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Final de partida - Trabajo práctico 2 - Arévalo y Goldar - Micaela Arévalo

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Alumnas: Arévalo Micaela y Goldar Ailén.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE CUYO
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
PROFESORADO DE GRADO UNIVERSITARIO EN LETRAS
HISTORIA CULTURAL Y LITERARIA
Final de Partida:
sus didascalias como reflejo del teatro del absurdo
 
Nombre y apellido de las alumnas: 
Arévalo Micaela y Goldar Ailén.
Profesora: Prof. Esp. Vanina Macchi.
Mendoza, 14 de octubre de 2022	
Samuel Beckett fue un reconocido dramaturgo del siglo XX, autor de “Final de Partida”. Esta obra, producida en el periodo de la posguerra, pertenece al Teatro del Absurdo. El mismo es una nueva forma de expresión literaria, surgida a raíz de la desilusión generada por el contexto de violencia de las guerras mundiales. Una de sus características distintivas frente a otras formas teatrales es el uso de elementos paralingüísticos para revelar aspectos importantes de la trama. A continuación, se demostrará que Final de Partida es una obra de esta nueva corriente dramática, a través de la importancia de sus acotaciones.
En primer lugar, la didascalia inicial precisa detalles sobre el espacio, un aspecto relevante, ya que representa la situación bélica reciente: los rasgos que se indican sobre la escenografía permiten imaginar que los personajes se encuentran dentro de un búnker. Se evidencia, por ejemplo, en el siguiente fragmento:
Un cuarto sin muebles. Luz cenicienta. En las paredes de la derecha y de la izquierda, hacia el fondo, dos ventanitas muy altas, con las cortinas corridas. A la derecha, en el proscenio, una puerta. En la pared, junto a la puerta, un cuadro dado vuelta. En el proscenio, a la izquierda, dos tachos de basura, muy juntos, cubiertos con una vieja sábana. (Beckett, 1972, p. 4)
En segundo lugar, aparecen numerosas notas sobre acciones repetitivas, mecánicas y automatizadas que sugieren un aspecto fundamental de la psicología de los personajes: la robotización. Es decir, el “hombre perdido” tras la guerra, que lleva a cabo actividades sin sentido, absurdas, como se observa a continuación: “Clov va hacia el tacho de basura de Nagg, levanta la tapa, se inclina. Palabras ininteligibles. Clov se yergue (...). Clov se inclina. Palabras ininteligibles. Clov se incorpora (...). Clov se inclina. Palabras ininteligibles. Clov se yergue” (Beckett, 1972, p. 33). 
Cabe destacar que desde el principio se advierte cómo el protagonista realiza esta clase de movimientos carentes de propósito. En la cita posterior, se muestra esta cualidad.
Mira la ventana de la izquierda con la cabeza echada hacia atrás. Vuelve la cabeza, mira la ventana de la derecha. Se coloca bajo la ventana de la derecha. Mira la ventana con la cabeza echada hacia atrás. Vuelve la cabeza y mira la ventana de la izquierda. Sale, regresa en seguida con una escalerilla, la coloca bajo la ventana de la izquierda, sube, corre la cortina (...). Toma la escalerilla, la coloca bajo la ventana de la derecha, sube, corre la cortina. (Beckett, 1972, p. 4)
Asimismo, las acotaciones expresan los estados emocionales que sufren los individuos, estrechamente relacionados con el sentimiento de desesperanza y frustración posguerra. Algunos de ellos son: molestia, violencia, impaciencia, amargura, frialdad, angustia, desesperación, terror, etc. 
En tercer lugar, Beckett representa la incomunicación y falta de afecto humano que perciben los autores del Teatro del Absurdo. En la presente obra, Nagg y Nell encarnan esta idea. Ambos personajes son un matrimonio que vive separado, en dos tachos de basura, lo que les imposibilita el contacto físico. Por ejemplo, cuando intentan besarse, “las cabezas se aproximan penosamente. No llegan a tocarse, se apartan” (Beckett, 1972, p. 10) y mencionan que es una situación frecuente.
En cuarto lugar, las didascalias cumplen un papel simbólico, porque indican acciones que representan más de lo explicitado. Un elemento recurrente a lo largo del texto y que posee una gran carga de significado es el pañuelo cubierto de sangre. El mismo representa cómo las personas que están en el poder tuvieron que cometer actos atroces para alcanzarlo. Así, podemos deducir que este atributo está presente en el personaje.
Por último, cabe destacar que el objeto mencionado en las notas teatrales abre y cierra la obra. Inicialmente, cubre el rostro de Hamm, pero luego es retirado por Clov y comienza el diálogo. En el final, este personaje “acerca el pañuelo a su cara” (Beckett, 1972, p. 43). Este hecho revela la importancia de las acotaciones.
En conclusión, por los argumentos expuestos, se puede afirmar que “Final de Partida” de Samuel Beckett refleja una característica fundamental del Teatro del Absurdo, como lo es la importancia de las didascalias. En este caso, expresa particularidades del espacio, la mente y sentir de los personajes y la simbología de ciertos elementos. Por lo tanto, pertenece a esta convención teatral.
Referencias bibliográficas
Beckett, Samuel. (1972). “Fin de partida”. En: Esperando a Godot; Fin de partida; Acto sin palabras. (4°ed.). Barcelona: Barral.

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