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TEMARIO - Daniel Cuellar

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Nombre del Alumno: Cuéllar González Jesús
Nombre del Maestro: Medina Márquez Héctor Gonzalo
Nombre de la Materia: Patología Ginecobstetricia 
Grado: 3 Grupo: C
Ciclo menstrual
La menstruación es la descamación del revestimiento interno del útero (endometrio), que se acompaña de sangrado. Se produce aproximadamente en ciclos mensuales durante los años fértiles de la vida de la mujer, excepto durante el embarazo. La menstruación empieza en la pubertad (con la menarquia) y cesa definitivamente con la menopausia.
Por definición, el primer día de sangrado se considera el comienzo de cada ciclo menstrual (día 1). El ciclo finaliza justo antes de la siguiente menstruación. Los ciclos menstruales normales varían entre 25 y 36 días. Solo del 10 al 15% de las mujeres tienen exactamente ciclos de 28 días, mientras que como mínimo en el 20% de las mujeres los ciclos son irregulares, es decir, más largos o cortos que el intervalo normal. Por lo general, los ciclos varían más y los intervalos entre los períodos son más prolongados en los años inmediatamente posteriores al inicio de la menstruación (menarquia) y anteriores a la menopausia.
El sangrado menstrual dura de 3 a 7 días, con un promedio de 5 días. La sangre perdida durante un ciclo menstrual oscila entre 15 y 75 cm. Una compresa higiénica o un tampón, según el tipo, puede absorber unos 30 cm de sangre. La sangre menstrual, a diferencia de la sangre que brota de una herida, no forma coágulos a menos que el sangrado sea muy intenso.
Las hormonas regulan el ciclo menstrual. Las hormonas luteinizante y foliculoestimulante, producidas por la hipófisis, promueven la ovulación y estimulan a los ovarios para producir estrógenos y progesterona. Los estrógenos y la progesterona estimulan el útero y las mamas para prepararse para una posible fecundación.
El ciclo menstrual tiene tres fases:
· Folicular (antes de la liberación del óvulo)
· Ovulatoria (liberación del huevo)
· Lútea (después de la liberación del óvulo)
	
	El ciclo menstrual está regulado por la interacción compleja de hormonas: la hormona luteinizante, la hormona foliculoestimulante y las hormonas sexuales femeninas (estrógenos y progesterona).
El ciclo menstrual tiene tres fases:
· Folicular (antes de la liberación del óvulo)
· Ovulatoria (liberación del huevo)
· Lútea (después de la liberación del óvulo)
El ciclo menstrual comienza con una hemorragia (menstruación), que marca el primer día de la fase folicular.
Cuando se inicia la fase folicular, los niveles de estrógeno y progesterona son bajos. Como consecuencia, se produce la descomposición y el desprendimiento de las capas superiores del revestimiento uterino (endometrio) y tiene lugar la menstruación. En esta fase, el nivel de hormona foliculoestimulante aumenta ligeramente y estimula el desarrollo de varios folículos de los ovarios. Cada folículo contiene un óvulo. Más tarde en esta fase, a medida que la concentración de hormona foliculoestimulante va disminuyendo, solo un folículo sigue su desarrollo. Este folículo produce estrógenos.
La fase ovulatoria comienza con un aumento en la concentración de las hormonas luteinizante y foliculoestimulante. La hormona luteinizante estimula el proceso de liberación del óvulo (ovulación), que suele ocurrir entre 16 y 32 horas después de que comience su elevación. El nivel de estrógenos llega a su punto máximo y el nivel de progesterona comienza a elevarse.
Durante la fase lútea descienden las concentraciones de las hormonas luteinizante y foliculoestimulante. El folículo roto se cierra después de liberar el óvulo y forma el cuerpo lúteo, que produce progesterona. Durante la mayor parte de esta fase, la concentración de estrógenos es alta. La progesterona y los estrógenos provocan un mayor engrosamiento del endometrio, que se prepara para una posible fertilización. Si el óvulo no se fertiliza, el cuerpo lúteo degenera y deja de producir progesterona, el nivel de estrógenos disminuye, se descomponen y desprenden las capas superiores del revestimiento, y sobreviene la menstruación (el inicio de un nuevo ciclo menstrual).
Fase folicular
Esta fase empieza el primer día de sangrado menstrual (día 1). No obstante, el acontecimiento principal de esta fase es el desarrollo de los folículos en los ovarios.
Al principio de la fase folicular, el revestimiento interno del útero (endometrio) está lleno de líquido y nutrientes destinados al futuro embrión. Si ningún óvulo ha sido fertilizado, los niveles de estrógenos y de progesterona son bajos. Como resultado, las capas superiores del endometrio se desprenden y sobreviene la menstruación.
En este momento, la hipófisis aumenta ligeramente su producción de hormona foliculoestimulante. Esta hormona estimula el crecimiento de 3 a 30 folículos. Cada folículo contiene un óvulo. Más tarde, en esta misma fase, a medida que los niveles de esta hormona disminuyen, solo uno de dichos folículos (llamado folículo dominante) continúa creciendo. Tras este proceso comienza la producción de estrógenos, y los demás folículos estimulados inician su descomposición. El aumento de los estrógenos también comienza a preparar el útero y estimula la producción de hormona luteinizante.
Por término medio, la fase folicular dura unos 13 o 14 días. De las tres fases, esta es la que puede variar más en duración. Tiende a ser más corta cerca de la menopausia. La fase acaba cuando el nivel de hormona luteinizante aumenta de modo muy acusado (pico). La subida culmina con la liberación del óvulo (ovulación) y marca el inicio de la fase siguiente.
Fase ovulatoria
Esta fase comienza cuando se produce el pico de los niveles de hormona luteinizante. Esta hormona estimula el folículo dominante, que se aproxima a la superficie del ovario para finalmente romperse y liberar el óvulo. La cantidad de foliculoestimulante aumenta en menor grado. La función del aumento de la foliculoestimulante aún no se conoce por completo.
La fase ovulatoria dura habitualmente entre 16 y 32 horas. Acaba con la liberación del óvulo, unas 10 a 12 horas después del aumento de la hormona luteinizante. El óvulo puede fertilizarse hasta un máximo de unas 12 horas después de su liberación.
El aumento de la hormona luteinizante puede detectarse mediante la determinación de sus niveles en la orina, lo cual se realiza para determinar si las mujeres son fértiles. La fertilización es más probable si los espermatozoides están presentes en el sistema reproductor antes de la liberación del óvulo. La mayoría de los embarazos se producen por un coito realizado en los 3 días anteriores a la ovulación.
En torno al momento de la ovulación, algunas mujeres experimentan un leve dolor en uno de los lados de la región inferior del abdomen. Este dolor es conocido como mittelschmerz (literalmente, dolor de la mitad o del medio) o dolor pélvico intermenstrual. El dolor puede durar desde unos minutos hasta algunas horas. El dolor aparece por lo general en el mismo lado del ovario que libera el óvulo, pero se desconoce su causa. El dolor precede o sigue a la rotura del folículo y puede no estar presente en todos los ciclos.
La liberación del óvulo no tiene lugar alternativamente en uno u otro ovario, sino que parece producirse de forma aleatoria. Si se extirpa un ovario, el otro libera un óvulo cada mes.
Fase lútea
Esta fase sigue a la ovulación, dura alrededor de 14 días (a menos que tenga lugar la fertilización) y finaliza justo antes del periodo menstrual. En la fase lútea, el folículo roto se cierra después de liberar el óvulo y forma una estructura denominada cuerpo lúteo, que secreta progresivamente una cantidad mayor de progesterona. La progesterona producida por el cuerpo lúteo prepara al útero por si se implanta un embrión. La progesterona hace que el endometrio se engrose y acumule líquido y nutrientes para alimentar a un posible embrión. La progesterona produce también el espesamiento de la mucosidad en el cuello uterino y dificulta la entrada de espermatozoides o bacterias en el útero. La progesterona provoca un ligero aumento de latemperatura corporal durante la fase lútea y hace que continúe elevada hasta que se inicie el periodo menstrual. Este aumento de la temperatura puede servir para estimar si ha ocurrido la ovulación. Durante la mayor parte de la fase lútea, el nivel de estrógenos es alto. Los estrógenos también estimulan el engrosamiento del endometrio.
