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Existe_la_literatura_latina - Pombero 00

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Palimpsestos: Escrituras y Reescrituras de las Culturas Antigua y Medieval / 
Ábrego, M. Beatriz... [et.al.] edición literaria a cargo de Coronado-Schwindt, 
Gisela... [et. al.] - 1a ed. - Bahía Blanca: Editorial de la Universidad Nacional 
del Sur. Ediuns, 2013. E-book. 
 
 ISBN 978-987-1907-26-7 
 
 1. Estudios Culturales. I. Ábrego, M. Beatriz II. Coronado Schwindt, Gisela, ed. lit. 
 CDD 306 
 
 
Fecha de catalogación: 27/02/2013 
 
 
 
Editorial de la 
Universidad Nacional del Sur 
www.ediuns.uns.edu.ar 
ediuns@uns.edu.ar 
 
 
Red de Editoriales de 
Universidades Nacionales 
 
 
 
 
 
Centro de Estudios e Investigaciones 
de las Culturas Antigua y Medieval 
www.ceicam.uns.edu.ar 
ceicam@uns.edu.ar 
 
 
 
 
 
 
Centro de Estudios de Filología 
Clásica Antigua y Medieval 
www.cefcam.uns.edu.ar 
cefcam@uns.edu.ar
 
 
 
No se permite la reproducción parcial o total, el alquiler, la transmisión o la 
transformación de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea 
electrónico o mecánico, mediante fotocopias, digitalización u otros métodos, sin el 
permiso previo y escrito del editor. Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446. 
 
Diseño de tapa: Gabriela Marrón 
Diagramación interior: Gabriela Marrón 
 
LIBRO UNIVERSITARIO ARGENTINO 
Queda hecho el depósito que establece la ley 11.723 
©2013 Ediuns 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Comisión de Referato 
 
Dra. Lidia Amor 
(Universidad de Buenos Aires / CONICET) 
Dra. Patricia Britos 
(Universidad Nacional de Mar del Plata) 
Dra. María del Carmen Cabrero 
(Universidad Nacional del Sur) 
Dr. Manuel Comesaña 
(Universidad Nacional de Mar del Plata) 
Dr. Rubén Florio 
(Universidad Nacional del Sur) 
Dra. Lidia Gambon 
(Universidad Nacional del Sur) 
Dra. Viviana Gastaldi 
(Universidad Nacional del Sur) 
Dra. María Luisa La Fico Guzzo 
(Universidad Nacional del Sur) 
Dra. Gabriela Marrón 
(Universidad Nacional del Sur / CONICET) 
Dra. Andrea Vanina 
(CONICET) 
Dr. Gerardo Rodríguez 
(Universidad Nacional de Mar del Plata / CONICET) 
 
Índice 
ÁBREGO, MARÍA BEATRIZ 
Marginación y territorio. Las figuras de Aspasia, en el Menéxeno 
platónico, y Creusa, en el Ion de Eurípides pág.011 
 
ANDRÉ DE UBACH, CARMEN DEL PILAR 
El discurso cultural del refranero castellano como palimpsesto del 
discurso literario de los siglos XIV y XV pág.019 
 
BALESTRINI, MARÍA CRISTINA 
“Si quieres saber la verdad sobre esto, debes oír algunas antiguas 
historias”: discurso profético y juegos con la verdad en Troilo y Criseida pág.027 
 
BURGHINI, JULIA 
Doctrinas gramaticales transmitidas en el ars de barbarismis et 
metaplasmis de Consencio (s.V) pág.035 
 
CARBÓ, LAURA & PÉREZ, CLAUDIA 
El origen de la intervención de terceros facilitadores 
(Castilla, siglos XIV y XV) pág.045 
 
CARRERAS, ELVIO 
Amistad y diálogo en San Agustín pág.055 
 
CASTRO, DOLORES 
Secundum voluntatem Dei: Isidoro de Sevilla y la recepción de las 
Sententiae en el concilio de París (829) pág.063 
 
CORONADO-SCHWINDT, GISELA 
Jaén: ciudad real e imaginaria a través de la Crónica de los Hechos del 
Condestable Don Miguel Lucas de Iranzo (siglo XV) pág.071 
 
