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Caracterizacion-panbiogeografica-de-la-faja-volcanica-transmexicana

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE CIENCIAS 
 
 
CARACTERIZACIÓN PANBIOGEOGRÁFICA DE LA 
FAJA VOLCÁNICA TRANSMEXICANA 
 
 
T E S I S 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE : 
B I Ó L O G O 
P R E S E N T A : 
CÉSAR ANDRÉS TORRES MIRANDA 
 
 
DIRECTORA DE TESIS: DRA. MERCEDES ISOLDA LUNA VEGA 
 
 
2006 
 
 
 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
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objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
1. Datos del alumno 
Torres 
Miranda 
César Andrés 
58 75 18 63 
Universidad Nacional Autónoma de México 
Facultad de Ciencias 
Biología 
402022118 
 
 
2. Datos del tutor 
Dra. 
Mercedes Isolda 
Luna 
Vega 
 
 
3. Datos del sinodal 1 
Dr. 
Juan José 
Morrone 
Lupi 
 
 
4. Datos del sinodal 2 
Dr. 
Adolfo Gerardo 
Navarro 
Sigüenza 
 
 
5. Datos del sinodal 3 
Dr. 
Luca 
Ferrari 
Pedraglio 
 
 
6. Datos del sinodal 4 
Dra. 
Tania 
Escalante 
Espinosa 
 
7. Datos del trabajo escrito 
Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
150 p 
2006 
 
 
 
 
A mí madre, por su pobreza, humildad y alegría, 
Por el amor que no he logrado entender del todo 
Y que, sin embargo, lo apreciaré toda mi vida. 
 
A mí padre, por superar la enfermedad, 
Por impulsarme en estos últimos tiempos. 
Y por soportar mis múltiples reclamos. 
 
A Milagros, 
Por los últimos años que hemos pasado. 
A Pablo, 
En espera de acortar distancias. 
 
A Ivonne, Ixel, Daisi y Pau 
Porque las mejores siempre serán las mejores. 
A Norma, Irán, Fanny y Michelle 
Por su alegría y cariño. 
A todas las personas que creyeron, y que, 
Para mi suerte creen en mí. 
 
 
A León Croizat y Lynn Margulis, 
Por hacerme entender que la Dinámica geológica 
Tiene como última causa la Evolución biológica. 
 
A Mónica F. G., por ser mí primera verdad, 
Gracias a ti experimente lo más cercano 
A lo que la gente llama Amor. 
Por ti y para ti serán mis mejores recuerdos. 
 
Sólo me queda asimilar mis culpas y, 
Desearte lo mejor, porque para mí 
Tú fuiste el mejor regalo, el cual pensé 
Jamás merecer. 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
 
Mi más profundo agradecimiento a la Dra. Isolda Luna Vega, por aventarse a dirigir este trabajo, por 
todas las oportunidades que me ofreció en el desarrollo del mismo, por su compromiso, el tiempo que 
dedico a este proyecto y a la confianza que me dio, así como al apoyo reciente y tan valioso que me ha 
brindado. 
 
A los Drs. Adolfo Navarro y Tania Escalante, por las valiosas críticas hechas a este trabajo y por la 
ayuda en la obtención de datos y en el proceso de georreferencia. Al Dr. Juan J. Morrone, por todos los 
comentarios sobre la caracterización panbiogeográfica y al Dr. Luca Ferrari por sus valiosos 
señalamientos en relación al aspecto geológico de la Faja Volcánica Transmexicana. 
 
A los curadores de las colecciones ornitológicas de las siguientes instituciones: American Museum of 
Natural History, Academy of Natural Sciences of Philadelphia, Bell Museum (University of Minnesota), 
Natural History Museum (British Museum), Carnegie Museum of Natural History, California Academy of 
Sciences, Canadian Museum of Nature, Denver Museum of Natural History, Delaware Museum of 
Natural History, Florida Museum of Natural History, Fort Hays State College, Field Museum, Iowa State 
University, University of Kansas, Los Angeles County Museum, Leiden Natuurhistorische Museum, 
Louisiana State University Museum of Zoology, Museum of Comparative Zoology (Harvard University), 
Moore Laboratory of Zoology, University of Michigan, Museo de Historia Natural de París, Museo de 
Ciencias Naturales de Madrid, Museum of Vertebrate Zoology (Berkeley Univ.), Museo de Zoología 
(Facultad de Ciencias UNAM), University of Nebraska, Royal Ontario Museum, San Diego Natural 
History Museum, Southwestern College, Texas A&M University, University of Arizona, University of 
British Columbia, University of California Los Angeles, University of Oklahoma, Western Foundation of 
Vertebrate Zoology, United States National Museum y Peabody Museum (Yale University), por 
brindarnos el acceso a sus datos. Apoyo financiero para la construcción de la base de datos del Atlas de 
las aves de México fue obtenido de Conabio (A002, E018), CONACyT, DGAPA-UNAM (IN 218598 y 
214200), British Council México, National Science Foundation y la Comisión de Cooperación Ambiental 
para América del Norte. 
 
A los curadores de las colecciones mastozoológicas, que nos brindaron el acceso a sus datos mediante 
los proyectos “Elaboración del atlas Maztozoológico Nacional” apoyado por Conabio (A003, T009) y de 
las bases de datos de mamíferos depositados en colecciones de Estados Unidos y Canadá apoyado por 
Conabio (P130). 
 
A los Drs. Oscar Flores y Adrián Nieto de la colección herpetológica del MZFC, al Dr. Víctor Reynoso 
curador de la Colección Nacional de Anfibios y Reptiles (CNAR), al Dr. José Ramírez-Pulido de la 
colección de mamíferos del Eje Volcánico de la UAM-I y a la M. en C. Livia León de la colección 
mastozoológica del MZFC, por los archivos electrónicos para la integración de la base de datos. 
 
A todos los investigadores que me apoyaron en la estancia en los diferentes herbarios: al Dr. Gerardo 
Salazar, M. en C. Teresa Germán, Biól. Marú García, Biól. Esteban Martínez y a Don Silvestre del 
MEXU; a la Dra. Susana Valencia y Dra. Martha Martínez del FCME; al Dr. Rafael Nava, Dra. Luz María 
Arreguín y a Juanito de la ENCB; al Dr. Enrique Guízar del UACH; a la Dra. Leticia Pacheco de UAMIZ; 
y al Dr. Sergio Zamudio y Biól. Mirna Ambrosio del IE-BAJIO. Una mención especial al breve encuentro 
con el Dr. JERZY RZEDOSWSKI, de quien siempre he admirado su trabajo. 
 
A todos los que tuvieron confianza en mi trabajo y me ayudaron en muchas partes del mismo, en 
especial el gran apoyo que siempre me brindó la M. en C. Livia León, en la elección de taxones y en la 
limitación de su distribución; a los miembros del Cubo Biól. Alberto González y M. en C. Raúl Contreras, 
en especial a toda la ayuda en georreferenciación y en aspectos metodológicos de Biól, Othón 
Alcántara; a mis profesores del Taller de Faunística, Sistemática y Biogeografía de Vertebrados 
Terrestres, en especial al M. en C. Alejandro Gordillo, al Biól. César Ríos y al Biól. Yoshi Nakazawa. Por 
la valiosa ayuda que me brindaron la Dra. Susana Valencia, en la elección y en aspectos de la 
distribución de encinos, y al M. en C. Ernesto Velásquez, en aspectos metodológicos y en el estudio de 
los helechos. 
 
Al proyecto de CONACYT-SEMARNAT 2004-COI-301, para la realización de este proyecto de 
investigación. 
 
 
Un agradecimiento a todos los que de manera indirecta influyeron en la culminación de este 
proyecto de tesis, a los cuales menciono a continuación: 
 
A las Profras. Eulalia Sánchez y Bertha Miranda, por su influencia, la cual me permitió acceder a la 
Máxima Casa de Estudios de este país (pésele a quien le pese), a todos los CBTeros que me 
ayudaron a superar la crisis existencial, Ivonne y Daisi por que uno para todos y todos para uno; 
Elizabeth, Cristina y Karen a pesar de la distancia; y los cabronesmás castrosos y más chidos que 
he conocido Cristian, Arturo, Ricardo y Víctor. 
 
A toda la generación 2002 de biólogos de la Fac., en especial a Ixelito Miranda por las 
coincidencias buenas y ¿malas?, a Paulina Soberanes por su alegría y apoyo, a Ivón López 
(Bombón) por nuestras pláticas, a Yislem Beltrán por el apoyo de los últimos tiempos, a Martín 
Bustamante por todos los favores que tengo pendientes contigo, a Isabel Alfaro y Chucho Silva por 
que sin su amistad esta tesis no hubiese sido la misma (nunca olvidaré su consejo sobre los 
encinos), a Pau Flores por que tus últimas palabras fueron de gran aliento, al más ñoño de todos al 
buen cuate Miguel Martínez, y a la banda más chida Paula Romo. A toda la banda que apreció y 
fue especial en estos cuatro años: Marcela Pérez, Abigail Morales, Armando Pimentel, Nieves 
Millán, Jorge Juárez, Wendy Juárez, Mary Razo, Vanesa Becerra, Tania Paredes. 
 
A toda la comunidad divulgadora del Museo Universum, porque en ella viví muchas emociones que 
no había tenido el gusto, a Maricruz Guzmán por todo aquello que sería difícil expresar y por la 
última disculpa, a Isabel por la confianza brindada, a Azalia Acosta por tú espontánea alegría, a 
Mónica Elías por tus consejos siempre tan directos, a Claudia Rangel por ser tan divina, a Eliza 
Zaragoza por la mejor práctica de campo, a Paulina Cifuentes por tú serenidad e intelecto, a Miguel 
López por la chispa y excelente buen humor, a Gabriela Pérez por su trato, a Carlos Madrid por las 
fotos “monstruosas”, a Ana Lilia por las clases de baile pendientes. A todos los que hicieron del 
Museo la mejor experiencia Cinthya Mendoza, Graciela Santamaría, Elena Gutiérrez, Yajaira 
García y claro nuevamente a ti Yislem. Y aunque suene redundante a MÓNICA GONZÁLEZ a 
quien no he encontrado la mejor manera de agradecer todo lo que viví con ella, la vida tiene 
siempre un antes y un después, y tú eres quien marcarás ese límite en el campo que estará 
cerrado indefinidamente. 
 
A todas las personas que hicieron posible esto directa o indirectamente y que me han faltado 
mencionar, pero que no significa olvido. Por último, dos weyes que marcaron un antes y un hoy, 
Rafael Luna y Rafael Sandoval, la Comunidad los recuerda. 
 
