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Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos. 
La Habana, Cuba
Consejería en alimentación y nutrición
Manual de apoyo
Autores:
Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos
Dra. Santa Jiménez acoSta. Doctora en Ciencias Médicas. 
Profesora e investigadora titular.
Dr. armanDo roDríguez Suárez. Doctor en Ciencias de la Salud. 
Investigador auxiliar.
Dra. giSela Pita roDríguez. Máster en Salud Ambiental. 
Profesora e investigadora auxiliar.
Dra. georgina zayaS torrienteS. Máster en Nutrición en Salud Pública. 
Profesora e investigadora auxiliar.
Dra. maría elena Díaz Sánchez. Doctora en Ciencias de la Salud. 
Profesora e investigadora titular.
Dra. raquel caStaneDo ValDéS. Profesora e investigadora auxiliar.
Dr. arturo roDríguez-oJea menénDez. Máster en Nutrición en Salud 
Pública. Profesor e investigador auxiliar.
lic. PeDro moreJón martín. Master en Entomología Médica. 
Profesor Auxiliar.
Dra. martha carDona galVez. Master en Nutrición, Salud Pública. 
Profesora e Investigadora Auxiliar.
Centro Nacional de Promoción y Educación para la Salud
Dra. SuSana terry gonzález. Especialista de I y II grado en 
Epidemiología. Máster en Infectología. Coordinadora del 
componente educativo de los programas de Nutrición e Higiene 
de los Alimentos.
Edición y diseño: Molinos Trade S.A. 
© Dra. Santa Jiménez Acosta, Dr. Armando Rodríguez Suárez, 
Dra. Gisela Pita Rodríguez, Dra. Georgina Zayas Torrientes, 
Dra. María Elena Díaz Sánchez, Dra. Raquel Castanedo Valdés, 
Dr. Arturo Rodríguez-Ojea Menéndez, Lic. Pedro Morejón Martín, 
 Dra. Martha Cardona Galvez, Dra. Susana Terry González, 2011
© Sobre la presente edición: Instituto de Nutrición e Higiene 
de los Alimentos Ministerio de Salud Pública, 2011
Índice
I. Introducción / 5
II. Elementos generales sobre consejería nutricional / 7
Anexo / 15
Bibliografía / 17
III. Consejería nutricional durante el embarazo / 18
Anexos / 25
Bibliografía / 36
IV. Consejería nutricional a niños menores de 2 años. 
Protocolo de actuación / 37
Anexo / 42
Bibliografía / 43
V. Consejería nutricional sobre anemia en la atención 
primaria de salud / 44
Bibliografía / 57
VI. Consejería nutricional sobre obesidad en la atención primaria. 
Protocolo de actuación del consejero en la obesidad / 60
Bibliografía / 73
VII. Consejería nutricional sobre diabetes mellitus
en la atención primaria. Actuación del consejero en la enfermedad 
diabética tipo 1 y tipo 2 / 74
Bibliografía / 93
VIII. Consejería nutricional en la hipertensión arterial / 96
Anexo / 103
Bibliografía / 105
IX. Consejería nutricional para personas con VIH / 106
Referencias bibliográficas / 118
X. Consejería sobre medidas higiénicas para garantizar 
la inocuidad de los alimentos en el entorno familiar / 119
Bibliografía / 128
I. Introducción
Como parte de las modificaciones llevadas a cabo en la atención primaria de salud, se crea 
la consejería nutricional en cada uno de los policlínicos como una instancia encargada de 
orientar las acciones en salud y nutrición en los diferentes grupos poblacionales y con un 
enfoque preventivo.
Los datos actuales sugieren que los factores determinantes de las enfermedades no trans-
misibles son en gran medida los mismos en todos los países. Entre ellos figuran el alto 
consumo de azúcar, grasa y sal, y la menor actividad física.
Con el tiempo se ha hecho más necesario incorporar herramientas educativas al trabajo 
en salud, ya que es conocida la dificultad para lograr cambios en los estilos de vida.
Los hábitos son conductas aprendidas precozmente, por lo tanto, enseñarlos precozmen-
te contribuirá al fomento de una vida más saludable.
Los hábitos alimentarios nacen en la familia, pueden reforzarse en el medio escolar y se 
contrastan en la comunidad en contacto con los pares y con el medio social. Mediante la 
educación nutricional se pretende modificar el comportamiento alimentario de las perso-
nas, pues esta constituye, pese a sus limitaciones, un instrumento eficaz para promover la 
salud y prevenir la enfermedad.
El nuevo modelo de atención a la familia que se propone en salud pública exige potenciar 
modelos de atención en salud acordes con las nuevas demandas y necesidades, que incor-
poren estrategias y acciones definidas a través de todo el ciclo vital con una reorientación 
hacia la promoción y la prevención; ello conlleva la realización de actividades educativas 
tanto con el personal de salud, como en el individuo y la comunidad.
En este sentido, el Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos ha elaborado el pre-
sente manual dirigido a los profesionales que se desempeñan como consejeros nutricio-
nales, para que dispongan de una guía que les facilite el desarrollo de la consejería y les 
brinde elementos básicos para dar respuesta a las necesidades de la población. 
6 
Se persigue dar relevancia al tema nutricional a nivel de los equipos de salud y la pobla-
ción. Los temas abordados en este manual reforzarán las acciones de prevención de salud 
y harán que se retomen ciertos elementos esenciales para tener una mayor eficacia en el 
desenvolvimiento como facilitador de la consejería nutricional.
Los objetivos de este manual son:
General
— Incrementar las capacidades de los consejeros nutricionales para realizar acciones que 
fortalezcan el enfoque preventivo de la prestación de los servicios de salud, destacando 
los factores protectores en grupos determinados de población.
Específicos
— Establecer lineamientos y directrices para la atención de consejería nutricional en las 
áreas de salud.
— Contribuir a la mejoría de la calidad de la atención en salud.
— Ofrecer elementos para el proceso de educación e investigación en el área de consejería 
nutricional.
7 
II. Elementos generales sobre consejería nutricional 
Dra. Santa Jiménez Acosta
Dra. Susana Terry González
¿Qué es consejería?
Es un proceso donde no solo participa el consejero, sino que es un diálogo ameno, flui-
do, que permite a las personas que piden ayuda expresarse libremente, sin interrupción, 
donde afloren sus emociones (expectativas, miedos, temores, entre otros) sobre su situa-
ción en particular, en el cual el consejero debe ser empático y establecer rapport con los 
solicitantes del servicio.
La consejería no es un simple consejo, por lo que para ser consejero se necesita tener 
características tales como: conocer sobre el tema en cuestión, ser empático, manejar con-
flictos, ser afable, mostrar interés en el asunto que plantea la persona que busca ayuda y 
lograr que la consejería mantenga un ambiente ameno y de camaradería.
Qué se entiende por consejería nutricional
La consejería nutricional es una orientación estructurada y breve referida a lograr en las 
personas cambios en el hábito de alimentarse. Su propósito es informar e incorporar en 
el individuo y la familia estilos de vida saludables, con énfasis en la alimentación y la ac-
tividad física.
En este proceso el consejero orienta la toma de decisiones personales relacionadas con 
la problemática consultada, brindando información amplia y veraz, desarrollada sobre la 
base de las necesidades del usuario.
Consejería nutricional: Es un diálogo entre dos personas, una que busca información y 
otra, el consejero, que brinda información en temas de diferente naturaleza relacionados 
con la alimentación y la nutrición.
La consejería facilita un aprendizaje integral, mediante la escucha atenta, el diálogo cálido 
y abierto a la expresión de necesidades biopsicosociales, lo que es de suma importancia 
por los cambios experimentados en individuos sanos con diferentes factores de riesgos o 
en los enfermos.
La consejería no consiste en dar consejos a los usuarios que necesitan la ayuda para acla-
rar un problema o buscar soluciones al mismo. La consejería es una consulta educativa 
que se ofrece en un ambiente de confianza, permitiendo que la persona necesitada tome 
sus propias decisiones de manera consciente.
8 
Aunque existe personaldestinado específicamente a la consejería nutricional en cada 
área de salud, resultaría menos eficaz si se circunscribe solamente a estos especialistas. 
Los médicos y otros profesionales de la salud deben estar habilitados o capacitados con 
las herramientas básicas de la consejería que contribuyan a modificaciones favorables 
en las actitudes, conductas, hábitos y comportamientos individuales en relación con su 
alimentación y nutrición, con el fin de minimizar los factores de riesgo y enfrentar los de-
terminantes sociales que inciden en la salud, para lo cual todo el personal sanitario debe 
estar preparado, conocer qué debe hacer y para qué, y ser capaces de hacer para obtener 
buenos resultados en este sentido.
La adopción de hábitos alimentarios saludables como proceso
Al realizar la consejería es necesario conocer que los cambios de comportamiento son 
muy difíciles de modificar y que no en todas las personas se dan de la misma forma, por 
lo que a los consejeros se les brindará elementos teórico-prácticos sobre teorías del com-
portamiento. Los cambios de comportamiento siguen una serie de etapas, tanto en los 
cambios espontáneos como en los que surgen debido a recomendaciones terapéuticas. 
Estas etapas han sido muy bien descritas por Prochaska y DiClemente, y han ido ganando 
adeptos y aplicándose en un amplio espectro de cambios de conducta. A modo de ilus-
tración presentamos muy sucintamente cómo opera.
Las etapas del cambio pueden explicarse, según estos autores, como una progresión a lo 
largo de un proceso, que se inicia con una etapa de precontemplación, continúa con una 
etapa de contemplación, seguida de una etapa de preparación, y finaliza con las etapas 
de cambio y mantenimiento.
En la etapa de precontemplación el individuo no se plantea la necesidad del cambio; las 
personas en esta etapa suelen estar desinformadas o no adecuadamente informadas, o 
bien pueden sentirse incapacitados para el cambio o no desean cambiar por diversas ra-
zones; en general, se comportan de forma defensiva en relación con sus hábitos actuales 
y en ocasiones son muy resistentes a las presiones externas para que se logre un cambio.
En la etapa de contemplación existe ya una intención de cambio, aunque no sea en un 
futuro muy cercano. Los individuos piensan seriamente en intentar un cambio de conducta, 
están más abiertos a la información sobre los riesgos y consecuencias asociados al hábito 
que los precontempladores. En este período de tiempo (aproximadamente seis meses) rara-
mente se hacen planes de cambio, por lo menos en lo que a cambios de conducta se refiere, 
y hay sujetos que permanecen durante mucho tiempo en esta etapa de contemplación.
En la etapa de preparación ya los individuos están dispuestos a intentar un cambio y 
lo planean seriamente para un futuro inmediato, normalmente en un plazo de un mes; 
generalmente han intentado realizar algún esfuerzo en sentido del cambio.
La etapa de acción corresponde plenamente al momento del cambio y se debe permanecer 
en ella durante un tiempo para finalmente lograr el mantenimiento, que sería la consoli-
dación del nuevo hábito; este necesita de igual forma de un período adecuado de tiempo.
9 
Los autores del modelo plantean las estrategias de intervención adecuadas a las diferen-
tes fases del proceso de cambio y a ellas se han agregado las metas de la consejería como 
se propone en los modelos de intervención promocional para la atención primaria y la 
Consejería en Vida Sana propuestos por la Universidad de Chile.
