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Ensayo sobre El Pianista Derecho Int Púb docx

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UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE DERECHO
DEPARTAMENTO DE DERECHO PÚBLICO
CÁTEDRA DE DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO
PROFA. R. M. D.
ESTUDIANTE: M. R. R.
«El Pianista». De Roman Polanski.
Durante la ocupación de Europa por los nazis, no sólo se puso de manifiesto el
anticomunismo visceral y las ambiciones desmedidas de poder por parte de Adolf
Hitler y de sus aliados, sino que también se instauró un nuevo concepto racial.
La aniquilación masiva de judíos respondía a una enfermiza política antisemita,
respaldada por alemanes con profundo arraigo al dogma de que eran una raza
pura y superior al resto de la humanidad: la raza Aria. En el filme «El Pianista» se
observa este problema a lo largo de toda la trama; en donde los judíos son
perseguidos, humillados, aislados, y exterminados, dejando entre ver todas las
calamidades que pasó esta población el tiempo que duró la ocupación nazi en
Polonia específicamente en Cracovia, lugar donde se desarrollan los
acontecimientos.
Cuando se implementa la aberrante y absurda filosofía sobre la «Solución Final
al Problema Judío»1 en alemán, Endlösung der Judenfrage, se edifican grandes
1 El origen de la "Solución final", que era el plan de los nazis para exterminar al pueblo judío, continúa siendo
desconocido. Lo que sí está claro es que el genocidio de los judíos fue la culminación de una década de
políticas nazis bajo el régimen de Adolf Hitler. La "Solución Final" se implementó en etapas. Después de que
el partido nazi llegara al poder, el racismo organizado desde el Estado dio como resultado legislaciones
antisemitas, boicots, «arianización», hasta llegar finalmente a los pogromos de la "Noche de los cristales
rotos", actividades todas orientadas a eliminar a los judíos de la sociedad alemana. Después del inicio de la
Segunda Guerra Mundial, la política antisemita evolucionó y se convirtió en un plan integral para concentrar
y finalmente aniquilar a los judíos europeos. En la Polonia ocupada, los nazis establecieron guetos a donde
deportaban a los judíos polacos y de Europa Occidental. Durante la invasión alemana de la Unión Soviética
en 1941, los equipos móviles de matanza (Einsatzgruppen) comenzaron a exterminar a comunidades judías
https://es.wikipedia.org/wiki/Idioma_alem%C3%A1n
campos de concentración en puntos estratégicos de la Europa ocupada. Indica la
propia historia que murieron en los hornos crematorios de estos campos más de
seis millones de seres humanos. Durante las décadas de 1930 y 1940, los
dirigentes nazis erigieron veintidós campos de exterminio. En estos reclusorios
confinaron a judíos, gitanos, homosexuales, comunistas, eslavos,
así como también a otros grupos raciales. 
El trabajo forzado, las intransigentes ejecuciones, las mortíferas cámaras de
gases, las inyecciones letales, experimentos médicos, entre otros tantos causaron
la muerte a más de cuatro millones de prisioneros. Solamente, en el Gueto de
Varsovia fueron asesinados más de 300.000 judíos. Durante, el régimen nazi,
Alemania reintrodujo el sistema de «guetos» en Europa Oriental para confinar a la
población judía y así ejercer su control sobre estos; de ahí gradualmente eran
deportados a los campos de exterminio. El sistema de guetos fue la primera
escala del proceso de deportación y el consiguiente exterminio de los hebreos de
Europa. Lo que aconteció durante el Holocausto no debe pasarse desapercibido.
Es una huella de las consecuencias generadas por las incorregibles y bajas
excitaciones humanas.
La película, «El Pianista» constituye un referente de reflexión sobre la condición
humana. El experimentado director de cine Roman Polanski, nació en Francia y
pasó su infancia en Polonia, donde perdió a su madre en una cámara de gas en el
campo de concentración nazi de Auschwitz. Dicho director, vivió de niño en carne
propia los horrores nazis, en el Gueto de Varsovia. Es la historia que Roman
Polanski, llevaba mucho tiempo buscando para adentrarse en su propia memoria
enteras. Los métodos utilizados, principalmente los fusilamientos o los camiones de gas, muy pronto fueron
considerados ineficaces y además planteaban una carga psicológica para los asesinos.
