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QUINTO HORACIO FLACO BIOGRAFÍA · Nació en el 65 a. C., en Apulia y murió en el 8 a. C. · Su padre era un liberto, pero se ocupó incansablemente de la educación de su hijo: lo llevó a Roma, pese a ser una formación reservada para los ricos. Luego, gracias a él, pudo estudiar en Atenas. · Fue de baja estatura, un poco obeso. Gustaba del vino, el sexo y la buena mesa, pero tuvo que moderarse. · Los dioses despiertan a su musa, pero también el horror (dado por la guerra civil, de la que fue parte y se salvó casi milagrosamente). · Poesía intelectual, elaborada. Perfecta adecuación de la forma al asunto. Sus odas son composiciones breves, formalmente muy complejas y con los más variados ritmos y metros. · Sus odas son de las pocas obras liricas que la antigüedad ha legado completas. · Meditador de la realidad de su tiempo y de la condición humana. · Pensamiento: · ideas estoicas · sentido epicúreo de la vida (búsqueda de la felicidad a partir del equilibrio de los placeres y la eliminación de los temores que causan ideas como el destino, los dioses o la muerte) · renuncia a las grandes ambiciones, los principios de la aurea mediocritas, deseo de vivir dignamente con poco. · deseo de retener la fugacidad del tiempo. · angustia ante la muerte, por la certeza de que la única inmortalidad está en la poesía. Consuelo en la fe en el Estado (patria), el vino, la poesía, la filosofía, la religión. · Los dioses no pueden darle otra vida, pero sí están presentes en ella. · Durante la muerte de Julio César, ingresó en el ejército republicano (de los asesinos de César, Casio y Bruto). En la batalla de Filipos, ante el triunfo de los cesarianos, huyó. · Pudo retornar a Roma ante una amnistía de los vencedores, pero su padre había muerto y su finca fue expropiada. Así, tuvo que trabajar como escribiente. · Simultáneamente a su trabajo como escribiente, compuso versos. · Su poesía lo puso en contacto con otros poetas, entre ellos Virgilio y Vario, que lo presentaron a Mecenas (ministro de Augusto, su estratega de la paz. Se propuso reformar las costumbres a través de la poesía). · Mecenas lo incluye en su círculo y le regala una casa. Así, lo libra de preocupaciones económicas y puede dedicarse a su arte. · Augusto le propone ser su secretario, pero lo rechaza por el deseo de independencia. · Fue cercano a lo más encumbrado del poder político, lo que influye en su poesía: se identifica con el proyecto y régimen de Augusto. Piensa que es el único orden posible para Roma. Su poesía colaboraba a la refundación de un imperio. · Esa adhesión le valió la composición del Canto Secular para los Juegos Seculares, equivalente a ser reconocido como el primer poeta de Roma. · Modelos principales (en orden): Alceo, Safo, Píndaro y Arquíloco. Otros: Homero, Calímaco, Anacreonte, Simónides, Baquílides. OBRA · Sus odas suelen separarse en dos tramos: los tres primeros libros (publicados todos el 23 a. C) y el cuarto libro (13 a. C.). · La oda era en Grecia una composición poética escrita para ser cantada al son de un instrumento de cuerda, con pluralidad de combinaciones métricas. Cuando las cultiva Horacio, lo habitual era que fueran recitadas, no cantadas. · Horacio utiliza 13 metros distintos, del cual el más diverso es el 1º (con 10). · La temática atañe a la vida pública y privada: convites, amores, placeres del campo, molestias de la ciudad, alegrías y penas. Odas romanas, solemnes, y ligeras (eróticas, festivas, de banquete). · Dedica composiciones a sus amigos, mezcladas con otros temas. · También escribe otros géneros, como épodos. CONTEXTO DE LA ÉPOCA DE AUGUSTO · Poesía, política y religión no eran actividades incompatibles entre sí, sino que estaban ligadas. · La poesía era un lenguaje único, llamado “el don de la musa”. · Como el imperio debía fundarse en la poesía, la poesía debía escribirse en función del imperio. · Roma fuertemente helenizada. · Roma de dolorosos extremos, sin límites: guerras civiles, asesinato de César. · Augusto consolida los límites, las fronteras. TÓPICOS: · Carpe diem: Aprovecha el día. · Beatus ille: Dichoso aquel. · Locus amoenus: Lugar ideal. · Aurea mediocritas: Dorada mediocridad. · Mors omnia aequat: La muerte iguala todas las cosas. · Tempus fugit: El tiempo huye. · Non omnis moriar: No moriré del todo. · Dulce et decorum est pro patria mori: dulce y honorable es morir por la patria. Odas I, 4 Se disipa el crudo invierno si vuelve grato el Favonio, y las máquinas arrastran las quillas secas y del establo el ganado ya no goza, ni el labriego del fuego, ni están los prados blancos de escarcha. Ya, cuando asoma la luna, Venus Citerea guía sus danzas y con las Ninfas las Gracias bellas con rítmicos pies golpean la tierra, y Vulcano ardiente visita las laboriosas fraguas ciclópeas. Cabe ahora en verde mirto ceñir tu ungida cabeza o con la flor que la tierra da, liberada; cabe ahora en los umbrosos bosques inmolar a Fauno bien si pide una cordera, bien un cabrito. La pálida muerte empuja con pie igual las pobres chozas y las torres de los reyes. Oh feliz Sestio, la breve vida le impone confines a la esperanza. Ya te oprimirá la noche, y los fabulosos Manes, y la angosta casa de Plutón; cuando estés dentro, no te elegirán los dados por rey del vino ni verás al tierno Lícidas, por quien ya arden los jóvenes y que hará pronto a las vírgenes sonrojarse. · Horacio contrapone dos ideas centrales: el carácter cíclico de la Naturaleza que se restablece a sí misma, en oposición a la finitud del hombre. · Con la finalización del invierno, los barcos vuelven a navegar, el ganado abandona el establo y sale a pastar, el labriego deja la calidez del hogar para trabajar y el rocío ya no se congela. Además, despierta la naturaleza: con Venus, llega la primavera, el amor; con las Ninfas, despierta la tierra y florecen las semillas; con vulcano, comienza el trabajo. También se utilizan coronas para salir y se celebra la fiesta de Fauno. · El primer momento se refiere a la llegada de la primavera. El segundo, a la muerte. Se relacionan porque ambas llegan inevitablemente, sin obedecer la voluntad del hombre. El tópico vinculante es tempus fugit. · Tópicos: tempus fugit, mors omnia aequat. Oda I, 9 ¿Ves cómo de alta nieve fulge enhiesto el Soracte, y no pueden con su carga los abrumados bosques, y mordidos por el hielo se aquietan los torrentes? Combate el frío dando largamente leña a tu hogar, y el vino que añejaste cuatro años en ánfora sabina, generoso destápalo, Taliarco. Deja el resto a los dioses; una vez hayan rendido al viento que batalla con el revuelto mar, ni los cipreses se agitarán, ni los olmos vetustos. No quieras preguntar por el mañana, y el día que la suerte te conceda tómalo por ganancia, y no desprecies el dulce amor, muchacho, ni las danzas, mientras aleje tu vigor las tardas canas. Ahora, busca la palestra, y en las plazas, de noche, los coloquios susurrados en hora convenida, y en el ángulo íntimo, la risa grata de la muchacha que se esconde, y la prenda arrancada de sus brazos o del dedo que finge resistencia. · · Del monte Soracte se dice que está repleto de nieve, así como sus bosques, “abrumados”, porque sus hojas no soportan su peso. En cuanto al río, sus aguas están congeladas y, por lo tanto, quietas. · Invierno. · Para combatir el frío, es necesario prender el fuego del hogar (para calefaccionarlo). Además, el frío obliga al encierro y al descanso, por lo que pueden disponerse a “destapar el vino” (descansar). · No es posible preguntar por el mañana porque no se sabe si habrá. Así, el yo lirico insta al lector a aprovechar el día (carpe diem). · La pócima contra el paso del tiempo (tempus fugit) es el amor y la danza. Invita al joven a no despreciar el amor y salir de noche a buscar una muchacha (encuentro pasional). · Tópicos: carpe diem, tempus fugit. Oda I, 11 Tú no indagues –vedado está saberlo- qué fin a mí o a ti, Leucónoe, los dioses quieran darnos, ni sondees los números babilonios. ¡Vale más aceptar aquello que ha de ser! Ya sean muchos inviernos los que Júpiternos conceda, o el último este que vemos contra opuestas rocas quebrantar el oleaje tirreno, sé sensata, filtra el vino y a un breve espacio ajusta esa larga esperanza. En tanto hablamos, habrá huido envidiosa la edad: cosecha el día, y no confíes mucho en el que vendrá. · Leucónoe: su esclavo, representa la pureza · No le está permitido al hombre saber cómo será su muerte, porque es una disposición de los dioses. Para el hombre, es más provechoso aceptar el destino que ellos disponen y no perder el tiempo. · Las marcas temporales son: unos meses (último