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ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES CONGENITAS EN CANINOS Y FELINOS (Parte 4) Carlos H. Lightowler ENFERMEDADES MISCELÁNEAS ANOMALÍAS ANULARES VASCULARES ARTERIAL En el perro, las anomalías anulares vas- culares constituyen los hallazgos congénitos más frecuentes referidos al sistema cardiovascular, destacándose entre estas por su altísima incidencia la persistencia del cuarto arco aórtico derecho. Los anillos vasculares se forman alrede- dor de la faringe embrionaria como resultado del desarrollo anormal de los arcos aórticos cuarto y sexto, provocando la constricción del esófago y a veces de la tráquea, en relación a la base cardíaca. Otras anomalías incluyen la persistencia del arco aórtico derecho con una arteria subclavia izquierda y un ligamento arterial izquierdo o de- recho, la existencia de un doble arco aórtico, el desarrollo de arterias subclavias derecha e izquierda aberrantes y la persistencia de un liga- mento arterial derecho. Para comprender la fisiopatología de los anillos vasculares es importante conocer la forma en que desarrollan los grandes vasos a partir de los arcos aórticos primitivos. En el feto, el saco aórtico, esbozo primitivo del corazón, se encuentra conectado a las aortas dorsales por seis pares de vasos sanguíneos denominados arcos aórticos. Cuando avanza el desarrollo, ambas aortas se funden para dar origen a la aorta descendente (Figura 1). Los arcos aórticos primero y segundo desaparecen durante el curso del desarrollo, atro- fiándose y sin contribuir a la formación de ninguno de los vasos del adulto. Lo mismo ocurre con los quintos arcos aórticos (derecho y izquierdo) que involucionan o directamente no existen como ocurre en muchas oportunidades. Todas las alteraciones vasculares se pro- ducen por errores en el desarrollo de los arcos aórticos tercero, cuarto y sexto, pero sólo las anomalías de estos dos últimos producen anillos vasculares En el transcurso del desarrollo embrio- lógico las porciones anteriores de las aortas dorsales, situadas a nivel de los arcos aórticos primero y segundo, desaparecen, mientras que con el tercer arco aórtico y con parte del saco aórtico se forman las arterias carótidas internas y externas derecha e izquierda respectivamente. Entre el tercer y cuarto arcos aórticos las aortas dorsales desaparecen. El cuarto arco aórtico izquierdo se une a la aorta dorsal para formar la aorta descendente, mientras que el cuarto arco aórtico derecho forma la arteria subclavia derecha. La parte más central del ter- cer arco aórtico derecho, junto con el mismo sector del cuarto arco pasan a forma el tronco braquiocefálico. El sexto arco aórtico izquierdo se transforma en el conducto arterial que une la aorta descendente a la arteria pulmonar izquier- da, mientas que el derecho se transforma en la arteria pulmonar (Figura 2). PERSISTENCIA DEL CUARTO ARCO AÓRTICO DERECHO Esta es la anomalía anular encontrada con mayor frecuencia en el perro, siendo la respon- sable de la constricción esofágica en el 95% de los casos. La alteración se produce al persistir el cuarto arco aórtico derecho en vez del izquierdo, mientras que el ligamento arterial (antes del nacimiento conducto arterial) desarrolla como lo hace normalmente del sexto arco aórtico iz- quierdo (Figura 3). De esta manera, el esófago queda atrapado dentro de una estructura anular formada a la derecha por el cuarto arco aórtico, a la izquierda por el ligamento arterial y por debajo por la base cardíaca (Figuras 4 y 5) Etiología e incidencia El trastorno es hereditario. Las razas más predispuestas son el gran danés, pastor alemán, setter irlandés y labrador retriever, si bien puede presentarse en cualquiera de las razas puras y aún en algunos mestizos donde predomina alguna de las razas predispuestas. Puede presentarse sólo o asociado a otras anomalías y no es raro que coexista con un conducto arterial persistente. Fisiopatología El atrapamiento del esófago dentro de la mencionada estructura anular permite el pasaje de los líquidos con cierta facilidad pero no el de Figura 2- Desarrollo normal de los grandes vasos. Lo que aparece en color anaranjado claro corresponde a los vasos primitivos que han desaparecido y lo rojo la remodelación hasta alcanzar los vasos definitivos. Como se observa (cabeza de flecha) en condiciones normales la parte final del cuarto arco aórtico des- aparece y la aorta posterior se forma a partir del cuarto arco aórtico izquierdo y por lo tanto el esó- fago (E) queda libre. 