El aumento de los niveles de estrógenos y de progesterona hace que se dilaten los conductos galactóforos de las mamas. Como resultado, estas pueden aumentar de tamaño y volverse dolorosas al tacto.
Si no se fertiliza el óvulo, o si este, una vez fecundado, no se implanta, el cuerpo lúteo degenera tras 14 días, disminuyen los niveles de estrógenos y de progesterona, y comienza un nuevo ciclo menstrual.
Si se produce la implantación, las células que rodean al embrión en desarrollo comienzan a producir una hormona denominada gonadotropina coriónica humana. Esta hormona mantiene el cuerpo lúteo, que continúa produciendo progesterona hasta que el feto en crecimiento pueda producir sus propias hormonas. Las pruebas de embarazo se basan en la detección del aumento de la gonadotropina coriónica humana.
Ovogénesis
La ovogénesis es la formación de los gametos femeninos u ovocitos en los ovarios o gónadas femeninas. A diferencia de la espermatogénesis, que se inicia en la pubertad en los varones, la ovogénesis se inicia mucho antes del nacimiento en las mujeres. El ovario fetal contiene muchas células germinales, que se dividen y se convierten en otro tipo de células mayores, las ovogonias, que también se dividen y que, finalmente, dan lugar a los ovocitos primarios. Tanto las ovogonias como los ovocitos primarios tienen 46 cromosomas. La división de las ovogonias termina antes del nacimiento, de modo que si son destruidas en esta fase no pueden ser renovadas.
 
En conjunto, el ovocito primario y la capa de células que lo acompañan constituyen el folículo primordial. Al llegar a la pubertad, hay alrededor de 40.000, y solamente unos 400 podrán madurar a lo largo de la vida fértil de la mujer, mientras que el resto de los ovocitos primarios degenerará. En cada ciclo sexual, las hormonas gonadotropinas, secretadas por el lóbulo anterior de la hipófisis, estimulan a varios folículos primordiales a continuar su desarrollo, aunque sólo uno suele alcanzar el grado de maduración necesario para ser ovulado. Los folículos primordiales maduran y se convertirán en folículos primarios que, a su vez, dan lugar a los folículos secundarios. Por último, el desarrollo del folículo secundario da lugar al folículo maduro o de Graaf, en el interior del cual el ovocito primario se convierte en ovocito secundario, que es el que será expulsado durante la ovulación a lo largo de la vida reproductora de la mujer. El ovocito secundario contiene 23 cromosomas, es decir, la mitad de la dotación genética de una célula humana. Sólo se convertirá en óvulo maduro en el momento de la fecundación, cuando se produzca la penetración del espermatozoide dentro del ovocito. A continuación, y como consecuencia, se formará una nueva célula, el zigoto o huevo, que tendrá 46 cromosomas, 23 procedentes del óvulo y 23 procedentes del espermatozoide.
Ciclo sexual femenino
El ciclo menstrual está controlado por el ciclo ovárico a través de las hormonas ováricas: los estrógenos y la progesterona. Tales cambios dependen de 2 ciclos interrelacionados, el ciclo ovárico y el ciclo uterino o menstrual, los cuales, en conjunto, duran aproximadamente 28 días en la mujer, aunque se producen variaciones.
Ciclo ovárico
Los ovarios tienen la doble función de producir gametos (ovocitos) y de secretar las hormonas sexuales femeninas, los estrógenos y la progesterona.
Al comienzo de cada ciclo ovárico, que se considera coincidente con el primer día de la menstruación, empiezan a aumentar de tamaño varios folículos primordiales por la influencia de una hormona secretada por la adenohipófisis, la hormona folículo estimulante (FSH). Se distinguen 3 fases en el ciclo ovárico: 
 
1. fase folicular: Del día 1 al día 14 del ciclo. Durante el desarrollo folicular, el folículo secundario aumenta de tamaño y llega a ser el folículo de Graaf o folículo maduro, listo para descargar el óvulo (el ovocito secundario). Durante esta primera fase del ciclo ovárico, el folículo en desarrollo sintetiza y secreta el estrógeno 17-beta estradiol, que es el responsable del desarrollo del endometrio en la fase proliferativa del ciclo uterino. 
2. ovulación: El folículo descarga el óvulo (ovocito secundario). Todo el proceso, hasta aquí, dura unos 14-16 días, contados a partir del primer día de la menstruación. El ovocito se libera y es introducido en el interior de la trompa y transportado hacia el útero. Cerca del día 14 del ciclo, las células de la adenohipófisis responden a los pulsos de la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH) y liberan las hormonas folículo estimulante (FSH) y luteinizante (LH). La LH causa la ruptura del folículo maduro y la expulsión del ovocito secundario y del líquido folicular, es decir, la ovulación. La ovulación se produce unas nueve horas después del pico plasmático de LH. Después de la ovulación, la temperatura corporal aumenta de medio grado a un grado centígrado y se mantiene así hasta el final del ciclo, lo que se debe a la progesterona que es secretada por el cuerpo lúteo (ver la fase luteínica). 
3. fase luteínica: Del día 15 al día 28 del ciclo. Después de la ovulación, las células restantes del folículo forman una estructura que se llama cuerpo lúteo o cuerpo amarillo, bajo la influencia de la LH. El cuerpo lúteo entonces sintetiza y secreta dos hormonas: el estrógeno 17-beta estradiol y la progesterona, que inducen la fase secretora del ciclo uterino, es decir, preparan el endometrio para la implantación del óvulo fecundado.
 
Si no hay fecundación, el cuerpo lúteo degenera hacia el final del ciclo uterino, se atrofia y deja de secretar estrógenos y progesterona. Como consecuencia, las capas superficiales del endometrio del útero se desprenden y son expulsadas al exterior por la vagina. Es la menstruación.
Ciclo uterino o menstrual
(ciclo ovárico) 
 
Durante el ciclo uterino las capas superficiales del endometrio experimentan cambios estructurales periódicos que pueden dividirse también en 3 fases: 
1. fase menstrual: Del día 1 al día 4 del ciclo, es lo que se llama menstruación. El flujo menstrual está compuesto por unos 50-150 ml de sangre, líquido intersticial, moco y células epiteliales desprendidas del endometrio, y pasa de la cavidad uterina al exterior a través de la vagina. 
2. fase proliferativa: Del día 5 al día 14 del ciclo. Coincide con la fase folicular del ciclo ovárico. Se caracteriza porque las células endometriales se multiplican y reparan la destrucción que tuvo lugar en la menstruación anterior. La hormona responsable de esta fase es el estrógeno 17-beta estradiol, secretado por las células del folículo ovárico en desarrollo. 
3. fase secretora: Del día 15 al día 28 del ciclo. Coincide con la fase luteínica del ciclo ovárico. En esta fase el endometrio se prepara para la implantación del óvulo fecundado. Las hormonas responsables de esta fase son la progesterona y el estrógeno 17-beta estradiol, secretadas por el cuerpo lúteo en el ovario.
Hormonas ciclo sexual femenino. Acciones
En el ciclo sexual femenino intervienen hormonas secretadas por el hipotálamo, por la hipófisis y por los ovarios.
 
La hipófisis secreta las gonadotropinas, que son de importancia fundamental para la función reproductora y, como indica su nombre, actúan sobre las gónadas o glándulas sexuales, los ovarios en la mujer. Son la hormona foliculoestimulante (FSH), que produce el crecimiento de los folículos ováricos antes de la ovulación mensual y la secreción de estrógenos, y la hormona luteinizante (LH), que provoca la ruptura del folículo de Graaf o folículo maduro y la ovulación, así como la secreción de estrógenos y progesterona. 
