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La revista Ilustración Nariñense durante la hegemonía conservadora (1924-1929): un 
acercamiento a los ideales de progreso y cultura popular 
 
 
Adriana Marcela Cuaical Cuaspa 
 
 
Monografía presentada para optar al título de Historiadora 
 
 
Asesor 
Eduardo Domínguez Gómez, Magíster (MSc) en Historia 
 
 
 
Universidad de Antioquia 
Facultad de Ciencias Sociales y Humanas 
Historia 
Medellín, Antioquia, Colombia 
2022 
 
Cita nota al pie 
1 Adriana Marcela Cuaical Cuaspa, “La revista Ilustración Nariñense durante la 
hegemonía conservadora (1924-1929): un acercamiento a los ideales de 
progreso y cultura popular” (Tesis de pregrado, Universidad de 
Antioquia, 2022). 
Bibliografía 
 
Estilo Chicago 17 
(2017) 
Cuaical Cuaspa Adriana Marcela. “La revista Ilustración Nariñense durante la 
hegemonía conservadora (1924-1929): un acercamiento a los ideales de 
progreso y cultura popular”. Trabajo de grado profesional, Universidad 
de Antioquia, 2022. 
 
 
 
 
 
 
 
 
CRAI María Teresa Uribe (Facultad de Ciencias Sociales y Humanas) 
 
Repositorio Institucional: http://bibliotecadigital.udea.edu.co 
 
 
Universidad de Antioquia - www.udea.edu.co 
Rector: John Jairo Arboleda Céspedes 
Decano: John Mario Muñoz Lopera 
Jefe departamento: Luz Eugenia Restrepo 
 
 
El contenido de esta obra corresponde al derecho de expresión de los autores y no compromete el pensamiento 
institucional de la Universidad de Antioquia ni desata su responsabilidad frente a terceros. Los autores asumen 
la responsabilidad por los derechos de autor y conexos. 
 
 
 
 
 
 
Agradecimientos 
 
En esta investigación influyeron muchas personas a quienes les estaré agradecida 
siempre. Primeramente, a mi madre Evangelina Cuaspa Cuaical por ser la razón y el motivo 
de mi lucha en cada uno de mis retos. A mi padre, Manuel Mesías Cuaical Taimal por el 
amor y sacrificio que realizó durante estos años para poder alcanzar este objetivo estando 
lejos de casa y territorio. A mi hermana Jenny Fernanda Cuaical Cuaspa, por cada consejo y 
respaldo en cada y una mis decisiones. A mis hermanos Oscar y Jorge Cuaical Cuaspa, 
quienes estuvieron atentos al desarrollo de todo mi proceso. 
Agradezco a la Universidad de Antioquia por el acompañamiento y sentir humano en 
cada una de las dificultades que presenté a lo largo de mi carrera. Así mismo, a los profesores 
que hacen parte del departamento de Historia, los cuales contribuyeron a mi formación 
profesional. En especial a mi asesor Eduardo Domínguez Gómez, con quien establecí un 
vínculo no solo académico sino también de amistad desde mis primeros pasos en la 
Universidad. A él gracias, por los tintos ofrecidos en los espacios de conversación y sobre 
todo por atender mi llamado de asesoramiento para este trabajo investigativo. 
También, a Daniela Rosero, por su colaboración en la recolección de la fuente 
primaria y en especial por ser testigo de mis logros y derrotas a lo largo de este proceso, a 
ella mi gratitud sincera. Del mismo modo a Paola Tobar Rosales y Lina Portilla, mis mejores 
amigas, quienes motivaron y creyeron en mí desde el principio. 
Por último, agradezco a mis compañeros de carrera, con los que compartí aula y con 
aquellos que entablaron una buena amistad conmigo compartiendo conocimientos y 
aprendizajes, a todos ellos les envío un abrazo de corazón. 
 
 
 
 
 
Tabla de contenido 
Resumen ................................................................................................................................. 6 
Abstract ................................................................................................................................... 7 
Introducción ............................................................................................................................ 8 
Capítulo 1. Estado del arte y aspectos teórico-metodológicos ............................................. 10 
1.1 Lectura histórica de las revistas en Colombia ............................................................ 10 
1.2 Las revistas culturales en Colombia ........................................................................... 10 
1.3 El despertar de revistas culturales .............................................................................. 11 
1.4 Las revistas culturales para el nuevo siglo ................................................................. 13 
1.5 Elementos teóricos ...................................................................................................... 17 
1.5.1 La idea de progreso .............................................................................................. 17 
1.5.2 Cultura popular ..................................................................................................... 18 
1.6 Metodología ................................................................................................................ 19 
Capítulo 2. Colombia y el departamento de Nariño durante la hegemonía conservadora 
(1920-1929) .......................................................................................................................... 22 
2.1 La hegemonía conservadora en los gobiernos Pedro Nel Ospina y Miguel Abadía 
Méndez ............................................................................................................................. 22 
2.2 El departamento de Nariño en el decenio de los veinte entre el olvido y la integración 
política .............................................................................................................................. 26 
Capítulo 3. La difusión de los ideales del progreso y Cultura popular a través de la revista 
Ilustración Nariñense 1924-1929 ......................................................................................... 30 
3.1 Descripción, director, propósito y contenidos de Ilustración Nariñense ................... 30 
3.2 Los ideales del progreso económico en Ilustración Nariñense .................................. 33 
3.3 Los ideales de progreso en la moral y civismo en Ilustración Nariñense .................. 44 
3.4 La cultura popular en los proyectos urbanísticos, el deporte, e higiene ..................... 52 
3.5 La cultura de los grupos subordinados contada desde arriba ..................................... 57 
3.5.1 El “blanco” modelo de inteligencia y productividad ........................................... 57 
3.5.2 El “negro” la causa de desorden e inestabilidad política ..................................... 58 
3.5.3 El “indio” como emblema de identidad en el pasado y sujeto de civilización .... 60 
Apreciaciones finales, a manera de síntesis.......................................................................... 65 
Bibliografía ........................................................................................................................... 69 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 6 
 
 
Resumen 
 
Esta investigación pretende realizar el tratamiento periodístico haciendo uso de la revista 
Ilustración Nariñense (1924-1929), en torno a la crisis de Hegemonía Conservadora. La revista, en 
el periodo conservador se vio influenciada por las políticas y proyectos económicos y sociales, que 
en su momento proveyó el periodo de cambio y desarrollo en Colombia en la primera mitad del 
siglo XX. Por lo que, la revista como medio difusor en el departamento de Nariño obró en la tarea 
de persuadir a la sociedad acerca de los ideales del progreso y cultura moderna en medio de la 
ambigua coyuntura política. De este modo, Ilustración Nariñense dirigida por una joven elite 
intelectual letrada intentó instituir un nuevo imaginario regional del departamento por medio de la 
escritura, vinculando a sus páginas gran parte de las propuestas de régimen conservador y sus 
interesessobre el territorio sureño a futuro. Así, algunas de las características que van a identificar 
a la revista a lo largo del decenio de los veinte son los ideales del: progreso, la urbanización, la 
moral, el civismo, la higiene, el deporte y la cultura civil para los nuevos ciudadanos. 
 
Palabras claves: Progreso, urbanización, moral, civismo, higiene, deporte y la cultura popular: 
“blancos”, “negros”, “indígenas”. 
 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 7 
 
 
Abstract 
 
This research aims to carry out the journalistic treatment making use of the magazine Ilustración 
Nariñense (1924-1929), around the crisis of Conservative Hegemony. The magazine, in the 
conservative period, was influenced by economic and social policies and projects, which at the 
time provided the period of change and development in Colombia in the first half of the 20th 
century. Thus, the magazine as a media outlet in the department of Nariño worked in the task of 
persuading society about the ideals of progress and modern culture in the midst of the ambiguous 
political juncture. Thus, Narinese Enlightenment led by a young legal intellectual elite attempted 
to institute a new regional imaginary of the department by means of writing, linking to its pages 
much of the conservative regime’s proposals and its interests on the southern territory to the future. 
Thus, some of the characteristics that will identify the magazine throughout the decade of the 
twenties are the ideals of: progress, urbanization, morality, civics, hygiene, sport and civil culture 
for new citizens. 
 