 
¡Hasta la Victoria Siempre, comandante! 
En espera de la unificación de pueblos, lenguas y preferencias, bajo el 
escudo de la tolerancia y equidad. Y en la expectativa de una nueva 
emancipación social que haga desaparecer fronteras y queme la 
bandera de la ignominia, en mi más puro sueño utópico de la 
hermandad universal. 
 
 
 
“Luchar contra las simplificaciones y exponer la complejidad” 
Susan Sontag 
 
 
 
 
 
 
Este trabajo se desarrolló en el 
Museo de Zoología "Alfonso L. 
Herrera" de la Facultad de Ciencias 
de la UNAM, como parte de las 
actividades del Taller: 
 
 
"Faunística, sistemática y 
biogeografía de Vertebrados 
Terrestres de México", 
 
 
A cargo del Dr. Adolfo G. Navarro S. 
ÍNDICE GENERAL 
 
RESUMEN 
INTRODUCCION 
El método panbiogeográfico 
ANTECEDENTES 
Delimitación geológica de la Faja Volcánica Transmexicana 
Hipótesis sobre el origen de la Faja Volcánica Transmexicana 
Principales divisiones geo-tectónicas de la Faja Volcánica Transmexicana 
Análisis geomorfológico de la Faja Volcánica Transmexicana 
Faja Volcánica Transmexicana: una provincia biótica 
Aspectos ecológicos de la FVTM 
Aspectos bióticos de la FVTM 
Estudios biogeográficos en la FVTM 
Conservación en la Faja Volcánica Transmexicana 
JUSTIFICACIÓN 
OBJETIVOS 
MATERIALES Y MÉTODOS 
RESULTADOS 
Trazos individuales 
Trazos generalizados 
Nodos panbiogegráficos 
Comparación de nodos con ANP’s 
Comparación de nodos con RTP’s 
Comparación de nodos con AICA’s 
Análisis de complementariedad 
DISCUSIÓN 
Homologías biogeográficas 
Distritos bióticos dentro de la Faja Volcánica Transmexicana. Hacia una 
síntesis geo-biológica. 
Zonas de convergencia 
Prioridades para la conservación de ecosistemas y especies 
CONCLUSIONES 
LITERATURA CITADA 
APÉNDICES 
1 
2 
3 
5 
5 
7 
11 
15 
18 
21 
25 
27 
29 
37 
38 
39 
47 
47 
65 
73 
86 
88 
90 
92 
97 
98 
 
102 
110 
113 
116 
117 
131 
 
 
 
 
 
 
ÍNDICE DE FIGURAS 
 
1 
2 
3 
4 
5 
6 
7 
8 
9 
10 
11 
12 
13 
14 
15 
16 
17 
18 
19 
20. 
21 
22 
23 
24 
25 
26 
27 
28 
29 
30 
31 
32 
33 
34 
35 
36 
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38 
39 
40 
41 
42 
43 
44 
45 
46 
47 
48 
49 
50 
51 
52 
53 
54 
55 
56 
57 
Provincia de la Faja Volcánica Transmexicana 
Evolución geológica de la Faja Volcánica Transmexicana 
División de la Faja Volcánica por rasgos geo-tectónicos 
Subprovincias de la Faja Volcánica Transmexicana 
Regionalización geomorfológica 
Regionalizaciones biogeográficas 
Climas de la Faja Volcánica Transmexicana 
Precipitación, Temperatura y Regímenes de humedad del suelo 
Vegetación potencial 
Áreas Naturales Protegidas 
Regiones Terrestres Prioritarias 
Áreas de Importancia para la Conservación de Aves 
Trazo individual de Adiantum andicola 
Trazo individual de Adiantum braunnii 
Trazo individual de Adiantum concinnum 
Trazo individual de Amazilia beryllina 
Trazo individual de Amazilia violiceps 
Trazo individual de Anemia hirsuta 
Trazo individual de Aphelocoma ultramarina 
Trazo individual de Asplenium castaneum 
Trazo individual de Asplenium hallbergii 
Trazo individual de Atlapetes pileatus 
Trazo individual de Atthis heliosa 
Trazo individual de Basileuterus rufifrons 
Trazo individual de Campylorhynchus megalopterus 
Trazo individual de Catharus occidentalis 
Trazo individual de Cheilanthes cucullans 
Trazo individual de Cheilanthes cuneata 
Trazo individual de Cheilanthes lendigera 
Trazo individual de Crotalus triseriatus 
Trazo individual de Dendrortyx macroura 
Trazo individual de Dryopteris rossii 
Trazo individual de Elaphoglossum monicae 
Trazo individual de Elaphoglossum muelleri 
Trazo individual de Elaphoglossum sartorii 
Trazo individual de Elaphoglussum gratum 
Trazo individual de Empidonax affinis 
Trazo individual de Ergaticus ruber 
Trazo individual de Myadestes occidentalis 
Trazo individual de Parula superciliosa 
Trazo individual de Peromyscus aztecus 
Trazo individual de Peromyscus melanotis 
Trazo individual de Phanerophlebia nobilis 
Trazo individual de Pipilo ocai 
Trazo individual de Pleopeltis polylepis 
Trazo individual de Polypodium madrense 
Trazo individual de Polypodium martensii 
Trazo individual de Polypodium subpetiolatum 
Trazo individual de Polystichum speciosissimum 
Trazo individual de Ptilogonys cinereus 
Trazo individual de Quercus acutifolia 
Trazo individual de Quercus conspersa 
Trazo individual de Quercus crassipes 
Trazo individual de Quercus deserticola 
Trazo individual de Quercus glaucoides 
Trazo individual de Quercus laeta 
Trazo individual de Quercus laurina 
5 
11 
13 
14 
16 
20 
23 
24 
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32 
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47 
47 
47 
47 
47 
47 
48 
48 
48 
48 
48 
48 
48 
48 
49 
49 
49 
49 
49 
49 
49 
49 
50 
50 
50 
50 
50 
50 
50 
50 
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51 
51 
51 
51 
51 
51 
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52 
52 
52 
52 
52 
52 
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59 
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62 
63 
64 
65 
66 
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68 
69 
70 
71 
72 
73 
74 
75 
76 
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114 
115 
116 
117 
118 
Trazo individual de Quercus obtusata 
Trazo individual de Quercus rugosa 
Trazo individual de Reithrodontomys chrysopsis 
Trazo individual de Baeodon alleni 
Trazo individual de Selaginella pallescens 
Trazo individual de Sitta carolinensis 
Trazo individual de Sitta pygmaea 
Trazo individual de Trogon mexicanus 
Trazo individual de Turdus assimilis 
Trazo individual de Woodwardia spinulosa 
Trazo individual de Anemia jaliscana 
Trazo individual de Anemia karwinskyana 
Trazo individual de Artibeus hirsutus 
Trazo individual de Buarremon virenticeps 
Trazo individual de Campylorhynchus gularis 
Trazo individual de Cheilanthes aurantiaca 
Trazo individual de Cheilanthes decomposita 
Trazo individualde Cheilanthes longipila 
Trazo individual de Cheilanthes lozanii 
Trazo individual de Megasorex gigas 
Trazo individual de Pappogeomys bulleri 
Trazo individual de Pellaea pringlei 
Trazo individual de Peromyscus melanophrys 
Trazo individual de Polypodium rosei 
Trazo individual de Quercus gentryi 
Trazo individual de Quercus magnoliifolia 
Trazo individual de Quercus martinezii 
Trazo individual de Quercus resinosa 
Trazo individual de Quercus scytophylla 
Trazo individual de Reithrodontomys hirsutus 
Trazo individual de Rhogeessa gracilis 
Trazo individual de Rhogeessa parvula 
Trazo individual de Sigmodon mascotensis 
Trazo individual de Turdus rufopalliatus 
Trazo individual de Adiantum shepherdii 
Trazo individual de Anemia recondita 
Trazo individual de Asplenium fimbrillosum 
Trazo individual de Bommeria elegans 
Trazo individual de Cheilanthes allosuroides 
Trazo individual de Cratogeomys gymnurus 
Trazo individual de Cratogeomys tylorhinus 
Trazo individual de Crotalus transversus 
Trazo individual de Elaphoglossum rufescens 
Trazo individual de Polystichum tachichlaena 
Trazo individual de Quercus hintonii 
Trazo individual de Quercus urbanii 
Trazo individual de Romerolagus diazii 
Trazo individual de Sceloporus anahuacus 
Trazo individual de Sceloporus palaciosi 
Trazo individual de Sorex oreopolus 
Trazo individual de Tantilla deppei 
Trazo individual de Anemia mexicana 
Trazo individual de Argyrochosma formosa 
Trazo individual de Cinclus mexicanus 
Trazo individual de Cratogeomys merriami 
Trazo individual de Crotalus ravus 
Trazo individual de Cyanocitta stelleri 
Trazo individual de Dryopteris pseudofilix-mas 
Trazo individual de Elaphoglossum affine 
Trazo individual de Elaphoglossum glaucum 
Trazo individual de Elaphoglossum vestitum 
52 
53 
53 
53 
53 
53 
53 
53 
53 
54 
54 
54 
54 
54 
54 
54 
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55 
55 
55 
55 
55 
55 
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56 
56 
56 
56 
56 
56 
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57 
57 
57 
57 
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58 
58 
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58 
58 
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59 
59 
59 
59 
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60 
60 
60 
60 
60 
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154 
155 
156 
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159 
160 
161 
162 
163 
164 
165 
166 
Trazo individual de Geophis mutitorques 
Trazo individual de Geothlypis speciosa 
Trazo individual de Lampornis clamenciae 
Trazo individual de Microtus quasiater 
Trazo individual de Neotoma nelsoni 
Trazo individual de Neotomodon alstoni 
Trazo individual de Orthogeomys hispidus 
Trazo individual de Peromyscus bullatus 
Trazo individual de Peromyscus furvus 
Trazo individual de Polypodium guttatum 
Trazo individual de Polypodium hartwegianum 
Trazo individual de Quercus acherdophylla 
Trazo individual de Quercus affinis 
Trazo individual de Quercus depressa 
Trazo individual de Quercus diversifolia 
Trazo individual de Quercus dysophylla 
Trazo individual de Quercus frutex 
Trazo individual de Quercus glabrescens 
Trazo individual de Quercus mexicana 
Trazo individual de Quercus repanda 
Trazo individual de Sceloporus aeneus 
Trazo individual de Sceloporus bicanthalis 
Trazo individual de Sceloporus megalepidurus 
Trazo individual de Sciurus oculatus 
Trazo individual de Sigmodon leucotis 
Trazo individual de Sorex macrodon 
Trazo individual de Spermophilus perotensis 
Trazo individual de Thamnophis scalaris 
Trazo individual de Thamnophis sumichrasti 
Trazo individual de Toxostoma ocellatum 
Trazo generalizado I 
Trazo generalizado II 
Trazo generalizado III 
Trazo generalizado IV 
Trazo generalizado V 
Trazo generalizado VI 
Trazo generalizado VII 
Trazo generalizado VIII 
Trazos generalizados 
Nodos panbiogeográficos de la FVTM según Gómez-Tuena (2006) 
Nodos panbiogeográficos de la FVTM según Arriaga et al. (1997) 
Nodos panbiogeográficos y rasgos topográficos 
Comparación de nodos con ANP’s 
Comparación de nodos con RTP’s 
Comparación de nodos con AICA’s 
Patrones de Homología Primaria 
Distritos bióticos dentro de la Faja Volcánica Transmexicana 
Nodos y distritos biogeográficos 
60 
60 
61 
61 
61 
61 
61 
61 
61 
61 
62 
62 
62 
62 
62 
62 
62 
62 
63 
63 
63 
63 
63 
63 
63 
63 
64 
64 
64 
64 
65 
66 
67 
68 
69 
70 
71 
71 
72 
84 
85 
85 
87 
89 
91 
99 
109 
111 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ÍNDICE DE CUADROS 
 