 
La secreción de las gonadotropinas depende, a su vez, del hipotálamo, que se encuentraen el sistema nervioso central, lo que explica el que los ciclos y la fertilidad de la mujer pueden ser profundamente afectados por las emociones.
Por su parte, los ovarios producen dos tipos de hormonas, los estrógenos y la progesterona.
Los efectos de los estrógenos son: 
· desarrollan los órganos genitales femeninos 
· son los responsables de la morfología femenina 
· desarrollan las glándulas mamarias 
· reducen los niveles de colesterol en plasma 
· tienen efectos estimulantes sobre el estado de ánimo 
· tienen efectos protectores sobre el tejido óseo 
· producen retención de agua y sodio por el organismo
 
Los efectos de la progesterona son: 
· estimula el crecimiento de las glándulas mamarias 
· estimula las secreciones del endometrio 
· tiene efecto calmante sobre el estado de ánimo 
· sube la temperatura corporal
 
Los estrógenos y la progesterona se metabolizan en el hígado y los productos
DIAGNOSTICO CLÍNICO DEL EMBARAZO
Las siguientes son algunas de las pruebas más comunes durante el embarazo:
Pruebas prenatales de detección del primer trimestre
Las pruebas de detección del primer trimestre son una combinación de pruebas de ultrasonido fetal y de análisis de sangre materna realizadas durante el primer trimestre del embarazo. El proceso de detección puede ayudar a determinar el riesgo de que el feto tenga ciertos defectos de nacimiento. Las pruebas de detección pueden usarse solas o en combinación con otras pruebas.
Hay tres partes de la detección del primer trimestre:
· Prueba de ultrasonido para la translucencia nucal fetal (TN) (NT, por sus siglas en inglés). La detección de translucencia nucal usa una prueba de ultrasonido para examinar el área del cuello fetal para ver si hay aumento de líquido o engrosamiento.
· Dos pruebas de suero maternal (sangre). Las pruebas en sangre miden dos sustancias encontradas en la sangre de todas las mujeres embarazadas:
· Detección de proteína plasmática asociada con el embarazo (PAPP-A, por sus siglas en inglés) -- una proteína producida por la placenta a principios del embarazo. Los niveles anormales se asocian con un mayor riesgo de anormalidad cromosómica.
· Gonadotropina coriónica humana (hCG) -- una hormona producida por la placenta a principios del embarazo. Los niveles anormales se asocian con un mayor riesgo de anormalidad cromosómica.
Cuando se usan juntas como pruebas de detección del primer trimestre, las pruebas de detección de translucencia nucal y de análisis de sangre maternal tienen una gran capacidad de determinar si el feto podría llegar a tener un defecto de nacimiento, tal como síndrome de Down (trisomía 21) y trisomía 18.
Si los resultados de estas pruebas de detección del primer trimestre son anormales, se recomienda asesoramiento genético. Pueden ser necesarias pruebas adicionales tales como muestras de vellosidades coriónicas, amniocentesis, ADN fetal libre de células, u otros ultrasonidos para un diagnóstico preciso.
Pruebas de detección prenatal del segundo trimestre
Las pruebas de detección prenatal del segundo trimestre pueden incluir varias pruebas de sangre, llamadas marcadores múltiples. Estos marcadores proporcionan información sobre el riesgo de una mujer de tener un bebé con ciertas condiciones genéticas o defectos de nacimiento. Las pruebas de detección se realizan usualmente mediante la toma de una muestra de la sangre de la madre entre las semanas 15 y 20 del embarazo (Es ideal entre las semanas 16 y 18). Los marcadores múltiples incluyen:
· Detección de alfa-feto proteína (AFP). Esta prueba de sangre mide el nivel de alfa-feto proteína en la sangre de la madre durante el embarazo. AFP es una proteína normalmente producida por el hígado fetal y está presente en el líquido que rodea al feto (líquido amniótico), y cruza la placenta a la sangre de la madre. La prueba de sangre AFP también se llama AFPSM (AFP sérica materna) (MSAFP, por sus siglas en inglés).
Los valores anormales de AFP podrían indicar lo siguiente:
· Defectos del tubo neural abierto (ONTD, por sus siglas en inglés), como espina bífida
· Síndrome de Down
· Otras anormalidades cromosómicas
· Defectos en la pared abdominal del feto
· Mellizos- más de un feto está fabricando la proteína
· Una fecha de parto mal calculada, ya que los niveles varían durante el embarazo
· hCG. Esta es la hormona gonadotropina coriónica humana (una hormona producida por la placenta)
· Estriol. Esta es una hormona producida por la placenta
· Inhibina. Esta es una hormona producida por la placenta
Los resultados anormales de pruebas de AFP y de otros marcadores pueden indicar la necesidad de pruebas adicionales. Usualmente se realiza un ultrasonido para confirmar las fechas del embarazo y observar la espina dorsal del feto y otras partes del cuerpo para ver si hay defectos. Puede ser necesaria una amniocentesis para un diagnóstico preciso.
La detección de múltiples marcadores no es un diagnóstico. Esto significa que no es 100 por ciento precisa, y es solo una prueba de detección para determinar a quién en la población debe ofrecérsele pruebas adicionales para su embarazo. Puede haber resultados falso-positivos --lo que indicaría un problema cuando en realidad el feto es sano o resultados falso-negativos --lo que indicaría un resultado normal cuando el feto en realidad tiene un problema de salud.
Cuando una mujer se ha realizado las pruebas de detección del primer y segundo trimestres, la capacidad de las pruebas de detectar una anormalidad es mayor que si usa solo una detección independientemente. Casi todos los casos de síndrome de Down pueden detectarse cuando se usan las pruebas de detección del primer y segundo trimestres.
¿Qué es amniocentesis?
Una amniocentesis es un procedimiento usado para obtener una pequeña muestra de líquido amniótico que rodea al feto para diagnosticar trastornos cromosómicos y defectos del tubo neural abierto (ONTDs, por sus siglas en inglés), tales como espina bífida. Hay pruebas disponibles para otros defectos y trastornos genéticos dependiendo de la historia familiar y la disponibilidad de las pruebas de laboratorio en el momento del procedimiento. Una amniocentesis se ofrece generalmente a mujeres en las semanas entre 15 y 20 de embarazo que tienen riesgo mayor de anormalidades cromosómicas, por ejemplo, mujeres que tienen más de 35 años de edad en el momento del parto, o aquellas que han tenido una prueba de detección de suero materno anormal, lo que indica un mayor riesgo de anormalidad cromosómica o defecto del tubo neural.
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¿Cómo se realiza una amniocentesis?
Una amniocentesis es un procedimiento que involucra la inserción de una aguja larga, delgada a través del abdomen de la madre en el saco amniótico para retirar una pequeña muestra del líquido amniótico para el examen. El líquido amniótico contiene células que se han desprendido del feto, que contienen información genética. Aunque los detalles específicos de cada procedimiento varían levemente, generalmente una amniocentesis sigue este proceso:
· Se limpia el abdomen de la mujer con un antiséptico.
· El médico puede o no dar un anestésico local para adormecer la piel.
· Se usa ultrasonido para guiar a una aguja hueca en el saco amniótico.
· Se retira una pequeña muestra de líquido para un análisis de laboratorio.
· Se deben evitar las actividades extenuantes en las 24 horas siguientes a una amniocentesis.
· Las mujeres pueden sentir algunos calambres durante la amniocentesis o después de esta.
Las mujeres con mellizos o fetos múltiples necesitan una muestra de cada saco amniótico para estudiar a cada bebé. En función de la posición del bebé, la placenta, la cantidad de líquido o la anatomía del paciente a veces no se puede realizar la amniocentesis. Se envía el líquido a un laboratorio genético para que las células puedan crecer y ser analizadas. También se mide la alfa-feto proteína, una proteína fabricada por el feto que está presente en el líquido, para descartar un defecto del tubo neural abierto, tal como la espina bífida. Los resultadosestán usualmente disponibles en unos 10 días y hasta en dos semanas, dependiendo del laboratorio.
