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Revista Latinoamericana el Ambiente y las Ciencias 4(8): 51-66 2013 51 1 Cualidad política de la tecnología; Método BCR de extracción química secuencial para el diagnóstico de la contaminación por metales pesados Political attribute of technology; BCR sequential chemical extraction method for the diagnosis of heavy metal contamination Artículo de revisión Angel Silveti Loeza, Misael Murillo Murillo, Eduardo González Flores, Virginia Mendoza Hernández División de Estudios de Posgrado e Investigación, Instituto Tecnológico de Puebla Av. Tecnológico 420, Colonia Maravillas, Puebla, Pue. México. angelsilveti@yahoo.com.mx RESUMEN. Los procedimientos de extracción secuencial son metodologías operacionalmente definidas ampliamente aplicadas para evaluar la movilidad de los metales en sedimentos, suelos y materiales residuales. Debido a la diversidad de los procedimientos y la falta de uniformidad en los diferentes protocolos, fue propuesto el método BCR. Mediante esta metodología se puede aproximar el comportamiento de los contaminantes metálicos debido a que la forma en que se presentan puede cambiar. Algunas influencias externas pueden incluir pH, temperatura, potencial Redox, descomposición de la materia orgánica, lixiviación, procesos de intercambio iónico y actividad microbiana. La normatividad en la materia actualmente se enfoca en el contenido total de metales para evaluar los riesgos futuros debidos a las entradas de metales que podrían causar acumulación y posiblemente conducir, en un futuro, a sobrepasar los límites críticos. En este artículo de revisión se recopila información que otorga argumentos a favor respecto a considerar el método de extracción química secuencial, BCR como una herramienta innovadora de la gestión ambiental para el diagnóstico ambiental de la contaminación por metales pesados. ABSTRACT.Sequential extraction procedures are operationally defined methodologies widely applied to evaluate the mobility of the metals in sediments, soils and residual materials. Due to the diversity of procedures and the lack of uniformity in the various protocols was proposed BCR method. bcr methodology can approximate the behavior of metal contaminants. Some external factors may include pH, temperature, redox potential, organic matter decomposition, leaching, ion exchange processes and microbial activity. The regulations in this area focus on the total metal content to assess future risks due to inputs Recibido: octubre, 2013. Aprobado: diciembre, 2013 Revista Latinoamericana el Ambiente y las Ciencias 4(8): 51-66 2013 52 of metals that could cause accumulation and possibly lead, in the future, to exceed the critical limits. This review article collected information to consider the method of sequential chemical extraction BCR as an innovative tool of environmental management for the environmental assessment of heavy metal contamination. Palabras clave: Gestión ambiental, metodología operacional, procesos dinámicos Key words: Environmental management, operational methodology, dynamic processes INTRODUCCIÓN La gestión ambiental como dimensión esencial del desarrollo sostenible demanda políticas públicas modernas acompañadas de conocimientos e instrumentos interdisciplinarios que ayuden a fortalecer los instrumentos de regulación directa tanto de carácter reactivo como de carácter preventivo. El desafío a vencer es proponer instrumentos innovadores que complementen el grueso de las políticas ambientales. El contenido total de metales provee un conocimiento base de la composición del suelo, con respecto a que cambios son debidos a procesos antropogénicos o naturales. Con este enfoque es imposible evaluar los riesgos futuros debidos a las entradas de metales que podrían causar acumulación y posiblemente conducir a futuro un exceso de los límites críticos. La normatividad ambiental en México que considera este enfoque son la NOM‐087‐ECOL‐SSA1‐2002 (Residuos peligrosos; clasificación y manejo), NOM‐004 ‐ SEMARNAT: Especificaciones de lodos y biosólidos y la NOM ‐ 147 ‐ SEMARNAT/SSA: Criterios para remediar sitios contaminados, en esta última, se propone el uso de una extracción simple para valorar la disponibilidad del metal para una planta. Los cambios en el ambiente influyen grandemente en el comportamiento de los contaminantes metálicos, así como la forma en que se presentan puede cambiar. Algunas