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ESPACIO URBANO Y DERECHO A LA CIUDAD: UNA APROXIMACIÓN AL PROCESO DE TRANSFORMACIÓN URBANA DEL BARRIO BOSTON Y LA PROYECCIÓN DE SUS HABITANTES 2012-2015 TRABAJO DE GRADO PARA OPTAR AL TÍTULO DE POLITÓLOGA MODALIDAD MONOGRAFÍA Autora: Yhocelin Bravo Garcés Asesor: James Granada Vahos PROGRAMA DE CIENCIA POLÍTICA FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA MEDELLÍN 2022 1 Dedicatoria A las mujeres de mi hogar por ser fuente de inspiración y motivación para el logro de mis objetivos. 2 ESPACIO URBANO Y DERECHO A LA CIUDAD: UNA APROXIMACIÓN AL PROCESO DE TRANSFORMACIÓN URBANA DEL BARRIO BOSTON Y LA PROYECCIÓN DE SUS HABITANTES 2012-2015 Tabla de contenido INTRODUCCIÓN 3 CAPÍTULO I. Contexto situacional de la problemática de demolición de vivienda tradicional para la construcción de vivienda en altura y espacios de servicios 4 Las transformaciones urbanas como política neoliberal en Colombia 5 Transformaciones urbanas y derecho a la ciudad en el contexto municipal 9 El Centro de la ciudad como escenario estratégico de transformaciones urbanas 10 El barrio Boston de sector de vivienda a sector de servicios 11 Justificación 17 CAPÍTULO II. Memoria metodológica: para la comprensión de la configuración del derecho a la ciudad a partir de las transformaciones urbanas 18 Consideraciones éticas 25 CAPÍTULO III. Análisis sobre el Derecho a la ciudad 26 El derecho a la ciudad desde la percepción de los habitantes del barrio Boston 32 CAPÍTULO IV. Análisis sobre las Transformaciones urbanas 35 Las transformaciones urbanas desde la percepción de los habitantes del barrio Boston 38 Transformaciones urbanas y derecho a la ciudad 43 CONCLUSIONES 44 BIBLIOGRAFÍA 48 Lista de mapas Mapa 1: División barrial comuna 10. Medellín, Antioquia- Colombia 11 Lista de tablas Tabla 1: Matriz categorial 21 3 INTRODUCCIÓN El barrio Boston, ubicado en el centro oriente de la ciudad de Medellín ha sido considerado un referente tradicional de ciudad correspondiente a su historia y a los procesos socioculturales que han experimentado residentes y visitantes. Sin embargo, actualmente los residentes del barrio evidencian cómo, con el pasar del tiempo, esas implicaciones históricas y culturales que han caracterizado al barrio, se desvanecen con los procesos de transformación urbana que supone la modernización. La unidad espacial elegida para la investigación fue definida entre los años 2012-2015, ya que aunque el proceso de transformación urbana del barrio Boston bajo las directrices del neoliberalismo en Colombia, datan de la década de 1990, durante la Alcaldía de Aníbal Gaviria y bajo el “Plan de Gestión de la Intervención Integral del Centro” se comenzaron a profundizar las dinámicas de transformación urbana de la ciudad de Medellín, pasando de ser un referente de ciudad industrial para convertirse en un referente de servicios; por supuesto que esto tuvo impacto directo en el barrio Boston, pues actualmente con la afluencia del sector inmobiliario y de construcción y el sector servicios, sobre lo construido se genera un proceso de demolición de viviendas de arquitectura republicana y se reemplazan por las edificaciones en altura. En ese sentido, la pregunta problematizadora que se planteó fue ¿Cómo se configura el derecho a la ciudad a partir de las transformaciones urbanas presentes en el barrio Boston durante el período 2012-2015? y el objetivo de la investigación fue comprender la configuración del derecho a la ciudad a partir de las transformaciones de la infraestructura urbana en el barrio Boston en el período 2012-2015. Los objetivos específicos que se trazaron fueron: identificar el papel del Estado, el sector privado y los habitantes en las transformaciones urbanas del barrio Boston; y, analizar la correlación entre el actual modelo de ciudad de Medellín y las transformaciones urbanas presentes en el barrio Boston. Para el logro de dicho propósito se empleó un análisis cualitativo y las entrevistas como recurso metodológico. Como instrumento de recolección de datos se empleó la entrevista, la información recolectada por medio de esta técnica fue autorizada por los entrevistados, garantizando que la información fue utilizada con fines académicos. 4 Se empleó el recurso bibliográfico para la clasificación y posterior conceptualización de las categorías de la investigación, se emplearon tesis, artículos académicos, el Plan de Desarrollo 2012-2015 y el Plan de Gestión de la Intervención Integral del Centro, prensa y recursos fotográficos y audiovisuales del barrio. Para la clasificación de los documentos se emplearon fichas bibliográficas, y se utilizó una matriz categorial para la clasificación de las categorías de análisis y sus variables. Este informe se divide en cuatro capítulos más las conclusiones. En el primer capítulo se aborda el problema central de la investigación. En el segundo capítulo se explica la metodología y las técnicas empleadas. En el tercer capítulo se plantea el enfoque teórico y se analiza el “Derecho a la ciudad”. En el cuarto capítulo se analizan las “Transformaciones urbanas”. Para finalizar se presentan unas conclusiones referidas al trabajo y se añade la bibliografía consultada. CAPÍTULO I. Contexto situacional de la problemática de demolición de vivienda tradicional para la construcción de vivienda en altura y espacios de servicios Según información proporcionada por Cristina Rodríguez (2011) en la página web “Legado Antioquia”1, el barrio Boston nace en el año 1908 en lo que antes era un extenso terreno llamado “La ladera”. Actualmente el barrio Boston hace parte de la Comuna 10 La Candelaria y se ubica en el costado oriental del centro de la ciudad de Medellín-Colombia. El nombre del barrio se le debe al señor Germán Villa, quien en su momento donó un terreno para construir una plaza con el requisito de que dicha plaza llevará el nombre de la ciudad donde realizó sus estudios (Boston EE. UU). Los procesos de transformación urbana a lo largo de la historia han servido para marcar un antes y un después en la construcción de los territorios. En la actualidad en algunos de estos procesos 1 Para ampliar más información visitar el sitio web: https://legadoantioquia.wordpress.com/2011/07/05/barrio- boston/#:~:text=El%20barrio%20Boston%20se%20encuentra,y%20se%20llamaba%20La%20Ladera Consultado el 15 de febrero del año 2021. https://legadoantioquia.wordpress.com/2011/07/05/barrio-boston/#%3A~%3Atext%3DEl%20barrio%20Boston%20se%20encuentra%2Cy%20se%20llamaba%20La%20Ladera https://legadoantioquia.wordpress.com/2011/07/05/barrio-boston/#%3A~%3Atext%3DEl%20barrio%20Boston%20se%20encuentra%2Cy%20se%20llamaba%20La%20Ladera 5 convergen actores estatales, privados y sociales, además, dependiendo del período de tiempo en el que se ubiquen dichas transformaciones, estas tendrán que responder a unas lógicas económicas, políticas, sociales y culturales dentro de un determinado contexto. De acuerdo con Rhodes (1997), En la gobernanza moderna, las instituciones estatales y no estatales, los actores públicos y privados, participan y a menudo cooperan en la formulación y la aplicación de políticas públicas. La estructura de la gobernanza moderna no se caracteriza por la jerarquía, sino por actores corporativos autónomos (es decir, organizaciones formales) y por redes entre organizaciones (p.53). De la misma manera, las transformaciones urbanas pueden catalogarse como un proceso político en la medida en que se requiere de una concertación en la toma de decisiones relacionadas con la planificación del espacio urbano. Siguiendo a Jordi Borja (2005), “Lo urbano es un insumo de la ciudad que hay que materializar a través del ejercicio de la democracia, la política, la participación y la ciudadanía” (p.30). Las transformaciones urbanas como política neoliberal en Colombia Si se hace un análisis de la transformación de los territorios en Colombia durante la época colonial, se puede decir que dicha transformación fue una construcción social bajo la sombra de un imaginario impuesto por la sociedad europea al interior de la América conquistada. Tal como lo expresa Thomas (1989) citado por Yolanda Hernandez Peña (2010), “en el imaginario de la época la tierra buena y bonita era sinónimo de tierra cultivada, por su parte, las áreas silvestres, montañas y pantanos eran considerados como los símbolos vivos de lo que merecía ser condenado”. (p. 98) Esa connotación de la época colonial ha servido entonces para sentar algunas bases de lo que hoy se entiende por ciudad. Actualmente en Colombia la transformación urbana tiene un fuerte impacto económico, ante la emergencia de una creciente economía global y la difusión de unas políticas neoliberales en el marco del desarrollo mundial, el país ha abogado por el ajuste de aspectos como la reestructuración del espacio, para así adecuarse a la idea de modelos de ciudad. 