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MÓDULO 0503- PSICOLOGÍA TEÓRICA I EL CAMPO GENERAL TEÓRICO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD UNIDAD I. DEFINICIÓN, CONCEPTOS, DESARROLLO HISTÓRICO Y PERSPECTIVAS DE LA PSICOLOGÍA DE L A SALUD EL CONCEPTO DE SALUD EN LA ACTUALIDAD........................2 LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD ...................................................4 EL PAPEL DEL COMPORTAMIENTO EN LA SALUD ..................6 1. Martínez-Donate (2000) El concepto de salud en la actualidad. Recuperado en: http:/www.uam.es/personal_pdi/psicolo gía/victor/Salud/Bibliog/salud.doc el día 15 de enero de 2007. DD EE FF II NN II CC II ÓÓ NN ,, CC OO NN CC EE PP TT OO SS ,, DD EE SS AA RR RR OO LL LL OO HH II SS TT ÓÓ RR II CC OO YY PP EE RR SS PP EE CC TT II VV AA SS DD EE LL AA PP SS II CC OO LL OO GG ÍÍ AA DD EE LL AA SS AA LL UU DD L e c t u r a 1 UU NN II DD AA DD II .. MÓDULO 0503- PSICOLOGÍA TEÓRICA I EL CAMPO GENERAL TEÓRICO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD UNIDAD I. DEFINICIÓN, CONCEPTOS, DESARROLLO HISTÓRICO Y PERSPECTIVAS DE LA PSICOLOGÍA DE L A SALUD EELL CCOONNCCEEPPTTOO DDEE SSAALLUUDD EENN LLAA AACCTTUUAALLIIDDAADD Durante miles de años, la enfermedad se ha entendido como el resultado de la invasión del organismo humano por parte de agentes externos, bien fueran éstos la acción de los dioses, el resultado de la posesión del organismo por espíritus malignos o, más recientemente, la invasión de microorganismos. Esta visión “ambientalista” de la enfermedad cobró fuerza especialmente gracias a la aparición del microscopio y a los avances en la ciencia médica durante los siglos XVIII y XIX, con el descubrimiento de los microorganismos como causantes de ciertos trastornos, el desarrollo de la cirugía y la construcción y mejora de la reputación de los hospitales. De este modo, hasta hace pocas décadas se ha mantenido la concepción de que mente y cuerpo constituyen entes separados, bajo el prisma del llamado modelo biomédico de la salud y la enfermedad, según el cual “todas las enfermedades pueden explicarse a partir de problemas en procesos fisiológicos, resultado de heridas, desequilibrios químicos e infecciones bacterianas o víricas” (Engel, 1977), negándose de este modo cualquier influencia sobre la salud de procesos de índole psicológica o social. Sin embargo, desde mediados de este siglo se comenzaron a plantear alternativas a este modelo, dada la pobreza explicativa del mismo para dar cuenta de los cambios en el panorama epidemiológico de los países industrializados. Así, mientras que hasta la primera mitad del siglo XX, la sociedad norteamericana y europea sufría y moría principalmente a causa de enfermedades infecciosas, producto de la acción de agentes patógenos bacterianos o víricos, y trastornos derivados de la malnutrición, a partir del siglo XIX, por el contrario, y especialmente a lo largo del siglo XX, este tipo de enfermedades comienzan a descender, gracias al desarrollo de tratamientos progresivamente más eficaces, de índole tanto farmacológica como quirúrgica y al avance de medidas preventivas como la promoción de la higiene personal, la mejora de la nutrición, la cloración de las aguas públicas, el tratamiento de las aguas residuales, etc. (Sarafino, 1990). Como consecuencia de ello, la esperanza de vida ha experimentado un aumento notable, especialmente en las últimas décadas de este siglo. Por ejemplo, en EE.UU., desde 1900 hasta la década de los 80, la esperanza de vida de la población blanca aumentó en un 56% (de 47,6 hasta 74,4 años) y en un 119% para la población perteneciente a distintas razas (de 33 hasta 70 años) (Matarazzo, 1984). De este modo, la población vive ahora hasta edades muy avanzadas y las causas de su muerte son bien distintas a las que se daban en épocas anteriores. Es decir, mientras los avances en los terrenos de la química, la fisiología, la biología, etc., han producido el descenso de enfermedades infecciosas (tuberculosis, sarampión, poliomelitis, etc.), en la actualidad el aumento del cáncer, las enfermedades coronarias, el abuso de drogas y alcohol, o los accidentes de tráfico, se han convertido en el principal azote de la población (Matarazzo, 1994). Si se analizan desde el punto de vista etiológico y evolutivo, estos factores están en gran medida relacionados con el comportamiento y los estilos de vida de los individuos que conforman las sociedades modernas. Por otra parte, los avances de la medicina han conllevado una serie de repercusiones en la práctica médica. Con anterioridad al desarrollo de fármacos eficaces, la figura del médico, y anteriormente la del curandero, ejercía en muchos casos atendiendo a la importancia de la psicología como parte integral de sus prácticas con el enfermo. Así, como expresa Matarazzo (1994), en ausencia de fármacos, la empatía, la compasión y la transmisión de sentimientos de esperanza hacia los individuos enfermos constituían, con pocas excepciones, la única terapia que los cuidadores de la salud pudieron ofrecer durante cientos de años a los enfermos. Sin embargo, los avances farmacológicos y quirúrgicos en los siglos XIX y XX permitieron que se olvidaran estos importantes aspectos de la relación médico-paciente, y que ésta, junto con los aspectos psicológicos de la enfermedad, se desatendiera enormemente. Todavía mayor fue la pérdida de esta perspectiva cuando a principios del siglo XX se inició lo que se denomina “medicina especializada”, que provocó que los estudiantes de medicina fueran instruidos en el tratamiento de enfermedades concernientes a determinados sistemas u órganos corporales, con poca o ninguna integración de dichos conocimientos que facilitase la observación del “paciente completo”. En otras palabras, esta especialización, junto con la posibilidad de mejores y más completos diagnósticos y tratamientos, fue acompañada de una pérdida en la utilización de aquellos elementos terapéuticos asociados con el conocimiento y la compresión del paciente como ser humano complejo. De este modo, factores familiares, económicos, pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado MÓDULO 0503- PSICOLOGÍA TEÓRICA I EL CAMPO GENERAL TEÓRICO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD UNIDAD I. DEFINICIÓN, CONCEPTOS, DESARROLLO HISTÓRICO Y PERSPECTIVAS DE LA PSICOLOGÍA DE L A SALUD ocupacionales y de personalidad, fueron completamente ignorados durante la mayor parte de este siglo (Matarazzo, 1994), dominado por una visión unicausalista de la enfermedad, a la que se dio en llamar “teoría del germen infeccioso”, según la cual, la condición necesaria y suficiente para el desarrollo de una enfermedad era la presencia de dicho agente patógeno. Sin embargo, el nuevo panorama epidemiológico ha traído consigo la reconsideración de esos otros factores implicados en la salud humana, propiciando así la aparición de una nueva concepción de la enfermedad como fenómeno plurideterminado en el que los factores biológicos, conductuales y ambientales (físicos y sociales) cobran una gran importancia (Mechanic, 1982). Ello no se debe únicamente a la comprensión de los factores asociados al desarrollo de las principales enfermedades del mundo moderno, sino también al cambio en los objetivos que la práctica médica se plantea con respecto al tratamiento de dichos trastornos. El objetivo, en la mayoría de las ocasiones, ya no es la curación, sino que, por el contrario, en gran parte de los trastornos crónicos (asma, hipertensión, diabetes, etc.) lo que se persigue es el aumento en la calidad de vida del paciente, y este nuevo objetivo requiere del aporte de profesionales pertenecientes a diferentes disciplinas, que contemplen al paciente ensu totalidad y atiendan las repercusiones que la enfermedad puede suponer para éste en diferentes contextos. Así, conceptos como calidad de vida, estrategias de afrontamiento de la enfermedad o adhesión terapéutica han ido cobrando cada vez más relevancia. Este cambio en la concepción de la salud y la enfermedad queda recogido en la definición que la Organización Mundial de la Salud acuñó en el año 1948 para el término “salud”, que se expresó como “el estado de completo bienestar físico, mental y social y no la mera ausencia de enfermedad”, definición que si bien puede ser criticada por su falta de operacionalidad, como señala Rodríguez Marín (1995), pretendía reflejar un cambio importante en la perspectiva que debía adoptarse en las políticas sanitarias futuras. Los antiguos términos de salud y enfermedad, entendidos como dicotómicos, fueron dejando así de ser satisfactorios, dando paso a la concepción de éstos como polos de un continuo (Antonovsky, 1979, 1987), a lo largo del cual se situarían las personas desde su nacimiento hasta su muerte. Como consecuencia, se ha ido produciendo un cambio cualitativo en los criterios que se utilizaban para definir la salud y/o la enfermedad, basados hasta no hace mucho en términos biológicos, y se fue desarrollando una propuesta de salud como concepto integral, formado por aspectos tanto biológicos, como psicológicos y sociales, propuesta que progresivamente ha ido dando lugar a la aparición del “modelo bio- psico-social de la salud”. Este modelo insiste en que los factores biológicos son condiciones necesarias pero no suficientes en el inicio de una enfermedad. Cualquier enfermedad, desde este modelo, es el resultado de complejas interacciones entre variables biológicas, psicológicas y sociales, las cuales, conjuntamente explican las variaciones que se producen en el inicio, la severidad y el curso de la misma (Engel, 1977). De este modo, la mera exposición al agente patógeno, por ejemplo un virus o bacteria, no tiene necesariamente que desembocar en la infección y desarrollo