influencias externas pueden incluir pH, temperatura, potencial Redox, descomposición de la materia orgánica, lixiviación, procesos de intercambio iónico y actividad microbiana (Larios et al., 2012). La especiación del metal en diferentes fracciones es el criterio más confiable para cuantificar el efecto potencial de contaminación de los metales pesados. Los procedimientos de extracción secuencial son metodologías operacionalmente definidas que son ampliamente aplicadas para evaluar la movilidad de los metales en sedimentos, suelos y materiales residuales. Debido a la diversidad de los procedimientos y la falta de uniformidad en los diferentes protocolos, fue propuesto el método BCR, Bureau Commun de Recherche. El método BCR armonizó sistemas diferenciales de extracción para el análisis de los sedimentos y contempla la fracción intercambiable, fracción fácilmente reducible, la fracción oxidable Revista Latinoamericana el Ambiente y las Ciencias 4(8): 51-66 2013 53 adicionalmente se contempla la fracción residual. El método BCR arroja información sobre la forma, biodisponibilidad, movilización y transporte de los metales y por consecuencia sobre la toxicidad de los metales (Rauret, G., 1998). El presente trabajo tiene como finalidad recopilar información que otorgue argumentos a favor respecto a considerar el método de extracción química secuencial, como una herramienta de la gestión ambiental para el diagnóstico ambiental de la contaminación por metales pesados. METODOLOGÍA La metodología comprendió la investigación bibliográfica en bases indexadas, de los ítems principales de búsqueda, “Método BCR”, “biodisponibilidad de metales”, “metas de la investigación científica” Se clasificó la documentación, se analizó y se extrajeron las ideas más sobresalientes, en función, de la relevancia para cumplir el objetivo de éste artículo de revisión. Finalmente, se desarrollaron las observaciones y conclusiones bajo la argumentación propiciada por la literatura, entablando las relaciones causa y efecto, mediante comparación de conceptos lógicos y contrapuestos de los puntos de interés de la investigación. DESARROLLO Definimos la Gestión Ambiental como un proceso dinámico, donde pueden aplicarse algunos de los principios de la dirección de empresas. La capacidad técnica del regulador y del regulado, la participación de la comunidad organizada con antecedentes fundados, adquiere aquí toda su relevancia. Como lo menciona Friedmann (2002) dado que los ecosistemas son complejos, las consecuencias ambientales de las actividades humanas son inciertas. Los diagnósticos simples pueden conducir a soluciones erradas. Por ejemplo, las medidas impulsadas por defensores del ambiente, como el cambio del plástico a papel en las envolturas de Mac Donald fueron globalmente contraproducentes. Por ello la consideración de las incertidumbres es muy importante en los planes de gestión ambiental. Podemos clasificarlas en tres tipologías: Riesgos (situaciones donde las probabilidades pueden ser atribuidas a varias consecuencias potenciales). Los “posibles o desconocidos” (situaciones donde el rango de posibles consecuencias se piensa es razonablemente comprendida, pero, se ignoran las probabilidades asociadas). Ignorancia de lodesconocido, (son los fenómenos sobre los que no se tiene conciencia que puedan esperarse). Revista Latinoamericana el Ambiente y las Ciencias 4(8): 51-66 2013 54 La gestión ambiental como dimensión esencial del desarrollo sostenible demanda políticas públicas modernas acompañadas de conocimientos e instrumentos interdisciplinarios que ayuden a fortalecer los instrumentos de regulación directa tanto de carácter reactivo tales como las acciones de combate a la contaminación, como de carácter preventivo cuyos instrumentos principales están vinculados a la planificación. A ello cabe agregar el tema de la vulnerabilidad ambiental como un tema clave de prevención. Adicionalmente a la modernización de las políticas ambientales del Estado, el desafío a vencer es proponer instrumentos innovadores que complementen el grueso de las políticas ambientales (Bárcena, A., 2001). La determinación de metales pesados y metaloides en suelos puede ser llevada a cabo por una variedad de razones. El contenido total de metales provee un conocimiento base de la composición del suelo, con respecto a que cambios son debidos a procesos antropogénicos o naturales. Los suelos contaminados con