 
1 
2 
3 
4 
5 
6 
7 
8 
9 
 
 
Áreas Naturales Protegidas dentro de la FVTM 
Regiones Terrestres Prioritarias dentro de la FVTM 
Áreas de Importancia para la Conservación de Aves en la FVTM 
Nodos panbiogeográficos 
Complementos residuales por nodo 
Prioridad de nodos, según complementariedad de Humphries et al. (1991) 
Índices de complementariedad de Coldwell & Coddington (1994) 
Riqueza de especies por pares de nodos 
Orden de prioridad de los nodos panbiogeográficos según método de 
complementariedad 
 
33 
35 
37 
73 
92 
93 
94 
95 
 
96 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
LISTA DE APÉNDICES 
 
Apéndice 1. Lista anotada de especies de Pteridophyta (sensu lato), 
nomenclatura propuesta por Mickel & Smith (2004) y su categoría de riesgo con 
la NOM-059-ECOL-2001 (SEMARNAT). 
pp 131 
 
Apéndice 2. Lista anotada de especies de encinos, nomenclatura propuesta por 
Valencia-Ávalos (2004) y su categoría de riesgo con la NOM-059-ECOL-2001 
(SEMARNAT). 
pp 133 
 
Apéndice 3. Lista anotada de especies de mamíferos, nomenclatura propuesta 
por Ramírez-Pulido et al. (2005) y su categoría de riesgo con la NOM-059-
ECOL-2001 (SEMARNAT). 
pp 134 
 
Apéndice 4. Lista anotada de especies de reptiles, nomenclatura propuesta por 
Flores-Villela (1993, 2004) y su categoría de riesgo con la NOM-059-ECOL-
2001 (SEMARNAT). 
pp 135 
 
Apéndice 5. Lista anotada de especies de aves, nomenclatura propuesta por la 
American Ornitologist’s Union (1997) y su categoría de riesgo según la NOM-
059-ECOL-2001 (SEMARNAT 2001). 
pp 136 
 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 1
RESUMEN 
 
La Faja Volcánica Transmexicana es reconocida como una provincia, basada 
en rasgos geológicos, tectónicos, geomorfológicos y biogeográficos. La Faja es 
un arco volcánico que se extiende desde las costas del Pacífico en Jalisco y 
Nayarit hasta las costas del Golfo de México en Veracruz. La formación de esta 
provincia comenzó en el Mioceno medio, con un último episodio en el Plioceno 
tardío-Cuaternario donde se formaron la mayor parte de los complejos 
volcánicos actuales. 
 
Se delimitó a la Faja Volcánica Transmexicana como una provincia 
constituida por cinco distritos bióticos, mediante el análisis de trazos de 136 
especies de helechos, encinos, reptiles, mamíferos y aves. Se obtuvieron 8 
trazos generalizados, con los que fue posible proponer los siguientes distritos: 
Occidental, Campo Volcánico de Michoacán, Cuencas de Toluca-México-
Puebla y Oriental, dichos distritos son respaldados con evidencia histórica y 
ecológica, bajo el enfoque de la síntesis geo-biológica. 
 
Se encontraron 15 nodos a lo largo de la Faja, seis de los cuales se 
encuentran en la región de las Cuencas de Toluca-México-Puebla. Los nodos 
encontrados había sido reportados por otros trabajos, y la mayor parte tiene 
correspondencia con Regiones Terrestres Prioritarias y Áreas de Importancia 
para la Conservación de las Aves. 
 
Mediante un análisis de complementariedad se proponen cuatro áreas 
prioritarias para la conservación de ecosistemas y especies, siguiendo el 
criterio de conservar el menor número de áreas que alberguen el mayor 
número de especies, en orden de importancia son: corredor Valle de México-
Sierra de Chichinautzin-Sierra Nevada; corredor Cofre de Perote-Cañón de Río 
Blanco, nodo Volcán de San Juan y el nodo Pátzcuaro. 
 
 
 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 2
INTRODUCCIÓN 
 
La biodiversidad es un concepto que engloba la variabilidad, no sólo entérminos del número total de especies, sino también a la variación que se da a 
nivel genético y de ecosistemas. Bajo esta visión, México es reconocido como 
un país de gran biodiversidad, no solo porque en su territorio alberga entre el 
10 y 12% de la biota mundial (Toledo, 1988), sino también por contener un gran 
número de ecosistemas, hábitats y ecorregiones. De esta forma, en México 
encontramos desde grandes extensiones áridas y semiáridas en la parte norte 
del país, franjas costeras a lo largo del Océano Pacífico, Golfo de México y Mar 
Caribe, así como terrenos de complejos relieves como las Sierras Madres 
(Oriental, Occidental y del Sur) y la Faja Volcánica Transmexicana. La 
diversidad del país se explica en términos de su compleja topografía, su 
variedad climática y por ser una zona de transición entre las regiones Neártica 
y Neotropical (Halffter, 1976; Morrone & Márquez, 2001). 
México cuenta con un gran número de especies cuya área de 
distribución se restringe a su territorio, las llamadas especies endémicas. Gran 
cantidad de plantas y animales son endémicos a México, siendo los reptiles y 
las cactáceas dos grupos con niveles elevados de endemismo en el país 
(Ramamoorthy et al., 1998). 
El reconocimiento de endemismos, rasgos geomorfológicos, así como 
evidencias geológicas, tectónicas y climáticas comunes a ciertas extensiones, 
que las diferencian de otras regiones, ha propiciado la regionalización del 
territorio mexicano en provincias bióticas (Morrone, 2005). Una provincia se 
entiende como un área diagnosticada por un conjunto de especies particulares 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 3
presentes en zonas con una fisiografía, clima, suelo y fisonomía vegetal muy 
similar (Espinosa-Organista et al., 1996). 
 
El método panbiogeográfico 
Croizat (1958) propuso a la panbiogeografía como una herramienta para la 
comprensión de la historia biológica dentro de un contexto espacio-temporal. 
Este autor estableció que las distribuciones de las biotas pueden ser altamente 
repetitivas, por lo que se pueden encontrar patrones en la distribución de 
taxones de alta vagilidad, como aves y algunos insectos, con taxones 
altamente filopátridos, como moluscos y reptiles. Para identificar estos 
patrones, Croizat (1958) planteó un método que consiste en: 
1. Identificar trazos individuales, los cuales representan las coordenadas 
de un taxón en el espacio y se obtienen mediante: 
a) La obtención de los registros de las localidades donde se 
encuentra representado cada taxón, y su posterior representación 
en un mapa. 
b) Todas las localidades donde se presenta cada taxón se conectan 
por medio del principio de tendido mínimo, esto es, se unen las 
localidades atendiendo al criterio de menor distancia geográfica. 
2. Identificar trazos generalizados o estándar, que son líneas donde se 
sobreponen dos o más trazos individuales. Los trazos generalizados 
representan áreas donde divergieron biotas ancestrales. 
3. Detectar los nodos panbiogeográficos mediante la intersección de dos o 
más trazos generalizados de diferentes taxones. Los nodos representan 
la convergencia de biotas distintas en una zona geográfica. Los nodos 
son entendidos como zonas biológica y geológicamente complejos. 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 4
4. Correlacionar los trazos generalizados mediante atributos geológicos, 
climáticos o fisiográficos. La aplicación de las líneas de base está 
determinada por la presencia de rasgos geológicos y tectónicos 
mayores, presentes a lo largo de la longitud de los trazos generalizados.. 
5. En caso de haber más de una línea de base, los trazos generalizados se 
pueden correlacionar mediante la información que brindan los centros de 
masa, que es donde se concentra un gran número de especies, uno de 
los puntos más debatidos dentro de esta metodología, al ser comparada 
muchas veces con los centros de origen propuestos por Darwin (Heads, 
2004; Morrone, 2004). 
Sin embargo, el método originalmente propuesto por Croizat ha tenido 
algunas adecuaciones por parte de algunos investigadores. Morrone (2004) 
identificó cuatro variantes metodológicas para obtener trazos generalizados y 
nodos, los cuales incluyen el método manual clásico expuesto anteriormente. 
Grehan (1993) y Craw et al. (1999) utilizaron el método 
panbiogeográfico para delimitar áreas cuya finalidad es la conservación de los 
recursos biológicos. Ellos consideran que las áreas donde se encuentran los 
nodos son zonas con alta prioridad para la conservación, debido a que 
representan áreas biológica y geológicamente complejas. 
Morrone & Espinosa-Organista (1998) y Craw et al. (1999) mencionan la 
utilidad de crear un atlas sobre biodiversidad, el cual describa la estructura 
espacial de la misma mediante el uso de trazos generalizados y nodos entre 
otros, lo cual facilitaría la priorización de zonas de conservación, así como de 
políticas de manejo de recursos. 
 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 5
ANTECEDENTES 
 
Delimitación geológica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 
Figura 1. Provincia de la Faja Volcánica Transmexicana. Basado en Gómez-Tuena et al. (2005). 
 
