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32 Encuadre teórico del análisis de la política habitacional ENCUADRE TEóRICO DEL ANÁLISIS DE LA POLÍTICA HABITACIONAL A continuación se presenta el encuadre conceptual a partir del cual se defi nieron y valoraron las variables con las que se analizó la implementación de la Política Federal de Vivienda en el AMGR durante el período 2003-2007. Este encuadre representa principalmente un posicionamiento respecto de una concepción de la vivienda social pública, del problema habitacional para los sectores de bajos recursos en el contexto regional del norte argentino (y otras realidades similares) y de su abordaje integral que aporte a la superación de la exclusión social. El desarrollo de la sección sigue la secuencia metodológica planteada en la sección anterior. En primer lugar aborda las cuestiones más relacionadas con la concep- ción del problema y su abordaje; en segundo lugar, trata sobre los destinatarios de las soluciones habitacionales y en tercer lugar, las cuestiones relacionadas 1con las soluciones habitacionales propiamente dichas. CONCEPCIóN Y ABORDAJE DEL PROBLEMA HABITACIONAL Multidimensionalidad del problema e integralidad de su abordaje El punto de partida es la concepción más prevaleciente del satisfactor mediante el cual la política habitacional argentina de las últimas décadas ha dado res- puestas a las necesidades habitacionales de los sectores de bajos recursos. Esta concepción, muy resumidamente, entiende a la vivienda básicamente como un objeto físico acabado asociado con una parcela de suelo (predominantemente vi- vienda individual), producido de manera serial y estandarizada (preferentemente por empresas constructoras), para grupos de destinatarios anónimos (integrados por hogares individuales) que no participan del proceso de decisiones y a los que se adjudican las viviendas terminadas en propiedad (mediante largos procesos de titularización). Para esta concepción, la vivienda adecuada o vivienda digna (consagrada como derecho social en la constitución nacional) es un objeto físico que debe reunir una serie de cualidades constructivas y de instalaciones de agua y sanitarias, así como tener determinados tipos de espacios y una cantidad de cuartos según la composición del hogar que la habita. Esta concepción se emplea como una referencia, tanto para determinar los hogares que habitan viviendas defi citarias, como para inducir la solución del problema, que se corregirá me- diante la construcción masiva de objetos que reúnan estas condiciones adecua- das, tanto para remplazar las viviendas irrecuperables, como para arreglar las defi citarias recuperables. Es mucho lo que se ha analizado y debatido sobre esta forma de concebir la vivienda social. Su signifi cado, obviamente, tiene profundas implicancias ideológicas y especialmente económicas, que la reafi rman como mercancía y la aíslan de sus relaciones sociales y territoriales, ya que se trata de una concepción más pensada en función de los intereses de ciertos sectores económicos y políticos, que desde las necesidades e intereses sociales de los que padecen la falta de viviendas adecuadas. Sin desconocer estos intereses —no solo porque en ellos radican los obstáculos para modifi car esta concepción, sino principalmente porque ellos dan forma predominante a la política real—, lo que más importa aquí es que así entendida la vivienda, resulta sumamente limitada como respuesta a las necesidades humanas en su integridad. Para cualquier hogar, la vivienda es el núcleo fundamental de desarrollo de su vida y se encuentra integrada al conjunto de condiciones del habitar.2 Ambas cuestiones, el marco físico donde se desarrolla el habitar y la realización del habitar en sí mismo, conforman una unidad indi- sociable en la vida de las personas, de modo que la concepción de la satisfacción de las necesidades de viviendas no puede ser escindida de las satisfacción de las necesidades básicas del habitar. No es posible lograr una vivienda adecuada si el habitar (con todo lo que él implica) no lo es conjuntamente (gráfi co 1). Este planteo fundamental a partir del cual se considera que debe abordarse la solución del problema habitacional tiene una consecuencia importante para una política habitacional que, sin desconocer los intereses de los actores en juego, trata de dar respuestas a las necesidades del habitar en su conjunto. Esta con- secuencia es que obliga a pensar la resolución adecuada de los aspectos físicos 1- Es importante señalar que se trata de un encuadre conceptual en revisión y ajuste. 