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U N I V E R S I D A D N A C I O N A L A U T O N O M A D E M E X I C O 
 
F A C U L T A D D E P S I C O L O G Í A 
 
 
 
 
“EL ANÁLISIS DE LA REALIDAD PSÍQUICA, COMO PIEDRA 
ANGULAR EN E L TRATAMIENTO PSICOANALÍTICO FREUDIANO” 
 
 
 
 
 
 
T E S I S 
 
 
QUE PARA OBTENER EL TITULO DE: 
 
 
LICENCIADO EN PSICOLOGÍA 
 
 
P R E S E N T A 
 
 
GUILLERMO CUAUHTÉMOC WONG COHÉN 
 
 
 
 
DIRECTOR DE TESIS: LIC. ÁNGEL GABINO CASALES LEÓN 
 
 
ASESOR DE TESIS: DR. ROBERTO GAITAN GONZÁLEZ 
 
 
 
MÉXICO, D.F. ABRIL, 2006 
 
 
 
 
 
 1
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
Agradecimientos 
 
 
 A todo el personal académico y administrativo de la Facultad de Psicología de la UNAM, 
por brindarme el conocimiento y apoyo necesarios para mi formación profesional. 
 
 A mis sinodales por sus valiosas observaciones: Dra. Bertha Blum Grinberg; Dra. 
Marcia Olga Morales Figuerola; Dr. David Auron Zaltzman y Dr. Roberto Gaitan 
González. 
 
 Con especial agradecimiento a mi amigo y Director de Tesis Ángel Gabino Casales León, 
por su paciencia y su genuino interés en ayudarme en la elaboración de esta Tesis. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 2
Dedicatorias 
 
 
 A la memoria de mi padre, Dr. Guillermo Wong Montes de Oca. 
Porque su amor en mis años difíciles, fue el bálsamo que me mantuvo vivo. Por inculcarme 
el interés por la investigación del alma. 
 
 A mi madre, Sra. Raquel Cohén. 
Porque pese a la adversidad y la distancia, siguió amando a sus hijos en el tiempo, y su 
retorno alegro nuestros corazones. 
 
 A mi querido tío, Ing. David Farji Cohén. 
Por ser el ángel guardián de toda la familia. Por enseñarme con su ejemplo, que el 
trabajo, el amor y la tolerancia a los demás, así como la fe en Di-s, es lo que en verdad 
mueve las montañas y hacen al hombre inquebrantable ante los mayores obstáculos de la 
vida. Muchas gracias por todo tío David. 
 
 A la memoria de mis queridos tíos Jaime y Jacobo Farji. 
Por velar de mis abuelitos en su vejez y de mí mamá en su enfermedad. 
 
 A mis queridos hermanos Víctor León, Xochitl Raquel, Elvia María de la Luz y 
Moisés Jacob. 
Porque juntos hemos aprendido que ante la soledad y las carencias, el mejor cobijo que 
tenemos, es el amor entre nosotros. Porque cuando caí me levantaron y me apoyaron. 
Gracias por todo lo que me han brindado y enseñado. 
 
 A mis sobrinos: Xochitl Ayari (Yayis); Alejandra Ixchel (Ale) y Moisés Jacob 
(Moyito). 
 
Al Dr. Alejandro Martiní y a la Dra. Benilde Orozco García. 
 Por enseñarme que aun en la mas profunda obscuridad del abismo, es posible volver a ver 
la luz. 
 
 
 
 3
ÍNDICE GENERAL 
 
Introducción.................................................................................................. 6 
 
Preguntas de investigación………………………………………………... 10 
 
Capítulo I.- La histeria y su tratamiento: de los antiguos griegos, a 
Mesmer y de Mesmer a Charcot ………………………………………… 
 
11 
La histeria y sus manifestaciones………………………………………... 11 
El estudio de la histeria, a lo largo de la historia………………………… 12 
Algunos datos biográficos de Freud…………………………………….. 16 
El trabajo de Breuer……………………………………………………... 19 
La visita de Freud a Charcot……………………………………………... 20 
 
Capítulo II.- La nueva técnica de Freud. Las cuatro grandes teorías de 
la histeria…………………………………………………………………….. 
 
22 
Los trabajos terapéuticos de Freud……………………………………. 22 
 Caso Señora Emma von N. (40 años de Livonia)…………………….. 22 
 Caso Miss Lucy R. (30 años)…………………………………………. 23 
 Caso Katharina……………………………………………………….. 26 
 Caso Señorita Elisabeth von R………………………………………… 26 
El rompimiento con Breuer……………………………………………. 29 
El nuevo método de Freud………………………………………………. 30 
Las cuatro grandes teorías de la histeria………………………………… 30 
 Breuer y su teoría de “Los estados hipnatoides”……………………… 30 
 Charcot………………………………………………………………… 31 
 Pierre Janet…………………………………………………………….. 31 
 Freud…………………………………………………………………... 31 
 
Capítulo III.- La realidad psíquica y la formación de la mente 
humana……………………………………………………………………. 
 
33 
La realidad psíquica……………………………………………………... 34 
Los niveles de conciencia (la primera tópica de Freud)…………………... 37 
Las estructuras de la mente (la segunda tópica de Freud)………………… 38 
El complejo de Edipo y su resolución en el niño…………………………. 39 
El complejo de Edipo y su resolución en la niña…………………………. 40 
 
Capítulo IV.- Los síntomas, la realidad psíquica y el tratamiento 
freudiano………………………………………………………………… 
 
42 
El origen del conflicto y su relación con los síntomas. El deseo………..... 42 
El tratamiento psicoanalítico de Freud: su método y su técnica………...... 44 
 La finalidad del tratamiento……………………………………….......... 45 
 El trabajo del paciente y del analista…………………………………..... 46 
 Material del trabajo en el tratamiento………………………………… 46 
La realidad psíquica y el tratamiento psicoanalítico de Freud…………..... 47 
La realidad psíquica y su relación con la Represión……………………… 47 
 4
 
Capítulo V.- El análisis de la realidad psíquica, como piedra angular en 
el tratamiento psicoanalítico freudiano……………………………………. 
 
50 
Relaciones entre la realidad psíquica y los cuatro fenómenos pilares del 
tratamiento freudiano……………………………………………………... 
 
50 
 La asociación libre……………………………………………………… 50 
 La transferencia……………………………………………………….. 51 
 Los sueños……………………………………………………………... 53 
 Los sueños y sus mecanismos de formación………………………….. 54 
 Las operaciones fallidas………………………………………………... 60 
 El análisis de la realidad psíquica como piedra angular del tratamiento 
psicoanalítico freudiano……………………………………………… 
 
64 
 
Capítulo VI.- Aplicaciones teóricas y clínicas del análisis de la realidad 
psíquica…………………………………………………………………….. 
 
66 
 Nivel teórico……………………………………………………………. 66 
 Nivel aplicativo…………………………………………………………. 67 
 
Capítulo VII.- Conclusiones y discusión…………………………………... 70 
 
Bibliografía…………………………………………………………………. 78 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 5
INTRODUCCIÓN 
 
 El hombre, al tener conciencia de sí mismo, desarrollar su inteligencia y querer dar 
explicación a todo, ha abierto ante sí, un abismo insondeable de conocimiento imposible 
de aprehender en su totalidad algún día. Algunas veces, los descubrimientos del hombre, 
lo llevan a estar en una condición en la que no tiene un origen divino, o bien, mostrarle 
que su lugar en el mundo, pese a su supremacía por su inteligencia, puede ser 
insignificante ante la inmensidad del Universo. Por lo menos tres han sido los hombres 
que con sus concepciones han herido de muerte el narcisismo del hombre: 
 
1.- Darwin, que demostró que el hombre, lejos de tener un origen divino, es producto de 
la evolución de una especie animal más, que habita en la Tierra. 
 
2.- Galileo Galilei, observó que la Tierra es la que gira alrededor del Sol y no al revés. La 
Tierra, aunque vivamos en ella los humanos, no es el centro del Universo. 
 
3.- Freud dice que, las decisiones más importantes que tomamos en la vida (aún basadas 
en una fría y helada reflexión) tienen, en buena medida, una motivación oculta, que se 
encuentra en una parte de la mente que es inconsciente. 
 
 En el desarrollo de la historia de la ciencia, se han tomado diversasposturas de lo que 
se debe considerar como “científico” de lo que no merece ser calificado como tal, 
influyendo en dichas posturas tanto el procedimiento para obtener conocimientos como 
la concepción a la que se va arribando del hombre mismo y su posición en la vida (es 
decir, es común que un conocimiento en el que se considera al hombre como no divino, 
no especial de la naturaleza, etc. encuentre ciertos obstáculos para su desarrollo pleno, 
tales como las posturas de Darwin, Galileo Galilei y Freud). 
 
 Fue a finales del siglo XIX, cuando la ciencia médica, respetando su reputación de 
ciencia positivista, buscaba los sustentos anatómicos y fisiológicos de la etiología de la 
histeria. Pero aún con todo y su adherencia al mecanicismo, se topó con pared al tratar de 
abordar el estudio de esas manifestaciones histéricas. La razón por la que fue imposible 
explicar la histeria por ese método se debió a que la histeria no respetaba ni a la anatomía 
ni a la fisiología. De manera muy general, podemos decir que la histeria de conversión 
consiste en una serie de manifestaciones físicas cuyo origen no puede ser explicado por 
causas biológicas. Por ejemplo, una persona no puede ver nada en absoluto y al hacer 
 6
una revisión por un oftalmólogo no se encuentra lesión orgánica que explique la 
incapacidad de ver. Otro ejemplo puede ser el perder la sensibilidad de la palma de la 
mano y no de los dedos. El síntoma no puede ser anatómico, ya que por el 
funcionamiento del sistema nervioso, si existiese una lesión, esta se extendería a los 
dedos. Es por ello que se dice que la histeria no respeta ni a la anatomía ni a la fisiología. 
 
 Ya desde los tiempos de Galeno se conocen las manifestaciones histéricas pero su 
estudio encontraría un amplio desarrollo gracias a los trabajos de Mesmer y su teoría del 
fluido universal. Los estudios de Mesmer serían considerados por algunos como 
científicos y por otros como cuestionables, formándose por ello una comisión de 
científicos en Francia para estudiar su validez. Entre dichos científicos se encontraba 
Jean Martín Charcot, considerado como padre de la Neurología. Este médico francés, 
encargado de un hospital psiquiátrico en Francia, hizo descripciones y llegó a postular 
hipótesis acerca de la histeria, que después retomaría para su estudio Freud. 
 
