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I Cátedra LatInoamerICana de museoLogía 
y gestIón deL PatrImonIo CuLturaL
I Cátedra LatInoamerICana de museoLogía 
y gestIón deL PatrImonIo CuLturaL
museos, unIversIdad y mundIaLIzaCIón. 
La gestIón de Las CoLeCCIones 
y Los museos unIversItarIos 
en amérICa LatIna y eL CarIbe
Compilador y editor:
William Alfonso López Rosas
Grupo de investigación “Museología Crítica y Estudios del Patrimonio Cultural”
Maestría en Museología y Gestión del Patrimonio
Instituto de Investigaciones Estéticas
Facultad de Artes
Compilación y edición memorias 2 William Alfonso López Rosas
Diseño editorial y de carátula 2 Julián Roa Triana
Corrección de estilo 2William Rodríguez García
Transcripción y digitación de textos 2 Nohemy Pulido Parada
Impreso por 2 Panamericana Formas e Impresos
© Universidad nacional de colombia, 2010.
Isbn: 978-958-719-573-6
Diseñado, impreso y encuadernado en la República de Colombia.
Universidad Nacional de Colombia
Cátedra Latinoamericana de Museología y Gestión del Patrimonio Cultural (2007: 
Bogotá) 
Museos, universidad y mundialización : la gestión de las colecciones y los museos 
universitarios en América Latina y el Caribe / compilador y editor William Alfonso López 
Rosas. - Bogotá : Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Artes, 2010 190 p. 
“Memorias de la I Cátedra Latinoamericana de Museología y Gestión del Patrimonio Cultural”, 
Bogotá, del 7 al 10 de Mayo de 2007
Otro título : Gestión de las colecciones y los museos universitarios en América Latina y el Caribe
ISBN : 978-958-719-573-6
1. Museografía - América Latina 2. Patrimonio cultural 3. Museos - Administración de 
colecciones 4. Museos universitarios 5. Museos - Historia 
López Rosas, William Alfonso, 1964- II. Tít.
CDD-21 069.0980 / 2010
Universidad nacional de colombia
Rector 2 Moisés Wasserman Lerner
Vicerrector Sede Bogotá 2 Julio Esteban Colmenares Montañez
Decano de la Facultad de Artes 2 Rodrigo Cortés Solano
Vicedecano de Programas Curriculares 2 Raúl Cristancho Álvarez
Vicedecano de Investigación y Extensión 2 Luis Carlos Colón Llamas
Director Instituto de Investigaciones Estéticas 2 Egberto Bermúdez Cújar
Coordinadora Maestría en Museología y Gestión del Patrimonio 2 Marta Combariza Osorio
Comité Asesor Maestría en Museología y Gestión del Patrimonio 2 Marta Combariza Osorio, 
William Alfonso López Rosas, Edmon Castell Ginovart, Mercedes Ángola Rossi y Gustavo Ortíz, 
Asistente Maestría en Museología y Gestión del Patrimonio 2 Laura María Duarte Rueda
Estudiantes auxiliares Maestría en Museología y Gestión del Patrimonio 2 Sonia Andrea 
Peñarete Vega y Santiago Olarte Valencia.
i cátedra latinoamericana de mUseología 
y gestión del Patrimonio cUltUral
Comité académico 2 Alejandro Burgos Bernal, Edmon Castell Ginovart, Marta Combariza 
Osorio, William Alfonso López Rosas.
Coordinación académica 2 Alejandro Burgos Bernal, William Alfonso López Rosas.
Coordinación logística 2 Alejandro Burgos Bernal
Asistente logística 2 Liliana Sánchez M.
Monitores académicos 2 Luisa Rivera, Daniel García, Lucía Quijano, David Rincón
Diseño piezas gráficas 2 Camilo José Uribe Arango
agradecimientos
Departamento de Artes de la Universidad de los Andes, Dirección de Artes Visuales de la 
Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad de Puerto Rico, Universidad de Alaska, 
Caribbean University, Dirección Académica de la Universidad Nacional de Colombia, Dirección 
Nacional de Divulgación Cultural de la Universidad Nacional de Colombia, Unimedios.
Carolina Franco, David Gutiérrez Castañeda, David Lozano Moreno, Juan Gabriel Pineda, 
Paula Jimena Matiz López, Francisco Montaña Ibañez, María Clara Cortés Polanía, Gabriela 
Salamanca, Stella Ríos y Sylvia Juliana Suárez Segura.
índICe
nota deL edItor
PresentaCIón 
Diseño y perspectivas de la Cátedra Latinoamericana de Museología 
y Gestión del Patrimonio Cultural 
Convocatoria a la I Cátedra Latinoamericana de Museología 
y Gestión del Patrimonio Cultural: Museos, universidad 
y mundialización. La gestión de las colecciones y los museos 
universitarios en América Latina y el Caribe
sesIón InauguraL 
Algunos supuestos de la preocupación por el patrimonio cultural 
en Colombia: un panorama 
Jaime Franky Rodríguez. Decano de la Facultad de Artes 
de la Universidad Nacional de Colombia
Les rôles du musée, evolution et recherche d’un nouvel équilibre 
Colette Dufresne-Tassé . Codirectora de la Maestría en Museología, 
Universidad de Montreal y Presidenta del Comité de Acción 
Educativa y Cultural del Consejo Internacional de Museos
Los agentes 
El Centro de Museos de la Universidad de Caldas: 
un proyecto de gestión universitaria 
María Cristina Moreno Moreno. Directora del Centro de Museos y docente 
del Departamento de Diseño Visual de la Universidad de Caldas
University Museums - The Future
Rhianedd Smith and Kate Arnold-Forster
Museum of English Rural Life, University of Reading
Los PrInCIPIos
The Museum of the North: A University Museum in Alaska
Aldona Jonaitis. Director, Museum of The North University of Alaska
9
13
15
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25
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51
53
66
85
87
Los retos de la actuación educativa en los museos 
Camilo de Mello Vasconselos. Museo de Arqueología y Etnología 
de la Universidad de São Paulo (mae-UsP) Brasil
Los museos de la Universidad Nacional de Colombia: 
Desde el margen institucional a la construcción de institución 
William Alfonso López Rosas. Director de la Maestría en Museología y Gestión 
del Patrimonio y el Museo de Arte de la Universidad Nacional de Colombia
Las agendas 
La gestión del conocimiento, teoría y estudios de caso
Graciela De la Torre. Directora general de Artes Visuales, Unam y representante 
del Instituto Internacional de Estudios Avanzados de Museos, imi.
Gestión de colecciones universitarias: Las agendas
Yaneth Muñoz-Saba. Directora del Museo de Historia Natural 
de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia
Las geografías 
Los museos y colecciones museográficas de la Universidad 
Nacional de Colombia: Una aproximación a la gestión 
de un patrimonio cultural difuso (1867-2012) 
Edmon Castell. Asesor del Sistema de Patrimonio Cultural y Museos 
de la Universidad Nacional de Colombia, Vicerrectoría de Sede Bogotá.
anexos 
Agenda de la I Cátedra Latinoamericana de 
Museología y Gestión del Patrimonio Cultural
Criterios para la construcción de una red latinoamericana 
de museos universitarios (Documento para abrir la discusión) 
Alejandro Burgos Bernal
Declaratoria de la Red Latinoamericana de Museos Universitarios 
Convenio de colaboración académica en el Área 
de museos, colecciones y patrimonio universitarios
99
118
131
133
149
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181
184
9.
nota deL edItor
L
as memorias de la i Cátedra Latinoamericana de Museología 
y Gestión del Patrimonio Cultural recogen buena parte de las 
ponencias que los invitados a este evento presentaron en el Au-
ditorio Alfonso López Pumarejo de la Universidad Nacional 
de Colombia, en Bogotá, entre el lunes 7 y el jueves 10 de mayo de 2007; así 
mismo, al final, recogen algunos de los documentos que testifican la iniciati-
va de creación de la Red Latinoamericana de Museos y Patrimonio Cultural 
Universitarios.
Con excepción de las intervenciones de Lilian Irizarry, directora, en ese 
momento, del Museo Universitario de la Caribbean University, Rafael Sáma-
no, todavía hoy vinculado a la Dirección de Artes Visuales de la Universidad 
Autónoma de México, instancia encargada de varios de los museos y centros 
de arte de esta casa de estudios, y Margarita Fernández Zabala, coordinadora, 
en aquel entonces, del proyecto de acreditación de los museos de la Universi-
dad de Puerto Rico, este libro reúne el corpus completo de las ideas y perspecti-
vas que se discutieron no sólo en los paneles sino en la misma mesa de trabajo 
que sesionó a puerta cerrada las tardes del 8, 9 y 10 de ese mes de mayo, en el 
Museo deArte de la Universidad Nacional de Colombia. Siento mucho que, al 
llegar la fecha límite para enviar el texto completo a la imprenta, estas personas 
no hubieran podido enviar sus intervenciones. Sin duda, estas constituyen un 
vacío enorme dentro de las ideas y proyectos que se presentaron al público 
asistente al evento en esas interesantes y apasionantes jornadas de trabajo co-
lectivo, y por qué no decirlo, utópico. 
Los textos que finalmente se publican aparecen tal cual fueron presenta-
dos por sus autores y/o autoras. La intervención editorial es mínima de tal 
manera que cada texto guarda su propia forma de citación y, en general, tienen 
muy pocas variaciones por parte del corrector de estilo. En este sentido, se 
trató de conservar cada una de las ponencias en su integridad como documen-
tos con el fin de preservar el carácter plural y polifónico del evento y, sobre todo, 
la diferencia de perspectivas y de puntos de vista sobre los museos universi-
tarios y su significación social y cultural. Los textos de Aldona Jonaitis y de 
10.