Cuadro 1. Estrategias de intervención adecuadas a las diferentes fases del proceso de cam-
bio y metas de la consejería
Fase Estrategias Metas de la consejería
Precontemplación
– Proporcionar más información
–Ayudar al paciente a creer en su capaci-
dad de cambio 
–Personalizar la valoración
Sensibilizar respecto a la necesidad y 
beneficios del cambio de conducta
Contemplación
–Ayudar al paciente a desarrollar habili-
dades para el cambio de conducta
–Ofrecer apoyo
–Ayudar al paciente a desarrollar un plan 
de cambio
–Proporcionar material de ayuda
Motivar el cambio de conducta
Acción
–Ofrecer apoyo
–Ayudar al paciente a prepararse ante 
posibles problemas
Incentivar el desarrollo y ejecución de 
un plan de acción y reforzar habilidades 
para afrontar riesgo de recaídas
Mantenimiento –Ayudar al paciente a prepararse ante posibles problemas
Monitorear logros y retomar proceso de 
cambio en caso de recaída
Recaída
–Ayudar al paciente a comprender los 
motivos de la recaída
–Proporcionar información sobre el pro-
ceso de cambio
–Ayudar al paciente a hacer planes para 
el próximo intento
–Dar confianza al paciente en su capaci-
dad de cambiar
–Ofrecer un apoyo incondicional
Si aplicamos el esquema anterior a un ejemplo relacionado con la alimentación sería 
como sigue:
Cuadro 2. Ejemplo de las fases del modelo de cambio en la alimentación
Fase Alimentación
Precontemplación No consume cereales integrales diariamente ni le interesa hacerlo
Contemplación No consume cereales integrales diariamente ni le interesa hacerlo; cree que debería hacerlo pero no se decide
Acción No consume cereales integrales diariamente ni le interesa hacerlo, pero quiere empezar a hacerlo actualmente
Mantenimiento Está consumiendo cereales integrales diariamente desde hace más de seis meses
10 
Requisitos que debe reunir un consejero eficaz
Para que la comunicación con el paciente se logre de manera fluida, sin interferencias y de 
forma dinámica, el consejero debe poseer determinadas habilidades, tales como:
— Conocimientos relacionados con la alimentación y la nutrición, y los factores de riesgo.
— Sensibilidad social.
— Ética profesional.
— Respeto de creencias y valores.
— Habilidad de expresión.
— Dominio técnico.
— Ser empático, dinámico y creativo.
— Debe evitar que la sesión de consejería se convierta en un interrogatorio y usar un tono 
de voz que parezca coloquial, que transmita aceptación, comprensión, empatía, inte-
rés, cariño y apreciación.
— Aplicar las técnicas de escucha reflexiva (se puede repetir lo que el paciente acaba de 
decir, pero alterando levemente el orden de las palabras, hacer silencios y utilizarlos 
oportunamente para indicar aceptación y comprensión, parafrasear, expresar algo que 
el paciente no dice explícitamente, pero se intuye en su discurso).
— Tener permisividad, consistente en hacer sentir al paciente que su problema o su si-
tuación no es única, que a cualquier persona podría haberle sucedido y que tienen 
derecho a cometer equivocaciones; esto permitirá bajar la tensión y facilitará que co-
munique la situación de mejor manera.
Proceso de la consejería nutricional
La consejería comporta una serie de actividades que comprenden secuencialmente: 
diagnóstico y valoración, tratamiento/intervención, plan de cambio y vigilancia y con-
trol evolutivo.
Diagnóstico y valoración
Consiste en la valoración de los factores de riesgo, los antecedentes familiares y persona-
les y las variables fisiológicas, conductuales, psicológicas y demográficas más relevantes.
Primeramente, y utilizando los elementos planteados anteriormente para lograr una co-
municación efectiva, se debe iniciar una relación de confianza.
Es importante obtener informaciones generales sobre:
Motivo de consulta: si es referido por algún médico de la familia u otra especialidad, o 
viene de forma espontánea. Lo ideal es que la primera consulta sea realizada inmediata-
mente después de la captación o remisión del caso, preferentemente antes de la semana. 
11 
En los casos que asisten directamente a la consejería sin remisión, se deben establecer de 
inmediato relaciones con su médico de familia.
Datos personales: nombre, edad (fecha de nacimiento), dirección y teléfono, situación 
conyugal.
Hábitos tóxicos: consumo de tabaco, alcohol y uso de otras substancias nocivas.
Condiciones de la vivienda: tipo, tamaño, número de ocupantes.
Escolaridad: últimos estudios cursados.Antecedentes patológicos: enfermedades y patologías específicas: obesidad, cardiopatía, 
hipertensión arterial, diabetes mellitus, dislipidemias, otras patologías específicas relacio-
nadas con la alimentación.
Se definirá en qué etapa de cambio en relación con la alimentación se encuentra el pa-
ciente según el modelo de Prochaska y DiClemente descrito con anterioridad; se tratará 
de buscar o conocer los factores psicológicos, sociales o de otro tipo que hacen que el 
paciente esté en esa etapa.
El consejero puede iniciar el intercambio haciendo preguntas generales sobre las necesi-
dades de los pacientes y mostrar que está interesado y quiere llegar a conocer acerca de 
su problema. De acuerdo con la etapa de cambio en que se encuentre, se podrán formular 
diferentes preguntas, relacionadas con:
— La valoración del acto alimentario como un componente esencial de la calidad de vida. 
— La valoración que tiene de una dieta conveniente para su salud.
— Con quién come y quién define su alimentación.
— Intenciones previas de obtener modificación en sus hábitos de alimentación.
— Dificultades que podrían presentarse si decide asumir una nueva actitud ante sus há-
bitos alimentarios.
— Gustos y preferencias alimentarias. 
Las preguntas deben ser adecuadas a la edad y sexo del paciente. Se deberá entender sin 
juzgar.
Para lograr una relación de confianza es necesario que el paciente se sienta en un ambien-
te adecuado, disponer de un espacio privado para poder atenderlo sin molestias, evitar las 
barreras físicas entre el consejero y el paciente; el consejero debe ser amistoso y sensible 
a las necesidades que le plantea el paciente.
No comience la consejería identificando un problema; hacerlo puede encami-
nar la discusión hacia los problemas.
En virtud de que la consejería se inserta en el modelo de atención integral a la familia 
propuesto por el Ministerio de Salud Pública, la interacción del consejero nutricional con 
12 
el paciente y su familia es un elemento fundamental para promover una relación de con-
fianza y el empoderamiento de los consultantes.
Tratamiento e intervención
Se deberá decidir el tipo de intervención a utilizar y apoyarse en las diferentes estrategias 
brindadas en el cuadro 1, según la etapa de cambio en que se encuentre el paciente.
Comporta como mínimo una recomendación del consejero a su paciente sobre la necesi-
dad de adoptar hábitos alimentarios saludables.
La intervención preventiva consiste en un conjunto ordenado de actividades, centradas 
en facilitar una decisión informada y autónoma del paciente, con vistas a mejorar o supri-
mir los hábitos alimentarios inadecuados y la inactividad física.
Estará indicada cuando se identifique un individuo supuestamente sano, sin tener malnu-
trición clínica, que muestra hábitos alimentarios incorrectos y le resulta difícil modificarlos. 
La intervención dietoterapéutica será obligada cuando se identifique una malnutri-
ción clínica o algún factor de riesgo nutricional que necesita su inmediata corrección 
y control. Procurará mejorar y superar los síntomas y signos, desarrollar una serie de 
contactos con el equipo médico para estabilizar los parámetros bioquímicos y clínicos y 
prevenir las recaídas. 
El consejero nutricional debe tener claridad sobre la disponibilidad o limitaciones en cuan-
to a insumos, servicios del establecimiento de salud y su competencia o habilidades, para 
referir al paciente a otra instancia y poder solventar su necesidad.
Se debe conocer los servicios que brindan otros niveles de atención de la red de servicios 
de salud, incluyendo los institutos de investigación, para garantizar la atención a las per-
sonas que necesiten ser referidas.
Promover un “clima” que estimule los cuestionamientos del paciente/acompañante du-
rante toda la consejería, tanto con relación a las intervenciones propuestas y/o realizadas, 
como sobre las dudas inherentes a su patología o factor de riesgo. Además de eso, se 
debe dedicar un momento exclusivamente para que el paciente/acompañante hagan las 
preguntas que deseen. En caso de que el paciente todavía no tenga un acompañante en 
la consulta, estimularlo a que elija a alguien a quien considere que podrá involucrarse en 
las actividades y apoyarlo a lo largo del tiempo de duración de la consejería. 
Las primeras orientaciones deben impartirse a partir de los temas que emergen de las 
dudas del paciente, mostrando respeto ante las creencias, valores y tabúes con relación a 
la alimentación.
Así, las indicaciones deben abordar los temas vinculados con la alimentación y nutrición 
saludables, signos y síntomas que caracterizan una situación de malnutrición y cuál es el 
13 
servicio de asistencia al que debe recurrir, importancia de la actividad física y de los estilos 
de vida. Orientar sobre el hábito alimentario, de acuerdo con la evaluación del estado 
nutricional. 
Informar al paciente el aumento o disminución adecuados de peso.
 
Para que las actividades propuestas sean desarrolladas con efectividad, el tiempo de du-
ración de la consulta debe ser de aproximadamente 30 minutos.
El segundo encuentro debe ser programado para los 30 días posteriores al primero. Se 
estima que su duración debe ser de aproximadamente 20 minutos. Se verificará el cum-
plimiento de las orientaciones dejadas o los acuerdos tomados, y se ofrecerán las indica-
ciones pertinentes. 
Se considera que como promedio se deben tener al menos cinco encuentros sobre con-
sejería con los pacientes, pero pueden ser más en dependencia del caso. No debe mediar 
más de un mes entre encuentros.
Plan de cambio
El resultado final de la intervención o consejos que se den conlleva el desarrollo conjunto 
de un plan de cambio y puede apoyarse en otra persona que lo ayude en el cambio de 
conducta.
Para el plan de cambio se deben abordar algunos aspectos fundamentales:
— Evaluar con el interlocutor lo que es práctico de hacer (proponer alternativas de solución).
— Personalizar los riesgos y beneficios de la conducta.
— Discutir los problemas y barreras.
— Priorizar la cantidad de información que puede ser recordada y seguida (dos o tres 
recomendaciones de acuerdo con la situación), y definir acciones y plazos.
— Reforzar las razones para cambiar.
— Verificar la comprensión de los acuerdos (retroalimentación).
Es recomendable ofrecer información escrita que pueda apoyar al consultante 
y sea comprensible para él, si se dispone de ella.
Vigilancia y control evolutivo
Comporta una nueva valoración para determinar el logro de los objetivos trazados; si el 
paciente ha seguido el plan acordado y si las actividades que le hemos programado han 
sido adecuadas para conseguir los objetivos propuestos. Ello implica, en dependencia de 
los resultados conseguidos, el desarrollo de nuevos objetivos, el perfeccionamiento de las 
intervenciones o tratamientos impuestos y un control evolutivo continuado.
14 
Búsqueda activa
La inasistencia del o la paciente a la consejería nutricional debe ser considerada como un 
componente que evalúa la adherencia al servicio. Es importante anotar en la historia clíni-
ca las faltas a las consultas marcadas. A partir de estos datos, el consejero debe organizar 
un sistema formal (por ejemplo, visitas domiciliarias u otro tipo de citación) para determi-
nar el motivo por el cual el paciente no asistió a la cita. En el caso en que el paciente no 
retorne a su próxima cita programada en 10 días, se debe realizar una búsqueda activa 
a través de los siguientes mecanismos: visita domiciliaria, mensajes o llamada telefónica. 
Cuando el paciente retorne a la consejería, se deben incluir todas las actividades de la 
consulta perdida, junto a las actividades de la consulta actual.
Los consejeros que comunican un mensaje más positivo tienen la mitad de la 
batalla ganada.