 Freud, médico vienés, estaba interesado en el estudio de esa patología (la histeria) cuya 
explicación y tratamiento no podía dar cuenta en forma cabal la medicina oficial. Freud 
creía que aquella investigación médica dirigida a lo biológico obtendría un mayor éxito 
si se redirigían las mismas a lo psíquico. Cuando Freud lleva a cabo esos estudios, 
comienza el desarrollo del psicoanálisis. 
 
 Pero, ¿Es posible explicar una enfermedad con manifestaciones físicas, a partir de lo 
mental? ¿Qué acaso al considerar un factor mental no se contravenía con lo oficialmente 
establecido por la medicina como ciencia positivista? Las respuestas son afirmativas. Es 
posible explicar por lo mental la histeria, una enfermedad con manifestaciones físicas 
aun entrando en contradicción con los principios de la ciencia positivista médica. Uno de 
los grandes méritos de Freud, consistió así, en poder hacer modificaciones en lo visible 
(el cuerpo orgánico) manejando variables invisibles (elementos psíquicos). El mérito de 
Freud, basándonos en todo el corpus teórico construido por él, consistió pues, en el 
descubrimiento de la realidad psíquica y su modificación para obtener la curación de la 
histeria, que hasta ese momento no se había logrado con éxito. 
 
 La realidad psíquica descubierta por Freud, tendría alcances que en su época sería de 
dimensiones gigantescas. La realidad psíquica la encontraría Freud como una realidad 
propia y particular del paciente. Dicha realidad es tan “real”, que incluso un asesinato 
 7
que no estuviera sustentado en la realidad concreta, tendría consecuencias en la realidad 
psíquica del paciente y en su salud mental. 
 
 Podemos ejemplificar la realidad psíquica, a manera de introducción, con el siguiente 
ejemplo: 
 
 Supongamos una niña “A” que se desarrolla en una familia donde observa que su padre 
tiene varias relaciones extramaritales y no tiene reparo alguno en guardar discreción. Su 
madre le comenta que a los hombres lo que más les interesa es tener relaciones sexuales 
y la niña graba esa idea que luego reprime. 
 
 Otra niña, la niña “B”, crece en un hogar donde la madre es demasiado vanidosa y 
siempre esta seduciendo a los hombres. Ella muestra a su hija que su poder de seducción 
es muy grande y puede atraer así, prácticamente sin ningún esfuerzo, al hombre que 
desee. La niña graba en lo inconsciente que el poder de atracción sexual de la mujer es 
muy grande. 
 
Estas dos situaciones hacen que se vaya formando una realidad psíquica, diferente en 
cada niña, según su propia historia personal y familiar. 
 
Ahora, supongamos que esas niñas son adultas y están en un restaurante donde 
acostumbran ir turistas. En forma repentina, se presenta un sujeto atractivo y musculoso 
sin camisa y se pone a comer tranquilamente. La mujer “A” de inmediato percibe ese 
hecho como una agresión: ese hombre lo más seguro es que quiera tener relaciones 
sexuales con ellas e incluso quizás las quiera violar. La mujer “B” percibe el hecho como 
algo normal: ella, por su gran belleza, seguramente ha cautivado el interés del turista y 
este trata de acercarse a ella. De repente llega el gerente del restaurante y le dice al 
turista que en este país, siempre se debe de estar vestido sin importar la hora que sea. Ha 
ocurrido en ambas mujeres, un error de interpretación pero no de percepción de un 
mismo hecho. El hecho concreto y objetivo (o realidad concreta) es que se presentó al 
restaurante un sujeto masculino sin camisa, pero ese mismo hecho concreto se ha 
interpretado de diferentes maneras por las dos mujeres y esa interpretación ha sido en 
función de su realidad psíquica. 
 
Todos formamos verdaderas historias con base a elementos que tomamos de la realidad 
concreta, pero dichas historias están matizadas por nuestras vivencias, deseos etc., es 
 8
decir, con base a nuestra realidad psíquica. La realidad psíquica, adelantémonos un poco, 
explica porque se interpreta algo de manera diferente, porque algo se considera y se 
siente como real sin serlo y como es que se llegan a formar síntomas histéricos. 
 
 En la presente tesis documental, se hará una breve revisión histórica del estudio de la 
histeria y como culmina esa teorización en cuatro grandes teorías de la histeria (Charcot, 
Breuer, Pierre Janet y Freud). Se revisará como Freud descubrió la realidad psíquica, lo 
que se entiende por tal y como desarrolló su tratamiento. El tratamiento terapéutico de 
Freud, a su vez, estaría en función de cómo fue concibiendo la formación de la mente, su 
desarrollo y sus conflictos para finalmente mostrar, como, por medio del análisis de la 
realidad psíquica, Freud trataba la histeria y los padecimientos neuróticos. En ese mismo 
orden de ideas, se sustentará porque el análisis de la realidad psíquica, es la piedra 
angular del tratamiento psicoanalítico freudiano. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 9
PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN: 
 
 
 Las preguntas de investigación de la presente tesis son: 
 
 
1.- ¿Qué es la realidad psíquica? 
 
2.- ¿Qué es el análisis de la realidad psíquica? 
 
3.- ¿Por qué la realidad psíquica es piedra angular en el tratamiento psicoanalítico 
freudiano? 
 
4.- ¿Cuáles son las aplicaciones teóricas y clínicas del análisis de la realidad psíquica? 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 10
CAPÍTULO I.- LA HISTERIA Y SU TRATAMIENTO: DE LOS ANTIGUOS 
GRIEGOS A MESMER Y DE MESMER A CHARCOT. 
 
La histeria y sus manifestaciones. 
 
 La histeria (del griego hysterón, que significa útero), se puede entender como una 
enfermedad que presenta síntomas de los cuales se queja un paciente y que no existe una 
patología físicao signos físicos que permitan explicar los síntomas. La causa o la 
etiología de la enfermedad, se encuentra en la mente del paciente, es decir es psicológica. 
Entendemos, en términos médicos, por signos, las manifestaciones objetivas de la 
enfermedad (así por ejemplo, la temperatura, las pulsaciones del corazón por minuto, etc. 
son signos físicos) y por síntomas todo aquello de lo que se queja el paciente y que no 
podemos ver objetivamente (nos dice que no puede mover cierta parte del cuerpo, que le 
duele cierta zona de la mano, que escucha voces, etc.). 
 
 Hay 4 elementos característicos de la histeria (Rycroft, 1976): 
 
1.- Es un término de diagnóstico médico. 
2.- Hay síntomas físicos. 
3.- No existen signos físicos o evidencia de patología física que explique los síntomas. 
4.- Los síntomas, cumplen una función psicológica y adaptativa. 
 
Entonces, la histeria es una enfermedad, de la cual se queja un paciente, pero que no 
encontramos datos objetivos anatómicos y fisiológicos que la expliquen. Hay varias 
manifestaciones en la histeria, que se pueden agrupar en las siguientes categorías: 
(Deveze, 1944): 
 
a) Parálisis.- El paciente no puede mover ciertas partes de su cuerpo, o bien, éstas 
quedan inmovilizadas. 
b) Anestesias.- Ciertas partes del cuerpo, quedan sin la capacidad de sensación. 
c) Inhibición de algunas funciones.- El paciente no puede ver, oír, oler, etc. 
d) Otras manifestaciones.- Comprenden varios trastornos tales como algunos tipos de 
asma, falsas crisis epilépticas, insomnio, desarreglos menstruales, dolores hepáticos, 
zumbidos de oídos, dolores de cabeza, etc. 
 
 11
En resumen.- La histeria, en términos médicos, es una enfermedad que se manifiesta por 
signos físicos, en donde no existe un sustrato fisiológico que explique dicha enfermedad. 
 
 
El estudio de la histeria, a lo largo de la historia. 
 
 La histeria no siempre fue entendida de la misma manera a través de la historia. De 
manera muy sintética, podemos señalar los siguientes personajes históricos: 
 
LOS ANTIGUOS GRIEGOS.- La noción de histeria deriva de la antigua Grecia y el 
término sólo se usaba para explicar algunas enfermedades exclusivas de la mujer 
(Rycroft, 1976). 
- Pitágoras (580-520 a. de J.C.).- Sostenía que la matriz era como un animal alojado 
dentro de la mujer y que tenía movimiento espontáneo y sensibilidad. 
- Hipócrates (460-377 a. de J.C.).- Decía que la histeria era una enfermedad que da 
sólo a las mujeres. Cuando el útero no estaba satisfecho, se desplazaba la 
insatisfacción dentro del cuerpo de la mujer. El tratamiento, en general, consistía en 
la fricción seductora de la vagina. 
- Galeno (130-200).- Cuestionaba si la histeria tenía una o más causas. 
 
En los antiguos griegos, existía la creencia de que la histeria se ligaba con el útero, por lo 
que era un padecimiento que sólo se daba en las mujeres. 
 
MESMER (1734-1815).- De origen alemán, se recibe como médico en Viena con la 
disertación “La influencia de los planetas sobre el cuerpo humano” en donde sostiene 
que el Sol y la Luna tienen influencias sobre el mar y las plantas y también sobre los 
hombres por vía del Sistema Nervioso. Cree que hay un fluido magnético que conecta al 
cosmos con el hombre que se puede polarizar, cargar y descargar gracias a la voluntad 
humana. 
 
Las causas de la enfermedad son: 
 
1.- Porque no esta bien distribuido el fluido magnético y/o 
2.- Porque hay una baja del mismo. 
 
