Logo Studenta

Creatividad - 4 - Cerebro y Literatura - Laura Mercado Ulloa

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

Ceve\>ro 
y l i teratura 
Diana Matallana 
El olvido como 
enfermedad: leyendo a 
Gabriel García Márquez 
Diana Matallana 
A los pacientes 
A los miembros de la clínica de Memoria: 
Patricia Montañés 
Martine Jacquier 
Carlos A Cano 
Leonilde Morelo 
M Camila Montalvo 
Olga Pedraza 
María Isabel García 
Margarita Benito 
Residentes de MI PUJ 
Residentes de Psiquiatría PUf 
Residentes de Neurología 
Residentes de M. Familiar 
Estudiantes Medicina PUf 
Estudiantes Psicología pre y postgrado UN 
Estudiantes Psicología PUJ 
..y otra vez, a los pacientes 
A los pacientes 
A la clínica de Memoria: 
La memoria, como función, es aquella que le permite al ser humano fijar los recuerdos a través de la impresión de "lugares" e "imágenes". Previa á la invención de la imprenta, el arte de la memoria (Yates, 1997) era 
fundamental en la trasmisión del conocimiento yel relato, que de generación en 
generación se realizara; representaba la preservación de la cultura. Aunque esta 
disciplina está hoy relegada a una actividad secundaria del ser humano, dado que 
el avance tecnológico permite una búsqueda y un acceso rápido a cualquier 
información, sigue siendo, al menos en nuestra cultura, una actividad vital. No 
sólo el pasado oral de una cultura prevalece como relevante en los tiempos 
modernos, ya que el olvido, como fenómeno individual, como enfermedad o 
Cerebro, Arte y Creatividad 
como síntoma de enfermedad, es lo que nos ocupa en este capítulo. Es en el 
estudio del olvido en Cienaños de soledad y tw tantos otros apartes de muchas de las 
obras de García Márquez, que éste se convierte en una terrible metáfora de lo que 
hoy día se ha denominado la epidemia del siglo XXI: La enfermedad de Alzheimer 
(EA). La memoria mítica de un libro como Cien años de soledad, la creación de 
Macondo ysus personajes; la insinuación de centenarios o personajes que burlan 
la muerte en E l otoño del patriarca, yJa capacidad del recuerdo en los personajes de 
El amor míos tiempos delcólera indudablemente trascienden la interpretación arbitraria 
del estudio particular de un síntoma como el del olvido. No obstante la realidad 
"mágica" de los personajes no me dejan otro camino más que el de realizar una 
observación quizás "concreta" de lo que en la realidad se encuentra en el estudio 
del envejecimiento normal y patológico. 
Cuando se realiza una segunda lectura de muchos apartes de algunas obras del 
escritor, he recordado gracias a la ayuda de quienes conmigo han trabajado durante 
años en el seguimiento de la pérdida o conservación de la memoria, que muchos 
de los pacientes parecen, mágicamente, inspiradores de nuestro premio Nobel. 
No intento realizar un análisis literario crítico de tan importante obra o escritor. 
Tampoco dilucidar los misterios del funcionamiento cerebral en su pérdida de la 
identidad alguna vez intacta. Sólo intento recordar lo que el mismo autor dice 
sobre sus obras "... no hay una sola línea, en ninguno de mis libros, que no pueda 
decirte a qué experiencia de la realidad corresponde..." (1997). Y en esas líneas de 
sus libros, la realidad, que tal vez el mismo autor no sabe, llega incluso al 
conocimiento especializado: el olvido como síntoma fundamental de la E A El 
recuerdo de los pacientes, de la misma manera que, una y otra vez el autor menciona 
la pérdida del mismo, se enlazan para dar origen a una revisión del olvido en 
algunas de sus obras. 
E l Otoño del patriarca, E l Coronel no tiene quien le escriba, Los funerales de la rnarru 
grande. La increíble y triste historia de la Cándida E rendida y de su abuela desalmada. E l 
amor en los tiempos del cólera, son textos que reflejan constantemente la recurrente 
idea de la importancia de la memoria, sea para evocar lo pasado y que en cierta 
medida permite enfrentar el presente; sea para aludir al evento de la pérdida. 
Y así, en primera instancia, la constante referencia al olvido, al recuerdo, a los 
años, a la vejez y la muerte es lo que impulsó la cadena de eventos "reales" y 
"mágicos" de los pacientes que en nuestro diario ejercicio profesional leemos, 
vemos y palpamos. 
"(...) Cuando pasó al cataclismo siguió oyendo músicas 
remotas en la tarde sin viento, siguió matando mosquitos y 
tratando de matar con las mismas palmadas las chicharras de 
130 
Diana Matallana 
los oídos que le estorbaban para pensar, siguió viendo la 
lumbre de los incendios del horizonte, la respiración de la 
vida diaria que volvía a ser la misma a medida que su muerte 
se convenía en otra muerte así como otras tantas del pasado, 
el torrente incesante de la realidad que se lo iba llevando 
hacia la tierra de nadie de la compasión yel olvido, carajo, a 
la mierda la muerte, exclamó..." (El otoño del patriarca) 
La alusión a la necesidad de recordar en E l otoño del patriarca casi que requiere la 
transcripción de la obra en general: 
"(...) eran las nueve, puso en una ventana el plato de comida 
sin terminar y se encontró manoteando en la atmósfera de 
fango de las barracas de las concubinas que dormían... se 
acaballó sobre un montón oloroso a guiso de ayer y apartó 
para acá dos cabezas y para allá seis piernas y tres brazos sin 
preguntarse si alguna vez supiese quién era ni cual fue la que 
al fin lo amamantó sin despertar, sin soñar con él, ni de quién 
había sido la voz que murmuró dormida desde otra cama, 
que no se apure general que se asustan los niños (...) sintió el 
olor de humo, se acordó de una infancia improbable que podía 
ser la suya que sólo recordaba en aquél instante cuando 
empezaba el humo yla olvidaba para siempre... 
(...) yapenas si tuvo tiempo de cambiar la mirada imperceptible 
para verla por segunda vez para siempre jamás cuando el 
oficial de los servicios de identificación encontró el nombre 
por orden alfabético en la nómina y gritó Nazareno Leticia, y 
ella contestó con voz de hombre, presente. Así la tuvo por el 
resto de su vida, presente, hasta que las últimas nostalgias se 
le escurrieron por las grietas de la memoria ysólo permaneció 
la imagen de ella en la tira de papel en que había escrito 
Leticia Nazareno de mi alma mira en lo que he quedado sin 
ti... Leticia Nazareno, repitió en voz alta para no olvidar el 
nombre..." 
Cuando pensamos en la muerte o al menos en la cercanía de la pérdida del 
ayer, generalmente pensamos en el detrimento de la capacidad de recordar como 
parte de una vejez comente . N o obstante, hoy sabemos que la pérdida de la 
memoria a cualquier edad es patológica, a pesar de que una enfermedad como la 
EAsea edad-dependiente. Es decir que a medida que tenemos más años, existen 
más posibilidad de adquirirla. 
N o en vano Cien años de soledad, y todas las demás obras de García Márquez, 
conservan un halo de universalidad que se refleja justamente, por ejemplo en 
131 
Cerebro, tKrte y Creatividad 
todas las traducciones de sus libros. Su obra, que podía haberse imaginado "local" 
o, al máximo, espejo de una realidad Latinoamericana, alcanzó y llegó a culturas 
tan lejanas como la Noruega (Hundre Ars Ensomhet), la Danesa (Hundrede Ars 
Ensomhet) la china y la Japonesa, entre otras. La universalidad de la obra, 
independiente de sus interpretaciones, puede reposar en ese conocer cotidiano. 
El cotidiano nuestro en una clínica de memoria incluye: 
Informe de Clínica de Memoria 
Nombre: VN 
Edad: 62 años 
Fecha de evaluación: junio 12 de 1998 
Escolaridad: Odontdoga-PensionadalSS 
Motivo de consulta: 
Pérdida progresiva de la memoria. "Cuando vimos un 
programa en la televisión, pensamos que tal vez esa era la 
enfermedad de mi mamá". 
Enfermedad actual: 
Natural yprocedente de Bogotá quien, informa la hija, desde 
hace cuatro años viene presentando deterioro progresivo de 
su memoria. Olvida dónde deja las cosas. "Como es quien 
permanece en la casa mientras todos trabajamos, olvida dar 
los mensajes". Refiere somnolencia diurna ypermanece alerta 
en la noche. 
La novela como acta del reconocimiento es: 
"Una noche, por la época en que Rebecase curó del vicio de 
comer tierra y fue llevada a dormir en el cuarto de los otros 
niños, la india que dormía con ellos despertó por casualidad 
yoyó un extraño ruido intermitente en el rincón. Se incorporó 
alarmada, creyendo que había entrado un animal en el cuarto, 
y entonces vio a Rebeca en el mecedor, chupándose el dedo y 
con los ojos alumbrados como los de un gato en la oscuridad. 
Pasmada de terror, atribulada por la fatalidad de su destino, 
Visitación reconoció en esos ojos los síntomas de la 
enfermedad cuya amenaza los había obligado, a ella y a su 
hermano, a desterrarse para siempre de un reino milenario en 
el cual eran príncipes. Era la peste del insomnio". (Cien aña 
de se 
132 
Diana Matallana 
En la trayectoria tejida a través del episodio de la peste del insomnio, la novela 
sigue siendo el acta de la evolución corriente de la EA y, simultánea a ésta, el 
siguiente informe clínico da testimonio: 
Informe de Clínica de M emana 
Nombre: RP 
Edad: 80 años 
Fecha de evaluación: junio 11 de 1.999 
Informante: (sobrina) 
Motivo de consulta: 
Deterioro cognoscitivo de cuatro años de evolución, más 
acentuado en los últimos 6 meses, y consistente en olvidos 
de fechas, nombres de familiares y desorientación. Se perdió 
hace 8 meses en el barrio. Ocasionalmente no recuerda quién 
es su hija o no sabe quién es su yerno. Hace poco dijo a su 
yerno: "Perdona, te voy a contar una cosa: aunque me da 
mucha pena con mi hija, debo decirte que ella tiene un 
amante...". El cambio de la identidad de las personas familiares 
es muy frecuente. 
