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U N I V E R S I D A D N A C I O N A L A U T O N O M A D E M E X I C O F A C U L T A D D E P S I C O L O G Í A “EL ANÁLISIS DE LA REALIDAD PSÍQUICA, COMO PIEDRA ANGULAR EN E L TRATAMIENTO PSICOANALÍTICO FREUDIANO” T E S I S QUE PARA OBTENER EL TITULO DE: LICENCIADO EN PSICOLOGÍA P R E S E N T A GUILLERMO CUAUHTÉMOC WONG COHÉN DIRECTOR DE TESIS: LIC. ÁNGEL GABINO CASALES LEÓN ASESOR DE TESIS: DR. ROBERTO GAITAN GONZÁLEZ MÉXICO, D.F. ABRIL, 2006 1 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Agradecimientos A todo el personal académico y administrativo de la Facultad de Psicología de la UNAM, por brindarme el conocimiento y apoyo necesarios para mi formación profesional. A mis sinodales por sus valiosas observaciones: Dra. Bertha Blum Grinberg; Dra. Marcia Olga Morales Figuerola; Dr. David Auron Zaltzman y Dr. Roberto Gaitan González. Con especial agradecimiento a mi amigo y Director de Tesis Ángel Gabino Casales León, por su paciencia y su genuino interés en ayudarme en la elaboración de esta Tesis. 2 Dedicatorias A la memoria de mi padre, Dr. Guillermo Wong Montes de Oca. Porque su amor en mis años difíciles, fue el bálsamo que me mantuvo vivo. Por inculcarme el interés por la investigación del alma. A mi madre, Sra. Raquel Cohén. Porque pese a la adversidad y la distancia, siguió amando a sus hijos en el tiempo, y su retorno alegro nuestros corazones. A mi querido tío, Ing. David Farji Cohén. Por ser el ángel guardián de toda la familia. Por enseñarme con su ejemplo, que el trabajo, el amor y la tolerancia a los demás, así como la fe en Di-s, es lo que en verdad mueve las montañas y hacen al hombre inquebrantable ante los mayores obstáculos de la vida. Muchas gracias por todo tío David. A la memoria de mis queridos tíos Jaime y Jacobo Farji. Por velar de mis abuelitos en su vejez y de mí mamá en su enfermedad. A mis queridos hermanos Víctor León, Xochitl Raquel, Elvia María de la Luz y Moisés Jacob. Porque juntos hemos aprendido que ante la soledad y las carencias, el mejor cobijo que tenemos, es el amor entre nosotros. Porque cuando caí me levantaron y me apoyaron. Gracias por todo lo que me han brindado y enseñado. A mis sobrinos: Xochitl Ayari (Yayis); Alejandra Ixchel (Ale) y Moisés Jacob (Moyito). Al Dr. Alejandro Martiní y a la Dra. Benilde Orozco García. Por enseñarme que aun en la mas profunda obscuridad del abismo, es posible volver a ver la luz. 3 ÍNDICE GENERAL Introducción.................................................................................................. 6 Preguntas de investigación………………………………………………... 10 Capítulo I.- La histeria y su tratamiento: de los antiguos griegos, a Mesmer y de Mesmer a Charcot ………………………………………… 11 La histeria y sus manifestaciones………………………………………... 11 El estudio de la histeria, a lo largo de la historia………………………… 12 Algunos datos biográficos de Freud…………………………………….. 16 El trabajo de Breuer……………………………………………………... 19 La visita de Freud a Charcot……………………………………………... 20 Capítulo II.- La nueva técnica de Freud. Las cuatro grandes teorías de la histeria…………………………………………………………………….. 22 Los trabajos terapéuticos de Freud……………………………………. 22 Caso Señora Emma von N. (40 años de Livonia)…………………….. 22 Caso Miss Lucy R. (30 años)…………………………………………. 23 Caso Katharina……………………………………………………….. 26 Caso Señorita Elisabeth von R………………………………………… 26 El rompimiento con Breuer……………………………………………. 29 El nuevo método de Freud………………………………………………. 30 Las cuatro grandes teorías de la histeria………………………………… 30 Breuer y su teoría de “Los estados hipnatoides”……………………… 30 Charcot………………………………………………………………… 31 Pierre Janet…………………………………………………………….. 31 Freud…………………………………………………………………... 31 Capítulo III.- La realidad psíquica y la formación de la mente humana……………………………………………………………………. 33 La realidad psíquica……………………………………………………... 34 Los niveles de conciencia (la primera tópica de Freud)…………………... 37 Las estructuras de la mente (la segunda tópica de Freud)………………… 38 El complejo de Edipo y su resolución en el niño…………………………. 39 El complejo de Edipo y su resolución en la niña…………………………. 40 Capítulo IV.- Los síntomas, la realidad psíquica y el tratamiento freudiano………………………………………………………………… 42 El origen del conflicto y su relación con los síntomas. El deseo………..... 42 El tratamiento psicoanalítico de Freud: su método y su técnica………...... 44 La finalidad del tratamiento……………………………………….......... 45 El trabajo del paciente y del analista…………………………………..... 46 Material del trabajo en el tratamiento………………………………… 46 La realidad psíquica y el tratamiento psicoanalítico de Freud…………..... 47 La realidad psíquica y su relación con la Represión……………………… 47 4 Capítulo V.- El análisis de la realidad psíquica, como piedra angular en el tratamiento psicoanalítico freudiano……………………………………. 50 Relaciones entre la realidad psíquica y los cuatro fenómenos pilares del tratamiento freudiano……………………………………………………... 50 La asociación libre……………………………………………………… 50 La transferencia……………………………………………………….. 51 Los sueños……………………………………………………………... 53 Los sueños y sus mecanismos de formación………………………….. 54 Las operaciones fallidas………………………………………………... 60 El análisis de la realidad psíquica como piedra angular del tratamiento psicoanalítico freudiano……………………………………………… 64 Capítulo VI.- Aplicaciones teóricas y clínicas del análisis de la realidad psíquica…………………………………………………………………….. 66 Nivel teórico……………………………………………………………. 66 Nivel aplicativo…………………………………………………………. 67 Capítulo VII.- Conclusiones y discusión…………………………………... 70 Bibliografía…………………………………………………………………. 78 5 INTRODUCCIÓN El hombre, al tener conciencia de sí mismo, desarrollar su inteligencia y querer dar explicación a todo, ha abierto ante sí, un abismo insondeable de conocimiento imposible de aprehender en su totalidad algún día. Algunas veces, los descubrimientos del hombre, lo llevan a estar en una condición en la que no tiene un origen divino, o bien, mostrarle que su lugar en el mundo, pese a su supremacía por su inteligencia, puede ser insignificante ante la inmensidad del Universo. Por lo menos tres han sido los hombres que con sus concepciones han herido de muerte el narcisismo del hombre: 1.- Darwin, que demostró que el hombre, lejos de tener un origen divino, es producto de la evolución de una especie animal más, que habita en la Tierra. 2.- Galileo Galilei, observó que la Tierra es la que gira alrededor del Sol y no al revés. La Tierra, aunque vivamos en ella los humanos, no es el centro del Universo. 3.- Freud dice que, las decisiones más importantes que tomamos en la vida (aún basadas en una fría y helada reflexión) tienen, en buena medida, una motivación oculta, que se encuentra en una parte de la mente que es inconsciente. En el desarrollo de la historia de la ciencia, se han tomado diversasposturas de lo que se debe considerar como “científico” de lo que no merece ser calificado como tal, influyendo en dichas posturas tanto el procedimiento para obtener conocimientos como la concepción a la que se va arribando del hombre mismo y su posición en la vida (es decir, es común que un conocimiento en el que se considera al hombre como no divino, no especial de la naturaleza, etc. encuentre ciertos obstáculos para su desarrollo pleno, tales como las posturas de Darwin, Galileo Galilei y Freud). Fue a finales del siglo XIX, cuando la ciencia médica, respetando su reputación de ciencia positivista, buscaba los sustentos anatómicos y fisiológicos de la etiología de la histeria. Pero aún con todo y su adherencia al mecanicismo, se topó con pared al tratar de abordar el estudio de esas manifestaciones histéricas. La razón por la que fue imposible explicar la histeria por ese método se debió a que la histeria no respetaba ni a la anatomía ni a la fisiología. De manera muy general, podemos decir que la histeria de conversión consiste en una serie de manifestaciones físicas cuyo origen no puede ser explicado por causas biológicas. Por ejemplo, una persona no puede ver nada en absoluto y al hacer 6 una revisión por un oftalmólogo no se encuentra lesión orgánica que explique la incapacidad de ver. Otro ejemplo puede ser el perder la sensibilidad de la palma de la mano y no de los dedos. El síntoma no puede ser anatómico, ya que por el funcionamiento del sistema nervioso, si existiese una lesión, esta se extendería a los dedos. Es por ello que se dice que la histeria no respeta ni a la anatomía ni a la fisiología. Ya desde los tiempos de Galeno se conocen las manifestaciones histéricas pero su estudio encontraría un amplio desarrollo gracias a los trabajos de Mesmer y su teoría del fluido universal. Los estudios de Mesmer serían considerados por algunos como científicos y por otros como cuestionables, formándose por ello una comisión de científicos en Francia para estudiar su validez. Entre dichos científicos se encontraba Jean Martín Charcot, considerado como padre de la Neurología. Este médico francés, encargado de un hospital psiquiátrico en Francia, hizo descripciones y llegó a postular hipótesis acerca de la histeria, que después retomaría para su estudio Freud. Freud, médico vienés, estaba interesado en el estudio de esa patología (la histeria) cuya explicación y tratamiento no podía dar cuenta en forma cabal la medicina oficial. Freud creía que aquella investigación médica dirigida a lo biológico obtendría un mayor éxito si se redirigían las mismas a lo psíquico. Cuando Freud lleva a cabo esos estudios, comienza el desarrollo del psicoanálisis. Pero, ¿Es posible explicar una enfermedad con manifestaciones físicas, a partir de lo mental? ¿Qué acaso al considerar un factor mental no se contravenía con lo oficialmente