Keywords: Progress, urbanization, morality, citizenship, hygiene, sport and popular culture: 
"white", "black", "indigenous". 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 8 
 
 
Introducción 
 
Los estudios sobre la cultura colombiana son importantes porque representan una 
configuración del pasado nacional observados en los medios de comunicación, que contribuyen a 
perfilar, a través del texto, el producto cultural y social del momento. En este sentido, las revistas 
en Colombia hacen parte de la red de comunicación y son una fuente a veces inexplorada. No 
obstante, es evidente el abandono en los estudios de revistas regionales o locales del país, 
principalmente en los puntos más alejados de la geografía colombiana para la mitad del siglo XX, 
puesto que son menos investigados y casi ignorados. 
El departamento de Nariño, una de las regiones del país geográficamente más aislada 
durante la primera mitad del siglo XX, fue un departamento formalmente constituido en (1904). 
Aunque no estuvo exento de ambientes políticos turbulentos como la regeneración de Rafael 
Núñez, la guerra de los Mil Días (1899-1902), la separación de Panamá (1903) y la crisis de la 
hegemonía conservadora (1922-1930). Estos hechos obligaron al departamento a tratar de 
reorganizar sus instituciones administrativas para erradicar las consecuencias que había dejado el 
siglo XIX y salir del atraso heredado que permeaba a la sociedad en el siglo XX. Sin embargo, en 
Nariño, pese a los cambios que estaban presentando el país, a lo largo del siglo XX, la región siguió 
manteniendo problemas de orden económico, social y cultural debido al fuerte control de la elite 
conservadora, ultracatólica y terrateniente, la cual obstaculizaba una libre trasformación verdadera 
en la población. 
No obstante, en Pasto la capital de Nariño, dentro del incipiente desarrollo urbano y sector 
terciario, se logró consolidar la empresa periodística impulsada a través de la imprenta, con la que, 
aseguraron la aparición de diarios y revistas, como medios difusores, donde se hallaba el 
compromiso de construir una identidad nariñense. Es el caso de Ilustración Nariñense (1924-1955) 
una revista local publicada y difundida en las zonas más influyentes del departamento, divulgó 
trasformaciones, sobre todo durante la hegemonía Conservadora. El círculo intelectual que rodeó 
a la revista propuso ideas de cambio y desarrollo, con las cuales querían concientizar a la sociedad. 
Buscó encajar sus propósitos en la creencia del progreso económico y social promovida por la 
hegemonía conservadora del país. Ante ese contexto, cabe explorar el periodo en el cual surgió la 
revista (1924-1929) y observar cómo se vieron tratados los ideales de progreso y cultura popular, 
en los primeros 6 años de la publicación. Para ello, es necesario revisar atentamente sus contenidos 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 9 
 
 
temáticos para luego esquematizar la información pertinente. Y, por último, identificar las 
manifestaciones de la cultura popular en Nariño en la publicación con su tratamiento a las “elites 
blancas”, a los “mestizos”, “negros”, e “indígenas”. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 10 
 
 
Capítulo 1. Estado del arte y aspectos teórico-metodológicos 
 
1.1 Lectura histórica de las revistas en Colombia 
 
Las revistas son una fuente de información para los estudios de la cultura popular Colombia, 
pues reviven el espacio y el tiempo de un pueblo; representan los modos de pensar y actuar de una 
sociedad y sobre todo perfila características de una cultura. Históricamente, las revistas, tuvieron 
su acogida como medios difusores durante la construcción del programa político de las elites 
intelectuales, para contribuir con la formación de la identidad nacional del país. Lo que incidió en 
que a finales del siglo XIX y durante la primera mitad del siglo XX surgieran diversos tipos de 
publicaciones a nivel nacional y regional, los cuales se encargarían de transmitir y propagar a través 
del texto los modos de pensamiento de un grupo “dominante” que estuvo presente en la sociedad. 
Las revistas se constituyeron en un medio “democratizador” de la cultura, al dar importancia 
o reconocimiento a nuevos temas reformadores que se empezaron a generar durante el siglo XIX 
y XX en los ámbitos económicos, políticos y sociales. Pues, Colombia y Latinoamérica, habían 
intentado vincularse al proyecto de la modernización global del capitalismo europeo, bajo los 
ideales de progreso económico. Esto llevó a que todos los países buscaran establecer la unidad y la 
identidad cultural para consolidar el proyecto de Nación. Así, la prensa, en la que se incluye 
periódicos, revistas y diarios, etc., se transformaron en órganos de cohesión, a través de los cuales 
se intentó generar una conciencia nacional en las personas y así alcanzar el desarrollo económico 
e intelectual que se necesitaba. 
Por consiguiente, los estudios de las revistas han despertado en el investigador la atención 
por conocer el papel que han desempeñado durante el siglo XX. Por eso, ha sido indispensable 
evaluar cronológicamente fuentes como: libros, artículos, tesis, etc., para comprender cómo se ha 
mantenido el interés por estudiarlas y sacarlas del olvido. 
 
1.2 Las revistas culturales en Colombia 
 
En Colombia, las formas de interpretar los estudios sociales se observan por medio del 
espacio y el tiempo donde los autores están produciendo los textos. Así, la historiografía ha 
proporcionado modelos y estilos metodológicos durante la segunda mitad del siglo XX, que, 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 11 
 
 
aplicados a las investigaciones del campo profesional social, tuvieron influencia del capitalismo 
económico en la forma de interpretar las fuentes, obligando a que los estudios se relacionaran con 
el desarrollo de la economía colombiana, abierta al libre mercado1, lo que limitaría la importancia 
en los estudios culturales del pasado colombiano. 
Los primeros acercamientos a las revistas colombianas para su clasificación general, loshizo Antonio Cacua Prada en su libro Historia del Periodismo colombiano, 1968,2 allí estudia la 
historia del periodismo colombiano durante los XVIII, XIX y XX. Ubica cronológicamente las 
revistas colombianas y dedica un capítulo para resaltar algunos datos básicos sobre su aparición. 
No obstante, su estudio es un inventario que recopila cualitativamente las características sucintas 
de periódicos y mínimamente las revistas. En contraste, la base que enriquece a su investigación 
está en el uso de fuentes poco tratadas para la época, como son los archivos y bibliotecas de gran 
importancia en el país, como la biblioteca Nacional de Colombia, la hemeroteca Luis López de 
Mesa del Banco de la República y las revistas de Bogotá. Aun así, su labor permite un acercamiento 
general de la prensa en la historia, la cual le da solidez a su investigación, aunque para el caso de 
las revistas se quede corto. 
 
1.3 El despertar de revistas culturales 
 
A principios de los años ochenta en Colombia los trabajos de investigación sobre las revistas 
fueron escasos a causa del poco interés de las academias en el estudio cultural del país. Se tendría 
que esperar hasta los años noventa para observar cambios en el enfoque cultural y los métodos de 
análisis o investigación para evidenciar cómo se había edificado el pasado nacional de Colombia. 
Las condiciones de la década de los noventa y la irrupción de las cuestiones relacionadas 
con la historia de las mentalidades3 abriría nuevas corrientes culturalistas que predominarían en las 
décadas posteriores. Los estudios de las revistas empezaron a adquirir relevancia por su contenido 
intelectual y cultural, motivo que les serviría a las investigaciones para tomar distancia de asuntos 
económicos y políticos que tanto había interferido en la construcción de una identidad nacional 
sólida. Rafael Gutiérrez Girardot, en su artículo “Tres revistas colombianas de fin de siglo”, 
 
1 Alexander Betancourt, Historia y Nación, (Medellín: la Carretera Editores E.U, 2007) 212. 
2 Antonio Cacua Prada, Historia del periodismo colombiano, (Bogotá: SUA, 1968) 513. 
3 Alexander Betancourt, Historia y Nación, (Medellín: La Carretera Editores E.U, 2007) 212. 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 12 
 
 
(1991)4, describe la función de las revistas de acuerdo con el contexto en el cual surgieron, y explica 
la influencia ideológica que pueden tener los directores y colaboradores en el contenido, por tanto, 
propone un modelo de análisis a partir del cual se podría interpretar las revistas por medio de una 
serie de preguntas y respuestas. Para este ejercicio las revistas Gris, Contemporánea y Gruta, le 
sirvieron de fuente para aplicar y justificar su propuesta, comparando analíticamente el círculo 
intelectual que les dio vida a las publicaciones. Además, expone que el materialismo histórico 
convirtió a las revistas en una forma mercantil del capitalismo. 
También la cultura se manejó como la preocupación por reestructurar el pasado de cada 
región y dar sentido y valor a lo propio a través de la producción literaria. Miguel Escobar Calle 
en el artículo “Revistas culturales”5, realiza un balance sobre las revistas antioqueñas desaparecidas 
pero destacadas por su valor histórico, grafico, literario, artístico y las olvidadas. En ese orden, 
llama la atención sobre: Miscelánea (1894), Repertorio (1896-1897) y El Montañés (1897). El 
trabajo aporta a un enfoque estructural de las revistas (directores, colaboradores, contenido, 
editorial, números de publicación, etc.) para el contexto antioqueño. Así mismo, el autor cita a 
Baldomero Sanín Cano para resaltar la participación intelectual antioqueña en el siglo XIX, y los 
esfuerzos realizados con las letras y las artes en aras de construir la identidad paisa y su 
diferenciación literaria respecto a otras regiones del país. Aunque es una descripción rápida y no 
analítica resalta revistas culturales antioqueñas por su contenido y la idiosincrasia de la región. 
En esta perspectiva, el ámbito cultural de la época de los años 90 se preocupó por los 
círculos académicos en Colombia; la comunicación, un área descuidada, exigió a los investigadores 
observar lo que se denominó: “periodismo cultural”. Así, Catalina González en su artículo "La 
revista cultural colombiana" (1993)6, se valió del concepto de cultura para abrir el debate y hacer 
entender cómo se hace periodismo cultural con las llamadas revistas; expone la definición de 
cultura, en la teoría del filósofo francés Jean Ladriére, como “todo lo que da a la vida de una 
colectividad histórica su configuración específica”. Por otra parte, Héctor Troyano Guzmán en su 
inventario de artículos recogidos por la secretaria ejecutiva del convenio Andrés Bello (SECAB), 
en el libro Periodismo cultural y cultura del periodismo (1993)7, define a la cultura como un todo 
 
