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La-meditacion-que-llevo-a-Buddha-a-su-despertar - Gabriel Solis

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La meditación que llevó a Buddha 
a su despertar 
 
 
Esta meditación es la que llevó a Buddha a su 
despertar. Es la meditación más simple y a la vez la 
más poderosa. Te ayudará a percibir los 
pensamientos sin juzgarlos, y te dará paz interior y 
serenidad. 
Siéntate en una postura cómoda en un lugar 
tranquilo – una habitación, un parque, etc.-. 
Relájate con la espalda alineada. Cierra los ojos y 
esboza una suave sonrisa. 
Permanece en esa posición durante unos minutos 
en quietud y silencio. 
En esa postura centra tu atención a la sensación 
que sientes en tus fosas nasales. Céntrate 
únicamente en cómo entra y sale el aire de tu nariz. 
No tienes que hacer nada más que eso. 
Presta atención a la sensación que sientes en tus 
fosas nasales. No prestes atención al recorrido del 
aire por tus vías respiratorias. Céntrate únicamente 
en tus fosas nasales. Cada vez que expulses el aire 
por tu nariz presta atención al calorcito que sientes 
en tus fosas nasales. Y cada vez que cojas el aire 
pon la atención a la sensación de fresquito que 
sientes en las mismas. 
Cuando hagas este ejercicio te darás cuenta de 
que acuden pensamientos a tu mente, los cuales 
harán que te olvides del foco de atención. Cuando 
eso ocurra, observa los pensamientos sin prestarles 
demasiada importancia, y vuelve enseguida a poner 
tu atención a la sensación que sientes en tus fosas 
nasales. 
Percibe cómo cada pensamiento viene y se va, y 
vuelve a poner tu atención a tus fosas nasales. 
Esta práctica es como sentarse en la orilla de un 
río y ver sus aguas pasar, o como sentarse en la 
cima de una montaña y mirar las nubes pasar. 
Si al realizar esta meditación te distraes con 
facilidad, realízala contando las respiraciones. 
Cuando inhales y exhales la primera vez, 
mentalmente cuenta «uno»; cuando inhales y 
exhales la segunda vez, mentalmente cuenta 
«dos»; y así sucesivamente. 
La ejecución de este ejercicio es muy valiosa 
para percibir los pensamientos de una manera 
neutral, desapegada, sin identificarse con ellos. 
Al observar tu respiración y tus pensamientos, te 
darás cuenta de que tú no eres los pensamientos (ni 
los sentimientos ni las sensaciones que percibes). 
Con la práctica cada vez estarás más presente, 
más consciente, y tu mente estará más aquietada, y 
los pensamientos acudirán con menos frecuencia. 
Esta meditación constituye una de las formas 
más intensas para expandir tu consciencia. 
 
Referencias 
 
López, Ricard. (2011). Todos los corazones son Uno. 
España. ISBN: 978-84-9981-841-2 
 
Otros tipos de meditación que te pueden interesar 
son: 
- Meditación de la observación de la realidad 
- Meditación de la Compasión 
- Meditación del Amor Universal Incondicional 
- Meditación caminando 
 
 
 
 
 
Ricard López

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