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BOLETÍN 
DE LA 
REf\L ACADEMIA ESPAÑO-LA 
AÑo Ll,-ToMo XLII.-SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 1962.-CUAD, CLXVII 
Los sufijos españoles en «-Z», y especialmente 
los patronímicos O* 
l. Desde hace mucho preocupó a los críticQs el origen de la 
terminación -ez en .los apellidos. 
El jesuita Manuel de Larramendi en su Arte de la lengua bas-
congada (1729) sostuvo el origen vasco: Rodríguez es a Rodrtgo, 
Fernández es a. Fernando, como el vasco. berunéz 'de plomo' es a 
berún 'plomo' (1). Matizando esta teoría de Larramendi, Pedro 
Pablo de Astarloa (Apología de la le11gua bascongada, Madrid, 
18o3, pág. 261 y sig.) dice que "quando formaban Jos Bascongados 
sus apellidos de los nombres de sus J\buelos, Bisabuelos o Tatara-
buelos, usaban de la terminación adverbial ez o z ... Estos nombres 
patronímicos no son de filiación, como equivocadamente aseguró 
Larramendi, ni corresponden a l.a lengua Castellana, como opina la 
Real :Academia Española en la Gramática de su lengua ... " Y 
tras insistir en la significación adverbial del sufijo -ez, dice-" Lo-
(*) El trabajo estaba íntegramente preparado por D. Ramón Menéndez 
Pida! y a él se debe la recolección de los materiales. La colaboración d• 
A: T. se ha limitado a e9piar y ordenar el manuscrito, añadiendo materia-
les de algunas publicaciones modernas, con algunas observaciones en !.a 
parte final y discusión de las teorías. El uso de la primera persona del ·sin-
g!llar indica opinión expuesta por Menéndez Pida! ert la redacción originarja. 
(1) Arte, cap. I, § II. Repite· en el Dice. Trilingüe I (1745), página 
CXLVIII. 
372 BOLETÍN DE LA "ltEAL ACADEMIA ESfAÑOLA 
pe-z quiere decir proviniente o descendente de Lope, pero no hijo 
de Lope". 
Federico .])iez (:z) -éree en 1853 inaceptable J.a ·opinión de La-
rramendi, pues los vascos no usan esta forma de patronímico : 
dicen. por ejemplo, Manuel de Garagorri, y no *Garpgorriez, 
Antes de conocer la opinión del famoso gramático vascoj Diez 
había propuesto, -en 1843, el genitivo gótico como fuente del pa-
tronímico español: Roderikiz > Rodríguez, Fredina:ndíz > Fer-
nández; responden a Hrotareikis, Frithanantis y hasta, como 
piensa Schmeller (1849), la anómala terminación -az, Sonaz, 
Anaiaz, Mutarráz, etc., pudiera provenir de una contracción- de 
la antigua forma gótica atestiguada por el bajo latín -anís: Fróila, 
genitivo FróilatJis > Fróilaz. Luego otros nombres extranjeros 
se sometieron a la declinación gótica. En algunos casos parece cla-
ro el genitivo de la tercera declinación latina fuanez, Feliciz. Sin 
embargo, la -z en vez de -.11 sólo está explicada en Díaz < Didaei, 
genit. de Didacus. Esta dificultad, así acusada por Diez, constitu-
ye la objeción definitiva contra su explicacióli :. el genitivo góti-
co -is, -dice Meyer-Lübke (3), debiera haber dado -es tanto en es-
pañol como portugués, lenguas que distinguen bien la -s de la z, 
y siempre -los más antiguos testimonios escriben -z, rara vez -s, 
y a mayor abundamiento escriben también a menudo el genitivo 
latino -ici que nada puede tener que ver con el genitivo gótico. 
-G. Baist (4) no <Oree ·explicable el patronímico -ez -es ni por ei 
genitivo germánico ni por el latino ; deberán ser tenidos por "ibé-
ricos" vista su presencia, única --dice él- pero auténtica, ·en la 
(2) l!;n e\ .torno III 4e :511 Gromm., 1$.43 (J.• ed., 1873, pág. 142, trad. 
-fr., -1876. pág. 130) y en ' el Etyn~l. Wb., 185;;, Vorrede (s.• ed., 1887; pá-
gina xn). T. von Grienberger vuelve a defender la derivación gótica : Liu-
dareiks su.nus L~udareikis se traduce según él en Leoderigus prolés Leode-
riquiz. 
(3) Nomenst-udiet~ 1I pág. 7 y sigs. E. Mayer, Historia de las insti-
tuciones I, 1925, pág. 123, núm. 159, objeta que ·en los fragmentos ostro-
gooGS la -.s se ·escribe también conio -z (pero anotem()s que la -z en la 
escritura latina de los visigodos representa la silbante sonora, que ahora-
no entra en cuestion). 
• (4) En -el Grundi.rs der rom. Philol. de Grober I (1886), pág. 709 
(2.~ ed., I gOO, pág. 908). 
SUFIJOS EN «·Z», ESPECIALMENTE LOS PATRONÍMICOS 373 
inscripción CIL II 455. Alude Baist a aquella en que aparecen 
como ~enitivos M odestis, Slacis, Cirtiatiss, sobre la · cual volvere-
mos después (§ 20). 
Una cuarta opinión, la más fuertemente apoyada, aunque con 
muchas variaciones, deriva -ez de un genitivo del sufijo -icus. 
Esta manera de ver fue apuQtada por A. de los Ríos y Ríos en 
1871 (4 a), y luego, independientemente, expuesta por Cornu en 
r886 (S) : el patronímico deriva del genitivo latino ; Díez < Di-
daci es por sí evidente, y luego ha.y que pensar en la abundancia 
de nombres propios en -icus que revelan las inscripciones de His-
paniá y en la forma -ici que frecuentemente, al lado de -iz, ofre-
cen los documentos latinos medievales. 
A. Carnoy, en 1906 (6), amplía esta opinión mencionando las 
inscripciones, sobre todo lusitanas: en una de Beja Albius Albi-
cus (CIL II 99), donde Albicus es el gentilicio; y de esto no 
cabe duda en vista de otra inscripción de Ala va: Caricus Cari 
jilius (II 2954); pero hay una dificultad para llegar al patroními-
co y es queJa descendencia va indicada en el simple nombre (7). 
Lupicus, en una inscripción cristiana del territorio de Beja (8), 
es el hijo de Lupus, y podríailliJs suponer que a su vez el hijo de 
Lupicus expresó' su filiación en el genitivo Lupici > López, que 
(4 a) "Suprimiendo .la última vocal ... se dio a los patronímicos la 
terminación peculiar castellana -ez, -az, -iz y aun -oz en lugar de los 
genitivos correspondientes -eci, -aci, -icí" : Apellidos castellanos, pág. 12 
y sigs., cit. por Díez Melcón, Apellidos castellano-leoneses, Univ. de Gra-
nada, 1957, pág. 129. Muy cerca de esta -opinión está la de ] . Godoy 
Alcántara, Ensayo histórico-etimológico-filológico sobre los apellidos caste-
llanos, Madrid, 1871, pág. 15, y la de V. Letelier, Ensayo de onomatología, 
Santiago de Chile 19o6, pág. 86. 
(5) Angel de los Ríos y Ríos Ensayo sobre los apellidos castellanos, 
1871, pág. 12 y sigs. (cf. Leite de Vasconcellos, Antropmtimia portuguesa, 
pág. 121), ]. Cornu, Gmndriss, de Grober, I,, pág. 790. 
(6) Le Latin d'Espagne, págs. 2JJ-JS. 
(7) En efecto, el .hijo de DuraniltS sería Duranims, pero en ningún 
caso Duranici. Schulze, Lat. Eigennamen, págs. 25-28, ha señalado la 
frecuencia en Hispania de los derivados en -icus del tipo Cat"ricu.s, de 
Caluro, precisamente sobre el nombre del padre. 
(8) Vives, Inscripciones cristianas de la España romána y visigoda, 
pág. 173. 
374 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
siglos más tarde se transmitiría en forma fija a distintas genera-
ciones de descendientes. N o deciden ni Cornu ni Carnoy si este 
-icus es de origen latino o "ibérico"; Schuchardt (9) lo relaciona 
ron la terminación -ko que él halla en toda la Península y atribuye 
al "ibérico", indicando pertenencia o relación, pero no satisfecho 
con que el genitivo Lupici convenga sólo para designar al nieto 
de Lupus y no al hijo,1 cree puede explicarse -ici como un cruce 
de dos sistemas : Lupicus más el latín Lupi, o como un calco del 
sufijo ibérico -ko traducido en el latín de España por el genitivo 
-ici (10). 
W. Schulze en su monumental monografía Zur Geschichte la-
teinischer Eigennamen, Berlín, 1904, pág. 25 y sigs., ha estu-
diado estos derivados céltico-hispanos en -icus, si bi~n, a pesar 
de lo que dice alguien (Diez Melcón, pág. 131), se abstiene de 
ponerlos en relación con el sufijo -ez. 
Leite de Vasconcellos (19II, 1928) (u) se atiene a la opinión 
de Cornu sobre el genitivo en -cus, y resumiendo después la teo-
ría de Schuchardt sobre el influjo ibérico, explana el carácter ge-
nealógico de dicho sufijo -icus, y cree que no sería mucha osadía 
admitir _que también -az ~oz -uz podrían explicarse por sufijos 
hispánicos -ac-, -oc-, -uc-, en stis genitivos latinos -aci, -oci, -uci. 
Meyer-Lübke, 1917, no creería imposible un origen vasco 
del patronímico (nunca origen "ibérico", pues el uso no se re-
monta a época tan antigua);pero entonces debiera hallarse el su-
fijo usado con igual valor en vasco, donde sólo aparece en topó-
nimos cuales Berriz, Gamiz. Prefiere, pues, prescindir de toda re-
lación no probada y, ateniéndose al hecho de no aparecer el patro-
nímico hasta el siglo IX, busca su explicación exclusivamente den-
(9) Die iberische Deklinatim1 (1907), pág. 52, cf. Meyer-Lübke, 
Namenst. II, pág. 9 y sig., ]. M. Piel, Actas del VII Cat~gr: lt1tern. de 
Li11g. Románica (Barcelona, 1956) II, pág 8o4 y sig., se decide con Schu-
chardt por un origen .Prerromano. 
(ro) Dic. iber. Dekl., pág. 54, ZRPh XLI (1921), pág. 702 y sig. En 
realidad, Schuchardt halla -ko en "ibérico" combinando el vasco con forma~ 
que son indoeuropeas ; v. más adelante, § 22. 
(11) Simple mención de Cornu en Li,óes de Philol., pág. 177 (ed. 
1926, pág. 178); sobre la opinión de ·schuchardt, Antroponimia port. (1928), 
págs. 122-24. 
SUFIJOS EN «-Z», ESPECIALMENTE LOS PATRONÍMICOS 375 
tro del español y del portugués (rz). El patr.onimíco toma forma 
del ger1itívo latino como Martini, Lucidi, Gunsalvi, o de genitivo de 
nomb~es góticos en -a, bien en la forma Froilanis, bien Froilani; 
btra forma de genitivo dan Didaci > Diaz, Rodtmct > Rodriz, 
Ruiz, y los muchos nombres en -icu-, de cuyo genitivo resultan 
formas como Amariz, Toderiz; es difícil el caso de Dominici, que 
fonétieamente debiera dar Dominiz, pero se explica que por ana-
logía con el primitivo Domingo se haga Dominguiz, como tambiét:J. 
en vez de Rodriz se dijo Rodríguez. La -z de estos nombres en 
-icus fue sentida oorno característica general y añadida a la -i de 
los otros genitivos, resultando Alvari-z, etc. y extendiéndose, en 
lugar · de -s, a los genitivos_ de la tercera declinación: Salvadoris. 
En cuanto a las terminaciones -az y -oz, Meyer-Lübke, sin dete-
nerse a explicar la -z (que habrá que suponer analógica), hace 
complicados razonamientos sobre la acentuación aguda, declarando 
que no son satisfactorios. 
E. · C. Hills (I3), I926, sin discutir ni citar las opiniones ante-
riores; se aplica a reunir una abundante colección· de ejemplos pri-
mitivos del patronímico, y en cuanto a su origen, él expone el uso 
de los genitivos de nombres acabados en -ci o -tii: Didaci > Diaz, 
Roderici > Roiz, Santii · > Sanz, Pontii > Ponz, los nombres no 
acabados en -cus o. -tius; tomaron -z por analogía. 