 12
 Cuando una persona tiene mucho magnetismo, puede pasar al enfermo fluido 
magnético, o bien, redistribuirlo por dos vías: 
 
1.- Por la punta de los dedos del magnetizador.- Se pone al paciente en un cuarto semi 
oscuro, se toma la yema de sus dedos pulgares, luego se toca su pecho y se bajan las 
manos al plexo solar en donde se manda magnetismo al enfermo. Se redistribuye el 
fluido del enfermo y/o se aumenta el mismo. 
2.- Por la orilla de una varilla.- Se podía dar un tratamiento grupal. En el centro de una 
habitación, se ponía una caja de madera, que se le llamaba “baquet”, con agua y 
limaduras de hierro de las que salían unas varillas. Mesmer, se colocaba en una 
plataforma y desde un ángulo de la habitación, magnetizaba la caja al orientar sus manos 
hacia el centro de la misma y el fluido podía ser captado por los pacientes al tener 
contacto con las varillas. Tenía un máximo de 20 varillas. Al lado del cuarto, se ponía 
una orquesta tocando música suave que adormecía. 
 Para los que no podían pagar, Mesmer magnetizó un árbol del que cualquier persona 
podía ir y cargarse de fluido magnético. 
 Bajo la óptica de Mesmer, se cree que existe un fluido universal, del que según su 
cantidad o distribución, depende la salud del individuo. Logrando redistribuir la cantidad 
del fluido o bien aumentando el mismo, es posible curar síntomas histéricos tales como 
“gota, convulsiones, zumbido de oído, parálisis, calambres al estómago, desarreglos 
menstruales, insomnio, dolores hepáticos y todas las enfermedades que hasta entonces 
habían resistido a todo tratamiento” (Deveze, 1944, p 445). 
PUYSÉGUR (1751-1825).- El más importante de los discípulos de Mesmer, descubre la 
“crisis perfecta” consistente en un sueño sonámbulo en el que los pacientes obedecían las 
órdenes del magnetizador al despertarse. Puységur tenía un campesino llamado Víctor, 
quien al estar en “la crisis perfecta” le confesó que estaba enojado con su hermana y 
Puységur, estando en la crisis perfecta Víctor, le dijo que se reconciliara con ella y así lo 
hizo al despertar, sin saber porque lo hacía. 
 La aportación de Puységur es que descubre que no existe un fluido magnético y que el 
campesino pudo seguir una orden, sin saber en estado consciente porque hacía las 
conductas que se le habían ordenado, bajo la “crisis perfecta”.
 13
JAMES BRAID (1795-1864).- Explica el mesmerismo con el término de hipnosis. Crea 
la “Inducción del sueño mesmérico” haciendo que sus pacientes miraran fijamente un 
objeto brillante, de forma esférica, que se colocaba a unos 12 cm. de distancia y 6 cm. de 
altura de los ojos del enfermo. Estos comenzaban a experimentar un cansancio en los 
glóbulos oculares seguido de un parpadeo rápido, terminando en un estado de sueño más 
o menos profundo, sin depender de algún fluido ni ninguna otra influencia magnética. 
Como pensaba que se lograba un estado de adormecimiento inducido, creó la palabra 
hipnotismo (del griego hypnos, sueño). Sustituyó los "pases magnéticos" por la fijación 
en un objeto luminoso. Se empleó el hipnotismo en cirugía para producir anestesia y con 
ello da cabida a sus experimentos en el mundo médico. Tanto Braid, como Puységur, ya 
no creen en el fluido universal de Mesmer. 
 
 Braid denomina a la “crisis perfecta” de Puységur como “hipnotismo” y hace que tenga 
aplicaciones en la medicina. 
 
LIEBAULT (1823-1904).- Médico rural de un pueblo francés de la región de Nancy, 
aprendió a usar el hipnotismo de Braid. Sostiene que la hipnosis se liga a una causa 
psíquica y no orgánica y enseña la hipnosis a Charcot. 
 
BERNHEIM.- (1840-1919).- Dice que no hay signo de enfermedad neurológica en la 
histeria. La hipnosis no es más que sugestión, es decir, la capacidad normal del cerebro 
de ser influido por una idea y a esta influencia la llama “psicoterapia”. Así, establece que 
quizás la histeria es de origen mental y es el primero en aplicar el término psiconeurosis 
a la histeria y otros estados similares. El estado de hipnosis no era propio de la histeria, 
oponiéndose a Charcot, que defendía la existencia de una liga específica y estructural 
entre ambas. 
 
 Al sostener que no hay signo de enfermedad neurológica en la histeria se acerca mucho 
a la idea de que la etiología de la histeria es psicológica y por ello se debe tratar con 
“psicoterapia”. 
 
ESCUELA DE NANCY.- Se fusionan las ideas de Bernhein y Liebaúlt y se oponen a las 
ideas de Charcot, en especial a la idea de que sólo las histéricas podían ser hipnotizadas. 
 
 Creen firmemente enque la etiología de la histeria debe buscarse en fenómenos 
psíquicos y que el hipnotismo es completamente normal. Berheim sostuvo que lo que se 
 14
conocía como hipnotismo no es mas que la puesta en acción de una propiedad normal del 
cerebro: la sugestión, es decir, el poder ser influido, sin discusión, por una idea (Daco, 
1986), entonces, la hipnosis era normal en todos los sujetos, no sólo en las pacientes 
histéricas. 
 
CHARCOT (1825-1893).- Charcot, una de las más fuertes influencias sobre Freud, tuvo 
dos posturas importantes y en cierta medida, opuestas, a lo largo de su vida, en su 
concepción de la etiología de la histeria: 
 
Primera postura.- Es un neurólogo mecanicista y busca las causas orgánicas de la histeria 
a manera de diferenciarlas de la simulación y considera que la histeria es una afección 
nerviosa, con una causa orgánica definida. 
 
 Distinguió entre las convulsiones de origen epiléptico y las de origen histérico (epilepsia 
histérica): la histeria podía ser confundida con cualquier otra enfermedad porque imita 
todo, pero la diferencia esencial entre la histeria y la epilepsia, es que en la epilepsia al 
tener las convulsiones, la paciente puede tener daño real (golpes, mordeduras en la 
lengua, fracturas, etc.) mientras que en las crisis histéricas, nunca se producen estas 
lesiones y nunca se pierde la conciencia en su totalidad (cosa que sí sucede en la 
epilepsia). Puede coexistir la epilepsia y la histeria. 
 
 Solo las histéricas se pueden hipnotizar por lo que hay una liga entre la hipnosis y la 
histeria en donde los síntomas histéricos, se pueden crear y desaparecer gracias a la 
hipnosis, así, una característica de la enferma histérica, es que ésta (la enferma) puede 
ser hipnotizada. 
 
 Como contraparte a la escuela de Nancy, Charcot funda en La Salpetrière otro centro de 
estudios relacionados con la histeria y la hipnosis en 1878, cuyos cursos visita Freud en 
1885. 
 
Segunda postura.- Las “ideas fijas”. Hay traumas psíquicos que producen la histeria en 
individuos predispuestos. El ataque histérico es un síntoma. 
 
 La idea fija es como una idea parásita que puede influir en el comportamiento del sujeto. 
A diferencia de la sugestión, la persuasión consiste en una serie de argumentos de 
manera tal que se quiere influir en el sujeto con una idea por vía de la razón, mientras 
 15
que en la sugestión se quiere introducir una idea al sujeto, sin la vía de la razón. “La idea 
fija, es una autosugestión llevada al máximo” (Daco, 1986 p 115) que puede influir en el 
comportamiento del sujeto. Daco (1986) pone como ejemplo de las ideas fijas, un caso 
de una joven de 21 años que no podía beber agua del grifo, porque pensaba que de ahí 
salía sangre en lugar de agua. Este síntoma se resolvió, cuando la joven recordó que 
alguna vez observó como caían las gotas de agua de la llave “como la sangre de los 
labios de su madre [moribunda]” (Daco, 1986 p 115). Esa idea fija, traumática, es la que 
producía el síntoma y al recordar la simbolización del agua en sangre, se resolvió el 
síntoma histérico. 
 
 Charcot, al final de su vida (en su segunda postura) cree que la histeria se debe a 
factores psicológicos (las ideas fijas) pasando del terreno de lo neurológico a lo mental. 
 
 Freud conoce a Charcot cuando éste último sostiene la primera postura. Al final de 
cuentas, Freud hizo más caso, por lo que sabía previamente, a la escuela de Nancy, 
decisión crucial para su teoría, “Al regresar a Viena, [Freud] presiente que no puede 
seguir a Charcot, y que el camino de la sugestión preconizado en Nancy, se acerca más a 
la esfera del alma. Entonces comienza su obra creadora” (Deveze, 1944, p 464). 
 
En resumen.- El estudio de la histeria implicó varias teorías de la explicación de su 
etiología. La concepción de los antiguos griegos encasillaba a la enfermedad como 
exclusiva de las mujeres, ya que la enfermedad se relacionaba en forma directa con el 
útero. Estudios ulteriores llevaron a postular un fluido magnético en Mesmer. En lo 
posterior Charcot buscaría explicar la histeria desde lo orgánico predominando al final, la 
idea general de que había en la etiología de la histeria un factor “mental”. 
 
 
Algunos datos biográficos de Freud. 
 
 Hemos revisado qué se ha entendido por histeria y qué tratamiento se ha propuesto 
desde los antiguos griegos, pasando por Mesmer, hasta las teorías de Charcot, cruciales 
para el surgimiento del psicoanálisis. Ahora revisaremos, también brevemente, como es 
que Freud llega, por una serie de pasos cada vez mas deductivos, a entender la histeria y 
con ello, postular una teoría del funcionamiento de la mente, una explicación de la 
histeria y una posible vía de tratamiento; tratamiento original en relación a los 
prevalecientes en su época y que él llamaría mas adelante, a todo ese corpus teórico, 
 16
como “psicoanálisis”. 
 
 Para entender, como llegó Freud al estudio de las “enfermedades nerviosas”, es 
necesario ligar con ello, un poco su biografía, Gomá (1979), propone la siguiente 
cronología: 
 
1856 
Nace Freud en lo que actualmente es Checoslovaquia. 
 
1860 
La familia de Freud se traslada a Viena. 
 
1873 
Entra a la Facultad de Medicina de la Universidad de Viena. 
 
1876 
Hay dos corrientes imperantes en el estudio de la medicina: 
 
1.- El Mecanicismo.- sostiene que la vida debe ser estudiada por los métodos 
experimentales de la física y la química, es decir, es una postura totalmente positivista. 
 
2.- El Vitalismo.- Dice que los organismos vivos lo son porque tienen una fuerza vital 
que no es ni física, ni química y que no es posible estudiar dicha fuerza vital, de forma 
positivista. 
 
 En este año, Freud entra como ayudante del Dr. Brucke y estudia histología (estudio de 
los tejidos) y neurofisiología (estudio del sistema nervioso). Brucke es mecanicista, por 
lo que rechaza el vitalismo y trataba de reducir los procesos psicológicos a leyes 
fisiológicas, y a estas, a leyes físicas y químicas. 
 
