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1 FICHA TÉCNICA Atrapado sin salida Película Titulo: Atrapado sin salida Director: Milos Forman País: Estados Unidos Año: 1975 Duración: 133 minutos Producción: Michael Douglas, Saul Zaentz Guión: Bo Goldman, Lawrence Hauben Montaje: Sheldon Kahn, Lynzee Klingman Fotografía: Haskell Wexler, Bill Butler Música: Jack Nitzsche Reparto: Jack Nicholson, Louise Fletcher, Danny DeVito, Christopher Lloyd, Brad Dourif, Will Sampson Premios: Oscar Año Categoría Persona 1975 Mejor Película 1975 Mejor Director Miloš Forman 1975 Mejor Actor Jack Nicholson 1975 Mejor Actriz Louise Fletcher 1975 Mejor Actor de Reparto Brad Dourif 1975 Mejor Guión Adaptado Lawrence Hauben Bo Goldman Sinopsis: La trama de la película se centra en un personaje que es acusado por cinco casos de estupro y, por consiguiente, debe entrar en prisión por ello, pero debido a su aparente desequilibrio mental es trasladado al hospital psiquiátrico del estado para ser examinado. Este personaje llamado R.P. McMurphy, en realidad, no presenta ningún tipo de problema psiquiátrico sólo intenta eludir el ingreso en prisión, al hacerlo llegará a otro cautiverio donde se le privará de la libertad. De ahí partirá la historia que prosigue con el internado obligatorio de McMurphy por ser considerado peligroso para la sociedad. 2 Federación Internacional de Mujeres Universitarias Federación Mexicana de Universitarias Universidad Nacional Autónoma de México Museo de la Mujer Bolivia 17 Centro Histórico, Ciudad de México. Cine-Club de Género, de 16 de julio de 2013 Atrapado sin salida Mtra. Delia Selene de Dios Vallejo♣♥ La historia de esta película nos hace vislumbrar una época en particular, ella trasciende los años 70; entrar a la dimensión de esta película es ver una analogía contra el sistema, contra una sociedad opresora, en este caso representada por un genial Jack Nicholson como McMurphy, personaje principal de esta adaptación de la obra de Ken Kesey, enfrentado a la enfermera Ratched, símbolo de autoridad interpretada de forma magistral por Louise Fletcher. El orden y las restricciones que operan en el hospital nos recuerdan las líneas de muchas sociedades. La individualidad de cada “enfermo” se vuelve conjunta, representa a aquella que busca por momentos adaptarse, sentirse parte de la sociedad,por otros momentos se resiste y solo pide tolerancia. A través de los pasillos de un hospital psiquiátrico esta película cuestiona el sistema psiquiátrico norteamericano en tiempos donde los derechos humanos eran invisibles ante el avance tecnológico de los nuevos aparatos neurológicos. Randall McMurphy cometió ciertos delitos por los que fue enviado a prisión. Una vez dentro, y a través de un comportamiento fuera de lo normal, consigue a cambio que lo envíen por un tiempo a un manicomio. McMurphy sospechaba que un encierro en un loquero sería más leve del que podría sufrir en la cárcel. Sin embargo, no hay peor prisión que aquella limitante de la capacidad de soñar. Su contagioso sentido anárquico pone en peligro la rutina del lugar y les da a los pacientes una bocanada de libertad. Se transforma en una especie de antihéroe que integra a los enfermos mentales, logra que el grupo comparta una causa, más allá de que cada uno parezca perdido bailando en su propio mundo. ♣ Catedrática de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales-UNAM *Secretaria General de la Unión Nacional de Mujeres Mexicanas Asociación Civil. ♥ Se agradece el apoyo de las licenciadas: Eva Calderón, Eurídice Román de Dios, Adriana Romo Sotres, Pamela Jiménez Romo y Rosalinda Cuéllar Celis. 3 La película está relacionada con la psiquiatría y con el movimiento surgido en Inglaterra, en manos del Dr. David Cooper, hace un llamado: la anti psiquiatría, la cual quiere romper con el statu quo de los enfermos mentales y, así mismo, con las atrocidades que suceden en los hospitales. Podemos definir la anti psiquiatría como un movimiento cuestionador de las prácticas psiquiátricas tradicionales y la noción de enfermedad mental que se apoya desde mediados del siglo XIX. La anti psiquiatría es subversiva con respecto al represivo orden social burgués. Quienes se encuentran en este movimiento consideran que la enfermedad mental tiene una génesis fundamentalmente social y que la psiquiatría tradicional ha sido la culpable, a través de su doctrina y de sus actuaciones prácticas, de la perpetuación de un estado de represión ante el paciente psíquico. Una pieza clave en el desarrollo de este movimiento es la publicación en 1961 de Historia de la locura en la época clásica, de Michel Foucault. Historia de la locura es una fuerte, desmitificadora obra contra la psicología y psiquiatría hegemónicas, pero su crítica transciende esta esfera: es un ataque a la racionalidad occidental. Todas las autoridades de la sociedad, comenzaron a predicar desde finales de siglo XIX