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El hombre que confundió a su esposa con un sombrero 
Capitulo 3. La dama desencarnada 
Una mujer que se llama Cristina, madre de dos pequeños, trabajaba cono programadora desde su cas y a la cual le gustan mucho los deportes. No había presentado alguna enfermedad con anterioridad, pero a partir de un dolor en el abdomen se le detecto que tenia piedras en la vesícula y se le recomendó que se sometiera a una operación. Un día antes de la operación, Cristina tuvo un sueño en el que no podía mantenerse en pie, ni podía coordinar sus movimientos para agarrar objetos, este sueño se volvió realidad y se lo comento a un psiquiatra el cual le dijo que era por la angustia de la operación que se le haría. Llego el día de la operación y Cristina no mejoraba. El Dr. junto a su equipo le realizaron una serie de pruebas, pero tras no tener un resultado certero mandaron traer al fisiatra y este dijo que Cristina había perdido el sentido de la propiocepción. Tras este resultado para Cristina le fue difícil en un principio llevar si vida como la había llevando hasta un día antes de la operación, pero pudo realizar movimientos de su cuerpo, pero tenia que ver para poder realizarlos. Con el paso de los años, no logro recuperar ese sentido, pero pudo llevar una vida normal. 
Conclusión del diagnostico clínico 
 
	
 Christina, en ese ataque inmunológico que tuvo hacía su propio sistema nervioso, perdió las raíces sensitivas de los nervios craneales y espinales y con ello la propiocepción.
También llamado sentido oculto o sexto sentido; la propiocepción nos regala la certeza de nuestro propio cuerpo humano; nos señala el lugar y posición exacto del mismo, le da armonía a nuestro movimientos y nos ayuda a situarnos en el espacio.  Por ello, Christina se presentaba como si fuera un muñeco de títere sin hilos, al no tener el menor sentido de sus músculos, articulaciones y tendones.

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