La Faja Volcánica Transmexicana (FVTM) posee 80 a 230 km de ancho y más 
de 1000 km de longitud, cuyas coordenadas extremas son al norte 21°38’24’’, 
al sur 18°23’24’’, al este -96°22’12’’ y al oeste 20°45’. Esta provincia se 
extiende desde las costas del Pacífico, en Nayarit (San Blas) y Jalisco (Bahía 
de Banderas), hasta las costas del Golfo de México, en Palma Sola, en 
Veracruz (Fig. 1). La mayor parte de la FVTM tiene una dirección preferencial 
E-W en la parte centro-oriental, y con una dirección WNW-ESE en su parte 
occidental, formando un ángulo cercano a los 16° con respecto a la Trinchera 
Centroamericana (Demant 1978; Demant 1979; Nixon 1982; Venegas et al. 
1985; Ferriz & Mahood 1986; Morán-Zenteno 1986; Aguilar y Vargas & Verma 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 6
1987; Nixon et al. 1987; Mooser & Ramírez 1988; Alaniz-Álvarez et al. 1998; 
Ferrusquía-Villafranca 1998; Márquez et al. 2001; Ego & Ansen 2002; García-
Palomo et al. 2002; Szynkaruk et al. 2004; Gómez-Tuena et al. 2005). 
Esta provincia ha sido nombrada de varias maneras dentro del campo de 
las Ciencias de la Tierra, entre las que se encuentran Eje Neovolcánico 
Transmexicano, Sistema Volcánico Trasmexicano y Cinturón Volcánico 
Transmexicano. Con base en las irregularidades geo-tectónicas presentes a lo 
largo de la provincia es que en este trabajo se ha optado por el término de 
Faja, ya que el hablar de Eje se refiere a un continuo regular, geológicamente 
hablando. El término Neo ha sido debatido por muchos investigadores, debido 
a la controversia sobre su origen (Aguilar y Vargas & Verma, 1987). 
La FVTM a menudo es reconocida como un complejo de arcos 
volcánicos continentales (Nixon et al. 1987; Alaniz-Álvarez et al. 1998; Ferrari 
2000; Ego & Ansen 2002; García-Palomo et al. 2002; Szynkaruk et al. 2004), 
los cuales han sido asociados a la subducción de las Placas de Cocos y de 
Rivera, a lo largo de la Trinchera Centroamericana. 
La FVTM está formada por estratovolcanes andesíticos orientados de 
Norte-Sur (Nevado de Colima, Volcán de Colima, Tláloc, Iztaccíhuatl, 
Popocatépetl, Pico de Orizaba y Cofre de Perote), en menor medida por 
campos de cono cineríticos como el campo volcánico Michoacán-Guanajuato 
(Paricutín) y el de la Sierra de Chichinautzin (Xitle) y calderas silícicas como las 
de La Primavera, Los Azufres, Amealco, Huichapan y Los Humeros, así como 
campos de domos riolíticos aislados (Ferriz & Mahood 1986). 
La FVTM incluye, de este a oeste, las partes centrales de Veracruz y 
Puebla, casi toda la extensión delos estados de Tlaxcala, México y Distrito 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 7
Federal, la parte centro-norte de Morelos, la región centro-sur de los estados 
de Hidalgo, Querétaro y Guanajuato, la parte central de Michoacán y Jalisco, 
norte de Colima y el sur de Nayarit. Aunque autores como Mooser (1972) 
consideran a la región de los Tuxtlas, Veracruz, en este estudio no se incluye, 
las razones se mencionan en el siguiente apartado. 
 
 
Hipótesis sobre el origen de la FVTM 
 
El origen de la FVTM ha sido motivo de grandes controversias. Las diferentes 
hipótesis han apuntado hacia tres mecanismos principales, según Ferriz & 
Mahood (1986), que son: 1) el origen de la actividad volcánica como una zona 
de debilidad cortical o zonas de cizalla como plantea Mooser (1972), 2) el 
magmatismo como un proceso de subducción de la placa de Cocos y 3) la 
formación de la FVTM debido al proceso de subducción a lo largo de la 
Trinchera Centroamericana y el desplazamiento relativo entre las placas 
Norteamericana y del Caribe. 
Demant (1978) enfatizó el hecho que durante el Oligoceno-Mioceno 
(tiempo en el que se forma la Sierra Madre Occidental) no se formaba aún la 
Trinchera Centroamericana ni tampoco la Faja debido a que el bloque de 
Chortis (placa del Caribe) se encontraba todavía pegado al sur de México a la 
altura de Guerrero. Por otro lado la fragmentación de la placa Farallón en placa 
de Cocos y Nazca ocurre a los 24 ma y provoca una reorganización del sistema 
de subducción mexicano. Lo anterior brinda elementos para explicar la distinta 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 8
orientación de la Faja (Pacífico-Cocos) con respecto a la Sierra Madre 
Occidental (Pacífico-Farallón). 
En un trabajo de síntesis reciente Gómez-Tuena et al. (2005), 
mencionan que la fragmentación de la placa Farallón en las placas de Rivera y 
de Cocos, así como el movimiento hacia el este-sureste del bloque de Chortis 
cambiaron la configuración de la zona de subducción Mexicana. Este cambio 
configuracional provocó también cambios en el ángulo de subducción de dichas 
placas. En la actualidad la placa de Rivera se subduce con un ángulo 
aproximado de 50° a casi 120 km de profundidad, mientras que la de Cocos 
disminuye su inclinación desde su límite con la placa de Rivera y se vuelve 
subhorizontal en el centro y este de la FVTM, y después de Palma Sola, 
Veracruz, alcanza un ángulo entre 45-50° entre el Istmo de Tehuantepec y la 
Trinchera Centroamericana. Lo anterior puede explicar en gran parte la 
oblicuidad de la Faja respecto a la Trinchera Centroamericana, argumento 
usado también por Ego & Ansen (2002). 
Sin embargo, como lo mencionan Ruiz-Martínez et al. (2000) también se 
han propuesto modelos que no involucran procesos de subducción. Mooser 
(1972) propone cizallas reactivadas en el Terciario medio que provocan la 
rotación de las placas y explica la oblicuidad de este arco volcánico. Marquez 
et al. (1999) propone que el volcanismo de la Faja este relacionado con una 
pluma del manto que habría impactado en la parte occidental desde el Mioceno 
tardío. Basado en datos geoquímicos parciales Verma (2002) excluye que la 
subducción de la placa de Cocos tenga alguna relación con el volcanismo de la 
Faja. Sin embargo estos dos modelos han sido posteriormente cuestionados 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 9
por ser inconcosistente con el registro geológico y tectónico de la Faja 
(resumidos en Ferrari, 2003). 
A pesar de existir un debate acerca de su origen, hoy es aceptado que la 
Faja tuvo su origen en el Mioceno. Ferrari et al. (1999) destacan el hecho que 
el basamento volcánico de la FVTM coincide con el principio del Mioceno, 
fecha en que termina la actividad magmática de la Sierra Madre Occidental. 
 Desde el comienzo de su formación, la historia geológica de la Faja 
según Gómez-Tuena et al. (2005) se puede dividir en cuatro episodios (la cual 
coincide en parte con Venegas et al. de 1985 y Nixon 1982): 
a) Arco intermedio en el Mioceno medio y tardío: comienza en el centro 
de México, entre la longitud de Morelia y Querétaro y las costas del 
Golfo de México, formando las Sierras de Mil Cumbres y Angangueo 
(Michoacán) y las áreas de Tenancingo y Malinalco (México). Después 
el vulcanismo se aleja de la trinchera y forma estrato-volcanes de 
aproximadamente 13 a 10 ma tales como: Palo Huérfano, La Joya y 
Zamorano (Querétaro-Guanajuato), Cerro Grande (Puebla), Sierra de 
Guadalupe (México-Distrito Federal) y el campo volcánico de Apan 
descrito por García-Palomo et al. (2002). En el extremo oriente, en 
Palma Sola, se encuentran vestigios de cuerpos plutónicos y 
subvolcánicos; sin embargo, no hay evidencia de presencia de un arco 
en el oeste de Morelia y Querétaro. 
b) Episodio máfico del Mioceno tardío: se ubica de costa a costa, al 
norte del arco anterior, con edades que se vuelven más jóvenes de 
oeste a este. Se forman mesetas basálticas con edades de 11 a 8.9 ma 
en costas de Nayarit y noroeste de Tepic, de 11 a 8 ma en los Altos de 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 10
Jalisco, entre 9 y 7 ma en Querétaro y en Pathé (Hidalgo) y, por último, 
en la costa de Álamo (Veracruz) con edades de 7.5 y 6.5 ma. 
c) Episodio silícico al final del Mioceno y vulcanismo bimodal del 
Plioceno temprano: el vulcanismo decrece y se vuelve diferenciado. Al 
final del Mioceno superior (hace 5 ma) hay procesos extrusivos silícicos 
en la región de Guadalajara. En la parte central hay grandes calderas en 
las regiones de Amazcala, Amealco, Huichapan, Los Azufres, Zitácuaro, 
Apaseo y Los Agustinos. El vulcanismo bimodal se caracteriza por rocas 
del Mioceno tardío interestratificadas con rocas del Plioceno temprano, y 
se presenta en regiones tales como las depresiones de Zacapu y 
Laguna de Cuitzeo (Michoacán) y Pachuca y Tlalchinol (Hidalgo). 
d) Arco del Plioceno tardío-Cuaternario: el vulcanismo silícico y bimodal 
es reemplazado por un arco andesítico-basáltico desarrollado desde el 
Plioceno medio al Plioceno tardío. Al occidente se forman campos de 
volcanes monogenéticos como Mascota, Los Volcanes, San Sebastián y 
Atenguillo. Durante el Cuaternario se forman estrato-volcanes como el 
Complejo volcánico de Colima, Tequila (Jalisco), Ceboruco, 
Sangangüey, Las Navajas y San Juan (Nayarit). En el centro se forma el 
campo volcánico Michoacán-Guanajuato desde hace casi 2.8 ma. Al 
oriente, el vulcanismo es menos continuo. En la región Maravatío-
Zitácuaro-Valle de Bravo hay conos del Pleistoceno al Holoceno. En la 
porción oriental, el vulcanismo se restablece hace 3.7 ma formando la 
Sierra de las Cruces y algunos centros alrededor de Apan pero la mayor 
parte de la actividad de la FVTM se lleva a cabo en el Cuaternario, 
periodo en el que se forman los conos monogenéticos de la Sierra del 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 11
Chichinautzin y Apan, y en la región del Pico de Orizaba y el cofre de 
Perote; también se encuentran las calderas de Acoculco y Los Humeros 
así como el domo de Las Derrumbadas y Cerro Pizarro en Puebla. Al 
oriente del Estado de México se desarrolla la Sierra Nevada (Cerro 
Tláloc, Iztaccíhuatl y Popocatépetl) y más al oriente el volcán La 
Malinche y el alineamiento del Pico de Orizaba-Cofre de Perote. 
 