entorno a nuevos dioses: trabajo, ahorro, disciplina, puntualidad, orden, y salud e higiene del cuerpo. A la vez fueron el lujo, el juego, la suciedad y la casi ingobernable sexualidad. Thomas Szasz dirige pues el combate contra los internamientos psiquiátricos, señala, que la enfermedad mental no existe y que los “locos” son sólo aquello que tratan de decirnos cosas incómodas, eso que no queremos oír. Por ello la sociedad cuenta con los psiquiatras para silenciarlos. Esta conspiración de silencio es lo que denuncia Szasz. Lo que se denomina 'enfermedades mentales' son los comportamientos de individuos que nos perturban. La esencia de la locura es el disturbio social y el tratamiento que se aplica a aquellos que la “padecen” se asimila al de un cargo político en el marco de un Estado totalitario, el de disidencia. Así la psiquiatría es también un emplazamiento de lo que se ha denominado como el Estado Terapéutico, caracterizado por una sociedad excesivamente medicalizada y una cultura que tiene como correlato el crecimiento desmedido de la industria farmacéutica y sus obscenas ganancias, llegando a constituir una de las áreas de actividad económica más rentables y pujantes. 4 Ahora bien, Szasz no es el único, pero ha sido uno de los primeros en denunciar la represión de la locura con su cortejo de camisas de fuerza, encierros, electroshocks, lobotomías y embrutecimientos químicos. Michel Foucault lo hizo en Francia con su célebre Historia de la locura, y Ronald Laing prosigue un combate parecido en Gran Bretaña: “Estoy al lado de Foucault -dice- en cuanto a denunciar la opresión psiquiátrica, pero me separo totalmente de él en el análisis y las soluciones.” Foucault veía en los asilos un instrumento de represión de la burguesía contra las “clases peligrosas”. Esto es históricamente falso, señala Szasz. Los primeros asilos fueron creados en Gran Bretaña por la aristocracia para impedir que sus miembros “desviados” disiparan su fortuna. El diagnostico de locura ha sido, y sigue siendo, un medio para desembarazarse de los que molestan. El loco es el que perturba, cuestiona, acusa Michel Foucault, Erving Goffman y otros criticaron el poder y el rol de la psiquiatría en la sociedad, incluyendo el uso de la "institución total", el "etiquetamiento" y la estigmatización. También cabe destacar a Iván Illich en la crítica general a toda la institución médica - siguiendo con esta idea de "etiquetamiento" - y a Giorgio Antonucci, por su valiosa e incansable actividad orientada a la liberación de las personas a las que las instituciones psiquiátricas habían privado de su libertad1. En Gran Bretaña el líder de la anti-psiquiatría fue el igualmente carismático Ronald Laing (1927-1989), un psiquiatra de Glasgow inspirado por la filosofía existencialista de Jean Paul Sartre. Éste advierte, con un aforismo típico: “la locura no es necesariamente sólo colapso sino también descubrimiento. Es una liberaciónpotencial y una renovación lo mismo que esclavitud y muerte existencial”. En 1965 fundó el Kingsley Hall, una comunidad (se evitaba el término “hospital”) en un barrio obrero al este de Londres donde los residentes y los psiquiatras vivían bajo el mismo techo, estos últimos estaban allí para “ayudar” a los pacientes a superar las largas regresiones que caracterizan a la esquizofrenia. Laing fue un brillante escritor que se granjeó un círculo de seguidores durante el tiempo de la contracultura y las protestas estudiantiles contra la guerra de Vietnam. Se ha hablado de una “fabricación de locura” para designar aquella práctica que consiste en asignar etiquetas psiquiátricas -rotular- a personas que son extrañas, quienes plantean un desafío o que representan una supuesta plaga social. En este desenfreno estigmatizador, los psiquiatras orgánicos no son menos culpables que Sigmund Freud y sus seguidores, cuya invención del inconsciente –según apunta 1 http://es.wikipedia.org/wiki/Antipsiquiatr%C3%ADa 5 Szasz–prestó nuevos bríos a difuntas metafísicas de la mente y teologías del alma. La antipsiquiatría, asociada fundamentalmente con políticas de izquierda, reclamaba la desinstitucionalización de las prácticas psiquiátricas. Al mismo tiempo y desde un ángulo totalmente diferente, los políticos de la extrema derecha, incluyendo a Ronald Reagan en los Estados Unidos y Margaret Tatcher en el Reino Unido, dieron su apoyo a la “asistencia comunitaria” ya que se oponían a la idea de un Estado benefactor y les interesaba eliminar esas costosas camas de los hospitales psiquiátricos. Enfermedad, y no hacer de los enfermos mentales una categoría aparte, a los que se encierra y se cuida de manera imperativa.2 El trabajo era el único medio de enriquecerse, todo se mide por la fuerza del mismo, había que honrarlo y era considerado la ley de la humanidad en aquella época. En una de las primeras escenas de la película Atrapado sin salida, se nos muestra la llegada de