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ESPAÑA HISTORIA El origen del vino en España data de las primeras plantaciones en el año 3.000 a.C. con la llegada de los Fenicios a nuestras tierras, si bien, los primeros cultivos no se iniciaron hasta el 1.100 a.C. en la zona de lo que hoy es Cádiz, en el litoral andaluz occidental. A lo largo de la época del Imperio Romano se vivió una época de expansión que no solo cubrió toda Europa a medida que avanzaba el imperio, sino que en España también fue acaparando territorios. Los romanos hicieron su cultivo extensivo y mejoraron las técnicas de elaboración siendo España una de sus despensas y fuente de abastecimiento. Con el Imperio Visigodo y el paso de los árabes por nuestro país (s. VIII) vivimos una época ambigua en la que no se perdió el cultivo, pero tampoco supuso mejoras o desarrollo. Entre los siglos IX-XIV se vive una época de expansión y crecimiento. Con la religión como hilo conductor podemos hablar de una expansión religiosa durante los siglos IX a XI a través del Camino de Santiago y los monasterios, sobre todo en Rioja y Ribera del Duero fueron la puerta de entrada para los venidos desde Europa. A partir del siglo XII se empieza a plantar viñedos en Cataluña y en la zona de Jerez llevando a cabo una repoblación de la zona que había sufrido alguna pérdida de viñedo durante épocas anteriores. Con la Reconquista (s. XIV) se produce el despegue definitivo de la viticultura e incluso podemos empezar a hablar del concepto de exportación. El Descubrimiento de América (s. XV) fue decisivo. Los Reyes Católicos a medida que iban incorporando nuevos territorios conquistados a los musulmanes se producía una replantación de vides. El proceso de exportación se intensificó al acompañar a nuestros colonos al otro lado del atlántico y la importancia de las Islas Canarias como punto de escala en los viajes a América hicieron llegar a dichas islas las primeras plantaciones de viñedo en 1497. El s. XVI fue una época convulsa, por un lado, nuestro vino de Jerez “conquistaron” el mercado británico, aunque más bien fuera una acción de piratería. Y por otro, algunas de las colonias españolas rozaron la amenaza económica del país al desarrollar allí procesos productivos que sustituyen a los de la propia nación. REGIONES VINÍCOLAS En España se produce vino prácticamente en la mayoría de las regiones del país.No obstante, algunas regiones vinícolas españolas, tienen una mayor tradición en la elaboración de sus vinos. Sus denominaciones de origen gozan de una fama en muchas partes del mundo. 1.- La Rioja 2.- Ribera del Duero 3.- Navarra 4.- Jerez 5.- Utiel-Requena 6.- Penedés 7.- Priorat 8.-Castilla La Mancha 9.- Galicia 10.-Murcia UVAS BLANCAS Y TINTAS Variedades de uvas tintas En el mundo existen cerca de 10.000 variedades de uva. Sin embargo, solo algunas de ellas son empleadas para la producción de vinos. En este contexto, las variedades de uvas españolas han ido desarrollándose hasta situarse por delante de las foráneas, obteniendo cada vez mayor reconocimiento. Cabernet Sauvignon Garnacha Garnacha Tintorera o Alicante Graciano Merlot Monastrell Pinot Noir Tempranillo Variedades de uvas blancas de España Después de mostrarte las uvas tintas más cultivadas en España, creemos que las variedades de uva blanca merecen la misma suerte, dada su excelente utilidad a la hora de confeccionar vinos. De ellas se obtienen vinos blancos de gran calidad y renombre. Albariño: De la variedad Albariño se elaboran los famosos vinos de Rías Baixas, en Galicia. Autóctona de esta región, se encuentra perfectamente adaptada a la humedad de la misma, donde se cultiva en emparrado. Sus vinos ofrecen intensos aromas frutales, con la manzana como protagonista. Verdejo: Típica de Valladolid, la uva Verdejo produce unos vinos afrutados y cítricos con aroma a hinojo. Los resultados que ofrece son equilibrados y óptimos para la crianza en madera. Chardonnay: Procede de Borgoña pero se adapta a los climas y terrenos más diversos, siempre que no sean muy fríos. Por eso, la encontramos en muchos puntos de la geografía española, donde se cría en barrica. Da como resultado vinos con aromas tropicales y de frutas blancas. Sauvignon Blanc: Es una variedad muy destacada en Castilla y León, donde, tras la crianza en barrica, mejora su complejidad y consigue aportar aromas frutales y florales. Macabeo o Viura: Esta variedad constituye la materia prima de los blancos riojanos, aunque se extiende por otras muchas regiones, como Cataluña y Navarra. Proporciona vinos ligeros y pálidos que pueden emplearse junto con la Xarel·lo en la elaboración de ricos