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NACIONAL
FACULTAD DE ARTES
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS
Mejoramiento Integra l de Barr ios en Bogotá 
Fo r o P ú b l i c o
Por arte de BarrIo
M e m o r i a s
F o r o P ú b l i c o
Por arte de barrio
M e M o r i a s
F o r o P ú b l i c o
Por arte de barrio
M e M o r i a s
Mejoramiento Integral de Barrios en Bogotá
16 y 17 de abril de 2007
FACULTAD DE ARTES
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS 
Universidad Nacional de Colombia
Sede Bogotá
Facultad de Artes
Maestría en Hábitat
Rector 
Moises Wasserman Lerner
Vicerrector sede Bogotá
Fernando Montenegro Lizarralde
Decano
Jaime Franky rodríguez
Vicedecano
Pablo abril Contreras
Secretario Académico
Fredy Chaparro Sanabria
Directora de Bienestar
Martha Luz Salcedo Barrera
Director del Centro de Divulgación y Medios
alfonso espinosa Parada
Coordinador Académico Maestría en Hábitat
Carlos alberto torres tovar
Coordinación editorial
Carlos alberto torres tovar
Asistente editorial
Gabriela Stephanie Pérez Cardozo
 Colaboración
Sandra Patricia Bustos Guzmán
Diseño de pauta y cubierta
Marcela Godoy 
Diseño y diagramación
alejandro Medina 
Corrección de estilo
Claudia Burgos Ángel
Impresión
Kimpres Ltda.
Bogotá, Colombia, 2009 
© Universidad Nacional de Colombia
 Sede Bogotá
 Facultad de artes
 Maestría en Hábitat. 
Línea de Investigación: estudios en Vivienda
Grupos de investigación: 
“Procesos Urbanos en Hábitat, Vivienda e Informalidad”
“Hábitat y Vivienda”
© autores Varios 
ISBN: 978-958-719-212-4 
este Foro Público surge como una iniciativa que 
toma como punto de partida el trabajo adelantado 
por la Universidad Nacional de Colombia para el 
“eStUdIo de CoNCePtUaLIZaCIÓN deL 
MeJoraMIeNto INteGraL de BarrIoS 
BoGotÁ d.C.” (2006), que correspondió al 
contrato firmado con el Banco alemán KfW y 
supervisado por la Caja de Vivienda Popular.
Grupo de trabajo
Director proyecto
arquitecto Carlos Alberto Torres Tovar Mg. Urb.
Profesor asociado Universidad Nacional de Colombia
Coordinadores
Grupo de Mejoramiento Físico e Infraestructura
Juanita Montoya Galvis
Grupo de Mejoramiento de la Convivencia y 
desarrollo Comunitario
Jhon Jairo Rincón García
Grupo administrativo y de Gestión de Proyectos
Piedad Marcela Rodríguez Agudelo
Asesores
Ingeniero Catastral y Geodesta
Álvaro Ibatá Ceballos
Urbanista
Pedro Buraglia
asistente general
Donka Atanassova Iakimova
asistentes de investigación
administrador
Jhon Jairo Macías Católico
arquitectos
Diego Mauricio Cala Rodríguez
Jairo Alberto Niño
economista
Sandra Catalina Campos Romero
Politóloga
Johanna Eloisa Vargas Moreno
Sociólogo
César Augusto Mendoza Beltrán
tallerista
Magnolia Ángel
Vídeo MIB – Por arte de Barrio
equipo de edición. Música. textos utilizados
encarrete. Bogotá, abril de 2007
Catalogación en la publicación Universidad Nacional de Colombia
Foro Público Por arte de Barrio (2007 : Bogotá) 
 Mejoramiento integral de barrios en Bogotá : memorias / comp. Carlos 
alberto
torres tovar. – Bogotá : Universidad Nacional de Colombia. Facultad de 
artes, 2009
 154 p. 
 ISBN : 978-958-719-212-4
 1. desarrollo urbano – Bogotá 2. embellecimiento urbano - Bogotá 3. 
Urbanismo – 
Bogotá I. torres tovar, Carlos alberto, 1965- - comp.
Cdd-21 711.58 / 2009 
NACIONAL
FACULTAD DE ARTES
Agradecimientos
Un reconocimiento y agradecimiento a las personas y entidades sin las cuales no hubiese 
sido posible adelantar este Foro Público.
Fernando Montenegro, Vicerrector de la sede Bogotá. Universidad Nacional de Colombia. 
Edna Bonilla, Secretaría distrital del Hábitat –SdHt–. Luz Teresa Gómez, decana 
Facultad de Ciencias Humanas.Universidad Nacional de Colombia. Jaime Franky, decano 
Facultad de artes. Universidad Nacional de Colombia. Mercedes Castillo, economista, 
Grupo de investigación “Procesos urbanos en hábitat, vivienda e informalidad”. Universidad 
Nacional de Colombia. Fabio Giraldo, Coordinador Nacional del programa UN-Hábitat/
Colombia. José Alejandro Bayona, departamento Nacional de Plantación –dNP–. 
Fernando Rojas, Secretaría distrital de Planeación –SdP–. Carlos Torres, Coordinador 
académico. Maestría en Hábitat. Universidad Nacional de Colombia. Carlos Mario Yory, 
Profesor Maestría en Hábitat. Universidad Nacional de Colombia. John Jairo Rincón, 
Sociólogo, Consultor. Universidad Nacional de Colombia. Pedro Buraglia, Profesor 
Maestría en diseño Urbano. Universidad Nacional de Colombia. Leonardo Morales, 
Ministerio de ambiente, Vivienda y desarrollo territorial –MaVdt–. Carolina Carmona, 
Secretaría distrital del Hábitat –SdHt–. Gonzalo Correal, Sociedad Colombiana de 
arquitectos –SCa–. Juanita Montoya. Profesora escuela de arquitectura y Urbanismo. 
Universidad Nacional de Colombia. Michael Kleinkatofer, Consultor Proyecto SUr con 
Bogotá. Francesco Ambrossi, Coordinador obras con saldo Pedagógico. Carlos Alberto 
Montoya, empresa de desarrollo Urbano –edU–, Medellín. Juliana Portillo, empresa de 
desarrollo Urbano –edU–, Medellín. David Millán Orozco, Secretaría de Vivienda Social, 
Cali. Donka Atanassova, Socióloga, Grupo de investigación “Procesos urbanos en hábitat, 
vivienda e informalidad”. Universidad Nacional de Colombia. Gladys Aristizábal, Consultora 
Internacional. Aura Rosa Castaño, Secretaría distrital del Hábitat –SdHt–. Ricardo 
Ramírez, Fedevivienda. Clemencia Escallón, Universidad de los andes, Bogotá, d.C.
Conten ido
Introducción. Foro público por arte de barrio 11
Presentación. Bogotá, d.C., y el mejoramiento integral de barrios 15
Pánel de apertura 
arq. Fernando Montenegro Lizarralde. Vicerrector de la sede Bogotá. 
Universidad Nacional de Colombia 19
arq. Jaime Franky rodríguez. decano Facultad de artes. 
Universidad Nacional de Colombia 21
Soc. Luz teresa Gómez de Mantilla. decana Facultad de Ciencias Humanas. 
Universidad Nacional de Colombia 25
adm. edna Cristina Bonilla Sebá. Secretaría distrital del Hábitat 31
arq. Carlos alberto torres tovar. Mg. Urb. Coordinador académico 
Maestría en Hábitat. Universidad Nacional de Colombia 39
Pánel 1. MIB, modelo de desarrollo y modelo de ciudad 65
1.1. el modelo de desarrollo propuesto sobre el cual se configura la ciudad 65
1.2. Caracterización del modelo de ciudad en Bogotá 69
1.3. Los aportes del MIB en Bogotá en relación con el modelo de ciudad 73
1.4. Consideraciones del pánel: modelo de desarrollo y modelo de ciudad 74
Pánel 2. Políticas de MIB en el contexto urbano 77
1.1. Política de MIB 78
1.2. Criterios del diseño de la política de MIB 78
1.3. aportes de los distintos enfoques de MIB implementados a lo largo del tiempo 81
1.4. MIB como estrategia integral para la ciudad: cambios y compromisos 83
1.5. Consideraciones del pánel: políticas de MIB en el contexto urbano 85
Pánel 3. experiencias de MIB 91
1.1. Proyecto Sur con Bogotá. Un modelo de desarrollo con participación comunitaria 91
1.2. Proyecto obras con Saldo Pedagógico –oSP–, departamento administrativo 
de acción Comunal distrital –daaCd– (1996-2000), Bogotá, d.C. 96
1.3. Proyecto de recuperación ambiental y Consolidación Habitacional en Sistemas 
Naturales Urbanos. Quebradas y Laderas 98
1.4. Proyecto de recomposición integral del entorno de las lagunas el Pondaje 
y Charco azul 102
1.5. Consideraciones del pánel: experiencias de MIB 104
Pánel 4. Proyecciones y potencialidades del MIB 107
1.1. Importancia y potencialidades del MIB 107
1.2. La ciudad: territorio en construcción (el futuro del mejoramiento integral 
de barrios) 111
1.3. Consideraciones del pánel: proyecciones y potencialidades del MIB 112
Pronunciamiento público sobre MIB y ciudad 117
declaración sobre mejoramiento barrial 117
Bibliografía y otras fuentes 125
Anexos
anexo 1. Presentaciones foro público 129
anexo 2. documentación MIB. Cd-rom 131
Presentación 131
Índice 132
1. Mejoramiento integral de barrios 133
2. Planeacion y participación 142
3. Hábitat 146
4. diagnósticos y caracterizaciones urbanas 149
5. Pobreza urbana 151
6. Convivencia, seguridady cultura ciudadana 152
7. Gestión y administración pública 152
8. Varios 153
11
In t r oducc i ón
F o r o p ú b l i c o p o r a rt e d e b a r r i o
el Mejoramiento Integral de Barrios –MIB– no es un hecho nuevo. Por el 
contrario, existe una trayectoria de carácter nacional e internacional de más 
de treinta años, en los cuales se han explorado diferentes enfoques. origina-
riamente el MIB estuvo orientado a la provisión de servicios urbanos en los 
barrios con carencias de infraestructura, a fin de ofrecer condiciones de salu-
bridad mínimas y saneamiento básico, y de regularizar la tenencia de la tierra. 