McMurphy al hospital en el que en primer lugar tiene una reunión con el Director de la institución. Allí comienzan a dialogar acerca de los motivos por los cuales McMurphy fue llevado al hospital. Entre lo mencionado, vale destacar que uno de los indicadores que podría ser síntoma de su locura es que se lo acusa de vago, esto se corresponde con parte del discurso civilizado de la época cuando se consideraba como la cuestión más miserable a un hombre holgazán. Otros de los motivos por los cuales McMpurphy iba a ser diagnosticado era porque se peleaba, dicho de otra forma: irrumpía contra el orden. En esta misma charla con el Director, mientras conversaban acerca de la relación que McMurphy había entablado con una menor, en un tono de broma, el protagonista le pregunta “¿hay que ser piedra para no ser loco?”, es la clave de toda la película. Esta última impulsó la necesidad de una redefinición jurídica del loco para poder justificar su internamiento en un régimen que había proclamado la Declaración de los Derechos del Hombre. Y el discurso médico-psiquiátrico constituye esta justificación, consistente en decir que se recluye a los locos no como una forma de impedir sus desórdenes y mantener la paz social sino por su 2 http://pendientedemigracion.ucm.es/info/nomadas/31/adolfovasquezrocca.pdf 6 propio bien, esto es, como una medida terapéutica indispensable. La medicina aparece en la película como la solucionadora de los problemas bajo un tratamiento de la enfermedad con mucha cientificidad y estructuración, en vez de permitir que los pacientes hagan lo que les hace feliz. De hecho en un momento dado de la película, cuando un personaje se encuentra muy inquieto una enfermera le dice:”se trata sólo de medicina, te va a hacer bien”, esta afirmación evidentemente responde a una realidad en la cual prima la lógica positivista como forma de entender al mundo, aquello que postula el discurso medicinal se adopta como las normas válidas es la opinión hegemónica existente. Pero McMurphy no estaba loco y los doctores eran conscientes de ello pero no hacían nada al respecto. Por lo contrario, cada vez que desobedecía las reglas le aplicaban técnicas médicas en contra de su voluntad. En la espíteme de esta época se cataloga de enfermo a aquello que al sistema le sirve para preservar el orden. A la vez se construye la subjetivación del individuo, también se califica la anormalidad y se trata de que ella sea visible, pues si uno sabe que es lo que no debe ser, está más cerca de saber qué es lo que debe ser. Esta visibilidad también va a ser discursiva, el criminal es objeto de debate y será la ciencia la que establecerá un rol fundamental en la construcción del yo normal y el otro anormal: se va a comenzar a medicar lo funcional y lo disfuncional. La medicina va a ser aliada del poder, buscando cuestiones fisiológicas para justificar cuestiones sociales, convirtiendo de esa forma al cuerpo como una cuestión que no es inocente. Así se entiende al criminal como algo patológico, como que está loco, enfermo y que hay que ayudarlo; como éste se sale de la norma se prefiere creer que está loco antes de aceptar la experiencia de la gente que escapa de la norma. Si bien la primera imagen nos muestra en el hospital hombres de tez negra limpiando, lo cual es una típica construcción social la de dictaminadora de que aquellos quienes son distintos son inferiores, a lo largo de la película vamos a dar cuenta que serán ellos junto con medicas y enfermeras mujeres quienes van a ejercer autoridad en los pacientes. Este hecho no es menor, lamentablemente las mujeres y las personas de piel oscura han sido colocadas socialmente en términos de desprivilegio… y el hecho de que sean ellos quienes ejercen poder sobre los “enfermos” connota el grado de importancia social tan pequeño dado a aquellos que están encerrados en aquel hospital. Según la cultura griega, el ámbito privado es aquel en donde los individuos viven juntos llevados por sus necesidades y exigencias. Consideraban que los hombres debían controlar las necesidades vitales en el ámbito privado para luego poder 7 adquirir la libertad en el espacio público. Por tanto, ser pobre o estar enfermo significaba verse sometido a la necesidad física, lo que justificaría recluir a los “enfermos” en el hospital. Respetando todos los clichés de control, Foucault nos habla de la institución donde se encuentran internados mantiene la rigidez de las normas con precisión. El hospital en su funcionamiento puede resultar similar a una cárcel, de hecho hay rejas, ello significa que hay una clara limitación de la libertad. Se busca mantenerlos adentro, en cuanto el interior es un lugar de protección y seguridad, mientras que el afuera podría ser un lugar de amenaza. La enfermera Ratched representa a la médica y a la psicóloga a la vez, posee una mente cristiana puritana y no permite excesos en su pabellón. Propone como método