6 De acuerdo con Carlos Duarte y Marlyn Vargas (2013), El cuarto y actual modelo de ciudad en Colombia está relacionado con la apertura económica que cambia con la lógica proteccionista como estrategia económica. Este modelo se hace evidente a partir de 1991, cuando la nueva Constitución Nacional ampara el anclaje de las ciudades a las dinámicas del libre mercado y la globalización2; donde se destacan cuatro momentos vinculados a los proyectos de planeación nacional: 1. Una política urbana nacional donde se fortalezca los “corredores” de integración económica (1995); 2. Una política de densificación urbana con la propiedad vertical (2004); 3. El plan de construir y desarrollar ciudades amables durante el gobierno de Álvaro Uribe, enfocando en la política urbana que se propone generar, de manera planificada, el desarrollo de áreas urbanizables con infraestructura y equipamientos adecuados para solucionar los problemas de transporte y vivienda, articulando a las ciudades con el mundo (2008); 4. A partir del cambio de gobierno, el ex mandatario Juan Manuel Santos direcciona el Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014 hacia la “Prosperidad para todos”, poniendo fuerte énfasis en las regiones como motor para empujar el desarrollo de las ciudades hacia el mercado mundial. Desde este enfoque, lograr la prosperidad es lograr niveles de crecimiento y desarrollo socioeconómico, sostenible y convergente, reconociendo y aprovechando las diferentes capacidades económicas, sociales, institucionales e iniciativas de desarrollo regional. (p. 3) Es así como tras lo estético se guardaba una pretensión por ocultar las precariedades y dificultades sociales de los sectores más desfavorecidos de la ciudad. Algunos de los proyectos urbanos que se han venido ejecutando en el país, son un claro reflejo de la tendencia del Estado de abandonar su papel regulador transitando a una función de facilitador de los intereses del sector privado en la decisión y ejecución del ordenamiento territorial. Dicho modelo económico ha ido arrasando con el tejido social y urbano, dando paso a modelos de desarrollo que poco a poco han ido sustituyendo las dinámicas de integración social y territorial que en este caso antecedieron y trazaron por mucho tiempo al barrio Boston.3 2 Artículos 334,335 y 336 de la Constitución de 1991 de Colombia sobre la apertura económica y el libre mercado. 3 Ver por ejemplo “Boston siente que se esfuma lentamente su memoria”. Publicación periódico El Colombiano. https://www.elcolombiano.com/antioquia/boston-memoria-que-se-va-y-se-va-AC8466406. Consultado el 15 de febrero del año 2021. https://www.elcolombiano.com/antioquia/boston-memoria-que-se-va-y-se-va-AC8466406 7 Señala Manuel Castells (1979) al respecto que, El polo local se desdobla en un tipo de comportamiento moderno y un comportamiento tradicional, siendo el segundo constituido por el repliegue de una comunidad residencial sobre sí misma, con gran consenso interno y fuerte diferenciación respecto al exterior, mientras que el primero se caracteriza por una sociabilidad abierta, aunque limitada en su compromiso, ya que coexiste con una multiplicidad de relaciones fuera de la comunidad residencial”. (p. 120) Así mismo para darle fuerza a lo que señala Castells, Julio Alguacil Gómez, María Medina del Río y Carmen Moreno Caballero (1997), señalan que, [...] Lo micro, lo específico, lo local, se hace más dependiente de modelos totalizadores, la esencia se diluye como azucarillo en vaso de agua, en un sistema urbano reconvertido en modelo, en una ideología justificada y apoyada por una gestión del desarrollo tecnológico y unos usos energéticos que orientados en determinadas direcciones unívocas favorece la movilidad, la difusión de las actividades y la segregación de las funciones urbanas. Este modelo totalizador es posible por el desbordamiento de la urbanización en donde el concepto de ciudad pierde su propiedad para expresar una realidad territorial y demográfica que constituye nebulosas multinucleares caracterizadas por la discontinuidad del modelo de ocupación del territorio. Aparecen así, nuevas acepciones sustitutivas del concepto de ciudad y de desarrollo urbano para definir una urbanización cada vez más indefinida e imprecisa: conurbación, aglomeración urbana, área metropolitana, megalópolis, entre otras. Es incuestionable que el avance del modelo de la urbanización (metropolitano) va aparejado al retroceso de lo urbano (la ciudad) lo que lleva inevitablemente a una expansión en el terreno ideológico del pensamiento simple: entre los ámbitos extremos del alojamiento y la metrópoli apenas hay posibilidad de supervivencia para los ámbitos intermedios, tildados inadecuadamente de preindustriales, y como consecuencia de ello no hay lugar para la sociodiversidad, para las subculturas, para las identidades diferenciadas. (p. 15) Tras la idea de progreso viene el impacto negativo en las comunidades barriales, pues son proyectos que han incurrido en la promoción de la desigualdad social y espacial, la exclusión y desplazamiento de amplios sectores de la sociedad y la privatización de los espacios; la prevalencia 8 del interés general sobre el particular presentado bajo esquemas técnicos de planificación, permite evidenciar el despojo progresivo de la subjetividad política de quienes habitan los barrios y, la primacía de lo económicamente viable. Añaden Juan David Gelacio, Hernan Dario Martinez y Gilda Wolf (2019). De esta manera se puede atribuir una especie de urbanismo que selecciona sus afectados y beneficiarios de forma deliberada desatendiendo procesos sociales y colectivos de asignación de sentido social al espacio, para darle paso a las representaciones urbanas desde lo efímero de la valoración netamente patrimonial del territorio. Las familias afectadas por el urbanismo neoliberal son sujetos descartables per se y son deliberadamente sometidos a nuevos procesos de periferización y exclusión del desarrollo. (p. 528) Desde la mirada del derecho a la ciudad se ha puesto en el centro de la discusión a dichos modelos que funcionan bajo unos patrones exclusivamente económicos, lo que a su vez, ha comportado una instrumentalización del derecho a la ciudad. Siguiendo a Do Rio Caldeira (2007) citado por Frank Molano (2016) en su texto “El derecho a la ciudad: de Henri Lefebvre a los análisis sobre la ciudad capitalista contemporánea”, afirma que, El derecho a la ciudad mantiene su vigencia precisamente porque la intervención urbana del capital financiero y la privatización de los servicios urbanos y del suelo urbano han profundizado aún más las contradicciones sociales urbanas que estudió Lefebvre. Hoy tenemos mayor crecimiento económico,expansión urbana y mejores condiciones tecnológicas para diseñar la ciudad, sin embargo los mecanismos de segregación espacial, el empobrecimiento de la experiencia urbana y la restricción de la participación y la democracia urbana dificultan el acceso a la ciudad a la mayoría de sus habitantes. (p. 4) Además, como sostiene el urbanista estadounidense Mark Purcell (2007), quienes estudian la ciudad en clave del derecho a la ciudad, suponen que la reestructuración urbana impulsada por el capitalismo financiero y el modelo neoliberal, al tiempo que han llevado a la privatización de los servicios públicos urbanos, han limitado el acceso ciudadano a las decisiones sobre la ciudad. (p. 4) 9 Transformaciones urbanas y derecho a la ciudad en el contexto municipal En el caso de Medellín se pretendieron unas dinámicas de transformación urbana que derivarían en un proyecto de transformación urbana integral que, acompañado de una estrategia de urbanismo social, buscaría reemplazar el concepto que definió por varias décadas a Medellín como una de las ciudades más violentas del país e intervenir el espacio público, la educación y la infraestructura de sectores específicos de la ciudad, esto durante la alcaldía de Sergio Fajardo. De acuerdo con Elkin Velasquez (2011) citado por Nataly Montoya Restrepo (2014), El modelo de intervención urbana en Medellín comienza a ser reconocido internacionalmente como una de las experiencias más avanzadas en cuanto a la integralidad de una política pública dirigida a la rehabilitación de asentamientos precarios en zonas urbanas caracterizadas por altos índices de inseguridad, y a su plena integración física y social a la vida urbana. Superando los lastres de la violencia descontrolada que la estigmatizó como una ciudad insegura, Medellín es hoy un laboratorio viviente de un nuevo paradigma de planeación y gestión territorial que promueve la convergencia explícita entre la planeación y el mejoramiento urbano y las políticas de seguridad ciudadana y cohesión social (p. 2010). Posteriormente con la alcaldía de Aníbal Gaviria la transformación urbana se enfocaría en otros pilares relacionados con la renovación urbana del centro de la ciudad y sobre los que se profundiza más adelante. Dice Tere García en su artículo “Medellín: Arquitectura y urbanismo como herramientas para el desarrollo social” que escribió en el año 2015 para el periódico El País: “A día de hoy, la percepción de la seguridad de sus habitantes ya no es la de antes, el desarrollo urbano y social de la ciudad es notable, el número de incidentes violentos ha disminuido, así como también la tasa de desempleo.” Según lo manifestado por las administraciones municipales ya mencionadas, la transformación urbana ha permitido crear lazos de confianza entre los funcionarios públicos y sus habitantes, asimismo, ha generado inclusión de los habitantes de esos sectores relegados por la violencia al incorporarlos en los planes de transformación urbana y social, pues es claro que estos proyectos han creado resistencia, aprendizajes y modos de dispersión entre quienes directamente se vieron afectados por las violencias urbanas. 