Y en la novela ¿o realidad?: 
"Cataure, el indio, no amaneció en la casa. Su hermana se 
quedó, porque su corazón fatalista le indicaba que la dolencia 
letal había de perseguirla de todos modos hasta el último 
rincón de la tierra. Nadie entendió en la casa la alarma de 
Visitación. «Si no volvemos a dormir, mejor», decía José 
Arcadio Buendía, de buen humor. «Así nos rendirá más la 
vida.» Pero la india les explicó que lo más temible de la 
enfermedad del insomnio no era la imposibilidad de dormir, 
pues el cuerpo no sentía cansancio alguno, sino su inexorable 
evolución hacia una manifestación más crítica: el olvido. 
Quería decir que cuando el enfermo se acostumbraba a su 
estado de vigilia, empezaban a borrarse de su memoria los 
recuerdos de la infancia, luego el nombre y la noción de las 
cosas, y por último la identidad de las personas y aun la 
conciencia del propio ser, hasta hundirse en una especie de 
idiotez sin pasado" (faenarlos de soledad). 
133 
Cerebro, Arte y Creatividad 
N o sólo en la "peste del insomnio" sino en E l amor en los tiempos del cólera: 
"Tampoco Florentino estaba en su mejor momento. Al trabajo 
cada día más intenso, a sus hastíos de cazador furtivo, a la 
calma chicha de los años, se había agregado la crisis final de 
Tránsito Ariza, cuya memoria había terminado sin recuerdos: 
casi en blanco. Hasta el punto de que a veces se volvía hacia 
él, lo veía leyendo en el sillón de siempre, y le preguntaba 
sorprendida: «¿Y tú eres hijo de quién?». El le contestaba 
siempre la verdad, pero ella volvía a interrumpirlo en seguida. 
-Y dime una cosa, hijo -le preguntaba- yo quién soy?" (El 
amor en los tiempos dd cólera). 
Y así se sigue tejiendo la realidad, la novela, el acta, la ficción, el imaginario: 
Informe de Clínica de Memoria: 
Nombre: NV 
Edad: 87 años 
Fecha de evaluación: Mayo 9 de 2000 
Informante: Nuera 
Motivo de consulta: 
Presenta deterioro cognoscitivo de tres años de evolución, 
consistente en pérdida de objetos personales; desorientación 
en la casa y hasta en su propia alcoba; olvido de nombres de 
personas y objetos y confunde a personas previamente 
conocidas. "Siempre tiene una buena razón para negar lo que 
le sucede. Hace poco en visita con la oftalmóloga ella le indicó 
que debía cuidar más las gafas, pues estaban muy rayadas. 
Doña N dijo: "No doctora, vaya usted a saber de quien son 
las gafas, yo estaba jugando cartas y tomé las primeras gafas 
que tenía a mano, quién sabe de qué señora serán!". 
La pérdida de la memoria en la enfermedad de Alzheimer generalmente tiene 
un curso particular inicia con el olvido de eventos episódicos, continúa con pérdida 
de la capacidad de reconocer el significado de los objetos -amnesia semántica- y 
finalmente se pierden los recuerdos automáticos -manejar un carro- es decir, se 
compromete lo que se llama la memoria implícita. El inicio, en la mayoría de los 
casos, es después de los 65 años. 
"Habían contraído, en efecto, la enfermedad del insomnio". 
Úrsula, que había aprendido de su madre el valor medicinal 
de las plantas, preparó e hizo beber a todos un brebaje de 
134 
Diana Matallana 
acónito, pero no consiguieron dormir, sino que estuvieron 
todo el día soñando despiertos. En ese estado de alucinada 
lucidez no sólo veían las imágenes de sus propios sueños, 
sino que los unos veían imágenes soñadas por los otros. Era 
como si la casa se hubiera llenado de visitantes." 
(...) Al principio nadie se alarmó. Al contrario, se alegraron 
de no dormir, porque entonces había tanto que hacer en 
Macondo que el tiempo apenas alcanzaba (...) Los que querían 
dormir, no por cansancio sino por nostalgia de los sueños, 
recurrieron a toda clase de métodos agotadores. Se reunían a 
conversar sin tregua, a repetirse durante horas los mismos 
chistes (...) 
(...)Fue Aureliano quien concibió la fórmula que había de 
defenderlos durante varios meses de las evasiones de la 
memoria. La descubrió por casualidad (...) Un día estaba 
buscando el pequeño yunque que utilizaba para laminar los 
metales, y no recordó su nombre. Su padre se lo dijo: «Tas». 
Aureliano escribió el nombre en un papel que pegó con goma 
en la base del yunquecito: tas. Así estuvo seguro de no olvidarlo 
en el futuro. No se le ocurrió que fuera aquella la primera 
manifestación del olvido, porque el objeto tenía un nombre 
difícil de recordar..." (Cien años de soledad) 
Nombre: MP 
Edad: 73 años 
Fecha de evaluación: Mayo 2 de 1998 
Motivo de consulta: 
Los hijos Devaron la paciente a consulta por fallas de memoria 
evolutivas desde hace seis meses. Presenta fallas en la 
evocación de palabras marcadas durante el lenguaje 
espontáneo. La paciente no reconoce alteración en la memoria: 
dice que viene a acompañar a su esposo quien es el que 
presenta dificultades. 
QSM(paciente): 15/45. MMSE: 21/30 
QSM (familiar): 36/45. 
Lenguaje: Disminuido en la fluidez y denominación, con 
presencia de parafasias así como anomia marcada. 
Memoria: Marcado compromiso en cuanto a recuerdos 
remotos y recientes. Explícita: 22/48 Intrusiones:44. 
"No se le ocurrió que fuera aquella la primera manifestación 
del olvido, porque el objeto tenía un nombre difícil de recordar. 
Pero pocos días después descubrió que tenía dificultad para 
135 
Cerebro, Arte y Creatividad 
recordar casi todas las cosas del laboratorio. Entonces las 
marcó con el nombre respectivo, de modo que le bastaba con 
leer la inscripción para identificarlas. Con un hisopo entintado 
marcó cada cosa con su nombre: mesa, silla, reloj, puerta, pared 
cama, cacerola. Fue al corral y marcó los animales y las plantas: 
vaca, ahito, puerco, gallina, yuca, malangí guineo. Poco a poco, 
estudiando las infinitas posibilidades del olvido, se dio cuenta 
de que podía llegar un día en que se reconocieran las cosas 
por sus inscripciones, pero no se recordara su utilidad. 
Entonces fue más explícito. El letrero que colgó en la cerviz 
de la vaca era una muestra ejemplar de la forma en que los 
habitantes de Macondo estaban dispuestos a luchar contra el 
olvido: Esta es la vxa, hay que ordeñarla todas las mañanas para 
que produzca leobey a la leche hay que heñirla para mezdana con d 
caféy hacer café conleohe. Así continuaron viviendo en una realidad 
escurridiza, momentáneamente capturada por las palabras, 
pero que había de fugarse sin remedio cuando olvidaran los 
valores de la letra escrita. 
"En la entrada del camino de laciénaga se había puesto un 
anuncio que decía Macando y otro rrás grande en la calle central 
que decía Día existe. En todas las casas se habían escrito claves 
para memorizar los objetos ylos sentimientos. Pero el sistema 
exigía tanta vigilancia y tanta fortaleza moral, que muchos 
sucumbieron al hechizo de una realidad imaginaria, inventada 
por ellos mismos, que les resultaba menos práctica pero más 
reconfortante. Pilar Ternera fue quien más contribuyó a 
popularizar esa mistificación, cuando concibió el artificio de 
leer el pasado en las barajas como antes había leído el futuro. 
(...) los insomnes empezaron a vivir en un mundo construido 
por las alternativas inciertas de los naipes, donde el padre se 
recordaba como el hombre moreno que había llegado a 
principios de abril y la madre se recordaba apenas como la 
mujer trigueña que usaba un anillo de oro en la mano 
izquierda, y donde una fecha de nacimiento quedaba reducida 
al último martes en que cantó la alondra en el laurel. Derrotado 
por aquellas prácticas de consolación, José Arcadio Buendía 
decidió entonces construir la máquina de la memoria que 
una vez había deseado para acordarse de los maravillosos 
inventos de los gitanos. El artefacto se fundaba en la 
posibilidad de repasar todas las mañanas, ydesde el principio 
hasta el fin, la totalidad de los conocimientos adquiridos en 
la vida. Lo imaginaba como un diccionario giratono que un 
individuo situado en el eje pudiera operar mediante una 
manivela, de modo que en pocas horas pasaran frente a sus 
136 
Diana Matallana 
ojos las nociones más necesarias para vivir. Había logrado 
escribir cerca de catorce mil fichas (Cien aria de soledad). 
Infame de Clínica de Memoria 
Nombre:RC 
Edad: 81 años 
Fecha de avaluación: mayo 21 de 1.999 
Motivo de consulta: 
Consulta por cuadro clínico 4 años de evolución y más 
acentuado en el último años consistente en pérdida de la 
memoria (teléfonos, nombre de personas, recados o razones, 
lecturas), acompañado de desorientación e irritabilidad. Dice 
que para que no se le olviden las cosas escribe todo en 
papelitos... "Don R, sí escribió la fecha de la cita, porqué no 
le dio el papelito a su hija?"... "Ay! doctora yo hice todo lo 
que me dijo y llegué hasta el papelito, el problema es que no 
recuerdo dónde puse el papelito...". No recuerda el nombre 
de los hijos pero canta la Marsellesa. 
Una de las particularidades de la EAes la heterogeneidad de la misma, condición 
que ha impedido, en cierta forma, el alcance de una conducta terapéutica particular. 
Tal vez la creación de las 15 mil fichas que recopilan las enseñanzas de los gitanos 
puedan en parte permitir acceder al repaso de lo olvidado o, quizás, el 
acondicionamiento ambiental de Florentino Ariza ante la inevitable enfermedad 
de su madre sea una solución tranquilizadora ante la devastadora enfermedad: 
"Había engordado tanto que no podía moverse, yse pasaba 
el día en la mercería donde ya no quedaba nada que vender, 
acicalándose desde que se levantaba con los primeros gallos 
hasta la madrugada del día siguiente, pues dormía muy pocas 
horas. Se ponía guirnaldas de flores en la cabeza, se pintaba 
los labios, se empolvaba la cara y los brazos, y al final le 
preguntaba a quien estuviera con ella cómo había quedado. 
Los vecinos sabían que esperaba siempre la misma respuesta: 
«Eres la Cucarachita Martínez» Esta identidad, usurpada al 
personaje de un cuento para niños, era la única que le dejaba 
conforme. Seguía meciéndose, abanicándose con el ramillete 
de grandes plumas rosadas, hasta que volvía a empezar de 
nuevo: la corona de flores de papel, el almizcle en los párpados, 
el carmín en los labios, la costra de albayalde en la cara. Y 
otra vez la pregunta a quien estuviera cerca: «Cómo quedé?». 