establecido por la medicina como ciencia positivista? Las respuestas son afirmativas. Es posible explicar por lo mental la histeria, una enfermedad con manifestaciones físicas aun entrando en contradicción con los principios de la ciencia positivista médica. Uno de los grandes méritos de Freud, consistió así, en poder hacer modificaciones en lo visible (el cuerpo orgánico) manejando variables invisibles (elementos psíquicos). El mérito de Freud, basándonos en todo el corpus teórico construido por él, consistió pues, en el descubrimiento de la realidad psíquica y su modificación para obtener la curación de la histeria, que hasta ese momento no se había logrado con éxito. La realidad psíquica descubierta por Freud, tendría alcances que en su época sería de dimensiones gigantescas. La realidad psíquica la encontraría Freud como una realidad propia y particular del paciente. Dicha realidad es tan “real”, que incluso un asesinato 7 que no estuviera sustentado en la realidad concreta, tendría consecuencias en la realidad psíquica del paciente y en su salud mental. Podemos ejemplificar la realidad psíquica, a manera de introducción, con el siguiente ejemplo: Supongamos una niña “A” que se desarrolla en una familia donde observa que su padre tiene varias relaciones extramaritales y no tiene reparo alguno en guardar discreción. Su madre le comenta que a los hombres lo que más les interesa es tener relaciones sexuales y la niña graba esa idea que luego reprime. Otra niña, la niña “B”, crece en un hogar donde la madre es demasiado vanidosa y siempre esta seduciendo a los hombres. Ella muestra a su hija que su poder de seducción es muy grande y puede atraer así, prácticamente sin ningún esfuerzo, al hombre que desee. La niña graba en lo inconsciente que el poder de atracción sexual de la mujer es muy grande. Estas dos situaciones hacen que se vaya formando una realidad psíquica, diferente en cada niña, según su propia historia personal y familiar. Ahora, supongamos que esas niñas son adultas y están en un restaurante donde acostumbran ir turistas. En forma repentina, se presenta un sujeto atractivo y musculoso sin camisa y se pone a comer tranquilamente. La mujer “A” de inmediato percibe ese hecho como una agresión: ese hombre lo más seguro es que quiera tener relaciones sexuales con ellas e incluso quizás las quiera violar. La mujer “B” percibe el hecho como algo normal: ella, por su gran belleza, seguramente ha cautivado el interés del turista y este trata de acercarse a ella. De repente llega el gerente del restaurante y le dice al turista que en este país, siempre se debe de estar vestido sin importar la hora que sea. Ha ocurrido en ambas mujeres, un error de interpretación pero no de percepción de un mismo hecho. El hecho concreto y objetivo (o realidad concreta) es que se presentó al restaurante un sujeto masculino sin camisa, pero ese mismo hecho concreto se ha interpretado de diferentes maneras por las dos mujeres y esa interpretación ha sido en función de su realidad psíquica. Todos formamos verdaderas historias con base a elementos que tomamos de la realidad concreta, pero dichas historias están matizadas por nuestras vivencias, deseos etc., es 8 decir, con base a nuestra realidad psíquica. La realidad psíquica, adelantémonos un poco, explica porque se interpreta algo de manera diferente, porque algo se considera y se siente como real sin serlo y como es que se llegan a formar síntomas histéricos. En la presente tesis documental, se hará una breve revisión histórica del estudio de la histeria y como culmina esa teorización en cuatro grandes teorías de la histeria (Charcot, Breuer, Pierre Janet y Freud). Se revisará como Freud descubrió la realidad psíquica, lo que se entiende por tal y como desarrolló su tratamiento. El tratamiento terapéutico de Freud, a su vez, estaría en función de cómo fue concibiendo la formación de la mente, su desarrollo y sus conflictos para finalmente mostrar, como, por medio del análisis de la realidad psíquica, Freud trataba la histeria y los padecimientos neuróticos. En ese mismo orden de ideas, se sustentará porque el análisis de la realidad psíquica, es la piedra angular del tratamiento psicoanalítico freudiano. 9 PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN: Las preguntas de investigación de la presente tesis son: 1.- ¿Qué es la realidad psíquica? 2.- ¿Qué es el análisis de la realidad psíquica? 3.- ¿Por qué la realidad psíquica es piedra angular en el tratamiento psicoanalítico freudiano? 4.- ¿Cuáles son las aplicaciones teóricas y clínicas del análisis de la realidad psíquica? 10 CAPÍTULO I.- LA HISTERIA Y SU TRATAMIENTO: DE LOS ANTIGUOS GRIEGOS A MESMER Y DE MESMER A CHARCOT. La histeria y sus manifestaciones. La histeria (del griego hysterón, que significa útero), se puede entender como una enfermedad que presenta síntomas de los cuales se queja un paciente y que no existe una patología físicao signos físicos que permitan explicar los síntomas. La causa o la etiología de la enfermedad, se encuentra en la mente del paciente, es decir es psicológica. Entendemos, en términos médicos, por signos, las manifestaciones objetivas de la enfermedad (así por ejemplo, la temperatura, las pulsaciones del corazón por minuto, etc. son signos físicos) y por síntomas todo aquello de lo que se queja el paciente y que no podemos ver objetivamente (nos dice que no puede mover cierta parte del cuerpo, que le duele cierta zona de la mano, que escucha voces, etc.). Hay 4 elementos característicos de la histeria (Rycroft, 1976): 1.- Es un término de diagnóstico médico. 2.- Hay síntomas físicos. 3.- No existen signos físicos o evidencia de patología física que explique los síntomas. 4.- Los síntomas, cumplen una función psicológica y adaptativa. Entonces, la histeria es una enfermedad, de la cual se queja un paciente, pero que no encontramos datos objetivos anatómicos y fisiológicos que la expliquen. Hay varias manifestaciones en la histeria, que se pueden agrupar en las siguientes categorías: (Deveze, 1944): a) Parálisis.- El paciente no puede mover ciertas partes de su cuerpo, o bien, éstas quedan inmovilizadas. b) Anestesias.- Ciertas partes del cuerpo, quedan sin la capacidad de sensación. c) Inhibición de algunas funciones.- El paciente no puede ver, oír, oler, etc. d) Otras manifestaciones.- Comprenden varios trastornos tales como algunos tipos de asma, falsas crisis epilépticas, insomnio, desarreglos menstruales, dolores hepáticos, zumbidos de oídos, dolores de cabeza, etc. 11 En resumen.- La histeria, en términos médicos, es una enfermedad que se manifiesta por signos físicos, en donde no existe un sustrato fisiológico que explique dicha enfermedad. El estudio de la histeria, a lo largo de la historia. La histeria no siempre fue entendida de la misma manera a través de la historia. De manera muy sintética, podemos señalar los siguientes personajes históricos: LOS ANTIGUOS GRIEGOS.- La noción de histeria deriva de la antigua Grecia y el término sólo se usaba para explicar algunas enfermedades exclusivas de la mujer (Rycroft, 1976). - Pitágoras (580-520 a. de J.C.).- Sostenía que la matriz era como un animal alojado dentro de la mujer y que tenía movimiento espontáneo y sensibilidad. - Hipócrates (460-377 a. de J.C.).- Decía que la histeria era una enfermedad que da sólo a las mujeres. Cuando el útero no estaba satisfecho, se desplazaba la insatisfacción dentro del cuerpo de la mujer. El tratamiento, en general, consistía en la fricción seductora de la vagina. - Galeno (130-200).- Cuestionaba si la histeria tenía una o más causas. En los antiguos griegos, existía la creencia de que la histeria se ligaba con el útero, por lo que era un padecimiento que sólo se daba en las mujeres. MESMER (1734-1815).- De origen alemán, se recibe como médico en Viena con la disertación “La influencia de los planetas sobre el cuerpo humano” en donde sostiene que el Sol y la Luna tienen influencias sobre el mar y las plantas y también sobre los hombres por vía del Sistema Nervioso. Cree que hay un fluido magnético que conecta al cosmos con el hombre que se puede polarizar, cargar y descargar gracias a la voluntad humana. Las causas de la enfermedad son: 1.- Porque no esta bien distribuido el fluido magnético y/o 2.- Porque hay una baja del mismo. 12 Cuando una persona tiene mucho magnetismo, puede pasar al enfermo fluido magnético, o bien, redistribuirlo por dos vías: 1.- Por la punta de los dedos del magnetizador.- Se pone al paciente en un cuarto semi oscuro, se toma la yema de sus dedos pulgares, luego se toca su pecho y se bajan las manos al plexo solar en donde se manda magnetismo al enfermo. Se redistribuye el fluido del enfermo y/o se aumenta el mismo. 2.- Por la orilla de una varilla.- Se podía dar un tratamiento grupal. En el centro de una habitación, se ponía una caja de madera, que se le llamaba “baquet”, con agua y limaduras de hierro de las que salían unas varillas. Mesmer, se colocaba en una plataforma y desde un ángulo de la habitación, magnetizaba la caja al orientar sus manos hacia el centro de la misma y el fluido podía ser captado por los pacientes al tener contacto con las varillas. Tenía un máximo de 20 varillas. Al lado del cuarto, se ponía una orquesta tocando música suave que adormecía. Para los que no podían pagar, Mesmer magnetizó un árbol del que cualquier persona podía ir y cargarse de fluido magnético. Bajo la óptica de Mesmer, se cree que existe un fluido universal, del que según su cantidad o distribución, depende la salud del individuo. Logrando redistribuir la cantidad del fluido o bien aumentando el mismo, es posible curar síntomas histéricos tales como “gota, convulsiones, zumbido de oído, parálisis, calambres al estómago, desarreglos menstruales, insomnio, dolores hepáticos y todas las enfermedades que hasta entonces habían resistido a todo tratamiento” (Deveze, 1944, p 445). PUYSÉGUR (1751-1825).