cavas. UVA QUE REPRESENTA AL PAÍS TEMPRANILLO: Tinta. De gran finura y muy aromática, es la estrella de las variedades de uva españolas. Llamada ull de llebreen Cataluña, cencibel en Castilla-La Mancha y Madrid, tinto fino y tinto del país en Castilla y León. Abundante en Burgos, La Rioja, Álava, Cuenca y Ciudad Real. Considerada variedad principal en las denominaciones de origen Calatayud, Cigales, Conca de Barberá, Costers del Segre, La Mancha, Penedès, Ribera del Duero, Rioja, Somontano, Utiel-Requena, Valdepeñas y Vinos de Madrid. ITALIA HISTORIA Los primeros vinos fueron elaborados con uvas silvestres y su producción data de alrededor 8000 a.C., hasta la domesticación de la vid que se cree fue lograda por los egipcios aproximadamente en el año 3000 a.C. Lo cierto es que el vino existe desde hace miles de años atrás. En la actualidad, son los vinos italianos los que han conseguido mejor reputación por la calidad de sus productos, además de encontrarse entre los 10 mayores productores de vino en el mundo. Pero, ¿cuál es la historia del vino en Italia? La llegada de la vid A pesar de no ser los inventores de esta bebida, los italianos sienten no solamente pasión por su cultura sino por la producción del vino y no es para menos, ya que el vino es parte importante de la vida diaria y la cultura en Italia. Además, los italianos se jactan de tener una de las regiones vitivinícolas más importantes y antiguas a nivel mundial. Todo comenzó con los griegos Mycean, a ellos se les atribuye la llegada de la vid a Italia. Se establecieron en Sicilia y el sur de Italia, donde encontraron el clima perfecto y excelentes condiciones de crecimiento para la uva. Estas colonias griegas fueron apodadas ``Oenotria que traducido al español significa Tierra del vino. El vino de los romanos Antes de los italianos, los romanos. Estos últimos se obsesionaron con el procedimiento del vino, lo mejoraron y descubrieron que, dependiendo del clima, las uvas se adaptan y se obtiene una mejor cosecha. Además, los romanos se dieron cuenta que el vino envejecido tenía un mejor sabor. Los romanos, en pocas palabras, fueron los artífices del vino en Italia y proporcionaron grandes conocimientos apreciables sobre esta bebida, ya que además de envejecer vino en barricas de madera, descubrieron que se mantenía mejor en recipientes herméticos y se cree que fueron los primeros en utilizar corchos y botellas de vidrio para almacenar esta bebida de uva. Vinos italianos hoy Italia es uno de los mayores productores de vino en el mundo, pero además su producción cuenta con un gran reconocimiento en cuanto a la calidad mientras que sus regiones vitivinícolas se encuentran entre las mejores del mundo. Hace unos sesenta años, Italia atravesó por una dura etapa porque su cosecha fue afectada por el piojo de la filoxera y destruyó muchas vides, ello generó que se favoreciera la cantidad sobre la calidad y la reputación de los vinos italianos se desplomara. Hoy en día, la calidad se regula con las diferentes denominaciones de origen como DOC (denominación de origen controlada), DOCG (Denominación de origen controlada y garantizada), IGT (Indicación geográfica típica), VQPRD (Calidaddel producto de una región determinada), y VDT (Vino de mesa). Chianti Classico, Barolo, Brunello di Montalcino y el Barbaresco son algunos de los mejores vinos italianos y son parte de la historia del vino en Italia. REGIONES VINÍCOLAS Adonde fueres, haz lo que vieres. Este proverbio es especialmente válido en Italia, donde cada región, ciudad y pueblo tienen sus propias costumbres y tradiciones. Esto también se aplica al suelo italiano, tan lleno de vida. Cada colina y cada parcela de tierra poseen sus propias características, que no encontrarás en ningún otro lugar. Esto queda patente en todo lo que crece en ese suelo, ¡especialmente en las uvas, con más de 400 variedades! Langhe y Monferrato Franciacorta Valtellina Valpolicella Prosecco Trentino Collio Friulano Toscana Umbría Irpinia 11- Puglia 12- Sicilia UVAS BLANCAS Y TINTAS Variedades de uvas tintas NebbioloNerello MascaleseNero d’Avola Aglianico Variedades de uvas blancas Fiano, Falanghina y Greco Bianco Vermentino Glera Trebbiano UVA QUE REPRESENTA AL PAÍS Nebbiolo: se caracteriza por su acidez y taninos. Los vinos Nebbiolo que tienen guarda prolongada tanto en barrica como en botella, presentan aromas más complejos como a alquitrán y a rosas. FRANCIA HISTORIA Sobre el año 600 a.c., los griegos habitantes de Lidia, huyendo de la invasión persa, se establecieron en Córcega y fundaron Massalia (hoy Marsella), llegando a controlar las rutas fluviales del Ródano, del Saona, del