de redención la terapia de grupo; “el examen de conciencia y la confesión se presentan como las dos condiciones capitales de la salvación” (Aries, Philippe y Duby, Georges. Historia de la vida privada. “Sociedad burguesa: aspectos concretos de la vida privada”. p.205), pero si prestamos atención en este mecanismo, habiendo estudiado las críticas que Foucault lanza hacia el psicoanálisis podemos deducir que al exteriorizar sus sentimientos uno los estructura a través del lenguaje por lo tanto es una forma de controlarlos; más aún cuando la terapia es en grupo, estás ante la mirada de todos, te están monitoreando y ante esa presión uno culmina por auto disciplinarse. No es solo el control que el otro ejerce sobre uno sino el control que uno ejerce sobre sí mismo por reflejo de las voces ajenas. En la terapia ellos se confiesan pero al enunciarlo lo visualizan y se castigan a sí mismos.La filosofa Hannah Arendt entiende que no todo puede ser visto u oído por todos al hacerse público; hay cosas que no deben ser domesticas por el discurso ya que al ser propias del instinto deben quedar en el ámbito privado de cada uno. En la primera oportunidad donde en la película se nos muestra a los personajes haciendo terapia en grupo vemos la resistencia que ellos ponen en hablar, algunos incluso se esfuerzan por hacerlo pero culminan por desistir. El único quien sí lo hace es Harding, el paciente que a lo largo de la película se nos muestra como más estructurado, en busca de responder a los parámetros impuestos por la sociedad, y el menos querido por sus compañeros. Al expresarse lo hace con un discurso muy rebuscado, discursivisado, repleto de palabras complejas que parecen embellecer su discurso pero lo único que generan es el rechazo de sus compañeros quienes no logran captar lo que éste quiere decir. El empleo de palabras sofisticadas por parte de éste puede deberse ya sea a: mostrar superioridad ante sus compañeros o, por lo contrario, en consecuencia, al no querer asumir que al igual que ellos él tampoco quiere hablar y esconde detrás de las bellas palabras lo que realmente siente porque una parte de sí mismo no está tan segura de querer hacerlo. 8 En la terapia la enfermera Ratched propone hablar desde el corazón, estimula a los pacientes a que racionalicen todo aquello que sienten, sin comprender, la subjetividad humana pues “el corazón tiene razones que la propia razón nunca entenderá”; quizás no tiene sentido controlar lo irracional a través del discurso porque la propia persona prefiere permanecer con ello en su interior. De hecho un “enfermo” resulta mucho más coherente que la propia doctora cuando al ver a uno de sus compañeros muy incomodo ante las preguntas que ella le lanzaba le pregunta “¿por qué hay que forzarlo a hablar?”. Pero ésta no es la única vez en que un “enfermo” parece reaccionar de forma más cuerda que la propia doctora; es memorable el momento cuando uno de los pacientes reacciona ante la doctora y le cuestiona: “¿es de enfermo querer estar solo?”… por supuesto que no, el problema consiste en que la privacidad carece de visibilidad, por tanto al estar solo uno se podría librar del control. Como se puede apreciar en la película, el hospital no da cabida a la individualidad, todos los espacios allí son compartidos y de veras dudo mucho que ello sea algo inocente. Con respecto a esto, podemos deducir que tampoco los pacientes tienen la oportunidad de experimentar el placer solitario. Roman Gubern da cuenta que cada vez resulta más irreal pensar al espacio privado y al público en términos oposicionales ya que discursos tales como el tecnológico son territorios públicos que comienzan a inmiscuirse en la esfera privada. Por tanto, el hospital es un espacio con grandes referencias públicas y privadas a la vez, ya que a la vez que desde ese espacio se los mantiene aislados de la sociedad, también son privados de su intimidad que es uno de los atributos por excelencia del espacio privado. A lo largo de la película se puede apreciar la estructuración horaria que hay dentro del hospital. La vida allí es una rutina con horarios que deben ser respetados a rajatablas, esto lo podemos apreciar desde un principio cuando marcan la hora de tomar la medicina. Aún así será en las reuniones de terapia cuando la obsesión por el horario va a quedar más traslucida; la enfermera Ratched va a hacer especial hincapié en ello: cuando McMurphy propone hacer un cambio en los horarios para poder ver un partido deportivo en la televisión, la enfermera Ratched se muestra muy resistente porque ello desordenaría los horarios ya establecidos. Así es que los pacientes impulsados por McMurphy comienzan a revelarse con argumentos validos que la enfermera hubiera preferido no escuchar: un poco de cambio no le hace mal a nadie. Finalmente la enfermera Ratched accederá a la posibilidad de cambio, pero no de otra forma que a través 9 de una votación “democrática”. Finalmente, tras diversas trabas que la enfermera intenta ponerle a McMurphy, éste logra conseguir los votos necesarios, pero aún así la enfermera Ratched se excusará de permitirlo al argumentar que lo consiguió fuera del horario de la reunión (la reunión había terminado hacía segundos). El hecho de que la enfermera se muestre tan insistente en no permitir que los pacientes miren la televisión responde claramente al rol de los medios tecnológicos, tales como la televisión: “se está produciendo una revolución doméstica (…) ello da lugar a que los hogares se conviertan en ámbitos de representación de la actividad pública, por una parte, pero también en focos de acción social”. Este hospital era el hogar de sus pacientes a los que básicamente se los tenía recluidos allí sin tener la menor conexión con el exterior para tenerlos absolutamente controlados, alejados de cualquier tipo de libertad, ya que como manifiesta Hannah Arendt, basándose en la sociedad griega, es el espacio público en donde el individuo puede ser libre y encontrar la felicidad, donde la televisión por tanto es un vinculo con el afuera que es reprimido. Ya que no los dejan hacer lo que quieren ellos van a hacerlo a través de su imaginación; así será que McMurphy reproducirá un relato de un partido televisivo imaginario que les da una cuota de alegría a todos. ¿Se puede juzgar esto como anormal? Quizás son aquellos que no creen en los sueños los que no son realistas. McMurphy al tener una experiencia cercana con los “enfermos”, compartir con ellos, adentrarse a su mundo y ver qué es lo que reciben desde las autoridades del hospital, comprende que no se trata de enfermos ni de locos, simplemente de personas… ya que de cerca nadie es normal y desde lejos (como era el tratamiento que se les proporcionaba: frío y desarraigado) no se ve. Es así que en un momento dado de una terapia en grupo el protagonista le dice a sus compañeros: “¡No están más locos que cualquier imbécil que camina por la calle!” La salida que McMurphy improvisa a los barcos nos hace constatar que ese era realmente el primer día libre que habían tenido sus compañeros. Hasta entonces, sus días libres respondían a la lógica de la disciplina: se planificaban, se estructuraban en horarios y los limitaban como personas. McMurphy aparece en esta escena como aquel que le da una dosis de emoción, aventura y credibilidad en sus capacidades a aquellos que siempre eran tratados como incapaces. “El jefe”, un verdadero indígena nativo –cliché de la sociedad norteamericana-, se hace pasar por mudo, hace décadas que no emite palabra alguna y aparece como un personaje de cierta forma aislado del resto de los compañeros. El jefe tomó una decisión muy sabia como se abordará en la película. 10 Para Foucault el discurso existe para establecer control en la sociedad, de tal forma cuando uno empieza a hablar de cosas, las convierte en objeto de debate que es controlable. Quizás para resistir al control es conveniente resistir a la visibilidad por la asociación contenida en estos conceptos. Cuando algo aparece visible la cultura lo captura entonces hay poder en el anonimato, si uno se visibiliza su identidad pasa a ser un objeto más del mundo capitalista. Nosotros tendemos a creer que al hablar de nuestros problemas estamos evolucionando pero en realidad el hablar tanto culmina por reprimirnos. La enfermedad y la suciedad se incluyeron en la esfera del “mal”. La sensibilidad “civilizada” se horrorizó ante la suciedad corporal y endiosó a la higiene y a la salud. La “higiene” fue mostrada por la ideologizada Medicina como la condición previa de la salud. La higiene física aparece en esta época como una metáfora de la higiene social: el que es sucio corporalmente, lo es también moralmente. Con limpieza del cuerpo me refiero tanto a los rituales de limpieza personal, como también a la limpieza del cuerpoa través de la actividad física y la relación con el placer sanitario. Una de las primeras imágenes que McMurphy ve cuando entra en contacto con sus compañeros del hospital es a los mismos imitando a la dura enfermera hacer gimnasia y disciplinar su respiración. El hospital se presenta a lo largo de toda la película como un lugar pulcro, absolutamente limpio, prolijo, blanco. Sin embargo este orden queda desvanecido cuando McMurphy invita a sus dos amigas que vienen acompañadas de bebidas alcohólicas. Las amigas de McMurphy no representan el modelo de mujer proclamado por la burguesía ya que no eran recatadas ni obedientes, por lo contrario representaban lo que ellos asocian con las prostitutas: solo cuerpo. En pocos segundos, los “prisioneros” al poder liberarse y excederse, convirtieron el lugar en un caos. Al otro día cuando la enfermera Ratched aparece, se da cuenta de lo ocurrido, simultáneamente las cámaras nos muestran su gorra de enfermera en el suelo pisoteado y sucio, un símbolo mostrando lo que sucedió la noche anterior: los pacientes se revelaron a la ley, a la autoridad, a la disciplina, al orden, a lo moderado. 