I Cátedra Latinoamericana de Museología y Gestión del Patrimonio Cultural
Edmon Castell, en este contexto, constituyen una excepción. Los dos autores 
publican sus textos actualizando al año 2009, algunos datos sobre los que se 
basa su argumentación, conservando, de todas formas, las principales ideas 
ideas que plantearon durante la realización de la I Cátedra de Museología y 
Gestión del Patrimonio Cultural.
Estas memorias, por otra parte, documentan el primer esfuerzo concre-
to que los profesores asociados a la Maestría en Museología y Gestión del 
Patrimonio de la Universidad Nacional de Colombia emprendimos con rela-
ción al compromiso que habíamos adquirido desde la creación del programa 
de postgrado, en marzo de 2006, frente a la construcción de una plataforma 
latinoamericana de discusión museológica. Este primer esfuerzo se dirigió es-
tratégicamente a la apertura de una polémica de amplio espectro sobre los 
museos y el patrimonio cultural que atesoran las universidades en el ámbito 
latinoamericano y del Caribe, en seguimiento de los lineamientos establecidos 
por el vi Congreso Internacional de Museos Universitarios Nuevos caminos 
para los museos universitarios, celebrado en Ciudad de México, en octubre de 
2006. En consecuencia, los profesores asociados a esta Maestría buscamos no 
sólo establecer un primer puente con la comunidad de profesionales de mu-
seos del ámbito latinoamericano sino consolidar un cuerpo de ideas y concep-
tos para aclimatar, en el ámbito institucional, lo que por esos días empezaba 
a llamarse Sistema de Patrimonio Cultural y Museos de la Sede Bogotá de la 
Universidad Nacional de Colombia.
Esta primera Cátedra Latinomericana de Museología y Gestión del Pa-
trimonio Cultural se convirtió en el escenario de presentación internacional 
del primer programa de estudios en museología que se abrió en Colombia, al 
nivel de postgrado, y fue, además, momento fundacional de la discusión sobre 
los problemas y las perspectivas de los museos universitarios y las colecciones 
académicas en el país. Tal vez su resultado más significativo fue la Declaración 
de la Red Latinoamericana de Museos Universitarios y, en buena medida, la 
consolidación de la comunidad de profesores que había venido trabajando en 
el diseño y gestión de la aprobación de la Maestría. Aunque la Red, hoy, to-
davía no termina de empezar a desplegar su trabajo, principalmente por las 
trabas de la burocratizada diplomacia de las seis universidades involucradas 
 
11.
en su primera fase1, la Maestría logró consolidar una relación fluida con mu-
seólogos y profesionales de museos provenientes de Argentina, Canadá, Brasil, 
España, Estados Unidos, México, Puerto Rico, Venezuela e Inglaterra. Este 
amplio espectro internacional le ha permitido salvar los escollos y resistencias 
que se le han presentado al nivel nacional y ha enriquecido los contenidos y las 
posibilidades tanto académicas como políticas del programa, en relación con 
la diferenciación de la profesión de museos en Colombia así como en relación 
con la instauración de la museología como espacio disciplinario de carácter 
autónomo.
Para terminar, quisiera reiterar el agradecimiento que al finalizar el evento 
expresé a todos los colegas que tan desprendidamente aceptaron nuestra in-
vitacion. A nombre de mis compañeros, Marta Combariza Osorio y Edmon 
Castell Ginovart, y de los equipos de trabajo de la Maestría y del Museo de 
Arte de la Universidad Nacional de Colombia que me acompañaban en ese 
entonces, y de los miembros del grupo de investigación Museología Crítica y 
Estudios del Patrimonio Cultural, quisiera también dejar constancia del apoyo 
franco e irrestricto que, en aquel entonces, nos brindaron Fernando Montene-
gro y Jaime Franky, respectivamente vice-rector de la Sede Bogotá y decano 
de la Facultad de Artes. También me siento obligado a recordar el apoyo de 
mis colegas del Instituto de Investigaciones Estéticas, en especial de Francisco 
Montaña, quien se desempañaba como director de la División Nacional de Di-
vulgación Cultural de la Universidad. Por último, no puedo dejar de recordar 
el apoyo que nos brindó Carolina Franco, directora del Departamento de Arte 
de la Universidad de Los Andes; sin su colaboración nunca habríamos podido 
discutir los lúcidos y agudos planteamientos de Colette Dufresne-Tassé. 
Ciudad Universitaria, Bogotá D. C., junio de 2010.
1. Universidad de Buenos Aires, Universidad Central de Venezuela, Universidad Nacional de 
Colombia, Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad de São Paulo y Universidad 
de Puerto Rico.
PresentaCIón
15.
dIseño y PersPeCtIvas de La Cátedra 
LatInoamerICana de museoLogía y 
gestIón deL PatrImonIo CuLturaL
Comité Asesor Maestría en Museología y Gestión del Patrimonio
Universidad Nacional de Colombia 
L
a ausencia de un espacio de confrontación y discusión sobre 
las instituciones y las prácticas museológicas es uno de los 
más grandes vacíos que aqueja a los países y territorios que se 
circunscriben en el área cultural latinoamericana y del Caribe. 
Aunque la labor que han realizado organizaciones como el Instituto Latino-
americano de Museología (ilam) y otras instituciones académicas y no guber-
namentales ha sido fundamental para impulsar la recepción, establecimiento, 
desarrollo y consolidación de las prácticas museológicas más contemporáneas, 
y para fundar las primeras bases de un pensamiento museológico latinoameri-
cano, en el que se destacan las instituciones museales y las universidades meji-
canas, argentinas y brasileras, la reflexión y, sobre todo, la circulación de ideas, 
propuestas, teorías, planes o, simplemente, exposiciones, al nivel regional, ha 
sido particularmente difícil.
Si sólo nos preocupáramos por el tema de la gestión de colecciones, apare-
cería, de entrada, el incipiente estado del registro y control a través de bases de 
datos impertinentes y rígidas, inflexibles e imposibles de dar a conocer a una 
audiencia significativa y amplia; y si nos preocupáramos por cualquier otro 
de los temas de la administración museal, aparecerían problemas similares y 
dificultades del mismo orden. 
Aunque esta situación, como ocurre en otras áreas y actividades de las 
comunidades en el ámbito cultural latinoamericano, puede estar motivada por 
las dinámicas de su historia política y por las inercias sociales propias de la 
post-colonialismo y de los procesos culturales asociados a éstas, sumados a 
la ausencia generalizada de políticas coherentes y socialmente responsables 
frente al patrimonio cultural y a la memoria tanto local como nacional, es 
16.
I Cátedra Latinoamericana de Museología y Gestión del Patrimonio Cultural
fundamental empezar a construir estrategias comunes, desde la compleja pero 
diversa realidad de los museos de la región.
anteCedentes
Aunque la CátedraLatinoamericana de Museología y Gestión del Patrimonio 
Cultural se presenta como un esfuerzo de la Universidad Nacional de Colom-
bia, específicamente de su programa de Maestría en Museología y Gestión 
del Patrimonio, su origen se remonta al proceso mismo de recepción y con-
figuración del pensamiento museológico dentro de los museos y colecciones 
universitarias en el seno de esta institución.
En el ámbito colombiano, la museología propiamente dicha ha sido una 
disciplina más o menos marginal y en muy contadas ocasiones ha tenido es-
pacios académicos de discusión y, en casi ninguna, procesos de investigación 
diseñados y desarrollados sistemáticamente. Así, las aproximaciones a la mu-
seología han sido preocupación principal de algunos museos estatales, de otros 
que han surgido en el ámbito privado y de los que se circunscriben dentro de 
la estructura académico-administrativa de la Universidad Nacional de Colom-
bia. Particularmente en esta última institución, el Museo de Arte, el Museo 
de Historia Natural, el Museo de Medicina, el Museo de Arquitectura y el 
Museo de la Ciencia y el Juego, han liderado la apertura de espacios de debate 
académico al nivel de la educación no formal y han desarrollado actividades 
tendientes a instalar la reflexión sobre el museo dentro de la oferta educativa 
de la misma institución. Los cursos electivos y de contexto y las áreas de pro-
fundización curricular que se han abierto dentro de diferentes carreras y dis-
ciplinas y los cursos de formación de monitores y asistentes de investigación 
dentro de los museos mismos, han contribuido a la formación de una pequeño 
pero significativo grupo de profesionales consientes del valor y de la función 
estratégica que potencialmente podría jugar el museo, si contara con un espa-
cio más amplio de gestión.
objetIvos generaLes 
En este contexto, la Cátedra Latinoamérica de Museología y Gestión del Pa-
trimonio Cultural no sólo busca articular un espacio de encuentro entre los 
Presentación
17.
profesionales responsables de la administración de los museos de la región 
sino configurar un escenario donde confluyan las experiencias de nuestros 
museos y se originen proyectos, estrategias y políticas de desarrollo común. La 
configuración de redes, asociaciones y comunidades de interés, en torno a los 
museos y a la museología, es su más ambicioso y anhelado propósito. 