D’ANGELO, IRENE 
Una cuestión de principios: La ficción mentirosa de las Narrativas 
Verdaderas de Luciano de Samósata pág.079 
 
DEVIA, CECILIA 
Galicia post irmandiña: de la comunidad sublevada al control de los 
Reyes Católicos pág.085 
 
 
DISALVO, SANTIAGO 
Los cantos marianos del Códice de Las Huelgas de Burgos: tradición 
e innovación en la lírica monacal hispánica. pág.095 
 
DOMÍNGUEZ, MARTA 
El libro de arena de Jorge L. Borges: reescrituras pág.105 
 
DOMÍNGUEZ, MARTA 
El dragón: un símbolo de la literatura fantástica. A propósito de 
El libro de los seres imaginarios de J. L. Borges y M. Guerrero pág.117 
 
FORCINITI, MARTÍN 
Fenomenología de la ilusión: el caso del phántasma sofístico pág.125 
 
GÓMEZ, S. M. VIVIANA 
De África a Europa: arco, poder y simbolismo de las acciones del 
héroe en la antigüedad oriental y clásica pág.133 
 
GONZO, LUIS ÁNGEL 
Lecturas en torno a La chanson de Roland y Gaston Paris pág.143 
 
JARQUE, NICOLÁS 
Acá no hay gorgonas ni arpías ni centauros. Marcial y la mitología pág.149 
 
LAHAM COHEN, RODRIGO 
Revisitando la conversión de los judíos de Clermont en 576 d.C. pág.155 
 
LASTRA SHERIDAN, JULIO CÉSAR 
Los κατορθώματα de Juan el Limosnero según Leoncio de Neápolis pág.167 
 
MARRÓN, GABRIELA 
¿Existe la literatura latina? pág.175 
 
MONTEMURRO, MARÍA LAURA 
Patrimonio medieval en las colecciones públicas de Buenos Aires: 
el caso de una Virgen con Niño en el museo de Arte Español 
Enrique Larreta pág.183 
 
MONTI, GABRIELA 
La lectura como ejercicio físico pág.191 
 
MORALES, LAURA 
¿La técnica como campo épico? 
Tradición y presente, literatura y filosofía pág.197 
 
MORIN, ALEJANDRO 
No hay peste más eficaz: los pecadores ocultos según el comentario 
de Guido de Baysio al c. Nolite del Decreto de Graciano pág.205 
 
NASIF, MÓNICA 
Variaciones de un motivo caballeresco: Gandalás y sus continuadores pág.213 
 
NEYRA, ANDREA 
Los animales y la penitencia: responsabilidad y reparación 
frente al pecado pág.221 
 
NEYRA, ANDREA 
La Vita Burchardi: la construcción de un relato sobre el obispo Burchard 
y su ciudad pág.237 
 
OBRIST, KATIA 
Tragedia y kίνησις. Relaciones entre el ámbito doméstico y la 
subjetividad femenina en Traquinias pág.245 
 
ORSANIC, LUCÍA 
Si es homo... Sobre el problema del bautismo de monstruos en los 
manuales para párrocos y los tratados de embriología sagrada pág.255 
 
PANATERI, DANIEL 
La tortura judicial en las Siete Partidas de Alfonso X, el Sabio 
(un análisis sobre el prólogo al trigésimo título) pág.267 
 
PANATERI, DANIEL 
La verdad como objeto en disputa. Producción historiográfica y 
legislativa alfonsí como paradigmas de la construcción textual 
de la objetividad, procedimientos y alcances pág.277 
 
RODONI, ALEJANDRA 
El himno a Deméter de Calímaco: ritual y tradición hímnica pág.285 
 
RODRÍGUEZ, GERARDO 
¿Cómo se construye la historia carolingia? 
Historia(s) y tradiciones(s) en la primera mitad del siglo noveno pág.295 
 
SABATTINI, LUCIANO 
Los ojos de Odiseo, según el Prólogo del Áyax de Sófocles pág.305 
 
