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Graffiti-consolidaciAn-entidad-imaginario

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Memorias Congreso Investigación y Pedagogía. Tunja, Número 02 – Octubre/ 2013 ISSN 2256-1951 
EL GRAFFITI Y LA CONSOLIDACIÓN DE LA IDENTIDAD, Y EL IMAGINARIO DEL 
TERRITORIO, DE LOS JÓVENES DE LA BARRA BRAVA REBELIÓN AURIVERDE 
NORTE.* 
 
 
 
Alfredo De Jesús Mendoza Escalante** 
Adjme9006@hotmail.com 
 
 
 
RESUMEN 
 
 
 El propósito de este artículo, es la de analizar el funcionamiento discursivo de los 
graffitis, hechos por los integrantes de la barra brava Rebelión Auriverde Norte 
(RAVN), los cuales le dan un sentido particular a su realidad de grupo. En otras 
palabras, es ver cómo este tipo de producción simbólica, rayar490 paredes, configura 
tanto una identidad y una memoria colectiva, y de igual manera, cómo delimita 
simbólicamente un territorio (el cual es “dominado”). 
 
Palabras clave: Barras bravas, tribus urbanas, identidad, imaginarios, graffitis, 
memoria colectiva. 
 
 
ABSTRACT 
 
The purpose of this article is to analyze the graffiti discursive operation, made by 
members of the Rebellion Auriverde Norte (RAVN) hooligan, which give a particular 
meaning to their reality group. In other words, It’s to see how this kind of symbolic, 
scratched walls, configures both an identity and collective memory, and likewise, how 
symbolically delimits a territory (which is "dominated"). 
 
Key Words: Hooligans, urban tribes, identity, imaginary, graffiti, collective memory. 
 
 
INTRODUCCIÓN 
 
Hacer un análisis sobre las barras bravas implica dejar de lado la definición 
estereotipada que nos han querido vender los medios masivos de comunicación sobre 
estos actores sociales, como: “un grupo de jóvenes desadaptados y/o vándalos”. E 
intentar entender la barra brava como un fenómeno juvenil que abarca una serie 
factores, características y elementos, los cuales crean algo que los mismos jóvenes 
barristas denominan como un “estilo de vida”. Esto nos llevó, sin duda, a entender a 
las barras desde las nociones de tribus urbanas (Tutivén, 2001) o culturas juveniles 
(Feixa, 1999). 
 
 
** Estudiante de maestría en lingüística de la UPTC, Tunja. 
 
490 Acto de hacer graffiti. Por lo general, se emplea de la siguiente manera: “Vamos a rayar hoy”. 
mailto:Adjme9006@hotmail.com
 
Memorias Congreso Investigación y Pedagogía. Tunja, Número 02 – Octubre/ 2013 ISSN 2256-1951 
Ahora bien, pensar a Cartagena como una ciudad en donde se inscriben las nuevas 
subjetividades juveniles que expresan, hablan, piensan desde y para la ciudad, es 
concebirla como un espacio urbano de re-significación e identificación de universos 
simbólicos que se dan a través de las diferentes formas colectivas en las que se puede 
ser joven en la ciudad, que van desde el compartir los mismos repertorios estéticos, 
gustos sexuales y estilos de vida, hasta la interacción en redes variadísimas como las 
pandillas, sectas, deportes, géneros musicales (Tripaldi, 2004). Al respecto, Salcedo y 
Rivera (2007) afirman que: 
 
La ciudad nos ofrece manifestaciones de lo juvenil a través de las cuales 
comprendemos las diversas relaciones que se dan con respecto al espacio y el 
tiempo libre, que revelan distintos aspectos culturales acerca del cómo se 
vivencia el ser joven, en una continuidad que genera espacios de alteridad y 
diferencia entre las generaciones (p. 23). 
 