4 Rafael Gutiérrez Girardot, “Tres revistas colombianas de fin de siglo”, Boletín Cultural y bibliográfico 28.27. (1991): 
2-17 
5 Miguel Escobar Calle, “Revistas culturales”, Historia de Antioquia, ed., Jorge Orlando Melo (Medellín: 
Sudamericana de Seguros, 1991) 
6 Catalina Gonzalez Quintero, "La revista cultural colombiana" Signo y pensamiento, No. 23 (1993): 88–96. 
7 Héctor Troyano Guzmán, Periodismo cultural y cultura del periodismo (Bogotá: SECAB, 1993) 394. 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 13 
 
 
y el periodismo cultural como un sistema actual de representación con aportes teóricos de 
antropólogos. 
Surgieron planteamientos acerca de lo que debía contener un periodismo cultural como 
expresión del arte, el cual debía estar desligado totalmente de la política que era considerada 
enemiga de la cultura. Con base en el artículo de Juan José Hoyos “Las revistas culturales”8, se 
planteó la forma como las revistas hacen cultura y hacen periodismo a la vez, por ejemplo, Mito 
(1955), Eco (1980-1984), Pan (1935), Voces; son descritas y revisadas brevemente por su 
contenido e importancia para reivindicar el pasado cultural de la región. No obstante, el análisis no 
es exhaustivo. 
A propósito, en las investigaciones culturales, tanto en Colombia como en el nivel mundial, 
se realizaron replanteamientos sobre las sociedades y surgieron nuevos métodos de análisis para 
observar objetivamente las formas del discurso como una manera de interpretar el lenguaje. Es el 
caso del libro, Discurso proceso y significación de la compiladora María Cristina Martínez (1997), 
en el cual, recoge estudios de análisis del discurso; principalmente “el de las revistas culturales: un 
modelo de análisis semiolingüístico” de Amanda Correa Martínez9. En este artículo, la autora 
apoyándose en la teoría semiolingüística de Patrick Charaudeau, elabora herramientas de 
descripción y comprobación que de-construyen el objeto de análisis. Así mismo, le concedió la 
manera de reforzar los resultados de análisis para formalizar una metodología. Con base en la 
revista La Hoja de Medellín, propone examinar sus características: ¿qué es?, ¿cómo surge?, ¿qué 
propósitos guían su desarrollo? y su clasificación temática. Como resultado, Correa Martínez 
propone un método de trabajo práctico para explorar esas fuentes inéditas, pues, presenta en detalle 
cómo de-construir la fuente para obtener una interpretación apropiada. 
 
1.4 Las revistas culturales para el nuevo siglo 
 
Con el regreso del estudio de la larga duración, las investigaciones sobre los medios de 
comunicación se hicieron más objetivas, guiadas a revisar y reconstruir la memoria histórica social 
a través de ellos. Como caso típico, Ernesto Restrepo Tirado en su libro Medios y nación. Historia 
 
8 Juan José Hoyos, “Las revistas culturales”, Periodismo cultural y cultura del periodismo, ed., Héctor Troyano 
Guzmán (Bogotá: SECAB, 1993) 394. 
9 Amanda Correa Ramírez, "El discurso de las revistas culturales un modelode análisis semiolinglingüístico", Discurso 
proceso y significación, ed., María Cristina Martínez (Cali: Universidad del Valle, 1997) 239. 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 14 
 
 
de los medios de comunicación en Colombia, 200310, rescata la visión de la prensa como fuente de 
investigación para observar cómo se estaba configurado la nación colombiana. Esta recopilación 
se derivó de las ponencias llevadas a la VII Cátedra Anual de Historia Ernesto Restrepo Tirado. 
Entre las cuales está la de Mariluz Vallejo Mejía, La Revista Semana (1946-1961): plataforma 
periodística del frente nacional, donde ofrece un método de comparación y observación distintos, 
respecto a otros trabajos que solo se interesaron por hacer un inventario o recuento de las revistas. 
En general, el estudio se concentró en realizar un acercamiento interpretativo del lenguaje 
discursivo en la prensa, lo cual contribuye a la evaluación de las revistas. 
Por otra parte, Fernanda Beigel, en “Las revistas culturales como documentos de la historia 
latinoamericana”, (2003)11, explica que los intelectuales, sin importar las condiciones políticas 
favorecieron a la profesionalización de la literatura, junto al desarrollo de las gestas vanguardistas. 
Además, infiere que el método de análisis es uno de los obstáculos de los investigadores pero que 
la solución se aproxima a que se realice la reconstrucción del universo discursivo de la época. Sus 
análisis se fundamentan en preceptos teóricos y metodológicos de Arturo Roing, Pierre Bourdieu 
y Raymond Williams; y argumenta que las revistas son pequeños avances de la historia y que 
depende de los esfuerzos del investigador para sacarlas del olvido. 
Igualmente, El libro A plomo herido: una crónica del periodismo (1880-1980), (2006)12, de 
Maryluz Vallejo Mejía, resalta la precariedad bibliográfica de periodistas colombianos y de 
estudios monográficos sobre la prensa regional y empresas periodísticas influyentes. Para este 
trabajo utiliza fuentes primarias de las hemerotecas de la Universidad de Antioquia, Luis Ángel 
Arango y Biblioteca Nacional. Sin embargo, el estudio sirve como libro de catalogación sobre la 
prensa en Colombia, puesto que, en la mayoría, se realiza un inventario de periódicos. Tiene un 
solo apartado para revistas importantes en Bogotá como: Bogotá Ilustrado, El Gráfico, Cromos, 
Estampa, Vea, entre otras. No precisa un amplio registro para las revistas regionales, debido a que 
su propósito se orientó a rescatar publicaciones periodísticas a lo largo de la historia en el país. 
Jorge Orlando Melo, ofrece otra interpretación sobre las revistas culturales y literarias, por 
ello, en su artículo “Las revistas literarias en Colombia e Hispanoamérica: una aproximación a su 
 
10 Ernesto Restrepo Tirado, Medios y nación. Historia de los medios de comunicación en Colombia, (Bogotá: Nomos 
S.A, 2003) 595. 
11 Fernanda Beigel, "Las revistas culturales como documentos de la historia latinoamericana", Utopía y praxis 
latinoamericana: revista internacional de filosofía iberoamericana y teoría social 8.20 (2003): 105-115. 
12 Maryluz Vallejo Mejía, A plomo herido: una crónica del periodismo (1880-1980), (Bogotá: Planeta, 2006) 430. 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 15 
 
 
historia” (2008)13, expone algunas ideas en ocho puntos, que resumidos indican que tanto los 
periódicos como las revistas se han encargado de la producción literaria durante los siglos XIX y 
XX. Más aún, cuando las revistas tuvieron la capacidad de crear un nuevo espacio de discusión, 
donde lo importante no era la política sino la difusión de un ideal. Puntualiza que las revistas 
colombianas surgen tardíamente en el siglo XX, a diferencia del resto de Hispanoamérica donde 
las revistas fueron el centro de difusión durante siglo XIX. Especifica que, para el caso de Colombia 
en el siglo XX, los intelectuales se vieron obligados a romper con la “tradición” para invertir en un 
nuevo periodismo cultural desvinculado de los debates políticos; y asevera que, si bien los modelos 
de revistas del exterior fueron apropiados jamás lograron ser imitados, pero, aun así, a finales del 
siglo XIX, se había iniciado el gran proyecto cultural con obstáculos y limitaciones. Une 
cronológicamente las revistas culturales y literarias, sus directores y su contenido, realiza un 
recorrido grande de información, en un texto que contextualiza a Colombia e Hispanoamérica en 
el desarrollo intelectual de la cultura. El trabajo es una recopilación cronológica en el que rescata 
las revistas culturales y literarias de algunas zonas de país como Medellín, Bogotá, Cauca, lo cual 
hace, que haya un cierto abandono de la producción difusora de otras regiones alejadas del país. 
El interés por estudiar las revistas culturales, sobre todo las literarias, compone una forma 
de reinterpretar el pasado colombiano, la tesis de Tatiana Pérez Robles, "Ideologías y canon en las 
revistas literarias y culturales de Medellín 1887-1912" (2010)14 ofrece al investigador un análisis 
completo de tres revistas literarias, El Montañés (1897-1899), Lectura y Arte (1903-1906) y Alpha 
(1906-1912). Interesada por el género literario, intenta responder cómo dichas revistas 
contribuyeron a la transformación de la narrativa o la exaltación de los relatos escritos. Así, citando 
a Eric Hobsbawm, y Benedict Anderson sobre la concepción del nacionalismo, reúne bajo ese 
planteamiento los ideales de la elite intelectual para explicar el cambio que necesitaba Colombia. 
Esta idea llevó a interpretar la relación del pensamiento utópico nacional de las elites en Colombia 
y su afán por parecerse a otros países. La autora manifiesta que los medios de comunicación 
siempre fueron una herramienta clave para alcanzar ese ideal a través de la palabra y el progreso 
como una excusa para concretar el proyecto. Asimismo, considera que las revistas literarias 
surgieron en Colombia y Medellín bajo dichos preceptos sin distinción de partidos políticos, todos 
 