2- Las ideas preliminares de este planteo fueron desarrolladas originalmente en BARRETO y ALCALÁ (2007). 33 La Investigación de la vivienda, conjuntamente con la resolución adecuada del habitar de estos hogares. De modo que la resolución adecuada de la vivienda implica con- templar respuestas para el conjunto de las necesidades del habitar. Yujnovsky señaló que la vivienda tiene que dar respuestas a necesidades hu- manas primordiales: albergue, refugio, protección ambiental, espacio, vida de relación, seguridad, privacidad, identidad, accesibilidad física, entre otras, y aclaró que ellas varían en cada sociedad y grupo social y se defi nen en el devenir histórico (YUJNOVSKY: 1984: 18). Pelli, que fue quien situó las necesidades de los habitantes como punto de partida de toda intervención externa en el problema (PELLI, 2006: 23-42), desarrolló luego detalladamente el conjunto de funciones que “la vivienda urbana moderna” —entendida como convención social general de la vivienda adecuada— debe dar como respuestas para satis- facer las necesidades habitacionales, y ordenó los requisitos que debe cumplir esta noción de vivienda en: -de relaciones, privacidad, intimidad y pudor; -de higiene, sanidad y pulcritud; -de protección y seguridad; -sobre reducción o eliminación de esfuerzos o molestia física en la vida dentro de la vivienda; y en la operación de sus elementos y requisitos de pertenencia a un sistema territorial de hábitat social, entendido como la conexión con un conjunto de redes tangibles de servicios e intangibles de localización y pertenencia (PE- LLI, 155-174). Reafi rmando estas formulaciones, se agrega aquí que la concepción fundamental de las necesidades habitacionales debe formularse en relación con las necesida- des del habitar en su conjunto, de modo que la satisfacción de estas necesidades por parte de la política habitacional (por las vías que luego se desarrollan), debe ser pensada siempre como una parte de la resolución integral del habitar adecuado. Esto es fundamental para resolver las necesidades habitacionales de los sectores excluidos desde una perspectiva de superación de las situaciones de exclusión social, es decir, desde una perspectiva de integración social. Los sec- tores sociales que tienen adecuadamente resueltas sus necesidades de ingresos económicos, de posibilidades de educación, de atención de salud, de recreación, etc., pero no pueden acceder a condiciones habitacionales adecuadas, pueden requerir ayuda para solucionar solamente los aspectos físicos del habitar, pero no quienes están excluidos de satisfacer adecuadamente la mayor parte de estas 3necesidades. Desde hace bastante tiempo se viene insistiendo desde ámbitos académicos y organismos de desarrollo en que la pobreza no es solo un problema económico, sino que es un problema complejo y multidimensional, especialmente en los hogares que viven en situaciones críticas (en distintos grados de necesidades 3- Por integración social se entiende en este trabajo una situación meta en la que los miembros de los hogares (cualquiera sea su condición de edad, género o étnica) estén insertos dentro del sistema formal de la economía (en condición activa o pasiva) y tengan garantizado el acceso a los servicios sociales esenciales, de salud, educación, seguridad, cultura, recreación, etc., de manera aceptable en relación con las condiciones generales de la sociedadde pertenencia. Gráfi co 1. Habitar y vivienda como relación indisociable Fuente: elaboración propia 34 Encuadre teórico del análisis de la política habitacional básicas insatisfechas), ya que ellos se encuentran inmersos en un proceso es- tructural, que en muchos casos los afecta desde larga data. En la mayoría de los casos es de transmisión intergeneracional y tiene raíces económicas, sociales, culturales, ambientales, políticas, etc., en el que intervienen múltiples aspectos, como la imposibilidad de acceso a un trabajo decente y seguro, a una buena educación, a una atención sanitaria adecuada; así como la carencia de garantías legales y de derechos civiles y políticos; el sufrimiento de discriminaciones so- cioculturales, la marginación espacial o territorial, la precariedad habitacional, la carencia de infraestructuras, servicios, equipamientos sociales y condiciones ambientales adecuadas; mayores exposiciones a inseguridades y riesgos, etc. La particularidad y complejidad de este problema consiste en que las combinacio- nes posibles de estos factores, que se pueden manifestar de distintas maneras en cada uno de los hogares —sobre todo de