Cuando se convirtió en la reina de burlas del vecindario, 
137 
Cerebro, Arte y Creatividad 
Florentino Ariza hizo desmontar en una noche el mostrador 
y los armarios de gavetas de la antigua mercería, clausuró la 
puerta de la calle, arregló el local como le había oído a ella 
describir el dormitorio de la Cucarachita Martínez, y nunca 
más volvió a preguntar quién era. (El amor en la tiernpa dd 
adera). 
Si mañana somos capaces de detener lo que inevitablemente hoyno es posible, 
veremos lo que en un realismo mágico sucedió en Macondo: 
"Le dio a beber a José Arcadio Buendía una sustancia de 
color apacible, y la luz se hizo en su memoria. Los ojos se le 
humedecieron de llanto, antes de verse a sí mismo en una 
sala absurda donde los objetos estaban marcados, yantes de 
avergonzarse de las solemnes tonterías escritas en las paredes, 
y aun antes de reconocer al recién llegado en un deslumbrante 
resplandor de alegría. Era Melquíades." (...) Y así "Macondo 
celebraba la reconquista de los recuerdos..." 
Y así la esperanza de quienes sufren, se enfrentan ycomparten el saber acerca 
de la enfermedad del olvido se consagra en el final del capítulo casi transcrito. 
Como dice Carlos Fuentes, García Márquez da cuenta que nuestra historia "no 
es sólo fatal: también, de una manera oscura, la hemos deseado. Además, convierte 
el mal en humor porque, deseado, no es una abstracción ajena a nuestras vidas: es 
lo otro, lo que podemos ver fuera de nosotros como parte de nosotros, reducido 
a su encuentro irónico, proporcional, azaroso, con nuestras debilidades cotidianas 
y nuestras representaciones imaginarias. Nueva disolución de las falsas disyuntivas 
ypolémicas en tomo a realismo y fantasía, arte comprometido yarte puro, literatura 
nacional y literatura cosmopolita, la obra de García Márquez destruye estos a-
prioris idiotas para proclamar, y conquistar, un derecho a la imaginación que, ella 
sí, sabe distinguir entre mistificaciones en las que el pasado muerto quiere pasar 
por presente vivo, y mitificaciones en las que un presente vivo recupera, también, 
la vida del pasado. 
Bibliografía 
Fuentes Carlos. García Márquez: la segunda lectura. Tomado de: A propósitode Gabnd 
García Márquez y su obra. Grupo editorial Norma. Bogotá, 1997. 
García Márquez, G.,£ / otoñodd Patriarca. (Ia. Edición. 1975) Grupo Editorial Norma. 
1996. 
García Márquez, G.,HundreArs Ensomhet. GyldendalNorskForlag-Oslo. 1983. 
García Márquez, G.,HundredeA rs Ensomhet. Samlerens BilligbOger. KObenhavn. 1975. 
138 
Diana Matallana 
García Márquez, G , Cien Aña de Soledad. (Primera Edición 1967). Editorial Norma, 
1997. 
García Márquez G. ElAmorenla tiempa del cólera. Editorial Oveja Negra Narrativa, 
1985. 
Informe Clínica de Memoria. Hospital de San Ignacio. Universidad Javeriana. 1998. 
Yates F, L'arte della rrernoria. Con uno scrítto di Emst H. Gombriah. Giulio Einaudi 
Editore.Torino. 1993. 
"Conversando con García Márquez" en : A propósito de la obra de García Márquez. 
Editorial Norma, 1997. 
139 
Cerebro, Ar te y Creatividad 
Dostoiewski, su epilepsia 
y las auras de éxtasis 
Rodr igo Pa rdo Tur r i ago 
E ste trabajo se apoya en dos obras fundamentales dedicadas con gran profundidad a examinar la Epilepsia de Dostoiewski. Por una parte, el trabajo de T. Alajouanine de 1963, y p o r otra, la discusión de H Gastaut 
de 1997. Recoge algunos elementos de la obra extraordinaria de la Escuela de 
Montreal de Penfield yjasper, así como aspectos modernos en el campo de la 
Epilepsia y hace referencia, por supuesto, a algunos textos del gran novelista 
ruso. Las traducciones de los textos al español intentan poner de relieve los aspectos 
de las crisis y p o r ello no tienen ningún valor literario. 
Aguarde un instante, Shátov: ¿tiene usted momentos de armonía eterna? 
-¿Sabe una cosa, Kirilov? No debe usted pasarse más noches en vela. 
Kirilov pareció volver en sí y, cosa extraña, comenzó a hablar con más ilación que de 
ordinario: notábase que todo aquello lo tenía madurado, yquizás escrito, desde hacía 
tiempo: 
Hay pequeños instantes, en total cinco o seis segundos consecutivos, en que percibe 
uno la presencia de una armonía eterna, totalmente lograda. Noes cosa terrenal; yno 
quiero afirmar que sea celestial, sino que el hombre, en su estructura terrena, es 
incapaz de sobrellevarla. Elayque transformarse físicamente o morir. Se trata de un 
sentimiento diáfano e indiscutible. Diríase que uno capta de pronto la naturaleza en 
su integridad y dice: "Si, es verdad". 
Cuando Dios creó el mundo, al término de cada día de creación afirmaba: "Si, esto es 
verdad, esto es bueno" No es ....enternecimiento, sino únicamente alegría. Uno no 
perdona nada porque ya no hay nada que perdonar; y tampoco es que ame, pues se 
trata de algo por encima del amor. Lo más impresionante es que resulte todo ello tan 
claro y tan placentero. Si el momento dura más de cinco segundos, el alma no lo 
resiste y debe desaparecer. En estos cinco segundos quemo yo toda mi existencia y 
daría por ellos mi vida entera, porque la valen. Para aguantar diez segundos hay que 
transformarse físicamente. Creo que el hombre ha de dejar de tener hijos. ¿Para qué 
tenerlos, y para qué la evolución si el objetivo está ya alcanzado? El evangelio dice 
que el domingo no se dará a luz, y todos serán como ángeles de Dios. Es una alusión. 
Cerebro, Arte y Creatividad 
¿Su mujer está dando a luz? 
- Kirilov, ¿le sucede esto a menudo? 
Una vez cada tres días o quizá cada semana. 
¿Padece usted de epilepsia? 
- No. 
- Pues padecerá. Cuidado, Kirilov: tengo entendido que así es precisamente como 
empieza. Un epiléptico me ha descrito minuciosamente la sensación previa a los 
ataques, yes punto por punto lo que le sucede a usted; cinco segundos eran también 
su tiempo, y decía que era incapaz de resistir más. Recuerde el cántaro de Mahoma, 
que no llegaba a verterse del todo mientras él recoma el paraíso en su caballo. El 
cántaro eran los mismos cinco segundos; me recuerda demasiado la armonía de usted, 
y Mahoma era también epiléptico. Cuídese de la epilepsia, Kirilov...(Los demonios, 
cap. V). 
F i o d o r Dosto iewski nació el 30 de octubre de 1821. Su padre era un médico 
que servía en el Hospital de los Pobres en Moscú. Tuvo dos hermanos y tres 
hermanas, una de las cuales murió tempranamente. Uno de sus cuatro hijos, Alexis, 
murió a la edad de 3 años en status epilepticus. 
A los 17 años ingresó a la escuela de ingenieros militares, en San Petesburgo, 
la que abandonó a la edad de 22 años, tras la trágica muerte de su padre. A los 24 
años, había publicado su primer libro "Pobres gentes" (1846), una obra que añadía 
la dimensión psicológica a la puramente narrativa, en su análisis de los conflictos 
del protagonista, observándolos desde su propio interior. E n 1849, su carrera 
literaria es interrumpida. Se había unido a un grupo de jóvenes intelectuales que 
leían y debatían las teorías de escritores socialistas franceses, librepensadores 
románticos contemporáneos, como Puskin, Schiller, Hugo y Sand, prohibidos 
por aquél entonces en la Rusia zarista de Nicolás I. 
E n sus reuniones secretas se infiltró un informador de la policía y todo el 
grupo fue detenido y enviado a la prisión. E n diciembre de 1849, los condujeron 
al lugar donde debían ser fusilados pero, en el último momento, se les conmutó la 
pena máxima por la de exilio. Dostoiewski fue sentenciado a cuatro años de trabajos 
forzados en Siberia y a servir a su país como soldado raso. Allí permanecería por 
nueve años. 
Si bien existen ciertas inexactitudes, se cree que fue allí, en Omsk, a la edad de 
29 años, donde Dostoiewski presentó su primer episodio convulsivo, al menos 
del cual existe documentación suficiente, sin perder de vista la opción de que ellos 
fueran anteriores pero no hubieran sido identificados como tales. 
Tras su exilio, que acentuó su enfermedad, Dostoiewski abjuró de sus ideas 
revolucionarias y las sustituyó por las de la transformación interior del hombre, 
142 
Rodrigo Pardo Turriago 
basada en los preceptos del Nuevo Testamento. Sus lecturas, limitadas a la Biblia, 
empujaron a rechazar el ateísmo socialista de inspiración occidental. 
Tras su servicio obligado en Mongoiia, recibió permiso para regresar a San 
Petesburgo, en compañía de una viuda aquejada de tuberculosis, con la que se 
casaría. Al volver a esta cuidad, Dostoiewski retoma su actividad de escritor y 
publica por entregas Memorias de la casa de los muertos y humillados y ofendidos, en 
1861, donde aparecerá como un tema central la redención yel logro de la felicidad 
a través del sufrimiento. Como consecuencia de la enfermedad y muerte de su 
esposa en 1864 yla de su hermano, caen a la ruina por las deudas financieras. 
Escribe, entonces, como parte de pago de un préstamo, la novela Eljugzdor, en 
1866, en la que refleja su afición por el juego. Esas mismas deudas lo obligarían a 
vivir algunos años fuera del país para escapar de los acreedores. Fueron años de 
pobreza pero de gran creatividad: publicó sus grandes obras, entre ellas Crimeny 
castigo, en 1866; Los demonios, en 1872, y finalmente, Les hermanos Kararnazov, poco 
después de regresar a Rusia. 
Cada novela se centra en la exploración de las conflictivas vidas de sus personajes, 
de sus motivaciones yde la justificación filosófica de sus existencias. De cada una 
de ellas, el autor llevó un cuaderno de notas, que, traducidas a comienzos del siglo 
XX, se constituyen en fuente de análisis de sus métodos creativos. 