de enfermedad por parte del individuo expuesto, sino que dependerá del grado de vulnerabilidad inmunológica que éste presente, y a su vez, esa mayor o menor vulnerabilidad estará en relación con los hábitos de salud (dieta, tabaco, alcohol, práctica deportiva, horas de sueño, etc.), el ajuste psicológico (por ejemplo, los niveles de estrés) y social (disponibilidad de apoyo social, entre otros) de cada individuo. Además, la consideración de todos estos factores ha ido ligada al traslado del énfasis desde la rehabilitación y el tratamiento de la enfermedad, a la prevención y la promoción de la salud y la atención a factores que van más allá de lo puramente biológico (Rodríguez-Marín, 1995). En este giro de planteamientos tienen su base la posterior creación de programas dirigidos a promover cambios en los estilos de vida, a fomentar la utilización de recursos sociales, al afrontamiento del estrés, etc., para conseguir la instauración de comportamientos más saludables y disminuir la vulnerabilidad a la enfermedad en la población. Como complemento de los factores anteriormente mencionados, otros hechos que propiciaron el cambio conceptual de la salud y enfatizaron el papel que la psicología podía jugar en la prevención y el tratamiento de un gran número de problemas de salud, vinieron a sumarse al panorama de las últimas décadas. Entre éstos, Botella (1996) menciona: pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado MÓDULO 0503- PSICOLOGÍA TEÓRICA I EL CAMPO GENERAL TEÓRICO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD UNIDAD I. DEFINICIÓN, CONCEPTOS, DESARROLLO HISTÓRICO Y PERSPECTIVAS DE LA PSICOLOGÍA DE L A SALUD El incremento en los gastos de salud, sin que se ello llevase asociado un aumento paralelo en los beneficios obtenidos. El creciente reconocimiento, entre los profesionales de la medicina, de la utilidad de las técnicas comportamentales. El apoyo institucional y las consideraciones pragmáticas respecto a más puestos de trabajo y más recursos. Por último, este enfoque ha puesto el acento en el traslado de una parte importante de la responsabilidad sobre la salud hasta los propios ciudadanos, invitando así a cada individuo a ejercer un rol activo en el mantenimiento de su salud y en la prevención de la enfermedad, enfatizando la importancia de los hábitos de salud o de riesgo llevados a cabo. En este contexto el comportamiento ha emergido como área de intersección de los aspecto biológicos, psicológicos y sociales que conforman al ser humano, y en consecuencia, ha comenzado a aceptarse que es a través de este comportamiento que tienen reflejo cualquiera de las acciones preventivas o de tratamiento de un trastorno. De hecho, en el comportamiento se expresan el reconocimiento de síntomas, la búsqueda de ayuda, el uso de servicios médicos, el cumplimiento de las prescripciones médicas, las conductas de rehabilitación y de afrontamiento de una enfermedad. Por todo ello, la psicología se erige en una herramienta imprescindible para tratar los problemas relacionados con la salud. LLAA PPSSIICCOOLLOOGGÍÍAA DDEE LLAA SSAALLUUDD El cambio conceptual sobre la salud y la enfermedad acaecido en la segunda mitad del siglo XX, cuyos principales factores han sido comentados en el anterior apartado, dio paso a un visión más holística del continuo salud-enfermedad y evidenció la importante contribución que la psicología podía suponer respecto del cuidado de la salud. Actualmente, como señala Ribes (1990, pág. 21), se acepta que “el conocimiento del proceso biológico de una enfermedad y las condiciones sociales de su epidemiología no son suficientes. Se requiere de un modelo de cómo aplicar este conocimiento en la forma de medidas efectivas que afecten la práctica cotidiana de individuos reales, dimensión que trasciende a los procesos moleculares del organismo y a las cifras poblacionales de la epidemiología”, y para ello ninguna herramienta mejor que la psicología, ciencia experta en explicar, predecir y modificar el comportamiento humano. Prueba de la importancia que la psicología ha ido cobrando progresivamente, como ciencia capaz de promover los cambios en el comportamiento individual dirigidos al mantenimiento de la salud y a la prevención de la enfermedad, ha sido la aparición paulatina, a partir de los década de los 70, de diferentes disciplinas como la Medicina Comportamental, la Salud Comportamental y, finalmente, la Psicología de la Salud, centradas en la aplicación de los conocimientos de la psicología sobre el comportamiento humano a los contextos sanitarios, haciendo énfasis en distintos aspectos, pero con un espíritu integrador y con un afán por cooperar en el cuidado de la salud, como elementos comunes. La Psicología de la Salud, área en la que se inserta el trabajo que aquí se presenta, fue definida originalmente como “el conjunto de contribuciones científicas, educativas y profesionales que las diferentes disciplinas psicológicas hacen a la promoción y mantenimiento de la salud, a la prevención y tratamiento de la enfermedad y las disfunciones relacionadas, a la mejora del sistema sanitario y a la formación de una política sanitaria (Matarazzo, 1980, pág. 815). Esta área de estudio surge en el marco del modelo bio-psico-social, cuyos supuestos básicos, propuestos por diferentes autores (Engel, 1977; Schwartz, 1982; Santacreu, Márquez y Zaccagnini, 1989), podrían resumirse a partir de la compilación realizada por Santacreu (1991): 1. La Psicología se plantea como objeto de estudio el comportamiento humano, que incluye las llamadas cogniciones, respuestas fisiológicas o biológicas noobservables en sí mismas y las conductas manifiestas u observables. 2. Las leyes, modelos o teorías que describen, explican o predicen el comportamiento humano son las mismas para el comportamiento normal y anormal, para la salud y la enfermedad. 3. El comportamiento humano anormal está constituido por formas de adaptación al ecosistema que finalmente resultan inadecuadas a corto o largo plazo. 4. Los psicólogos clínicos intentan aliviar a los individuos que demandan su ayuda a través de los conocimientos psicológicos. En general, no se plantean el cambio del ecosistema, entre otras cosas pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado MÓDULO 0503- PSICOLOGÍA TEÓRICA I EL CAMPO GENERAL TEÓRICO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD UNIDAD I. DEFINICIÓN, CONCEPTOS, DESARROLLO HISTÓRICO Y PERSPECTIVAS DE LA PSICOLOGÍA DE L A SALUD porque no está a su alcance, salvo que se trate de niños o de adultos con actividad restringida. 5. Los ecosistemas en los que el organismo está inmerso, el ambiente físico y social en el que el individuo se mueve determina en gran parte, no sólo los comportamientos adaptativos concretos sino los sistemas generales de adaptación. Además, y ésta es la cuestión importante, determinados ecosistemas producen/inducen sistemas de adaptación específicos, inadecuados en otros ecosistemas o en un sistema más amplio. 6. La capacidad de adaptación de un individuo a su ecosistema es función de los recursos biológicos y psicológicos que posea y de las exigencias del propio ecosistema. (...). De tal manera que podemos estudiar y comparar los distintos ecosistemas por su capacidad para provocar personas desadaptadas. 7. Un individuo (organismo) se comporta respondiendo al medio o ecosistema, manipulando o modificando este medio, intentando adaptarse teniendo en cuenta que la máxima prioridad son, para un mismo valor de refuerzo, los efectos a corto plazo. El grado de autocontrol que posea el individuo determinará la posibilidad de que considere los refuerzos a largo plazo. Todo ello significa que el individuo reacciona ante el medio, y por tanto, su conducta es función del ecosistema en el que está inmerso, pero también este ecosistema se modifica en la medida en que los individuos actúan o se comportan en él. 8. El comportamiento no es más que el conjunto total de actuaciones de un individuo en un medio o ecosistema y, acotado dicho ecosistema en cuanto a sus dimensiones (familia cercana, barrio, ciudad o país) puede ser valorado en cuanto a la dimensión de saludable. 9. Los comportamientos saludables en un determinado medio a corto plazo no lo son siempre a largo plazo. Por el contrario, los comportamiento no saludables (enfermos) a corto plazo son prácticamente improbables en el repertorio de respuestas del individuo y su probabilidad es función del tiempo entre respuesta y daño. 10. El comportamiento de un individuo no es uniformemente saludable o enfermo, ni siquiera a corto plazo. 