10 Cabe agregar a lo mencionado anteriormente que, dichos procesos de transformación urbana y social en búsqueda de la inclusión de sectores marginados, han sido ejecutados bajo el modelo de urbanismo social, el cual supone procesos de intervención e impactos diferentes a los planificados en la posterior administración en relación a la renovación urbana. Hay que tener en cuenta la especificidad en la finalidad de estos procesos y esto teniendo como punto de partida el sector de la ciudad a intervenir, es por ello que este modelo de intervención urbana de Medellín que se planteó anteriormente no tiene las mismas implicaciones en el sector sobre el que se reflexiona en este trabajo, es decir el barrio Boston. Sin embargo y a pesar de las diferencias entre las transformaciones planteadas entre administraciones y según el sector de la ciudad, cabe aludir y proponer a modo de reflexión, que a pesar de las intenciones de la administración de Fajardo, dicha estrategia de integración social, no supuso la disminución real de la violencia en esos sectores concretos de la ciudad y tampoco la eliminación de la marginalidad4. El Centro de la ciudad como escenario estratégico de transformaciones urbanas La comuna 10 “La Candelaria” está conformada por tres zonas administrativas y diecisiete barrios entre los que se encuentra Boston: Prado, Jesús Nazareno, El Chagualo, Estación Villa, San Benito, Guayaquil, Corazón de Jesús, Calle Nueva, Perpetuo Socorro, Colón, Las Palmas, Bombona n.º 1, Boston, Los Ángeles, Villanueva, La Candelaria, San Diego, La Alpujarra (área institucional), Centro Administrativo (área institucional), Hospital Universitario San Vicente de Paul (área institucional). A continuación, se presenta un mapa con la división barrial 4 Lo que sucedió según analistas fue que la dramática disminución de las cifras de hechos violentos como el homicidio, se debió principalmente a los pactos establecidos entre el ex-alcalde de Medellín Sergio Fajardo y grupos paramilitares bajo el mando de Don Berna que controlaban diferentes barrios de las comunas de la ciudad. Según Felipe Cardona en su columna titulada “Los nexos con la criminalidad de Sergio Fajardo” escrita en el año 2020 para el medio digital La Oreja Roja y basado en estadísticas oficiales , señala que, “...antes de desmovilizarse la organización paramilitar de ‘Don Berna’, el 9 de diciembre de 2003, la tasa de homicidios en Medellín fue de 92.9 por cada 100 000 habitantes según el sistema de información para la seguridad y convivencia en Medellín, y en 2007 – último año de la alcaldía de Sergio Fajardo – la tasa de homicidios fue de 34 por cada 100 000 habitantes, la más baja desde los años 80.” Ver “Los nexos con la criminalidad de Sergio Fajardo''.Publicación del medio digital la Oreja Roja.https://www.laorejaroja.com/los-nexos-con-la-criminalidad-de-sergio-fajardo/. Consultado el 14 de junio del año 2022. https://www.laorejaroja.com/los-nexos-con-la-criminalidad-de-sergio-fajardo/ 11 Mapa 1: División barrial comuna 10. Medellín, Antioquia- Colombia Wikipedia (2007). Mapa de la división barrial de la comuna La Candelaria. Medellín, Colombia. Sitio web https://es.wikipedia.org/wiki/La_Candelaria_(Medell%C3%ADn) En la Comuna 10 “La Candelaria”, en la cual está ubicado el barrio Boston, la administración del ex alcalde Anibal Gaviria presentó el “Plan de Gestión de la Intervención Integral del Centro” (2015). En dicho plan se proponen una serie de proyectos que permitieron una transformación de la zona centro, reimpulsándola no solo de manera social sino comercial, atrayendo así nuevas inversiones en la zona, esto se puede leer en el Plan de Gestión de la Intervención Integral del Centro (PGIIC), Los principios del Plan de Desarrollo Local de la Comuna 10, La Candelaria, se encuentran relacionados con el propósito del presente Plan de Gestión, específicamente en la ‘prioridad a la inversión pública social’ (Alcaldía de Medellín, 2010 – 2014), donde se busca el “bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de la Comuna 10 con necesidades básicas insatisfechas. Así mismo, se encuentra en uno de sus programas, específicamente el numeral tres, direccionado a la ‘potencialización de la calidad de vida’ y que sería desarrollado bajo tres proyectos: ‘Creación de marketing en diferentes localidades’, "Formalización del trabajo informal y ambulante’ y “Educación y participación para el empleo”. (p.15) 12 A lo citado con anterioridad, se debe añadir que la realidad actual de la comuna 10 supone hechos que no se corresponden con los objetivos planteados inicialmente en esos proyectos de gestión de la intervención.Por ejemplo, una de los programas y como se menciona en una de las citas, suponía el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de la comuna 10 y si nos referimos directamente al asunto de la formalización del trabajo informal, se podría cuestionar el propósito de la administración, precisamente porque la formalización del empleo no es del todo cierta, ya que la renovación de la zona centro supuso el desplazamiento de varias personas que trabajaban de manera informal en esas zonas estratégicas para así comenzar la transformación comercial y social. Por otra parte, a pesar de las oportunidades para unos, a partir de dicha transformación la realidad demuestra que otras personas fueron relegadas de dichos espacios porque ahora no tienen la posibilidad económica y social de acceder a los nuevos servicios; así como en este caso son muchas otras las situaciones que dan cuenta de la parcial e incluso en algunos casos concretos, la total ausencia de linealidad entre los objetivos planteados con tal intervención y la realidad subyacente. Otro de los proyectos que se considera parte de esta Intervención en el Centro de la ciudad es la construcción del Tranvía de Ayacucho que se inauguró en el año 2015, fue un proyecto que impulsó un crecimiento comercial considerable no solo en su zona de impacto (el corredor vial de Ayacucho y el barrio de Buenos Aires) sino también en sectores aledaños como el Barrio Boston, dicha obra atraería el turismo de aquellas personas que querían conocer y caminar el centro de la ciudad. Como mencionaba la presidenta de la Junta de Acción Comunal, este tipo de obras fueron construidas para el beneficio de unos y el detrimento de la condición social de otros. El barrio Boston de sector de vivienda a sector de servicios Partiendo específicamente desde Boston, en ese tránsito de vocación de ciudad industrial a ciudad de servicios, lo que se evidencia es que las transformaciones urbanas cobran vida a partir de la construcción de centros de comercio, centros de salud, iglesias, universidades y la expansión evidente de los proyectos inmobiliarios a través de un abaratamiento del suelo debido a que se compraron viviendas de amplios metros cuadrados a un valor inferior al que realmente valía el 13 suelo o el predio, la destrucción de viviendas tradicionales republicanas en tapia y la posterior construcción de edificaciones a altura. La evolución histórica urbana del barrio Boston demuestra que las nuevas construcciones arquitectónicas no solo han afectado el espacio físico, sino también han sido construcciones sin un contexto cultural del barrio y que han borrado la memoria del mismo. De acuerdo con Gilda Wolf Amaya (s.f), Estas últimas intervenciones de edificios en altura, han empezado a borrar la imagen registrada en la memoria. La imagen ha sido afectada no tanto por la altura de las nuevas construcciones, sino por la falta de interés de los diseñadores por el contexto físico y cultural donde implantan su obra, donde acomodan sin mucha gracia, modelos de edificaciones sin arquitectura, que desdibuja la memoria de todos los lugares, empobreciendo el patrimonio colectivo que constituye la ciudad. Del 40 al 50 se empieza a ofrecer en Boston la tipología de vivienda en altura que ya se estaba dando en el centro de la ciudad. Estos primeros edificios son de cuatro o cinco pisos, diseñados en el mismo lenguaje de la vivienda de una o dos plantas que había en el barrio por lo que no rompen con la imagen y logran insertarse apaciblemente en el entorno urbano persistente. De los 90 para acá toda esa sutileza en la composición y el lenguaje arquitectónico se rompe. Se integran dos o más lotes para el desarrollo de construcciones de apartamentos pequeños, hogares de paso para los distintos grupos familiares que emergen en la contemporaneidad, valorados más desde los ofrecimientos de un entorno central, que por sus propias condiciones de confort, domesticidad, privacidad o belleza,unidades de medida de las anteriores propuestas constructivas. (párr . 1,2,3) En relación a los procesos culturales y los espacios de integración social, Boston posee una vieja sociabilidad basada en la confianza, la solidaridad, la amistad, la vida comunitaria y espacios públicos como tiendas y parques. Destacan de la vieja sociabilidad espacios como el Manhattan, punto de encuentro de las famosas barras de Boston que eran grupos de amigos que compartían intereses comunes y se reunían allí para socializar de diversas maneras. De igual modo, Boston cuenta en su historia con personajes que nacieron, habitaron o guardaron algún tipo de cercanía con el barrio, algunos de ellos fueron: el escritor Fernando Vallejo, el poeta y fundador del 14 nadaísmo Gonzalo Arango, el ex presidente Belisario Betancur, entre otros. Respecto a la nueva sociabilidad y siguiendo a Gilda Wolf Amaya (s.f), Las relaciones sociales operan ahora de forma distinta, son más del orden del consumo, se vuelven más institucionalizadas, son relaciones virtuales[...] Pero lo más común es que estas relaciones se disuelvan una vez se ha logrado el propósito que los unía y sabiendo que la amenaza ha desaparecido; pues lo que caracteriza a quienes residen estos edificios es el anonimato y la vida hacia dentro, en solitario,en internet; esto tiene una connotación importante y es que la vida social de estas personas generalmente no se hace en los espacios públicos que ofrece el barrio ni tampoco con los vecinos, por ello difícilmente se crea un sentido de pertenencia hacia el mismo. (párr. 3). La siguiente imagen muestra ese tránsito de ciudad industrial a ciudad de servicios de carácter inmobiliario, al fondo se encuentra la zona