actualmente el MIB atiende carencias sociales urgentes (servicios dirigidos a 
grupos vulnerables como guarderías infantiles y otros equipamientos); y se ha 
convertido en un vehículo eficiente para que el estado implemente distintas 
estrategias de acción social. 
el MIB se ha transformado en una estrategia, a lo largo y ancho de amé-
rica Latina, para dar respuesta a las realidades urbanas en la cuales los propios 
pobladores han gestionado su hábitat como solución alternativa; situación 
que no corresponde al desarrollo formal o planificado de las ciudades y que 
resulta, la mayoría de las veces, precario e inestable.
durante muchos años, el énfasis del MIB estuvo en los aspectos físico-
espaciales, concediéndole al MIB un carácter de mejoramiento de la infraes-
tructura que pretendía a la vez garantizar el embellecimiento de la ciudad. Sin 
embargo, este enfoque no resistió mucho tiempo y se fueron sumando distin-
tas perspectivas tendientes a identificar el problema de la informalidad desde 
Foro Púb l i c o POR ARTE DE BARRIO. Memor i a s
12
el punto de vista del desarrollo integral, enfoque que contempla las facetas 
sociales, productivas, culturales y territoriales de manera compleja y con la 
misma importancia que tuvo lo físico-espacial. 
el enfoque de hábitat refuerza, desde otra perspectiva, el aspecto am-
biental, vinculándolo, por un lado, al tema de la sostenibilidad de los asenta-
mientos humanos y, por otro, a la preservación de los recursos naturales. estos 
elementos constituyen los retos del tema ambiental y evidentemente integran 
los desafíos de los desarrollos teóricos, pero sobre todo de la materialización 
concreta del hábitat, por ello deben ser definitivos en la formulación, diseño y 
ejecución de los proyectos de MIB. 
Son muchos los desafíos que hoy enfrenta el MIB. Los principales, a 
nuestro modo de ver, son los relacionados con su adopción como una acción 
estratégica para la ciudad, que debe trascender la simple intervención y el ca-
rácter asistencial, para convertirse en una estrategia indispensable y práctica. 
Un segundo reto es la concreción de un enfoque y un modelo de trabajo que 
le permita integrar las perspectivas existentes y ser realmente integral. Un 
tercer reto consiste en la visibilización como estrategia ante varias instancias: 
primero, frente a las instituciones del estado mediante la construcción de una 
política pública integral y permanente; segundo, frente a las comunidades de 
pobladores mediante el reconocimiento de la importancia de las acciones de 
mejoramiento en su calidad de vida en general; y, tercero, frente a los círculos 
académicos, que están en mora de reconocerlo como un tema de estudio fun-
damental para la ciudad. 
en aras de aportar a la superación de estos tres retos, este Foro Público 
se constituye en un hito para tratar el tema a nivel distrital, y recoger las 
experiencias y visiones existentes en el ámbito nacional, en un espacio para 
oxigenar las experiencias de trabajo en materia de MIB y en una oportunidad 
para dar cuenta de su importancia para la ciudad latinoamericana a partir del 
caso de la ciudad de Bogotá.
el Foro Público se propuso tres objetivos: 
1. dar a conocer el tema del Mejoramiento Integral de Barrios –MIB– y su 
importancia estratégica para la ciudad de Bogotá.
2. dar cuenta de los procesos y propuestas actuales en torno al MIB, su via-
bilidad y su desarrollo.
I n t r o d u c c i ó n . F o r o p ú b l i c o p o r a r t e d e b a r r i o
13
3. Generar un pronunciamiento público sobre el MIB que permita posicionar 
el tema desde los distintos actores y sujetos partícipes del Foro Público.
de acuerdo con esta perspectiva, el Foro Público abordó diferentes as-
pectos del MIB por medio de la metodología de pánel, en la cual los pane-
listas presentaron sus ponencias por espacio de veinte minutos, moderadas 
por un profesor de la Universidad Nacional de Colombia, con la interacción 
del público a través de preguntas o a través de la moderación misma en los 
siguientes ejes temáticos:
1. Modelo de desarrollo y modelo de ciudad
2. Políticas de MIB en el contexto urbano 
3. experiencias de MIB
4. Proyecciones y potencialidades del MIB
el propósito de este documento de memorias del Foro Público Por Arte de 
Barrio: Mejoramiento Integral de Barrios en Bogotá, es posicionar el tema a partir 
de las experiencias de quienes participaron en este encuentro. La pretensión 
es, ante todo, construir espacios de reflexión sobre un tema de importancia 
vital para Bogotá –y seguramente para muchas de las ciudades colombianas 
y latinoamericanas–, y a la vez estimular dichas reflexiones. el presente do-
cumento de memorias es, entonces, la síntesis de los temas tratados y de las 
discusiones generadas en cada uno de los ejes temáticos, que concluyó con la 
declaración Pública sobre Mejoramiento Integral de Barrios “La ciudad desde 
la perspectiva de derechos”.
Arq. Carlos Alberto Torres Tovar, Mg. Urb.
Profesor Asociado 
Coordinador Académico del Foro Público
Ciudad Universitaria. Bogotá, d.C.
Universidad Nacional de Colombia
15
Pre s en t a c i ón
b o g o t á , d.c . , y e l m e j o ra m i e n t o 
i n t e g ra l d e b a r r i o s
Para comprender la manera en la que desde la administración de la ciudad se 
ha considerado el tema del Mejoramiento Integral de Barrios –MIB– es nece-
sario conocer cómo se han dado los procesos de crecimiento y ordenamiento.
Bogotá ha tenido diferentes intentos de planificación que han hecho 
que la ciudad se construya por partes. La ciudad ha crecido sin continuidad 
en el planeamiento: 
Hasta la década de los años sesenta Bogotá se construyó con excelentes parámetros ur-
banos; después, procesos no controlados de transformación y de densificación, generaron 
importantes condiciones de deterioro” (Ponencia Secretaría distrital del Hábitat, 2007). 
La ciudad sufrió una gran destrucción provocada por la violencia en 
el hecho conocido como El Bogotazo. Luego de esta ruina física la ciudad 
se levanta de las cenizas para iniciar un nuevo ciclo; durante las décadas 
del cincuenta y el sesenta el urbanismo toma un nuevo aire. Comienza un 
proceso acelerado y poco controlado de recepción de población, hecho que 
tomó por sorpresa a los dirigentes de la ciudad a quienes, a pesar de las 
decisiones tomadas, les fue imposible controlar la situación de caos que 
enfrentaba la ciudad. 
estos hechos hacen que hoy la ciudad sea definida como una ciudad 
“mal construida: sin parámetros ni principios de planeación”, con serias 
Foro púb l i c o POR ARTE DE BARRIO. Memor i a s
16
dificultades para el acceso al suelo por parte de los más pobres –lo que 
genera asentamientos ilegales con insuficiencias en su bases y equipamien-
tos–, y con un alto nivel de pobreza y segregación. 
Las condiciones de desarrollo urbano de la ciudad asociadas al bajo ingre-
so y dificultades de acceso al suelo han propiciado: la generación de un modelo 
de ocupación del territorio por fuera de los parámetros urbanísticos; un déficit 
tanto en la cobertura como en la calidad de los sistemas públicos de provisión 
de servicios públicos y sociales; deficiencias en la accesibilidad; y mala calidad 
ambiental y de las viviendas.
ante estas dificultades las diferentes administraciones han buscado im-
plementar una serie de programas con el fin de mejorarlas condiciones de vida 
de los habitantes y garantizar el derecho a la ciudad. el Plan de ordenamiento 
territorial –Pot– integra el MIB en su política social como un mecanismo 
para resolver la situación de pobreza mediante la integración de las dimen-
siones social y territorial con las estrategias transversales de participación ciu-
dadana y de coordinación interinstitucional. Con la aprobación del Pot para 
Bogotá se avanza visiblemente, pues el MIB está integrado como una política 
que no depende de una administración de turno sino que se perfila como una 
política de largo aliento.
en este sentido, la Secretaría distrital del Hábitat –SdHt– se crea 
gracias a la reforma institucional hecha a las entidades del distrito en 2006 
dando cumplimiento al objetivo del Pot y a su política de hábitat. de con-
formidad con el acuerdo1 que le da origen, la Secretaría distrital del Hábitat 
tiene por objeto “…formular las políticas de gestión del territorio urbano y 
rural en orden a aumentar la productividad del suelo urbano, garantizar el 
desarrollo integral de los asentamientos y de las operaciones y actuaciones 
urbanas integrales, facilitar el acceso de la población a una vivienda digna y 
articular los objetivos sociales económicos de ordenamiento territorial y de 
protección ambiental” (artículo 115 del acuerdo 257 del 30 de noviembre 
de 2006). Bajo estas consideraciones el distrito formula una propuesta de 
desarrollo para la ciudad desde la perspectiva del hábitat, que pretende ser 
1 acuerdo 257 del 30 de noviembre de 2006. “Por el cual se dictan normas básicas sobre 
la estructura, organización y funcionamiento de los organismos y de las entidades de 
Bogotá, distrito Capital, y se expiden otras disposiciones”.
17
P r e s e n t a c i ó n . b o g o t á , d . c . , y e l m e j o r a m i e n t o i n t e g r a l d e b a r r i o s
integral para cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio2 para la erra-
dicación de la pobreza. 
Secretaría Distrital del Hábitat –SDHT–
Mejoramiento Integral de Barrios
2 en el año 2000, los líderes de 189 países se reunieron en la sede de Naciones Unidas 
de Nueva York y aprobaron la “declaración del Milenio”, que se tradujo en un plan de 
acción que creó 8 objetivos para erradicar la pobreza, conocidos como los Objetivos de 
Desarrollo del Milenio, que deben alcanzarse para 2015. 
19
p á n e l d e a p e rt u ra 
Arq. Fernando Montenegro Lizarralde 
Vicerrector de la sede Bogotá. Universidad Nacional de Colombia 
La reflexión que se ha generado últimamente sobre los asentamientos subnorma-
les ha logrado plantear soluciones, fundamentalmente, a través de lo que se ha 
denominado programa de Mejoramiento Integral de Barrios. 