metales pueden ser analizados con propósitos legales, para evaluar el riesgo a la salud humana o al ambiente, o para monitorear el éxito de alguna estrategia de remediación. Los químicos agrícolas podrían desear evaluar la disponibilidad de metales en suelo, como un indicador de la deficiencia o toxicidad potencial en una planta o para determinar la probabilidad del ingreso de metales en la cadena alimenticia (Davidson C.M., 2013). En estudios de contaminación el objetivo a menudo es evaluar las entradas antropogénicas o estimar las cantidades máximas de metales que podrían hipotéticamente ser movilizadas y transportadas en el ambiente así como afectar a su receptor. Una práctica común en la evaluación del riesgo de la contaminación por metales es comparar las concentraciones presentes con las concentraciones críticas de las cuales se esperan efectos adversos. Con este enfoque es imposible evaluar los riesgos futuros debidos a las entradas de metales que podrían causar acumulación y posiblemente conducir, en un futuro, a exceder los límites críticos (De Vries et al. 2013). Según De Vries et al. (2013) una concentración límite crítica define el umbral del riesgo potencial a un receptor definido. Para la mayoría de receptores o compartimientos, los limites críticos han sido definidos relacionando los riegos ecotoxicológicos o toxicológicos al humano: en el caso del suelo los limites críticos están relacionados a efectos sobre los organismos del suelos (microorganismos e invertebrados del suelo) y plantas (mg/Kg). Los límites críticos relacionados a los efectos ecotoxicologicos en organismos del suelo y plantas están delimitados a las concentraciones de metal sin efectos observados en estudios de laboratorio con plantas y organismos de suelo, como la microbiota e invertebrados del suelo (Tyler G., 1992). Los riesgos de la contaminación por metales pesados, sin embargo, dependen de su disponibilidad, la cual es influenciada por las propiedades del suelo. El uso de la concentración total del metal en el suelo como un límite crítico para los efectos ecotoxicológicos sobre los organismos del suelo ha sido, por lo tanto, criticada (Allen, H. E., 1993), ya que no se consideran las variaciones observadas en la toxicidad de los metales Revista Latinoamericana el Ambiente y las Ciencias 4(8): 51-66 2013 55 catiónicos entre suelos con diferente química (Spurgeon, D. J., y Hopkin, S. P. 1996). Los impactos de las propiedades del suelo en la biodisponibilidad y toxicidad de los metales, por lo tanto, tienen que ser considerada para la evaluación de los límites críticos. Una carga crítica de metal equivale a la tasa de entrada que en el largo plazo –en estado estacionario- conduce a la concentración crítica del metal (límite crítico) para un receptor definido. Una carga critica no considera amortiguamientos finitos para el metal y por consecuencia hace de lado los retrasos entre la (no excedencia) de las cargas críticas y la (no violación) del límite crítico. Para obtener una visión en este comportamiento temporal, son necesario modelos dinámicos (De Vries et al. 2013) Las diversas posibilidades que pueden ocurrir son ilustradas en la figura 1 que muestra el cambio en la concentración del metal como una función del tiempo para varias combinaciones de concentración inicial, la concentración crítica y la concentración en estado estacionario para una entrada constante. En la figura de la izquierda, la concentración inicial del metal está por debajo del límite crítico. Una entrada de metal por debajo de la carga critica, resulta en una concentración de estado estacionario abajo del límite crítico. Una entrada arriba de la carga crítica resulta en un estado estacionario arriba del límite crítico y toma un tiempo finito para exceder este límite crítico, llamado el tiempo de retraso del daño. En figura del lado derecho la concentración esta inicialmente por arriba del límite critico (en otras palabras, el sistema esta potencialmente en riesgo). Una entrada igual a la carga critica resulta (técnicamente, después de un tiempo infinito) en un estado estacionario, con la concentración igualando el límite crítico. Nuevamente, entradas arriba/abajo a la carga critica eventualmente resulta en estados estacionarios arriba/abajo del límite crítico. El tiempo que toma llegar al límite crítico desde arriba es llamado el tiempo de retraso de recuperación (Posch, M. y de Vries, W., 2009). Figura 1.