Logo Studenta

Cáncer en el adulto cuadro comparativo - Promo

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

Cáncer en el adulto 
Nombre 
(Cáncer) 
Características clínicas 
específicas 
Factores predisponentes (Asociados a 
la aparición del cáncer) 
Estudios de laboratorio y gabinete para diagnosticarlos 
Gástrico 
Hallazgos físicos 
El cáncer de estómago en la etapa 
inicial pocas veces causa síntomas, 
razón por la cual es tan difícil de 
detectar tempranamente. 
Digestivos 
• Abdomen hinchado. 
• Ascitis. 
• Síntomas parecidos a los 
de la úlcera. 
• Hemorragias, que pueden 
ser de varios tipos y causar 
anemia: pérdidas ocultas 
(microscópicas) de sangre 
por las heces, hematemesis 
(vómito con sangre), 
melenas (heces negras) o 
hematoquecia (heces con 
sangre). 
• Nódulos o masas. 
• Organomegalia. 
• Nauseas, vomito 
• Cambios en el ritmo 
intestinal 
• Heces oscuras, pastosas y 
malolientes (melena). 
Dermatológicos 
Adenopatías. 
Otros 
• Cansancio y debilidad. 
• Perdido peso 
• Infección gástrica por H. pylori. 
• Edad avanzada. 
• Género masculino. 
• Dieta baja en frutas, vegetales y 
con un alto contenido de 
alimentos salados y ahumados en 
conservas. 
• Gastritis atrófica crónica. 
• Metaplasia intestinal. 
• Anemia perniciosa. 
• Pólipos adenomatosos gástricos. 
• Antecedente familiar de cáncer de 
estómago. 
• Consumo de tabaco. 
• Enfermedad de Ménétrier 
(gastritis hipertrófica grande). 
• Poliposis adenomatosa familiar. 
• Radiología: 
o Radiografía (Rx) de tórax: puede ser sustituida por un 
escáner torácico si se considera más apropiado. 
o Rx simple de abdomen: aportar información sobre si existe 
obstrucción del estómago o del intestino, etc. 
• Endoscopia digestiva alta: para examinar el interior del 
estómago, del esófago y del duodeno. Es la técnica de elección 
porque permite la toma de biopsia y la verificación del 
diagnóstico. 
• Sangre oculta en heces: para saber si hay pérdidas hemáticas. 
• Marcadores tumorales: para medir el nivel de ciertas proteínas 
en la sangre. Es un tipo de análisis que orienta hacia la 
existencia del cáncer, pero no lo diagnostica porque no todos 
los cánceres producen elevación de marcadores y además los 
marcadores pueden elevarse por causas no tumorales. 
• Analítica en sangre: 
o El hemograma aportará información sobre una posible 
anemia. 
o La bioquímica sanguínea puede orientar sobre la función 
de órganos como el hígado o el riñón. 
• Estudio esofagogastroduodenal (EGD): consiste en la 
administración de un contraste de bario en forma de papilla y 
hacer una radiografía. Esta papilla “dibuja” el interior del 
esófago, del estómago y del duodeno permitiendo detectar 
lesiones, siempre que tengan un tamaño determinado. Si se ha 
hecho una gastroscopia, no suele ser necesario realizar un 
EGD. 
• Ecografía abdominal o abdominopélvica: es útil para estudiar el 
hígado, saber si hay líquido libre en el abdomen, etc. 
• Tomografía axial computarizada (TAC) de tórax: aporta 
información sobre los pulmones, el mediastino, las costillas, el 
esternón y el corazón. 
• TAC abdominal-pélvico: proporciona muchos datos sobre 
el cáncer de estómago, como su extensión local, si existen 
metástasis en el hígado, si hay ascitis, etc. 
• Resonancia magnética nuclear (RMN) abdominal: proporciona 
una información más precisa. 
• Otras exploraciones: existen otras pruebas complementarias 
que, a veces, se utilizan para completar el diagnóstico, como 
son: 
 