Sus crisis epilépticas se presentarían de manera periódica y regular por el resto 
de su vida, hasta su muerte el 28 de enero de 1881, como consecuencia de una 
posible tuberculosis. 
La epilepsia de Dostoiewski 
Muchos y grandes personajes han sufrido de Epilepsia, desde Alejandro Magno 
hasta Napoleón, desde Buda hasta Mahoma. La enfermedad de muchos hombres 
geniales es, sin embargo, mítica y carece de los detalles suficientes que permitan 
establecer un diagnóstico preciso. La epilepsia de Dostoiewski es, entre otras, 
la mejor conocida debido a la detallada descripción de las crisis proporcionada 
por sus médicos, amigos y parientes y por Dostoiewski mismo, quien las 
describió y analizó crudamente, al tipo de crisis particularmente intensas y 
frecuentes, con Inicio temprano yhasta la muerte, sin interferir con el desarrollo 
de su genio y a la proyección de sus convulsiones en los principales 
protagonistas de sus novelas, recreándolas y poniendo en boca de sus 
personajes muchas de sus emociones ypercepciones acerca de su enfermedad. 
Por años, la hipótesis sobre la enfermedad de Dostoiewski, apoyada en su 
propia descripción, en el análisis de las crisis de sus personajes yen el conocimiento 
prevalente sobre la epilepsia y sus manifestaciones fue: 
143 
Cerebro, Arte y Creatividad 
"Dostoiewski sufría de una epilepsia orgánica debida a una lesión en el lóbulo temporal 
con crisis precedidas por un aura extraordinaria, consistente en sentimientos de beatitud 
y éxtasis. Estas crisis jugaron un papel fundamental y ejercieron profunda influencia 
en su pensamiento, sus emociones ysu trabajo literario" 
Como corolario, se pretende explicar el misticismo y panhumanismo de 
Dostoiewski como consecuencia de que ..."cada mes de su vida, al inicio de sus 
crisis, una extraordinaria aura de éxtasis le abría las puertas del Paraíso"... (Gastaut, 
1977). 
Tal sería el argumento de una histórica conferencia que pronunciara T. 
Alajouanine en Londres, el 4 de Mayo de 1962, durante una reunión conjunta de 
la Sociedad Neurológica de Francia y la Real Sociedad de Medicina (Alajouanine, 
1963). 
Las fuentes en que se basa el diagnóstico sobre el tipo de epilepsia que padecía 
Dostoiewski provienen de las canas que el mismo escritor dirigiera a su hermano 
Mguel, a su esposa y a algunos de sus amigos. Dostoiewski, meticuloso en sus 
anotaciones yen su método de trabajo, registraría en sus diarios las fechas de cada 
crisis a partir de 1860, con una descripción detallada de las mismas, en especial de 
las reacciones que seguían a los episodios. Alajouanine da especial crédito a la 
descripción de Sofía Kovalewski, que incluyeel aura que precedía el ataque en 
palabras del mismo Dostoiewski. Esta descripción será transcrita por el príncipe 
Mchkine, figura principal de El Idiota. 
En cuanto al inicio de la enfermedad, la mayoría de sus biógrafos admite que 
ésta se presentó a los siete años de edad, con relación a un suceso particularmente 
perturbador que ocurrió en la vida de sus padres, como lo menciona Oreste 
Miiler sin hacer mayor referencia a dicho episodio. Sin embargo, parece ser que el 
mismo escritor le confió a su primera esposa, Sofía, que fue al final de su exilio, 
el mismo que transformaría su vida, cuando se presentó el primer ataque. 
Alajounine acepta que la diferencia puede explicarse por la baja frecuencia de 
episodios que experimentó Dostoiewski antes de los 28 años. Como se ha 
mencionado, es posible recoger, con base en sus diarios, las anotaciones de sus 
crisis a partir de 1860 y registrar el aumento de frecuencia de manera notoria tras 
su regreso de prisión en Siberia, para presentarse cada tres semanas, sin perjuicio 
que las crisis se sucedieran en episodios repetidos. 
Para Alajouanine, las crisis de Dostoiewski eran de varios tipos, incluyendo 
ataques de grand mal. Estas últimas han sido descritas por su segunda esposa, Ana 
Grigorevna, ysu amigo Stakhof. En una carta dirigida a su hermano Miguel, en 
1865, Dostoiewski escribió: "tengo todo tipo de crisis". Resulta evidente que a 
partir de la propia descripción puede concluirse que Dostoiewski presentaba 
144 
Rodrigo Pardo Turriago 
manifestaciones de confusión postictal con automatismos, similares a aquellos 
que aparecen en los personajes de El Idiota y Los Demonios. 
En mayo de 1870, escribiría en sus notas: "Una vez recuperada la conciencia, 
pasó un buen tiempo antes que mi cabeza se aclarara y recuerdo que iba y venía 
por el hotel, contándole a quien fuera sobre el ataque que acababa de sufrir". 
Alajouanine en su trabajo recupera otras anotaciones del escritor, según las cuales, 
"pasaba mucho tiempo antes de poder volver a conversar". 
Sin embargo, para Alajouanine, el punto más importante lo constituye la peculiar 
aura afectiva que precedía las crisis, aura que ha sido incorporada a la literatura 
sobre la epilepsia, y que aún se recuerda en los nuevos textos sobre el tema, a 
pesar de las nuevas clasificaciones yconceptos controvertidos en años posteriores. 
Se atribuye a Sofía Kovalewski la descripción de aquello que Dostoiewski le 
relataría como su primera crisis, mientras conversaba con un amigo sobre Dios, 
tema recurrente para los rusos de la época: 
"El aire se fue llenando de un gran ruido mientras yo trataba de moverme. 
Sentí que el cielo descendía hacia la tierra y me tragaba. En verdad toqué a Dios. 
El vino hacia mí. Grité ¡Dios existe! Y no recuerdo nada más. Todos ustedes, 
personas sanas no alcanzan a Imaginar la felicidad que sentimos los epilépticos en 
el preciso instante que precede el ataque... Ignoro si esta felicidad dura segundos, 
horas o meses, pero créanme, no cambiaría esta felicidad por ninguna otra". 
Si bien para Alajouanine esta aura de éxtasis constituye el elemento más 
importante en la experiencia epiléptica de Dostoiewski, se reconoce la depresión 
en que solía caer el escritor tras sus episodios, como se deduce de su 
correspondencia llena de lamentos. 
El príncipe Muichkine en El Idiota recrea esta sensación. Pero en este personaje, 
tienen lugar episodios de pensamiento forzado, automatismos pre ypostictales y 
posiblemente lo que hoy conocemos como estado epiléptico no convulsivo. 
Alajouanine afirma haber tenido la oportunidad de observar varios casos 
similares y llama la atención sobre uno de sus pacientes informaba sobre sus 
ataques en términos muy similares a aquellos utilizados por los personajes de 
Dostoiewski. Menciona, así mismo, cómo, en este caso, el electroencefalograma 
reveló puntas y ondas en ambos lóbulos temporales. 
A través de sus notas, Alajouanine concluye que la epilepsia de Dostoiewski 
tuvo una influencia cierta y decisiva en sus conceptos y que cambió su ética ysu 
filosofía. Es claro que Dostoiewski estaba imbuido del problema de la existencia 
de Dios. Para el autor francés, su epilepsia creó en Dostoiewski un "hombre 
145 
Cerebro, Arte y Creatividad 
doble": el racionalista yel místico, dualidad de la cual .el último elemento parece 
prevalecer más y más. 
Unos años después, otro investigador francés en el área de la Epilepsia y 
autoridad reconocida en la materia, propondría una alternativa de explicación 
para aproximarse al cuadro clínico del escritor ruso. Henri Gastaut, quien 
Iniclalmente había coincidido con Alajouanine, elaboraría a partir del estudio 
sistemático de la literatura disponible sobre las auras y material biográfico 
previamente no disponible, una hipótesis alternativa que presentaría en la 
conferencia en honor a William G. Lennox, en 1977. 
Para Gastaut, Dostoiewski sufría de una epilepsia idiopática, no asociada con 
patología orgánica, bajo la forma de una epilepsia primaria generalizada. Sus crisis 
de grand mal carecían de tal aura de éxtasis, pero en raras ocasiones estaban 
precedidas por leves alteraciones de la conciencia, modificadas por el exquisito 
gusto o sensibilidad del artista y que dieron pie a que sus médicos inventaran el 
concepto de aura de éxtasis, que jamás han visto en sus pacientes. Como corolario 
de lo anterior, Gastaut afirma que el genio de Dostoiewski era innato yse desarrolló 
a pesar de su condición de epiléptico y no como consecuencia de su enfermedad. 
Como se ve, tanto la premisa como la conclusión difieren en los dos autores 
franceses. 
En 1954, Wilder Penfield y Herbert Jasper publicarían un texto clásico: La 
Epilepsia y la Arutonia Funcional del Cerebro Humano, en el cual se ocuparían de 
todos los aspectos teóricos, clínicos, quirúrgicos yexperimentales sobre la Epilepsia, 
yse recogerían todos los conocimientos modernos sobre el tema, muchos de los 
cuales mantienen su vigencia casi cincuenta años después. En este texto, Penfield 
se ocupa de los diversos tipos de auras y dedica un capítulo especial a las Crisis 
Psíquicas.2 
Una descarga epiléptica en ciertas áreas del cortex puede producir un fenómeno síquico 
positivo tal como en otras áreas produce fenómenos motores o sensitivos. En las 
crisis síquicas la primera manifestación es algún cambio en la esfera mental. Es un 
estado psíquico positivo en el sentido que algo se retiene en la conciencia y alguna 
memoria de la experiencia mental continúa hacia el periodo postictal. Las crisis 
psíquicas incluyen ilusiones, emociones, alucinaciones psíquicas ypensamiento forzado. 
Las alucinaciones psíquicas ylas ilusiones son formas diferentes de lo que Hughlings 
Jackson llamó estadios de ensoñación. Durante este estadio, el paciente puede tener 
conciencia de una diferencia repentina en su propia interpretación de su ambiente. 
J ^ Í puede pensar que todo esto ocurrió antes, o que su relación con las cosas a su 
alrededor se alteró. Estas interpretaciones alteradas son las ilusiones. Por otra parte, 
en su mente pueden aparecer sueños de eventos, personas o escenas. Estas son las 
alucinaciones. 