13 Jorge Orlando, Melo, “Las revistas literarias en Colombia e Hispanoamérica: una aproximación a su historia” (2008): 
1-22. 
14 Tatiana Pérez Robles, "Ideologías y canon en las revistas literarias y culturales de Medellín 1887-1912" (Facultad 
de comunicaciones, Universidad de Antioquia, 2010) 130. 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 16 
 
 
bajo un sentimiento nacional. De este modo, las revistas abordadas reflejaron cómo el círculo 
intelectual estuvo presente en la construcción de ese imaginario. En síntesis, la investigación con 
las revistas, como fuente primaria, fue aprovechada, para poner en consideración la estructura 
como: números de publicación, directores, colaboradores, en contraste a los aportes teóricos. 
También, "El cuento colombiano en la revista Cromos (Bogotá, 1916-1940): configuración 
de una instancia literaria" (2018)15, registra un aporte amplio del análisis descriptivo de las 
características de una revista desde sus inicios en 1916 hasta 1940. Estos trabajos recientes tratan 
de incorporar el análisis de las revistas de una manera independiente, es decir, de acuerdo con el 
enfoque del investigador. Diana Barrios González, emplea como método de trabajo la clasificación 
de la información del periodo a abarcar, delimita el tema específico de su interés que es el cuento. 
Igualmente, tiene presente la importancia de un referente teórico para analizar la revista Cromos, 
en este caso Jaques Dubois y Rafael Osuna que la autora cita, para dar pie a la interpretación del 
discurso. Tanto Diana Barrios González como Tatiana Pérez, hacen una investigación basada en 
un método claro y preciso que ayuda a interpretar el conocimiento cultural colombiano a través de 
las revistas. 
Los estudios sobre las revistas han experimentado cambios de contexto, primero en los 
ochenta, los estudios estabancentrados en una explicación y descripción con relación al desarrollo 
del capitalismo colombiano, denotando una precaria atención en los estudios culturales. La 
preocupación con respecto a la exclusión de la temática cultural se vio afectada por los fracasos de 
las teorías marxistas que no pudieron explicar el progreso del país; la búsqueda de un nuevo método 
de trabajo fue indispensable para comprender cómo se había configurado la sociedad, de modo que 
la revisión del pasado a través de la prensa se convertiría en una nueva técnica de trabajo para los 
investigadores. Las investigaciones recurrieron a los instrumentos de los estudios culturales, por 
medio de los cuales se crearía un renovado discurso inclusivo e igualitario de cultura, al margen de 
asuntos políticos y económicos. Aun así, las investigaciones en cuanto a las revistas no tuvieron 
tanto interés como lo tuvieron los periódicos. No obstante, para el nuevo siglo, los temas culturales 
se diversificaron y las revistas consiguieron ocupar un espacio en las investigaciones, como las 
revistas literarias y así denotar que también contribuyeron con la construcción del imaginario en la 
historia de Colombia. Si bien, este balance no ignora la existencia de otras investigaciones aún es 
 
15 Diana María Barrios González, "El cuento colombiano en la revista Cromos (Bogotá, 1916-1940): configuración de 
una instancia literaria" (Facultad de comunicaciones, Universidad de Antioquia, 2018) 146. 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 17 
 
 
necesario escudriñar en bibliotecas los archivos de revistas en un sentido más completo, sobre todo, 
con lo concerniente a las revistas locales y regionales de las zonas apartadas del país, para entender 
cómo construyeron su imaginario de nación. 
 
1.5 Elementos teóricos 
 
1.5.1 La idea de progreso 
 
John Bury, refiere que la idea del progreso es un término controversial y que se ha discutido 
a través de diferentes perspectivas teóricas y las más próximas a definir el significado o contenido, 
está en el acercamiento de la construcción histórica que se ha dado con el tiempo Concibe que “la 
idea del progreso humano es, pues, una teoría que contiene una síntesis del pasado y una previsión 
del futuro”. Esta visión está fundamentada en “una interpretación de la historia que considera que: 
el hombre va caminando lentamente en una dirección definida y deseable, donde ese progreso 
continuará indefinidamente”16, hasta que el hombre pueda alcanzar la condición de felicidad 
general que justificará el proceso total de la civilización. Además, asume que el ideal del progreso, 
“constituye la cuestión central a la cual se subordinan siempre todas las teorías y movimientos de 
carácter social”. Es más, ratifica que los ideales de libertad y democracia han perdido su propia 
validez, cuando se relacionan con el concepto del ideal de progreso, debido a que dicho concepto 
sirve para calificar a una determinada civilización sobre su avance o ver qué es lo bueno o lo malo. 
Por otra parte, para José Luis Romero, esa idea del progreso se ve materializado con el 
desarrollo de la mentalidad burguesa del hombre. Pues, considera que el progreso se fue 
desarrollando históricamente en Europa junto al con pensamiento burgués, a medida que el hombre 
empezó a “adquirir libertades de movimiento, de matrimonio, y de comercio; protegidas por 
estatutos que se dan en cada ciudad y se desarrollan actividades nuevas como el: comercio, 
servicios y profesiones”. Sostiene que el régimen de libertades creó las condiciones para que 
hicieran uso de su capacidad para desarrollar riqueza”17. De modo que, el pensamiento burgués, 
junto con el progreso se han caracterizado por ser una visión proyectiva sobre las ciudades y lo 
urbano. Por último, Romero argumenta que la mentalidad del burgués permaneció al principio 
 
16 John Bury, La idea de progreso (Madrid: Alianza Editorial.S.A, 1971) 17. 
17 José Luis Romero, Estudio del pensamiento burgés (Buenos Aires: Alianza, 1999) 19. 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 18 
 
 
como un pensamiento aislado que con el tiempo fue cambiando a la idea de aspirar a ascender a las 
altas esferas aristocráticas. Hasta el punto de convertirse en un pensamiento universal en el siglo 
XX18, involucrando desde las esferas aristocráticas hasta la conquista de la mentalidad de los 
grupos populares. 
 
1.5.2 Cultura popular 
 
En la visión europea, la cultura popular se ha interpretado con distintas definiciones, por 
ejemplo, Mihailovich Bajtin define al término como la manifestación cultural de la gente en las 
plazas públicas y el humor donde es propicia la risa. Considera que la cultura popular es la 
oposición a la cultural oficial, donde lo grotesco es todo opuesto a lo previsto y lo perfecto. Según 
Bajtín, el ambiente festivo de carnaval, los ritos y los cultos cómicos, forman parte de la 
cosmovisión de un pueblo, puesto que el encuentro del pueblo en un ambiente festivo origina un 
lenguaje que expresan las formas y símbolos del carnaval19. Esto significa, que la risa juega un 
papel indispensable, abarca aspectos parcialmente típicos de la vida social, que pueden ser aspectos 
negativos como la burla, los rituales. Entonces, para Bajtín, durante la Edad Media la cultura 
popular fue muy poderosa y había que tenerla en cuenta forzosamente porque en la jerarquía feudal 
utilizó algunos de los elementos populares para fines propagandísticos20. 
También, Peter Burke, analiza las manifestaciones de la cultura popular como los grupos 
que no forman parte de la elite o las llamadas clases subordinadas21, considera que “si todos los 
miembros de una sociedad dada tuviesen la misma cultura no sería necesario utilizar el término 
cultura popular”22. A su vez, cada cultura se compone de significados, actitudes, valores, mitos y 
símbolos diferentes. De modo que, a una cultura popular no se la debe considerar como homogénea, 
hay que distinguirla por su variedad, es un sistema con límites poco definidos en el sentido de que 
es difícil decir dónde comienza y dónde termina. Esto lo lleva a argumentar que las culturas 
transforman y crean nuevos estilos de vida o modelos culturales, los cuales se adaptan y trasmiten 
a lo largo del tiempo a través de la práctica. 
 
18 Romero 23. 
19 Mihailovich Bajtin, La cultura popular en la edad media y en el renacimiento (Moscú: Alianza Universidad, 1987) 
16. 
20 Bajtin 62. 
21 Peter Burke, La cultura popular en la Europa moderna (Madrid: Alianza Editorial.S.A, 1991) 29. 
22 Burke 61. 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 19 
 
 
Con todo, Burke, sostiene que la aproximación a la cultura popular históricamente se ha 
hecho de forma indirecta, es decir, los actores que se han encargado de rescatar las actitudes y los 
valores de los grupos subalternos han provenido de una elite intelectual y letrada, puesto que rara 
vez los estudios son producidos directamente por los grupos subordinados. Este es el papel 
importante de los intermediarios23 o mediadores, al momento de estar cerca del ambiente popular 
y de elite, son quienes rescatan las actitudes y valores del pueblo para alcanzar sus proyectos de 
interés. Además, el autor expresa que los documentos rescatados sobre las descripciones de la 
cultura popular se han utilizado para influir sobre las sociedades como medios propagandísticos, 
para captar la atención de un gran número de personas. No obstante, a pesar de que los documentos 
no sean fidedignos o estén distorsionados por un discurso, Peter Burke recomienda realizar la tarea 
de reconstruir el discurso de la cultura popular por medio de la representación, la iconografía, lo 
retrospectivo y lo comparativo24. 
 
1.6 Metodología 
 
La idea de analizar el tratamiento periodístico dado a las propuestas de Progreso y cultura 
popular partió de unarevisión del Software para el tratamiento periodístico de la información 
(SATPI), dirigido por el historiador Eduardo Domínguez G., en la Facultad de Comunicaciones de 
la Universidad de Antioquia, donde el equipo de trabajo explica con profundidad en qué consiste 
el procedimiento y sugiere unas técnicas para realizarlo. 
El trabajo investigativo con la revista “Ilustración Nariñense 1924-1929”, procede a 
realizar descripción y análisis de la fuente periodística, haciendo uso de 36 números publicados 
durante los primeros 6 años. De este modo, se establecen etapas de indagación las cuales permiten 
establecer detalladamente los lineamientos requeridos en una investigación. 
Por medio de la red cultural del Banco de la República, biblioteca Luis Ángel Arango, se 
realiza el reconocimiento de la revista “Ilustración Nariñense” mediante el catálogo en línea de la 
página web virtual de dicha biblioteca. De ello se obtienen, a través de búsqueda general, los 
resultados detallados de la revista como: características físicas; autor, materia y ubicación. 
 