¿Qué es una muestra de vellosidades coriónicas (MVC), (CVS, por sus siglas en inglés)?
La muestra de vellosidades coriónicas (MVC) es una prueba prenatal que involucra tomar una muestra de un poco de tejido de la placenta. Este tejido contiene el mismo material genético que el feto y puede ser analizado para detectar anormalidades cromosómicas y algunos problemas genéticos. Hay pruebas disponibles para otros defectos y trastornos genéticos dependiendo de la historia familiar y la disponibilidad de las pruebas de laboratorio en el momento del procedimiento. En comparación con la amniocentesis (otro tipo de prueba prenatal), la MVC no proporciona información sobre defectos del tubo neural como por ejemplo la espina bífida. Por esta razón, las mujeres que se someten a la MVC también necesitan una prueba de seguimiento entre las semanas 16 y 18 de su embarazo, para detectar defectos del tubo neural.
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¿Cómo se realiza la MVC?
Se puede ofrecer MVC a mujeres que tienen mayor riesgo de anormalidades cromosómicas o tienen una historia familiar de un defecto genético que se puede detectar del tejido de la placenta. Se realiza una MVC entre las semanas 10 y 12 del embarazo. Aunque los métodos exactos pueden variar el procedimiento involucra la inserción de un pequeño tubo llamado catéter a través de la vagina de la mujer en su cérvix y usualmente sigue este proceso:
· El ultrasonido se usa para guiar el catéter en su lugar cerca de la placenta.
· Se saca tejido con una jeringa en el otro extremo del catéter.
· Otro método es la MVC transabdominal, que involucra la inserción a través del abdomen de una mujer y en su útero para sacar una muestra de células de placenta.
· Las mujeres pueden sentir algunos calambres durante el procedimiento de MVC o después de este.
· Se envían las muestras de tejido a un laboratorio genético para ser cultivadas y analizadas. Los resultados están usualmente disponibles en unos 10 días y hasta en dos semanas, dependiendo del laboratorio.
Las mujeres con mellizos o fetos múltiples usualmente necesitan muestras de cada placenta. Sin embargo, debido a la complejidad del procedimiento, y la posición de las placentas, la MVC no es siempre posible o no es exitosa con fetos múltiples.
Algunas mujeres pueden no ser candidatas para la MVC o puede que no obtengan resultados que sean 100 por ciento precisos, y por lo tanto pueden requerir una amniocentesis de seguimiento. En algunos casos hay una infección vaginal activa, como herpes o gonorrea, que probablemente imposibilitará el procedimiento. Otras veces el médico obtiene una muestra que no tiene suficiente tejido para cultivar en el laboratorio, por lo que los resultados son incompletos o inconclusos.
¿Qué es monitorización fetal?
Durante la última etapa de embarazo y el trabajo de parto, su médico puede querer monitorizar el ritmo cardíaco fetal y otras funciones. La monitorización del ritmo cardíaco fetal es un método de verificar la frecuencia y el ritmo del latido cardíaco del feto. El ritmo cardíaco fetal promedio se encuentra entre 110 y 160 latidos por minuto. El ritmo cardíaco fetal puede cambiar a medida que el feto responde a las condiciones en el útero. Un ritmo o patrón cardíaco fetal anormal puede significar que el feto no está recibiendo suficiente oxígeno o que hay otros problemas. Un patrón anormal también puede significar que se necesita un parto o cesárea de emergencia.
¿Cómo se realiza la monitorización fetal?
Con un fetocopio (un tipo de estetoscopio) para escuchar el ritmo cardíaco fetal es el tipo más básico de monitorización del ritmo cardíaco fetal. Otro tipo de monitorización se hace con un dispositivo Doppler portátil. Este se usa a menudo durante las visitas prenatales para contar el ritmo cardíaco fetal. Durante el parto, se usa a menudo la monitorización electrónica fetal continua. Aunque los detalles específicos de cada procedimiento varían levemente, generalmente la monitorización electrónica fetal continua sigue este proceso:
· Se aplica gel en el abdomen de la madre para que actúe como medio para el transductor de ultrasonido.
· El transductor de ultrasonido se sujeta al abdomen con correas y transmite el latido cardíaco del feto a una grabadora. Se muestra en una pantalla el ritmo cardíaco del feto y se imprime en un papel especial.
· Durante las contracciones, un toco dinamómetro externo (un dispositivo de monitorización que se coloca sobre la parte superior del útero con una correa) puede grabar los patrones de las contracciones.
· A veces es necesaria la monitorización interna para una lectura más precisa del ritmo cardíaco fetal. Su bolsa de aguas (líquido amniótico) debe estar rota y su cérvix debe estar parcialmente dilatada para usar monitorización interna. La monitorización interna fetal involucra la inserción de un electrodo a través del cérvix dilatada y la fijación del electrodo al cuero cabelludo del feto, llamado electrodo para el cuero cabelludo del feto.
¿Qué son las pruebas de glucemia y tolerancia a la glucosa?
La prueba inicial de 1 hora es una prueba de glucemia Si los resultados son anormales, se realiza una prueba de tolerancia a la glucosa.
Una prueba de tolerancia a la glucosa se realiza usualmente entre las semanas 24 y 28 del embarazo, mide los niveles de azúcar (glucosa) en la sangre de la madre. Los niveles de glucosa anormales pueden indicar diabetes gestacional.
¿Cómo se realiza una prueba de tolerancia a la glucosa?
La prueba de tolerancia a la glucosa se hace si la mujer tiene una prueba elevada de glucemia de 1 hora
Aunque los detalles específicos de cada procedimiento varían levemente, generalmente una prueba de tolerancia a la glucosa sigue este proceso:
· Puede que se le pida a la madre que beba solo agua el día que se hace la prueba de tolerancia a la glucosa.
· Se retira una muestra inicial en ayuno de una vena.
· Se le dará una solución de glucosa especial para que beba.
· Se extraerá sangre varias veces durante el transcurso de varias horas para medir los niveles de glucosa en su cuerpo.
¿Qué es un cultivo de estreptococo Grupo B?
Los estreptococos del Grupo B (EGB) (GBS, por sus siglas en inglés) son bacterias encontradas en el tracto genital inferior de aproximadamente el 25 por ciento de todas las mujeres. La infección de EGB usualmente no causa problemas en las mujeres antes del embarazo, pero puede causar una grave enfermedad en la madre durante el embarazo. EGB puede causar corioamnionitis (una infección grave de los tejidos de la placenta) e infección posparto. Las infecciones del tracto urinario causadas por EGB pueden causar un parto y nacimiento antes de término, o pielonefritis y sepsis.
EGB es la causa más común de infecciones amenazantes para la vida en recién nacidos, incluyendo neumonía y meningitis. Los bebés recién nacidos contraen la infección durante el embarazo o del tracto genital de la madre durante el trabajo de parto y el parto.
Los Centros para el Control y Prevención de enfermedades recomiendan las pruebas de detección en todas las mujeres embarazadas para la colonización vaginal y rectal por estreptococo del grupo B en la gestación entre las semanas 35 y 37. El tratamiento de madres con ciertos factores de riesgo o cultivos positivos es importante para reducir el riesgo de transmisión de EGB al bebé. Los bebés cuyas madres reciben tratamiento antibiótico debido a pruebas positivas de EGB tienen 20 veces menos probabilidades de desarrollar la enfermedad que aquellas sin tratamiento.
¿Qué es ultrasonido?