11 Las leyes que operan en el hospital son exitosas porque aparecen naturalizadas, no obstante debemos dar cuenta que ellas son absolutamente construidas y forzadas, la demostración de tal situación queda constatada en la imagen del hombre de seguridad quien estaba supuestamente controlando el orden del hospital la noche en que McMurphy lo torno en un boliche. Allí vemos como no se puede ser juez y parte, este hombre no se pudo mantener al margen de sus tentaciones (ni sexuales, ni con la bebida), y por ello tiro todo el orden por la borda. McMurphy parece muy sorprendido al enterarse de que la mayoría de sus compañeros están allí encerrados por propia voluntad. Pero si lo analizamos lentamente y pensamos en la presentación que nos hace la película de los personajes ello no resulta tan descabellado. Tomemos el caso del personaje de Billy Bibbit, todo indicaría que este joven muchacho optó por estar en el hospital para no ser visible ante su madre y de esa forma evitar su control. Tras haber desobedecido la norma y, en aquella noche de descontrol, tener sexo con aquella mujer quien le resultaba tan atractiva, Billy se sentía muy feliz. Sin embargo, abruptamente esa satisfacción desapareció, ante la amenaza antipedagógica proveniente de la enfermera Ratched acerca de contarle el episodio a su mamá, va producir en Billy una vuelta a la norma. Pues la conciencia es aquello que duele cuando todas las otras partes de tu cuerpo se sienten muy bien; Billy no soportó esa carga, si lo que había vivido con esa mujer aquella noche era un sueño, no quería que nadie lo volviera a despertar, así optó por el suicidio. El centro no hace más que omitir su función: ayudarlos a progresar. En las instituciones psiquiátricas clásicas como lo es esta, el sujeto internado es concebido siempre como “objeto” y no como “sujeto activo”. El grado de racionalidad de la enfermera Ratched es tan extremo que llega a la irracionalidad misma. Parece increíble que tras el suicidio de Billy y el clima emocionalmente tenso existente en el hospital lo único que se dignara a decir fue: “que los hombres estén limpios y listos para la jornada; lo mejor que podemos hacer es seguir con la rutina normal”. Me pregunto qué se entiende por normal en este punto, qué se entiende por locura. La película nos permite cuestionarnos realmente acerca de lo normal y de lo anormal a tal punto que cuando el Jefe mata 12 a McMurphy, lo cual descontextualizadamente podría resultar terrorífico, nos da la sensación de que le está haciendo un favor, le agradecemos internamente por liberarlo de ese mundo. “One flew over the cuckoo’s nest” es el verdadero título de esta gran película de Milos Forman cuyo significado es algo así como “Alguien voló sobre el nido del cuco”, frase que solo comprenderemos al ver el final de esta película. Cuando el Jefe se escapa lo hace arrancando el bebedero del suelo, lo cual parecía prácticamente imposible; el salir de ese lugar en donde parecía atrapado sin salida queda simbolizado con ese suceso. Cuando lo hace, empieza a correr fuertemente un volcán de agua el cual representa claramente la libertad, finalmente podría escapar de ese encierro, finalmente podría vivir con sus propias reglas. Con todo ese ímpetu el Jefe atravesó esa ventana hacia el exterior que en realidad era una vuelta hacia sí mismo. Más que mostrar la locura mental de las personas, ésta película nos permite percibir la normalidad de ellas… considero que nadie es muy diferente a otro, ninguno está enfermo, simplemente no responden al modelo de cordura creado por la cultura hegemónica de la época3. Entrar a la dimensión de este filme es ver una analogía contra el sistema, contra una sociedad que oprime y subyuga al interno, en este caso reflejado en un genial Jack Nicholson como McMurphy, enfrentado a una tirana enfermera Ratched, símbolo de autoridad. Los conflictos que ahí encontraría serían más íntimos, no hay peor prisión que aquella que limita la capacidad de soñar. McMurphy aparece como el peor desquiciado, capaz de romper las normas de una institución asfixiante, donde el orden y las restricciones nos recuerdan las líneas de muchas sociedades. La individualidad de cada paciente se vuelve conjunta, los actores secundarios pasan a ser un todo, una persona completa que representa a aquella que busca sentirse parte de la institución, de la sociedad, busca tolerancia; tan sólo era el Super Bowl – nunca la locura pudo volverse tan real cuando el espectador veía con ellos un televisor vacío y apagado. En la línea de estos personajes podemos encontrar a un joven Danny DeVito, capaz de sobrecogernos con su gran interpretación, así como Will Sampson, el Gran Jefe que logró entender por fin la 3 http://cinefilosycinefilas.wordpress.com/atrapado-sin-salida/ 13 ilusión de McMurphy. Christopher