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I.E.S. N° 1 “Dra. Alicia Moreau de Justo”
Profesorado de Educación Superior en Lengua y Literatura
Cuadernillo para el Taller de lectura y escritura
Ciclo lectivo 2019
Coordinadora del TFCD: Prof. Lila Petrella
 Coordinadora del TFCPD: Prof . Mónica Bibbó
Profesores a cargo: 
1
Yanina Buela , Ayelén Casalnuovo, Pablo Garropo, Joan Josa, Ivana Mollo, Tamara 
Montenegro y Julián Pagano.
Literatura con vallas
El ómnibus se detuvo en el kilómetro doscientos once. Marisa bajó y el 
chofer también, para entregarle su equipaje. Cuando el ómnibus retomó su 
marcha Marisa empezó a caminar. Eran parajes de tierras rojizas. Ignoro por 
qué tenían este color; en verdad no sé nada de geología.
Marisa caminó un par de kilómetros y se sentó a descansar sobre su 
equipaje. Ignoro si hacía calor o frío porque no sé nada de meteorología 
(además yo no estaba allí). Marisa quería levantarse y seguir su camino, 
pero tenía dolores en la pelvis. Nada puedo decir, por desgracia, sobre el 
origen de estos dolores, porque carezco de los más elementales 
conocimientos de ginecología.
Mariza hizo acopio de fuerzas y se levantó. Para orientarse mejor sacó de su
bolso unos binoculares (o quizá fuera un catalejo; no sé nada sobre 
instrumentos ópticos) y echó una ojeada a los confines de su visibilidad. 
Avistó una figura humana, mosqueando en el horizonte. Caminó hacia ella. 
La figura caminaba a su vez hacia Marisa. Esto es lo que creo, aunque no 
me respalda en ello ningún conocimiento de geometría.
Unos minutos después la figura se hizo reconocible para Marisa. Era un 
hombre. Andaba casi desnudo y estaba peinado y maquillado con arreglo a 
las normas vigentes en el grupo humano, tribu, clan o a lo que fuera que él 
pertenecía. No quiero dar detalles sobre esto por miedo a meter la pata, ya 
que no sé absolutamente nada de antropología.
Cuando lo tuvo cerca, Marisa sacó su cámara fotográfica. Creo que se puso 
a regular el fotómetro, y no sé cuántas cosas más. Marisa era una excelente
fotógrafa, pero yo no solamente no lo soy sino que no tengo la más puta 
idea de cómo se saca una foto. Parece que aquel hombre tampoco la tenía, 
porque cuando vio el artefacto se asustó. Se acercó a Marisa y le arrancó la 
cámara de las manos. No conforme con esto, le arrancó también la ropa y —
ya con más delicadeza— se sacó él mismo la poca que traía puesta.
Entonces ocurrió algo que me veo incapacitado de describir, quizá por falta 
de experiencia personal en la materia. No sé nada sobre sexo, y creo que 
por ahí corría el asunto. (Perdón si en algún momento me expreso de forma 
confusa o incorrecta; es que no sé nada de gramática.) En verdad la única 
disciplina que domino es la literatura. Sinceramente, creo que sé más que 
nadie en esta materia. Pero ya no puedo escribir más, lo siento. Mi falta de 
formación en otras disciplinas me lo impide, interponiéndose 
constantemente entre mi pluma y mis lectores. Esta traba merecería de mi 
parte, sin duda, un profundo estudio, pero yo no lo puedo hacer porque no 
sé nada de epistemología.
2
Sólo me queda entonces decir adiós, y gracias (no sé si corresponde 
despedirme así; perdón, pero es que no sé nada sobre modales).
En Leo Maslíah, La tortuga y otros cuentos ,Buenos Aires, Ediciones de la 
Flor, 1990
La tortuga
Salí a caminar porque me sentía solo y el tedio me abrumaba. Afuera el sol 
resplandecía. Las nubes también pero más oscuros. Llegué al parque y me 
llené los bronquios de aire pura. Los ojos de los árboles se movían a impulso
de una brisa fresca y delicado que hacía tintinear además los esqueletos de 
algunos insectos muertas contra fragmentos de botellas rotos. Me acerqué 
al lago y vi que una tortuga trataba de avanzar por el barro pugnando por 
llegar hasta el agua. No la dejé. Su caparazón era duro y su semblante 
inteligente y serena. Me la llevé para casa, a fin de paliar mi soledad. 