 
Figura 2. Principales episodios en la evolución geológica de la Faja Volcánica Transmexicana: a) Episodio intermedio 
del Mioceno medio tardío, b) Episodio máfico del Mioceno tardío, c) Episodio silícico al final del Mioceno y vulcanismo 
bimodal del Plioceno temprano y, d) Arco del Plioceno tardío-Cuaternario. Tomado de Gómez-Tuena (2005). 
 
 
Principales divisiones geo-tectónicas de la FajaVolcánica Transmexicana 
 
La génesis Plio-Cuaternaria de la FVTM produjo cuerpos volcánicos 
andesíticos a basálticos. El fallamiento asociado al vulcanismo provocó la 
formación de grabens y de lagos (Ferrusquía-Villafranca 1998). La presencia 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 12
de fallamiento extensional y grabens ha ayudado en gran medida a la división 
en subprovincias de la Faja. Se han propuesto diversas subdivisiones, entre las 
que destacan: 
a) Ferrusquía-Villafranca (1990) basado en rasgos morfotectónicos, 
propone la división de la FVTM en dos regiones: (1) meridional: abarca 
desde el centro-oeste de Jalisco y se extiende por la parte central de 
Michoacán y sur-oeste del Estado de México, la poción de la Sierra 
Nevada y al este del puente Pico de Orizaba-Cofre de Perote; y (2) 
septentrional: abarca el centro de Jalisco, norte de Michoacán, sur de los 
estados de Guanajuato, Querétaro e Hidalgo, norte del Estado de 
México, el Distrito Federal, Tlaxcala y centro de Puebla. En 1998, el 
autor modifica su esquema proponiendo tres divisiones principales (1) 
sector occidental, desde Jalisco hasta el este de Michoacán; (2) sector 
oriental de Michoacán a Veracruz; y (3) sector sureño, con una 
prolongación hacia Guerrero. 
b) Nixon (1982) y Mooser en 1975 (op. in Demant 1978) proponen la 
división de la FVTM en dos subprovincias calci-alcalinas: (1) Arco oeste, 
asociado a la zona de subducción de la placa de Rivera; y (2) Arco 
centro-este relacionada a la zona de subducción de las placas de Rivera 
y de Cocos. El límite entre las subprovincias lo marca el graben de 
Colima, una depresión estructural orientada norte-sur. Este autor 
menciona que el vulcanismo alcalino de San Andrés Tuxtla puede tener 
su origen en la unión triple de las placas Norteamericana, de Cocos y del 
Caribe. 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 13
c) Demant et al. (1976) y Demant (1978) la dividen en cinco partes, debido 
a su orientación y rasgos vulcanológicos: (1) fosa tectónica de Tepic-
Zacoalco con orientación NW-SE, incluyendo los volcanes Ceboruco, 
San Juan, Sangagüey y Tequila; (2) fosa tectónica de Colima con 
dirección N-S, incluye el Nevado de Colima y el Volcán de Colima; (3) 
campo volcánico de Michoacán, con líneas de fractura NE-SW, desde la 
falla del Bajío y el anticlinal de Tzitzio hasta el sistema de fallas de San 
Miguel de Allende-Tlaxco; (4) Valles de Toluca, México y Puebla, que 
comprende siete grandes estratovolcanes separados por huellas 
lacustres; (5) parte oriental, con dirección N-S, el vulcanismo calci-
alcalino termina cerca de Xalapa, pasando por el puente del Pico de 
Orizaba-Cofre de Perote. Se menciona que la actividad volcánica de los 
Tuxtlas, Veracruz tiene una relación estrecha con las manifestaciones 
volcánicas de la Planicie Costera. López-Ramos (1981) propone un 
esquema general, adicionando el graben de Chapala y sin extenderse 
hacia el oriente del valle de Puebla. 
d) Siguiendo el criterio de las fallas diagonales que dieron lugar a fosas, se 
realizó un mapeo de las fracturas presentes en la FVTM. Mooser (1972) 
y López-Ramos (1981) delimitaron 12 fracturas: (1) La Primavera-
Zacatecas, (2) Colima-León, (3) Tancítaro, (4) Morelia, (5) Nevado de 
Toluca-Pachuca, (6) Tláloc-Apan, (7) Popocatépetl-Chignahuapan, (8) 
Malinche, (9) Atoyac-Minas, (10) Xalapa, (11) Orizaba y (12) Istmo. 
 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 14
 
 
Figura 3. Divisiones de la FVTM con base en rasgos geo tectónicos: a) Ferrusquía-Villafranca (1990) con dos regiones 
principales, b) Nixon (1982) y Mooser (1975) proponen la división en dos subprovincias calci-alcalinas, cuyo límite es el 
graben de Colima, c) Demant et al. (1976) y Demant (1978) la dividen en cinco provincias por su orientación y, d) 
Mooser (1972) y López-Ramos (1981) infieren once fallas a lo largo de la FVTM. 
 
Sin embargo, el criterio más utilizado es dividir a la FVTM en tres 
sectores (Fig. 4): occidental, central y oriental (Demant 1982; Pasquaré et 
al. 1988; Ferrari et al. 1990; 1994; Alaniz-Álvarez et al. 1998; Ferrari 2000; 
Ferrari et a. 2000; Ruiz-Martínez et al. 2000; Ego & Ansen 2002; Gómez-
Tuena et al. 2005). (1) occidente, de la costa del Pacífico hasta la triple 
unión de los grabens de Tepic-Zacoalco, Chapala y Jalisco; (2) centro, entre 
la estructura anterior al sistema de fallas de Taxco-San Miguel de Allende 
(Alaniz-Álvarez et al. 2002) o sistema de fallas de Querétaro; y (3) Oriente, 
entre este sistema hasta el Golfo de México. Demant (1982) modificó el 
esquema al incluir la fosa tectónica de Colima y planteó la unión del sector 
central y oriental. Ferrari et al. (2000) plantearon una subdivisión del sector 
centro-occidente en los distritos de Nayarit, Jalisco-Guanajuato y Querétaro-
Hidalgo. Por último, Ferrari et al. (1994) proponen cuatro distritos en el 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 15
sector central: Graben de Chapala, Graben de Penjamillo, Zona de Morelia 
y Sistema de fallas de Querétaro. 
 
 
Figura 4. Ubicación de las tres principales subprovincias en que se ha dividido a la FVTM, basados en rasgos geo-
tectónicos. (Basado en Gómez-Tuena et al., 2005) 
 
Análisis geomorfológico de la Faja Volcánica Transmexicana 
 
El conocimiento de la estructura tectónica regional y morfoclimática son 
herramientas valiosas para la comprensión del relieve actual de nuestro 
territorio, así como de los procesos que lo modifican (Lugo-Hubp, 1990a). 
Sabemos que la Faja Volcánica Transmexicana es producto de 
fallamiento extensional Plio-Cuaternarias y, que pudo estar influida por la 
subducción de la placa de Cocos y de Rivera pero, para entender los procesos 
geomorfológicos, además es necesario tomar en consideración los procesos 
controlados por el clima, como son la erosión, acumulación y meteorización. 
Lugo-Hubp (1990b) propuso que en zonas montanas dominan corrientes 
pluviales. 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 16
Este autor menciona también que el principal proceso exógeno que 
afecta a la FVTM es la erosión fluvial, acumulación fluvial, lacustre y proluvial. 
Con base en el mapa que presenta (Lugo-Hubp 1990b), donde realizó un 
análisis más detallado de los procesos exógenos, se muestra que en regiones 
de los grandes lagos (Chapala, Pátzcuaro y Yuriria), así como en la parte 
central de Veracruz, la erosión fluvial y lacustre es el proceso más importante. 
Basado en estos hechos, Lugo-Hubp (1990a) delimita a la Faja 
Volcánica Transmexicana (bajo la denominación de Sistema Neovolcánico 
Transmexicano) como una serie de planicies que se extienden desde las 
costas de Colima y Nayarit, hasta las región de los volcanes Pico de Orizaba y 
Cofre de Perote, aunque geológicamente se extiende al Golfo de México. En 
este trabajo divide a la Faja en cinco regiones, siguiendo el esquema propuesto 
por Demant et al. (1976) que incluye: (1) la Fosa de Tepic-Chapala, (2) Fosa de 
Colima, (3) Zona de Michoacán, (4) Cuencas de Toluca, México y Puebla y (5) 
Sector Oriental. 
Lugo-Hubp & Córdoba-Fernández (1990) presentan una regionalización 
geomorfológica para el territorio mexicano, en la que identifican a esta provincia 
como Cinturón Neovolcánico Transversal y lo ubica dentro de la unidad 
geomorfológica de los altiplanos, dividiéndola en seis regiones: (1) Fosa de 
Tepic-Chapala, (2) Fosa de Zacoalco-Sayula, (3) Campo volcánico de 
Michoacán, (4) Sierras volcánicas y planicies del Centro, (5) Cuencas y estrato 
volcanes, y (6) Margen oriental de “pie de monte” (Fig. 5). 
 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 17
 
Figura 5. Regionalización geomorfológica.(1) Tepic-Chapala, (2) Fosa Zacoalco-Sayula, (3) Campo volcánico de 
Michoacán, (4) Sierra y planicies del Centro, (5) Cuencas y estrato volcanes y (6) Margen Oriental (Basado en Lugo-
Hubp & Córdoba-Fernández 1990). 
 