Estas subjetividades juveniles que tienen cabida en las grandes ciudades 
latinoamericanas producto de la crisis del Estado-nación, los procesos de 
modernización del capitalismo y la industrialización de la cultura que Maffesoli (1988) 
denomina Tribus Urbanas y que autores como Feixa (1999), y Reguillo (2000) han 
denominado Culturas Juveniles “en plural” son las que de alguna manera están 
dibujando los modos de pensar de los jóvenes en la ciudad. 
 
 
ASPECTOS METODOLÓGICOS 
 
 
En cuanto a la metodología empleada en la presente investigación, empleamos la 
observación participante, el trabajo de campo, la entrevista en profundidad, entre 
otros. La recopilación de los graffitis exigió una movilización alrededor de los 
principales barrios de la ciudad como la Piedra de Bolívar, Zaragocilla, Country, los 
Calamares, el Socorro, San Diego, Chiquinquirá, San Pedro, entre otros. En total 
fueron quince (15) barrios que se caracterizan por la presencia de los jóvenes de la 
RAVN. En últimas, el corpus recolectado −de fotos de graffitis− es de alrededor de 
cien (100) fotografías. 
 
Algunas consideraciones sobre el graffiti 
 
Dentro de las prácticas de la barra brava Rebelión Auriverde Norte, encontramos los 
graffitis. Estos hacen parte de la producción discursiva y simbólica del colectivo, ya 
que fundamenta la representación y/o inscripción del joven como hincha del club de 
fútbol Real Cartagena.491 
 
Es por ello, que es de suma importancia entender por graffiti, grosso modo, todas 
aquellas inscripciones pictóricas que se hacen principalmente en las paredes de la 
ciudad, es por ello que podemos afirmar que la característica principal del graffiti es su 
carácter urbano (Silva, 1987). Asimismo, es un acto de comunicación donde se 
enuncia un símbolo que representa a un colectivo, puede emitir un mensaje a los que 
pertenecen a mi grupo o una amenaza al “enemigo”. En últimas, logra convertirse en 
 
491El cual, es el único equipo deportivo que representa a la ciudad de Cartagena en el fútbol profesional colombiano. 
 
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una marca territorial (Escamilla, 1998). Además, crea un espacio imaginado donde el 
territorio es definido como propio o ajeno, estableciéndose límites imaginarios donde 
se puede transitar libremente. 
Los graffitis tienen siete características primordiales que lo definen como un graffiti 
como tal: marginalidad, anonimato, espontaneidad, escenicidad, velocidad, facilidad y 
fugacidad. Estas propiedades, que también son llamadas “valencias”, surgen gracias 
a una investigación llevada a cabo por Silva sobre el graffiti en la ciudad de Bogotá 
(Escamilla, 1998). 
 
Por consiguiente, el graffiti es marginal porque es un acto comunicativo que, por estar 
al margen de los medios de comunicación institucionalizados, necesita expresarse y 
ser visto a través de las paredes citadinas; es anónimo porque no muestra el nombre 
de los autores en específico, a menos de que se trate de un colectivo, en este caso el 
nombre del autor se mantiene reservado dando cabida a pseudónimos cuya razón de 
ser es la afiliación a un determinado grupo; es espontáneo porque no necesariamente 
es algo que se planee con anticipación, sino que surge como una “escritura ocasional”; 
lo escénico del graffiti atiende a los recursos estilísticos y materiales utilizados para 
realizar los trazos; asimismo, es veloz por razones de seguridad, al ser un acto 
marginal (no institucionalizado) el que hace graffiti es víctima de la persecución 
policial; por otro lado, la facilidad atiende a la fácil adquisición económica de los 
materiales para su realización; y finalmente, es fugaz porque desde el preciso 
momento en que es plasmado en la pared está expuesto a ser borrado por otro o 
sencillamente a desaparecer con el paso del tiempo (Escamilla, 1998). 
 
A continuación, se pretende realizar un análisis de los graffitis de barra brava Rebelión 
Auriverde Norte para ver cómo este tipo de producción simbólica puede cumplir 
funciones específicas como marcar un territorio, crear una memoria colectiva. Para 
ello, utilizaremos las siete valencias o rasgos que deben tener los graffitis para ser 
considerados como tal. Ahora bien, es indispensable anotar que no todos los grafos 
cumplen con las siete valencias al tiempo. Sin embargo, esto no indica que pierda su 
carácter de graffiti o de acto comunicativo, puesto que sostiene la intención con el que 
fue creado. 
 