Lloyd y Brad Dourif participan también, el primero ubicado en el tiempo de Volver al futuro y el segundo en el de la Tierra Media. Demás está decir las sensaciones que produce esta obra, la sensibilidad que uno proyecta en cada personaje, en los internos quienes viven una realidad negada por un centro que omite su función, ayudarlos a progresar. Grupo mismo que armoniza la película y le da una finalidad a McMurphy para rescatarlos, dándoles esperanza. Tal vez termina volviéndose más loco que los demás, pensando que podría cambiar las reglas, anhelando algo diferente. Diferente a su antigua prisión y nuevo para los internos, después de todo, nos referimos a aquel quien piensa que todo vale la pena si lo intentas. Jefe indio lo entendió así, cuando un R.P. McMurphy yacía entre sus brazos, víctima total de electroshocks, inmovible para la institución y dándole él, con sus manos, el verdadero escape. Brillantes actuaciones, oscares tanto para Nicholson como para Fletcher, así como para el director, guionistas y para Michael Douglas (productor), que terminó por completar el proyecto que su padre vio truncado4. El personaje de la enfermera jefe tiene muchos aspectos interesantes. A través de la simple observación es posible determinar que está alerta, establece contacto visual con sus interlocutores. La enfermera Ratched es pulcra, organizada e impecable: su uniforme blanco siempre bien puesto, su peinado perfecto, el traje negro que utiliza al finalizar la jornada laboral; todo su físico da la apariencia de que es una mujer extremadamente recta. En lo que respecta al afecto, es absolutamente plana, tanto que su aparente invulnerabilidad a las situaciones y a los estados de los demás la hace blanco de un desprecio casi atávico porque uno como espectador no logra asimilar cómo esta mujer no se conmueve con nada. Su lenguaje es claro y fluido;sus palabras parecen estar medidas a la perfección tanto en producción como en tono, pues la enfermera Ratched sólo expresa lo necesario con la tonalidad de una voz firme pero extraordinariamente fina, lo que reafirma, a mi modo de ver, el inmenso poder que tiene sobre los demás, pues no necesita gritar ni hablar demasiado para hacerse sentir, para controlar el funcionamiento del hospital y el curso de la vida de los pacientes. Sorprende su inalterable “buena educación”, sus “buenos modales”, siempre refiriéndose a los otros como “señor” (“señor McMurphy”, “señor Harding”); aun en las situaciones más extremas, donde hubiese sido esperable verla despojarse de su rígida cordialidad, la señorita Ratched permaneció insoportablemente bien puesta. No presenta alteraciones en la orientación, memoria ni atención. Y a través de los diálogos que se establecen en la película, nuevamente es posible identificar el 4 http://www.cinencuentro.com/2006/03/18/atrapado-sin-salida-1975/ 14 aplanamiento afectivo pero con un componente adicional, y es que su hermetismo a los problemas del otro deja la sensación de una especie de regocijo frente a la situación de “inferioridad” de los pacientes, ello la hace más repugnante. Esto es visible durante una de las terapias, cuando McMurphy propone ver por televisión el mundial y al hacer una votación el protagonista pierde; en este momento Ratched permanece imperturbable, es decir ni se alegra con su triunfo ni se burla de la derrota de McMurphy, pero con esa irritable inmutabilidad trasmite la satisfacción de su “obra”: el entrenamiento de unos sujetos para no pensar por sí mismos, para no atreverse a cuestionar las reglas, para no criticar el orden impuesto. En cuanto al contenido del pensamiento de la señorita Ratched, predominan las ideas obsesivas, en especial las de perfección u orden, tanto en su estilo de vida, como en su manera de organizar y hacer funcionar el hospital: los horarios la rutinaria toma de las pastillas, la eternidad de los días vacíos intensificada por la melodía proveniente del tocadiscos escuchada una y otra vez, la reducción de los espacios, la salida en el bus, y por supuesto, las repetitivas terapias basadas en el sometimiento del paciente a la autoridad y crítica del evaluador; todo lo anterior es muestra de la perspectiva de “equilibrio” para Ratched, donde al parecer todo tiene que funcionar igual de perfecto a su peinado o a su uniforme de enfermera; pero además expone la inflexibilidad, el autoritarismo y la maldad de una mujer, dispuesta a conseguir y mantener el “orden” del hospital sin importar los medios, llegando al punto de necrosar todo ápice de creatividad, raciocinio y autodeterminación de los pacientes, lo que en últimas significa acabar con la humanidad del sujeto y por ende construir objetos con la única capacidad propia de respirar. Luego de un análisis retrospectivo de la película es posible identificar cierto grado de premeditación (perturbadora) en su manera de manejar la situación de McMurphy; basta recordar cuándo