contra lateral 
libre de enfermedad ó con enfermedad mínima, lo que ofrece un buen pronostico 
reproductivo para la paciente. 25,44,45. Estudios recientes sugirieron que hasta un 25 a50% de 
las pacientes mostraran un ovario y tuba uterina normal del lado contra lateral. Siendo 
mayor en las pacientes cuyas infecciones se asocian al dispositivo intrauterino sin embargo 
en las pacientes a las que se les realiza solo salpingo oforectomía unilateral el riesgo de 
presentar nuevamente un absceso tubo ovárico es mas alto que en las pacientes a las que se 
 
 
les realiza un tratamiento más agresivo. Por lo que es importante la evaluación y el 
tratamiento del contacto sexual de las pacientes. 39. 
 
 En los casos de enfermedad severa bilateral se deberá de realizar salpingo-oforectomía 
bilateral parcial sin histerectomía. Lo anterior para seguir conservando la posibilidad de 
procreación con ayuda de los programas de fertilización in Vitro. 23,40. Un factor importante 
que se observó en las pacientes a las cuales de les ofrecía tratamiento conservador es el 
hecho de que quedan con secuelas como dolor pélvico crónico. Sin embargo se ha 
observado que aun en presencia de peritonitis la duración de la hospitalización se ha 
acortado. 45. 
 
Otro procedimiento común que se lleva a cabo en las pacientes con absceso tubo ovárico es 
únicamente la realización de drenaje del material purulento, procedimiento el cual ha 
presentado múltiples complicaciones, y quesolo se ha observado en situaciones en que la 
paciente no se encuentra en condiciones para tolerar una cirugía más extensa ó cuando él 
medico tratante no tiene la suficiente experiencia parta realizar un procedimiento más 
largo. 45. 
 
En las pacientes en las que ha finalizado la paridad las histerectomía con salpingo-
oforectomía unilateral deberá de ser realizadas. En las pacientes en las que la enfermedad 
pélvica se encuentra difusa con o sin síntomas asociados de sepsis se deberá de realizar 
histerectomía total abdominal con salpingo-oforectomía bilateral aun cuando la paridad no 
haya sido satisfecha. 25 
 
Dos aspectos específicos merecen atención especial. La formación de absceso tubo ovarico 
en posmenopáusicas es rara, y solo el 1.7% de todos los casos ocurre en este grupo. Datos 
combinados de tres estudios retrospectivos de absceso tubo ovárico en posmenopáusicas 
demuestran que 12 de 27 pacientes (44%) tenían un cáncer ginecológico concomitante. Es 
indispensable una laparotomía exploradora en todas las posmenopáusicas con absceso tubo 
ovarico, debido al elevado riesgo de cáncer vinculado. 32. 
 
Ruptura de un absceso tubo ovárico 
 
Un absceso tubo ovarico puede abrirse espontáneamente en el recto ó en el colon 
sigmoides, la vejiga o la cavidad peritoneal libre. La ruptura intraperitoneal de un absceso 
tubo ovarico es una de las menos comunes pero más catastróficas de la enfermedad pélvica 
inflamatoria. Antes de 1947 la mortalidad de las pacientes con ruptura de absceso tubo 
ovarico variaba desde el 48% hasta el 100%. Ya que el tratamiento era básicamente 
medico. Puesto que el tratamiento quirúrgico era estimado como contrario a los principios 
quirúrgicos de remover los órganos genitales en presencia de peritonitis. 43. 
 
Un absceso puede romperse en forma espontánea o como consecuencia del examen 
bimanual o por un trauma. El estudio bacteriológico del mismo es infructuoso ya que solo 
en 50% de los casos se ha encontrado un microorganismo específico. 
 
El diagnóstico de la ruptura del absceso tubo ovárico es principalmente clínico, y el 
principal síntoma es el dolor intenso que aparece de forma súbita, refiriendo la paciente 
 
 
exactamente la hora en que se produjo. La edad promedio de pacientes con absceso tubo 
ovárico roto fue de 33 años en un estudio realizado por Te Linde. El examen físico revela 
pacientes muy enfermas, con respiraciones superficiales, y deshidratada, así como con 
distensión abdominal y disminución o ausencia de los ruidos intestinales. , peritonitis 
generalizada, rigidez muscular y matidez migratoria.. La taquicardia es un hallazgo 
frecuente y el estado de choque se instala durante el tiempo que la paciente se encuentra en 
observación.. La temperatura por lo general supera los 38.3 grados pero en una fase más 
temprana puede ser normal. El recuento leucocitario es probable que supere los 15,000 
cel/mm3, pero también puede ser normal. La presencia de leucopenia puede ser ominosa. 
Una placa simple de abdomen puede revelar íleo paralítico, indicios de líquido libre en la 
cavidad y atelectasias en las bases pulmonares. 
 