Un estudio de ultrasonido es una técnica de diagnóstico que usa ondas de sonido de alta frecuencia
para crear una imagen de los órganos internos. A veces se realiza una prueba de detección con ultrasonido durante el curso del embarazo para verificar el crecimiento normal del feto y verificar la fecha de parto. Se pueden realizar ultrasonidos en varias oportunidades durante el embarazo por diferentes motivos.En el primer trimestre
· Para establecer las fechas de embarazo
· Para determinar el número de fetos e identificar las estructuras de la placenta
· Para diagnosticar un embarazo ectópico o un aborto espontáneo
· Para examinar el útero y otra anatomía pélvica
· En algunos casos para detectar anormalidades del feto
A mediados del trimestre (a veces llamado el estudio de la semana 18 - 20)
· Para confirmar fechas de embarazo
· Para determinar el número de fetos y examinar las estructuras de la placenta
· Para ayudar en pruebas prenatales, como una amniocentesis
· Para examinar la anatomía fetal para detectar la presencia de anormalidades
· Para verificar la cantidad de líquido amniótico
· Para examinar patrones de flujo sanguíneo
· Para observar la conducta y la actividad del feto
· Para examinar la placenta
· Para medir la longitud del cérvix
· Para monitorizar el crecimiento del feto
Tercer trimestre
· Para monitorizar el crecimiento del feto
· Para verificar la cantidad de líquido amniótico
· Como parte del perfil biofísico
· Para determinar la posición de un feto
· Para evaluar la placenta
¿Cómo se realiza un estudio de ultrasonido?
Aunque los detalles específicos de cada procedimiento varían levemente, generalmente los ultrasonidos siguen este proceso: Se pueden realizar dos tipos de ultrasonido durante el embarazo
· Ultrasonido abdominal
En un ultrasonido abdominal, se aplica gel en el abdomen y el transductor de ultrasonido se desliza sobre el gel en el abdomen para crear la imagen.
· Ultrasonido transvaginal
En un ultrasonido transvaginal, se inserta un transductor de ultrasonido más pequeño en la vagina y descansa contra la parte posterior de la vagina para crear una imagen. Un ultrasonido transvaginal produce una imagen más precisa y se usa a menudo a principios del embarazo.
Hay varios tipos de técnicas de imágenes de ultrasonido. La más común es bidimensional, o 2D. Esto da una imagen plana de un aspecto de la imagen.
Si se necesita más información, se puede realizar un examen de ultrasonido de 3D. Esta técnica que proporciona una imagen tridimensional requiere una máquina y capacitación especiales. Pero la imagen en 3D permite que el proveedor del cuidado de la salud vea el ancho, la altura y la profundidad de las imágenes, lo que puede ser útil en el diagnóstico. Las imágenes en 3D también se pueden capturar y guardar para una revisión posterior.
La última tecnología es ultrasonido 4D, que permite al proveedor del cuidado de la salud visualizar al bebé no nacido en tiempo real. Con las imágenes en 4D, una imagen tridimensional se actualiza continuamente, lo que proporciona una vista de "acción en vivo". Estas imágenes a menudo tienen un color dorado que ayuda a mostrar sombras y relieves.
Las imágenes de ultrasonido pueden capturarse en fotografías instantáneas o en vídeo para documentar hallazgos.
El ultrasonido es una técnica que se está mejorando y refinando constantemente. Como con cualquier prueba, los resultados pueden no ser completamente precisos. Sin embargo, el ultrasonido puede proporcionar información valiosa para los padres y los proveedores del cuidado de la salud para ayudar a manejar y cuidar el embarazo y al feto. Además, el ultrasonido brinda a los padres la oportunidad única de ver a su bebé antes del nacimiento, lo que les ayuda a vincularse y establecer una relación temprana.
¿Cuáles son los riesgos y beneficios del ultrasonido?
El ultrasonido fetal no tiene riesgos conocidos más que la incomodidad leve debido a la presión del transductor sobre el abdomen o en la vagina. No se usa radiación durante el procedimiento.
El ultrasonido transvaginal requiere la cobertura del transductor de ultrasonido con una funda plástica/de látex, que puede causar una reacción en pacientes con alergia al látex.
Se ofrece a veces ultrasonido fetal en escenarios no médicos para proporcionar imágenes o vídeos de recuerdo para los padres. Si bien se considera que el procedimiento de ultrasonido es seguro, es posible que personal no capacitado pueda dar a los padres garantías falsas sobre el bienestar del bebé o quizás que se pase por alto una anormalidad. Se recomienda que el ultrasonido sea realizado por personal médico capacitado que pueda interpretar correctamente los hallazgos. Hable con su médico o partera si tiene preguntas.
¿Qué son las pruebas de detección genética?
Se pueden diagnosticar muchas anormalidades genéticas antes del nacimiento. Su médico o partera pueden recomendar pruebas genéticas durante el embarazo si su pareja tiene una historia familiar de trastornos genéticos y/o ha tenido un feto o bebé con anormalidad genética.
Entre los ejemplos de trastornos genéticos que pueden diagnosticarse antes del nacimiento se incluyen los siguientes:
· Fibrosis quística
· Distrofia muscular de Duchenne
· Hemofilia A
· Talasemia
· Anemia de células falciformes
· Enfermedad poliquística renal
· Enfermedad de Tay-Sachs
¿Qué incluyen los métodos de pruebas de detección genética?
Los métodos de pruebas de detección genética pueden incluir lo siguiente:
· Estudio de ultrasonido
· Prueba de alfa-feto proteína (AFP) o prueba de marcador múltiple
· Muestra de vellosidad coriónica, (MVC) (CVS por sus siglas en inglés)
· Amniocentesis
· Muestra umbilical percutánea (retiro de una pequeña muestra de sangre fetal del cordón umbilical)
FISIOLOGÍA DEL PARTO ETAPAS Y MECANISMO
El parto es un proceso fisiológico que consiste en la aparición de contracciones rítmicas y progresivas que producen el borramiento y dilatación del cuello uterino, permitiendo el descenso del feto por el canal del parto, para expulsarlo finalmente a través de conducto genital al exterior, junto con los demás productos de la concepción. (Placenta y membranas ovulares)
División Funcional del Trabajo de Parto
El proceso del parto se divide en dos unidades funcionales, la primera División de Dilatación cervical y la segunda División Pélvica, de descenso y expulsión del feto. Este proceso está apoyado en un concepto que es físico mecánico, basado en la existencia de una fuerza generada por las contracciones uterinas que propulsan el feto venciendo una resistencia que se le opone, en este caso el cérvix y las fuerzas antagonistas del canal del parto.
Los elementos y fuerzas que interactúan sincrónica y adecuadamente durante el trabajo de parto son cuatro (4):
1.    El canal o conducto (pasaje) del parto formado por las partes blandas y óseas de la pelvis materna.
2.    El feto (pasajero u objeto del parto).
3.    La placenta.
4.    Las contracciones que permiten la expulsión (motor del parto).
A partir de los estudios publicados por Friedman (1978), se reconocen que antes de producirse la dilatación franca ocurren una serie de fenómenos que afectan la dinámica uterina y que acortan y borran el cérvix. Friedman afirmó que las características clínicas de las contracciones uterinas, es decir, frecuencia, intensidad y duración, no pueden ser consideradas como indicadores confiables de la progresión ni la normalidad del trabajo de parto…Salvo por la dilatación cervical y el descenso fetal, ninguno de los rasgos clínicos de la paciente es útil para evaluar la progresión del trabajo de parto. La curva de dilatación cervical observada durante el trabajo de parto normal presenta una configuración sigmoidea y la del descenso principalmente en la división pélvica es hiperbólica.
A su vez esta primera unidad funcional de la dilatación cervical se divide en una fase latente o preparatoria y otra llamada fase activa. Esta fase activa se subdivide en una etapa de aceleración, otra de máxima pendiente y una tercera de desaceleración. Una vez completada la dilatación del cuello uterino (10 cm o más) comienza el segundo estadio del trabajo de parto a partir del cual el único indicador de la evolución del trabajo de parto es el descenso progresivo de la parte de la presentación fetal.
Periodo de preparación o fase latente del trabajo de parto.
Se inicia con contracciones uterinas que producen borramiento cervical, en tanto que, en el miometrio,sobre todo a nivel biomolecular y estructural, ocurren modificaciones destinadas a procurar una adecuada orientación, polarización y coordinación de las contracciones, haciéndolas eficaces para conseguir una progresiva y continua dilatación cervical y vencer la resistencia del suelo pélvico.
