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Figuras Retoricas

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Figuras Retoricas:
Las figuras literarias, también conocidas como figuras retóricas, son formas no convencionales de emplear las palabras para dotarlas de expresividad, vivacidad o belleza, con el objeto de sorprender, emocionar, sugerir o persuadir.
Metáfora: una comparación entre dos cosas que no están relacionadas de otro modo. En una metáfora, las cualidades de una cosa son figurativamente trasladadas a otra.
Cuando digo, "Amigo, me estoy ahogando en el trabajo" estoy usando las cualidades asociadas con una cosa (la urgencia y la impotencia de ahogarse) para describir otra cosa (todo el trabajo que tengo que hacer).
Comparación:
La comparación es un recurso literario que establece una relación de semejanza entre dos elementos a partir de una característica en común. Por ejemplo: El hombre es firme como un roble.
Para la retórica, la comparación (o símil) es una figura que señala una similitud entre dos términos diferentes, lo cual la emparenta con otros recursos como la analogía y la metáfora. Por ejemplo: Ella es como el sol para mí.
Comparación de igualdad o reversible: como, tal como, cual, tal como. Por ejemplo: Eres buena como tu abuela.
Comparación de inferioridad: menos … que / no tan … como. Por ejemplo: El arbusto es menos alto que el árbol.
Comparación de superioridad: más … que. Por ejemplo: La nueva casa es más linda que la anterior.
Las comparaciones de inferioridad y superioridad son formas gramaticales que se usan para vincular dos elementos a partir de un paralelismo entre ellos, pero en una relación que no es de paridad.
También permiten comunicar las características de algo que el interlocutor no conoce al compararlo con algo que el interlocutor sí conoce. Por ejemplo, si busco a Juan y no lo conozco, pero sí conozco a Pablo, me sirve la información: Juan es más alto que Pablo.
Las comparaciones de igualdad también permiten ese mismo uso, pero además se utilizan para enriquecer el discurso con imágenes sensoriales (visuales, sonoras, etc.), por lo cual son abordadas por la retórica y suelen aparecer frecuentemente en el género lírico. Por ejemplo, decir que alguien es valiente como un león es más persuasivo o más rico visualmente que simplemente decir que es valiente
Hipérbaton: 
El hipérbaton, es una figura retórica que se utiliza para intercambia el orden en el que lógicamente se utilizarían las palabras.
Esta figura, que se comenzó a usar en el siglo XV, con el movimiento denominado Barroco, tuvo varias funciones, que se mantienen hoy en día. Algunas de sus funciones son:
1.-enotar mayor elegancia que el lenguaje cotidiano
2.-Hacer hincapié en una idea o palabra dentro de la oración.
3.-Formular una rima, ya que permite cambiar el orden de las palabras en función de la rima que se busca.
Para lograr el hipérbaton, se altera el orden natural de las palabras dentro de la oración (sujeto + predicado), para poner en primer lugar aquello que se quiere destacar. Por ejemplo: Allí está tu hermano. En este caso se pone el énfasis en el lugar. El orden natural de la oración sería: Tu hermano está allí. 
Ejemplos:
“Las señoras pacientemente hacen fila en el supermercado.” (Las señoras hacen fila en el supermercado pacientemente.)
“A dios gracias por haberme curado de la gripe.” (Gracias a dios por haberme curado de la gripe.)
“Lisa la carretera hasta la playa está.” (La carretera hasta la playa está lisa.)
“Lentamente el ladrón se acercaba a la señora que salía del banco.” (El ladrón lentamente se acercaba a la señora que salía del banco.)
Paradoja:
Una paradoja es una figura literaria o retórica que consiste en una idea de aparente contradicción lógica que, sin embargo, encarna un cierto sentido y una coherencia
Ejemplos:
En casa de herrero, cuchillo de palo.
No hay mal que por bien no venga.
Vísteme despacio que tengo prisa.
Menos, es más.
Lo que fácil viene, fácil se va.
Lo barato sale caro.
Mucho ruido y pocas nueces.
Lenguaje connotativo y denotativo:
El lenguaje denotativo es aquel que se halla establecido en los diccionarios, que opera de manera universal para los hablantes de un mismo idioma, y que existe en cualquier contexto posible. Es el lenguaje que emplean las ciencias y las explicaciones formales. Por ejemplo, el sentido denotativo de “rata” es el de un roedor peludo y de cola larga lampiña, que suele vivir en los basureros y desagües de las ciudades.
En cambio, el lenguaje connotativo es aquel que funciona en base al “doble sentido” o la metáfora, es decir, a la asociación cultural o social que se superpone al significado objetivo, imprimiéndole nuevos matices y nuevos usos. Este sentido suele variar entre las comunidades de habla y entre regiones geográficas, y a menudo para captarlo debemos contar con el contexto adecuado

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