1 a 6) arcos aórticos primitivos; 7) carótida interna; 8) carótida externa; 9) carótida común; 10) tronco braquiocefálico; 11) arco aórtico; 12) conducto arterial; 13) artería pulmonar; 14) ar- teria subclavia derecha; 15) arteria subclavia izquier- da; 16) aorta posterior Figura 1 - Aparato circulatorio primitivo. 1) saco aór- tico; 2) aortas dorsales primitivas; 3) aorta descen- dente. I a VI) arcos aórticos los sólidos. Mientras el enfermo es alimentado por la madre y no ingere sólidos el trastorno pasa desapercibido dado que no aparecen signos clínicos. Cuando se produce el destete, o aun man- teniéndose la lactancia pero comienza la ingestión de alimentos sólidos, estos no pueden llegar hasta el estómago debido a la estenosis esofágica que provoca la estructura anular. Dichos sólidos son mantenidos en el esó- fago inmediatamente por delante de la cons- tricción por un período de tiempo variable y finalmente son regurgitados. Esta regurgitación es lo que los propietarios refieren como «vómitos», que son el motivo de la consulta. Al principio del proceso, la regurgitación se produce casi inmediatamente después de la ingesta pero, a medida que transcurre el tiempo, el esófago previo a la constricción se va dilatando hasta constituir un verdadero megaesófago precardíaco, donde es capaz de almacenar gran cantidad de alimentos. Figura 3- Desarrollo anormal de los grandes vasos sanguíneos. Como se puede observar y comparando con la figura 2, todo ocurre en forma normal y con idéntico desarrollo lo que deriva de los arcos aórticos 1, 2, 3, 5 y 6. Sin embargo, en este caso ha persistido el cuarto arco aórtico derecho en vez del izquierdo, el cual da origen a la arteria subclavia izquierda. El con- ducto arterial, que se origina como corresponde del sexto arco aórtico izquierdo y se mantiene conectado a la aorta. Como se observa en la figura, el arco aór- tico y la aorta descendente derivan ahora del cuarto arco aórtico derecho (cabeza de flecha). Esta disposi- ción de los vasos crea una estructura anular en el me- dio de la cual queda comprendido el esófago (E). Cabe aclarar que la longitud real del conducto arterial se ha esquematizado mucho mas larga para poder mostrar mas gráficamente el desarrollo e interrelación de los distintos vasos. 7) carótida interna; 8) carótida exter- na; 9) carótida común; 10) arteria subclavia izquierda; 11) arteria subclavia derecha; 12) arco aórtico; 13) conducto arterial (ligamento arterial); 14) arteria pul- monar; 15) aorta posterior. Figura 4- Representación esquemática del anillo vas- cular producido por la persistencia del cuarto arco aórtico derecho. 1) megaesófago precardíaco; 2) esó- fago normal poscardíaco; 3) ligamento arterial; 4) ar- teria pulmonar;5) arteria aorta; 6) corazón Figura 5 - Fotografía intraquirúrgica de un caso de persistencia del cuarto arco aórtico derecho. ME: megaesófago precardíaco que esta siendo desplaza- do hacia adelante y arriba para visualizar el corazón; EPC: esófago poscardíaco; C: corazón. Las flechas ne- gras marcan ambos extremos del ligamento arterial. En general el material regurgitado tiene un olor ofensivo, debido al proceso fermentativo que se produce dentro del esófago. En esta etapa el paciente puede ingerir los alimentos y regurgi- tarlos hasta horas después de ingeridos. A medida que transcurre el tiempo el pa- ciente va desmejorando su estado general debidoal déficit alimentario, a pesar de que su apetito suele ser voraz. Debido a la acumulación de alimento y saliva en el megaesófago precardíaco no es infrecuente que el animal aspire parte del con- tenido mientras duerme, desarrollando signos de neumonía por aspiración. Evaluación clínica Lo característico es que el motivo de consulta sea la existencia de «vómitos» y mal es- tado general del enfermo, que invariablemente mantiene, como ya se dijo, un apetito voraz. En otros casos se presenta un paciente con los mencionados antecedentes pero muy decaído y febril, consecuencia de haberse aspirado Los enfermos presentan, en la mayoría de los casos y según el tiempo transcurrido desde que se desencadenaron los signos, una marcada reducción del crecimiento en relación a los demás miembros de su camada y su estado general suele ser deficiente. A la palpación y auscultación cardíaca y pulmonar no se recogen signos patológicos, salvo que existan evidencias de neumonía por aspiración, donde la existencia de estertores pulmonares es la norma. Los pacientes que han desarrollado megaesófago importante suelen mostrar dilatación esofágica a nivel del cuello cuando se realiza una palpación