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TEMPLO ANGLICANO DE SAN JUAN BAUTISTA – BS AS – Richard Adams (1820) Aspectos contextuales: La Catedral Anglicana se construyó sobre los terrenos del antiguo cementerio de Nuestra Señora de la Merced, donados por el entonces gobernador Juan Manuel de Rosas. Un pasillo interior vinculaba a las dos iglesias, símbolo de confraternidad cristiana presente en la Ciudad desde los inicios de la organización nacional. La comunidad anglicana empezó a organizarse con residentes ingleses a partir de 1830 y poco tiempo después, en 1831, iniciaron la construcción de San Juan Bautista sin consagración episcopal y financiada por el gobierno británico. Aspectos funcionales: Es el templo no católico más antiguo de Sudamérica y ejemplo histórico de la diversidad religiosa en Buenos Aires y de la ley de libertad de cultos promulgada por el Gobierno de Bernardino Rivadavia en 1830. Desde el año 2000 el templo fue declarado monumento histórico nacional. Aspectos espaciales: Su organización interior corresponde al típico basilical con estructura alquitranada y techos planos, consta de tres naves separadas entre ellas por columnas corintias. Posee simetría en su fachada, y centralización en el acceso, se perfila la entrada a través del pórtico hexástilo de orden dórico y con la jerarquización de una escalinata. Aspectos formales: En su interior se destaca la influencia de la época victoriana con ventanales con vitrales de gran belleza, un excelente órgano de época y paredes adornadas con monumentos. Las ventanas laterales cuentan con arcos de medio punto. Es monumental y monocromático, la ausencia de color exterior (todo blanco), la simetría entre sus columnas, la utilización de frontis triangular y la utilización de modelos son principios fundamentales para considerarlo un diseño clásico. Aspectos tecnológicos: Presenta un pórtico hexástilo de orden dórico, cuyo muro interior solo presenta en su tratamiento una puerta central de regulares dimensiones y tres ventanas altas con arcos de medio punto. PORTICO DE LA IGLESIA CATEDRAL BUENOS AIRES – Prospero Catelín Aspectos contextuales: Cuando Juan de Garay vino desde Asunción a fundar la ciudad de la Trinidad, acto que tuvo lugar el 11 de junio de 1580, destinó para la iglesia mayor o catedral el mismo cuarto de manzana que ocupa hoy en día. Se encuentra ubicada en la intersección de la calle San Martín y la avenida Rivadavia, del barrio porteño de San Nicolás, en frente a la Plaza de Mayo. Aspectos funcionales: La Catedral Metropolitana de Buenos Aires es el principal templo católico de Argentina. Fue declarada monumento histórico el 21 de mayo de 1942. Aspectos espaciales: La fachada de la catedral presenta un pórtico hexástilo con macizas columnas corintias. El uso del orden no se ajusta estrictamente a los lineamientos clásicos dado que, las columnas se angostan muy rápidamente, el frontón y las metopas no presentan la decoración esculpida que correspondería, los triglifos no tienen relación exacta con las columnas y, en el centro de la fachada la separación entre columnas es mayor que la que impondría un clasicismo más estricto. El muro de la fachada presenta una única puerta central y tres ventanas con arcos de medio punto. Aspectos formales: Pasados los años, independizado ya el país de España, el gobierno de Martín Rodríguez en la persona de su ministro Bernardino Rivadavia puso un gran interés en la conclusión de las obras de la catedral. Al respecto, se sabe con certeza que las del frontis se comenzaron el mes de enero de 1822. Se dice que el encargado de terminar, el francés Próspero Catelin, al levantar la columnata del frontis. Las doce columnas, número con el que quiso representar a los doce apóstoles, se concluyeron en 1823, aunque sin capiteles y sin las esculturas del tímpano. Las columnas se revocaron tardíamente, en 1862, y ese mismo año, el escultor francés Dubordieu realizó esculturas del tímpano en que representa al encuentro de José y sus hermanos, alusión al encuentro de los argentinos después de la batalla de Pavón en 1861. Las columnas son de orden corintio. Efectivamente, dotar al edificio de este tipo de fachada de carácter templario y de amplias resonancias evocativas de la Antigüedad, en el momento mismo que el gobierno ha encarado una reforma religiosa, es por cierto un acto de ruptura. Más aún si le sumamos el motivo central del nuevo programa de