Cuando llegamos la puse en la bañera y me fui a buscar en la biblioteca un 
libro de cuentas para leerle. Ella escuchó atento, interrumpiéndome de vez 
en cuando para pedirme que repitiera alguna frase que le hubiese parecido 
especialmente hermoso. Luego me dio a entender que tenía hombre y ya 
me fui nuevamente al lago a buscar alga que le resultara apetecible. Recogí 
pasto y una planta de ojos verdes oscuras. También junté algún hormiga, 
por si acaso. De nuevo en casa, fui a llevar las cosas al baño, pero el tortuga
no estaba allí. Lo busqué por todas partes, en el ropero, la refrigeradora, 
entre los sábanos, alfombras, vajillo, estantes, pero no hubo casa, no lo 
encontré. Entonces me vinieron deseos de ir al baño y los hice, pero cuando 
tirábamos la cadena comprobaste que el inodoro estaba tapada. Se les 
ocurrió entonces que the tortuga podía haberse metida allí. ¿Cómo 
rescatarlos? Salí de casa y caminé hasta encontrar una alcantarilla. Levantéi
la tapa y me metisteis ahí. No habían luces. Caminéi. Los pies se me 
mojarán. Una rata morderói. Yo seguéi. "¡Tortuguéi, tortuguéi!", gritéi. Nodie 
contestoy. Avancex. Olor del agua no ser como la del lago. "¡Tortugúy, vini 
morf papit!", insistiti. Ningún resultoti. Expedición fútil.
Salí del cantarillo y en casa me limpí y me preparó cafés. Lo tomés a sorbo 
corta, mirondo televicián. En sópito ¿qué vemos in pantalla? Tortugot. 
"¿Cómo foi a parar alá?", le preguntete. Y ella dijome ofri con dichosa 
contestaçao: "No por Allah: Budapest. Corolarius mediambienst cardinal e 
input fosforest". A la que je la contesté "bon, but mut canalis et adeus, 
Manuelita".
"¡Nai, nai!", dictio tort, "eu program mostaza interesting".
"Demostric", pidulare.
3
Tons turtug bailó, candó, concertare, crobacía y magiares, asta que yo poli 
me zzz.
En Leo Maslíah, La tortuga y otros cuentos,Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1990
1- Curiosidades del reino animal
"Buenas tardes queridos televidentes, hoy tenemos con nosotros a una 
exquisita modelo: Lulú
Coquette.
-¿Qué tal Lulú?
-Bien Moncha, encantada de estar en tu programa.
-Gracias querida. Contanos, amorosa, en qué andás; sé que estuviste 
viajando por el interior
del país.
-Efectivamente, Moncha. Fue una genial idea que tuvieron los directivos de 
la revista Cosas
de Mujeres; decidieron hacer las fotos de la colección otoño-invierno en una 
reducción indígena.
-Debe haber sido una maravillosa experiencia.
-La verdad que sí. Al principio los indios no querían saber nada y se 
escondían, pero después
entraron en confianza y hasta posaron con nosotras. ¡Son un amor!
-En el interior la gente es muy cálida.
-Cierto. ¿Ves este Okubí que tengo puesto?, me lo regalaron ellos.
-Desde hoy que te estoy mirando la estola. Señor director un primer plano 
por favor. Es
espléndida. ¿Qué piel, me dijiste?
-Okubí, pero no es una estola, es un animal vivo, es... ¿cómo te explico?, 
como una especie
de lombriz gigante y peluda. Allá los indios lo usan a manera de bufanda y 
les queda regio...
-¡Ay Lulú, no te da impresión tenerlo sobre los hombros!
-Para nada Moncha, es totalmente inofensivo y aparte se pasa todo el día 
durmiendo el muy
estúpido.
-No lo insultes, pobre criatura de Dios.
-¡Oia! Mirá Moncha, se despertó el idiota, ¿ves cómo se mueve?
-¡Qué maravilla! ¡Cómo se te enrosca en el cuello!... Parece una serpiente, 
¿no te ahorca?