- El más importante de los discípulos de Mesmer, descubre la “crisis perfecta” consistente en un sueño sonámbulo en el que los pacientes obedecían las órdenes del magnetizador al despertarse. Puységur tenía un campesino llamado Víctor, quien al estar en “la crisis perfecta” le confesó que estaba enojado con su hermana y Puységur, estando en la crisis perfecta Víctor, le dijo que se reconciliara con ella y así lo hizo al despertar, sin saber porque lo hacía. La aportación de Puységur es que descubre que no existe un fluido magnético y que el campesino pudo seguir una orden, sin saber en estado consciente porque hacía las conductas que se le habían ordenado, bajo la “crisis perfecta”. 13 JAMES BRAID (1795-1864).- Explica el mesmerismo con el término de hipnosis. Crea la “Inducción del sueño mesmérico” haciendo que sus pacientes miraran fijamente un objeto brillante, de forma esférica, que se colocaba a unos 12 cm. de distancia y 6 cm. de altura de los ojos del enfermo. Estos comenzaban a experimentar un cansancio en los glóbulos oculares seguido de un parpadeo rápido, terminando en un estado de sueño más o menos profundo, sin depender de algún fluido ni ninguna otra influencia magnética. Como pensaba que se lograba un estado de adormecimiento inducido, creó la palabra hipnotismo (del griego hypnos, sueño). Sustituyó los "pases magnéticos" por la fijación en un objeto luminoso. Se empleó el hipnotismo en cirugía para producir anestesia y con ello da cabida a sus experimentos en el mundo médico. Tanto Braid, como Puységur, ya no creen en el fluido universal de Mesmer. Braid denomina a la “crisis perfecta” de Puységur como “hipnotismo” y hace que tenga aplicaciones en la medicina. LIEBAULT (1823-1904).- Médico rural de un pueblo francés de la región de Nancy, aprendió a usar el hipnotismo de Braid. Sostiene que la hipnosis se liga a una causa psíquica y no orgánica y enseña la hipnosis a Charcot. BERNHEIM.- (1840-1919).- Dice que no hay signo de enfermedad neurológica en la histeria. La hipnosis no es más que sugestión, es decir, la capacidad normal del cerebro de ser influido por una idea y a esta influencia la llama “psicoterapia”. Así, establece que quizás la histeria es de origen mental y es el primero en aplicar el término psiconeurosis a la histeria y otros estados similares. El estado de hipnosis no era propio de la histeria, oponiéndose a Charcot, que defendía la existencia de una liga específica y estructural entre ambas. Al sostener que no hay signo de enfermedad neurológica en la histeria se acerca mucho a la idea de que la etiología de la histeria es psicológica y por ello se debe tratar con “psicoterapia”. ESCUELA DE NANCY.- Se fusionan las ideas de Bernhein y Liebaúlt y se oponen a las ideas de Charcot, en especial a la idea de que sólo las histéricas podían ser hipnotizadas. Creen firmemente enque la etiología de la histeria debe buscarse en fenómenos psíquicos y que el hipnotismo es completamente normal. Berheim sostuvo que lo que se 14 conocía como hipnotismo no es mas que la puesta en acción de una propiedad normal del cerebro: la sugestión, es decir, el poder ser influido, sin discusión, por una idea (Daco, 1986), entonces, la hipnosis era normal en todos los sujetos, no sólo en las pacientes histéricas. CHARCOT (1825-1893).- Charcot, una de las más fuertes influencias sobre Freud, tuvo dos posturas importantes y en cierta medida, opuestas, a lo largo de su vida, en su concepción de la etiología de la histeria: Primera postura.- Es un neurólogo mecanicista y busca las causas orgánicas de la histeria a manera de diferenciarlas de la simulación y considera que la histeria es una afección nerviosa, con una causa orgánica definida. Distinguió entre las convulsiones de origen epiléptico y las de origen histérico (epilepsia histérica): la histeria podía ser confundida con cualquier otra enfermedad porque imita todo, pero la diferencia esencial entre la histeria y la epilepsia, es que en la epilepsia al tener las convulsiones, la paciente puede tener daño real (golpes, mordeduras en la lengua, fracturas, etc.) mientras que en las crisis histéricas, nunca se producen estas lesiones y nunca se pierde la conciencia en su totalidad (cosa que sí sucede en la epilepsia). Puede coexistir la epilepsia y la histeria. Solo las histéricas se pueden hipnotizar por lo que hay una liga entre la hipnosis y la histeria en donde los síntomas histéricos, se pueden crear y desaparecer gracias a la hipnosis, así, una característica de la enferma histérica, es que ésta (la enferma) puede ser hipnotizada. Como contraparte a la escuela de Nancy, Charcot funda en La Salpetrière otro centro de estudios relacionados con la histeria y la hipnosis en 1878, cuyos cursos visita Freud en 1885. Segunda postura.- Las “ideas fijas”. Hay traumas psíquicos que producen la histeria en individuos predispuestos. El ataque histérico es un síntoma. La idea fija es como una idea parásita que puede influir en el comportamiento del sujeto. A diferencia de la sugestión, la persuasión consiste en una serie de argumentos de manera tal que se quiere influir en el sujeto con una idea por vía de la razón, mientras 15 que en la sugestión se quiere introducir una idea al sujeto, sin la vía de la razón. “La idea fija, es una autosugestión llevada al máximo” (Daco, 1986 p 115) que puede influir en el comportamiento del sujeto. Daco (1986) pone como ejemplo de las ideas fijas, un caso de una joven de 21 años que no podía beber agua del grifo, porque pensaba que de ahí salía sangre en lugar de agua. Este síntoma se resolvió, cuando la joven recordó que alguna vez observó como caían las gotas de agua de la llave “como la sangre de los labios de su madre [moribunda]” (Daco, 1986 p 115). Esa idea fija, traumática, es la que producía el síntoma y al recordar la simbolización del agua en sangre, se resolvió el síntoma histérico. Charcot, al final de su vida (en su segunda postura) cree que la histeria se debe a factores psicológicos (las ideas fijas) pasando del terreno de lo neurológico a lo mental. Freud conoce a Charcot cuando éste último sostiene la primera postura. Al final de cuentas, Freud hizo más caso, por lo que sabía previamente, a la escuela de Nancy, decisión crucial para su teoría, “Al regresar a Viena, [Freud] presiente que no puede seguir a Charcot, y que el camino de la sugestión preconizado en Nancy, se acerca más a la esfera del alma. Entonces comienza su obra creadora” (Deveze, 1944, p 464). En resumen.- El estudio de la histeria implicó varias teorías de la explicación de su etiología. La concepción de los antiguos griegos encasillaba a la enfermedad como exclusiva de las mujeres, ya que la enfermedad se relacionaba en forma directa con el útero. Estudios ulteriores llevaron a postular un fluido magnético en Mesmer. En lo posterior Charcot buscaría explicar la histeria desde lo orgánico predominando al final, la idea general de que había en la etiología de la histeria un factor “mental”. Algunos datos biográficos de Freud. Hemos revisado qué se ha entendido por histeria y qué tratamiento se ha propuesto desde los antiguos griegos, pasando por Mesmer, hasta las teorías de Charcot, cruciales para el surgimiento del psicoanálisis. Ahora revisaremos, también brevemente, como es que Freud llega, por una serie de pasos cada vez mas deductivos, a entender la histeria y con ello, postular una teoría del funcionamiento de la mente, una explicación de la histeria y una posible vía de tratamiento; tratamiento original en relación a los prevalecientes en su época y que él llamaría mas adelante, a todo ese corpus teórico, 16 como “psicoanálisis”. Para entender, como llegó Freud al estudio de las “enfermedades nerviosas”, es necesario ligar con ello, un poco su biografía, Gomá (1979), propone la siguiente cronología: 1856 Nace Freud en lo que actualmente es Checoslovaquia. 1860 La familia de Freud se traslada a Viena. 1873 Entra a la Facultad de Medicina de la Universidad de Viena. 1876 Hay dos corrientes imperantes en el estudio de la medicina: 1.- El Mecanicismo.- sostiene que la vida debe ser estudiada por los métodos experimentales de la física y la química, es decir, es una postura totalmente positivista. 2.- El Vitalismo.- Dice que los organismos vivos lo son porque tienen una fuerza vital que no es ni física, ni química y que no es posible estudiar dicha fuerza vital, de forma positivista. En este año, Freud entra como ayudante del Dr. Brucke y estudia histología (estudio de los tejidos) y neurofisiología (estudio del sistema nervioso). Brucke es mecanicista, por lo que rechaza el vitalismo y trataba de reducir los procesos psicológicos a leyes fisiológicas, y a estas, a leyes físicas y químicas. Freud conoce a Breuer, uno de los ayudantes del Dr. Brucke, se gradúa como médico y sale del laboratorio de Brucke. 1880 Breuer empieza a tratar a Anna O. 17 1881-1882 Freud trabaja con el Dr. Meynert (máxima autoridad en anatomía cerebral y Neuropatología.- estudio de las enfermedades del sistema nervioso, por ejemplo, la epilepsia) en el Hospital General de Viena en la sala de Psiquiatría. Meynert sugiere a Freud que estudie Neuropatología. Breuer termina de tratar a Anna O. 1884 Freud estudia la cocaína como antidepresivo y anestésico. El Dr. Koller (oculista), demuestra que la cocaína puede servir como anestesia local operando al padre de Freud de un ojo. Koller se adjudica el descubrimiento de la anestesia local. Freud suspende su investigación de los efectos de la cocaína al descubrir que es adictiva. 