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Producción, circulación y uso de cerámica tardía en el Valle de Hualfín [Catamarca, Argentina] Iucci, María Emilia Doctor en Ciencias Naturales Dirección: Balesta, Bárbara Facultad de Ciencias Naturales y Museo 2013 Acceso en: http://naturalis.fcnym.unlp.edu.ar/id/20140310001323 Naturalis Repositorio Institucional http://naturalis.fcnym.unlp.edu.ar Universidad Nacional de La Plata Facultad de Ciencias Naturales y Museo Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional Powered by TCPDF (www.tcpdf.org) http://naturalis.fcnym.unlp.edu.ar https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/legalcode.es http://naturalis.fcnym.unlp.edu.ar http://www.tcpdf.org Facultad de Ciencias Naturales y Museo Universidad Nacional de La Plata Producción, circulación y uso de cerámica tardía en el Valle de Hualfín (Catamarca, Argentina) Trabajo de tesis para optar por el grado de Doctor en Ciencias Naturales María Emilia Iucci Dirección: Bárbara Balesta 2013 1 RESUMEN En este trabajo de tesis se presenta un acercamiento a la alfarería tardía del Valle de Hualfín (Catamarca, Argentina), con el objetivo de analizar su participación en la vida de los habitantes del valle hacia mediados del segundo milenio de la era. Específicamente, abordamos las maneras en que los alfareros se organizaban para confeccionar piezas cerámicas, las formas en que éstas se usaban, en qué contextos participaban, y en qué medida circulaban. La aproximación que planteamos retoma la interacción existente entre la coyuntura sociopolítica de ese momento particular en la zona con la práctica cotidiana de los actores, bajo la idea general de que las vasijas eran mediadoras en las diversas esferas de acción en las que las personas estaban involucradas. Por fuera de los estudios dirigidos a reconstruir algunas etapas de la manufactura alfarera, hasta el momento el tema de la producción de cerámica tardía en el Valle de Hualfín no fue incorporado a través de un abordaje particular, y los estudios orientados a determinar los usos concretos en los que las vasijas se vieron involucradas estuvieron restringidos sólo a algunas localidades. Por otro lado, el aporte a la discusión de los materiales finos no Belén no fue específico, dado que en las localidades estudiadas con mayor énfasis no tenían una representación abundante. El trabajo que presentamos, de esta manera, se realiza desde un punto de vista regional, y se toma en cuenta la alfarería recuperada en distintos sitios y localidades de valle. Se consideran, en primera instancia, los conjuntos de alfarería Belén y ordinaria, numéricamente mayoritarios, y en segunda instancia, aquellos materiales finos no Belén representados de manera minoritaria. Los fundamentos teóricos que guían el trabajo se basan en las teorías de la práctica/agencia, y en las redefiniciones en torno a lo social planteadas por Latour (2008). Para el abordaje específico de los materiales cerámicos, se tomaron algunos conceptos aportados por la Arqueología Conductual, la crítica realizada a esta concepción teórica por la Antropología de la Tecnología, y las ideas en torno a la organización de la producción artesanal y su examen crítico a partir de las otras líneas teóricas consideradas. Para la consecución del trabajo seguimos una línea metodológica centrada en el análisis de los objetos cerámicos terminados, conceptualizados -en tanto objetos- como un efecto de relaciones estabilizadas; en la definición de sus relaciones espaciales y temporales, y en las problemáticas que surgen de la explicitación de las distintas líneas teóricas planteadas. Por otra parte, la alfarería bajo examen es situada en los paisajes 2 arqueológicos del valle y en las perspectivas cronológicas propuestas en las investigaciones recientes para la época bajo análisis. Los materiales analizados se dividen en dos grandes grupos. Por un lado, aquellos de procedencia mayoritariamente funeraria pertenecientes a la Colección Muñiz Barreto del Museo de La Plata, recuperados en el marco de la VI expedición en las localidades de Puerta de Corral Quemado, El Eje, Loconte, San Fernando y Palo Blanco. Asimismo, incorporamos los relevamientos de esta colección realizados con anterioridad por otros investigadores, los cuales son retomados en esta Tesis en algunos análisis específicos. Por el otro, se encuentran los materiales excavados en diversas estructuras de los antiguos poblados, en su mayoría fragmentarios, tanto de investigaciones recientes como algunos excavados bajo la dirección de A. R. González. Los sitios considerados son Cerro Colorado, Loma de Ichanga, Pueblo Viejo de El Eje, El Molino y Loma de la Escuela Vieja; y se retoma el estudio de algunos materiales de Loma de los Antiguos que habían sido previamente analizados. Los trabajos desarrollados con los materiales se centran, en primer lugar, en el examen de la variabilidad morfológica y dimensional de las vasijas. Específicamente, nos involucramos en una clasificación del conjunto ordinario y en una reelaboración para el conjunto Belén, en el análisis en detalle de la variabilidad que asumen los sectores morfológicos definidos para cada grupo cerámico, así como de la diversidad de tamaños y la variación morfométrica que pueden adoptar los conjuntos de piezas como variables para el estudio de la estandarización alfarera. En segundo lugar, la composición es abordada desde el estudio petrográfico de las pastas y el análisis por activación neutrónica, en conjunto con la comparación con el ambiente geológico. En tercer lugar, se implementan distintas vías de análisis para acceder a un panorama general de los principales usos intencionales y efectivos que podrían haber tenido las piezas sobre las que trabajamos, partiendo de algunas cualidades de performance de las vasijas y del análisis de las huellas de uso. Finalmente, se presenta una aproximación general a los contextos finales de uso de los objetos cerámicos analizados, y se realiza una revisión de la distribuciones y cantidades de los diferentes tipos de piezas cerámicas en los diversos contextos analizados. Los análisis implementados nos permiten diferenciar la producción y el uso de la alfarería ordinaria de la Belén, y nos conducen a plantear una modalidad de producción de ambos conjuntos tanto en el ámbito doméstico, principalmente para los sitios con asentamientos de modalidades dispersas, como en pequeños talleres con pocos alfareros por asentamiento en aquellos sitios de ocupación más concentrada. Los usos de los distintos recipientes atraviesan el conjunto de prácticas en las que los contenedores pudieron verse involucrados, prácticamente no se registran casos de fabricación de recipientes específicos para ámbitos prácticos particulares. El conjunto de alfarería fina no Belén, probablemente en su mayoría de manufactura no local, presenta distribuciones diferenciales, y su presencia mucho más frecuente en algunos sitios, puede relacionarse con localizaciones en las que existió una mayor circulación de personas y un vinculo más estrecho con las instalaciones inkaicas del valle. 3 ABSTRACT In this work an approach to late pottery from Valle de Hualfín (Catamarca, Argentina) is presented, with the main objective of analyzing its participation in the life of the mid-way second millennia valley’s inhabitants. Specifically, we inspect the ways in which potters organized themselves for pottery’s manufacture, how the vessels were used, in what specific contexts they participated and how they circulated, from a point of view engaged with the interaction between the sociopolitical situation by that moment in the zone and the actor’s daily practice, supported in the general idea that vessels were mediators in the different action spheres in which persons weremutually associated. The investigation that follows is carried out in a regional perspective, and pottery recovered in a variety of settlements and situations is considered. Thus, we examine Belén and ordinary pottery, the main ensembles in terms of number of vessels and, in second place, fine non-Belén pottery found in fewer number. Theoretical bases which guide this work considers practice/agency studies, and the arguments related to “the social” conducted by Latour (2008). The specific treatment of ceramic materials is based on some notions from Conductual Archaeology, the critics made to this conception by the line of Anthropology of technology; and the ideas on craft production organization and its critical review that can be made from the other theoretical lines examined. For de consecution of the work we focus on the finished ceramic objects, conceptualized as an effect of stabilized relations; on the definition of its spatial and chronological relations, and on the subjects that emerge from the different theoretical approaches outlined. Pottery under analysis is situated, in addition, in the archaeological landscapes of the valley and, in this context, we analize some topics related to the different points of view respect the social order. Two big groups of ceramic materials are analyzed. First, we take an assemblage of mainly funerary origins, which corresponds to Benjamin Muñiz Barreto Collection, from Museo de La Plata (Facultad de Ciencias Naturales y Museo, UNLP), recovered during VI expedition to the valley, in the present places of Puerta de Corral Quemado, El Eje, Loconte, San Fernando and Palo Blanco. Second, we consider generally fragmentary excavated materials in different ancient archaeological settlements (Cerro Colorado, Loma de Ichanga, Pueblo Viejo de El Eje, El Molino and Loma de la Escuela Vieja), and we also incorporate a set of materials from Loma de los Antiguos, recently analyzed. 