11. La salud es el resultado del proceso de adaptación general de un individuo. Cuando la evaluamos en un determinado individuo siempre lo hacemos con referencia a un ecosistema con independencia de que lo explicitemos o no. Tomada como variable dependiente del proceso de adaptación de un organismo, la salud oscila a través del tiempo, con valores máximos y mínimos y depende de las variaciones del ecosistema y del grado y rapidez de adaptación del individuo. El modelo bio-psico-social, por tanto, ensalza la idea de la salud como resultado del grado de adaptación del organismo a su ecosistema, a corto, medio y largo plazo (Santacreu, Márquez y Zaccagnini, 1989). Y la Psicología de la Salud vendría a explicar las variables del individuo y del ecosistema que inciden en el comportamiento y en la salud. Utilizando las palabras de Rodríguez Marín (1995, pág. 23), la Psicología de la Salud representa, “un área de aplicación de la psicología al marco de la salud, que estudia los factores emocionales, cognitivos y comportamentales asociados a la salud y enfermedad físicas de los individuos, integrando las aportaciones individuales, grupales y comunitarios, para la promoción de la salud, la prevención, tratamiento y rehabilitación de la enfermedad y para conseguir una buena calidad de vida del enfermo”. El desarrollo de esta disciplina ha ido dando lugar a múltiples trabajos de investigación sobre la influencia de diversas variables psicológicas sobre la salud, al tiempo que ha ido generando multitud de aplicaciones prácticas dirigidas a complementar el tratamiento o la prevención de problemas de salud concretos o a la promoción de la salud en general. Así, factores como el estrés, las habilidades de afrontamiento, la ansiedad rasgo o la percepción de control, así como el apoyo social de que disponen los individuos, han sido objeto de numerosos estudios en relación con su influencia sobre la salud, y programas para la reducción del estrés y la ansiedad, para hacer más efectivo el patrón de afrontamiento o para aumentar el aprovechamiento de los recursos sociales, se han implementado con el objetivo de generar un impacto positivo sobre la salud de los individuos. Todo ello ha contribuido a aumentar la comprensión del papel jugado por diversas variables comportamentales sobre la etiología y la progresión de la enfermedad, por una lado, de forma directa, a través de la influencia de variables como el estrés sobre el sistema nervioso, inmunitario, endocrino, etc., y del efecto de técnicas como el biofeedback, la relajación, etc., sobre los mismos. Por otro, de forma indirecta, a través de su influencia sobre los hábitos de vida (tabaco, alcohol, dieta, ejercicio, etc.) (Matarazzo, 1991), la percepción de los síntomas o la búsqueda de ayuda médica (Mechanic, 1972; Miller y pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado MÓDULO 0503- PSICOLOGÍA TEÓRICA I EL CAMPO GENERAL TEÓRICO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD UNIDAD I. DEFINICIÓN, CONCEPTOS, DESARROLLO HISTÓRICO Y PERSPECTIVAS DE LA PSICOLOGÍA DE L A SALUD cols., 1988)o la ejecución de conductas de autocuidado (entre ellas la adhesión terapéutica) (Caldwell y cols., 1983; Hanson y cols., 1989) y el diseño de programas dirigidos a su modificación. Además, la relación entre factores psicológicos y el estado de salud de los individuos se caracterizaría por su bidireccionalidad, dado que un deterioro en este último puede generar toda una serie de consecuencias emocionales, cognitivas y conductuales que repercutan nuevamente sobre la salud del individuo, a través de las dos anteriores vías, dándonos esto una idea de la continua regulación que ambos tipos de factores ejercen entre sí. Con respecto al primer punto, esto es, la influencia directa de las variables psicológicas sobre la vulnerabilidad de los individuos a la enfermedad, hay que destacar el desarrollo de una nueva y prometedora área de investigación de carácter eminentemente interdisciplinar denominada Psiconeuroinmunología (Ader, 1981). Ésta se centra específicamente en el estudio de la relación entre eventos psicológicos y alteraciones en parámetros endocrinos e inmunitarios, mediante el descubrimiento de puntos de conexión entre los sistemas nervioso, endocrino e inmunitario, y del análisis de su influencia sobre la salud, especialmente en trastornos como cáncer, SIDA, artritis reumatoide, alergias, etc., estrechamente relacionados con la eficacia del funcionamiento inmunológico (Ader, Felten y Cohen, 1991). Por lo que respecta a la aplicación de los resultados epidemiológicos sobre el papel del comportamiento en la salud, la psicología y, en concreto, las técnicas de modificación de conducta se han aplicado al campo de la salud, especialmente en torno a tres grandes áreas (Buceta, 1990):1. El control del estrés, como factor de riesgo para el desarrollo o la evolución de un trastorno. 2. La instauración o eliminación de conductas específicas relacionadas con determinadas enfermedades. 3. Modificación o alivio de las consecuencias de carácter biopsicosocial de la enfermedad. Por último, la Psicología de la Salud se ha ocupado de desarrollar modelos explicativos que “consideren al ser humano como el punto de corte entre sistemas sociales y microsistemas orgánicos” (Rodríguez- Marín, 1995, pág. 34) y al comportamiento humano como área de integración entre factores sociales y biológicos. Aunque con importantes divergencias entre sí, en lo que a actualidad, apoyo empírico o utilidad práctica se refiere, los modelos de psicología de la salud han pretendido dar respuesta a cuestiones como qué es lo que hace que una persona ponga o no en marcha distintos comportamientos preventivos, qué factores motivacionales entran en juego, de qué depende la percepción de amenaza respecto de una enfermedad, etc. Por otra parte, bajo la premisa de que las conductas de salud, como cualquier otro tipo de comportamiento, son susceptibles de ser aprendidas o modificadas, bien por vía directa, bien por la influencia de modelos sociales relevantes, los modelos teóricos ofrecen las claves para establecer dichos cambios conductuales, mostrando los factores determinantes de dichas conductas, incluyendo, no sólo las condiciones individuales, sino también las de carácter social, que son necesarias para ese cambio. Dentro de estos modelos, y sin detenernos en su descripción, cabría destacar el Modelo de Creencias sobre la Salud (Rosenstock, 1974; Maiman y Becker, 1974; Becker y Maiman, 1982), la Teoría de la Acción Razonada (Fishbein y Ajzen, 1975; Ajzen y Fishbein, 1980), la Teoría de la Acción Social (Ewart, 1991; Leventhal, 1970; Leventhal y cols., 1980) y el Modelo Psicológico de la Salud de Ribes (1990). EELL PPAAPPEELL DDEELL CCOOMMPPOORRTTAAMMIIEENNTTOO EENN LLAA SSAALLUUDD Como se ha venido diciendo, es un hecho aceptado desde hace varias décadas que los hábitos de salud practicados por los individuos van a determinar en gran medida el grado de salud que éstos exhiban, estando dichos comportamientos en la base etiológica de las enfermedades con mayor prevalencia en nuestros días. Pero estas prácticas de salud han de entenderse en el sentido amplio del término y por tanto teniendo en cuenta que no incluyen únicamente aquellas acciones dirigidas a la prevención primaria, sino también a la prevención secundaria y terciaria. Así, cuando una patología ya ha “debutado”, las pautas de autocuidado que el individuo ponga en marcha van a ser importantes determinantes de la evolución del trastorno. En el caso del asma bronquial, por ejemplo, la adhesión terapéutica que presente el asmático, la desalergenización del hogar o la evitación del contacto con desencadenantes de síntomas, entre otros, constituyen pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado MÓDULO 0503- PSICOLOGÍA TEÓRICA I EL CAMPO GENERAL TEÓRICO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD UNIDAD I. DEFINICIÓN, CONCEPTOS, DESARROLLO HISTÓRICO Y PERSPECTIVAS DE LA PSICOLOGÍA DE L A SALUD medidas indispensables para asegurar el control del trastorno y la calidad de vida del individuo. Sin duda, las demandas psicosociales a las que se enfrentan las personas, en interacción con los recursos de que disponen para acometer las mismas, incluyendo dentro de éstos tanto las estrategias de afrontamiento, como factores de personalidad o el apoyo social con que cuentan, pueden asimismo originar una serie de consecuencias fisiológicas, cognitivas y motoras que afecten a su estado de salud. En cuanto al primer tipo de factores, y a partir de los resultados procedentes del área de la Psiconeuroinmunología, éstos pueden producir alteraciones directas en el equilibrio de los sistemas nervioso, endocrino e inmunitario, aumentando la vulnerabilidad del individuo a enfermar o exacerbando la intensidad de las patologías ya existentes. En este sentido, los hallazgos sobre los puntos de conexión entre sistema nervioso e inmunitario quedan lejos de la especulación, constituyendo la comunicación entre ellos un hecho probado, aunque todavía quede por resolver la cuestión de la magnitud de la influencia ejercida por cada uno de ellos sobre el otro (Kemeny y cols., 1992; Maier y cols., 1994). En concreto, las evidencias sobre la existencia de puntos de contacto entre S.N. y S.I. se derivan de tres tipos de observación: la aparición de alteraciones inmunitarias como resultado de lesiones o estimulación de algunas estructuras cerebrales, tales como ciertas áreas del hipotálamo (Macris y cols., 1970; Roszman y cols., 1985) y del hipocampo (Brooks y cols., 1982), o la destrucción química del sistema nervioso autónomo (Livnat y cols., 1985). la inervación autonómica de ciertos órganos y células del sistema inmunitario, hecho demostrado a partir de la observación de fibras nerviosas noradrenérgicas en los órganos linfoides, capaces de sintetizar norepinefrina; la liberación de norepinefrina en estos órganos, la presencia de adrenorreceptores en linfocitos y neutrófilos y el rol desempeñado por la norepinefrina en la regulación de la respuesta inmune (Felten y cols., 1987). el efecto que distintas hormonas y neuropéptidos parecen ejercer en los procesos inmunológicos (Ahlqvist, 1981). Así, in vivo e in vitro, se han estudiado el papel de los corticoesteroides, la hormona del crecimiento, los opioides, la hormona adrenocorticotrópica o el péptido vasoactivo intestinal, sobre la funcionalidad de un gran número de componentes del sistema inmunitario. la influencia de las alteraciones inmunológicas (vacunas, adición de interleuquinas, etc.) en la actividad hipotalámica (Besedovsky y cols., 1977; Korneva y Shkinek, 1988) o en la producción de hormona adrenocorticotrópica o betaendorfinas (Blalock y cols., 1982; Bernton y cols., 1987; Sapolsky y cols., 1987). En definitiva, estos hallazgos han roto con la vieja visión del sistema inmunitario como órgano cerrado y autorregulado, activado únicamente por agentes externos, y sugiere, en cambio, la existencia de procesos de regulación recíproca