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Meditación para nuevos comienzos Rebekah Borucki Preparación/acerca de esta meditación Hace varios años que en Nochevieja cuelgo en mi canal de YouTube una meditación para nuevos comienzos. Es una meditación que favorece el dejar ir y seguir adelante, y suele ser uno de los vídeos más populares de la temporada. A finales de año, siempre tengo ganas de empezar el siguiente. La promesa de un nuevo comienzo me resulta emocionante, al margen de lo bueno o lo malo que me haya traído el año que llega a su fin. Cuando diciembre avanza y las vacaciones de verano hace ya tiempo que están almacenadas en cajas en el desván de mi mente, me veo a mí misma diciendo: «Hecho, visto, terminado. ¿Qué viene ahora?». Reflexionar, definir metas y escribir afirmaciones liberadoras que luego quemo en la chimenea marcan el principio de mi nuevo año. Sin embargo, hay otros momentos a lo largo del año en que también necesito pulsar el botón de reinicio. ¿Haces una lista de propósitos de Año Nuevo solo para frustrarte cuando te ves incapaz de cumplirlos? ¿No deseas poder volver a empezar? Al principio de cada vídeo de la meditación para nuevos comienzos digo algo parecido a lo siguiente: «Aunque se trata de una meditación para el Año Nuevo, cada día nos permite empezar de cero». En cualquier momento puede darse un nuevo comienzo. Recuerda lo que he dicho en la meditación para la vida después de una pérdida: «Cada momento presente se convierte en una ilusión del pasado en cuanto pasamos al siguiente momento presente». Cada momento es una hoja en blanco, lista para que puedas escribir una nueva historia. Fracasar no es el único motivo para querer volver a empezar. Quizá te encuentres al final de una fase de tu vida, de una relación o de una situación y estás a punto de entrar en otra y quieres asegurarte de dejar atrás lo que no vaya a ayudarte a avanzar. Lo bueno también termina, y mostrar agradecimiento por la situación anterior antes de avanzar puede ser muy positivo. Eso es lo que estás a punto de hacer en esta meditación. ¿Cuándo? Deja que las dos primeras meditaciones del capítulo te preparen para esta práctica de reflexión y renovación que te llenará de alegría. Practícala cuando algo haya llegado a su fin; cuando te hayas liberado de lo que sea y estés preparado para seguir adelante. La mañana es un momento ideal. El principio de un nuevo día ofrece todas las posibilidades de una hoja en blanco. ¿Dónde? Acomódate en tu lugar preferido para meditar por la mañana. Si ya ha amanecido, prueba a colocarte cerca de una ventana para poder bañarte en la cálida luz del sol. ¿Postura? Siéntate bien erguido en la postura fácil, con las manos apoyadas en los muslos o las rodillas, y las palmas hacia arriba. Estás preparándote para recibir nuevas bendiciones: deja vía libre a la energía para que pueda fluir por tu cuerpo. Asegúrate de que estás bien erguido desde la coronilla hasta el coxis y de que los hombros están alineados con la pelvis. Si es posible, abre y cierra los ojos cuando te lo indique. Tienes 4 minutos para reflexionar y renovarte Empieza centrando la atención en las inhalaciones y exhalaciones tal y como son en este momento. Permite que cada inspiración te aporte más energía y que cada exhalación libere la tensión que puedas estar albergando en tu interior. Inhala por la nariz y exhala por la boca. 1. Lee dos veces el siguiente mensaje, en silencio o en voz alta, antes de prepararte para el nuevo día: «En este momento, dejo ir algo que ya no cumple su mejor función y me preparo para la llegada segura de algo nuevo y emocionante. Celebro este momento como un instante de liberación, para seguir adelante y aceptar el ciclo de la vida y de la muerte de todas las cosas. Con cada inhalación y exhalación, algo empieza y algo termina, y es siempre una bendición». 2. Cierra los ojos (o desenfoca ligeramente la mirada) durante diez ciclos de inhalaciones energizantes y exhalaciones liberadoras. Recuerda las palabras que acabas de leer durante este tiempo de reflexión serena. Cuando hayas terminado, abre los ojos para leer el mantra de sellado. 3. Repite el siguiente mantra en cada exhalación de siete ciclos de respiración completos. Al acabar, sigue respirando con los ojos cerrados hasta que sientas que estás listo para terminar la meditación e iniciar tu día. Aborda la jornada con el espíritu de un guerrero radiante, listo para aceptar todos los nuevos retos, oportunidades y bendiciones. El mantra es: «Este momento es mío y voy a empezar de nuevo».
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