23 Burke 115. 
24 Burke 131. 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 20 
 
 
Teniendo los datos básicos de la primera búsqueda se da continuidad a localizar físicamente a la 
fuente, en la sede cultural del Banco de la República en Pasto (Nariño). 
Haciendo uso de la tecnología, como cámara fotográfica, se da continuidad al registro de 
cada página de la revista en sus 36 números a lo largo de los seis años, 1924-1929. El propósito de 
este método es agilizar el almacenamiento de la información y reducir el tiempo de consulta interna 
en la sala de la biblioteca, para aprovechar la organización de la fuente en archivos o carpetas, 
estando en casa. 
Con Microsoft Excel se elabora un inventario, a través de una tabla, en la cual se detalla y 
se organiza los contenidos de “Ilustración Nariñense”. En este punto se describe y se enumera cada 
dato ingresado, empezando por un “código” formado por: número de revista; seguido del mes de 
publicación; el año de publicación y por último se le añade un número ordinal, por ejemplo: 
(1/11/1924/0001). Este número ordinal se establece para totalizar al final la cantidad de datos 
incorporados. La siguiente columna denominada “Género periodístico” se utiliza para asignar tema 
a los diversos contenidos, es decir: Columna de opinión, Editorial, Crónica, Literatura, Publicidad, 
Noticias, Análisis, etc. En la columna “páginas” se tiene en cuenta la ubicación del tema en la 
revista. Seguido, en la columna “Titulo” se escribe textualmente el nombre tema. La columna 
“Autor” hace referencia al escritor del texto. Por último, las dos columnas finales “Descripción y 
análisis” y “Cita textual” recogen los argumentos del investigador y la cita textual de una parte del 
escrito. 
Utilizando la “Tabla 1 general de fichaje” de Excel, se adicionan dos hojas al archivo con 
dos tablas llamadas: “Tabla 2-Columna de opinión” y “Tabla 3-Editorial”. Dichas tablas, son 
seleccionadas de acuerdo con el filtro temático realizado a través de la columna de “Genero”. Hay 
que tener en cuenta, que, dada la diversidad de contenido temático de la revista, este estudio 
investigativo se limita a su objeto de estudio de acuerdo con los objetivos planteados. Por este 
motivo y sin obviar la importancia de los otros temas, debido a que proporcionan información para 
posteriores investigaciones, se eligen columnas de opinión y editoriales, debido a que estos géneros 
expresan ideas sobre el tema en concreto. 
Reunidos los datos tanto por columna de opinión y editorial se realiza el análisis de los 
contenidos filtrados por Excel. Aquí se analiza a profundidad los términos progreso y cultura 
popular, para ello se hace uso de la columna llamada “observaciones”. Ahí, se establece 
subcategorías para dicho término de la siguiente forma: progreso económico; progreso moral; y 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 21 
 
 
progreso cívico. Para el caso de cultura popular se establece las subcategorías de: indígenas, 
negros, blancos, mestizos. Cabe indicar que las subcategorías surgen a partir de la información que 
proporciona la fuente. De esta manera, este método contribuye y facilita a que se expliquen los 
resultados por separado, es decir por subcategorías, para alcanzar un análisis amplio y crítico de 
los resultados. 
La investigación empleara normas de citación establecidas por la revista Trashumante, 
Revista de Americana de Historia Social, en la que proporcionara un estado detallado de cada 
referencia citada. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 22 
 
 
Capítulo 2. Colombia y el departamento de Nariño durante la hegemonía conservadora 
(1920-1929) 
 
2.1 La hegemonía conservadora en los gobiernos Pedro Nel Ospina y Miguel Abadía 
Méndez 
 
Colombia durante el periodo de 1920-1930 experimentó transformaciones económicas y 
sociales que se venían urdiendo desde finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX con la llegada 
de modelos capitalistas europeos y aplicación de filosofías relacionadas con la modernidad25. Estos 
preceptos demandaban cambios profundos a gran escala, en cuanto a desarrollo económico, social 
y político de los Estados, para así alcanzar una sociedad moderna con niveles de bienestar y 
progreso. De manera que, para llevarlos a la práctica en Colombia, se debía abandonar las disputas 
políticas que venían afectando al país por más de un siglo, a fin de aplicar una nueva la política. 
Para el siglo XX, después de la Guerra de los Mil Días y el triunfo de la hegemonía conservadora, 
se debían demostrar los cambios que la nueva modernidad europea y estadounidense demandaba 
en su momento. 
Eventualmente, el Periodo Conservador se enfrentó a un ambiente ambiguo, sobre todo 
cuando de civilizar a la población del país se trataba, pues presentaba niveles de analfabetismo de 
un 80% a principios del siglo XX, más el incremento demográfico, lo que acrecentó paulatinamente 
los niveles de desigualdad social y precariedad escolar lo que era una desventaja para la elite 
conservadora frente a la intención de integrar al Estado con una ciudadanía en ejercicio civil. La 
mayoría de los esfuerzos, según Renán Silva, tanto en el siglo XIX como a inicios del siglo XX, 
resultaron ser siempre incapaces de ofrecer al recién estrenado ciudadano la dosis mínima de 
escolaridad que suponía una participación democrática en la vida de la sociedad y el Estado”26. Los 
problemas pusieron al descubierto el lado débil del partido, ya que la base de un buen entendimiento 
entre gobierno y sociedad dependían de una alfabetización amplia para la población rural y urbana. 
Adicionalmente, la relación entre educación y religión suponían una contradicción frente a 
los proyectos modernizadores laicos, la fuerte injerencia de la Iglesia en asuntos políticos y 
 
25 Helwar Figueroa, “Modernidad y nación en Colombia”, Grafía 1 (2003): 27–28. 
26 Renán Silva Olarte, “La educación en Colombia 1880-1930”, Nueva Historia de Colombia, vol. 4 (Bogotá: Planeta, 
1989) 62. 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 23 
 
 
educativos evidenciaban la incapacidad del régimen conservador al no poder separar los asuntos 
políticos de los eclesiásticos y abandonar el pasado colonial católico el cual había controlado las 
bases de la educación por varios siglos. A pesar de que, en el “radicalismo liberal”27 del siglo XIX 
se había exigido la separación del poder eclesiástico28, para el siglo XX la institución eclesiástica 
había recuperado su espacio de control al 100%, mostrando su monopolio sobre la educación, el 
cual, estuvo apoyado siempre por el régimen conservador después de que la Iglesia hubiera 
participado activamente en las luchas políticas en la Guerrade los Mil Días. 
Como resultado de dicha correlación entre Estado-Iglesia las reformas educativas como el 
“Plan Zerda” estuvieron subordinadas a la constitución de la Regeneración 1886, por medio de la 
cual se le permitió consolidar el poder eclesiástico sobre la sociedad, en cuanto al orden y la moral 
del ciudadano. Aunque se establecieron reformas educativas posteriores como la de Uribe (1903) 
y la reforma educativa de los años veinte (1920-1930)29, que intentaban incorporar temáticas 
pedagógicas humanistas y prácticas en los temas agrícolas, e industriales, para hacer del alumno 
un ser útil ante la sociedad civil, terminó presentando en la realidad pedagogías católicas que no 
cumplían los requerimientos de una enseñanza abierta a los aspectos fundamentales de una 
ciudadanía democrática y liberal, porque no pudieron renunciar las convicciones éticas y morales 
del catolicismo. Esto mostró lo primitiva que seguía siendo la educación bajo el control de las 
órdenes religiosas y la escasa existencia de escuelas públicas urbanas y rurales que apoyasen la 
ampliación del progreso educativo de la población colombiana. 
En cuanto al aspecto económico, las elites dominantes insertaron un modelo liberal de 
desarrollo, a través del cual Colombia pretendía integrarse a la dinámica capitalista mundial como 
exportador de materias primas.30Este modelo liberal durante los periodos presidenciales de Pedro 
Nel Ospina (1922-1926) y Miguel Abadía Méndez (1926-1930), creó un ambiente de progreso y 
 