146 
Rodrigo Pardo Turriago 
Dentro de las ilusiones, Penfield menciona la Ilusión de lejanía. El paciente se 
siente lejos, remoto, removido de su cuerpo ysu ambiente. Es una sensación de 
"adiós", de "estar en otro mundo". Siente como si él mismo estuviese muy lejos 
y sin embargo continúa teniendo conciencia del presente. Parecería verse a él 
mismo y saber lo que está pasando a su cuerpo, como si fuese un segundo 
observador. Este tipo de ilusión se asocia con una sensación de miedo, tristeza y 
soledad. Este sentimiento puede clasificarse como una ilusión de emoción. 
El Dr. L.S. Kubie ha sugerido que sería más descriptivo utilizar el término 
sensación ilusoria mejor que el de ilusión y en consecuencia estas emociones 
serían sensaciones ilusorias de miedo, tristeza y soledad, y no ilusiones. Estas 
emocionesse presentan sin una causa adecuada. Pueden considerarse el resultado 
de una falsa interpretación de la relación del individuo con su ambiente y pueden 
compararse a las ilusiones visuales o a las ilusiones de lejanía. 
En opinión de H Jackson, en muchas de estas experiencias puede existir un 
desdoblamiento de la conciencia (expresión que le fue sugerida a él por un paciente). 
En verdad, en la mayoría de las crisis psíquicas ocurre un desdoblamiento de la 
conciencia, con alucinaciones o ilusiones. Jackson se referiría a este fenómeno 
con el término "diplopia mental". 
En su discusión sobre las emociones como fenómeno ictal, Penfield destaca el 
temor como el acompañante más frecuente de las ilusiones. 
"Estas emociones ictales que el paciente describe como miedo, temor, pánico, 
tristeza, soledad se asocian con los siguientes fenómenos: una ilusión de 
interpretación o Introspección con sensaciones que dependen del sistema sensorial 
secundario... La emoción ictal se produce como una experiencia diferente yes la 
consecuencia de una descarga cortical localizada". 
Y en el mismo sentido: "Esta discusión nos permite considerar otro tipo de 
emoción tal como rabia, gozo, placer, excitación sexual. En nuestra experiencia, 
ni las descargas epilépticas localizadas, ni la estimulación eléctrica es capaz de 
despenar tales emociones. Nos sentimos tentados a creer que no hay mecanismos 
corticales específicos asociados con estas emociones. Pero la carencia de evidencia 
no prueba nada". 
La palabra "aura" del griego significa airecillo y pudo ser empleada por primera 
vez por Pelops, maestro de Galeno (130-210 a.C). El ténriino fue introducido en 
la terminología médica por un paciente, quien describió a Galeno sus síntomas 
"como un airecillo". Debe recordarse que por aquella época predominaba en el 
pensamiento médico la teoría de los humores y esta descripción permitía afirmar 
que "un vapor o sustancia neumática" que corría desde las extremidades hacia la 
cabeza, causaba ciertas formas de epilepsia. 
147 
Cerebro, Arte y Creatividad 
Hacia el final del siglo XVIII e inicios del XIX, el concepto de aura se había 
ampliado para incluir todos los fenómenos que anticiparan crisis, ya fueran 
motores, sensitivos o psíquicos. En 1860, Falret utilizó el término "aura intelectual" 
para describir las complejas experiencias mentales que precedían por unos minutos 
el ataque epiléptico y constituían una especie de primer síntoma y que 
correspondería al estado de ensoñación de Hughlings Jackson, quien fue el primero 
en reconocer el valor localizador de las auras. 
Para Gastaut, la sintomatología del aura de éxtasis, como parte de los fenómenos 
atribuibles a la epilepsia del lóbulo temporal tan sólo pueden explicarse como 
producto de la prodigiosa y brillante mente del escritor ruso. Gastaut afirma que 
Dostoiewski sufrió ataques generalizados de grand mal, como el mismo escritor y 
sus amigos los describen y que la mayoría de ellos ocurría durante el sueño. En su 
interpretación, es indudable que las crisis de Dostoiewski se acompañaban de 
automatismos psicomotores, psicosensoriales o puramente psíquicos, similares a 
los automatismos que se presentan en las crisis del lóbulo temporal, pero en su 
opinión ocurrían posteriormente a la crisis, esto es en el periodo postictal. 
Dostoiewski da cuenta de estos episodios de confusión postictal, y los traslada a 
sus novelas. Resulta claro que las descripciones de su esposa ysu amigo, son 
posteriores a la publicación de Elidióla, y pudieron estar Influenciadas por la 
novela. 
A favor de su hipótesis, Gastaut hace referencia a los antecedentes familiares, 
frecuentes en la epilepsia primaria generalizada, la ausencia de signos sugestivos 
de daño cerebral focal o de cambios psicológicos tan frecuentes en la epilepsia 
del lóbulo temporal, como las alucinaciones de tipo paranoide. A favor de las 
crisis generalizadas, estaría también su presentación predominantemente nocturna 
y durante el sueño yel hecho que algunos episodios, especialmente aquellos que 
se presentaban en la mañana, estaban precedidos de sacudidas, hoy conocidos 
como rnicdonus bilateral precedentes de las crisis generalizadas, o haciendo parte 
de las mismas. 
Gastaut conocía bastante bien la doctrina de Penfield yjasper relativa a los 
tipos de crisis que constituían el complejo de las crisis generalizadas primarias, 
que incluían un tipo especial que ellos llamaron "crisis de pequeño mal-gran 
mal", consistente en una crisis de gran mal precedida por rmodonus por varios 
segundos o por una ausencia de pequeño mal. Para Gastaut, es este el tipo de 
crisis de Dostoiewski, a pesar de que no tenía crisis aisladas de pequeño mal. Sin 
embargo, en apoyo a su tesis, menciona escasas ausencias como podría interpretarse 
a partir de la descripción de Sirakhov: ..."Lo que decía estaba lleno de una elevada 
espiritualidad y gozo... de repente, se detuvo por un instante, como si estuviese 
buscando la palabra correcta, con su boca ya abierta ... y de repente emitió un 
extraño grito y cayó inconsciente". 
148 
Rodrigo Pardo Turriago 
¿Cómo explicar entonces la famosa aura de éxtasis? Para Gastaut, la respuesta 
debe buscarse en la genialidad del artista, en la creativa imaginación del genio. El 
éxtasis sería una recreación de los breves instantes de confusión que seguían las 
crisis o en aquellas pequeñas alteraciones de conciencia que precedían la sacudida 
convulsiva. 
Gastaut lo afirma de la siguiente manera: "Estoyconvencido de que el peculiar 
estado de conciencia que Dostoiewski describió en el inicio de las crisis del príncipe 
Myshkin yen algunos desús propios ataques,es decirla pretendida aura de éxtasis, 
es en realidad la expresión poética y mística de su arraigada aspiración por un 
mundo en armonía y amor, por una teocracia fundamentada en el ideal de Cristo 
ypor el paraíso terreno que describe en sus novelas. Debo agregar que Dostoiewski 
creía firmemente en la realidad de las experiencias que describía y era totalmente 
honesto en la construcción mitológica de su inconsciente". 
En su extensa disertación, Gastaut recorre la historia del concepto de aura 
tomando como punto de partida la recopilación del tema en el texto clásico de 
Herpin de 1852, texto que seguramente fue de conocimiento de Dostoiewski y 
de la descripción en 1854 de 183 episodios de aura en 264 enfermos de epilepsia. 
Pero sería Hammond, veinte años después, quien llamaría la atención sobre los 
síntomas psicosensoriales, sin mencionar síntomas psicoafectivos. 
La categorización de las auras puramente psíquicas se debe a H Jackson, en el 
último cuarto del siglo XIX, quien propuso que ellas podían dividirse entre las 
intelectuales y las emocionales. Al grupo de auras intelectuales, Jackson (1958) las 
denominaría genéricamente "estados de ensoñación", incluyendo dentro de las 
mismas la sensación de un falso recuerdo que da la impresión de ya haber visto 
(equivalente al déja-iu de los franceses) u oído (déja-entendu) sucesos en curso, con 
la sensación de haber sido previamente experimentados, o su fenómeno inverso 
por completo, así como el pensamiento forzado que obliga al paciente a concentrar 
su atención en un pensamiento que con frecuencia el paciente no logra identificar 
posteriormente, y su correspondiente contrario. En el grupo de las auras 
emocionales, la tipología se limita a la sensación de miedo, a la que Jackson se 
refiriera en 1887, de la siguiente manera: 
"Por la emoción de miedo, no me refiero a miedo de sufrir un ataque, sino 
miedo que surge del interior. Se trata de un muy complejo estado psíquico que no 
aparece como consecuencia de una descarga súbita, sino por leves descargas de 
un complicado arreglo neuronal que representa partes orgánicas que tienen que 
ver con el manejo del temor..." 
Gastaut afirma cómo para finales del siglo XIX tan sólo se conocían auras de 
tipo emocional bajo la forma de sensaciones no placenteras, como aprehensión, 
149 
Cerebro,Arte y Creatividad 
temor y angustia. Resulta por lo tanto difícil explicar cómo los más grandes 
tratadistas sobre epilepsia, quienes habían dedicado gran esfuerzo y espacio para 
ocuparse de los fenómenos psicosensoriales asociados a las crisis convulsivas, 
hubieran pasado por alto un fenómeno tan particularmente llamativo como la 
sensación placentera de éxtasis. 
La situación no parece ser distinta para los investigadores en la primera mitad 
del siglo XX, y si bien el aura de éxtasis de Dostoiewski aparece en la literatura 
europea desde 1903 y 1906 con los trabajos de Loygue ySegalov, como lo recuerda 
Gastaut, hacia 1948 Pauly escribió: "...Este tipo de aura es muy peculiar. Una 
búsqueda a través de los tratados clásicos de neurología ha sido en vano, pues no 
hemos encontrado un caso similar" (Gastaut, 1948). 
Los textos modernos de fin del siglo XX se ocupan también de las auras 
emocionales y privilegian el temor como la sensación más frecuente: 
"El temor oscila entre la ansiedad leve yun intenso terror. En algunos pacientes 
el temor recuerda una experiencia de la vida real o puede asociarse con una 
alucinación psíquica no placentera. El placer es una aura infrecuente. No ha sido 
posible desencadenar sensaciones placenteras mediante estimulación eléctrica en 
la vecindad de las lesiones epileptogénicas, por ello carecen de valor de 
localización.". Como se nota, los modernos no superan las clásicas observaciones 
de Penfield yjasper. 