inspiración laica: la superposición al significado religioso original de la catedral, de la función de templo votivo dedicado a los ejércitos de la Independencia. Este carácter sincrético, entre monumento a las victorias militares y templo católico, es tal vez lo que explica la ausencia de decoración religiosa en la fachada y la voluntad de las autoridades de la Iglesia. Aspectos tecnológicos: Las paredes están estucadas con una mezcla de yeso, mármol pulverizado, cal y adornadas con la técnica del dorado. El interior continúa la tipología del arte cristiano, es decir, arquitrabes y techos planos y mayor elevación de la nave central. Los altares son de mármol blanco de carrara, las columnas son de orden corintio con capitel y base de bronce y fustes trabajados con varios tonos de mármol. La iglesia posee una nave central cubierta de una bóveda de cañón corrido y dos laterales más angostas y más bajas separadas mediante columnas. El altar Mayor se impone en el centro como el punto más destacado cubierto por una cúpula que apoya sobre un tambor circular. RECOVA VIEJA DE BUENOS AIRES – Juan Bautista Segismundo (1802-1804) Aspectos contextuales y funcionales: La Recova de Buenos Aires denominada en su época Recova de la Carne fue un edificio situado en la Ciudad de Buenos Aires que dividió las plazas de la Victoria y del Fuerte. Su construcción comenzó en el año 1802 y desde entonces y hasta su demolición en 1883 sirvió como sitio de venta de mercaderías para la provisión de los vecinos de la ciudad. En el año 1774, fue planteada su construcción por entonces gobernador interino de Buenos Aires, Juan José de Vértiz y Salcedo, con el fin de suplantar el improvisado mercado que se montaba diariamente sobre la Plaza del Fuerte (antiguo solar de los Jesuitas y actual mitad este de la Plaza de Mayo) y que sirviese como sitio de venta de mercaderías. En 1801, a poco de asumir, el virrey del Pino introduce algunas modificaciones y da su visto bueno a dos importantes proyectos civiles que comenzarán a realizarse en el siguiente año: La construcción del muelle sobre el Río de la Plata y la construcción de la Recova (llamada en la época Recova de la Carne). Durante su primer año de gestión como intendente de la ciudad federalizada, Torcuato de Alvear —en el contexto de una gran cantidad de obras destinadas a la sanidad y el embellecimiento urbano— decide la demolición de la Recova que se da en el año 1884. Tras la expropiación de la misma, encarga al arquitecto Juan Antonio Buschiazzo las tareas de demolición, la unificación de las plazas y el traslado de la Pirámide de Mayo desde su ubicación primitiva, frente al Cabildo a la altura de la Catedral, hasta donde se encuentra actualmente, sobre el eje imaginario de la antigua recova. Los trabajos de demolición comenzaron el 25 de mayo de 1883, fueron llevados adelante por una legión de obreros y se terminaron al día siguiente. Aspectos formales: la Recova Vieja constaba de dos alas simétricas con una larga fila de arcos de medio punto y pilastras en fajas verticales. En la parte superior, la azotea, tenía una terraza, protegida por una baranda de hierro y adornada por trechos con jarrones de material. El arco central, llamado, en la época,de los virreyes, de estilo dórico, con entablamento adornado con triglifos y metopas, era una especie de rústico arco de triunfo de moda en Europa por aquel tiempo. Techado con tejas, constaba de una gran arcada de medio punto y otros cuatro arcos laterales de menos tamaño, soportados por grandes pilastras y, en su parte superior coronado por adornos con forma de perilla. Aspectos tecnológicos: Se construyeron dos alas de doble filas de cuartos que presentaban hacia el exterior once arcos de medio punto por lado. Como novedad para la época, la totalidad de los muros fue construida con ladrillos de molde. El año siguiente, en 1804, se construyó el gran arco (Arco de los Virreyes) que permitió unir las dos alas, completando así el proyecto original de estilo neoclásico. CATEDRAL NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED (IGLESIA DE CHASCOMUS) – Felipe Senillosa 1832- 1847 Aspectos contextuales: En el año 1832 una comisión de vecinos, entre la que se destacó el general Eustoquio Díaz Vélez, encargó al ingeniero Felipe Senillosa la elaboración de los planos del nuevo edificio de la Iglesia Nuestra Señora de la Merced, que fue construido en el emplazamiento actual, calle Lavalle