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Complejo Edicpo doc - Mariana Morales

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN 
FACULTAD DE FILOSOFIA, HUMANIDADES Y ARTES 
DEPARTAMENTO DE FILOSOFIA Y CIENCIAS DE LA EDUCACION 
Carreras: Licenciatura en Ciencias de la Educación 
 Profesorado en Ciencias de la Educación 
 Licenciatura en Filosofía 
 Profesorado de Filosofía 
CÁTEDRA: PSICOLOGÍA GENERAL 
AÑ0 2021 
DOCUMENTO DE INFORMACIÓN 
 
El complejo de Edipo y el complejo de castración como 
estructurante del psiquismo. 
 Lic. Rebeca Varas 
La existencia del Edipo es para Freud algo de carácter universal, un esquema filogenético 
que ha de llenarse con la experiencia propia, esto marca la singularidad con la que cada sujeto 
hace su trama. 
En 1900, Freud menciona explícitamente la tragedia griega de Sófocles y afirma “… esos 
deseos enamoradizos u hostiles hacia los padres (…) ocurren en el alma de casi todos los niños. 
En apoyo de esta idea la Antigüedad nos ha legado una saga cuya eficacia total y universal solo 
se comprende si es también universalmente valida nuestra hipótesis sobre la psicología infantil. 
Me refiero a la saga de Edipo rey y al drama de Sófocles que lleva ese título” (Freud, 1900) 
 
El Complejo de Edipo fue entonces definido por Freud como un conjunto inconsciente 
de deseos amorosos y hostiles que el sujeto experimenta con relación a sus progenitores, el sujeto 
desea a un progenitor y entra en rivalidad con el otro. (Dylan Evans, 2008) 
Se presenta de dos maneras: una positiva en donde el complejo se manifiesta como en la 
historia de Edipo Rey (deseo de la muerte del rival que es el personaje de su mismo sexo y deseo 
sexual hacia el personaje del sexo opuesto). En su forma negativa, se presenta a la inversa (amor 
hacia el progenitor del mismo sexo y odio, celos hacia el del sexo opuesto). Esta ambivalencia 
 
 
 
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que muestra el complejo en su forma completa, le sirve a Freud para mostrar la ambivalencia que 
el niño siente hacia sus progenitores. 
Resulta importante señalar el papel que juegan las Teorías Sexuales Infantiles, en este 
momento del desarrollo, éstas son hipótesis o fantasías que se elaboran durante la infancia 
movidos por la pulsión de saber y la curiosidad sobre temas como son la sexualidad, la diferencia 
de los sexos, el origen del ser humano. 
Entonces, para Freud el Complejo de Edipo es vivido entre los tres y cinco años de edad, 
cuando el sujeto atraviesa la fase fálica. Esta fase, se caracteriza por la entrada en la íntima 
relación existente entre la pulsión sexual y ciertas funciones corporales básicas, que se apoyan 
sobre las funciones vitales que les proporcionan una fuente orgánica, una dirección y un objeto, 
(Laplanche y Pontalis, 2004) en este caso la fuente orgánica la constituyen el pene y la vagina. El 
reconocimiento de esta diferencia, es crucial para el ingreso en la fase fálica, cuya ecuación se 
traduce en el psiquismo infantil como: Fálico, quien posee pene – Castrado, la falta del mismo, 
dado que no existiría representación psíquica de la falta. Durante esta fase hay una primacía del 
falo, el cual se articula con la amenaza de castración. 
 Freud en su Conferencia 13 menciona “(…) íntimamente anudado a él hallamos lo que 
llamamos complejo de castración: la reacción frente a la intimidación sexual o al cercenamiento 
de la práctica sexual de la primera infancia, que se atribuyen al padre” (Freud, 1915- 19186) 
El Complejo de Castración está centrado en la fantasía de castración, la cual aporta una 
respuesta al enigma que plantea al niño la diferencia sexual anatómica de los sexos. Este complejo 
tiene diferentes efectos en la niña representa la entrada al Complejo de Edipo, y en el varón su 
sepultamiento. 
En el caso de la niña debido a la angustia que le genera la propia falta y la decepción de 
la castración materna, cambia de objeto de amor y vira hacia quien sí tiene un pene para darle, su 
padre. La ausencia de pene es sentida como un perjuicio sufrido, que intenta negar, reparar o 
compensar (envidia o anhelo del pene) mediante el deseo de recibir un hijo como regalo del padre. 
En el caso del niño, la amenaza de castración es el temor a perder lo más valorado que 
posee, - su pene- mediante una amenaza paterna y en respuesta a sus actividades sexuales. Esto 
le provoca una intensa angustia y es la necesidad de preservarse narcisiticamente, lo que le 
permite abandonar el objeto de amor incestuoso - prohibido para identificarse con quien lo tiene, 
de aquí se desprende lo que conocemos como Identificación Secundaria, mecanismo necesario 
para el desarrollo de ideales. 
En conclusión: 
 
 
 
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• Para el niño, el impacto de este complejo constituye una amenaza a su 
integridad, y a su falo, de la que tiene que salvaguradarse. 
• Para la niña, la certeza de haber tenido un falo y haberlo perdido, por lo 
tanto, se encuentra castrada. 
• Para ambos, las investiduras de objeto que fueron depositadas sobre los 
padres, - el modo en que el sujeto, construyó lazo libidinal con sus primeros objetos de 
amor, se abandonan y resignan, permitiendo el hallazgo de un objeto exogámico, que 
posibilita la salida al mundo público – la entrada a instituciones educativas, recreativas, 
artísticas, lo que conocemos como entrada en el campo social. 
 