SANCHEZ, AYELÉN & BELLIDO ARIAS, ANDRÉS 
“Funes, ¿qué Funes?, el memorioso. Un análisis de la subjetividad 
del personaje de Borges, a partir de conceptos nietzscheanos pág.315 
 
SANTARELLI, LUCÍA & STARNONE, AGUSTINA 
La vejez femenina en las Odas horacianas pág.321 
 
SÚAREZ, MARCELA & SÁNCHEZ, LUIS A. 
El silencioso inventario de la Biblioteca del Antiguo Colegio de 
Santa Catalina de la Compañía de Jesús de Córdoba. 
Estudio bibliográfico del Fondo filosófico pág.329 
 
 
CORONADO-SCHWINDT, GASTALDI, MARRÓN & RODRÍGUEZ (EDS.) 
Palimpsestos: Escrituras y reescrituras de las culturas Antigua y Medieval 
Bahía Blanca, EdiUNS, 2013, pp. 175-181 
ISBN: 978-987-1907-26-7 
¿Existe la literatura latina?1 
Marrón, Gabriela Andrea 
UNS / CONICET 
marron.gabriela@gmail.com 
porque un Imperio es el que sabe 
construir sus ruinas 
Susana Thénon 
En diciembre de 1964, Michel Foucault dictó una conferencia titulada 
“Lenguaje y literatura”, oportunidad en que sostuvo: “la literatura griega no existe, 
como tampoco la literatura latina” (1996: 64). Pasados casi cincuenta años, estas 
palabras, acaso ignoradas, pero nunca cuestionadas por los clasicistas, siguen 
interpelándonos. 
Si las literaturas griega y latina no existen, ¿cuál es nuestro objeto de estudio? 
El dilema no es menor. Sin embargo, formular la pregunta en esos términos resultaría 
engañoso, ya que la comunidad científica de nuestra disciplina conoce el corpus 
textual sobre el que trabaja y no duda de su existencia. Foucault no niega la 
dimensión material, empíricamente verificable, de los textos griegos o latinos que 
estudiamos. Simplemente nos invita a reflexionar, una vez más,sobre las palabras y 
las cosas; en este caso, puntualmente, sobre la “literatura grecolatina” y el corpus de 
textos abarcados por esa denominación. 
Afirma que las obras de Eurípides, por ejemplo, forman parte de nuestra 
literatura, pero no de la suya, porque si bien la relación de sus tragedias con nuestro 
lenguaje es literatura, la de esos textos con el griego no lo era (Foucault, 1996: 63-
64). Lo mismo sostiene acerca de la literatura latina, aunque al no mencionar autores 
o textos concretos con relación a ella, Eurípides parece funcionar como un ejemplo 
 
1 Este trabajo, desarrollado en el marco de mis actividades como becaria postdoctoral del CONICET, 
ha sido posible gracias a un subsidio para investigación otorgado por la ANPCyT, PICT 2007 nº 1525, 
y a otro de la SGCyT de la Universidad Nacional del Sur, PGI 24/I 175, ambos dirigidos por el Dr. 
Rubén Florio. 
176 ║ Marrón, Gabriela Andrea 
 