entre Sarmiento y Mitre (el lugar más alto de Chascomús), en 1849, y refaccionado posteriormente. Aspectos funcionales: El templo que comenzó siendo una humilde capilla, se transformó en lo que hoy es la Iglesia Catedral. En época de enfrentamiento entre unitarios y federales, este lugar se utilizó como” cárcel de presos políticos”, siendo uno de los detenidos Vicente Casco, acusado de colaborar en el levantamiento del año 1839. Aspectos espaciales: Lindero al templo, está ubicado el Ateneo Parroquial, donde funcionan oficinas, un salón de usos múltiples, dormitorios para huéspedes y las habitaciones del párroco. El lugar sería el del antiguo cementerio, lugar más alto de Chascomús. La entrada se encuentra enfatizada por las dos torres, y una escalinata que abre paso a un pórtico con cuatro columnas y un frontis triangular. Aspectos formales: Es de estilo postcolonial; tiene un pórtico con cuatro columnas, enmarcado por dos torres, una es el campanario, la otra tenía un reloj. IGLESIA DE SAN JOSE DE FLORES BS AS – Felipe Senillosa (1830) Aspectos contextuales y funcionales. El 31 de mayo de 1806 impartía la construcción de la parroquia nueva de San José de Flores, cuyos límites eran: al Norte las actuales calles Congreso y Cabildo, al Sur el Río Matanza, al Este las actuales calles La Rioja y Ecuador, y al Oeste las inmediaciones del pueblo de Ramos Mejía. El afamado ingeniero español Felipe Senillosa (1783-1858), autor de los planos, tomó con agrado la dirección de la obra en forma totalmente gratuita. Al aumentar la población con la llegada del ferrocarril, el viejo templo resultaba pequeño, pero más que nada desentonaba en un ambiente de franca euforia modernista, donde acaudaladas familias de la ciudad habían construido suntuosas casaquintas y cuidados jardines. Se lo demolió en 1879 para construir en su lugar la basílica actual. Aspectos espaciales: Mientras las iglesias anteriores se habían erigido en un costado sobre la calle Rivera Indarte, el templo de Senillosa ocupaba un lugar de privilegio en el centro de la manzana frente a la plaza, sobre el Camino Real, mirando al norte. Un templo de modestas dimensiones, bien proporcionado, se accedía por un armonioso pórtico hexástilo de columnas toscanas, tras del que se seguían dos campanarios gemelos, bajos y cilíndricos con pilastras toscanas y delicadas cúpulas que acentuaban el frontón y así jerarquizaban la entrada. Aspectos formales: La iglesia tenía un largo de 36 metros por 15 de ancho y una altura de 8. Dos líneas de pilastras, divididas por arcos, separan el centro de las naves laterales; un baptisterio, dos sacristías, dos torres y un pórtico de seis columnas daban gran belleza al conjunto. El altar mayor fue realizado con sobras del de la Catedral, valiosas tallas esculpidas por Isidoro Lorea que se adaptaron en forma armónica. Con los años se hicieron necesarias periódicas refacciones, y en 1858 se colocó un reloj en una de sus torres por cuenta de la Municipalidad, que daba la hora oficial del pueblo. TEATRO SOLIS - URUGUAY – Carlos Zucchi (1842-1856) Aspectos contextuales: El 25 de junio de 1840 se conforma en Montevideo una sociedad de accionistas, que estaría dedicada a la construcción y empresa de un teatro. La primera reunión de la Empresa para un Nuevo Teatro en Montevideo —tal su denominación— se llevó a cabo el 16 de junio de ese mismo año, en donde se fundamentó la construcción del novel recinto cultural como una expresión de un libre espíritu empresarial, el cual se preocupó de proveer a la sociedad del naciente Estado Oriental del Uruguay de un «teatro que esté en armonía con la prosperidad y la riqueza de la República», justificándolo como «una necesidad indispensable para nuestra sociedad, a la altura que ha llegado su ilustración y comercio». En agosto de 1840, el arquitecto modenés Carlo Zucchi presentó a la sociedad un informe, en donde detalla los terrenos disponibles en la ciudad para la construcción del nuevo teatro. Concretamente según él, elementos como la disposición de la platea, el aforo y la orquesta, así como del alcantarillado, los aljibes y los depósitos de agua que alimentarían el sistema de bombas hidráulicas, eran particularmente susceptibles al tipo de suelo donde se asentaría el teatro. Advertía, en caso de elegirse un suelo poco apto para albergar todos estos elementos, del considerable aumento de presupuesto que acarrearía la obra debido a eventuales