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Agua Limpia y Segura para Todos: Promoviendo
Prácticas Sostenibles en la Agricultura y la Ganadería
Escuela Preparatoria No. 8 “Carlos Castillo Peraza”
Propuesta Argumentada
José Domínguez
Jahir Fuentes
Carlos Jimenez
Marco Rivero
Gabriel Rosique
Ecología y educación ambiental
3° G
Evelyn Aguilar
23 de febrero del 2022
Introducción
El agua es un recurso natural vital para la vida en nuestro planeta. Es esencial para la
supervivencia humana, la agricultura, la industria y la preservación del medio ambiente. A
pesar de su importancia, el agua dulce es un recurso finito y limitado que se está volviendo
cada vez más escaso debido al cambio climático, la contaminación y el uso excesivo. Por esta
razón, es crucial que cuidemos y preservemos el agua de manera sostenible para garantizar su
disponibilidad para las generaciones futuras.
Además, el agua limpia y segura es un derecho humano fundamental que debe ser protegido y
asegurado para todos. En este sentido, el cuidado del agua no solo es importante para nuestro
bienestar actual, sino también para el bienestar de las generaciones futuras y del planeta en su
conjunto.
Por otra parte, el desarrollo sustentable se enfoca en buscar satisfacer las necesidades actuales
de las personas sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus
propias necesidades. Este enfoque reconoce la interdependencia entre los sistemas sociales,
económicos y ambientales y busca lograr un equilibrio entre ellos para asegurar un futuro
sostenible.
Es importante porque nos permite utilizar los recursos naturales de manera responsable y
eficiente para satisfacer nuestras necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las
futuras generaciones para satisfacer las suyas. Esto significa que debemos preservar el medio
ambiente y sus recursos naturales para garantizar la supervivencia de las especies y mantener
la calidad de vida de las personas.
Además, el desarrollo sustentable promueve un enfoque equilibrado y justo para el desarrollo
económico, social y ambiental. Esto implica que el desarrollo económico no debe ocurrir a
expensas del medio ambiente o del bienestar social. En lugar de eso, debe existir una sinergia
entre los tres aspectos para asegurar un progreso sostenible y equitativo.
Con esto dicho una propuesta para cuidar el agua y promover su aprovechamiento sustentable
es implementar prácticas de agricultura y ganadería sostenibles que reduzcan la
contaminación del agua y la sobreexplotación de los acuíferos.
La agricultura y la ganadería son responsables del 70% del consumo global de agua dulce.
Sin embargo, muchas prácticas agrícolas y ganaderas pueden tener efectos negativos en la
calidad del agua y la disponibilidad del recurso, como el uso excesivo de fertilizantes y
pesticidas que contaminan los ríos y acuíferos, y la sobreexplotación de los acuíferos
subterráneos.
Otra propuesta para cuidar el agua es implementar sistemas de recolección de agua de lluvia
en nuestras casas y comunidades. Esto puede hacerse de varias maneras, como instalar
cisternas o tanques de almacenamiento en los techos, o utilizando técnicas de paisajismo y
agricultura que permitan la infiltración y recolección de agua en el suelo.
Esta propuesta es importante porque el agua es un recurso limitado y cada vez más escaso en
muchas partes del mundo. Además, el cambio climático y la contaminación están
exacerbando este problema al afectar la calidad y cantidad de agua disponible.
La recolección de agua de lluvia es una forma efectiva de reducir la demanda de agua potable
y aliviar la presión sobre los sistemas de suministro de agua. Además, el agua de lluvia es una
fuente de agua limpia y gratuita que puede ser utilizada para diversas actividades como el
riego de jardines, la limpieza de autos, y la descarga de inodoros, entre otras.
Además, la recolección de agua de lluvia puede ser una medida de adaptación al cambio
climático ya que permite almacenar agua para su uso en momentos de sequía o escasez. Esto
es especialmente importante en regiones donde la lluvia es irregular y las sequías son
comunes.
La importancia de preservar el agua y promover un aprovechamiento sustentable del mismo
se puede analizar desde tres perspectivas: ambiental, social y económica.