es interrogada por el director del hospital mientras se decide el destino del protagonista, ella con la plena conciencia de que éste no necesita permanecer en la institución psiquiátrica, responde que considera que McMurphy debe continuar hospitalizado porque es posible “ayudarlo” desde allí. Verdaderamente aterra la intención de esa sugerencia, pues deja tácito su propósito maquiavélico de moldear a su gusto todo lo que considera imperfecto, inadecuado. Para hablar de introspección, entendida esta como conciencia de la enfermedad, es preciso antes intentar definir si la señorita Ratched presenta un trastorno psiquiátrico, y es en este punto cuando volvemos al dilema de normalidad y anormalidad. Para concluir la enfermera Ratched parece estar plenamente consciente de la dimensión de su obsesión por establecer y hacer cumplir sus reglas, y a pesar de las repercusiones devastadoras de su proceder no denota ningún tipo de 15 arrepentimiento, posiblemente porque para ella esa es la forma “correcta” en que deben funcionar las cosas.5 Director de la película Jan Tomáš Forman Es conocido como Miloš Forman. Nació en Čáslav, Checoslovaquia el 18 de febrero de 1932. Es un director de cine, actor y guionista checoslovaco. Dos de sus películas, Amadeus y One Flew Over the Cuckoo's Nest, recibieron varios premios Óscar, incluido el de mejor director en ambas. Otras de sus obras también fueron reconocidas con premios internacionales de cine. Es hijo de padres protestantes, se quedó huérfano a temprana edad después de que su madre muriera en el campo de concentración de Auschwitz y su padre en Buchenwald, donde fue arrestado por distribuir libros prohibidos por el nazismo. Durante la Segunda Guerra Mundial, Milos vivió con parientes y luego descubrió que su padre biológico era un arquitecto judío. Después de la guerra, Miloš acudió a la escuela pública Krále Jiřího en la ciudad de Podebrady, donde sus compañeros de estudios fueron Václav Havel y los hermanos Mašín. Posteriormente, estudió dirección cinematográfica en la Escuela de Cine de Praga siendo uno de sus maestros Otakar Vávra. Carrera Dirigió varias comedias checas en Checoslovaquia. Sin embargo, en 1968 cuando la URSS y sus aliados del Pacto de Varsovia invadieron el país para poner fin a lo que se llamó la Primavera de Praga, se encontraba en París negociando la producción de su primera película americana. El estudio checo para el que trabajaba le despidió, alegando que estaba fuera del país ilegalmente. Así las cosas, se trasladó a Nueva York, donde se convirtió en profesor de cine en la Universidad de Columbia y codirector (junto a Frantisek Franek) de la división de cine de Columbia. Uno de sus protegidos fue el futuro director James Mangold. A pesar de las dificultades iníciales empezó a dirigir en su nuevo país y alcanzó notable éxito en 1975 con la adaptación de la novela de Ken Kesey One Flew Over the Cuckoo's Nest, que ganó 5 Premios de la academia, incluyendo el de mejor dirección. En 1977, se convirtió en ciudadano de los Estados Unidos. Otro éxito notable fue la película Amadeus, que ganó 8 Premios de la academia. En 1997 recibió el Globo de Cristal por su destacada contribución artística al mundo del cine en el Festival de Karlovy Vary. 5 http://psicopatologiaycine.blogspot.mx/2010/04/analisis-atrapado-sin-salida-la.html 16 Filmografía del director Año Película 1963 Audition 1964 Pedro el negro 1965 Los amores de una rubia 1967 The Firemen's Ball 1971 Taking off 1971 I Miss Sonia Henie 1973 Visions of Eight 1975 Alguien voló sobre el nido del cuco 1979 Hair 1981 Ragtime 1984 Amadeus 1989 Valmont 1996 El escándalo de Larry Flynt 1999 Man on the Moon 2006 Los fantasmas de Goya 2009 Un paseo bien pagado Premios Premios Óscar Año Categoría Película Resultado 1965 Mejor película de habla no inglesa Los amores de una rubia Candidato 1968 Mejor película de habla no inglesa ¡Al fuego, bomberos! Candidato 1975 Mejor director Alguien voló sobre el nido del cuco Ganador 1984 Mejor director Amadeus Ganador 1996 Mejor director El escándalo de Larry Flint Candidato 17 Premios Globo de Oro Año Categoría Película Resultado 1975 Mejor director Alguien voló sobre el nido del cuco Ganador 1981 Mejor director Ragtime Candidato 1984 Mejor director Amadeus Ganador 1996 Mejor director El escándalo de Larry Flint Ganador6 Fuentes de consulta http://es.wikipedia.org/wiki/One_Flew_Over_the_Cuckoo's_Nest http://psicopatologiaycine.blogspot.mx/2010/04/analisis-atrapado-sin-salida-la.html http://cinefilosycinefilas.wordpress.com/atrapado-sin-salida/ http://es.wikipedia.org/wiki/Milo%C5%A1_Forman http://pendientedemigracion.ucm.es/info/nomadas/31/adolfovasquezrocca.pdf http://es.wikipedia.org/wiki/Antipsiquiatr%C3%ADahttp://www.cuft.tec.ve/publicaciones/barquisimeto/umbral/revistas/rev13/docII13.pdf 6 http://es.wikipedia.org/wiki/Milo%C5%A1_Forman
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