Así, los objetivos de la Cátedra son:
•Construir una comunidad museológica latinoamericana
•Configurar una tradición crítica de la museología latinoamericana
•Contribuir a la construcción de indicadores de acreditación de los museos y 
de la gestión de colecciones en la región
•Apoyar los procesos y dinámicas de consolidación de los museos y de las ins-
tituciones culturales asociadas a éstos
•Promover la construcción de políticas y planes de desarrollo para las institu-
ciones museales latinoamericanas y del Caribe.
estrategIas 
La Cátedra Latinoamericana de Museología y Gestión del Patrimonio Cul-
tural, en sí misma, configura una estrategia de la Maestría en Museología y 
Gestión del Patrimonio de la Universidad Nacional de Colombia, no sólo para 
construir una comunidad académica internacional alrededor suyo sino para 
establecer los temas, perspectivas conceptuales y problemas propios del con-
texto geopolítico e donde ella misma se desenvuelve. En este contexto, este 
evento académico emprenderá las siguientes estrategias:
•Articular un espacio de discusión crítica sobre las prácticas museológicas y de 
gestión del patrimonio de otras regiones culturales
•Establecer canales de comunicación para desarrollar proyectos museológicos 
en el ámbito latinoamericano
•Convocar a los profesionales y operadores de los museos e instituciones cul-
turales relacionadas con la gestión del patrimonio y de la memoria
•Generar redes de conocimiento a través de la configuración de criterios de ges-
tión comunes para la administración de colecciones y de proyectos museales
18.
I Cátedra Latinoamericana de Museología y Gestión del Patrimonio Cultural
•Estimular el contacto de los profesionales de museos latinoamericanos con 
los operadores de museos e instituciones culturales de Europa, Norteamérica, 
Asia, África y Oceanía.
PerIodICIdad
La Cátedra Latinoamericana de Museología y Gestión del Patrimonio se cele-
brará cada dos años. Este evento, en consecuencia, sirve de marco para cerrar 
y abrir las actividades académicas de cada una de las cohortes de la Maes-
tría en Museología y Gestión del Patrimonio de la Universidad Nacional de 
Colombia.
ComIté aCadémICo
Aunque en principio la instancia encargada de organizar la Cátedra La-
tinoamericana de Museología y Gestión del Patrimonio es el Comité Asesor 
de la Maestría en Museología y Gestión del Patrimonio o el cuerpo colegiado 
que realice sus funciones, el Coordinador de este programa invitará de forma 
consensuada a otros profesionales de museos al nivel nacional e internacional 
que eventualmente puedan hacer contribuciones para determinar la pertinen-
cia tanto de las temáticas como de las metodologías a adoptar. 
Así mismo, dependiendo de las metas, temáticas y metodologías de cada 
una de las versiones de la Cátedra, este comité podrá invitar al diseño, gestión 
y organización de la Cátedra a otras instituciones académicas o gremiales que 
puedan hacer aportes significativos para su realización y trascendencia. 
Ciudad Universitaria, Bogotá D. C., mayo de 2006.
19.
ConvoCatorIa a La I Cátedra LatInoamerICana 
de museoLogía y gestIón deL PatrImonIo 
CuLturaL: Museos, universidad y 
Mundialización. la gestión de las 
colecciones y los Museos universitarios 
en aMérica latina y el caribe
Comité Académico1
The creation of Umac in 2001 has had at least two direct consequences. Firstly, University Museu-
ms and collections, with their history of more than 400 years, are acknowledged as a relevant part-
ner in the global museum community. Secondly, Umac paves the way for a broader understanding 
of the reasons why University Museums and collections deserve to be treated, both typologically 
and historically, as a group with its own identity in the contemporary museum scene. In our 
view, this distinctive nature stems from the role of objects in teaching and research. Teaching and 
research collections are the material evidence, the only available primary source of information of 
how scientific knowledge was constructed and conceptualized, including the process of archiving 
nature.
Steven W. G. de Clercq - Marta C. Lourenço 
Estas circunstancias son las que, por alteraciones ocurridas en la sociedad global y reflejadas sobre 
la universidad, la ponen en tela de juicio y le exigen una redefinición que justifique su forma de 
ser o que se proponga transformarla en consonancia con los reclamos del desarrollo nacional. […] 
Cualquiera sea la evolución real de las universidades latinoamericanas en las próximas décadas, 
ella será muy distinta de una a otra área de la región, de acuerdo a los grados de desarrollo so-
cioeconómico y educacional ya alcanzado por cada una de ellas.
Darcy Ribeiro
Les ressources et les qualités des musées universitaires en font des interlocuteurs privilégiés pour 
affronter les défis de la mondialisation et contribuer à notre qualité de vie à tous. Leurs ressources 
comprennent des collections spécialisées, des bibliothèques et des archives qui documentent et 
retracent la diversité et l’histoire de la vie sur terre. Les musées et les universités possèdent éga-
lement des laboratoires, des services techniques et un personnel hautement qualifié. Leurs qua-
lités tiennent à des programmes indispensables et dynamiques de recherche, d’enseignement et 
1. El Comité Académico de la I Cátedra Latinoamericana de Museología y Gestión del Patrimo-
nio Cultural estuvo conformado por Alejandro Burgos Bernal, Edmon Castell Ginovart, Marta 
Combariza Osorio y William Alfonso López Rosas.20.
I Cátedra Latinoamericana de Museología y Gestión del Patrimonio Cultural
d’interprétation. S’appuyant sur leurs missions d’éducation, riches d’une dimension internationale 
voulue, les musées universitaires sont également des institutions capables d’explorer des thèmes 
d’ordre social, culturel et politique.
Peter B.Tirrell
PresentaCIón 
L
as colecciones y los museos universitarios en Latinoamérica se 
debaten en medio de los problemas propios de dos grandes sec-
tores culturales: 
•El de las universidades públicas y privadas latinoamericanas que, además de 
sufrir las dificultades propias de la configuración de saber y de su socializa-
ción a través de la formación de profesionales, científicos y artistas en socieda-
des subalternas, tienen que competir desigualmente con las instituciones uni-
versitarias del llamado primer mundo así como con los grandes laboratorios 
y centros de investigación financiados por las industrias multinacionales, no 
sólo en relación con la configuración y gestión de un conocimiento de punta 
sino en relación con su justificación social; y 
•El del patrimonio cultural en la región que, además de carecer de forma ge-
neralizada de marcos conceptuales y jurídicos democráticos, ahora es ame-
nazado por la arremetida de las industrias culturales y turísticas nacionales 
e internacionales que, gestionando legislaciones abiertamente contrarias a su 
carácter público y colectivo, neutralizan su potencial político incluyente.
Por otra parte y con grandes y paradigmáticas excepciones, las colecciones 
y los museos dentro de las estructuras académicas universitarias, en Latino-
américa, se han configurado, sino en contra, sí al margen de las preocupaciones 
de sus directivas. Su posición, además de su lugar dentro de los estatutos gene-
rales de las universidades latinoamericanas, se ha mantenido en una relación 
problemática no sólo al nivel institucional sino al nivel académico y cultural. 
Aunque los museos universitarios realizan actividades científicas, educativas y 
culturales de muy diversa naturaleza y con un impacto múltiple, casi siempre 
muy positivo, las dificultades que enfrentan al nivel presupuestal y organiza-
Presentación
21.
cional y, sobre todo, al nivel museológico propiamente dicho, son complejas y 
de muy diversa naturaleza. 
En las conclusiones del VI Congreso Internacional de Museos Universi-
tarios Nuevos caminos para los museos universitarios (Ciudad de México, sep-
tiembre de 2006), se planteó la necesidad de que las instituciones museales 
universitarias, además de generar un modelo propio a partir de la inserción 
en su contexto académico y local específico, deben buscar su integración en 
contextos globales y unirse a redes nacionales e internacionales. En este senti-
do, la I Cátedra Latinoamericana de Museología y Gestión del Patrimonio se 
propondrá explorar los problemas y estrategias que los museos universitarios 
en el área cultural latinoamericana han protagonizado. 
objetIvos 
•Configurar una red latinoamericana de museos universitarios
•Construir un espacio de discusión sobre las funciones y los escenarios cultu-
rales de influencia de los museos universitarios en el ámbito latinoamericano
• Iniciar la construcción de un estado del arte de las prácticas museológicas 
universitarias en la región
•Analizar el papel de los museos universitarios y los procesos de socialización 
de las artes y las ciencias en relación con las funciones misionales de las uni-
versidades (extensión – investigación – docencia)
•Reconocer y valorar la función de los museos universitarios dentro de los 
procesos y dinámicas de la educación no formal
•Explorar la historia de la noción de museo y colección universitarios y la his-
toria de los museos universitarios en Latinoamérica
•Abrir un espacio de encuentro para plantear proyectos de cooperación multi-
laterales en el ámbito de la museología y la gestión del patrimonio en la región.
En el seno de este encuentro, se espera, además, (i) la creación de un comi-
té regional del icom de los Museos Universitarios de América Latina y (ii) el 
diseño y montaje de un portal en Internet. 
22.
I Cátedra Latinoamericana de Museología y Gestión del Patrimonio Cultural
PúbLICo aL que va dIrIgIda
En principio, la I Cátedra de Museología y Gestión del Patrimonio Cultural 
está dirigida a los operadores de museos universitarios, a la comunidad profe-
sional responsable de la administración de recursos culturales, a estudiantes de 
todas las disciplinas y profesiones relacionadas con la gestión de patrimonios 
culturales tangibles e intangibles.
metodoLogía
La I Cátedra de Museología y Gestión del Patrimonio Cultural estará estruc-
turada a partir de:
•Paneles de conferencias magistrales, a cargo de ponentes internacionales invi-
tados que desarrollarán un tema específico y los discutirán con el público 
general asistente
•Mesa de trabajo, integrada por los directores de museos latinoamericanos in-
vitados y los funcionarios de museos o instituciones culturales universitarias 
colombianas, dentro de la cual se discutirán las condiciones de posibilidad de 
creación de la Red Latinoamericana de Museos Universitarios y las acciones 
posibles que conduzcan a su organización.