Actuación del consejero en el nivel comunitario
El éxito de las acciones a nivel comunitario del consejero nutricional de la atención pri-
maria de salud y, fundamentalmente ensu interrelación, depende en gran medida de la 
comprensión de todos los sectores involucrados en cuanto a la necesaria información que 
deben proporcionar.
Las acciones a este nivel escapan de los marcos del sistema nacional de salud, al estar 
involucrados los sectores de Educación, Agricultura, Comercio y Gastronomía, Poder Po-
pular, entre otros que intervienen en el proceso de alimentación-nutrición.
También, en el nivel comunitario, el consejero nutricional debe desarrollar actividades 
educativas sobre alimentación saludable, cultura alimentaria e higiene de los alimentos 
con los diversos grupos de población, personal de salud y planificadores de la alimenta-
ción colectiva en las comunidades. 
Para cumplir estas tareas, el consejero debe dominar las técnicas de comuni-
cación requeridas para la transmisión de mensajes educativos hacia los grupos 
de población sobre los que se quiere influir.
Investigación sobre la consejería nutricional
El consejero debe estar sensibilizado con la importancia de incorporar la investigación cien-
tífica como una de sus actividades profesionales. Así, los datos generados podrán ser am-
pliamente utilizados en la producción de conocimientos sobre consejería y permitirán eva-
luar su efectividad y el perfil epidemiológico en relación con los que reciben este servicio.
15 
Anexo
Funciones del consejero
¿Qué hace? ¿Cómo lo hace?
Orientar en temas de alimenta-
ción y nutrición a los equipos 
de salud y a la población.
Motivando y capacitando al equipo de salud y a los agentes comunita-
rios de salud en la aplicación de diferentes intervenciones nutricionales 
a través del ciclo de vida. La capacitación se llevará a cabo de forma 
permanente y sistemática, orientada a mejorar la capacidad técnica y 
humana.
Insertar la consejería nutricio-
nal en los controles a grupos 
de riesgo y supuestamente 
sanos.
Informando e incorporando en el individuo y la familia estilos de vida 
saludables con énfasis en alimentación y actividad física, con conte-
nidos orientados a educar en hábitos saludables de alimentación y 
actividad física.
Controlar los hábitos alimenta-
rios del paciente.
Llevando a cabo un seguimiento profundo del paciente para controlar 
sus hábitos alimentarios.
Evaluar y controlar la compo-
sición cualitativa y cuantitativa 
de los alimentos que ingieren 
los pacientes para conocer su 
calidad higiénico-dietética.
Disponiendo de los sistemas automatizados y los conocimientos reque-
ridos para llevar a cabo su actividad.
Utilizando los métodos de encuestas de consumo de alimentos para 
identificar dichas composiciones.
Analizando de manera adecuada los distintos alimentos.
Elaborar y supervisar die-
tas adaptadas a pacientes y 
colectivos, según su patología 
específica o necesidades nutri-
cionales.
Realizando entrevistas para averiguar las preferencias y hábitos alimen-
tarios de los pacientes.
Calculando el total de energía de una dieta en función de las caracterís-
ticas del paciente o colectivo.
Calculando los nutrientes necesarios en función del paciente o dieta.
Elaborando recetas personalizadas.
Interpretando los resultados de los análisis efectuados al paciente o 
colectivo.
Promover la salud de las 
personas y la comunidad a 
través de la educación alimen-
taria, mediante actividades de 
promoción y educación para 
la salud.
Recabando información sobre los hábitos alimentarios para determinar 
las alteraciones relacionadas con la alimentación.
Evaluando el estado nutricional de los pacientes.
Determinando los indicadores de los posibles riesgos nutricionales de la 
población.
Realizando actividades de promoción y prevención de la salud: sensi-
bilización, información, campañas, promoviendo la lactancia mater-
na, educando en la alimentación del destete, incorporando a niños y 
adultos obesos en actividades que logren una reducción y mantención 
razonable del peso corporal.
16 
¿Qué hace? ¿Cómo lo hace?
Brindar asesoría.
Ofreciendo servicios individuales o en salas de espera. 
Proporcionando consejería, coordinando los grupos de ayuda mutua. 
Participando en las acciones de capacitación y/o actualización promovi-
das por el área de salud.
Evaluando conjuntamente con el paciente los progresos alcanzados.
Monitoreo y evaluación.
Diseñando el sistema de monitoreo y evaluación de las acciones e in-
tervenciones que se deriven de sus funciones con indicadores sencillos 
de recursos, proceso, resultados e impacto, que le permitan, en un 
período determinado, evaluar el alcance de su tarea.
17 
Bibliografía
albala, c., S. oliVareS, h. Sánchez, n. buStoS y X. moreno: Modelos de intervención promo-
cional en centros de atención primaria, Consejería en Vida Sana, Manual de Apoyo, 
Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos, Santiago de Chile, 2010.
bellón, J. a. y t. martínez: “La investigación en Comunicación y Salud. Una perspectiva na-
cional e internacional desde el análisis bibliométrico”, Rev. Atención Primaria (27)7: 
452-458, 2001.
borreli, c. y r. ePStein: “La Conferencia Internacional de Comunicación y Salud de Barcelona 
2000. Un paso más en la dirección correcta”, Rev. Atención Primaria 27(7): 449-451, 
2001.
“Guía europea de prevención cardiovascular en la práctica clínica”. Adaptación española 
del CEIPC, Rev. esp. Salud Pública 82(6): 581-616, Madrid, nov./dic. 2008.
ProchaSka J. o., c. c. Diclemente and J. c. norcroSS: “In search of how people change”, Ame-
rican Psychologist 47(9): 1102-1114, 1992.
Sánchez, r., S. Jiménez, a. caballero, c. Porrata, l. SelVa, S. PineDa y m. bermúDez: Educación 
alimentaria, nutricional e higiene de los alimentos, Manual de capacitación, INHA, 
La Habana, 2004.
18 
III. Consejería nutricional durante el embarazo
Dra. Santa Jiménez Acosta
Dra. María Elena Díaz Sánchez
Dra. Raquel Castanedo Valdés
El estado nutricional de la mujer antes y durante el embarazo repercute en el desarrollo del 
feto, del recién nacido y lactante. El riesgo de problemas nutricionales durante la gestación 
es mayor en adolescentes, mujeres de bajo peso pregestacional, gestantes con sobrepeso 
y obesas. El estado nutricional pregestacional materno y la ganancia de peso durante la 
gestación son los factores más importantes relacionados con el peso al nacer, el cual es po-
siblemente el parámetro que se vincula más estrechamente con la morbilidad y mortalidad 
perinatal, crecimiento antropométrico y desarrollo mental ulterior del recién nacido.
La evaluación antropométrica de la embarazada permite pronosticar con bastante certeza 
el producto del embarazo; entre las variables que favorecen la evaluación del estado nu-
tricional al inicio del embarazo se encuentran el peso pregestacional y la talla. El índice de 
masa corporal a la captación (peso en kg/talla en m2) es un elemento clave a valorar en la 
primera consulta prenatal, pero el peso alcanzado en las diferentes etapas del embarazo 
y la tasa o incremento ponderal permiten valorar la evolución de la gestación.
La consejería nutricional prenatal es la actividad en la que se proporciona información 
específica y necesaria, ajustada a la realidad local, para que la futura madre tome sus pro-
pias decisiones sobre su alimentación y la repercusión en el bebé de manera informada. 
Ayuda a corregir la malnutrición por defecto y por exceso y las carencias de micronutrien-
tes durante el embarazo y a preparar a la madre para una lactancia exitosa y una adecua-
da alimentación complementaria.
¿Cuándo ofrecer la consejería?
— Cuando la embarazada acude al control prenatal.
— Cuando la gestante es referida por un personal de salud.
— En las visitas domiciliarias.
Diferentes momentos en la consejería
La consejería será realizada a todas las embarazadas remitidas por los médicos de asisten-
cia. En el caso de las embarazadas con riesgo nutricional, la consejería se iniciará desde el 
momento en que este se detecte y el seguimiento será de forma sistemática. 
19 
Los objetivos del asesoramiento nutricional a laembarazada están relacionados con:
— Interrogar a la paciente para: 
–Confirmar que realiza una adecuada ingesta de alimentos, sobre todo aquellas de 
bajos recursos. 
–Descubrir hábitos alimentarios o dietas no satisfactorias para el embarazo.
— Aconsejar a la embarazada para que continúe con una dieta balanceada. 
— Controlar la ganancia de peso materno. 
— Instruir a las madres que se encuentran por debajo del índice de masa corporal desea-
ble, según las tablas cubanas, sobre el plan que deben seguir en cuanto a la cantidad y 
calidad de la alimentación mediante el uso de alimentos con los que está familiarizada. 
— No aconsejar la pérdida de peso durante el embarazo en el caso de las madres obesas, 
como así tampoco que logre el aumento esperado en la embarazada normal.
1. Explicación de la situación encontrada 
 
El primer momento es aquel en el que se explica a la gestante la situación encontrada 
a partir de la evaluación del estado nutricional (medición del peso, talla, hemoglobina) 
realizada al inicio de la atención prenatal y registrada en la historia clínica. (Se anexan en 
este acápite las tablas antropométricas para las embarazadas cubanas y su forma de uso). 
En este momento se debe explicar también por qué es importante: la adecuada nutrición 
durante el embarazo, que el niño crezca y se desarrolle adecuadamente, y cuáles son las 
consecuencias en el corto y mediano plazo.
2. Análisis de los factores causales
El segundo momento es aquel en el que el consejero y la gestante analizan las posibles 
causas de los problemas encontrados o riesgos potenciales. Se debe ayudar a encontrar 
estas causas o riesgos y exponerlos en su propio lenguaje. 
Luego de haber explicado el estado nutricional en el embarazo (a partir de la evaluación 
nutricional antropométrica) se debe indagar y preguntar sobre los posibles factores que 
influyen en la situación encontrada: alimentación, salud, higiene, aspectos emocionales, 
sociales, económicos y otros. 
Al momento de realizar las preguntas debe tener en cuenta lo siguiente: 
Las preguntas abiertas son muy útiles, usualmente comienzan con ¿Cómo? ¿Qué? 
¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? Por ejemplo: ¿Cómo usted se está alimentando? Las pre-
guntas cerradas usualmente son menos útiles, sin embargo, a veces es conveniente hacer 
uso de ellas para tener certeza de un hecho. Por ejemplo: ¿Está tomando usted el Prena-
tal?, si la embarazada responde “sí”, se puede continuar con una pregunta abierta para 
conocer otros detalles: ¿Cómo le está yendo con el Prenatal?
20 
El consejero debe escuchar cuidadosamente las respuestas de la gestante y estar alerta a 
la información que puede ayudar a entender la situación e identificar los factores (alimen-
tarios, sociales, culturales, entre otros) más relevantes. 
Es importante, mientras la persona responde, no interrumpirla, opinar ni hacer comenta-
rios, y motivarla a preguntar cuantas veces sea necesario. 
3. Búsqueda de alternativas y soluciones
El tercer momento es aquel en el que el consejero y la embarazada, o acompañante bus-
can alternativas de solución a los factores identificados. 
Recuerde que la decisión sobre cuáles alternativas son más convenientes debe ser tomada 
finalmente por ella, pues es quien conoce mejor sus recursos y posibilidades.
Los acuerdos negociados con la gestante deben ser concretos y factibles, hasta la próxi-
ma cita; por ejemplo: aumentar una comida diaria en la mañana si esta no desayunaba o 
lo hacía incorrectamente.
Estos aspectos deben tomarse en cuenta en el momento de analizar los factores determi-
nantes del estado de nutrición y salud, al buscar alternativas de solución y al promover 
prácticas adecuadas. 