 Freud conoce a Breuer, uno de los ayudantes del Dr. Brucke, se gradúa como médico y 
sale del laboratorio de Brucke. 
 
1880 
Breuer empieza a tratar a Anna O. 
 17
 
1881-1882 
 Freud trabaja con el Dr. Meynert (máxima autoridad en anatomía cerebral y 
Neuropatología.- estudio de las enfermedades del sistema nervioso, por ejemplo, la 
epilepsia) en el Hospital General de Viena en la sala de Psiquiatría. Meynert sugiere a 
Freud que estudie Neuropatología. 
 
Breuer termina de tratar a Anna O. 
 
1884 
Freud estudia la cocaína como antidepresivo y anestésico. El Dr. Koller (oculista), 
demuestra que la cocaína puede servir como anestesia local operando al padre de Freud 
de un ojo. Koller se adjudica el descubrimiento de la anestesia local. Freud suspende su 
investigación de los efectos de la cocaína al descubrir que es adictiva. 
 
1885 
Brucke y Meyer le dan una beca a Freud para estudiar con el neurólogo Charcot, en 
París. Freud se queda con Charcot 4 meses y conoce el hipnotismo y la sugestión 
haciendo la observación de que los pacientes con histeria presentan síntomas que 
anatómicamente son imposibles, por tanto, la histeria debía ser considerada un trastorno 
con un origen psíquico. Observa que Charcot podía provocar parálisis histéricas, 
convulsiones y otros síntomas histéricos por la sugestión hipnótica. 
 
1886 
Presenta un trabajo de histeria masculina ante la sociedad de médicos de Viena. 
 
1887 
Por Breuer, conoce a Fliess. 
 
 Así pues, Freud se forma como médico con una buena formación científica dentro del 
método positivista; se interesa por el estudio de la neuropatía, los trabajos de Breuer y 
los trabajos de Charcot. En lo posterior, Freud trató a 4 pacientes, empezando con el 
método de Breuer, pero produciendo variantes importantes que en definitiva 
influenciarían en su concepción de la etiología de la histeria y la invención del método 
psicoanalítico. 
 
 18
El trabajo de Breuer. 
 
 Antes de su partida a París, con Charcot, Freud conociólos trabajos de Breuer con una 
histérica. Se trataba de una mujer, Anna O., de 21 años, con varios síntomas histéricos: 
estrabismo convergente, perturbaciones graves de la visión, ciertas parálisis, 
sonambulismo continuo, etc. Cuando se llegaba a desconectar de los demás, ella decía 
que estaba en su “teatro privado”. 
 
 La enfermedad de Ana O. empezó después de la muerte de su padre. El padre tuvo una 
enfermedad larga y había estado bajo los cuidados de Ana O. Al parecer, la paciente 
tenía dos estados de conciencia: en uno se mostraba como normal y afligida ante la 
realidad, y en el otro, alucinaba, se mostraba mal, arrojaba las almohadas etc. A veces 
entendía en alemán pero contestaba en inglés o luego no entendía el alemán pero leía 
perfectamente bien en italiano y francés. La paciente encontraba alivio, después de hacer 
varias declaraciones en estado hipnótico llamando a este fenómeno como “cura de 
conversación” o “limpieza de chimenea”, pero su mejoría era temporal ya que con el 
tiempo, empeoraba y el trabajo hipnótico era más pesado “Ella sabía que tras la 
declaración, perdería toda su testarudez y energía; y cuando (a raíz de un intervalo más 
largo) ya estaba de mal humor, rehusaba “conversar” y yo debía arrancarle las palabras 
esforzándola” (Breuer, 1893-55 p 55). 
 
 Breuer había descubierto que al hipnotizar a la paciente y hacerle recordar la primera 
vez que había presentado el síntoma, este desaparecía “los fenómenos histéricos se 
disipaban en esta enferma tan pronto como en la hipnosis reproducía el suceso que había 
ocasionado al síntoma” (Breuer, 1893-55 p 59). Por ejemplo, la paciente duró unas seis 
semanas sin poder beber agua de un vaso, aun teniendo mucha sed. En estado de 
hipnosis, confesó que alguna vez vio a un perrito de la casa tomando de un vaso con 
agua y que le dio mucho asco, pero ella no había comentado nada debido a que la 
mascota pertenecía a su dama de compañía. Cuando expreso el enojo, al salir del trance, 
pidió de beber y pudo beber de un vaso con agua. De la misma manera que el síntoma 
histérico de no poder beber agua de un vaso, se eliminó al hacerla recordar la primera 
vez que se presentó el síntoma, de esa misma manera se fueron eliminando todos los 
síntomas de la paciente. Es importante señalar que, no bastaba sólo obtener el recuerdo 
de esa primera vez que se presentó el síntoma para la cura, según Breuer, sino que era 
necesario también que se manifestara la emoción ligada al recuerdo. Breuer también notó 
que no todos los recuerdos se conseguían con facilidad ya que “el miedo a un recuerdo, 
 19
como era el caso aquí, inhibe su afloramiento que la enferma o el médico se ven 
precisados a arrancar” (Breuer, 1893-55 p 61). Para Breuer la primera situación en la que 
se manifestaba el suceso que ocasionaba el síntoma, era en un estado hipnatoide o fuera 
de la conciencia normal, por ello sólo se podía recordar esa primera situación, regresando 
a ese estado hipnatoide. 
 
 Ahora bien, si todo síntoma desaparecía tras el relato, en estado hipnótico, de la primera 
ocasión que se presentó, entonces sólo con un procedimiento semejante se podía tratar a 
otros pacientes (esto constituyó así, en esencia, el método terapéutico de Breuer para 
tratar la histeria), pero también había otra variante de tratamiento consistente en el 
“tachamiento” del síntoma, esto es, dar la orden inversa de la manifestación del síntoma. 
Por ejemplo, si un paciente tiene un dolor de estómago histérico (es decir, no hay causa 
física que explique el síntoma) se le hipnotizaba y se le decía que al salir del trance, no 
tendría el dolor de estómago o bien, que se sentiría muy bien del estómago. El paciente, 
al salir del trance, ya no tenía el dolor de estómago. Entonces, Breuer tenía dos métodos 
de tratamiento: 
 
1.- La hipnosis para llegar al recuerdo y expresión emocional de la primera situación en 
que se presentó el síntoma y 
 
2.-El tachamiento de los síntomas. 
 
 La histeria se originaba, según Breuer, por una emoción, que al no seguir su descarga 
normal, se “convertía” en un síntoma somático (más adelante se explica mejor que es la 
conversión) formando así el síntoma. Entonces, se trataba de sacar esa emoción, por 
medio del recuerdo a través de la hipnosis. A este método se le dio el nombre de 
“catártico” (Freud, 1925). 
 
La visita de Freud a Charcot. 
 
 Como ya se mencionó, Charcot sostuvo dos posturas a lo largo de su vida con respecto a 
la etiología de la histeria. Cuando Freud lo conoció, Charcot buscaba las causas 
orgánicas de la histeria bajo el modelo mecanicista y por tanto, positivista. Sostenía una 
liga entre la hipnosis y la histeria y decía que sólo las histéricas podían ser hipnotizadas. 
Freud, conociendo el caso de Anna O. tratado por Breuer, tenía en mente la posibilidad 
de factores psicológicos mas que orgánicos y se lo comentó a Charcot, pero Charcot no 
 20
le interesó saber nada de ello “Durante mi estancia en París di cuenta a Charcot de los 
descubrimientos de Breuer, pero el maestro no demostró interesarse por ellos” (Freud, 
1925 p 26). Sin embargo, Freud obtuvo una pieza teórica más para armar el 
rompecabezas de la etiología de la histeria: los síntomas de la histeria, se pueden 
producir por medio de la hipnosis (es decir, con Breuer notaba que se podían suprimir, 
pero ahora también se podían producir). Charcot también notó que podía existir la 
histeria en los hombres y que la creación de síntomas histéricos inducidos por él 
(parálisis y contracciones), no se diferenciaban de los originados en forma accidental y 
espontánea (Freud, 1925). 
 
 Otra situación que observó Charcot (aun en contra de su posición positivista) es que la 
histeria no respetaba la anatomía. Por ejemplo, una paciente podía no sentir nada en la 
palma de la mano, pero sí en la punta de los dedos. Si la lesión fuese orgánica, es decir, 
hubiese algún daño en el sistema nervioso, no se tendría sensación en la punta de los 
dedos, cosa que si sucedía en los síntomas histéricos “Antes de abandonar París tracé con 
Charcot el plan de un estudio comparativo de las parálisis histéricas con las orgánicas. 
Me proponía demostrar que las parálisis y anestesias histéricas de las diversas partes del 
cuerpo se delimitan conforme a la representación vulgar (no anatómica) del hombre” 
(Freud, 1925 p 17). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 21
CAPÍTULO II.- LA NUEVA TÉCNICA DE FREUD. LAS CUATRO GRANDES 
TEORÍAS DE LA HISTERIA. 
 
Los trabajos terapéuticos de Freud. 
 
 Freud, siguiendo el método de Breuer, hizo cuatro tratamientos a pacientes histéricas de 
los cuales fue desprendiendo nuevas modificaciones de tratamiento, modificaciones que 
lo llevarían a una nueva concepción de la etiología de la histeria (con el consiguiente 
rompimiento con Breuer) y a crear un nuevo método de tratamiento. 
 
Caso Señora Emma von N. (40 años de Livonia).- La primera paciente con la que 
Freud emplearía el método de Breuer para tratar la histeria, presentaba síntomas 
histéricos como calambres, desmayos, convulsiones, etc. Freud empieza trabajando los 
síntomas por medio de la hipnosis y busca la primera vez en que se experimentó el 
síntoma, pero la paciente pedía que no fuera interrumpida en su discurso. La paciente 
“Explica que toda vez que tiene pensamientos angustiantes teme ser interrumpida en el 
hilo de sus ideas porque entonces todo se le confunde y se vuelve todavía más penoso” 
(Freud 1895a p 78). Así pues, Freud comprende que no hay que interrumpir a la 
paciente, ya que esa interrupción es nociva para la obtención del recuerdo. Cuando 
Freud inquiere a la paciente acerca de un dolor de estómago, la misma paciente le 
comenta que no debe de hacer eso, que no le debe de estar preguntando de donde viene 
cada síntoma, sino que debe dejarla contar toda la historia que ella quiera contar (Freud 
1895a). 
 