L. H: -Gray (14), 1935, estudia el origen del sufijo -icus, de cu-
yo. genitivo sale el pat-ronímico, y concluye que e¡: de procedencia 
céltica, de un formante indoeuropeo -iqo, comparando con formas 
de las inscripciones ogámicas de Irlanda ; M artin'icus 'pertenecien-
te a Martín' podría en genitivo Marti"nici interpretarse como 'de 
la · posteridad de Martín'. 
Justo Garate (14 a) denotuinaba a -iz sufijo locativo, y Jo 
creía vasco. Ya antes R. Becerro de Bengoa (15) señalaba la 
(12) Namenstl4diett, II, 1917, en Zeit. f. rom. Philol., XL, 1919, pági-
n¡,, 208-210 . 
. (13) Spanish Patronymus it~ -z, en Rev. Hisp. LXVIII, pág. ·r6r y sigs. 
Incluido en los Hispanic Studies del mismo autor (1929), pág. 193 y sigs . 
. (14) L'origine de la terminaison hispano--portugaise -ez, en el BSL 
XXXVI (1935), págs. 163~66. 
(14 a) RIEV XXI (1931), pág. 446. 
(15) Descripción de Alava, Vitoria, 1918, pág. roo y sigs. 
376 BOLETÍN DE LA .REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
identidad de -iz e -itz, y así explicaba los nombres vascos con este 
sufijo. . 
J. Caro Baraja, 1946 (16), sin citar a níngún precursor en esta 
explicación se atiene sencillamente al ejemplo Lupieus, Lupici, 
de donde López: "ampliando luego este principió vendrían a for-
marse patronímicos en -:-az, -ez, -uz". Esto sólo para nombres de 
personas. En norri~res geográficos supone Caro que pueda tratarse 
de aitz 'roca o peña' en sierras o montañas, pero la misma forma-
ción p;¡ttronímica del genitivo se hallaría según él en muchos nom-
bres de pueblo como Albéniz < Albanici, Troeóniz de un deri-
vado de Troeonius, Petriquiz de Petrus, Estibaliz de Aestiuus, 
Apráiz de Apraicus, Justiz de !ttstici, Alderiz de Alderieus, Ta-
mariz de Tamarieus. Igualmente halla en el cartulario de San 
Millán (17), Albiniz, Gornikiz, etc. Comparables con nombres de 
lugar del país vasco francés como Aiziritze (en fr . Aieirits), Amen-
duze o Amendutze (fr. Amendeuix), Amorotze, Beraskoitze o 
Beskoitze (fr. Briseous), Jxturitze (fr. Isturitz) , U staritze, Ar-
kangoitz (fr. Areangues) (18). 
Caro alude (19) al problema del distinto tratamiento de e en 
casos como Durango, Cintruénigo; y la cronología de distintas 
evoluciones de este fonema en época antigua y en época ya cris-
tiana, cuando tenemos vasc. zeru < eaelum. Esto explica Marea-
lain < M areellianu, Lanquiniz < * Laneiniei, palabra donde ve-
mos los dos tratamientos de e (20). 
A la tesis de Caro Baraja aporta un complemento A. Parien-
te (pág. 235 de los Materiales de aquél), al explicar junto a -ez 
los otros sufijos como consecuencia de contracciones y vocales 
acentuadas distintas: Pelaqium > Pelai, y hasta Muniaeium > 
Muñoz (?). 
(16) Mati!t'iales para una historia de la lengua vasca (Salamanca, 1946), 
pág. 103 y sigs. 
(17) [bid., pág. I06. 
(18) [bid., pág. 1 JO. 
(19) [bid., pág. II2. 
(20) !bid., pág. 103. Un estupendo ejemplo de doble tratamiento de la 
velar es el pueblo roncalés de Urzai11qui, que ~n un doc. de 1102 aparece 
~n la forma Urza11iz (Michelena, Fo11ética histórica vasca, San Sebastián, 
19ÓI, pág. 365) : tanto la forma actual como la antigua derivan del genitivo 
latino •Urzanici. 
SUFIJOS EN <-Z», ESPECIALMENTE LOS PATRONÍMICOS 377 
E. Garda Gómez en su artículo Hipocorísticos árabes y patro-
nímicos hispánicos ( Arabica 1954, págs. 129-35) compara las for-
mas hipocorísticas árabes en -is, -as, -us con las series españolas en 
-az, -ez, -iz, -oz, -uz. Los argumentos de este autor merecen mu-
{:ha atención: series cotno N eqrüs N eqrís N eqrás recuerdan Al-
variz Alvarez Alvaroz, y también se encuentra en árabe la al-
ternancia de silbante con n, como García Garcés 6arseani, en 
'Abdüs/'Abdün de 'Abd, jAmrüsj'Amrün de 'Amr. La princi-
pal objeción contra esta teoría está en que en la España cristiana 
no se trata de hipocorísticos ni de nombres personales, sino de 
algo como el patronímicó, que es desconocido en el mundo árabe. 
R. Lapesa (Hist. de la lengua esp.s, pág. 32) se inclim hacia el 
origen ligur de este sofijo. Por otra parte (pág. 87)J señala que los 
genitivos de nombres visigodos, como Sigerici o Roderici ayu-
daron a su propagación o consolidación. Más escéptico, "sea cual 
fuere su remoto origen", se inclina A. C. Floriano El libro regis-
·lro de Corias (Oviedo, 1959) I, pág. 340 y sig. a reconocer la 
importancia· del tipo visigodo, siguiendo a Lapesa, y cree que los 
derivados en ~az son analógicos de los en .:.iz y -ez. 
Aquí tenemos que mencionar una obra en la que se hace un 
amplio estudio del problema, con aportación de ·materiales abun-
dantísimos, que nos permiten contrastar nuestros resultados an-
terior~: Apellidos, castellano-leoneses (siglos XI-XIII; ambos 
inclu9ive), del P. Gonzalo Diez Melcón. Por lo que hace al ori-
gen, la posición de este autor es decididamente agnóstiéa: "De 
todas las soluciones. propuestas --dice, pág. 1;36--. no hay nin-
guna convincente y que excluya a las demás. Todas tienen sus 
'pros' y sus 'contras' y más de una vez ~e adijcen los mismos ejem-
plos para probar cosas distintas" .. 
En estudios recientes podemos señalar algunas indicaciones 
sobre puntos especiales: así A. Montenegr~ Duque, ELH i, pá-
gina 527, repite la teoría de. Caro Baroja de los genitivos latinos 
que perviven en topónimos. Miguel Do le;, ibid., pág. 40S, . señala 
al patronímico en -z "remota ascendencia, quitá prettomána1', que 
"queda aún abierta a la discusión". Dice también que ~· stí pto-
pagación fue cuando menos secundada por la profusión de geni-
tivos góticos latinizados en -i, del tipo Roderici" 
Precisamente, Jo.seph M. Piel ha trazado (ELH ! 1 pág. 551 
378 BOLETÍN DE LA REALACADEMIA ESPAÑOLA 
y sig.) un cuadro muy completo de los topónimos en -iz (con va-
riantes -igo, -iche, en Cataluña -riu), en relación con nombres 
de poseedor germánico en -mus. 
2. Como vemos~. salvo opiniones escépticas, casi puede de-
cirse que ha triunfado la opinión que explica el patronímic.o -z 
partiendo 'SÍ'empre del· genitivo -ici (21). Observaremos a esto 
que el sufijo -icus en derivados de antropónimos, si bien está do-
cumentado en la antigüedad epigráfica, no estaba ya en uso cuan-
do el patronímico -iz -~ se manifestaba, por lo que falta toda com-
probación; y ya veíamos en las inscripciones que el tipo Lupicy,s 
en nominativo bastaba para indicar la relación con un padre Lu-
pus, así que un genitivo Lupici debiera designar al hijo de Lupi-
cus, y ·no al hijo de Lupus. Si, interpretando la.hipótesis de Gray, 
dijésemos que Petrus Lupiti significa 'Pedro de linaje Lúpico o 
Lu.piense', ello sería propio de un apellido perpetuado en todos loE 
descendientes de Lupo, no de un patronímic~ usado sólo por <: 
hijo, pero no ya por el nieto. Además la hipótesis de este deri-
vado Lupicu..s sería insuficiente para explicar las varias formas 
del patronímico de Lupus, una de las cuales. es Lopeiz, que nada 
tiene que ver con el . supuesto genitivo Lupici. 
Otros genitivos, sin embargo, son evidente origen de patroní-
micos en -z: Didaci ,> Diaz, Sancii > Sanz, muy c<;>mún en Ara.. 
gón (22), Fermcii > .Ferrúz (23), Roderici > Rodriz > Roiz > 
Ruiz, Teoderici > Teoderiz, y algunos otros menos conocidos 
derivados de nombres ·2:«;!rmánicos acabados en -ricus (cf. gót. reiks 
\;;n) Así se encuentra, por ejemplo, la idea en el libro de Leif Sletsj0e, 
Le develuppement de 1 et n m ancirn portugais, Oslo, 1959,. pág~144, n. 43. 
eon referenda a Leite. J. Gorostia~a pensó (Zmnárraga, cuad. 3, Bilbao. 
1954, pág. 66) en que el origen de las formaciones vascas en -iz fuera el 
ablativo latino: Eclumíz < Aetíaniis, pero ello carece' de . fundamento, como 
señala M.ichelena, Apellidos vascos, núm. 347. 
(22) Aun Sanz pudiera ser simple contracción de Sánch:ez, como existen 
Ga/Ínf, Fredelanf. ' 
(23) ' Munio Fer,..UCi, Oveco Ferruci, g88 (Cartul. San Millán, pág. 7:4, 
Vita Fert'Uf 1078 (Doc. Sancho Ramirez II, pág. IIS); Pero Ferruz, poeta 
castellano del Canc. de Baena; F ern4<Cio, abad de San Millán en el sigio x, 
Ferruco, -villano nombrado 1X)r Juan Ruiz, copla g8o. Ferrucio es ·nombre 
SUFIJOS EN «-Z», ESPECIALMENTE LOS PATRONÍMICOS 379 
'rey, señor'). Pero no podemos tomar estos genitivos como pun-
to de partida de todos los patronímicos en -z, porque ellos mismos 
aparecen como formas no únicas, no suficientes, ya que a su lado 
surgen otras forma~ muy alejadas del genitivo: al lado de Sanz, 
y mucho mas usado, está Sánchez, al lado de Rodriz, Rodríguez, 
y suele ocurrir que en el siglo x en esos nombres godos las for-
mas·de genitivo Teoderiz, Gonteriz, Savariz, etc., son menos usa-
das que las formas extrañas al genitivo Toderiguiz, Gunteriquiz, 
S avariquiz, S avariguiz; se dirá que aquí -opera el deseo de ana-
logía más exacta con el nombre paterno Roderico, Teoderico, Gun-
terico, Savarico, etC., pero la analogía no nos explica otras formas 
concurrentes igualmente : Didacoz, Rodericoz, Savaricoz. El ge-
nitivo siempre nos resulta explicación muy insuficiente. 
Sucede a menudo que el genitivo de esos nombres germáni-
cos se documenta tampién en la toponimia: Toderiz, hoy T uriz 
(Braga), Tuiriz (Lugo, Pontevedra), -Savariz (Galicia, Portugal); 
y muchas veces sólo en la toponimia aparece el genitivo, mien-
tras en la antroponimia se usan formas extrañas a él. De Romari-_ 
cus muchos lugares se llaman Ror.mriz ·en Galicia y Portugal, 
mientras el patronímico, ateniéndonos a la abundante colección de 
nombres portugueses reunida por : Cortesáo, -sólo -se documenta 
Romariquiz; de Ansericus hay varios lugares Anseriz, Ansariz 
en Galicia y Portugal, pero el patronímico sólo aparece como An-
seriquiz; lo mismo tenemos en toponimia Leoderiz > Luriz (Por-
to), 'y como patronímico Leoderiquiz y, más notable aún, Leode-
riguz. En Castilla -parece sucedía lo mismo ; aunque no dispo-
nemos de tantas noticias, vemos que a [¡astmm Sigerici > Castro 
X eriz se opone el patronímico Didaco Serikiz ro6:z, ro69 (Car-
deña, págs, 201, 202, 206), Veila Serikiz. w6o (Sahagún, en 
Oríg.s, págs. 79 y 261). 
Fuera de los nombres germánicos, tenemos en los latinos otros -
casos más notables: el -patronímico de Dominicus nunca aparece 
como genitivo derivado de Dominici > *Domeniz, sino siempre 
de un mártir del siglo III. Ignoro el origen de Ferraz, apellido portugués 
del siglo XIII (Cortesao) y de una familia española moderna procedente_ del -
Alto -Aragón (Encicl. Espasa). Ferriz, apellido moderno procedente de 
Valencia ( cf. al final del § I 5). 