• Falta de apetito 
• Disfagia 
 
 
o Ecografía endoscópica: consiste en un gastroscopio que 
tiene también un transmisor de ultrasonidos para hacer 
una ecografía. 
o Tomografía de emisión de positrones (PET): consiste en 
inyectar una substancia radioactiva y medir la emisión de 
positrones. Da una visión global del cuerpo. 
o Gammagrafía ósea: para estudiar si el cáncer ha 
metastatizado los huesos. 
o Laparoscopia: es una técnica que consiste en introducir un 
endoscopio en la cavidad abdominal, a través de unos 
orificios que se hacen en la pared abdominal, para 
comprobar si el tumor se ha extendido más allá del 
estómago. 
Páncreas 
La mayoría de los pacientes son 
asintomáticos hasta que 
el cáncer invade las estructuras 
vecinas, por lo que muchos son 
irreversibles en el momento del 
diagnóstico y la evolución clínica es 
a menudo muy corta. 
Los síntomas más comunes son el 
resultado de extensión directa a 
órganos vecinos. Como existe un 
rico drenaje linfático, la 
diseminación glandular es muy 
habitual, al igual que la tendencia 
precoz a originar metástasis 
hepáticas y peritoneales. Dada la 
especial ubicación en el abdomen, 
el tumor puede crecer libremente 
hasta alcanzar un gran tamaño, por 
lo que los síntomas iniciales suelen 
ser inespecíficos: anorexia, astenia, 
pérdida de peso, pesadez 
postprandial, náuseas, etc. 
La tríada de síntomas que suelen 
verse en 
el cáncer de páncreas consiste en 
dolor abdominal o de espalda, 
pérdida de peso e ictericia. El más 
común y característico es el dolor y 
se debe a la infiltración perineural 
del plexo celíaco.. 
Hallazgos físicos 
Hábitos 
• Dieta rica engrasa 
• Tabaco 
• Café 
• Alcohol 
 
Ambiente 
• Bajo nivel socioeconómico 
• Medio urbano 
• Industria petroquímica 
• Raciones 
Laboratorio 
La analítica puede mostrar anemia hipocroma y elevación de la 
velocidad de sedimentación globular (VSG). La hiperglucemia, la 
hipoalbuminemia y el patrón colestásico son otras alteraciones 
comunes. La presencia de grasa y proteínas en heces, así como la 
presencia de sangre en ellos pueden ser positivas. 
El antígeno carcinoembrionario (CA) puede estar elevado (19-9), 
siendo el marcador que ofrece mayor precisión diagnóstica (entre 60-
80% de casos), aunque puede también elevarse en otras neoplasias 
gastrointestinales y, en ocasiones, en enfermedades benignas de 
hígado o páncreas. 
Ecografía 
Es el primer estudio que ha de efectuarse en pacientes con dolor 
abdominal vago o ictericia, puesto que puede descartar varias causas, 
como la colelitiasis, el aneurisma de aorta, etc., pudiendo revelar una 
lesión, sobre todo si es > 2 cm y se localiza en la cabeza 
del páncreas, puesto que en cuerpo y cola son más difíciles de 
detectar. 
La ecografía endoscópica puede detectar lesiones < 2 cm de 
diámetro. Generalmente, mostrará masas hipoecóicas, con o sin 
dilatación de las vías biliares. Además, pueden descubrirse 
adenopatías o metástasis hepáticas hipoecóicas, así como ascitis, 
implantes peritoneales, invasión de la vena porta o esplénica y otros 
signos de inoperabilidad. 
Tomografía axial computarizada (TAC) con contraste 
Se precisa para el diagnóstico definitivo. El 65% de las veces se 
 
Generales 
• Dolor en abdomen medio o 
superior que irradia a la 
espalda, que empeora con 
las ingestas y no guarda 
relación con los cambios 
posturales ni con la 
actividad. 
• Malnutrición. 
• Pérdida de peso 
progresiva, inexplicable y 
rápida. 
• Ictericia 
• Fatiga 
• Cansancio 
Dermatológicos 
• Prurito. 
• Ictericia debida a la 
obstrucción del flujo de 
bilis del hígado. 
• Equimosis generalizada. 
• Turgencia cutánea 
alterada. 
Digestivos 
• Anorexia, náuseas y 
vómitos. 
• Esteatorrea. 
• Coluria. 
• Ascitis leve. 
 