El graffitiy la consolidación de la identidad 
 
La búsqueda o lucha por el reconocimiento de la barra brava RAVN en la sociedad, 
presupone en una primera instancia la instauración de una identidad común, que es 
compartida por todos los jóvenes pertenecientes a la barra brava; y en segunda 
instancia, la necesidad de reafirmar el sentido de sus ritos, de sus objetos simbólicos, 
entre otros, ante sus interlocutores, con el ánimo de mostrar que lo que se hace tiene 
una razón de ser en sí mismo. 
 
En ese sentido, vemos que para lograr un reconocimiento en el mundo se debe crear 
una identidad común que sea colectiva; esto es necesario por la sencilla razón de que 
a través de ella –la identidad– podemos definir quiénes somos, por qué asumimos 
ciertas prácticas como naturales, etc. Es por ello que: 
 
(…) Se podría decir que mi identidad define de alguna manera el horizonte de mi 
mundo moral. A partir de mi identidad sé lo que resulta verdaderamente importante 
 
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para mí y lo que resulta menos importante, sé lo que me atañe profundamente y lo que 
tiene una significación menor” (Taylor, 1995: 10). 
 
Por otro lado, notamos que la importancia del graffiti en esa constante lucha por el 
reconocimiento de los barristas de la RAVN, reside en el hecho de que las 
inscripciones pictóricas en las paredes crean y reflejan la identificación de un 
sentimiento y una memoria colectiva. Un sentimiento de fidelidad hacia el equipo que 
trasciende mucho más allá del simple hecho de ir todos los domingos al estadio a 
alentar al club; puesto que se vive en función del equipo y la barra como tal. 
 
La memoria colectiva y el graffiti 
 
La memoria colectiva evoca los recuerdos de episodios del pasado que marcan 
simbólicamente y/o psicológicamente un grupo en específico. Estos eventos, por lo 
general, por ser tan significativos se transmiten o llegan a todos los individuos que 
integran dicho colectivo, con el fin de crear unas maneras de sentir, percibir la 
realidad, y en últimas, crear una identidad colectiva donde ciertos objetos, eventos, 
lugares, entre otros, sean consideramos como algo significativo (simbólico) para todos; 
o sea, en función de que todos adquieran la conciencia plena de que el grupo tiene 
una razón de ser y que lo que se hace no es en vano. 
 
El graffiti, al igual que los tatuajes, encaja dentro de las marcas identitarias de los 
jóvenes barristas. En ese sentido, es creador de una memoria colectiva en las paredes 
citadinas en determinados sectores de la ciudad. Sólo basta escribir una fecha, un 
nombre y se activa en la memoria del barrista un recuerdo, una experiencia, una 
anécdota, sobre un acontecimiento del pasado que enorgullece o entristece a todo el 
colectivo barrista. En algunas ocasiones, las fechas o nombres evocan a integrantes 
que han fallecido y que son rememorados como héroes, ya sea por la función que 
tenían dentro de la barra o por la manera trágica en que pierden la vida: 
 
 
 
En este graffiti se le rinde honor a un ex integrante fallecido de la RAVN: “Zorra”. Que, 
aunque su muerte obedeció a factores externos, hay una lucha por preservar su 
memoria como un héroe, un “k-po”492 que sigue alentando desde el cielo. Esta es una 
idea compartida por el colectivo, y en general por todas las barras bravas. 
 