los que residen en áreas altamente defi citarias— se encuentran íntimamente relacionadas entre sí y conforman un círculo de reproducción de las condiciones de vida que torna muy específi ca su reversión, porque al estar relacionados entre ellos de diferentes maneras se inciden mutuamente. De modo tal que el problema habitacional de los hogares en situaciones de pobreza crítica debe concebirse desde la perspectiva del hábitat en su conjunto (gráfi co 2). Desde esta perspectiva multidimensional, todos los elementos que componen el problema no pueden ser descompuestos en aspectos aislados, para ser abordados de forma independiente, sino que deben ser considerados a partir de las relacio- nes que los interdefi nen, concibiéndolos como dimensiones de un único proble- ma, prestando atención a las características de las relaciones que se establecen, en particular, la contribución o afectación que entre ellos se produce, para que estas condiciones resulten adecuadas o no. Desde este enfoque, la concepción de vivienda (urbana) debe contemplar todos aquellos factores que contribuyen con los hogares, tanto a la integración con el espacio urbano, como a la integración económica, social, cultural y política de sus habitantes. Esta concepción de la vivienda adecuada es la que debe orientar una política habitacional integral. Gráfi co 2. Algunos factores que participan en la reproducción del hábitat de la pobreza Fuente: elaboración propia 35 La Investigación Al estar íntimamente relacionados entre sí de diferentes maneras todos los factores que afectan las condiciones de vida de los hogares, un abordaje que propenda al mejoramiento conjunto de ellos requiere siempre ser lo más in- tegral posible. Cuanto más sectorial sea este, más probabilidad existe de que resulte inefi caz de modifi car el problema en conjunto y solo reproduzca las condiciones iniciales. Si bien una intervención habitacional integral tendrá entre sus objetivos centrales el mejoramiento de los aspectos físicos del hábitat, es imprescindible que aborde esta cuestión relacionada con los otros factores que hacen a las condiciones de vida, teniendo en cuenta cómo ellos se inciden y retroalimentan mutuamente en cada caso. Este es uno de los principios básicos que tiene que guiar la intervención de una política habitacional integral. Sin dudas, los factores sociales, económicos, políticos o culturales son muy difíciles de reverti; sin embargo, la intervención sobre los aspectos físicos del hábitat es un fuerte estímulo para desencadenar procesos de mejoramiento gradual de las condiciones de vida de los hogares con vistas a su integración en la sociedad. El abordaje del problema, por lo tanto, tiene que darse en un marco de actuación integral, a través de la articulación de políticas, que persiga el mejoramiento equilibrado de todos los aspectos que afectan a las condiciones de vida de los hogares. El abordaje de cada una de las dimensiones del problema tiene que contribuir con la solución de los demás, según las incidencias e interdefi nicio- nes existentes entre ellas. Para Engels, una política integral es aquella que conjuga programas de gene- ración de trabajo e ingresos, infraestructuras, desarrollo humano y social y protección social (ENGELS, 2004: 10-22). Aquí se defi ne por política habita- cional integral a aquellas intervenciones del Estado que apuntan a satisfacer las necesidades habitacionales de los sectores de bajos recursos, propendiendo progresivamente mediante articulación de acciones a la integración social de su población destinataria, en el marco del desarrollo de una sociedad más equitativa, democrática y sustentable. 4Articulación intersectorial e interjurisdiccional La organización de las políticas públicas en Argentina tradicionalmente se estructuró a partir de la sectorización de problemas en campos específi cos y autónomos de intervención: políticas económicas, productivas, laborales, de sa- lud, educativas, culturales, sociales, de seguridad, de transporte, de energía, etc., y las políticas de sus respectivas infraestructuras y equipamientos, igualmente compartimentadas, entre ellas las habitacionales. Esta forma de organización fue propia de la organización del Estado moderno en general, en correlación con Gráfi co 3. Dimensiones de una política habitacional integral Fuente: elaboración propia 4- Por intersectorial se entiende a las relaciones establecidas por los distintos organismos sectoriales del Estado para actuar conjuntamente en una intervención específi ca.
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