4 The different studies carried out are focused in the examination of morphological and dimensional variability, we introduce a classification for the ordinary set and a re-elaboration for the Belén vessel set; and we analyze the variability of morphological zones for each ceramic group, the size ranges and the morphometrical variation for the study of ceramic standardization. Composition studies are conducted trough petrographical and neutron activation analysis, which are considered in a close relation with geological environment. Different lines to study main intentional and definite uses are presented trough the study of performance characteristics and wear-uses traces. Finally, a general view to final contexts of use is outlined, and an analysis of distribution and amounts of ceramic objects is made. Results allow us differentiate production and use of ordinary pottery than that of Belén pottery, and suggest a pottery production domestic way, mainly in those dispersed settlements, simultaneously with a small workshops production mode with few potters in bigger and concentrated settlements. The uses of different recipients cross the set of practices in which ceramic containers could have been involved, in a way that we can’t distinguish the elaboration of specific ceramic containers for particular practice spheres. Fine non-Belén pottery, probably mainly of nonlocal manufacture, present differential distributions, and its greater frequency in specific zones and sites can be related with an important people circulation and with Inka settlings in the surroundings. 5 AGRADECIMIENTOS Concretar esta tesis doctoral fue posible solo gracias al apoyo, compromiso, perseverancia y dedicación de muchas personas que estuvieron de distinta manera involucradas en mi trabajo a lo largo de todo este tiempo. El CONICET, la Universidad Nacional de La Plata, la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la UNLP y la Agencia Nacional de Promoción Científica y Técnica fueron los organismos en el marco de los cuales tuve acceso a becas doctorales y a financiamiento directo e indirecto que permitieron la realización de los viajes de campaña y estudios técnicos de laboratorio cuyos resultados son aquí presentados. Entre las personas que participaron directamente de este trabajo quiero agradecer, en primer lugar, a Bárbara Balesta, mi directora, cuya mirada sobre los pueblos que habitaron el Noroeste prehispánico me motivó a trabajar en Arqueología, y quien confió en mí para darle continuidad al estudio de la alfarería del Valle de Hualfín, orientando muchas de las ideas que aquí se expresan. Nora Zagorodny guió mis primeros pasos con el microscopio petrográfico y me acompañó en todo este trayecto con gran parte de sus pensamientos e ideas con respecto a la cerámica, principalmente en relación a los niveles de análisis tecnológicos y ambientales, parte de los cuales se hicieron efectivos en la elección de los materiales de estudio y en los resultados expuestos en este trabajo. También compartió materiales, registros y trabajos previos, algunos de ellos inéditos, que contribuyeron a darle mayor alcance a los estudios de petrografía cerámica y análisis por activación neutrónica. El empeño permanente de la dupla Balesta-Zagorodny para abrir, buscar, renovar, generar, retomar, mantener y continuar en lo que hace tanto a los quehaceres propios de la investigación como en todo lo que la rodea es un aporte valiosísimo que permitió darle continuidad al grupo de trabajo. A las dos les agradezco el aliento y el cariño permanente durante todos estos años de trabajo. A Martín Morosi quiero agradecerle muy especialmente su dedicación, disponibilidad, paciencia infinita y horas invertidas en el microscopio y en la corrección de manuscritos, sin perder jamás la afabilidad que lo caracteriza. 6 Celeste Valencia y Marina Flores, además de compartir trabajo, información, puntos de vista y preguntas, me brindaron su amistad, charlas y momentos de catarsis. Sin Marina, además, difícilmente hubiera superado las clases introductorias de Mineralogía y Sedimentología. ¡Gracias chicas por todo el apoyo y cariño!. Leandro Fantuzzi, además de facilitarme bibliografía, aportó ideas y comentarios sobre distintos aspectos abordados en esta tesis. Leandro, Valentín Val, Manuel López Mateo, Raúl González Dubox y Juan Manuel Sallés contribuyeron en las excavaciones de algunos de los sitios cuyos materiales se analizan en esta tesis, y fundamentalmente aportaron un gran sentido del humor y una grata compañía en los trabajos de campo. Raúl y Manuel participaron en distintos momentos de los relevamientos de la Colección Muñiz Barreto y, al igual que Juan, Madalen Dabadie, Huilen Delaloye y Natalia Ferrari colaboraron en la limpieza, ordenamiento y remontaje de algunos de los materiales examinados. Mis vecinas de Laboratorio, Clara Paleo, Mercedes Pérez Meroni, Soledad García, Fernanda Day Pilaría y Angie Uvietta fueron un apoyo permanente y aportaron una buena dosis de alegría, buen humor y contención. Norberto Uriz, Claudia Cavarozzi, Cristina Volzone, Grabriela Cohelo dos Santos y Lucía Gómez Peral colaboraron generosamente y con un gran interés en la comprensión e interpretación de distintos problemas relacionados con los estudios químicos y los componentes de las pastas cerámicas, e Iván Pérez con algunos lineamientos para los análisis estadísticos. Rita Plá y el Equipo de Técnicas Analíticas Nucleares realizaron los análisis por activación neutrónica y los primeros ensayos estadísticos con los resultados. Jorge Kraydeberg y Gabriel Alarcón, técnicos de la División Arqueología del Museo de La Plata, buscaron y acondicionaron pacientemente cada una de las vasijas de la Colección Muñiz Barreto relevadas. María Delia Arena fotografió las primeras piezas que relevé e hizo valiosas sugerencias para mis propias fotografías. Además hurgó en su memoria para recordar las excavaciones en El Molino,datos que fueron importantes en distintas interpretaciones. Guillermina Couso contribuyó generosamente con bibliografía. César Carrizo fue un gran gestor en Belén y La Ciénaga, nos acompañó en las prospecciones y excavaciones y nos divirtió con sus ironías. El cariño, hospitalidad y calidez de Ester, Manuel, Eli, Marcos y Aldana hicieron que añorara tanto la casa de la familia Sarapura, nuestro hogar en La Ciénaga, como mi propia casa. Tomy nos acompañó alegremente en la mayor parte de los trabajos de campo. Gaby colaboró enormemente para que todo estuviera en orden. Alejandra, una gran amiga, ayudó en los primeros tiempos con el cuidado de Andrés. Si de amigos se trata, La secta entera es un sostén enorme en mi vida y un inmenso refugio. Cata me acompañó todo el tiempo a mis pies y mirando siempre con sus ojos comprensivos. A mi extensa familia política, Yuyo, cuñad@s, concuñad@s y sobrin@s, les agradezco todo el cariño, lo amorosos que son con Andrés y ese increíble sentido del humor -negro- que saben tener en toda clases de circunstancias. El apoyo y empuje de mis padres, Alicia y Carlos; y hermanos, Aníbal y Matías, es inconmensurable y se los agradezco profundamente. Yami es una enorme compañera, y Leti también lo fue todos estos años. Julia y Clara son dos soles hermosos. Ustedes saben todo lo que los quiero. 7 Durante todo este tiempo, Federico Wynveldt hizo los Análisis de Componentes Principales, viajes de ida y vuelta al jardín, viajes de campaña, calibró fechados radiocarbónicos, jugó a la pelota, editó párrafos confusos, hizo mandados, fue al pediatra, dibujó planos, preparó clases, arregló computadoras y enchufes, se entusiasmó una y otra vez con la Arqueología del Noroeste, hizo mudanzas, se levantó a la noche para atender a Andrés, buscó información y detalles infinitos, restauró meccanos, dejó que le diera vuelta algunos de sus planteos en relación a la cerámica y tuvo siempre un motor de repuesto para cuando me quedaba sin energía. Todo esto en un orden similar o algo más caótico que hizo que nunca estuviéramos aburridos. Gracias Fede por ser el mejor de los compañeros, por confiar en mí más que yo misma, por quererme tanto y por haberme acompañado en todo este recorrido. Andrés me ilumina los días. Siempre te voy a agradecer por haberme prestado tanto tiempo de mimos, charlas y juegos. 9 ÍNDICE RESUMEN .................................................................................................................................................................. 1 ABSTRACT ................................................................................................................................................................. 3 AGRADECIMIENTOS ..................................................................................................................................................... 5 PRINCIPALES ABREVIATURAS .................................................................................................................................... 13 INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................................................ 15 Organización de la tesis ............................................................................................................................. 20 CAPÍTULO 1. LA DEFINICIÓN DEL PUNTO DE VISTA ............................................................................................... 23 Los enfoques teóricos clásicos en la Arqueología del Noroeste .......................................... 23 Estructura, agentes, habitus y prácticas. De la Teoría Social a la Arqueología contemporánea ............................................................................................................................................. 