Hemos entendido que el problema de los barrios subnormales no es un 
problema sectorial ni es un problema parcial de ciertas comunidades para 
las que se deben hacer algunos esfuerzos con el fin de lograr que se integren 
a las ciudades. La administración contemporánea de la ciudad ha entendido 
que este tipo de problemas afecta a la ciudad en su conjunto y el desarrollo 
de sus posibilidades de expansión y crecimiento, es decir, que los barrios sub-
normales –los barrios que tienen dificultades de desarrollo frente al resto de 
la ciudad–, son un inconveniente no solo para las personas que en ellos viven 
sino para todos los habitantes de la ciudad. 
en Bogotá la situación apremia. el crecimiento que tiene la ciudad en 
estos momentos, implica una relación inmediata con todo el conjunto regio-
nal y el mejoramiento de barrios deja de ser un problema de tipo urbano para 
convertirse, fundamentalmente, en uno relacionado con la definición de la 
ciudad. Hace algunos años se entendió que no existía una ciudad sin relacio-
nes entre la metrópolis y el conjunto regional que la circunda, que la ciudad 
es un problema integral, de conjunto, y que debe ser atendido en todas sus 
Foro púb l i c o POR ARTE DE BARRIO. Memor i a s
20
dimensiones. Bajo esta perspectiva, la noción de MIB es parte fundamental 
para la superación de las posibilidades de competitividad que tienen la ciudad 
de Bogotá y la región central, y en tal sentido este tipo de foros busca nuevos 
argumentos y nuevas posibilidades para entender cuál es el papel fundamen-
tal del MIB.
en buena hora la Universidad Nacional de Colombia y el conjunto de 
universidades de Bogotá, han empezado a comprender cuál es su papel en 
el desarrollo de la ciudad, y han empezado a trabajar conjuntamente con las 
autoridades, los distintos actores y los ciudadanos para lograr una mejor com-
prensión sobre las posibilidades de mejorar las condiciones de la ciudad a tra-
vés de estudios académicos que se encuentren involucrados en el tema. 
el programa de Maestría en Hábitat de la Universidad Nacional de Co-
lombia, dirigido por el arquitecto Carlos torres, ha estado trabajando muy 
juiciosamente en la idea de entender qué es el hábitat y ha logrado formular 
una perspectiva distinta, entendiendo que no es solo un problema de la vi-
vienda de los sectores subnormales, sino del conjunto completo de la región, y 
bajo esta premisa y como resultado de discutir y referirse al tema se comienza 
a emplear un lenguaje totalmente distinto. 
Inauguro este Foro Público con el mayor entusiasmo, y con el ánimo de 
que podamos dar pasos importantes en el aprendizaje y en el conocimiento de 
lo que es el problema del hábitat, la vicerrectoría de la sede Bogotá le brinda 
todo su apoyo.
21
Arq. Jaime Franky Rodríguez
decano Facultad de artes. Universidad Nacional de Colombia 
el déficit cualitativo de la calidad urbana es un déficit acumulado. tal afir-
mación, que se debe entender históricamente, se refiere al hecho de que los 
problemas que han surgido en cada momento de la historia y en los que se han 
interesado los actores políticos y sociales, no han sido totalmente resueltos en 
su momento. esto se hace particularmente evidente en el caso de los asenta-
mientos que han sido denominados de múltiples maneras en el tiempo, como 
marginales, piratas, subnormales, emergentes, ilegales, periféricos; denomi-
naciones que muestran el modo en que son vistos o quieren tratárseles. 
Como quiera que sea, los problemas siguen sin solución y resultan cada 
vez más complejos. La preocupación por dotar de una estructura organiza-
tiva a la ciudad se remonta al momento mismo de las primeras fundaciones 
españolas; se suman las preocupaciones posteriores por la higiene, el espacio 
público y los elementos físicos de la infraestructura, o por los espacios de la 
vivienda, y más recientemente las relacionadas con la sostenibilidad, la com-
petitividad, la movilidad, el territorio, entre otras. 
de allí se desprende que: 
1. Si tenemos en nuestros barrios una problemática acumulada, su solución 
no puede ser inmediata, se debe ubicar en horizontes de largo plazo; de lo 
que se trata es de iniciar procesos que permitan, eso sí, frenar en el plazo 
Foro púb l i c o POR ARTE DE BARRIO. Memor i a s
22
inmediato el crecimiento del problema e iniciar el tránsito hacia soluciones 
más permanentes. 
2. de la complejidad acumulada se desprende también que la situación debe 
ser abordada integralmente; los problemas están tejidos entre sí, y por lo 
tanto, deben ser enfrentados en conjunto. el abordaje complejo parte de 
reconocer el tejido, y hacerlo evidente como un modelo de aproximación 
antes que como un modelo de intervención.
3. el horizonte de largo plazo que impone una aproximación compleja exige la 
incorporación de los diferentes actores implicados, en especial de la participa-
ción ciudadana, situación ampliamente reconocida en los programas de MIB. 
Implementar estas medidas involucra un cambio de proceder y un cam-
bio profundo en nuestro modo de ver. No se trata únicamente del logro de los 
fines deseados, sino que el modo de plantear las soluciones en la larga dura-
ción son las que promueven un cambio real. el reconocimiento de múltiples 
actores y de múltiplesenfoques choca con los modos tradicionales de ver y 
proceder; los cambios necesarios para la constitución de ciudadanos en el sen-
tido moderno del término, referido a alcanzar la mayoría de edad y de valerse 
por sí mismos, son retos que de ser superados, conllevarían a un mejoramiento 
y disminuirían el riesgo de la aparición de soluciones insostenibles. 
el empoderamiento de la comunidad, utilizando términos venidos de 
otras áreas de análisis, que resulta también necesario, se enfrenta con la adop-
ción de una actitud inhabilitante por parte de nuestros profesionales y técnicos 
que los lleva a asumir una visión asistencialista, criticada, pero aún presente 
en nuestra cultura. 
en síntesis creo, y debo utilizar la primera persona, que lo esencial es 
cambiar nuestro proceder para no repetir la historia y evitar enfrentarnos al 
futuro apelando a los paradigmas del pasado que, en el caso que nos ocupa, 
han resultado un tanto inoperantes o ineficientes. 
es prudente aclarar que considero la ciudad, y específicamente el barrio, 
como el espacio más propicio para el pleno desarrollo del ser humano, y es, sin 
duda, el mejor que hasta ahora hemos podido construir. Como lo definiera en 
los años treinta William Munro, en la Enciclopedia de las Ciencias Sociales: 
La ciudad es más rica que el campo, más hábil, más erudita, con más iniciativas, más filan-
tropía, en ella hay más ciencia, más divorcios, más alienados, más accidentes, más ricos y 
23
p á n e l d e a p e r t u r a 
más pobres, más personas inteligentes y más tontos. es característico de la vida ciudadana el 
encuentro, la mezcla y en definitiva, la comprensión mutua de toda clase de gente. (Munro, 
1930: 479, citado por ramiro Cardona Gutiérrez, La ciudad y la gente).
La Universidad debe ser vista, entonces, como un agente calificado y debe 
incorporarse, y así lo ha venido haciendo, al planteamiento y acompañamiento 
de los proyectos particulares orientados hacia el mejoramiento de las condicio-
nes de la calidad de vida en el ámbito de la Secretaría distrital del Hábitat.
en un panorama de cambio como el que se presenta, es claro que la 
Universidad no tiene todas las respuestas, pero puede ayudar a construirlas; 
su diversidad y la amplitud de las áreas de su competencia le permiten el 
acompañamiento en los abordajes complejos. entre ellos estarían la consoli-
dación de iniciativas de cogestión para atender aspectos tales como estimular 
modelos de competitividad cooperativa, de manera que la sostenibilidad de 
las soluciones se vea favorecida; desarrollar y aplicar en nuestra ciudad meto-
dologías de codiseño o diseño participativo. es decir, la Universidad puede ir 
mas allá de la superficie en un mundo gobernado por la superficie. 
La integración de actores es inaplazable y fundamental, más en contextos 
como el nuestro, cuyas problemáticas son particulares y no hacen ya parte de 
los temas de las agendas de orden global, o si lo hacen no ocupan realmente 
la atención. No se trata de aislarnos de la pelea global del libre mercado y del 
libre cambio, porque existe; se trata, como diría alejandro Piscitelli frente al 
mundo de la cibercultura y del ciberespacio, de comprender muy profunda-
mente y actuar desde esa comprensión; es muy diferente estar desconectados 
en el norte donde se desconecta por hartazgo que estar desconectados en el sur 
donde se desconecta por privación. 
25
Soc. Luz Teresa Gómez de Mantilla
decana Facultad de Ciencias Humanas. Universidad Nacional de Colombia 
Solo hace 50 años la población se distribuía entre un 30% en la ciudad y 
un 70% en el sector rural. Hoy esta distribución poblacional se ha invertido 
completamente, como resultado de los procesos migratorios ocasionados por 
nuestra consuetudinaria violencia. Como resultado de esto millones de perso-
nas se hacinan en los cinturones periféricos de las grandes ciudades. 
a principios de abril de 2007, la directora del departamento Nacional de 
Planeación –dNP– afirmó que en Colombia existen 19 millones de personas 
cuyo ingreso mensual es menor a $250.000 y 9 millones de personas perciben 
menos de $100.000 mensuales. ¡Las cifras no pueden ser más alarmantes!
ante esta situación la Universidad Nacional de Colombia debe asumir 
la responsabilidad de pensar seriamente el problema urbano que incluye, por 
supuesto, una reflexión profunda acerca de lo que significa habitar la ciudad. 