 Freud agrega a su técnica la no interrupción del discurso de la paciente. Otra situación 
importante que descubrió Freud eneste caso, es que los recuerdos que ofrecía la 
paciente, como originarios de sus síntomas, muchas veces eran recuerdos posteriores, 
que encubrían a los verdaderos primarios. El discurso del enfermo, invierte el orden 
cronológico y relata primero los recuerdos conectados de menor valor y al final llega al 
recuerdo primario causal. Esto explicaba el por qué en algunas ocasiones, tras el 
recuerdo obtenido, el síntoma no desaparecía del todo, sino que sólo mejoraba. Al 
penetrar en “la idea fija” patológica de Charcot, uno descubre que ésta se liga a 
numerosas vivencias. 
 
 En este caso se consideran ahora para el nuevo tratamiento dos elementos: 
1.- El dejar hablar libremente a la paciente y 
 22
2.- La observación de que al llegar a un recuerdo relacionado con el síntoma, dicho 
recuerdo puede estar encubriendo a otro, que es de mayor importancia en relación con el 
síntoma. 
 
 
Caso Miss Lucy R. (30 años).- Paciente, derivada a Freud, porque presentaba en forma 
crónica rinitis infecciosa, y una vez curada ésta, ya sin lesión orgánica, había perdido el 
sentido del olfato; no tenía sensaciones en la parte interior de la nariz y estaban ausentes 
los reflejos; sentía pesadez en la cabeza y falta de apetito. En lo posterior, percibía olores 
sin que existiese razón física para que fuese así. Freud clasificó estos síntomas como 
histéricos, y buscó el trauma, es decir, la vivencia en la cual percibió esos olores por 
primera vez y después lo había olvidado. La mujer era una inglesa y se desempeñaba 
como ama de llaves. Decía que el olor que más la perseguía era el de pastelillos 
quemados. 
 
 Freud no pudo hipnotizar a esta paciente, y el trabajo lo hizo casi en total estado de 
vigilia. Freud decía que en realidad el porcentaje de las pacientes que él podía hipnotizar, 
eran bajos “Así me encontré frente a la opción de abandonar el método catártico en la 
mayoría de los casos que podían ser aptos para él, o intentar aplicarlo fuera del 
sonambulismo” (Freud 1895b p 126). Freud daba la orden de que la paciente se 
durmiera, pero si no entraba en estado de sonambulismo, sólo pedía que se concentrara la 
paciente, acostándose de espaldas y cerrando voluntariamente los ojos (empleo del 
diván). 
 
 En un principio, Freud pensó que quizás no llegaría a obtener los recuerdos buscados, ya 
que se estaba en estado de vigilia normal, pero recordó que en la escuela de Nancy, se 
había demostrado que en realidad los recuerdos se podían obtener en estado de vigilia, 
debido a que el no poder recordar en estado de vigilia, era un no querer recordar. Freud 
había visto a Berheim, como hipnotizó a una mujer y le dijo que ella no notaría su 
presencia. Cuando trató de hacerse notar, la paciente lo ignoró. Cuando despertó a la 
paciente, le exigió que le dijese todo lo que hizo Berheim cuando se supone que ella no 
lo veía. Ella dijo que no sabía nada al respecto. Berheim le puso la mano sobre la frente 
para que recordase y ella al final contó lo que supuestamente no había visto (Freud 
1895b). 
 
 23
 Freud empleaba ahora un nuevo método: preguntaba a la paciente desde cuando tenía el 
síntoma o porque lo tenía y si no recordaba, la acostaba en el diván, le ponía la mano 
sobre la frente y le decía que al poner la mano sobre su frente, lo recordaría. Y el método 
de la “técnica de la presión sobre la frente” funcionaba. Freud notó que lo que pasaba es 
que la paciente, al preguntársele en estado consciente acerca de sus síntomas, sí se le 
ocurrían cosas, pero no las consideraba importantes, o le daba pena comentarlas. “las 
vivencias de importancia patógena, con todas sus circunstancias accesorias, son 
conservadas fielmente por la memoria aun donde parecen olvidadas, donde al enfermo le 
falta la capacidad para acordarse de ellas” (Freud 1895b p 129). 
 
 Lucy recordó que el olor de los pastelillos quemados lo tenía desde dos días antes de su 
cumpleaños. 
 
 Lucy cuidaba a dos niñas a las cuales les tenía cariño y eran hijas de una pariente lejana 
que, en su lecho de muerte, pidió a Lucy que cuidara de ellas. La mamá de Lucy quería 
que se regresara con ella a su casa. En cierta ocasión, dos días antes de su cumpleaños, 
llegó una carta de su mamá y las niñas jugaban a quitársela pensando que la carta era 
para felicitarla por su cumpleaños, pero Lucy sabía que, además de las felicitaciones, 
también le pediría su mamá que regresara a su casa. En ese momento de distracción, 
cuando jugueteaba con las niñas, se quemaron unos pastelillos que estaba preparando. En 
el momento en que llegó la carta y se quemaron los pastelillos surgió en Lucy un 
conflicto emocional muy fuerte: por un lado quería quedarse con las niñas, ya que las 
quería, pero por otro lado quería regresarse a su casa con su mamá. Ese conflicto se 
convirtió en un trauma. “El conflicto de los afectos había elevado ese factor a la 
condición de trauma, y como símbolo de éste permaneció la sensación olfatoria que se 
había conectado con el” (Freud 1895b p 132). 
 
 Se conoce como “trauma” o un “evento traumático” a la situación en donde se presenta 
un evento que reviste ciertas emociones y que la conciencia desaloja de si misma porque 
de permanecer en la conciencia dicho evento o su representación, provoca emociones 
desagradables que pueden ser de tristeza, dolor, enojo, etc. o bien puede entrar en 
conflicto con lo moral. Se pretende cancelar la representación del evento como si nunca 
hubiese existido, pero lo más que se logra es ponerla en lo inconsciente y de ahí se hace 
la conversión en un síntoma histérico. Freud en este caso comprendía un poco mejor la 
histeria: para que un síntoma histérico se de, es necesario que una representación sea 
reprimida o desalojada deliberadamente de la conciencia porque no se conciliaba la idea, 
 24
con la masa dominante de representaciones en el yo. La excitación que se producía por 
las emociones, al no estar presentes en la conciencia, hacían una innervación corporal 
(conversión). Así pues, en el caso de Lucy, la condición traumática se había dado por su 
ambivalencia de quedarse con las niñas o regresar a la casa de su madre. Además de esta 
ambivalencia, Freud también intuyó que quizás la paciente no se quería ir de la casa 
porque estaba enamorada de su patrón y se lo preguntó directamente a Lucy y ella no lo 
negó. Al preguntarle Freud porque no se lo había comentado, dijo “Es que yo no lo sabía 
o, mejor, no quería saberlo; quería quitármelo de la cabeza, no pensar nunca más en ello 
y aún creo que en los últimos tiempos lo había conseguido” (Freud 1895b p 134). Uno 
sabe algo y al mismo tiempo no lo sabe, porque no lo quiere recordar. 
 
 El olor de los pastelillos desapareció al reconocer la paciente la ambivalencia de 
quedarse en la casa con las niñas que quería y con el patrón del que estaba enamorada, o 
regresarse con la mamá. Pero después apareció un olor constante a puro (otro síntoma 
histérico). Lucy recordó que ese olor a puro se debía a que alguna vez vio como el patrón 
llamó la atención a un huésped (que fumaba un puro), por besar a sus hijas y ya 
anteriormente, el patrón le había dicho a Lucy que cuidara que no besaran a sus hijas o 
cambiaría de ama de llaves. Esta situación había sido anterior a la situación de la 
quemada de los pastelillos. Freud había notado nuevamente, que un síntoma se puede 
desplazar por otro, con una causa más antigua. 
 
 Al término del tratamiento, la sensibilidad al dolor y los reflejos de Lucy, eran normales. 
Freud hace notar que Lucy no mostraba lastre hereditario alguno, contrariando así la idea 
de Pierre Janet. 
 
Los nuevos elementos encontrados en el tratamiento, con base en este caso, son que 
Freud: 
 
1.- Emplea el diván. 
2.- Utiliza la técnica de la presión de la frente (abandono de la hipnosis). 
3.- Descubre que hay ocurrencias en la paciente en relación con sus síntomas, pero que el 
paciente no las dice porque las considera superfluas, o bien por considerarlo inmoral. 
4.- Un síntoma puede estar en relacióncon un recuerdo más anterior al que se presenta 
como causal del síntoma (cosa que ya había notado en el caso anterior). 
 
 
 25
Caso Katharina.- Estando Freud de vacaciones, en una montaña, en el hotel donde se 
hospedaba, se le acercó una muchacha de 18 años preguntando si era médico de 
profesión a lo que Freud asintió. La mujer, le dijo que estaba enferma de los nervios. Sus 
síntomas eran que le faltaba el aire, pensaba que moriría y que sentía opresión en la 
garganta. 
 
 Katharina relató a Freud, que en cierta ocasión, buscó a su prima y la encontró en un 
cuarto oscuro con su tío encima de ella. Desde ahí sintió la falta de aire y también 
mareos y vómito. Algunas veces, ese tío trató de entrar a la recámara de Katharina y ella 
lo sorprendía y el tío se retiraba, pero no sabía de sus intenciones, debido a que aún no 
tenía conocimiento de la vida sexual. Al relatar todo lo anterior a Freud, Katharina se 
sintió aliviada. Al parecer, el asco era un reflejo del asco moral que sentía, al ir 
comprendiendo que lo que quiso hacer su tío, al intentar entrar a su recámara, era 
acariciarla sexualmente, como lo hacía con su prima. 
 
 Freud notó que lo traumático no se dio cuando sucedieron los hechos, sino cuando se 
comprendieron. “La causa del aislamiento no es, [como en el caso de Miss Lucy], la 
voluntad del yo, sino la ignorancia del yo que aún no sabe que hacer con unas 
experiencias sexuales…( )…uno halla impresiones de la época presexual que, no 
habiendo producido efectos sobre la niña, más tarde cobran, como recuerdos, una 
violencia traumática al abrirse para la pobre virgen o la esposa el entendimiento de la 
vida sexual” (Freud, 1895c p 148, 149). 
 