Objetivos del plan de alimentación
— Promover la salud mediante una dieta sana.
— Ayudar a alcanzar el peso “deseable”.
Historia alimentaria de la paciente
Para conocer detalladamente la alimentación habitual de la embarazada es necesario rea-
lizar una adecuada historia alimentaria. Al interrogar a la gestante debemos lograr saber:
a) El total de calorías que consume diariamente, para lo cual debe intentar conocer qué 
ingiere en cada comida y entre horas, plato por plato, y conducir el interrogatorio con 
preguntas del tipo ¿pone azúcar al café?, ¿qué cantidad de aceite utiliza? e intentar 
calcular el contenido de energía que ingiere diariamente por los métodos que habitual-
mente se emplean. 
b) Los posibles desequilibrios de la dieta: cantidad de proteínas, grasas, carbohidratos, etc.
c) Aportes de vitaminas, minerales y agua 
d) Consumo de alcohol en caso que existiera. 
e) Número de comidas que hace al día
f) Dónde come: comedor obrero, gastronomía, en su casa, etc.
21 
g) Con quién come: sola, con la familia, etc.
h) Si consume alimentos chatarra entre comidas.
i) Horario de las comidas.
Con toda esta información estamos en condiciones de brindar un consejo die-
tético adaptado a las posibilidades reales de la gestante.
Formas de realizar el consejo dietético:
— Encaminado a lograr una ganancia de peso adecuada al estado nutricional al comienzo 
del embarazo. 
— Consejos generales tendentes a realizar una alimentación saludable (Se adjuntan orien-
taciones para la valoración alimentaria).
El consejo nutricional debe apoyarse con materiales impresos que pueden in-
cluir desde modelos de alimentos, laminarías, medidas caseras a servirse de 
forma demostrativa y la preparación sana e inocua de los alimentos.
Consejos prácticos a impartir
Durante la gestación 
— Una adecuada ganancia de peso durante la gestación asegura una buena salud y nu-
trición de la madre y el bebé. Se le dirá la ganancia adecuada de acuerdo con el estado 
nutricional al inicio del embarazo, según el anexo que aparece al final de este acápite, 
de forma que ella comprenda que la ganancia de peso está en dependencia del peso 
que la madre tenía previamente. 
— En las gestantes que comienzan su embarazo con peso deficiente no debe faltar la 
orientación sobre la necesidad de que cambie y transite por un canal normal de la tabla 
de evolución ponderal. Esta también puede ser útil para la educación nutricional de 
la paciente y, en el caso de cambios bruscos de peso, siempre es necesario acudir a la 
tabla de ganancia de peso.
— En aquellos casos que comienzan la gestación con sobrepeso u obesidad y aquellos 
que tienen antecedentes de factores de riesgo de enfermedades no transmisibles, de-
berá realizarse una más intensa vigilancia del estado nutricional durante todo el em-
barazo. En estos casos, si la ganancia comienza a ser abrupta es necesario considerar 
las recomendaciones que aparecen en el anexo sobre las tablas antropométricas de 
ganancia de peso. Este indicador es importante para apoyar la prevención de la toxe-
mia gravídica.
— La gestante debe hacer todas las comidas del día (seis): desayuno, merienda de la 
mañana, almuerzo, merienda de la tarde, comida, cena, y evitar los alimentos ricos en 
carbohidratos refinados e ingerir en cada una solo la cantidad de alimentos necesaria 
para lograr un peso deseable. Se recomienda dividir la ingestión de alimentos, con una 
22 
distribución de la energía total del 20 % en el desayuno, 10 % en cada una de las tres 
meriendas, 30 % en el almuerzo y 20 % en la comida.
— Incluir, al menos, una porción de cualquier carne, pescado, huevo, o queso al día. 
— Importancia del consumo diario de sal yodada. Solo la necesaria, pero que sea 
yodada.
— Una ingesta adecuada de ácido fólico antes del embarazo y durante las primeras 
12 semanas de gestación es fundamental para evitar malformaciones en el bebé.
— Las expresiones “hay que aumentar un kilo por mes” y “hay que comer por dos” son 
mitos, y demostrar el porqué. 
— Explicar que la anemia es muy frecuente en el curso del embarazo. Puede aparecer en 
cualquier momento de la gestación, pero es más frecuente durante el tercer trimestre. 
En nuestro país, en más del 95 % de los casos, tiene como causa una deficiencia de hie-
rro. Es necesario dar aconocer cómo utilizar mejor el hierro disponible en los alimentos 
e impartir consejos prácticos al respecto. 
— La gestante anémica y su hijo están frecuentemente expuestos a complicaciones, algu-
nas graves, que los sitúan en la categoría de alto riesgo.
— Debido a estas consideraciones, su diagnóstico, prevención y tratamiento es importan-
te para el bienestar materno, fetal e infantil. Prevenir la aparición de anemia durante 
el embarazo es la clave para abordar el problema en esta etapa. La suplementación de 
todas las embarazadas debe empezar desde el mismo día de la captación, cuando aún 
los requerimientos no son tan elevados, y esta acción puede contribuir a incrementar 
las reservas de hierro. La anemia en el embarazo puede prevenirse, pero es muy difícil 
curarla, aunque sea tratada adecuadamente.
— Asegurar la suplementación con Prenatal durante la gestación y lograr que la em-
barazada conozca la importancia de la regularidad en la ingestión del suplemento; 
recordarle que el suplemento no sustituye a los alimentos ricos en hierro que debe 
consumir. 
— Si la mujer dejó de tomar suplemento, escuchar las razones por las que lo hizo, explicar 
la importancia de continuar tomándolo para el buen crecimiento y desarrollo de la niña 
o niño y para evitar complicaciones en el parto. 
— Indicar a la madre que con el suplemento se pueden presentar algunos síntomas tem-
porales, como el color oscuro de las deposiciones. En estos casos, tranquilizar a la 
madre e indagar sobre la dosis utilizada.
— Importancia del descanso apropiado de la gestante durante el día y reducción de las 
actividades pesadas. 
— Importancia del apoyo, afecto y consideración de la pareja y la familia a la gestante. 
— Importancia de la asistencia al próximo control prenatal. 
— Preparación para la lactancia materna exclusiva hasta el sexto mes.
23 
Promover la lactancia materna exclusiva
En la promoción de la lactancia materna se debe insistir en los siguientes elementos:
— Inicio precoz de la lactancia materna exclusiva, lo más pronto posible después del parto 
(dentro de la primera hora de nacido). 
— Cantidad: lactar hasta que se vacíe cada pecho, porque la última leche también contie-
ne nutrientes indispensables para el niño. 
— Frecuencia: lactar las veces que el niño quiera, por lo menos ocho veces durante el día 
y la noche. Dar de los dos pechos cada vez. 
— A partir de los 3 o 4 meses, el niño demanda más leche materna, por lo que es nece-
sario incrementar la frecuencia y duración de las mamadas. La madre puede pensar 
que su hijo no se satisface, por lo que existe el riesgo de introducir otros alimentos; en 
este caso los consejos deben ser claros y dirigidos a que comprenda la importancia de 
mantener la lactancia exclusiva.
— Otros: desde que nace y hasta los 6 meses, no dar al recién nacido otro alimento o líqui-
do. La leche materna le quita la sed, satisface su hambre y cubre sus requerimientos. 
— Implicar a los familiares en esta actividad, ya que la madre requiere el apoyo de la fa-
milia para poder llevar a cabo una lactancia exitosa.
Promover la recuperación del estado nutricional pregestacional
Durante los primeros seis meses posparto se procurará el retorno de la madre, al menos, 
a su peso pregestacional, a través de orientaciones sobre práctica de lactancia materna, 
alimentación saludable y actividad física, indicadas en cada contacto con ella (controles 
de puerperio, regulación de fertilidad, control del recién nacido y lactante, etc.). Se reali-
zará un control de la mujer en el tercer y sexto mes posparto, con el objetivo de pesarla y 
hacer seguimiento de la recuperación del peso pregestacional, como medida para evitar 
la obesidad tan frecuente en esta etapa.
Educar en alimentación para el inicio de la alimentación complementaria
Intervención precoz (anticipatoria) en formación de hábitos alimentarios adecuados en 
el niño en transición entre lactancia y alimentación complementaria y educación de las 
madres o cuidadores en manejo de problemas frecuentes en la alimentación en los dos 
primeros años de vida. Se deben seguir las recomendaciones de las Guías alimentarias 
para niñas y niños cubanos hasta 2 años de edad.
4. Seguimiento de las orientaciones brindadas
El seguimiento de los acuerdos tomados se realiza en las citas posteriores, o en las visitas 
domiciliarias.
Es importante asegurar el seguimiento de los acuerdos en los siguientes controles o visitas 
domiciliarias para identificar las dificultades o avances en la mejoría de prácticas realiza-
das en el hogar y reforzarlas. 
24 
5. Monitoreo y evaluación en la consejería nutricional
El monitoreo permitirá fortalecer al consejero en sus capacidades y habilidades para el 
desarrollo de la consejería, identificando sus logros y dificultades. El monitoreo debe ser 
un proceso sistemático, secuencial y periódico. 
El consejero podrá verificar el adecuado registro de: la evaluación del estado nutricional 
en la historia clínica (monitoreo de la ganancia de peso en la gestante), evaluación de la 
alimentación (historia alimentaria), análisis de los factores determinantes, los acuerdos 
negociados y seguimiento de acuerdos negociados.
Indicadores de Impacto: 
Variación en:
% de madres desnutridas a la captación.
% de madres con ganancia de peso deficiente o excesiva.
% de niños bajo peso al nacer.
% de madres con anemia en el tercer trimestre del embarazo.
25 
Anexos
Anexo 1. Evaluación individual del estado nutricional
Utilizar la nueva tabla de evaluación del estado nutricional de la embarazada. 
Esta nueva tabla ha sido desarrollada por el Instituto de Nutrición e Higiene de los Ali-
mentos y reemplazará a los instrumentos de evaluación actualmente en uso. Este cambio 
incorpora el ajuste de los puntos de corte del índice de masa corporal (IMC) a la captación 
con las tablas de evolución ponderal por rangos de estatura y las recomendaciones de los 
niveles de ganancia de peso para embarazadas con ganancias de peso inadecuadas, como 
medida de evaluación nutricional en este grupo.
Evaluación antropométrica de las embarazadas
— Con las tablas cubanas de evolución ponderal no es preciso hallar ganancias de peso 
individual, porque en su lugar se emplea el peso que se va alcanzando en cada semana 
de la gestación por rangos de estatura. 
— Estas son tablas para valorar peso alcanzado, no ganancia de peso. (La mayoría de las 
tablas que se han obtenido en otros países para valorar a la embarazada son de peso 
alcanzado).
— Las tablas son muy simples de utilizar, pues permiten realizar el seguimiento indivi-
dual de la embarazada entre rangos (canales entre los percentiles), que dependen del 
estado nutricional inicial.
Procedimiento para la evaluación nutricional de la embarazada adulta
Las gestantes clasificadas a la captación deben seguir el embarazo por los rangos de peso 
correspondientes con esa clasificación. En el caso de bajo peso se aspira a mejorar su esta-
do nutricional (puede cambiar hacia los canales de peso adecuado). Las clasificadas como 
normales, sobrepeso y obesas deben mantenerse dentro de su rango. Recordar que a las 
embarazadas sobrepeso y obesas no se les recomienda dieta restrictiva.
Tablas de evolución ponderal por rangos de estatura
Las tablas de evolución ponderal por rangos de estatura fueron diseñadas para realizar un 
seguimiento más personalizado de la mujer de acuerdo con su tamaño, pues el aumento 
de peso por estado nutricional no es igual en mujeres de diferente estatura.