Habitar implica ocupar un espacio. así el 70% de los colombianos habi-
tamos espacios urbanos, es decir, construimos ciudades. espacios que previa-
mente a su realidad material fueron pensados. Ángel rama, a propósito de las 
ciudades latinoamericanas, afirma que:
… antes de ser una realidad de calles, casas y plazas, las que sólo pueden existir y 
aún así gradualmente, a lo largo de un tiempo histórico, las ciudades se emergían 
ya completas por un parto de la inteligencia en las normas que las teorizaban, en las 
Foro púb l i c o POR ARTE DE BARRIO. Memor i a s
26
actas fundacionales que las estatuían, en los planos que las diseñaban idealmente, con 
esa fatal regularidad que acecha los sueños de la razón (rama, 1985). 
tenemos así una concepción de la ciudad pensada desde una racionali-
dad letrada que considera legítimo su argumento avalado por la condición 
hegemónica que le otorga una estructura de poder. Ciudad del deber ser, es-
pacio para una particular forma de concebir el habitar dentro de una específica 
forma de entender el orden, el progreso, la razón, y que mediante la ley y la 
planificación, instrumentos propios de su condición de poder, pretende ha-
cer legítimo lo legal. Las ciudades pensadas establecieron sus órdenes, con su 
doble acepción (organización y mandato), y como espacios que trascendieran 
la inmediatez de una fonda o una tienda, quisieron plasmar en la construc-
ción sólida de edificios, en el diseño estructurado de sus calles, en su centro 
planificado y ordenado, la continuidad que querían darle a sus instituciones. 
el comienzo de las ciudades latinoamericanas pensadas para la conquista y la 
colonia, estableció el sistema jerárquico y rígido de la misión civilizadora y 
evangelizada, desde una prospectiva, desde una racionalidad, desde un orden, 
desde la particular mirada de unos habitantes con poder. 
Pero esta concepción tipológica, este deber ser, ha encontrado desde sus 
comienzos otras racionalidades, con otras formas de habitar el espacio, otras 
maneras de hacer cultura, otras formas de cultivar y construir. Por eso no po-
demos hablar de una única Bogotá, sino de varias Bogotás que desde hace más 
de 463 años intentan habitar esta hermosa altiplanicie.
otras nacionalidades, intereses y poderes han establecido nuevos órdenes, 
usos del espacio y construcciones culturales en la ciudad real que rompe las dico-
tomías establecidas entre lo público y lo privado, lo ilegal y lo legítimo, lo for-
mal y lo informal, el centro y la periferia. estas ciudades construidas con muchos 
esfuerzos, habitadas al margen, han establecido otras legitimidades dictadas por 
el ejercicio de la supervivencia que no en pocas ocasiones están en franca contra-
dicción con las normas y las jerarquías estéticas de los planificadores.
así, la ciudad que no acoge en todos sus espacios a todos los habitantes, 
puede ser simplemente una sumatoria de no lugares, sitios que no generan 
ninguna pertenencia, espacios de otros. La consecuencia social inmediata de 
esta forma de vivir en la ciudad es ni más ni menos que la anomia, la carencia 
de representatividad de los intereses privados en los intereses públicos y, físi-
camente, una serie de ghettos unidos por avenidas.
27
p á n e l d e a p e r t u r a 
Por supuesto que la ciudad moderna requiere para hacer más eficaz su 
uso, de la razón modernizadora de la planeación y del uso conveniente de la 
técnica. Sin embargo, la ciudad real reinventa con su movimiento cada día en 
la práctica, nuevos planes, nuevos símbolos y otros lenguajes. es decir, que en 
el campo delo urbano se expresan, más que espacios, territorios con su clara 
connotación de individuos y pertenencias. Para entender el espacio es preciso 
entender las espacialidades subjetivas, la específica referencia al microespacio 
de la vida cotidiana presente y particular. 
Y si pensamos en una ciudad real, pensemos en los territorios bogotanos 
marcados y conquistados por grupos de habitantes muy diversos surgidos no 
solo de la estratificación formal, derivada de los usos, bienes y servicios, sino 
de la estratificación de los símbolos que habitan la ciudad con espacialidades 
y temporalidades bien diferentes. 
Por todo lo anterior, la Facultad de Ciencias Humanas manifiesta su 
voluntad de integrarse a las tareas que seguramente se emprenderán como 
consecuencia de este Foro Público. esta sede de la Universidad está ya com-
prometida en la tarea de integrarse sistemática y profundamente con la ciu-
dad de Bogotá, que es su ámbito inmediato. 
desde la Facultad entendemos que estos procesos de mejoramiento 
barrial no son solo procesos infraestructurales que buscan la integración de 
los ciudadanos. 
actualmente una tercera parte de los habitantes de Bogotá, ratifican su 
condición de excluidos de la ciudad pensada, planificada, aquella a la que los 
medios de comunicación le entregan día a día, como deber ser, en un micro-
cosmos contradictorio en el que se destaca la condición de limitación, de no 
participación de los beneficios. encuentra solo su posibilidad de inclusión en el 
modelo hegemónico de ciudad, cada vez más distante, y sus lógicas de acción, 
sus formas de habitar, irracionales y hasta penalizables. Podríamos decir que 
además de excluidos se sienten estigmatizados. La pregunta que surge es si es 
posible construir, cultivar y habitar la ciudad con estas lógicas distintas. Y si 
cabe en el pensamiento y en la realidad una ciudad que incluya la diversidad, 
que permita la expresión de las culturas y los territorios. 
La integración es un proceso complejo y dialéctico que se mueve con-
juntamente con la diferenciación. Integración-diferenciación son las dos caras 
de una misma moneda. Por lo tanto, tendremos que pensar en procesos de 
Foro púb l i c o POR ARTE DE BARRIO. Memor i a s
28
integración social y comunitaria que tengan presente estos dos aspectos. en 
Colombia y en sus ciudades, han sido los procesos de diferenciación, de parti-
cipación desigual de los recursos, de apropiación diferenciada de los espacios 
y los bienes, los que han estado en la base de la desintegración y la pérdida 
del sentido de identidad y, por lo tanto, pretender homogenizar las formas de 
vinculación social, sin tener en cuenta las diferencias de clase, de etnia o de 
género, será sin duda un ejercicio inútil. 
ahora bien, debemos señalar que la integración-diferenciación se mueve 
en ámbitos distintos. 
en primer lugar, los procesos de integración–diferenciación se estruc-
turan funcionalmente, de acuerdo con la necesidad de vincularse estructu-
ralmente a la dimensión social del trabajo. en una sociedad diferenciada no 
podemos ponernos fuera del mercado, del consumo, de los desarrollos tecno-
lógicos, de los medios de comunicación, de los procesos de globalización, ni 
de una estructura de clases. 
en segundo lugar, la integración-diferenciación es siempre un proceso 
ético, ya que está fundamentado en valores. es decir, que la axiología es un 
componente insoslayable de la reflexión acerca de la integración. el elemento 
de la acción también está presente, pues se expresa en la vida cotidiana. Por 
decirlo de alguna manera los valores son actuados diariamente; se manifiestan 
de diversas formas de moral cívica. 
Y en tercer lugar, la integración-diferenciación es un proceso cultural 
que involucra el mundo de lo simbólico, de los significados (Beriain, 1996). 
el maestro Basil Berntein (1988), ha señalado en varios de sus textos cómo 
el siglo XXI será el siglo de los cambios en el control simbólico. esta mirada 
es más que pertinente e indispensable para pensar de otra forma nuestras 
ciudades, pero no solo para pensarlas, sino para hacerlas reales, en tanto las 
concibamos como crisoles de culturas que se hacen posibles en la cotidiani-
dad de la vida urbana. Cada una de nuestras acciones cotidianas encierra un 
profundo sentido cultural y, por ende, simbólico, pero lo importante es que 
estos simbolismos puedan ser transformados y reconstruidos socialmente de 
manera nueva.
estos tres ámbitos, funcional, ético y simbólico, nos permiten ver la com-
plejidad de los procesos integradores en el caso concreto de nuestra ciudad. La 
integración funcional supone la construcción de las condiciones básicas para 
29
p á n e l d e a p e r t u r a 
que los habitantes puedan expresar su potencialidad de ciudadanos. exige, 
entonces, la garantía de partición en los bienes y servicios de la ciudad. en 
este sentido el reto para Bogotá es muy complicado. en 1938 era apenas un 
villorrio de 330.000 habitantes, que en tan solo 55 años se convirtió en una 
metrópoli de 6’840.116 habitantes (daNe, 2006). es comprensible, enton-
ces, que en un desarrollo tan vertiginoso, la planeación, la utilización racional 
del espacio y la distribución equitativa de los recursos, encuentren serias con-
tradicciones entre el deber ser y el ser. 
este espacio de la ciudadanía y del respeto por la diferencia, nos parece tras-
cendente y creemos que la academia debe comprometerse en su realización. 
31
Adm. Edna Cristina Bonilla Sebá
Secretaría distrital del Hábitat
Presentaré tres puntos fundamentales: 
1. el compromiso que nos guía en la administración de la Secretaría distrital 
del Hábitat –SdHt– para cumplir todos los objetivos propuestos.
2. Cómo es entendido el programa de MIB en la SdHt.
3. La misión y las funciones principales de la SdHt, creada en noviembre de 
2006 mediante una reforma administrativa de la ciudad.
El compromiso de la Secretaría Distrital del Hábitat
el compromiso de la administración de la ciudad y el alcalde es garantizar los 
derechos, los derechos fundamentales y los derechos que se hacen palpables 
en el tema del hábitat. Y el hábitat no lo entendemos únicamente como la vi-
vienda; creemos que debe ser el derecho al goce de la ciudad, a tener un buen 
espacio de vivienda, a que las personas mejoren su calidad de vida y alcancen 
lo que debería ser una vida digna, que necesariamente debe pasar por lo que es 
una vivienda digna. No se puede hablar de alta calidad de vida o de aceptable 
calidad de vida si no se tiene un buen sitio donde vivir. 
Hemos llegado a la conclusión de que el tema del hábitat es social; está 
dentro de lo que se ha llamado el eje urbano-regional del Plan de desarrollo 
Foro púb l i c o POR ARTE DE BARRIO. Memor i a s
32
de la ciudad. Mejorar el hábitat es mejorar la calidad de vida de las personas 
que viven en la ciudad, es decir, de los bogotanos. Partimos de uno de los 
Objetivos de las metas de desarrollo del milenio que es erradicar la pobreza extrema 
y el hambre. Frente a la referencia anterior de las cifras de pobreza, y de la 
situación social en la ciudad, –y aunque la SdHt está satisfecha frente a los 
logros–, tenemos una tarea y una responsabilidad enorme, ya que aún hay 
personas que se acuestan sin comer o habiendo tenido una única comida. Para 
2015 se deben haber cumplido todas las metas de desarrollo del milenio.
todos los programas sociales de la alcaldía están dirigidos a la erradica-
ción de la pobreza y a garantizar la sostenibilidad del medio ambiente. Hemos 
decidido separar, solo administrativamente, ambiente y hábitat, pero creemos 
que tienen una complementariedad enorme. 