Después de la Conferencia de Wannsee en enero de 1942, los nazis comenzaron con la deportación
sistemática de los judíos de toda Europa a seis campos de exterminio establecidos en territorios
anteriormente polacos: Chelmno, Belzec, Sobibor, Treblinka, Auschwitz-Birkenau y Majdanek. Los campos de
exterminio eran centros diseñados para llevar adelante un genocidio, y aproximadamente tres millones de
judíos fueron asesinados con gas en ellos.
En su totalidad, la "Solución Final" consistió en gases, fusilamientos, actos de terror al azar, enfermedades e
inanición, lo que provocó la muerte de alrededor de seis millones de judíos, dos tercios de los judíos
europeos. Holocaust Encyclopedia. Recuperado de: http://
encyclopedia.ushmm.org/content/es/article/the-final-solution.
https://encyclopedia.ushmm.org/content/es/article/the-final-solution
de la Polonia arrasada por las tropas nazis y del cruel destino de la comunidad
judía. Esta historia, por supuesto enmarcada en hechos reales, se basa en el libro
autobiográfico del pianista judío Wladyslaw Szpilman, «El Pianista del Gueto de
Varsovia», que, al adaptarse al cine, esta vivencia personal se convierte en una
universalización de los valores, así como también del horror.
Wladyslaw Szpilman nació en el año el 05 de diciembre de 1911 en Sosnowiec,
Polonia, estudió piano y violín en Berlín y Varsovia. Desde 1945 hasta 1963 ocupó
el cargo de Director Musical de Radio Varsovia. «El Pianista» recoge las
vicisitudes acontecidas en la Ciudad de Varsovia desde su ocupación por las
tropas alemanas en 1939 hasta su liberación por el ejército de la Unión Soviética
en 1945.
Desde el instante en que el ejército de Hitler toma la capital polaca, el 27 de
septiembre de 1939, hasta la liberación final por parte de las tropas rusas, el 16 de
enero de 1945, la lucha de este hombre por sobrevivir en medio del horror permite
recorrer un fragmento de la historia universal del oprobio humano como un testigo
único y excepcional.
Al inicio de la película, Wladyslaw Szpilman se encuentra en el estudio de Radio
Varsovia interpretando el Nocturno para piano de Frédéric Chopin. El lugar,
insonorizado, le impide dejar de tocar cuando empieza el bombardeo de la ciudad,
hasta que el impacto de un proyectil, y algunos rasguños, le hacen consciente de
la realidad. No puede terminar su interpretación, y sólo seis años después, de
terminada la guerra, podrá hacerlo, casi al final de la película, en lo que Polanski
considera uno de los mejores momentos del filme.
La invasión germana, los primeros decretos nazis contra la población judía y su
posterior intensificación, el aislamiento en el gueto2 con sus espantosas
condiciones de vida es observado con ojo perplejo por Szpilman. Ante tal
situación, se ve obligado a abandonar su casa junto a su familia para trasladarse
2 Gueto: Del it. ghetto, y este de Ghetto. Situación o condición marginal en que vive un pueblo, una clase
social o un grupo de personas. Real Academia Española. Diccionario de la Real Academia de la Lengua.
Versión en línea: http://www.rae.es
https://decine21.com/Biografias/Wladyslaw-Szpilman-63719
https://decine21.com/Biografias/Frederic-Chopin-47515
con miles de personas de origen judío al gueto de Varsovia. Durante ese período,
trabaja como pianista en un restaurante propiedad de un judío que colabora con
los nazis. Su hermano, por su parte, lucha contra los nazis. Poco después, los
habitantes del refugio son trasladados a campos de concentración. Cuando él y su
familia van a ser trasladados a un campo de exterminio, un policía judío lo libera
en el último instante del tren que había de conducirlo hacia una muerte segura,
pero su familia si fue trasladada en el mismo tren al campo de exterminio de
Treblinka.