extensivo a ambas nociones. No es nuestra intención, en este trabajo, polemizar 
acerca de la triangulación entre “lenguaje”, “obra” y “literatura” propuesta por 
Foucault en aquella conferencia, sino partir de ese postulado de inexistencia para 
reflexionar sobre la naturaleza del conjunto de obras que hoy denominamos, 
retrospectivamente, “literatura latina”. 
Para distanciarnos del objeto de nuestro análisis, tomemos, inicialmente, un 
ejemplo más cercano en el tiempo y el espacio. Entre 1917 y 1922, Ricardo Rojas 
editó los cuatro volúmenes de la primera Historia de la Literatura Argentina. Veinte 
años después, en un artículo publicado en la revista Sur, Borges afirmaba, 
irónicamente, que aquella obra escrita por Rojas superaba en extensión a la propia 
literatura argentina (1974: 279). La mordaz crítica borgeana se relaciona con lo ya 
señalado por Noé Jitrik: 
Si bien no es exactamente cierto que esa obra sea “más extensa” que su 
tema, Rojas construye su historia apelando a casi todo lo que se escribió 
en el espacio geográfico de lo que desde 1816 fue la Argentina, incluso 
desde antes que se independizara, hasta apela a lo que no se escribió aquí 
ni fue escrito por “argentinos” (una idea que hace tres siglos no existía): 
por ejemplo, Rojas rescata los versos que un sacerdote escribió en 
Europa, casi veinte años después de haber vivido unos pocos meses en la 
Gobernación de Buenos Aires, dependiente entonces del Virreinato del 
Perú (Molina, 1999). 
Rojas comenzó a escribir esa obra apenas cien años después de la Declaración 
de la Independencia, cuando la idea misma de “literatura argentina” carecía de 
densidad temporal (Molina, 1999). Si en algo se sostiene nuestra concepción de 
“literatura latina”, en cambio, es precisamente en el paso del tiempo, en la densidad 
simbólica que los siglos transcurridos confirieron a los textos que hoy la integran. 
¿Literatura “romana” o literatura “latina”? 
Las literaturas nacionales se relacionan, claramente, con el proceso de 
construcción de los Estados modernos, cuyo umbral fue la Revolución Francesa. Por 
eso las literaturas anteriores al siglo XIX suelen adjetivarse de manera cronológica, 
geográfica o lingüística, en sus diversas combinaciones: “literatura europea medieval 
vernácula”, por ejemplo. Actualmente, al hablar de “literatura griega”, pensamos en 
una lengua –aunque conozcamos la distancia que media entre el griego micénico y el 
bizantino– y también en un lugar geográfico específico, Atenas. De la misma 
manera, asociamos la “literatura latina” con una lengua, el latín, y con una ciudad, 
Roma. Sin embargo, no existe ninguna Historia de la Literatura Ateniense, y sí 
existen libros titulados Historia de la Literatura Romana (Bickel, 1982 [1932], 
Bieler, 1983 [1965]; y Von Albrecht, 1997 [1994]). Una de las primeras dificultades 
reside, entonces, en la “palabra” que nombra la “cosa”. ¿Es lo mismo hablar de 
“literatura latina” que de “literatura romana”? Bieler (1983 [1965]: 11), por ejemplo, 
dice que su libro versa sobre “la literatura de los romanos en sentido estricto”, pero, a 
la vez, reconoce la existencia de ciertos solapamientos entre la noción de “literatura 
latina” y la de “literatura romana” (1983 [1965]: 9-10): 
¿Existe la literatura latina? ║ 177 
 