Sena y del Loira. Massalia producía su propio vino, así como las ánforas para exportarlo. Así, el historiador romano Justiniano afirmaba que “los galos aprendieron de los griegos una forma civilizada de vida, cultivando el olivo y la vid”. Los historiadores creen que el primer vino bebido en la Borgoña fue seguramente traído de Marsella, o tal vez, incluso de Grecia. En el año 1952, en la ciudad de Vix, situada entre París y la Borgoña, se descubrió una inmensa jarra griega de fino bronce originaria del año 600 a.C., con cerca de dos metros de altura y capacidad para 1200 litros de vino. Sobre el origen de la viticultura en Francia existe una verdadera batalla entre los historiadores. Unos creen en los registros de los romanos, mientras otros opinan que los antecesores de los celtas ya elaboraban vino, aunque los logros de la cultura celta son ignorados en la actualidad por carecer de registros escritos. Hay incluso quienes sostienen que los franceses de la edad de piedra ya eran vinateros pues cerca del lago de Ginebra se encontraron semillas de uva silvestre con una antigüedad superior a los 12.000 años. En la época en que los atenienses mandaban en Grecia y se extendían por el Mediterráneo, ellos dominaron casi toda la región de los Alpes, invadiendo Lombardía, en el norte de Italia, donde fundaron Milán, llegando incluso a Asia Menor, tras crear antes un asentamiento en el Danubio, cerca de Belgrado. De este modo, los galos tuvieron contacto con los vinos del Mediterráneo desde muy antiguo, pues los griegos de Marsella comerciaban vino con ellos. En esa época los celtas del interior todavía no habían llegado al sur de Francia, que estaba habitado por los iberos del norte de Italia y de España. Si hubo viñedos celtas en la Galia, nunca llegaron al Mediterráneo. Por otro lado, es difícil creer que en la antigua Galia se fabricase vino pues los jefes galos pagaban a los comerciantes romanos precios exorbitantes por él: un esclavo por un ánfora. La llegada del Imperio Romano Posteriormente Marsella pasó a formar parte del imperio romano en el año 125 a.C. aunque durante mucho tiempo continuó siendo considerada como una ciudad griega. La primera verdadera colonia romana en Francia fue fundada años más tarde en la costa occidental: Narbo (hoy Narbona) se convirtió en la capital de la provincia de Narbonensis y, de hecho, de toda la llamada ‘Galia transalpina’. Partiendo de Provenza, los romanos ascendieron por el valle del Ródano y más tarde, en el reinado de César se dirigieron hacia el oeste llegando a la región de Burdeos. Comenzaron cultivando vid en las laderas de los valles fluviales, que además eran líneas naturales de comunicación pues las embarcaciones eran el único medio para trasladar algo tan pesado como el vino. Para esto tuvieron que talar los bosques que cubrían dichas laderas, donde a su vez se iban plantando más viñas. Así, pronto descubrieron que los viñedos tenían un efecto asentador y civilizador en la población, y también debieron observar el benéfico efecto que la cercanía de un río tiene sobre la calidad de los vinos. Tanto Burdeos, como Borgoña y Tréveris probablemente surgieron como centros de importación de vino, plantando luego sus propios viñedos que llegaron a superar a los vinos importados. En el siglo II de nuestra era había viñedos en la Borgoña, en el siglo III, en el valle del Loira y en el IV en las regiones de París, Champaña y Mosela. Los viñedos de Alsacia no tienen origen romano, pues no se iniciaron hasta el siglo IX. REGIONES VINÍCOLAS Región de Alsacia Región de Burdeos Región de Beaujolais Región de Borgoña Región de Champagne Región del Jura Región de Lorena Región del Valle del Loira Región de Languedoc-Rosellón Región de Provence-Corse Región de Saboya-Bugey UVAS BLANCAS Y TINTAS Variedades de uvas tintas Cabernet Sauvignon Cabernet Franc Pinot Noir Sirah Gamay Variedades de uvas blancas Chardonnay: responsable de algunos de los mejores vinos blancos secos y también espumosos. Se trata de la variedad emblemática de Borgoña, aunque su gran adaptabilidad le permite crecer en muchas otras regiones muy distintas entre sí, como Languedoc o el Jura UVA QUE REPRESENTA AL PAÍS La cabernet franc: es muy similar a la cabernet sauvignon, pero brota y madura al menos una semana antes. Esto permite a la vid adaptarse a climas ligeramente más fríos que los de la cabernet sauvignon, como los del valle del Loira. En Burdeos, las plantaciones de cabernet franc son un "seguro" contra las inclemencias del tiempo de la cosecha que podrían dañar las plantaciones de cabernet sauvignon.
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