 En el caso de Katharine, Freud comprendió que un suceso se puede presentar y no ser 
traumático por no comprenderse, pero cuando se llega a comprender, se eleva a la 
condición de “trauma”. 
 
 
Caso Señorita Elisabeth von R.- Paciente referida a Freud por un colega, por presentar 
dolores en las piernas y caminar mal. Desde el principio, este caso fue el más difícil 
tratado por Freud y pensó que de no dar resultado su método, retomaría nuevamente la 
hipnosis. 
 
 La historia de la paciente era muy dolorosa: su padre había muerto y le preocupaba la 
madre; la hermana se casa y se desprende un poco de la madre; Elisabeth no puede ver la 
felicidad que antes tenía la familia y es cuando se enferma. La fatalidad nuevamente 
 26
llega a la familia y la hermana muere un poco antes de dar a luz. La madre (de 
Elisabeth) queda sola. De todas sus confesiones en el tratamiento, Freud no encuentra ni 
la causa ni lo que determinaba su histeria y la paciente decía que se sentía peor que antes. 
 
 Freud se empeñaba y confiaba en que la podía curar, a condición de profundizar en el 
material de la paciente. Se necesitaba un análisis más profundo: “el primer análisis 
completo de una histeria que yo emprendiera, arribé a un procedimiento que luego elevé 
a la condición de método e introduje con conciencia de mi meta: la remoción del material 
patógeno estrato por estrato” (Freud 1895d p 154, 155). Así, puso a la paciente en el 
diván y al poner la mano sobre la frente le pidió que le dijese lo que pasara por su mente 
o cualquier recuerdo que tuviese. Tras un rato, la paciente recordó que pensó en cierto 
atardecer en que un joven la acompañó a casa después de una reunión social y que ella 
sentía que él la amaba. El joven era muy amigo del padre y a ella también le gustaba; 
pero su padre enfermó y desde entonces no veía seguido al joven. El fracaso de ese 
primer amor, le seguía doliendo al recordarlo. Freud pensó que probablemente estaba ahí 
el conflicto: la obligación de cuidar al padre contra el deseo de tener una relación de 
noviazgo, pero, al analizar el caso a mayor profundidad, concluyó que quizás el primer 
dolor físico en las piernas, se había dado sin tener una causa psíquica. Entonces, primero 
se dio el dolor orgánico y después se le junto un elemento psíquico. 
 
 Freud descubre que cuando la paciente cuidaba al padre, al cambiarle algunas vendas, el 
padre apoyaba su pierna en el muslo derecho de Elisabeth. Cuando la paciente recordaba 
con dolor al joven y el que no se diera la relación amorosa (por cuidar al padre), le dolía 
el muslo derecho (en el que apoyaba su pierna el papá); en cambio, cuando tocaba el 
tema de la hermana, el dolor se daba en la pierna izquierda. Elisabeth confesó que al 
morir su hermana, ella pensó que podía casarse con su cuñado pero sus sentimientos eran 
rechazados por sus principios morales. La madre confesó, por investigación de Freud, 
que a todos les resultaba evidente el amor de Elisabeth al cuñado. 
 
 Así el dolor del muslo derecho se daba por recordar el dolor del amor perdido a causa de 
tener que cuidar al padre y el dolor del muslo izquierdo por el dolor de la perdida de la 
hermana y los deseos amorosos a su cuñado. El no poder caminar, era la simbolización 
del no poder elaborar sus sentimientos dolorosos: el de la hermana y el del amor que no 
se dio. 
 
 27
 El analizar los sentimientos que tenía hacia su cuñado ayudó mucho a Elisabeth, sin 
embargo, había existido cierto malentendido entre el padre ahora muerto de Elisabeth y 
su cuñado que mortificaban aún a Elisabeth. Freud investigó con la madre de Elisabeth y 
encontró que era cuestión de que se enterara del malentendido la paciente, para ya no 
guardar el resentimiento que tenía al cuñado. Freud comunicó a la paciente lo que había 
averiguado con la madre y la dio de alta. Semanas después, Freud recibió una carta de la 
madre en la que le decía que Elisabeth había empeorado y que estaba muy dolida por la 
traición de Freud al comentar a alguien más sus secretos. Meses después la enferma se 
recuperó y se casó. Prometió en varias ocasiones visitar a Freud y nunca lo cumplió. 
Freud, en este caso, aprende que el material que confiesan los pacientes en el 
tratamiento, debe ser confidencial. 
 
 De este caso, en relación con lo síntomas histéricos, Freud descubre los siguientes 
elementos: 
 
a) Motivo del síntoma.- Se da por situaciones emocionales no expresadas y su 
innervación en lo somático. 
b) Determinación del lugar del síntoma.- Se da por algo genético o preexistente. El 
dolor en la pierna de la paciente, por ejemplo, existía antes de darse la situación 
traumática. El dolor físico es aprovechado por la neurosis. 
 
El síntoma se puede dar por: 
 
a) Contingencia.- Hay un dolor físico al que se le asocia o se le suma un trauma 
psicológico. 
b) Simbolismo.- Lo orgánico simboliza algo del mismo trauma como el “no poder 
avanzar” ya mencionado; que la paciente sienta punzadas en el corazón, porque 
siente que se le “ha dado una puñalada en el corazón” etc. Es como si el cuerpo 
hablara “Todo una serie de sensaciones corporales, que de ordinario se mirarían 
como de mediación orgánica…( )…estaban provistas de una interpretación 
psíquica” (Freud 1895 d p 192). Hay una expresión lingüística en lo corporal. 
 
De la hipnosis de Breuer se pasa al método usado por Freud: se usa el diván; se pide al 
paciente que diga todo lo que pasa por su mente, sin importar lo que sea y se guarda 
silencio ante su discurso; se promete confidencialidad de lo dicho en el consultorio, etc. 
etc. 
 28
El rompimiento con Breuer 
 
 Para Freud (Freud, 1925) fueron varias las causas del rompimiento no sólo teórico con 
Breuer, sino también de su relación de amistad: 
- El que Freud modificara el procedimiento de tratamiento ordinario de Breuer. 
- Freud afirmaba que la histeria se podía originar a partir de estados de conciencia 
normales, por lo que descarta la teoría de los estados hipnatoides (teoría de Breuer) 
inclinándose más por lo que él llamaba una neurosis de defensa (la teoría de Breuer 
se menciona más adelante). 
- El tener que soportar las fuertes críticas que se hacían a la obra que publicaron en 
conjunto “Estudios sobre la histeria”. 
- El aseveramiento de Freud de que la neurosis teníacomo sustento no cualquier tipo 
de excitación afectiva, sino que era específicamente de índole sexual. En el mismo 
trabajo de Breuer con Anna O., Freud podría sustentar esta aseveración. Este fue el 
factor decisivo en el rompimiento. 
 
 Era de conocimiento de Freud, que Breuer término el tratamiento de Anna O. debido a 
que no pudo entender el material que se le presentó. Cuando Breuer se iba, la paciente se 
enfermaba o empeoraba y nunca supo el porqué de ello (por ejemplo: cuando Ana O. 
estaba en un estado de “ensimismamiento” sólo a Breuer reconocía; cuando se rehusaba 
a comer, sólo lo hacía si le daba de comer Breuer; cuando partía de viaje Breuer, aun tras 
una aparente mejoría, la paciente al regreso de Breuer estaba desmejorada (empeoraba en 
su ausencia); cuando se rehusaba a hablar, sólo cuando se cercioraba que era Breuer su 
interlocutor, hablaba; “estando yo presente, esa embriaguez era alegre, pero en mi 
ausencia emergía un desagradable estado de emoción angustiosa” (Breuer, 1895 p. 55). 
Freud (1925) al respecto dijo: 
 
“Terminada la labor de “amor de transferencia”, y no acertando Breuer a relacionar 
dicho estado en la enfermedad, hubo de cortar…( )… su trato con la sujeto [Anna O.]…( 
)…Su conducta para conmigo oscilo entre el reconocimiento de mis afirmaciones y su 
más acerba crítica…( )…provocando nuestra separación” (Freud, 1925 pp 36-37). 
 
 
 
 
 
 29
El nuevo método de Freud 
 
 Así pues, según la concepción de Freud de la histeria y por los casos por él tratados, 
revoluciona el método con el cual serían tratadas las pacientes histéricas. De los pases 
magnéticos a la hipnosis y de la hipnosis al psicoanálisis, el nuevo método comprendía los 
siguientes puntos: 
 
- Empleo del diván. 
- La sustitución de la sugestión y la hipnosis por la asociación libre, en donde el 
paciente decía todo lo que pasaba en su mente sin importar lo que fuera. 
- La no interrupción del terapeuta en el discurso del paciente. 
- La interpretación, por parte del analista, de las asociaciones libres del paciente. 
- La confidencialidad de lo que confiesa el paciente al analista. 
- La neutralidad del analista. 
 
 
Las cuatro grandes teorías de la histeria. 
 
 Ya revisamos brevemente el estudio de la histeria desde los antiguos griegos pasando 
por Mesmer hasta los trabajos de Charcot. Revisamos también, como es que Freud se 
formó como médico, conoció los trabajos de Breuer, fue a París y conoció los trabajos de 
Charcot y la escuela de Nancy. También con detalle vimos las modificaciones que fue 
haciendo al método original de Breuer con base a sus experiencias empíricas, los 
postulados aprendidos de todos los demás teóricos y en los tratamientos directos que hizo 
con histéricas. Producto de todo lo antes dicho, se llegó a cuatro teorías de la histeria, las 
más importantes de su época: 
 
 
Breuer y su teoría de “Los estados hipnatoides”.- Suponía que las emociones 
estancadas, al no seguir su curso normal de expresión, hacían una conversión a lo 
orgánico, y esto se revertía por la hipnosis. No se podía recordar en estado de vigilia 
cuando se dio por primera vez el síntoma, porque cuando esto sucedió (la primera vez 
que se dio el síntoma), la paciente estaba en un estado más o menos hipnótico (estado 
hipnatoide), por ello, para llegar al recuerdo y con ello a la curación del síntoma, era 
necesaria la hipnosis. “Breuer… ( )…opinaba que los procesos que escapaban a su 
destino normal eran aquellos que nacían en estados anímicos extraordinarios a “estados 
 30
hipnatoides” (Freud, 1925 p 31), dichos estados hipnatoides, podían darse en varias 
situaciones, incluso, por ejemplo, con el cansancio. Al obtener el recuerdo (por medio de 
la hipnosis), se podía dar su expresión plena en la conciencia y con ello permitir su 
expresión emocional o bien, integrarse plenamente en la conciencia pudiéndose resolver 
así los síntomas histéricos. 
 