La declinación del Complejo de Edipo marca el inicio de la amnesia infantil, la entrada 
al periodo de latencia es decir el “olvido- represión” de las vivencias edípica y pre-edípica, lo más 
antiguo y primitivo del sujeto. Una vez que se erige la represión, funciona como un organizador 
del psiquismo infantil, necesario para mantener alejados los contenidos incestuosos: pre-genitales 
de la temprana infancia para dar inicio a la escolaridad. Entonces, habrá contenidos de la temprana 
infancia, que serán necesariamente reprimidos para que se produzca la liberación de la energía 
libidinal- la carga de afecto o la posibilidad de construir lazo con los objetos de conocimiento que 
la escuela oferta. Tal como lo indica su nombre, el período de latencia, es tiempo dedicado al 
descubrir el placer de aprender, de entrar en el mundo de la escolarización, sobre los ocho años 
se consolida la estructura psíquica del infantil sujeto. 
La entrada en la pubertad, marca el fin de la niñez conjuntamente se desarrollan los 
caracteres sexuales secundarios, cambios corporales para ambos sexos, comienza la fase genital 
propiamente dicha, vuelve la reedición de la conflictiva edípica. Esto constituye un momento de 
resurgimiento de contenidos reprimidos incestuosos que requerirán nuevos desafíos, estamos en 
los inicios de la adolescencia, y el posterior trabajo psíquico, para un tipo particular de elección 
de objeto. Se concluye de todo lo expuesto, que el Complejo de Edipo para Freud es fundamental 
para dar lugar a varias funciones: 
 
1. Hallazgo de un objeto de amor ( derivado de las investiduras de objeto 
primarias) 
2. Consolidación de identificaciones secundarias, tras haber resignado a los 
padres como objetos de amor. 
3. Renuncia a los objetos incestuosos. 
4. Acceso a una genitalidad 
 
 
 
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5. Constitución del Superyó (instancia) que marca la prohibición del 
incesto, como así también la constitución del Ideal del Yo. 
 
Este complejo cobra gran relevancia ya que representa un papel fundamental en la 
estructuración de la personalidad y en la orientación del deseo humano. 
Jacques Lacan (psicoanalista posfreudiano francés) se sirve del estructuralismo, dando 
un viraje a lo que se entendía como Complejo de Edipo en Freud. Afirma que se trata de funciones, 
lugares simbólicos a ser ocupados, caracterizados por la asimetría entre el adulto y el infans. No 
hablamos de un “padre” o “una madre” ya que pueden estos ser un dato biológico de lo que se 
trata es que alguien encarne estas funciones. El Complejo entoncesserá una estructura, en tanto 
una organización con funciones y ficciones, donde cada personaje se definirá en relación al otro 
y al lugar que ocupa. 
El falo será en este caso un significante que articula y posibilita la circulación de 
elementos. Lacan en su Seminario 5 plantea tres tiempos lógicos (no cronológicos) de pasaje entre 
un momento y otro: 
• Primer tiempo: se corresponde con la fase del espejo. En este primer 
tiempo el niño se encuentra en una relación de completud con la madre. Hay una 
identificación imaginaria, es decir que el niño no se identifica con la madre, sino con lo 
que se supone es el objeto del deseo de la madre. 
Este tiempo entonces se constituye por el deseo del niño de transformarse en el 
objeto de deseo de su madre, entonces su propio deseo queda así alienado al deseo del 
Otro. 
A este objeto de deseo Lacan lo llama falo. Se da así una triada imaginaria: madre 
– niño y el falo. Aquí la falta no existe, el falo cumple la función de crear la ilusión de 
que ambos sujetos están completos. Correspondería a lo que Freud denomino experiencia 
oceánica de completud, es decir el Yo Ideal, como ideal de completud. En estos tiempos 
fundacionales se estructura la unificación pulsional, y el abandono de las pulsiones 
parciales, lo que da lugar al pasaje del organismo fragmentado a la formación de un 
cuerpo unificado, efecto del proceso de narcisización y condición necesaria para la 
formación del Yo. 
• Segundo tiempo:ingresa el padre como agente que priva y que también 
desprende al niño de la relación imaginaria con la madre. Su función primordial es la de 
privar, en este caso la privación será doble: al niño del objeto de su deseo, es decir la 
 
