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Cardiop Cong TEORIA-Parte 2

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ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES 
CONGENITAS EN CANINOS Y FELINOS
 (Parte 2)
Carlos H. Lightowler
ENFERMEDADES QUE PRODUCEN 
CORTOCIRCUITO ENTRE LA CIRCULACIÓN 
GENERAL Y LA PULMONAR 
PERSISTENCIA DEL CONDUCTO ARTERIAL
 El conducto arterial es un pequeño vaso 
sanguíneo que deriva del sexto arco aórtico. 
Durante la vida fetal actúa desviando la sangre 
desde la arteria pulmonar hacia la aorta posterior 
para evitar que llegue sangre a los pulmones 
fetales colapsados. Se origina inmediatamente 
por detrás de la salida de la arteria subclavia 
izquierda (Figura 1)
 En el feto, las circulación pulmonar es 
mínima debido a la alta resistencia pulmonar 
como consecuencia del mencionado colapso y la 
sangre se oxigena en los vasos placentarios.
 Inmediatamente después del nacimiento 
el ingreso de aire a los pulmones los insufla y, 
como consecuencia de ello, la presión, tanto en 
el corazón derecho como en la arteria pulmonar 
disminuye a la vez que se eleva la presión sistémica 
constituyéndose el aparato circulatorio, a partir 
de ese momento, en un sistema de alta presión 
(el izquierdo) y otro de baja presión (el derecho).
 Producido el parto, el incremento de 
la tensión de oxigeno produce una inhibición 
de las prostaglandinas locales, desarrollándose 
una caída en el oxido nítrico lo que produce la 
obliteración funcional del conducto arterial por 
contracción del músculo liso contenido en el vaso. 
En condiciones normales ello ocurre entre las 12 y 
24 horas del parto.
Figura 1 - Posición anatómica del conducto arterial. 
Trátase de un pequeño vaso que une la arteria pul-
monar con la arteria aorta, inmediatamente por 
detrás de que esta última emita la arteria subclavia 
izquierda. E: esófago; SI: arteria subclavia izquierda; 
TB: tronco braquiocefálico derecho; VCCr: vena cava 
cranial; T: timo; AD: atrio derecho; AAo: arteria aor-
ta; AP: arteria pulmonar; VD: ventrículo derecho; VI: 
ventrículo izquierdo; AI: atrio izquierdo; LP: lóbulo 
pulmonar reflejado; VP: vena pulmonar; VCC: vena 
cava caudal; P: pericardio reflejado; CA: conducto ar-
terial (modificado de Canine Cardiology, Ettinger, S and Suter,P., 
W.B. Saunders, 1970)
 Luego del cierre funcional se produce un 
cierre anatómico definitivo como consecuencia de 
la proliferación de la intima vascular, degeneración 
del músculo y fibrosis. El remanente no permeable 
se conoce como ligamento arterial y permanece 
uniendo ambas arterias durante toda la vida.
 Cuando el flujo a través de este vaso 
persiste mas allá de los 8 a 10 días posparto se dice 
que existe «persistencia del conducto arterial».
 Este trastorno es bien conocido tanto 
en perros como en gatos. Es la anomalía más 
frecuente en el perro, con una prevalencia de 
alrededor del 30% y mucho menos frecuente en 
felinos con una frecuencia de presentación de 
alrededor del 10% de las anomalías congénitas.
 Entre las razas caninas, las mas predis-
puestas son la caniche (particularmente el Toy), 
cocker spaniel inglés, pastor alemán, maltés y 
collie.
Fisiopatología
 Desde el punto de vista fisiopatológico se 
reconocen tres formas: 
• conducto persistente benigno, en el cual las 
repercusiones hemodinamicas son leves, 
el organismo compensa perfectamente el 
fenómeno y no es necesario el tratamiento
• conducto persistente maligno, donde las reper-
cusiones hemodinámicas y fenomenos de 
adaptación son importantes y se requiere 
imperiosamente el tratamiento y 
• síndrome de Eisenmenger, donde se produce 
hipertensión pulmonar reactiva y se invierte 
el flujo a través del conducto permeable.
 Si ha persistido la permeabilidad del con-
ducto arterial. el aumento de la presión del sector 
cardíaco izquierdo, que sobrepasa ampliamente a 
la del sector derecho, hace que el flujo sanguíneo 
se invierta, fluyendo sangre de la aorta hacia la 
arteria pulmonar. Ello provoca una fuga de sangre 
de la circulación sistémica, sobrecargando el 
circuito pulmonar; esta situación induce a la larga 
al incremento de la volemia.