 
Jean Martín Charcot.- Como vimos, tuvo dos posturas: en la primera trató de explicar 
la histeria con base a su sustrato fisiológico y aunque no lo logró, pudo diferenciar la 
histeria de la epilepsia y pudo demostrar que los síntomas histéricos se podían producir 
por medio de la hipnosis. Generalizó esta idea y sostuvo que sólo las histéricas podían 
ser hipnotizadas. Sostiene que los hombres también pueden padecer de histeria. En su 
segunda concepción, afirma que son “ideas fijas” las que ocasionan la histeria. La idea 
fija es como una idea parásita que puede provocar síntomas histéricos y cuando se da el 
ataque histérico, esta se resuelve (la idea fija), ya que después del mismo, desparecen 
algunos de sus síntomas. Acepta finalmente que en la etiología de la histeria, se 
presentan elementos psicológicos. 
 
 
 
Pierre Janet.- El mejor discípulo de Charcot sostiene que la histeria se da porque hay un 
estrechamiento de la conciencia originado por una degeneración mental heredada (es 
decir, hay una causa hereditaria y orgánica que se manifiestan en lo mental). Ese 
estrechamiento de la conciencia, hace que no se tengan percepciones correctas y se 
genera una especie de personalidad secundaria que origina la histeria. La conciencia de 
estas personas no es igual que al de las personas normales (Freud 1895a). Para Freud, ese 
estrechamiento de la conciencia, que producía como una segunda personalidad con los 
síntomas histéricos, era originado por la misma histeria y no al revés “Opino que Janet, 
de manera errónea, ha elevado al rango de condiciones primarias de la histeria unos 
estados consiguientes a la alteración histérica de la conciencia” (Freud 1895a p 121,122). 
En otras palabras, hay una debilidad neurológica de nacimiento, que impide que se 
sinteticen de manera correcta los fenómenos de la conciencia y ello ocasiona la histeria. 
 
 
Freud.- Los síntomas histéricos se relacionan con emociones que influyen sobre el 
sistema nervioso porque las mismas fungen como traumas, que no han sido elaborados, 
 31
tanto por la vía de la expresión emocional como por la vía del pensamiento. Estos 
traumas, tienen cierta suma de excitación (no mensurable) que se transforma en un 
síntoma histérico corporal, es decir, hay un proceso de “conversión” de esa excitación 
nerviosa a lo corporal. Es esto lo que explica, cómo una situación emocional o mental, 
puede reflejarse en lo corporal y cómo, al tener como génesis la histeria algo del orden 
de lo psicológico, no se encontraban las causas orgánicas que solicitaban los cánones del 
positivismo (Freud 1895a). Por ejemplo, cuando se va al dentista y se tiene ansiedad, en 
lugar de gritar, o exclamar algo referente a la ansiedad, esa excitación nerviosa se puede 
transformar en movimientos de los pies y es cuando se dice que el paciente “esta 
nervioso”. 
 
 Recordando que Freud era médico y neurólogo, toma el término de “trauma” de la 
medicina. Un trauma es algo que sobrepasa lo que normalmente el organismo puede 
soportar, por ejemplo, en nuestra vida cotidiana, recibimos golpes de diferente índole 
tales como que chocamos con una mesa, el que oigamos algún ruido demasiado alto, etc. 
pero no nos ocasionan ningún daño o ninguna herida. Siguiendo el mismo ejemplo, si 
nos golpeamos de una manera que sobrepasa a lo que esta acostumbrado el cuerpo, nos 
podemos causar desde lo que conocemos como “moretón” hasta una fractura, es decir, 
hemos sufrido un trauma. La idea de trauma en Freud, se refiere también a algo que ha 
sobrepasado lo que se puede soportar normalmente, pero en la mente. “La expresión 
traumática…( )…la aplicamos a una vivencia que en un breve lapso provoca en la vida 
anímica un exceso tal en la intensidad de estímulo que su tramitación o finiquitación por 
las vías habituales y normales fracasa” (Freud 1917c p 252); “La neurosis seria 
equiparable a una enfermedad traumática y nacería de la incapacidad de tramitar una 
vivencia teñida de un afecto hiperintenso” (Freud 1917c p 252) ( la cursiva no viene 
marcada en el texto). Dicho trauma, queda“fijado” en lo inconsciente por la misma 
razón de que no ha sido elaborado, es decir, no se ha llegado a la conciencia, quedando el 
paciente atrapado en un fragmento de su pasado. Hay una relación de causa-efecto entre 
el trauma y los síntomas de la histeria. 
 
 
 
 
 
 
 
 32
CAPÍTULO III.- LA REALIDAD PSÍQUICA Y LA FORMACIÓN DE LA 
MENTE HUMANA. 
 
 Engáñese aquél que, basándose en una fría y helada reflexión, ha tomado (las más de las 
veces), las decisiones más importantes de su vida creyéndose así poseedor del rumbo de 
su destino. El hombre racional no se ha dado cuenta que dichas decisiones tienen su 
origen en una parte de su mente inconsciente, en cuyo terreno ya no pediríamos que 
brillara la antorcha de la razón en su máxima expresión, sino que nos bastaría siquiera 
notar su presencia, en el abismo de su obscura profundidad. 
 
 Uno de los impactos más profundos de la teoría psicoanalítica en el mundo ya no 
científico, sino cotidiano, de la concepción del hombre de sí mismo, fue el demostrar que 
muchas decisiones que se toman tales como la elección de pareja, la elección de una 
carrera, el tomar un trabajo y no otro, etc. etc. están tomadas por razones que el mismo 
sujeto desconoce, por razones que se pueden buscar sus raíces en una parte de su mente 
inconsciente. Al inquirir a un sujeto del porque de su proceder, nos puede dar una serie 
de razones de ello, que pueden sonar lógicas y sonar muy convincentes, pero se pueden 
pesquisar razones inconscientes, que al final serían las razones verdaderas del porqué se 
toman tales decisiones o porqué se hacen tales conductas. La idea de cómo las razones 
concientes para explicar las conductas son meras justificaciones y no las verdaderas 
razones, que tienen su raíz en lo inconsciente, lo supo Freud desde los trabajos de 
Berheim. “Berheim sugiere a un enfermo que tras despertar se llevara ambos pulgares a 
la boca. Así lo hace, y se disculpa diciendo que siente un dolor en la lengua” (Freud, 
1895a p 88). El enfermo de Berheim, como vemos, explica su conducta (de llevarse los 
pulgares a la boca) argumentando que siente dolor en la lengua, pero, no lo hace por el 
dolor de la lengua sino que lo hace porque así se lo indicó Berheim. También se cita el 
caso de una mujer que se le da la orden de matar a un empleado de unos tribunales que le 
era desconocido y en su intento de matar al empleado, al detenerla, inventa una historia 
tal que justifica una venganza por su parte (es decir, no dice que lo hace por una orden 
inconsciente, sino que lo hace por una venganza justificada). 
 
 Lo importante a tener presente en este momento, es que las conductas que se hacen, pese 
a las muchas explicaciones que se den, pueden tener su verdadera explicación por algo 
que se encuentra en lo inconsciente. 
 
 
 33
La realidad psíquica. 
 
 La realidad psíquica es un “término utilizado por Freud, para designar, lo que en el 
psiquismo del sujeto, presenta una coherencia y una resistencia comparables a la de la 
realidad material; se trata fundamentalmente del deseo inconsciente y de las fantasías 
con él relacionadas” (Laplanche 1967 p 362). La idea de que en la mente existen 
recuerdos que se vivencian como reales y que pueden coincidir o no con la realidad 
externa, Freud lo conocía desde el tratamiento de Emma von N. Freud descubrió un 
hecho en común en sus pacientes: los recuerdos que expresaban a Freud, eran de una 
vivacidad difícil de diferenciar con situaciones vividas en el presente, la paciente “en el 
curso del relato ve frente sí cada escena de una manera plástica y en sus colores 
naturales….( )…..ve la escena frente a sí con toda la vividez de la realidad” (Freud, 
1895a p 75). La realidad psíquica es sentida por el paciente como si se tratase de la 
realidad material. 
 
 Para propósitos prácticos, en lo posterior entenderemos como sinónimos de la realidad 
psíquica: la realidad interna, mundo interno, realidad interior y como sinónimos de 
realidad externa: mundo externo, realidad concreta, realidad histórica, realidad material. 
 
 Hay dos realidades entonces, una histórica y una psíquica. La realidad histórica son los 
acontecimientos que sucedieron en la vida del paciente, por decirlo así, de manera 
objetiva, la realidad psíquica es como el paciente recuerda esa realidad histórica, pero 
matizada por su mente misma. Por ejemplo, un niño puede jugar con su pene y recibir un 
regaño de la madre con la amenaza de que se lo cortará (la mamá lo puede hacer con la 
finalidad de evitar esa conducta (el jugueteo con el pene) para “enseñar” al hijo de que 
esas conductas no se hacen de manera pública) pero el paciente al tener el recuerdo, 
puede relatarlo como que quien dijo eso, fue el padre, u otra persona. Cuando el paciente 
relata eso, está totalmente convencido de que así fue como sucedieron los hechos (Freud, 
1917d). Con respecto a que si lo que relata el paciente, tiene una dosis en menor o mayor 
grado de realidad histórica o psíquica, la realidad psíquica es la que pesa más a la hora de 
formar los síntomas. “en el mundo de la neurosis la realidad psíquica es la decisiva [en 
comparación con la realidad histórica]” (Freud, 1917c p 336); “Los deseos que vive [lo 
inconsciente] construyen una realidad psíquica que no hay que asimilar a una realidad 
material y que es una forma particular de existencia” (Hesnard, 1984, p 30) “…[la] 
realidad psíquica descubierta por Freud …( )…esta separada y [es] distinta de la 
realidad del mundo material” (Coderch, 1997 p 29). 
 34
 
 Cuando Freud trata de encontrar la causa de las manifestaciones histéricas, postula como 
primera teoría que las pacientes habían sufrido en su infancia una seducción, ya sea por 
parte de uno de los padres o por parte de un adulto. En la etiología de la histeria, 
entonces, se había dado una seducción a la paciente, por parte de un adulto y esto había 
ocasionado un trauma que causaba la histeria. Cuando Freud va comprendiendo que 
quizás estos hechos no eran reales, sino que mas bien provenían de fantasías del 
paciente, es cuando abandona la “teoría de la seducción” y surge la idea de la realidad 
psíquica (Laplanche, 1967). Esto no quiere decir en modo alguno, que ciertas pacientes 
si habían sufrido una seducción real, pero al descubrir Freud que estas seducciones que 
relataban sus pacientes podían provenir de su realidad psíquica, se mostraba con cautela. 
 