La SdHt asume las responsabilidades que Colombia ha aceptado con el 
mundo, como por ejemplo el respeto a la declaración Universal de los dere-
chos Humanos, al Pacto Internacional de los derechos económicos, Sociales 
y Culturales –deSC– y a la Constitución Política de Colombia (1991) en la 
cual hay dos énfasis especiales, elderecho a la vivienda digna y el derecho al 
ambiente sano. 
¿Qué hace Bogotá para cumplir con las responsabilidades? en el marco 
de la política pública en el distrito, se ha abordado desde dos perspectivas: 
la primera es el Plan de desarrollo “Bogotá sin indiferencia”, y la segunda 
el Plan de ordenamiento territorial –Pot–, en ambos hay unas referencias 
explicitas a la forma como entendemos el PMIB. 
el Plan de desarrollo articula cuatro ejes: el social, el urbano-regional, 
de conciliación y de gestión. Las metas del Plan de desarrollo están ubicadas 
dentro del eje urbano-regional, y dentro del programa del eje urbano se in-
cluye el hábitat en los barrios y las Unidades de Planeamiento Zonal –UPZ–, 
esto es, el mejoramiento del entorno de las viviendas, de las personas. 
reconocemos que la administración presenta falencias, precisamente 
donde se critica a la administración es en el tema de vivienda y de hábitat. 
tenemos que cumplir con las metas del Plan de desarrollo; sin embargo, el 
programa de MIB es de los proyectos que han cumplido y sobrepasado las 
metas del Plan de desarrollo. en el Pot existe una política de Hábitat y Se-
guridad Humana que aborda el tema de vivienda y de la política habitacional, 
a la cual haré referencia más adelante. 
33
p á n e l d e a p e r t u r a 
Articulación del programa de MIB en Bogotá 
desde la SDHT
esta es una ciudad con un ritmo de crecimiento acelerado que exige perma-
nentemente de acciones de mejoramiento integral, se requiere que las perso-
nas pobres y excluidas tengan un reconocimiento por parte de la ciudad. Se 
afirma que “Bogotá tiene muchas ciudades al interior de la misma ciudad”, y 
efectivamente, para nosotros esto es evidente. desde la SdHt soñamos con 
una ciudad no segmentada, no deberían existir esos grandes ghettos que existen 
intercomunicados solamente por vías. reconocemos dos ciudades distintas.
La primera es la ciudad planeada, en ella hay unos buenos parámetros 
urbanos, es toda la parte formal de la ciudad que, de acuerdo con los cálculos, 
equivale a las dos terceras partes de la ciudad. La otra ciudad es una ciudad mal 
construida, que casi siempre surge de la ilegalidad, de la informalidad, en la que 
no hay principios y ni parámetros de planeación. Se calcula que más o menos el 
23% del área urbana tiene un origen ilegal, es el espacio donde habitan los po-
bres, personas que no tienen garantizados sus derechos. tenemos unas deficien-
cias enormes, no solo de accesibilidad, sino en la calidad de las viviendas. Hay un 
déficit habitacional grande, deficiencias en cobertura de servicios públicos y en 
la calidad ambiental, pero existen dificultades enormes para que esas personas 
tengan acceso a los mejoramientos de estas situaciones. 
La principal consecuencia de la ilegalidad es el costo; intervenir un asen-
tamiento ilegal es mucho más costoso que construir ciudad, que planear la 
ciudad, adicionalmente a esto existen consecuencias políticas, fiscales, am-
bientales, económicas y sociales. 
•	 Para	nadie	es	un	secreto	que	con	la	vivienda	es	muy	fácil	hacer	política,	
por ejemplo, en este año de difíciles condiciones políticas, hay candidatos 
a los diferentes cargos públicos haciendo política con la vivienda, incluso 
engañando a las personas. ahí hay unas intermediaciones clientelistas que 
nos preocupan.
•	 En	el	área	fiscal	cuando	no	se	actúa	de	forma	efectiva	sobre	la	ilega-
lidad, se crean mayores costos por los subsidios y por la intervención 
para la adecuación.
•	 Desafortunadamente	estos	asentamientos	siempre	se	ubican	en	zonas	que	
producen una presión enorme al ecosistema, los recursos naturales son 
Foro púb l i c o POR ARTE DE BARRIO. Memor i a s
34
insuficientes y eso conlleva una crisis ambiental. Hay asentamientos que 
están en unas zonas muy complicadas. en 2007 hemos realizado una in-
tervención directa en la zona de Nueva esperanza –localidad de San Cris-
tóbal–, donde habían 1.198 familias por evacuar; se debe intervenir el 
territorio rigurosamente, pues se evacúa una familia y en la noche siguien-
te ya hay otra ocupando ese espacio. 
Las dificultades económicas y sociales se refieren a la persistencia de unas 
condiciones de pobreza, de bajas tasas de escolaridad, de hacinamiento y pro-
blemas de salud; esto último se está interviniendo con el programa Salud a su 
Hogar, de atención primaria, coordinado por la Secretaría distrital de Salud. 
La SdHt apoya el programa de MIB porque ve en el mejoramiento un 
mecanismo de superación de la pobreza. Se deben mejorar las condiciones de 
hábitat de las personas y el programa de MIB contribuye, de una u otra for-
ma, a que las personas mejoren su situación de pobreza. Para esto trabajamos 
en dos dimensiones: la primera es de intervención social, en la que mediante el 
trabajo con la comunidad ella misma prioriza las obras según sus necesidades; 
la segunda es la intervención territorial. 
existen unas estrategias transversales que penetran directamente a las 
comunidades. Se desarrolla el tema de la participación ciudadana para que 
las personas se apropien de la gestión colectiva y desarrollen una cultura de-
mocrática. Con la aplicación de los planes maestros se quiere lograr una coor-
dinación institucional de fortalecimiento local. Sucede que cuando la SdHt 
asume la coordinación de los planes maestros el IdU hace una intervención, el 
acueducto hace otra, las Secretarías de educación y Salud, y cada entidad del 
estado interviene sin una coordinación adecuada. el programa de MIB está 
coordinando la intervención en los barrios y en las localidades.
Misión y funciones de la Secretaría Distrital del Hábitat
La Secretaría distrital del Hábitat cree que el programa de MIB es la forma 
ideal para mejorar la calidad de vida, pero se necesita crear la institucionalidad 
para ello. a finales de 2006, a través del acuerdo 257 del 30 de noviembre, 
se cambió el ordenamiento básico para la ciudad. antes de la reforma admi-
nistrativa en el distrito había 52 entidades, todas al mismo nivel, por ello los 
consejos de gobierno eran de una enorme complejidad. La reforma organizó 
35
p á n e l d e a p e r t u r a 
la administración de la ciudad en doce grandes sectores y se adjudicó una ca-
beza a cada sector. entre las secretarías que se crearon están la Secretaría de 
Movilidad, la Secretaría de desarrollo económico y la Secretaría distrital de 
Hábitat. esto es la materialización de un esfuerzo de todas las personas que 
han venido trabajando en el tema de hábitat en la ciudad. 
La SdHt se creó con la obligación fundamental de responder por el 
desarrollo de los asentamientos humanos en tres aspectos: habitacional, mejo-
ramiento integral y servicios públicos. He querido subrayar esos tres aspectos 
porque es el énfasis que se le ha dado a la política, no es solamente en vivienda, 
por eso el tema de mejoramiento reviste gran importancia para la ciudad. 
Percibimos que en cuanto al sector hábitat la ciudad básicamente tiene 
tres expectativas relacionadas con la vivienda, los servicios públicos domicilia-
rios y el mejoramiento del entorno.
La primera tiene que ver con la vivienda. el déficit cuantitativo y cua-
litativo de vivienda en Bogotá es enorme, estamos hablando de alrededor de 
500.000 viviendas. Nos habíamos comprometido a crear 70.000 viviendas 
nuevas de interés social, de las cuales no hemos alcanzado ni siquiera el 50% 
de las metas. Los problemas a los que nos enfrentamos son, por un lado, la 
baja oferta de vivienda pues para los constructores la VIS y la VP no son ne-
gocio, entonces no hay oferta de vivienda para la población más pobre. Por 
otro lado, construir vivienda en Bogotá es de gran complejidad, implica 56 
procedimientos, 52 formularios y visitas a 20 entidades. Cuando se tiene esa 
maraña de trámites, para el constructor es mejor dedicarse a la vivienda de 
estrato 5 y 6, que son las que le dan una mayor rentabilidad. 
eso lo está atacando la SdHt; se hizo un plan de choque para generarvivienda y se están buscando los mecanismos para que las personas tengan 
acceso. otro problema es que las personas que no tienen vivienda o cuyas con-
diciones de la vivienda no son las mejores, no son sujetos atractivos de crédito. 
entonces se vuelve un círculo vicioso, las personas no pueden tener acceso a la 
vivienda, no solo porque no existe la oferta necesaria de vivienda sino porque, 
adicionalmente, no tienen el esquema financiero completo.
La segunda se relaciona con el tema de los servicios públicos. en cober-
tura se han alcanzado metas halagadoras, no ocurre lo mismo con los temas 
de tarifas y de calidad en la prestación de servicios. en cuanto a las tarifas, 
especialmente de agua, se está haciendo una revisión vía subsidios. 
Foro púb l i c o POR ARTE DE BARRIO. Memor i a s
36
La tercera expectativa se refiere al entorno: el espacio público, los equi-
pamientos, el desarrollo armónico y el desarrollo sustentado. Para esto esta-
mos trabajando en seis grandes ejes en la SdHt: 
1. Una política de desarrollo integral en los asentamientos. Se ha discutido 
acerca de si el programa de Mejoramiento Integral de Barrios debe tener 
una priorización. ¿Cómo llegar a unos mínimos estándares de calidad de 
vida de las familias? ¿el mejoramiento de barrios se puede hacer en cual-
quier estrato, en cualquier localidad, en cualquier UPZ porque todo se 
puede mejorar? ¿Qué estamos priorizando?, en unas localidades el progra-
ma de MIB es necesariamente una función pública indelegable, que como 
administración debemos realizar con recursos públicos. en otros casos, 
como estado, lo que se podría hacer es coordinar la inversión privada. 