residencial de los barrios Sucre y Boston. El 22 de octubre de 1907, fue constituida la empresa Coltejer, con las firmas de Alejandro Echavarría e Hijo y R. Echavarría & Cia. Panorámica aérea de la Compañía Colombiana de Tejidos, Coltejer, ubicada en el Barrio La Toma 15 Carvajal Pérez, Gabriel (1957). Vista panorámica de las factorías de Coltejer. Repositorio institucional Sena: https://repositorio.sena.edu.co/handle/11404/2553 Conjunto residencial Patio de la Chimenea El proyecto residencial Patio de la Chimenea fue culminado en el año 2005 y se ubica en uno de los lotes que hacían parte de las cuatro manzanas ocupadas por la Antigua fábrica Coltejer en el centro de Medellín. En la segunda fotografía se observa la caldera que pertenecía a dicha antigua instalación denominada Colfábrica. Se evidencia el tránsito de ciudad industrial a ciudad de servicios. Vélez, Ana Elvira (2005). Conjunto Patio de la Chimenea. Sitio web Ana Elvira Vélez: https://www.anaelviravelez.co/vivienda-colectiva#/chimenea/ https://repositorio.sena.edu.co/handle/11404/2553 https://www.anaelviravelez.co/vivienda-colectiva%23/chimenea/ 16 Vélez, Ana Elvira (2005). Conjunto Patio de la Chimenea. Sitio web Ana Elvira Vélez:https://www.anaelviravelez.co/vivienda-colectiva#/chimenea/ La siguiente imagen es mucho más reciente y se puede apreciar la transformación urbana a partir de la demolición de una vivienda tradicional para la posterior construcción de un edificio en el barrio Boston. Vivienda ubicada en la Calle 56 barrio Boston Medellín https://www.anaelviravelez.co/vivienda-colectiva%23/chimenea/ 17 Archivo personal (2019) Archivo personal (2022) Agregan Juan David Gelacio, Hernan Dario Martinez y Gilda Wolf (2019), 18 En los Planes de Ordenamiento Territorial de Medellín, (1999 y 2014) la delimitación de las áreas homogéneas, los llamados polígonos (denominación de extracción militar), no se ha tenido en cuenta factores históricos, de memoria o de apropiación. Ninguno de estos rasgos se consideró para trazar las líneas divisorias entre los polígonos, ni tampoco hansido estimados para el desarrollo de los planes parciales, los macro proyectos, la instalación de equipamientos, el trazo de las vías, la instalación de puentes, la asignación de usos o el amueblamiento urbano. En este mismo sentido, el tratamiento morfológico que se le da a los grandes equipamientos de la ciudad parece provenir de un catálogo de modelos internacionales, de formas cristalizadas ligadas al imaginario construido de prestigio y de progreso, que además, no tienen coherencia con el paisaje de la ciudad y se aíslan completamente del entorno y las formas establecidas de apropiación territorial. En suma: nuestros propios logros y desarrollos, formas y estilos de vida y de apropiación del territorio; los rasgos locales entre los que sobresale el clima, la geografía y la escala de barrio, no han contado como determinantes definitivos en los planteamientos urbanos y arquitectónicos que se construyen, y por el contrario su pérdida es irreparable, lastimando nuestra propia identidad y los tejidos sociales elaborados y sostenidos en los barrios. (p. 532) Se va perdiendo así toda una carga histórica y social que ha representado el centro y queda entonces la necesidad de replantearse el espacio urbano como un lugar donde convergen asuntos colectivos y políticos que a su vez permiten defender ese derecho que se tiene al barrio y a la ciudad en un sentido amplio; ese cambio de perspectiva sugiere un acercamiento a la realidad en donde el único supuesto no sea el financiero, añadir la participación y la sostenibilidad como fundamentos necesarios para la planificación y construcción de ciudades que se correspondan con las condiciones del territorio y las necesidades de la población. Justificación La investigación es valiosa porque realiza un aporte teórico a la ciencia política desde la línea de la sociología urbana en el análisis del concepto de derecho a la ciudad partiendo de su desarrollo a nivel barrial; de igual modo, ya se han hecho estudios sobre el fenómeno de la renovación urbana en la zona céntrica de la ciudad de Medellín, sin embargo, han sido trabajos más enfocados al análisis del fenómeno de la gentrificación, el paisaje urbano, el espacio público y otros fenómenos 19 asociados a la transformación urbanística de las zonas estratégicas de la ciudad. En el caso concreto del barrio Boston, este proyecto beneficiará a los habitantes ya que les permitirá crear una conciencia del espacio al que pertenecen y desarrollar herramientas de participación que les permita, en últimas, avanzar en la conformación de entornos favorables a sus necesidades humanas y materiales; pues tratando de aludir a Jane Jacobs, es vital que sean los pensamientos y las acciones de los ciudadanos los que modelen los espacios urbanos. El desarrollo de este trabajo es posible ya que hace parte de mis vivencias personales, soy habitante del barrio Boston y conozco de cerca las dinámicas de transformación urbana, lo cual me ha motivado a indagar sobre dicho fenómeno no solo desde la formación de mis propios interrogantes sino mediante la indagación de los puntos de vista de los demás habitantes. A largo plazo, la investigación puede ser una fuente útil para y de apoyo a otras investigaciones en ciencia política y para las ciencias sociales en general, ya sea desde un enfoque ciudadano o como fundamento para otras áreas del conocimiento que se puedan relacionar con las ciencias sociales. CAPÍTULO II. Memoria metodológica: para la comprensión de la configuración del derecho a la ciudad a partir de las transformaciones urbanas Para la elaboración de esta investigación se realizó un diseño metodológico a partir de un enfoque de tipo cualitativo el cual permitió describir a profundidad, ordenar y sistematizar la información referente a la investigación; de acuerdo con lo mencionado, las técnicas utilizadas para trabajar en este caso fueron las entrevistas y la revisión documental. Según Steinar Kvale (2012) sobre las entrevistas en investigación cualitativa indica, La entrevista es una conversación que tiene una estructura y un propósito determinados por una parte: el entrevistador. Es una interacción profesional que va más allá del intercambio espontáneo de ideas como en la conversación cotidiana y se convierte en un acercamiento basado en el 20 interrogatorio cuidadoso y la escucha con el propósito de obtener conocimiento meticulosamente comprobado. La entrevista de investigación cualitativa es un lugar donde se construye conocimiento. (p.30) De manera que, se justifica la necesidad de generar conocimiento a partir de la comprensión de los procesos de transformación urbana del barrio Boston y que a lo largo de la historia han servido para marcar un antes y un después en la construcción de un territorio, es por ello que la investigación se concentrará en la configuración del derecho a la ciudad en los habitantes del barrio. En la investigación cualitativa según Strauss, A. y Corbin, J.(2002) existen básicamente tres componentes, los cuales resultan pertinentes para este trabajo: Primero, están los datos, que pueden provenir de fuentes diferentes, tales como entrevistas, observaciones, documentos, registros y películas. Segundo, están los procedimientos, que los investigadores pueden usar para interpretar y organizar los datos. Entre estos se encuentran: conceptualizar y reducir los datos, elaborar categorías en términos de sus propiedades y dimensiones, y relacionarlos, por medio de una serie de oraciones proposicionales. [...] Los informes escritos y verbales conforman el tercer componente y pueden presentarse como artículos en revistas científicas, en charlas (por ejemplo en congresos), o como libros. (p.21) De modo que, las técnicas de generación de información que se consideran útiles para ahondar en esta cuestión fueron las siguientes: Entrevistas: Debido a la actual contingencia, se realizaron cuatro entrevistas a miembros de mi núcleo familiar habitantes del barrio, vecinos, vendedores ambulantes y miembros de la Junta de Acción Comunal del barrio Boston, que a través de su experiencia de años viviendo en el barrio pueden ofrecer información relevante con relación a las transformaciones urbanas en el barrio Boston. Se estima que los sujetos entrevistados habitan en el barrio al menos de 5 a 12 años o incluso más tiempo, otros trabajan en el sector y otros residen recientemente en el barrio. La edad de los entrevistados varía según su perfil, en el caso de los miembros de mi núcleo familiar, vecinos que habitan el barrio hace doce años o más y vendedores ambulantes, se contempla un rango entre 21 los 40 a 86 años; en el caso particular de los vecinos que residen recientemente en el sector, se contempla un rango de edad entre los 21 a 35 años. El perfil de mi abuela fue elegido para la entrevista ya que es una adulta mayor de 72 años que reside en el barrio hace más de doce años y ha sido testigo de las transformaciones urbanas y de la evolución de las dinámicas económicas, políticas y de socialización al interior del barrio. Por su parte, la Presidenta de la Junta de Acción Comunal representa el perfil de una lideresa barrial que ha residido en el barrio por más de quince años y, tiene estricto conocimiento de las dinámicas de la administración municipal, los escenarios de participación barrial y la comunidad, sus inquietudes y necesidades. Así mismo, David Chalarca fue el perfil entrevistado de un joven estudiante de Ciencias Políticas que reside recientemente en el barrio con su familia y que aunque tiene conocimiento e interés por las dinámicas de transformación urbana en Boston, según lo manifestado, no