En los siguientes graffitis podemos observar algunas inscripciones relacionadas con el 
tiempo; éstas rememoran una fecha especial para los integrantes de la barra. Un 
 
492 Proviene de la palabra “capo” asociada al narcotráfico: jefe, persona competente. 
 
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tercero, que no tenga ningún vínculo con la barra, difícilmente le asignaría algún valor 
a dicha fecha: 
 
 
En la parte superior izquierda de este grafo, está pintado lo que representa al escudo 
del Real Cartagena, al lado está la fecha de la llegada del fútbol profesional 
colombiano a la ciudad de Cartagena: 1971; posteriormente vemos un nombre que 
resulta ser anónimo en la medida en que en últimas solo representa al colectivo, 
puesto que el nombre “Cesar” sólo adquiere sentido y/o personalización –particular– 
dentro de la barra; en la parte inferior aparece “La 91”, que representa el año en que el 
Real Cartagena gana el torneo de la segunda “B” y asciende a la primera “A”. Seguido 
de la iníciales (LBNC) de lo que parece ser uno de los lemas de la RAVN: “La banda 
no copea”. Esto último, establece una relación intrínseca con la característica de todo 
barrista, el aguante493. Y finalmente, antecediendo nuevamente al nombre, se 
visualizan las letras “PTE”, que ratifican por un lado la identificación del autor como 
hincha del equipo Heroico, y por otro lado, la presencia de los barristas en ese sector y 
el domino (o apropiación) del dicho espacio. 
 
Este graffiti, aunque expone un estilo “espontáneo” –pareciera ser escrito sin previa 
planeación, pues aparece dos veces “Cesar”– y emplea pocos recursos “escénicos” –
por lo menos en cuanto a los materiales, ya que, sólo se utiliza aerosol de color negro 
sin aplicar los colores representativos y/o simbólicos del club y de la barra–, logra 
crear una memoria colectiva en los barristas de la RAVN, pues hace vigente en la 
cabeza de los hinchas la fecha en que llegó el fútbol profesional a la ciudad y 
establece una condición de presencia en el territorio. Asimismo, es interesante ver 
cómo este grafo comunica todos esos significados de una manera implícita, es como si 
los silencios, lo que no se dice, comunicaran más. 
 
Igualmente, en el siguiente graffiti se plasma y/o (re)memoriza una fecha clave dentro 
de la RAVN “99”, el nacimiento de la barra Rebelión Auriverde Norte en el año 1999: 
 
 
493 Potencia y resistencia que tiene la barra para seguir la fiesta, sin importar que se pierda o que se gane; es el eje 
central de la emoción. Los barristas lo definen como el acto de alentar al equipo los noventa minutos, sin parar. 
 
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No obstante, este se diferencia del anterior en cuanto a lo “escénico”, puesto que hay 
una utilización de más colores. De por sí, el fondo da una idea de que se buscaba 
resaltar la visibilidad del graffiti y de los colores simbólicos del escudo. Los trazos 
están más definidos que en el anterior, lo cual denota que no se cumple la valencia de 
“velocidad”, puesto que por estar en un sector propio de la barra, los autores tuvieron a 
su disposición todo el tiempo para la realización de la inscripción pictórica. No existía 
ni la más mínima preocupación de ser perseguidos por la autoridad policial. 
 
Ahora bien, siguiendo el análisis del anterior grafo, podemos decir –en cuanto a la 
“fugacidad”– que no corre el riesgo de ser borrado, por lo menos no aún. Afirmamos 
esto, ya que tenemos en cuenta que el lugar donde está hecho es una zona de 
dominio de los integrantes de la RAVN, y más exactamente del parche494 “La muerte”. 
Esto por la sencilla razón de que se trata de un caño, ubicado en el barrio San Pedro, 
que da un aspecto de lugar clandestino, de tránsito de personas externas a la barra 
casi nulo. 
 