La mortalidad primaria asociada con una ruptura de absceso tubo ovárico esta directamente 
ligada a la demora del tratamiento quirúrgico. Desde 1909 Boney reporto que un 
tratamiento quirúrgico rápido les daba una gran oportunidad de supervivencia a las 
pacientes. Él encontró que si se realizaba la remoción del absceso en las primeras 12 horas 
el 70% de las pacientes se recuperaba y el 30 % fallecía. Pedowitz en 1952 realizo un 
estudio con 12 pacientes a los que se les realizo una intervención quirúrgica y en el cual no 
se presento ninguna defunción. 38. Te linde observo que el 80% de las pacientes a las cuales 
fallecieron secundario a la ruptura de un absceso, la muerte se produjo en menos de 90 
horas después de la ruptura del absceso. A medida que transcurre el tiempo después de la 
ruptura de un absceso la peritonitis séptica se agrava y generaliza; aumentan las 
condiciones para la instalación de un choque séptico como consecuencia de la mayor 
absorción de bacterias y endotoxinas bacterianas, y la secreción de una mayor cantidad de 
liquido en la cavidad peritoneal a través de las serosas inflamadas. Lo que condiciona el 
establecimiento del estado de choque séptico que puede evolucionar a falla orgánica 
múltiple y muerte. 39. 
 
El tratamiento de una paciente con ruptura de absceso tubo ovarico puede dividirse en tres 
fases: preoperatorio, operatoria y postoperatoria. 
 
En el preoperatorio, se debe considerar una preparación completa pero rápida del paciente, 
entre las que se incluye el preparar concentrados eritrocitarios, la colocación de un catéter 
de Swan-Ganz ya que permite una monitorización de la presión pulmonar y la presión 
capilar enclavada pulmonar. Solicitar exámenes como electrolitos, creatinina, glucosa, 
fosfatasa alcalina. 
 
Instaurar un régimen antibiótico con medicamentos de amplio espectro. Vigilancia de 
líquidos a través de colocación de sonda foley. Se debe intentar estabilizar a la paciente 
pero si no es posible no se deberá perder tiempo en el intento. 38,39 
 
En la fase operatoria, la elección del anestésico, dependerá de la habilidad del medico 
anestesiólogo. Se sugiere una insición media infraumbilical para poder extenderse en caso 
necesario y se deberán tomar cultivos del material extraído. El procedimiento de elección es 
la histerectomía total abdominal con salpingo-oforectomía bilateral. En algunos casos se 
podrá preservar un ovario sobre todo si la paciente es joven. Cabe mencionar que aunque lo 
ideal es hacer una histerectomía total, no en todos los casos es posible ya que en estas 
 
 
condiciones la cirugía resulta riesgosa por lo que puede realizarse una histerectomía 
subtotal y programar cuando el proceso ya se encuentre con menos proceso inflamatorio la 
resección del resto del tejido.39, 43 
 
Algunos autores encontraron que puede ofrecerse a las pacientes un tratamiento 
conservador como en el caso de Rivlin que no encontró diferencias significativas entre la 
realización ó no de la histerectomía, por lo que considera que el tratamiento conservador es 
seguro para las pacientes.46 
 
Una vez terminado el procedimiento de exploración se deberá realizar un lavado con 
solución fisiológica tibia para tratar de eliminar la mayor cantidad de tejido necrótico, en 
caso de encontrarse contaminada la herida quirúrgica, se deberá dejar abierta y se cerraran 
4 a 5 días después si esta se encuentra sin datos de infección. 39. 
 
En el postoperatorio se debe tener presente el estado de choque, la infección, el íleo y los 
desequilibrios hidroelectrolíticos. 
 