 
 
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madre; y a la madre de su objeto fálico, es decir el hijo. Esta privación da origen a la 
castración simbólica, tanto el niño como la madre pierden su valor fálico. 
El padre será un interdictor, prohibidor, quedando en el lugar de la ley. La madre 
no tiene entonces una ley arbitraria que le es propia, queda remitida a la ley de Otro, que 
posee el objeto de su deseo. Estos movimientos hacen que el niño rivalice con el padre 
por el deseo de la madre, es decir ser o no ser el falo de la madre. Lacan afirma “Sólo el 
juego jugado con el padre, el juego de gana el que pierde, por así decirlo, le permite al 
niño conquistar la vis por la que se registra en el la primera inscripción de la ley” (Lacan 
1957: 184) 
• Tercer tiempo: la prohibición del tiempo anterior, da lugar a la 
posibilitación: “No podrás con tu madre, pero si con las demás”. Para Lacan no se trata 
del sepultamiento del Complejo de Edipo, si no con la posibilidad de asumir la posición 
de sujeto deseante. 
El padre es el portador del falo, lo tiene pero no lo es, es decir que el falo se 
encuentra por fuera, en la cultura. 
Tanto para Freud como para Lacan la salida del Edipo se da si el niño logra 
identificarse con el padre, en Freud se constituye el ideal del yo, en Lacan se pasa de ser 
el falo a tenerlo. Lacan menciona aquí la instauración de la Metáfora Paterna “(…) 
designa el carácter metafórico (es decir sustitutivo) del propio Complejo de Edipo. Es la 
metáfora fundamental de la que dependen todas las significaciones: por esta razón toda 
significación es fálica” (Dylan Evans, 2008) 
 
En conclusión se desprenden efectos: 
1. Corte del vínculo imaginario entre la madre y el niño 
2. Aceptación de la prohibición del incesto 
3. Identificación a un ideal 
4. Asunción del propio sexo 
 
Para Lacan también el drama edípico es estructurante, ya que tiene como consecuencia 
que el sujeto asuma su propia falta. Asumirse como sujeto implicará entonces separarse de la 
madre reconociendo el propio deseo. Aparece la posibilidad de convertirse en un sujeto de deseo. 
 
 
 
 
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La identificación secundaria y sus efectos en la constitución del aparato psíquico. 
Prohibición y regulación incestuosa. Inscripción simbólica de la Ley. Circulación del Deseo y 
formación de ideales. Resolución de la conflictiva edípica. Efectos en la formación del aparato 
psíquico, la identidad sexual, los destinos pulsionales y la socialización. 
 
BIBLIOGRAFÍA 
 
- Dylan Evans, (2008) Diccionario Introductorio de Psicoanálisis 
Lacaniano 
- Del Cueto (2013) Grupos, instituciones y comunidades. Coordinación e 
intervención. Lugar Editorial. Bs. As. Argentina. 
- Freud, S. “Introducción del Narcisismo” (1914), pag. 68/73, 89/98, 
218, 239 – Tomo XIV – Obras Completas – Amorrortu Editores. 
- Freud, S. “Conferencias de Introducción al Psicoanálisis -Conferencia 
26: La Teoría de la libido y el Narcisismo” (1916-1917), pag. 390 – Tomo XVI 8– Obras 
Completas – Amorrortu Editores. 
- Freud, S. “De la historia de una neurosis infantil (el “Hombre de los 
Lobos”)” (1918 [1914]), pag. 6 – “Lo Ominoso”, pag. 234/236 – Tomo XVII – Obras 
Completas – Amorrortu Editores. 
- Freud, S. “Psicología de las masas y análisis del yo” (1921), pag. 103, 
106/110, 121/126, 135 – Tomo XVIII – Obras Completas Amorrortu Editores. 
- Freud, S. “El yo y el ello” (1923), pag. 10, 30/40, 55/59 – Tomo XIX- 
Obras Completas – Amorrortu Editores. 
- Freud, S. “Nuevas Conferencias de Introducción al Psicoanálisis. Conferencia 31: La 
descomposición de la personalidad psíquica” (1932-1933), pag. 60/62 - Tomo XXII – 
Amorrortu Editores. 
- Freud, S (1900) La interpretación de los sueños. Cap. V: El material y las fuentes 
del sueño. O.C., Bs.As., A.E., vol. IV. Bs.As 
- Freud, S (1915-16) Conferencias de introducción al psicoanálisis. 
Partes I y II. O.C., Bs.As., A.E., vol. XV 
- Lacan, J. “”Ideal del yo y yo ideal” (1954), Seminario 1 “Los Escritos 
Técnicos de Freud” – Ediciones Paidós. 
- Lacan, J (1957) Seminario 4: La relación de objeto. Paidós, 
Barcelona, 2001. 
 
 
 
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- Laplanche y Pontalis (2004) Diccionario de Psicoanálisis. Editorial 
PAIDOS

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