- Diagrama que muestra el cambio en la concentración del metal con una entrada constante en función del tiempo con la concentración inicial abajo (izquierda) y arriba (derecha) de la concentración critica (DDT tiempo de retraso de daño, RDT tiempo de retraso de recuperación). Las líneas punteada/sólida/rayada son las entradas arriba/a límite/debajo a la carga crítica. Revista Latinoamericana el Ambiente y las Ciencias 4(8): 51-66 2013 56 Las cargas críticas son por definición una herramienta para cuantificar el riesgo potencial a largo plazo, donde “largo plazo” significa la longitud de tiempo para llegar al estado estacionario. El modelado dinámico del ciclo de los metales en sistemas terrestres (De Vries, W., y Groenenberg, J. E., 2009; Paces, T. et al., 2002; Posch, M., y de Vries, W. 2009) indica que puede tomar décadas hasta milenios llegar al estado estacionario. Consecuentemente, en un suelo en el que actualmente el límite crítico esta excedido, una entrada de metales equivale a la carga critica que puede causar que el sistema permanezca en riesgo potencial por mucho tiempo. Este tiempo podría ser reducido requiriendo una carga por debajo de la carga critica, denominada “carga blanco”. Una carga blanco es definida como la deposición por la cual un estado químico o biológico predefinido se alcanza, mantiene o mejora a partir de entonces (Posch, M. et al., 2003). Las concentraciones, blanco y crítica, para metales son una herramienta con potencial político para optimizar la protección al ambiente. Sin embargo, el tiempo para alcanzar el estado estacionario puede ser de cientos o miles de años y esto hace que el enfoque pierda uso, a menos que se use adicionalmente un enfoque de modelado dinámico. La razón para esto es que las variaciones en la transformación del metal y su transporte, moderados por los cambios climáticos y la acidificación del suelo en el tiempo, puede influir en la exposición y efectos más que la magnitud de las entradas del metal. El cambio climático influye en el balance de agua del suelo, los cambios del tipo de vegetación y elmanejo en el cambio de uso de suelo, afectan el ciclo de carbono y por lo tanto la concentración de carbono orgánico disuelto. La acidificación, en términos de cambio de pH, puede influir en los procesos de complejación, adsorción, precipitación e intercambio iónico (De Vries et al., 2013). En Taiwán para mantener las condiciones acuáticas para el crecimiento del arrozal, se requiere una intensa irrigación para compensar el agua perdida en los campos debido a la evaporación y percolación. La entrada de agua hace que los suelos de arrozales sean más vulnerables a la contaminación por irrigación de agua que las tierras de cultivo seco. Según Hseu et al. 2010, el 88% de sitios contaminados con metales pesados en Taiwan son campos de arrozal, principalmente las ciudades Chunghua, Hsinchu, and Taoyuan donde hay mayor actividad industrial. La acumulación de contaminantes en suelos de arrozal puede resultar en niveles elevados de contaminantes en granos de arroz cosechados, así como la contaminación de agua subterránea a través de la infiltración. Como resultado, la población cercana está expuesta a los contaminantes a través de alimentos y el agua para beber. El cadmio es un contaminante de alta prioridad en suelos debido a su toxicidad elevada y acumulativa para los humanos. El consumo de cultivos contaminados con cadmio es el principal mecanismo mediante el cual entra al cuerpo humano (Olive 1997). La ingestión diaria de arroz que contiene un alto nivel de cadmio puede resultar en enfermedades serias como la enfermedad itai-itai (Kobayashi 1978, Kawada y Suzuku 1998). Cuando los suelos son inundados, la actividad microbiana cambia gradualmente el proceso de fermentación, de aerobia a anaerobia, de la materia orgánica (Kogel-Knabner et al. Revista Latinoamericana el Ambiente y las Ciencias 4(8): 51-66 2013 57 2010). Como el potencial redox disminuye al realizar la anegación de los arrozales, el proceso Redox toma lugar, y el pH de suelos alcalinos y ácidos convergen a neutro (Kogel- Knabner et al. 2010). Estos cambios en Eh y pH en suelos inundados afectan los procesos reguladores de la especiación química del cadmio en los suelos de arrozal. Por ejemplo, Sun et al. (2007) encontraron que a 60 días de anegación dismuye la fracción intercambiable de cadmio en suelos, resultando en una disminución