27 Lo social y la sociología de las asociaciones en Latour .......................................................... 31 Aproximaciones a los estudios de los materiales cerámicos ................................................ 34 ¿Cómo abordar lo social con objetos cerámicos como punto de partida? ................... 43 CAPÍTULO 2. EL PAISAJE DEL VALLE DE HUALFÍN HACIA MEDIADOS DEL SEGUNDO MILENIO D.C ............ 47 El Valle de Hualfín. Esquemas de periodización y primeras definiciones de las sociedades tardías del NOA ................................................... 48 Cuadros cronológicos, periodización y contextos culturales .......................................................... 48 El contexto cultural Belén ........................................................................................................................... 51 La dimensión espacial del paisaje y su vínculo con la cultura material. Poblados, espacios de vivienda y estructuras funerarias ..................................... 54 El Valle de Hualfín ......................................................................................................................................... 54 Los antiguos poblados ............................................................................................................................... 57 La revisión de la dimensión temporal Nuevos fechados e interpretaciones cronológicas ..................................................................... 75 Las poblaciones tardías del Valle de Hualfín a la luz de los estudios recientes: La coyuntura política y la vida cotidiana hacia los siglos XIV, XV y XVI .................................. 80 CAPÍTULO 3. LINEAMIENTOS METODOLÓGICOS Y TÉCNICAS DE TRABAJO CON LOS MATERIALES ................................................................................................................................................. 85 Criterios para la conformación de la muestra, la recuperación de materiales cerámicos y muestra analizada ................................................ 86 Reconstruyendo vasijas ............................................................................................................................ 91 Forma, sistemas de clasificación y nomenclatura ....................................................................... 92 10 Principales términos empleados para la caracterización de las vasijas ...................................... 93 Estudios morfológicos y métricos ........................................................................................................ 96 Estudios composicionales ....................................................................................................................... 97 CAPÍTULO 4. LA CERÁMICA TARDÍA DEL VALLE DE HUALFÍN EN EL ÁMBITO DE LA FUNEBRIA ....................... 99 La Colección Muñiz Barreto del Museo de La Plata ................................................................... 99 Aproximación metodológica para el trabajo con la colección .............................................. 101 El soporte documental consultado y algunos problemas para la interpretación ...................... 104 La sexta expedición y las tumbas del sector norte del Valle de Hualfín ........................... 109 Sepulcros de Puerta de Corral Quemado ........................................................................................ 115 Sepulcros de la Quebrada de Loconte .............................................................................................. 148 Sepulcros de El Eje ...................................................................................................................................... 150 Sepulcros de San Fernando ...................................................................................................................151 Sepulcros de Palo Blanco ........................................................................................................................ 155 Entierros en estructuras domésticas .................................................................................................. 160 Análisis de los contextos funerarios .................................................................................................... 162 Estructuras funerarias ................................................................................................................................................... 163 Asociaciones y distribución de piezas ................................................................................................................. 166 Cantidad de individuos y su relación con la cantidad de objetos por tumba ................................. 171 Algunas consideraciones finales del capítulo ................................................................................ 173 Tablas complementarias del Capítulo 4 ............................................................................................... 176 CAPÍTULO 5. CARACTERIZACIÓN DE LA CERÁMICA DE LOS POBLADOS EXCAVADOS ...................................... 187 Grupo Cerro Colorado ................................................................................................................................ 192 Loma de Ichanga ......................................................................................................................................... 206 El Molino ........................................................................................................................................................... 211 Loma de la Escuela Vieja ......................................................................................................................... 230 Pueblo Viejo de El Eje ................................................................................................................................. 234 Estructuras, tipos y cantidades de cerámica .................................................................................. 242 CAPÍTULO 6. ANÁLISIS DE LAS FORMAS Y DIMENSIONES .................................................................................... 254 La forma y el tamaño como disparadores de problemas arqueológicos ........................ 246 La uniformidad métrica como variable para el estudio de la organización de la producción alfarera ................................................................... 246 La medición de la variabilidad dimensional ......................................................................................... 249 Aproximación técnica al análisis de la forma y las dimensiones de la cerámica ordinaria ........................................................................................................................... 251 Morfología de las zonas diagnósticas de las vasijas ordinarias ..................................................... 254 Variabilidad morfológica de la alfarería ordinaria ............................................................................... 261 Variabilidad métrica general de la alfarería ordinaria ........................................................................ 263 Principales grupos y tipos de piezas del conjunto ordinario ........................................................... 268 Modelados e imágenes pintadas en la alfarería ordinaria ........................................................ 289 11 Cerámica Belén ............................................................................................................................................. 291 Variantes de la forma en las tinajas Belén ............................................................................................ 293 Variabilidad métrica de las tinajas Belén .............................................................................................. 302 Análisis morfométrico multivariado de las tinajas Belén .................................................................. 305 Análisis de los Coeficientes de variación de las tinajas Belén ......................................................... 312 Tinajas Belén de forma excepcional y grupos de tinajas ................................................................. 317 Cerámica Belén. Pucos ............................................................................................................................. 319 Nota sobre las representaciones de quirquinchos en los pucos ................................................... 323 Variabilidad métrica de los pucos Belén ............................................................................................... 327 Análisis morfométrico multivariado para los pucos Belén ............................................................... 330 Cerámica Belén. Ollas y otras formas ................................................................................................ 333 Formas, medidas, alfareros y prácticas de manufactura ......................................................... 339 CAPÍTULO 7. ESTUDIOS COMPOSICIONALES ......................................................................................................... 345 Organización de la producción, materias primas, procedencia y técnicas de estudio ..................................................................................................................................... 346 Caracterización del ambiente geológico y fuentes potenciales de materias primas ............................................................................................................................................ 349 Petrografía y AAN en la cerámica tardía de la zona .................................................................... 