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Año 6 N° 187 Del 31 de agosto al 5 de septiembre del 2010 puntoedu@pucp.edu.pe Distribución gratuita Publicación de la Pontifi cia Universidad Católica del Perú ¡Vive la Católica! FRANZ KRAJNIK Tendencias: ¿Qué tan G33K eres? Teatro: En el jardín, ópera prima de Gonzalo Benavente. Publicaciones: un vista- zo a las publicacio- nes de los alumnos de Derecho. Tecnolo- gía: Feria de Proyectos RIEEE 2010. En el cam- pus: iniciativa Vamos a leer regresa este semestre. Súmate y experimenta la lec- tura recrativa. +Q Honor al mérito El querido Luis Jaime Cisneros Vizquerra será distinguido como Profesor Emérito del Departamento Académico de Humanidades. [Pág. 12] Talento premiado Fondo Editorial publica los trabajos de Eduardo Torres Arancivia, Javier Pizarro y Miguel Ildefonso, ganadores del Premio Nacional PUCP 2009. [Págs. 8-9] www.pucp.edu.pe Investigación conducida por el Grupo de Investigación en Bienestar, Cultura y Desarrollo ofrece una nueva mirada a la problemática de los choferes y los cobradores de combi. [Págs. 2-4] ¿Crazy combi? .edu www.pucp.edu.pe .edu www.pucp.edu.pe .edu www.pucp.edu.pe informe Cultura combi 2 | .edu | LIMA, del 31 de agosto al 5 de septiembre del 2010 Los choferes y los cobradores de combi se han ganado, a pulso, la animadversión de la población. Para conocer su lado más humano y plantear soluciones integrales a este problema, el psicólogo Jorge Yamamoto lideró un revelador estudio, cuyas conclusiones compartió con PuntoEdu. Además, para analizar el escenario general, conversamos con el experto en transporte, Juan Carlos Dextre. Bienestar en Choferes y CoBradores de ComBi. Un íCono de la adaptaCión ChiCha E l caos vehicular es el segundo punto a tra- tar, después de la (in) seguridad ciudada- na, en la batalla de los candidatos por la alcaldía de Lima. Continúan las obras del Metropolitano en el corre- dor norte de la ciudad y las del tren urbano o eléctrico. Quie- nes buscan ostentar el sillón municipal hablan de un nue- vo sistema de buses, de un me- tro subterráneo, de un siste- ma de trenes, pero no se ven propuestas integrales para enfrentar el complejo proble- ma del transporte público en nuestra capital. Según la Gerencia de Trans- porte Urbano de la Munici- palidad Metropolitana de Li- ma, nuestra ciudad alberga aproximadamente 42 mil uni- dades vehiculares entre for- males e informales, de las cua- les unas 20 mil serían camio- netas rurales, popularmente conocidas como combis (cifras al 2008). Si bien el ciudadano de a pie tiene múltiples demandas con respecto al tema del trans- porte y una percepción negati- va sobre las personas que con- ducen las unidades, no tiene otra alternativa para movili- zarse. La desorganización del sistema de transporte públi- co conlleva a embotellamien- tos e incentiva la agresividad y violencia de quienes trabajan en las rutas. Eliminar las com- Por florenCe CoUillaUd bis no parece ser una opción, por la demanda del pasajero y porque muchas familias pe- ruanas dependen de ellas. InIcIos del problema. Fue en la década de los noven- ta, durante el gobierno de Al- berto Fujimori, que debido a la reducción del aparato es- tatal, la importación de vehí- culos usados y la cancelación de las regulaciones del trans- porte público, las combis pla- garon nuestras calles y aveni- das para traer con ellas lunáti- cos al volante, paraderos a mi- tad de cuadra, accidentes y, en el mejor de los casos, mal hu- mor. Con el boom de las com- bis surgió la denominada cul- tura combi, principal exponen- te de la informalidad que nos rodea. Según el Dr. Juan Carlos Dextre, profesor de la Sección de Ingeniería Civil de nuestra Universidad y especialista en el tema de transporte, las com- bis no van a desaparecer en el corto ni en el mediano pla- zo. Además, únicamente tie- ne sentido que vayan desapa- reciendo aquellas que pasan por donde el sistema cambia, como en la ruta del Metropo- litano. Una posible solución para enfrentar la sobrepoblación de combis es el bono de chata- rreo. Un programa de chata- rreo promueve que, de mane- ra voluntaria, los propietarios de vehículos antiguos cam- bien sus unidades por bonos para adquirir buses más nue- vos y así renovar el parque au- tomotor (el esquema