38o BOLETÍK DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
Dom~mquiz, Dominguiz; de Laetificus > LetWigo no_ aparece 
*Le-tiviz, sinq sólo Letifikiz, Letiviguiz. 
Este gran uso del genitivo toponímico obedece a pricticas -ofi-
ciales de las repoblaciones emprendidas por la monar-quía asturia-
na en el siglo vrn. En la época romana la denominación de fun-
dos. o · villas no se hace generalmente mediante el genitivo, -sino 
mediante un derivado en nominativo que adjetiva el. nombre del 
propietario : Antuñano de Antonius, Sabiñánigo de Sabtnianws, 
NortJellaco de Nouellitts, Mazueco de Matius, Lituego de Liffus, 
y así en incontables casos de estos y otros varios sufijos productivos 
de nombres de lugar. Frente a este antiguo sistema, las repobla-
ciones -asturianas del' siglo vrtr, olvidando el uso de-los viejos su-
fij.os, emplean el simple genitivo del nombre personal del repo-
blador, según nos revela un documento no tenido en cuenta para 
estos estudios toponímicos. 
Cuando hacia 750, Alfonso I sacó a los .cristianos mozárabes 
de las tierras por él devastadas y los llevó a pablar !Us conquistas, 
confirió la repoblación de Lugo a uno de esos repatriados, el 
obispo Odoario, el cual hada 754 nos cuenta (24), cómo a sus 
familiares y demás gerttes que le acompañaban dio bueyes, jumen-
tos y heredades para restaurar la tierra desolada : de la cual to:.. 
maba posesión o presura: "et in alia uilla posuimus Auezano (25) 
et misimus ad eam nomen Auezani de nostra praesuta [hoy Abe-
zán], et [in] uilla G1mtini '[hoy Guntín] (26) misimus Gu'!Jti-
no; et in Desterit [hoy Desteri3] Desterigo (Z7); et in Pro-
vecendis [hoy Proendos] Provecendo, et posuimus eis nomen ad 
(2.4) Diplortla en la B.rp. sagr. XL (1796), pág. 365. lA inautenticidad 
de este diploma {P. David, Études historiques sur la Galiu et le Portvgal, 
I94í, págs. 144-148) no le quita valor onomástico. 
(25) Nombre romano Auitianus, con sus hijos Gtmtino (nombre godo) 
y Desterigo; lo mismo que el obispo Odoatio, 'l'iníeron de tierra de rfldtas 
a Lugo traidos por Alfonso 1, v. Esp. sagr. XL, pág. j62. 
(26) Hay muchos lugares de este nombre en Lugo, Orense y Ponte-
vedra. Sachs, Ortsnamen, págs. 59 y 71, estudia el topónimo Gontín. 
(27) Desterigo, antropónimo documentado en los sigk7s xx-:xr, es hibrido 
.del tortJano Dexter y el gót. reiks: Meyer l;iibke, NatntM#IId. -II, pág. 55. 
No lo tiene en cuenta Sachs, Ortmamen, pág. -36, que -explica de modo 
inadmisible la d inicial como preposición. 
SUFIJOS EN «-Z», ESPECIALMENTE LOS PATRONÍMICOS 381 
illa uilla Prouecendi, ·et in uilla SenrJ,oni [hoy Sendón] misimus 
S en do {28), cognomento Bocamalo; et praessimus alia uilla de 
Macedoni '[hoy Macedo] et posuimus Macedonio, unusquisque 
per istas villas nomina de illos homines". 
Este precioso documento nos explica la extraña acumulación 
de genitivos toponímicos en ei noroeste de la península y la abun-
dancia ahí de genitivos germánicos en -rici, desconocidos o muy 
escasos en otras regiones de España; además de los ya mencio-
nados, pueden recordarse: M ondariz · (Pontevedra), de M onderi-
cus; Segeriz (Lugo ), compañero del Castrojeriz burgalés; For-
mariz (Zamora, Lugo, Coruña, Porto 3, Vianna),de Formari-
cits; Brandariz, abundante en Galicia y Portugal, de Brondaricus; 
Balderiz, Baldariz, Baldriz, abundante en Galicia, de Balderirn.s, y 
muchí.simos más (29). Una vez establecido que en estas designa-
ciones toponími~as del noroeste el uso del genitivo es corriente, po-
demos admitir que aunque As cariz (Lugo) pudiera derivarse del 
nombre romano Ascarius más el sufijo :-iz, no es probable que sea 
otra cosa sino genitivo del nombre gótico Ascaricus, usado en el 
noroeste (30). 
Descartemos estos casos de -iz y -riz en que el genitivo, sea 
de tipo gótico, sea de tipo latino, es evidente. Suponer que no 
sólo Rodríguez, Sánchez, sino todos JOs otros -iz: Alvariz, Petriz, 
etcétera, surgieron a imitación de és!os, sería reconocer a la in-
fluencia analógica una fuerza desproporcionada, pero además se-
ría explicación insuficiente; no hay genitivo ni ~nalogía que ex-
plique .otras formas como Rodericóz, Didacóz, Alvaróz, ni Ovecúz, 
Tellúz, ni Fáfilaz, Fróilaz, Victoraz, ni Lopeiz, Sancheiz, Ver-
mudeaz, etc. 
· Insuficiente es toda soJución que-no explique la esencial va-
riabilidad de estas formas en su acentuación y en la vocal del su-
(28) Nombre germano, Sendon, cf. Sendáo, Piel, Os nomes gertnanicos 
na topo11imia ('ortu.gtu!~a II (Lisboa, 1945), pág. 266. 
(29) Unos· 102 pueblos tenninados en -riz -ris enumeró Sachs .(Ort.tna -
mrn, pág. nz y sigs.), pero téngase en cuenta que I!IUchos de estos. nombres 
son llevados por varios pueblos, de modo que los topónimos SOJl muohos inás. 
(30) Meyer-Liibke, Namet~stud. I, pág. 13,---sach, pág; 33, Piel, Ot 
uomes germánicos na topo11ímia portuguesa 1 (LisbÓa, 1937), pág. 90. 
382 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
ñjo, sobre lo cual insistí en r9QS, y ateniéndome a lo cual atribuí 
a un directo·origen "ibérico" a tal sufijación en 1925 (31). Ahora 
añadamos que esa variabilidad se da también en- la toponimia, 
y así el sufijo -z no puede estudiarse sólo en el patnmímico, sino 
en relación con los topónimos que nos dan ejemplos de mayor 
arcaísmo y nos presentan el problema en toda su complejidad. 
Buscando solución que comprenda estas dos fuentes de ejem-
plos, desechamos, desde luego, el origen vasco del sufijo, si bien 
no por la razón de ser desusado el patronímico en -z entre los 
vascos, como dijo Diez, pues los vascos medievales lo usaban mu-
cho en derivaciones idénticas a las de sus vecinos románicos. Pero 
es que si el origen vasco ya explicaría difícilmente la difusión de 
tal patronímico por ·todo el noroeste de la península, no podría 
explicar el uso toponímico más antiguo, que se extiende hasta An-
dalucía. 
3. La variabilidad de acento y vocal se puede ejemplificar en 
los apellidos Muiiíz, Muiióz. Monúz, y en el triple topónimo Mu-
ñíz, Muñóz, Múñez,· en los apellidos modernos Sánchgz, Sánchiz, 
Sanchíz (este último quizá moaerno y dudoso), y el antiguo San-
chóz; en los apellidos Alvariz, Alvarez, Alvaróz y el topónimo 
Albaríz; en Gustióz con acento agudo asegurado por la rima en 
el Cantar del Cid, y Gústioz asegurado por el metro en los roman-
c~s del siglo xv y acaso en la gesta de los infantes de Lara en el 
siglo xrv; en multitud de variantes del patronímico del tipo Té-
llez, T élliz, Tellóz, Tellúz; Fróílíz, Fróilaz, etc. 
El acento mudable que observamos en estas formaciones pue-
de atribuirse a varias causas. Es posible que fuera mudable d 
acento de la lengua ibérica o que en ella, como en vasco moder-
no (32), especialmente en los dialectos centrales y occidentales; las 
(31) Cantar de Mio Cid I (1908), pág. 244 y sig. Schuchardt, Die 
iber. Dekl., pág. 54, proponiendo un origen ibérico indirecto, hace una obser-
vación a mi Gmm. hist., 2.c ed. (1905), por lo cual, aunque con retraso, en 
la s.• ed. (1925), pág. 198, expresé el directo origen ibérico. 
(32) Hacemos la salvedad "moderno" siguiendo -las ideas de L. Miche 
1ena, A propos de l'accent basque, BSL LIII (1958), págs.· 204-33, que 
supone que ·hubo en vasco antiguo un acento tóniCo en relación con la sílabz 
inicial 
'SUFIJOS EN «-2»; ESPECIALMENTE LOS PATRONÍMICOS 383 
sílabas sonaran sin diferenciarse mucho entre sí · en cuanto a la 
intensidad, y sin establecer contrastes acentuales entre formas o 
palabras. En lo que podemos ver de los documentos ibéricos, la 
síncopa no parece ser importante, a diferencia de lo que ocurni 
en palabras celtibéricas o celtas (33), y ello probaría una situa· 
ción acentual como en vasco o en español y portugués, donde la 
síncopa no ha tenido nunca tanta fuerza como en francés o cata-
lán. Sobre la situación en los dialectos vascos modernos del cen-
tro y oeste nos informa suficientemente el hecho de que las voces 
vascas que pasan al castellano, al verse obligadas a tomar un acen-
to, lo toman de modo inseguro y vacilante: Arréguí, pero Zumalá-
cárregui D Zumalacarrégui; Esnaóla, pero Arrózola o Arrazola; 
Arteága, Madariága, pero Zumárraga, Azcdrraga; Gárate, Garáte 
y vasco-francés Garat. Conocida es la broma habitual de Bayona 
sobre cuál es la acentuación correcta que el forastero ha de dar al 
nombre de la famosa playa; en verano ha de ser BiarrUz, como 
pronuncian los bañistas franceses de!' norte, y en invierno ha 
de ser Biárritz, como pronuncian los naturales del país que ha~ 
blan el gascón, pero nunca logra ser desprovisto de acento defini-
do, como pronuncian los vascos. A su vez, las palabras castellanas 
de más de dos sílabas en boca de los vascos hacen impresión de 
tener dos acentos débiles: máquiná, véntaná, córazón, lo mismo .que 
las palabra8 vascas parecen a oídos castellanos: ·éuskerá, eságu-
tú (34). 
4. Pasemos a considerar las formaciones con -z en los. nom-
bres de lugar. En ellos podemos observar bien ·la variabilidad de 
la vocal que la precede. Así tenemos -az_. -ez, -iz, -oz, -uz, o con una 
-e final, acaso consecuencia de latinización del exótico sufijo: -ace, 
-ece, -ice, -oce, -uce. 
(33) Así en Rectugenus 1 Rectugnus 1 Rectutvus, Deuorí < *Deuorigí. 
Véase Palomar Lapesa, Onomástica personal prelatina de la antigua Lusi-
tania (Salamanca, 1957), pág. 136 y sig., María L. Albertos, Emerita 
XXIV, pág. 269 y sigs .. 
(34) Cf. Gavel, RIEV XII, págs. ro8-r6, y Navarro Tomás, Pronun· 
ciación guip1tzcoana, en el H 011umaje a M enéndez Pida! III, págs. 463-65, 
con la discusión .ae N. Ormaechea, R!EV XXVI. págs. 26o-68 y 404-400. 
Véase el artículo de Michelena citado en la penúltima nota. 
384 -BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
Este final de palabra tiene gran extensión en la toponimia. Es-
pecialmente I}DS interesan sus manifestaciones en toda la región de 
los Alpes, desde Fiume hasta Aosta, y en la Península Ibérica 
Cabe dudar si la vocal que precede a -z es temática o sufijaL 
El Tamariz de la· Coruña, junto al río Tambre, representa a1 
pueblo de los Tamarici mencionado por Mela y Plinio: ribereños 
del río Tamií.ris, el moderno Tambre; el mismo nombre Tamariz 
se repite en Valladolid ; Tanwríce en Apulia, equivalente a T ama-
róz, Tamarat en el Friul (35) y Tambrúz en Belluno. El latín 
había ' tomado de una lengua exótica el apelativo ta11Ul'T"ix -'icis 
'tamariz, tamarisco'. Los topónimos derivan del nombre de río 
Tmnara (36), que existe en España y en Italia. También son de 
comparar Arnáz en el Piamonte, Arnóz en Suiza, Arnaz apellido 
español (teléfonos de Madrid). Una misma villa de Aosta se llama 
Extrapieróz o Extrapieráz o simplemente Extrapiera (37) . 