La epilepsia del lóbulo temporal como la conocemos hoy, previamente 
denominada epilepsia psicomotora, tiene una interesante historia en la primera 
mitad del siglo XX hasta ser completamente aceptada gracias a los trabajos de los 
esposos Gibbs y a la contribución del grupo de Montreal con Jas per yKershmann. 
La relación entre la epilepsia del lóbulo temporal, aceptada como una entidad 
propia y las auras emocionales es responsabilidad, entre otros, del propio Gastaut, 
quien, en sus trabajos experimentales y clínicos destaca nuevamente el temor y la 
angustia como los fenómenos predominantes. Sin embargo, ia obra de Dostoiewski 
ysus coloridas descripciones ejercerían una influencia indudable en abrir la opción 
alternativa, de placer y éxtasis, influencia que pervive. 
Con cierta ironía Gastaut justifica la existencia del aura de éxtasis en la literatura 
como una necesidad teórica para completar las tipologías "dípticas". Al déja-iu se 
opone el jarmis-iu; al pensamiento forzado, las ideas elusivas, y entonces, a las 
emociones de terror, aquellas de placer. 
Cerca de ciento cincuenta años después aún despiertan gran interés los 
enigmáticos personajes de Myshkin, Kirilov, y Smediakov, yel genio de Dostoiewski 
introduce una perspectiva diferente a la fenomenología de las crisis convulsivas, 
150 
Rodrigo Pardo Turriago 
motivando disputas interrninables y conceptos que, no por controvertidos, la 
literatura especializada aún se niega a retirar por completo de sus páginas. Como 
lo afirma Gastaut, la gran contribución de Dostoiewski ysu obra en el campo de 
la epilepsia ha sido redimir a cientos de enfermos del estigma de la torpeza mental 
con la cual de manera frecuente se les quiere asociar irremediablemente. 
Las clasificaciones modernas de las crisis convulsivas y de los Síndromes 
epilépticos representan en tal sentido un avance importante en la medida en que 
distinguen las epilepsias primarias de aquellas secundarias o lesiones, con mayor 
probabilidad de expresarse por defectos neurológicos focales y repercusión 
funcional, motora, sensitiva o intelectual. 
Los argumentos expuestos por Gastaut parecen contundentes, si se tiene en 
cuenta en el caso de Dostoiewski la edad de inicio de sus crisis, los antecedentes 
familiares, el patrón de nresentación, su carácter predominantemente nocturno, 
la suficiencia permanente de su genio que le permitió escribir las últimas notas de 
su último libro L a Hermanos Kararmzov, pocos días antes de su muerte, así como 
su interés permanente por temas tan disímiles como el juego y el misticismo. 
Quizá antes que ceder a la fascinación de tan peculiar tipo de sensación, debemos 
aceptar las razones expuestas, no sin algo de resistencia. Es indudable que la 
influencia de Dostoiewski se extiende no sólo en el campo de la creación literaria 
que lo ubica cómo uno de los grandes novelistas de todos los tiempos, sino más 
allá en el complejo campo del cerebro, el arte y la creatividad, lanzando como 
buen jugador acertijos de difícil solución. 
A manera de contraste, quiero ofrecer a ustedes la descripción de uno de estos 
fenómenos psicosensoriales hecha por una mujer de 26 años, en días pasados, 
quien al presentarse a la consulta, dice:1 
Eran como las seis y treinta y hasta ese momento estaba muy bien y no sentía nada 
raro. De repente me dio algo que es muy difícil de explicar. Fue un mareo en el que 
sentí como si me fuera a caer, como si me sacaran del cuerpo y viera por segundos las 
cosas desde afuera. También fue una sensación como si ya hubiera vivido esa situación 
y algo me fuera a pasar. Lo primero que hice fue salir muy rápido del lugar donde 
estaba y dejar las cosas botadas. No me acuerdo muy bien como salí del lugar, solo sé 
que pedí ayuda a mi mamá y salimos del sitio, pero esos segundos después de la 
primera sensación y la salida del almacén no los recuerdo. Ya fuera, estaba un poco 
nerviosa pero comencé a recuperarme. Salí a tomar aire y ya. me sentí bien. Entonces, 
pensé que no me podía dejar llevar por eso y decidí volver al almacén. En ese momento, 
me comenzó un dolor de cabeza y sentí una sensación rara en la boca, como un sabor 
a betún. Pasaron unos veinte minutos en los cuales entré a otro sitio y no pasó nada. 
Estuve bien todo el tiempo. Al volver al primer almacén volví a sentir lo mismo que 
1 La transcripción es escrita por la propia paciente, quien autorizó utilizar el material que se presenta. 
151 
Cerebro, Arte y Creatividad 
la primera vez, pero creo que duró un poco más. Nuevamente sentí un mareo fuerte, 
como si me sacaran del cuerpo y con la misma sensación de haber vivido la situación 
y algo fuera a pasar. Recuerdo que dejé las cosas en la caja y salí muy rápido, pero no 
recuerdo que pasó después. Salí del sitio y pedí ayuda. Me recuperé nuevamente, pero 
con dolor de cabeza y nervios. Al llegar a mi casa, me acosté en mi cama y reapareció 
la sensación. Esta vez, no me ubiqué en mi cuarto por unos segundos. Vi como los 
muebles, la ventana y todo cambiaba de lugar. Las otras sensaciones también las sentí. 
A partir de su relato, es más probable que esta paciente haya leído a Penfield 
que a Dostoiewski, y como obliga nuestro oficio, por tratarse de una mujer de 26 
años, con este tipo de relato, aún en ausencia de ningún defecto en su examen, se 
procedió a practicar los estudios que demostraron la presencia de una lesión 
quística en el uncus del h ipocampo, en vecindad de la amígdala, que fue 
exitosamente resecada. Se pone de relieve la agudeza crítica de Jackson quien 
hubiera resuelto este caso con el mismo éxito algo más de cien años atrás o 
ciertamente Penfield a mediados del siglo.2 
Bibliografía 
Alajouanine. Dataeuski's EpilepsyBrain 1963, 86: págs. 209-218. 
Clasificación clínica y electroencefalográfica de las Crisis epilépticas. Epilepsia, 1981; 22: 
págs. 489-501. 
Dostoevski. FM. L a Dementa (traducción de Luis Abollado), Editorial Bruguera, Barcelona 
1980. Diálogo entre Shatov y Kirilov. Capítulo V. La Viajera. 
Gastaut, H. Fyodor Mikhailovitch Dostoevski's involuntary contribution to the 
symptomatology and prognosis of epilepsy. Epilepsia, 1977; 19: págs. 186-201. 
Jackson HJ. Selected Writings cfjohn Huglings Jackson. Vol 2. J. Taylor (Ed). Basic Books. 
New York 1958. 
Penfield, W. Psychical Seizures, en Penfield W y Jasper H Epilepsy and the Functional 
A natamy ofthe Human Brain Little, Brown and C. Boston, 1954, Capítulo XI. 
Gastaut.PaulyR L'épilepsie de Dostoievski. J. Med Bordeaux 1948; 125: págs.337-345. 
So Norman. Epileptic Auras en Wyllie E. Epilepsy Treatment Pnnaples and Practice. Ch.XXV. 
Lea Asoc. Feibeger, 1993, Malbem, Penn. 
: Quiero agradecer a Adriana Gámez, quien recuperó los originales de Gastaut y Alajouanine, así como 
al Profesor Ignacio Vergara, quien me facilitó la obra de Penfield yjasper. Así mismo a nuestra incógnita 
paciente, quien animó reescribir este trabajo. 
152 
Cerebro, Ar te y Creatividad 
Esbozo de un poeta 
colombiano Raúl: Gómez 
Jattin, 1945-1997 
Comentarios sobre la 
enfermedad bipolar 
Eugenia Guzmán Cervantes 
E l título original del presente trabajo: "Psicopatología en la Literatura y la Poesía", impondría una voluminosa y dispersa empresa de investigación crítica acerca de las limitaciones inherentes a hacer 
inferencias sobre la normalidad o anormalidad psicológica de los escritores que 
se califican como «exitosos» yde los cuales se disponen de diagnósticos directos 
relaúvanmte confiables. Se enfatiza la palabra relativamente por la naturaleza movediza 
y cambiante que caracteriza la psiquiatría del siglo XX en sus intentos por 
convertirse en una auténtica ciencia. 
Establecer una psicopatología en la literatura implica aventurar diagnósticos a 
distancia, basados en fuentes indirectas, a menudo no muy confiables yen historias 
clínicas a veces incompletas ydispersas que, si bien no excluye el tratamiento del 
tema, obliga a una extrema precaución en su abordaje. El tema también daría para 
emprender estudios psicopatológicos de los personajes famosos de la obra literaria, 
cosa que se ha hecho por expertos en letras yen psicología ya la cual son muy 
dados los psicoanalistas, pero si de personajes ficticios se tratara, no se terminaría 
nunca. También resultaría interesante realizar un estudio de la psicopatología del 
lector y de los censores de la época del lector, cosa que se encuentra en la frontera 
de la sociología yla historia de los medios de comunicación. 
Tema pues, el del título, por demás dificil de tratar, lo que hace fácil caer en la, 
trampa de psicopatologizarlas formas literarias o poéticas, los personajes creados 
Cerebro, Arte y Creatividad 
por ellos y las vidas mismas de los escritores, facilidad que aprovecharon 
prestamente y en forma bien importante el romanticismo con su manía de las 
enfermedades yde la languidez y, posteriormente, el psicoanálisis que comenzó el 
siglo como un eco neoromántico y prácticamente se terminó con el siglo. 
Por las anteriores razones se decidió limitar el tema a un esbozo de la vida y 
obra del poeta Raúl Gómez Jattin con unos breves comentarios acerca de la 
relación entre trastornos afectivos cíclicos y creatividad. 
Al estudiar cualquiera de las clasificaciones contemporáneas de «trastornos 
mentales» (DSM-IV o QE-10) es aparente que dentro de ellos se distinguen 
claramente el grupo de las «psicosis» no inducidas por medicamentos, ingesta de 
sustancias legales o ilegales, daño neurológico o condiciones metabólicas o tóxicas. 