invierno), muchos años (muchos inviernos), poco tiempo (breve espacio), el presente (en tanto hablamos), el futuro (el que vendrá). · La estación es el invierno. · El poeta le aconseja que viva inteligentemente, trazando metas a corto plazo, aprovechando cada día, porque no sabe de cuántos más dispone y pasan rápidamente. · La edad es envidiosa porque la vejez envidia a la juventud (esta todavía dispone de muchos años). Es decir, por el deseo de vivir. · Tópicos: carpe diem, tempus fugit. Oda I, 14 Oh nave, al mar te llevan nuevas corrientes otra vez. Ay, ¿qué haces? Con fuerza ocupa el puerto. ¿No ves cómo de remos desnudo un flanco y el mástil destrozado del veloz ábrego, gimen ya tus antenas y sin sus cables la quilla apenas puede soportar el terrible empuje del mar? No tienes íntegras velas, ni dioses que invoques si una angustia nueva te oprime. Aunque de pino póntico e hija de una noble selva, te jactas de una estirpe y un nombre inútiles: no de pintadas popas el nauta temeroso se fía. Si del viento no has de ser juguete, ¡guárdate! Tú para mí hasta ayer ansioso fastidio, anhelo ahora, y desvelo que nada alivia, evita el mar que fluye entre las fulgentes Cícladas. · “nave por Estado, oleaje y tempestades por guerras civiles, puerto por paz y concordia”. · Flanco: parte lateral de una embarcación. (en la oda, desprovisto de remos = soldados) · Ábrego: viento húmedo y templado del suroeste. (destroza el mástil = ataque enemigo) · Quilla: Pieza más importante de la estructura de un barco, situado en la parte inferior, sobre la que se asienta toda su armazón (apenas soporta el empuje del mar = la nación no puede con más guerras). · Popa: Parte posterior de una embarcación, donde se sitúa el timón y las habitaciones principales. (de ellas no se fía el nauta temeroso = el pueblo no confía en la diligencia, que los seduce con alardes de importancia). · Cícladas: Archipiélago griego situado en el centro del mar Egeo, compuesto por alrededor de 220 islas montañosas (es preciso evitar el mar que fluye entre ellas = evitar los conflictos) · La nave se encuentra debilitada (sin remos, el mástil destrozado, las antenas sin cables, la quilla apenas soporta, velas rotas). El poeta teme que se destruya totalmente. · Se contrasta un ayer de fastidio y resignación, con un hoy anhelante y suplicante. · Pide que la nave evite el mar que fluye entre las Cícladas (que evite la guerra). Oda I, 31 ¿Qué pide a Apolo al consagrar su templo el poeta? ¿Qué implora cuando vierte del cuenco el zumo nuevo? No las mieses feraces de Cerdeña la opulenta, no de Calabria calurosa pingües ganados, ni el marfil ni el oro índico, ni los campos el Liris taciturno muerde con su fluir de agua tranquila. Poden con hoz calena los que obtienen su vid de la Fortuna; en áureos cántaros agote el rico mercader los vinos que por lujos de Siria ha permutado, caro a los mismos dioses, pues cada año impunemente tres y cuatro veces ve el Atlántico mar. A mí me nutren olivas, achicoria y malva leve. Saludable gozar de lo que tengo, Latonio, dame, pero aun más te ruego vivir con mente plena una no indigna vejez en que la cítara no calle. · · Es muy probable que esta oda fuera compuesta en el 28 a.C., cuando Augusto consagró a Apolo un templo en el Palatino, en memoria de la victoria de Accio. · Da comienzo a la oda con preguntas retóricas. Hace referencia a la práctica de rituales para alabar y pedir a los dioses. · Horacio, que había nacido en el campo y luego volvió a vivir allí, añora una devoción sencilla a los dioses. Su concepto de plegaria se relaciona con la sencillez, con solicitar solo aquellas cuestiones que él considera importantes y no molestar con otras irrelevantes. Así, es válido pedir la dignidad o la salud, pero no la riqueza (campos abundantes, ganado, marfil, oro). · Tópico: aurea mediocritas. Oda I, 38 Odio, muchacho, el pérsico aparato, las guirnaldas de tilo me disgustan; no busques ya en qué sitio la tardía rosa persiste. Al simple mirto nada, diligente, quiero que añadas; ni de ti es indigno, copero, el mirto, ni de mí, que bebo bajo honda parra. · En este breve poema, el poeta da cuenta del estilo de vida que pregona. · El yo lírico estructura en esta oda una oposición dada, principalmente, por el tilo y el mirto, los cuales constituyen símbolos. · Aconseja al joven