27 José David Cortés Guerrero, “Los debates político-religiosos en torno a la fundación de la Universidad Nacional de 
Colombia, 1867-1876”, El radicalismo colombiano del siglo XIX (Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2006), 
327. 
28 El programa Radical intentó contrarrestar el analfabetismo en Colombia a través de métodos educativos abiertos 
para un gran número de personas “pobres” las cuales no habían podido acceder a la formación profesional. Así, dentro 
del contexto político de los Radicales la educación fue uno de los proyectos en el programa constitucional federal para 
promover el desarrollo del país. No obstante, el proyecto que llevaría a confrontaciones político-religiosos en cuanto 
al sistema de instrucción educativa laica para los jóvenes, debido a la oposición del clero católico y sectores 
conservadores. 
29 Renán 82. 
30 Consuelo Corredor, “Colombia: un modelo liberal para modernización sin modernidad”, Los límites de la 
modernización (Bogotá: Ediciones ClNEP y Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de 
Colombia, 1992) 72. 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 24 
 
 
desarrollo económico e industrial. No obstante, los dos mandatos habían prestado atención al 
progreso que necesitaba el país, pero detrás de las expectativas modernizadoras se encontraba la 
complicada administración política de los recursos nacionales entrantes, producto de la 
indemnización norteamericana por la pérdida de Panamá y los empréstitos descontrolados, que 
generaron un ambiente de progreso con proyectos de infraestructura, de transportes, vías, 
ferrocarriles e industria. 
A los problemas políticos dentro de la administración conservadora se sumó la injerencia 
de Estados Unidos. Su fuerte intervención financiera indirecta sería el causante de que Colombia 
alcanzara un nivel de modernización económica notoria, a cambio de intereses estratégicos 
geoeconómicos ocultos, relacionados con el petróleo. Por eso, al periodo de los veinte, en 
Colombia, se lo conoce como “prosperidad a debe” o la llamada “danza de los millones”31. Como 
consecuencia, fue en este espacio donde se experimentó la especulación del tan anhelado progreso 
de las regiones, debido a que la mayoría de ellas lograron acariciar parte de la financiación 
americana. 
En los dos últimos mandatos de la hegemonía conservadora, de Pedro Nel Ospina y Miguel 
Abadía Méndez, no se había contemplado la idea de trasformación política, lo que evidenciaba la 
problemática estructural ambigua dentro de política: daba paso a un libre desarrollo económico, 
pero necesitaba mantener la regulación de orden social y político, tradicional, con el cual se 
intentaba reafirmar su hegemonía32 y conservar su carácter excluyente y ultramontano. En suma, 
porque permitía a la iglesia la injerencia en asuntos políticos, y continuaba compensando lealtades 
políticas a cambio de privilegios u oportunidades burocráticas33 al estilo heredado del siglo XIX. 
A causa de ello, los partidos tradicionales no lograron captar la movilización social que emergía 
rápidamente por fuera de los claustros políticos, el avance de una mentalidad urbana guiaba a las 
masas sociales a reclamar derechos y autonomía democrática. 
 
31 “El endeudamiento, como es obvio, suscitó debates de todo orden. >>Prosperidad a debe<< clamaba Alfonso López 
Pumarejo en el Congreso, >>la prosperidad, la que vale la pena llamarse tal, es y ha sido y será una prosperidad a 
debe<< respondía Esteban Jaramillo, ministro de Finanzas. >>El baile de 1926 a 1929<<” Según expresión que 
Alejandro López acuñaría unos años más tarde. En, Jesús Antonio Bejarano Avila, “La economía colombiana entre 
1922-1929”, Nueva Historia de Colombia, vol. V (Bogotá: Planeta, 1989) 54. 
32 Corredor 70. 
33 Germán Colmenares, “Ospina y Abadía: La política en el decenio de los veinte”, Nueva Historia de Colombia, vol. 
1 (Bogotá: Planeta, 1989) 246. 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 25 
 
 
Recordemos que a medida que avanzó la década de los veinte, la hegemonía conservadora 
no estimó la idea de adecuar la realidad social frente a los proyectos políticos modernizadores. En 
Colombia se venía organizando movilizaciones de la pequeña clase obrera y sectores sindicales 
agrarios y artesanales que estaban siendo sometidos a condiciones precarias de salud, malos 
salarios y explotación laboral. De manera que, las huelgas, como la de los ferrocarrileros, 
tranviarios y de trabajadores de compañías extranjeras como la de United Fruit Company, serían 
un claro ejemplo de resistencia civil, que demandaban derechos óptimos de trabajo, así mismo 
como igualdad y participación política en las decisiones del Estado. Sin embargo, la deficiente 
intervención política en el sector económico y la fuerte represión civil, frente a los mal llamados 
movimientos “subversivos”,34 llevó a acrecentar el descontento social apoyado por literaturas 
socialistas europeas, por medio de la cual intentaban reformar al gobierno a cambio de bienestar 
social de las clases menos favorecidas. Estos hechos, debilitaron al Partido Conservador en el 
terreno económico y social, porque no pudieron comprender la realidad social colombiana frente a 
los cambios económicos que traía el modelo capitalista. 
Por otra parte, el regionalismo35 fue otro tema que “alimentó la política” local, subregional 
y nacional de país, siendo el más grave para el proyecto de modernización, puesto que perturbó la 
estabilidad de las políticas integracionistas de un Estado-Nación. El regionalismo había nacido en 
la época colonial y como consecuencia había estado lejos de construir una red urbana integrada”36 
entre metrópoli y periferia. Esa tradición heredada, como señala Fernán González, se había 
reproducido hacia la era de la República, con una difícil geografía, pésimas comunicaciones y 
autonomías regionales rivalizadas. Así que, partidos políticos como el conservador y el liberal 
durante el siglo XIX compitieron por la dominación y control territorial, provocando 
enfrentamientos entre caudillos terratenientes que buscaban satisfacer sus ambiciones burocráticas. 
Por ello, ciudades como Cartagena, Bogotá, Antioquia, Cali, Popayán, llegados al siglo XX, se 
conocieron como zonas de influencia urbana las cuales habían alcanzado pequeños niveles de 
desarrollo en infraestructura ferroviaria, a pesar de loconflictivo que había sido el siglo XIX. Aun 
así, los proyectos solamente habían logrado conectar algunos centros urbanos del país. 
 
34 Mauricio Archila Neira, “La clase obrera colombiana (1886-1930)”, Nueva Historia de Colombia, vol. 3 (Bogotá: 
Planeta, 1989) 235. 
35 Colmenares 246. 
36 Fernán González González, “Hegemonía conservadora y movilización social en los albores del siglo XX (1905-
1930)”, Poder y violencia en Colombia (Bogotá, Colombia: Odecofi-Cinep, 2014) 553. 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 26 
 
 
Durante el periodo de la Regeneración, en tiempos de paz, el regionalismo se había 
trasladado al siglo XX bajo nuevos acuerdos políticos y económicos en aras de conservar la 
posición pacífica entre regiones de influencia. Por tanto, se eliminaba el periodo beligerante de los 
dos partidos (Liberal y Conservador) y se reemplazaba por una etapa de alianzas y lealtades 
políticas regionales. De modo que, en aras de articular las regiones y las poblaciones a la vida 
nacional, como dice Germán Colmenares, para el presente siglo, se presentaron la manifestación 
de nuevos “bloques regionales” definidos por el Estado como “liga Costeña, liga Oriental, las 
regiones del Cauca y Antioquia”37 que exigieron la participación en la distribución de los recursos 
para el progreso de sus regiones. Sin embargo, en la práctica algunas regiones con centros poblados 
más urbanizados y con una economía más tecnificada aprovecharon del amparo político para 
intensificar sus pretensiones regionalistas. 
Además, de acuerdo con Fernán González, hasta la época, algunas regiones habían logrado 
conectar sus centros urbanos con la metrópoli, pero, dejando por fuera a una buena parte de los 
territorios y grupos sociales del país38. Esto se justificó por el hecho de que las elites de poder se 
preocuparon por generar un mercado interno en los sectores urbanos más tecnificados en la 
economía industrial y agrícola. La economía del café indicaba un cierto atractivo para la 
exportación y un gran interés por las zonas cafeteras de país. Esto incidió en que las zonas del 
Costa caribe, llanos orientales, zonas de frontera, Amazonas y Orinoquia iniciaran el siglo XX con 
una desventaja que osciló entre el olvido estatal y el difícil acceso geográfico. 
 
2.2 El departamento de Nariño en el decenio de los veinte entre el olvido y la integración 
política 
 
El departamento de Nariño inició sus primeras dos décadas del siglo XX en el aislamiento 
y el olvido; entre debates políticos e intentos constituyentes para una vida nacional dentro de un 
Estado democrático. Aunque, desde un punto de vista histórico, el departamento de Nariño fue un 
proyecto tardío, este territorio había edificado sus bases en el pasado colonial y republicano, fue 
reconocido por mantener una economía autosuficiente y complementaria con las provincias de 
Quito y Popayán. Logró mantener la idiosincrasia de un grupo poblacional autónomo, a pesar de 
 
37 Colmenares 247. 
38 Fernán 228. 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 27 
 
 
la dependencia de los centros gubernamentales del Cauca. De modo que, la idea de formar parte 
integral de un Estado se convirtió en una oportunidad para ostentar una nueva imagen de región y 
de frontera, lo cual le autorizaba a reorganizar su jurisdicción como departamento. 
Siguiendo los planteamientos de María Teresa Álvarez Hoyos, fue la separación de Panamá 
“lo que incentivó a que Nariño, antes de su conformación, buscara la participación en las decisiones 
políticas de Colombia”39, pues Panamá sirvió de motivo y el mecanismo de presión para solicitar 
la autonomía como territorio independiente del antiguo Estado del Cauca. Lo que provocó que se 
abriera la controversia dentro de la hegemonía conservadora frente a una posible desintegración y 
pérdida de más territorios de frontera. Para 1904, año de la conformación oficial, el nuevo y décimo 
departamento de Colombia, iniciaría un proyecto de cambio y reorganización de la base económica, 
política y social alrededor de un sistema de gobierno Conservador, y para los decenios de 1910-
1920, se pretendía imitar un modelo de transición de lo rural a lo urbano; pasar de una región 
agraria a una industrial; de ser aldeano a ser un obrero, un empleado, etc. Esto, motivó a que se 
estableciera una generación de jóvenes intelectuales nariñenses encargados adoptar el proyecto 
modernizador de la hegemonía conservadora para aplicarlo en todas las secciones del 
departamento. 
Un aspecto clave para que el nuevo departamento de Nariño emprendiera un proyecto 
político modernizador fue consolidar una elite intelectual que estuviese preparada para erigir un 
nuevo imaginario regional, constituido por valores morales, económicos y civiles que guiaran a la 
nueva sociedad nariñense. Por ende, esa elite denominada la “generación decisiva”40, según María 
Teresa Álvarez, se había comprometido a impulsar una conciencia nacional para generar cambios, 
por lo que, durante la mitad del siglo XIX se inicia un proceso de afianzamiento de la futura elite 
intelectual nariñense del siglo XX, capaz de promover, difundir y consolidar el nuevo discurso 
regional apoyado a través de la escritura. En efecto, para los años veinte, se descubría un discurso 
construido desde la religión, la educación, la cultura (vida social civil y aristocrática), y la economía 
de progreso. 
 