1) el latín siguió hablándose mucho tiempo después de la caída del 
Imperio Romano de Occidente; 
2) no todos los autores romanos escribieron en latín; y 
3) en realidad, la mayoría de los autores romanos nacieron en el resto de 
Italia y en las provincias anexadas al Imperio. 
La Historia de la Literatura Romana de Bieler llega hasta el siglo IV, cuando, 
según sostiene el autor, esa literatura se transforma en “latina” y pasa a conformar la 
“expresión de un reino espiritual que sobrevivió al derrumbamiento del Imperio” 
(1983 [1965]: 13). Treinta años después, von Albrecht fundamenta su Historia de la 
Literatura Romana de manera similar: “‘Literatura romana’ significa, para nosotros 
la producción literaria latina de la Antigüedad” (1997 [1994]: 23). Es decir, como 
indica el subtítulo de su libro y en consonancia con Bieler: la producción literaria que 
se inicia con Livio Andronico y culmina con Boecio. Cabría esperar, por lo tanto, 
que el segundo tomo de la Historia de la Literatura Clásica editada por Kenney y 
Clausen (1989 [1982]), titulado Literatura Latina, se extendiera cronológicamente 
más allá del siglo IV. No obstante, si bien presenta un breve epílogo acerca “del 
periodo medieval y las influencias clásicas más importantes dentro de él” (1989 
[1982]: 849), el volumen culmina formalmente con Apuleyo. De las 1057 páginas de 
ese tomo dedicado a la literatura latina, los editores sólo destinan siete a sintetizar su 
historia desde el siglo II hasta el XVI. 
A excepción de aquellos casos en que aparece adjetivada como “medieval” 
(Curtius, 1955 [1948]), la literatura latina parece siempre ser romana, tanto en 
términos cronológicos –finaliza con la caída del Imperio– como geográficos: abarca 
–igual que la Historia de la literatura Argentina de Rojas– todo lo escrito en el 
espacio geográfico de lo que sería Roma, incluso antes de que constituyera un 
Imperio. Las primeras obras de esa literatura latina –que es en realidad romana– ni 
siquiera están escritas en latín. A su vez, la mayoría de las obras de esa literatura 
romana fueron escritas por autores nacidos en las provincias. Si sumamos a esto la 
afirmación inicial de Foucault, cabe preguntarse, una vez más, por qué llamamos hoy 
“literatura” a ese conjunto de obras. 
Fundación mítica de la literatura latina 
La construcción retrospectiva de lo que actualmente denominamos “literatura 
latina” fue un proceso iniciado por los antiguos habitantes de Roma, quienes fueron 
conscientes de poseer una literatura propia ya a principios del siglo I a.C.2, cuyos 
inicios situaban en el año 240 a.C. (Cic. Brut. 72). 
La caída del Imperio Romano ha sido entendida como el límite cronológico de 
la literatura latina en sentido pleno, puesto que solemos adjetivar a la literatura latina 
posterior como tardoantigua, medieval o renacentista. Sabemos, no obstante, que se 
trata de una construcción conceptual a posteriori: los habitantes del Imperio 
ignoraban, en el año 476, encontrarse inmersos en la culminación de un período 
histórico. De la misma manera, tampoco Livio Andronico pudo haber sido 
consciente, en el año 240 a.C., de estar fundando la literatura latina: esa fecha es tan 
 
2 Cf. Goldberg, 2007: 15: “By the early first century b.C. the Romans had a literature. And they knew 
it”. 
178 ║ Marrón, Gabriela Andrea 
 
simbólica y arbitraria como la del año 476, pero la diferencia reside en que fue 
establecida por los mismos romanos de la república temprana, que –como Rojas– 
necesitaron construir una historia literaria para acompañar el surgimiento de su 
reciente identidad cívica. 
How this idea of literature took hold among the Romans and howindividual works acquired positions of privilege in an emerging canon 
are specially important questions for the study of early texts because they 
became ‘literature’ only in retrospect as readers preserved them, 
established their value and made them part of an emerging civic identity 
(Goldberg, 2007: 15). 
Los habitantes del lacio poseían una historia cultural rica y compleja, cuyo 
manejo de la escritura, organización social e influencias griegas se remontan mucho 
antes del siglo III a.C. (Kenney & Clausen, 1989 [1982]: 71-79). Cuando aquel 
liberto griego, llamado Livio Andronico, comenzó a traducir, adaptar y producir 
obras griegas para los ludi romani, tuvo que contar con actores dotados de la 
habilidad necesaria para recitar y cantar en escena textos latinos estructuralmente 
complejos (Liv. 7, 2). Por lo tanto, para datar los inicios de la literatura romana, el 
año 240 a.C. resulta una fecha, a la vez, demasiado tardía y demasiado temprana: lo 
que Livio Andronico y sus sucesores crearon para los ludi romani no fue 
exactamente “literatura”. Los textos de esas obras no circulaban libremente, 
pertenecían a las compañías teatrales que los encargaban y representaban: 
Rome was heir not to [the] Attic model of civic theatre but to the later, 
commercial model of the Hellenistic world, when plays were the property 
of self-contained, professional companies who performed for hire, 
bringing their own scripts, costumes, masks and music from city to city 
through the Greek, and eventually the Roman, world (Goldberg, 2007: 
17). 
La escritura de las obras latinas pudo haber comenzado alrededor del año 240 
a.C., pero su lectura sistemática tuvo lugar mucho tiempo después. Ni siquiera en el 
año 160 a.C., cuando, según Suetonio, Crates de Malos estimuló a los romanos a 
realizar un acercamiento crítico reflexivo hacia su propia literatura, se pensaba aún 
en esos textos dramáticos como literarios. El objeto de estudio propuesto era la épica 
latina, escrita entre la segunda mitad del siglo III a.C. y la primera mitad del siglo II 
a.C.: la Odisea de Andronico y, fundamentalmente, el Bellum Punicum de Nevio y 
los Annales de Ennio3. Sólo después del 141 a.C., personas ajenas al mundo 
profesional del teatro se interesaron por las obras originalmente representadas, 
fijaron los textos que hasta entonces habían circulado internamente en las compañías, 
y los transformaron en los libros que los romanos educados llegaron a conocer: 
The process by which plays like the Phormio became ‘literature’ 
therefore significantly postdates their creation, and this fact has a serious 
 