354 PETROGRAFÍA ........................................................................................................................................................... 356 Aproximación técnica al análisis petrográfico ............................................................................... 356 Caracterización de la pasta y matriz ....................................................................................................... 358 Caracterización de las inclusiones ........................................................................................................................ 359 Definición de la muestra ........................................................................................................................... 351 Resultados del análisis petrográfico ................................................................................................... 353 Cerámica ordinaria .......................................................................................................................................... 355 Cerámica Belén ............................................................................................................................................ 375 Santa María y otros tipos cerámicos ...................................................................................................... 394 Una mirada de conjunto a las pastas analizadas ........................................................................ 400 ANÁLISIS POR ACTIVACIÓN NEUTRÓNICA .......................................................................................................... 406 Selección y preparación de las muestras para el análisis ....................................................... 406 Metodologíade análisis ............................................................................................................................ 407 Resultados ....................................................................................................................................................... 408 Síntesis para el AAN y conclusiones generales del capítulo .................................................. 427 CAPÍTULO 8. APROXIMACIONES AL USO CERÁMICO ............................................................................................. 431 Alternativas analíticas para los estudios de uso de las vasijas ............................................. 431 Propiedades de performance y usos posibles .................................................................................... 433 Análisis de las huellas de uso efectivo ................................................................................................... 440 Atributos de las pastas y paredes en el conjunto ordinario y Belén estudiado ............. 445 Vasijas ordinarias y usos posibles en base a las morfologías y tamaños ....................... 450 Marcas de abrasión y depósitos de hollín en las vasijas ordinarias ................................... 453 12 Las distintas propuestas de uso de la alfarería Belén ................................................................ 462 Huellas de uso en la alfarería Belén ................................................................................................... 465 Huellas en otros tipos de alfarerías ..................................................................................................... 472 Comentarios finales sobre el uso ......................................................................................................... 473 CAPÍTULO 9. SITUACIONES FINALES DE USO, PRODUCCIÓN Y CIRCULACIÓN DE PIEZAS EN LOS PAISAJES DEL VALLE .............................................................................................................................................................................. 477 Principales resultados obteidos en el estudio de la cerámica .............................................. 478 Lugares de vivienda, entierros y cerámica. La participación de la alfarería en distintos ámbitos de la vida de los habitantes del valle ..................................................... 491 CAPÍTULO 10. LA PARTICIPACIÓN DE LA ALFARERÍA EN LA VIDA DE LOS HABITANTES DEL VALLE DE HUALFÍN ENTRE LOS SIGLOS XVIII Y XV. UNA PERSPECTIVA DE LA CERÁMICA EN RELACIÓN ............................................................................................................................................. 511 BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................................................................... 519 13 PRINCIPALES ABREBIATURAS SITIOS CC= Cerro Colorado LR= Lajas Rojas LI= Loma de Ichanga LA= Loma de los Antiguos EM= El Molino EE= Pueblo Viejo de El Eje EM= El Molino CCH= Cerro Colorado de Hualfín LOCALIDADES LC= La Ciénaga As= Asampay Y= Yacotula LAg= La Aguada PB= Palo Blanco EE= El Eje SF= San Fernando H= Hualfín Loc= Loconte PCQ= Puerta de Corral Quemado AV= Agua Verde CCoH= Cerro Colorado de Hualfín CQ= Corral Quemado LN= Los Nacimientos CERAMICA Be= Belén ORD= Ordinaria SM= Santa María Smod= Pucos con serpiente modelada San= Sanagasta FNG= Famabalsto Negro Grabado FNR= Famabalasto Negro sobre Rojo Ik= Inka Fig= Figurina Quir= quirquincho Indet.= sin determinar COLECCIÓN CMB= Colección Muñiz Barreto (Museo de La Plata, Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata) MCH= Museo Cóndor Huasi (Belén, Catamarca) 15 INTRODUCCIÓN A mediados del segundo milenio de la era, los materiales cerámicos elaborados por los artesanos y artesanas del Valle de Hualfín encontraron una amplia expresión en distintas clases de vasijas. Mientras era elaborada, y una vez terminada, la cerámica se constituía en partícipe de la mayor parte de las prácticas sociales en las que estaban involucrados los habitantes del valle. Las tinajas, pucos, ollas, figurinas, torteros, vasijas pulidas, rugosas, coloreadas y tiznadas pasaron, de esta manera, a ser mediadoras en los paisajes locales de la época. ¿En qué ámbitos específicos de la vida de las poblaciones del valle podemos encontrar a la cerámica? ¿Cómo aproximarnos a los mundos particulares en los que la alfarería intervenía? ¿Cuál es el sentido que puede darse a la variabilidad existente en las distintas clases de vasijas? En base a estas preguntas disparadoras, a lo largo de este trabajo intentaremos dar cuenta de las maneras en que los alfareros se organizaban para confeccionar piezas cerámicas, las formas en que éstas se usaban, en qué contextos participaban, y en qué medida circulaban durante los momentos finales del desarrollo cultural prehispánico del valle. Los estudios arqueológicos de la mayor parte del siglo XX sobre el Valle de Hualfín centraron su atención en las tinajas o urnas Belén. Los primeros trabajos (Lafone Quevedo 1892, 1908; Bruch 1902, 1911; Outes 1907, Bregante 1926) estaban dirigidos principalmente a la identificación de las características que definirían a estas vasijas, las cuales constituían parte de los materiales que empezaban a ocupar los depósitos y vitrinas de los museos, principalmente del Museo de La Plata y el Museo Etnográfico de Buenos Aires. A partir de mediados de siglo, fueron utilizadas como un rasgo indicador de la presencia de una cultura particular, la Belén, en un momento determinado, el Período Tardío y, posteriormente, identificadas con una organización sociopolítica específica: los señoríos. Estas premisas estaban fundadas en la distribución espacial de las urnas, su contexto arqueológico, los fechados radiocarbónicos y un bagaje teórico generalizado en relación a las ideas de la Escuela Histórica-Cultural norteamericana 16 y la evolución de la complejidad social (e.g. Bennett et al. 1948, González 1955, González y Cowgill 1975, Sempé 1981, 1999). Además, habían sido el producto de trabajos de campo intensivos que se abocaban a la prospección y excavación de recintos de poblados, a los que A. R. González les había dado un fuerte impulso. Estas ideas, que arraigaron profundamente en el pensamiento de la arqueología del Noroeste, constituyeron en ese momento un esfuerzo sistemático para ordenar las grandes cantidades de materiales que habían sido trasladados previamente a los museos a raíz de los viajes de naturalistas y de los expedicionarios financiados por coleccionistas, en particular por B. M. Barreto. Por otra parte, permitieron ajustar las dimensiones espaciales y temporales de las sociedades que habitaban la zona durante la época prehispánica dado que, con anterioridad, el desarrollo de esas sociedades había quedado aplanado bajo la idea de la escasa profundidad temporal de las poblaciones del Noroeste y la amplificación de lo diaguita como filiación étnica predominante (Boman 1923, Palavecino 1948, Márquez Miranda 1946, Serrano 1942). No obstante, la definición de la cultura Belén enunciada por González (1955, 1979, entre otros), interpretaba a las poblaciones del valle como un grupo cerrado, internamente homogéneo y con un desarrollo en el tiempo en sentido evolutivo hacia un aumento en la complejidad social. Esta cultura se diferenciaba de otras por el hecho de que era portadora de una serie de elementos materiales -entre los que la cerámica ocupaba un papel fundamental como elemento distintivo- ubicados en espacios geográficos o temporales restringidos y estáticos. En ese momento, González hacía alusiones a algunos aspectos relacionados con laadopción y cambio de las tecnologías, pero el contexto teórico en el que estaba fundado veía a la cultura material como algo que “se tiene” y no como algo que es, de hecho, continuamente creado y recreado por actores sociales en situaciones sociohistóricas particulares. Por otra parte, y en relación con