entre los sistemas nervioso, endocrino e inmunitario, abriendo así una vía de influencia directa desde los fenómenos psicológicos y sus correlatos fisiológicos hasta la salud de los individuos. Por otro lado, las consecuencias cognitivas y motoras derivadas de la interacción antes mencionada entre el individuo y su entorno, podrían conllevar la aparición de sesgos perceptivos, tales como la desatención de los síntomas somáticos o la interpretación errónea de los mismos, transformándose así en factores de riesgo para el adecuado afrontamiento de los problemas de salud u originando quejas somáticas desproporcionadas con respecto al estado de salud objetivo, del mismo modo que podrían revertir en las prácticas de salud o de autocuidado practicadas por éste, repercutiendo finalmente en el bienestar del individuo (Steptoe, 1991). Por último, los problemas de salud, especialmente los de tipo crónico, pueden constituir estresores en sí mismos que ocasionen, en interacción con los factores antes mencionados, es decir, las demandas percibidas por el individuo, y los recursos de que dispone, consecuencias emocionales, cognitivas y motoras que se sumen a las anteriores y que, a través de las vías comentadas, impacten sobre la evolución de la enfermedad. Lo expuesto a lo largo de este capítulo resume el marco teórico sobre el que se apoya el trabajo aquí presentado, basado en definitiva en la aceptación de un modelo bio-psico-social de la salud, en los términos antes mencionados, y en un concepto de salud íntimamente relacionado con la adaptaciónde los individuos a su entorno. pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado MÓDULO 0503- PSICOLOGÍA TEÓRICA I EL CAMPO GENERAL TEÓRICO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD UNIDAD I. DEFINICIÓN, CONCEPTOS, DESARROLLO HISTÓRICO Y PERSPECTIVAS DE LA PSICOLOGÍA DE L A SALUD DELIMITACIÓN CONCEPTUAL DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD Y SU RELACIÓN CON OTRAS ÁREAS DE ESTUDIO ....2 L e c t u r a 2 Ballester, A., R. (1997) Introducción a la psicología de la salud. Valencia: Promolibro. Cap. 3, pp. 131-203. 1. EL CONCEPTO DE PSICOLOGÍA DE LA SALUD.................2 2. DELIMITACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD ...........4 RESPECTO A OTRAS DISCIPLINAS O CIENCIAS SOCIALES ....................................................................................................4 2.1. Definición y descripción del Sistema de Salud.................4 2.2. La Sociología Médica: origen, características y ámbito de estudio.....................................................................................5 2.3. Antropología Médica: Origen, características y ámbito de estudio.....................................................................................8 2.4. Economía de la Salud: Origen, características y ámbito de estudio..............................................................................10 2.5. Comparación entre las “ciencias sociales” de la salud ..12 3. DELIMITACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD RESPECTO A OTROS TÉRMINOS AFINES...........................13 3.1. Medicina Psicosomática: Definición, origen y características .......................................................................13 3.2. Medicina Comportamental: Definición, origen y características .......................................................................16 3.3. Relación entre la Medicina Comportamental y la Medicina Psicosomática .......................................................................23 3.4. Relación entre la Psicología de la Salud y la Medicina Comportamental....................................................................24 4. DELIMITACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD RESPECTO A OTRAS ÁREAS DE LA PSICOLOGÍA: PSICOLOGÍA DE LA SALUD Y PSICOLOGÍA CLÍNICA..........27 DD EE FF II NN II CC II ÓÓ NN ,, CC OO NN CC EE PP TT OO SS ,, DD EE SS AA RR RR OO LL LL OO HH II SS TT ÓÓ RR II CC OO YY PP EE RR SS PP EE CC TT II VV AA SS DD EE LL AA PP SS II CC OO LL OO GG ÍÍ AA DD EE LL AA SS AA LL UU DD UU NN II DD AA DD II .. MÓDULO 0503- PSICOLOGÍA TEÓRICA I EL CAMPO GENERAL TEÓRICO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD UNIDAD I. DEFINICIÓN, CONCEPTOS, DESARROLLO HISTÓRICO Y PERSPECTIVAS DE LA PSICOLOGÍA DE L A SALUD DDEELLIIMMIITTAACCIIÓÓNN CCOONNCCEEPPTTUUAALL DDEE LLAA PPSSIICCOOLLOOGGÍÍAA DDEE LLAA SSAALLUUDD YY SSUU RREELLAACCIIÓÓNN CCOONN OOTTRRAASS ÁÁRREEAASS DDEE EESSTTUUDDIIOO Si los capítulos anteriores han estado dedicados a analizar la historia del concepto de salud y de la psicología de la salud con el objeto de conocer las raíces de su identidad, el presente capítulo tiene por objeto delimitar conceptualmente esta disciplina. Para cualquier disciplina, subdisciplina o campo de aplicación que acaba de nacer y desea hacerse un hueco en el saber científico, una de las primeras tareas a realizar es establecer claramente qué es lo específico que aporta tal disciplina respecto a otras ya conocidas con el fin de acotar su campo de conocimientos, de investigación y de práctica y con ello, justificar la necesidad de su existencia. En el caso de la Psicología de la Salud, como disciplina relativamente reciente, este trabajo está todavía en curso, por lo que todavía se pueden oír voces que no entienden por ejemplo, qué puede aportar la psicología de la salud que no aporte la psicología clínica. Por ello, en este capítulo, además de delimitar el concepto de la disciplina de Psicología de la Salud, se establece su relación, en primer lugar, con otras disciplinas o ciencias sociales como la Sociología o la Antropología de la Salud; en segundo lugar, con otros términos o campos afines como la Medicina Comportamental o la Medicina Psicosomática; y, en tercer lugar, con otras áreas de la Psicología y en especial con la Psicología Clínica. Para ello, previamente se expondrá, aunque sea sucintamente, el origen y las características básicas que delimitan tales disciplinas o áreas de estudio. De este modo, la delimitación conceptual de la Psicología de la Salud quedará bosquejada en un primer epígrafe, para después perfilarse totalmente a través del establecimiento de los límites con otras disciplinas en los epígrafes siguientes. 1. EL CONCEPTO DE PSICOLOGÍA DE LA SALUD A la hora de establecer el concepto de la disciplina objeto de este libro quizás sea bueno comenzar por la definición oficial de la misma. En este sentido, como ya se dijo en el capitulo anterior, Matarazzo (1980) propuso la primera definición de la Psicología de la Salud como “el conjunto de aportaciones, tanto de tipo educativo corno científico y profesional, que proporcionan las diversas áreas psicológicas para la promoción y el mantenimiento de la salud, la prevención y el tratamiento de la enfermedad, la identificación de los correlatos etiológicos y diagnósticos de la salud, la enferme dad y sus consecuencias” (pág.8 15). A esta definición, añadió poco después lo siguiente: “así como el análisis y la mejora de los sistemas sanitarios y de la política general de formación sanitaria” (1982, pág.4). Con esta última frase, Matarazzo (1982) intentaba reflejar la posición de un cierto número de profesionales de la psicología de la salud, que además de centrarse en la responsabilidad individual para el mantenimiento de la salud y el bienestar, enfatizaban la necesidad de prestar atención a tos contextos sociales, políticos y económicos de la salud y las conductas de salud (Winnett, 1983; Marston, 1983), especialmente con el fin de reducir los costes huma nos y económicos asociados a determinadas condiciones que se pueden prevenir. De algún modo, ya se ha plasmado en los capítulos anteriores cuál ha sido el decurso de los acontecimientos responsables del nacimiento de la Psicología de la Salud. Resumiendo se puede afirmar que, junto a la aparición del modelo biopsicosicial, los factores que mayormente han posibilitado el afianzamiento de la Psicología de la Salud son muy similares a los que posibilitaron el desarrollo de la medicina comportamental, si exceptuamos los avances en biofeedback. Entre otros son los siguientes (Matarazzo y Carmody, 1983; Krantz, Grunberg y Baum, 1985; Taylor, 1986; Reig, Rodríguez y Miro, 1987; Botella, Ibáñez y Martínez, 1987; Botella, 1996): a) Los cambios experimentados en las causas de mortalidad a lo largo de este siglo en los países occidentales. b) El reconocimiento de una etiología multifactorial de los diferentes problemas médicos. c) Incremento en los gastos de salud, sin que se observe un aumento paralelo en los beneficios obtenidos. d) Énfasis en la prevención y promoción de estilos de vida sanos e) Reconocimiento de la necesidad de una colaboración interdisciplinar f) Creciente reconocimiento entre los profesionales sanitarios de la utilidad de las técnicas comportamentales. g) Apoyo institucional y consideraciones pragmáticas respecto a más pues os de trabajo y más recursos. En cuanto a su objeto de estudio, diversos autores (Singer y Krantz, 1982; y Van Veldhoven, 1990) consideran que, a grandes rasgos, la Psicología de la Salud debe estudiar los mecanismos de relación entre el “comportamiento” y la “salud” (Borda, 1996). De hecho, Krantz y cols. (1985) señalan es puntos de relación entre .ambos aspectos, todos los cuales caerían dentro del ámbito de interés dela Psicología de la Salud: pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado pc Resaltado MÓDULO 0503- PSICOLOGÍA TEÓRICA I EL CAMPO GENERAL TEÓRICO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD UNIDAD I. DEFINICIÓN, CONCEPTOS, DESARROLLO HISTÓRICO Y PERSPECTIVAS DE LA PSICOLOGÍA DE L A SALUD a) La ocurrencia de comportamientos que pueden tener efectos fisiológicos directos que afectan al estado de salud. b) Los