Tales psicosis hacen referencia al grupo de la esquizofrenia y otros trastornos 
psicóticos relacionados (vgr. paranoia, episodios psicóticos cortos y otros no 
clasificados) yal de los trastornos del afecto, concretamente, la enfermedad bipolar 
o psicosis maníaco-depresiva, los estados mixtos yla depresión mayor y constituyen 
lo que popularmente se conoce yse ha conocido como la locura. En el otro gran 
grupo de tipologías se encuentra un conjunto abigarrado y disperso de condiciones 
mentales, unas de claro y conocido origen médico, otras de origen desconocido 
pero con algunos correlatos biológicos en estudio (como una relativa buena 
respuesta a ciertos medicamentos o algún peso genético) y otros que son 
secundarios a diversas condiciones claramente situacionales y que compartimos 
todos los humanos. En este conglomerado se hallan los trastornos de ansiedad o 
«ex-neurosis» que, en mayor o menor grado nos son viejos conocidos personales. 
Las personas que engrosan las estadísticas a partir de las cuales se elaboran las 
tipologías del segundo grupo, probablemente compartirán una cuota «mayor» de 
su condición humana: ansiedad, divenas expresiones del miedo ancestral a morir 
(hipocondría, trastornos somatoformos, trastornos conversivos), obsesiones y 
compulsiones; podrán dormir mal, como Quevedo yel Enrique IV de Shakespeare, 
podrán tener más o menos definidas ciertas preferencias sexuales o de género, 
todo lo cual forma pane del enjambre social que conformamos. Puede que se 
alivien con fármacos, pero muchas de ellas, como el miedo, la ansiedad, el insomnio, 
el desear trascender, el afán de poder descontrolado hasta el crimen, como en los 
señores Macbeth y muchos otros (¿cómo se llamará dicha «condición» en 
psiquiatría?¿Inadecuado control de impulsos?), no dejan ser irremediablemente 
humanas y comunes en mayor o menor grado a la gran mayoría de adultos y, 
desgraciadamente, de niños también. 
En cambio las enfermedades bipolares -y en particular la esquizofrenia- no 
son compartidas por la gran mayoría de humanos. Digo en particular la 
esquizofrenia porque los criterios de definición que deben estar presentes para 
154 
Eugenia Guzmán Cervantes 
que se rubrique a la persona con tal diagnóstico apartan en buena medida al 
individuo del común de las personas. Tales criterios, se recuerda, son dos o más 
de los siguientes durante al menos un mes sin tratamiento: delusiones, alucinaciones, 
lenguaje incoherente, comportamiento burdamente desorganizado o catatónico, 
además de síntomas negativos como son el afecto plano, la alogia, la avolición yel 
deterioro progresivo que acaba con la persona de la víctima mucho antes de que 
le llegue la muerte. 
Respecto de los trastornos bipolares, de su biología se sabe que por ser de 
transmisión multigénica, varios de los cuales probablemente en el cromosoma X, 
se da con el doble de probabilidad en mujeres que en hombres; se sabe también 
que la bipolar I (episodios de depresión con, al menos dos de manía) se asocia 
familiarmente con parientes que sufren de bipolar I yde bipolar II (episodios de 
depresión con, al menos uno de hipomanía) así como de depresión mayor y de 
todos los trastornos de ansiedad. Por su parte, ia bipolar II se asocia familiarmente 
con la bipolar II (con ciclos muy rápidos) y con depresión pero no se asocia con 
eje 2 (trastornos de personalidad) o con ninguna de las condiciones agrupadas 
bajo el «espectro esquizofrénico». Las formas mixtas de bipolar se asocian con 
los tipos I y II y, a partir de éstos, son fácilmente inducidos por cocaína la cual 
propicia los ciclos rápidos yfavorece su instalación en forma más o menos crónica. 
Estos trastornos responden bien hacia el cuarto o quinto día al carbonato de litio 
que remeda el canal iónico de sodio, el cual a su vez regula los segundos mensajeros 
y enlentece transmisión. Sin embargo, el litio es peligroso, hepatotóxico, 
nefrotóxico, facilita el hipotiroidismo, aumenta el apetito yel peso, daña la piel y 
disminuye la producción mental yla creatividad; suficiente todo para enloquecer 
a un artista. Pierde eficiencia con la interrupción lo cual dificulta al extremo 
sensibilizar de nuevo los receptores. También se tratan las condiciones afectivas 
con Divalproato que, al contrario del Litio, resiste mejor su interrupción. 
Si bien, los trastornos del afecto cumplen incluso más que la esquizofrenia con 
las características médicas de «enfermedad» como son un sustrato genético, un 
curso determinado, una respuesta muy específica a ciertos medicamentos y se 
encuentran afectados en menor medida por los estresores ambientales, no nos 
resultan en cambio tan extraños en el sentido de que la inmensa mayoría de 
personas conocemos la tristeza, a veces la depresión, la euforia, la cólera, la 
irritabilidad y los «ánimos caldeados» en algún sentido positivo o negativo. 
Se recuerdan así mismo las características del episodio mixto que a grandes 
rasgos se define por cambios rápidos de humor, irritación, euforia,tristeza, 
agitación, todas ellas simultáneas o con rápida altemanci;, insomnio, inadecuada 
regulación de apetito, delirio, alucinaciones, pensamiento suicida exacerbado o 
155 
Cerebro, Arte y Creatividad 
expandido, junto con un lancinante sufrimiento. Una especie de euforia del dolor 
como lo refleja Raúl Gómez Jattin en el siguiente escrito: 
Mariposa 
Estoy prisionero /en una cárcel de salud / y me encuentro no marchito / 
Me encuentro alegre/ como una mariposa / acabada de nacer / «¡Oh, quién 
fuera hipsipila/ que dejó la crisálida!» 
Vuelo hacia la muerte 
{El esplendor de la mariposa (1995), poema escrito en una casa de salud) 
En la edad de mayor desarrollo de las ciencias neurológicas y del 
comportamiento no podría faltar la contraparte que es el enorme desarrollo del 
sustrato del cual este conocimiento vive, o sea, de la psicopatología. Y aquí debe 
dividirse, como ya se dijo, lo que es inherente a la condición humana y lo que 
justamente por no ser inherente a dicha condición, excluye a la persona de la 
sociedad en el sentido de que deja de compartir sus metas, sus definiciones ysus 
relaciones: El loco o, modernamente, el psicótico. 
Respecto de la contribución ambiental en la «anormalidad» de muchos escritores, 
tal vez es en el Renacimiento cuando se exacerban las presiones sociales de 
admiración colectiva, de adulación, de continuo escrutinio al «artista» que por 
fuerza hacen que su comportamiento se «desvíe» de la norma, para no hablar del 
escrutinio, adulación y presión de los medios de comunicación a partir del siglo 
XIX. En esto, debe tenerse en cuenta tanto la personalidad como la respuesta a 
dichas presiones. Tal el caso del histrionismo de Dalí, de la autocomplacencia de 
Víctor Hugo, quien al describir su año de nacimiento en 1802, modestamente 
declaraba «ce siécle avait deux ans», de las conductas adictivas y hábitos 
desordenados de los poetas malditos y pintores de fin de siglo en Francia que, 
pienso, no pueden tomarse aisladamente sin un contexto de presión social como 
sería hoy difícil pensar en un cantante de rock o cualquier estrella de cine, 
particularmente de Hollywood, aislado de las presiones propias de su grupo yde 
la propaganda. 
También debe recordarse que las conductas y las expresiones de bienestar o 
malestar se hallan asimismo bajo fuerte influencia del ambiente histórico y ello 
más aún en sociedades altamente diferenciadas en sus comportamientos de clase. 
Lo que era permisible y aceptable en el rico, poderoso, bello y genial Goethe y 
sus excesos de melancolía, yde actividad, o la euforia agresiva y los arrebatos del 
joven Byron, no eran aceptables en un pequeño burgués como Balzac o en una 
señora como Teresa de la Parra. Cierto que lo anterior no descarta que existieran 
y existan genios creadores con francos trastornos del comportamiento o, incluso, 
156 
Eugenia Guzmán Cervantes 
con severas formas de psicosis, usualmente maníaco-depresivas o depresivas. 
Virginia Woolf, Alfonsina Storni, probablemente el mismo Lord Byron, 
Hemingway, Ibsen, Strindberg... Siempre más hombres que mujeres a pesar de la 
relación del doble de mujeres a hombres para psicosis bipolar y para depresión. 
Pero debe considerarse que por razones, de sobra conocidas, no es sino hasta 
bien entrado el siglo XX cuando grandes números de mujeres se ponen a escribir 
como modo de vida. 
Surge pues la discusión de qué es «psicopatología». Puede entenderse como 
comportamientos y pensamientos excéntricos y, por ende, propios de personas 
«excéntricas» o el que se apartan del centro o de la norma y que definirían, entre 
otros, al artista, científico a al hombre de negocios exitoso, que básicamente, por 
su genialidad, son excéntricos. O psicopatología como «locura», como un modo 
de vigilia en la que los sueños son una realidad para el individuo y, al igual que en 
los sueños, no se percata que está soñando, que lo que oye no existe yque lo que 
piensa no es un producto terminado, como lo es el pensamiento en vigilia (por 
más laxo y famas ios o que se crea). 
En el primer sentido, tanta es la variedad de genios literarios u otros, como la 
variedad de excentricidades, es decir de tipos de ajuste idiosincráticos a cada época 
y cada individuo. Sin contar con que cada genio tiene su propio «empaque» de 
personalidad, fruto de sus genes controladores de comportamientos y aprendizajes 
emocionales ysociales, de su terminado bioquímico, de su ambiente intrauterino 
yde sus relaciones y aprendizajes tempranos y tardíos. 
Independientemente de la personalidad del escritor, se plantea el problema de 
que quien dice qué es bueno o no es en general quien lo publica, es decir, los 
horrorosos editores que le daban insomnio a Balzac ya muchos más como él. El 
editor, a su vez, se basa para su negocio en un fino olfato de lo que gusta a la 
comunidad más o menos próxima a la vida del escritor o poco posterior a su 
muerte. Así, en la mayoría de los casos, la obra literaria perdura si comparte con 
su grupo social una misma visión del lenguaje y un mensaje explícito o implícito 
de lo estético, del mundo y de su futuro. Evidentemente, el que una obra se 
publique no es de por sí signo de su calidad, pero si no se publica, por importante 
que ella sea, definitivamente se perderá; en cambio, si se publica, como sucede 
hoy cuando existe un gusto aberrante hacia la basura, se deforestarán algo los 
bosques de Finlandia y Suecia, pero, a la larga, unas pocas obras pasarán a la 
historia y las mayoría irán a donde deben ir, es decir, a los basureros o a las 
recicladoras de papel. 