de la disponibilidad y movilidad del cadmio después del anegamiento. Los cambios graduales en Eh y pH durante el anegamiento del suelo resultan en un conjunto de reacciones redox secuenciales; consecuentemente, las diferentes fracciones de cadmio en el suelo también sufren cambios. Huang J.H. et al., 2013, demostraron los cambios en la concentración de cadmio de la solución de suelo contra los potenciales Redox del suelo, como una función del tiempo de anegamiento. El anegamiento resulto en el decremento del potencial Redox del suelo. Aunque el cadmio no tiene en sí mismo estados de oxidación diferentes, la concentración del cadmio en la solución del suelo de los suelos contaminados con Cadmio primero incrementa y subsecuentemente disminuye después de un anegamiento prolongado. Esto revela la redistribución del cadmio en los diferentes componentes del suelo a través de los procesos de disolución/precipitación y la adsorción/desorción en suelos. El incremento en la concentración puede ser atribuido a la liberación del cadmio de los sitios intercambiables del suelo y de los óxidos de fierro y manganeso. Aunque la disminución en el potencial redox después del anegamiento no alcanza el nivel de reducción de sulfato a sulfuro, la disminución en las concentraciones de sulfato revela la posibilidad de la reducción del sulfato. Bajo microambientes del suelo el sulfato puede ser reducido a sulfito o sulfuro. Por lo tanto, la disminución en la concentración del cadmio en la solución del suelo en anegamientos prolongados puede resultar de la formación de precipitados de sulfuro de cadmio. Las condiciones oxidantes generalmente prevalecen en la ausencia de material orgánico biodegradable y en ambiente cercanos a la superficie. Las condiciones reductoras generalmente prevalecen cuando está presente un exceso de material orgánico biodegradable y el oxígeno suministrado es limitado (Van Hullebusch E.D., 2005). En ambientes anaeróbicos, la respiración microbiana anaeróbica puede promover la disolución mineral (Dassonville y Renault, 2002). Un ejemplo de esto es la disolución reductiva de óxidos de Fe (III), lo cual libera metaloides como el arsénico que están adsorbidos a los óxidos (Cummings et al., 1999; Bose y Sharma, 2002). En contraste, que las condiciones anaeróbicas en sedimentos conducen a producción de sulfuros mediante la reducción de sulfatos mediada microbiológicamente en condiciones anóxicas, o como un producto directo de la descomposición de la materia orgánica (Neal et al. 2001). El componente principal de sulfuro encontrado en la mayoría de sedimentos, debido a la abundancia de oxihidroxidos de fierro, y su facilidad de reducción a Fe (II) en condiciones anóxicas. Como sulfuro de fierro (FeS) amorfo es el sulfuro de metales reales más soluble, otros cationes pueden desplazar al Fe para formar un sulfuro más estable en el sedimento (Chapman et al., 1998; Morse y Luther 1999) así como en suelos (Brennan y Lindsay, 1996). También en condiciones reducidas, el arsénico es movilizado como el resultado de Revista Latinoamericana el Ambiente y las Ciencias 4(8): 51-66 2013 58 la reducción de los óxidos de Fe y Mn y la reducción de As (V) a As (III) (Cummings et al., 1999). Sin embargo, en la rizósfera en tierras húmedas, el arsénico es inmovilizado debido a la oxidación a As (V) y adsorción por FeOOH (Weiss et al., 2004). Por lo tanto, se ha encontrado que el arsénico se acumula en la rizósfera por muchas plantas, pero la mayoría de arsénico es probablemente retenido en la superficie de la raíz (Huang 2004; Liu et al., 2004). Cada cambio en las condiciones ambientales; tales como la acidez, el potencial redox, la concentración de ligandos orgánicos e inorgánicos; resulta en cambios en la movilidad, y así también en la bioaccesibilidad del metal. Por lo tanto, la identificación de los cambios en el suelo y en los lodos ayuda a entender los procesos geoquímicos y estimar el potencial de removilidad y el riesgo ambiental, incluyendo el peligro toxicológico. El análisis por especiación es usado para identificar los cambios antes mencionados. Para suelos y lodos, el análisis por especiación no identifica formas químicas separadas. El tipo básico de especiación para suelos y lodos es el fraccionamiento. Por ejemplo, la clasificación del analíto de acuerdo las propiedades físicas seleccionadas, por ejemplo, con respecto a una solubilidad diferente o propiedades