Desde la perspectiva ambiental, el agua es un recurso vital para la vida en nuestro planeta. Es
esencial para el mantenimiento de ecosistemas acuáticos, como ríos, lagos y océanos, que
proporcionan una amplia variedad de servicios ecosistémicos como la regulación del clima y
la biodiversidad. Además, el agua es esencial para la producción de alimentos y la protección
de la salud pública. Por lo tanto, la preservación del agua es fundamental para mantener la
salud de los ecosistemas, proteger la biodiversidad y garantizar el acceso a agua limpia y
segura para las personas.
Desde la perspectiva social, el agua es un recurso crucial para el bienestar humano. Es
necesario para satisfacer las necesidades básicas de las personas, como beber, cocinar y
limpiar. Además, es esencial para la producción de alimentos y la generación de empleo en
muchos sectores económicos, como la agricultura y la industria. La falta de acceso al agua
puede tener efectos negativos en la salud de las personas, especialmente en las comunidades
más pobres y vulnerables.
Desde la perspectiva económica, el agua es un recurso valioso que contribuye al desarrollo
económico y social. La disponibilidad de agua limpia y segura es fundamental para el
crecimiento de muchos sectores productivos, como la agricultura, la pesca y la industria.
Además, la falta de agua puede afectar el turismo y la calidad de vida de las personas, lo que
puede tener efectos negativos en la economía local. Por lo tanto, es importante promover un
uso sustentable del agua para garantizar su disponibilidad a largo plazo y evitar su
sobreexplotación.
El desarrollo sustentable en Yucatán es un tema importante debido a la riqueza natural y
cultural que posee la región. Yucatán es conocido por su rica biodiversidad, así como por su
patrimonio cultural y arqueológico, como las ruinas de Chichén Itzá y Uxmal.
Sin embargo, el desarrollo económico y el turismo han llevado a un aumento en la demanda
de recursos naturales, como el agua y la energía, así como a un aumento en la producción de
residuos y la contaminación. Por lo tanto, es fundamental que se implementen medidas de
desarrollo sustentable para proteger la biodiversidad y el patrimonio cultural de la región, así
como para garantizar el bienestar de las comunidades locales.
En este sentido, el gobierno de Yucatán ha implementado diversas políticas y estrategias para
promover el desarrollo sustentable en la región. Una de las iniciativas más importantes es el
Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial de Yucatán, que tiene como objetivo
planificar el uso del territorio de manera sustentable y proteger los ecosistemas y la
biodiversidad de la región.
Además, se están implementando medidas para promover la energía renovable y la eficiencia
energética, así como para reducir el consumo de agua y fomentar su uso responsable.
También se está trabajando en la gestión de residuos y la reducción de la contaminación en la
región.
Sin embargo, aún hay muchos desafíos por enfrentar en la promoción del desarrollo
sustentable en Yucatán. Por ejemplo, el turismo sigue siendo una importante fuente de
ingresos en la región, lo que aumenta la demanda de recursos y puede tener un impacto
negativo en el medio ambiente y en las comunidades locales si no se gestiona
adecuadamente.
Objetivos
La promoción de prácticas sostenibles en la agricultura y la ganadería tiene como objetivo
principal reducir el impacto negativo que estas actividades pueden tener en el medio
ambiente y promover su resiliencia y sostenibilidad a largo plazo. Algunos de los objetivos
específicos que podrían perseguirse a través de esta propuesta son:
● Reducción del uso de agroquímicos: Las prácticas agrícolas sostenibles buscan
reducirel uso de agroquímicos y pesticidas, ya que estos productos pueden
contaminar los suelos, el agua y los alimentos, y afectar la salud humana y la
biodiversidad. En lugar de ello, se promueven técnicas de cultivo integrado y
agroecológico que permiten el control de plagas y enfermedades sin recurrir a
químicos.
● Gestión sostenible del agua: La agricultura y la ganadería son actividades que
requieren grandes cantidades de agua. Las prácticas sostenibles buscan promover la
gestión eficiente y responsable del agua, reduciendo su uso y evitando la
contaminación del agua dulce. Esto incluye el uso de técnicas de riego eficientes, la
recolección y reutilización del agua de lluvia y la implementación de prácticas de
conservación del suelo para mejorar su capacidad de retener agua.