El estado de choque se deberá tratar con hemoderivados cuando se indique así como con 
reposición con soluciones electrolíticas y en caso necesario con sustancias vaso activas. En 
caso de contar con antibiograma de los patógenos cultivados solo se modificara el esquema 
de antibióticos si la paciente no presenta mejoría. La posición de semifowler evitara nuevas 
colecciones en espacio subfrénico y subdiafragmático. También se debe monitorear el 
estado hidroelectrolítico. Especialmente la función renal que también esta afectada en este 
tipo de pacientes. 39 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
“MANEJO DE LA ENFERMEDAD PÉLVICA INFLAMATORIA EN EL 
SERVICIO DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA DEL HJM” CLAUDIA 
SUSANA LUCIANO BAROCIO. SERVICIO DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA 
“HOSPITAL JUÁREZ DE MÉXICO” 
 
RESUMEN 
La enfermedad pélvica inflamatoria es una infección del tracto genital superior que resulta 
de la migración ascendente de infecciones de transmisión sexual y dentro de sus 
complicaciones encontramos al absceso tubo-ovárico. Objetivo: determinar las 
características demográficas clínicas de las pacientes con absceso tubo ovárico así como la 
morbilidad postquirurgica de acuerdo al tipo de tratamiento quirúrgico Material y 
métodos: Se realizó el estudió en el serviciode Ginecología del Hospital Juárez de México, 
México, D.F. del 1º. Diciembre de 2002 al 31 de enero de 2005. Se registraron los datos 
demográficos, antecedentes de importancia, manifestaciones clínicas, tratamiento medico, 
tratamiento quirúrgico, complicaciones, quirúrgica, postquirúrgicas y tiempo de 
hospitalización. Resultados: La enfermedad pélvica inflamatoria severa ó absceso tubo 
ovárico se presento con más frecuencia en entre la tercera y cuarta década de la vida ( 
promedio 30 años), en casadas (52.2%) multigestas (53.8%), con un inicio de vida sexual 
activa en el la segunda década de la vida (17 años) El 70% eran usuarias de dispositivo 
intrauterino. Las manifestaciones clínicas más frecuentes eran dolor pélvico en el 100%, 
dolor anexial y cervical (87%) ataque al estado general (85%) y fiebre (72%) Tanto el 
tratamiento ablativo como el conservador no presenta diferencia estadísticamente 
significativa en complicaciones, fiebre, estancia hospitalaria y reintervención quirúrgica. Se 
encontró más elevado el tiempo quirúrgico y la hemorragia transquirúrgica con una p= 
0.001 y 0.002 respectivamente. Conclusión: las características demográficas, y clínicas de 
nuestra población de estudio son semejantes a las reportadas en la literatura, No existe 
diferencia en la morbilidad del tratamiento conservador y ablativo, solo respecto al tiempo 
quirúrgico y hemorragia que pueden ser inherentes al tipo de procedimiento. 
 
SUMMARY 
The inflammatory pelvic disease is an infection of upper genital tract that is the result from the ascending 
migration of infections of sexual transmission and one of his complication are the tubo-ovarian abscess. 
Objective: To determine the clinical demographic characteristics of the patients with tubo ovarian abscess as 
well as the postsurgical morbidity according to the type of surgical treatment Material and methods: It was 
made studied in the service of Gynecology of the Juárez Hospital of Mexico, in Mexico, D.F from 1º. 
December 2002 to 31 of January of 2005. The demographic, antecedent of importance, clinical manifestations 
, medical treatment, surgical treatment, surgical complications, post surgical ,hospitalitation period were 
registered . Results: The severe inflammatory pelvic or tubo ovarian abscess appear with the more frequency 
in between the third and fourth decade of the life (average 30 years), in married (52,2%) you multiparous 
(53,8%), with a beginning of active sexual life in the second decade of the life (17 years).The 70% were 
usuary of intrauterine device. The most frequent presenting complaints were pelvic pain ( 100%), anexial and 
cervical pain (87%). attacks the general state (85%) and fever (72%).The ablative an conservative treatment 
do not present statistically significant in complications, fever, hospital stay and surgical reinterventión. We 
found more elevated the surgical time and the intra surgical hemorrhage with p= 0,001 and 0,002 
respectively. Conclusion: The demographic characteristics, and clinics of our population of study are similar 
to the reported in Literature, Do not exist differentiates in the morbidity from the preservative treatment and 
ablative, single with respect to the surgical time and hemorrhage that can be inherent to the type of procedure. 
 