una mayor atención que habían recibido en ese momento los materiales más tempranos, tanto por parte de González (1956, 1963, 1998; González y Baldini 1991) como por Sempé (1993); u otras alfarerías contemporáneas, como la Santa María (Podestá y Perrota 1973, 1976, Weber 1978), la cerámica Belén no había sido objeto de estudios específicos y permaneció largamente como una idea borrosa (Wynveldt 2009a; Wynveldt y Iucci 2009). Este problema tuvo la consecuencia de que muchas de las afirmaciones sobre la cerámica tardía del Valle de Hualfín que permearon en el pensamiento de la Arqueología del Noroeste estuvieron asentadas en los estudios pioneros o generalistas como los de Bregante (1926) y Serrano (1958), y más enfáticamente en la propuesta de la evolución de la cultura Belén realizada por parte de González (1955) en base al patrón de asentamiento y algunas generalidades observadas en vasijas particulares. Un ejemplo de esto lo constituye la definición de tres fases para la cerámica Belén, que no fue sostenida a partir del análisis de conjuntos numerosos de piezas ni explicitada en publicaciones éditas. Más recientemente, y en consonancia con un profundo cambio en la mirada teórica hacia las poblaciones prehispánicas tardías suscitado en el campo de la Arqueología del Noroeste, se generó una renovación en el entendimiento de la materialidad y en la conceptualización de las sociedades que habitaban la zona. Este cambio implicó la adopción de diferentes puntos de vista 17 en los que los objetos cerámicos, lejos de ser el reflejo de unidades culturales cerradas, eran producidos y se encontraban activamente relacionados en la vida social prehispánica. En este sentido, los trabajos recientes en relación a los materiales cerámicos tardíos del Valle de Hualfín se enfocaron, entre otras temáticas, en la definición sistemática del universo cerámico Belén. Estos estudios se basaron en muestras numerosas de piezas de procedencia funeraria de la Colección Muñiz Barreto del Museo de La Plata, especialmente del sector sudoeste y oeste del valle, y de las excavaciones del sitio Loma de los Antiguos de Asampay. Los abordajes se realizaron desde distintas líneas de evidencia -tecnológicas, morfológicas, métricas, decorativas y a partir de algunos aspectos ligados al uso- y estuvieron fundados en el planteo de que los alfareros trasladan percepciones del mundo material al de las ideas, y que estas ideas se materializan en los distintos pasos de la manufactura alfarera (Wynveldt et al. 2006, Wynveldt 2007a, 2008, 2009a, b; Zagorodny et al. 2010a). Los estudios cerámicos estuvieron enmarcados, a su vez, en una aproximación al paisaje entendido como un conjunto de relaciones situadas en el ámbito práctico de lo social (Wynveldt y Balesta 2009). Paralelamente, se presentaron análisis de otros conjuntos cerámicos de colección de la alfarería Belén procedente del valle, realizados tanto desde el punto de vista estilístico e iconográfico como morfológico y métrico (Basile 2005, 2009; Puente y Quiroga 2007, Quiroga y Puente 2007). Desde distintas aproximaciones, estos trabajos contribuyeron en gran medida en la definición de este grupo cerámico, en la revisión crítica de las ideas previas acerca del Período Tardío y su relación con los conjuntos alfareros, y en la definición de una mirada situada más cerca de las prácticas sociales. Asimismo, los estudios llevados a cabo a partir de las instalaciones inkaicas en el valle y en zonas cercanas (Giovannetti 2009, Lynch 2011, Moralejo 2011) aportaron una discusión sobre la compleja coyuntura sociopolítica de la época en la zona. Por fuera de los estudios dirigidos a reconstruir algunas etapas de la manufactura alfarera, el tema de la producción de cerámica tardía en el Valle de Hualfín no fue incorporado a través de un abordaje específico, y los estudios orientados a determinar los usos concretos en los que las vasijas se vieron involucradas estuvieron restringidos sólo a algunas localidades. Por otro lado, el aporte a la discusión de los materiales finos no Belén no fue específico, dado que en las localidades estudiadas con mayor énfasis no tenían una representación abundante. Con el objetivo general de rastrear la participación de la alfarería en los modos de vida de los habitantes del Valle de Hualfín hacia mediados del segundo milenio de la era, en este trabajo nos proponemos indagar quiénes eran los artesanos, cómo se organizaba el trabajo alfarero, cómo se usaban las piezas cerámicas y en cuáles situaciones. La aproximación que planteamos pretende retomar la interacción existente entre la coyuntura sociopolítica de ese momento particular en la zona con la práctica cotidiana de los actores, bajo la idea general de que las vasijas eran mediadoras en las diversas esferas de acción en las que las personas estaban asociadas entre sí. 18 Los objetivos específicos del presente trabajo de tesis son: * Caracterizar la cerámica tardía del Valle de Hualfín recuperada en entierros, estructuras domésticas y poblados, teniendo en cuenta los aspectos morfológicos y métricos, composicionales y distribucionales. * Analizar la variabilidad morfológica, métrica y composicional, y su relación con las temáticas de la procedencia cerámica, la organización de la producción alfarera y los vínculos entre alfareros, cerámica y usuarios. * Analizar posibilidades y prácticas efectivas de uso a través de la determinación de características de performance (a partir del análisis del diseño morfológico, métrico y tecnológico), huellas de usos concretos y situaciones contextuales de los momentos finales de uso. * Identificar la posible circulación de vasijas a partir de los análisis de procedencia y de la definición de los contextos de asociación entre distintos tipos cerámicos. Para la consecución del trabajo seguimos una línea metodológica centrada en el análisis de los objetos cerámicos terminados, conceptualizados -en tanto objetos- como un efecto de relaciones (Law 2000). En un sentido, configuran un conjunto de propiedades internas estabilizadas a partir de las prácticas de manufactura, e integran, a su vez, asociaciones con objetos homólogos -otras vasijas-. En otro sentido, mientras son sostenidos por un entorno estable de relaciones (con otros objetos, personas y situaciones), atraviesan una red y se mueven en ella, por lo cual se pueden producir cambios y transformaciones. Desde este punto de vista, pastas, dimensiones, formas, alfareros, usuarios, contenidos, espacios y vínculos sociopolíticos pueden conjugarse para conformar un ensamblado estable en la medida en que sus relaciones no cambien. Para acercarnos a este ensamblado en el que las vasijas participaban, siguiendo los lineamientos de Latour (2008), consideramos necesario identificar a los participantes y sus relaciones. La elección de las localidades y sitios cuyos materiales serán analizados tiene distintos fundamentos. Por un lado, el antecedente previo inmediato del estudio de la alfarería tardía se enfocó en el sector sudoeste y oeste del valle (Wynveldt 2007a, 2007b, 2008, 2009a, 2009b); en este sentido, se incorporan aquí sectores espaciales que no habían sido anteriormente estudiados. Por otra parte, el desarrollo de esta tesis va de la mano con las actividades recientes llevadas a cabo en el marco de distintos proyectos de investigación, orientados a alcanzar una perspectiva integrada de conjunto de la zona. Finalmente, el corpus para este trabajo también se relaciona con la posibilidad de analizar materiales de excavaciones previas dirigidas por A. R. González en el Valle de Hualfín. Enesta línea, los materiales analizados fueron seleccionados de una serie de contextos diferentes que representan las distintas modalidades de depositación y conservación del registro, y que permiten aproximarse a una variedad de prácticas en las que las vasijas cerámicas participaban. Por un lado, se relevó un conjunto de piezas cerámicas tardías recuperadas en contextos funerarios de la colección Muñiz Barreto del Museo de La Plata, junto con el soporte 19 documental que las acompaña y da cuenta del contexto arqueológico de donde fueron extraídas y de la localidad de procedencia de cada una de ellas. Y por el otro, se trabajó con cerámica procedente de la excavación y recolección superficial de poblados arqueológicos tardíos. La recuperación de ambos grupos de materiales, a su vez, fue realizada en diferentes momentos, bajo diversos proyectos y direcciones de investigación, y por lo tanto cuentan con un grado de documentación diverso. Estrechamente relacionado al tema de los estudios de A. R. González en el valle, el Laboratorio de Análisis Cerámico de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata se transformó en uno de los distintos depósitos donde fueron alojados algunos de los materiales de sus excavaciones y recolecciones superficiales. Entre ellos, parte de los conjuntos analizados para la definición de la secuencia cronológica del Noroeste argentino, como restos antracológicos y zooarqueológicos a partir de los cuales se obtuvieron los primeros fechados (González y Cowgill 1975) y la cerámica asociada. Estos conjuntos habían sido recogidos en trabajos llevados a cabo durante las campañas arqueológicas efectuadas por González entre 1952 y 1969, en las que excavaron bajo su dirección M. D. Arena, M. C. Sempé, C. Podestá, A. Rizzo y H. D’Antoni, entre otros. En ese momento, estos materiales fueron limpiados y rotulados, y algunos fragmentos aislados remontados. Con posterioridad a su recuperación, sufrieron diversos traslados hasta que fueron depositados en el mencionado laboratorio. En el momento de escritura del presente trabajo, se llevó a cabo un nuevo cambio de ubicación. Con respecto a