3 Cf. Suet. Rhet. 1, 2; y Goldberg, 2007: 23: “It took Crates to show the Romans that they already 
possessed the elements of a national literature, and however impressive the epics of Naevius and 
Ennius were to their original audiences, it required editors working after Crates’ example to edit and 
preserve their books for posterity.” 
¿Existe la literatura latina? ║ 179 
 
consequence for the story we tell about how Romans acquired their 
literature (Goldberg, 2007: 19). 
La literatura del período republicano temprano no fue sólo producto del 
momento en que esos textos comenzaron a circular, a mediados de la República, sino 
también de los años cercanos al comienzo del Imperio, cuando esas obras empezaron 
a ser sistemáticamente recolectadas, estudiadas y canonizadas, con la consecuente 
asignación de nuevos usos sociales y artísticos: esa “literatura”, retrospectivamente 
creada, brindó a la clase alta romana otra herramienta más para definir y mantener su 
posición social. 
La literatura latina como categoría conceptual 
Como señala Susan Braund (2001: 38), la expresión “literatura latina” suele dar 
lugar a una arbitraria serie de inclusiones y exclusiones. Existen, en principio, dos 
posibles acercamientos a este problema: 1) pensar la categoría “literatura latina” 
como una suerte de recipiente abstracto donde incluir determinadas obras que 
comparten ciertos rasgos comunes; 2) considerar la categoría “literatura latina” como 
el resultado de un proceso de construcción histórico, estrechamente vinculado con el 
modo en que quienes lo han utilizado segmentaron el continuum de textos y prácticas 
culturales romanas, jerarquizando determinados rasgos compartidos y relegando 
otros. Esta segunda opción, que reconoce la impronta de las ciencias cognitivas en el 
estudio de la literatura4, resulta indudablemente más interesante que la primera, 
puesto que permitiría explicar, por ejemplo, por qué la fabula praetextata nunca 
llegó a ser considerada literatura por los romanos, mientras que la sátira sí lo fue5; o 
bien, por qué seguimos aceptando, actualmente, que el tratado Sobre la Agricultura 
de Catón forma parte de la literatura latina, pero nadie afirmaría que el libro 
Agricultura General, de Gabriel Alonso Herrera, integra la literatura española. 
Una de las principales dificultades que se presentan, al intentar realizar un 
acercamiento crítico al estudio de la literatura latina, consiste en la naturaleza diversa 
del amplio espectro de obras que tradicionalmente incluye. En la introducción a su 
Historia de la Literatura Romana, von Albrecht se ocupa del tema, pero lo hace en 
términos casi más confusos que el problema mismo: 
La literatura antigua no sólo comprende la poesía y la narrativa, sino 
también la oratoria y los escritos históricos o filosóficos: la prosa de arte, 
por tanto, en el sentido más amplio de la palabra. Además se consideran 
también, en principio, las obras de carácter práctico –las que tratan de 
agricultura, derecho, arte militar, agricultura, etc. Dado que la frontera 
entre epístolas elaboradas artísticamente y cartas escritas sin intenciones 
literarias es extremadamente fluida, sería igualmente totalmente 
arbitrario excluir, por prejuicio, de la historia literaria las comunicaciones 
 