abdominal pro- funda, particularmente del estómago mientras se mantiene al paciente con la boca cerrada. Exploraciones complementarias Electrocardiografía y ultrasonido cardíaco En principio no están indicados dado que el trastorno es eminentemente digestivo sin eviden- cias cardiovasculares objetivas. En oportunidades, con la ecocardiografía bidimensional puede llegar a detectarse el megaesófago precardíaco, especial- mente cuando se encuentra con contenido sólido Radiología El estudio radiológico es el procedimiento de elección para confirmar el diagnóstico de es- ta enfermedad, para lo cual se emplean tanto las radiografías simples como las contrastadas (esofagograma) (Figuras 6, 7 y 8). En todos los casos debe realizarse primero el estudio radiológico simple dado que, en oportunidades puede ser directamente Figura 6 - Esofagograma en incidencias laterolateral y dor- soventral en un caso de arco aórtico derecho persistente. El megaesófago precardíaco se encuentra relleno de bario, el cual esta mezclado con aire lo que le otorga en algunos sectores un efecto moteado. Es importante tener en cuenta, como punto de referencia que en este trastorno el «stop» al progreso del material radiopaco se produce exactamente en la mitad de la base cardíaca. diagnóstico, sea por el acúmulo de aire dentro del esófago (siempre anormal en los estudios radiológicos simples) o por la presencia de gran cantidad de alimento que puede actuar como contraste natural. Por otro lado, la inclusión inicial de material radiopaco puede ocultar alteraciones secundarias, como pueden ser las derivadas de la aspiración de alimentos. En el caso de los estudios contrastados se observara el relleno esofágico hasta un punto, donde el pasaje del material se detiene o se afina en forma evidente. El punto de detención debe coincidir con el punto medio de la base cardíaca. Esta referencia es de gran importancia pues es la que permite realizar el diagnóstico diferencial entre un megaesófago debido a una anomalía vascular anular de un megaesófago idiopático, el cual es también muy frecuente en las razas altamente predispuestas a esta patología. Cuando el paciente ha aspirado contenido del megaesófago, aparecen en las radiografías los signos característicos de la neumonía, la cual variará en intensidad y localización dependiendo de la cantidad aspirada y del lóbulo o lóbulos pul- monares que haya comprometido (Figura 9) Pronóstico El pronóstico depende del momento del diagnóstico y del estado general del paciente; cuanto más precoz es el diagnóstico y mejor el estado general, mejor el pronóstico, dado que si bien la cirugía soluciona el problema de estrechez Figura 7 - Otros dos ejemplos de esofagogramas en la enfermedad vascular anular por persistencia del cuarto arco aórtico derecho. En ambos ejemplos se observa la escasa cantidad de material radiopaco que progresa después de la obstrucción anular en la base cardíaca Figura 8 - Dos esofagogramas correspondientes, el de la izquierda a un megaesófago por anomalía anular y el de la derecha a un megaesófago idiopático. Obsérvese que en el primero el tránsito del material radiopaco se detiene en la base cardíaca, mientras que en el segundo el material de contraste llena todo el megaesófago. esofágica y de las regurgitaciones, el megaesófago permanecerá. Tratamiento El tratamiento es quirúrgico y realizado a tiempo de los excelentes resultados. Consiste en el abordaje del tórax a través de una toracotomía a nivel del cuarto o quinto espacio intercostal izquierdo, identificar el ligamento arterial y seccionarlo previa sutura. La cirugía es semejante a la utilizada para el cierre el conducto arterial permeable. Queda como secuela de la enfermedad el megaesófago, el cual no puede resolverse quirúrgicamente. Debe indicarse al propietario que el paciente debe ingerir pequeñas cantidades de alimento varias veces al día y en lo posible lejos de los periodos prolongados de sueño. Asimismo se indica que el suministro de la comida debe hacerse desde un lugar donde el paciente se vea forzado a elevar su tren anterior (por ejemplo sobre una mesa, banco etc.) (Figuras 10) DISPLASIA DE LAS VÁLVULAS ATRIOVENTRICULARES Se otorga esta denominación a los perros y gatos que nacen con alguna alteración en la anatomía y consecuentemente la fisiología, de las válvulas mitral y tricúspide, generalmente de origen genético. Esta alteración morfológica puede pro- vocar la incontinencia de las válvulas como con- secuencia de su incapacidad para ocluir el reflujo de la sangre o provocar la obstrucción al