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Apologistas Griegos Diplomado en Teología, UCACH Escritores católicos Frente a las teorías dualistas que se difundían por todas partes, surgieron algunos escritores en defensa de la fe cristiana: Arístides, San Justino, Atenágoras, Tertuliano y San Ireneo de Lyon. Apologistas Arístides de Atenas († h. 140) Afirma hacia el año 124 que la consideración del movimiento, del orden y de la belleza del mundo lleva a la existencia de un ser supremo, increado, inmutable, perfecto y único creador de todo lo que existe. Confesión de la Trinidad «Los cristianos toman su origen del Señor Jesucristo. Éste es confesado como Hijo del Dios Altísimo, descendido del cielo por medio del Espíritu Santo para la salvación de los hombres. Y, engendrado de una Virgen santa, sin fecundación ni desfloración, tomó carne y se mostró a los hombres, con el fin de apartarlos del error del politeísmo» San Justino • Nacido en Palestina y martirizado hacia el año 165, en su Primera apología, escrita en Roma hacia el año 150 • Muestra que el dios que los filósofos griegos conciben como ser supremo coincide en gran manera con el Dios de Jesucristo, creador del mundo y autor de la historia de la salvación. Rechaza la acusación de ateísmo dirigida contra los cristianos «No negamos al Dios verdadero, Padre de la justicia, de la pureza y de las demás virtudes, que no tiene comunión alguna con el mal» Testimonio teológico En San Justino encontramos los primeros balbuceos teológicos sobre la Santísima Trinidad: habla del Logos, que procede de la voluntad del Padre, y del Espíritu Santo, a quien atribuye la iluminación de los profetas. Atenágoras († h. 177) Muestra una incipiente reflexión trinitaria al defender la fe en Dios contra los que acusan a los cristianos de ateos No ateísmo «He demostrado suficientemente que no somos ateos: admitimos un solo Dios, increado, eterno, invisible... Realmente, uno no puede menos de maravillarse al oír llamar ateos a quienes admiten a un Dios Padre y a un Dios Hijo y a un Dios Espíritu Santo, que muestran su potencia en la unidad y su distinción en el orden» San Ireneo de Lyon • Es el teólogo más importante del siglo II. • Oriundo de Esmirna (h. 130). • Fue discípulo de San Policarpo y en el 177 ya es presbítero de Lyon • Murió mártir hacia el año 200. Defensa de la fe • Refutó las fantásticas especulaciones de los gnósticos sobre un dios que se degrada en emanaciones, y los errores de los dualistas, según los cuales en Dios habría dos principios, uno bueno y otro malo. • San Ireneo destaca la unidad absoluta de Dios, ser enteramente espiritual, justo y santo. Se distingue del Dios de los filósofos • Junto a Dios no existe una materia eterna, ni un demiurgo que origina el mundo por emanación. • Resalta que sólo el Dios único es creador de todo lo que existe. • Este Dios es el autor del Antiguo y del Nuevo Testamento y el que se ha revelado plenamente en Cristo Al hablar de la Santísima Trinidad Distingue claramente entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, y lo hace siempre en la perspectiva de la economía de la salvación. Espíritu «Quienes pertenecen a la Iglesia siguen una voz única que atraviesa el mundo entero. Es una tradición segura que nos viene de los Apóstoles, y que nos hace recibir una misma y única fe, creyendo todos en un solo y mismo Dios, el Padre; creyendo todos en la misma economía de la Encarnación del Hijo de Dios; reconociendo todos el mismo don del Espíritu» Clemente de Alejandría y Orígenes Después de los Padres apologistas nos encontramos con un grupo de grandes teólogos de la escuela alejandrina, que profundizan en la explicación sistemática y armoniosa de toda la doctrina cristiana. Clemente de Alejandría († 211/215) • Defiende la unicidad de Dios frente al politeísmo pagano. • Se sirve de la argumentación que le brindan las pruebas de la existencia de Dios: por definición, Dios tiene que ser infinito; en consecuencia, el ser infinito tiene que ser único. Orígenes (185/255) • Sucede a Clemente en la escuela de Alejandría. • Considera la existencia de Dios como una verdad asequible a la inteligencia del hombre. • Se llega al conocimiento del Dios único mediante la contemplación de la naturaleza y la rectitud de vida. La unicidad de Dios es la verdad primordial sobre Dios «Un solo Dios, creador y ordenador de todas las cosas, que ha sacado el universo de la nada, Dios de todos los justos desde el origen del mundo... Dios justo y bueno como Padre de Nuestro Señor Jesucristo, autor de la Ley y los Profetas, del Evangelio y de los Apóstoles, Dios del Antiguo y del Nuevo Testamento» Orígenes Afirma que en Dios están unidas la justicia y la bondad infinitas. No son incompatibles, sino inseparables: no existe lo bueno sin lo justo, ni lo justo sin lo bueno. El mal no proviene de Dios, sino de la libertad humana. Trinidad Orígenes la considera en el marco de la economía de la salvación: el Padre es el creador y principio de todas las cosas; el Logos es el mediador; el Espíritu Santo está presente dondequiera que hay santidad. Frente a los gnósticos No hubo momento en el que el Hijo no existiera Afirma la divinidad del Espíritu Santo: «Hasta ahora no he hallado pasaje alguno de las Escrituras que sugiera que el Espíritu Santo sea un ser creado». El Espíritu Santo
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