 Si el hecho había sido real o si era producto de la realidad psíquica, el resultado era el 
mismo: se producían de la misma manera los síntomas por la creencia o existencia real, 
de la seducción de un adulto a la niña “…hasta hoy no hemos logrado registrar diferencia 
alguna, en cuanto a las consecuencias de esos sucesos infantiles por el hecho de que en 
ellos corresponda mayor participación a la fantasía o la realidad” (Freud, 1917d p 338). 
El que se presenten las mismas fantasías de seducción en pacientes que fueron abusados 
sexualmente en su infancia como los que no lo fueron, se explica por el hecho de que 
existen “fantasías primordiales”. Freud sostenía que lo que se contaba como fantasía de 
seducción, cuando no existió en la vida real, se da porque aquello fue alguna vez real, 
cuando apenas se formaban las familias humanas, por lo que el paciente lo único que 
hace es recordar lo que sucedió en una época anterior a su existencia misma, condiciones 
que se dan como un patrimonio filogenético (Freud, 1917d). Por todo lo anterior, Freud 
cambia la teoría de la seducción, por la fantasía del complejo de Edipo, pero antes de 
ello, Freud se centró en un fenómeno no entendido en su época, objeto de análisis 
religioso y místico más que científico: los sueños. “La interpretación de los sueños”, 
publicada en 1900, llevaba a Freud a considerar, además de que los sueños tenían un 
significado oculto, la existencia de tres sistemas en la mente o tres niveles de conciencia: 
el nivel Consciente, Preconsciente e Inconsciente. 
 
 Cuando Freud publica “El Yo y el Ello” en1923 incorpora, además de los elementos 
Conscientes, Preconscientes e Inconscientes, las nuevas estructuras de la mente por él 
descubiertas: El Yo, el Ello y el Superyó. Con los niveles de conciencia, descritos en “La 
interpretación de los sueños” y estas nuevas estructuras, Freud pretendía dar cuenta de 
los fenómenos mentales del humano, inclusive una explicación cabal de la etiología de la 
 35
histeria y con ello también proponía una terapia psicoanalítica, capaz de lograr la cura. El 
concepto de cura para Freud era muy específico y no se limitaba a la desaparición de los 
síntomas. Si no se curaba la enfermedad de “raíz”, lo único que se lograba es que se 
suprimieran los síntomas si, pero para que después surjan unos nuevos (substitución de 
síntomas) “a juicio de los legos...( )…la curación equivale a la supresión de los 
síntomas. Al médico le importa distinguir entre los síntomas y la enfermedad, y sostiene 
que la eliminación de aquellos, no es todavía la curación de estos” (Freud 1917c p 326). 
Freud busca la etiología de la enfermedad y su cura y no solo la eliminación de síntomas. 
 
 Para que existiesen los síntomas histéricos, era necesario que existiese un conflicto 
intersistémico; conflicto que era la génesis de los síntomas y por tanto, visto desde otro 
ángulo, también podía ser la génesis de la curación (puesto que si un conflicto originaba 
la enfermedad, su resolución implicaba la curación). “Por definición, el conflicto 
neurótico se desarrolla entre una tendencia que pugna por hallar descarga y otra 
tendencia que trata de evitar esa descarga” (Fenichel, 1999 p 154). Un síntoma histérico 
puede ser el que una persona no puede ver nada en absoluto y al hacer una revisión por 
un oftalmólogo no se encuentra lesión orgánica que explique la incapacidad de ver. Si 
entendemos por conflicto psíquico esa tendencia que pugna por hallar descarga, pero otra 
que evita su descarga, la solución a esas dos tendencias opuestas se da por la formación 
de uno o varios síntomas, que puede ser manifestado por la incapacidad de ver por 
ejemplo. Ese no poder ver, es un síntoma y por tanto una solución a la oposición de esas 
dos tendencias. Todo síntoma neurótico, tiene un sentido y un propósito, vinculados con 
la vida del paciente, por lo tanto se debe de analizar, interpretar y traducir (Freud, 
1917a). 
 
 Podemos entender por síntoma neurótico entonces, una solución a dos tendencias 
opuestas. El síntoma representa por un lado la satisfacción o la descarga de la tendencia 
por la que ha pugnado, pero de forma parcial, y por otro lado, también se manifiesta la 
tendencia opuesta, es decir, la tendencia que evita su descarga (puesto que la descarga no 
es total). Como ya se dijo, para que existiesen los síntomas histéricos, era necesario que 
existiese un conflicto entre toda la estructura mental; entonces debemos entender qué es 
y cómo trabaja la estructura mental para entender cómo se dan los síntomas en forma 
mas clara y además, hay que aclarar cómo es que se llega a formar un conflicto y con 
ello un síntoma. Si el conflicto ha creado un síntoma, entonces al solucionar el conflicto 
no sólo se quitan los síntomas, sino la enfermedad misma. Ese fue un cambio importante 
 36
en la teoría de Freud, no sólo como quitar los síntomas, sino encontrar la etiología de la 
enfermedad misma. 
 
 
Los niveles de conciencia (la primera tópica de Freud). 
 
 La primera división de la mente que hace Freud para explicar los fenómenos psíquicos, 
es la división de los procesos concientes e inconscientes “la diferenciación de lo psíquico 
en conciente e inconsciente es la premisa básica del psicoanálisis” (Freud 1923 p 15) y 
estaba claro para Freud las reacciones de su aseveración en la ciencia común, decía que 
para cualquier filósofo, lo psíquico que no fuera consciente, era una invitación a rechazar 
todo estudio al respecto como serio (Freud 1923). 
 
 Un elemento psíquico, no es consciente de manera duradera y se “olvida” de él con 
relativa facilidad, pero ello no implica que no sea en forma latente o potencial 
susceptible de conciencia. Sin embrago, hay elementos los cuales permanecen en el 
inconsciente y estos no son de fácil extracción a la conciencia. Cuando tenemos un 
elemento del que lo percibimos tal cual, se dice que esta en la parte Consciente de la 
mente (por ejemplo cuando planeamos algo, vemos las consecuencias de una posible 
acción, estamos atendiendo una clase para aprender, etc.); si tenemos un elemento que 
está potencialmente con la posibilidad de pasar a la conciencia esta en la parte 
Preconsciente “…lo llamamos preconsciente para indicar que los procesos de excitación 
habidos en él pueden alcanzar sin más demora la conciencia, siempre que se satisfagan 
ciertas condiciones; por ejemplo…( )...la atención” (Freud, 1910 p 534) (por ejemplo, al 
recordar un número telefónico, lo que desayunamos ayer, etc. es información que está 
disponible, que no está en la conciencia por no ser necesaria en ese momento, pero que al 
hacer un pequeño esfuerzo, podemos recuperar) y si tenemos un elemento que está 
guardado en la mente y permanece inconsciente y no se extrae con facilidad, está en el 
Inconsciente “…lo llamamos inconsciente porque no tiene acceso alguno a la conciencia 
si no es por la vía del preconciente” (Freud, 1910 p 534, 535). Esos elementos que han 
quedado en el Inconsciente, son inconscientes porque “cierta fuerza se resiste a ello [a 
que se hagan concientes]” (Freud 1923 p16) y que si no es por esa fuerza, podrían 
devenir concientes con facilidad. Esas representaciones se pueden hacer concientes por 
medio del psicoanálisis y se dice que antes de ser concientes, están reprimidas por efecto 
de la resistencia (la fuerza que produce y mantiene la represión) (Freud 1923) Así pues, 
hay dos partes de la mente que están inconscientes: la Preconciente que esta 
 37
potencialmente conciente y la Inconsciente que es de difícil conocimiento para la 
conciencia. 
 
 Entonces, las características de los niveles de conciencia, es el siguiente: todo aquello de 
lo que nos damos cuenta corresponde al sistema Conciente; todo aquello que podemos 
recordar haciendo algún pequeño esfuerzo corresponde al sistema Preconciente y todos 
aquellos elementos de los que no nos damos cuenta, están en el Inconsciente. Freud 
llama instancias o sistemas a estos estados de conciencia “imaginamos entonces el 
aparato psíquico como un instrumento compuesto a cuyos elementos llamaremos 
instancias o, en beneficio de la claridad, sistemas” (Freud, 1910 p 530). 
 
 
Las estructuras de la mente (segunda tópica de Freud). 
 
 Cuando el individuo humano se encuentra en el vientre materno, tiene la satisfacción 
inmediata ya que si desea alimento este le llega por su conexión con el cuerpo materno, 
si desea eliminar sus desechos orgánicos ellos se eliminan en forma rápida, se encuentra 
en un elemento acuoso con temperatura ideal para su desarrollo, en otras palabras, la 
satisfacción de sus necesidades es en forma instantánea. Al nacer, el bebé tiene formada 
así la estructura del Ello; dicha estructura, busca la satisfacción inmediata tal como la 
tenía en el vientre materno. 
 
 El bebé nace con el Ello pero esa estructura no es suficientemente adaptativa para sus 
nuevas condiciones en el momento del nacimiento, ahora ya no vive dentro de la madre y 
debe enfrentarse a un mundo totalmente diferente al que se formó: la temperatura varía, 
si desea alimento tiene que esperar a que la madre se lo dé, tiene sensaciones físicas en la 
piel que pueden no ser agradables como cuando se moja o se hace del baño, hay 
estímulos luminosos y sonoros que desconoce, etc. (no en balde Otto Rank sostenía que 
el nacimiento es el primer trauma que sufre el humano), el bebé, poco a poco, tiene que 
desarrollar una nueva estructura que medie entre sus necesidades internas y orgánicas y 
el complicado mundo externo. Así es como se va formando el Yo, a partir del Ello, cuya 
misión

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