Queiráz o Quiráz (Bragan91, Porto), Queiróz (Santarem), 
Quirós (Oviedo), ya escrito Quiros en copias. de documentos de 
los años 857, 905 (38), Vallone Cairós en los Alpes de Niza, valle 
en cuyo alto se halla un caserío . Cairós. Se trata de nombres deri-
vados de un sustantivo * kario 'roca' extendido por varias lenguas 
primitivas de toda la cuenca del Mediterráneo y en muchos topó-
nimos de España: Queiro, Queira, Quer, Quera (39), y de los 
Alpes: Caire, etc. 
Es muy dudoso que al lado de Queiraz y Queiroz debamos 
(35) El Indice della carta d'Italia por el Touring Club, pág.414b, 
escribe Tamarozz (pero en la carta 6 Tamaroz) con otro Tamarutt pró-
ximo. A. Prati, Spiegazioni di twmi di f1wghi del Friul, en 1a Rev. de 
ling. rom. XII (1936), pág. II9, escribe Tamarat, Tamarot. 
(36) Cf. Pokorny, IEW, pág. 1054: Tamii, *Tamessii, etc. 
(37) La terminación -oz en la Guido amministrativa, de A. Melis (1928), 
pero -az en el citado Indice del Touring Club, mientras que la carta, hoja 2, 
escribe sólo Extrapiera. La región de Aosta y vecindades abundan en topó. 
nimos en -az. 
(38) Esp. sagr. XXXVIII, págs. 325 y 333. En el 011-0mastico me-
dieval, de A. f>.· Cortesáo, hallo para PortUgal Queiroos en el siglo xv, r 
apellido Queirós, también del xv, pero un diminutivo no explica el nombre 
en -ós en Asturias, ·donde no hay pérdida de 1 intervocálica. 
(39) Menéndez Pida!, Toponimia prerrnmánica hispana (Madrid, 1952), 
pág. 265 y sigs. (también en el Boletín de Filología XII, 1951). 
SUFIJOS EN «-Z», ESPECIALMENTE LOS PATRONÍMICOS 385 
colocar Queiríz (Braga, Guarda), Queirís (Coruña), pues apare-
cen en Portugal formas ~edievales Qiweriz 1258 y uilla Quederici 
g6o, que dan origen germánico en este nombre (40), aunque tam-
bién es posible que alguno de estos. Queiríz sea derivado de *ka-
rio, pu~s primitivamente se distinguiria un Queeriz de un Queiriz: 
Andaríz (Coruña), Andarúz (Santander), Andaluz (Soria), An-
darax (Almería: x = s, pronunciación·mozárabe de z), Andéraz 
(Navarra) (4I), en Italia Andráz (Belluno); quizá ·pariente del 
vasco andere, andre 'mujer, señora' (42). 
Muñíz (Lugo), Moniz (Leiría, Castelo-Branco, Evora), Ka-
sa Muñiz en el año 839 (42 a), hoy Carmeniu (Lérida), Maramu-
ñiz (Oviedo), Múñez·(Avila), Muñoz (Salamanca), Munioz y Mu-
nwzguren (Vizc.), Munhoz (Lisboa); compárense Muñón (.Ovie-
do), Muñó (Burgos), Muñoa (Guip.), etc.; Munna en Sicilia. Va-
Tiantes con una n simple: Munilla (Santander, Burgos, Logroño), 
Muniesa (Teruel), Muniota (Guip.), Muniain. (Nav.), Múnio (Ra-
venna). Variantes con a no ocurren sino en }.t[unazategui (Guip.), 
al que hay que comparar Muniategui y Mtmabe (Vizc.) y el ape-
lativo vasco muñatz 'colina', formas a las que habrá que asociar 
en Suiza Monnaz (unos I2 km. al oeste de Losanna). Todos es-
tos nombres parecen derivar de *munno, uno de cuyos significa-
dos se conserva en el vasco muño 'colina, otero, ribazo', sinónimo 
de la variante muñatz precitada (43) . Desde la época romana cons-
ta el uso del antronónimo Munnus, Monntts, Munius, de queJue-
go hablaremos (§ II-12). Así que el topónimo podría referirse a 
ese antropónin¡o, como 'heredad de un Munio', o bien al signifi-
cado de 'rolina, ribazo'. 
(40) G. Sachs, Die germanischer OrJ.m.amen in Spanien und Port11gal 
(I9J"!), pág. 79. En Cortesáo, Qu.eyris. 1257, Queriz 1258. 
(41) Acento en el Nomenclátor de 1893, como también en el de 1936. 
(42) Parece seguro que ha de darse etimología indoeuropea a eS.ta 
palabra vasca, v. Tovar, Estudios, pág. 75 y sig., H. Pedersen, Joun•al 
Qf Celtic Studies I (1948), págs. 4-6, Pok-orny, IEW, pág. 40 y sig. 
(42 a) Dotación de la catedral de Urgell; Meyer Lübke Butlletí"ac 
dialeCt. cata!. XI (1923), pág. r6, supone genit. de un nombre en --ious y 
no lo relaciona con Stam.ariz y otros que citamos en el § 9. 
(43) Meyer Lübke, REW 57471 objeta ya la etimología látina de _.. 
fión; v. también Corominas, III, pág. 477 y sigs., IV, pág. 1Ó53. 
.386 BOLETÍN DE .LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
Caparíz (Lugo), Kaparaz y Kaparotz (Navarra) (44), sin duda 
un ·mismo .nombre con Va.riante vocálica, quizás se ·.relaciona con 
un topónimo como el de la ciudad de los Vettones Capara, Cappara, 
hoy Cáparra (Cáceres); luego veremos que deriva de un .antro-
pónimo Caparius, Capparius (45), compárense Capariiía {Lugt 
Caparica y Capareira (Portugal), Capareiro .y CapareiJa (Ovie-· 
do), Caparoni (Cerdeña), Cappariello (Basilicata). 
Domez (Lugo, Orense), Domiz (Lugo, Orense, Zamora}; el 
oomenclátor de I 894 no pone acento, salvo al · de Zamora Dómi.z, 
y registra también Domid en Lugo, que acaso es grave; de modo 
que en los otros casos se su¡>Orte acento agudo. 
El topónimo burgalés Llorengoz, 'de cuyo origen trataremos 
luego, se pronuncia hoy vacilantemente, a veces Lloréngoz o Llo-
réngo, a veces Llorengóz (46). 
Es sobre todo abundante la vacilación de la vocal tónica en el 
territorio donde se conoce hoy el vascuence: Eguilaz (47) (Ala va) 
(Hegiraz año 1025, Heguilaz 17o6, Cartul. San Millán, páginas 
104, 237), Eguiluz y Eguilluz (Vizcaya), Eguilloz (Navarra), com-
párese Eguileta (Alava), Eguilor y Eguilloz (Navarra), etc. 
Imatz o lmaz (Alava), Imotz o Imotz (Navarra). 
(44) Eleizalde, RIEV XXIV, pág. 536. 
(45) Gens Caparia en De Vit. 
(46) .Las noticias que tengo son muy contradictorias. El catedrático 
P. López Mata me cortmnica: "Según un sargento de esa ·comarca de 
Losa, la forma . corriente es Llorengoz, aunque recuerda, si bien muy poco 
usada, la de Lloréngoz" (carta de 26 de noviembre de 1943); "según el 
maestro de Llorengoz, que lleva cuatro años al frente de la escuela, allí 
pronuncian Llorb1go, y en todo ese tiempo no ha oído a nadie Llorengot 
ni Llo-rengóz" (1 de diciembre de 1943). Me remite ejemplares de los sellos 
de caucho 11sados en el pueblo, y mientras el de la Escuela mixta estampa 
Lloren.goz, el del Presidente de la Junta Administrativa pone Llorengoz. 
El Becerro de las Behetrías, año 1053, pone Loregos (esto es, · Lorengos, 
olvidando la: tilde), según la edición de 1866, pero el editor le¡; -mal la s 
con trazo superior recto •(- z) (véase' el facsímil y compárese lo impreso 
con el folio 127, mal leído siempre: Peres, omesiellos, etc). El Becerro 
escribe, pues, Lore(n)goz. 
(47) Pongo "ei1 estos nombres vascos el acento cuando lo da el Nomen-
clátor, aun sabiendo que es dudoso. Eguilaz, como apellido, lo pronunciamos 
ebmúnmente grave.· Para la -s o -t:z final sigo las grafías de Elei~lde hasta 
la letra P, que .es lo publicado en la RIEV. 
SUFIJOS EN C-Z», ESPECIALMENTE LOS PATRONÍMICOS 387 
Araotz (Guip.), -Araitz (Nav.). 
O~iz cVizc.), Ondotz (Nav.). 
Leniz (Vizc., Guip.), Lenuz, apellido navarro del siglo X IV._ 
Ustárroz y Uztárroz (Nav.), Ustaritz (Basses Pyr.: Ustáritz 
al uso gascón, U starítz al francés) . 
Erriz y Erroz, Mendilatz y Mendilutz (47 a), Urdániz y Urdá-
noz en Navarra. 
Jturritz (Labourde), Iturrotz (Nav.), Jthorrotz (Basses-Pyr.), 
cf. Jturrea. Jturbide, Jturralde, todos derivados del ·apelativo itur 
'fuente'. 
Dentro y fuera del país vasco tenemos Urt•oz (Nav.), Urrez 
(Burgos) , este último sin acento en el Nomenclátor de I892, por 
lo tanto agudo. 
Comes (Braga), acento grave; Comez (Lugo), según el Dice. 
geogr. de Miñano (I826), Comez en Madoz (I847) y en el No-
menclátor, 1893 (acento agudo, se supone). Con terminaciones va-
rias, Cometza (Vizc.), Comezán (Oviedo), Comeciego, Comecello 
(Salam.), Comazin (Navarra, varios); Comucio y Gumucio (Vizc.), 
Cómez, anticuado Comiz fue muy usado como nombre de varón y 
como patronímico (M. Pida!, Cantar I, pág. 536 y sig., Cortesáo 
Onotnástico), y del nombre de persona derivan también varios topó-
nimos: Comizenea 'casa de G.' (Guip.), como Comeztegui (Vizc.), 
Comezkorta o Comozkorta 'cortijo de Gómez o Gómoz' (Vizc.); 
y seguido de arellid.o personal en topónimos tardíos: Cómez Naha-
rro (Segovia, Valladolid), Cómez Sarracín {Segov.), Cómez Ve-
lasco (Salam.), los cuatro en la cuenca sur del Duero, repoblada 
hacia w88, donde abundan mucho los topónimos de nombre más 
apellido (M.artín Muñoz, Diego Alvaio, etc.), y luego en Alba-
cete Córnez Y áñez, en Beja Comes Aires. El vasc. goma 'reflejo', 
que se halla en dialecto bajo~navarro, podría acaso permititno~ in-
terpretar como adjetivo derivado *gomez, *gomaz 'brillante'. 
5. En España el sufijo no sólo nos legó topó_nimos: también 
nos dejó, como vamos a ver, un sistema de patronímicos derivados 
(47 a) Un M endiluze 'monte largo' podría encubrirse en este nombre; 
la misma · duda en Aranotz analizado al § .21 : el paralelismo desufijos 
Aranaz 1 Aranotz, M endilatz 1 M endi/;tt& nos hace ser Cj!Utos en estos 
análisis. 
J88 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ·ESPAÑOLA 
del sentido de pertenencia: Alvaráz, Alvarez 'el de Alvaro', 'el hijo 
de Alvaro', sistema que aflora a la lengua escrita en el siglo XI, 
según diremos luego. Pero no nos dejó, salvo algunos en vascuen-
ce (§ 21), nombres apelativos. 
Esto nos permite interpretar los casos en que eL sufijo se apli-
ca a temas románicos . 
Carralúz (Oviedo) es. 'lugar del corral o del camino'; otros lu-
gares se llaman Carral (Galicia, Vizc.), Carrales (Ov., Burg.). 
Barganp.z (Oviedo) : 'varganal, sitio abundante en.várganos'. 
Cerezaliz, escrito también Cerezalid (Oviedo), 'lugar del ce-
rezal o cerezales'. 