En últimas, notamos que en los graffitis de la RAVN hay una frecuente reiteración de 
fechas que evocan momentos claves e importantes en la historia de la barra y de sus 
integrantes como tal. Estas fechas son recordadas por cada uno de los hinchas, 
puesto que eso hace parte de los aspectos que crean la identidad colectiva. Los hace 
sentir parte de un grupo, de un mismo sentir, un mismo pensar, los hace apropiarse de 
unos hechos del pasado que forjan una tradición barrista donde la lucha por preservar 
un territorio, un reconocimiento social, y en fin, la conservación del grupo.El graffiti y la lucha por el espacio 
 
La adquisición o dominio de un territorio es de suma importancia para los barristas, ya 
que se convierte en su espacio, donde pueden expresarse y actuar libremente. Es su 
territorio de representación que refleja una identidad colectiva. Colocar el escudo del 
Real Cartagena en la pared de la esquina significa para el barrista de la RAVN que 
ese es su territorio, es allí donde puede estar seguro, donde se siente identificado con 
sus compañeros de barra. Es un espacio que no puede ser irrumpido por integrantes 
de otras barras: 
 
(…) Tú entras aquí a San Pedro a este barrio, cuando tú vas subiendo, 
después cuando tú vas subiendo y ves RAVN, ves La muerte, ves el escudo 
del Real; tú enseguida te das cuenta que este es un territorio que pertenece a 
La muerte, es un territorio que pertenece a hinchas del Real Cartagena, ya. Y 
que ningún otro ningún de otra barra va a venir como se dice a montar ningún 
imperio por aquí, porque ya por aquí nosotros tenemos el imperio. Esto, San 
Pedro, está es la zona de La muerte, es una de las principales zona de La 
muerte. Y nosotros tenemos esto por aquí, esto es una zona nuestra. 
(Richard, 05 de agosto de 2012). 
 
Por esta razón, el territorio según Salcedo y Rivera (2007:35) “pasa a ser una 
construcción identitaria a partir de las particularidades sociales y culturales que 
permiten interpretaciones de la nacionalidad y de sus símbolos”. Es en ese espacio 
 
494 Campo configurado simbólicamente como el lugar donde se frecuenta y organizan reuniones del grupo. También 
designa a cada uno de los diferentes grupos que están adscritos a la Rebelión Auriverde Norte. 
 
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simbólico donde los barristas pueden ejercer (llevar a cabo) varias de sus prácticas 
sociales, tales como evocar momentos trascendentales para el equipo y la barra, 
“chapiar”495, y en fin, reunirse con sus amigos a entablar conversaciones cotidianas. 
Otro integrante de la barra afirma: 
 
El graffiti puede, se puede, marcar territorio. Si marcamos territorio, que “aquí 
está la barra y no pueden hacer cualquier cosa” (“El chavo, 19 de Julio de 
2012”). 
 
Por consiguiente, es lógico encontrar muchos graffitis a las afueras del estadio Jaime 
Morón de Cartagena, y más exactamente a las afueras de la entrada a la tribuna sur 
del estadio, lugar donde se ubican los barristas de la RAVN. Veamos por ejemplo el 
siguiente graffiti que se ubica frente a dicha entrada: 
 
 
 
Si observamos este graffiti y lo analizamos desde lo escénico, vemos que se utilizan 
los colores simbólicos del equipo y la ciudad, el amarillo, el verde y el rojo. Ya no es 
solamente un grafo en negro, sino que hay utilización de los colores que aporta una 
mayor significación al mismo. En últimas, hay una mayor utilización de recursos (más 
costoso) que cuando se pinta solo con negro. 
 
De igual forma, el lugar escogido para realizar un graffiti con colores es estratégico, ya 
que denota que ese espacio, el estadio Jaime Morón y sus alrededores, es parte del 
territorio que pertenece a la RAVN. 
 
Por otra parte, vemos que en él se denota la metáfora la pasión es locura. Enuncia la 
voz de un colectivo, los barristas de la RAVN, que se identifican y representan como 
“locos”. Pero, esta locura hay que entenderla como un sentir que lleva el barrista 
producto de toda la pasión desbordada por (hacia) el equipo. 
 
En ese sentido, escribir graffiti se convierte en una práctica barrista de importancia en 
el proceso de crear una identidad colectiva, de crear representaciones de actores 
sociales que alientan un club, y de instaurar dominio simbólico sobre un territorio, que 
ayudan a la consolidación de una cultura barrista. Al respecto, Salcedo y Rivera 
(2007:39) afirman que “(…) “Chapiar” se convierte en rito y en acción delimitadora de 
territorios e identificaciones, en primera instancia individual y luego colectivo”. 
 