Otros trabajos que plantean la división de la FVTM en regiones 
geomorfológicas son los siguientes: 
Venegas et al. (1985) con base en sus características composicionales 
la dividieron en 10 zonas: (1) Xalapa u oriental, (2) México, (3) Los Azufres, (4) 
Michoacano, (5) NE de Guadalajara, (6) Colima, (7) La Primavera-Tequila, (8) 
SW de Tequila, (9) Ceboruco, y (10) Sangangüey-San Juan. 
Pasquaré et al. (1987) basados en datos geológicos, geomorfológicos y 
estructurales la dividen en tres zonas: (1) Sector occidental: Grabens Tepic-
Guadalajara y Colima: con volcanes plio-cuaternarios, con depresiones 
erosionadas y depósitos volcanoclásticos del Plioceno. (2) Sector central: con 
cuatro subregiones; la depresión central entre el Valle de Santiago y el lago de 
Chapala e interrumpida por la fractura de Querétaro, fallamiento en bloque 
ENE-WSW por encima de la falla de Querétaro, la placa León-Guanajuato y la 
placa Tarasca. (3) Sector oriental: se extiende desde cerca de Toluca hasta la 
zona del Cofre de Perote-Pico de Orizaba. 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 18
Aguilar y Vargas & Verma (1987) proponen diez bloques con base en 
criterios morfológicos, petrográficos y geoquímicos: (1) Graben de Tepic-
Chapala (Nayarit), (2) Graben de Tepic-Chapala (Jalisco), (3) Graben de 
Colima, (4) Región de Michoacán-Guanajuato, (5) Nevado de Toluca y área 
circundantes, (6) Cuenca de México, (7) Sierra Nevada, (8) Volcán La Malinche 
y sus alrededores, (9) Región Pico de Orizaba-Cofre de Perote-Palma Sola, y 
(10) Región de Hidalgo (norte de la FVTM). 
Nixon et al. (1987) dividen a la FVTM con base en los rasgos 
morfológicos de sus volcanes en tres regiones: (1) Parte Oeste: integrada por 
el graben de Tepic-Chapala (por medio de una falla pre Cuaternaria), la región 
de Guadalajara (Río Grande de Santiago y Sierra la Primavera del Mioceno 
tardío) y el graben de Colima; (2) Parte Central: integrada por Zona Volcánica 
de Michoacán, al este del lago de Chapala de edad Cuaternaria, la región de 
Toluca del Pleistoceno-Holoceno y el Valle de México y Sierra Nevada de 
vulcanismo cuaternario; (3) Parte Este: que corre desde la Sierra Nevada hasta 
las costas del Golfo de México, incluyendo el Volcán de La Malinche, el Pico de 
Orizaba y Cofre de Perote. 
Cervantes-Zamora et al. (1990a) identifican 14 subprovincias dentro de 
la FVTM con base en rasgos fisiográficos; (1) Sierras Neovolcánicas Nayaritas, 
(2) Sierras de la Costa de Jalisco y Colima, (3) Sierra de Jalisco, (4) Volcanes 
de Colima, (5) Guadalajara, (6) Chapala, (7) Altos de Jalisco, (8) Bajío 
Guanajuatense, (9) Sierras y Bajíos Michoacanos, (10) Neovolcánica Tarasca, 
(11) Mil Cumbres, (12) Llanuras y Sierras de Querétaro e Hidalgo, (13) Lagos y 
Volcanes de Anáhuac y (14) Chiconquiaco. 
 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 19
 
Faja Volcánica Transmexicana (FVTM): una provincia biótica 
 
El primer trabajo que dividió al territorio mexicano en provincias bióticas fue 
realizado por Smith (1941), quien se basó en especies de lagartijas del género 
Sceloporus; en este estudio la FVTM no es reconocida como una provincia 
biótica, formando parte de la zona de las Tierras Altas Tropicales. Cuatro años 
después, Moore (1945) plantea una regionalización tras el análisis de la 
distribución de la avifauna e identifica a la FVTM como una de las principales 
provincias bióticas, además reconoce cuatro distritos dentro de la Faja: el de 
Jalisco, el Otomí, el Tarasco y el Azteca. Goldman & Moore (1946) y Goldman 
(1951) reconocen la provincia Volcánica Transversal, basados en la distribución 
de aves y mamíferos respectivamente, donde se incluye la parte noroeste de 
Oaxaca. West (1964) divide al territorio en cinco regiones naturales basado en 
la distribución de flora y fauna, además de datos climáticos, fisiográficos y 
edáficos, en este trabajo la FVTM está comprendida en la región tropical alta 
junto con la porción de la Sierra Madre del Sur (Guerrero y Oaxaca). 
Rzedowski (1978) reconoció a la FVTM como parte de la provincia de las 
Serranías Meridionales, junto con la Sierra Madre del Sur y parte norte de 
Oaxaca; este trabajo se basó en datos de distribución florística. 
En 1990 se replantó la regionalización de Rzedowski y se propusieron 
dos nuevas regionalizaciones: Casas-Andreu & Reyna-Trujillo (1990) plantean 
las provincias herpetofaunísticas, en ella la provincia de la FVTM se extiende 
por el norte hasta Zacatecas y Durango y por el sur a la parte sureña de 
Guerrero; Ramírez-Pulido & Castro-Campillo (1990) dividieron al territorio en 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 20
base a la distribución de la mastofauna. En 1997, tras un taller organizado por 
la Comisión Nacional para el conocimiento y uso de la Biodiversidad 
(CONABIO) se hizo una síntesis de las cuatro regionalizaciones anteriores 
(Arriaga et al., 1997) (Fig. 6), resultando que la provincia de la FVTM tenía una 
configuración similar a la propuesta de López-Ramos (1981), Lugo-Hubp 
(1990a) y Gómez-Tuena et al. (2005). 
En 2000, Marshall & Liebherr identifican la Sierra Transvolcánica como 
un área hermana de la Sierra Madre del Sur pero con una historia 
independiente de cualquier otra región del país, basados en un análisis 
cladístico con escarabajos de la familia Carabidae. Morrone et al. (2000) 
mediante análisis de trazos identifican la provincia de la FVTM por el uso de 
trazos individuales de 20 especies de plantas, insectos y vertebrados. 
 
 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 21
 
Figura 6. Seis regionalizaciones biogeográficas propuestas para México: (a) Provincia Volcánica Transversal, en base a 
distribución de la avifauna (Basado en Moore, 1945). (b) Región natural Tropical Alta, basada en distribución de flora y 
fauna, elementos climáticos, edáficos y fisiográficos (West, 1964) (c) Serranías meridionales que corresponden a la 
FVTM, basada en la flora (Rzedowski & Reyna-Trujillo, 1990). (d) Provincia Volcánica en base a mastofauna (Ramírez-
Pulido & Castro-Campillo, 1990). (e) Provincia del Eje según herpetofauna (Casas-Andreu & Reyna-Trujillo, 1990). (f) 
Región del Eje Volcánico (Arriaga et al., 1997). 
 
Morrone (2001) delimitó el territorio de América Latina y el Caribe e 
identificó la provincia del Eje Volcánico Mexicano, la cual alcanza el norte de 
Oaxaca. Un resumen analítico y pormenorizado sobre la delimitación de la 
provincia de la FVTM y, en general de las provincias bióticas de México, se 
encuentra en el trabajo de Morrone (2005). 
Aspectos ecológicos de la FVTM 
 
El clima presente en la FVTM según García & CONABIO (1998) y García 
(2004), obtenidas de las modificaciones climáticas de Köppen es C(w) 
(modificación al clima templado subhúmedo con lluvias en verano, con 
precipitación en el más seco menor de 40 mm) en la parte centro-sur de la Faja 
desde Puebla hasta Michoacán. Este clima se caracteriza por temperatura 
media en el mes más frío de entre -3 y 18ºC, lluvias invernales relativamente 
altas y precipitación del mes más seco menor a 40 mm. En la parte occidental 
de la FVTM, desde Querétaro y Guanajuato, hasta las costas de Nayarit, 
prevalece el clima tipo A(C) y Aw que corresponden a climas semicálidos, 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 22
también presentes en la región de Veracruz. Sólo una pequeña porcíón de los 
estados de Hidalgo, Querétaro y Guanajuato, así como en la región central de 
Puebla, se presenta un clima del tipoBS, es 
decir árido o seco con escasa precipitación pluvial. 
El fenómeno del clima es completado con el análisis de la precipitación 
promedio anual (Vidal-Zepeda, 1990a), así como de la temperatura promedio 
anual (Vidal-Zepeda, 1990b) y los regímenes de humedad del suelo (Maples-
Vermeersch, 1992) que se muestran en la Fig. 8. 
La precipitación promedio anual (Vidal-Zepeda, 1990a) es baja en la 
porción centro-norte de la FVTM a lo largo de la mayor parte de su extensión, 
con precipitaciones de más de 400 a 1000 mm. La precipitación aumenta en la 
parte centro-sur de la Faja y en los Altos de Jalisco, llegando de 800 a 1500 
mm. Sin embargo, la precipitación más alta se encuentra en la región de 
Veracruz y sus límites con Hidalgo, siendo superior a los 1500 mm. 
La temperatura promedio (Vidal-Zepeda, 1990b) muestra que en la parte 
central (México, Distrito Federal, Tlaxcala y Puebla) es templada; en la parte 
norte de Michoacán, el sur de Querétaro y Guanajuato y casi todo Jalisco es 
semicálido, mientras que las costas de Veracruz, Nayarit y Jalisco son cálidas. 
En cuanto al régimen de humedad del suelo (Maples-Vermeersch, 
1990), la mayor parte de la FVTM tiene de 180 a 270 días de humedad, una 
pequeña porción de Veracruz con más de 270 días de humedad en suelo, y en 
parte de Nayarit, Jalisco, Guanajuato, Querétaro e Hidalgo con menos de 180 
días de humedad en el suelo. El límite entre Puebla y Veracruz presenta menos 
de 90 días de humedad en el suelo. 
 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 23
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 7. Mapa donde se muestran los principales climas de la FVTM. Los colores oscuros (parte sureste) representan 
climas templados (tipo C), los colores claros del noreste y extremo oriental de Veracruz son climas cálidos (tipo A) y la 
parte norte más clara representa climas áridos (Tipo B). (García & CONABIO, 1998). 
 
 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 24
 
 
 
Figura 8. (a) Precipitación promedio anual según Vidal-Zepeda (1990a), (b) Temperatura promedio anual según Vidal-
Zepeda (1990b) y (c) Regímenes de humedad del suelo según Maples-Vermeersch (1992). 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 25
Por último, la vegetación potencial (Rzedowski 1990) de la FVTM está 
constituida en su mayor parte por bosques de coníferas y encinos, seguido por 
bosque tropical caducifolio, y en menor medida por matorral xerófilo en la parte 
de Hidalgo y Querétaro. Entre el Cofre de Perote y Pico de Orizaba hay 
manchones importantes de bosque mesófilo de montaña. Además, existen 
manchones de bosque espinoso, bosque tropical subcaducifolio y perennifolio, 
pastizales y vegetación acuática y subacuática (Fig. 9). 
 
 
Figura 9. Vegetación potencial en la FVTM, según Rzedowski (1990). 
 