estilos de vida y hábitos diarios que pueden hacer peligrar la salud o potenciar la enfermedad a medio o a largo plazo, y c) La forma en que las personas perciben y se enfrentan a la enfermedad, que puede convertir en un factor de facilitación o empeoramiento del proceso. Por otra parte, si nos centramos en cuáles deberían ser las funciones del psicólogo de la salud, de la definición de Matarazzo (1982) se deriva que éste se debe ocupar de: a) La promoción y el mantenimiento de la salud b) La prevención y el tratamiento de la enfermedad c) La identificación de correlatos etiológicos y diagnósticos de la salud, la enfermedad y las disfunciones relacionadas, y d) La mejora de los sistemas de asistencia sanitaria y la configuración de políticas sanitarias. Concretando un poco más, la División de la Psicología de la Salud estableció como objetivos prioritarios de la disciplina los siguientes aspectos (Buela-Casal y Carrobles, 1996): a) Comprender y evaluar la interacción existente entre el estado de bien estar físico y los diferentes factores biológicos, psicológicos y sociales. b) Entender cómo las teorías, los principios y los métodos de investigación psicológica pueden aplicarse para potenciar los enfoques biomédicos en la promoción de la salud y el tratamiento de la enfermedad. c) Comprender la naturaleza de la respuesta de estrés y su importancia en la etiología y el proceso de adquisición de un gran número de problemas de salud. d) Entender cómo los métodos y las técnicas conductuales y cognitivas pueden ayudar a las personas a afrontar y controlar el estrés. e) Desarrollar las habilidades necesarias para diseñar y aplicar programas cuyo objetivo sea crear o aumentar hábitos y estilos de vida personales de salud. f) Comprender las dificultades que experimentan los pacientes al decidir buscar tratamiento para sus molestias y problemas g) Ser consciente del estado y de las condiciones experimentadas por los pacientes en el ámbito hospitalario, así como de los factores que afectan la adherencia a los tratamientos médicos y las fuentes de problemas en lo que a la relación médico-paciente se refiere. h) Entender las diferencias existentes entre los métodos psicológicos y médicos para reducir el dolor y cómo se combinan éstos para mejorar la eficacia del tratamiento. i) Ser conscientes del impacto que las enfermedades incapacitantes y terminales producen en los propios pacientes y sus familiares, y j) Descubrir y entender cómo las técnicas y los principios psicológicos pueden aplicarse para ayudar a los pacientes a afrontar y tratar de controlar las enfermedades crónicas. Tras la lectura de todos estos objetivos, uno podría preguntarse: “pero, ¿cuál es exactamente la identidad de la Psicología de la Salud? ¿qué rasgos la caracterizan y la diferencian de otras áreas de estudio?. Estas preguntas no son fáciles de responder. Sin embargo, el presente capítulo supone un intento de hacerlo. En líneas generales, mi posición al respecto coincide bastante con la de Matarazzo. Este autor (Matarazzo, 1987) se preguntaba hace unos años cuál era la identidad real de la Psicología de la salud, afirmando que se trataba de un campo emergente y que continuaría como tal durante al menos una década más. Dado que ya ha transcurrido ese plazo, parece que tendremos que esperar todavía algo más para saber qué es exactamente lo que estamos haciendo. Como decía, coincido plenamente con Matarazzo (1987), en que los psicólogos de la salud son, primero, psicólogos, y después, especialistas en la salud. “Psicología” es el sustantivo que identifica el sujeto, y “salud”, el adjetivo que describe el cliente, el problema o el lugar en que la psicología es aplicada. Como todos los campos de la psicología, la Psicología de la salud aporta sus propios conocimientos al cuerpo general de la psicología y aplica los principios de la psicología general a un área particular. Por tanto, utilizando palabras del mismo Matarazzo (1987), en mi opinión, “la Psicología de la salud hoy no es más que la aplicación del conocimiento acumulado de la ciencia y profesión de toda la psicología al área de la salud” (pág. 55). En el mismo trabajo, este autor afirma que la Psicología de la Salud no emergerá como una profesión independiente en los Estados Unidos, cuna de esta disciplina, hasta que no haya pasado al menos por los siguientes ocho estadios, estadios que incluso la Psicología clínica todavía no ha pasado y de los cuales, la Psicología de la Salud sólo ha superado hasta el momento los tres primeros: 1) Fundar sus propias asociaciones nacionales e internacionales 2) Establecer revistas propias, además de la de Health Psychology 3) Ser reconocida por profesionales de otros campos de la psicología, en lo que respecta a unos temas de estudio, métodos y aplicaciones distintos de aquéllos. pc Resaltado MÓDULO 0503- PSICOLOGÍA TEÓRICA I EL CAMPO GENERAL TEÓRICO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD UNIDAD I. DEFINICIÓN, CONCEPTOS, DESARROLLO HISTÓRICO Y PERSPECTIVAS DE LA PSICOLOGÍA DE L A SALUD 4) Formación postdoctoral específica y distinta de otros campos como la psicología clínica. 5) Reconocimiento de los Institutos Nacionales de Salud y otras agencias federales de su existencia separada de otras disciplinas 6) Departamentos de psicología de la salud dentro de facultades de medicina, escuelas de salud pública, universidades y hospitales 7) Aceptación por parte de otros psicólogos y por el colegio oficial de que los psicólogos de la salud son expertos que pueden ser diferenciados de los psicólogos clínicos y de otros psicólogos 8) Declaración por parte de la American Borrad of Professional Psychology de que la psicología de la salud es una profesión independiente. Entretanto, parece que el concepto de la Psicología de la Salud actualmente no es algo tan consensuado como pudiera parecer. Para Echeburúa (1993), actualmente el término de psicología de la salud todavía se utiliza al menos en cuatro sentidos muy distintos: a) Como punto de referencia del papel de la Psicología como ciencia y como profesión en la Medicina b) como sinónimo de Medicina Comportamental (Bayés, 1985) c) como sustituto del término Psicología Clínica (Reig, 1989) o d) como un término que comprende y amplía el de Psicología Clínica (Macia y Méndez, 1988). Por mi parte, desearía cerrar este punto trayendo a colación unas palabras de Stone (1990, pág.4) que me parecen muy atingentes a los problemas de identidad de la psicología de la salud en la actualidad, según las cuales: “llevar a cabo una actividad, darse cuenta de que se está realizando tal actividad y dar nombre de acuerdo de tiempo en la vida de las personas y en la historia de la humanidad”. Durante ese tiempo, sólo cabe seguir trabajando y analizando lo que se hace, para lo cual puede ser útil cualquier punto de referencia. En este sentido, creo que el análisis y la delimitación de la Psicología de la Salud respecto a otras áreas de estudio puede arrojar mucha claridad acerca del concepto que buscamos, esto es, de la existencia o no de un campo de estudio propio de la Psicología de la Salud, así como de sus límites. 2. DELIMITACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD RESPECTO A OTRAS DISCIPLINAS O CIENCIAS SOCIALES Antes de entrar a establecer la relación que guarda la psicología de la salud con otras disciplinas o ciencias sociales y de conocer cuál es la historia y cómo surgieron cada una de esas ciencias sociales, sería útil considerar ladefinición y elementos de lo que Stone (1979b) denominó “sistema de salud” (health system). 2.1. Definición y descripción del Sistema de Salud Stone (1979b) define y describe el concepto de “sistema de salud” con el fin de estructurar el posible ámbito de actuación de los psicólogos en la salud. El objetivo principal es proporcionar un marco que permita delimitar qué han hecho hasta el momento los psicólogos en el campo de la salud, qué podrían hacer en el futuro, cómo debe ser su formación para llevar a cabo tales tareas, y de qué aspectos del sistema de salud se han ocupado ya otras disciplinas o ciencias sociales, esto es, cuál es el campo de estudio o trabajo de la psicología de la salud. Según este autor, difícilmente se puede encontrar un concepto cuyo valor positivo sea reconocido más universalmente que en el caso de la salud. Sin embargo, no existe tan gran acuerdo acerca de cuál es el contenido que debería ser incluido en este concepto, es decir, cuándo podemos decir que se tiene o no salud y en qué es posible hacer para mantener o restablecer la salud. Un modo efectivo de acercarse a estas cuestiones fundamentales para la Psicología de la Salud es enmarcar la salud dentro de un “sistema” de constructos y relaciones. “En su definición más amplia, el sistema de salud es el sistema de entidades que afectan a la salud de los seres humanos, entidades cuyo objetivo que las define es proteger, incrementar y restablecer la salud de los humanos” (Stone, 1979b, pág.13). El sistema de salud es algo mucho más que el sistema sanitario, el cual constituye una parte del sistema que trata lo que implican a los agentes de salud y a las metas de salud. Las categorías que forman parte del sistema de salud son cuatro: a) Los agentes de salud Los agentes de salud constituyen entidades que participan en actividades cuyo propósito explícito es la protección, incremento o restablecimiento de la salud. Para Stone (1979b), existen tres clases de agentes de salud: las personas, las organizaciones y las máquinas. pc Resaltado MÓDULO 0503- PSICOLOGÍA TEÓRICA I EL CAMPO GENERAL TEÓRICO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD UNIDAD I. DEFINICIÓN, CONCEPTOS, DESARROLLO HISTÓRICO Y PERSPECTIVAS DE LA PSICOLOGÍA DE L A SALUD Las personas actúan como agentes en el sistema de salud