la abundante alfarería que formaba parte de estos conjuntos, solo fueron realizadas algunas referencias por parte de González sobre los tipos cerámicos hallados en los sitios (González y Cowgill 1975), un informe no publicado de Sempé (1982) en el que se recuentan las cantidades de materiales por tipo cerámico, estructura excavada y sitio; y una breve reseña de González y Sempé (2007). No fue sino hasta 2005 que comenzaron a publicarse estudios en profundidad, realizados principalmente por F. Wynveldt, quien analizó los materiales del sitio Loma de los Antiguos de Asampay que pudieron ser localizados (Wynveldt 2007a, 2008, 2009a, Wynveldt et al. 2006). De esta manera, en relación a los sitios tardíos excavados por González, a excepción de los materiales de Loma de los Antiguos, quedó pendiente para su estudio una vasta colección de cerámica. De estos conjuntos forman parte fragmentos y piezas Belén y Santa María, recuperadas principalmente en los sitios Pueblo Viejo de El Eje y El Molino, pero también un amplio corpus de cerámica ordinaria que, si bien fue solapada bajo este nombre en la bibliografía, representa un diverso e interesante conjunto para trazar relaciones entre los alfareros productores, la funcionalidad, las cronologías absolutas y relativas y otras variadas relaciones. Por lo tanto, una de las ideas que orientaron el este trabajo fue la de presentar en detalle algunos de estos conjuntos de materiales en base a los cuales González fundó sus interpretaciones sobre las sociedades del valle y que posibilitaron la crítica o la ratificación de algunas de sus ideas. No podemos dejar de señalar que algunos de los conjuntos probablemente no se encuentran completos y que los registros de las excavaciones no pudieron localizarse. 20 Por otra parte, luego de un importante intervalo en las investigaciones -con algunas excepciones aisladas-, recientemente se realizaron nuevas prospecciones, excavaciones y relevamientos de sitios. Estas investigaciones se enfocaron tanto en sitios que ya habían sido registrados por González y Sempé en distintos momentos, como en numerosos asentamientos tardíos hasta el momento desconocidos en el ámbito académico, hallados como producto de las nuevas prospecciones, que contribuyeron a ampliar y complejizar el mapa arqueológico de la zona. Considerando el precedente reciente del estudio de la alfarería del sitio Loma de los Antiguos, en este trabajo retomamos los correspondientes al sitio Cerro Colorado y Loma de Ichanga de La Ciénaga, y Loma de la Escuela Vieja de Puerta de Corral Quemado. ORGANIZACIÓN DE LA TESIS En virtud de la modalidad de análisis elegida, centrada en los objetos cerámicos terminados, en la definición de sus relaciones espaciales y temporales, y en las problemáticas que surgen de la explicitación de algunas de las relaciones en las que la alfarería se hallaba inmersa, se realiza, en primer lugar, la presentación del enfoque teórico general propuesto. Posteriormente, se presentan las principales ideas sobre el orden social para la época en la zona, a partir de las interpretaciones generadas por las investigaciones precedentes y recientes, y nos detenemos en la caracterización del valle, los sitios estudiados y la discusión de la cronología. Luego nos enfocamos en el despliegue de materiales, y a continuación en los análisis técnicos específicos aplicados, presentando la discusión de algunos temas clave en la investigación cerámica - uniformidad dimensional, estudios de procedencia y uso cerámico. Por último se presenta una revisión de algunas relaciones posibles de ser rastreadas entre los materiales cerámicos y los lugares finales de uso. De esta manera, en el Capítulo 1 se realiza una sucinta discusión sobre las principales orientaciones teóricas que guiaron los trabajos clásicos de la Arqueología del Noroeste, y el cambio generado con la incorporación de la Teoría Social, y particularmente las teorías de la práctica/agencia. Asimismo, se definen brevemente algunos de los conceptos básicos en esta línea de pensamiento y se analizan los argumentos en torno a lo social sostenidos por Latour (2008), que constituyen los fundamentos que guían el trabajo. Se presentan las principales problemáticas de abordaje en relación a los objetos cerámicos que serán desarrolladas y algunas guías metodológicas para la consecución del trabajo. En el Capítulo 2 se exponen las principales ideas en relación al paisaje arqueológico del valle en la coyuntura sociopolítica y la perspectiva cronológica de las propuestas en las investigaciones recientes para la época bajo análisis. En este contexto, se desarrollan algunas problemáticas planteadas a lo largo de las investigaciones en relación a la configuración del orden social de la época. Asimismo, se incluye una caracterización general del valle y la presentación de los poblados arqueológicos, junto con el panorama general de las estructuras excavadas. 21 En el Capítulo 3 se presentan los lineamientos metodológicos y técnicos seguidos en el transcurso del análisis de los materiales. En los capítulos 4 y 5 nos detenemos en la presentación en detalle de los conjuntos cerámicos analizados. En el Capítulo 4 se presenta una breve discusión sobre algunas problemáticas vinculadas a la metodología de trabajo con material de colección y el relevamiento completo de la alfarería de la Colección Muñiz Barreto del Museo de La Plata, en su mayor parte de origen funerario, registrada en el transcurso de este trabajo, en lo que respecta a las localidades que fueron relevadas en su totalidad (Puerta de Corral Quemado, El Eje, Loconte, San Fernando y Palo Blanco para la VI expedición). Asimismo, incorporamos los relevamientos de esta colección realizados con anterioridad porotros investigadores, los cuales son retomados en esta Tesis en algunos análisis específicos. Las piezas de colección, en su mayoría completas, constituyen el grupo de referencia para la caracterización de los conjuntos no funerarios, en su mayoría fragmentarios. En el Capítulo 5 se realiza el análisis de la alfarería recuperada en las estructuras de los poblados arqueológicos, en su mayoría fragmentaria. Se presentan las cantidades totales de vasijas y fragmentos recuperados y su asociación en grupos. Se realiza una estimación de la cantidad de cerámica por estructura, por sitio y por tipo cerámico. El Capítulo 6 se enfoca en el análisis de la variabilidad morfológica y dimensional de las vasijas. Específicamente, nos involucramos en una clasificación del conjunto ordinario y en una reelaboración para el conjunto Belén, en el análisis en detalle de la variabilidad que asumen los sectores morfológicos definidos para cada grupo cerámico, así como en el análisis del espectro de tamaños y la variación morfométrica que pueden adoptar los conjuntos de piezas como una de las variables para el estudio de la estandarización alfarera. Estos análisis serán posteriormente utilizados como variables a tener en cuenta para la definición de la organización de la producción alfarera y la aproximación a las prácticas de uso. En el Capítulo 7 nos detenemos en el análisis composicional de las pastas cerámicas a partir de dos aproximaciones técnicas: el análisis petrográfico de pastas y el análisis por activación neutrónica, en conjunto con la comparación con el ambiente geológico. El Capítulo 8 se centra en la implementación de las distintas vías de análisis para acceder a un panorama general de los principales usos intencionales y efectivos que podrían haber tenido las piezas sobre las que trabajamos, partiendo de algunas cualidades de performance de las vasijas y del análisis de las huellas de uso. En el Capítulo 9 se presentan los principales resultados alcanzados en el transcurso del trabajo, y una aproximación general a los contextos finales de uso de los objetos cerámicos analizados, tanto en lo que respecta a aquellos procedentes de la Colección Muñiz Barreto como a los correspondientes a las excavaciones de los poblados -presentados en los capítulo 4 y 5, respectivamente-, realizando una aproximación a la distribuciones y cantidades de los diferentes tipos de piezas cerámicas, y una interpretación específica de la situación de las piezas en las diferentes estructuras analizadas. 22 En el Capítulo 10 retomamos el entretejido de los principales resultados a los que se llegó en el despliegue de materiales y sus relaciones constitutivas, presentando algunas consideraciones finales vinculadas al trabajo presentado. 