plantea- do por el Gobierno es dar dine- ro a sus propietarios para que compren unidades nuevas que operen con gas natural). hoJa de rUta. Nuestra ciudad alberga aproximadamente 42 mil unidades vehiculares entre formales e informales (cifras al 2008). perfil dos tendrían acciones y, si hu- biera menos vehículos en una zona, tendrían más pasajeros y serían más rentables. Si esto se hace, en unos diez años ha- bremos reemplazado la mayo- ría de combis de las zonas más densas de la ciudad”. perfIl de choferes y cobradores. Muchas ve- ces soñamos con una Lima desprovista de combis y de to- informe Cultura combi Pontificia Universidad Católica del Perú | .edu | 3 80% de los viajes que se realizan en Lima se hacen en transporte público. Más de 10 millones de viajes se generan cada día en Lima. Cifras: FuENtE: GErENcIA dE trANsPortE urbANo dE LA MuNIcIPALIdAd MEtroPoLItANA dE LIMA, 2008 En junio, el Ministerio de Transportes y Comunicacio- nes (MTC) anunció que esta- ba trabajando en las modifica- ciones del esquema del bono de chatarreo, con el objetivo de hacerlo más atractivo pa- ra las empresas privadas que desearan participar en dicho proceso. “Estamos reduciendo los procesos, haciéndolos más amigables y evitando algunos procedimientos que había- mos planteado en la versión original pero que el sector pri- vado veía muy poco factibles de cumplir”, manifestó el mi- nistro de dicho sector, Enri- que Cornejo. A inicios de julio, Cornejo declaró que prevé iniciar la entrega del bono de chatarreo antes de diciembre próximo. A cruzar los dedos. “No llevar a cabo el programa de chata- rreo le cuesta mucho dinero al Estado y a todos nosotros. Per- demos, por lo menos, 1,500 millones de dólares al año en contaminación, congestión y accidentes”, señala Dextre. Para el especialista, “el Go- bierno tiene varias alternati- vas. Una es comprar y hacer empresas, dentro de las cua- les habrá que reconvertir la- boralmente a algunas perso- nas, para dar mantenimiento, hacer limpieza o gestionar. To- da esa “fauna” propia de este medio de transporte. Sin em- bargo, estos “animalescos” se- res de la ruta que percibimos como negativos, son también referentes de progreso; una pujante categoría de traba- jadores que se busca la vida arriesgando la nuestra en las carreras del día a día, con el objetivo de salir adelante. El profesor del Departa- mento de Psicología de ¡pisa!. Los choferes y los cobradores de combi se muestran agresivos por el medio hostil en el que se desenvuelven. según el estudio bienestar en choferes y cobradores de combi. un ícono de la adaptación chicha, los choferes y los cobradores de combi tienen las siguientes características: 1 agresivo La agresividad se activa frente al estrés. Esta es una actividad muy estresante, tienen que completar muchas vueltas para que les alcance el dinero para mantener a sus familias, trabajando entre doce y catorce horas diarias, seis días a la semana. Ante el tráfico ya agresivo de Lima, ellos reaccionan de forma más agresiva. No son personas intrínsecamente violentas, sino que el entorno dispa- ra la agresividad y ellos a su vez aumentan la agresividad promedio de las calles. 2 sin instrucción superior La gran mayoría ha terminado su secundaria. Hay una importante proporción con secundaria incompleta. sin embargo, hay una pro- porción considerable que tiene educación técnica. 3 irresponsable son muy irresponsables en el cumplimiento de las normas de trán- sito, pero los casados y convivientes suelen ser muy responsables con sus obligaciones familiares. Para ellos, como para la mayoría de personas, la familia está primero.4 amable No tienden a ser personas intrínsecamente agresivas. Frente al respeto y la amabilidad, pueden responder de la misma forma. 5 estrato social bajo La mayoría son de los sectores d, c1 y c2. 