cuando se comportan deliberadamente de un modo dirigido a servir algún propósito del sistema de salud, como por ejemplo, una persona que sigue una dieta para mantener bajos sus niveles de colesterol. Cuando lo hacen, se convierten en los agentes principales del sistema. Un tipo de agentes humanos lo constituyen quienes buscan la salud (health seekers), que incluyen, aunque no se limitan, a los usuarios de los servicios sanitarios. Otro tipo de agentes de salud son los profesionales de la salud, los familiares y otras personas que mantienen una relación significativa con “los que buscan la salud”, los educadores para la salud, administradores de organizaciones de salud, legisladores que promueven legislaciones relacionadas con la salud, e investigadores en el ámbito de la salud. Las organizaciones de salud incluyen grupos informales, colectivos, clínicos, hospitales, gobiernos y, en general, todos los colectivos de individuos que actúan juntos con el propósito de promover la buena salud. Las máquinas, tales como los ordenadores y las máquinas automáticas de pruebas médicas, funcionan como agentes y como recursos del sistema de salud. Se consideran agentes de salud cuando operan sin la supervisión de un humano. En tal caso, un error de la máquina podría ser difícil de localizar por un receptor de salud e incluso por un profesional. b) Las metas, receptores u objetivos de salud (health targets) Son las personas hacia las cuales dirigen los agentes de salud sus actividades con el fin de mejorar su estado de salud. Hay dos grandes tipos: los pacientes, que reciben un cierto cuidado para restablecer su salud; y las personas en riesgo. El mismo individuo puede ser, y suele serlo, al mismo tiempo,”buscador de salud” y receptor u objetivo de salud. El individuo siempre es la meta o el receptor de su propia conducta de búsqueda de salud, pero la misma persona puede ser la meta u objetivo de otros agentes de salud. Por otro lado, la persona que es inconsciente o incompetente a causa de la edad, discapacidad u otras razones para cuidar de su salud, puede ser meta, pero no agente. Aquí se crea la cuestión de hasta qué punto los profesionales de la salud deben presionar a los receptores de salud para que pasen a ser sus propios agentes o no, o la cuestión de si los agentes sociales deberían dirigirse a las personas como agentes o como receptores. El grado en que los agentes sociales reconocen la autonomía, competencia y responsabilidad del otro es el grado en que les reconocen como agentes de salud. c) Los riesgos para la salud (health hazards) Son aquellas cosas cuyo impacto sobre la capacidad de los receptores de salud para funcionar efectivamente intentan disminuir los agentes de salud. Los riesgos para la salud toman muchas formas: toxinas, estresores, defectos en herramientas de trabajo, actividades de otras personas u organizaciones... d) Los recursos de salud (health resources) Incluyen todas aquellas entidades que son utilizadas por los agentes de salud en el curso de sus actividades. Según Stone (1979b), conviene considerarlas aparte de los agentes de salud, ya que en muchas ocasiones el trabajo de los agentes está dirigido completamente a crear o mantener recursos de salud. En el capítulo de recursos de salud entrarían a formar parte aspectos tan variados como el conocimiento y las habilidades técnicas (y por tanto, formación de profesionales de la salud), herramientas y máquinas, sustancias terapéuticas, el tiempo no recompensado que emplean los agentes de salud sus actividades, las leyes o normativas, las organizaciones de salud... Según Adler y Stone (1979), el sistema de salud ha existido y funcionado desde mucho antes que los profesionales y científicos sociales intentaran describirlo y comprender su funcionamiento. Analizando el trabajo proveniente de distintas ciencias sociales en el análisis del sistema de salud, el investigador se encuentra con una constante: los científicos sociales de todas esas disciplinas se encontraban trabajando en el ámbito del sistema de salud mucho antes de que comenzaran a organizarse y tener conciencia como disciplina. Siguiendo el trabajo de Adler y Stone (1979), aquí se hará un análisis de tres disciplinas, la Sociología Médica, la Antropología Médica y la Economía de la Salud por tener una tradición académica similar a la de la psicología a pesar del reconocimiento de otras que también han realizado contribuciones significativas en el ámbito de la salud, como la política de la salud, epidemiología, la geografía médica o la ecología humana. En el capítulo de Adler y Stone (1979), estos autores también incluyen en su análisis a la Política de Salud, si bien al autor de este libro le parece algo forzada la justificación para incluirlo aquí. 2.2. La Sociología Médica: origen, características y ámbito de estudio Se puede encontrar desde la antigüedad hechos que relacionan la salud con factores sociales y culturales, si bien, la Sociología Médica no MÓDULO 0503- PSICOLOGÍA TEÓRICA I EL CAMPO GENERAL TEÓRICO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD UNIDAD I. DEFINICIÓN, CONCEPTOS, DESARROLLO HISTÓRICO Y PERSPECTIVAS DE LA PSICOLOGÍA DE L A SALUD emergió como un campo organizado hasta la década de los 40 y de los 50 (Olsen, 1975). Haciendo un breve repaso por los antecedentes de la disciplina (Rosen, 1972), podemos encontrar las siguientes aportaciones. En el año 1879, John Shaw Billings relacionó el estudio de la higiene con el de la sociología. En 1894, John Mclntire estableció la primera definición de la sociología médica en términos semejantes a loque hoy día constituye esta disciplina: “la ciencia del fenómeno social de los médicos en sí mismos como una clase aparte separada; y la ciencia que investiga las leyes que regulan la relación entre profesión médica y la sociedad humana en su conjunto; tratando la estructura de ambas, cómo se llegó a las condiciones actuales, cómo ha afectado progreso de la civilización y, en general, cualquier cosa relacionada con el tema” (pág.425-426). Una vez iniciado el siglo XX, los primeros antecedentes de la sociología médica los constituyeron trabajos que giraban en torno a la Medicina Social y al Bienestar Social. En 1910, James Warbasse publicó el libro Medical Sociology, que defendía una variedad de medidas de reforma en relación con la salud. En el mismo año, la American Public Health Association formó una sección en Sociología. Sin embargo, sus miembros no eran sociólogos sino médicos y trabajadores sociales preocupados por la salud y los problemas sociales. Hasta los años 40, fueron relativamente numerosos los trabajos sobre medicina y bienestar social, como reflejo del gran énfasis político en los programas dirigidos a combatir la pobreza y la enfermedad. En contraste con el interés aplicado de la Medicina Social, a finales de la década de los 40, la Sociología Médica se estableció como una disciplina académica, cuyo desarrollo se vio impulsado por el fortalecimiento y extensión de los National Institutes of Health y el establecimiento del National Institute of Mental Health (Hollingshead, 1973). Los primeros sociólogos médicos destacables fueron académicos de la Sociología General, con intereses no restringidos al ámbito médico, siendo especialmente notables las figuras de Talcott Parsons, Everett Hugues, Robert Merton y August Hollmgshead. Así, la obra de Parsons sobre la medicina como una institución social y la consideración de la enfermedad como una desviación formaba parte y era una ilustración de una teoría sociológica más general. Merton habló de la medicina como un ejemplo de una profesión en una obra más general sobre las distintas profesiones. La obra de Hugues se enmarca en el ámbito de la sociología ocupacional. Y, por último, el mayor interés de Hollingshead se centraba en las clases sociales. En cualquier caso, y como es de suponer, los primeros centros de formación en sociología médica se crearon alrededor de estos autores y en las décadas de los 40 y 50, esta formación tenía lugar en cuatro grandes departamentos: en la Universidad de Columbia, Harvard, Yale y Chicago, cada uno con su propia orientación teórica. Así, Harvard donde trabajaba Parsons siguió una perspectiva estructuralista-funcionalista; Chicago, la orientación del interaccionismo simbólico. El primer programa de doctorado en Sociología Médica se impartió en Yale en 1954, en 1965 había 15 programas y en 1972, 39 programas en Estados Unidos y Canadá. También el número de publicaciones se disparó en pocos años, a partir de los años 40 y 50. En la revisión realizada por McCartney (1970), en el período comprendido entre 1895 y 1904, la sociología de la medicina ocupaba el noveno lugar entre los tópico de las publicaciones de sociología, con un 3.1% de los artículos; en 1955, el cuarto lugar con un 7.5% de los artículos. Según Bloom (1976) dos hechos motivaron la creciente profesionalización de la sociología médica en los años 50. Por un lado, la colaboración de los sociólogos médicos con investigadores médicos en investigaciones a gran escala. Por otro lado, la creación de puestos de trabajo a tiempo completo para sociólogos en instituciones médicas, además de en los departamentos universitarios. De este modo, el número de sociólogos médicos que trabajaban en facultades de medicina y de salud pública en los Estados Unidos pasó de 34 en 1957, a 96 en 1961 y 218 en 1965. A nivel institucional, en 1955 se creó una comisión informal dentro de la American Sociological Association y en 1959 se constituyó una Sección de Sociología Médica. En 1960 comenzó a publicarse la primera revista oficial de la Sección, el Journal ofHealth and Human Behavior que después cambió su nombre por el de Journal of Health and Social Behavior. En 1970, la Sección de Sociología Médica era ya una de las secciones más numerosas y activas de la American Sociological Ássociation y ha seguido creciendo hasta la actualidad, impulsada por la evidencia cada vez mayor de que las gran des mejoras en la salud pública no se derivan de los hallazgos en los laboratorios, sino de los cambios de comportamientos en la población. Una de las características de la Sociología Médica, al igual que su disciplina “madre”, es el amplio espectro de temas que trata, así como la diversidad de enfoques teóricos y metodológicos que hacen imposible hablar de una sola orientación o perspectiva integrada. Aún así, existen MÓDULO 0503- PSICOLOGÍA TEÓRICA I EL CAMPO GENERAL TEÓRICO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD UNIDAD I. DEFINICIÓN, CONCEPTOS, DESARROLLO HISTÓRICO Y PERSPECTIVAS DE LA PSICOLOGÍA DE L A SALUD tres supuestos básicos sobre los que descansa la disciplina (Twaddle y Hessler, 1977): 1. Existe una estructura social y la conducta social se encuentra organiza da en mayor o menor grado. 