Para utilizarlas, se procede a ubicar el valor del peso de la gestante por las columnas identifi-
cadas por los percentiles de la tabla de evolución ponderal, que corresponda con la evaluación 
inicial. Esto es lo que permite establecer la canalización del peso por semanas de embarazo.
26 
Tablas de evolución ponderal por rangos de estatura
Estatura 140-150 cm 150,1–152 cm Estatura
percentiles percentiles
Semanas 3 10 25 50 75 90 97 3 10 25 50 75 90 97 Semanas
13 38,4 41,745,7 50,2 55,9 62,1 70,5 40,0 43,7 48,0 53,0 59,2 66,0 75,1 13
14 38,9 42,2 46,2 50,7 56,3 62,5 70,8 40,5 44,2 48,5 53,5 59,6 66,4 75,5 14
15 39,4 42,7 46,6 51,2 56,8 63,0 71,2 41,0 44,6 48,9 53,9 60,0 66,8 75,9 15
16 39,9 43,2 47,1 51,7 57,2 63,4 71,6 41,5 45,1 49,4 54,4 60,5 67,2 76,3 16
17 40,4 43,7 47,6 52,1 57,7 63,8 72,0 42,0 45,6 49,9 54,8 60,9 67,6 76,6 17
18 41,0 44,2 48,1 52,6 58,1 64,3 72,4 42,5 46,1 50,4 55,3 61,3 68,1 77,0 18
19 41,5 44,7 48,6 53,1 58,6 64,7 72,8 43,0 46,6 50,8 55,7 61,8 68,5 77,4 19
20 42,0 45,2 49,1 53,6 59,0 65,1 73,2 43,5 47,1 51,3 56,2 62,2 68,9 77,8 20
21 42,5 45,8 49,6 54,0 59,5 65,5 73,6 44,0 47,6 51,8 56,7 62,6 69,3 78,1 21
22 43,0 46,3 50,1 54,5 59,9 66,0 74,0 44,5 48,1 52,3 57,1 63,1 69,7 78,5 22
23 43,6 46,8 50,6 55,0 60,4 66,4 74,4 45,0 48,6 52,7 57,6 63,5 70,1 78,9 23
24 44,1 47,3 51,1 55,4 60,8 66,8 74,8 45,5 49,0 53,2 58,0 63,9 70,5 79,3 24
25 44,6 47,8 51,5 55,9 61,3 67,2 75,2 46,0 49,5 53,7 58,5 64,4 70,9 79,7 25
26 45,1 48,3 52,0 56,4 61,7 67,7 75,6 46,5 50,0 54,2 58,9 64,8 71,3 80,0 26
27 45,6 48,8 52,5 56,9 62,2 68,1 76,0 47,1 50,5 54,6 59,4 65,3 71,8 80,4 27
28 46,1 49,3 53,0 57,3 62,6 68,5 76,4 47,6 51,0 55,1 59,9 65,7 72,2 80,8 28
29 46,7 49,8 53,5 57,8 63,1 69,0 76,8 48,1 51,5 55,6 60,3 66,1 72,6 81,2 29
30 47,2 50,3 54,0 58,3 63,5 69,4 77,2 48,6 52,0 56,1 60,8 66,6 73,0 81,6 30
31 47,7 50,8 54,5 58,8 64,0 69,8 77,6 49,1 52,5 56,5 61,2 67,0 73,4 81,9 31
32 48,2 51,3 55,0 59,2 64,4 70,2 78,0 49,6 53,0 57,0 61,7 67,4 73,8 82,3 32
33 48,7 51,8 55,5 59,7 64,9 70,7 78,4 50,1 53,5 57,5 62,1 67,9 74,2 82,7 33
34 49,3 52,3 56,0 60,2 65,3 71,1 78,8 50,6 53,9 58,0 62,6 68,3 74,6 83,1 34
35 49,8 52,8 56,5 60,6 65,8 71,5 79,1 51,1 54,4 58,4 63,1 68,7 75,0 83,5 35
36 50,3 53,3 56,9 61,1 66,2 71,9 79,5 51,6 54,9 58,9 63,5 69,2 75,5 83,8 36
37 50,8 53,8 57,4 61,6 66,7 72,4 79,9 52,1 55,4 59,4 64,0 69,6 75,9 84,2 37
38 51,3 54,3 57,9 62,1 67,1 72,8 80,3 52,6 55,9 59,9 64,4 70,0 76,3 84,6 38
39 51,9 54,9 58,4 62,5 67,6 73,2 80,7 53,1 56,4 60,3 64,9 70,5 76,7 85,0 39
40 52,4 55,4 58,9 63,0 68,1 73,7 81,1 53,6 56,9 60,8 65,3 70,9 77,1 85,4 40
Estatura 152,1–154 cm 154,1–156 cm Estatura
percentiles percentiles
Semanas 3 10 25 50 75 90 97 3 10 25 50 75 90 97 Semanas
13 40,8 44,5 49,0 54,2 60,6 67,6 77,1 41,7 45,6 50,2 55,5 62,0 69,2 78,9 13
14 41,3 45,1 49,5 54,7 61,0 68,1 77,4 42,2 46,1 50,7 55,9 62,4 69,6 79,3 14
15 41,9 45,6 50,1 55,2 61,5 68,5 77,8 42,8 46,6 51,1 56,4 62,9 70,1 79,6 15
16 42,5 46,2 50,6 55,7 62,0 68,9 78,2 43,3 47,1 51,6 56,9 63,3 70,5 80,0 16
17 43,0 46,7 51,1 56,2 62,4 69,3 78,6 43,8 47,6 52,1 57,3 63,7 70,9 80,4 17
18 43,6 47,3 51,6 56,7 62,9 69,8 79,0 44,4 48,1 52,6 57,8 64,2 71,3 80,7 18
19 44,2 47,8 52,2 57,2 63,4 70,2 79,3 44,9 48,6 53,1 58,3 64,6 71,7 81,1 19
20 44,7 48,4 52,7 57,7 63,8 70,6 79,7 45,4 49,2 53,6 58,7 65,1 72,1 81,4 20
21 45,3 48,9 53,2 58,2 64,3 71,1 80,1 45,9 49,7 54,1 59,2 65,5 72,5 81,8 21
22 45,9 49,5 53,7 58,7 64,8 71,5 80,5 46,5 50,2 54,6 59,7 65,9 72,9 82,2 22
23 46,4 50,0 54,3 59,2 65,2 71,9 80,9 47,0 50,7 55,1 60,2 66,4 73,3 82,5 23
24 47,0 50,6 54,8 59,7 65,7 72,4 81,3 47,5 51,2 55,6 60,6 66,8 73,7 82,9 24
25 47,6 51,1 55,3 60,2 66,1 72,8 81,6 48,1 51,7 56,1 61,1 67,3 74,1 83,2 25
26 48,1 51,6 55,8 60,7 66,6 73,2 82,0 48,6 52,2 56,6 61,6 67,7 74,5 83,6 26
27 48,7 52,2 56,4 61,2 67,1 73,6 82,4 49,1 52,8 57,1 62,0 68,1 74,9 84,0 27
28 49,3 52,7 56,9 61,7 67,5 74,1 82,8 49,7 53,3 57,5 62,5 68,6 75,3 84,3 28
29 49,8 53,3 57,4 62,2 68,0 74,5 83,2 50,2 53,8 58,0 63,0 69,0 75,7 84,7 29
30 50,4 53,8 57,9 62,7 68,5 74,9 83,5 50,7 54,3 58,5 63,4 69,4 76,1 85,1 30
31 51,0 54,4 58,5 63,2 68,9 75,4 83,9 51,3 54,8 59,0 63,9 69,9 76,5 85,4 31
32 51,5 54,9 59,0 63,7 69,4 75,8 84,3 51,8 55,3 59,5 64,4 70,3 76,9 85,8 32
33 52,1 55,5 59,5 64,2 69,9 76,2 84,7 52,3 55,8 60,0 64,8 70,8 77,4 86,1 33
34 52,7 56,0 60,0 64,7 70,3 76,7 85,1 52,8 56,3 60,5 65,3 71,2 77,8 86,5 34
35 53,2 56,6 60,6 65,2 70,8 77,1 85,5 53,4 56,9 61,0 65,8 71,6 78,2 86,9 35
36 53,8 57,1 61,1 65,7 71,3 77,5 85,8 53,9 57,4 61,5 66,2 72,1 78,6 87,2 36
37 54,4 57,7 61,6 66,2 71,7 77,9 86,2 54,4 57,9 62,0 66,7 72,5 79,0 87,6 37
38 54,9 58,2 62,1 66,6 72,2 78,4 86,6 55,0 58,4 62,5 67,2 73,0 79,4 87,9 38
39 55,5 58,8 62,6 67,1 72,7 78,8 87,0 55,5 58,9 63,0 67,6 73,4 79,8 88,3 39
40 56,1 59,3 63,2 67,6 73,1 79,2 87,4 56,0 59,4 63,5 68,1 73,8 80,2 88,7 40
27 
Estatura 156,1–158 cm 158,1–160 cm Estatura
percentiles percentiles
Semanas 3 10 25 50 75 90 97 3 10 25 50 75 90 97 Semanas
13 43,2 47,1 51,8 57,2 63,9 71,3 81,2 44,2 48,2 53,1 58,7 65,5 73,2 83,4 13
14 43,7 47,6 52,3 57,7 64,4 71,7 81,6 44,7 48,8 53,6 59,2 66,0 73,6 83,8 14
15 44,2 48,2 52,8 58,2 64,8 72,2 82,0 45,3 49,3 54,1 59,7 66,5 74,0 84,1 15
16 44,8 48,7 53,3 58,7 65,3 72,6 82,4 45,8 49,8 54,6 60,2 66,9 74,5 84,5 16
17 45,3 49,2 53,8 59,2 65,7 73,0 82,8 46,4 50,4 55,1 60,6 67,4 74,9 84,9 17
18 45,9 49,7 54,3 59,7 66,2 73,5 83,2 46,9 50,9 55,7 61,1 67,9 75,4 85,3 18
19 46,4 50,3 54,9 60,2 66,7 73,9 83,6 47,5 51,4 56,2 61,6 68,3 75,8 85,7 19
20 46,9 50,8 55,4 60,6 67,1 74,4 84,0 48,0 52,0 56,7 62,1 68,8 76,2 86,1 20
21 47,5 51,3 55,9 61,1 67,6 74,8 84,4 48,6 52,5 57,2 62,6 69,3 76,7 86,5 21
22 48,0 51,8 56,4 61,6 68,1 75,2 84,8 49,1 53,0 57,7 63,1 69,7 77,1 86,9 22
23 48,6 52,4 56,9 62,1 68,5 75,7 85,2 49,7 53,6 58,2 63,6 70,2 77,5 87,3 23
24 49,1 52,9 57,4 62,6 69,0 76,1 85,6 50,2 54,1 58,7 64,1 70,7 78,0 87,7 24
25 49,6 53,4 57,9 63,1 69,5 76,5 86,0 50,8 54,7 59,3 64,6 71,1 78,4 88,1 25
26 50,2 53,9 58,4 63,6 69,9 77,0 86,4 51,3 55,2 59,8 65,1 71,6 78,9 88,5 26
27 50,7 54,5 58,9 64,1 70,4 77,4 86,8 51,9 55,7 60,3 65,6 72,1 79,3 88,9 27
28 51,3 55,0 59,4 64,6 70,8 77,8 87,2 52,4 56,3 60,8 66,1 72,5 79,7 89,3 28
29 51,8 55,5 59,9 65,0 71,3 78,3 87,6 53,0 56,8 61,3 66,6 73,0 80,2 89,7 29
30 52,3 56,0 60,4 65,5 71,8 78,7 88,0 53,5 57,3 61,8 67,1 73,5 80,6 90,1 30
31 52,9 56,6 60,9 66,0 72,2 79,2 88,4 54,1 57,9 62,4 67,6 73,9 81,0 90,5 31
32 53,4 57,1 61,5 66,5 72,7 79,6 88,8 54,6 58,4 62,9 68,1 74,4 81,5 90,9 32
33 54,0 57,6 62,0 67,0 73,2 80,0 89,2 55,2 58,9 63,4 68,5 74,9 81,9 91,3 33
34 54,5 58,1 62,5 67,5 73,6 80,5 89,6 55,7 59,5 63,9 69,0 75,3 82,4 91,7 34
35 55,0 58,7 63,0 68,0 74,1 80,9 90,0 56,3 60,0 64,4 69,5 75,8 82,8 92,1 35
36 55,6 59,2 63,5 68,5 74,6 81,3 90,4 56,8 60,5 64,9 70,0 76,3 83,2 92,5 36
37 56,1 59,7 64,0 68,9 75,0 81,8 90,8 57,4 61,1 65,5 70,5 76,7 83,7 92,9 37
38 56,7 60,2 64,5 69,4 75,5 82,2 91,2 57,9 61,6 66,0 71,0 77,2 84,1 93,3 38
39 57,2 60,8 65,0 69,9 75,9 82,6 91,6 58,5 62,1 66,5 71,5 77,7 84,5 93,7 39