La duración de la fase latente es variable y está sujeta a cambios provocados por factores exógenos y su duración afecta en escasa medida la evolución ulterior del trabajo de parto. Por consiguiente, la fase latente comienza como describimos anteriormente, con la percepción materna de las contracciones uterinas regulares acompañadas de dilatación cervical progresiva, aunque lenta, expulsión de flemas mucosas (limos) o tapón mucoso, además de caracterizarse clínicamente por disminución de la altura uterina y de poder coexistir con síntomas difusos como diarreas, vómitos, sudoración, edemas, dolor en bajo vientre y región lumbar. Dándose por terminada la misma cuando la dilatación alcanza de 3 a 4 centímetros, este umbral puede ser útil desde el punto de vista clínico porque define los límites de la dilatación cervical, entre la finalización de la fase latente y el inicio o comienzo de la fase activa de la dilatación del trabajo de parto.
La alteración de esta fase está dada por su prolongación. Friedman y Sachleben (1963) definieron la fase latente prolongada como aquella que supera las 20 horas de duración en la nulípara y las 14 horas en multíparas, correspondiendo estos valores a periodos de máxima duración (95 percentil).
Entre los factores que inciden en la prolongación de la fase latente del trabajo de parto figuran:
· La sedación.
· La analgesia de conducción excesiva.
· Las malas condiciones cervicales (cérvix largo, grueso, posterior y cerrado).
· Falso trabajo de parto por contracciones irregulares e ineficaces.
Fase activa del trabajo de parto.
Según la curva de Friedman la primera subdivisión de la fase activa se conoce como aceleración, etapa corta, cuando culmina la fase latente e inicia verdaderamente el trabajo de parto alcanzando de 3 a 5 centímetros de dilatación durante la misma, lo cual es indicativo de la regularización de las contracciones (dinámica uterina útil) en frecuencia, intensidad y duración para esta inicial etapa. Una vez llegado a los 5 centímetros de dilatación comienza la etapa de pendiente máxima de dilatación en la cual puede ser indicativo en su inicio de amniorrexis artificial si no existe evidencia clínica y ecográfica de líquido amniótico disminuido u oligoamnios, es a partir de aquí (5 cm) hasta alcanzar los 8 centímetros en las siguientes 3 horas consecutivas, ya que las nulíparas dilatan a una velocidad normal mínima de 1.2 cm por hora y las multíparas a 1.5 cm por hora. Lo cual Friedman considera que esta etapa de pendiente máxima es un indicador adecuado de la eficacia global del motor de la máquina del parto (las contracciones uterinas). La tercera subdivisión conocida como de desaceleración va de los 8 cm, a la dilatación completa 10 cm y continua de forma invisible, la retracción las fibras musculares del anillo cervical de la dilatación, sobre el polo fetal de la presentación que se ofrece, para que con su avance lograr rebasarlo totalmente, en esta fase se inicia conjuntamente el descenso de la presentación (División Pélvica) y refleja esta tercera etapa ser un indicador  en mayor medida de las relaciones feto pélvicas.
División pélvica:
Esta división se caracteriza porque en la misma ocurre el descenso, el cual comienza en el estadio más tardío de la dilatación activa, que se inicia con alrededor de los 8 cm en las nulíparas y se torna más rápido después de alcanzar dicha dilatación. Friedman subdividió los problemas de la fase activa en trastornos por prolongación y por detención. Además, definió la prolongación como una baja velocidad de la dilatación cervical menor a 1.2 cm/hora y para el descenso una velocidad normal a 1 cm/hora y en las pacientes multíparas como una velocidad de dilatación menor de 1.5 cm/hora y para el descenso menor de 2cm/hora. En cuanto al concepto de detención, llamó detención de la dilatación como un lapso de 2 horas sin cambios cervicales y a la detención del descenso como un lapso de 1 hora sin descenso fetal.
En su estudio comprobó que el 30% de las pacientes con prolongación presentaban una DCP y en un 45%en aquellas que desarrollaban detención, entre los factores que contribuyen a la prolongación y detención de la dilatación y el descenso son la sedación, la analgesia de conducción y la mal posición de orientación fetal(ejemplo occipito posterior persistente).
La conducta a seguir propuesta para los trastornos de prolongación fue un manejo expectante y para los relacionados con detención en ausencia de desproporción feto pélvica recomendaba el uso de oxitócica.
Segundo periodo:
Este periodo comienza cuando se completa la dilatación cervical y termina con la expulsión del feto, su duración promedio es de 50 minutos a 1 hora para nulíparas y de 20 minutos para las multíparas, pero también es sumamente variable para cada paciente de no haber afectación del bienestar fetal en esta etapa.
Es importante mencionar que en la división pélvica que ocupa la última subdivisión de la fase activa y todo el segundo periodo ocurre la mayor parte de los movimientos fetales de encajamiento, flexión, orientación y rotación (mecanismos del parto) los cuales son necesarios para que el feto pueda atravesar el canal del parto. En vista de los requerimientos mecánicos de estos movimientos fetales, resulta lógico que la desproporción entre el feto y la pelvis se ponga de manifiesto en el segundo periodo.
Hasta tiempos recientes existían normas para el manejo del segundo periodo que limitaban su duración. En nulíparas este periodo se limitaba a 2 horas y se extendía a 3 si se utilizaba analgesia regional. En las multíparas el límite era de 1 hora y se extendía a 2 en caso de uso de analgesia regional. La prolongación de estos límites de tiempo obligaba al obstetra a tomar una conducta más activa como abreviar el parto por medio de una instrumentación la cual podría ser precipitada al no haber afectación evidente del bienestar fetal, y de no ser posible realizar la misma, hacer la indicación de una cesárea por diagnóstico de descenso detenido de la presentación.
Todas estas fases de dilatación y descenso de la presentación pueden graficarse en el conocido partograma para un buen seguimiento y diagnóstico oportuno de una disfunción del trabajo de parto, donde se trazan líneas de alerta y de acción para identificar cual periodo se está haciendo disfuncional y en consecuencia tomar una conducta apropiada y personalizada para cada caso.
- La dilatación. Se corresponde al inicio de contracciones de parto, dilatación del cuello del útero y descenso de la cabeza del feto por el canal del parto.
- El expulsivo. Es la parte final del parto.
- El alumbramiento. Corresponde a la salida de la placenta.
A pesar de que el parto es todo el proceso desde su inicio hasta la expulsión de la placenta, en ocasiones se habla de “trabajo de parto” para definir lo que técnicamente se conoce como dilatación, y de “parto” para la salida del feto propiamente dicha.
Seguro que has oído acerca de partos que “han durado días”. En realidad, existe una fase previa al proceso de parto, técnicamente conocida como “fase latente” o “pródromos de parto”, en la que algunas mujeres empiezan a sentir contracciones y molestias, pero en la que estrictamente el parto no se ha iniciado. A veces, esta fase de molestias puede ser de gran duración.
1. PRIMERA FASE DEL PARTO: DILATACIÓN
La primera fase del parto va desde su inicio hasta la dilatación completa del cuello uterino. Los médicos o comadronas utilizan una definición para hacer un “diagnóstico de inicio de parto”. Los criterios que se utilizan no son exactamente iguales entre países o sociedades científicas. Pero de forma muy general casi siempre consideran tres factores:
1. Tiene que haber contracciones seguidas, al menos dos cada 10 minutos,2. El cuello del útero, o cérvix en términos técnicos, tiene que estar dilatado, normalmente 3 cm o más,
3. El cuello del útero tiene que estar acortado, o como se suele denominar técnicamente “borrado”, al menos en un 50% respecto a su longitud.
Son criterios siempre algo subjetivos, y por este motivo utilizar tres criterios reduce las diferencias en la interpretación y facilita que los profesionales sepan con bastante precisión que el parto se ha iniciado y que a partir de ese momento empezamos a "contar el tiempo" de verdad.