 
495 De la acción o nombre “Chapa”. Acción de escribir graffiti en las paredes de espacios públicos y privados. Es 
sinónimo de rayar. También se utiliza para nombrar las acciones que delatan a alguna persona o cosa, “Te fuiste de 
chapa”. 
 
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Ahora bien, la disputa por el territorio entre jóvenes de diferentes barras bravas se 
evidencia en la transgresión que se hace al graffiti elaborado por los barristas 
contrarios. Es por ello que, Salcedo y rivera (2007: 86) afirman que “un territorio 
tomado o reapropiado se define mientras se tachan o reescriben graffiti elaborados por 
las barras contrarias”. Esta acción puede considerarse como un acto de desprestigio 
(deshonra) hacia la barra contraria. Puesto que, tachando los graffitis de los otros se 
les despoja de ese espacio en particular, y de alguna u otra forma, como si se tratase 
de una guerra, es una manera de exhibir la expansión del territorio propio. Y asimismo, 
es el reflejo de una hazaña que se lleva en la memoria colectiva. 
 
 
 
En el anterior graffiti se denota claramente la disputa del territorio entre las barras, en 
este caso se le despoja a la barra Barón Rojo Sur, hinchas del América de Cali, del 
territorio imaginado. Los encargados de expropiarlos de este territorio son los de la 
RAVN, quienes tachan con una equis el grafo de los del BRS, evidenciando el carácter 
dialógico del graffiti, es decir, hay una comunicación que se traduce en una riña o un 
duelo escrito, por parte de estos actores sociales. 
 
Hay que resaltar que esta fotografía fue tomada en el barrio San Pedro que colinda 
con Blas de Lezo, uno de los barrios con mayor presencia de hinchas del Barón Rojo 
Sur (BRS) en Cartagena. Resulta importante anotar que este espacio anteriormente 
pertenecía a los seguidores del América de Cali. Pero, luego de varias disputas, los de 
la RAVN los expropiaron del barrio San Pedro, y en la actualidad todo el barrio 
pertenece simbólicamente a los hinchas del Real, hasta convertirse hasta el día de hoy 
en uno de los lugares donde ellos “parchan”496. 
 
En últimas, aunque por lo general, los trazos son hechos con aerosol, que le dan cierto 
aspecto de marginalidad y precariedad al graffiti, en él siempre se representa el sentir 
del colectivo. En la foto vemos el momento en un barrista de la RAVN está “chapiando” 
en un caño frente a la biblioteca distrital, en el barrio San Pedro. Estos trazos se 
hacen en cuestión de segundo, o en uno o cinco minutos, o dependiendo de la 
extensión, complejidad o el cuidado con el que se haga. En este proceso es normal, 
como apreciamos en la imagen, que los barristas lleven puestos prendas simbólicas 
del Real Cartagena. 
 
 
496 Espacio simbólico “de estar” de la barra. 
 
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A MANERA DE CONCLUSIÓN 
 
Del análisis de los graffitis de la RAVN, podemos extraer las siguientes conclusiones: 
 La inscripción de graffitis en las paredes citaditas les permiten a los jóvenes 
barristas de la Rebelión Auriverde Norte consolidarse y/o apropiarse 
simbólicamente de un territorio: ¿por dónde puedo transitar libremente?, y 
¿dónde no? 
 
 De la misma manera, hay una disputa por lograr expropiar el territorio que 
pertenece a integrantes de otras barras. 
 
 Al tiempo que permite fortalecer la memoria colectiva (fechas, los símbolos, el 
héroe) y plasmar la identidad colectiva como seguidores fieles y apasionados 
del Real Cartagena. 
 
 Finalmente, a través del graffiti se resaltan los colores simbólicos del equipo y 
de la barra misma; y, una tipografía propia del colectivo que permite 
diferenciarlo de otras barras. 
 
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