pasaje de la sangre a través de ellas y entorpecer el llenado Figura 9 - Radiografía laterolateral de un caso de neumonía por aspiración en un paciente con persis- tencia del cuarto arco aórtico derecho Figura 10 - Ejemplo de como debe acostumbrarse al paciente para que coma con el tren posterior eleva- do. En este caso la comida es ofrecida en un banco cuya altura le permite al paciente comer con facili- dad pero con su tórax bien elevado; ello facilita la rápida evacuación del megaesófago y aleja la posibi- lidad de aspiración ventricular. El impacto de estas malformaciones dependerá fundamentalmente del tamaño y de la localización de las alteraciones anatómicas. Este tipo de malformaciones o displasias presenta mayor predisposición en ciertas razas. En general los machos son más propensos a desa- rrolar insuficiencia cardíaca como resultado del padecimiento de estas anomalías. En general los fenómenos fisiopatológicos y los trastornos hemodinámicos que se producen son semejantes a los que desarrollan en las mismas alteraciones adquiridas. Así, la insuficiencia val- vular provoca que el atrio del lado de la válvula afectada (tricúspide o mitral) se dilate y el ventrí- culo sufra una sobrecarga de volumen. Con el correr del tiempo, la sobrecarga crónica de volumen eleva la presión atrial. En el caso de la malformación de la válvula mitral la sangre comienza a acumularse en los pulmones mientras que si la malformación se produce en la válvula tricúspide el exceso de sangre se acúmulo en la circulación de retorno sistémica. Cuando la alteración anatómica produce el fenómeno opuesto, es decir, impedir la salida de la adecuada cantidad de sangre (estenosis valvular), también se produce un agrandamiento atrial, pero en este caso por un fenómeno dis- tinto, la sobrecarga de presión (el atrio debe ejercer mayor presión para llenar el ventrículo e hipertrofia sus paredes, además de aumentar el volumen. El ventrículo no modifica su geometría. DISPLASIA MITRAL La displasia mitral es una de las anomalías congénitas más frecuentes en el gato. Su origen es genético. Dentro de los caninoslas razas mas predispuestas son: bull terrier, newfoundland, labrador retriever, gran danés, golden retriever, pastor alemán, y dálmatas. Desde el punto de vista anatomopato- lógico pueden observarse una gran cantidad de lesiones desde el simple engrosamiento de las valvas, acortamiento y elongación de las cuerdas tendinosas hasta fusión de las valvas. Evaluación clínica Muchos pacientes pueden ser asinto- máticos y los que en el presentan inicialmente signos referidos a la intolerancia al ejercicio que evolucionan hacia la insuficiencia cardiaca congestiva. El signo característicos de la enfermedad es la presencia de un soplo holosistólico, con epicentro en el foco mitral (hemitórax izquierdo, quinto espacio intercostal a la altura de la unión condrocostal) con propagación hacia la base cardíaca cuando las lesiones valvulares provocan incontinencia valvular. Exploraciones complementarias Radiología simple Los signos radiológicos son los típicos del agrandamiento del sector derecho cardiaco (elevación de la carina, cierre del ángulo traqueo vertebral, borde posterior de la silueta cardiaca mas perpendicular a la columna vertebral, etc.) (Figuras 11). Electrocardiografía El electrocardiograma es generalmente anormal, caracterizado por signos típicos de la sobrecarga ventricular atrial y ventricular izquierda, arritmias atriales, particularmente fibrilación atrial y, en algunos caos patrones específicos de pre-excitación ventricular (Figu- ras 12). Ecocardiografía Los signos más característicos asientan en la válvula mitral y en las características geométricas del ventrículo y atrio izquierdo. Generalmente la función sistólica se encuentra deprimida (Figuras 13). El estudio con Doppler cardíaco permitirá caracterizar los flujos normales y anormales (re- gurgitación) y valorar la función diastólica Pronóstico En algunos casos la lesión es bien tolerada Figura 11 - Radiografía de un caso de displasia de la válvula mitral. Se observa el crecimiento atrial iz- quierdo y la hipertrofia ventricular izquierda marcada por la reducción el ángulo traqueovertebral y el ende- rezamiento del borde posterior de la silueta cardiaca. Figura 12 - Imagen dúplex de un caso de displasia mi- tral. En la imagen bidimensional se observa el mapeo de flujo en color con el jet regurgitante y a la derecha la curva del flujo regurgitante medido con Doppler continuo por tiempo prolongado pero en la generalidad de los casos los pacientes desarrollan