1885 Brucke y Meyer le dan una beca a Freud para estudiar con el neurólogo Charcot, en París. Freud se queda con Charcot 4 meses y conoce el hipnotismo y la sugestión haciendo la observación de que los pacientes con histeria presentan síntomas que anatómicamente son imposibles, por tanto, la histeria debía ser considerada un trastorno con un origen psíquico. Observa que Charcot podía provocar parálisis histéricas, convulsiones y otros síntomas histéricos por la sugestión hipnótica. 1886 Presenta un trabajo de histeria masculina ante la sociedad de médicos de Viena. 1887 Por Breuer, conoce a Fliess. Así pues, Freud se forma como médico con una buena formación científica dentro del método positivista; se interesa por el estudio de la neuropatía, los trabajos de Breuer y los trabajos de Charcot. En lo posterior, Freud trató a 4 pacientes, empezando con el método de Breuer, pero produciendo variantes importantes que en definitiva influenciarían en su concepción de la etiología de la histeria y la invención del método psicoanalítico. 18 El trabajo de Breuer. Antes de su partida a París, con Charcot, Freud conociólos trabajos de Breuer con una histérica. Se trataba de una mujer, Anna O., de 21 años, con varios síntomas histéricos: estrabismo convergente, perturbaciones graves de la visión, ciertas parálisis, sonambulismo continuo, etc. Cuando se llegaba a desconectar de los demás, ella decía que estaba en su “teatro privado”. La enfermedad de Ana O. empezó después de la muerte de su padre. El padre tuvo una enfermedad larga y había estado bajo los cuidados de Ana O. Al parecer, la paciente tenía dos estados de conciencia: en uno se mostraba como normal y afligida ante la realidad, y en el otro, alucinaba, se mostraba mal, arrojaba las almohadas etc. A veces entendía en alemán pero contestaba en inglés o luego no entendía el alemán pero leía perfectamente bien en italiano y francés. La paciente encontraba alivio, después de hacer varias declaraciones en estado hipnótico llamando a este fenómeno como “cura de conversación” o “limpieza de chimenea”, pero su mejoría era temporal ya que con el tiempo, empeoraba y el trabajo hipnótico era más pesado “Ella sabía que tras la declaración, perdería toda su testarudez y energía; y cuando (a raíz de un intervalo más largo) ya estaba de mal humor, rehusaba “conversar” y yo debía arrancarle las palabras esforzándola” (Breuer, 1893-55 p 55). Breuer había descubierto que al hipnotizar a la paciente y hacerle recordar la primera vez que había presentado el síntoma, este desaparecía “los fenómenos histéricos se disipaban en esta enferma tan pronto como en la hipnosis reproducía el suceso que había ocasionado al síntoma” (Breuer, 1893-55 p 59). Por ejemplo, la paciente duró unas seis semanas sin poder beber agua de un vaso, aun teniendo mucha sed. En estado de hipnosis, confesó que alguna vez vio a un perrito de la casa tomando de un vaso con agua y que le dio mucho asco, pero ella no había comentado nada debido a que la mascota pertenecía a su dama de compañía. Cuando expreso el enojo, al salir del trance, pidió de beber y pudo beber de un vaso con agua. De la misma manera que el síntoma histérico de no poder beber agua de un vaso, se eliminó al hacerla recordar la primera vez que se presentó el síntoma, de esa misma manera se fueron eliminando todos los síntomas de la paciente. Es importante señalar que, no bastaba sólo obtener el recuerdo de esa primera vez que se presentó el síntoma para la cura, según Breuer, sino que era necesario también que se manifestara la emoción ligada al recuerdo. Breuer también notó que no todos los recuerdos se conseguían con facilidad ya que “el miedo a un recuerdo, 19 como era el caso aquí, inhibe su afloramiento que la enferma o el médico se ven precisados a arrancar” (Breuer, 1893-55 p 61). Para Breuer la primera situación en la que se manifestaba el suceso que ocasionaba el síntoma, era en un estado hipnatoide o fuera de la conciencia normal, por ello sólo se podía recordar esa primera situación, regresando a ese estado hipnatoide. Ahora bien, si todo síntoma desaparecía tras el relato, en estado hipnótico, de la primera ocasión que se presentó, entonces sólo con un procedimiento semejante se podía tratar a otros pacientes (esto constituyó así, en esencia, el método terapéutico de Breuer para tratar la histeria), pero también había otra variante de tratamiento consistente en el “tachamiento” del síntoma, esto es, dar la orden inversa de la manifestación del síntoma. Por ejemplo, si un paciente tiene un dolor de estómago histérico (es decir, no hay causa física que explique el síntoma) se le hipnotizaba y se le decía que al salir del trance, no tendría el dolor de estómago o bien, que se sentiría muy bien del estómago. El paciente, al salir del trance, ya no tenía el dolor de estómago. Entonces, Breuer tenía dos métodos de tratamiento: 1.- La hipnosis para llegar al recuerdo y expresión emocional de la primera situación en que se presentó el síntoma y 2.-El tachamiento de los síntomas. La histeria se originaba, según Breuer, por una emoción, que al no seguir su descarga normal, se “convertía” en un síntoma somático (más adelante se explica mejor que es la conversión) formando así el síntoma. Entonces, se trataba de sacar esa emoción, por medio del recuerdo a través de la hipnosis. A este método se le dio el nombre de “catártico” (Freud, 1925). La visita de Freud a Charcot. Como ya se mencionó, Charcot sostuvo dos posturas a lo largo de su vida con respecto a la etiología de la histeria. Cuando Freud lo conoció, Charcot buscaba las causas orgánicas de la histeria bajo el modelo mecanicista y por tanto, positivista. Sostenía una liga entre la hipnosis y la histeria y decía que sólo las histéricas podían ser hipnotizadas. Freud, conociendo el caso de Anna O. tratado por Breuer, tenía en mente la posibilidad de factores psicológicos mas que orgánicos y se lo comentó a Charcot, pero Charcot no 20 le interesó saber nada de ello “Durante mi estancia en París di cuenta a Charcot de los descubrimientos de Breuer, pero el maestro no demostró interesarse por ellos” (Freud, 1925 p 26). Sin embargo, Freud obtuvo una pieza teórica más para armar el rompecabezas de la etiología de la histeria: los síntomas de la histeria, se pueden producir por medio de la hipnosis (es decir, con Breuer notaba que se podían suprimir, pero ahora también se podían producir). Charcot también notó que podía existir la histeria en los hombres y que la creación de síntomas histéricos inducidos por él (parálisis y contracciones), no se diferenciaban de los originados en forma accidental y espontánea (Freud, 1925). Otra situación que observó Charcot (aun en contra de su posición positivista) es que la histeria no respetaba la anatomía. Por ejemplo, una paciente podía no sentir nada en la palma de la mano, pero sí en la punta de los dedos. Si la lesión fuese orgánica, es decir, hubiese algún daño en el sistema nervioso, no se tendría sensación en la punta de los dedos, cosa que si sucedía en los síntomas histéricos “Antes de abandonar París tracé con Charcot el plan de un estudio comparativo de las parálisis histéricas con las orgánicas. Me proponía demostrar que las parálisis y anestesias histéricas de las diversas partes del cuerpo se delimitan conforme a la representación vulgar (no anatómica) del hombre” (Freud, 1925 p 17). 21 CAPÍTULO II.- LA NUEVA TÉCNICA DE FREUD. LAS CUATRO GRANDES TEORÍAS DE LA HISTERIA. Los trabajos terapéuticos de Freud. Freud, siguiendo el método de Breuer, hizo cuatro tratamientos a pacientes histéricas de los cuales fue desprendiendo nuevas modificaciones de tratamiento, modificaciones que lo llevarían a una nueva concepción de la etiología de la histeria (con el consiguiente rompimiento con Breuer) y a crear un nuevo método de tratamiento. Caso Señora Emma von N. (40 años de Livonia).- La primera paciente con la que Freud emplearía el método de Breuer para tratar la histeria, presentaba síntomas histéricos como calambres, desmayos, convulsiones, etc. Freud empieza trabajando los síntomas por medio de la hipnosis y busca la primera vez en que se experimentó el síntoma, pero la paciente pedía que no fuera interrumpida en su discurso. La paciente “Explica que toda vez que tiene pensamientos angustiantes teme ser interrumpida en el hilo de sus ideas porque entonces todo se le confunde y se vuelve todavía más penoso” (Freud 1895a p 78). Así pues, Freud comprende que no hay que interrumpir a la paciente, ya que esa interrupción es nociva para la obtención del recuerdo. Cuando Freud inquiere a la paciente acerca de un dolor de estómago, la misma paciente le comenta que no debe de hacer eso, que no le debe de estar preguntando de donde viene cada síntoma, sino que debe dejarla contar toda la historia que ella quiera contar (Freud 1895a). Freud agrega a su técnica la no interrupción del discurso de la paciente. Otra situación importante que descubrió Freud eneste caso, es que los recuerdos que ofrecía la paciente, como originarios de sus síntomas, muchas veces eran recuerdos posteriores, que encubrían a los verdaderos primarios. El discurso del enfermo, invierte el orden cronológico y relata primero los recuerdos conectados de menor valor y al final llega al recuerdo primario causal. Esto explicaba el por qué en algunas ocasiones, tras el recuerdo obtenido, el síntoma no desaparecía del todo, sino que sólo mejoraba. Al penetrar en “la idea fija” patológica de Charcot, uno descubre que ésta se liga a numerosas vivencias. En este caso se consideran ahora para el nuevo tratamiento dos elementos: 1.