40 57,7 61,3 65,5 70,4 76,4 83,1 92,0 59,0 62,7 67,0 72,0 78,1 85,0 94,1 40
Estatura 160,1–162 cm 162,1–164 cm Estatura
percentiles percentiles
Semanas 3 10 25 50 75 90 97 3 10 25 50 75 90 97 Semanas
13 45,3 49,4 54,4 60,1 67,1 74,9 85,3 46,1 50,4 55,5 61,4 68,7 76,7 87,5 13
14 45,8 49,9 54,9 60,6 67,6 75,3 85,7 46,7 50,9 56,0 61,9 69,1 77,2 87,9 14
15 46,3 50,5 55,4 61,1 68,0 75,8 86,1 47,2 51,5 56,5 62,4 69,6 77,6 88,3 15
16 46,9 51,0 55,9 61,5 68,5 76,2 86,6 47,8 52,0 57,1 62,9 70,1 78,1 88,7 16
17 47,4 51,5 56,4 62,0 69,0 76,7 87,0 48,3 52,6 57,6 63,4 70,6 78,5 89,1 17
18 47,9 52,0 56,9 62,5 69,5 77,1 87,4 48,9 53,1 58,1 63,9 71,0 79,0 89,5 18
19 48,5 52,5 57,4 63,0 69,9 77,6 87,8 49,4 53,6 58,6 64,4 71,5 79,4 89,9 19
20 49,0 53,1 57,9 63,5 70,4 78,1 88,3 50,0 54,2 59,2 64,9 72,0 79,9 90,4 20
21 49,5 53,6 58,4 64,0 70,9 78,5 88,7 50,5 54,7 59,7 65,4 72,5 80,3 90,8 21
22 50,0 54,1 58,9 64,5 71,3 79,0 89,1 51,1 55,2 60,2 65,9 73,0 80,8 91,2 22
23 50,6 54,6 59,4 65,0 71,8 79,4 89,5 51,6 55,8 60,7 66,4 73,4 81,2 91,6 23
24 51,1 55,1 59,9 65,5 72,3 79,9 89,9 52,2 56,3 61,2 66,9 73,9 81,7 92,0 24
25 51,6 55,7 60,4 66,0 72,8 80,3 90,4 52,7 56,9 61,8 67,4 74,4 82,1 92,4 25
26 52,2 56,2 60,9 66,5 73,2 80,8 90,8 53,3 57,4 62,3 67,9 74,9 82,6 92,8 26
27 52,7 56,7 61,5 67,0 73,7 81,2 91,2 53,8 57,9 62,8 68,4 75,3 83,0 93,2 27
28 53,2 57,2 62,0 67,5 74,2 81,7 91,6 54,4 58,5 63,3 68,9 75,8 83,5 93,7 28
29 53,8 57,7 62,5 67,9 74,7 82,1 92,1 54,9 59,0 63,8 69,4 76,3 83,9 94,1 2930 54,3 58,3 63,0 68,4 75,1 82,6 92,5 55,5 59,5 64,4 69,9 76,8 84,4 94,5 30
31 54,8 58,8 63,5 68,9 75,6 83,0 92,9 56,0 60,1 64,9 70,4 77,2 84,8 94,9 31
32 55,4 59,3 64,0 69,4 76,1 83,5 93,3 56,6 60,6 65,4 70,9 77,7 85,3 95,3 32
33 55,9 59,8 64,5 69,9 76,5 83,9 93,8 57,2 61,2 65,9 71,4 78,2 85,7 95,7 33
34 56,4 60,3 65,0 70,4 77,0 84,4 94,2 57,7 61,7 66,4 71,9 78,7 86,2 96,1 34
35 57,0 60,9 65,5 70,9 77,5 84,8 94,6 58,3 62,2 67,0 72,4 79,1 86,6 96,6 35
36 57,5 61,4 66,0 71,4 78,0 85,3 95,0 58,8 62,8 67,5 72,9 79,6 87,1 97,0 36
37 58,0 61,9 66,5 71,9 78,4 85,7 95,5 59,4 63,3 68,0 73,4 80,1 87,5 97,4 37
38 58,6 62,4 67,0 72,4 78,9 86,2 95,9 59,9 63,8 68,5 73,9 80,6 88,0 97,8 38
39 59,1 62,9 67,5 72,9 79,4 86,6 96,3 60,5 64,4 69,0 74,4 81,1 88,4 98,2 39
40 59,6 63,5 68,0 73,4 79,9 87,1 96,7 61,0 64,9 69,6 74,9 81,5 88,9 98,6 40
28 
Estatura 164,1–166 cm 166,1–168 cm Estatura
percentiles percentiles
Semanas 3 10 25 50 75 90 97 3 10 25 50 75 90 97 Semanas
13 47,4 51,7 56,9 62,8 70,1 78,3 89,1 48,5 53,0 58,3 64,4 71,9 80,3 91,5 13
14 47,9 52,3 57,4 63,3 70,6 78,7 89,5 49,1 53,5 58,8 64,9 72,4 80,8 91,9 14
15 48,5 52,8 57,9 63,8 71,0 79,1 89,8 49,6 54,0 59,3 65,4 72,9 81,2 92,3 15
16 49,0 53,3 58,4 64,3 71,5 79,5 90,2 50,1 54,6 59,8 65,9 73,4 81,7 92,8 16
17 49,5 53,8 58,9 64,7 71,9 79,9 90,6 50,7 55,1 60,3 66,4 73,9 82,2 93,2 17
18 50,1 54,3 59,4 65,2 72,4 80,4 91,0 51,2 55,6 60,9 66,9 74,4 82,6 93,6 18
19 50,6 54,8 59,9 65,7 72,8 80,8 91,4 51,8 56,2 61,4 67,4 74,8 83,1 94,1 19
20 51,1 55,4 60,4 66,2 73,3 81,2 91,7 52,3 56,7 61,9 67,9 75,3 83,5 94,5 20
21 51,7 55,9 60,9 66,6 73,7 81,6 92,1 52,8 57,2 62,4 68,4 75,8 84,0 94,9 21
22 52,2 56,4 61,4 67,1 74,2 82,0 92,5 53,4 57,7 62,9 68,9 76,3 84,5 95,4 22
23 52,7 56,9 61,9 67,6 74,6 82,5 92,9 53,9 58,3 63,4 69,4 76,8 84,9 95,8 23
24 53,3 57,4 62,4 68,1 75,1 82,9 93,3 54,5 58,8 64,0 69,9 77,2 85,4 96,2 24
25 53,8 57,9 62,9 68,6 75,5 83,3 93,6 55,0 59,3 64,5 70,4 77,7 85,8 96,7 25
26 54,3 58,5 63,4 69,0 76,0 83,7 94,0 55,6 59,9 65,0 70,9 78,2 86,3 97,1 26
27 54,9 59,0 63,9 69,5 76,4 84,1 94,4 56,1 60,4 65,5 71,4 78,7 86,8 97,5 27
28 55,4 59,5 64,4 70,0 76,9 84,5 94,8 56,6 60,9 66,0 71,9 79,2 87,2 98,0 28
29 55,9 60,0 64,9 70,5 77,3 85,0 95,2 57,2 61,5 66,5 72,4 79,7 87,7 98,4 29
30 56,5 60,5 65,4 70,9 77,8 85,4 95,5 57,7 62,0 67,1 72,9 80,1 88,2 98,8 30
31 57,0 61,1 65,8 71,4 78,2 85,8 95,9 58,3 62,5 67,6 73,4 80,6 88,6 99,3 31
32 57,5 61,6 66,3 71,9 78,7 86,2 96,3 58,8 63,1 68,1 73,9 81,1 89,1 99,7 32
33 58,1 62,1 66,8 72,4 79,1 86,6 96,7 59,3 63,6 68,6 74,4 81,6 89,5 100,1 33
34 58,6 62,6 67,3 72,8 79,6 87,1 97,0 59,9 64,1 69,1 74,9 82,1 90,0 100,6 34
35 59,1 63,1 67,8 73,3 80,0 87,5 97,4 60,4 64,6 69,6 75,4 82,6 90,5 101,0 35
36 59,7 63,6 68,3 73,8 80,5 87,9 97,8 61,0 65,2 70,2 75,9 83,0 90,9 101,4 36
37 60,2 64,2 68,8 74,3 80,9 88,3 98,2 61,5 65,7 70,7 76,4 83,5 91,4 101,9 37
38 60,7 64,7 69,3 74,7 81,4 88,7 98,6 62,1 66,2 71,2 77,0 84,0 91,9 102,3 38
39 61,3 65,2 69,8 75,2 81,8 89,2 98,9 62,6 66,8 71,7 77,5 84,5 92,3 102,7 39
40 61,8 65,7 70,3 75,7 82,3 89,6 99,3 63,1 67,3 72,2 78,0 85,0 92,8 103,2 40
Estatura 168,1–170 cm > 170 cm Estatura
percentiles percentiles
Semanas 3 10 25 50 75 90 97 3 10 25 50 75 90 97 Semanas
13 50,0 54,6 60,0 66,3 74,1 82,7 94,2 52,3 57,0 62,7 69,2 77,2 86,1 98,0 13
14 50,5 55,1 60,5 66,8 74,5 83,1 94,5 52,9 57,6 63,2 69,7 77,7 86,5 98,4 14
15 51,1 55,7 61,1 67,3 75,0 83,5 94,9 53,4 58,1 63,7 70,2 78,1 87,0 98,7 15
16 51,7 56,2 61,6 67,8 75,5 84,0 95,3 54,0 58,6 64,2 70,7 78,6 87,4 99,1 16
17 52,2 56,8 62,1 68,3 75,9 84,4 95,7 54,5 59,2 64,7 71,1 79,0 87,8 99,4 17
18 52,8 57,3 62,6 68,8 76,4 84,8 96,0 55,1 59,7 65,2 71,6 79,5 88,2 99,8 18
19 53,4 57,9 63,2 69,3 76,9 85,2 96,4 55,6 60,2 65,7 72,1 79,9 88,6 100,1 19
20 54,0 58,4 63,7 69,8 77,3 85,7 96,8 56,2 60,8 66,2 72,6 80,4 89,0 100,5 20
21 54,5 59,0 64,2 70,3 77,8 86,1 97,1 56,7 61,3 66,8 73,1 80,8 89,4 100,9 21
22 55,1 59,5 64,7 70,8 78,2 86,5 97,5 57,3 61,8 67,3 73,5 81,2 89,8 101,2 22
23 55,7 60,1 65,3 71,3 78,7 86,9 97,9 57,8 62,4 67,8 74,0 81,7 90,2 101,6 23
24 56,3 60,6 65,8 71,8 79,2 87,4 98,3 58,4 62,9 68,3 74,5 82,1 90,6 101,9 24
25 56,8 61,2 66,3 72,3 79,6 87,8 98,6 58,9 63,4 68,8 75,0 82,6 91,0 102,3 25
26 57,4 61,7 66,9 72,8 80,1 88,2 99,0 59,5 64,0 69,3 75,5 83,0 91,4 102,6 26
27 58,0 62,3 67,4 73,3 80,6 88,6 99,4 60,1 64,5 69,8 75,9 83,5 91,8 103,0 27
28 58,5 62,8 67,9 73,8 81,0 89,1 99,8 60,6 65,1 70,3 76,4 83,9 92,2 103,3 28
29 59,1 63,4 68,4 74,3 81,5 89,5 100,1 61,2 65,6 70,8 76,9 84,4 92,6 103,7 29
30 59,7 63,9 69,0 74,8 81,9 89,9 100,5 61,7 66,1 71,3 77,4 84,8 93,0 104,0 30
31 60,3 64,5 69,5 75,3 82,4 90,3 100,9 62,3 66,7 71,8 77,9 85,2 93,5 104,4 31
32 60,8 65,0 70,0 75,8 82,9 90,7 101,2 62,8 67,2 72,4 78,3 85,7 93,9 104,7 32
33 61,4 65,6 70,5 76,3 83,3 91,2 101,6 63,4 67,7 72,9 78,8 86,1 94,3 105,1 33
34 62,0 66,1 71,1 76,8 83,8 91,6 102,0 63,9 68,3 73,4 79,3 86,6 94,7 105,5 34
35 62,6 66,7 71,6 77,3 84,3 92,0 102,4 64,5 68,8 73,9 79,8 87,0 95,1 105,8 35
36 63,1 67,2 72,1 77,8 84,7 92,4 102,7 65,0 69,3 74,4 80,3 87,5 95,5 106,2 36
37 63,7 67,8 72,7 78,3 85,2 92,9 103,1 65,6 69,9 74,9 80,7 87,9 95,9 106,5 37
38 64,3 68,3 73,2 78,8 85,7 93,3 103,5 66,2 70,4 75,4 81,2 88,4 96,3 106,9 38
39 64,8 68,9 73,7 79,3 86,1 93,7 103,8 66,7 70,9 75,9 81,7 88,8 96,7 107,2 39
40 65,4 69,4 74,2 79,8 86,6 94,1 104,2 67,3 71,5 76,4 82,2 89,3 97,1 107,6 40
29 
Las tablas cubanas ofrecen los percentiles 3, 10, 25, 75, 90 y 97 de la evolución del peso 
por semanas de gestación, en correspondencia con 12 rangos de tallas conformados. 