 
 
 
 
“MANEJO DE LA ENFERMEDAD PELVICA INFLAMATORIA EN 
EL SERVICIO DE GINECOLOGIA Y OBSTETRICIA DEL HJM” 
 
INTRODUCCION 
La enfermedad pélvica inflamatoria es una infección del tracto genital superior que resulta 
de la migración ascendente de infecciones de enfermedades de transmisión sexual, los 
microorganismos mas comúnmente asociados son Neisseria gonorrhoeae y Chlamydia 
trachomatis. 1,3 
 
Diversos factores demográficos, conductuales y el uso de anticonceptivos se han 
identificado como factores de riesgo para presentar enfermedad pélvica inflamatoria. 3. 
Dentro de los que encontramos, edad joven, historia de EPI, múltiples parejas sexuales, uso 
de DIU, y la falta de utilización de anticonceptivos de barrera.3, 4,6 
 
La enfermedad pélvica inflamatoria presenta diversas complicaciones entre las que 
encontramos la peri hepatitis, el absceso tubo ovarico dolor pélvico crónico y elevar el 
riesgo de presentar embarazos ectópicos, así como ser factor de riesgo para presentar 
infertilidad.2, 3, 28,31 
 
El tratamiento de la enfermedad pélvica inflamatoria en cualquiera de sus modalidades 
leve moderada o severa, de inicio es basándose en antibióticos de acuerdo a los esquemas 
que están indicados por la CDC.1 
 
 Respecto al tratamiento quirúrgico este se encuentra indicado en pacientes que no 
respondieron a tratamiento medico después de 72 horas, aquellas que presentan absceso 
tubo ovarico y que este es mayor de 8cm, así como en n las pacientes en las que existe la 
sospecha de ruptura del absceso.4, 7,32,35 
 
Anteriormente el tratamiento quirúrgico de elección era la realización de histerectomía total 
abdominal con salpingo-oforectomía bilateral, posteriormente debido a que la edad de 
presentación de este padecimiento se fue acortando se planteo un tratamiento conservador 
en el cual solo se realizaba salpingo-oforectomía uni o bilateral o lavado de cavidad 
abdominal con la permanencia del útero. Existen otras técnicas quirúrgicas en la actualidad 
como son el drenaje percutáneo, la colpotomia y el tratamiento laparoscópico pero que no 
se abundara en ellos en este momento.25, 39, 43,45 
 
En el Hospital Juárez de México se han observado en la actualidad estas dos conductas en 
el tratamiento del absceso tubo ovarico, un tratamiento ablativo con histerectomía total 
abdominal y un tratamiento conservador en el que solo se realiza la extirpación de anexos 
o lavado de la cavidad abdominal. 
 
Consideramos importante el presente estudio ya que es muy grande el impacto emocional y 
físico en la paciente a la que se le realiza histerectomía total abdominal con o sin salpigo-
oforectomía por la perdida de la fertilidad aún cuando la paciente se encuentre con paridad 
satisfecha. 
 
 
 
 
El objetivo general es: 
 
Determinar el tipo de tratamiento quirúrgico que mejore los resultados en la paciente con 
absceso tubo ovárico (Enfermedad pélvica inflamatoria severa). 
 
Los objetivos específicos son: 
• Conocer la incidencia de la enfermedad en el Hospital Juárez de México 
• Caracterizar demográficamente a la población de estudio 
• Caracterizar clínicamente a la población general y de ambos grupos 
• Determinar la morbilidad general y de ambos grupos 
• Determinar y caracterizar el tratamiento médico asociado 
• Evaluar el resultado del tratamiento quirúrgico conservador en comparación con el 
tratamiento ablativo 
 
 
MATERIAL Y METODOS 
Se realizo un estudio retrospectivo de tipo descriptivo . 
Se realizó el estudio en el Hospital Juárez de México, se revisaron los registros del 1º. De 
diciembre de 2002 al 31 de enero de 2005, encontrándose 1842 ingresos. 
 
Se incluyeron todas las pacientes que tenían al egreso el diagnóstico de enfermedad pélvica 
inflamatoria y que habían recibido tratamiento quirúrgico. 
 
Se excluyeron las pacientes que solo recibieron tratamiento medico ó que se habían 
egresado de forma voluntaria. 
 
La población de estudio consistió en 40 casos. 16 pacientes que recibieron tratamiento 
ablativo y 24 pacientes que recibieron tratamiento conservador. 
 
Definiciones operacionales: 
 
Enfermedad pélvica inflamatoria: Inflamación del tracto genital superior femenino, por 
infección poli microbiana ascendente, que ocurre en mujeres sexualmente activas. Incluye 
endometritis, parametritos, salpíngitis, ooforitis, absceso tubo-ovarico, peritonitis y peri 
hepatitis. 
Se definió enfermedad pélvica inflamatoria severa de acuerdo a la clasificación 
laparoscópica de Lund que corresponde al complejo tubo ovárico ó con absceso pélvico. 
 
Se definió como tratamiento quirúrgico conservador, a aquellas pacientes a las que se les 
realizó salpingo-oforectomía uni o bilateral, ó que solamente

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