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La economía está tan candente que los precios están subiendo más rápido que en cualquier otro momento desde la década de 1980. El mercado inmobiliario está en auge. Los personas consumidores gastan demasiado dinero y sin ser responsables de la economía de su país. Por el momento México no ha llegado a la etapa de la recesión, pero hay factores que señalan que no estamos lejos de caer como por ejemplo la inflación ha sido incontrolable y la forma en que la Reserva Federal lucha contra el aumento de los precios es a través de su capacidad para subir los tipos de interés. Esto encarece los préstamos y ralentiza la economía a propósito. El mercado de valores ha perdido casi una quinta parte de su valor, lo que ha hecho que las acciones se acerquen al territorio del mercado bajista. Los bonos también se han vendido porque la Reserva Federal ha decidido deshacerse de su enorme cartera de bonos del Tesoro que había estado comprando desde la pandemia para apoyar la economía. Aún así también existe la posibilidad de que la alta inflación pueda estar llegando a un pico, en Estados Unidos. Eso suele ocurrir cuando la Fed sube las tasas: el mayor costo de los préstamos hace que los bonos sean menos valiosos cuando vencen, por lo que un mayor pago de intereses sobre los bonos (el rendimiento) ayudará a compensar y hacerlos más atractivos para los inversores. Sin embargo, el riesgo sigue siendo que la inflación suba por temas de oferta. La política de ‘Cero COVID’ de China y tener cerrado el puerto de Shanghái puede generar que los costos de producción sigan en aumento del valor establecido inicialmente. Rusia sigue amenazando a los países europeos con cortar sus envíos de energía, lo que podría sumir a las economías de la UE en una recesión. En el caso de América Latina, el Banco Mundial (BM) alertó recientemente que la inflación oscila en torno a 7%, lo que podría despertar el temor de que los contratos salariales incluyan cláusulas inflacionarias que deriven en una espiral de precios de difícil contención. Lo que ocurra en el extranjero podría repercutir también en Estados Unidos, perjudicando a su economía en el peor momento, y no solo afecta a Estados Unidos si no también a México por el tema de las importación y el aumento de los precios de los productos. Bibliografía 1. Archivos en classroom 2. https://www.elfinanciero.com.mx/ 3. https://www.eleconomista.com.mx/ https://www.elfinanciero.com.mx/ https://www.eleconomista.com.mx/
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