Ciudad Universitaria, Bogotá D. C., febrero de 2007
sesIón InauguraL
25.
aLgunos suPuestos de La PreoCuPaCIón Por eL 
PatrImonIo CuLturaL en CoLombIa: un Panorama
Jaime Franky Rodríguez
Decano de la Facultad de Artes
Universidad Nacional de Colombia
B
uenos días. Para instalar esta Cátedra Latinoamericana de Mu-
seología, quisiera, en primer lugar, hacer un reconocimiento 
a quienes han venido trabajando en la gestión del programa 
de Maestría que estamos adelantando; pero, además, quisiera 
extender los agradecimientos de la Universidad y de la Facultad a los especia-
listas y los conferencistas internacionales y nacionales que van a construir las 
discusiones tanto en las sesiones públicas como las que se van a llevar a cabo 
en la mesa de trabajo que se ha convocado.
No me parece pertinente avanzar en la discusión desde el mismo momen-
to de instalación de la Cátedra. Quisiera, más bien, presentar un panorama 
muy general de los motivos que generan el interés de una institución nacional 
y estatal, como la Universidad Nacional de Colombia, con respecto al patri-
monio cultural: con respecto al rescate, la preservación y la conservación del 
patrimonio cultural.
Quisiera, entonces, presentar un panorama general, entendiendo, además, 
que es posible que éste se repita en otros países de la región, en otros países 
latinoamericanos, aún sabiendo que, cuando hablamos de Latinoamérica, ha-
cemos una reducción muy significativa de la diversidad cultural que caracteriza 
este continente.
Así, podríamos decir, que hasta los años setenta u ochenta del siglo pasa-
do, la Nación colombiana fue una Nación parroquial. La cultura del país, en 
general, mantuvo una mirada tradicional o tradicionalista en los hábitos, las 
expresiones y las costumbres. La cultura, en el sentido de lo culto, lo universal 
o lo ilustrado, apenas si hacía presencia en estas tierras. Estaba presente tan 
sólo en minorías de élite. En contraste con la población tradicional, desde los 
primeros años del siglo XX, en estos sectores, se mostraban preocupaciones 
26.
I Cátedra Latinoamericana de Museología y Gestión del Patrimonio Cultural
con respecto a las artes, la economía y la política que desestabilizaban esa mi-
rada tradicional, pero que nunca pudieron desplazarla. Una ilustración de esa 
Nación parroquial lo constituye, en nuestro país, la excesiva atención al centro 
del territorio, el descuido de las fronteras y el poco desarrollo de las condicio-
nes para contactarse con el mundo. El abandono del Pacífico, la nula atención 
a la Amazonía y el olvido de la Guajira dan también cuenta de esa mirada con-
centrada en el centro andino; mirada de la cual apenasnos estamos sacudiendo.
Paradójicamente, al tiempo con la mirada tradicional, fue ganando terre-
no un aprecio por lo “moderno”. Los colombianos, especialmente en la segunda 
mitad del siglo, privilegiaron las manifestaciones de lo moderno sobre las mani-
festaciones de lo tradicional. Un país premoderno en pensamiento y en actuación, 
privilegió la apropiación de lo moderno como resultado, sin pasar por lo moder-
no como pensamiento. Y lo moderno como resultado se presenta especialmente 
en la cultura material, en los objetos y en los productos de uso cotidiano, en la 
configuración de la ciudad o, más bien, en la configuración de los edificios, en las 
tecnologías y en los nuevos materiales, en ciertos hábitos y en el trato social, en 
donde la moda, que supone la negación de la tradición, o supone la ruptura, gana 
terreno en todos los campos. Lo moderno, en el imaginario colombiano, hay que 
importarlo, no se produce aquí. En esa tara ideológica que tienen una gran ma-
yoría de colombianos, lo que es bueno, lo que es bello o lo que genera sentido a la 
existencia, lo producen otros, o para el caso que nos ocupa, lo produjeron otros.
Pues bien, para precisar la paradoja, en un país tradicional se presenta a la 
vez un desprecio por las manifestaciones de la tradición, en un país tradicional 
se presenta una preferencia por lo externo como nuevo y una desatención a lo 
propio e incluso a lo que hemos apropiado. La consecuencia de esta situación es 
lo que tenemos hoy: un país desmemoriado; desmemoriado por voluntad y sin 
memoria por descuido.
Habrá que cambiar la situación, o cuando menos mitigar los resultados que 
pueda producir. No queremos avanzar en la construcción o la reconstrucción 
de un país sin memoria. A eso es a lo que estamos apuntando en este momento.
Aunque en un auditorio pleno de especialistas pueda sonar a frase de 
cajón, no sobre recordar la idea de que no hay futuro sin historia. En este 
campo, nos queda todavía mucho por hacer, mucho por rescatar. Una tarea 
Sesión inaugural
27.
enorme por preservar lo que rescatemos y un compromiso ineludible por ha-
cerlo público, por ponerlo en circulación social, por construir una memoria 
viva. Y al decir “memoria viva”, hablamos de una memoria activa, participante, 
y, por lo tanto, compartida.
Para todo eso, nuestro entorno resulta un tanto adverso. La conciencia que 
se ha ganado sobre la necesidad de preservar el patrimonio cultural resulta insu-
ficiente; y, en general, estamos poco preparados para adelantar la tarea. Incluso, 
cuantitativamente, la masa crítica del grupo de interesados y comprometidos es 
también insuficiente. Pero hay más; la preocupación por lo global, en su sentido 
de internacionalización de la economía, desestima el interés por la cultural, o 
por las culturas. Sin embargo, lo global, en su sentido de interculturación, se 
enriquece precisamente allí: en la diversidad de las culturas. Una memoria viva, 
ese es el centro que toca nuestra tarea. 
Puede haber algunos a quienes este proyecto no les parezca conveniente. La 
continuidad o el patrimonio cultural no resultan lucrativos en el momento, no 
producen los mismos réditos económicos que otros campos; no producen los 
mismos réditos que pueden producir las modas; y la moda siempre es nueva o, 
por lo menos, así quieren hacerlo parecer. De allí el privilegio de lo nuevo y el 
ascenso de lo joven sobre lo viejo. Hoy en día, como dice Alain Finkielkraut, la 
juventud constituye el imperativo categórico; el imperativo categórico de todas las 
generaciones: como una neurosis general, impulsa a los cuarentones a ser teenagers 
prolongados; en lo que se refiere a los ansianos, no son honrados por su sabiduría, 
como en las sociedades tradicionales, por su seriedad, como en las sociedades 
tempranamente burguesas, o por su fragilidad, como en las sociedades civilizadas, 
sino única y exclusivamente si han sabido permanecer juveniles de espíritu y de 
cuerpo. Las afirmaciones como las de Finkielkraut resultan contundentes; de ser 
ciertas, invitan a estudiar el fenómeno críticamente tanto como a estudiar las im-
plicaciones que sobre la cultura puedan tener. De ser ciertas, lo que preveen es la 
posibilidad de una cultura del olvido, y ante esa, si debemos resistirnos.
Muchas gracias.
28.
Les rôLes du musée, evoLutIon et 
reCherChe d’un nouveL équILIbre
Colette Dufresne-Tassé
Codirectora de la Maestría en Museología, Universidad de Montreal
Presidente del Comité de Acción Educativa y Cultural
Consejo Internacional de Museos
L
’évolution du rôle des musées est étroitement liée à celle de leur 
histoire or, retracer cette dernière est une tâche particulièrement 
difficile, parce qu’elle est complexe et influencée par les grands 
courants économiques, politiques et philosophiques qui “travai-
llent” les sociétés d’une époque, donc susceptible de présenter des variantes et des 
significations différentes selon les pays.
Embûche supplémentaire, l’histoire et la sociologie des musées sont des su-
jets sur lesquels les publications sont peu nombreuses, même dans les pays où 
elles sont les plus abondantes, comme l’Allemagne, la France, l’Italie, les Pays-
Bas ou le Royaume-Uni en Europe, et les États-Unis en Amérique du Nord. On 
comprendra donc que le texte qui suit ne vise que ces derniers pays et privilégie 
l’évolution des musées européens, parce qu’elle est, semble-t-il, la plus documen-
tée. Sans compter qu’elle est également la plus longue. Et pour souligner certains 
décalages, occasionnellement, on trouvera des indications sur les musées des 
États-Unis. Autre caractéristique du présent texte, il ne réfère pas à des auteurs 
précis – ce sont presque toujours les mêmes – mais se termine plutôt sur une 
bibliographie.