Castellaz (Huesca), 'del castillo'. 
Molinaz (Zarag.), 'del molino', Castellaz (Huesca), 1del cas-
tillo'. 
Noguez (Villa Real, Braga), 'de las nuece~, 
Celleíroz (Villa Real, Braga), 'del cillero', cf. Cellariu > Ce-
Ueiro (Port., Galicia), Cell~o, Cillero (varios en España). 
Ferreiroz (Vi5eu, Braga, Aveiro), comp. los muchos topóni-
mos FerreirQ, Ferreiros~ Herreros, etc. 
Ferroz. (Viseu), cf. Ferro y Ferrinho. (varios). 
Estremoz. (Evora) 'del extremo, límite, frontera', cf. Estreme-
ra (Madrid), Estremoz (Mallorca), E.xtr.emadura~ etc. También el 
personal Stremoz, año 12,58 (en Cortesao). 
Outariz (Lugo, Orense) 'del otero' < *altariu. 
Estibaliz (Alaba), de aestiualis, cf. en Portugal Esteval, Esti-
•eira, etc. En Francia Estivals, Estivans, Estivareilles. 
B14stiz y Bustitza (Nav.), de busto 'corral de bueyes'. 
Louriz (PDrto) y el derivado Lourizán (Pontev.)~ Lourizella 
(Pórto ), sin duda oo provinientes de laurus, que sirve de· base a 
tantos topónimos, sino de *Iaura 'madrigue_ra' (48), compárese el de-
rivado plural laur·ices 'ventregada. de gazapos', que 'Plinio da como 
vocablo hispano ; el diminutivo Lourinha abunda en Portugal. 
Candoz (Viamia, Viseu, Porto), de la voz mediterránea *kanda 
'pedregal, pedrera' (49), compárese los topónimos Canda, Candó, 
Candoso, Canda!, muv abundantes en Portugal y Galicia. 
{48) Añádase el topónimo Louriz a cuanto ilustró J. Hubschmid jun. 
en Festschrift Jakob 1'Nd (Romanica Helvetica XX, 1943), págs. 2~62. 
(49) Cf. Bertoldi, BSL XXXII (1931), pág. 165 y sig$ 
SUFIJOS EN «-Z», ESPECIALMENTE LOS PATRONÍMICOS 3~ 
Reparaz, apellido oriundo de Na"arra (50), --,compíí.reSe Repa-
razea (Navarra), Reparada (Coruña), Riparo (Cálabria). 
Caswaz (Sakmanca), de castro, tan abundante como apelativa 
y topónimo. 
Ortiz, riachuelo de Zaragoza; de hortus, como el derivado lat; 
hortensis: difícilmente en nombre de río se podría concebir un 
genitivo de *horticus; el Diccionario de Madoz se detiene a decir 
que las aguás de este río "fertilizan. las · pequeñas riberas de los 
pueblos por donde pasa'' ; ·En Logroño hay una casa · de labor 
Orliz, nombre acaso moderno, de un apellido. 
A~oróz (Guip.), . Amorots (Basses-Pyr.), Amorós · (Léi-ida), 
Amoróz o Amoroce (Orense); derivados de Amor (Zamora, Lei~ 
ría), de que también son derivados Amorín (Galicia), A morún 
(Port.), Amorebieta y Amorato (Vizc.); también tuvo uso como 
hidrónimo, río d' Amor, en el Poema del Cid, nombre hoy perdido, 
que designaba un afluente del Duero (51). En Italia hay varios 
lug~res llamados Amare precedidos de la preposición de ·como 
apelativo. 
6. Algunos derivados en -z proceden indudablemente de an-
tropónimos, designahdo un fundo por el ~mbre de su propietario. 
Marchagaz (Cáceres) parece indudable derivado de Maréia-
cus, antropónimo q_ue da · origen en Francia a más de so topó-
nimos. 
AÍlaríz (Lugo, Orense), Alhartz (Villa Real), de Alliarius (52) . 
Alvaríz (Beja), del antropónimo Álbarus o más bien del ape-
!ativo albaro, a 1 bar U S, 'álamo blanco O albar' (53). 
M ouriz EG~Iicia, Port.), de M a u rus~ aunque también pudiera 
·ser genitivo de Mattricius. 
(So) Este a~llido lo lleva una moderna familia de escritores· y arti,stas, 
v. Encicl. Espasa. 
(sr) V~ - Cantar de Mio Cid I, pág. 57 ·y sig. 
(52) Schulze, Lat. Bigennamen, págs: 345, '416 y sig. De·otro nombré 
Allat·ilis hay topónimos como Aleyrac eri Hérault (P. Skok; Die mit den 
Stt/fixel~ -acmn .. . , Beiheft zur · ZRPh; 1906, pág. ·51). 
(53) · Sachs, págs. 28 y Il3, supone germánico a Albaro, siguiéndo a 
Meyer-Lühke. 
390 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
Muñíz Muñóz Múñez, de Munnius, o del apelativo *munno 
que ya tratamos bajo el § 4. 
Caparíz Capar.áz Caparóz, de Cappar.iu$, con;¡o dijimos. 
Gromaz (Lugo) recuerda un antropónimo Groma que Holder 
registra. 
Márquez (Galicia, Port.), de Marcus. 
Belindez (Vizc.) y • apellido vizcaíno del -siglo ·xiv, de Be-
lendus, antropónimo derivado del nombre de los Belendi, puebl0 
citado por Plinio en Aquitaniá. Un Belendo Goniiz hace una dona-
ción al monasterio de Cardeña en 971 (Cartul. Cardeña, pág. 323). 
Albéniz (Alava), Albiniz (ídem, año wzs, Cartul. San Mi-
llán, pág.- 104; 'I-d37, Llorente, Prov. Vasc. III, pág. 449) < 
Alber.us, que con suf. -acu- da Aubenac (Dordogne) {54), o de 
Albinus. 
Apellániz (Alava), Apignianiz en 1025 (léase Apiñiániz) (Car-
tu1. San Millán, pág. 106), de Apinianus o Pinianus (De Vit). 
Doniániz (Nav.), compárese el Donianus fundus mentado en 
una inscr. (De Vit.). 
Armendaritz (Basses Pyr.). nombre idéntico al apellido Armen-
tariz usado en la alta Edad Media (55) ; del .antropónimo Armen-
tarius o del apelativo de donde salen los topónimos Armenteiro, 
Armenteira (Galicia), Arment-era (Huesca), Armenteros (Sala-
manca), Armendari (Alava), Villarmentero (Valladolid). 
Pedriz (Nav.), llamado en documentos latinos medievales Pe-
triz (56), forma idéntica a las del patronímico derivado de Petrus. 
Peláez (Zamora) es un simple caserío, lo cual hace dudar que 
su nombre sea antiguo; idéntico al patronímico de Pelayo. 
Garciaz (Cáceres), compárese García (Tarragona,· Ávila, Cór-
(54) Skok, op. cit., pág. 49, y Holder, Altee/t. Sprachschafz IIJ, 
col. 150. 
· (55) Una cita· del año 919 en Cortesáo; Armenteriz 1073 {Cart. de 
San Millán, pág. 317). Podemos añadir también Didaco Armentarez (972, 
Covarrubias), Armentalez (n18 Oña, y 1187 Doc. ling.) , Vistratio Armen-
tariz (956 León, Esp. ·sagr:), ·Fernando Armentaliz (978 F-ueros ·de Muñoz 
y Romero), Fredenando Armentaliz {978 Covarrubias), Dominico Armert-
tariz (m68), etc., v. Díez Melcón, pág. 168 y sigs. 
{5&) ·Dice . . geogr. hist., por ·la Acad. de la Hist., Navarra · (1802) pá-
gina 247. 
SUFIJOS EN 4:-Z», ESPECIALMENTE LOS PAT~ONÍMICOS 39! 
daba, Portugal),' Garcias (Lugo, Port.); el nombre de la villa de 
Cáceres coincide con el patronímico anticuado. 
Llorengoz, ya antes. tratado en cuanto al acento, del nombre 
germánico Florengus, cf. Frodrengus" documentado en · Portugal 
a comienzos del siglo :x (57), así conw el patronímico Fraren-
goz (58). 
Es de esperar que un estudio detenido de la toponimia llega-
ra a descubrir- muchos antropónimos insospechados. Pudieran con-
tenerlos nombres como Trocóniz (Álava) < Troccús en Holder, 
Munárriz (Navarra), Berrandúlez (Burgos), Bocallúz (Oviedo). 
7. La repartición geográfica de los topónimos en -:es muy 
irregular. En las regiones del noroeste, · donde la_ población está 
dispersa en multitud de grupos pequefios, abundan extraDrdina-
riamente los ejemplos, .IJ;lientras que al sur escasean, tanto por 
ser los P9blados menos, · como por haber desaparecido muchos 
nombres antiguos. . 
En Galicia han sido contados sobre el Nomenclátor unos r9() 
topónimos en -iz (en gran parte de origen germánico) (59), y sólo 
14 en -az, 4 en -ez, 2 en -oz (sólo en Orense), y Q en -uz (todos 
en Lugci). 
Sabaráz (Lugo), Sauaraz (villa portuguesa, año 9()o) (6o), 
pudiera relacionarse con un topónimo igual al · que designaba la 
(57) Froarmgo, Frealmgo, nombre de obispo de COimbra y de Porto 
entre 906-11 (Esp. Sagr. XIV, 1786, pág. 84, XXI, 1766, pág. 38). Tam-
bién Froarico, obispo de· Porto en 675 (Esp. sagr. XXI, pág. 30). Com-
párense Frodoald, Frodegar,etc. en Forstemann, Altdeutsches N amenbuch 
I (1900), ·col. 541-44; comp. para la l el apellido Flóres de Fróiles. Puede 
pensarse igualmente en Florebert, Floresindus, etc. (Forstemaim, col. su). 
· (58) Escrito Frare11got 1043 (Cortesao), como otros patronímicos: 
F (!rnandit, M mendit, etc. ( Cortesao). Es curioso halJar la grafía Llorengot 
en el pueblo burgalés arriba estpdiado. 
(59) Casi todos en -1-is, procedente de iiks 'rey', que entra en com!>O'" 
sición de nombres. Hasta 44 tipos de antropónimos .en ._ricus, -rigus regis-
ti;a Meyer-Lübke, Natitetlst., pág. 73 y sigs. Hasta 104 de topónimos en 
-rii, -ris p~ra- toda la Península, G. Sachs; Ortsnamen, pág. .112 y sig.; 
siendo la inmensa mayoría galaico-portugueses. 
(6o) En el 011omastico medieval portugués, de Cortesjo, pág .. joo: 
quizá sea alguno de los varios S avaris que . se registran en · ..Portugai. 
.392 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
ciudad de los Vacceos Sabaria, nombrada en el Cronicón del Bi-
clarense en meses del año 573, nombre repetido en la Savaria o 
Sabaria de 1~ Panonia Superior, y análogo al de Savara, hidró-
nimo de la Galia, hoy Sev;es. Pudiera también derivar del cog-
nomen Sauarius (Holder, cf. el antropónimo Sauariensis en Schul-
ze) ; la misma duda que expusimos respecto a Capariz, Caparoz 
(~ 6). De origen germánico (cf. Forstemann, rz86) es Sabaríz 
(Oviedo, Galicia, Portugal) < Savarico, si bien algún caso de 
este repetido nombre pueda ser variante de Sabaria > Sabar 
raz (61). Una variante Sabarós (Oviedo) es dudosa (62). 
En Asturias ya pierde -iz su gran superioridad numérica ; en 
el N omendátor se han contado, de toda clase de procedencias, 
9 -iz, 7 -uz, 6 -az. 
Los Paesici, pueblo astur mencionado por Plinio y Ptolomeo, 
habitaban al occidente de Asturias y dejaron su nombre sobre el 
terreno en dos formas, una derivada de la latina, Pf!_sgos, que 
consta en documentos de los siglos x y XI aplicada a territorios 
.de Pravia y Cangas de Tineo (63), otra, con sufijo indígena, Pe-
saz, villa situada a la izquierda del río Navia. Sin duda en época 
primitiva se usaba ya la forma *Paesoce > ·Pesoz, si bien la for-
ma latinizada era la que predominaba, oomo vemos en los cog-
nomina Antonius Paesicus, Ambata Pa:Jsica, que se hallan en ins-
cripciones de Asturias y Burgos (CIL II 27o6, .2856) . 