39 Maria Teresa Alvarez Hoyos, “Conferencia: una generación decisiva en la historia del sur de Colombia, Pasto 1904-
1930”, Centro cultural del Banco de la República en la ciudad de Pasto, 2020, 1 DVD. 
40 Se habla de tres tiempos de la generación decisiva debido a que estuvieron a la cabeza del proyecto modernizador. 
La primera generación, precursora había fundado su base a partir del periodo del Radicalismo liberal del siglo XIX, 
“con la instauración de prioridades científicas y modernizadoras de progreso junto con el proyecto civilizatorio”. La 
generación gestora, los intelectuales, les competía de promulgar las ideas desarrollistas. Por último, la generación 
continuadora debía demostrar sus ideales y su pensamiento a través de la escritura. 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 28 
 
 
Si bien la importancia de formar una elite intelectual recaía en gestar una generación 
preparada en los principios modernizadores de la época, la primera consideración fue la educación 
como prioridad, entiéndase por fortalecer e instaurar Colegios y Universidades, capaces de 
adoctrinar a la pequeña elite nariñense, en asuntos profesionales como la filosofía, las letras, el 
derecho, las ciencias Naturales y la ingeniería. Sin embargo, las iniciativas Universitarias no se 
darían en tanto se decidiese sobre la conformación como departamento oficial para 1904, mientras 
tanto, intelectuales anteriores al siglo XX, se encaminaron hacia la conformación próxima de una 
educación regional profesionalizada y por supuesto apta para desenvolverse en el ámbito 
económico del progreso material. La Universidad de Nariño, instaurada en 1904, sería producto de 
esa “generación consciente de sí misma”41, que confiaba en la reivindicación regional sobre su 
pasado independentista, bajo la construcción de un nuevo imaginario emanado de la voz de un 
grupo de elite dominante. 
Es preciso resaltar que, con el fortalecimiento de la pequeña burguesía regional y la 
influencia del capitalismo en el país, en la segunda década del siglo XX, se harían evidentes las 
algunas imágenes de modernización frente a una población un tanto urbanizada y una economía de 
exportación más o menos estable. Lo que generó un entorno propicio para implementar ideas 
dirigidas hacia el desarrollo de las regiones a través de uso de la prensa. De modo que, el 
fortalecimiento informativo en periódicos y las revistas estaría orientado a divulgar contenidos de 
múltiplestemáticas progresistas hacia un público más amplio y alfabetizado. Esto significó también 
una modernización de cómo hacer prensa, en palabras de Carolina Cubillos, “el quehacer 
periodístico ahora debía estar enfocado hacia la información de los acontecimientos del mundo y 
el país y la utilización paulatina de diferentes recursos en la diagramación y contenido”42. Con el 
objetivo de abandonar una prensa de confrontación política por una de carácter “más mercantilista 
y comercial”43 
Por lo anterior, la elite intelectual del departamento de Nariño se había vigorizado en los 
primeros dos periodos del siglo XX, pues se mostró como la burguesía representativa en la política 
y la economía. Esto, según Cubillos, le permitió mantener el control de los medios de comunicación 
 
41 María Teresa Álvarez Hoyos, “Universidad y elite intelectual en el sur de Colombia Pasto, 1904-1930”, Revista 
Historia de la Educación Latinoamericana, No. 7 (2005): 193–216. 
42 María Carolina Cubillos Vergara, “El difícil tránsito hacia la modernidad: la prensa en Colombia”, Folios, Revista 
de La Facultad de Comunicaciones, No. 27 (2009): 54. 
43 Cubillos Vergara 56. 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 29 
 
 
como los periódicos, debido a que, “la burguesía era quien tenía los recursos necesarios para costear 
la nueva producción de nuevos periódicos”44 y revistas, las cuales se incrementarían con nuevos 
contenidos de tipo gráfico, con diversos temas durante la primera mitad del siglo XX. Ese 
acontecimiento contribuiría a que la elite nariñense se ocupase en escribir una historia regional 
narrada a través de la prensa, plasmando una interpretación de la realidad relacionada con los 
propósitos sociales, políticos y económicos de la región. 
 
 
 
44 Cubillos Vergara 56. 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 30 
 
 
Capítulo 3. La difusión de los ideales del progreso y Cultura popular a través de la revista 
Ilustración Nariñense 1924-1929 
 
La elite intelectual nariñense movida por las promesas de progreso que traía la 
modernización nacional, estimó la necesidad de enlazar la difusión de prensa moderna con el 
proyecto regional de desarrollo. Lo que llevó a la prensa nariñense a adoptar estilos tipográficos 
europeos empleados en Colombia, como el uso de la fotografía, la publicidad, la noticia, la moda, 
la belleza, o la inclusión de secciones dedicadas a la infraestructura e industrialización económica 
de la región. 
Periódicos y revistas registradas en Nariño incorporaron a sus contenidos variedad y estilos 
temáticos a medida que el público subscriptor lo demandaba. Los trabajos de Álvarez Hoyos y 
Ricardo Oviedo cuentan que la difusión de la prensa regional a mitad de siglo XX se evidenció con 
la aparición de trabajos como: El Boletín Estudios Históricos (1927-1940), Anales de la 
universidad (1930-1954), Revista de historia (1938-), Revista Ilustración Nariñense (1924-
1955)45, Odeón (1909), El Progreso Nariñense (1937), Anhelos (1944) y la revista Amerindia 
(1952)46. 
Tales publicaciones difundieron el desarrollo regional del departamento de Nariño durante 
el XX, porque sus directores lograron captar la idea de un imaginario regional para la sociedad. 
Por las limitaciones de esta investigación, la publicación que nos compete está centrada en la última 
administración de la hegemonía conservadora en Colombia y en la región, debido a su constancia 
a lo largo de los años veinte, aunque la Revista Ilustración Nariñense, logró mantener un discurso 
regional por un periodo de 30 años y reunió momentos de la historia local a principios del siglo 
XX, a través del pensamiento ilustrado de sus colaboradores. 
 
3.1 Descripción, director, propósito y contenidos de Ilustración Nariñense 
 
 
45 María Teresa Álvares Hoyos, “El registro de la historia de Pasto y de la región en las páginas de Ilustración 
Nariñense”, Manual Historia de Pasto, vol. XVII (San Juan de Pasto: Academia Nariñense de Historia, 2016): 199–
248. 
46Ricardo Oviedo, “Imagen, sociedad, y modernidad en el departamento de Nariño, 1870-2010”, Tendencias 13.1 
(2012): 70-71. 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 31 
 
 
La revista Ilustración nariñense fue publicada a lo largo de un periodo de 30 años, 1924-
1955, siendo su propietario Rafael Delgado Chaves. Se emitió mensualmente, con una extensión 
que alcanzaba entre 32 y 45 páginas. Sin embargo, el análisis para esta monografía se ocupó de los 
primeros 6 años, es decir, 1924-1929. Ilustración Nariñense nació en un periodo de especulación 
económica que reavivó los ánimos de las elites regionales cuando el medio ofrecía beneficios para 
obtener la prosperidad para sus pueblos. 
En contraste, Rafael Delgado Chaves, nacido en Pasto en 1884-195547, según Roza Isabel 
Zarama, logró posicionarse como un gran intelectual de elite regional como periodista y fotógrafo. 
Pues, gracias a su emprendimiento vocacional llegó a ser reconocido por sus congéneres y a ser 
respetado por los posteriores. Además, su audacia en el campo académico y su habilidad con el 
arte, haciendo el uso de técnicas innovadoras con el dibujo, le permitieron consolidar el proyecto 
que más adelante sería conocido como Ilustración Nariñense. Así mismo, persuadido por la moral 
católica recibida en la comunidad de los “hermanos maristas”, formaron en él un personaje de 
pensamiento conservador, e incluso lo llevó a mantener su posición adepta al partido de la 
hegemonía conservadora. Entre muchos aspectos de su vida lo que más se hizo evidente fue su 
vocación hacia el periodismo y su interés empresarial, pues a lo largo de la trayectoria sus esfuerzos 
en el ámbito de la prensa serían recompensados a nivel, local, regional, nacional e internacional, 
debido a su constancia y su amor por el periodismo de su ciudad natal. 
Ilustración Nariñense, a partir de su aparición en 1924, con la dirección de Rafael Delgado 
Chaves, tenía claramente definido su propósito, que era romper con la condición del atraso y 
abandono regional al cual había sido condenado por siglos. En el primer editorial invitaba a 
imponer un nuevo capítulo en la historia del nuevo departamento de Nariño. 
[…] Ilustración Nariñense no rebajará al terreno de la maledicencia, ni se verá enrolada 
en la politiquería de pasiones personalistas que tanto obstaculiza el avance de la 
prosperidad de los pueblos […] se propone nuestra revista, y es de favorecer la obra 
de la educación, la industria y el comercio, la agricultura del Departamento, la higiene 
popular y hacer propaganda […] Abrigamos la firme esperanza, de que Ilustración 
Nariñense, a semejanza de otras revistas que circulan en regiones que disfrutan de más 
renombre de progreso y la cultura que la nuestra, no cejará en la noble empresa que se 
propone de aportar su contingente para el progreso moral y material de esta sección de 
la patria colombiana […] Expresando el ideal que se propone conseguir esta 
publicación, ofrece sus páginas a los intelectuales del Departamento que quieran 
 