Lingüística y cognoscitivamente, los fundamentos de la poesía radican en la 
posibilidad de codificar mensajes por referencia indirecta y en el empleo de 
metáforas comparables a las alegorías de la pintura y en las que se encuentra el 
157 
Cerebro, Arte y Creatividad 
placer del descubrimiento activo tanto para el autor como para el lector. En su 
lectura y procesamiento interviene el acervo lingüístico, cultural y mnésico personal, 
así como la sensibilidad emocional del lector, requiriendo de esta manera de un 
acto eminentemente personal y «creativo», además, de ser privado. Actividad bien 
diferente de la requerida para mirar una película u oír versos, música o prosa 
«editados» con efectos audiovisuales, casos en los cuales no se da cabida a la 
creación de imágenes propias. 
Sin embargo, la metáfora sola no es garantía de que «guste» a los demás, siendo 
uno de sus requisitos el de un pensamiento tangencial y de un uso del lenguaje 
laxo, con asociaciones no ajenas a ciertas expresiones esquizofrénicas pero que, a 
diferencia de estas últimas, son compartidas y altamente aceptadas por el grupo 
social como fuente lúdica e intelectual, al contrario del lenguaje psicótico, que 
resulta tan desviante y carente de sentido yque es aversivo. 
Los cerebros (animales yhumanos) gustan de las formas complejas ycompletas, 
buscan una forma o una secuencia con principio y fin, y buscan el significado 
biológico, bien sea que éste señale peligro, en cuyo caso serán aversivas; o que 
señale apetencia, caso en que serán reforzantes. El cerebro humano viene 
programado para buscar la forma, la secuencia yel orden sintáctico y semántico 
en el lenguaje, y también viene programado no sólo para aceptar sino para gustar 
de cierta dosis de variabilidad (de ahí la gramática generativa), de ambigüedad yde 
impredecibilidad (yde ahí el gusto por el chiste, la paradoja, el juego de palabras, 
la metáfora y la asonancia, mientras éstas no sean tan frecuentes que cansen o tan 
desviantes que no se comprendan). 
La poesía presenta al cerebro un sistema altamente condensado y complejo, 
lleno de significados ordenados jerárquicamente desde el punto de vista de ritmo, 
de tiempo, de lingüística y de mensajes y, por ende, apareado a la organización 
jerárquica del cerebro mismo. Provee, pues, poderosos y elegantes modelos, 
coherentes ypredecibles, pero, se repite, no demasiado predecibles ya que enla 
frase o estrofa debe haber algo sorpresivo porque la sola armonía, rima o 
condensación de significados en metáforas aburre y habitúa y no nutre el deseo 
de novedad del cerebro. Por otra parte, la total impredecibilidad e imposibilidad 
de accederá un significado importante es tan aburrida como la sola insípida melodía 
o como las metáforas crípticas de la ensalada de palabras del esquizofrénico. Algo 
así como los grabados cuneiformes antes de que se supiera que eran mensajes 
escritos. 
La poesía requiere pues de una muypoderosa corteza del hemisferio izquierdo 
en cuanto implica la descodificación del lenguaje, de la semántica y de la musicalidad, 
e igualmente un desarrollo fenomenal de la corteza del hemisferio derecho en 
cuanto a las imágenes visuales ymusicales que es capaz de evocar. Necesita también 
158 
Eugenia Guzmán Cervantes 
de un enorme y capaz sistema de memorias para evocar las memorias mentales 
en diversas modalidades yal mismo tiempo para generar una señalización límbica, 
base de las emociones que puedan suscitar las anteriores evocaciones. Ninguna 
imagen, por bella que sea, de las que nos presenta la televisión o el internet, ni 
ningún actor de cine, por apuesto que sea, puede evocar la belleza a través de 
varias modalidades que se me antojan a mí, personalmente, al leer la siguiente 
producción: 
Ofrenda 
Por ahí va Antonio / erguida su juventud como un eucalipto / aroma / Mostrando 
su alma pura por el mundo / como un emperador de la tristeza y la nostalgia / Por 
ahí va Antonio / y no lleva nada en las manos / en sus ojos brilla la seguridad que es 
su fuerza / Antonio vara de azucena / Venado del alba / Pez vela 
Poesía (1980-1989) 
Hay un efecto de «tempo» en poesía, aunque no sea escrita en metro, que 
sincroniza a las personas. Así, las funciones musicales y visuales del hemisferio 
derecho se ponen al servicio del sistema límbico para combinar emoción y mensaje 
semántico en una actividad social altamente elaborada y estructurada pero no 
carente de emoción y de fuente de otras ideas. El arte de escribir o hablar 
eufemísticamente permite una aproximación con tacto al cortejo (amoroso, 
adulatorio o implorante) y permite no involucrar directamente al ser cortejado. 
Táctica que han empleado por siglos todos los poetas al dirigirse a los seres amados 
pero también a los poderosos. Gómez Jattin no se aparta de este cortejo en una 
de sus no mejores poesías a alguna funcionarla que intervendría en la edición de 
uno de sus libros. 
LTn código críptico compartido crea lazos comunes secretos, estrategia a 
menudo empleada por niños que guardan secretos con amigos íntimos o por los 
enamorados, cuando recurren a palabras o significados privados. Pero, a la vez, la 
poesía yla literatura ordenan los temas recurrentes humanos como la tristeza, el 
amor, el odio, el heroísmo, el duelo, la traición y todas aquellas figuras 
hipercondensadas y decantadas que conforman el meollo de la red de 
interrelaciones humanas. 
El acto de creación poética y también el de des codificación contienen un 
placer íntimo, personal, irremplazable que necesitan de una comunalidad con un 
entorno ambiental y cultural que comparta pensamientos, temas y significados, 
placer y belleza incluso en el gesto de Gómez Jattin en: 
Intentas sonreír 
Y un soplo amargo asoma / quieres decir amor y dices lejos / ternura y aparecen 
dientes / cansancio ysaltan los tendones / Alguien dentro del pecho erige soledades 
159 
Cerebro, Arte y Creatividad 
/ clavos / engaños / fosos / Alguien / hermano de ru muerte / te arrebata te apresa 
te desquicia / y tú indefenso /estas cartas escribes 
Poesía (1980-1989) 
La afirmación según la cual la creación literaria es la que más tarda en surgir 
(los genios literarios nunca lo han sido antes de los 12-14 años mientras que los 
genios musicales se destacan desde los 4-6 y los pintores desde los 8-10) parece 
corroborarse con el hallazgo de que los últimos sistemas que se mielinizan en el 
cerebro lo hacen hacia los 18 años, yse relacionan con áreas parietales de asociación 
y áreas frontales de control y de toma de decisiones. Parecen ser los mismos 
sistemas que en nuestra sociedad permiten la «lógica formal» en la universidad, 
pero que, a falta de escolaridad de corte occidental, permiten lo que los antiguos 
llamaban la «madurez» social, o sea, el autocontrol, la capacidad de prever el futuro, 
la capacidad de llamar a memoria experiencias relevantes para tomar decisiones 
inteligentes basándose en ellas, yla capacidad de anticipar lo que el otro sentirá y 
pensará. 
Tal vez la literatura yla poesía son las expresiones artísticas que más demandas 
imponen sobre la experiencia social, y en esto el tiempo es inexorable. 
Independientemente de la genialidad, del desarrollo cognoscitivo cortical, 
solamente en forma excepcional ycasi ocasional, un niño o un joven adolescente 
logrará un mensaje semántico impregnado de significados y condensaciones 
sociales que «llamen la atención» del público. Víctor Hugo ganó un premio de 
poesía a los 12 años, pero me temo que en este caso la forma predominaba sobre 
el contenido. 
La discusión de la dificultad del niño de expresar y reconocer emociones muy 
profundas, ambiguas y complejas (lo que se relaciona con el estereotipo de la 
«inocencia» infantil) lleva directamente al parentesco entre la generación de lo 
patético (que atañe a las emociones) yla generación de poesía. Recordemos que 
Pathopeia significa acción de mover las pasiones, y Patheticus, lleno de 
sentimiento, conmovedor. 
Y llego al tema del pathos, presente en la inmensa mayoría de la literatura, 
poética o prosa; pathos que, en manos de un genio, hace de personajes tontos, 
serios, dramáticos o cómicos, individuos vivientes que comparten un patetismo 
que probablemente forma parte del atractivo del personaje. Falstaff, Eugenia 
Grandet, El Avaro, de Moliér; el retardado mental Benjyde Faulkner, las Preciosas 
Ridiculas, Clarín, el desventurado Rigoletto que también era el bufón de la Corte... 
y tantos. 
Se necesita no solamente de capacidad de expresar verbalmente inferencias, 
intuiciones y predicciones sociales, sino capacidad de «simpatía» en el sentido 
160 
Eugenia Guzmán Cervantes 
anglo de la palabra, de saber tocar las emociones de los demás. Inferencias y 
predicciones sociales las hacen continuamente los psicólogos y psiquiatras, en 
general con muy poco éxito profesional o científico y con ningún éxito literario. 
Literatura sobre las emociones o los caracteres humanos sin emoción, sin «pathos» 
y sin estética se encuentra por miles en los artículos de psicología clínica y de 
psiquiatría. Pero la figura evocada en literatura no se refiere a la copia de un 
manual de comportamiento humano de finales del siglo XX, por lo que, si bien 
psicopatológicamente hablando, ni Don Quijote ni Ofelia en su rapto de locura 
existen, de hecho carecen de sentido «científico», siendo inclasificables 
conductualmente, no por ello dejan de resplandecer y de conmover al cabo de 
400 años. 
Para poder apropiarse del pathos, del sentido de lo dramático es imposible ser 
«light», mientras que, pienso, se puede ser un excelente pintor, arquitecto, incluso 
músico yser «light». En el nivel personal, al no ser «light» y trabajar constantemente 
y en forma excelente con el pathos, por necesidad y rápidamente se llega a un 
ángulo si no pesimista, por lo menos oscuro ysombrío del mundo yde los demás, 
al menos en el mundo tan real, presente y apremiante del escritor. Piénsese si no 
en Balzac y los notarios, abogados, médicos y sus pequeneces que poblaron su 
vida real y su obra literaria, esto es 20 horas al día durante más de 40 años. 
Y es aquí donde puede tener cabida el trastorno de afecto, no como asociación 
necesaria de la producción literaria, sino como factor coadyuvante ycoincidencial 
en personas altamente inteligentes, imaginativas y con un sentido del pathos que 
deben manipular diariamente, como otros hacen con los números,

Continuar navegando