- El dejar hablar libremente a la paciente y 22 2.- La observación de que al llegar a un recuerdo relacionado con el síntoma, dicho recuerdo puede estar encubriendo a otro, que es de mayor importancia en relación con el síntoma. Caso Miss Lucy R. (30 años).- Paciente, derivada a Freud, porque presentaba en forma crónica rinitis infecciosa, y una vez curada ésta, ya sin lesión orgánica, había perdido el sentido del olfato; no tenía sensaciones en la parte interior de la nariz y estaban ausentes los reflejos; sentía pesadez en la cabeza y falta de apetito. En lo posterior, percibía olores sin que existiese razón física para que fuese así. Freud clasificó estos síntomas como histéricos, y buscó el trauma, es decir, la vivencia en la cual percibió esos olores por primera vez y después lo había olvidado. La mujer era una inglesa y se desempeñaba como ama de llaves. Decía que el olor que más la perseguía era el de pastelillos quemados. Freud no pudo hipnotizar a esta paciente, y el trabajo lo hizo casi en total estado de vigilia. Freud decía que en realidad el porcentaje de las pacientes que él podía hipnotizar, eran bajos “Así me encontré frente a la opción de abandonar el método catártico en la mayoría de los casos que podían ser aptos para él, o intentar aplicarlo fuera del sonambulismo” (Freud 1895b p 126). Freud daba la orden de que la paciente se durmiera, pero si no entraba en estado de sonambulismo, sólo pedía que se concentrara la paciente, acostándose de espaldas y cerrando voluntariamente los ojos (empleo del diván). En un principio, Freud pensó que quizás no llegaría a obtener los recuerdos buscados, ya que se estaba en estado de vigilia normal, pero recordó que en la escuela de Nancy, se había demostrado que en realidad los recuerdos se podían obtener en estado de vigilia, debido a que el no poder recordar en estado de vigilia, era un no querer recordar. Freud había visto a Berheim, como hipnotizó a una mujer y le dijo que ella no notaría su presencia. Cuando trató de hacerse notar, la paciente lo ignoró. Cuando despertó a la paciente, le exigió que le dijese todo lo que hizo Berheim cuando se supone que ella no lo veía. Ella dijo que no sabía nada al respecto. Berheim le puso la mano sobre la frente para que recordase y ella al final contó lo que supuestamente no había visto (Freud 1895b). 23 Freud empleaba ahora un nuevo método: preguntaba a la paciente desde cuando tenía el síntoma o porque lo tenía y si no recordaba, la acostaba en el diván, le ponía la mano sobre la frente y le decía que al poner la mano sobre su frente, lo recordaría. Y el método de la “técnica de la presión sobre la frente” funcionaba. Freud notó que lo que pasaba es que la paciente, al preguntársele en estado consciente acerca de sus síntomas, sí se le ocurrían cosas, pero no las consideraba importantes, o le daba pena comentarlas. “las vivencias de importancia patógena, con todas sus circunstancias accesorias, son conservadas fielmente por la memoria aun donde parecen olvidadas, donde al enfermo le falta la capacidad para acordarse de ellas” (Freud 1895b p 129). Lucy recordó que el olor de los pastelillos quemados lo tenía desde dos días antes de su cumpleaños. Lucy cuidaba a dos niñas a las cuales les tenía cariño y eran hijas de una pariente lejana que, en su lecho de muerte, pidió a Lucy que cuidara de ellas. La mamá de Lucy quería que se regresara con ella a su casa. En cierta ocasión, dos días antes de su cumpleaños, llegó una carta de su mamá y las niñas jugaban a quitársela pensando que la carta era para felicitarla por su cumpleaños, pero Lucy sabía que, además de las felicitaciones, también le pediría su mamá que regresara a su casa. En ese momento de distracción, cuando jugueteaba con las niñas, se quemaron unos pastelillos que estaba preparando. En el momento en que llegó la carta y se quemaron los pastelillos surgió en Lucy un conflicto emocional muy fuerte: por un lado quería quedarse con las niñas, ya que las quería, pero por otro lado quería regresarse a su casa con su mamá. Ese conflicto se convirtió en un trauma. “El conflicto de los afectos había elevado ese factor a la condición de trauma, y como símbolo de éste permaneció la sensación olfatoria que se había conectado con el” (Freud 1895b p 132). Se conoce como “trauma” o un “evento traumático” a la situación en donde se presenta un evento que reviste ciertas emociones y que la conciencia desaloja de si misma porque de permanecer en la conciencia dicho evento o su representación, provoca emociones desagradables que pueden ser de tristeza, dolor, enojo, etc. o bien puede entrar en conflicto con lo moral. Se pretende cancelar la representación del evento como si nunca hubiese existido, pero lo más que se logra es ponerla en lo inconsciente y de ahí se hace la conversión en un síntoma histérico. Freud en este caso comprendía un poco mejor la histeria: para que un síntoma histérico se de, es necesario que una representación sea reprimida o desalojada deliberadamente de la conciencia porque no se conciliaba la idea, 24 con la masa dominante de representaciones en el yo. La excitación que se producía por las emociones, al no estar presentes en la conciencia, hacían una innervación corporal (conversión). Así pues, en el caso de Lucy, la condición traumática se había dado por su ambivalencia de quedarse con las niñas o regresar a la casa de su madre. Además de esta ambivalencia, Freud también intuyó que quizás la paciente no se quería ir de la casa porque estaba enamorada de su patrón y se lo preguntó directamente a Lucy y ella no lo negó. Al preguntarle Freud porque no se lo había comentado, dijo “Es que yo no lo sabía o, mejor, no quería saberlo; quería quitármelo de la cabeza, no pensar nunca más en ello y aún creo que en los últimos tiempos lo había conseguido” (Freud 1895b p 134). Uno sabe algo y al mismo tiempo no lo sabe, porque no lo quiere recordar. El olor de los pastelillos desapareció al reconocer la paciente la ambivalencia de quedarse en la casa con las niñas que quería y con el patrón del que estaba enamorada, o regresarse con la mamá. Pero después apareció un olor constante a puro (otro síntoma histérico). Lucy recordó que ese olor a puro se debía a que alguna vez vio como el patrón llamó la atención a un huésped (que fumaba un puro), por besar a sus hijas y ya anteriormente, el patrón le había dicho a Lucy que cuidara que no besaran a sus hijas o cambiaría de ama de llaves. Esta situación había sido anterior a la situación de la quemada de los pastelillos. Freud había notado nuevamente, que un síntoma se puede desplazar por otro, con una causa más antigua. Al término del tratamiento, la sensibilidad al dolor y los reflejos de Lucy, eran normales. Freud hace notar que Lucy no mostraba lastre hereditario alguno, contrariando así la idea de Pierre Janet. Los nuevos elementos encontrados en el tratamiento, con base en este caso, son que Freud: 1.- Emplea el diván. 2.- Utiliza la técnica de la presión de la frente (abandono de la hipnosis). 3.- Descubre que hay ocurrencias en la paciente en relación con sus síntomas, pero que el paciente no las dice porque las considera superfluas, o bien por considerarlo inmoral. 4.- Un síntoma puede estar en relacióncon un recuerdo más anterior al que se presenta como causal del síntoma (cosa que ya había notado en el caso anterior). 25 Caso Katharina.- Estando Freud de vacaciones, en una montaña, en el hotel donde se hospedaba, se le acercó una muchacha de 18 años preguntando si era médico de profesión a lo que Freud asintió. La mujer, le dijo que estaba enferma de los nervios. Sus síntomas eran que le faltaba el aire, pensaba que moriría y que sentía opresión en la garganta. Katharina relató a Freud, que en cierta ocasión, buscó a su prima y la encontró en un cuarto oscuro con su tío encima de ella. Desde ahí sintió la falta de aire y también mareos y vómito. Algunas veces, ese tío trató de entrar a la recámara de Katharina y ella lo sorprendía y el tío se retiraba, pero no sabía de sus intenciones, debido a que aún no tenía conocimiento de la vida sexual. Al relatar todo lo anterior a Freud, Katharina se sintió aliviada. Al parecer, el asco era un reflejo del asco moral que sentía, al ir comprendiendo que lo que quiso hacer su tío, al intentar entrar a su recámara, era acariciarla sexualmente, como lo hacía con su prima. Freud notó que lo traumático no se dio cuando sucedieron los hechos, sino cuando se comprendieron. “La causa del aislamiento no es, [como en el caso de Miss Lucy], la voluntad del yo, sino la ignorancia del yo que aún no sabe que hacer con unas experiencias sexuales…( )…uno halla impresiones de la época presexual que, no habiendo producido efectos sobre la niña, más tarde cobran, como recuerdos, una violencia traumática al abrirse para la pobre virgen o la esposa el entendimiento de la vida sexual” (Freud, 1895c p 148, 149). En el caso de Katharine, Freud comprendió que un suceso se puede presentar y no ser traumático por no comprenderse, pero cuando se llega a comprender, se eleva a la condición de “trauma”. Caso Señorita Elisabeth von R.