A partir de entonces,la odisea colectiva se vuelve circunstancia individual:
después de permanecer escondido durante unos días, se integra en una columna
de trabajadores judíos bajo el mando de las fuerzas alemanas y comienza a
colaborar secretamente con los grupos de resistencia polacos. Ayudado por uno
de los activistas rebeldes, escapa del gueto. A través de sus amigos polacos, el
pianista va de refugio en refugio, como un animal acorralado, a punto siempre de
ser descubierto. Solo, sin apenas comunicarse con nadie, sigue desde las
ventanas la evolución de los acontecimientos (la lucha por la libertad de sus
compatriotas y la paulatina destrucción de su ciudad), mientras se debate en los
límites de la locura.
En su última guarida es sorprendido por un oficial alemán quien, para sorpresa
suya, no lo arresta, sino que, al contrario, le suministra alimentos y prendas de
abrigo. Una vez concluida la guerra, Szpilman intentará localizar a este generoso
oficial, «el único ser humano con uniforme alemán», para ayudarlo, pero sus
intentos resultaron infructuosos. Según se conoce en una nota al final, el
enigmático ángel de la guarda, el capitán Hosenfeld, murió en un campo de
prisioneros soviético en 1952. La película concluye mientras el pianista en una
sala de conciertos termina la ejecución del Nocturno de Chopin que en la primera
escena de la misma fue interrumpido por los bombardeos.
La historia de Szpilman es la de un individuo no especialmente dotado para
aguantar una situación tan extrema, sin embargo, sobrevive durante largo tiempo
a unas circunstancias en las que es casi imposible sobrevivir. Y no es que lo
consiga gracias a comportarse de forma extraordinaria o a que tuviera
superpoderes, su actitud no pasa de ser la de alguien que apura los pocos medios
de los que dispone. Primero, entre su gente (un conocido suyo que colabora con
los nazis elige graciosamente salvarle de una muerte segura). Luego, entre
aquellos polacos no judíos que se ponen en riesgo para ayudarle. Y, finalmente, le
ayuda un oficial alemán, que siente en el virtuosismo de Szpilman al piano el
indicio de una común identidad que hermana a ambos.
La violencia y el horror sin límites que salpican la pantalla no están en modo
alguno banalizados, ni tampoco buscan primordialmente conmover al espectador.
Las atrocidades aparecen sin énfasis, como si nuestra perspectiva fuera la de los
personajes; éstos se van acostumbrando a vivir en unos umbrales de inhumanidad
cotidiana tales, que se modifica su conciencia inmediata del daño. Sólo pueden
pensar en salir vivos de cada agresión. No tienen tiempo de horrorizarse; a lo
sumo son víctimas desconcertadas, aturdidas. La película va creciendo: la
experiencia colectiva se individualiza gradualmente; del sufrimiento compartido por
millones de seres humanos pasamos a una peripecia personal e insólita, una
anomalía en el implacable orden del exterminio, un milagro. Cuando Szpilman se
convierte en el náufrago de la desolación, el relato refleja el heroísmo humano que
late en las ruinas de Varsovia. El coraje de un mundo subterráneo que mantiene
encendida la llama de la dignidad.
Con estilo clásico, el filme nos acerca a los sucesos y nos invita a meditar sobre
su sentido. Una película tan sutil como impactante que consigue fundir en un todo
indivisible crudeza testimonial y empuje lírico, fluidez narrativa y extrema
complejidad dramática. La cámara deja ver, no guía la mirada, aunque en
determinados momentos hace que se sienta la angustia física de Szpilman. El
alma de Szpilman está plenamente exteriorizada en imágenes, en ruidos y en el
anhelo de la música desaparecida con la que él aún sueña. No miente Polanski
cuando afirma que es su obra más esperanzada. «El Pianista» propone una
parábola sobre las extrañas e inesperadas fuentes de la solidaridad. La salvación
del pianista tras años entre las ruinas del mundo humano tiene la ejemplaridad de
las metáforas sorprendentes y verdaderas. En su camino se encontrará buenas
personas en ambos bandos, que le ayudarán a recuperar la esperanza en el ser
humano.
El mensaje que este filme nos trasmite es muy claro. Pues en este se refleja
claramente la realidad que los judíos vivieron durante la Segunda Guerra Mundial.