-¡Au-xi-lio!
-¿Cómo decís?
-¡Ahgg!
-No me contestes ahora amorosa. Vamos a un corte comercial...
-¡Ya apareció: Enciclopedia de las Curiosidades del Reino Animal! En los 
fascículos uno y dos, al precio de uno, entérese de la gran inteligencia de los
delfines y de la extremada susceptibilidad
del okubí."
4
En GARCÍA REIG, JUAN CARLOS, "Curiosidades del reino animal",
 Los días de miércoles y otros cuentos, Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 
2006
2- Eher Sugarno
La cabeza del poeta Eher Sugarno recuerda bastante la cápsula de la amapola cuando está
madura y se inclina hacia la tierra para verter las semillas; el cuerpo, en cambio, es difícil de
describir. Eher Sugarno casino presenta indicios de simetría bilateral, característica en todos los
seres que se mueven activamente; es simétrico, sí, pero con una simetría radiada; de tres radios,
para ser precisos, en vez de cinco como ocurre con las estrellas de mar. En consecuencia, cada
uno de los órganos que en nosotros es doble en él es triple: tiene como nosotros una sola boca,
en el centro de la cara, pero alrededor de esta boca se hallan dispuestos en triángulo los tres
orificios de la nariz y, más externamente, los tres ojos con sus tres cejas; el resto es demasiado
hirsuto y enmarañado aunque entre los círculos de púas del cuerpo redondo se distinguen tres
brazos y tres piernas, dispuestas al igual que los rayos de una rueda. Parece que bajo las tres
piernas posee un único orificio y, en torno, tres pequeños órganos genitales, a los que poco
importa describir. Lo que sí resulta interesante es el hecho de que Eher Sugarno es un
valiosísimo poeta, en la línea de Eugenio Montale pero más moderno y variado en la elección de
temas. Es comprensible que un hombre constituido de este modo no sea muy propenso a
caminar, por lo menos en línea recta, y de hecho su movimiento preferido es el circular: cuando
corre alcanza una velocidad vertiginosa a pesar de permanecer siempre en el mismo sitio.
También es comprensible que un hombre acostumbrado a permanecer siempre en el mismo
sitio, y además dotado de tres manos, escriba poesía; a continuación transcribimos algunos de
sus poemas más característicos:
La nieve
La nieve se forma
cuando la lluvia atraviesa estratos atmosféricos
con temperatura cercana a cero;
los cristales se unen
formando blandos copos
cuya densidad varía
de un quinto a un décimo
respecto a la del agua.
Luego de que la nieve se ha depositado en el suelo
los estratos inferiores
por efecto de la presión ejercida
por los superiores
se transforman en hielo.
Raíces
Las epifitas tienen raíces aéreas,
que a veces forman una maraña
en forma de copa
donde se depositan y se descomponen
hojas y residuos orgánicos
5
que sirven de alimento a la planta.
El higo de las pagodas tiene raíces en forma de 
 [columna
que descienden de las ramas para sostener la gran
 [cabellera;
los mangles tienen raíces como zancos
que sostienen el tallo
por encima del terreno pantanoso y dúctil.
Muchas plantas acuáticas arbóreas
están dotadas además
de raíces particulares,
los neumatóforos.
Mizar
Estrella central de las tres que forman
la cola de la Osa Mayor,
visible a simple vista como un único astro
en el telescopio aparece desdoblada
en un sistema binario
y el espectrógrafo revela finalmente
que una de estas dos estrellas
es a su vez una estrella doble.
Junto a Mizar brilla débilmente Alcor,
que también es una estrella doble.
Los sulfamídicos
Entre los mecanismos indicados
para explicar la acción de los sulfamídicos
recordamos los siguientes:
el antagonismo competitivo
con el ácido paraminobenzoico
(indispensable para las bacterias
para la síntesis de los ácidos nucleicos
y por ende para la reproducción)
y el bloqueo del anhídrido carbónico.
Son usados en la cura
de procesos infecciosos difundidos:
erisipela, meningitis,
pulmonía, gonorrea,
disentería bacteriana,
infecciones de las vías urinarias.