 Consecuentemente, el corazón, con el 
correr del tiempo, va desarrollando adaptaciones 
geométricas en un intento de compensar las 
alteraciones hemodinámicas que impone el abe-
rrante paso de sangre a través del ducto arterial. 
Estas son básicamente la pleonemia pulmonar 
y la sobrecarga de volumen del sector cardíaco 
izquierdo, respetando el derecho (Figura 2).
 El cuadro se completa con presión arterial 
sistólica levemente elevada como 
consecuencia de la hipervolemia 
e hipotensión diastólica debida a 
la fuga diastólica de sangre hacia 
el circuito menor a través del con-
ducto arterial.
 Debe recordarse que el 
flujo a través del conducto arterial 
permeable se produce durante 
la sístole y la diástole como con-
secuencia de la diferencia de 
presión entre ambos circuitos. 
Durante las sístole ventricular, la 
sangre expulsada en parte dilata 
la aorta y una porción circula 
por el conducto arterial. Una 
vez cerrada la válvula aórtica, el 
remanente de dilatación de la 
arteria aorta mantiene el gra-
diente de presión diferencial lo 
que hace que continúe el flu-
jo sanguíneo hacia la arteria 
pulmonar hasta que sobrevenga 
la próxima sístole ventricular. Este 
Figura 2 - Adaptaciones geométricas que se producen en la persistencia 
del conducto arterial. Parte de la sangre que sale del ventrículo izquierdo 
hacia la aorta es derivada desde esta a la arteria pulmonar a través del 
conducto arterial permeable(1) produciéndose un incremento de la 
sangre a nivel pulmonar (2) (pleonemia). Un mayor volumen de sangre 
vuelve al atrio izquierdo (3) el cual se dilata para acomodar el mayor 
volumen sanguíneo. El atrio izquierdo vuelca la sangre al ventrículo 
izquierdo el cual también se dilata (4) (sobrecarga de volumen) y 
finalmente vuelve a eyectar sangre a la aorta(5). 
fenómeno explica tanto las características del 
soplo que se presenta en la enfermedad como las 
modificaciones encontradas en el pulso arterial.
Evaluación clínica
 Las manifestaciones clínicas dependerán 
de la severidad del pasaje de sangre y del tiempo 
transcurrido hasta el diagnóstico.
 Los casos varían desde los pacientes asin-
tomáticos hasta aquellos que presentan signos de 
insuficiencia cardíaca congestiva grave, pasando por 
todos los estadios intermedios. 
 Los paciente sintomáticos suelen presen-
tarse con deficiencias en su estado general y tos.
 La palpación del pulso arterial y la aus-
cultación permiten, en la generalidad de los casos, 
realizar el diagnóstico de la enfermedad.
 Como se mencionó precedentemente, 
el ventrículo izquierdo eyecta mayor volumen 
de sangre durante la sístole y durante la diástole 
la circulación general pierde volumen a través 
del ducto permeable lo que hace que la presión 
diastólica baje. Esta situación crea un pulso celer, 
y amplio denominado pulso de Corrigam (el cual 
recibe también las denominación de pulso saltón 
o en «martillo de agua» (Figura 3). Es también el 
pulso característico de las insuficiencias aórticas 
severas.
 El soplo que desarrolla en la persistencia 
del conducto arterial es un soplo continuo, que 
ocupa la sístole y la diástole, conocido como soplo 
de Gibson o soplo «en maquinaria».
 Dicho soplo es ausculta en la parte alta del 
torax, inmediatamente por debajo de la columna 
vertebral y a veces en la entrada del tórax y no 
tiene una proyección determinada. Su sonido es 
Figura 3 - Mecanismo del pulso saltón (pulso de Corrigam). El panel A muestra un corazón con el conducto 
arterial cerrado y convertido en ligamento arterial. Durante la sístole ventricular (izquierda) la aorta se 
distiende originándose la onda del pulso (panel central). Durante la diástole ventricular la aorta pierde su 
distensión y como no escapa sangre del circuito sistémico la amplitud del pulso se mantiene normal. El panel 
B muestra lo que ocurre en la persistencia del conducto arterial. En la sístole ventricular (izquierda) durante la 
eyección ventricular parte del flujo sanguíneo pasa a la circulaciónpulmonar a través del conducto permeable, 
originándose una amplitud del pulso normal (panel central). Sin embargo, durante la diástole ventricular la 
presión dentro de la aorta sigue siendo mayor que en la pulmonar y continúa el flujo sanguíneo hacia el 
circuito menor. Esta pérdida de volumen hace que la presión diastólica descienda, desarrollándose una onda 
pulsatil mas amplia.
muy característico y retumbante, recordando el 
funcionamiento de una máquina, de donde ha 
tomado su denominación ( Figura 4).
