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UNA PERSONA GANADORA Cuando uno ve con claridad un peligro actúa en algún sentido. Cuando la percepción es confusa solemos suspender la acción, dudamos, intentamos no decidir. El postergar de manera recurrente implica ya una opción ante la vida, una elección. Las actitudes, en todos los casos, son posturas mentales de cierta rigidez, con las que repetimos un estilo de formular opciones. La sabiduría popular observa que si una persona es “ganadora”, cuando comete una equivocación se le escucha decir: “Yo me equivoqué”. En cambio, en similar situación, una individualidad “perdedora” se excusa, terminante, con un: “No fue mi culpa”... Una persona “ganadora” trabaja fuerte y siempre tiene más tiempo libre. Un sujeto “perdedor” está demasiado atareado como para atender aquello que es importante y necesario. Un “ganador” enfrenta y supera el problema que le ocupa; es diligente. Un “perdedor”, da vueltas y vueltas a las dificultades con las que se preocupa; es negligente con los hechos. Un “ganador” se compromete, centra sus energías en un propósito; un “perdedor” promete, no ingresa de inmediato a las dificultades con voluntad de superación, verbaliza intenciones no asumidas. Cuando un “ganador” expresa: “Soy bueno, pero no tanto como me gustaría serlo”, el “perdedor” aclara: “Yo no soy tan malo como lo es mucha otra gente”. Un sujeto “ganador” escucha, comprende y responde cooperativamente. Un “perdedor” solamente espera que le toque su turno para hablar, desconectándose de lo que se está diciendo. Una personalidad “ganadora” respeta a aquéllos que son superiores a él, y trata de aprender de ellos. Una persona “perdedora” siente resentimiento con aquéllos que son sus superiores, trata por todos los medios de encontrarles defectos descalificadores. Un “ganador” se siente responsable no solamente por su trabajo, sino por todas las relaciones que establece en sus interrelaciones con la vida. Un “perdedor” se enquista en una posición defensiva: “¡Yo sólo hago mi trabajo...!”. Una individualidad “ganadora” argumenta: “Debe haber una mejor forma de hacerlo...”. Un estilo “perdedor” asegura: “Ésta es la mejor forma de hacerlo, es insuperable...” La pregunta que corresponde hacer ante tantas opciones, se me ocurre ahora, es: “¿Qué es lo que se trata de ganar?”. O bien: “¿Qué es lo que se puede perder?”. La respuesta queda librada a la reflexión inteligente de mis lectores. Puede servir de ayuda agregar que una persona “ganadora” comparte este mensaje con sus amistades. Un “perdedor”, en cambio, se guarda esta Perla para sí mismo. No la comenta a nadie, por temor a perderla. Enrique MARISCAL
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