Cáscaras
Construcciones de envoltura sutil
donde una elección oportuna
de la forma de la superficie
permite realizar estructuras resistentes
con empleo limitado de materiales.
La naturaleza ofrece ejemplos admirables
de elementos semejantes,
6
donde el empleo de modestas cantidades
de material, y por lo tanto de paredes
 [delgadísimas,
conjugan sorprendentes
dotes de resistencia y estabilidad.
La trompa de Eustaquio
La trompa de Eustaquio
cumple la función de mantener
en el interior de la caja del tímpano
una presión igual a la externa,
de modo que la membrana timpánica
pueda vibrar libremente
y funcionar en las mejores condiciones.
El vapor de agua
El vapor de agua
en estado puro y seco
es invisible
pero cuando se expande por la atmósfera
se condensa parcialmente
y se torna visible
por las pequeñísimas gotas de agua
que contiene,
las cuales a la luz solar
parecen blancas.
Ámbar amarillo
Es una resina fósil
derivada de antiguas
coníferas del oligoceno,
que a veces encierra
pequeños insectos, arácnidos y miriápodos.
Se la encuentra especialmente
en las costas del Mar Báltico
y en Italia
en el valle del Simeto (Catania).
Cuando no corre alrededor de sí mismo, Eher Sugarno se rasca: en efecto, tiene el cuerpo
totalmente cubierto de parásitos que viven entre las púas, y tres brazos no le alcanzan para
rascarse. Dicen que precisamente la picazón lo llevó a emprender esa busca de evasión que es la
poesía.
En J. Rodolfo Wilcock, El libro de los monstruos, Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1978.
3- DOSCIENTAS CINCUENTA PALABRAS
7
Me pidieron un cuento de 250 palabras. No es mucho. La palabra está 
devaluada. En el caso de una novela se hace precio por mayor. Pero en los 
cuentos cortísimos a uno no le queda más remedio que contabilizar hasta 
las comas. De eso vivo. Con 250 palabras te alcanza para medio kilo de 
picada y una ensalada.
Por eso a mí me obsesiona el número de palabras. Si me encargan 250 no 
puedo gastar ni una más, porque después termino pagándolas yo. Ni un 
adverbio terminado en mente, que en general son los que se usan para los 
vueltos cuando no queda efectivo. Yo no los acepto. A mí que me den un 
vale, pero que no me llenen la libreta con efectivamente o románticamente 
que no voy a usar en mi puta vida.
Ahora con la computadora contar las palabras es otra cosa. Antes, con la 
Olivetti, las contaba cada renglón, como una poseída. Contaba y anotaba. Y 
enseguida volvía a escribir, contar y sumar. El resultado nunca coincidía con
el texto final, no sé por qué. Hay palabras que se te extravían por el camino.
Que se te van. Si vos no atrapás la palabra indicada en el momento justo, 
perdiste. Son traicioneras las palabras. Se quedan agazapadas a tu 
alrededor, burlándose sin disimulo. Y el cuento se te va a la mierda. Eso 
pasa. Por eso, si a mí me piden un cuento de 250 palabras, les doy eso y ni 
una más. No como cuando
Verónica Sukaczer, Grageas, 100 cuentos breves de todo el 
mundo,Compilador: Sergio Gaut vel Hartman. Ediciones Desde la Gente, 
2010.
4- Decálogo del escritor por Augusto Monterroso
En www.ciudadseva.com
1) Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando no, también. Escribe siempre.
.
2) No escribas nunca para tus contemporáneos, ni mucho menos –como 
hacen tantos– para tus antepasados. Hazlo para la posteridad, en la cual sin 
duda serás famoso, pues es bien sabido que la posteridad siempre hace 
justicia.
.
3) En ninguna circunstancia olvides el célebre díctum: "En literatura no hay 
nada escrito".
.
4) Lo que puedas decir con cien palabras dilo con cien palabras; lo que con 
una, con una. No emplees nunca el término medio; jamás escribas nada con
cincuenta palabras.
.
5) Aunque no lo parezca, escribir es un arte; ser escritor es ser un artista, 
como el artista del trapecio, o el luchador por antonomasia, que es el que 
8
lucha con el lenguaje; para esta lucha ejercítate de día y de noche.