47 Rosa Isabel Zarama Rincón, “Gran periodista nariñense de la primera parte del siglo XX, Rafael Delgado Chaves”, 
28 de Noviembre, (2020), https://pagina10.com/web/gran-periodista-narinense-de-la-primera-parte-del-siglo-xx-
rafael-delgado-chaves-es-el-personaje-10/. 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 32 
 
 
colaborar con sus escritos […] Para que Ilustración Nariñense tenga su atractivo 
especial se engalanará con el mayor número de fotograbados […]48 
 
Asimismo, se reafirmaba la indiscutible intención por construir una identidad y sentido de 
pertenecía con la región y el resto del país. Lo que significaba, con el apartado, el inicio del 
proyecto encargado de retratar al recién estrenado departamento de Nariño. 
En lo que respecta a la clasificación temática en Ilustración Nariñense,para este estudio, se 
dispuso de los primeros 36 números de su publicación, comprendidos entre 1924 a 1929. De ello, 
se resume que, catalogada la información requerida, los productos se encuentran representados de 
la siguiente manera: En primera instancia, fueron extraídos 1.885 títulos específicos, diferenciados 
entre Columna de opinión, Editorial, Crónica, Literatura, Publicidad, Noticias y Análisis. Se 
consiguió inferir que la diversidad temática estuvo relacionada con la economía, la educación, la 
religión, el civismo, la agricultura, el desarrollo público, el arte y la poesía. A su vez, se emplearon 
subtemas de gran incidencia como la moda y la publicidad empresarial dirigidas hacia el 
consumismo, asociado al capitalismo de desarrollo. 
Su contenido se apoyó en la colaboración de una elite intelectual poderosa, distinguidas como 
elite empresarial, clero católico, y aristocracia política regional. Así, intelectuales como: Teófilo 
Albán Ramos, Arístides Gutiérrez, S.O; Carlos Balcázar; Federico Puertas; Francisco de Albán; El 
general Eliseo Gómez Jurado; Julio Moncayo; Federico Puertas; Medardo Bucheli A., Leónidas 
Coral; Neftalí Rojas; Guillermo Edmundo Chaves; Jeremías Quintero; Jorge Buendía N.; José A. 
Llorente; José Rafael Sañudo; Olegario Medina; Plinio Enríquez; Roberto Hinestroza C.; Sergio 
Elías Ortiz; Julián Bucheli; Alexo Corfú; Alberto Montezuma H. y otros, hicieron de Ilustración 
Nariñense, una revista de múltiples opiniones temáticas. También, la intervención religiosa como 
la del Presbítero Darío Alcides Rosero; José Benjamín Arteaga; Anacleto; Norberto H.; Antonio 
de Padua y el Padre Samuel Delgado (Hermano de Rafael Delgado Chaves) quienes aprovecharon 
todos los espacios concedidos por la revista para incurrir fuertemente en el campo de la educación 
del territorio y su fortalecimiento en los diferentes sectores urbanos y rurales. 
Por último, el uso de fotograbados dio el semblante vanguardista, a su vez que ambientaba a 
la revista a ser más atractiva, en particular en los avances en la infraestructura, el deporte, las fiestas 
religiosas, la representación de la mujer y las excursiones educativas, etc. Es más, el uso de esta 
 
48 Rafael Delgado Chaves, “Nuestro Ideal”, Ilustración Nariñense, No.1, noviembre de1924. 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 33 
 
 
herramienta gráfica le permitió captar los momentos exactos más representativos de la sociedad 
urbana de Pasto y otras áreas de Nariño. Del mismo modo que, al lector se le daba la posibilidad 
de observar el paisaje regional por medio de una imagen visual, que al mismo tiempo 
complementaba los textos. 
 Haciendo énfasis en los contenidos, Ilustración Nariñense estuvo abierta a incluir posturas 
de carácter crítico que mantuvieran relación con los propósitos de la revista. Las columnas de 
opinión y las editoriales agruparon opiniones, que en su mayoría fueron, de índole económica, 
puesto que, a partir de ese ambiente, se desligaban otros temas como la educación, la moral, el 
civismo y la cultura, etc. Lo que indica, la preocupación por definir los ámbitos de la vida social 
en la atmosfera de la prosperidad o lo más cercano a los preceptos del progreso. 
Esto se explica en la forma como se pensó la prosperidad de los pueblos por parte de la 
mayoría de los colaboradores de la revista, pues como sabemos, conservaron la idea de un modelo 
modernizador alcanzado a través del desarrollo de las economías de las regiones. Por lo que el 
discurso manejado por las elites en la revista se ve apresurado en obtener un sector económico 
sólido y competitivo. Desde esa perspectiva se acomodaron contenidos como la educación y la 
moral, que debían construirse bajo un fin o un futuro de bienestar y progreso. 
 
3.2 Los ideales del progreso económico en Ilustración Nariñense 
 
José Luis Romero plantea que la idea de progreso se ha ido materializado con el desarrollo 
de la mentalidad burguesa históricamente, pues se ha caracterizado por ser un pensamiento 
proyectivo sobre las ciudades y lo urbano49. Algo similar ocurrió en el contexto de la elite 
nariñense, pues al haber adoptado un estilo de vida aburguesada, se dio la posibilidad de proyectar 
una oportunidad para aprovechar el espacio que se encontraba a su alrededor y transformarlo en 
materia productiva que generase riqueza. Por eso, el interés se acentuaba drásticamente en los 
preceptos de urbanizar y organizar a la sociedad en los ámbitos de la economía, la agricultura, el 
desarrollo viario, la infraestructura y el crecimiento industrial. Debido a que, si se establecía una 
red interconectada y coordinada entre dichos sectores, por sí mismo, proporcionaría niveles de 
bienestar para todos. 
 
49 Romero 19. 
LA REVISTA ILUSTRACIÓN NARIÑENSE DURANTE LA HEGEMONÍA CONSERVADORA... 34 
 
 
No obstante, las ideas de progreso o desarrollo en el pensamiento burgués en Colombia y 
en los intelectuales nariñenses, aún parecieron endebles frente a las condiciones reales en las cuales 
se encontraba la sociedad. Pues, como afirma Álvarez Hoyos, los propósitos de la idea de cambio 
“ejercieron gran fascinación sobre unos sectores sociales, pero también tuvieron fuertes 
resistencias de numerosa población urbana y rural que seguía defendiendo los valores de la 
tradición”50. En consecuencia, los procesos de cambio, convencimiento y aprovechamiento de la 
economía regional se hicieron cada vez más lentos. 
A pesar de ello, haciendo ensayos de aplicación de un pensamiento burgués innovador, 
Nariño a la voz de sus intelectuales buscó construir un discurso propagandístico dirigido a 
transformar y tecnificar las prácticas agrícolas del campesino, para hacer de ellos modelos acordes 
al programa de desarrollo o progreso. Así lo hizo saber la revista, en sus primeros números de 
publicación, cuando se pretende inducir una política de progreso en el ámbito agrícola, sobre todo 
en la inserción del cultivo del café en la región. 
[...]En diciembre pasado, la Gobernación de Nariño dictó un decreto 
acertadísimo: se trataba de la creación de una Junta Permanente para la propaganda 
eficaz del café. Tuvimos la grata sensación de ver que en el difícil y laborioso programa 
que desarrollaba el Gobierno Departamental no se había olvidado la explotación del 
preciosímo [sic] grano, cuyo metódico cultivo, presagia un futuro lleno de promesas 
para nuestro devenir económico.[...] Ojalá que nuestros productores de café en el 
Departamento, y sobre todo, la Junta de propaganda recientemente creada, mediten en 
los puntos propuestos en el proyecto antedicho, con el fin de apoyar el movimiento 
cooperativo [...] Es necesario prepararnos con fervor para el supremo llamamiento que 
nos hará el progreso, y la industria del café [...]51 
 
 Persuadir consistía en convencer sobre los beneficios que traería la economía del café a la 
región y las ventajas industriales que se desarrollarían a futuro. A su vez, enlazaba el propósito a 
la expansión de producción masiva del café para la exportación del país. Pues, frente al contexto 
atractivo de liberación económica, en el departamento de Nariño, se empezó a demandar una 
participación como región productora de materias primas, aunque su especialidad en producción 
agrícola no fuese el café, pero que para el decenio de los años veinte se quiso implementar. 
A pesar de que se reconocía el potencial en las tierras fértiles, también se conocían las 
desventajas por la ausencia de artefactos industriales que contribuyesen a la producción tecnificada 
 
50 María Teresa Álvarez Hoyos, “Universidad y elite intelectual en el sur de Colombia Pasto, 1904-1930”, 198. 
51 Guillermo Edmundo Chaves, “Algo sobre la industria del café”, Ilustración Nariñense, No.1, noviembre de 1924. 
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del café, por lo que, forzó a la región a permanecer bajo una

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