4 Sobre el tema, cf. Stockwell, 2002; Gavins & Steen, 2003; y Gavins, 2007. 
5 Cf. Goldberg, 2007: 23-24: “Despite distinguished practitioners, however, and well-defined role on 
the cultural scene, praetextatae never became ‘literature’. (…) Their lack of Greek origin denied the, 
the cultural authority of tragedy and comedy”. El estatus social de Lucilio, en cambio, permitió mayor 
libertad a sus experimentaciones poéticas, cf. Goldberg, 2007: 26-27. 
180 ║ Marrón, Gabriela Andrea 
 
más personales, como las cartas de Cicerón a Ático (von Albrecht, 1997 
[1994]: 23). 
Sería arbitrario excluir de la historia literaria, por prejuicio, las cartas de 
Cicerón a Ático, ¿pero no es también una decisión arbitraria incluirlas?, o bien, 
reformulando la pregunta, ¿no es arbitrario continuar incluyéndolas actualmente? La 
respuesta tiene matices en los que von Albrecht no repara, entre otras razones, por 
partir de una definición de “literatura moderna” que carece de rigurosidad teórica: 
Los límites entre ‘bellas letras’ y literatura práctica están, pues, menos 
marcados que en la literatura moderna: también los textos ‘prácticos’ 
buscan a menudo en cierta medida la belleza literaria, y tampoco las 
‘bellas letras’ tienen que avergonzarse, según el punto de vista romano, 
de perseguir una utilidad práctica. (…) La mayoría de las generaciones 
precedentes a la nuestra leía por lo general a los autores latinos no tanto 
para obtener un placer estético, como más bien por sus contenidos (von 
Albrecht, 1997 [1994]: 23). 
Cualquier texto puede leerse buscando experimentar “placer estético” o solo 
con fines “prácticos”. La literatura no tiene que ver con una cualidad o un conjunto 
de rasgos compartidos por determinados tipos de obras, ni tampoco con el carácter 
ficcional o histórico de un texto, sino con las diferentes formas en que las personas, a 
lo largo del tiempo, se han relacionado con la palabra escrita. Eso explica, por 
ejemplo, que la narrativa histórica romanahaya surgido a fines del siglo III a.C., 
cuando Fabio Pictor y Cincio Alimento comenzaron a escribir, no en latín, sino en 
griego, sobre el desarrollo de las Guerras Púnicas: 
Greek was the natural choice since it offered stylistic precedents and 
historiographic conventions that were easier to adopt tan to replace 
(Goldberg, 2007: 21). 
Posteriormente, las obras en prosa de Catón fijaron un precedente para la 
narrativa latina, por eso, cuando Postumio Albino escribió luego acerca de la historia 
romana en griego, tanto Catón, como Polibio cuestionaron sus resultados. Todo 
indica que, a diferencia de Fabio Pictor y Cincio Alimento, Postumio escribió en un 
contexto donde ya podía elegir entre ambas lenguas, pero optó por la que había 
dejado de ser correcta, pese a las convenciones genéricas (Goldberg, 2007: 22). 
Eppur si muove… 
Como señala James Porter, en un artículo titulado “What’s ‘classical’ about 
Classical Antiquity? Eight propositions”: 
In the place of anatomies and definitions of concepts, what we perhaps 
need is an anatomy of the procedures by which the classical comes to be 
generated. And many of these are more visible in antiquity than they are 
in the mainly backwardgazing logic of modern classicism (Porter, 2005: 
38). 
Foucault tiene razón al afirmar que la “literatura latina” no existe, porque parte 
de una definición que sitúa el umbral de la “literatura” –en sentido pleno– a 
¿Existe la literatura latina? ║ 181 
 