.
6) Aprovecha todas las desventajas, como el insomnio, la prisión o la 
pobreza; el primero hizo a Baudelaire, la segunda a Pellico y la tercera a 
todos tus amigos escritores; evita pues, dormir como Homero, la vida 
tranquila de un Byron, o ganar tanto como Bloy.
.
7) No persigas el éxito. El éxito acabó con Cervantes, tan buen novelista 
hasta el Quijote. Aunque el éxito es siempre inevitable, procúrate un buen 
fracaso de vez en cuando para que tus amigos se entristezcan.
.
8) Fórmate un público inteligente, que se consigue más entre los ricos y los 
poderosos. De esta manera no te faltarán ni la comprensión ni el estímulo, 
que emana de estas dos únicas fuentes.
.
9) Cree en ti, pero no tanto; duda de ti, pero no tanto. Cuando sientas duda,
cree; cuando creas, duda. En esto estriba la única verdadera sabiduría quepuede acompañar a un escritor.
.
10) Trata de decir las cosas de manera que el lector sienta siempre que en 
el fondo es tanto o más inteligente que tú. De vez en cuando procura que 
efectivamente lo sea; pero para lograr eso tendrás que ser más inteligente 
que él.
.
11) No olvides los sentimientos de los lectores. Por lo general es lo mejor 
que tienen; no como tú, que careces de ellos, pues de otro modo no 
intentarías meterte en este oficio.
.
12) Otra vez el lector. Entre mejor escribas más lectores tendrás; mientras 
les des obras cada vez más refinadas, un número cada vez mayor apetecerá
tus creaciones; si escribes cosas para el montón nunca serás popular y 
nadie tratará de tocarte el saco en la calle, ni te señalará con el dedo en el 
supermercado.
.
(El autor da la opción al escritor de descartar dos de estos enunciados, y 
quedarse con los restantes diez.)
La novela perfecta 
La hija iba a visitar a su padre cada sábado. Le llevaba bolsas con alimentos,
bebidas y otros elementos de uso cotidiano. Hacía meses que el hombre 
permanecía encerrado en la casa de las afueras de la ciudad por propia 
voluntad, sin mantener contacto alguno con el exterior. Estaba obsesionado 
9
http://revueltoingredientes.blogspot.com.ar/2009/10/la-novela-perfecta-francisco-costantini.html
con aquella novela, y decía que sólo conseguiría la libertad cuando pudiera 
terminarla. La novela perfecta y, por ende, la última y final.
En la visita realizada dos semanas atrás, lo había hallado sentado frente a la
vieja máquina de escribir, trabajando, incansable, y completamente 
desnudo.
- Es que necesito despojarme de todo lo que no sea yo – explicó.
Acostumbrada a las rarezas de su padre, ella no dijo nada, dejó las cosas y 
se marchó.
Cuando regresó la semana siguiente, se sorprendió al ver los alimentos 
intactos, en el mismo sitio donde los había depositado.
Si él advirtió su presencia, no lo demostró en absoluto. Seguía desnudo, 
escribiendo, pero parecía estar ausente, como un fantasma.
Hoy la recibió el olor fétido de la carne que llevaba semanas sobre la 
mesada. Pero eso apenas la preocupó: faltaba su padre.
Lo buscó angustiada. A pesar de recorrer más de una vez cada rincón de la 
casa, solo encontró una pila de hojas sobre la mesa y, en la máquina de 
escribir, un mensaje para ella. Al leerlo comprendió, fascinada.
Junto a sí, tenía la última ficción de su padre. Si quería saber de él, allí 
podría ubicarlo, pues a partir de ahora era el personaje, feliz, de una novela 
perfecta. 
Francisco Costantini En Grageas, 100 cuentos breves de todo el mundo
http://cuentosgvh.blogspot.com.ar/2007/11/esta-es-la-ilustracin-de-carlos-
nine.html
Xavier Velasco recupera la adolescencia con La edad de la punzada 
10/02/2013
El escritor mexicano Xavier Velasco publicó en 2007 Este que ves, su primera obra 
autobiográfica en la que el autor rememora su infancia. Ahora, continúa en línea recta por la 
senda temporal de su pasado y se atreve a desvelar los secretos de su adolescencia tal y como 
los recuerda en el libro La edad de la punzada (Alfaguara).La idea de este libro era “recuperar 
la rabia, el desconcierto, la vehemencia infinita de tener catorce años y padecer la fama de ser el
peor alumno en la historia del colegio”, ha explicado el escritor en declaraciones a Europa 
Press.