En premier lieu, on verra rapidement les caractéristiques des musées et leur 
rôle durant la période qui va de leur origine jusqu’au début du XXe siècle. Puis 
on considèrera aussi succinctement la première moitié de ce siècle pour montrer 
à la fois comment, après une longue ère de croissance, les musées connaissent 
une période difficile, et comment celle-ci donne lieu à un redémarrage qui per-
met la croissance exponentielle dont nous sommes témoins depuis une trentaine 
d’années. Enfin, on étudiera de près deux aspects de la vie actuelle des musées, soit 
leur gestion et la conception de leur exposition. Cet examen permettra de saisir 
Sesión inaugural
29.
comment la mondialisation de certains échanges et la philosophie néo-libérale, 
qui semblent les deux courants qui marquent le plus profondément notre époque, 
tout en même temps supportent, éreintent les musées, et influencent leurs rôles.
du xve sIèCLe au début du xxe sIèCLe, 
une PremIère CroIssanCe
On peut faire remonter le début des musées au Xve siècle, plus précisément à la 
création, en 1471, du Musée du Capitole par Sixte iv. Vue de façon générale, et 
avec le recul du temps qui efface beaucoup de détails, cette période est marquée en 
Europe par le développement des collections des rois et des princes, des commu-
nautés religieuses, des lettrés et des savants. S’y ajouteront, sur le tard, des collec-
tions issues de fouilles archéologiques et de l’activité de collectionneurs-mécènes.
Cette période est également caractérisée dès le Xviiie siècle par la création, 
puis la multiplication des musées publics. Ces derniers développent une pre-
mière série de connaissances sur l’entreposage des objets, leur classement et leur 
catalogage, de même que des exigences architecturales ayant pour but de faciliter 
l’accès aux objets et leur étude. C’est ainsi que des musées d’art britanniques ou 
allemands présentent des œuvres classées par école, placées de manière à être vues 
sans fatigue et portant des indications sur leur origine, mais également sur le sujet 
qu’elles présentent et même leur prix.
À la fin du XiXe siècle, le développement du musée est tel qu’on peut con-
sidérerce dernier comme une véritable institution, c’est-à-dire un ensemble de 
ressources matérielles et humaines rassemblées en un même lieu, pour offrir des 
services variés et exercer un leadership.
Qu’attend-on alors de l’institution muséale? On désire qu’elle donne accès 
aux collections, car le simple contact avec le vrai et le beau doit
• dissiper l’ignorance
• exalter l’esprit
• améliorer la conduite des gens
• perfectionner les artisans, que feront progresser les arts
• réveiller l’amour de la patrie
• accroître le prestige d’une nation ou d’une ville en lui procurant une position 
enviable par rapport aux autres.
30.
I Cátedra Latinoamericana de Museología y Gestión del Patrimonio Cultural
On le voit, il ne s’agit pas d’un, mais de plusieurs rôles, et ceux-ci sont 
diversifiés et importants. 
Note sur les États-Unis
Aux États-Unis, le début des musées se situe environ trois siècles plus tard 
qu’en Europe. Il semble coïncider avec le moment (1737) où la Charleston 
Library rassemble ses collections d’animaux, de plantes et de minéraux. Cin-
quante ans après (1786), C. W. Peale ouvre son cabinet de curiosités au public. 
Ce n’est qu’un siècle plus tard, vers 1870, que commenceront à apparaître les 
grands musées que nous connaissons aujourd’hui, comme le Metropolitan 
Museum of Art de New York, le Boston Museum of Fine Arts, l’American 
Museum of National History ou le Detroit Institute of Art.
Comme en Europe, la période qui s’étend du Xviiie siècle à la fin du XiXe 
siècle est marquée par la constitution des collections et l’ouverture au public de 
nombreux musées. Toutefois, les collections, surtout celles d’objets d’art, sont 
moins considérables, moins variées et moins renommées que les collections 
européennes. De plus, alors qu’en Europe la création et le soutien d’un musée 
public dépendait habituellement d’une intervention de l’État, aux États-Unis, 
elle est le fait d’élites financières.
Mais, du musée américain, on peut dire qu’il constitue, lui aussi, une ins-
titution dont on attend services et leadership. De façon générale, cette institu-
tion possède les mêmes rôles que son homologue européen, avec toutefois une 
importance plus grande accordée à l’amélioration de la conduite des gens, au 
perfectionnement de la production des artisans – en vue de rivaliser avec la 
production européenne – et à l’accroissement du prestige du pays, alors puis-
sance économique en plein développement.
PremIère moItIé du xxe sIèCLe, une CInquantaIne 
d’années du Coma Pour Les musées euroPéens
Une grande période de déshérence, qui s’étend jusque vers 1960, succède à la 
croissance précédente.
Sesión inaugural
31.
Les causes
Impliqués dans deux conflits mondiaux, les gouvernements européens rédui-
sent considérablement leur soutien financier aux musées. En outre, une partie 
du personnel de ceux-ci doit rejoindre les rangs de l’armée, souvent les bâti-
ments sont gravement endommagés et une partie des collections abîmée, per-
due, spoliée, quand elle n’est pas dispersée par l’État lui-même. Sans compter 
qu’en Allemagne et en Italie au moins, les musées sont utilisés comme outil de 
propagande, ce qui diminue leur crédibilité auprès de la population. Enfin, la 
Deuxième Guerre Mondiale terminée, ils sont laissés de côté dans les efforts 
de redéveloppement et de modernisation consentis par chaque pays.
Les effets
Alors que la société se transforme, les musées, eux, sont dans un état critique 
et n’évoluent pas. Leur situation est difficile; ils sont perçus comme archaïques, 
obsolètes, poussiéreux; ils sont peu fréquentés et font l’objet de critiques sé-
vères. En fait, ils vivotent en marge de la société, de sorte que plusieurs craig-
nent et chuchotent: le musée pourrait disparaître. Et d’autres disent haut et 
fort: le musée est mort.
Ainsi les rôles caractéristiques de l’époque précédente ne peuvent plus être 
joués à cause des conditions dans lesquelles les musées se trouvent placés. 
Quant aux institutions qui, tant bien que mal, tentent à nouveau de les remplir 
au prix d’astuces et d’efforts inouïs, elles n’arrivent pas à attirer une population 
tracassée par des problèmes quotidiens nombreux, peu encline à les fréquenter 
et qui, lorsqu’elle s’y rend, trouve des salles en piètre état et des présentations 
qui ne réussissent pas à les séduire, tant elles sont maigrelettes.
Note sur la situation américaine
Au début du XXe siècle, les États-Unis connaissent une période de développe-
ment interne qui s’accompagne d’une augmentation importante du nombre 
de leurs musées. Toutefois, leurs collections sont encore de peu d’envergure 
comparées aux collections européennes. Comme ce moment de l’histoire amé-
ricaine est ponctué par des effondrements du marché boursier, des scandales 
financiers retentissants et marqué par la corruption qui sévit, même dans les 
32.
I Cátedra Latinoamericana de Museología y Gestión del Patrimonio Cultural
rangs du clergé et des politiciens, on espère du musée, comme de l’école, qu’il 
se fasse le défenseur et le diffuseur des plus hautes valeurs morales.
D’autres années de croissance économique vont accompagner chacune des 
deux guerres mondiales, mais donner lieu à des phénomènes tout à fait diffé-
rents des précédents. Ces années vont favoriser le développement de fortunes 
colossales, favorables à l’acquisition d’objets d’art. Parallèlement, en Europe, les 
difficultés de toutes sortes que connaissent beaucoup de grands collectionneu-
rs vont les pousser à se départir d’œuvres fameuses, qui vont apparaître sur le 
marché de l’art, être achetées en quantité par des Américains et aboutir finale-
ment dans leurs grands musées.
Par ailleurs, durant la seconde guerre mondiale, beaucoup d’institutions mu-
séales collaborent avec le Gouvernement américain de plusieurs façons. Cer-
tains offrent leurs locaux pour y loger un hôpital, une équipe de recherche ou 
un centre d’entraînement militaire. D’autres s’engagent dans des campagnes 
de propagande.
Malgré que la première moitié du XXe siècle soit caractérisée par une augmen-
tation du nombre des musées américains et par une amélioration importante 
de leurs collections, vers 1960, ces musées sont l’objet de critiques importan-
tes. On considère qu’ils sentent le renfermé, qu’ils ont besoin d’idées fortes et 
d’un nouveau dynamisme. Pourquoi semblent-ils s’être essoufflés? Est-ce que 
l’importance accordée à l’acquisition d’œuvres prestigieuses et à l’élargissement 
des collections ou l’utilisation d’importantes ressources pour supporter 
l’intervention militaire américaine dans le second conflit mondial amènent 
les musées à délaisser d’autres fonctions considérées essentielles par le public? 
Pourtant, ils continuent, comme ils le font depuis plus d’un siècle, d’accorder 
une importance toute particulière à leurs programmes éducatifs. Les histo-
riens des musées ne semblent pas offrir d’explication à cette situation. Mais 
on peut penser que le développement scientifique et culturel sans précédent 
provoqué par l’immigration massive de chercheurs et d’artistes de 1940 à 1950, 
amène un changement des mentalités et des exigences nouvelles vis-à-vis des 
musées.
En dépit des avantages que leur ont procuré les deux guerres mondiales, les 
musées américains semblent donc, comme les musées européens, mais à un 
Sesión inaugural
33.
degré bien moindre, en décalage par rapport aux attentes de la population. 
Ils ne réussissent pas à jouer les rôles qu’on attend d’eux, en particulier, celui 
d’éveiller, de nourrir et d’exalter les esprits. Et, comme les musées européens, 
ils abordent la période suivante avec un grand besoin de renouvellement.
L’aPrès-guerre. Les musées euroPéens 
bénéfICIent d’InterventIons Inattendues
L’appui dont bénéficient les musées leur vient de la communauté internationa-
le, qui s’engage dans une ample réflexion sur la culture et l’éducation comme 
moyens additionnels d’assurer unepaix durable entre les nations. Cette ré-
flexion s’accompagne de nombreuses rencontres internationales, de publica-
tions et de la création, entre 1945 et 1950, d’organismes tels la United Nations 
Educational, Scientific and Cultural Organization (Unesco), l’International 
Council of Museums (icom) et l’International Council of Monuments and 
Sites (icomos), les deux derniers spécifiquement destinés à promouvoir les 
musées et le patrimoine culturel à l’échelle mondiale.