6 malcriado Forma parte de la agresividad. El perfil del chofer y del cobrador de combi es objeto de discriminación, y actuar con malcriadez en vez de sumisión puede funcionar como una reivindicación. Asimismo, el usuario de las combis y los conductores de otros vehículos tie- nen una actitud agresiva ante ellos, que suscita la reacción agresi- va. Ellos hacen de la malcriadez un hábito, quizá hasta un deporte. en la web www.pucp.edu.pe/puntoedu un videorreportero de PuntoEdu entrevista a un transportista y a estudiantes de nuestra universidad acerca de las conclusiones del estudio liderado por Jorge yamamoto. Fotos: FrANz krAjNIk 4 | .edu | LIMA, del 31 de agosto al 5 de septiembre del 2010 INForME: Bienestar en Choferes y CoBradores de ComBi. Un íCono de la adaptaCión ChiCha ¿Cómo se mide el bienestar? Nosotros entendemos el bien- estar como un proceso com- plejo y cambiante, no es un estado final. Si se da, es efíme- ro. El bienestar parte de la de- finición de las metas que uno se propone en la vida, y estas metas necesitan recursos pa- ra ser satisfechas. En la medi- da en que haya un equilibrio entre la meta y el recurso, se obtiene el logro de esa me- ta y esto genera una satisfac- ción, que llamamos satisfac- ción subjetiva de vida. Lo fas- cinante es que no toda meta que tenga su recurso lleva a un bienestar duradero, como en el caso del consumo mate- rial. Pero, el apoyo de la fami- lia o los amigos genera una percepción de felicidad que crece a lo largo de los años. ¿por qué escogieron a los cho- feres y los cobradores de com- bi para realizar este estudio? La primera generación de mi- grantes que llega a la capital en búsqueda de moderniza- ción encontró la infelicidad urbano-marginal. Pero, en la generación que nació en Lima, encontramos que los choferes y los cobradores sí son felices y se van adaptan- do a los cambios. Por un lado, son marginados por la clase media alta, pero por otro la- do encuentran el éxito. Los choferes y los cobradores son gente atractiva que reivindi- ca su marginación cruzando el carro, diciendo groserías, teniendo el poder de recoger o no. El Perú, más que andino o amazónico es un país bien chicha. En mi opinión, el cho- fer de combi y su cobrador son una expresión icónica de la cultura chicha. otros estudios indican que las personas que trabajan en las combis sufren de un trastorno de personalidad antisocial. Tenemos diferencias con estu- dios psicológicos relativamen- te recientes, por cuestiones me- todológicas y de enfoque. Por ejemplo, un estudio que apli- ca la psicología clínica tradi- cional diagnosticó que los con- ductores y los cobradores eran unos psicópatas. Eso aplica a categorías clínicas, pero noso- tros hemos usado otras herra- mientas y nuestros resultados van por otro lado. Cabe señalar que nuestro estudio tiene limi- taciones muestrales. Hicimos cados, algunos quisieran ser empleados de un banco, por ejemplo. Buscan tener bienes materiales, pero la meta no es solo poseerlos, sino tener la capacidad para lograrlo. Concluido el estudio, ¿qué piensa de estos personajes? Son un reflejo del Perú, mar- ginales desde un ángulo y exitosos desde otro; son cíni- cos y vencedores, parias y hé- roes. Son adaptaciones par- ciales que van haciendo ca- minar a este país. El día que paran las combis, Lima se pa- raliza. Finalmente, a la bue- na o a la mala, resuelven un problema social, pero que re- quiere de políticas inteligen- tes y estratégicas. Debemos entender la propia naturale- za de los choferes y los cobra- dores para que pueda haber una convergencia en las para- dojas de las diferentes facetas de nuestra cultura chicha. “Los choferes y los cobradores nos dicen que sí perciben que hay un conflicto con otras instancias de la sociedad, pero están en armonía con su familia y su medio de referencia”. “El chofer de combi y su cobrador son una expresión icónica de la cultura chicha” enfoco Jorge yamamoto sUda Magíster en Antropología, licenciado en Psicología social FrANz krAjNIk un listado de líneas y nos fija- mos en las características de una línea típica y de gran reco- rrido. Con eso llegamos a las lí- neas Orión, Hogar y Star, e hici- mos un muestreo en diferentes horas y días. Normalmente, se parte desde lo que uno imagi- na que son los choferes de com- bi y se va corroborando qué tan ciertas son esas categorías. Me- todológicamente, nuestro es- tudio es distinto. Conversamos de manera abierta con los cho- feres y los cobradores de combi para que ellos mismos nos dije- ran qué cosas los hacen felices, y de ahí sacamos las categorías. De lo contrario, hubiéramos hallado lo de siempre. Yo mis- mo pensaba que eran unos sá- dicos y renegados. ¿Cuáles fueron sus hallazgos? Según los estudios transcultu- rales, el