Estos valores son dependientes del estado nutricional en la captación. Los datos indican 
que el peso corporal se hace mayor en todas las semanas de la gestación, mientras más 
altos sean los valores de la talla.
Ganancia de peso, según el estado nutricional en la captación y el período 
gestacional
El monitoreo del peso durante el embarazo consiste en evaluar en cada control prenatal 
a la gestante de manera individual, periódica y secuencial, utilizando las nuevas curvas 
cubanas de ganancia de peso durante el embarazo. 
Las tablas de ganancia media de peso semanal por trimestre (A), así como la acumulativa 
dentro del período (B), se utilizarán como referencia en el seguimiento de la embarazada, 
en combinación con las tablas de evolución ponderal y solo en los casos excepcionales 
ya mencionados. El propósito de estas tablas es proporcionar una recomendación para el 
manejo de la embarazada con ganancias bruscas dentro de su trayectoria de cambio de 
peso. En estos casos se recomienda que las embarazadas sobrepeso y obesas modifiquen 
su peso hasta alcanzar ganancias ponderales dentro del rango bajo, mientras que las des-
nutridas y las normales deben lograr ganancias dentro del rango moderado.
A) kg/semana
IMC (kg/m2) a la captación Período de gestación
Ganancia de peso semanal (en kg )
baja moderada alta
Peso deficiente 
≤ 18,8
2do. trimestre
3er. trimestre
(0,34 - 0,42)
(0,26 – 0,34)
(0,43 - 0,69)
(0,35 - 0,61)
(0,70 - 0,78)
(0,62 - 0,70)
Peso adecuado
> 18,8 a < 25,6
2do. trimestre
3er. trimestre
(0,30 - 0,39)
(0,23 - 0,31)
(0,40 - 0,66)
(0,32 - 0,58)
(0,67 - 0,75)
(0,59 - 0,67)
Sobrepeso
≥ 25,6 a < 28,6
2do. trimestre
3er. trimestre
(0,27 - 0,34)
(0,20 - 0,28)
(0,35 - 0,63)
(0,29 - 0,53)
(0,64 - 0,71)
(0,54 - 0,61)
Obesa
≥ 28,6
2do. trimestre
3er. trimestre
(0,17 - 0,26)
(0,15 - 0,23)
(0,27 - 0,53)
(0,24 - 0,48)
(0,54 - 0,64)
(0,49 - 0,56)
B) kg/período de gestación
IMC (kg/m2) a la captación Período de gestación
 Ganancia de peso (en kg) por período de gestación
baja moderada alta
Peso deficiente
≤ 18,8
2do. trimestre
3er. trimestre
2do. y 3er. trimestre*
(4,42 - 5,46)
(3,64 - 4.76)
(9,45 - 11,33)
(5,59 - 8,96)
(4,90 - 8,53)
(11,34 - 17,28)
(9,10 - 10,14)
(8,68 - 9,80)
(17,29 - 19,17)
Peso adecuado
> 18,8 a < 25,6
2do. trimestre
3er. trimestre
2do. y 3er. trimestre*
(3,90 - 5,07)
(3,22 - 4,34)
(8,64 - 10,52)
(5,20 - 8,57)
(4,51 - 8,09)
(1,0.53 - 15,93)
(8,71 - 9,75)
(8,26 - 9,38)(15,94 - 18,09)
30 
IMC (kg/m2) a la captación Período de gestación
Ganancia de peso (en kg) por período de gestación
baja moderada alta
Sobrepeso
≥ 25,6 a < 28,6
2do. trimestre
3er. trimestre
2do. y 3er. trimestre*
(3,51 - 4,42)
(2,80 - 3,92)
(7,56 - 9,44)
(4,57 - 8,16)
(4,02 - 7,45)
(9,45 - 14,85)
(8,32 - 9,23)
(7,56 - 8,54)
(14,86 - 16,47)
Obesa
≥ 28,6
2do. trimestre
3er. trimestre
2do. y 3er. trimestre*
(2,21 - 3,38)
(2,10 - 3,22)
(5,40 - 7,55)
(3,51 - 6,88)
(3,35 - 6,72)
(7,56 - 12,96)
(7,02 - 8,32)
(6,86 - 7,84)
(12,97 - 14,58)
* 13-40 semanas 
Procedimiento para la evaluación nutricional de la embarazada adolescente
Debido a la carencia sistemática de información disponible internacionalmente sobre la 
antropometría en la embarazada adolescente y a la complejidad que implica el uso o 
adopción de normas pediátricas en este estado fisiológico, el Comité de Expertos del IOM 
del 2009 ha recomendado que se utilicen las categorías de IMC correspondientes a las 
mujeres adultas para la clasificación del estado nutricional inicial y los valores de ganan-
cias de peso para el seguimiento, pero tomando en consideración que las muy jóvenes 
(dos años posmenárquicas) tienen mayores ganancias ponderales por mayor crecimiento, 
que las que están más cercanas a la adultez.
En Cuba, al disponer ya de referencias nacionales, se deben adoptar, provisionalmente, 
los criterios de la mujer embarazada adulta para evaluar el estado nutricional de la adoles-
cente a la captación. En cuanto a la evolución del embarazo se utilizarán solamente las ta-
blas de intervalos de ganancia de peso semanal por trimestres (A) y acumulativas (B). Esta 
selección se sustenta en que las adolescentes pueden presentar cambios de peso rápidos 
atribuibles al crecimiento lineal, proporciones corporales y del tejido adiposo propios de 
su etapa de crecimiento, que son adicionales a la ganancia ponderal de la gestación. 
Las recomendaciones para el uso de estas tablas (A y B) en las gestantes adolescentes con 
peso deficiente y normal es el intervalo de ganancia de peso moderada, mientras que 
para las sobrepeso y obesas es el intervalo de ganancia de peso baja. No obstante, la 
evaluación de las gestantes adolescentes debe ser personalizada respecto a la edad, pues 
tal como indica el grupo de expertos del IOM del 2009, las más jóvenes pueden tener 
mayores ganancias de peso porque están más cercanas al momento de mayor velocidad 
de crecimiento de la adolescencia; en las adolescentes de mayor edad, los valores de la 
ganancia se aproximan más a los de la gestante adulta.
Procedimiento para la evaluación nutricional de la embarazada 
con gemelares
No son frecuentes los datos a disposición de los expertos internacionales sobre los em-
barazos gemelares o de más fetos, y tampoco se dispone en el país de una información 
adecuada para validar referencias. El Comité de Expertos del IOM del 2009 plantea que al 
inicio del embarazo la gestante se evalúe por los puntos de corte de la adulta de feto único. 
31 
En el caso de Cuba se identificaron los puntos de corte para gestante de embarazo único, 
que pueden ser utilizados en los casos de embarazos gemelares a la captación temprana.
Para monitorear la evolución del embarazo están disponibles las recomendaciones pro-
puestas en Dynamed 2010, basadas en Luke, B. y col. (2003), teniendo en cuenta las su-
gerencias del Comité de Expertos del IOM del 2009 para estos casos:
Ganancia de peso 
(kg/semana) 
hasta las 20 semanas
Ganancia de peso 
(kg/semana) entre las 
20-28 semanas
Ganancia de peso 
(kg/semana) de las 
28 semanas hasta el parto
Peso deficiente 0,57 - 0,79 0,68 - 0,79 0,57
Peso adecuado 0,45 - 0,68 0,57 - 0,79 0,45
Sobrepeso 0,45 - 0,57 0,45 - 0,68 0,45
Obesidad 0,34 - 0,45 0,34 - 0,57 0,34
Anexo 2. Valoración alimentaria de las embarazadas
Valoración alimentaria, recomendaciones y patrones dietéticos 
de alimentación para embarazadas
Para la planificación de dietas se suelen utilizar los patrones dietéticos. En estos, a su vez, 
se consideran los alimentos divididos en grupos, de manera que los comprendidos dentro 
de cada grupo sean intercambiables unos por otros, tengan un valor nutricional similar y 
permitan planificar la alimentación de conjuntos de individuos sin necesidad de una eva-
luación diaria y garantizar una dieta balanceada.
Se proponen cuatro patrones dietéticos de 2 300, 2 500, 2 800 y 3 000 kcal/día, indepen-
dientemente del que puede usar el endocrino o el clínico de acuerdo con la patología de 
base, valorando el estado clínico que se presente; estos patrones pueden modificarse de 
cierta manera, cuando se individualiza cada caso, pero permiten ser utilizados en con-
sultas e instituciones de hogares maternos. Se muestran ejemplos de patrones de dieta 
según cada frecuencia del día y las porciones de cada alimento para conformar el menú 
diario (ver grupos básicos de alimentos, patrones de dietas y tabla de intercambio).