vivir modestamente, sin opulencia, prefiriendo el mirto sobre el tilo o la rosa. · Tópico: Aurea mediocritas. Oda II, 3 Serena en los momentos más difíciles guarda tu mente, y en los favorables templada y lejos de insolente gozo, Delio, que has de morir tanto si en aflicción continua vives como si bebes en remota grama, reclinado en festín día tras día, el más viejo falerno. ¿A qué un álamo blanco y alto pino en sombra hospitalaria unen sus ramas, y el agua de un arroyo murmurante tuerce fugaz su curso? Manda traer allí vino y perfumes y las flores tan breves de la rosa delicada, mientras las tres hermanas tejen sus negros hilos. Dirás adiós al campo y a la casa, y a la granja que baña el rubio Tíber, adiós; de tu riqueza un heredero gozará acumulada. Rico y nacido del linaje de Ínaco o pobre permanezcas bajo el cielo entre mísera gente, serás víctima del Orco inapelable. Para todos igual: ya nuestra suerte se revuelve en la urna y más temprano más tarde saldrá, y saldrá la barca rumbo al eterno exilio. · Le aconseja a Delio mantenerse sereno y comedido en los tiempos difíciles (no afligirse) y en los favorables (no caer en los excesos). · El comportamiento más sabio ante el inexorable destino es vivir sin perder el tiempo con la riqueza, carente de importancia, pues no perdura después de la muerte y esta alcanza a ricos y pobres por igual. · “mientras las tres hermanas/tejen sus negros hilos” = muerte. · Predominan presente y futuro. El yo lírico los utiliza porque guardan relación con el tema de la oda: el tiempo. Llaman la atención del lector sobre cómo elige vivir el día presente, por la muerte próxima. · Los tópicos son: aurea mediocritas, mors omnia arquat y tempus fugit. La primera es la que estructura la oda, ya que es el consejo final con el que debe quedarse el lector. Las demás son las razones por las que hay que vivir en el justo medio (en la muerte somos iguales y el tiempo pasa, por lo que no debemos perderlo centrados en la riqueza). Oda II, 10 Más cabal vivirás si no persigues siempre, Licinio, la alta mar, ni buscas, por miedo a las borrascas, demasiado la ingrata costa Quien prefiere el dorado justo medio, seguro evita de un ruinoso techo la sordidez, y sobrio, el envidiado palacio evita. Más agita al enorme pino el viento, y con ruina mayor caen las torres excelsas, y a los montes más altivos elige el rayo. El pecho bien dispuesto, en la hora adversa espera, en la feliz teme otra suerte. Inhóspitos inviernos manda Júpiter y él se los lleva. Si algo está mal, no lo estará mañana; despierta Apolo a veces con su cítara a la Musa callada, y no está siempre tenso su arco. Muestra a la adversidad ánimo fuerte, y sabe replegar, cuando los vientos parezcan demasiado favorables, la henchida vela. · El ideal de vida que plantea el poeta es el equilibrio (el dorado justo medio). Propone ser comedido y cuidadosos en los tiempos favorables y mantenerse firme en la adversidad. También no ser demasiado ambisioso, pero tampoco estancarse. · La metáfora náutica hace referencia a no aspirar a lo máximo (alta mar), pero tampoco conformarse con lo pequeño (costa) por miedo a los obstáculos(borrascas). Al final, habla sobre no excederse y ser astuto (replegar las velas) en tiempos favorables, previniendo para épocas difíciles (sin viento que las empuje). · La esperanza frente a los momentos difíciles es que terminan. La invitación es nuevamente la de ser comedido en los buenos tiempos y ser fuerte en los difíciles. · Tópico: aurea mediocritas. Oda II, 14 ¡Ay, qué fugaces se deslizan, Póstumo, Póstumo, nuestros años! Ni retarda arrugas la piedad, ni la apremiante vejez ni la indómita muerte, no, así trescientos toros cada día que se va, amigo mío, al insensible Plutón inmoles, que a Gerión de triple Cuerpo y a Ticio en tristes ondas confina; que estas aguas, todos cuantos la tierra nutre con sus frutos deberemos surcar, si reyes fuimos o indigentes colonos. En vano el cruento Marte evitaremos y en rota marejada el ronco Adriático, en vano en los otoños, pernicioso a los cuerpos, el austro temeremos. Debemos ver en lánguida corriente negro errar el Cocito, y a la infame casta de Dánao y al condenado a largo esfuerzo, Sísifo el Eólida. Dejarás tierra y casa y a tu dulce esposa, y de estos árboles que cuidas los odiosos cipreses solamente como efímero