● Conservación de la biodiversidad: La agricultura y la ganadería pueden tener un
impacto negativo en la biodiversidad, especialmente cuando se realizan en grandes
escalas y se usan prácticas intensivas. La promoción de prácticas sostenibles en estas
actividades busca proteger la biodiversidad y promover la conservación de especies
nativas y en peligro de extinción. Esto puede incluir la implementación de prácticas
de cultivo rotativo, el uso de técnicas de pastoreo sostenible y la conservación de
corredores de vida silvestre y hábitats naturales.
● Promoción de la resiliencia climática: La agricultura y la ganadería son actividades
muy vulnerables a los impactos del cambio climático, como sequías, inundaciones y
temperaturas extremas. La promoción de prácticas sostenibles busca promover la
resiliencia climática de estas actividades, mediante la implementación de técnicas de
adaptación, como el uso de variedades de cultivos resistentes a la sequía, la
diversificación de cultivos y la promoción de prácticas agroforestales.
Desarrollo
La agricultura y la ganadería son actividades fundamentales en la economía de Yucatán, sin
embargo, estas actividades tienen un impacto negativo en el uso del agua y en la calidad del
suelo. Por ello, la implementación de prácticas sostenibles en estas actividades es
fundamental para la conservación del agua y para un aprovechamiento sustentable del
recurso.
En primer lugar, es importante mencionar que Yucatán cuenta con una gran riqueza de flora y
fauna que dependen del agua para su supervivencia. De acuerdo con el Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (INEGI), en Yucatán se encuentra el 35% de las especies de flora y
fauna del país. Por lo tanto, es fundamental preservar este recurso natural para mantener la
biodiversidad y la sustentabilidad del ecosistema.
Además, la implementación de prácticas sostenibles en la agricultura y la ganadería puede
traer beneficios económicos a largo plazo. Por ejemplo, el uso eficiente del agua en la
agricultura puede disminuir los costos de producción y aumentar la productividad, lo que se
traduce en mayores ingresos para los agricultores. En un estudio realizado en Yucatán por la
Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA),
se encontró que el uso de tecnologías de riego eficiente puede aumentar la producción de
maíz en un 25% y disminuir los costos de producción en un 15%.
Por otro lado, la implementación de prácticas sostenibles en la agricultura y la ganadería
puede mejorar la calidad del suelo y del agua. La sobreexplotación del agua y el uso de
fertilizantes y pesticidas contaminantes pueden afectar la calidad del agua subterránea y de
los cuerpos de agua superficiales. En un estudio realizado por la Universidad Autónoma de
Yucatán (UADY), se encontró que el uso de prácticas sostenibles en la agricultura puede
disminuir la contaminación del agua subterránea y mejorar la calidad del suelo, lo que a su
vez mejora la salud de las personas y los animales que dependen de estos recursos.
Por último, es importante destacar que los factores ambientales, económicos y sociales
influyen en el aprovechamiento y disponibilidad del recurso agua. En Yucatán, la sequía es un
factor que afecta la disponibilidad del agua, por lo que la implementación de prácticas
sostenibles en la agricultura y la ganadería es aún más importante. Además, la economía de
Yucatán depende en gran medida de la agricultura y la ganadería, lo que significa que la
implementación de prácticas sostenibles puede tener un impacto positivo en la economía
local. Por último, las prácticas sostenibles también pueden mejorar la calidad de vida de las
comunidades locales al disminuir la contaminación del agua y mejorar la salud de las
personas y los animales.
La implementación de prácticas sostenibles en la agricultura y la ganadería es una propuesta
clave para la conservación del agua en el mundo. La agricultura y la ganadería son dos de las
principales actividades económicas que utilizan una gran cantidad de agua, y muchas veces lo
hacen de manera ineficiente y poco sostenible. Por ello, promover prácticas sostenibles en
estas actividades puede contribuir significativamente a la preservación de este recurso vital.
Diversos estudios y estadísticas indican que la agricultura y la ganadería son responsables de
una gran parte del consumo de agua a nivel global. Según datos de la Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la agricultura es responsable
del 70% del consumo de agua dulce en el mundo, mientras que la ganadería utiliza alrededor
del 15% del agua dulce disponible. Además, se estima que para el año 2050 la demanda de
agua en la agricultura aumentará en un 50%.