 El componente sistólico es creciente y el 
diastólico decreciente. El primero es producido 
por el pasaje de sangre turbulenta por el conducto 
arterial provocada por el impulso ventricular, 
mientras que el segundo es debido también al 
pasaje de sangre por el conducto permeable 
pero en este caso debido a la energía cinética 
acumulada por la arteria aorta.
 Las características del soplo son variables 
y dependen básicamente de la relación de las 
presiones de ambos sectores de la circulación. 
Así, en la medida en que se incremente la 
presión en el sector derecho ira acortándose el 
componente diastólico. En el momento en que 
las presiones de ambos sectores se igualan, 
desaparece el soplo pues la circulación en el 
conducto arterial se hace nula.
 Finalmente, si desarrolla hipertensión 
pulmonar reactiva (complicación posible y muy 
grave) se invierte la dirección del flujo (se torna de 
derecha a izquierda) y reaparece el soplo, pero en 
este caso solo el componente sistólico (Síndrome 
de Eisenmeger). 
 En esta última situación los signos clínicos 
del paciente se agravan, desarrollando trastornos 
en la respiración, debilidad del tren posterior y en 
ocasiones convulsiones.
 Desarrolla también lo que se denomina 
«cianosis diferencial». Ello significa que las 
membranas mucosas de la parte posterior del 
cuerpo aparecen cianóticas mientras que las de 
la mitad anterior permanecen normales. Ello es 
debido a que el flujo de derecha a izquierda a 
través del conducto arterial esta por detrás del 
tronco braquiocefálico y la 
subclavia izquierda. 
 Suele también desarrollar 
policitemia e hiperviscosidad 
de la sangre, con hematocritos 
que pueden exceder valores 
del 65% 
Exploraciones 
complementarias
Radiología simple 
y Angiografía
 En general la radiografía 
simple muestra signos ines-
pecíficos, especialmente la ple-
onemia pulmonar y los signos 
típicos de la sobrecarga de 
atrio y ventrículo izquierdo 
(Figura 5). En algunos casos 
puede observarse dilatación 
aneurismática de la aorta in-
mediatamente por detrás de la desembocadura 
del conducto arterial (Figura 6).
 Cuando el flujo se invierte, puede obser-
varse radiológicamente mayor incremento de 
la arteria pulmonar y signos de sobrecarga ven-
tricular derecha.
 La angiografía selectiva permite verificar 
la presencia de un conducto arterial permeable. 
Figura 4 - Características generales del soplo de la persistencia del conducto 
arterial. Trátase de un soplo continuo (pansistólico y pandiastólico), de 
características retumbantes que recuerdan el funcionamiento de una 
máquina. El punto de máxima auscultación esta inmediatamente por debajo 
de la columna vertebral a nivel de los espacios intercostales 3º, 4º y 5º y a 
la entrada del tórax. Su propagación es hacia la base en dirección anterior o 
posterior. Con frecuencia el soplo oculta todos los ruidos cardíacos normales
Figura 5 - Radiografía laterolateral de un caso de 
persistencia del conducto arterial en un perro de 18 
meses. Se observan los signos característicos de la 
sobrecarga atrial y ventricular izquierdas
En la actualidad este procedimiento es utilizado 
pocas veces dado que el diagnóstico clinico 
es relativamente facil y el Dopppler cardíaco 
aporta datos muy fidedignos sin necesidad de 
la invasividad y costos que implica la angiografía 
(Figura 7)
Electrocardiografía convencional
 El electrocardiograma muestra gene-
ralmente los signos correspondientes a la sobre-
carga atrial y ventricular izquierda, datos que 
en la mayoría de los casos son inespecíficos. 
Muchos pacientes muestran un trazado carac-
terístico, conocido como patrón de presión-
volumen, caracterizado por presentar complejos 
ventriculares con alto voltaje y ondas Q profundas 
en derivaciones II, III y aVF (Figura 8). En el 
sindrome de Eisenmeger pueden desarrollar sig-
nos de sobrecarga ventricular derecha, aunque 
ello no siempre ocurre.
Ecocardiografía bidimensional
Como en todos los casos de comuni 
caciones patológicas, las modificaciones geomé-
tricas del corazón y grandes vasos tienen asiento 
en el circuito anómalo (ver Figura 2). En el caso del 
conducto arterial persistente se involucra la arteria 
pulmonar (que se dilata) y el atrio y ventriculo 
izquierdo, que sufren sobrecarga de volumen. 