aprecia una masa sólida, heterogénea, en la cabeza del páncreas. En 
otro 10-15%, la masa se localiza en el cuerpo o en la cola, pero en el 
20% muestra un engrosamiento difuso del páncreas que puede 
confundirse con una pancreatitis. La TAC es el método no invasivo 
más sensible para evaluar la extensión más intraabdominal de la 
enfermedad. Puede mostrar cambios en el contorno o tamaño 
glandular, edema, atrofia o dilatación de los conductos pancreáticos. 
Angiografía selectiva 
Puede manifestar lesiones hipovasculares infiltrativas, demostrar 
desplazamiento arterial por el tumor o bien oclusión o estrechamiento 
en estadios avanzados. 
Colangiografía retrógrada endoscópica (CPRE) 
Es un procedimiento diagnóstico de elección en casi todos los centros 
y se usa para diferenciar entre pancreatitis y carcinoma pancreático,pues permite la aspiración de flujo pancreático para estudiar su 
citología. 
Colangiografía transhepática percutánea (CTP) 
Puede demostrar la obstrucción completa o parcial del conducto biliar 
común justo por encima de la cabeza del páncreas y también permite 
la aspiración para estudios citológicos. 
Biopsia pancreática percutánea 
Bajo control radiológico, mediante aguja fina, dirigida por TAC, es una 
técnica sencilla y segura que ha hecho declinar el número de casos 
sin confirmación histológica. Su eficacia se sitúa entre un 65-90%. 
 
Mama 
Ovario 
La clínica del cáncer de ovario es 
inespecífica, lo que favorece que se 
diagnostique en estadios 
avanzados. 
Los síntomas se dan muy tarde. 
Uno de los síntomas iniciales más 
común es la distensión-hinchazón 
abdominal, seguida de dolor 
Los factores de riesgo para 
el cáncer de ovario son: 
• Raza blanca. 
• Vivir en países industrializados. 
• Edad avanzada: es excepcional 
antes de la menarquia; el 15% 
se produce a los 40-44 años, el 
La estadificación en el cáncer de ovario es quirúrgica, basándose en 
los hallazgos observados en la intervención. El estudio preoperatorio 
orienta la extensión de la enfermedad fuera de la pelvis o la presencia 
de metástasis extraabdominales. 
El diagnóstico definitivo es histológico, aunque el diagnóstico de 
sospecha se apoya en el examen clínico, técnicas de imagen y 
 
abdominopélvico y la metrorragia. 
En el momento del diagnóstico, un 
60% se encuentran en fase 
avanzada. 
En tumores de rápido crecimiento y 
estadios avanzados aparece 
síndrome constitucional. Pueden 
aparecer complicaciones como: 
ascitis, torsión, rotura, hemorragia, 
infección, etc. 
Raramente los síntomas derivan de 
la presencia de metástasis o de 
síndromes paraneoplásicos. 
Los siguientes signos deben hacer 
sospechar malignidad: 
• Ascitis. 
• Palpación de tumoración 
pélvica. 
• Índice de crecimiento 
rápido. 
• Edad no reproductiva. 
• Nódulos en fondo de saco 
de Douglas. 
• Bilateralidad. 
 
54% se produce a los 63 años. 
Los tumores germinales son 
propios de niñas y jóvenes. 
• Endocrinos: nuliparidad, baja 
paridad, historia de infertilidad. 
• Cáncer de mama: multiplica por 
dos el riesgo 
de cáncer de ovario. 
• Cáncer de endometrio, colon. 
• Familiares: constituyen el 5-10% 
de los casos. Las mujeres con 
algún familiar de primer grado 
con cáncer de ovario tienen un 
riesgo de 
desarrollar cáncer de ovario de
l 5%. La probabilidad aumenta 
si existe más de un familiar 
afecto, edad temprana en el 
diagnóstico y número de 
generaciones afectas. Los tipos 
de síndromes familiares son: 
o Cáncer de ovario familiar: 
herencia autosómica 
dominante. 
o Síndrome de cáncer de 
ovario-mama. 
o Síndrome de Lynch 
II: cáncer de colon 
+ ovario + mama + útero por 
mutaciones de genes 
reparadores de ADN. 
• Alteraciones genéticas. 
• Síndrome de Peutz-Jeghers: 
pigmentación mucocutánea + 
pólipos intestinales. 
• Carcinógenos químicos: 
herbicidas. 
• Consumo de alcohol. 
• Endometriosis. 
 