En Burgos. además de Llorengoz ya anotado, Dordóniz: com-
párese un Dordunnus riuulus (Holder). Por cierto que para Dor-
dóniz hallamos en autores vascos una interpretación favorecida 
por la vivacidad en dicha lengua de los derivados con -z (o -tz): 
"el nombre Dordoniz parece significar 'el lugar de la torre sa-
(61) G. Sachs, OriS1wmctl, pág. 92 (errata Sauarax, léase Sa1wraz ), 
piensa, al contrario, que Sabaraz es el mismo Sabariz (uilla Sabarici, que 
tomó la terminación -az del patronímico). Pero el patronímico en -az es 
propio de Jos nombres germánicos en -a y no de Jos en -ico. 
(62) Savarós llama Madoz Dice. geogr. XIII, pág. 883 a, al pueblo 
asturiano que ibid. XVI, pág. III a, llama Savariz; el Nomenclátor y IQs 
mapas Jo llaman Sabariz. 
(63) Esp., sagr. XXXVII, pág. 331, 'in territorio Pesgos juxta Can-
gas', año 905; ibid. XXxvlii, pág. 295, "in Tinegio, in territorio Pesgos 
secus ·flumen Narcejam", año 1044-
SUFIJOS EN <-Z», ESPECIALMENTE LOS PATRONÍMICOS 393 
grada"' (es decir: turrem > vasc. :dorre,_ dominum > vasc. d-on 
con el sentido de 'santo', más- el sufijo -iz), según dice, basándose 
en O .• de Apráiz, J. M. de Barandiarán El mundo en la mente 
popular vasca, II, San Sebastián, r9()1, pág. 85. 
En tertitorió vasco, al occidente, la terminación -iz todavía 
predomina, en Vizcaya rriucho, e~. Alava y Guipúzcoa poco. En 
el oriente ocurre un cambio notable, pues predomina -oz; en el 
Nomenclátor de Pamplona se han contado 49 -oi, 42 -iz, 10 -az 
y 4 -uz. La terminación ~ez escasea: l.diáquez (Guip.), Marquí-
11ez (Alava) (64); este último pueblo se llama Marquiniz en 1087, 
y en la lista de pueblos alaveses del año 1025 aparecen con igual 
terminación que hoy Argumaniz (Argomániz), Albiniz (Albé-
niz), Barrandiz (despoblado hoy), Arangiz (Aranguiz), Ariniz 
{Ariñiz), Apignianiz (Apellániz) (65). 
La terminación -oz en nombres vá.scos p'uede en algún caso 
no ser súfijo, sino el adjetivo otz 'frío'; la o en 'los casos que co-
rrespoi-id:en a los de . Castilla sin dipt.onga:ci6n muestra ser cerra-
da. m'iéritras que en el adjetivo es abierta, según hemos demos-
trado en otra ocasió'n '(66). En las regiones donde e o a.biertas 
diptongan, la distinCión es más fácil, pero en las -demás regiones 
cabe siempre la duda: Mendaz (Guip.), Mendoza '(Aiava, Vizé.) 
con lá grafía M endoza ya ·en 1025 (67), ·puede ser simple deri-
vación de Mrmdi, L bien signífii:ar 'monte frío', como general-
mente se 'interpreta, pero que esta segtm'da interpretación no es 
la eJdtcta 1~ indica Azkue registrando en su Diccionario el ape-
I~ñvo ;mendotz 'cén'o, collado'. Las grafías de la final vacilan; 
Úuzliitz 'y MU2kiz, Olilz y Olatz, Leoz y Lei>tz (68). Los docu-
(64) 'Estos -ez del Nomencmtor áparecen igualmente con -ez en las 
Íist~s de 'Eleizalde. 
. (6s) Cartul. d-e San Millón, págs. 274, 204 y 200. 
~66) LiJS vocales ibéricas é y o, RFE V, pág. 232 y sigs. (también 
Toponi;nia prerrománica, pág. 9 y sigs.); el adj. otz parece contener la 
-tz sufija!, pero la o es del tema hor-tz segÚn Uhlenbeck, RIEV III, pá-
gina 421, que compara (h)or-ma 'hielo'. 
'.Óí')_ Cártul. San Millán, pág. 104. No es cierto que escriba ·M-I!JidiolltJ, 
como asegura el Dice. hist. géogr., de la Acad. de la Hist. II (18o2.), 
pág. 2o·a. 
(68) Grafías dobles q1•~ se hallan en las listas de· Efeizalde respon-
394 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
mentos de los siglos X y XI escriben comúnmente -z y sólo rarí-
sima vez -f. En el país vasco-francés se usa la grafía Biarritz, 
Ustarritz. 
Junto a la terminación -tz -z se halla también -tza -za {lo que 
en algún easo sería el artículo postpuesto) : ·Galdóz , Galdós, Gal-
dotz, apellido alavés, Galdotze caserío de Vizcaya, Galdotza; Ar-
kiz y Arkitza (Alava) ;, Mendóz (Guip.), Mendozpide, Mendaz-
perra (Alava), M endoza (Ala va, Vizc.). M,endotze (Vizc.)_; Arniz 
(Nav.), Araitza; Arrai.e,· Arraitza; Erdoi.z, Erdoza; Moraiz, Mo-
raiza; Heriz, Ersce, etc. (69). Luego citaremos Narvaez y Nar-
baiza 
8. He aquí algunas interpretaciones y sugestiones sobre to-
pónimos de territorio vascongado : 
Lemoniz (Vizc.), del -eonocido nombre personal romano Le-
monius. 
Esquiroz (Nav.), ac¡1so deLantropónimo greco-latino Scyros, 
conservando la e sin asibilación, como en otros préstamos, al 
vasco. 
Oronoz (Nav.) , del antropónimo latino Oronius, o acaso en 
relación con el topónimo Orón (Burgos). 
Lancariz (Vizc.), del topónimo Láncara. 
Aranaz (Nav.), del vasco aran 'campo, valle'. 
Navaz (Nav.), del apelativo nava. 
Oñaz (Guip.),- compárese Ofia (Burgos), Oñate (Guip.) . . 
Ereñotz, · junto a Breña (Vizc.), ambos apelativos en vasco, 
significando 'laurel'. . _ . 
Larraz (Nav.), apelativos larra y larre 'pastizal, dehesa', que 
explican larratz 'terreno baldío'. 
Badayóz, hermandad de Alava, tiene un nombre que halla co-
rrespondencia en otro de Italia, Badaiúz (Udine), en territorio · 
'Véneto ; el simple de donde este topónimo deriva parece lo tenemos 
en Badaya, una sierra de la misma Alava, que aparece escrito Ba-
diendo a la vacilación entre z y tz de que arriba hemos hablado. Una lista 
de topónimos en -iz da Garate, RIEV XXIV, ·pág. 443-
(69) Los nombres' sin indicación de provincia los cito bajo la autoridad 
de J. Garate, Sufijos locativos, RIEV XXIV, pág. 446. 
SUFIJOS EN «-Z», ESPECIALMENTE LOS PATRONÍMICOS 3?5 
daja en II79 (70) . Es du<:!9'so si Badajoz pertenece también a 
este tema, prolongado con~tro sufijo. La ciudad así llamada sólo 
empieza .. a ser conocida cuando en 875 la hizo sede de su señorío 
el muladí Ben Hernán, y por hacerse difícil admitir el estado la-
tente durante largo tiempo para una forma lingüística, se supusodesde antiguo para Badajoz o una etimología árabe (70 a) o una 
identificación {;On Pax A!lgusta. El nombre de Badajoz no es fru-
to de una extraña corrupción tardía, sino evolución correcta de 
un nombre primitivo que aflora en el siglo IX. La ciudad es lla-
mada por ·los más antiguos historiadores y geógrafos . árabes Ba-
talyaus, mientras los tardíos monoptongan la terminación, Bata-
lJOS; y lo mismo los textos latinos : Badaliaucu en un documento 
de 932, copiado eri el Tumbo de Santiago (que habrá de corre-
girse Badaliauce) , y Badalioz en dos historiadores leoneses del 
siglo XII (71) ; lo mismo las formas romances : en gallego Bada-
llouz (cantiga 319 de Alfonso el Sabio), en portugués Badalhouce, 
(7o) Coq¡promiso otorgado por los reyes · Sancho de Navarra y Alfon-
so VIII de Castilla .(Dkc. geogr. hist. de la Acad. I, 1802, pág. 143 y sig.). 
(70 a) Ésta encuentra ahora un defensor de la autoridad de ]: Coro-
minas (ZRPh LXXVII, 19ÓI, pág. 357 n.), que ataca en general las rela-
ciones propuestas entre topónimos hispánicos y alpinos. Para él, Badajoz 
(Badallo::, Doc. ling., pág. 385} es paralelo a lsnolloz, Alloza y otros noni-
. bres andaluces que contienen ár. al-lcmvs 'las almendras'. "It may simply 
be balad al-laws 'city or region of the almonds', with haplology (since the 
1 and -s of Batalicmvs are just Hispano-Arabic vulgar spellings)", y nadii 
tiene que ver con el Badaius de Udine. 
(71) · El gentilicio árabe es BatalymAñ. Yaqut (tnuerto en 1229) eii su 
diccionario geográfico vocaliza ya Batalyos. · Badaliaucu (véase Ferreiro, 
Hist. de Santiago II, pág. 118 del Apénd.) se halla en la suscripción de un 
obispo de 932, impugnada por Flórez, Esp. Sagr. :x;rv (1786), pág. 262. 
Badalios en la Historia Silense, hacia nx8 (pá¡s.· 38, ed. de F .. Santos 
Coco) y en la Crónica Nájerense, hacia n6o (Bull. Hisp. XIII, pág. 45) 
Badailos en las paces firmadas .en. Sahagún II52 (Escalona, Hist. de Saha-
gún; pág. 541 a)~ El Tudense, hacia 1238, usa Badaios, Badalyos, Vada-
losum, Badaloso (ed. de Schott, págs. 58, .Sr·,- •107). El Toledano escribe 
Bad{Jllocium (De ,.eb. Hisp. VII, 23) . Insisto en estas fonnas porque ellas 
contradicen la _opinión muy arraigada de ser Badajos nombre derivado de 
Pax Augusta, deformado en boca árabe: Bax-a{J'US (Madoz III, :at>a), Baj-
ajos (Meyer-Lübke, Nam<!nst. II, pág. 75) ; por lo demás, la identificación 
de Badajoz con la ciudad romana es arbitraria. 
S<J6 BOL~ÍN DE LA -'REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
y en la 'Ciudad misma, desde mediados del siglo xqr, Badajoz (72). 
El diptongo au final (que choca no enconírar ya en :los historia-
aores leoneses) acaso pueda ·compararse .al de · Bilbao, Sesta.o, 
A vandao, Arnao, etc. El tema parece ser el miSmo que se halla 
en otros topónimos : en Portugal Baáalinho (Lisboa), en el sur de 
Francia Badaillac (Cantal, Dordogne), y en el noroeste -de Italia, 
o sea en territorio ligqr, Badalucco (Imperiai), Badalasco {Berga. 
mo), y al norte de Toscana otro Badalucco (Pisa); todos pueden 
derivarse de una base *batali o *batal (73.), cuya relación con el 
apela,tivo italiano badalucco 'entretenimiento' sigue siendo incierta 
La toponimia de Navarra (v. C. E. Corona Baratech Toponi-
mia navarra en la Edad Media, Huesca, ~1947) presenta proble-
mas difíciles, que a veces se pueden resolver gracias a que. -cono-
cernes las fot;rnas antiguas: el actual M arquiriz_es un genitivo Mar-
cinini según delata la forma Marchiniz (ibid., pág. 86),. en An-
doain ( < Antonianu) nadie esperaría ver un derivado 1del .tiPo 
que nos interesa si no conociéramos la forma anterior Adoanie{ 
( < *:Aniónianez). 
En Salazár no reconoceríamos un derivado con · nuestro su-
fijo de saratz 'sauce', pero existen las formas antig~s Sarasa; ~ 
y Sarasaz (Corona Baratech, pág. IIS). -?uiz podría ser idi;n'tíco a 
eultze, eultzi 'colmena, parva' (cf. § 21). Escalo-fe, Escaloz, hoy 
Escaroz (P-ág. 52) recuerda Escalarre (Lérida) , y topónimos se-
mejantes (v. BoLETÍN XXXVIII, pág. r7s). Semejante es ~snoz, 
de esne 'lech~' (73a). 