ha logrado desarrollar un sentido de pertenencia y tampoco un acercamiento íntimo con los escenarios de participación y socialización comunitaria que giran entornoal barrio ya que tiene otras ocupaciones y no reside de manera permanente en su vivienda. Finalmente, la vendedora ambulante es otro perfil fundamental que hace parte del contexto barrial y que ha creado un sentido de comunidad y una afiliación emocional a pesar que no reside en el barrio, ha tenido una participación directa en la Junta de Acción comunal y se ha visto beneficiada por algunas decisiones de la misma, de igual modo ha evidenciado y se ha visto afectada por algunas decisiones de la administración municipal en el barrio en relación a las transformaciones urbanas. La idea fue recopilar aspectos claves que permitieran indagar y comprender a profundidad el caso de estudio a partir de las categorías “Derecho a la ciudad” y “Transformaciones urbanas” y, sus respectivas variables; se indagó sobre asuntos como la habitabilidad, las relaciones vecinales, los actores de la problemática,la privatización, la exclusión, el desplazamiento, las emociones, los roles de quienes habitan el barrio. Indagación documental: Se realizó una exploración bibliográfica, se revisó el Plan de Desarrollo, el Plan de Gestión de la Intervención Integral del Centro y prensa que sirvió de guía para el desarrollo de la investigación. Se rastrearon investigaciones sobre habitabilidad en los barrios, transformaciones urbanas y derecho a la ciudad. Así mismo, se revisaron periódicos locales como lo son Universo Centro y Centrópolis. Adicionalmente, se tuvo en cuenta el material audiovisual 22 y fotográfico que permitió dar cuenta de la transformación urbana del barrio Boston durante el período 2012-2015. De igual modo, se recuperaron fotografías de mi archivo personal y de terceros que dan cuenta de las transformaciones y que se analizaron a la luz de los cambios del hoy. Es importante tener en cuenta que este tipo de material requirió en todo momento un contexto para su posterior interpretación. Respecto a esto último Maria Eumelia Galeano (2007) indica que, Al igual que el documento escrito, el análisis del material visual requiere su contextualización social e histórica: las circunstancias en que fue producido, y las condiciones sociales y políticas del momento. Se plantea, entonces, la necesidad de triangular con otras fuentes y documentos de la época y, de ser posible, con informantes claves conocedores de ese contexto. La lectura de los objetos, sin contextualización, corre el riesgo de interpretaciones erróneas, porque será difícil entender los motivos que impulsaron su producción, y de qué modo representan la vida de los individuos o la clase social que se estudian. (p. 134) Y concluye Galeano Marín, Por tanto, la definición del contexto y los significados de los materiales documentales son mutuamente dependientes, y su interpretación se basa en la aplicación apropiada de teorías sociales y culturales. La observación y "lectura" de los materiales visuales y su interpretación teórica son procesos dialécticos, y las teorías pueden cambiarse al confrontarse con la evidencia material. El reto fundamental del investigador es entender las implicaciones sociales y culturales de los documentos visuales que analiza, y una de sus tareas permanentes es evaluar la pertinencia y relevancia de las teorías en relación con los documentos (p. 136). La investigación se dividió en 3 fases, las cuales se describen a continuación: Fase 1: Está fase consistió en la revisión principalmente de tres tipos de información: ● Bases de datos académicas: Se rastreó información bibliográfica relacionada con temas como lo son las transformaciones urbanas y el derecho a la ciudad. Para ello se hizo uso de bases de datos como Dialnet, Scielo y repositorios institucionales de diferentes universidades como lo son La Plata en Argentina, la UNAL de Colombia y la UdeA. 23 ● Planes locales: Se revisaron planes locales. Plan de Desarrollo 2012-2015 y Plan de Gestión de la Intervención Integral del Centro. ● Prensa: Principalmente dos periódicos locales (Universo Centro y Centrópolis). Se puede sumar un periódico local de circulación nacional como El Colombiano, que ha escrito dos artículos valiosos para profundizar en la investigación. Fase 2: Entrevistas El tipo de entrevistas que se emplearon fueron semiestructuradas, las razones por las que se eligió este tipo de entrevista son las siguientes: En primera instancia es un tipo de entrevista que le otorga un mayor grado de libertad al entrevistado al expresarse, es lo que precisamente se requiere, pues de acuerdo con Michael Patton citado por Piergiorgio Corbetta (2007), “La finalidad de la entrevista cualitativa es entender cómo ven [el mundo] los sujetos estudiados, comprender su terminología y su modo de juzgar, captar la complejidad de sus percepciones y experiencias individuales [...]” (p. 345). En segunda instancia, la formación académica de los entrevistados varía, así que es necesario hacer más comprensible y natural la comunicación, no emplear un lenguaje abstracto para el entrevistado, aspecto clave de las entrevistas semiestructuradas. En tercera y última instancia, es un tipo de entrevista que también le concede mayor libertad al entrevistador, ya aunque este cuente con un guion con unos temas previstos, el entrevistador puede decidir sobre el orden y sobre las preguntas; es decir, el entrevistador puede decidir en el curso de la entrevista si quiere profundizar en un tema específico o añadir nuevos temas a la conversación, lo cual garantiza que se van a abordar todos los temas y que se va a recoger la información necesaria para la investigación. Las entrevistas se realizaron a personas que habitaron el barrio mucho antes de que iniciaran las transformaciones urbanas que hoy conocemos; así mismo, se tuvo en cuenta la percepción de quienes recientemente comenzaron a habitar en el barrio, para así, contrastar información que permita dar cuenta de los objetivos del proyecto. Se tuvieron encuentros presenciales y virtuales, se grabaron las entrevistas con el consentimiento informado de quienes participaron, su identidad sólo fue revelada con la autorización de los mismos. 24 Fase 3: Análisis de datos y finalización En esta fase se hizo un balance de la información que se tenía, para ello se partió de la codificación y categorización. Se recurrió a la creación de una matriz categorial para la definición de las categorías de la investigación “Transformaciones urbanas” y “Derecho a la ciudad”. De las categorías se desplegaron las respectivas variables, es decir los atributos específicos de las categorías. En cuanto a las variables de la categoría “Derecho a la ciudad”, se tienen las siguientes: ciudadanía, participación y territorio; las variables que le corresponden a la categoría de “Transformaciones urbanas” son cambios físicos, cambios simbólicos, planeación urbana y centralidades urbanas. Lo anterior con la finalidad de relacionar y triangular la información. A continuación se adjunta la matriz categorial que sirvió como insumo para la elaboración del trabajo. Tabla 1: Matriz categorial ¿Cómo se configura el derecho a la ciudad a partir de las transformaciones urbanas presentes en el barrio Boston durante el período 2012-2015? TRANSFORMACIONES URBANAS CAMBIOS FÍSICOS CAMBIOS SIMBÓLIC OS PLANEACIÓN URBANA CENTRALID ADES URBANAS DEREC CIUDADANO Los cambios simbólicos aluden a procesos subjetivos respecto a la recomposici ón de un espacio, así mismo una obra urbana puede guardar un ¿Cómo es la organización ciudadana en el barrio Boston entorno a las intervenciones urbanas que se vienen desarrollando? HO A LA CIUDA D ¿Cómo generar procesos de cambios ¿Cómo puede el ciudadano generar acciones de control, consenso o disenso físicos que con quienestengan como legitiman los punto de proyectos de partida y de planeación urbana? llegada el ciudadano y sus 25 necesidades? significado que se corresponde con su funcionalida d en términos simbólicos. En suma, las transformaci ones urbanas suponen un impacto simbólico en el ciudadano, lo cual puede derivar no solo en la estructuració n de la ciudad, sino también en la formación de un tipo específico de ciudadano. Por ejemplo, el metro de Medellín tiene una carga simbólica, a su vez, su peso discursivo genera un impacto en el comportamie nto ciudadano. 