La aorta suele dilatarse por detrás de la salida 
del conducto, muchas veces desarrollándose un 
verdadero aneurisma (ver figura 6).
Es importante señalar que en las vistas 
estándar de la ecocardiografía bidimensional el 
Figura 7 - Aortografía selectiva. En A se muestra un estudio normal donde solo se opacifica la arteria aorta, las 
arterias coronarias, el tronco braquiocefálico derecho (1) y la arteria subclavia izquierda (2). B corresponde 
a un estudio idéntico pero en un caso de persistencia del conducto arterial. La dos flechas negras indican los 
extremos del conducto arterial opacificado y la azul muestra como ha comenzado a opacificarse la arteria 
pulmonar, cosa que no debería ocurrir en un estudio de este tipo
Figura 6 - Radiografía laterolateral de un canino donde 
se observa la dilatación aneurismática (flechas) de 
la arteria aorta posterior a la desembocadura del 
conducto arterial permeable
conducto arterial no se visualiza directamente, de 
tal manera que el diagnóstico se realiza teniendo 
en cuenta los efectos provocados sobre el corazón, 
los grandes vasos y los signos obtenidos con el 
Doppler cardíaco.
Es importante tener en cuenta que la 
arteria pulmonar puede también engrosarse en 
los casos de hipertensión pulmonar y estenosis 
pulmonar. En esta situación, el nivel valvular 
no se ve afectado y la arteria se dilata a partir 
de las válvulas, mientras que en la persistencia 
del conducto arterial, la dilatación involucra la 
válvula, el tronco principal y sus ramas derecha e 
izquierda.
En resumen, la exploración bidimen-
sional se realiza desde la ventana paraesternal 
derecha, en eje corto a nivel de las cuerdas 
tendinosas para realizar las mediciones en 
modo-M guiado, en la imagen de la base cardíaca. 
Permite poner en evidencia la dilatación de la 
arteria pulmonar y sus ramas y medir la relación 
atrioaórtica que generalmente se encuentra 
alterada. También se exploran las imágenes de 
cuatro y cinco cámaras en eje largo donde también 
se podrá en evidencia la sobrecarga de volumen 
del atrio y ventrículo izquierdo (Figura 9).
 Cuando el flujo se invierte, se agrega al 
cuadro los signos correspondientes a la sobrecar-
ga ventricular derecha.
Doppler cardíaco
Si bien el mapeo de flujo color no 
permite visualizar directamente el conducto 
arterial, proporciona una evidencia indirecta al 
mostrar aliasing y varianza dentro de la arteria 
pulmonar en correspondencia con el lugar del 
conducto (Figura 10). La exploración se realiza 
desde la ventana paraesternal derecha en eje 
corto a la altura de la base cardíaca ( Figura 11).
Inicialmente se realiza mapeo de flujo 
color y en el punto de mayor aliasing se coloca 
el analizador de volumen y se inicia el estudio 
con Doppler espectral pulsado. Si la velocidad es 
excesiva se cambia a Doppler continuo. La imagen 
espectral en la persistencia del conducto arterial 
Figura 9 - Ecocardiograma de un paciente canino 
con persistencia del conducto arterial tomado des-
de la ventana paraesternal derecha. La imagen A 
corresponde a un ecotomograma en eje corto a nivel 
de la base cardíaca donde se observa una marcada 
sobrecarga de volumen del atrio izquierdo y unadiscreta dilatación de la arteria pulmonar. En la 
imagen B (imagen de cuatro cámaras tomada desde 
la misma ventana) es bien evidente la sobrecarga de 
volumen del ventrículo izquierdo. Debe tenerse en 
cuenta que estos signos ecograficos son enteramente 
inespecíficos y pueden encontrarse también en otras 
patologías
Figura 8 - Electrocardiograma de un cachorro con 
peristencia del conducto arterial. El trazado presenta 
ondas R de alto voltaje y ondas Q profundas en 
derivaciones II, III y aVF. Esta configuración es 
sugestiva del trastorno
Figura 10 - Esquema que muestra como se diagnos-
tica a través del estudio por mapeo de flujo color 
la presencia de un conducto arterial permeable. La 
figura A muestra una imagen en eje corto a la altura 
de la base cardíaca. En condiciones normales como 
el flujo sanguíneo al salir del ventrículo hacia la 
arteria pulmonar y sus ramas se aleja del transductor 
aparece color azul durante el momento del flujo, el 
cual presenta, ademas, una velocidad de alrededor 
de 1 m/Seg. La figura B muestra la misma imagen y 
el mismo momento de la exploración pero con un 
ductus permeable. Se observa que el color del flujo a 
cambiado a verde y aparecen dentro del color de base 
una serie de colores que varían del azul al rojo, todo 
entremezclado. Ello indica la presencia de «varianza», 
característica ecográfica que indica la presencia de 
flujo turbulento y aumento de la velocidad de flujo, 
consecuencia del pasaje de sangre de la aorta a la 
pulmonar a través del conducto arterial. Solo en muy 
pocas ocasiones puede observarse un esbozo del 
conducto (flecha) hecho que depende de la posición 
anatómica en que se encuentra en el perro y gato. 