La preservación del agua es fundamental para el mantenimiento de los ecosistemas acuáticos
y terrestres, que dependen de este recurso para su supervivencia. Además, el agua es vital
para la agricultura y la ganadería, dos actividades económicas muy importantes en muchos
países del mundo, incluyendo México.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2020, el 77.8% del
agua extraída en México se destinó a actividades agropecuarias, mientras que el 13.6% se
utilizó para el consumo humano. Por lo tanto, es crucial promover prácticas sostenibles en la
agricultura y la ganadería para garantizar un uso adecuado del agua y evitar su agotamiento y
contaminación.
Además, la conservación del agua es esencial para preservar la biodiversidad de los
ecosistemas acuáticos y terrestres. Muchas especies de flora y fauna dependen del agua para
sobrevivir y cualquier alteración en su disponibilidad o calidad puede tener consecuencias
negativas en todo el ecosistema.
Por tanto, la implementación de prácticas sostenibles en la agricultura y la ganadería se
vuelve fundamental para asegurar la disponibilidad de agua a largo plazo. Estas prácticas
incluyen la adopción de técnicas de riego eficientes, la reducción del uso de agroquímicos y
pesticidas, la rotación de cultivos y la implementación de sistemas agroforestales. Estas
prácticas no solo contribuyen a la conservación del agua, sino que también promueven la
salud del suelo y la biodiversidad.
Además, las prácticas sostenibles en la agricultura y la ganadería también pueden tener un
impacto económico positivo. Por ejemplo, una encuesta realizada a agricultores en India
mostró que la implementación de prácticas sostenibles aumentó los ingresos de los
agricultores en un 15-20%. Otro estudio realizado en Estados Unidos mostró que los sistemas
agroforestales pueden generar mayores ingresos que los sistemas tradicionales de agricultura
y ganadería.
El aprovechamiento sustentable del agua implica su uso de manera responsable y equilibrada,
teniendo en cuenta tanto las necesidades de las comunidades como las de los ecosistemas.
Esto implica la implementación de prácticas agrícolas y ganaderas que minimicen el uso del
agua, reduzcan su contaminación y mejoren su eficiencia.
Por ejemplo, el riego por goteo o la aplicación de técnicas de agricultura de conservación
pueden reducir significativamente la cantidad de agua utilizada en la agricultura, mientras
que la rotación de cultivoso el pastoreo controlado pueden mejorar la calidad del suelo y
reducir la erosión, lo que a su vez puede aumentar la capacidad de retención de agua del
suelo.
En la ganadería, la implementación de prácticas de pastoreo racional, la construcción de
corrales y la adopción de dietas adecuadas pueden reducir la cantidad de agua necesaria para
el ganado y minimizar la contaminación del agua por parte de los desechos de los animales.
En cuanto a los factores ambientales, la implementación de prácticas sostenibles en la
agricultura y la ganadería puede tener un impacto positivo en la calidad del suelo y la
biodiversidad. La adopción de técnicas de riego eficientes y la reducción del uso de
agroquímicos y pesticidas pueden ayudar a reducir la contaminación del agua y la erosión del
suelo. Asimismo, la implementación de sistemas agroforestales puede promover la diversidad
de especies y la conservación de la fauna silvestre.
En cuanto a los factores sociales, la implementación de prácticas sostenibles en la agricultura
y la ganadería puede tener un impacto positivo en las comunidades rurales. Por ejemplo, la
adopción de técnicas de riego eficientes puede reducir la dependencia de los agricultores de
los recursos hídricos, mejorando así la seguridad alimentaria y la resiliencia ante la sequía.
Además, la implementación de prácticas sostenibles puede promover la creación de empleos
verdes y el desarrollo económico sostenible en las zonas rurales.
Los beneficios del aprovechamiento sustentable del agua son tanto económicos como
ambientales. En el aspecto económico, el uso eficiente del agua puede reducir los costos de
producción en la agricultura y la ganadería, lo que a su vez puede aumentar la rentabilidad de
estas actividades.
En el aspecto ambiental, el aprovechamiento sustentable del agua puede contribuir a la
reducción de la contaminación del agua y del suelo, la conservación de la biodiversidad, la
mitigación del cambio climático y la protección de los ecosistemas acuáticos y terrestres.
Por ejemplo, en la región de Yucatán, la implementación de prácticas sostenibles en la
agricultura y la ganadería ha demostrado ser beneficiosa.