 
Aspectos bióticos de la FVTM 
 
Muchos autores han destacado la gran riqueza biológica en la FVTM, además 
de ser un centro con un elevado número de endemismos a nivel específico. Fa 
& Morales (1991) plantean que poco más del 30% de mamíferos endémicos a 
México tienen su área de distribución dentro de la FVTM, lo cual también es 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 26
planteado por Ceballos & Rodríguez (1993) y Fa & Morales (1998). Trabajos 
recientes sobre la diversidad mastofaunística de México, mencionan que la 
FVTM no es particularmente rica en número de especies de mamíferos pero, 
es rica en diversidad beta y gamma (Arita & Rodríguez, 2001; 2002; Rodríguez 
& Arita, 2004; Escalante, com. pers.), influido en gran parte debido a que la 
composición de la flora y la fauna es diferente en distintos sitios de la FVTM, 
debido a la heterogeneidad ambiental. 
Flores-Villela (1993, 1998) plantea que esta provincia es un centro 
importante de endemismos para anfibios y reptiles, considerando a esta zona 
junto con la Sierra Madre del Sur como zonas de alto endemismo, aunque 
considera más apropiado el uso de las provincias hechas por West (1964) y no 
reconoce como homogénea a la FVTM; el mayor número de endemismos se 
presenta en la región este de la Faja, en la región tropical alta según West 
(1964) y Flores-Villela (1993, 1998). Escalante et al. (1998) también identifican 
a la FVTM como un centro de endemismo de la avifauna. Cabe mencionar que 
fueron tres especies de aves, quienes delimitaron a esta provincia en la 
regionalización hecha por Morrone et al. (2002). 
Por otro lado, González (1993), Nixon (1998) y Valencia-Ávalos (2004) 
reconocieron que el género Quercus tuvo un centro de diversificación en zonas 
montañosas de México, tales como la FVTM. Zavala-Chávez (1998) realizó un 
estudio preliminar de los encinos de México encontrando que el número más 
alto de especies se encuentra en la región central del territorio, lo cual 
concuerda con lo previsto por Muller (1942 ob. cit. Závala-Chávez, 1998); 
menciona además que la FVTM puede ser un centro de “mezcla de especies” y 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 27
que sirvió de puente hacia el sur del país. Esta última hipótesis ha sido 
soportada también para la flora briológica (Delgadillo, 1993). 
Flores-Villela & Gérez (1994) y Flores-Villela & Navarro (1993) han 
reportado un elevado número de vertebrados endémicos presentes en los 
bosques montanos de encino. Este tipo de vegetación alberga más de 517 
especies endémicas, siendo el ecosistema con mayor número de endemismos 
de vertebrados en México, el cual se encuentra bien representado en la FVTM. 
Por último, Lira & Riba (1993) y Riba (1998) reconocieron la importancia 
de la Faja para la pteridoflora de México. Mickel & Smith (2004) reportaron 
cerca de 1100 especies de helechos para México, con más de 100 especies 
endémicas al país, de las cuales poco más del 10% son endémicas a la Faja 
Volcánica. Ya Tryon (1972) había aportado datos acerca de al menos 55 
especies endémicas al centro de México, una parte de ellas están 
representadas en regiones xéricas. La Faja Volcánica también ha sido 
reconocida como un importante centro de diversificación de otras familias 
importantes de plantas, tales como pinos (Styles, 1998) y asteráceas 
(Villaseñor, 1993). 
 
 
Estudios biogeográficos en la FVTM 
 
Contreras-Medina & Eliosa-León (2001) propusieron una visión 
panbiogeográfica preliminar de México, identificando dos nodos principales, 
uno al oriente y otro al occidente de la FVTM. Luna et al. (2000) utilizaron un 
método iterativo para la obtención de trazos generalizados, con base en 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 28
cladogramas de áreas, método que utilizaron como una herramienta para 
proponer áreas de conservación en Hidalgo. Álvarez (2001) realizó un análisis 
panbiogeográfico con 235 especies de aves, contrastando los nodos 
encontrados con las Áreas de Importancia para la Conservación de Aves 
(AICA’s) y encontrando tres nodos en la FVTM al norte de Oaxaca, en el 
sureste de Jalisco y en el Estado de México con límite en el Distrito Federal. 
García-Marmolejo (2003) realizó un estudio biogeográfico basado en 
mamíferos neotropicales, encontrando cuatro trazos generalizados y tres nodos 
en la FVTM localizados en el Lago de Pátzcuaro, en la Sierra de Zongolica y 
uno más al norte del Cofre de Perote. Morrone & Márquez (2001, 2003) 
presentan un esquema general de las provincias biogeográficas y mencionan 
que el trazo generalizado de la FVTM forma parte del componente mexicano de 
montaña. Márquez & Morrone (2003) realizan un análisis panbiogeográfico 
sobre la distribución de escarabajos de los géneros Heterolinus y Homalolinus, 
encontrando unnodo al este del trazo de la FVTM, donde se une con el trazo 
de la Sierra Madre del Sur y el trazo Mesoamericano septentrional. Trujano 
(2004) realiza un estudio panbiogeográfico con mariposas de las familias 
Pieridae y Papilionidae, pero no encuentra nodos en la Faja. Escalante et al. 
(2004) realizan un análisis panbiogeográfico con 46 especies de mamíferos 
neárticos en la Zona de Transición Mexicana, encontrando tres nodos en la 
Faja, uno al norte de Angangueo (Michoacán), otro al NW de Toluca hacia El 
Oro, oeste de Atlacomulco, y un tercero al sur de la Ciudad de México, cerca 
del volcán Tláloc. 
Hasta el momento no se tiene ningún trabajo publicado de biogeografía 
histórica exclusivamente para la FVTM, sin embargo se encuentra en 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 29
preparación un libro (Luna et al., in prep.) que contendrá trabajos exclusivos a 
esta provincia. 
 
 
Conservación en la Faja Volcánica Transmexicana 
 
Pocos han sido los estudios que sobre conservación se han hecho para la 
FVTM, entre los cuales se pueden citar trabajos, en los cuales se han trabajado 
con mamíferos. Ceballos & Navarro (1991) mencionan la importancia de la 
FVTM debido a que alberga nueve especies endémicas de mamíferos de 
distribución restringida. Ellos recalcan el problema de la expansión de 
actividades humanas como uno de los principales problemas de conservación. 
Fa & Morales (1991) también enfatizan la importancia de la Faja como un 
centro importante de endemismos; estos autores mencionan que hasta esa 
fecha existían 26 zonas protegidas que cubrían 378,834 hectáreas y, 
mencionan también que pese a que existen muchas zonas protegidas en el 
Distrito Federal, hay pocas zonas protegidas en el estado de Michoacán. 
En fechas recientes, con la creación del Sistema Nacional de Áreas 
Naturales Protegidas (SINANP), se ha tratado de mejorar la operatividad de las 
mismas, sin embargo hay extensas zonas que no han sido decretadas como 
áreas naturales. Se han creado además nuevas categorías como las Regiones 
Terrestres Prioritarias (RTP), que son áreas estables desde la perspectiva 
ambiental que destacan por su riqueza en ecosistemas y especies con 
oportunidades reales de conservación. Aunque, parte de las RTP están 
contenidas en las Áreas Naturales Protegidas (ANP), hay aún muchas que no 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 30
cuentan con protección oficial. Un esfuerzo semejante lo proporcionan las 
Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA), bajo el criterio 
de dar prioridad a hábitats críticos para la supervivencia de aves amenazadas, 
con distribución restringida o con congregaciones grandes de individuos 
(Álvarez, 2001). 
Munguía (2004) realiza un estudio sobre la representatividad 
mastofaunística en Áreas Naturales Protegidas dentro de la FVTM, 
proponiendo un esquema de priorización en las áreas protegidas dentro de la 
Faja. Sánchez-Cordero et al. (2005) proponen áreas de conservación, usando 
predicciones de distribuciones de mamíferos bajo un enfoque de priorización de 
áreas, como el empleo de corredores que conecten ANP dentro de la FVTM. 
Hasta la fecha, existen 43 ANP (Cuadro 1) a lo largo de la extensión de 
la FVTM, 23 RTP (Cuadro 2) y 29 AICA (Cuadro 3). 
Existen más ANP en el Distrito Federal que en el estado de Michoacán, 
no obstante que la extensión territorial de Michoacán es mucho mayor. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 31
Cuadro 1. Áreas Naturales Protegidas dentro de la FVTM, incluye superficie, estados donde se localizan 
y su categoría de manejo: Áreas de Protección de Flora y Fauna (APFyF), Áreas de Protección de 
Recursos Naturales (APRN), Parque Nacional (PN) y Reserva de la Biosfera (RB). 
No. ANP Categoría Estados Superficie (ha) 
1 Sierra de Manantlán RB Jal, Col 139,577 
2 Barranca de Metztitlán RB Hgo 96,043 
3 Mariposa Monarca RB Mich, Méx 56,258 
4 Nevado de Toluca PN Méx 53,988 
5 Cañón de Río Blanco PN Ver 48,800 
6 Malinche o Matlalcueyatl PN Tlax, Pue 45,494 
7 Cuenca hidrográfica del Río Necaxa APRN Pue 41,692 
8 Cobio Chichinautzin APFyF Mor, Méx, DF 37,195 
9 La Primavera APFyF Jal 30,661 
10 Iztaccíhuatl-Popocatépetl PN Méx, Pue, Mor 28,980 
11 Pico de Tancítaro PN Mich 23,448 
12 El Tepozteco PN Mor, DF 23,259 
13 Pico de Orizaba PN Ver, Pue 19,601 
14 Bosencheve PN Méx, Mich 14,600 
15 Sierra de Quila APFyF Jal 13,600 
16 Cofre de Perote PN Ver 11,550 
17 Nevado de Colima PN Jal, Col 9,840 
18 El Jabalí APFyF Col 5,044 
19 Insurgente José María Morelos PN Mich 4,569 
20 Lagunas de Zempoala PN Méx, Mor 4,556 
21 Ciénegas de Lerma APFyF Méx 3,024 
22 El Chico PN Hgo 2,729 
23 El Cimatario PN Qro 2,509 
24 Desierto de los Leones PN DF 1,961 
25 Insurgente Miguel Hidalgo y Costilla PN Méx, DF 1,920 
26 El Tepeyac PN DF 1,500 
27 Cerro de la Estrella PN DF 1,183 
28 Cerro de Garnica PN Mich 978 
29 Xicoténcatl PN Tlax 851 
30 Lomas de Padierna PN DF 670 
31 Cumbres del Ajusco PN DF 493 
32 Desierto del Carmen o de Nixongo PN Méx 475 
33 Los Remedios PN Méx 468 
34 Barranca de Cupatitzio PN Mich 427 
35 Las Huertas APRN Col 167 
36 Fuentes brotantes de Tlalpan PN DF 129 
37 Tula PN Hgo 88 
38 Cerro de las Campanas PN Qro 58 
39 Molino de Flores Netzahualcóyotl PN Méx 46 
40 Sacromonte PN Méx 44 
41 El Histórico Coyoacán PN DF 40 
42 Rayón PN Mich 25 
43 Lago de Camecuaro PN Mich 5 
 