Una vez realizada la evaluación por el médico o especialista en Nutrición y Dietética, 
teniendo en cuenta las recomendaciones nutricionales para embarazadas, según edad, 
peso, talla, actividad física y estado nutricional, pueden ser traducidas por el dietista, 
consejero o nutricionista a términos de alimentos las necesidades nutricionales de la em-
barazada, valorando lo señalado en acápites anteriores.
Cada grupo de alimentos se considera compuesto por un número determinado de uni-
dades de intercambio o porciones de alimentos, lo que permite sustituir unos por otros 
dentro de cada grupo, ya que proporcionan un valor nutricional aproximado.
32 
Se recomienda para la mujer embarazada la distribución porcentual calórica para las pro-
teínas a partir del cálculo de 12 %. En la embarazada con peso bajo o desnutrida puede 
oscilar el cálculo entre el 12 y el 13 %, y en casos muy extremos, puede utilizarse el 15 %, 
dependiendo de las características individuales y la evaluación nutricional realizada por el 
especialista reflejada a través del IMC.
Es conveniente prestar atención especial a alimentos que son fuentes de determinados 
nutrientes y combinaciones dietéticas que facilitan la disponibilidad de los mismos y el 
balance correcto.
Las recomendaciones adicionales en relación con la energía y proteínas diarias para las 
embarazadas y madres que lactan, cubanas, se aprecian en la siguiente tabla:
Adicionar 
Embarazada Madre que lacta
1er. 
trimestre
2do. 
trimestre
3er. 
trimestre
Malnutridas o con 
bajo peso para la 
edad gestacional
1er. 
semestre
2do. 
semestre
Energía
(kcal/día) 85 285 475 675 500 400
Proteínas 
(g/día) 1 10 31 ... 19 13
Patrones nutricionales para embarazadas y madres que lactan
Los patrones nutricionales (2 300, 2 500, 2 800 y 3 000 kcal) varían las kcal a obtener por 
kg de peso y contemplan las necesidades diarias de casi todas las embarazadas, incluyen-
do las adolescentes, de forma resumida. Debemos recordar que el tratamiento nutricional 
a establecer es individualizado y se constituye por las necesidades basales con una adición 
calórica calculada para el mantenimiento del embarazo, según tabla de recomendaciones 
nutricionales cubanas en el embarazo (+85, +285, +475, según trimestre del embarazo). 
Para la mujer que lacta se adicionan 500 y 400 kcal durante el primer y segundo semes-
tres, respectivamente, como se observa en la tabla.
Para obtener una dieta variada se deben seleccionar diariamente alimentos de los siete 
grupos básicos: 
— Grupo I (cereales y viandas)
— Grupo II (vegetales)
— Grupo III (frutas)
— Grupo IV (carnes: aves, pescados; huevos y frijoles)
— Grupo V (leche, yogur, queso)
— Grupo VI (grasa)
— Grupo VII (azúcares y dulces)
33 
Dieta de 2 300 kcal (gestantes)
Grupo de alimentos Porciones a seleccionar Energía (kcal) Proteínas (g) Grasas (g) Carbohidratos (g)
I. Cereales 3 594 15 3 123
I. Viandas 2 312 6 0 76
II. Vegetales 3 60 3 0 12
III. Frutas 3 207 3 0 54
IV. Carnes rojas 1 82 7 6 0
IV. Carnes blancas2 122 14 6 0
IV. Huevo 0 0 0 0 0
IV: Frijoles 1 137 9 1 24
V. Leche entera 3 360 21 15 42
V. Leche descremada 0 0 0 0 0
V. Queso 0 0 0 0 0
VI. Grasa animal 0 0 0 0 0
VI. Grasa vegetal 2,5 315 0 35 0
VII. Azúcar 3 144 0 0 36
Total 2333 78 66 367
DPC (%) ... 13 25 63
% Aporte animal ... 54 41 ...
% Aporte vegetal ... 46 59 ...
Porcentaje de energía 
aportado por el azúcar 6
Dieta de 2 500 kcal (gestantes)
Grupo de alimentos Porciones a seleccionar Energía (kcal) Proteínas (g) Grasas (g) Carbohidratos (g)
I. Cereales 3 594 15 3 123
I. Viandas 3 468 9 0 114
II. Vegetales 3 60 3 0 12
III. Frutas 4 276 4 0 72
IV. Carnes rojas 1 82 7 6 0
IV. Carnes blancas 2 122 14 6 0
IV. Huevo 0 0 0 0
IV: Frijoles 1 137 9 1 24
V. Leche entera 3 360 21 15 42
V. Leche descremada 0 0 0 0 0
V. Queso 0 0 0 0 0
VI. Grasa animal 0 0 0 0 0
VI. Grasa vegetal 3 378 0 42 0
VII. Azúcar 2,5 120 0 0 30
Total 2597 82 73 417
DPC (%) ... 12 25 64
% Aporte animal ... 51 37 ...
% Aporte vegetal ... 49 63 ...
Porcentaje de energía 
aportado por el azúcar 5
34 
Dieta de 2 800 kcal (gestantes)
Grupo de alimentos Porciones a seleccionar Energía (kcal) Proteínas (g) Grasas (g) Carbohidratos (g)
I. Cereales 4 792 20 4 164
I. Viandas 3 468 9 0 114
II. Vegetales 4 80 4 0 16
III. Frutas 4 276 4 0 72
IV. Carnes rojas 2 164 14 12 0
IV. Carnes blancas 2 122 14 6 0
IV. Huevo 0 0 0 0 0
IV: Frijoles 1 137 9 1 24
V. Leche entera 3 360 21 15 42
V. Leche descremada 0 0 0 0 0
V. Queso 0 0 0 0 0
VI. Grasa animal 0 0 0 0 0
VI. Grasa vegetal 3 378 0 42 0
VII. Azúcar 2 96 0 0 24
Total 2873 95 80 456
DPC (%) ... 13 25 63
% Aporte animal ... 52 41 ...
% Aporte vegetal ... 48 59 ...
Porcentaje de energía 
aportado por el azúcar 3
Dieta de 3 000 kcal (gestantes)
Grupo de alimentos Porciones a seleccionar Energía (kcal) Proteínas (g) Grasas (g) Carbohidratos (g)
I. Cereales 3,5 693 17,5 3,5 143,5
I. Viandas 3 468 9 0 114
II. Vegetales 5 100 5 0 20
III. Frutas 4 276 4 0 72
IV. Carnes rojas 2 164 14 12 0
IV. Carnes blancas 2,5 152,5 17,5 7,5 0
IV. Huevo 0 0 0 0 0
IV: Frijoles 1 137 9 1 24
V. Leche entera 3 360 21 15 42
V. Leche descremada 0 0 0 0 0
V. Queso 0 0 0 0 0
VI. Grasa animal 0 0 0 0 0
VI. Grasa vegetal 3,5 441 0 49 0
VII. Azúcar 5 240 0 0 60
Total 3031,5 97 88 475,5
DPC (%) ... 13 25 63
% Aporte animal ... 54 39 ...
% Aporte vegetal ... 46 61 ...
Porcentaje de energía 
aportado por el azúcar 8
35 
Tabla de intercambios de alimentos 
Tamaño de la porción de referencia 
Grupo de alimentos Medidas caseras Peso Nutriente a destacar
I. Cereales y viandas
1 taza de arroz
1 unidad de pan suave redondo
1/6 pan de flauta de los grandes
1 taza de pastas alimenticias cocinadas
 (espaguetis, coditos, fideos)
1 papa mediana
1 taza de puré de papas
1 plátano vianda pequeño
1/2 taza de otras viandas cocinadas
160 g
70 g
70 g
170 g
200 g
200 g
150 g
150 g
Energía
Carbohidratos 
complejos
II. Vegetales
1 taza de col
1 taza de lechuga
1 taza de berro
1 taza de acelga
1 taza de quimbombó
6 ruedas de pepino
1 unidad mediana de pimiento
1 unidad mediana de zanahoria
1 unidad mediana de tomate
1/2 taza de calabaza
1/2 taza de remolacha
1/2 taza de habichuelas
60 g
60 g
60 g
60 g
60 g
60 g
100 g
100 g
100 g
100 g
100 g
100 g
Vitaminas
Fibras
III. Frutas
Cítricos
1 unidad mediana de naranja
1 unidad mediana de mandarina
1/2 unidad mediana de toronja
2 unidades medianas de limón
Otras frutas
1 unidad mediana de plátano
1 unidad mediana de guayaba
1 taza de melón de agua
1/2 taza de frutabomba
1/2 taza de piña
1/2 unidad mediana de mango
1/4 unidad mediana de mamey
100 g
100 g
100 g
100 g
100 g
100 g
100 g
100 g
100 g
100 g
100 g
Vitaminas
Fibras
IV. Carnes, aves, 
 pescados, huevos 
 y frijoles
3 cucharadas de carnes o vísceras
1 muslo pequeño de ave
1/2 pescado mediano
1 huevo
1 taza de potaje de chícharos
1 taza de potaje de lentejas
1 taza de potaje de frijoles
1 taza de potaje de garbanzos
30 g
30 g
30 g
50 g
120 g
120 g
120 g
120 g
Proteínas
Hierro
V. Lácteos
1 taza de leche fluida
1 taza de yogur
4 cucharadas rasas de leche en polvo
1 lasca de queso (del tamaño de una caja de fósforos)
240 g
240 g
24 g
30 g
Proteínas
Calcio
VI. Grasas
1 cucharada de aceite
1 cucharada de mayonesa
1 cucharada de mantequilla
2 cucharadas de queso crema
14 g
14 g
14 g
30 g
Ácidos grasos
Energía
VII. Azúcar y dulces
1 cucharada de azúcar
1 cucharada de miel
1 cucharada de mermelada
1 cucharada de dulce en almíbar
2 unidades de caramelos
12 g
20 g
20 g
20 g
15 g
Energía vacía
36 
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__________: Lineamientos y directrices de enfermería para la mejoría de la calidad de la 
atención prenatal en embarazos de bajo riesgo en América Latina y el Caribe, Washington 
D. C., 2004.
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IV. Consejería nutricional a niños menores de 2 años.
 Protocolo de actuación
Dra. Santa Jiménez Acosta
Dr. Armando Rodríguez Suárez
Los dos primeros años del niño, cuando crece y se desarrolla activamente, brinda oportu-
nidades inigualables para ejercer acciones de salud y nutrición que repercutirán de mane-
ra definitoria a lo largo de toda su vida.
El propósito de este protocolo es poder contribuir dentro de los amplios marcos de la 
comunicación humana y el contacto cara a cara con las madres, padres o cuidadores de 
niños pequeños para que el apoyo que se realice en relación con la alimentación y la nu-
trición en estas edades pueda mejorar significativamente.
¿Cuándo brindar una consejería nutricional a las madres, 
padres o cuidadores de niños pequeños?
— Cuando el niño acude a la consulta de puericultura.
— Cuando se lleva al niño a recibir la vacunación.
— Cuando el niño está enfermo, principalmente si presenta una enfermedad diarreica.
— En las visitas domiciliarias.
La responsabilidad del cuidado de los niños de corta edad recae en ambos padres, por lo 
tanto el trabajo de consejería se realizará con ellos; mientras mejor entiendan el mensaje 
que les queremos hacer llegar, mejor podrán asumir las acciones o medidas que les orien-
temos y permitirá modificar comportamientos erróneos

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