- Paciente referida a Freud por un colega, por presentar dolores en las piernas y caminar mal. Desde el principio, este caso fue el más difícil tratado por Freud y pensó que de no dar resultado su método, retomaría nuevamente la hipnosis. La historia de la paciente era muy dolorosa: su padre había muerto y le preocupaba la madre; la hermana se casa y se desprende un poco de la madre; Elisabeth no puede ver la felicidad que antes tenía la familia y es cuando se enferma. La fatalidad nuevamente 26 llega a la familia y la hermana muere un poco antes de dar a luz. La madre (de Elisabeth) queda sola. De todas sus confesiones en el tratamiento, Freud no encuentra ni la causa ni lo que determinaba su histeria y la paciente decía que se sentía peor que antes. Freud se empeñaba y confiaba en que la podía curar, a condición de profundizar en el material de la paciente. Se necesitaba un análisis más profundo: “el primer análisis completo de una histeria que yo emprendiera, arribé a un procedimiento que luego elevé a la condición de método e introduje con conciencia de mi meta: la remoción del material patógeno estrato por estrato” (Freud 1895d p 154, 155). Así, puso a la paciente en el diván y al poner la mano sobre la frente le pidió que le dijese lo que pasara por su mente o cualquier recuerdo que tuviese. Tras un rato, la paciente recordó que pensó en cierto atardecer en que un joven la acompañó a casa después de una reunión social y que ella sentía que él la amaba. El joven era muy amigo del padre y a ella también le gustaba; pero su padre enfermó y desde entonces no veía seguido al joven. El fracaso de ese primer amor, le seguía doliendo al recordarlo. Freud pensó que probablemente estaba ahí el conflicto: la obligación de cuidar al padre contra el deseo de tener una relación de noviazgo, pero, al analizar el caso a mayor profundidad, concluyó que quizás el primer dolor físico en las piernas, se había dado sin tener una causa psíquica. Entonces, primero se dio el dolor orgánico y después se le junto un elemento psíquico. Freud descubre que cuando la paciente cuidaba al padre, al cambiarle algunas vendas, el padre apoyaba su pierna en el muslo derecho de Elisabeth. Cuando la paciente recordaba con dolor al joven y el que no se diera la relación amorosa (por cuidar al padre), le dolía el muslo derecho (en el que apoyaba su pierna el papá); en cambio, cuando tocaba el tema de la hermana, el dolor se daba en la pierna izquierda. Elisabeth confesó que al morir su hermana, ella pensó que podía casarse con su cuñado pero sus sentimientos eran rechazados por sus principios morales. La madre confesó, por investigación de Freud, que a todos les resultaba evidente el amor de Elisabeth al cuñado. Así el dolor del muslo derecho se daba por recordar el dolor del amor perdido a causa de tener que cuidar al padre y el dolor del muslo izquierdo por el dolor de la perdida de la hermana y los deseos amorosos a su cuñado. El no poder caminar, era la simbolización del no poder elaborar sus sentimientos dolorosos: el de la hermana y el del amor que no se dio. 27 El analizar los sentimientos que tenía hacia su cuñado ayudó mucho a Elisabeth, sin embargo, había existido cierto malentendido entre el padre ahora muerto de Elisabeth y su cuñado que mortificaban aún a Elisabeth. Freud investigó con la madre de Elisabeth y encontró que era cuestión de que se enterara del malentendido la paciente, para ya no guardar el resentimiento que tenía al cuñado. Freud comunicó a la paciente lo que había averiguado con la madre y la dio de alta. Semanas después, Freud recibió una carta de la madre en la que le decía que Elisabeth había empeorado y que estaba muy dolida por la traición de Freud al comentar a alguien más sus secretos. Meses después la enferma se recuperó y se casó. Prometió en varias ocasiones visitar a Freud y nunca lo cumplió. Freud, en este caso, aprende que el material que confiesan los pacientes en el tratamiento, debe ser confidencial. De este caso, en relación con lo síntomas histéricos, Freud descubre los siguientes elementos: a) Motivo del síntoma.- Se da por situaciones emocionales no expresadas y su innervación en lo somático. b) Determinación del lugar del síntoma.- Se da por algo genético o preexistente. El dolor en la pierna de la paciente, por ejemplo, existía antes de darse la situación traumática. El dolor físico es aprovechado por la neurosis. El síntoma se puede dar por: a) Contingencia.- Hay un dolor físico al que se le asocia o se le suma un trauma psicológico. b) Simbolismo.- Lo orgánico simboliza algo del mismo trauma como el “no poder avanzar” ya mencionado; que la paciente sienta punzadas en el corazón, porque siente que se le “ha dado una puñalada en el corazón” etc. Es como si el cuerpo hablara “Todo una serie de sensaciones corporales, que de ordinario se mirarían como de mediación orgánica…( )…estaban provistas de una interpretación psíquica” (Freud 1895 d p 192). Hay una expresión lingüística en lo corporal. De la hipnosis de Breuer se pasa al método usado por Freud: se usa el diván; se pide al paciente que diga todo lo que pasa por su mente, sin importar lo que sea y se guarda silencio ante su discurso; se promete confidencialidad de lo dicho en el consultorio, etc. etc. 28 El rompimiento con Breuer Para Freud (Freud, 1925) fueron varias las causas del rompimiento no sólo teórico con Breuer, sino también de su relación de amistad: - El que Freud modificara el procedimiento de tratamiento ordinario de Breuer. - Freud afirmaba que la histeria se podía originar a partir de estados de conciencia normales, por lo que descarta la teoría de los estados hipnatoides (teoría de Breuer) inclinándose más por lo que él llamaba una neurosis de defensa (la teoría de Breuer se menciona más adelante). - El tener que soportar las fuertes críticas que se hacían a la obra que publicaron en conjunto “Estudios sobre la histeria”. - El aseveramiento de Freud de que la neurosis teníacomo sustento no cualquier tipo de excitación afectiva, sino que era específicamente de índole sexual. En el mismo trabajo de Breuer con Anna O., Freud podría sustentar esta aseveración. Este fue el factor decisivo en el rompimiento. Era de conocimiento de Freud, que Breuer término el tratamiento de Anna O. debido a que no pudo entender el material que se le presentó. Cuando Breuer se iba, la paciente se enfermaba o empeoraba y nunca supo el porqué de ello (por ejemplo: cuando Ana O. estaba en un estado de “ensimismamiento” sólo a Breuer reconocía; cuando se rehusaba a comer, sólo lo hacía si le daba de comer Breuer; cuando partía de viaje Breuer, aun tras una aparente mejoría, la paciente al regreso de Breuer estaba desmejorada (empeoraba en su ausencia); cuando se rehusaba a hablar, sólo cuando se cercioraba que era Breuer su interlocutor, hablaba; “estando yo presente, esa embriaguez era alegre, pero en mi ausencia emergía un desagradable estado de emoción angustiosa” (Breuer, 1895 p. 55). Freud (1925) al respecto dijo: “Terminada la labor de “amor de transferencia”, y no acertando Breuer a relacionar dicho estado en la enfermedad, hubo de cortar…( )… su trato con la sujeto [Anna O.]…( )…Su conducta para conmigo oscilo entre el reconocimiento de mis afirmaciones y su más acerba crítica…( )…provocando nuestra separación” (Freud, 1925 pp 36-37). 29 El nuevo método de Freud Así pues, según la concepción de Freud de la histeria y por los casos por él tratados, revoluciona el método con el cual serían tratadas las pacientes histéricas. De los pases magnéticos a la hipnosis y de la hipnosis al psicoanálisis, el nuevo método comprendía los siguientes puntos: - Empleo del diván. - La sustitución de la sugestión y la hipnosis por la asociación libre, en donde el paciente decía todo lo que pasaba en su mente sin importar lo que fuera. - La no interrupción del terapeuta en el discurso del paciente. - La interpretación, por parte del analista, de las asociaciones libres del paciente. - La confidencialidad de lo que confiesa el paciente al analista. - La neutralidad del analista. Las cuatro grandes teorías de la histeria. Ya revisamos brevemente el estudio de la histeria desde los antiguos griegos pasando por Mesmer hasta los trabajos de Charcot. Revisamos también, como es que Freud se formó como médico, conoció los trabajos de Breuer, fue a París y conoció los trabajos de Charcot y la escuela de Nancy. También con detalle vimos las modificaciones que fue haciendo al método original de Breuer con base a sus experiencias empíricas, los postulados aprendidos de todos los demás teóricos y en los tratamientos directos que hizo con histéricas. Producto de todo lo antes dicho, se llegó a cuatro teorías de la histeria, las más importantes de su época: Breuer y su teoría de “Los estados hipnatoides”.- Suponía que las emociones estancadas, al no seguir su curso normal de expresión, hacían una conversión a lo orgánico, y esto se revertía por la hipnosis. No se podía recordar en estado de vigilia cuando se dio por primera vez el síntoma, porque cuando esto sucedió (la primera vez que se dio el síntoma), la paciente estaba en un estado más o menos hipnótico (estado hipnatoide), por ello, para llegar al recuerdo y con ello a la curación del síntoma, era necesaria la hipnosis. “Breuer… ( )…opinaba que los procesos que escapaban a su destino normal eran aquellos que nacían en estados anímicos extraordinarios a “estados 30 hipnatoides” (Freud, 1925 p 31), dichos estados hipnatoides, podían darse en varias situaciones, incluso, por ejemplo, con el cansancio. Al obtener el recuerdo (por medio de la hipnosis), se podía dar su expresión plena en la conciencia y con ello permitir su expresión emocional o bien, integrarse plenamente en la conciencia pudiéndose resolver así los síntomas histéricos. Jean Martín Charcot.- Como vimos, tuvo dos posturas: en la primera trató de explicar la histeria con base a su sustrato fisiológico y aunque no lo logró, pudo diferenciar la histeria de la epilepsia y pudo demostrar que los síntomas histéricos se podían producir por medio de la hipnosis. Generalizó esta idea y sostuvo que sólo las histéricas podían ser hipnotizadas. Sostiene que los hombres también pueden padecer de histeria. En su segunda concepción, afirma que son “ideas fijas” las que ocasionan la histeria. La idea fija es como una idea parásita que puede provocar síntomas histéricos y cuando se da el ataque histérico, esta se resuelve (la idea fija), ya que después del mismo, desparecen algunos de sus síntomas. Acepta finalmente que en la etiología de la histeria, se presentan elementos psicológicos. Pierre Janet.