26 PARTICIPACI ÓN ¿Cómo pueden los cambios físicos producto de las transformacio nes urbanas, convertirse en una herramienta de empoderamie nto ciudadano? ¿Cómo desde lo simbólico se pueden fortalecer procesos de participación ciudadana encaminados al mejoramient o de la experiencia urbana? ¿Cómo pueden los procesos de planeación urbana democratizar la participación ciudadana? ¿De qué alternativas se puede valer la planeación urbana para generar transformaciones urbanas desde el urbanismo participativo? Es notable una fuerte participación económica del sector inmobiliario y de la administración desde su aprobación de obras públicas y privadas en el barrio Boston, que hace parte de la zona central de la ciudad. TERRITORIO Algunos cambios físicos en el territorio generan formas de exclusión. Por ejemplo la construcción de algunos espacios comerciales y de servicios en el barrio implica el acceso de selectos grupos o sectores de la sociedad que ¿Cuál es el papel simbólico del territorio en las transformaci ones urbanas? No se está discutiendo la masificación de obras privadas legitimadas por la Administración en el territorio/barrio Boston. De modo que, se le está relegando la responsabilidad de decisión y representación a los privados y a la administración, son ellos los planeadores y decisores sobre lo urbano. Las centralidades urbanas son espacios físicos dentro del territorio, susceptibles a la modificación urbana, a su vez, son estratégicas ya sea por su afluencia social, su significancia cultural, su deterioro material o su valor comercial. Con lo anterior no se quiere decir que es 27 cumplen con el estándar económico que requiere el acceso a estos servicios. Desde la planeación urbana ya hay un territorio concebido, ya se proyecta un territorio que responda a las exigencias políticas y económicas e incluso se contemplan ya unos referentes de modelos de ciudad. exclusivo de las áreas centrales o fundacionales, se trata es de resaltar que el fenómeno es ejemplar en dichas zonas. Elaboración propia (2021) Productos: Para la socialización de la información se emplea un informe monográfico. Consideraciones éticas Respecto a las entrevistas se tuvieron en cuenta las siguientes cuestiones éticas: En principio se le explicó a la persona participante el objetivo de la investigación y qué se esperaba con su participación. La información fue brindada en un lenguaje comprensible y se dio claridad de que ellos tenían la opción de participar voluntariamente o retirarse en cualquier momento del proceso investigativo. Se concertó con el participante si consideraba que el consentimiento puede ser verbal o si se requiere de un documento de compromiso mutuo. La investigación supuso el respeto de la opinión y la privacidad de datos de los participantes que así lo requieran. Por lo anterior, se entendía que las opiniones no debían ser influenciadas para así evitar sesgos investigativos; es por ello que la investigadora se debía enfocar o elaborar una correcta formulación de las preguntas. 28 Finalmente se le informará a los participantes sobre los resultados de la investigación a través de una pieza monográfica y una copia de las entrevistas ya sea mediante una grabación, en papel o digital. En cuanto al material documental de tipo audiovisual, fotográfico y bibliográfico se tuvo presente siempre la autoría del respectivo material. CAPÍTULO III. Análisis sobre el Derecho a la ciudad En este apartado se presenta el enfoque teórico de la investigación y las definiciones de la categoría “derecho a la ciudad” con sus alcances y limitaciones. En un primer momento, se define el enfoque teórico y la categoría. En un segundo momento, se delimita con base a las definiciones encontradas la definición que mejor corresponda al objetivo de la investigación. En un tercer momento, se propone una definición reconstruida de dicha categoría con sus variables. En un cuarto momento, se compilan las posturas de los entrevistados frente a la categoría planteada. El derecho a la ciudad como tema de análisis ha sido definido por varios autores principalmente desde el enfoque político, sociológico o jurídico. Citando a Murcia (2011), “El derecho a la ciudad, más que un concepto es un conjunto de ideas y valores en torno a la ciudad y a la vida en ella.” (p. 29). En ese sentido, aunque no se pretenda una definición taxonómica del derecho a la ciudad, se pueden presentar algunas aproximaciones conceptuales. Teniendo en cuenta que Henri Lefebvre es uno de los mayores exponentes que desde la perspectiva marxista- reformista hace una crítica a la filosofía de la ciudad moderna y al urbanismo, es pertinente retomar su idea del derecho a la ciudad para definir el enfoque de la presente investigación. Siguiendo a Lefebvre (1976), el derecho a la ciudad, En términos tan “positivos” como es posible expresarlo, significa el derecho de los ciudadanos- ciudadanos urbanos, y de los grupos que ellos constituyen (sobre la base de las relaciones sociales) a figurar en todas las redes y circuitos de comunicación, de información, de intercambios. Lo cual 29 no depende ni de una ideología urbanística, ni de una intervención arquitectural, sino de una calidad o propiedad esencial del espacio urbano: la centralidad. (p. 18) Lefebvre (1976) citado por Murcia (2011), avanza en su comprensión del derecho a la ciudad cuando afirma que este se refiere a una globalidad que incluye otras subcategorías de análisis como “urbano”, “ciudad” y “espacio”, De acuerdo con el autor, el derecho a la ciudad como globalidad implica unidad espacio-temporal, centralidad, en oposición a la fragmentación. Centralidad y unidad que no eliminan en absoluto las confrontaciones y las luchas; por el contrario, estimulan las contradicciones y la diferencia. (1976:19-20, citado por Murcia, 2011, p. 30) Para Lefebvre, el derecho a la ciudad es el derecho a no dejarse excluir de la ciudad, de lo urbano. En sus propios términos Lefevbre (1976) indica sobre el derecho a la ciudad, Estipula igualmente el derecho a poderse encontrar y reunir;lugares y objetos deben responder a determinadas ‘necesidades’ por lo general no tenidas en cuenta, a determinadas ‘funciones’ menospreciadas y, por cierto, transfuncionales: como la ‘necesidad’ de vida social y de un centro, la necesidad y la función lúdicas, la función simbólica del espacio […]” (p. 19) El derecho a la ciudad es el derecho de los ciudadanos a construir la ciudad del deseo. Una construcción que implica y aplica un conocimiento que no es “ciencia del espacio” sino “conocimiento de producción del espacio”. (Lefebvre, 1976: 19-20, citado por Murcia, 2011, p. 30). Bajo dicha premisa, Lefebvre deja claro que la construcción de la ciudad no depende de un conocimiento científico — arquitectura, geografía, ingeniería,ecología— sino del conocimiento que tienen los ciudadanos de sus necesidades humanas y materiales y por supuesto de sus deseos, su proyección de ciudad, pues para el derecho a la ciudad el actor clave y legítimo en la construcción de la ciudad es el ciudadano. Sin embargo, para otros autores de la sociología urbana francesa, como Castells (1974) y Borja (1975), para los años sesenta y setenta los actores encargados de la transformación de la ciudad y la realidad política y social son los movimientos sociales urbanos. De acuerdo con Mena y Dammert-Guardia (2019), en el caso concreto de América Latina, Estos movimientos que surgieron en los años setenta del siglo XX en Chile, Argentina y Brasil y, posteriormente, en México y otros países de América Latina, demostraron que la mejora de las 30 condiciones de vida de los sectores populares y en una pequeña proporción de obreros, dependía de su capacidad de organización y que eran movimientos con características muy diferentes a los sindicales. (p. 71) De modo que, la producción intelectual europea y americana sobre el derecho a la ciudad a partir de los años 70 y 80 amplió su espectro y se destacan, entonces, académicos como Jordi Borja, Manuel Castells, David Harvey y Edward Soja. Por su parte, Borja (2011) aborda el derecho a la ciudad desde una crisis del espacio público entendido como la ciudad. Dice que, La crisis del espacio público se manifiesta en su ausencia o abandono o en su degradación, en su privatización o en su tendencia a la exclusión. Sin espacio público potente, integrador socialmente, articulador física y simbólicamente, la ciudad se disuelve, la democracia que se pervierte, el proceso histórico que hace avanzar las libertades individuales y colectivas se interrumpe o retrocede, la reducción de las desigualdades y la supremacía de la solidaridad y la tolerancia como valores ciudadanos se ven superados por la segregación y por la codicia, por el egoísmo y la exclusión. (p. 1) La generalización del concepto de derecho a la ciudad y su relación con el espacio público, entendido este último como un espacio urbano y a la vez político, es mucho más reciente. En palabras del autor, esto se puede explicar por dos razones: las tendencias a la disolución de la ciudad en las nuevas y discontinuas periferias y la voluntad de los movimientos sociales de integrar en este concepto derechos sectoriales urbanos (vivienda, movilidad, ambiente, etc.) y socio- políticos (identidad, derechos políticos, participación, etc.). (p. 42). Parece ser que desde la interpretación de Borja(2011) el “derecho a la ciudad” recientemente comprende una suma importante de derechos ciudadanos, en palabras del autor: “El derecho a la ciudad es una respuesta democrática que integra a la vez los derechos de los ciudadanos y los criterios urbanísticos que hacen posible su ejercicio, en especial la concepción del espacio público”.5 (p. 44). En ese sentido, el espacio público se presenta como uno de los posibles escenarios de reivindicación de los derechos de los ciudadanos como expresión democrática. A esta concepción, David Harvey (2008), citado por Magela Cabrera Arias (2012), añade que, 5 El autor ha desarrollado esta cuestión en los libros Ciudad, espacio público y ciudadanía. Barcelona: Electa, 2003 y en La ciudad conquistada. Madrid: Alianza Editorial, 2010. 