2. El nivel social, esto es, el estudio de los colectivos, es el más útil para el análisis de los fenómenos y el estudio de los individuos por separado no puede explicar estos fenómenos en su globalidad. 3. La estructura social impone restricciones tanto a los individuos como a los grupos. Al igual que la sociología general, la sociología médica está interesada por las relaciones y los procesos sociales y su base teórica es necesariamente la que proviene de la sociología general. Las actividades de los sociólogos médicos cubren áreas diversas como la organización social, la conducta desviada, el control social, la socialización y otras. Su metodología también es variada, desde los estudios epidemiológicos a gran escala y los análisis cuantitativos, hasta la observación participante centrada en un único grupo de personas y acercamientos cualitativos. Aunque resulta difícil resumir los aspectos tratados desde la sociología medica por su diversidad, Kendall y Merton (1958) identificaron cuatro áreas. La primera es la etiología social y la ecología de la enfermedad, que mantiene puntos de contacto con la epidemiología, pero, considera variaciones en las definiciones de salud y enfermedad, así como la incidencia de la enfermedad entre distintos grupos sociales. La segunda área es el estudio sociológico del tratamiento y la recuperación, incluyendo la consideración del apoyo social en la enfermedad. La tercera área es el estudio de la organización institucional de la salud. Y, por último, el área más reciente que estaba surgiendo en el momento en que Kendall y Merton elaboraron su trabajo es la sociología de la educación médica. Veinte años después del trabajo de estos autores, Mechanic (1978) en su libro sobre Sociología Médica identificaba 22 áreas de estudio en la disciplina (excepto las tres últimas podrían incluirse en las categorías de Kendall y Morton): (1) la distribución y etiología de la enfermedad; (2) las influencias sociales en los patrones de mortalidad; (3) epidemiología social; (4) fuentes y efectos del estrés social en la enfermedad; (5) correlatos sociales de los problemas psiquiátricos (psiquiatría comunitaria); (6) respuestas sociales y culturales a la salud y la enfermedad; (7) utilización de los servicios sanitarios; (8) medidas de salud pública para cambiar la conducta y el entorno social de modo que mejore la salud; (9) nuevas tecnologías para modificar las conductas relacionadas con la salud; (10) problemas psicológicos en la búsqueda y respuesta a los cuidados médicos y respuestas de éstos a esos problemas; (11) aspectos socioculturales del cuidado médico, especialmente la organización de los sistemas sanitarios; (12) organizaciónde la práctica médica; (13) organización del hospital; (14) organización de las ocupaciones sanitarias; (15) organización de profesiones sanitarias no médicas como enfermería y farmacia; (16) organización de los servicios comunitarios de salud; (17) cambios en el cuidado sanitario en relación con los cambios en el contexto económico y sociocultural; (18) comparaciones internacionales de los sistemas de salud; (19) aspectos legales y éticos implicados en el cuidado sanitario, la introducción de nuevas tecnologías y la investigación médica; (20) el análisis de supuestos de los modelos económicos de cuidado sanitario; y (21) gestión y políticas de salud. Una de las primeras descripciones hechas de la sociología médica, con sus diferentes acercamientos, es todavía una de las más útiles a la hora de estudiar su campo de estudio. Se trata de la distinción realizada por Robert Strauss (1957) (y dentro de la cual podrían caber las áreas señaladas por Mechanic), entre la Sociología en Medicina y la Sociología de la Medicina. Según este autor, la Sociología en Medicina se ocuparía de estudiar las cuestiones en las que la profesión médica en sí misma está interesada, cuestiones relativas a la solución de problemas esencialmente médicos como por ejemplo, la distribución social de determinadas enfermedades. En contraste, la Sociología de la Medicina, desde una perspectiva más externa, examinaría factores tales como la estructura organizacional, las relaciones de rol, los sistemas de valores, rituales, y funciones de la medicina como un sistema. Según Strauss (1957) estos dos tipos de sociología médica serían incompatibles para un mismo investigador ya que requerirían una formación y perfil profesional distintos. Así, la sociología en medicina requiere buenas relaciones de colaboración con el personal sanitario, mientras que la sociología de la medicina se beneficia más de una perspectiva independiente. Como el mismo Strauss señaló “El sociólogo de la medicina puede perder objetividad si se identifica demasiado con la docencia médica o la investigación clínica, mientras que el sociólogo en medicina arriesga una buena relación si intenta estudiar a sus colegas” (Strauss, 1957, pág.203), consejo que podría considerarse también útil para los psicólogos de la salud. Hasta el momento y siguiendo la distinción de Strauss, la mayoría de investigación en sociología médica se ha realizado en la vertiente de pc Resaltado MÓDULO 0503- PSICOLOGÍA TEÓRICA I EL CAMPO GENERAL TEÓRICO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD UNIDAD I. DEFINICIÓN, CONCEPTOS, DESARROLLO HISTÓRICO Y PERSPECTIVAS DE LA PSICOLOGÍA DE L A SALUD sociología en la medicina. Según Freidson (1970), la mayoría de estudios realizados versan sobre correlatos de enfermedad, utilización de los servicios sanitarios y aspectos de la conducta de los pacientes o de los futuros pacientes, considerando esto como una muestra de por dónde es probable que se decante la disciplina en un futuro. En una revisión de Gold (1977) respecto a los trabajos presentados en el Journal of Health and Social Behavior desde 1960 a 1976, este autor encontró que un 60% de los artículos se centraban en las características de los pacientes, lo que consideró un sesgo médico, defendiendo la necesidad de una mayor autonomía e independencia en el trabajo futuro de los sociólogos dentro de las instituciones sanitarias. Este aspecto parece ser una de las actuales preocupaciones de los sociólogos de la salud en su actividad profesional. 2.3. Antropología Médica: Origen, características y ámbito de estudio Al igual que se comentaba en el caso de la sociología médica, los antropólogos comenzaron a trabajar en el ámbito de la salud mucho antes de que tuvieran conciencia de una nueva especialidad. La primera revisión realizada por un autor respecto a las contribuciones de la Antropología al campo de la salud, fue realizada por Caudhill en 1953. En su capítulo titulado “Applied Anthropology in Medicine “, Caudhill afirmaba “Casi todos los antropólogos desde el final del siglo XIX han incluido, demasiado a menudo de paso, alguna referencia a la medicina o la enfermedad en sus monografías” (Caudhill, 1953, pág.772). Con anterioridad a este autor, se habían realizado muy pocos trabajos transculturales significativos de datos etnográficos relacionados con la medicina. Especialmente importante fue una serie de siete artículos sobre “medicina primitiva” escritos por el historiador, médico y antropólogo Erwin Ackerknecht, y que aparecieron entre 1942 y 1947. Esta serie de trabajos tuvo una gran influencia y estimuló a muchos otros antropólogos a interesarse por el tema de la enfermedad y la curación como aspectos importantes de una cultura. Así, si en la revisión del capítulo de Caudhill se citaron 200 trabajos, en la revisión posterior de Polgar (1962) titulada “Health and human behavior: areas of interest common to the social and medical sciences” más de 500 trabajos fueron citados. Un año más tarde, en 1963, Scotch publicaba otra revisión de trabajos (añadiendo más de 100 estudios a la revisión de Polgar) en cuyo título se explicitaba por vez primera el nombre de “Medical Anthropology“. En 1968 comenzó a publicarse el Medical Anthropology Newsletter. En 1969, se constituyó la Society for Medical Anthropology. En 1970 Von Mehring y Kasdan editaron un libro en el que eran frecuentes las afirmaciones respecto a la relación entre la antropología y las ciencias de la salud. Y en 1977 el Social Science and Medicine creó una sección dedicada al ámbito de la Antropología Médica. Analizando la corta historia de la Antropología Médica podría decirse que en el tiempo que ha transcurrido desde 1953, con el trabajo de Caudhill hasta la década de los 70 se ha producido el proceso de independencia de su disciplina “madre”, la antropología, para constituirse en una especialidad parcialmente distinta. Según Weidman (1971), los estadios de su emergencia fueron los siguientes: 1. Primero, la antropología médica era un área teórica desarrollada de una antropología general que analizaba la salud, la enfermedad y los sistemas médicos desde una perspectiva tanto evolucionista como transcultural. 