dueño han de seguirte. Consumirá más digno tu heredero el cécubo guardado con cien clavos y el piso teñirá soberbio el vino que honraría en su cena a los pontífices. · El yo lírico interpela a un amigo, pero más que aconsejarlo, se lamenta con él, sobre la inevitabilidad del paso del tiempo que trae consigo la muerte. · El tópico que aparece y estructura la oda es el de tempus fugit. · Hacen referencia al inframundo. Los incluye porque ahí van las almas de las personas cuando mueren, y así les sucederá a ellos. · Dánao: padre de 50 hijas y hermano gemelo de Egipto, padre de 50 hijos. En la Ilíada se designa así a los griegos enfrentados a los troyanos. · Sísifo: fue sometido a una dura condena en el inframundo (arrastrar eternamente una roca) por burlar a la Muerte. · Cocito: río del Hades, donde habitan los muertos. · Nuestro destino es la muerte. Al morir, dejaremos los vínculos formados (esposa) y el fruto del trabajo realizado (tierra, casa, árboles). El vino será consumido por los que quedan (herederos) y será derramado (es decir, desperdiciado, tratado con poco cuidado en su ausencia). · Está relacionada con la oda II, 3, porque también habla sobre la muerte inevitable y la inutilidad de lo material después de ella. · Tópicos: tempus fugit, mors omnia aequat. Oda III, 30 Levanté un monumento más durable que el bronce y más alto que el regio sitial de las pirámides, que ni la hambrienta lluvia ni el aquilón violento lograrán derruir, ni aún la innumerable sucesión de los años, ni la fuga del tiempo. No moriré del todo, y evitará mi parte mejor a Libitina: creceré en la alabanza futura siempre joven, mientras al Capitolio ascienda con la virgen silenciosa el pontífice. Yo seré, donde el Áufido precipitado corre y Dauno, pobre en agua, sobre pueblos agrestes reinó, de humilde origen a la gloria exaltado, como el que en italianos versos primero supo labrar el canto eolio. Asume la arrogancia merecida, Melpómene, y benévola ciñe en torno de mis sienes los laureles de Delfos · Esta oda sirve de epílogo a los tres primeros libros. · Monumento durable, alto, imposible de derruir por la naturaleza o el tiempo. Hace referencia a su obra. · Afirma “no moriré del todo” porque si su obra perdura, él también. Mientras esta sea leída, él será recordado. · Se dirige a Melpóneme (musa del teatro), para pedirle que lo corone con los laureles de Delfos (símbolo de victoria). · Tópico: non omnis moriar. Oda IV, 7 Han huido las nieves, la gramilla vuelve a los prados Y a los árboles su follaje ; cambia de faz la tierra, decreciendo soslayan sus riberas los ríos. La Gracia con las Ninfas y sus gemelas ya se atreve a guiar las danzas desnuda. Inmortal nada esperes, dice el año, y la hora que el día vital se lleva. Los céfiros templan el frío, la primavera arrasa luego el verano, que se acaba cuando el cargado otoño rinde su fruta, y pronto vuelve el invierno inerte. Daños que el cielo causa, los reparan rápidas lunas; Nosotros, cuando descendemos adonde el padre Eneas y el rico Tulo y Anco, polvo somos y sombra. ¿Quién sabe si a la suma de tus días otro mañana le añadirán los altos dioses ? No irá a las manos ávidas de tu heredero aquello que, amigo de ti mismo, te concedas. Cuando estés muerto y Minos haya dictado Sobre ti su brillante fallo, No, Torcuato tu estirpe, ni elocuencia o piedad Te volverán a la vida. Porque de las tinieblas inferiores, ni Diana a Hipólito Púdico libra ni, aunque amado, Teseo ha conseguido quebrantar las leteas cadenas a Pirítoo. · La presencia de la naturaleza y sus ciclos son muy importantes. · Marcas temporales: fin del invierno (han huido las nieves), llega la primavera (vuelve la gramilla y el follaje, los ríos se descongelan), año, día, primavera, verano, otoño, invierno. Hace referencia al ciclo de las estaciones: se suceden verano, otoño, invierno y primavera. · Nosotros, en comparación con la circularidad sin fin de la naturaleza, somos finitos. Nuestro destino es descender al inframundo, ser polvo y sombra, sin posibilidad de retornar de la muerte. Los ejemplos son que Diana (Artemisa) no pudo traer de la muerte a Hipólito (su predilecto), ni Teseo a Píritoo (su mejor amigo). · Se relaciona con la oda I, 4, ya que también habla sobre las estaciones. · Tópico: tempus fugit.
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