La dilatación es la fase más larga del parto. En un primer parto puede durar de 8 hasta 12 horas, o incluso más. No es verdaderamente importante mientras el bebé y la mamá estén bien. En general, la duración de la fase de dilatación es más corta en el segundo parto y posteriores, aunque siempre puede haber excepciones.
A lo largo de la fase de dilatación, las contracciones del útero son cada vez más frecuentes y duran más tiempo. Durante esta fase, y como indica su nombre, se produce poco a poco la dilatación del cuello uterino. Al mismo tiempo, la cabeza del feto “entra” en la pelvis (o “se encaja” en términos técnicos) y empieza a descender hacia la vulva, lo cual se define técnicamente como “descenso”. El feto debe atravesar la pelvis de la madre, que forma un canal algo irregular, de pocos centímetros de largo. Este descenso es lento, y por ello tarda unas horas en atravesar. El canal es estrecho y la cabeza pasa, pero de forma justa, por ese canal. En la mayoría de los casos, la cabeza del feto se adapta muy bien a la pelvis y puede aprovechar el mejor ángulo para pasar en cada nivel de ella.
Los profesionales que controlan el parto utilizan para entenderse unos planos imaginarios para saber “a qué altura” está el feto en la pelvis materna. Reciben el nombre de planos de Hodge, y son 4 planos. En el primer plano, el feto está entrando en la parte superior de la pelvis. En el cuarto plano, su cabeza está ya saliendo de la pelvis, entre el pubis y el coxis, preparada para salir. Normalmente en la fase de dilatación el feto pasa del primer al tercer plano, y en la siguiente fase ya pasa al cuarto plano. Pero esto es una regla muy general y pueden haber grandes diferencias en cada mujer y parto.
2. SEGUNDA FASE DEL PARTO: EXPULSIVO
La fase de expulsivo empieza cuando se alcanza la dilatación completa y acaba en el momento en que el feto sale completamente al exterior. Se llama dilatación completa porque en ese momento el cuello del útero se ha dilatado tanto que forma un solo conducto con la vagina. Más o menos corresponde aproximadamente a 10 cm, pero el tamaño exacto cambia en cada caso.
Durante esta fase, es normal que la mujer empiece a notar una necesidad de apretar, muy parecida a la de hacer de vientre. Los pujos de la madre son una ayuda importantísima para ayudar el feto a salir. En un parto normal, el bebé sale mirando hacia la espalda de su madre. Esto es debido a la forma ovalada de la última parte estrecha que tiene que atravesar en la pelvis, entre el pubis y el coxis. Casi todos los partos ocurren así, porque es la forma más eficiente para salir. De forma natural el feto adapta su cabeza, como si fuese un obús, para poder salir ocupando el menor espacio posible.
Esta fase expulsiva puede durar desde una a dos horas habitualmente, pero si se ha administrado anestesia epidural puede ser más larga. Igual que con la dilatación, suele ser más rápido cuando la mujer ha tenido más hijos.
La salida del bebé
Dentro de la fase del expulsivo, evidentemente el momento más importante para los padres es la salida de la cabeza. También es el momento más importante para el profesional, que deberá poner la máxima atención para que todo transcurra de la forma más natural posible y, a la vez, de forma controlada. Es importante que la cabeza del bebé salga lentamente para evitar una descompresión brusca y que se proteja el periné (espacio entre el ano y la vagina materna). Es normal que la mujer sienta la necesidad de empujar muy fuerte en el momento en que sale la cabeza, pero es importante controlar esta fuerza para asegurar que la salida sea lo más suave posible. En ese momento, la ayuda de un profesional experimentado es fundamental, porque ayuda a la salida lenta de la cabeza y, a continuación, de los hombros, protegiendo en todo momento el periné de la madre. Una vez estén fuera cabeza y hombros, el resto del cuerpo saldrá al exterior sin ninguna dificultad.
La protección del periné es muy importante antes de que salga la cabeza fetal por él. Si se considera que el periné no se distiende bien, especialmente en las mujeres para las que es el primer parto (primíparas), en ocasiones se realiza una episiotomía (un pequeño corte) para reducir el riesgo de que se produzca un desgarro. La necesidad de episiotomía es mucho menor si se ha preparado el periné, si el parto y el expulsivo han podido transcurrir con un tiempo adecuado para que el periné se adapte poco a poco. Por supuesto, la necesidad es muy baja en los siguientes partos.
Una vez el bebé está finalmente fuera, se colocará sobre el pecho de la madre para guardar contacto con ella, piel a piel.
3. TERCERA FASE DEL PARTO: ALUMBRAMIENTO
Aunque es habitual utilizar este término como sinónimo de parto, en medicina esta tercera fase hace alusión, en realidad, a la salida de la placenta. El parto no ha acabado técnicamente hasta que sale la placenta y las membranas ovulares. Una vez vaciado el útero, se ponen en marcha unas señales que hacen que la placenta se desprenda y se expulse. Es un proceso muy delicado porque la placenta recibe muchísima sangre. Por ello, inmediatamente después de desprenderse la placenta, la madre tiene una gran contracción uterina continua. El útero se cierra fortísimo, como un puño, y esto evita el sangrado que aparecería después del desprendimiento de la placenta.
En ocasiones a la placenta le cuesta salir y se considera que es mejor actuar, porque es una de las causas de hemorragia postparto. Es una de las complicaciones más frecuentes en entornos en los que no hay profesionales. En la historia ha sido una de las causas más frecuentes de muerte materna en el parto, y por desgracia todavía lo es en algunas partes del mundo. En medios con recursos, es una complicación muy importante y que requiere atención muy urgente y especializada. Pero hoy en día se dispone de muchísimas armas terapéuticas y la hemorragia postparto se consigue controlar en prácticamente todos los casos, de forma que la mortalidad materna por esta causa se ha reducido casi a cero.
Es habitual y una recomendación de la OMS que se realice un alumbramiento “dirigido”, suministrando oxitocina con la salida del feto, dado que se ha demostrado con estudios científicos que con esta medida se reduce el riesgo de hemorragia postparto.
COMPLICACIONES MÁS FRECUENTES DEL EMBARAZO
A pesar de que la mayoría de los embarazos son normales, puede haber complicaciones en algunos casos. A continuación, se enumeran algunas de las complicaciones del embarazo más comunes:
· Complicaciones con el líquido amniótico. Demasiado o muy poco líquido amniótico en el saco que contiene al feto puede significar un problema para el embarazo. Si sobra líquido puede causar demasiada presión en el útero de la madre, lo que provocaría un parto prematuro. También puede presionar el diafragma de la madre, lo que le puede causar dificultades respiratorias. Los líquidos tienden a acumularse en casos de diabetes no controlada, embarazo múltiple, grupos sanguíneos incompatibles o defectos de nacimiento. La presencia escasa de líquido puede ser un signo de defectos de nacimiento, retardo en el crecimiento o mortinato.
Haga clic en la imagen para ampliarla.
· Sangrado. El sangrado durante la última etapa del embarazo puede acarrear complicaciones en la placenta, una infección vaginal o de cuello del útero, o un parto prematuro. Las mujeres que sangran durante la última etapa del embarazo pueden tener un mayor riesgo de perder el feto y experimentar un sangrado excesivo.Deberá informar inmediatamente a su proveedor de atención médica sobre cualquier tipo de sangrado que ocurra durante el embarazo.
· Embarazo ectópico. Un embarazo ectópico es el desarrollo del feto fuera del útero. Esto puede ocurrir en las trompas de Falopio, el canal del cuello del útero o la cavidad pélvica (vientre). La causa de un embarazo ectópico generalmente es el tejido cicatricial de la trompa de Falopio a raíz de una infección o una enfermedad. El riesgo de embarazo ectópico aumenta en mujeres que se sometieron a procedimientos para ligar las trompas, especialmente en aquellas que tenían menos de 30 años al momento de la ligadura.