marcadores séricos. 
• Anamnesis: identificar factores de riesgo de 
padecer cáncer de ovario. 
• Exploración: 
o Valoración del estado general. 
o Exploración abdominal: valorar la presencia de ascitis y/o 
tamaño de la tumoración. 
o Exploración pélvica: detectar tamaño y posibles signos de 
infiltración (consistencia dura, irregular, poca movilidad, 
nodulaciones en fondo de saco de Douglas). 
• Ecografía: 
o Abdominal: de elección para evaluación de grandes 
masas. 
o Vaginal: aporta mayor resolución en el resto de los casos, 
valorando el tamaño y los signos de sospecha, tales como 
el grosor de los tabiques, la heterogeneicidad tumoral, la 
presencia de papilas y/o de ascitis. 
• Estudio Doppler: complementa y mejora los resultados de la 
ecografía. 
• TAC abdominopélvico: especialmente útil en caso de 
estadio supuestamente avanzado, permitiendo investigar la 
posibilidad de diseminación fuera de la pelvis, en 
retroperitoneo e incluso valorar la resecabilidad quirúrgica. 
• En función de la clínica o hallazgos en las anteriores: 
RM, urografía endovenosa, fibrogastroscopia, 
fibrocolonoscopia, TAC torácico. 
• Marcadores tumorales: 
o CA 125. 
o CA 19.9. 
o Alfa-feto-proteína y beta-HCG en mujeres de menos de 30 
años para descartar tumores germinales. 
 
Próstata 
El cáncer de próstata no suele dar 
sintomatología en estadios iniciales. 
Es en etapas más avanzadas 
cuando pueden aparecer los 
siguientes síntomas: 
• Problemas al orinar: flujo 
• Edad: menor de 65 
• Cáncer de próstata en otros 
familiares de primer grado 
• Herencia genética mutaciones 
en BRCA1, BRCA 2 o síndrome 
de Lynch 
• Origen étnico: EE.UU y Europa 
El diagnóstico tiene dos finalidades: 
• Confirmar que se trata realmente de un cáncer. 
• Averiguar en qué estadio evolutivo se encuentra. 
Para alcanzar estos dos objetivos se dispone de las siguientes 
 
miccional lento, debilitado 
o interrumpido, aumento 
de la urgencia y frecuencia 
de micción (especialmente 
nicturia), dolor o ardor al 
orinar (disuria). 
• Aparición de sangre en la 
orina (hematuria) o en el 
líquido seminal. 
• Disfunción eréctil. 
• Molestias al estar sentado, 
debido al aumento del 
tamaño de la próstata. 
• Dolor óseo (columna, 
caderas, etc.) si se han 
producido metástasis 
óseas. 
• Pérdida de fuerza o 
parestesias, o incluso 
incontinencia urinaria y/o 
fecal debido a una 
compresión medular 
provocada por metástasis. 
• Síndrome tóxico: astenia, 
anorexia y pérdida de peso 
 
septentrional, raza negra 
• Factores exógenos: 
tabaquismo, alcohol, radiación 
ultravioleta, exposición a ciertas 
sustancias, alimentación 
(grasas), conducta sexual 
(Infecciones de transmisión 
sexual), obesidad 
pruebas diagnósticas: 
Tacto rectal 
Método fundamental de despistaje. Es la comprobación de una 
induración. En estadios iniciales normalmente se manifiesta como un 
nódulo indurado en un lóbulo, duro, aislado y bien delimitado, mientras 
que en estadios más avanzados se comprueba como una induración 
global de la glándula, regular o irregular con mayor frecuencia, de 
consistencia pétrea o leñosa, con unos límites de la tumoración 
normalmente imprecisos y sin movilidad. 
Marcadores tumorales 
• PSA: 
o Es una glicoproteína sintetizada en el citoplasma de las 
células del epitelio columnar de la glándula prostática y en 
las glándulas periuretrales. 
o Es un marcador específico del tejido prostático (no 
específico del cáncer), pudiendo verse elevado no solo en 
la neoplasia, sino también en el caso del adenoma de 
tamaño considerable, en la inflamación glandular y en la 
manipulación prostática (sondaje, biopsia, etc.). 
o El efecto realizado por el adenocarcinoma sobre las 
células provoca la liberación del PSA al torrente 
sanguíneo, pudiendo elevar sus niveles séricos. 
• Fosfatasas ácidas prostáticas: 
o Es una isoenzima producida en las células acinares y 
secretada con el flujo seminal. 
o En la neoplasia prostática se puede generar un aumento 
de la fosfatasa ácida en el suero debido a la pérdida de 
conexión de las células cancerosas con los ductos 
prostáticos, absorbiéndose en la circulación en lugar de 
pasar al líquido seminal. 
Ecografía transrectal 
Es un método de imagen útil para el estadiaje local, pudiendo ofrecer 
información sobre la afectación capsular, las vesículas seminales, el 
cuello vesical o el recto. 
Gracias a la ecografía transrectal es posible realizar biopsias 
dirigiéndolas hacia las zonas sospechosas. 
Biopsia de próstata 
 