L’impact de cette activité internationale est très fort. Convaincus par ses ré-
sultats, beaucoup de gouvernements européens développent des politiques 
culturelles qui accordent une place de premier plan aux musées. Puis ils in-
vestissent des sommes importantes dans l’univers muséal, soit de façon cen-
tralisée comme en France – jusqu’à tout récemment – soit de façon décentra-
lisée comme en Allemagne. Cet investissement entraîne des conséquences en 
cascades.
Conséquences de premier niveau
La première conséquence de l’investissement des gouvernements européens 
semble la construction de musées nouveaux, l’agrandissement, la restauration 
et la réhabilitation des bâtiments existants, dont les travaux sont confiés, la 
plupart du temps, à des architectes de renommée confirmée.
Conséquences de deuxième niveau
Les nouveaux aménagements offrent une série d’avantages:
•Renouvellement des locaux où travaille le personnel
34.
I Cátedra Latinoamericana de Museología y Gestión del Patrimonio Cultural
•Amélioration des conditions de conservation des objets dont le musée assure 
la garde
•Augmentation des espaces destinés à loger des collections et à présenter au 
public une plus grande proportion de celles-ci
•Mise en valeur plus agréable des objets exposés, c’est-à-dire moins austère et 
davantage influencée par l’esthétique des présentations commerciales
•Création d’aires permettant d’offrir non seulement des expositions perma-
nentes plus vastes, mais également des expositions temporaires nombreuses 
et d’ampleurs diverses
•Accroissement et diversification des activités culturelles et éducatives, qui vi-
sent un vaste éventail de publics
• Implantation d’espaces publics, tels des lieux d’accueil, des restaurants, des 
boutiques ou des librairies, qui contribuent soit au confort des visiteurs, soit à 
leur développement culturel.
Conséquences de troisième niveau
Cette métamorphose des musées européens reçoit un accueil enthousiaste de 
la part du public. Les taux de fréquentation connaissent un accroissement ex-
ponentiel, si bien que dans plusieurs pays, on fréquente le musée plus souvent 
que le stade.
Conséquences de quatrième niveau
Le musée acquiert une importance nouvelle pour les pouvoirs publics. Cha-
que projet architectural étant coûteux et d’une conception osée, il fait l’objet 
de discussions nombreuses; plusieurs groupes d’acteurs débattent de ses mé-
rites ou de ses problèmes. Sans compter que ces acteurs sont conscients de 
l’intérêt que présente un musée de bonne qualité. Ils ont en effet découvert 
qu’un tel musée
•Contribue à la visibilité de la ville et à la renommée du pays où il est implanté
•Constitue une source de revenus importants, car il emploie de nombreux pro-
fessionnels et attire des touristes qui fréquentent les restaurants, les hôtels, 
utilisent les transports en commun et paient des taxes sur ce qu’ils achètent
•Concourt à la réhabilitation de secteurs urbains délabrés
Sesión inaugural
35.
•Enrichit la vie culturelle d’une région et, de ce fait, devient un facteur 
d’attraction des entreprises et de stimulation de l’économie.
Vu l’ensemble des conséquences présentées, il n’est pas exagéré de con-
clure que le musée européen est redevenu une institution bien vivante, étroi-
tement insérée dans la société, et qui suscite des débats parfois acharnés. Il 
représente en effet des enjeux culturels, économiques, sociaux et politiques 
considérés comme majeurs par les pouvoirs publics. Aux rôles issus du XiXe 
siècle, qui étaient surtout d’ordre culturel ou politique, il semble donc ajouter 
un rôle économique.
Note sur l’évolution des musées américains
Les Américains participent à la réflexion internationale sur l’influence de 
l’éducation et de la culture, mais leur gouvernement ne conçoit pas de politi-
que culturelle. Pourtant le développement de leurs musées ressemble à celui 
des Européens. Mais il est impulsé par une dynamique différente. Inquiètes de 
l’avenir des musées qu’elles ont fondés et qu’elles supportent financièrement – 
à cause des coûts sans cesse croissants de leur gestion – les élites financières 
du pays font pression sur l’État pour qu’il intervienne. La réponse de celui-ci 
est d’abord la création, en 1965, du National Endowment for the Arts et du 
National Endowment for the Humanities puis, quelques années plus tard, de 
celle de l’Institute of Museum Services. Ces institutions subventionnement 
des projets nombreux et variés qui vont de la préparation d’expositions jusqu’à 
l’offre de programmes éducatifs ou culturels extra-muros, souvent proposés 
à des groupes socialement défavorisés. Enfin, l’État améliore les abattements 
d’impôts consentis au mécénat, ce qui favorise les dons d’œuvres, mais aussi le 
partenariat pour la réalisation d’une vaste gamme de projets.
Les conséquences de ces interventions du Gouvernement américain sont 
semblables aux conséquences des interventions des gouvernements européens: 
multiplication du nombre de musées nouveaux, amélioration des institutions 
existantes, modification des modes de présentation des expositions, multipli-
cation de celles-ci ou des programmes éducatifs et culturels, plus grand con-
fort assuré aux visiteurs. La réponse du public américain ressemble à celle du 
36.
I Cátedra Latinoamericana de Museología y Gestión del Patrimonio Cultural
public européen, sa fréquentation explose et s’ajoute aux rôles culturels et po-
litiques du musée un rôle économique.
gros PLan sur deux asPeCts de La vIe aCtueLLe 
des musées euroPéens et amérICaIns
Afin de saisir la situation des musées de la fin du XXe siècle, on étudiera deux 
aspects fondamentaux de leur vie: leur gestion et la conception de leurs expo-
sitions, parce que le premier de ces aspects donne accès à l’évolution de leurs 
fonctions périphériques, alors que le second permet de saisir celle de leurs 
fonctions centrales. Et pour comprendre cette évolution, on examinera les 
phénomènes de cette période qui semblent influencer le plus profondément 
l’institution muséale, la globalisation des échanges et l’idéologie néo-libérale.
Remarque: Les musées européens et nord-américains ne seront plus traités 
séparément, car comme on vient de le voir, ils se retrouvent dans des situations 
semblables. En outre, des études sociologiques récentes montrent qu’ils sont 
influencés de façon analogue par la globalisation des échanges et l’idéologie 
néo-libérale.
Influence de la globalisation des échanges et de 
l’idéologie néo-libérale sur la gestion des musées
L’extension et la complexification des réseaux d’échanges de produits et 
d’information favorisent le développement de projets architecturaux – 
qu’il s’agisse de nouvelles constructions ou même de restaurations ou 
d’agrandissements– confiés à des architectes de grande renommée. En effet, 
des bâtiments remarquables aident une ville à sortir de l’anonymat et à 
s’illustrer, c’est-à-dire à devenir un centre qui fait saillie dans l’immense terri-
toire géopolitique du monde. Et l’accroissement de la fréquentation muséale, 
en particulier lorsqu’elle est due au tourisme de masse, au tourisme culturel 
et surtout au tourisme d’affaires, c’est-à-dire qui se pratique à l’occasion de 
déplacements professionnels, confirme que la ville est bien devenue un centre 
important, un nœud où s’opèrent les échanges.
Mais comme les projets architecturaux confiés à des architectes célèbres 
sont fort coûteux, on tend à en partager lescoûts entre divers paliers de gouver-
Sesión inaugural
37.
nement et même avec des acteurs du secteur privé. Ces multiples bailleurs de 
fonds ont des attentes très fortes et souvent divergentes par rapport au musée 
qu’ils ont contribué à rendre remarquable. Conscient de ces attentes et sachant 
maintenant que les succès de fréquentation qui accompagnent une nouvelle 
réalisation architecturale sont de courte durée, le musée prévoit d’autres mo-
yens de multiplier ces succès. C’est en fait la seule façon de continuer d’obtenir 
les fonds dont il a besoin. Les plus fréquemment utilisés sont la multiplication 
des expositions temporaires, des activités et des programmes éducatifs ou cul-
turels, ainsi qu’un renouvellement plus rapide des expositions permanentes.
Conséquences
La stratégie qui vient d’être décrite a des conséquences à la fois positives et 
négatives. Par exemple, la population apprécie pouvoir profiter d’une offre 
culturelle abondante et diversifiée. Celle-ci convient en effet à une grande 
diversité d’attentes et de besoins. Pour sa part, le musée est satisfait par 
l’abondance de cette offre, car encore influencé par la philosophie des lu-
mières, il juge important de diffuser des connaissances qui peuvent favoriser 
le développement de tous; il contribue ainsi à la multiplication du nombre de 
citoyens éclairés. Enfin, les pouvoirs publics se réjouissent de cette stratégie, 
car en maintenant la fréquentation muséale, elle engendre des retombées éco-
nomiques non négligeables.
Toutefois, si l’offre proliférante du musée lui assure un succès éclatant, elle 
coûte cher, très cher même, de sorte qu’il lui faut réduire les coûts de ce qu’il 
présente au public. Mais ce n’est pas suffisant, car les divers paliers de gouver-
nement adhèrent à l’idéologie néo-libérale et exigent du musée qu’il boucle 
son budget, malgré un financement sans cesse à la baisse.