El gobierno instaura una seria de leyes grotescas en contra de los judíos, entre las
cuales recalcamos, poseer una cantidad de dinero limitada, portar en su
brazo un distintivo, el cual consistía en la estrella de ocho puntas de color azul
sobre un fondo blanco. No se les permitía entrar a ciertos
establecimientos como restaurantes o simplemente caminar por la vereda o el
parque.
El filme de Polanski no es una película histórica solamente, sino más bien una
reflexión sobre las personas que vivieron esos tiempos. Polanski no teme mostrar
las circunstancias de la época. Hay niños, mujeres y hombres muertos en las
calles que transita Szpilman. Logra introducir al espectador en la piel y cabeza del
protagonista, con quién compartimos sus pequeños gestos cotidianos para huir del
infierno, su emoción muda cuando toca el piano sin rozar las teclas, su decisión
desesperada de no abandonar una lata con comida que han encontrado, aunque
no tiene nada para abrirla.
«El Pianista» es una de las películas no documentales que han sido más
definitivas en cuanto al apego histórico. Su gran ventaja es que es una historia
meramente personal sobre cómo un sujeto vivió los horrores de la guerra y la
persecución de su pueblo y gente. Una odisea de sobrevivencia, de amor a la
música, al arte y a la vida. Szpilman lo ha perdido todo, su familia, su piano, pero
no la dignidad ni la esperanza. Es una lección de optimismo. En mitad del abismo
surge también el sentido de vivir. En ella, no hay que ajustarse, con rigor, a datos o
fechas, sólo a lo que Szpilman recordó y escribió en sus memorias.
Este filme tiene su propio infierno, y es uno tan apasionado, que resultaría
absurdo no conectarse con el instinto de supervivencia del personaje principal, ni
ignorar la falta de humanidad en la historia del hombre y en periodos tan decisivos
como este. Transmite un amplio espectro de sentimientos sin utilizar muchos
recursos cinematográficos, lo cual resulta impresionante. El ambiente en el que se
desenvuelve el filme consigue sumergir al espectador en diferentes espacios, los
cuales son muy diversos, desde la vida normal que llevan los polacos al principio y
final de la historia, hasta ambientes casi apocalípticos como el de la ocultación del
protagonista en las casas destruidas de Alemania. Los escenarios mostrados
reflejan muy bien los paisajes vividos por el pianista Szpilman.
 En la película se puede ver como hombres normales que solo por el
mandamiento de un dictador son capaces de provocar verdaderas masacres y
como, en un transcurso relativamente corto de tiempo, pueden ser capaces de
tener una total insensibilidad hacia sus propias masacres por el hecho de que su
ideología había sido transformada casi obligadamente, a otra ideología en la cual
dejaban de ser personas, matando y torturando vidas inocentes sin la menor pizca
de vergüenza. El bien y el mal se entretejen: ni todos los nazis son perversos, ni
todos los polacos son buenos. Se puede ver como una persona puede ser llevada
a cometer actos abominables y que violan la razón humana mediante el poder que
ejerce la autoridad superior sobre sus mentes, anulando todo sentido de mandato
sobre sus propios actos y haciéndoles creer que aquellas aberraciones que están
haciendo son por un bien mejor para todo el mundo.
Esta película es fundamentalmente, un canto a la dignidad humana, un grito
desesperado frente a la violencia de la iniquidad, un cuadro patético de la
desesperación de los inocentes sumidos en la impotencia de la guerra. El filme
queda como una experiencia de guerras sin sentido y de persecuciones
ignominiosas. Y, sobre todo, como un auténtico retrato de un hombre y de un
artista, Wladyslaw Szpilman, quien viviócomo pocos la locura homicida de ser
perseguido por ser, simplemente, alguien perteneciente a una comunidad
hostigada y denigrada. La obra queda como un canto que oscila entre lo lírico y lo
violento teniendo como centro a ese hombre permanentemente acosado que,
finalmente, volverá a su piano, es decir, a su arte, que es, al fin y al cabo, el único
objeto de su existencia.
Referencias bibliográficas
DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA DE LA LENGUA. (2019). Versión en
línea: http://www.rae.es
HOLOCAUST ENCYCLOPEDIA. Recuperado de: http://
encyclopedia.ushmm.org/content/es/article/the-final-solution.
https://encyclopedia.ushmm.org/content/es/article/the-final-solution

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