31 El derecho a la ciudad no se circunscribe al acceso a lo existente, sino que se refiere al derecho a cambiarlo a partir de nuestros anhelos más profundos. Y el más valioso de los derechos humanos es el derecho a rehacernos a nosotros mismos creando un entorno urbano cualitativamente diferente, es el más preciado de todos los derechos humanos. (p.49) La mirada de Harvey sobre el derecho a la ciudad conversa con la de Borja en tanto ambos señalan que esta categoría de análisis es el resultado de los procesos de acción colectiva que se han desarrollado en el mundo, de acuerdo con Harvey (2013), los procesos de acción colectiva tienen una gran relevancia porque “La idea del derecho a la ciudad no surge primordialmente de diversas fascinaciones y modas intelectuales (aunque también las haya, evidentemente), sino de las calles, de los barrios, como un grito de socorro de gente oprimida en tiempos desesperados.” (p. 10) A lo anterior, Frank Molano (2016) añade que “David Harvey asume el derecho a la ciudad como una posibilidad social de lucha y teoría anticapitalista, que haga del territorio urbano un escenario de construcción de alternativas de apropiación y participación política y espacial, en camino a una sociedad que supere el capitalismo”. (p.5) Se podría indicar que, a diferencia de Lefebvre la concepción del derecho a la ciudad que plantean Harvey y Borja es más aplicada al contexto de la globalización, precisamente porque dan cuenta de que el derecho a la ciudad para los años próximos 60’s, 70’s e incluso 80’s, no emerge de lo que Lefebvre buscaba señalar en aquel contexto de la Francia sacudida por las demandas del sector obrero y estudiantil —mayo de 1968— frente a la actuación desproporcionada del Estado sino que es resultado de lo que han logrado recientemente los movimientos sociales en las diferentes calles del mundo globalizado. Para contrarrestar lo anterior, Frank Molano (2016) indica que, Lefebvre planteó el derecho a la ciudad como una alternativa a la enajenación y a la despolitización que el urbanismo moderno, promovido en general por los Estados modernos, había producido en la sociedad. Hoy en día, sin embargo, quienes reivindican el concepto lo hacen discutiendo las posibilidades de la lucha anticapitalista urbana, y evidenciando que la mayor globalización económica, así como la subordinación del Estado al capital internacional, obligan en consecuencia a una relectura y actualización del planteamiento lefebvriano. (p. 4) 32 Harvey (2013), reconoce que “El derecho a la ciudad actualmente existente, tal como está ahora constituido, es demasiado estrecho y está en la mayoría de los casos en manos de una pequeña élite política y económica con capacidad para configurar la ciudad según sus propias necesidades particulares y sus deseos más íntimas.” (p. 47). El aporte de David Harvey es muy interesante porque partiendo de los planteamientos de Carl Marx sobre las prácticas de acumulación de capital, comprende que la urbanización cumple un rol en la absorción del excedente de capital y esto tiene unas consecuencias sociales que entran en conflicto con la concreción del derecho a la ciudad. Harvey (2013) citado por Mena y Dammert-Guardia (2019) indica que, La urbanización ha desempeñado un papel crucial en la absorción de excedentes de capital, y lo ha hecho a una escala geográfica cada vez mayor, pero a costa de impetuosos procesos de destrucción creativa que implican la desposesión de las masas urbanas de cualquier derecho a la ciudad. Periódicamente esto da lugar a rebeliones […] que pretendían parecidamente definir un modo de vida urbana diferente al que les estaban imponiendo los promotores capitalistas y el estado. (Harvey, 2013: 45, citado por Mena y Dammert-Guardia, 2019, p. 74) De manera que, el espacio urbano se convierte en un escenario de luchas políticas, frente a esto Harvey (2013) señala que “todos aquellos cuyo trabajo está dedicado a producir y reproducir la ciudad tienen el derecho colectivo, no sólo a disponer de lo que producen sino también a decidir qué tipo de urbanismo se debe producir, dónde y cómo” (p. 201) Según Manuel Castells (2013) citado por Mena y Dammert-Guardia (2019), en el siglo XXI se ha dado un protagonismo de los movimientos sociales en red y al respecto señala que aunque se conectan a través de internet se transforman en movimientos sociales urbanos en el momento en que ocupan el espacio público, Si bien estos movimientos suelen comenzar en las redes sociales de Internet,se convierten en movimiento al ocupar el espacio urbano, ya sea mediante la ocupación permanente de plazas públicas o por las manifestaciones continuadas. El espacio del movimiento se hace siempre mediante interacciones entre el espacio de los flujos de Internet y las redes de comunicación inalámbricas, y el espacio de los lugares ocupados y de los edificios simbólicos objetivo de las acciones de protesta. Este híbrido de ciberespacio y espacio urbano constituye un tercer espacio que yo llamo el espacio de la autonomía, como nueva forma espacial de los movimientos sociales en red. (Castells, 2013: 212-213, citado por Mena y Dammert-Guardia , 2019, p. 78) 33 Para Castells (2014), “El derecho a la ciudad se convierte en afirmación de la dignidad mancillada” (p. 62). En este punto, hace referencia a la dignidad de las personas y su coordinación al momento de buscar formas democráticas en la comprensión y construcción de los espacios urbanos. Desde otra arista, Frank Molano (2016), indica que Edward Soja elabora un análisis desde el enfoque posmoderno y los estudios culturales, “el derecho a la ciudad no se restringe a la lucha anticapitalista, sino que articula formas de resistencia étnica, de género y cultural, como expresión de la diversidad de experiencias urbanas” (p. 5). A Soja se le tiende a diferenciar de Harvey en tanto si bien parte de los análisis de Lefebvre, añade estudios de posmodernidad como los expuestos por Michael Foucault. Escribe Molano (2016), A partir de estos referentes se diferenció de David Harvey, para quien el derecho a la ciudad es la estación intermedia de un proyecto político mayor de lucha anticapitalista. Por el contrario, Soja reivindicó la lucha por la justicia espacial, que trasciende el contenido de clase del marxismo y se afirma en las posibilidades culturales, simbólicas y sociales que surgen en los intersticios de la posmetrópolis (Soja, 2013). Su planteamiento sobre el derecho a la ciudad se sostiene en tres elementos centrales: la construcción social del espacio, la ciudad entendida como posmetrópolis y las luchas por la justicia espacial y la democracia regional. (p.11) Teniendo en cuenta la definición de cada uno de estos autores sobre el derecho a la ciudad, se puede evidenciar que cada uno realiza aportes valiosos en el estudio del tema, sin embargo la definición de David Harvey es la que mejor se acerca a los objetivos de la presente investigación, David Harvey (2008), citado por Magela Cabrera Arias (2012), indica que, El derecho a la ciudad no se circunscribe al acceso a lo existente, sino que se refiere al derecho a cambiarlo a partir de nuestros anhelos más profundos. Y el más valioso de los derechos humanos es el derecho a rehacernos a nosotros mismos creando un entorno urbano cualitativamente diferente, es el más preciado de todos los derechos humanos. (p.49) La definición de Harvey es muy puntual porque enfatiza en que el derecho no es la exigencia al acceso de algo que ya existe, es el derecho a cambiar lo que ya existe y ajustarlo a los deseos de las personas en su entorno. Harvey resalta que es el espacio urbano el escenario en donde se desarrollan esas luchas políticas por el desenvolvimiento del derecho a la ciudad. Y además de ello, reconoce que actualmente el derecho lo ostentan las elites políticas, de igual modo, en las circunstancias de la actual investigación, el sector privado, específicamente el sector inmobiliario 34 y de construcción, también tienen un papel relevante en el desarrollo de este conflicto; resulta valioso a la luz de este autor reconocer las tensiones que se dan entre los diferentes actores: políticos, económicos y sociales. Para efectos de la investigación y con base en los aportes de los diferentes autores, puedo afirmar que el Derecho a la Ciudad en definitiva es el derecho colectivo de los ciudadanos de construir, participar y gozar de un territorio en donde prime el bienestar de los habitantes por encima de las lógicas de crecimiento económico. En ese sentido, el derecho a la ciudad abarca tres variables claves: el ciudadano, la participación y el territorio. El ciudadano es aquel sujeto que participa activamente (no sólo a través del ejercicio del voto y dentro de un marco de responsabilidad) de los procesos que influyen en los espacios en los que se desenvuelve. Si bien la concepción legal es necesaria, no debe reducirse el ciudadano a un mero operario de la norma, completamente acrítico frente a su contenido. Por su parte, la participación supone la intervención de la ciudadanía en los procesos de toma de decisiones respecto al manejo de recursos y acciones que tienen un impacto en la transformación de su entorno. Finalmente, el territorio es el entorno físico urbano o rural en donde se desarrolla la vida cotidiana del ciudadano y el cual bajo las políticas urbanas debe responder a una serie de necesidades materiales y humanas de quienes lo habitan. El derecho a la ciudad desde la percepción de los habitantes del barrio Boston Para precisar esta categoría directamente en el contexto del barrio Boston se logran recopilar diversas definiciones sobre el “Derecho a la ciudad” dadas por los perfiles entrevistados. En suma la definición dada por cada uno confluye en los mismos aspectos; en palabras de la Presidenta de la Junta de Acción comunal del barrio Boston, la señora Cristina Poveda, indica que: “El Derecho a la ciudad para nosotros los del barrio Boston es que la administración municipal no tome decisiones por nosotros, no piense por nosotros, no se imagine cuál es la necesidad que tenemos sino que venga y conozca el territorio, lo viva y sienta las necesidades para que pueda 35 construir un verdadero diagnóstico y con las personas idóneas ofrezcan soluciones a los problemas que hallaron en dicho diagnóstico”. (Comunicación personal, 07 de diciembre del 2021) Según ese punto de vista, la administración del Municipio de Medellín ha ejecutado planes a nivel barrial que no contemplan un adecuado estudio del contexto en particular, lo que conlleva al