Los embarazos ectópicos se presentan en aproximadamente 1 de cada 50 embarazos, y pueden poner en riesgo la vida de la madre. Los síntomas pueden incluir sangrado vaginal ligero y cólicos. Cuanto más dure el embarazo ectópico, mayor será la posibilidad de que se rompa una trompa de Falopio. Para confirmar el diagnóstico, se pueden llevar a cabo análisis de sangre y ecografías. El tratamiento para el embarazo ectópico puede incluir medicación o la remoción quirúrgica del feto.
· Aborto espontáneo o pérdida del feto. Un aborto espontáneo es la pérdida del embarazo que se presenta hasta las 20 semanas de gestación. La mayoría ocurre antes de las 12 semanas. Los abortos espontáneos suceden en alrededor del 15% de los embarazos, y generalmente se deben a anormalidades genéticas o cromosómicas.
Usualmente, se presentan luego de la aparición de sangrado vaginal ligero y cólicos fuertes. Para confirmar un aborto espontáneo, pueden realizarse análisis de sangre y ecografías. A menudo, el feto y el contenido del útero se expulsan naturalmente. Si esto no sucede, será necesario un procedimiento llamado "dilatación y raspado". Este procedimiento se realiza con instrumentos especiales para quitar el embarazo anormal.
Puede haber una pérdida del feto durante el segundo trimestre, si el cuello del útero es débil y se abre muy prematuramente. A esto se lo denomina "cuello incompetente". En algunos casos de cuello incompetente, el proveedor de atención médica puede ayudar a prevenir la pérdida del embarazo al coser el cuello y mantenerlo cerrado hasta el momento del parto.
· Complicaciones placentarias. En circunstancias normales, la placenta se adhiere a la pared uterina. Sin embargo, pueden producirse dos tipos de complicaciones placentarias, que incluyen:
· Desprendimiento prematuro de la placenta. Algunas veces, la placenta se separa de la pared uterina demasiado pronto. A esto se lo llama "desprendimiento prematuro de la placenta" y puede ocasionar sangrado y menor cantidad de oxígeno y nutrientes enviados al feto. La separación puede ser total o parcial. Usualmente se desconoce la causa del desprendimiento prematuro de la placenta. Este desprendimiento se presenta aproximadamente en 1 de cada 100 nacidos vivos.
El desprendimiento prematuro de la placenta es más común en mujeres fumadoras, mujeres con hipertensión y/o embarazo múltiple. También se presenta en mujeres que ya hayan tenido hijos o con antecedentes de desprendimiento prematuro de la placenta.
Los síntomas y tratamientos para esta complicación dependen del grado de separación. Los síntomas pueden incluir sangrado, cólicos y sensibilidad abdominal (vientre). El diagnóstico generalmente se confirma a través de un examen físico completo y una ecografía. Las mujeres que padecen de esta condición usualmente necesitan internación. Además, podrían tener que dar a luz en forma prematura.
· Placenta previa. Normalmente, la placenta se encuentra en la parte superior del útero. La placenta previa es una afección en la que la placenta se encuentra adherida cerca del cuello del útero (la apertura hacia el útero) o lo cubre.
Este tipo de complicación placentaria se produce aproximadamente en 1 cada 200 partos, y se presenta más en mujeres con cicatrices por embarazos anteriores, con fibromas u otros problemas en el útero, o con cirugías uterinas anteriores.
Los síntomas pueden incluir sangrado vaginal claramente rojo que no esté acompañado de sensibilidad o dolor de vientre. El diagnóstico se confirma a través de un examen físico completo y una ecografía. Según la gravedad del problema y la etapa del embarazo, puede requerirse un cambio en las actividades diarias o reposo en cama. Generalmente, el bebé debe nacer a través de cesárea para evitar que la placenta se separe prematuramente e impida que el bebé reciba oxígeno durante el parto.
· Preeclampsia o eclampsia. La preeclampsia, antes conocida como toxemia, se caracteriza por la hipertensión inducida durante el embarazo. Se presenta junto con proteína en la orina. A veces también hay hinchazón debido a la retención de líquidos. La eclampsia es la forma más grave de este problema. Puede ocasionar convulsiones, coma e incluso la muerte.
Se desconoce la causa de la preeclampsia, pero es más común en embarazos primerizos. Afecta a alrededor del 5% al 8% de las mujeres embarazadas. Otros factores de riesgo para la preeclampsia incluyen:
· Mujeres gestando fetos múltiples.
· Madres adolescentes.
· Mujeres mayores de 40 años.
· Mujeres con hipertensión, diabetes y/o enfermedades renales presentes antes del embarazo.
· Mujeres obesas con un índice de masa corporal de más de 30.
Los síntomas pueden incluir hinchazón importante de las manos y la cara, hipertensión, jaqueca, mareos, irritabilidad, menor producción de orina, dolor abdominal (vientre) y visión borrosa. El tratamiento variará de acuerdo con la severidad de la condición y la etapa del embarazo. El tratamiento puede incluir la internación, reposo en cama, medicación para bajar la hipertensión y vigilancia cuidadosa tanto del feto como de la madre.
Las infecciones, incluidas algunas infecciones de transmisión sexual (STI, por sus siglas en inglés), pueden ocurrir durante el embarazo y/o el parto y pueden ocasionar complicaciones para la mujer embarazada, el embarazo y el bebé después del parto. Algunas infecciones se pueden transmitir de la madre al bebé durante el parto cuando el bebé pasa a través del canal de parto; otras infecciones pueden ser transmitidas al feto durante el embarazo.1 Muchas de estas infecciones se pueden prevenir o tratar con cuidados adecuados previos a la concepción, prenatales y de seguimiento posterior al parto.
Algunas infecciones durante el embarazo pueden causar o contribuir a lo siguiente1:
· Pérdida del embarazo/aborto espontáneo (antes de las 20 semanas de embarazo)
· Embarazo ectópico (cuando el embrión se implanta fuera del útero, habitualmente en una trompa de Falopio)
· Trabajo de parto y parto prematuros (antes de completar 37 semanas de embarazo)
· Bajo peso al nacer
· Defectos de nacimiento, incluidos ceguera, sordera, deformidades óseas y discapacidad intelectual
· Mortinatalidad (a las 20 semanas de embarazo o después)
· Enfermedad durante el período neonatal (primer mes de vida)
· Muerte neonatal
· Complicaciones de salud de la madre
Si está planeando quedar embarazada, hable con su proveedor de atención médica sobre la aplicación de vacunas y refuerzos de vacunas para la varicela y la rubeola (también denominada sarampión alemán) antes de concebir. También puede aplicarse algunas vacunas, como la vacuna contra la gripe, mientras está embarazada. Si sabe que tiene una infección, como una STI, hable con su proveedor de atención médica sobre esto antes de concebir para aumentar las probabilidades de tener un embarazo saludable.
Las pruebas prenatales tempranas para detectar STI y otras infecciones pueden determinar si la infección se puede curar con tratamiento farmacológico. O, si sabe que tiene una infección, dígaselo a su proveedor de atención médica tan pronto como sea posible durante su embarazo. El tratamiento temprano disminuye el riesgo para el feto y el bebé.2 Incluso si la infección no se puede curar, usted y su proveedor de atención médica pueden tomar las medidas necesarias para proteger su salud y la salud del bebé.
Aborto espontáneo es el término utilizado para describirla pérdida del embarazo por causas naturales antes de las 20 semanas. Los signos pueden incluir manchado o sangrado vaginal, calambres o pérdida de líquido o tejido por la vagina. Sin embargo, el sangrado vaginal no significa que ocurrirá o que está ocurriendo un aborto espontáneo. Las mujeres que experimentan este signo en cualquier momento durante el embarazo deben comunicarse con su proveedor de atención médica.
La preeclampsia es una afección médica seria que puede ocasionar un parto prematuro y la muerte. Su causa es desconocida, pero algunas mujeres tienen mayor riesgo. Los factores de riesgo incluyen
· Primer embarazo
· Preeclampsia en un embarazo previo
· Afecciones existentes como presión arterial alta, diabetes, enfermedad renal y lupus eritematoso sistémico
· Tener 35 años o más
· Tener un embarazo de dos o más fetos
· Obesidad

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