comienzos del siglo XIX. La literatura latina no es una literatura moderna, no se 
relaciona con el libro y con la escritura del mismo modo que la obra de Mallarmé. Y 
sin embargo, existe. Incluso podría afirmarse que la literatura latina no ha hecho otra 
cosa que existir, desde el momento en que los romanos comenzaron 
retrospectivamente a construirla. Desde hace siglos, Occidente, heredero de aquel 
proceso inicial de construcción, no hecho otra cosa que continuarlo. Estudiar 
críticamente la evolución histórica de ese desarrollo, observar los cambios 
experimentados por la noción de literatura, el lugar que han ocupado las obras de la 
Antigüedad latina, como instrumento de legitimación cultural, no sólo para la élite de 
la República Romana Tardía, sino también para los distintos ámbitos de circulación 
de la cultura posterior, es uno de los recursos con que contamos para comprenderla y 
comprendernos. 
Bibliografía 
von Albrecht (1997) Historia de la Literatura Romana. Desde Andronico hasta Boecio, Barcelona, 
Herder [= (1994) Geschichte der Römischen Literatur, München, Saur]. 
Bickel, E. (1982) Historia de la Literatura Romana, Madrid, Gredos [= (1932) Lehrbuch der 
Geschichte der Römischen Literatur, Heilderberg, Winter] 
Bieler, L. (1983) Historia de la Literatura Romana, Madrid, Gredos [= (1965) Geschichte der 
Römischen Literatur, Berlin, Walter de Grutyer]. 
Borges, J. L. (1974) “Gilbert Waterhouse: A Short History of German Literature (Methuen, London, 
1943)”, en: Obras Completas. Tomo I: 1923-1949, Buenos Aires, Emecé, pp. 279-280. [= 
(1943) en Sur 104, pp. 86-87]. 
Braund, S. (2001) “What is Latin literature?”, en: Latin Literature, London, Routledge, pp. 37-52. 
Curtius, E. R. (1955) Literatura Europea y Edad Media Latina, México, FCE [= (1948) Europäische 
Literatur und lateinisches Mittelalter, Bern: Franke. 
Foucault, M. (1996) “Lenguaje y Literatura”, en: De Lenguaje y Literatura, Barcelona, Paidós, pp. 63-
103. 
Gavins, J. (2007) Text World Theory. An introduction, Edinburgh, Edinburgh University Press. 
Gavins, J. & Steen, G. (2003) Cognitive Poetics in Practice, London, Routledge. 
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	01. Ábrego, Beatriz 011-017 _7 pág._
	02. André, Carmen 019-025 _7 pág._
	03. Balestrini, M. Cristina 027-033 _7 pág._
	04. Burghini, Julia 035-044 _10 pág_
	05. Carbó-Perez 045-053 _9 pág_
	06. Carreras, Elvio 055-062 _8 pag_
	07. Castro, Dolores 063-070 _8 pag_
	08. Coronado-Schwindt 071-077 _7 pag_
	09. DAngelo, Irene 079-084 _6 pag_
	10. Devia, Cecilia 085-094 _10 pag_
	11. Disalvo, Santiago 095-103 _9 pag_
	12. Dominguez, Marta 105-115 _11 pag_
	13. Dominguez, Marta 117-123 _7 pag_
	14. Forciniti, Martin 125-131 _7 pag_
	15. Gomez, Viviana 133-142 _10 pag_
	16. Gonzo, Luis Angel 143-148 _6 pag_
	17. Jarque, Nicolás 149-154 _6 pag_
	18. Laham Cohen, Rodrigo 155-166 _12 pag_
	19. Lastra Sheridan, Julio Cesar 167-174 _8 pag_
	20. Marrón, Gabriela 175-181 _7 pág._
	21. Montemurro, Maria Laurar 183-190 _8 pag_
	22. Monti, Gabriela 191-196 _6 pag_
	23. Morales, Laura 197-203 _7 pag_
	24. Morin, Alejandro 205-211 _7 pag_
	25. Nasif, Mónica 213-220 _8 pag_ - copia
	26. Neyra, Andrea 221-235 _15 pag_
	27. Neyra, Andrea 237-243 _7 pag_
	28. Obrist, Katia 245-254 _10 pag_ - copia
	29. Orsanic, Lucia 255-265 _11 pag_
	30. Panateri 267-276 _10 pag_
	31. Panateri 277-283 _7 pag_
	32. Rodoni, Alejandra 285-293 _9 pag_
	33. Rodriguez, Gerardo 295-303 _9 pag_
	34. Sabattini, Luciano 305-314 _10 pag_
	35. Sanchez - Bellido 315-320 _6 pag_
	36. Santarelli - Starnone 321-327 _7 pag_
	37. Suarez - Sanchez 329-339 _11 pag_

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