despropósito en la ejecución de los lineamientos de transformación de ciudad y así mismo y como lo mencionaba Poveda a lo largo de la entrevista, acrecientan las barreras sociales destruyendo el tejido social ya que las dinámicas institucionales no se corresponden con las necesidades e intereses de los habitantes. Respecto al asunto de las formas en las que los habitantes se pueden empoderar, participar u oponerse a las transformaciones que se desarrollan en el barrio, hay dos respuestas por parte de los entrevistados que dan cuenta de lo que sucede en el contexto. Por un lado Chalarca indica que la respuesta a dicha cuestionamiento es compleja ya que: “El hecho de que haya tanta densidad de personas que están emigrando y migrando constantemente, complejiza la posibilidad de que, primero se conforme un sentido de comunidad y segundo, un sentido de pertenencia; en ese sentido una persona que por ejemplo reside en el barrio solo por dos años en Boston, no va a tener un sentido de comunidad y pertenencia idóneo que le permita interesarse de los procesos sociales que se viven en el barrio; para contrarrestar la ausencia de esos componentes, es necesario inicialmente el fortalecimiento de la comunicación entre habitantes y seguidamente el interés y la participación como factores fundamentales.” (Comunicación personal, 23 de noviembre del 2021) Por su parte, la presidenta de la JAC indica que como organización autónoma la Junta a través de su organización y activismo ha propiciado condiciones para el mejoramiento de algunos aspectos relacionados con el bienestar de la comunidad, puntualiza que: “Logramos que los trabajadores informales de Boston desde hace aproximadamente diez años no fueran desplazados del Parque de Boston amparados en la normativa jurídica, ya que lainstitucionalidad “Subsecretaría de espacio público” asumió la responsabilidad por dejar pasar un año sin actuar al respecto”. (Comunicación personal, 07 de diciembre del 2021) En ese sentido a pesar de las modificaciones en los usos del espacio que suponen las transformaciones urbanas, se ha logrado conservar el Parque de Boston y el comercio de antaño también guarda vigencia específicamente en este lugar, ya que en sectores como la calle Ayacucho, 36 con la construcción del tranvía el comercio dio un giro completo en tanto se iniciaron proyectos como locales comerciales que desplazaron algunos negocios informales; de manera que, hay un contraste particular que permite cuestionar el carácter residencial y/o comercial de este sector de la ciudad, pues muy a pesar del aumento de viviendas en altura y a su vez la presencia del sector privado, parece ser que con el tiempo el sector adquiere una vocación más comercial que propiamente residencial, eso se debe precisamente a los procesos de intervención institucional y privada y a lo estratégico que resulta este lugar al ser parte de la centralidad de Medellín. Cuando se indaga sobre si la composición actual de la infraestructura del barrio genera formas de exclusión social, Chalarca menciona que por ejemplo: “En Boston hay muchos habitantes de calle y con la nueva infraestructura ellos son excluidos específicamente del espacio público; así mismo he evidenciado la demolición de muchas viviendas tradicionales, si en un futuro los dueños de dichas viviendas no pueden sostenerlas, habrá un desplazamiento mayor de las personas originarias del barrio para la posterior adecuación de nuevos proyectos en esos espacios, sin embargo hay que apuntar que en términos culturales el centro en general es más incluyente que excluyente precisamente por la relevancia del arte y la cultura en este sector de la ciudad”. (Comunicación personal, 23 de noviembre del 2021). En concreto las dinámicas de transformación urbana en el barrio Boston suponen expulsión y exclusión social en tanto ahora determinados espacios son para el acceso exclusivamente de quienes tienen la capacidad económica de pagar por los servicios que ahí se prestan, en contraste en el ámbito cultural y a nivel general el centro de Medellín resulta ser un espacio inclusivo en el ámbito del arte y la cultura ya que alberga diversidad de personas en su área de influencia cultural, artística y de ocio. Como es visible, el derecho a la ciudad es de gran importancia para los habitantes del barrio Boston ya que les posibilita poner en función su subjetividad política fortaleciendo la relación del sujeto con su espacio. Pues de acuerdo con Juan David Gelacio, Hernan Dario Martinez y Gilda Wolf (2019), El espacio determina formas de subjetividad que no pueden ser desgarradas sin más, por violencia epistémica, o por ocultamiento ontológico, por un aplanamiento producido por los discursos técnico-científicos sobre las relaciones sociales. La subjetividad se produce en el espacio y produce el espacio; se produce en la superficie (retención y desborde) y produce la superficie. (p. 523) 37 El hecho de que la subjetividad política de los habitantes no haya sido tenida en cuenta en los procesos de transformación urbana de Boston, supone la imposición de la institucionalización como manifestación del poder y en últimas la condición de resistencia de los habitantes. Para Pardo (2015, p.37) citado por Juan David Gelacio, Hernan Dario Martinez y Gilda Wolf (2019), “La dominación política y la objetivación científica se encuentran siempre sistemáticamente entretejidas” (p. 526). Esa es la premisa de la política neoliberal que a través del discurso técnico científico impone un sentido al barrio enmarcado en la funcionalización y rentabilidad financiera. De esa racionalidad del espacio amparada por la normatividad institucional surge la sustracción de variables de carácter político, histórico, simbólico y sociocultural que constituyen el espacio y lo cotidiano, tal omisión deriva en problemáticas como las mencionadas por los entrevistados: desplazamiento, exclusión, conflictos de interés y tensiones discursivas. CAPÍTULO IV. Análisis sobre las Transformaciones urbanas En este capítulo se presentan las definiciones de la categoría “transformaciones urbanas” con sus alcances y limitaciones. En un primer momento, se define la categoría. En un segundo momento, se delimita con base a las definiciones encontradas la definición que mejor corresponda al objetivo de la investigación. En un tercer momento, se propone una definición reconstruida de dicha categoría con sus variables. En un cuarto momento, se compilan las posturas de los entrevistados frente a la categoría planteada. Para finalizar se propone una relación entre categorías de análisis. Henri Lefebvre citado por Gonzalez Ordovas (1998) denota que el fenómeno urbano no guarda una sistematicidad y por el contrario presenta dinamicidad en sus elementos y sus relaciones, Lo urbano no es sistema, no es inmóvil, es una manifestación fluida y dinámica que en consecuencia no puede terminarse ni cerrarse, no es objeto (sustancia) ni sujeto (conciencia); es una creación (poiesis) en segundo grado “en tanto que forma que transforma, lo urbano desestructura y re- estructura sus elementos, los mensajes y los códigos procedentes de lo industrial y lo agrario”. Naturaleza y cultura se reforman en la sociedad urbana pero no de forma armónica, sino conflictual. (p. 297). 38 De dicha manifestación de lo urbano emerge el concepto de “sociedad urbana” entendido por Lefebvre citado por Gonzalez Ordovas (1998) como el conjunto de transformaciones urbanas que emergen de la actividad humana, El concepto de sociedad urbana no es solo una definición, sino también una hipótesis de trabajo, ya que constituye el término de llegada de la compleja situación a la que el autor llama “revolución urbana”, entendido por tal “el conjunto de transformaciones que se producen en la sociedad contemporánea para marcar el paso desde el periodo en que predominan los problemas de crecimiento y de industrialización a aquel otro en que predomina ante todo la problemática urbana y donde la búsqueda de soluciones y modelos propios a la sociedad urbana pasará a un primer plano”. “El punto de partida (...) es el proceso de industrialización, el máximo proceso transformador de la sociedad contemporánea. Este proceso es inductor de otros hechos; los hechos de urbanización son hechos inducidos (...). Siendo el proceso de industrialización el proceso inductor, me parece más justo calificar esta sociedad por el efecto inducido, la urbanización, es decir, llamarla sociedad urbana”. (p. 294) Uno de los procesos estudiados por Manuel Castells es el de la renovación urbana de París, asumiendo que muchas de las decisiones urbanísticas son el resultado de la influencia de quienes integran la esfera de poder político, Gonzalez Ordovas (1998), expresa que, Castells abandona desde el primer momento la idea de que la renovación o como él llama, “La reconquista de París”, sea un programa de viviendas. En su opinión se trata de una intervención del aparato estatal que tiende a la reproducción ampliada de la centralidad de ese sistema urbano, al respecto “la lógica renovadora desarrolla y acentúa la segregación residencial, favoreciendo la ocupación de París- ciudad por las capas superiores y expulsando a las clases populares hacia las áreas suburbanas (banlieue) subequipadas”. (pgs. 307-308) En ese marco, se logra tener claro por qué Castells se diferencia de Lefebvre en tanto la cuestión de lo urbano para Castells no se reduce a la comprensión de la vida cotidiana y las subjetividades que emergen de allí, sino que lo urbano también representa un asunto ideológico que tras de sí trae consigo una lucha de clases por la apropiación y definición o redefinición
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