2. el fortalecimiento de la prevención y el control urbano. Se debe intervenir 
en el asunto de ilegalidad, el control en arrendamientos y de enajenación. 
Como estado tenemos una función indelegable, no solo en el nivel central 
de la administración, sino en las localidades con las alcaldías locales.
3. Gestión integral del hábitat urbano y regional. entendemos que el tema 
del hábitat incluye la perspectiva de ciudad-región y la perspectiva urba-
no-regional; se deben proponer las normas pertinentes.
4. Gestión del suelo, la ciudad necesita suelo. a principios de abril de 2006 
se hizo un acuerdo para crear unas zonas de expansión en tres áreas zo-
nales: Plan Zonal Norte, Plan Zonal Usme y el Plan Zonal Centro, para 
la generación de suelo, pero no debemos descuidar el riesgo de la espe-
culación, entonces debemos hacer una rápida intervención en el tema de 
precio del suelo. el precio del suelo en Bogotá no facilita la construcción 
de VIS o VP, tenemos un suelo muy costoso en manos de unos pocos, 
estamos buscando mecanismos como el desarrollo Prioritario en acuerdo 
con el Gobierno Nacional. Para 2007 hay 15 planes parciales aprobados 
desde hace tres años que aún no se han construido. en los famosos lotes de 
engorde se va a aplicar la figura del desarrollo Prioritario, que quiere decir 
que si el propietario tiene todo aprobado pero no ha querido construir, 
esos terrenos entran a subasta para personas que quieran construirlos; se 
le dará un plazo prudencial al propietario del terreno, pero si no hace uso 
de él, la administración actuará. 
5. Servicios públicos. Proponiendo y mejorando tarifas, subsidios y cobertura. 
37
p á n e l d e a p e r t u r a 
6. Fortalecimiento del marco operativo. tenemos como responsabilidad de-
jarle a la ciudad la Secretaría de Hábitat en marcha, y esto requiere forta-
lecer la institucionalidad. 
Como se dijo anteriormente, el énfasis está en el MIB y esto se ve refleja-
do en la estructura actual de la SdHt que creó una dirección específica para 
el manejo del programa MIB. en la SdHt se agruparon siete entidades, unas 
son adscritas, otras vinculadas y otras con vinculación especial, la diferencia 
está en la forma como la SdHt ejerce la tutela sobre ellas. 
en las entidades públicas adscritas es sobre las que más se ejerce tutela: 
la Caja de Vivienda Popular –CVP– y la Unidad administrativa especial de 
Servicios Públicos –UaeSP–. La CVP se encarga de reasentamientos, mejora-
miento, titulación y reparto operativo. La UaeSP es responsable del manejo 
integral de residuos sólidos, alumbrado público y servicios funerarios. 
Hay tres entidades vinculadas: Metrovivienda, que se encarga del banco 
de tierras y la oferta de suelo urbano; los subsidios de vivienda son manejados 
por Metrovivienda, pero ahora pasará a la Secretaría. La empresa de renova-
ción Urbana –erU–, es la ejecutora de las grandes operaciones urbanas en la 
ciudad. Y la empresa de acueducto y alcantarillado de Bogotá –eaaB–. 
tenemos dos entidades con vinculación especial, a las cuales se les res-
peta todo su componente jurídico, que es la empresa de teléfonos de Bogotá 
–etB– y la empresa de energía de Bogotá –eeB–. 
Le estamos apostando a tres grandes retos en la SdHt. el primero es la 
Misión de Hábitat por Bogotá. Inclusión y derecho a la Ciudad, para garanti-
zar el derecho al goce de la ciudad, la cual se ha venido trabajando en conjunto 
con algunas universidades. el objetivo fundamental es formular una política 
de hábitat para la ciudad –a finales de 2007 se planteó la política de Hábitat 
para los próximos diez años de Bogotá–.
el segundo gran reto es el tema de trámites. Se plantea la puesta en 
marcha de un Supercade del Hábitat, en el cual se cambia la metodología de 
Centros Hábitat existentes para la ciudad. 
el tercer reto es cumplir con las metas del Plan de desarrollo. en eso la 
Secretaría hace especial énfasis y reconoce la importancia que tiene el progra-
ma de MIB para la ciudad. 
39
Arq. Carlos Alberto Torres Tovar, Mg. Urb.
Coordinador académico Maestría en Hábitat. Universidad Nacional de Colombia
Bogotá: modelo de ciudad y mejoramiento 
integral de barrios
Bogotá se ha convertido en los últimos años en una ciudad paradigmática 
y referente de los procesos de transformación de las ciudades colombianas y 
latinoamericanas. ello implica hacer una lectura lo más objetiva posible de lo 
que es la ciudad y el modelo que se propone en los inicios del siglo XXI y ex-
poner de manera ordenada tres cuestiones principales: el modelo de desarrollo 
propuesto sobre el cual se configura la ciudad, los procesos recientes de trans-
formación urbana y sus impactos y, finalmente, los problemas no resueltos 
y las contradicciones aún presentes en la ciudad. Para abocarlos es necesario 
presentar los elementos que definen el problema urbano en Bogotá a partir 
de señalar el contexto.
Foro púb l i c o POR ARTE DE BARRIO. Memor i a s
40
Contexto general de la situación de Bogotá como punto de partida
Bogotá es una ciudad que en 20053 contaba con 6’750.000 habitantes 
(daNe, 2006). Se espera que como región metropolitana4 en 2010 alcance 
los 11’000.000 de habitantes (alcaldía Mayor de Bogotá, 2000), es decir, que 
en un umbral de menos de 5 años esta área concentrará el 20% de la pobla-
ción total de Colombia y el 30% de la urbana.
Las cifras que se presentan sobre la ciudad son generalmente optimistas 
y presentan sus avances, aunque los problemas estructurales están lejos de ser 
resueltos y muchas veces no se consideran, por el contrario se invisibilizan. Un 
paneo rápido de cifras da algunas luces para entender en primera instancia las 
problemáticas presentes:
Bogotá es la ciudad con el mayor número de desempleados del país, con 
una tasa del 15,4% en junio de 2004 frente a una tasa del 14,2% nacional 
(daNe, 2004: 5); es, a su vez, la ciudad con la mano de obra más barata de 
Colombia. Se erige como la sexta ciudad en población de américa Latina, 
después de México d.F., Sao Paulo, Buenos aires y río de Janeiro. es un buen 
centro conector, dado que es centro geográfico del continente, esta a una hora 
del atlántico, los países del Caribe y el Pacífico. adicionalmente es la puerta 
de entrada a los mercados de Sudamérica. Cuenta con el segundo aeropuerto 
por carga transportada, el segundopor número de movimientos y el cuarto 
por transporte de pasajeros en Latinoamérica. ocupa el puesto 13 del “ran-
king de ciudades para los negocios 2005”, entre las 40 principales ciudades de 
américa Latina según la metodología aplicada por la revista América Economía 
(No. 299: 31). 
Por otra parte, el 52% de la inversión extranjera del país se concentra 
en Bogotá, principalmente en la industria manufacturera (15%), servicios fi-
nancieros (24%), servicios públicos (4%), transporte, almacenamiento y tele-
comunicaciones (9%). Bogotá cuenta con una inversión extranjera promedio 
de 315 dólares por persona. Un bogotano genera 1,4 veces el PIB per cápita, 
3 el Pot de Bogotá previó en el año 2000 que la ciudad, en 2010, contará con 1’500.000 nuevos 
habitantes producto del crecimiento vegetativo y los procesos migratorios a la ciudad.
4 Bogotá y 17 municipios circundantes conforman lo que se ha denominado el área me-
tropolitana, aunque esta figura no tiene un carácter mandatario al no ser una entidad 
político-administrativa, si se desarrolla de manera funcional.
41
p á n e l d e a p e r t u r a 
comparado con el resto de los colombianos. aunque cerca de la tercera parte 
de sus habitantes se encuentran en la pobreza (1’241.722 personas, 17,3%) o 
en la miseria (480.898 personas, 6,7%), correspondiendo a estratos socioeco-
nómicos de población 1 y 2 (dNP, 2004).
Sin embargo, el índice de calidad de vida para toda la población de Bo-
gotá tiene un puntaje de tan solo el 66%, con una tasa de analfabetismo del 
4,5%, un millón 700 mil de sus habitantes no tienen afiliación a sistemas de 
protección social en salud, a pesar de que Bogotá es líder en la prestación de 
servicios médicos especializados a nivel regional. en los últimos diez años, 
Bogotá ha mejorado la calidad de atención a madres embarazadas y niños 
recién nacidos, tanto que la tasa de mortalidad en menores pasó de 25,6 a 
15,04 por cada cien mil nacidos vivos, pero, según datos de la Secretaría 
distrital de Salud (2004), aún mueren 63 madres por cada cien mil niños 
nacidos vivos. La cobertura en vacunación bajó al 78,5% en los últimos tres 
años de la década de los años noventa, especialmente en polio, al descui-
darse como política pública de atención y prevención en salud (Secretaría 
distrital de Salud, 2004). 
Por su parte, las cifras de coberturas de servicios públicos domiciliarios 
para Bogotá en 2004 eran: en materia de agua potable del 98%, de 90,1% 
de alcantarillado –aguas negras–, de 100% en energía eléctrica, de 99% en 
recolección de residuos sólidos, 73,8% en gas natural, la telefonía domiciliaría 
fija era del 34%, y el acceso a Internet tan solo del 14%; en áreas de parques 
locales y barriales solo se cuenta con un promedio de 4 m2 por habitante, pre-
sentando condiciones diversas especialmente en las localidades de centro de la 
ciudad (de 2 a 14 m2) (alcaldía Mayor de Bogotá, 2005).
de otra parte, el crecimiento urbano acelerado de Bogotá continúa sobre 
las áreas agrícolas productivas del área metropolitana y desborda el perímetro 
urbano. así mismo, Bogotá provee de acceso a agua potable, energía eléctrica 
y telecomunicaciones al área metropolitana; brinda los servicios y la infraes-
tructura de carácter metropolitano para el desarrollo de las actividades de sus 
habitantes, y también la provee de oportunidades de educación y empleo, 
entre otros.