Es de hacer notar también que el mismo cuadro 
aparece en la estenosis pulmonar, razón por la cual 
el hallazgo debe correlacionarse con otros para lle-
gar al diagnóstico (el comportamiento del Doppler 
espectral, el soplo, etc)
Figura 11 - Mapeo de flujo color en un caso de 
persistencia del conducto arterial. El flujo color en 
el tracto de salida del ventrículo derecho y arteria 
pulmonar principal muestra varianza e incremento 
de la velocidad de flujo. La imagen color que se 
encuentra por debajo de la línea hiperecogénica que 
marca el límite de la arteria pulmonar corresponde al 
conducto arterial permeable.
muestra un flujo continuo y positivo, dado que 
el flujo se dirige hacia la válvula pulmonar. Este 
flujo positivo es acompañado también por un 
flujo negativo que es el que corresponde al flujo 
pulmonar normal (Figura 12 ).
Pronóstico
 El pronóstico depende fundamental-
mente del tipo de trastorno existente (benigno 
o maligno), de la precocidad del diagnóstico y 
del grado de remodelamiento que haya alcan-
zado el corazón y los grandes vasos. De ello de-
penderá el resultado de la cirugía y las secuelas 
que quedaran.
 Si ha desarrollado sindrome de Eisen-
menger, el pronostico es grave.
 
Tratamiento
Tratamiento médico
 En todos los casos de conducto arterial 
permeable con flujo de izquierda a derecha 
sintomáticos y de menos de dos años de edad 
esta indicada la cirugía destinada al cierre del vaso 
permeable.
 El tratamiento médico esta destinado a 
controlar los signos de insuficiencia cardiaca que 
se hayan desarrollado, con el objeto de llevar a 
cirugía a un pacientes en mejores condiciones 
hemodinámicas.
 Esta indicado, según el trastorno los diu-
réticos, los inhibidores de la enzima convertidora 
Figura 12 - Imagen del flujo espectral continuo en la 
persistencia del conducto arterial. Se produce un flujo 
continuo positivo correspondiente a la sangre que 
fluye por el vaso permeable y un flujo negativo que 
corresponde al flujo pulmonar normal.
y en caso de existir arritmias, el antiarrítmico más 
especifico para el trastorno presente.
Tratamiento quirúrgico
 En la actualidad se realizan dos forma de 
corrección para el conducto arterial permeable, 
una forma invasiva (cirugía tradicional) y otra no 
invasiva (cateterismo)
• Cirugía convencional . Consiste en la reali-
zación de una toracotomía por el cuarto 
espacio intercostal izquierdo. Una vez 
abordado el tórax, se desplaza el pulmón, 
se identifican y protegen el nervio vago y 
el recurrente y se procede a colocar dos 
ligaduras en el conducto arterial, uno contra 
la aorta y otra contra la pulmonar. En los 
casos de ventana aortopulmonar suele ser 
suficiente aplicar un solo punto (Figura 13).
Cirugía no invasiva. Consiste en la oclusión 
del conducto por medio de uno o mas coils 
dependiendo del tamaño del conducto ar-
terial a través de un catéter introducido por la 
vena o arteria femoral. Todo el procedimiento 
es seguido por radioscopia (Figura 14).
 Para el caso particular del síndrome de 
Eisenmenger, el tratamiento suele ser paliativo, 
tratando primordialmente la policitemia en los 
casos que la presenten en forma excesiva. No 
esta indicada la cirugia.
Referencias Generales
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Figura 13 - Toracotomía izquierda a nivel del cuarto 
espacio intercostal. Se observan dos suturas de color 
verde una (hacia arriba) ubicada contra la arteria aorta 
y la otra (hacia abajo) junto a la arteria pulmonar las 
cuales se anudarán para impedir el flujo sanguíneo. 
(tomado de www.southcoastvethosp.com)
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Figura 14 - Imagen radioscópica donde se observa 
una aortografía selectiva efectuada por medio del 
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de flecha roja marca la presencia de un coil colocado 
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