Implications
Le musée tente de s’adapter à une telle situation de plusieurs manières. D’abord 
en exigeant davantage de son personnel et en ayant recours à la sous-traitance. 
Ensuite, et surtout, en tentant d’accroître ses revenus par le biais des moyens 
suivants:
38.
I Cátedra Latinoamericana de Museología y Gestión del Patrimonio Cultural
•L’accroissement de la clientèle et de ce qu’elle dépense à la billetterie, à la 
boutique ou au restaurant, ce qui exige l’embauche de spécialistes du “marke-
ting”; ces nouveaux venus réussissent habituellement à susciter des revenus 
additionnels, mais leur salaire pèse lourd sur le budget du musée, de sorte 
que les bénéfices marginaux sont faibles et insuffisants
•La location d’espaces pour la tenue d’activités ponctuelles ou même perma-
nentes à caractère commercial, celles de certaines œuvres et parfois de collec-
tions entières pour de longues périodes; pour être profitables, ces locations 
doivent être gérées par des professionnels dont le salaire grève aussi les béné-
fices qu’ils suscitent
•Le recours à la commandite ou au mécénat qui, lui aussi, doit être stimulé par 
un personnel qui engendre de faibles bénéfices marginaux.
Ainsi l’apport financier additionnel de ces professionnels, bien que non 
négligeable, n’est habituellement pas suffisant. 
La nécessité d’accroître les revenus n’est pas le seul facteur qui stimule 
l’engagement de nouveaux types de professionnels. Les pouvoirs publics exi-
gent de plus en plus de l’institution muséale qu’elle “chiffre” ses performances. 
Celle-ci réagit en créant des services de recherche institutionnelle, dont la taille 
varie avec celle de l’établissement. À première vue, ces services semblent une 
acquisition positive, car les données qu’ils produisent devraient aider le musée à 
mieux se gérer. Toutefois, ces services utilisent des professionnels d’un nouveau 
type, dont les salaires viennent s’ajouter à ceux des professionnels précédents. 
Autre aspect épineux, ce personnel, ne disposant pas encore d’instruments 
valides pour réaliser sa tâche, qu’il s’agisse d’évaluation ou “d’assessment”, les 
“chiffres” qu’il produit peuvent satisfaire les pouvoirs publics, mais ils sont d’une 
utilité marginale pour le musée. En effet, l’impact d’interventions culturelles se 
laisse difficilement saisir à travers des données uniquement quantitatives. En 
fait, actuellement, la muséologie n’est pas en mesure d’offrir des instruments 
permettant de réaliser de bonnes études qualitatives et, encore moins, le moyen 
de combiner de manière satisfaisante données quantitatives et qualitatives.
En somme, on constate qu’un musée que l’on dote d’un bâtiment presti-
gieux dans le but, entre autres, d’assurer à une ville une situation avantageuse, 
Sesión inaugural
39.
est forcé de réaliser des performances remarquables avec un appui financier de 
plus en plus limité de la part des pouvoirs publics. Cette situation se traduit 
par une gestion qui doit obéir aux impératifs suivants: 
•Obtenir de tous une productivité de plus en plus forte
•Administrer une institution dont la taille et la complexité augmentent sans 
cesse, mais aussi où les tâches périphériques à celles qui correspondent di-
rectement à sa fonction emploient une proportion toujours plus grande de 
personnes dont la responsabilité première est d’accroître les rentrées de fonds
•Diriger une institution constamment en proie à des problèmes financiers, car 
les revenus additionnels produits par l’exercice des tâches périphériques sont 
insuffisants
•Apaiser de fortes tensions entre des tendances de nature généreuse, alimentées 
par la philosophie des lumières, et des tendances de nature parcimonieuse, sus-
citées par la pression à la rentabilité.
En réalité, un musée qui se voit octroyer un bâtiment remarquable semble 
devenir une machine qui grossit sans cesse et dont la croissance, on va com-
prendre pourquoi, ne peut susciter qu’une nouvelle expansion périphérique.
Remarque: Faute d’espace, le sort des musées qui ne se font pas accorder 
un bâtiment prestigieux ne sera pas abordé. Leur examen aurait été aussi ins-
tructif que celui des musées qui en ont été dotés. Qu’il suffise de souligner que 
la présence de ces deux catégories d’institutions dans le système muséal d’un 
pays entraîne de très fortes tensions.
Influence de la globalisation des échanges et de l’idéologie 
néo-libérale sur la conception des expositions
L’examen de la conception des expositions et des pressions auxquelles elle est 
soumise permet, on s’en rappelle, de saisir l’évolution des tâches centrales d’un 
musée, c’est-à-dire de celles qui sont directement liées à sa raison d’être.
Contexte
On a vu que les projets architecturaux suscités par la globalisation des échan-
ges et les pressions financières associées à l’idéologie néo-libérale entraînent, 
40.
I Cátedra Latinoamericana de Museología y Gestión del Patrimonio Cultural
entre autres, un renouvellement plus rapide des expositions permanentes et la 
multiplication des expositions temporaires. Parce que ces productions muséa-
les sont en compétition avec celles de l’industrie du divertissement, elles sont 
soumises à un troisième type de contrainte: elles doivent avoir un caractère 
spectaculaire et sans cesse nouveau.
Effets de premier niveau
Cet ensemble de pressions entraîne des effets positifs déjà identifiés: une offre 
proliférante qui convient à une grande variété de publics et la satisfaction du 
musée de pouvoir diffuser de grandes quantités de connaissances et de se 
démocratiser. Mais ces pressions ont également des effets pervers sur les objets 
et sur les conservateurs. En ce qui concerne les premiers, les plus “intéressants” 
d’entre eux risquent fort d’être surexposés et irrémédiablement abîmés lors de 
leurs multiples transports, parfois sur de très longues distances. Quant aux 
conservateurs, on les presse de créer un nombre et une variété d’expositions 
sans cesse croissants, dont plusieurs ne les intéressent guère. Parallèlement, ilsdoivent abandonner l’étude systématique de leurs collections et la publication 
de catalogues raisonnés – source habituelle de leur satisfaction – pour conce-
voir des scénarios d’exposition et rapidement documenter les objets que ceux-
ci exigent. Leur motivation à accomplir la tâche à laquelle ils sont astreints est 
donc mise à mal. Toutefois, lorsqu’une exposition a du succès, ils gagnent une 
visibilité importante, mais lorsque celle-ci ne réussit pas à attirer son quota de 
visiteurs, ils sont soumis à un stress inconnu auparavant. Enfin, les expositions 
qu’ils préparent exigeant des moyens muséographiques de plus en plus impor-
tants pour être suffisamment spectaculaires, ou au moins au goût du jour, ils 
doivent partager leur pouvoir avec une véritable équipe de production. 
Effets de deuxième niveau
L’intégration dans la réalisation d’une exposition d’une équipe qui travaille 
avec le conservateur entraîne une augmentation des coûts de cette réalisa-
tion qui, à son tour, déclenche une série de conséquences, dont les principa-
les sont les trois suivantes: pressions pour que l’équipe accélère ses cadences 
de production et, en même temps, recours à la sous-traitance ou à l’emprunt 
Sesión inaugural
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d’expositions pour éviter que ces pressions ne deviennent excessives; enfin, in-
sistance sur le renouvellement constant des scénarios de façon à surprendre et 
charmer le public en lui offrant des expériences nouvelles et fortes.
Remarque: Le mot expérience est timidement apparu il y a une quinzaine 
d’années dans le milieu muséal. Mais il est devenu un terme courant pour dé-
signer ce que l’on attend d’une visite d’exposition. Actuellement, on l’emploie 
parfois seul, mais surtout accompagné d’un autre, comme “expérience affective”, 
“expérience d’immersion”, “expérience de partage”, “expérience de dialogue” ou 
“expérience de contemplation”. Toutefois, on ne précise pas ce qu’on entend par 
ces expressions. On néglige donc ainsi de spécifier les effets espérés d’une visite, 
ou si l’on préfère, les buts que l’on assigne à l’exposition quand on considère les 
personnes auxquelles elle s’adresse.
Implications pour la conception des expositions permanentes
Voulant faire nouveau et provoquer une expérience intense chez le visiteur, 
on abandonne des formes de présentation des objets, telles les présentations 
chronologiques, typologiques ou par aires géographiques, alors qu’elles ont 
leur mérite et qu’elles pourraient être pertinentes dans certains cas. On craint 
en effet que ces présentations soient usées et incapables de susciter l’émotion. 
Et avec la même légèreté, on adopte, sans étude préalable, l’approche théma-
tique que l’on a moins utilisée dans le passé pour présenter une exposition 
permanente.
Cette situation ne doit pas être attribuée au manque de rigueur des pro-
fessionnels du milieu muséal, qui désirent faire des choix fondés sur de solides 
données, mais au manque de personnes capables de réaliser la recherche qui 
permettrait d’estimer des mérites respectifs de chaque approche.
Implications pour la conception des expositions temporaires
Pressé par le temps et très préoccupé de surprendre ou de charmer le public, 
on sacrifie souvent l’approfondissement du sujet de l’exposition et la cohéren-
ce de sa présentation, pourtant toutes deux nécessaires à la réalisation d’une 
visite qui ne représente pas qu’un simple moment de détente ou de divertisse-
ment. En outre, on accorde facilement de l’importance à une innovation mu-
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I Cátedra Latinoamericana de Museología y Gestión del Patrimonio Cultural
séographique frappante ou racoleuse, ici encore, faute de personnes capables 
d’évaluer les effets de ces pratiques.