El autor indica que vivió una infancia “casi tan turbulenta como la adolescencia” y siempre las 
recordó como novelas. Esos pasajes se transformaron poco a poco en relatos y se han convertido
en dos volúmenes en los que recobra “aquel morbo pleno de ensoñaciones y pudores sin 
nombre”.
Lo que viene después, afirma, “no es susceptible de novelarse”. “Ni me atrevo a intentarlo 
porque además no siento la menor tentación. Sólo soy el que mueve las marionetas, mi trabajo 
es pasar por invisible”, añade.
1
A Velasco no le preocupa mucho la “coincidencia estricta” de los hechos y dichos, en la medida 
en que esté “vivo el espíritu”. Según confiesa, a día de hoy, “ningún protagonista se ha 
quejado”. “A los antagonistas, afortunadamente, no los he visto, en cuyo caso temo que me 
reclamarían menos por mentiroso que por indiscreto. ¿Quién les manda pelearse con el 
narrador?”, bromea.
El atractivo de esta etapa reside en las “carencias emocionales, físicas, culturales, sociales, 
afectivas”, ante lo que uno ha de echar mano “de todos sus ingenios” para sobreponerse al 
“clima adverso” de la adolescencia. “En ese trance acaba por desvelar misterios prodigiosos, 
como sería el caso del ardor sensual, la pasión amorosa, el riesgo cotidiano”, apunta.
Si ha existido algún secreto que le haya dado pudor contar, eso ha sido razón “más que bastante 
para no censurarlo”. Precisamente, explica, el juego estaba en narrar lo que le intimidaba. 
“¿Dónde si no iba a hallar los materiales frescos para la novela?”, se pregunta Velasco.
Según sus palabras, “la adolescencia está repleta de pudores y vergüenzas, se le teme al ridículo 
como años antes a las inyecciones”. Ser novelista, en cambio, implica encontrar alguna forma 
de lujuria en la ventilación de los miedos privados, con el único objetivo de dar “vida” a la 
historia.
Velasco (Ciudad de México, 1958) es autor de Diablo Guardián, novela galardonada con el 
Premio Alfaguara de Novela en 2003), y de otros libros como Cecilia, El materialismo 
histérico, Luna llena en las rocas o Puedo explicarlo todo, publicada en 2011
Carmen Posadas regresa a la novela histórica con El testigo invisible 
 06/02/2013
La escritora uruguaya Carmen Posadas regresa a la novela histórica con su último libro El 
testigo invisible (Planeta), una visión de la revolución rusa desde los ojos de un niño, un 
deshollinador de palacio, al estilo de la serie televisiva “Downtown Abbey“, ha explicado 
Posadas en una entrevista a Europa Press.
Leonid Sednev, deshollinador imperial y después pinche de cocina, tenía 15 años la noche en la 
que militares bolcheviques ejecutaron a la familia imperial rusa dejándole escapar, hasta que a 
sus 90 años explica su visión desde sus ojos de sirviente imperial.
Leonid es un personaje real, que vivió las últimas horas de la familia imperial rusa desde los 
conductos de las chimeneas, aportando un testigo “de los de arriba y los de abajo de la casa”, lo 
que la autora ha calificado como un estilo de “Downtown Abbey”.
Para El testigo invisible (de la que puedes leer los primeros capítulos desde aquí), Posadas ha 
accedido a documentos de los servicios británicos recientemente desclasificados, y que aportan 
luz a la verdadera historia de Rasputín.
Como lectora de novela histórica, Posadas ha querido hacer una novela en la que todo sea 
“rigurosamente cierto”, sólo aportando la reconstrucción de los diálogos en el seno de la casa de
los zares.