químicas tales como la reactividad (Chen M. et al. 2008). Las extracciones químicas secuenciales constituyen una metodología operativa consistente en la exposición de una muestra sólida frente a una serie de soluciones reactivas de características fisicoquímicas distintas (López Julián P. L.et al., 2002). La finalidad que se persigue al aplicar una metodología de extracción química secuencial es determinar, con la mayor precisión posible, la distribución de los elementos traza existentes en una muestra sólida entre fracciones de distinta naturaleza fisicoquímica. Se ha comprobado que el reparto elemental determinado mediante la aplicación de una metodología de este tipo tiene una relación directa con el comportamiento geoquímico y la biodisponibilidad de los elementos químicos en condiciones naturales (Nirel y Morel, 1990). La especiación del metal en diferentes fracciones es el criterio más confiable para cuantificar el efecto potencial de contaminación de los metales pesados. Esta es reconocidacomo una metodología útil para obtener información sobre la forma de presencia, biodisponibilidad, movilización y transporte de metales (Kartal et al. 2006). Proporciona la historia de la entrada de metal, transformación digenético dentro de los suelos y la reactividad de las especies de metales pesados de origen tanto natural como antropogénico. La toxicidad de los metales depende especialmente de sus formas químicas más que de sus contenidos totales (Huang X. et al., 2013). La especiación química se refiere al concepto de identificar y cuantificar las diferentes especies, formas o fases presentes en un cierto material. En el fraccionamiento operacionalmente definido, las especies son generalmente clasificadas sobre la base de los reactivos usados (Fuentes A. et al., 2004). Revista Latinoamericana el Ambiente y las Ciencias 4(8): 51-66 2013 59 Como un método para la especiación química, en los procedimientos de extracción secuencial se aplica el respectivo reactivo sucesivo con el fin de aumentar la reactividad que corresponde a las formas de asociación que disminuyen la movilidad del metal. Los usuarios de la extracción secuencial deben siempre estar conscientes de las limitaciones inherentes del enfoque, incluyendo la potencial redistribución de analítos, la no selectividad de reactivos y extracción incompleta. Una revisión crítica sobre el campo ha sido recientemente publicada (Bacon, J. R., y Davidson, C. M., 2008), incluye las siguientes recomendaciones para el uso de procedimientos de extracción secuencial: 1. Usar un protocolo estándar por ejemplo la extracción BCR 2. Usar medidas de control de calidad disponibles por ejemplo, cálculos de balance de masa y Materiales de referencia certificados (CRM) 3. Reportar los resultados en términos de fracciones operacionalmente definidas por ejemplo fase reducible y no minerales específicos por ejemplo; unidos a óxidos de fierro. 4. Presentar datos como concentraciones absolutas debido a que los patrones de fraccionamiento pueden ser engañosos. 5. Usar el enfoque en estudios comparativos, por ejemplo, en suelo, antes y después de enmendarlo. Entre el abanico de técnicas disponibles usando diversos reactivos de extracción y condiciones experimentales para investigar la distribución de los metales pesados en sedimentos y suelos, los 5 pasos de Tessier et al. (1979) y el método de extracción de 6 pasos, Kerstin y Fronstier fueron los más usados. Siguiendo estos dos esquemas básicos, algunos procedimientos modificados con secuencias diferentes de reactivos o condiciones experimentales se han desarrollado (Borovec Z et al., 1993; Campanella L. et al., 1995; Zdenek B, 1996; Gomez–Ariza J.L. et al., 2000). Teniendo en cuenta la diversidad de los procedimientos y la falta de uniformidad en los diferentes protocolos, fue propuesto el método BCR, Bureau Commun de Recherche (ahora llamado Programa de Medición de Estándares de prueba de la Comunidad Europea) (Ure A.M. et al., 1993). El método BCR armonizó sistemas diferenciales de extracción para el análisis de los sedimentos. El método ha sido validado usando un sedimento certificado como material de referencia BCR-701 con concentración extractable indicativa y certificada de Cd, Cr, Cu, Ni, Pb y Zn (Rauret G. y Lopez-Sanchez J.F., 2001). Este método ha sido aplicado y aceptado por un amplio grupo de especialistas (Salmons W., 1993; Fiedler H.D. et al., 1994; Ho D. y Evans G.J., 1997; Lopez- Sanchez J.F. et al., 1998; Usero J., 1998; Agnieszka S. y Wieslaw Z., 2002) a pesar de algunas deficiencias en las etapas de extracción secuencial (Ramos L., 1994; Tu Q. et al., 1994). El protocolo de extracción secuencial BCR establece la obtención de tres fracciones definidas operacionalmente; es decir, de acuerdo a las características químicas de las soluciones extractantes. Y aunque no la incluye en su protocolo, el procedimiento de Revista Latinoamericana el Ambiente y las Ciencias 4(8): 51-66 2013 60 extracción secuencial BCR recomienda una cuarta fracción conocida como residual (González Flores E., et al., 2011). 