Por ello, un problema fundamental que Bogotá y los municipios cercanos 
deben atender es la definición clara de un proyecto de ciudad y región, como 
área metropolitana o bajo otra figura, que permita compartir responsabilida-
Foro púb l i c o POR ARTE DE BARRIO. Memor i a s
42
des a partir de las fortalezas y debilidades, más cuando Bogotá cada día agota 
sus áreas urbanizables y de hecho las extenderá sobre los municipios vecinos. 
Hoy en día el área de Bogotá es de 173.200 ha, y solo restan por urbanizar 
menos de 10.000 ha, lo cual sucederá en menos de diez años (alcaldía Mayor 
de Bogotá, 2000). a ello hay que sumarle los procesos de acaparamiento de 
tierras urbanas y de expansión por terratenientes urbanos y grupos paramili-
tares que hacen que se eleven los costos del suelo.
Un fenómeno que se viene presentando y el cual no se puede dejar pasar, 
es el alto número de población desplazada que llega a Bogotá, que si bien se 
remonta a la denominada época de la violencia en los años cincuenta, son los 
procesos de más reciente aparición desde finales de los años ochenta y sobre 
todo en los años noventa, por efectos del conflicto interno que se vive en Co-
lombia, los que generan este fenómeno de atracción poblacional a la ciudad. 
el número de desplazados por la violencia generada por la agudización del 
conflicto interno en Colombia entre 1985 y 1998 que han llegado a Bogotá, 
principalmente a los cinturones de miseria en los barrios de origen informal 
es de 327.555 pobladores (CodHeS, 2006). estudios más recientes (daPd, 
2004a), señalan que a Bogotá habían llegado, en 2004, 558.140 desplazados, 
agrupados en 118.628 familias. 
La administración de la ciudad de Bogotá reconoce que para diciembre 
de 2004 el 45,1% de las familias desplazadas que se encontraban en la ciudad 
vivían en condiciones de hacinamiento crítico, con ingresos que no superaban 
los 100.000 pesos mensuales (1/4 parte del smmlv equivalentes a 42 Usd) 
para más de la mitad de los grupos familiares. el 79% de los bajos ingresos 
que percibían se destinaba al pago del canon de arrendamiento y alimentos. 
el 54% de estas personas tenía menos de 20 años y el 30% menos de 10 años. 
Las mujeres constituían el 51% de la población desplazada y en el 52% de los 
casos eran jefes de hogar (daPd, 2004a). 
de otra parte, la organización socio-espacial de la ciudad sigue marcada 
por la segregación, con claras diferenciaciones entre el norte y el sur. a ello 
hay que agregar los procesos recientes de densificación en áreas residenciales 
y la aparición de nuevos procesos de ocupación del territorio urbano a través 
de fenómenos como la redensificación urbana, procesos de gentrificiación, ac-
ciones de promoción inmobiliaria a partir de intervenciones de renovación 
urbana, todos ellos como acciones rentísticas que excluyen a la población de 
bajos ingresos.
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p á n e l d e a p e r t u r a 
El modelo de desarrollo propuesto sobre el cual se configura la ciudad
Colombia, como ya se ha señalado, es un país que está determinado por el mo-
delo de desarrollo asociado al modo de producción capitalista y con éste su etapa 
más desarrollada el neoliberalismo. Bogotá no es la excepción y, por el contrario, 
es el referente del avance del modelo en el país que se refleja en los ámbitos pú-
blicos y privados de la vida de la ciudad, y genera, a su vez, una visión territorial 
que se construye a través del Pot, espacializando un modo de producción que 
basa todo su crecimiento y progreso en las fuerzas del mercado. 
La planeación y el ordenamiento urbanístico fueron elaborados en 1999 
a través del Pot5, que fue revisado en 20036, con una vigencia hasta 2010. 
Los componentes primarios del modelo propuesto por el Pot para el área 
de Bogotá estaban constituidos por el medio natural, el área urbana y el sue-
lo rural, ordenados como estructuras complementarias pero reconocidas en 
sus particularidades específicas. el modelo propone un área urbana continua, 
compacta y densa, ordenada de la escala metropolitana a la local que contem-
pla (alcaldía Mayor de Bogotá, 2000: 6-7): 
1. Un conjunto de centralidades de diferente jerarquía, compuesto por un 
centro metropolitano y una serie de centralidades de escalas menores que 
estructuran los tejidos urbanos. 
2. Un sistema de áreas protegidas y espacios libres que permite la conservación 
e integración a la ciudad como componentes básicos del espacio público ur-
bano de los principales elementos ambientales, en forma de corredores eco-
lógicos sobre los cauces y cuerpos de agua que permiten la unión de los dos 
principales elementosde la estructura ambiental: los cerros y el río Bogotá.
3. Un sistema de movilidad urbana formado por los principales corredores 
de transporte público urbano y de relación con la región, estructurado a 
partir del sistema de buses por troncales, la primera línea de metro y otros 
corredores principales de transporte público urbano e interurbano. 
así mismo, el modelo de ciudad propuesto por el Pot plantea un mode-
lo integral de desarrollo, en el que se establecen las directrices y mecanismos 
5 decreto 619 de 2000. Por el cual se establece el Plan de ordenamiento territorial de Bogotá.
6 decreto 469 de 2003. Por el cual se revisa el Plan de ordenamiento territorial de Bogotá.
Foro púb l i c o POR ARTE DE BARRIO. Memor i a s
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necesarios para lograr un aprovechamiento territorial equilibrado, equitativo 
y eficiente. Bajo este concepto se contemplaron seis tipos de tratamientos 
para ordenar tanto la ciudad existente como la prevista para 10 años (alcaldía 
Mayor de Bogotá, 2000: 6-7): 
1. Conservación de los sectores construidos que se preservan en buen estado. 
2. Consolidación de los sectores construidos que permitan densificación. 
3. Mejoramiento de los barrios marginados. 
4. renovación de los sectores urbanos deteriorados. 
5. desarrollo ordenado de las zonas de expansión. 
6. Protección de la estructura ecológica principal. 
Sin embargo, la implementación de este modelo tampoco ha logrado resol-
ver los problemas estructurales de la ciudad y las características del desarrollo de 
la informalidad urbana en todas sus manifestaciones (físico-espacial, ambiental, 
económica, social y jurídica), las cuales se mantienen y tienden a profundizarse 
debido al aumento de la brecha entre pobreza y riqueza, sumado a fenómenos 
como el aumento del número de desplazados que llega a la ciudad, el aumento 
del número de desempleados, el acumulado de los problemas no resueltos en 
materia de infraestructura barrial y local, así como las nuevas condiciones y ta-
rifas establecidas para el acceso y disfrute de los servicios públicos domiciliarios, 
el aumento de las tarifas de avalúo catastral. esta concepción de la planeación, 
que se plasma a su vez en una visión de ciudad, se ha venido manejando desde 
los años sesenta en la ciudad, y continúa generando problemas estructurales en 
el crecimiento urbano al estar determinando el conjunto del desarrollo urbano a 
la racionalidad del mercado exclusivamente.
el modelo propuesto en el ajuste hecho al Pot a finales de 2003, revisa la 
base conceptual de lo formulado en el año 2000 cuando se crea, y lo reestructura 
sobre una base eminentemente económica, donde sitúa nuevamente el modelo 
de la ciudad sobre un modelo de desarrollo exclusivamente económico, al cual 
se supeditan los demás aspectos. en su ajuste se propone para la ciudad promo-
ver el equilibrio y la equidad territorial en la distribución y oferta de bienes y 
servicios a todos los ciudadanos, alcanzando como objetivos la disminución de 
los factores que generan pobreza y vulnerabilidad urbana como la degradación 
ambiental, la segregación socio espacial, la falta de cohesión social y espacial, 
la priorización de inversión pública en las zonas más vulnerables. así mismo, 
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p á n e l d e a p e r t u r a 
plantea generar suelo urbano para la Vivienda de Interés Social –VIS–, gene-
rar programas de dotación de equipamientos y mejoramiento integral en áreas 
deficitarias, reasentar población localizada en áreas de alto riesgo y promover la 
inclusión de las variables sociales en los instrumentos y procesos de planificación 
(alcaldía Mayor de Bogotá, 2003: 4-5). 
La sumatoria de actuaciones sobre la ciudad, conectadas a los planes de 
desarrollo y las formas de planeación, han generado que el crecimiento urbano 
de la ciudad se halla configurado mediante la superposición de dos modos de 
producción de ciudad, el formal y el informal, los cuales basan su raciona-
lidad en formas diferenciadas de mercado, lo que incide negativamente en 
la habitabilidad y en las condiciones de vida de la mayoría de la población 
urbana. Baste con observar que los desarrollos de origen informal han aporta-
do un peso importante al crecimiento de la ciudad. Según cálculos realizados 
por el Pot, que toman como promedio once años, la proporción de este tipo 
de desarrollos hasta el año 2000 fue el 44,06% del crecimiento total de la 
ciudad (alcaldía Mayor de Bogotá, 2000).
así, el modelo de ciudad basado en la política neoliberal ha significado el 
desmonte de la búsqueda del estado bienestar a cambio de un estado regula-
dor de mercado. este modelo que ya opera en Bogotá, ha efectuado la trans-
ferencia de la responsabilidad pública al sector privado en materia de servicios 
públicos (privatización de las empresas de electricidad, telefonía, gas natural, 
aseo, y transporte), en materia de servicios sociales (imposición de un modelo 
de privatización de la salud y la educación), en la venta de activos públicos y su 
supuesta reinversión para la atención de las necesidades sociales que se siguen 
aumentando. en esta misma dirección, el nivel central del estado ha efectuado 
la entrega de concesiones viales y servicios aeroportuarios, al igual que la venta 
de la banca pública y el saneamiento de la privada con dineros públicos. Lo an-
terior ha vuelto una política pública la colectivización de los errores privados y, 
por tanto, ha socializado sus pérdidas, más no sus utilidades.
ello ha significado la apertura al mercado global sin ningún tipo de 
restricción, generando la atracción de capitales multinacionales. Con ello la 
economía ha profundizado su proceso de terciarización, a lo cual se suma la 
reducción de los salarios y pérdida del poder adquisitivo del dinero.
el modelo de ciudad está concebido en función del modelo de desarrollo, 
y el modelo de desarrollo está en función de una lógica general sobre el 
Foro púb l i c o POR ARTE DE BARRIO. Memor i a s
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territorio, en este caso el territorio nacional. tanto el modelo de desarrollo 
como el modelo de ciudad de Bogotá están regidos por la dinámica que 
imprime el modelo capitalista, con sus distintos ajustes y variaciones. el 
modelo de ciudad parte fundamentalmente por reconocer un conjunto de 
población presente en el territorio disponible para poder atender las distin-
tas actividades y las distintas lógicas que establece el mercado; por lo tan-
to, dentro de esa perspectiva no se centra en resolverle la problemática ni 
las necesidades al conjunto de la población, se centra, fundamentalmente, 
en disponer de los recursos que están en ese territorio, para poder fortalecer 
el modelo, indistintamente que todos puedan ser beneficiados o no. Por lo 
tanto, no está planteado como una alternativa para resolver las lógicas de 
segregación y exclusión de la ciudad, sino como un mecanismo que permita 
una mirada y una perspectiva desde un sector de la sociedad que concibe el 
territorio frente a unos fines específicos.