- El mejor discípulo de Charcot sostiene que la histeria se da porque hay un estrechamiento de la conciencia originado por una degeneración mental heredada (es decir, hay una causa hereditaria y orgánica que se manifiestan en lo mental). Ese estrechamiento de la conciencia, hace que no se tengan percepciones correctas y se genera una especie de personalidad secundaria que origina la histeria. La conciencia de estas personas no es igual que al de las personas normales (Freud 1895a). Para Freud, ese estrechamiento de la conciencia, que producía como una segunda personalidad con los síntomas histéricos, era originado por la misma histeria y no al revés “Opino que Janet, de manera errónea, ha elevado al rango de condiciones primarias de la histeria unos estados consiguientes a la alteración histérica de la conciencia” (Freud 1895a p 121,122). En otras palabras, hay una debilidad neurológica de nacimiento, que impide que se sinteticen de manera correcta los fenómenos de la conciencia y ello ocasiona la histeria. Freud.- Los síntomas histéricos se relacionan con emociones que influyen sobre el sistema nervioso porque las mismas fungen como traumas, que no han sido elaborados, 31 tanto por la vía de la expresión emocional como por la vía del pensamiento. Estos traumas, tienen cierta suma de excitación (no mensurable) que se transforma en un síntoma histérico corporal, es decir, hay un proceso de “conversión” de esa excitación nerviosa a lo corporal. Es esto lo que explica, cómo una situación emocional o mental, puede reflejarse en lo corporal y cómo, al tener como génesis la histeria algo del orden de lo psicológico, no se encontraban las causas orgánicas que solicitaban los cánones del positivismo (Freud 1895a). Por ejemplo, cuando se va al dentista y se tiene ansiedad, en lugar de gritar, o exclamar algo referente a la ansiedad, esa excitación nerviosa se puede transformar en movimientos de los pies y es cuando se dice que el paciente “esta nervioso”. Recordando que Freud era médico y neurólogo, toma el término de “trauma” de la medicina. Un trauma es algo que sobrepasa lo que normalmente el organismo puede soportar, por ejemplo, en nuestra vida cotidiana, recibimos golpes de diferente índole tales como que chocamos con una mesa, el que oigamos algún ruido demasiado alto, etc. pero no nos ocasionan ningún daño o ninguna herida. Siguiendo el mismo ejemplo, si nos golpeamos de una manera que sobrepasa a lo que esta acostumbrado el cuerpo, nos podemos causar desde lo que conocemos como “moretón” hasta una fractura, es decir, hemos sufrido un trauma. La idea de trauma en Freud, se refiere también a algo que ha sobrepasado lo que se puede soportar normalmente, pero en la mente. “La expresión traumática…( )…la aplicamos a una vivencia que en un breve lapso provoca en la vida anímica un exceso tal en la intensidad de estímulo que su tramitación o finiquitación por las vías habituales y normales fracasa” (Freud 1917c p 252); “La neurosis seria equiparable a una enfermedad traumática y nacería de la incapacidad de tramitar una vivencia teñida de un afecto hiperintenso” (Freud 1917c p 252) ( la cursiva no viene marcada en el texto). Dicho trauma, queda“fijado” en lo inconsciente por la misma razón de que no ha sido elaborado, es decir, no se ha llegado a la conciencia, quedando el paciente atrapado en un fragmento de su pasado. Hay una relación de causa-efecto entre el trauma y los síntomas de la histeria. 32 CAPÍTULO III.- LA REALIDAD PSÍQUICA Y LA FORMACIÓN DE LA MENTE HUMANA. Engáñese aquél que, basándose en una fría y helada reflexión, ha tomado (las más de las veces), las decisiones más importantes de su vida creyéndose así poseedor del rumbo de su destino. El hombre racional no se ha dado cuenta que dichas decisiones tienen su origen en una parte de su mente inconsciente, en cuyo terreno ya no pediríamos que brillara la antorcha de la razón en su máxima expresión, sino que nos bastaría siquiera notar su presencia, en el abismo de su obscura profundidad. Uno de los impactos más profundos de la teoría psicoanalítica en el mundo ya no científico, sino cotidiano, de la concepción del hombre de sí mismo, fue el demostrar que muchas decisiones que se toman tales como la elección de pareja, la elección de una carrera, el tomar un trabajo y no otro, etc. etc. están tomadas por razones que el mismo sujeto desconoce, por razones que se pueden buscar sus raíces en una parte de su mente inconsciente. Al inquirir a un sujeto del porque de su proceder, nos puede dar una serie de razones de ello, que pueden sonar lógicas y sonar muy convincentes, pero se pueden pesquisar razones inconscientes, que al final serían las razones verdaderas del porqué se toman tales decisiones o porqué se hacen tales conductas. La idea de cómo las razones concientes para explicar las conductas son meras justificaciones y no las verdaderas razones, que tienen su raíz en lo inconsciente, lo supo Freud desde los trabajos de Berheim. “Berheim sugiere a un enfermo que tras despertar se llevara ambos pulgares a la boca. Así lo hace, y se disculpa diciendo que siente un dolor en la lengua” (Freud, 1895a p 88). El enfermo de Berheim, como vemos, explica su conducta (de llevarse los pulgares a la boca) argumentando que siente dolor en la lengua, pero, no lo hace por el dolor de la lengua sino que lo hace porque así se lo indicó Berheim. También se cita el caso de una mujer que se le da la orden de matar a un empleado de unos tribunales que le era desconocido y en su intento de matar al empleado, al detenerla, inventa una historia tal que justifica una venganza por su parte (es decir, no dice que lo hace por una orden inconsciente, sino que lo hace por una venganza justificada). Lo importante a tener presente en este momento, es que las conductas que se hacen, pese a las muchas explicaciones que se den, pueden tener su verdadera explicación por algo que se encuentra en lo inconsciente. 33 La realidad psíquica. La realidad psíquica es un “término utilizado por Freud, para designar, lo que en el psiquismo del sujeto, presenta una coherencia y una resistencia comparables a la de la realidad material; se trata fundamentalmente del deseo inconsciente y de las fantasías con él relacionadas” (Laplanche 1967 p 362). La idea de que en la mente existen recuerdos que se vivencian como reales y que pueden coincidir o no con la realidad externa, Freud lo conocía desde el tratamiento de Emma von N. Freud descubrió un hecho en común en sus pacientes: los recuerdos que expresaban a Freud, eran de una vivacidad difícil de diferenciar con situaciones vividas en el presente, la paciente “en el curso del relato ve frente sí cada escena de una manera plástica y en sus colores naturales….( )…..ve la escena frente a sí con toda la vividez de la realidad” (Freud, 1895a p 75). La realidad psíquica es sentida por el paciente como si se tratase de la realidad material. Para propósitos prácticos, en lo posterior entenderemos como sinónimos de la realidad psíquica: la realidad interna, mundo interno, realidad interior y como sinónimos de realidad externa: mundo externo, realidad concreta, realidad histórica, realidad material. Hay dos realidades entonces, una histórica y una psíquica. La realidad histórica son los acontecimientos que sucedieron en la vida del paciente, por decirlo así, de manera objetiva, la realidad psíquica es como el paciente recuerda esa realidad histórica, pero matizada por su mente misma. Por ejemplo, un niño puede jugar con su pene y recibir un regaño de la madre con la amenaza de que se lo cortará (la mamá lo puede hacer con la finalidad de evitar esa conducta (el jugueteo con el pene) para “enseñar” al hijo de que esas conductas no se hacen de manera pública) pero el paciente al tener el recuerdo, puede relatarlo como que quien dijo eso, fue el padre, u otra persona. Cuando el paciente relata eso, está totalmente convencido de que así fue como sucedieron los hechos (Freud, 1917d). Con respecto a que si lo que relata el paciente, tiene una dosis en menor o mayor grado de realidad histórica o psíquica, la realidad psíquica es la que pesa más a la hora de formar los síntomas. “en el mundo de la neurosis la realidad psíquica es la decisiva [en comparación con la realidad histórica]” (Freud, 1917c p 336); “Los deseos que vive [lo inconsciente] construyen una realidad psíquica que no hay que asimilar a una realidad material y que es una forma particular de existencia” (Hesnard, 1984, p 30) “…[la] realidad psíquica descubierta por Freud …( )…esta separada y [es] distinta de la realidad del mundo material” (Coderch, 1997 p 29). 