Casos en que a la z sigue una vocal son fn¡Guentes, así Elt.rr-
u/Elorz (pág. 49), BelzuncejBelzunz (pág. 29), .Iranzu/ Iranz 
(pág. 69), SamarcejSanwr{ (pág. III), A~ori.zejAnchor.iz (pá-
·(72) · Los documentos extremeños originales más ·antiguos. de que ·be 
podido procuranne copia fotográfica escriben Badaioce '1242, Badaloz de 
1255 ·e¡ adelante, sin que aparezca 'la forma l~nesa ·Bi:ida.lloz, ·a · pesar de 
<jue· esos documentos ·contienen leonesismos de lenguaje. 
-(73) Para Badalucco, v: V . Catestani, en Giorn. ·stor. lttter. delia Ugu-
,.;a, '1932, .pág. 13; para Badaillac, Skok, ofr. cit., pág. 152 y sig., 'sospeéha 
un antropónimo B.atalius. A la etimología 'de Badajoz me he referÜlo en 
Sobre el sustrato ffU'diter~áneo occidental, ZRPh Lrx (Toponimia, pág-·: 102 
y sig.). Cf. A. Castro, RFE XII, pág. 76 y sig. 
(73 a} J. C~romínas, VI. Infernal. Kongress f1i,. Ntmtenforscha,.g, pá-
gina us. 
SUFIJOS EN <-Z», ESPECIALMEN~E LOS PATRONÍMICOS 397 
gina 13), ArielcejArielz (pág. r8). No acumulamos nombres .que 
nos parecen oscuros en su etimología y que pueden verse en el 
citado ·repertorio · de Corona· Baratech. 
9. Hacia levante, la frecuencia de los nombres-en -z dismi-
nuye mucho. En el dominio del catalán la evoludón de -ce con-
funde esta terminación con otras varias, así que sólo es reconoci-
1Jle cuando ¡;ontamos con formas antiguas. 
Ya hemos indicado en Lérida Kasa Muniz, hoy Carmeníu, 
rorma que nos indica que -iz llevaba el acentó. En el mismo do-
ctúnento hay Stamariz, igualment~ con acento agudo, hoy Esta-
maríu. posiblemente afín al topónimo Tamariz con un prefijo; 
M alangez, grafía visigótica ( ng = nn) que en el siglo _XII se 
~ranscr'ibió Malannez, hoy Malanyeu, o con grafía castellaJla 
Malañeu (Barcelona); hay además en el mismo documento Civice, 
en el siglo XII Civiz, hoy Civís (Lérida) -(74h Illa Curriz, hoy 
La Corríu (Lérida) ; Lazouez, posteriormente Lauuez, sin identi-
ficación moderna; y Oruz, hoy Urús (Gerona). 
En la mitad meridional de la Península continúan los topóni-
mos con -z escaseando en comparación con el norte, y sobre todo 
con el noroeste (75). 
Caraquiz, casa de labor de Guadalajara, parece derivar de Ca-
racca, la ciudad de los Carpetanos. 
Albánchez (Jaén, Almería), pueblo y arroyo; derivado de un 
Albantia como el que da nombre al río Aubance (Maine-et-Loi-
re) (76). La eh es pronunciación mozárabe. 
Narváez (Jaén, Granada: dos cortijos), también apellido ra· 
(74) Los topónimos de 839, con su · transcripción en el siglo XII y st 
correspondencia moderna, está hecha por P. Pujo! en Estttdis ronulnics IT 
págs. 92-II_5, y la reproduce Rovira y Virgili, Hist. de Cata/11-nya III, pá-
gina ror y sigs. Meyer~Lübke asocia Civís a otro topónimo Civit (o Sivit) 
CJUe· hay en la misma provincia de Lérida (Butll. XI, pág. 5). 
(75) En el s.ur hay que tener más presente la probabilidad de etimo-
logía árabe acudiendo ·a la Co,~tribucióll- a la topo11. árabe de Esp.; Por 
)J. Asín ~1940), no ya para loo más conocidos {Aleara:::, Iznalloz, de.), sino 
para algunos, como Mogarraz (Salamanc¡¡.), -que parecen asociables a lo~ 
antropónimos con -rr-, como Munarriz (§ 6). 
(76) Cf. Holder III, col. 549; el mismo nombre en ríos d~ Austria, 
H. Krahe, B::N I, pág. n8, TI, pág. 227. Citemos aquí, pot vecindad geo-
gráfica, el nombre de Mo11tánche:::, cabeza ·de partido en Cáceres-. 
398 BOLETW DE LA REAL .ACADEMIA ESPAÑOLA 
dicado en Baeza, famoso en 1os ·primeros añOs del siglo xv; Nar-
baiza, año IOZ5, pueblo de Alava llamado hoy Narbaja (77).; Nar-
baiza (7 en ·Guip.), variantes Narbaizeche: Narbaizena {Guip.); 
compárese Narba (Cerdeña), Narbona . (Piamonte), Narbfmeta 
(Cuenca), Narbo y Narburw (N-e-r-o-n~ce-n . en las monedas en 
letras ibéricas), que es ilirio-ligur. 
Jerez corresponde .sin duda (a pesar de Hübne:r, RE III, 
col. 1979) a la forma antigua _Ceret, CeritJ atestigUada en una 
lápida y monedas, y el nombre recuerda el de los Ceretan_i pire~naicos,; podría ser un nombre ligur. como el de Asta, y en la 
región estaba el lacus Ligustinus. 
10. Hemos aludido ya a nombres que parecen llevar_ el mis-
mo sufijo en Italia, en Sub. y en Francia (78) . Abundan · ex-
traordinariamente en los _Alpes . . Citemos ~tÍos · pocos: 
Établoz < stá.bulum, junto a Étavel (Aosta) ; ljovailloz . (Do-
modossola) y río Artanavaz (igualmente en-Aosta): Para Novail-
loz cf. Novaglia y Novaglie. 
Mersavéz o Monte Frígido en Goricia; Gólaz en Istria (79), 
cf. topónimos como Gola 'garganta, desfiladero', Gol.aseca; Bér-· 
godaz y Bergod en Istria . (&:l); J?.ú~siz (G~rizia) (8r), fre~te a1 
frecuente topónimo Russ'e; Domáz (Brescia). 
(77) ·Carltd. San Millát!, pág. 104- También Sancio Gomiz 'de Narwiza, 
año .1071, Llorente, Prov: Vasc. III, <pág. 4o8. 
(78) J. U. Hubschmied·, en carta de l7 de . enero de 1950, =e· advierte 
que los .nombres . en -az, oz de. Suiza, Aosta, Piamonte, Saboya, A in,. ter-
minan realmente en -a, -o; la z procede de una impertinente mGda que los 
notarios toman a fines de la .Edad Media de añadir a la vocal final un 
rasgo de adorno. Respetuoso con esta indicación de un conocedor del país, 
aunque sea difícil comprender cómo un impertinente adorno gráfico Ctlbrió 
tan ·extenso territorio de topónimos -a,z, -oz, me permito observar que .!a 
diferencia de acento señalada por el Indice del Tour~ng Club en los .casos. 
en que coexisten Bálma y Balmaz, Eztrapiéra y Eztrapieróz !}Os muestra 
que no se trata de un r.asgueo de pluma, sino de dos estructuras· morfol9· 
gicas distintas. 
(79) Así descrito en el Indice della Carta d'Italia del Touring ~lub 
Italiano: Golazzo en la carta 13 bis, Golazzo o Golac en ·¡a Cuida . ge11 •. 
amministrativa; de A. Melis (1928). 
(Bo) Bergodaz en el Indice-della Carta; ·Bergod en la. Cuida, de Mellis: 
(Sr) Ru.sici en la Cuida, de Meljs. 
SUFIJOS EN <-Z», ESPECIALMENTE LOS PATRONÍMICOS 399 
En Suiza: Tremetta.z, Comballaz, .Combáz, cuyo apelativo com-
ba 'valle', de origen céltico, sobreviye en varios · dialectos (8z); 
Rennaa; Mazembroz, y con o cerrada Arnóz, equivalente a la ter-
minación -uz. 
Junto a mudws lugares que se llaman Balma, Balme, La' Bal-
me (el apelativo balma 'cueva, caverna' se conserva en dia~ectos 
del norte de Italia, sur de Francia y levante de España, REW 
912), hay La Balmáz, caserío a orillas· del Ródano en Suiza, y 
el Rocher de ·la Balmaz, ·cumbre rodeada de otras con igual su-
fijo: forclá.z, Tete d_u Torráz, etc. 
En el suroeste de Francia: Chevenoz (Haute-Savoie), Eche-
venóz (Aosta), Echenoz (Haute-Saone); que suenan como el vasco-
ibérico eche 'casa'; Torragnoz (Doubs). 
Mucho más al norte tenemos: Condroz (al sur de Namur), que 
Krahe (83) relaciona aon el antiguo nombre. tribual Condrusi, el 
pagus Condrustis y las divinidades Matronae Cantrusteihiae (CIL 
XIII 3585, hacia Bruselas, ibid., 788<>, hacia ']riílich). 
l-1. El sistema onomástico constituido en Roma en la época 
republicana, o sea el triple nombre ( praenomen individual, no-
men de la gens, casi siempre acapado en - ius; y cognomen), llegó 
a desusarse en el Imperio hacia el siglo- v (84-), entre otras causas 
por influjo del Cristianismo que · prefeda el nombre bautismal 
único, fuese bíblico, mart~!"ial o místico. El nombre único de Jos 
germanos aontribuyó también por su parte poderosamente a arrui-
nar la tradición romana ; los germanos contaban con una amplísima 
facilidad , casi ilimitada, para crear nuevos nombres, formando 
uno simple o uri derivado o un compuesto de dos elementos, que 
por sí solo bastaba para distinguir a cada persona (entre los 32 
reyes godos no se repiten más que dos nombres). Por consiguiente, 
en España, durante la época visigoda, las personas figuran en los 
(&2) · Corominas I, pág. 863 y sig. 
(83) Sprachliche At~fgliedemng und Sprachbcwegun,qen i" AUeuropa 
.'\.cad. Maguncia, 1959, pág. 19. 
(84) W. Schulze, . Lat. Eigetmomen, pág. 488, seña1a (jUe el dicho de 
Ausonio, tria nomina nobiliorum, denota que el sistema ya estaba desde antes 
en decadencia. Véase de este autor (pág. 404 y sigs.) las observaciones sobre 
la caída cada vez más frecuente deT praennmen. 
400 BoLETÍN DE LA REAL .ACApEMIA ESPAÑOLA 
documentos ·y en las historias con un solo nombre; y : lo mismo 
sricede en el primer siglo de la Reconquista: lermogilde, Ermia'"' 
rius, Adosindus, Didaws, basta para desigl).aT a las personas--eri 
Lugo, 747; Ego Auezano gt uzor m-ea Adosinda; sin más; o .bien. 
Auzt:ino, Desterigo, Adaulfo, .Didaco, etc;, a secas, basta también 
en· Lugo, 757, 700 (85). 
Sólo a: .comienzos de~ siglo IX se hace manifiesto un gran cam-
bio : la costumbre de poner, tras ·el nombre propio, . el del padre. 
Y a en Roma se halla el nombre del ; padre en genitivo, normal~ 
mente , con la indicación filius, pero este viejo uso se abandonó 
con todo el sistema romano. Cuando en el occidente de la Ro-
manía reaparece un uso análogo en el siglo rx queda limitado al 
reino asturiano y a la Francia del suroeste, es decir, a la Was-
conia o Aquitania. Eginhardo (muerto en 840) en . sus Anales 
del reino de los Francos, -hablando de la rebelión en 819 del 
Duque de Wasconia, le llama "quidam wasco Lupus Centulli 
cognomento", la única persona a quien el. historiador caroÚ~gio 
designa con dos nombres, los dos, por cierto, muy usados en Gas-
cuña; pero no de origen vasco, sino de tradición romana (86) . 
Por entonces aparece también _ el uso en el reino asturiano, po-
niendo el nor11bre del padre, ora en genitivo, ora en forma de-
rivada, con la terminación -z. En 832, e1 rey Alfonso el -Casto, 
hablando de sí misrno y de su .antecesor Alfonso I, dice: "Ego 
Adefonsus rex Froyla.ni re gis filius... rege domino Adefonso 
Petri ducis filio", pero los testigos llevan .el nombre a secas: Er~ 
miarius, Rat1emi.rus, Froyla, etc. (87). Otro diploma de Alfon-
so II el Casto dirigido al obispo de Lugo en 835 va confirril.ádd 
por seis -personas -civiles que llevan el nombre ·del padre en geni-
tivo: Aifonsus Ouellini (cf. Ouillius, usado en época romana. 