Procesos recientes de transformación urbana
Bogotá es una ciudad que está cambiando y así lo reconocen quienes la 
han venido analizando a lo largo de los años. Las principales transforma-
ciones que se han desarrollado desde los años noventa son: una mejoría 
en la gestión urbana, con avances en los temas de descentralización local y 
participación ciudadana, que de manera simultánea han permitido construir 
ciudadanía, más conocida como cultura ciudadana; así mismo se ha recono-
cido y evidenciado la actualización de obra pública en materia de infraestruc-
tura (movilidad: vías, ciclorrutas), equipamientos de carácter metropolitano 
(bibliotecas, colegios, parques), y construcción de espacio público (parques, 
alamedas, andenes, arborización). Un desarrollo de estos aspectos se presenta 
a continuación.
Hay que entender la gestión urbana como un proceso continuo que se inició 
de manera simultánea con la promulgación de la nueva Constitución Política de 
Colombia en 1991. Se reconoce un esfuerzo continuado deactuación de la ciu-
dad indistintamente de los gobernantes y su filiación política. ello ha permitido 
ir construyendo de manera colectiva una percepción, una visión y práctica sobre 
el tipo de ciudad que ha de ser Bogotá. Un primer aspecto que contribuyó en 
esta condición es la elección popular de alcaldes, que garantizó unos periodos de 
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p á n e l d e a p e r t u r a 
gobiernos estables7 y el cumplimiento de unas metas de corto plazo a través de 
los planes de desarrollo económico, social y de obras públicas, situación que an-
teriormente no era manejable dada su poca continuidad8. esta perspectiva per-
mitió impulsar tareas de ordenamiento de su estructura de gobierno y formular 
un nuevo estatuto orgánico para la ciudad, también propicia ordenar y sanear 
las finanzas públicas, de forma tal que Bogotá, en 2005, tenía una calificación 
triple a por las firmas calificadoras de riesgos crediticio Duff and Phelps, Fitch y 
Standar and Poor9, situación que le ha garantizado a la ciudad contar con cuan-
tiosos recursos para inversión pública que van más allá de soportar los costes de 
operación10 (Secretaría distrital de Hacienda, 2007). 
entre los avances de la gestión urbana, también se hace necesario reco-
nocer dos aspectos fundamentales, por una parte la descentralización en la 
ciudad al establecer la figura político administrativa de las localidades con 
una autonomía relativa que les ha permitido asumir funciones del ámbito 
local y contar con un presupuesto de inversión11, se han descentralizado 
tareas que antes eran manejadas de manera concentrada y, simultánea-
mente, se ha permitido un juego político de los actores sociales en estos 
escenarios de la ciudad. el segundo aspecto correspondió a la ampliación 
de los procesos de participación ciudadana a través de formas organizativas 
establecidas por la ciudad y la Ley 142 de 1994, o Ley del Plan, que obligó 
a generar mecanismos y espacios de participación en todos los niveles de 
planeación y decisión de lo público. Para el caso de Bogotá ha permitido 
una mayor participación en la elaboración de los planes de escala metropo-
litana (Plan de desarrollo, Pot, planes maestros) y a la vez ha permitido 
y obligado a generar estos espacios en los planes locales y sectoriales. La 
ampliación de la participación ha sido un componente importante del es-
quema actual de gestión de la ciudad que aún reclama más espacio y una 
7 Hasta 2003 eran periodos de gobierno de tres años, y a partir de 2004 son de cuatro años.
8 La duración del periodo de gobierno de los alcaldes de Bogotá antes de la adopción de 
está medida era de siete meses en promedio.
9 en diciembre de 2002, el indicador arrojaba un nivel de cumplimiento de 85,71%.
10 Según análisis del presupuesto de la ciudad efectuado por la Secretaría de Hacienda en 
2007, se invierte el 70% del presupuesto y solo el 30% restante va a funcionamiento.
11 Se distribuye el 10% del presupuesto total de la ciudad para las 20 localidades con base 
en el número de población y el índice de necesidades básicas insatisfechas.
Foro púb l i c o POR ARTE DE BARRIO. Memor i a s
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mayor profundización, para que los aportes ciudadanos lleguen al nivel de 
toma de decisiones y la construcción de presupuestos participativos, como 
ya lo han conseguido ciudades de otros países12.
Frente a la reciente (diciembre 2005) reestructuración del aparato burocrático 
de la ciudad, hay que generar un compás de espera que permita establecer el 
horizonte futuro de este cambio, el cual no se dará bajo la presente adminis-
tración de la ciudad (2003-2007), sino la que vendrá.
otro punto importante en el proceso de gestión de la ciudad, sobre el 
cual no existe consenso, ha sido la política de Privatización de lo Público, que 
ha significado procesos de mejoría en algunos aspectos, pero simultáneamente 
se ha generado el detrimento patrimonial de la ciudad. en el primer caso, la 
privatización de los servicios públicos domiciliarios como la recolección de 
basuras, el suministro de electricidad y el gas natural domiciliario, han signifi-
cado el aumento de las coberturas de los mismos alcanzando niveles cercanos 
al 100%. así mismo, se encuentra la eliminación del monopolio de la ciudad 
sobre la telefonía fija que ha permitido el ingreso de nuevas empresas presta-
doras del servicio. Sin embargo, no ha ocurrido lo mismo con la privatización 
del sistema de salud pública que ha generado una crisis en todo el sistema pú-
blico, principalmente los hospitales, llegando a su cierre13 en favor del aumen-
to del sistema privado con costos para su acceso que no son alcanzables por 
un conjunto de la población. ensayos similares se han venido explorando en 
la educación a través de la entrega en concesión de colegios, como también en 
programas de atención social a nivel de niños y jóvenes (comedores y jardines 
infantiles), programas a la población vulnerable (albergues, mecanismos de 
atención prioritaria), o los parques públicos (parque el Salitre, parque timiza) 
impulsando su privatización.
en relación con el segundo aspecto, relativo al detrimento patrimonial 
de la ciudad, se plantea que se le han entregado al mercado, bienes y servicios 
altamente rentables en los cuales la ciudad no ha obtenido una real ganancia 
y sí ha comprometido su futuro. en ello, está la venta de la mayor participa-
ción accionaria de la empresa de energía de la ciudad, la empresa de telefonía, 
el sistema de transporte masivo –transMilenio–, el sistema de recolección de 
12 Ver el caso de las ciudades del Brasil en particular Porto alegre.
13 Hospitales como el San Juan de dios, el Materno Infantil y el Lorencita Villegas, y la clínica 
Fray Bartolomé de las Casas, por mencionar algunos que han sido cerrados y liquidados.
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p á n e l d e a p e r t u r a 
residuos sin procesos de reciclaje, entre otros. Han sido evidentes las utilida-
des obtenidas por los nuevos propietarios de estos bienes y servicios que han 
superado las expectativas formuladas en los procesos de negociación, lo que ha 
llevado a plantear, por sectores críticos de la gestión de la ciudad, la necesidad 
de renegociar estas ventas y actuaciones públicas.
Por otra parte, son de resaltar los esfuerzos adelantados por la ciudad 
en materia de actualización de la infraestructura y de los equipamientos de 
carácter metropolitano, así como los esfuerzos por construir espacio público y 
cultura ciudadana. Nos referiremos a continuación sobre ellos.
en primera instancia está la actualización de la infraestructura de la ciu-
dad, principalmente en el ámbito metropolitano y con algunas actuaciones 
en el ámbito local. el proyecto de mejoría de la movilidad en la ciudad ha 
significado el trabajo simultáneo en varios frentes: el desatraso de la malla vial 
arterial de la ciudad a través de completar corredores viales previstos desde los 
años sesenta, la implementación del Sistema Integrado de transporte Masivo 
– SItM– , cuyos mayores logros han sido la implementación de transMile-
nio14 y una extensa red de ciclorrutas15 en la ciudad. Vale la pena no dejar 
pasar por alto el Plan Maestro de Parqueaderos Públicos que busca eliminar 
el abuso sobre el uso del espacio público vehicular y peatonal, que sumado 
al programa de Pico y Placa16 para vehículos privados y para el parque auto-
motor de servicio público busca descongestionar la movilidad en la ciudad y 
disminuir los tiempos de desplazamiento. estos programas que han tenido un 
relativo éxito dado que el aumento del parque automotor es mayor que el de 
construcción de nueva vialidad, a lo que se suma la no desaparición del parque 
automotor viejo y en muchos casos ya obsoletos, así como la lentitud en la 
implementación del sistema de movilidad pública para la ciudad.
en cuanto a los equipamientos públicos, la ciudad acumulaba un 
atraso significativo ya que no han aumentado en la misma proporción que 
14 es un sistema de metro ligero de superficie con estaciones y vagones articulados de dos 
cuerpos

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