Continuando con los factores económicos, se ha demostrado que la implementación de
prácticas sostenibles en la agricultura y la ganadería puede ser económicamente viable y
rentable a largo plazo. Según un estudio realizado por el Banco Mundial en 2017, la adopción
de prácticas agrícolas sostenibles puede aumentar los rendimientos de los cultivos en un 79%,
y reducir los costos en un 16%, lo que resulta en un aumento de los ingresos netos para los
agricultores. Además, el mismo estudio encontró que las prácticas sostenibles también
pueden aumentar la resiliencia de los agricultores ante los cambios climáticos, reducir los
riesgos de pérdida de cultivos y mejorar la calidad de los productos agrícolas.
En cuanto a los factores sociales, la implementación de prácticas sostenibles en la agricultura
y la ganadería también puede tener un impacto positivo en las comunidades locales. Por
ejemplo, el uso de técnicas de agricultura de conservación, como la rotación de cultivos y la
reducción del uso de pesticidas y fertilizantes químicos, puede mejorar la salud y la calidad
de vida de los agricultores y sus familias al reducir la exposición a sustancias tóxicas.
Además, la implementación de prácticas sostenibles también puede mejorar las relaciones
entre los agricultores y las comunidades locales al reducir la contaminación del agua y del
suelo y la erosión.
En resumen, la promoción de prácticas sostenibles en la agricultura y la ganadería es
fundamental para la conservación del agua y el desarrollo sostenible en general. Al adoptar
estas prácticas, se puede reducir la contaminación del agua y del suelo, proteger la
biodiversidad, aumentar la resiliencia de los agricultores ante los cambios climáticos, mejorar
la calidad de los productos agrícolas, aumentar los ingresos netos de los agricultores y
mejorar la salud y la calidad de vida de las comunidades locales. Con una implementación
adecuada y una educación continua, estas prácticas pueden ser económicamente viables y
sostenibles a largo plazo.
Conclusión
El agua es un recurso esencial para la vida de todos los seres vivos, y su uso irresponsable y
no sostenible puede tener consecuencias graves en el medio ambiente y la sociedad. En
Yucatán, la agricultura y la ganadería son actividades económicas importantes, pero su uso
intensivo del agua puede tener impactos negativos en la disponibilidad del recurso y la salud
del ecosistema. Por lo tanto, es crucial adoptar prácticas sostenibles en estas actividades,
como la agricultura de precisión, el riego eficiente, el uso de fertilizantes orgánicos y la
rotación de cultivos, que permitan una producción rentable y al mismo tiempo conserven el
agua y la biodiversidad.
Estas prácticas no solo aseguran la sostenibilidad del sector agropecuario, sino también la
protección del medio ambiente y el bienestar social a largo plazo. Es responsabilidad de todos
los actores involucrados en la agricultura y la ganadería en Yucatán adoptar estas prácticas y
trabajar juntos hacia un futuro más sostenible y próspero para la región.
En conclusión, la implementación de prácticas sostenibles en la agricultura y la ganadería en
Yucatán es fundamental para la conservación del agua y el equilibrio ecológico en la región.
La sobreexplotación de los recursos hídricos, la deforestación, el uso de agroquímicos y la
falta de conciencia ambiental son factores que han afectado gravemente la calidad del agua y
la biodiversidad de la zona. Sin embargo, la implementación de prácticas sostenibles, como la
agricultura y la ganadería regenerativas, la reducción del uso de agroquímicos y la
implementación de técnicas de conservación del suelo, pueden contribuir significativamente a
la preservación del recurso hídrico.
Además, la implementación de prácticas sostenibles no solo tiene beneficios ambientales,
sino que también tiene impactos económicos y sociales positivos en la región. El uso de
prácticas sostenibles puede mejorar la productividad y la rentabilidad de la actividad agrícola
y ganadera, mientras que la conservación del agua y la biodiversidad pueden atraer turismo
ecológico y contribuir a la conservación cultural de la región.
En resumen, es importante que los gobiernos, los agricultores, los ganaderos y la sociedad en
general trabajen juntos para promover y adoptar prácticas sostenibles en la agricultura y la
ganadería en Yucatán, para asegurar un uso responsable y sostenible del recurso hídrico y
garantizar un futuro saludable y próspero para las generaciones venideras.
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