insuficiencia cardiaca congestiva y mueren dentro del año de diagnosticado el proceso. Tratamiento Es solamente de soporte y el indicado para la insuficiencia cardiaca congestiva DISPLASIA TRICUSPÍDEA La displasia tricuspídeo es observada con frecuencia en pastores alemanes, pastor de los pirineos, border collie y labrador. Evaluación clínica En general estos defectos valvulares se diagnostican frecuentemente antes del año de vida. En general es mejor tolerada la displasia de la válvula tricúspide que la de la válvula mitral. Los animales que padecen displasia tricuspídea suelen asociar otras cardiopatías congénitas Los animales afectados por displasia de la válvula tricúspide con desarrollo de insuficiencia presentan un típico soplo holosistólico localizado en el epicentro tricuspídeo (hemitórax derecho, tercer espacio intercostal a la altura de la línea mediohumeral) y con propagación hacia la base cardiaca. Si la anomalía tiende a la estenosis, el soplo que desarrolla y de tonalidad más suave, presistólico (telediastolico) y con propagación a la punta. Es de notar que la intensidad de los soplos generalmente no guarda relación con la gravedad del trastorno. Si la malformación es grave y la regurgitación importante podrá detectarse pulso venoso real positivo. Exploraciones complementarias Radiología simple Los signos más característicos son los y cardiomegalia derecha, especialmente el agran- damiento del atrio derecho con desviación del ápex cardiaco hacia la izquierda (Figuras 14). Electrocardiografía Generalmente anormal, el electrocar- diograma muestra trastornos de la conducción intraventricular y signos de sobrecarga ventricular derecha. Es común el desarrollo de arritmias, particularmente la fibrilación atrial (Figuras 15). Ecocardiografía Es la herramienta diagnostica de elección para la confirmación del diagnóstico. La ecocardiografía bidimensional permitirá ob- servar alteraciones en la localización, la forma y el movimiento de los distintos componentes del aparato valvular. Un hecho característico es la presencia de un músculo papilar muy desarrollado. En general tanto el atrio como el ventrículo derecho están dilatados por la sobrecarga de volumen, salvo que el trastorno valvular sea estenótico (Figuras 16). Pronóstico En algunos casos la lesión es bien tolerada por tiempo prolongado pero en la generalidad de los casos los pacientes desarrollan insuficiencia cardiaca congestiva y mueren dentro del año de diagnosticado el proceso. Figura 13 - Fibrilación atrial en un caso de displasia mitral Figura 14 - Radiografía e un caso de displasia tricuspídea. Se observan signos de agrandamiento ventricular derecho. Tratamiento Es solamente de soporte y el indicado para la insuficiencia cardiaca congestiva Referencias Persistencia del cuarto arco aórtico derecho • Berry, AP; Brouwer, GJ; Tennant, BJ - Persis- tent right aortic arch in a kitten. Vet Rec 114:336, 1984 • Coward, TG - Persistent right aortic arch in two Great Dane Iittermates. J Small Anim Pract 5:245, 1964 • Helphrey, ML - Vascular ring anomalies in the dog. Vet Clin North Am (Small Anim Pract) 9:207, 1979 • Hurley, K; Miller, MW; Willard, MD, et al - Left aortic arch and right ligamentum arteriosum causing esophageal obstruction in a dog. J Am Vet Med Assoc 203:410, 1993 • Imhoff, RK; Foster, WJ. - Persistent right aortic arch in a ten year-old dog. J Am Vet Med Assoc 143:599, 1963 • Kealy, JK - Persistent right aortic arch in the Greyhound. 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Se observa claramente el aumento de tamaño del atrio derecho, mientras que el ventrículo derecho no se encuentra manifiestamente agrandado • Wheaton, LG; Blevins, VE; Weirich, WE - Per- sistent right aortic arch associated with other vascular anomalies in two cats. J Am Vet Med Assoc 184:848, 1984 Displasia de las válvulas atrioventriculares • DeMadron, E; Kadish A, Spear JF, et al. Ince- ssant atrial tachycardias in a dog with tricuspid dysplasia. J Vet Intern Med I: 163, 1987 • Dear, MG - Mitral incompetence in dogs of 0-5 years of age. J Small Anim Pra Cl 12:1,1971 • Eyster, GE; Anderson, L; Evans, AT - Ebstein’s anomaly: A report of 3 cases in the dog. J Am Vet Med Assoc 170:709, 1977 • Hamlin, RL; Smetzer, DL; Smith, CR - Congenital mitral insufficiency in the dog. J Am Vet Med Assoc 146: 1088, 1965 • Hamlin, RL; Harris, SG - Mitral incompetence in Great Dane pups. J Am Vet Med Assoc 154:790, 1969 • Liu, SK; Tilley, LP - Malformation of the canine mitral valve complex. 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