11
http://www.planetadelibros.com/pdf/Fragmento_El_testigo_invisible.pdf
http://es.wikipedia.org/wiki/Downton_Abbey
“No me interesa cambiar la historia”, ha dicho Posadas, quien no quería hacer una novela más 
sobre falsos hechos del fin de esta era, diferenciándose así de las numerosas versiones sobre este
periodo que se han publicado.
Autora de las históricas La cinta roja y La bella Otero, Posadas ha explicado que le gusta 
mucho cambiar de género, aunque está especialmente vinculada al escenario de ésta por haberse
casado en Moscú en la época soviética, donde vivía como hija de un diplomático.
Nadie sabe que fue de Leonid al final de sus días, y basándose en la teoría de que se exilió a 
Sudamérica -la otra versión apunta que murió en las purgas de Stalin-, Posadas sitúa al anciano 
a Leonid en su ciudad natal, Montevideo.
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5- INDUSTRIAS NORIEGA, S.A. 
Pº Independencia, 240, 2º H 
Att. Dpto. Personal 
Ref: AGV 
50003 - Zaragoza 
Zaragoza, 15 de Junio de 2003 
Muy señor mío: 
Gracias por la confianza que representa el haberme seleccionado 
para el puesto de Responsable de Informática en Industrias Noriega. 
Como ya le comuniqué en la última entrevista mantenida con usted el
mespasado, estaba participando en otros procesos de selección. 
Lamentablemente la semana pasada acepté la oferta que me 
formuló Editorial Aragón, y el lunes pasado debuté como Jefe de 
Informática. El puesto que usted me ofrece es interesante, así como 
la retribución. Es una lástima que me haya comprometido ya, porque 
de haber llegado su oferta unos días antes, a estas horas sería yo 
un miembro de Industrias Noriega. De todos modos, no descarto la 
posibilidad de volverle a ofrecer mi candidatura en un futuro. 
Reitero mi agradecimiento por todas sus atenciones durante el 
proceso de selección, y por la satisfacción que me produce haber 
recibido una oferta en firme por su parte. 
Sin otro particular, le saluda atentamente, 
Julio Pérez 
6- Lic. Francisco Fernández 
Director de Proyecto BMW de México 
Blvd. Adolfo López Mateos #25 
1
http://apibeta.zeti.com/click/tnfl85s5d77ec5t9rrue4drno7/61f7b4f6afe5f5e0789d24467ccef210/?k=oferta
http://apibeta.zeti.com/click/tnfl85s5d77ec5t9rrue4drno7/c3912f26430cb1b2e437ce26b0e081b4/?k=oferta
http://apibeta.zeti.com/click/tnfl85s5d77ec5t9rrue4drno7/2c34fe94c0a048573ceffa0da6387b1b/?k=oferta
Col. Los Morales Polanco 11520 
México D.F. 
Estimado Francisco: 
Le agradezco mucho la entrevista del viernes pasado para el puesto 
de Director de Mercadotecnia en BMW. Fue muy agradable poder 
conocerlo y aprender más acerca de los objetivos de la empresa. Con 
su posicionamiento líder en el mercado automotriz, BMW es una 
oportunidad muy interesante para mí, con muchos retos que pueden 
ser muy gratificantes. 
Estoy seguro que puede ser de gran ayuda para la empresa mi 
experiencia en ingeniería junto con la de líder de proyecto. Cuando 
estuve a cargo de mercadotecnia en GM desarrollé mis habilidades de
comunicación para explicar los beneficios técnicos y funcionales de 
los coches, tanto a clientes que no conocían nada de terminología 
automotriz, como plantear las necesidades a los altos directivos de la 
empresa de un modo en que todos comprendieran fácilmente la 
situación, ya fuera personas con conocimientos técnicos o sin ellos. 
Por eso pienso que estas habilidades, junto con el liderazgo mostrado 
en mi trayectoria laboral, mi trabajo en equipo y mi dominio del inglés
y del alemán pueden ser de gran ayuda para el puesto de Director de 
Mercadotecnia. 
Le agradezco nuevamente sus atenciones y le reitero mi interés en 
trabajar en BMW como director de mercadotecnia. 
Atentamente, 
Juan A. De la fuente 
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	Literatura con vallas
	La tortuga
	La novela perfecta
	Xavier Velasco recupera la adolescencia con La edad de la punzada 10/02/2013
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