34 Cuando Freud trata de encontrar la causa de las manifestaciones histéricas, postula como primera teoría que las pacientes habían sufrido en su infancia una seducción, ya sea por parte de uno de los padres o por parte de un adulto. En la etiología de la histeria, entonces, se había dado una seducción a la paciente, por parte de un adulto y esto había ocasionado un trauma que causaba la histeria. Cuando Freud va comprendiendo que quizás estos hechos no eran reales, sino que mas bien provenían de fantasías del paciente, es cuando abandona la “teoría de la seducción” y surge la idea de la realidad psíquica (Laplanche, 1967). Esto no quiere decir en modo alguno, que ciertas pacientes si habían sufrido una seducción real, pero al descubrir Freud que estas seducciones que relataban sus pacientes podían provenir de su realidad psíquica, se mostraba con cautela. Si el hecho había sido real o si era producto de la realidad psíquica, el resultado era el mismo: se producían de la misma manera los síntomas por la creencia o existencia real, de la seducción de un adulto a la niña “…hasta hoy no hemos logrado registrar diferencia alguna, en cuanto a las consecuencias de esos sucesos infantiles por el hecho de que en ellos corresponda mayor participación a la fantasía o la realidad” (Freud, 1917d p 338). El que se presenten las mismas fantasías de seducción en pacientes que fueron abusados sexualmente en su infancia como los que no lo fueron, se explica por el hecho de que existen “fantasías primordiales”. Freud sostenía que lo que se contaba como fantasía de seducción, cuando no existió en la vida real, se da porque aquello fue alguna vez real, cuando apenas se formaban las familias humanas, por lo que el paciente lo único que hace es recordar lo que sucedió en una época anterior a su existencia misma, condiciones que se dan como un patrimonio filogenético (Freud, 1917d). Por todo lo anterior, Freud cambia la teoría de la seducción, por la fantasía del complejo de Edipo, pero antes de ello, Freud se centró en un fenómeno no entendido en su época, objeto de análisis religioso y místico más que científico: los sueños. “La interpretación de los sueños”, publicada en 1900, llevaba a Freud a considerar, además de que los sueños tenían un significado oculto, la existencia de tres sistemas en la mente o tres niveles de conciencia: el nivel Consciente, Preconsciente e Inconsciente. Cuando Freud publica “El Yo y el Ello” en1923 incorpora, además de los elementos Conscientes, Preconscientes e Inconscientes, las nuevas estructuras de la mente por él descubiertas: El Yo, el Ello y el Superyó. Con los niveles de conciencia, descritos en “La interpretación de los sueños” y estas nuevas estructuras, Freud pretendía dar cuenta de los fenómenos mentales del humano, inclusive una explicación cabal de la etiología de la 35 histeria y con ello también proponía una terapia psicoanalítica, capaz de lograr la cura. El concepto de cura para Freud era muy específico y no se limitaba a la desaparición de los síntomas. Si no se curaba la enfermedad de “raíz”, lo único que se lograba es que se suprimieran los síntomas si, pero para que después surjan unos nuevos (substitución de síntomas) “a juicio de los legos...( )…la curación equivale a la supresión de los síntomas. Al médico le importa distinguir entre los síntomas y la enfermedad, y sostiene que la eliminación de aquellos, no es todavía la curación de estos” (Freud 1917c p 326). Freud busca la etiología de la enfermedad y su cura y no solo la eliminación de síntomas. Para que existiesen los síntomas histéricos, era necesario que existiese un conflicto intersistémico; conflicto que era la génesis de los síntomas y por tanto, visto desde otro ángulo, también podía ser la génesis de la curación (puesto que si un conflicto originaba la enfermedad, su resolución implicaba la curación). “Por definición, el conflicto neurótico se desarrolla entre una tendencia que pugna por hallar descarga y otra tendencia que trata de evitar esa descarga” (Fenichel, 1999 p 154). Un síntoma histérico puede ser el que una persona no puede ver nada en absoluto y al hacer una revisión por un oftalmólogo no se encuentra lesión orgánica que explique la incapacidad de ver. Si entendemos por conflicto psíquico esa tendencia que pugna por hallar descarga, pero otra que evita su descarga, la solución a esas dos tendencias opuestas se da por la formación de uno o varios síntomas, que puede ser manifestado por la incapacidad de ver por ejemplo. Ese no poder ver, es un síntoma y por tanto una solución a la oposición de esas dos tendencias. Todo síntoma neurótico, tiene un sentido y un propósito, vinculados con la vida del paciente, por lo tanto se debe de analizar, interpretar y traducir (Freud, 1917a). Podemos entender por síntoma neurótico entonces, una solución a dos tendencias opuestas. El síntoma representa por un lado la satisfacción o la descarga de la tendencia por la que ha pugnado, pero de forma parcial, y por otro lado, también se manifiesta la tendencia opuesta, es decir, la tendencia que evita su descarga (puesto que la descarga no es total). Como ya se dijo, para que existiesen los síntomas histéricos, era necesario que existiese un conflicto entre toda la estructura mental; entonces debemos entender qué es y cómo trabaja la estructura mental para entender cómo se dan los síntomas en forma mas clara y además, hay que aclarar cómo es que se llega a formar un conflicto y con ello un síntoma. Si el conflicto ha creado un síntoma, entonces al solucionar el conflicto no sólo se quitan los síntomas, sino la enfermedad misma. Ese fue un cambio importante 36 en la teoría de Freud, no sólo como quitar los síntomas, sino encontrar la etiología de la enfermedad misma. Los niveles de conciencia (la primera tópica de Freud). La primera división de la mente que hace Freud para explicar los fenómenos psíquicos, es la división de los procesos concientes e inconscientes “la diferenciación de lo psíquico en conciente e inconsciente es la premisa básica del psicoanálisis” (Freud 1923 p 15) y estaba claro para Freud las reacciones de su aseveración en la ciencia común, decía que para cualquier filósofo, lo psíquico que no fuera consciente, era una invitación a rechazar todo estudio al respecto como serio (Freud 1923). Un elemento psíquico, no es consciente de manera duradera y se “olvida” de él con relativa facilidad, pero ello no implica que no sea en forma latente o potencial susceptible de conciencia. Sin embrago, hay elementos los cuales permanecen en el inconsciente y estos no son de fácil extracción a la conciencia. Cuando tenemos un elemento del que lo percibimos tal cual, se dice que esta en la parte Consciente de la mente (por ejemplo cuando planeamos algo, vemos las consecuencias de una posible acción, estamos atendiendo una clase para aprender, etc.); si tenemos un elemento que está potencialmente con la posibilidad de pasar a la conciencia esta en la parte Preconsciente “…lo llamamos preconsciente para indicar que los procesos de excitación habidos en él pueden alcanzar sin más demora la conciencia, siempre que se satisfagan ciertas condiciones; por ejemplo…( )...la atención” (Freud, 1910 p 534) (por ejemplo, al recordar un número telefónico, lo que desayunamos ayer, etc. es información que está disponible, que no está en la conciencia por no ser necesaria en ese momento, pero que al hacer un pequeño esfuerzo, podemos recuperar) y si tenemos un elemento que está guardado en la mente y permanece inconsciente y no se extrae con facilidad, está en el Inconsciente “…lo llamamos inconsciente porque no tiene acceso alguno a la conciencia si no es por la vía del preconciente” (Freud, 1910 p 534, 535). Esos elementos que han quedado en el Inconsciente, son inconscientes porque “cierta fuerza se resiste a ello [a que se hagan concientes]” (Freud 1923 p16) y que si no es por esa fuerza, podrían devenir concientes con facilidad. Esas representaciones se pueden hacer concientes por medio del psicoanálisis y se dice que antes de ser concientes, están reprimidas por efecto de la resistencia (la fuerza que produce y mantiene la represión) (Freud 1923) Así pues, hay dos partes de la mente que están inconscientes: la Preconciente que esta 37 potencialmente conciente y la Inconsciente que es de difícil conocimiento para la conciencia. Entonces, las características de los niveles de conciencia, es el siguiente: todo aquello de lo que nos damos cuenta corresponde al sistema Conciente; todo aquello que podemos recordar haciendo algún pequeño esfuerzo corresponde al sistema Preconciente y todos aquellos elementos de los que no nos damos cuenta, están en el Inconsciente. Freud llama instancias o sistemas a estos estados de conciencia “imaginamos entonces el aparato psíquico como un instrumento compuesto a cuyos elementos llamaremos instancias o, en beneficio de la claridad, sistemas” (Freud, 1910 p 530). Las estructuras de la mente (segunda tópica de Freud). Cuando el individuo humano se encuentra en el vientre materno, tiene la satisfacción inmediata ya que si desea alimento este le llega por su conexión con el cuerpo materno, si desea eliminar sus desechos orgánicos ellos se eliminan en forma rápida, se encuentra en un elemento acuoso con temperatura ideal para su desarrollo, en otras palabras, la satisfacción de sus necesidades es en forma instantánea. Al nacer, el bebé tiene formada así la estructura del Ello; dicha estructura, busca la satisfacción inmediata tal como la tenía en el vientre materno. El bebé nace con el Ello pero esa estructura no es suficientemente adaptativa para sus nuevas condiciones en el momento del nacimiento, ahora ya no vive dentro de la madre y debe enfrentarse a un mundo totalmente diferente al que se formó: la temperatura varía, si desea alimento tiene que esperar a que la madre se lo dé, tiene sensaciones físicas en la piel que pueden no ser agradables como cuando se moja o se hace del baño, hay estímulos luminosos y sonoros que desconoce, etc. (no en balde Otto Rank sostenía que el nacimiento es el primer trauma que sufre el humano), el bebé, poco a poco, tiene que desarrollar una nueva estructura que medie entre sus necesidades internas y orgánicas y el complicado mundo externo. Así es como se va formando el Yo, a partir del Ello, cuya misión
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