23 1 LA DEFINICIÓN DEL PUNTO DE VISTA Como definición de la mirada particular que orientará la consecución de este trabajo, en este capítulo se presentan los principales lineamientos teóricos que nos permitirán entretejer miradas científicas, objetos, personas, sentidos y prácticas. Para ello, partimos de un breve boceto de las principales posiciones de la Arqueología de la segunda mitad del siglo XX respecto de las sociedades del pasado del Noroeste. Luego, revisamos cómo la adopción de la Teoría Social -y en particular de las teorías de la práctica/agencia- como sustento teórico general permitió un importante cambio en la mirada hacia los antiguos habitantes. Esta adopción implicó la incorporación de los mecanismos de producción y reproducción de la sociedad al debate arqueológico, el entendimiento de que las cosas y las personas conforman agencias en tanto sean puestas en relación, y la necesidad de despegarse de los modelos universalistas para involucrarse en acercamientos más específicos a las realidades particulares. Por último, incorporamos diversas perspectivas específicas de los estudios cerámicos para entender más cercanamente cómo aproximarnos a lo social en el pasado tomando a los objetos cerámicos como punto de partida para el estudio. LOS ENFOQUES TEÓRICOS CLÁSICOS EN LA ARQUEOLOGÍA DEL NOROESTE. Las principales ideas organizadoras de los procesos históricos y desarrollos culturales que representaban los materiales arqueológicos del área valliserrana del Noroeste argentino fueron elaboradas durante la segunda mitad del siglo XX por A. R. González y sus seguidores y colegas contemporáneos (González 1955, 1956, 1961-64, 1979, 1983; Cigliano 1958, Heredia 1969, Núñez Regueiro 1971, 1974, 1994; Núñez Regueiro y Tarragó 1972, Tarragó y Núñez Regueiro 24 1972, De La Fuente 1973, Podestá y Perrota 1973, Tarragó 1974, 1984, 1987; Pérez y Heredia 1975, 1987; 1976; Raffino 1975, Sempé 1977, 1980, 1981, 1999; Berberián 1988; González y Baldini 1991, Tartusi y Núñez Regueiro 1993, entre otros). Este conjunto de investigadores delinearon una serie de premisas directrices que anclaron profundamente en el pensamiento arqueológico, al punto de formar un sustrato básico que sentó las bases para el desarrollo de los problemas de investigación con respecto a las poblaciones prehispánicas de la región. González había retomado algunas de las ideas de Bennett y colaboradores (1948) para el reordenamiento de la historia prehispánica, y había desarrollado sus principales preocupaciones, como la definición de las áreas culturales y la importancia de las tipologías, en el seno del pensamiento de la Escuela Histórico Cultural norteamericana (Politis 2001, Bonin y Soprano 2011, Gil 2010). En sus trabajos, la alfarería adquirió un papel protagónico, en el sentido de que se constituyó en el elemento definitorio de culturas y períodos. Por un lado, la diferenciación de conjuntos cerámicos fue la base sobre la que se organizaron las culturas, las cuales eran consideradas como una totalidad internamente homogénea sustentada en la convivencia de rasgos asociados. Las evidencias de las relaciones entre las culturas, que eran entidades cerradas, se buscaban en los rasgos estilísticos -decorativos y morfológicos- de las piezas cerámicas. Por el otro, el cambio interno ordenado secuencialmente de los tipos cerámicos -tomado en conjunto con otros elementos como la asociación de materiales, los patrones de asentamiento y posteriormente los fechados radiocarbónicos- sustentó la construcción de etapas cronológicas secuenciadas en un sentido evolutivo y de complejización creciente. El foco geográfico para el desarrollo de estas ideas fue el Valle de Hualfín, en donde González llevó a cabo sus trabajos desde principios de 1950 hasta 1979, cuando publicó su trabajo de síntesis “Dinámica cultural del noroeste argentino” (González 1979). Una vez elaborado un marco cronológico general, la investigación arqueológica inició un desarrollo más específico centrado en los procesos culturales particulares que habían tenido lugar en las distintas regiones del área valliserrana. De esta manera, con posterioridad a las primeras publicaciones de González, comenzaron a expandirse notablemente las prospecciones y excavaciones de nuevos sitios arqueológicos. Las publicaciones se volcaron tanto a la caracterización específica de los sitios, como a las relaciones entre ellos y a la presentación de panoramas de las historias culturales generales de los distintos valles que se incluían en el área (González y Núñez Regueiro 1960; Cigliano 1962, Tarragó 1974; González y Pérez 1972; De La Fuente 1973, Raffino y Cigliano 1973, Sempé 1973, 1975, 1977; Cigliano y Raffino 1975, Pérez y Heredia 1975, Podestá y Perrota 1976, Raffino 1977, Berberián 1988, entre otros). En ese momento, además de los lineamientos teóricos del Neoevolucionismo y la Ecología Cultural que habían sido introducidos por González, comenzaron a permear en la Arqueología del Noroeste la Teoría de Sistemas, los primeros trabajos de la Nueva Arqueología y las concepciones de la organización de la sociedad del MaterialismoHistórico. Esto condujo al desarrollo de nuevas líneas de trabajo que introducían perspectivas teóricas novedosas, aunque continuaban apoyadas en la propuesta cronológica de González. Por ejemplo, R. Raffino (Cigliano y Raffino 1973, Raffino 1973, 1975, 1977, Raffino y Cigliano 1973) contribuyó, retomando la propuesta de Murra (1972), con una visión centrada en la existencia de pisos ecológicos y de modelos económicos adaptativos. El concepto de sistema ecológico cultural fue empleado como instrumento para la caracterización de patrones de 25 asentamiento y sistemas económicos, los cuales funcionaban como respuesta adaptativa a los condicionamientos ambientales. En este marco, se fortaleció el modelo de asociación de rasgos para definir los esquemas de desarrollo cultural, entendidos ahora como entidades más conectadas -en comparación con las propuestas previas de González- al amparo de la noción de sistema. El trabajo de Núñez Regueiro (1974), inspirado en buena medida en Lumbreras (1969) - de quien tomó las categorías utilizadas para su propuesta de periodización señalando, además, que tenían ya un largo uso en la arqueología americana-, y probablemente también en Darcy Ribeiro (1970, 1971) -a quien el autor referencia en algunos pasajes de su texto-, implicó la incorporación del Materialismo Histórico en la arqueología del Noroeste. Núñez Regueiro buscaba trascender el inventario de los elementos hallados en asociación con la cerámica como elemento aglutinador, bajo la idea de que era necesaria una estructura que los integrara para tener acceso a las entidades socioculturales concretas, que constituían la unidad de análisis definida. En consecuencia con la aproximación materialista, la alfarería, en relación a su concepción de estilo y por lo tanto relegada a la superestructura, fue desplazada del lugar de elemento de juicio para la construcción de la periodización, ya que como factor ordenador fueron priorizados los elementos arqueológicos relacionados con el modo de producción. Recién en una segunda instancia fueron considerados los elementos de la superestructura que se reflejaban en el registro arqueológico (no obstante, en la práctica continuó siendo el elemento crono-cultural diagnóstico). Desde este punto de vista, en un primer momento fueron los aspectos relacionados a la economía y a la adaptación al ambiente los que cobraron protagonismo en el plano más amplio de la historia regional. En una segunda instancia, y particularmente para la definición del Período de Integración Regional, la religión y la ideología en un sentido marxista, como fue señalado por Gastaldi (2010), pasaron a ser fundamentales (por ejemplo, en Pérez Gollán 1986, Pérez y Heredia 1987, Tartusi y Núñez Regueiro 1993). Una vez enunciadas las principales características de cada una de las etapas de desarrollo de las sociedades agroalfareras -Formativo, Período de Integración Regional y Desarrollos Regionales- (Núñez Regueiro 1974), la tarea de la investigación arqueológica fue darle profundidad analítica al proceso cultural agroalfarero a través de la discusión de los modos de subsistencia, la tecnología, los patrones de asentamiento y las interacciones interregionales. En este sentido, el materialismo histórico no tuvo un mayor alcance, dado que en la práctica continuó entendiéndose al desarrollo cultural como una serie de componentes compartimentados cuyos cambios se veían naturalizados, dado que la concepción evolutiva del cambio no había sido cuestionada. Paralelamente, la preocupación sobre la complejidad social y sus implicaciones sociopolíticas tuvo una presencia permanente en el conjunto de los trabajos y tomó cada vez mayor relevancia (Núñez Regueiro 1974, Podestá y Perrota 1976, González 1977, 1983; Raffino 1988, Tarragó 1990, 1995, Pérez 1994). Clásicamente, el tema de la complejidad social fue abordado a partir del Neoevolucionismo, en base a las propuestas de Service (1962), Fried (1967) y Flannery (1972), y fue posteriormente discutido desde diversos argumentos, como por ejemplo la conceptualización del cambio, la validez de las categorías tipológicas empleadas, el mismo uso de categorías tipológicas, así como el hecho de que los modelos propuestos no siempre tenían 26 una firme expresión en el registro arqueológico (Nielsen 1995, 2006, Laguens 2006, Gastaldi 2010, Balesta et al. 2011, Puente 2011c). Tal como fue señalado por Puente (2011c), es en el seno de estos modelos que pueden enmarcarse las primeras alusiones a la producción alfarera durante el tardío en el área Valliserrana. El trabajo de Núñez Regueiro (1974) define al Período de Desarrollos Regionales como un momento de complejización en las formas sociopolíticas, las cuales llevarían a formar verdaderos señoríos. Esta categoría traería aparejada una conjunción de rasgos propios de este tipo de sociedades, entre ellas las de la producción artesanal: “Los patrones de asentamiento muestran rasgos similares a lo largo de extensas áreas, con un patrón básico y una serie de elementos -por ejemplo cerámica- asociados comunes, más estandarizados que en los períodos anteriores. [...] La especialización artesanal se manifestó en la metalurgia y textiles especialmente, e incluso tal vez en la cerámica, en especial la funeraria, que adquirió patrones más estandarizados” (Núñez Regueiro 1974: 183). En este sentido, se aceptó que durante este período el desarrollo artesanal de objetos de alto valor social y simbólico habría alcanzado nuevos niveles productivos, expresados a través de la mayor cantidad y calidad de las manufacturas, que implicarían la instalación de talleres de especialistas. Esta actividad se encontraría estrechamente relacionada con la manufactura de bienes útiles y suntuarios, destinados a usos ceremoniales y vinculados a la consolidación de las elites. Desde estas perspectivas, la idea de la