Se llevará a cabo siempre que exista una anomalía del tacto rectal, 
una elevación de los marcadores tumorales o una alteración en las 
pruebas de imagen. Se realiza para la confirmación del diagnóstico. 
Puede efectuarse por vía transperineal digitodirigida o transrectal 
guiada por ecografía, lo que añade efectividad a la prueba, puesto que 
permite el acceso a nódulos palpables y no palpables y una 
colocación más precisa dela aguja. 
Pruebas radiológicas 
• Gammagrafía ósea: es una prueba capaz de evidenciar la 
presencia de metástasis óseas. 
• Tomografía axial computarizada (TAC): 
o Método para detectar neoplasias prostáticas de gran 
tamaño y metástasis a distancia. 
o Informa únicamente sobre el volumen ganglionar sin 
distinguir su estructura intrínseca. 
• Resonancia magnética nuclear (RMN): 
o Método capaz de aportar una buena diferenciación tisular. 
o Su papel principal es la valoración de la extensión de la 
neoplasia prostática y las metástasis a distancia. 
• Urografía: indica la posible afección del uréter por la extensión 
del cáncer. 
• Radiografía de tórax: permite valorar la posible metástasis en 
esta zona. 
• Linfadenectomía: método diagnóstico que permite determinar 
la afección linfática. 
 
Pulmonar 
 • Diagnóstico precoz: cuando 
el cáncer pulmonar adquiere un tamaño suficiente 
para producir manifestaciones clínicas (más de 1 cm) ya 
ha transcurrido la mayor parte de su vida natural. Si el 
diagnóstico se produce en este momento, es tarde o las 
posibilidades de curación son escasas. Para mejorar el 
pronóstico se han ideado protocolos y programas de 
detección precoz. Sin embargo, hasta este momento 
ninguno ha podido disminuir la mortalidad 
por cáncer de pulmón. 
• Radiografía estándar: la imagen radiológica 
del cáncer de pulmón varía según la fase evolutiva, el 
lugar de origen y la topografía de su crecimiento. 
 
Además de conocer los cambios radiológicos más 
indicativos, hay que tener en cuenta que cualquier 
imagen radiológica puede traducirse en un cáncer de 
pulmón y que una radiografía estrictamente normal no 
descarta la existencia de la enfermedad. Puede ser un 
carcinoma central que todavía no ha provocado clínica 
radiológica o tratarse de un carcinoma periférico no 
detectable aún radiológicamente. Hay tres imágenes 
radiológicas especialmente propias del cáncer de 
pulmón: 
o Atelectasia o neumonitis obstructiva (condensación o 
pérdida de volumen). 
o Hilio patológico: uno de los hilios pulmonares es más 
grande o más denso que el del otro lado. 
o Opacidad intrapulmonar, en general, más o menos 
redondeada y de límites mal definidos, a veces 
espiculados. 
• Tomografía computarizada toracoabdominal: permite un 
estudio más preciso y sensible que la radiografía 
estándar. En las neoplasias periféricas detecta tumores 
más pequeños y analiza con mayor precisión los signos 
de malignidad. 
• Resonancia magnética: hasta el momento, menos útil 
en las afecciones broncopulmonares. Puede estar 
indicada en el estudio de adenopatías mediastínicas y 
para precisar la invasión del mediastino. 
• Tomografía por emisión de positrones: puede ser eficaz 
en el diagnóstico de la malignidad de los pequeños 
tumores periféricos. 
• Pruebas citohistológicas: suponen y exigen la obtención 
de células o fragmentos del tumor. Para obtenerlas 
existen varios procedimientos: 
o Broncoscopia: es la exploración de mayor utilidad en 
el diagnóstico citohistológico del cáncer de pulmón. 
o Citología de esputos: indicada y útil cuando no se 
considera indicada la broncoscopia o se duda de su 
positividad por la dificultad de obtener muestras 
endoscópicas satisfactorias. Para que tenga 
suficiente eficacia se recomienda recoger un mínimo 
de tres muestras. 
o Punción transparietal: consiste en una punción 
aspirativa transparietal con control radiológico, 
radioscopia o TC. Esta técnica tiene una sensibilidad 
muy alta, superior al 80%, y permite diagnosticar 
pequeños tumores para los que la broncoscopia 
 