1) La fracción intercambiable representa a los elementos adsorbidos débilmente; retenidos sobre la superficie sólida mediante una interacción electrostática relativamente débil, así como a los elementos que pueden ser liberados por los procesos de intercambio iónico y a los elementos que pueden ser cooprecipitados con carbonatos. Los más fácilmente disponibles desde el punto de vista ambiental (Gleyzes C., et al., 2002). 2) La fracción fácilmente reducible, simula condiciones anóxicas tal como ocurren en un medio natural y corresponde a los elementos que son termodinámicamente inestables y potencialmente biodisponibles. Usualmente consiste de óxidos de Mn y Fe, los bien conocidos sumideros de elementos traza en un ambiente superficial (Hall G. E. M. y Pelchat P., 1999). 3) La fracción oxidable. Representa a los elementos que están unidos orgánicamente o se presentan como minerales oxidables, por ejemplo los sulfuros. Los metales de esta fracción no son considerados muy móviles o biodisponibles (Filgueiras A.V., et al., 2002). La fracción residual. Consiste de minerales primarios y secundarios, en los cuales los elementos están asociados con la red mineral. A menudo se refiere como la fase inerte que representa elementos que probablemente no se disuelvan en condiciones que se encuentran en la naturaleza y por lo tanto al peor escenario ambiental respecto a la movilización de elementos (Mäkelä M. et al., 2011). En el método BCR, la muestra se extrae subsecuentemente con tres pasos. El primer paso consiste en extraer con ácido acético 0,11 Mol l -1 , que representan el agua y el ácido soluble así como la fracción intercambiable. El segundo paso es la extracción con NH2OH.HCL 0,1 mol l -1 , que representa la fracción reducible y la fracción combinada con óxidos de Fe/Mn. El tercer paso representa la fracción combinada con materiales orgánicos, que se consigue por extracción con NH4Ac 1,0 mol l -1 después de que la muestra ha sido digerida con H2O2 (Song Q.J. y Greenway G.M., 2005). CONCLUSIONES El contenido total de metales provee un conocimiento base de la composición del suelo, con respecto a que cambios son debidos a procesos antropogénicos o naturales, esta información es insuficiente para evaluar el riesgo a la salud humana o al ambiente, o para monitorear el éxito de alguna estrategia de remediación. La revisión bibliográfica sobre algunos ejemplos de los cambios generados en el contexto de la matriz analítica de pertinencia, así como la evidencia creciente del uso de esta Revista Latinoamericana el Ambiente y las Ciencias 4(8): 51-66 2013 61 metodología en el mundo confieren certidumbre a los datos conseguidos por medio de este método de estudio de la contaminación por metales pesados. El método de extracción química secuencial BCR es un claro ejemplo de la aplicación de la ciencia básica (tecnología) que busca entregar información con características integrales sobre el comportamiento de los metales pesados en las matrices ambientales sólidas de importancia directa para el bienestar de la sociedad. Al involucrar esta técnica en las herramientas del estado en materia de la gestión ambiental, se podrá garantizar una mejor estrategia de control y mitigación de los daños causados por los metales pesados. BIBLIOGRAFÍA Agnieszka S. y Wieslaw Z. (2002) Application of sequential extraction and the ICPAES method for study of the partitioning of metals in fly ashes. Microchemical Journal 72: 9-16. Allen, H. E. (1993). The significance of trace metal speciation for water, sediment and soil quality standards. Science of the Total Environment, 134, 23–45.Bacon, J. R., y Davidson, C. M. (2008). Is there a future for sequential chemical extraction? Analyst, 133, 25–46. 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