construcciones de terraplenes, así como de las variaciones que presentaría la estructura del edificio. Se eligió el solar de los Sres. Carreras, sito en la prolongación de la Calle de San Sebastián. En las afueras de la ciudad, se encontraba en un descampado de veinte cuadras de largo por quince de ancho, rodeado de barrancas, zanjas, médanos y algunos caminos. Aspectos funcionales: El Teatro Solís constituye el principal escenario artístico de la ciudad de Montevideo, Uruguay. Aspectos espaciales: Está situado en el barrio de la Ciudad Vieja y su entrada principal es por la calle Buenos Aires esquina Bartolomé Mitre. El mismo se hallaría aislado en sus cuatro frentes de las construcciones circundantes, prestando Zucchi una particular atención en lo que a la accesibilidad al recinto refiere, mediante la concepción de explanadas arboladas de 7,5 varas de ancho, flanqueando los accesos laterales, y una plazoleta «espaciosa y de suficiente amplitud» sobre el pórtico principal, a fin de contener la afluencia de los carruajes. Bajo dos secciones claramente diferenciadas se subordinaría la distribución interna del vestíbulo, la primera sección comprendería el pórtico exterior, un atrio principal que contendría las boleterías, el servicio de guardarropa y los pasillos que comunicarían con el «café y conferencia», así como una escalera principal que conduciría a una sala de reunión o descanso intermedio, la platea general y los distintos órdenes de palcos, incluyendo el palco de gobierno. La segunda sección abarcaría los servicios gastronómicos para el público en general como la cafetería, el restorán y la confitería por un lado, y la alcaldía del teatro, los almacenes para las decoraciones y las salas de ensayos por el otro, entre otros sectores relativos a la puesta en escena. Aspectos formales: La capacidad del teatro se organizaría en tres niveles principales: la platea, los palcos y la cazuela. Por otra parte, la iluminación sería provista por una lámpara de araña compuesta de 98luces, ubicada sobre la platea y dotada de un sistema de poleas y contrapesos que le brindarían ascenso y descenso a discreción, además de las luminarias del escenario en los bordes del proscenio y los candelabros auxiliares sobre los palcos y la cazuela La fachada principal del Solís tiene similitudes con la del Teatro Carlo Felice de Génova, con un pórtico de ocho columnas. BASILICA DE ITATI – Pedro Azzano (1938-1950) Aspectos contextuales: Emplazado frente a la plaza principal de Itatí, provincia de Corrientes, Argentina. La devoción proviene de una escultura de madera que fue llevada a una reducción indígena existente en lo que hoy es Itatí, la imagen de María habríase manifestado en 1615 indicando su voluntad de permanecer en ese lugar. Aspectos funcionales: La Basílica de Nuestra Señora de Itatí es un santuario y templo católico, centro principal de veneración a la imagen de la Virgen de Itatí. Aspectos espaciales: Frente al templo se encuentra la plaza principal del pueblo, y ubicada a 200 metros de la costa del río Paraná. Separa la plaza del santuario una calle, la cual congrega la mayor parte de fieles durante las fiestas patronales. El acceso esta jerarquizado a través de una escalinata, también se puede ingresar por rampas laterales. En la fachada cuatro columnas sostienen un entablado con frontón triangular, y se visualizan tres puertas, siendo la del medio la principal. La basílica presenta simetría en su alzado. Aspectos formales: Sus medidas son de 81 metros de largo por 63 metros de ancho, con una capacidad de albergar 9.000 fieles en su interior. Su cúspide, coronada por una imagen de la Virgen hecha en cobre, alcanza los 88 metros, siendo la más alta de Sudamérica. La capilla que servía de santuario con anterioridad a la construcción de la basílica aún perdura a un costado de la misma, habiendo sido convertida en Museo Sacro. Sus tres naves se encuentran ornamentadas con grandes columnas, murales, bajorrelieves y ventanales, a través de los cuales ingresa una tímida luz que otorga un ambiente de serenidad al recinto. Detrás del altar mayor se encuentra el camarín de la Virgen, una suerte de capilla-oratoria destinada a una meditación y contemplación más íntima. El fondo del camarín cuenta con un bello mural que representa indígenas con instrumentos musicales autóctonos venerando a la Virgen a orillas del río Paraná.
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