producción especializada y estandarizada de los bienes artesanales durante el Período de Desarrollos Regionales estuvo más relacionada con un modelo teórico de la complejidad social y la construcción de síntesis crono-culturales que con la evidencia empírica analizada bajo la óptica de estudios cerámicos específicos (Puente 2011c). De esta manera, a grandes rasgos, durante la segunda mitad del siglo XX la Arqueología del Noroeste estuvo dominada por una serie de líneas narrativas en las que predominaron las concepciones evolucionistas de la historia, la explicación del desarrollo de las economías y patrones de asentamientos como respuestas instrumentales a los condicionamientos ambientales o al surgimiento de la complejidad social, o a una concepción dualista de la relación entre lo material y lo simbólico. Una vez que la cerámica fue ubicada en su papel de indicador cronológico, cultural y sociopolítico, las aproximaciones a su estudio consistieron en el ordenamiento tipológico de su diversidad a través de la incorporación de aspectos del estilo decorativo y de las características tecnológicas. Esto no significa que no fuera imbuida de otros sentidos; por el contrario, el estudio de la iconografía abrió la puerta a la posibilidad de complementar el estudio de las sociedades pasadas a través de aspectos que no eran directamente observables en otros rasgos del registro arqueológico, como la búsqueda de relaciones entre culturas, la religión y los principios normativos del arte indígena (González 1961-64, 1977, 1983, Sempé 1993a, b). A partir de la década de 1990, y en consonancia con un cambio en la mirada teórica que la Arqueología como disciplina estaba experimentando con respecto a las orientaciones normativas y procesuales, comenzaron a incorporarse las perspectivas teóricas centradas en las corrientes posprocesuales y, más recientemente, en la Teoría Social. Así, cuestiones tales como la cognición grupal, la dinámica de las relaciones intergrupales, la producción artesanal, los estilos tecnológicos, las identidades sociales,la memoria y las cosmovisiones indígenas, comenzaron a formar parte de un repertorio analítico que contribuyó no solo a enriquecer las posibilidades de 27 estudio de la alfarería, sino al surgimiento de un panorama más complejo de las relaciones constitutivas entre la cultura material y la actividad humana de las sociedades tardías del Noroeste (Piñeiro 1996, Sjödin 1998, De La Fuente 2007, 2011; Wynveldt 2007a, Nastri 2008, Páez y Giovanetti 2008, Feely 2010, Páez 2010, Marchegiani 2011, Marchegiani et al. 2009, Nastri y Stern Gelman 2011, Palamarczuk 2011, Puente 2011a, Sprovieri 2012, Basile 2013, Ratto y Basile 2013, entre otros). A partir de este corrimiento con respecto al punto de vista normativo en los estudios de las sociedades del Noroeste argentino de tiempos prehispánicos, las aproximaciones de las investigaciones arqueológicas de la zona se inclinaron, explícita o implícitamente, por un giro con respecto a los sentidos otorgados a la cerámica y a las personas que la producían y usaban: la alfarería pasó a considerarse como un agente activo en la producción y reproducción de la vida social, tanto en lo que respecta a los procesos involucrados en su manufactura como a la participación de los objetos cerámicos terminados en los distintos espacios de la vida. Las sociedades, por otra parte, comenzaron a ser analizadas desde un punto de vista dinámico, en el que empezó a evidenciarse un diálogo constante entre las personas, la sociedad y los paisajes, en el que cada uno interactúa con el otro de manera recursiva. ESTRUCTURA, AGENTES, HABITUS Y PRÁCTICAS. DE LA TEORÍA SOCIAL A LA ARQUEOLOGÍA CONTEMPORÁNEA Uno de los puntos nodales en el programa teórico de las ciencias sociales ha sido la discusión sobre los procesos de producción y reproducción de la vida social y el lugar que ocupan en este proceso la estructura social y la acción individual y colectiva (Alexander 1992, Bourdieu 1997, Cohen 1998). La práctica arqueológica, durante mucho tiempo, estuvo de alguna manera por fuera de este debate, aceptando como dado el dualismo existente entre el “individuo” y la “sociedad”. Tanto desde las arqueologías previas a la década de 1960, como en la Arqueología Procesual, la división existente entre la sociedad y las personas, cuyas acciones y entendimientos eran de diferentes maneras configurados o determinados por la sociedad, no era puesta en tela de juicio (Barrett 2001). De la mano de los primeros trabajos de Bourdieu (1977) y Giddens (1979), las teorías de la práctica/agencia irrumpieron en la escena de la Arqueología actual para ofrecer una visión recursiva de las relaciones entre los actores sociales1 y la estructura que preexiste a ellos y a la cual pueden recrear (Dietler y Herbich 1998, Dobres y Robb 2000, Barret 2001, Gillespie 2001, Pauketat 2001, Hegmon 2003, Hegmon y Kullow 2005), contribuyendo a la incorporación de la Arqueología al debate general de las Ciencias Sociales (Hodder 2001, 2004)2. 1 La referencia a actores sociales o a agentes presenta diferencias conceptuales en cuanto a cuáles son sus posibilidades en la producción de la sociedad. En esta tesis no nos detendremos en estas distinciones, aunque realizaremos una breve revisión del concepto de agencia que será utilizado posteriormente en nuestro trabajo. 2 Nuestra intención no es discutir las especificidades de cada uno de los cuerpos teóricos elaborados por Bourdieu o Giddens, los cuales no solo presentan diferencias entre ellos sino que a su vez cada uno ha variado el punto de vista sobre ciertos aspectos a lo largo de su obra, al mismo tiempo que diversas lecturas e interpretaciones han sido realizadas desde las Ciencias Sociales y desde la Arqueología en particular para los respectivos trabajos. La idea, en cambio, es presentar algunos lineamientos sobre la concepción general de la sociedad y sus actores, así como algunos 28 El hilo conductor que puede leerse en el conjunto de los enfoques teóricos de la práctica y la agencia es que esta visión dualista entre el individuo y la sociedad es cuestionada: las propiedades de las colectividades y los procedimientos de la acción se presuponen mutuamente (Cohen 1998, Barrett 2001); es decir, la acción individual y las estructuras sociales están constituidos a través de una relación en la cual cada uno tiene una presencia en el otro en la medida en que los seres humanos hacen su propia historia. Y, aún más, uno de los aspectos esenciales en estos cuerpos teóricos es el planteo de que cuando las personas actúan, corporalizan o representan tradiciones, lo hacen de tal manera que continuamente las transforman (Pauketat 2001). En respuesta a las concepciones en las que las estructuras adquirían un sentido de universalidad o uniformidad, una primacía explicativa en el funcionamiento de la sociedad, o un papel restrictivo o determinante de las conductas humanas (Bourdieu 1988, Cohen 1998, Giddens 1987), en las teorías de la práctica/agencia las estructuras son entendidas en el sentido de campo de posibilidades: constituyen un espacio interpersonal, histórica y significativamente construido, en el que los actores internalizan valores, ideas y reglas persistentes en el tiempo, que funcionan como disposiciones para la acción y que se reproducen a través de las prácticas. Las estructuras, desde este punto de vista, son el espacio de relaciones objetivas e independientes de la conciencia y de la voluntad de los agentes, que orientan o restringen prácticas y representaciones (Bourdieu 1988). Es decir, tanto para Bourdieu (1977, 1988) como para Giddens (1984), las estructuras no son solo restrictivas o normativas, sino también productivas, son las que posibilitan la acción (Robb 2010). Las agencias, en el transcurso de la práctica, incorporan estos principios estructurales de la sociedad. El concepto de agencia fue adoptado por P. Bourdieu para reintroducir a los actores sociales luego de que el estructuralismo los considerara epifenómenos de las estructuras, y la filosofía del sujeto como meros ejecutores de reglas, y para conceptualizar el contenido de la acción como algo más complejo que la ejecución u obediencia a normas y reglas (Bourdieu 1977, 1988). La agencia es definida, entonces, por la capacidad de acción práctica de las personas en la vida en sociedad, por el potencial para la movilización de recursos materiales y simbólicos, así como de tradiciones de ejecución y expresión. La agencia es vista en relación a un sentido de efectividad en la movilización de estos recursos -poder- y, además, a la posibilidad de comunicar esta efectividad (Barret 2001). Por lo tanto, la premisa principal de este concepto se refiere a que todo lo que los seres humanos hacen tiene un efecto en el mundo (Robb 2010). Por otro lado, el concepto de agencia es en sí relacional. No es una característica de los individuos aislados, sino la cualidad de reproducción de la acción en el seno de las relaciones sociales: las personas desarrollan su capacidad para actuar en el transcurso de su participación en la práctica (Robb 2010) y así, la agencia existe en tanto existe una dialéctica entre estructura y acción. En este sentido, la propuesta de la agencia no marca un retorno a la preocupación por el individuo en la historia ni a una unidad elemental de análisis, ni se refiere a una idea de sociedad como formada por la acumulación de acciones e intereses individuales (Barrett 2001). Por el contrario, involucra la acción de un colectivo que sobrepasa el cuerpo del individuo, y su propia conceptos claves de cada uno de ellos, que serán utilizados como instrumentos para la reflexión arqueológica y como herramientas generadoras de preguntas y posibilidades