Réflexion
Qu’il s’agisse d’exposition permanente ou d’exposition temporaire, ce que 
l’on vient de voir signifie, premièrement, un risque élevé d’affaiblissement de 
leur caractère éducatif et une capacité diminuée du musée de remplir l’une 
de ses fonctions primordiales, la diffusion des connaissances. Deuxièmement, 
l’obligation, pour l’équipe de production d’exposition d’être créatrice sans bé-
néficier des conditions pour l’être vraiment, c’est-à-dire sans posséder une 
information précise sur ce qu’elle peut attendre des types de présentation ou 
de dispositifs muséographiques qu’elle utilise; dit autrement, sans disposer 
des données de base avec lesquelles elle pourrait, comme un artiste ou un 
scientifique, “jouer” et créer un produit nouveau qui la mènerait à un autre 
produit nouveau, etc. En somme, on condamne le personnel responsable de la 
conception des expositions à une créativité sans fondement solide, une créa-
tivité de pacotille, dont le renouvellement est tout à faire superficiel et qui, à 
terme, ne peut que décevoir en dérivant vers le gigantisme. Une impasse, vu 
les coûts du gigantisme.
Enfin, ce que l’on a constaté précédemment annonce le développement 
d’un problème inusité dans le milieu muséal, la difficulté de développer de 
l’érudition et de l’expertise, celles-ci quittant le musée à cause du rythme 
accéléré de préparation des expositions, mais surtout du recours à la sous-
traitance. En effet, en y regardant de près, on se rend compte que si cette der-
nière soulage des équipes surchargées, elle amène le conservateur à confier bon 
nombre d’expositions à des spécialistes invités, des universitaires la plupart du 
temps. Ainsi, le conservateur ne peut profiter de la multiplication des exposi-
tions pour accroître son expertise sur des sujets qui relèvent directement de sa 
responsabilité, comme les types de structures d’exposition et les façons de les 
traduire matériellement. En ce qui concerne le reste de l’équipe de réalisation, 
la sous-traitance la prive d’une série de tâches majeures, comme le “design” de 
l’exposition, la scénographie et parfois même, la conception de son mobilier ou 
la rédaction des textes, confiées à des consultants. Privée de ces tâches, l’équipe 
Sesión inaugural
43.
devient avant tout un gestionnaire de processus de production, un coordon-
nateur de travaux réalisés à l’extérieur du musée. Dans ces conditions, elle ne 
peut développer ni expertise ni réflexion sur des composantes pourtant ma-
jeures de l’exposition.
Cette conjoncture est lourde de conséquences négatives. Pour le person-
nel, elle est fortement démotivante, car tout professionnel hautement qualifié 
désire vivement accroître ses connaissances et ses compétences. Pour le musée 
lui-même, elle le conduit à se priver de l’une de ses forces vives directement 
au service de l’une de ses activités centrales. Par là, elle met en péril l’avenir 
de ces activités. En effet, à moyen terme, comment un personnel qui n’a guère 
l’occasion d’acquérir des connaissances nouvelles pourrait-il en proposer à la 
population? De plus, elle fragilise l’institution muséale, dont on attend une 
forme de leadership intellectuel, car l’érudition et l’expertise ponctuellement 
empruntées demeurent trop extérieures pour influencer les décisions qu’elle 
prend sur ses orientations.
L’examen qui se termine de l’influence de la globalisation de certains 
échanges et de la mise en application de principes issus de l’idéologie néo-
libérale met en relief des phénomènes inquiétants. Le musée voit sa fonction 
culturelle, c’est-à-dire sa raison d’être, menacée, alors qu’il dispose de capacités 
restreintes de corriger cette situation et qu’il se voit obligé d’intensifier ses 
activités périphériques dont le caractère commercial est évident.
Comment réagira le public à un tel type de musée? Ses visiteurs fidèles qui 
espèrent s’y instruire continueront-ils de le fréquenter? Ses visiteurs occasion-
nels, plus enclins à y rechercher détente ou divertissement, distingueront-ils 
encore son offre des productions de l’industrie culturelle et les privilégieront-
ils? Une baisse d’achalandage serait pourtant catastrophique, car elle priverait 
le musée de revenus directset le transformerait en institution qui répond mal 
aux attentes des pouvoirs publics, donc moins digne d’être soutenue finan-
cièrement. De toute évidence, le musée doit réagir. Que va-t-il faire?
synthèse et PersPeCtIves
Le XiXe siècle lègue au musée la série de rôles culturels, sociaux et politiques 
suivants: dissiper l’ignorance, perfectionner les artistes, améliorer la conduite 
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I Cátedra Latinoamericana de Museología y Gestión del Patrimonio Cultural
des gens, réveiller l’amour de la patrie et procurer une position enviable à un 
pays ou à une ville.
Évolution des rôles du musée
Alors qu’au milieu du XXe siècle, l’institution muséale n’est pas en mesure de 
s’acquitter des rôles dont elle a hérités, tellement elle se trouve en décalage par 
rapport à la société, vingt ans plus tard, ce n’est plus le cas. À la faveur d’un 
redémarrage et d’une croissance impressionnante, non seulement elle remplit 
ces rôles de façon exemplaire, mais elle les renforce et les multiplie. En effet, 
ses succès de fréquentation sans précédent l’amènent à s’adresser à un public 
plus nombreux et plus diversifié. Ainsi elle peut jouer son rôle politique auprès 
d’un plus large éventail de citoyens. En outre, ayant suivi l’évolution d’une so-
ciété où le niveau d’éducation s’est considérablement élevé, elle ne se limite plus 
à chasser l’ignorance, elle contribue aussi à l’accroissement des connaissances 
de nombreux groupes sociaux. Sans compter qu’elle a diversifié son rôle social, 
car en plus de favoriser la promotion des individus, elle constitue un facteur de 
rénovation urbaine. Enfin, elle a acquis un rôle nouveau, un rôle économique, 
en devenant un employeur important et une source de revenus appréciables à 
la fois pour les régions et pour les villes où elle est implantée.
Mais cette période heureuse est de courte durée, car dès 1985, commen-
cent à se faire sentir deux tendances de la société actuelle qui vont, en se 
renforçant, soumettre le musée au jeu de forces contradictoires. Tandis que 
la globalisation des échanges favorise un nouvel essor du musée, l’idéologie 
néo-libérale le contraint en provoquant une diminution du support financier 
que lui offrent les pouvoirs publics. Ainsi entravé, il ne réussira plus à remplir 
son rôle culturel de façon satisfaisante. Vu le caractère central de ce rôle, il est 
à prévoir qu’à l’avenir il ne jouera qu’avec difficulté ses rôles politiques, sociaux 
et économiques.
Un avenir sombre est-il la seule option possible?
Guère plus d’un demi-siècle après la période de déshérence qui a suivi la 
Deuxième Guerre Mondiale, il semble que le musée s’achemine vers une 
autre période difficile. S’en sortira-t-il, encore une fois, à la faveur d’un grand 
Sesión inaugural
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mouvement extérieur qui soutiendra sa rééquilibration et sa redynamisation? 
Au contraire, trouvera-t-il des directeurs visionnaires qui, tels de puissants ju-
dokas, immobiliseront ou, qui sait, renverseront les forces lâchées par le néo-
libéralisme? De tels directeurs devront probablement sortir le musée de sa 
compétition avec l’industrie du divertissement de façon à l’imposer comme 
lieu culturel vraiment unique. De plus, ils devront probablement rendre ce 
lieu nécessaire, parce que seul capable, comme l’école ou l’hôpital, de répondre 
à des besoins profonds engendrés par le fonctionnement de la société. Quels 
sont ces besoins? Intégrer les connaissances ou les informations proliférantes 
et disparates que chaque individu se voit constamment obligé d’acquérir? Leur 
donner un sens qui profite véritablement à l’individu et à son mieux-être? Et 
pour que cela se produise, veiller à l’alchimie qui doit se produire lors de la ren-
contre d’un visiteur avec un objet, ce qui implique probablement la conversion 
de la logique marchande qui prévaut actuellement dans l’institution muséale 
en logique de la gratuité et de la générosité.
Même judokas puissants et habiles, les futurs directeurs ne pourront réali-
ser les modifications qui viennent d’être esquissées, que s’ils obtiennent l’appui 
de nombreux groupes sociaux, trouvent des chefs de service qui leur ressem-
blent et des professionnels capables de réaliser la recherche qui doit soutenir 
les processus aboutissant à ces changements. Les directeurs possèdent, dans 
l’université, un puissant allié. En effet, celle-ci forme des milliers d’individus 
qui rejoignent les groupes les plus influents de la société. De plus, en créant 
un doctorat en muséologie, elle offre à ces directeurs et à leurs subordonnés 
immédiats la possibilité d’approfondir le rôle du musée, l’évolution de la socié-
té, de façon à concevoir les moyens d’action qui leur manquent actuellement. 
Par ailleurs, en développant la recherche fondamentale, elle permet non seule-
ment à la muséologie de devenir une spécialité universitaire à plein titre, mais 
elle concourt à la consolidation du rôle du musée à titre d’institution de haut 
savoir. Enfin, en mettant au point les façons de réaliser la recherche appliquée, 
elle outille au mieux ceux que le musée engage pour réaliser les investigations 
qui doivent accompagner sa transformation. En somme, l’université apparaît 
comme un partenaire de choix des musées et de son évolution future.
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I Cátedra Latinoamericana de Museología y Gestión del Patrimonio Cultural
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