tiene poca posibilidad de eficacia. Su mayor 
inconveniente es el riesgo de neumotórax, lo que 
puede contraindicar la prueba en pacientes con 
enfisema. 
o Biopsia de adenopatías o de metástasis a distancia: 
es poco frecuente, se obtiene la muestra a través de 
una punción en la región supraclavicular, 
mediastínica o de una metástasis extratorácica. 
o Toracotomía: en algunas ocasiones, los resultados 
clínicos y las pruebas radiológicas parecen indicar 
un cáncer de pulmón, pero ninguna exploración 
permite afirmar ni negar el diagnóstico. En tal caso, 
si no hay una contraindicación, está indicada la 
toracotomía exploradora que, si es necesario, puede 
completarse con la exéresis del tumor. 
• Pruebas de estadificación: el diagnóstico citohistológico 
no es suficiente para lograr una orientación terapéutica, 
se debe conocer hasta dónde ha crecido el tumor, es 
decir, hacer un diagnóstico de estadificación. Este 
proceso diagnóstico es distinto según se trate de un 
carcinoma de células no pequeñas o uno de células 
pequeñas. La estadificación se basa en el sistema 
TNM. 
o T: volumen del tumor, invasión directa de estructuras 
vecinas y distancia a la carina traqueal. 
o N: afectación de los ganglios hiliares, mediastínicos 
y supraclaviculares o cervicales 
o M: metástasis a distancia. 
 
 
http://encuentra.enfermeria21.com/encuentra-
contenido/?search_type=2&search_entity=&id_pub_grp=29&view=&ordenarRelevancia=&q=cancer+gastrico&ordenacion=on&option=com_encuentra&task=sh
owContent&id_pub_cont=9&id_articulo=11272 
De la Fuente Ramos. Gastritis y cáncer gástrico. En: De la Fuente Ramos M (coord.). Enfermería médico-quirúrgica. Vol. IV. 3ª ed. Colección Enfermería S21. 
Madrid: Difusión Avances de Enfermería (DAE); 2017. p. 2499-518. 
Guisado Barrilao R, López González A, Carmona Barrilao Y. Alteraciones del páncreas. En: De la Fuente Ramos M (coord.). Enfermería médico-quirúrgica. Vol. IV. 
3ª ed. Colección Enfermería S21. Madrid: Difusión Avances de Enfermería (DAE); 2017. p. 2745-76. 
http://encuentra.enfermeria21.com/encuentra-contenido/?search_type=2&search_entity=&id_pub_grp=29&view=&ordenarRelevancia=&q=cancer+gastrico&ordenacion=on&option=com_encuentra&task=showContent&id_pub_cont=9&id_articulo=11272
http://encuentra.enfermeria21.com/encuentra-contenido/?search_type=2&search_entity=&id_pub_grp=29&view=&ordenarRelevancia=&q=cancer+gastrico&ordenacion=on&option=com_encuentra&task=showContent&id_pub_cont=9&id_articulo=11272
http://encuentra.enfermeria21.com/encuentra-contenido/?search_type=2&search_entity=&id_pub_grp=29&view=&ordenarRelevancia=&q=cancer+gastrico&ordenacion=on&option=com_encuentra&task=showContent&id_pub_cont=9&id_articulo=11272
 
Coll Navarro E, Zaragoza Marfá A, Francesch Campi A, Alcoverro Bedós L. Atención a la mujer con cáncer ginecológico. En: Martínez Bueno C, Torrens Sigalés RM. 
Enfermería de la mujer. Vol. II. 3ª ed. Colección Enfermería S21. Madrid: Difusión Avances de Enfermería (DAE); 2017. p. 635-74. 
Navarro Moya V. Cancer de prostata. En: Iglesias Miguez C, Lopez Gil R. Cancer y cuidados enfermeros. 2ª ed. Serie Cuidados Avanzados. Madrid: Difusion 
Avances de Enfermeria (DAE); 2018. p. 331-42. 
Jimeno Galán ML, Fuenmayor Díaz A, Ortega Rebollo C. Alteraciones de la próstata. En: De la Fuente Ramos M (coord.). Enfermería médico-quirúrgica. Vol. V. 3ª 
ed. Colección Enfermería S21. Madrid: Difusión Avances de Enfermería (DAE); 2017. p. 2871-908. 
Aliaga Sánchez MC. Neoplasias pulmonares. En: Sanjuán Quiles A. Cuidados al paciente con alteraciones respiratorias. Serie Cuidados Especializados. Madrid: 
Difusión Avances de Enfermería (DAE); 2012. p. 123-133.

Continuar navegando