ser humano necesita armonía con los demás, así co- mo seguridad y desarrollo fa- miliar. Además, en el Perú exis- te otra necesidad fundamen- tal: la capacidad de moderni- zación personal. Los choferes y los cobradores nos dicen que sí perciben que hay un conflic- to con otras instancias de la so- ciedad, pero están en armonía con su familia y su medio de referencia. Si midiéramos es- to con una estadística muy exi- gente, la necesidad de armo- nía estaría insatisfecha, pero si usamos una estadística inter- nacionalmente aceptada pero no tan exigente, no están insa- tisfechos. A esto lo interpreta- mos como una ambivalencia. Se dan cuenta de que en el sis- tema macro hay un conflicto, pero en su sistema micro son referentes. Por eso, a pesar de todo, pueden ser felices. En el tema de seguridad y desarrollo familiar están satisfechos, pero para lograrlo trabajan mucho. No están enriqueciéndose, pe- ro tampoco están en la pobre- za. Esto explica por qué están en una carrera loca; dar una o dos vueltas más sí implica una ganancia. Es impresionante, porque a veces los domingos suben a los hijos y a la mujer a la combi, para crear un mo- mento familiar mientras tra- bajan. Dicen que les dan educa- ción y comida, pero no tienen tiempo para verlos y esto los atormenta. No son tanto los ba- cancitos de puerta falsa, sino padres dedicados que están sa- crificándose para el bienestar de sus hijos. Aspiran a ser edu- nuestra Universidad, Jorge Yamamoto, nos presenta el la- do más humano de los trans- portistas en su estudio Bien- estar en choferes y cobradores de combi. Un ícono de la adaptación chicha. Conducida por él y sus asistentes –Jesús Aparicio, psi- cólogo social y Cinthya Díaz, estudiante de psicología–, presenta reveladoras conclu- siones. En los últimos años, el Gru- po de Investigación en Bien- estar, Cultura y Desarrollo de la Católica, que lidera Yama- moto, venía estudiando cómo opera el bienestar en condicio- nes óptimas, en lugares donde se disfruta de mucha calidad de vida, como pequeñas co- munidades amazónicas y an- dinas y zonas en la costa norte de nuestro país, y en localida- des de Bangladesh, Tailandia, Etiopía y Colombia. Dentro del marco general de esta in- vestigación, el grupo liderado por Yamamoto decidió traba- jar sobre una premisa: el bien- estar es más que satisfacer las necesidades; es ser capaz de adaptarse cuando uno no pue- de satisfacerlas, poder lidiar con la insatisfacción. Por es- ta razón, desde hace tres años estudian a personas que vi- ven en lugares aparentemen- te agrestes para el bienestar, como son los choferes y los co- bradores de combi de la línea S. La investigación arroja que este segmento de la población, que trabaja en condiciones ex- tremas –en su mayoría son va- rones de entre 25 y 35 años, con pareja e hijos, que perte- necen a los sectores socioeco- nómicos C y D–, logra vivir en absoluto bienestar. “Todos estamos enfrenta- dosa este problema y lo sufri- mos de manera cotidiana, pe- ro haciendo un estudio más a profundidad y estudiando en su contexto, lo que hemos encontrado es que no son psi- cópatas, como se había dicho anteriormente, sino que son personas que, frente a las cir- cunstancias de trabajo y la co- yuntura de vida que tienen, para poder llevar el sustento a sus familias, deben tener un comportamiento muy agresi- vo, pero fuera de ese marco, son padres de familia respon- sables y dedicados”, señala Ya- mamoto. “No hay una suerte de psicopatía o agresividad in- trínseca, sino circunstancial. Nosotros manejamos un par de horas y estamos estresados; ellos suelen trabajar de doce a catorce horas al día, seis días a la semana”, agrega. Se trata, en suma, de pro- blemas estructurales que de- ben resolverse con políticas claras. Para que todos los ciu- dadanos podamos obtener mayores niveles de bienestar, se impone una urgente, pero responsable, reorganización del transporte público que to- me en cuenta todas las aristas de este complejo escenario. “Si no resolvemos a corto pla- zo este problema, eso se nos va a quedar pegado, va a estar in- sertado en nuestra cultura y nos vamos a convertir ahí sí en una cultura agresiva y achora- da”, finaliza Yamamoto (ver recuadro). n 1.pdf 2-4.pdf
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