(85) Esp. Sag,.. XL (1796), págs. 364, JÓS, 367. 
(86) Lupus es muy usado (como u,.sus, Ape,., etc.), aunque puede supo-
nerse traducción del vasco Ochoa, que también significa. 'lobo'. También 
es·muy·usado CentnJlus y Centulliw (Schulze, págs. IIS, 149; De Vit). 
Después de Aquitania aparece en Languedoc desde fines del .siglo x el 
doble nombre, · formado sobre -todo con el del padre y a.compañado. de la 
palabra filiu.s. Este uso se propaga por el norte de Francia en 'el siglo ·-xx : 
f... ·Giry;• Manúel de Diplo1Mtir¡Jfe (1894), págs. 359-61. 
(87) Esp. sag,.. XL, pág. ·'ft.J y sigs. 
SUFIJOS EN C-Z», ESPECIALMENTE LOS PA'l'RO~ÍoMICOS 401 
Schulze, pág . .202); Ermegildus Froyla11i, Formaricus Sendoni, 
etcét'era, pero uno sólo . aparece en otra forma, N unus Gutierris; 
donde S6 ve el sufijo -z con · grafía latinizante, y por otras siete 
personas civiles y dos eclesiásticas que no usan más que un nom-
bre (88). El sufijo si11 disfraz latino le vemos, por. primera vez en. 
Galicia, en un docuinerito de -la Catedral de Lugo, del año 837:, 
"Domina Exsemena Moniiz . .. Ego Exsemena Moníniz ... fazio 
libertate Mariane Monizi" (&)). 
Esta nueva manera onomástica no es de origen erudito o cle-
rical. Muy lejos de eso, los clérigos la rechazaban tenazmente. En 
los sÍg!os rX; X J XI; los obispos, los abades y los presbíteros no 
usan' por lo . .:omún más que un solo nombre; los diáconos alguna 
vez, aunque pocas, se · nombran con patronímico: "Fredenandus 
diaconits Guterri, Nunnus diac<inus Siloni" 955, "Gudesteus dia-
conus Ruderici proles" 978 (90). 
Los dás primeros ejemplos aceptables del sufijo -z como pa-
tronímico ocurren en. Castilla. El poblador de Brañosera . (Pa-
lenci~), en 824, reinando Alfonso II el Casto en Oviedo, se llama 
"ego Monnio ·Nunniz ... comite "Monni Nunniz" (9I). 
(88) Esp. sagr. XL, pág. ,38o. Los genitivos -is son seguros casi úni-
camente en los temas en -on ( Munnionis, Emr-econis); los nombresgenná-
nicos en -a no .hacen·e) genitivo en -anís, sino en -ani (Uimarani, Froilani 
etcétera); así Nunus Piniolis y Oveccus Pinioliz, que concurren en un dor 
de g86 (Rev. Hisp. ·x, pág. 430), deben tenerse igualmente por casos. de 
sufijo -iz. 
(89) En C. Sánchez Albornoz, Cuadernos de Historia de España I y ,U. 
Buenos Aire5, 1944, pág. 323, nota. 
(90) En una colección de documentos, que ·dan 1.090 casos de nombre 
doble, . sólo halié 14 diáconos que se nombran con el nombre de su padre,. y 
todos · en documentos leoneses, no en castellanos (Escalona, H ist. del M onast. 
de Sahagún, pág. 835 a, año 923, págs. 836 a, 391 b, .392 b, 394a, ~ año 
978; 'Ferreiro, Hist. lgl. de Santiago II, Apénd., pág~. 155 y 169). De pres-
bíteros sólo hallé tres casos (Ferreiro, Apénd., pág. 122, año 936, y Cartul. 
Es/onza, pág. 57, año Y43, nombre paterno mozárabe: Guimara presbiter 
filius Zalama) . Abades y obispos no hallo ninguno con patronímico en. mi 
colección; fuera de ella puedo señalar: Nunnu Albarez abba, que rige el 
monasterio de :Buezo, en Bureba, en 950 (Rev. Hisp. VII, pág. J24, n. 1) 
y Munnio Assuriz abba, que en 944 confit111a un documento del conde Fer-
nán González (Cartll}. Scm Millán, pág. 41). 
(yi) Del original que se conservaba en el monasterio de í\rlanza exis-
26 
402 BOLETfN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
Después utiil. donación a la Catedral de Oviedo, año 853, nom-
bra "in Ca:stella, in territorio de Amaia ... partem de Asur Fan-
nez ... térmiho de Asur Fanniz ... término de Annaia Roic"; es 
una escritura conservada en copia del siglo xn {92), que sin duda 
moderniza en la iorma R()i{; va confirmada por el rey Oidoño y 
cuatro personas eclesiásticas y cuatro civiles, designadas pOr un 
solo nombre cada una.· 
Luego, en sendos documentos del valle de Lora (al norte de 
Burgos) y de Ala va se nombran "V ennude Albarez", año 862, 
y el '.'senior Sarrazini Munnioz", 873 (93). 
Por entonces aparece también en Portugal: "Vutierre M en-
diz". entre 850 y 866, "Menendus Menendiz, Teodila Gudiniz, 
Gudinus Gundesalbiz", 897 (94). 
En documentos referentes a Galicia: "Pelagius Petriz", 883, 
"Munnio Muniz ·comes", 889 (95). 
Parece que el centro del reino leonés (territorio de Oviedo, 
León, Zamora) iba algo retrasado en este uso, pues no me ofrece 
ten buenas copias. La fecha parece irreprochable porque da bien el día del 
mes y de la semana: L. Serrano, Cartul. de Arlansa, págs. 1-3. Floriano 
Diplomn.tica española, Oviedo, 1949, pág. 161, sospecha interpolado el patro-
n!mico Nunnis; pero en apoyo de su autenticidad nótese que Sandoval. 
Cinco Obispos, 1634, pág. 293, nos hace creer con seguridad que el original 
de! Fuero de Brañosera, que él vio y califica ·de ."notable escritura", tenía 
confirmaciones originales de cada confirmante, .pues a cada uno le pone un 
signo o cruz testifical y nos deja· ver que las suscripciones que el Fuero 
tiene del siglo x eran también originales de letra diversa, pues nos dice: 
"En la misma piel de esta escritura están las confirmaciones siguientes" 
(v. Bol. Acad. Hist . CXXXIV, 1954, pág. 15 n.). Es hipercrítica el recha-
zar por singulares las primeras manifestaciones de una. costumbre que 
siendo primeras, han de ser singulares. No aducimos la dotación de la igle-
sia de Valpuesta, año 8o4, porque ·sus suscripciones ~n muy posteriores a 
esa fecha, v. Barrau-Dihigo, Rev. Hisp. VII, pág. 293 n. 4 y 287-89 n. y 
XL VI, pág. 4. Tampoco me sirvo del doc. de "Adelgaster · Siliz", . "Adel~ 
gaster filius Silonis regis" por estar muy fundadamente sospechado (Esp . 
..sagr. XXXVII, pág. II4-16 y 300); doc. vulgarizado por E. Monaci, Testi 
basso-latini e volgari della Spagna (1891), pág. 2. 
(92) Becerro gót. 3 de la catedral de Ovi'edo, fol. 15 v (muy mal leíd.> 
~n Esp. sagr. XXXVII, pág. 321: Alonaia, Asusfanes, Amaia Raíz). 
(93) . Cart. San Millán, págs. ·w y ig. 
(94) PMH, Dipl. 2 y 12. 
(95) Ferreiro, Hist. Iglesia de Santiago II, Apénd., págs. :z8 y 46. 
SUFIJOS EN «-Z», ESPECIALMENTE LOS PATRONÍMICOS 40J 
eJemplo alguno coetáneo en la colección que he reunido para este 
objeto. 
El Epítome Hi&t&ico Ovetense, acabado -el año 883 (9{)), ha-
blando de la invasión musulmana en Castilla, el año 882, dice: 
"Uigila Scemeniz erat tune comes in Alaba ... Didacus filius Ro-
derici erat comes in Castella, Castrum quoque Sigerici ob aduen-
tum sarrazenorum M un ni o filius N ttnni heremum dimissit". Es 
decir, el escritor ovetense se muestra refractario a usar la termi-
nación vulgar -z para el conde de Castrogeriz, probablemente hijo 
del Monnio Nunniz que otorga el fuero de Brañosera, y le llama 
"filius N un ni" ; lo mismo hace con el Conde de Castilla, y sólo, 
parece que a más. no poder, cree que un Conde alavés va mejor con 
-z: Vela liménez ,· caso notable: Álava no estaba romanizada, pues 
hablaba vasco, y su conde se distingue con el patronímico popular. 
No se trata de una costumbre exclusiva de aloos personajes, 
no son los hijos de padre ilustre (filii bene natorum, filii de al-
go) (97) los que sienten la necesidad de ostentar y recalcar su 
prosapia, sino que es un uso ampliamente popular-nacional, más 
arraigado entre las gentes humildes que en las clases pudientes. 
De las once caserías de siervos que en Pravia tenía la Cate-
dral de Oviedo hacia Sso (98), cuatro son designadas con un solo 
nombre de su represenfante, y seis con nombre más patronímico. en 
-z: "casata de Veremundo Ectaz debent sedere piscatores (99), 
casata ··de Flayno Guntriguiz debent sedere canalizas et toturn 
seruitium facere ... Giti Ftigilaz geiftiit Garcia Citiz, {Garcia] Citi 
genuit Vellit Garciaz, quorum progenie debent esse canaliegoL. 
(96) Es la crónica llamada Albeldense, ed. Gómez-Moreno, en el Bol. 
Acad. Hist. C, pág. 6o6. Otra edición, Esp. Sagr. XIII, pág. 456 y sig. 
Otro cronista leonés, Sampiro, usa el genitivo sin filiu.s: Munio Fredinandi, 
Froila Veremundi (Esp. Sagr. XIV, págs: 4ÓI y 452) . 
(97) Para estas dos expresiones, cuyos primeros ejemplares son res-
pectivamente de los siglo x y xu, v. CantM de Mio Cid, pág. 6gr. Meyer 
Lübke, Introd. (trad. A. Castro, 1926), pág. 367, ·piensa en altas clases 
sociales para el uso del apellido, pero el patronímico con sufijo es cosa 
aparte . 
. (98) T. Muñoz, Co/ecció'~ de Fueros (1847), pág. 424, calcula la fecba 
de este documento entre 8r8 y 866, años de los dos documentos que pre-
ceden y siguen en el Tumbo gótico -de la catedral ovetens~ fol. 15 V: 
(99) Noticias y sugestiones sobre Ecta, en Meyer-Lüb.ke, Natnenstud 
* 
404 BOT.ETiN DE LA REAL .ACADEMIA ESPAÑOLA 
et leuare noces ad_ O~e_tp", etc., donde venía el patro_nimico regu-
larmente establecido en todas las generaciones de estos siervos, y 
utiliza,do pa~ identificar . a las .persqnas afecta!¡ a determinados 
servicios. Lo mismo vemo~. en la lista de. pimad~·ros que servían en · 
el monasterio gallego de Celan ova hacia 94?: "Roderi~s pistor 
genuit Luua RM.deriz et Vincentium Rudf]riz.:. Luua- J?.ude_riz 
genuit Sesnando Lu~.z et Marina Luuq,z ... Vincentius Ruderiz 
genuit Igni Vincentiz ... ", etc. Y así se cat~lqgan multi.tud de fa-
milias serviles . en las cuales . abundan patronímiros de origen ge¡:--
mánic;o: Uimaraz, Balduz, Fernandiz, Sesna~diz, Miriz, más que 
de origen romano-cristiano: Martiniz, Pelaz, Petriz {roo). Lo mis-
mo los ·nombres de caseríos . en Alava donados en 951 al . monas-
terio de San Millán, se llaman Monnio Semenoz, Musca Telluz1 
Tellu Lone:;, etc., y un mezquino o siervo de Langa rica en Ala va 
donado a San Juan de la Peña en 1701, se llama Nunnu Gar:c 
cez (rm). Un diploma del rey de Navarral en 1051, lleva como 
fiadores tres "de infanzones.'.'., todos con p¡¡.tt:onímico -ez, y cua~ 
tro "de villanos: Sancio Telloz, Monnio For~ez, Dominico Blascoz, 
Gonzalvo Beilaz" (Cartul. San Mil4].n, pág. 18.3). Igualmente en-
tre los plebeyos de Portugal donados por la infanta Urraca en 
1066 a la iglesia de Santiago, dos llevan patronímico; Arias Gun-
salvez y Didaco Gundulfiz (roz).

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