 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 32
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 10. Áreas Naturales Protegidas en la FVTM 
 
 
 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 33
Cuadro 2. Regiones Terrestres Prioritarias dentro de la FVTM, incluyen superficie que ocupan (km2) y el 
estado donde se localizan. 
No. RTP Estados Superficie (km2) 
1 Sierra Gorda o Moctezuma Gto, Hgo, Qro, SLP 8660 
2 Chamela-Cabo Corrientes Jal 6590 
3 Sierra de Chincua Méx, Gto, Mich 4130 
4 Bosques Mesófilos de la Sierra Madre Oriental Hgo, Pue, Ver 3935 
5 Cerro Viejo-Sierras de Chapala Jal, Mich 3900 
6 Marismas Nacionales Nay, Sin 3103 
7 Sierras de Taxco-Huautla Méx, Gro, Mor, Pue 2959 
8 Manantlán-Volcán de Colima Col, Jal 2861 
9 Sierra Vallejo-Río Ameca Jal, Nay 2813 
10 Infiernillo Gro, Mich 2475 
11 Pico de Orizaba-Cofre de Perote Pue, Ver 2337 
12 Sierra Los Huicholes Jal, Nay 1852 
13 Nevado de Toluca Méx 1517 
14 Sierras Santa Bárbara-Santa Rosa Gto 1486 
15 Cuetzalan Pue, Ver 1284 
16 Ajusco-Chichinautzin DF, Méx, Mor 1261 
17 Sierra Nevada Mex, Pue, Mor, Tlax 1227 
18 
Encinares tropicales de la planicie costera 
Veracruzana Ver 905 
19 Tancítaro Mich 543 
20 Cerro Zamorano Gto, Qro 497 
21 La Malinche Pue, Tlax 482 
22 Cerro Ancho-Lago de Cuitzeo Gto, Mich 378 
23 Hoya Rincón de Parangueo Gto 25 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Figura 11. Regiones Terrestres Prioritarias de la FVTM. 
 
 
 
 
 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 35
 
Cuadro 3. Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves de la FVTM, incluye superficie 
(hectáreas) y los estados donde se localizan. 
NO. AICA ESTADOS Superficie (ha) 
1 Centro de Veracruz Ver 803,150.70 
2 Marismas Nacionales Sin, Nay 458,349.23 
3 Sierra Chincua Mich, Méx 256,203.69 
4 Sierra de Huautla Mor 248,038.53 
5 Tancítaro Mich 216,790.51 
6 Pátzcuaro Mich 186,275.08 
7 Sierra de Taxco-Nevado de Toluca Méx, Gro179,213.39 
8 Cuitzeo Mich 145,829.25 
9 Sierra de Manantlán Jal, Col 135,875.62 
10 Tacámbaro Mich 115,889.59 
11 Laguna de Chapala Jal, Mich 112,721.60 
12 Sur del Valle de México DF, Méx, Mor 100,152.72 
13 Volcanes Iztaccíhuatl-Popocatépetl Méx, Pue, Mor 92,997.72 
14 Sierra de Zongolica Ver, Pue 67,589.08 
15 La Malinche Tlax, Pue 64,138.39 
16 Huyacocotla Ver 62,840.50 
17 Río Metlac Ver 48,728.81 
18 Sierra de Santa Rosa Gto 45,742.85 
19 Cuetzalan Pue 26,001.91 
20 Reserva ecológica Sierra de San Juan Nay 16,118.36 
21 Lago de Texcoco Méx 15,106.30 
22 Laguna de Yuriria Gto 14,740.06 
23 Nevado de Colima Jal, Col 13,666.24 
24 El Zamorano Qro 12,906.25 
25 Ciénegas de Lerma Méx 7,445.69 
26 Cañón de Lobos Mor 4,499.80 
27 Ciénega de Tláhuac Méx 1,700.00 
28 Subcuenca de Tecocomulco Méx, DF 1,579.65 
29 Laguna de Castillo Ver 306.48 
 
 
 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 36
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 12. Áreas de Importancia para Conservación de las Aves en la FVTM. 
 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
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JUSTIFICACIÓN 
 
La regionalización biogeográfica del territorio mexicano en provincias es 
resultado de un trabajo interdisciplinario, el cual tiene como meta principal 
delimitar áreas bajo criterios naturales y no sólo basados en similitud, lo que 
ayudará a una mejor comprensión y cuantificación de la biodiversidad presente 
en el país. 
Tras el reconocimiento de las provincias, es necesario realizar un 
estudio más profundo con el fin de delimitar distritos bióticos (Brown & Gibson, 
1983), lo que tiene como objetivo realizar un estudio más detallado sobre la 
biodiversidad del país, que se reflejará en mejores propuestas para la 
conservación de los recursos bióticos del país, restando solamente el análisis 
de la esfera socioeconómica. 
La presente investigación surge como la necesidad de realizar un 
análisis detallado de la provincia denominada Faja Volcánica Transmexicana 
bajo el método panbiogeográfico, explicando la importancia que tiene desde el 
punto de vista biológico y geológico. 
Es necesario delimitar las zonas que sirvieron como puntos de 
diversificación y endemismo de biotas ancestrales, mediante la identificación de 
líneas de base, recurriendo para ello a la literatura sobre las características 
geológicas, tectónicas y fisiográficas del área de estudio, correlacionando así la 
historia de la biota y de la Tierra. 
De esta forma, se pretende plantear y apoyar la existencia de áreas para 
la conservación de especies bajo un enfoque que integre la noción de proteger 
zonas biológica y geológicamente compuestas. 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
 - 38 - 
 
OBJETIVOS 
 
General: 
 
Delimitar a la Faja Volcánica Transmexicana como una unidad conformada por 
distintos distritos bióticos, para la compresión de su diversidad biológica y la 
conservación de sus ecosistemas y especies, mediante el uso del método de la 
panbiogeografía. 
 
Específicos: 
 
- Analizar los patrones de distribución de grupos taxonómicos distintos, 
mediante el método panbiogeográfico. 
- Comparar los trazos generalizados y nodos resultantes con trabajos 
previos y con la historia geológica del área. 
- Evaluar la correspondencia de las zonas nodales resultante con ANP, 
RTP y AICA. 
- Proponer nuevas áreas de conservación para la biota de la Faja 
Volcánica Transmexicana con base a los resultados obtenidos. 
 
 
 
 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
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MATERIALES Y MÉTODOS 
 
Se seleccionaron 156 especies pertenecientes a cinco grupos diferentes: aves, 
mamíferos, reptiles, helechos (sensu lato) y encinos, cuya área de distribución 
incluyera la FVTM. 
La selección de los grupos se basó en los siguientes criterios: 
1. Se eligeron taxones con diferentes grados de vagilidad y tipos de 
dispersión, lo que garantiza que sin importar su capacidad de 
desplazamiento, los patrones resultantes fueran generales y aplicables a 
toda la biota del área. Así, se utilizan para el análisis taxones 
considerados como altamente filopátridos, como reptiles y mamíferos, 
junto con organismos con gran vagilidad, como aves, murciélagos y 
encinos. 
2. Que fueran taxones con origen espacio-temporal diferente. 
3. El realizar el análisis con taxones vegetales y animales permite utilizar 
historias filogenéticas distintas, con el objetivo de comprender que la 
historia geológica de la Tierra ha afectado de igual forma a los 
organismos, utilizando este argumento en la conservación de los 
recursos naturales. 
Se seleccionaron 50 especies de pteridofitas (s.l.), que incluyen especies 
pertenecientes a las divisiones Pteridophyta (Pteridaceae, Schizaeaceae y 
Dryopteridaceae) y Lycopodiophyta (Selaginellaceae). La selección de 
especies se basó en los trabajos de Galicia-Miranda (1992), Palacios-Ríos 
(1992), Lira & Riba (1993), Téllez-Valdés (1995), Muñiz-Díaz de León (1997), 
Riba (1998), Tejero-Díez (1998), Arreguín-Sánchez et al. (2004) y Mickel & 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
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Smith (2004), siguiendo los criterios taxonómicos de estos últimos. Las 
especies seleccionadas se presentan en el Apéndice 1. 
Los encinos son taxones vegetales que han prosperado y diversificado 
en la región de la FVTM, razón por la cual se incluyeron en este análisis, en 
particular especies del género Quercus. Se seleccionaron 25 especies de 
encinos, 20 de las cuales son especies endémicas a México. Para ello se 
revisaron los trabajos de Martínez (1981), Zavala-Chávez (1989), Galicia-
Miranda (1992), Romero-Rangel (1993), Téllez-Valdés (1995), González 
(1993), Nixon (1998), Zavala-Chávez (1998) y Valencia-Ávalos (2004), 
siguiendo el arreglo taxonómico de este último trabajo. La lista de especies se 
encuentra en el Apéndice 2. 
En el caso de mamíferos, se seleccionaron especies endémicas a 
México, considerando que más del 40% de la mastofauna endémica está 
representada en la Faja (Fa y Morales, 1998). Se trabajó con 29 especies 
correspondientes a cuatro órdenes diferentes: Soricopmorpha (familia 
Soricidae), Chiroptera (familias Phyllostomidae y Vespertilionidae), Rodentia 
(familias Sciuridae, Geomyidae y Muridae) y Lagomorpha (Leporidae), 
siguiendo el criterio de clasificación de Wilson & Reeder (1993) y las 
modificaciones hechas por Ramírez-Pulido et al. (2005). La elección de las 
especies estuvo determinada en gran medida por los trabajos de Fa y Morales 
(1991, 1998), Ceballos y Navarro (1991), Ceballos y Rodríguez (1993), 
Escalante et al. (2002, 2004), García-Marmolejo (2003) y Ceballos & Oliva 
(2005). La lista de mamíferos que se utilizaron en el estudio se presenta en el 
Apéndice 3. 
 Caracterización panbiogeográfica de la Faja Volcánica Transmexicana 
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Después de la revisión de los trabajos de Sánchez-Herrera (1980), 
Flores-Villela (1991, 1993, 1998), Pelcastre (1991) y Huacuz-Elías (1995), se 
seleccionaron 25 especies de reptiles que son endémicas a la zona identificada 
como Tierras Altas Tropicales Frías por Flores-Villela (1993) y que corresponde 
a la FVTM de este estudio. Las especies pertenecen a tres familias diferentes 
(Phrynosomatidae, Colubridae y Viperidae) del orden Squamata, siguiendo el 
criterio de clasificación de Flores-Villela (1993) y Flores-Villela & Canseco-
Márquez (2004). La lista de especies se encuentra en el Apéndice 4.

Otros materiales