2. Después pasó a ser un campo aplicado que utilizaba los conceptos de la antropología general para el análisis de nuestro sistema médico occidental. 3. En tercer lugar, un campo teórico muy especializado que integraba conceptos de algunas ramas de la antropología y una rama de la medicina. 4. En cuarto lugar, un área teórica que llega a ser capaz de hacer contribuciones importantes a la teoría de la antropología general. 5. Por último, un área que resulta de la integración y síntesis de conceptos oncológicos y médicos. Según Adler y Stone (1979), estos estadios no habría que verlos como sucesivos (como propuso Weidman) sino como nuevas etapas que se van incorporando en un cuerpo teórico cada vez más complejo. Por lo que respecta a las características definitorias del acercamiento antropológico, y en concreto de la antropología médica, se puede hablar de grandes ramas, correspondientes de alguna manera con la división existente en la disciplina “madre” entre antropología física y biológica por un lado y antropología social y cultural por otro. Los antropólogos que han abajado en el ámbito de la medicina, por lo general lo han hecho más desde el ámbito de la antropología social que desde la biológica. La diferencia estriba en el tipo de acercamiento. Los antropólogos biológicos estudian desde una perspectiva “etic” (como observadores externos) las actividades adaptativas de una cultura que moviliza sus recursos para hacer frente a sus necesidades. Los antropólogos sociales intentan desde una perspectiva “emic” comprender el significado de la interacción entre el agente de salud y el receptor o meta de salud. La distinción etic/emic hace referencia a lo pc Resaltado MÓDULO 0503- PSICOLOGÍATEÓRICA I EL CAMPO GENERAL TEÓRICO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD UNIDAD I. DEFINICIÓN, CONCEPTOS, DESARROLLO HISTÓRICO Y PERSPECTIVAS DE LA PSICOLOGÍA DE L A SALUD Comportamental frente a lo fenomenológico o a lo objetivo frente a lo subjetivo. A la antropología social le interesa en primer lugar la cultura y utiliza como método la etnografía que implica registrar y describir los conceptos clave de distintos aspectos de la cultura, intentar entender los pensamientos de las personas, documentarse en el legado de explicaciones míticas, literatura popular o transmitida oralmente, ritos en la religión y la medicina, ceremonias sociales y políticas... El resultado de tal análisis es una etnología o historia de un pueblo y sus costumbres. De este modo, los antropólogos buscan una comprensión holística de los patrones de conducta de una comunidad humana, desde una perspectiva normativa, atendiendo especialmente a los significados que las personas otorgan a sus conductas y a la relación entre distintas esferas de la vida de esas personas, como la religión, la salud, la procreación... Más que ningún otro científico social, los antropólogos han sentido siempre la profunda obligación ética de mantener en el mínimo el impacto de su presencia en una cultura dada. Aún así, se puede hablar de dos tendencias frecuentes: 1. Por un lado, los antropólogos médicos tienden a ser personas que observan y describen más que personas que hacen, al menos hasta hace unos años cuando comienza a ser más frecuente la demanda de antropólogos que asesoran en otros países acerca de cómo adaptar los sistemas sanitarios que han funcionado bien en su país de origen a otros donde la realidad sociocultural es distinta. 2. Por otro, tienden a identificarse con las personas que estudian. Foster (1976) ha identificado tres supuestos que han guiado secuencialmente la ayuda americana en los programas de salud para los países en vías de desarrollo. En un principio, con anterioridad a la colaboración de los antropólogos se partía de la idea de que los métodos curativos y de prevención americanos serían eficaces en cualquier lugar y que serian bien aceptados por cualquier persona. Cuando se evidenció que esto no era así, el movimiento internacional de salud pública adoptó la idea de que los programas tendrían más éxito si tenían en cuenta el contexto cultural de quienes iban a recibir el programa. Para ello se pidió la colaboración de los antropólogos quienes pronto percibieron que, aún con todo, se mantenía la idea de que los métodos occidentales eran superiores a los de otras culturas, una idea que por lo general solía provocar bastante rechazo entre los profesionales antropólogos. Stein (1977, pág.16) ha llegado a decir que “los antropólogos han sido absolutamente fóbicos respecto a la medicina occidental por su orientación curativa y deshumanizadora. Finalmente, la tercera premisa ya provino de los mismos antropólogos quienes defendieron que incluso los programas médicos y de salud pública con más éxito en los países en desarrollo requieren el conocimiento de los factores sociales, culturales y psicológicos inherentes en las nuevas organizaciones y sus profesionales. Como se ha dicho antes, los antropólogos médicos son principalmente antropólogos sociales y culturales que utilizan como método casi exclusivo la descripción etnográfica, al principio de los sistemas culturales tradicionales en lo que respecta al ámbito de la enfermedad y su curación y más recientemente en nuestra propia cultura occidental. A la hora de agrupar el tipo de trabajos o el ámbito de estudio de la antropología médica, no existe gran acuerdo en cuanto a la clasificación realizada por los grandes autores que han elaborado revisiones sobre el campo, como son Caudhill (1953), Polgar (1962), Scotch (1963), Fabrega (1972), Lieban (1973) y Colson y Selby (1974). Sin embargo, en general se puede hablar de tres grandes grupos o tipos de trabajos: la etnomedicina, la epidemiología y ecología médica y el cambio y contacto cultural (Adler y Stone, 1979): 1. Por lo que respecta a la Etnomedicina, su interés principal se centra en la descripción de las concepciones que las personas tienen acerca de la salud y la enfermedad, así como de los comportamientos o medidas que llevan a cabo para curar sus enfermedades. También estudia la explicación que determinada cultura otorga a determinadas enfermedades (tanto las enfermedades que tienen un referente biológico objetivo, como las que sólo existen en esa cultura, como el “susto” (Fabrega, 1972)), especialmente la explicación en torno a la etiología de la enfermedad, como la teoría del “caliente-frío”, frecuente en gran parte de Latinoamérica. Otro aspecto que interesa a la etnomedicina es el comportamiento de los sanadores o curanderos en las culturas sin tradición escrita, su selección y formación y la eficacia de sus tratamientos. En este sentido, resultan frecuentes los estudios de caso sobre cuestiones que van desde el etiquetamiento de la enfermedad, pasando por la búsqueda de ayuda, hasta el tratamiento y la recuperación. Así, en la comunidad maya de Guatemala donde el sistema de creencias enfatiza la importancia del equilibrio entre lo caliente y lo frío, existe un gran interés por la prevención del enfriamiento (Lieban, 1973). Kleinman (1975) es uno de los autores más destacados en este campo, conocido también por la descripción de episodios de enfermedad en nuestra cultura, en los que se aprecia bien la relación entre creencias y comportamientos relacionados con la salud. Por último, algunos profesionales de la etnomedicina trabajan en torno a la matriz sociocultural dentro de la cual tienen lugar las prácticas de salud, las pc Resaltado MÓDULO 0503- PSICOLOGÍA TEÓRICA I EL CAMPO GENERAL TEÓRICO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD UNIDAD I. DEFINICIÓN, CONCEPTOS, DESARROLLO HISTÓRICO Y PERSPECTIVAS DE LA PSICOLOGÍA DE L A SALUD interrelaciones entre las conductas relacionadas con la salud y otras preocupaciones culturales, así como la coexistencia de sistemas alternativos de cuidado de la salud, en la mayoría de los casos, el tradicional y el occidental. Se han realizado algunos trabajos para intentar comprender la relación de nuestro propio sistema sanitario y nuestras creencias culturales, aunque la mayoría de trabajos con este enfoque han sido realizados por sociólogos más que por antropólogos. 2. La Epidemiología y la Ecología Médica son otros temas relevantes que aparecen en todas las revisiones que se han hecho sobre antropología médica. Los trabajos en este terreno suelen estar encabezados no sólo por antropólogos sociales, sino también por antropólogos biológicos. Los primeros suelen ver la epidemiología sobre todo como un examen de la distribución geográfica y cultural de las enfermedades, con el fin de demostrar el impacto de los factores sociales en la salud o enfermedad de los pueblos, como por ejemplo, el impacto de determinadas prácticas culturales o del mismo estrés que resulta de la ruptura de las culturas tradicionales y de la urbanización, sobre las enfermedades crónicas, psicológicas, alcoholismo y suicidio. Por contra, los antropólogos que siguen una orientación más biologicista tienden a ver la epidemiología como la fuente de información sobre las perturbaciones ambientales y las amenazas a los sistemas adaptativos de la comunidad humana. También les interesa, por tanto, como a los antropólogos sociales, el impacto de los cambios en sistemas bien adaptados. Sin embargo, no se sienten tan interesados por el impacto de la conducta en la enfermedad y menos por la significación que se le da al estrés derivado de los cambios culturales, sino por la capacidad de adaptación de los humanos frente a los problemas provenientes del entorno. Una buena revisión de este enfoque se puede encontrar en Haas y Harrison (1977). Por su parte, la Ecología Médica
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